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Información de la EditorialJesús dio el significado de la frase “permanecer en Cristo” cuando se comparó a una vid y a los creyentes como sus sarmientos: “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí” (Juan 15:4). Ese retrato nos ilustra la unión vital que existe entre cristianos y Jesucristo.
La palabra “permaneced” básicamente quiere decir “quedarse”. Cada cristiano está inseparablemente enlazado a Cristo en todas las áreas de su vida. Nosotros dependemos de Él por la gracia y el poder para obedecer. Nos fijamos obedientemente en Su Palabra para instruirnos en cómo vivir. Le ofrecemos nuestra profunda adoración y alabanza, y nos sometemos a Su autoridad sobre nuestras vidas. Los cristianos conocen a Jesucristo como la fuente y sustentador de sus vidas.
Permanecer en Cristo es evidencia de una salvación genuina. El apóstol Juan se refirió a esto cuando hablaba de profesantes quienes “Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros” (1 Juan 2:19). Personas con fe genuina se quedarán—no se retirarán; no negarán a Cristo, ni abandonarán Su verdad. Jesús reiteró la importancia de permanecer como símbolo de fe verdadera cuando dijo, “Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos” (Juan 8:31).