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Esta serie de sermones incluye los siguientes mensajes:
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Información de la EditorialEn el cielo no habrá pecado, sufrimiento, pesar, ni dolor. No haremos nada que le desagrade a Dios. No habrá persecución, división, desunión, u odio. En el cielo no habrá pleitos ni desacuerdos. No habrá desilusiones. No habrá lágrimas porque no habrá nada que nos haga triste.
Conoceremos el placer perfecto. Salmo 16:11 dice: “En tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre”. Todo lo que nos hace gemir finalmente acabará, y nos encontraremos en la mera presencia de Dios, en donde se encuentra el placer más puro y real posible.
En el cielo también tendremos conocimiento perfecto. Pablo escribe, “Pero entonces conoceré como fui conocido” (1 Cor. 13:12). No tendremos preguntas sin respuestas, ni confusión, ni ignorancia, ni tampoco necesidad de caminar por fe, sino por vista.
Viviremos en perfecta comodidad. Nunca vamos a experimentar ni siquiera un momento de incomodidad. También conoceremos el perfecto amor. Amaremos a Dios perfectamente y seremos amados perfectamente por Él por toda la eternidad. Su amor nos rodeará por siempre.
Podemos resumir diciendo que el cielo es un lugar de perfecto gozo. Piénsalo – seremos libres de la maldad por siempre. Nunca tendremos un deseo egoísta ni diremos palabras inútiles. Nunca haremos un acto sin compasión ni tendremos un pensamiento pecaminoso. Seremos completamente libres de nuestra cautividad al pecado, y finalmente podremos hacer lo que es absolutamente justo, santo, y perfecto ante Dios.
¡Sin el pecado y sus efectos, viviremos una vida llena de bendiciones inimaginable!