¿Por qué la iglesia aceptó rápidamente la psicología? Fundamentalmente, porque los psicólogos se describen a sí mismos como miembros de la comunidad científica. En nuestra época científica, la aceptación innegable en la comunidad académica debe significar que las verdades de la psicología son irrefutables, ¿no es cierto?
¿Qué tan científicas son las ciencias del comportamiento?
Después de décadas de creciente aceptación, la mayoría de los defensores de la psicología simplemente asumen que la psicología es una ciencia verdadera. Pero no lo es. Es una pseudo-ciencia, la más reciente de las invenciones humanas para explicar, diagnosticar y tratar problemas de conducta, sin enfrentar las cuestiones morales y espirituales.
La psicología no es un cuerpo uniforme de conocimiento científico, como la termodinámica o la química orgánica. Cuando hablamos de psicología, nos referimos a un compuesto de ideas y teorías, muchas de las cuales son contradictorias. La psicología ni siquiera ha podido probar ser capaz de tratar efectivamente con la mente humana y con procesos mentales y emocionales. Por lo tanto, difícilmente puede considerársele una ciencia.
Muchos, estoy seguro, rechazarán mi clasificación de la psicología como una pseudo-ciencia. Pero eso es exactamente lo que es. Hace poco más de un siglo, se desataba el debate sobre una especie diferente de “ciencia del comportamiento” llamada frenología. La frenología afirmaba que las características de la personalidad estaban determinadas por la forma del cráneo de la persona. Un frenologista tocaría el cráneo de las personas, diagnosticando sus problemas de acuerdo a la ubicación de los bultos en sus cabezas.
Si usted cree que la ciencia del comportamiento ha avanzado mucho desde ese entonces, pregúntese cuán razonable es rodear a un adulto en posición fetal con almohadas, para que pueda volver a conectarse con sus ansiedades prenatales. ¡Dada la elección, creo que optaría por alguien que hurgara mi cabeza!
Los psicólogos modernos usan cientos de modelos y técnicas de consejería, basados en una multitud de teorías conflictivas, así que es imposible hablar de psicoterapia como si fuera una ciencia unificada y consistente.
Pero la base de la psicología moderna puede ser resumida en varias ideas comunes que tienen sus raíces en los comienzos del humanismo freudiano. Estas son las mismas ideas que muchos cristianos están intentando apasionadamente resumir con verdades bíblicas:
- La naturaleza humana es básicamente buena.
- Las personas tienen la respuesta a sus problemas dentro de sí mismos.
- El pasado de una persona es la clave para entender y corregir actitudes y acciones.
- Los problemas de un individuo son el resultado de lo que alguien más le ha hecho.
- Los problemas humanos pueden ser únicamente psicológicos en su naturaleza, no relacionados con ninguna condición espiritual o física.
- Los problemas profundamente arraigados pueden ser resueltos solamente por consejeros profesionales, usando terapia.
- Las Escrituras, la oración y el Espíritu Santo son recursos inadecuados y simplistas para resolver ciertos tipos de problemas.
Esas y otras teorías ateas similares se han filtrado en la iglesia desde una variedad de cosas provenientes del depósito psicológico. Trágicamente, están teniendo un efecto profundo y preocupante en el enfoque de la iglesia para ayudar a la gente. Muchos cristianos genuinos están muy equivocados en su comprensión de lo que es la consejería y en lo que se supone que debe lograr.
Irónicamente, aún antes de que la iglesia se encegueciera con la “ciencia del comportamiento”, esos que la conocían más estaban empezando a cuestionar si, después de todo, la psicoterapia era una ciencia. En 1979, la revista Time publicó una historia de portada llamada “La Psiquiatría en el Sofá”. Decía lo siguiente:
En todos los frentes, la psiquiatría parece estar a la defensiva. …Muchos psiquiatras quieren abandonar los tratamientos de los neuróticos comunes y corrientes (“los preocupados”) a los psicólogos y terapeutas populares aficionados…
Los mismos psiquiatras reconocen muchas veces que su profesión parece alquimia moderna -llena de tecnicismos, confusión y mistificación, pero poco conocimiento valioso real...
Como siempre, los psiquiatras son sus propios críticos más severos. Thomas Szasz, por mucho tiempo el más sincero atormentador de su profesión, insistió con que en realidad no hay algo como enfermedad mental, solamente problemas normales de vida. E. Fuller Torrey, otro psiquiatra anti-psiquiatría, está dispuesto a admitir que hay unas pocas enfermedades del cerebro, como la esquizofrenia, pero dice que pueden ser tratadas con tan sólo un puñado de drogas que pueden ser administradas por médicos generales o internistas. …
Incluso, los profesionales más importantes no están seguros que la psiquiatría pueda distinguir a los locos de los cuerdos. [1] Time, Vol.113 No.14 (2 de Abril, 1979), 74.
El artículo concluye con un pronóstico pesimista de Ross Baldessarini, un psiquiatra y bioquímico del Centro de Investigación Mailman (Mailman Research Center). Él le dijo a la revista Time, “No vamos a encontrar las causas y curas de las enfermedades mentales en el futuro previsible.” [2] Time, Vol.113 No.14 (2 de Abril, 1979), 82.
Varios años después, una conferencia en Phoenix, Arizona, reunió a los principales expertos en psicoterapia, en la que se consideró la reunión más grande que jamás se haya celebrado sobre el tema. La conferencia, llamada “La Evolución de la Psicoterapia”, atrajo a 7,000 expertos en salud mental de todo el mundo. Fue la más grande reunión de ese tipo, anunciada por su organizador como el Woodstock de la psicoterapia.
Una verdad se vio claramente en la conferencia: entre los terapeutas hay poca concordancia. No existe una “ciencia” unificada de la psicoterapia, solamente una disonancia de teorías y terapias enfrentadas.
Por ejemplo, el periódico Los Ángeles Times citó a Laing, quien dijo “que él no podía pensar en ninguna información fundamental sobre las relaciones humanas que haya resultado de un siglo de psicoterapia. ‘No creo que hayamos ido más allá de Sócrates, Shakespeare, Tolstoi o incluso Flaubert, a sus 15 años de edad’, dijo.[3] Ann Japenga, “Great Minds on the Mind Assemble for Conference,” (Los Angeles, CA: Los Angeles Times, 18 de diciembre, 1985), 1.
Laing agregó,
“Yo no creo que la psiquiatría sea una ciencia en lo absoluto. No es como química o física, donde podemos construir un cuerpo de conocimiento y progreso.” [4] Ann Japenga, “Great Minds on the Mind Assemble for Conference,” (Los Angeles, CA: Los Angeles Times, 18 de diciembre, 1985), 17.
Jeffrey Zeig, organizador de la conferencia, dijo que podría haber hasta un centenar de teorías diferentes en los Estados Unidos solamente. La mayoría de ellas, él dijo, están “condenadas a fracasar”.[5] Ann Japenga, “Great Minds on the Mind Assemble for Conference,” (Los Angeles, CA: Los Angeles Times, 18 de diciembre, 1985), 16.
La psicología no es más ciencia que la teoría atea de la evolución, sobre la cual se basa. Al igual que la evolución teísta, la “psicología cristiana” es un intento de armonizar dos sistemas de pensamiento inherentemente contradictorios. La psicología moderna y la Biblia no pueden ser mezcladas sin una seria concesión o un abandono completo del principio de la suficiencia de las Escrituras.
Si bien se ha convertido en un lucrativo negocio, la psicoterapia no puede resolver los problemas espirituales de nadie. En el mejor de los casos, ocasionalmente puede usar el conocimiento humano para modificar la conducta en forma superficial. Tiene éxito o falla tanto para cristianos como para no cristianos porque es solo un ajuste temporario ––un tipo de quiropráctica mental. No puede cambiar el corazón humano, e inclusive los expertos admiten esto.
(Adaptado de Nuestra Suficiencia en Cristo)