: Desatando la Verdad de Dios, Un Versículo a la Vez
Predicando el libro que Dios escribió, Parte 3
Código: A228
John MacArthur
5. ¿Cómo comenzó el mensaje del predicador?
El mensaje comenzó como verdadera palabra de Dios y fue dado como verdad, ya que el propósito de Dios era transmitir la Verdad. Fue ordenado por Dios como la Verdad y fue entregada por el Espíritu de Dios, en cooperación con santos hombres que recibieron con exactamente la calidad pura que Dios quería (2 Ped 1:20-21). Fue recibido como Scriptura inerrantis por los profetas y apóstoles, es decir, sin errar de la formulación original de la Escritura en la mente de Dios.
La inerrancia entonces, expresa la calidad con la que los escritores de nuestro canon recibieron el texto que llamamos Escritura.
6. ¿Cómo debe el mensaje de Dios continuar en su estado original verdadero?
Si el mensaje de Dios comenzó como verdadero y si ha de ser entregado como se recibió, ¿qué procesos interpretativos requeridos por los cambios de la lengua, la cultura y el tiempo asegurarán su pureza cuando se predique en la actualidad? La respuesta es que sólo un enfoque exegético es aceptable para la exposición correcta.
Después de haber establecido la necesidad esencial de la exégesis, la pregunta más lógica es: "¿Cómo está la interpretación/exégesis vinculada con la predicación?"
Packer responde mejor:
Siendo la Biblia lo que es, toda verdadera interpretación de ella debe tomar la forma de predicación. Esto va acompañado de una paradoja igual de importante: siendo la predicación lo que es, toda verdadera predicación debe adoptar la forma de interpretación bíblica (Packer, Inerrancia y Sentido Común, 187)
7. Ahora, unificando nuestra manera de pensar: "¿Cuál es el paso final que vincula la inerrancia a la predicación?"
En primer lugar, se debe utilizar el texto verdadero. Estamos en deuda con aquellos seleccionados estudiosos que trabajaron tediosamente en el campo de la crítica textual. Sus estudios recuperan el texto original de la Escritura de la gran cantidad de copias de manuscritos existentes que son defectuosos por variantes textuales. Éste es el punto de partida. Sin el texto tal como Dios lo dio, el predicador sería incapaz de entregarlo como Dios manda.
En segundo lugar, después de haber comenzado con un texto verdadero, tenemos que interpretar el texto con exactitud. La ciencia de la hermenéutica está a la vista.
Como disciplina teológica, la hermenéutica es la ciencia de la interpretación correcta de la Biblia. Se trata de una aplicación especial de la ciencia general de la lingüística y del significado. Busca formular esas reglas particulares que se refieren a los factores especiales relacionados con la Biblia... La hermenéutica es una ciencia en la que se pueden determinar ciertos principios para descubrir el significado de un documento; y estos principios no son una simple lista de normas, sino que tienen una conexión orgánica entre sí. Es también un arte, ya que anteriormente señalamos que los principios o reglas no pueden aplicarse mecánicamente, sino que implican la habilidad (technmae) del intérprete. (Bernard Ramm, Interpretación Bíblica Protestante, 11)
En tercer lugar, nuestra exégesis debe fluir de una hermenéutica adecuada. De esta relación, Bernard Ramm observa que la hermenéutica…
... se encuentra en la misma relación con la exégesis que un libro de reglas se encuentra con un juego. El libro de reglas se escribe en términos de reflexión, análisis y experiencia. El juego es jugado mediante la ejecución concreta de las reglas. Las reglas no son el juego y el juego no tiene sentido sin las reglas. La hermenéutica adecuada no es la exégesis, pero la exégesis se aplica a la hermenéutica. (Ibid)
Así que la exégesis es la aplicación hábil de los principios hermenéuticos sanos para el texto bíblico en el idioma original con el fin de comprender y declarar el significado intencional del autor tanto a las audiencias inmediatas como a las posteriores. A la par, la hermenéutica y la exégesis se enfocan en el texto bíblico para determinar qué decía y qué significaba originalmente (cp. Juan D. Grassmick, Principios y Práctica de la Exégesis griega, 7). Por lo tanto, la exégesis, en su sentido más amplio, incluirá las distintas disciplinas de la crítica literaria, los estudios históricos, la exégesis gramatical, la teología histórica, la teología bíblica y la teología sistemática. La exégesis adecuada le dirá al estudiante lo que el texto dice, lo que el texto significa y cómo el texto se aplica personalmente.
En cuarto lugar, ahora estamos listos para una verdadera exposición. Basados en el flujo de pensamiento que acabamos de distinguir, afirmo que la predicación expositiva es predicación realmente exegética y no tanto la forma homilética del mensaje. Merrill Unger señaló con precisión:
No es la longitud de la porción tratada, ya sea un solo versículo o una unidad más grande, sino la forma de tratamiento. No importa la longitud de la parte explicada, si se maneja de tal manera que su significado real y esencial, tal como existía a la luz del contexto general de la Escritura, se haga simple y aplicado a las necesidades actuales de los oyentes de forma adecuada, puede decirse que es predicación expositiva. (Merrill F. Unger, Principios de Predicación Expositiva, 33)
Como resultado de este proceso exegético que se inició con la inerrancia, el expositor está equipado con un mensaje verdadero, con verdadera intención y con verdadera aplicación. Le da a la predicación perspectiva histórica, teológica, contextual, literaria, sinóptica y cultural. Su mensaje es el mensaje que Dios deseaba.
Ahora, ya que todo parece tan manifiestamente obvio, podríamos preguntar: "¿Por qué la Iglesia perdió de vista la relación de la inerrancia con la predicación?" Permítanme sugerir que la tendencia actual no es más que el legado del liberalismo.
Disponible sobre el Internet en: https://www.gracia.org
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