El segundo principio referente a la pureza práctica se expresa en 1 Tesalonicenses 4:4. “Cada uno de vosotros sepa controlar su propio cuerpo en santificación y honor”. En el idioma griego, hay dos significados posibles de la palabra cuerpo: “esposa” o “cuerpo”. De acuerdo al contexto yo digo que significa “cuerpo”. Lo que Pablo está diciendo es que debemos controlar nuestros cuerpos; eso es pureza.
Nosotros deberíamos mantener nuestros cuerpos en sujeción para asegurarnos de estar honrando a Dios. Eso incluye la manera en que nos vestimos y las cosas que hacemos con nuestros cuerpos. Este principio cubre el área entera de la lujuria, de la carne, y no sólo cosas sexuales. Una persona puede deshonrar a Dios al vestirse exageradamente para llamar la atención. La glotonería también lo pone a uno en la posición de deshonrar a Dios y pecar, porque es obvio a todos que el glotón no puede controlar el deseo de comer. Nada que gratifique al cuerpo a costa de la deshonra a Dios puede tener cabida en la voluntad de Dios.
Extraído del libro, “La voluntad de Dios” escrito por el Pastor John MacArthur y publicado por Editorial Mundo Hispano.