Cuanto más estudia la Palabra de Dios, más le saturará su mente y vida. Se dice de alguien que una vez le preguntó a una violinista de concierto en el Carnegie Hall de Nueva York, cómo llegó a ser tan diestra. Ella dijo que fue por “descuido planificado”. Planificó descuidarse de todo lo que no estaba relacionado con su meta.
Algunas cosas menos importantes en su vida podrían recibir un descuido planificado para que pudiese entregarse al estudio de la Palabra de Dios. ¿Sabe qué sucedería? Cuanto más estudiase la Palabra de Dios, más se va a saturar su mente con ello. Entonces no tendrá problema en pensar en Cristo. No podrá dejar de pensar en él.
Estar lleno del Espíritu es vivir una vida consciente de Cristo, y no hay atajos para lograr esto. Usted no puede ir y sobre dedicarse a vivir una vida consciente de Cristo. La única manera en que puede saturarse con los pensamientos de Cristo, es saturarse con el Libro que trata de él. Y esta es la voluntad de Dios, que usted no sólo sea salvo sino que también esté lleno del Espíritu.
Extraído del libro, “La voluntad de Dios” escrito por el Pastor John MacArthur y publicado por Editorial Mundo Hispano.