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Información de la EditorialEn su definición más simple, el discernimiento es la habilidad de poder decidir entre la verdad y el error, lo bueno y lo malo. El discernimiento es el proceso de hacer distinciones cuidadosas en nuestra mente sobre la verdad. En otras palabras, la habilidad de pensar con discernimiento es sinónimo a la habilidad de pensar bíblicamente.
Primera Tesalonicenses 5:21-22 enseña que es la responsabilidad de cada cristiano poder discernir. Primera Juan 4:1 dice, “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo”. De acuerdo con el Nuevo Testamento, el discernimiento no es una opción para el creyente – es un requisito.
La clave para vivir una vida sin compromisos está en nuestra habilidad de practicar el discernimiento en cada área de nuestra vida. Por ejemplo, el fallar a distinguir entre la verdad y el error deja al cristiano sujeto a la manera de pensar de un falso maestro. La enseñanza falsa nos lleva a un pensar anti-bíblico, que resulta en una vida sin fruto y desobediente – una receta para el compromiso.
Desafortunadamente, el discernimiento es un área en donde muchos cristianos caen. Ellos ven muy poca habilidad de medir las cosas que les están enseñando contra el infalible estándar de la Palabra de Dios, entonces hacen una variedad de decisiones y cosas anti-bíblicas. No están armados para tomar una postura bíblica contra el pensamiento y las actitudes anti-bíblicas que enfrentan durante el día.
El discernimiento cruza la vida Cristiana en cada área. La Palabra de Dios nos provee con el discernimiento necesario para toda cosa en la vida. De acuerdo con Pedro, “como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia” (2 Pedro 1:3).
Podemos ver que es por medio del “conocimiento de aquel” que hemos recibido todo lo que necesitamos para vivir la vida cristiana en este mundo caído. ¿Y qué otra manera tenemos para conocer el verdadero conocimiento de Dios, si ni por medio de las páginas de Su Palabra, la Biblia? De hecho, Pedro nos dice que ese conocimiento viene mediante “sus preciosas y grandísimas promesas” (2 Pedro 1:4).
El discernimiento – la habilidad de pensar bíblicamente en todas las áreas en nuestra vida – es indispensable para una vida sin compromiso. ¡Es importante que el cristiano desee el discernimiento que Dios le ha provisto por medio de Su verdad preciosa! Sin él, cristianos están en peligro de ser “llevados por doquiera de todo viento de doctrina” (Efesios 4:14).