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Esta serie de sermones incluye los siguientes mensajes:
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Información de la EditorialLa Biblia dice, “¡No!” El que es salvo “tiene vida eterna y…ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24). Vida eterna por definición no puede ser temporánea. Es la posesión actual de todos aquellos quienes verdaderamente confían en Cristo.
Romanos 8:28-39 revela claramente que no hay nada en el universo que pueda separar a los elegidos del amor de Dios. El que te ha escogido para salvarte es “poderoso para guardaros sin caída, y para presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría” (Judas 24).
De acuerdo con la Escritura, las personas que profesan conocer a Cristo por un tiempo, y luego lo niegan nunca fueron salvos. Primera de Juan 2:19 dice, “Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros”.
Un verdadero creyente nunca se apartará de la fe (Filipenses 1:6); entonces aquellos que se apartan, muestran que verdaderamente no son salvos (Juan 8:31; Hebreos 3:14).
Sin embargo, cada cristiano verdadero puede pecar y por eso puede traer falta de seguridad de salvación (Salmo 51:12). Falta de crecimiento nos puede robar la confianza de que somos hijos de Dios (2 Pedro 1:9).