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Pregunta: En Mateo 6 se habla de dar limosna, o cuándo dar limosna y en Mateo, …y más abajo dice que cuando estés orando, o cuando ores…y luego dice cuando ayunas. Parece que el ayuno debe ser algo tan regular como el orar o dar limosna y estaba pensado, ¿cómo debemos aplicar el ayuno hoy en día?

John: Creo que el ayuno es una parte muy importante en la experiencia Cristiana. Yo…él está hablando del versículo 16 de Mateo 6, -Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas-. Algunas cosas para decir sobre el ayuno. Primero que todo, el ayuno nunca se ordena. La oración sí. Orar sin cesar, orar en todo tiempo con toda oración y súplica, velad y orad, repetidamente somos llamados a orar. Somos mandados a orar. Nunca somos mandados a ayunar. De hecho, el ayuno está obviamente identificado con circunstancias únicas. Y yo…la mejor manera de ilustrarlo es cuando los discípulos de Jesús fueron enfrentados por los líderes judíos, los líderes judíos le dijeron a Jesús, -¿Por qué no ayunan Tus discípulos?-

Ahora, era típico de los judíos devotos tradicionalistas ayunar dos veces por semana. Y recuerdas el publicano en Lucas 18 dijo, -ayuno dos veces a la semana-, entonces no estaba siguiendo la prescripción bíblica pero la prescripción tradicional que si querías ser espiritual debías ayunar dos veces por semana, te privabas de comida dos veces por semana. Y para ellos era emblemático de la santidad. Entonces Él…entonces los judíos fueron a Jesús y le dijeron, -Tus discípulos no ayunan. ¿Por qué?-

Pues eso es muy interesante. La respuesta de Jesús fue, -Cuando el novio está contigo no ayunas-. En otras palabras, este no es el tiempo para ayunar porque es tiempo de gozo. Y Jesús nos estaba diciendo que el ayuno es una experiencia única que está identificada con tiempos de pena y tristeza y dolor y aislamiento, temor, esos tipos de tiempos que no existirían mientras estás caminando en la presencia de Jesucristo. Entonces la primera cosa para recordar es que el ayuno, por lo menos en la enseñanza de Jesús, era para tiempos de gran preocupación y gran tristeza y gran ansiedad, gran oración y toda clase de asuntos en la oración y el ayuno siempre es asociado con la oración. No es aislado de la oración. Es una parte integrante del tiempo de oración. Entonces creo que el tiempo para ayunar es, por supuesto, aquel tiempo cuando estamos tan centrados en la oración al grado que estamos sombríos, tan serios, tan envueltos que no tenemos deseo de comer, ni deseo para satisfacer cualquier antojo de la carne. Y, de hecho, en tiempos así puede ser que la carne no tiene antojos porque uno está tan abrumado con orar acerca de sus preocupaciones.

Creo que eso es todo lo que realmente podemos decir del ayuno en el Nuevo Testamento. Que hay tiempos cuando no sería apropiado ayunar porque te estás deleitando en la plenitud de la presencia de Dios y de todas Sus bendiciones. Hay tiempos cuando puede ser apropiado ayunar y sería asociado con tiempos de importunidad que significa tiempo de oración y preocupación implacable sobre esos asuntos que están en nuestros corazones.

Puede darte algunas experiencias personales de mi propia vida cuando grandes crisis han sucedido, ayunar es una respuesta algo normal en esas clases de exigencias. Puedo pensar en un…al…tiempo más largo de ayuno que he experimentado en mi vida fue un ayuno de nueve a diez días en que no comí nada. Ese fue un tiempo cuando estuve muy preocupado y orando sobre el hecho que mi hijo Mark había sido diagnosticado con un tumor en el cerebro que podía ser fatal. E inmediatamente, por supuesto, estaba en su último año de la universidad en esa época, creo que era su último año, y por supuesto, fue una tremenda de preocupación. Y había solo un muy…casi una respuesta inmediata al ayuno y la oración de parte de esa clase de situación seria y venir al Señor y Dios fue tan…tan tremendamente misericordioso durante ese tiempo. Recuerdo cuando el doctor me dijo, el neurocirujano de Cedar Sinai, que podría ser fatal, fue casi de inmediato que quería estar en la presencia del Señor y rogarle. Primero que todo, naturalmente, oras por el bienestar de tu hijo, le pides al Señor…¿Estás seguro que escogiste al chico correcto? Este es bueno, ¿sabes? Él puede…Tú lo puedes usar, ¿sabes?, en el futuro. Y oré y ayuné y, por supuesto, Patricia sabía y Mark no conocía de la seriedad de la situación del tumor. Pero durante ese tiempo honestamente podía decir que pasé nueve días llevándolo y trayéndolo a la clínica mientras estaban haciendo técnicas no invasivas para determinar lo que este tumor era antes que hicieran un agujero en su cráneo y entraran y actualmente ingresaran ya que las implicaciones eran tan severas porque estaba cerca de su nervio óptico y la glándula pia mater, y cosas así. No querían hacer cosas invasivas, entonces esos eran tiempos de oración intensa.

Y podías ver un flujo yendo de…Señor, Tú sabes, ten misericordia de su vida…y así sucesivamente, hasta llegar a un lugar medio en unos días cuando estás diciendo…Señor, cualquiera que sea Tu voluntad, cualquiera que sea Tu voluntad. Y ya para el tiempo que llegue al final de todo estuve diciendo, -Tú sabes, este mundo no es lugar apropiado para nadie , pertenece a Tí, llévatelo-. Tú sabes, vas por el proceso completo. Y, tú sabes, conduje su funeral como cien veces, tú sabes, sólo yendo por el proceso de entregar este joven al Señor.

Y recuerdo estando en mi oficina un miércoles por la noche, fue el noveno día, el siguiente día el doctor me iba a dar los resultados de los análisis y fueron hechos en la clínica de Frank Norris en el Centro médico de USC por el mejor especialista de cáncer y especialistas de tumores pediátricos y todo eso. Y estuve esperando por la siguiente mañana. Por primera vez estuve hambriento. Fue la primera vez que actualmente sentí punzadas de hambre. Y actualmente tuve hambre sentado allí, fue un miércoles por la noche, entre el final de la clase de día y la oficina está cerrada y los servicios de miércoles por la noche iban a comenzar en como una hora. Y estuve allá arriba y todo estaba cerrado y estuve orando y dándole gracias al Señor por la perfecta paz, que si se lo iba a llevar al cielo, maravilloso y glorioso por él y nosotros nos regocijaríamos en eso.

Y alguien tocó mi puerta y ni sé cómo alguien había llegado allí porque hay cuatro pares de puertas dobles que debes pasar y estaban cerradas. Y una señora estaba golpeando a mi puerta y yo estaba tan sorprendido porque todo lo demás estaba cerrado en la oficina y fui a la puerta y la abrí y ahí estaba esta señora quien había estado ennuestra iglesia por muchos años pero jamás había estado en mi oficina. Le saludé y dije, -Hola, ¿cómo estás?- Y ella me dijo, -Pues-, dijo, -Pastor, vi que su luz estaba prendida aquí arriba y al pasar pensé que podrías tener hambre y te traje un bocadillo-.

Y creo que dije algo como, -Haba…haba…haba…haba-. No creo que era más coherente que eso. Pudo haber sido menos coherente que eso actualmente. Y esa señora nunca me había dado una galleta. Esa señora nunca había hecho nada. Nunca había estado en mi oficina. Yo no…ni aún sabía si conocía dónde estaba mi oficina, pero de alguna manera el Señor le puso en el corazón de traerme un bocadillo. Y yo...tomé ese bocadillo en una bolsita y fui para mi escritorio y dije, -Entonces, Señor, estás involucrado tan así en mi vida de oración que cuando el ayuno finaliza Tú envías un bocadillo-. Quiero decir, ese fue un momento profundo para alguien que no es para nada místico. Y solamente me regocijé que Dios había concluido mi ayuno de una manera muy apropiada y misericordiosa. Quiero decir, ni podía hacerme ir a un restaurante, o algo, parecía muy carnal. Tenía que ser algo más (risa).

Entonces solo digo que, doy esa recitación pequeña para decir que hay grandes tiempos de ayuno que vienen con grandes tiempos de oración. Y la siguiente mañana el doctor me llamó y me dijo, -Estamos contentos por decirte que es un epidermoide benigno, es un pedazo de piel del tejido fuera de lugar, no es para nada un problema, y ni siquiera es nada de qué preocuparse. Sólo nos estamos regocijando aquí. En verdad queremos a tu hijo y estamos tan contentos por él y sólo queríamos darte las buenas noticias. Y creemos que no es un problema y nunca lo será-.

Estaba tan contento, fui a la universidad donde estaba Mark y le dije. Y después le dije la historia completa. Y no sabía de los detalles detrás del escenario sobre la letalidad potencial que me habían contado. Él me dijo, -¿Sabes, por qué crees que el Señor me permitió pasar por eso?- Y le dije, -¿Permitir que TU pasaras por eso? No sabías lo que yo sabía. La pregunta es, ¿por qué permitió que yo pasara por eso?- Y, por supuesto, la respuesta a eso es a fin de que el Señor cumpliera Sus propósitos en nuestros corazones y nos acercara a Él mismo. Entonces Dios se puso a Él mismo en exhibición y fue misericordioso en ese sentido.

Hace tres años saben que Patricia estuvo en un accidente automovilístico, se quebró el cuello, y le dieron menos del cinco por ciento de posibilidades de vida. Ese fue otro tiempo cuando la oración casi toma control de tu vida. Uno sólo…uno sólo entra en una comunión instante, una comunión implacable con Dios y la comida no tiene lugar como otras clases de indulgencias y cosas que nos entretienen no lo tienen.

Entonces creo que el ayuno necesita estar asociado con tiempos de oración. Y digo esto cuidadosamente porque creo que algunas personas creen que si arbitrariamente no comen hay alguna virtud espiritual en eso. El hecho es que debemos ayunar más porque debemos estar más preocupados en orar más fuertemente por más cosas, ¿verdad? Entonces el verdadero asunto, creo, es en el área de la oración. Gracias por tu pregunta.

 

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