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Esta serie de sermones incluye los siguientes mensajes:
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Información de la EditorialNo creemos que las mujeres puedan ser ancianos en la iglesia. Cuando el apóstol Pablo dijo que la mujer no debe “ejercer dominio sobre el hombre” (1 Timoteo 2:12), él no agregó un argumento cultural. En vez de eso, se refirió a la creación para mostrar que no es la intención que la mujer domine sobre el hombre (vv. 13-14). Las razones que dio fueron que la mujer fue creada después del hombre, y que ella fue engañada cuando actuando independientemente del liderazgo del hombre.
Pablo sigue diciendo en 1 Timoteo 2:15 que la mujer “se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia”. Ese versículo no habla sobre el destino eterno de la mujer, pero significa que son salvas de ser ciudadanas de segunda clase a través del privilegio de criar a los hijos. Dios diseñó a la mujer para cumplir un papel en su hogar que ningún hombre puede cumplir (Proverbios 31:10-31; Tito 2:4-5).
El pensar de nuestra sociedad sobre el papel de la mujer es contrario a las prioridades reveladas en la Biblia. Génesis 3 explica por qué existe ese conflicto. Después de la Caída, Dios le dijo a la mujer, “tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti” (Génesis 3:16). Génesis 4:7 nos ayuda a entender lo que significa ese versículo. Allí Dios le dijo a Caín, “El pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él”. Exactamente la misma frase se usa en los dos pasajes.
Entonces en la misma manera que el pecado nos trata de dominar a todos; las mujeres caídas desean dominar a sus esposos, y los hombres caídos tienden a oprimirlas en la misma manera que el pecado oprime al pecador. El equilibrio destinado, por supuesto, es logrado cuando los hombres guían y las mujeres se sujetan de una manera piadosa (Efesios 5:22).