En los Estados Unidos vivimos la triste realidad de que nuestras ciudades están inundadas de iglesias, pero desafortunadamente, muy pocas predican a Cristo. Es por esta razón que es importante saber qué es lo que caracteriza a una iglesia eficaz. Como estudiamos la semana pasada, contar con un liderazgo piadoso es fundamental para el crecimiento espiritual de una iglesia. De la misma manera, una iglesia debe tener metas y objetivos prácticos o no tendrá dirección. Esto es indispensable cuando hablamos del discipulado y el evangelismo. Una iglesia que carece de dirección en esta área no tendrá ningún sentido de realización.
Debemos primero reconocer las siguientes metas bíblicas básicas de la iglesia: Ganar a los inconversos para Cristo y ayudarlos a madurar. Bajo esas metas amplias y generales de la iglesia hay otras más específicas tales como unificar a las familias, prevención del divorcio y la instrucción de los niños en el camino del Señor.
Además, debemos tener objetivos funcionales. Estos son los peldaños que usamos para llevar a cabo las metas bíblicas. No es suficiente con solo decir que debemos aprender la Palabra de Dios; sino que tenemos que avanzar un poco más y proveer de ciertos pasos que facilitan alcanzar la meta.
Discipulado
El diseño de una iglesia cristiana no es tener a un predicador profesional sostenido económicamente por los laicos que son solo espectadores. Cada cristiano debería estar involucrado en la edificación de otros creyentes.
Cuando yo discípulo a alguien, hago básicamente tres cosas. Primero, enseño la verdad bíblica. Por lo general les doy libros para leer y sermones para escuchar que tienen que ver con los temas específicos que quiero que ellos aprendan. Además de enseñar desde el púlpito, enseño verdades bíblicas a un nivel personal tomadas de la Palabra de Dios.
Segundo, aplico las Escrituras a la vida. Se sorprenderá de saber cuántas personas aprenden principios que ellos nunca habían puesto en práctica. Hago preguntas que les ayudan a los discípulos a pensar en sus circunstancias desde la perspectiva de Dios. Quiero que ellos interpreten su vida espiritualmente.
Por ejemplo, un hombre al que estaba discipulado se encontraba muy nervioso acerca de la situación en el mundo. Pero cuando empezó a ver el mundo desde la perspectiva de un Dios soberano y no desde la de un ser humano desesperado, el problema desapareció. Entonces empezó a decir: “¿No es estupendo lo que Dios está haciendo en el mundo?”. La verdad bíblica debe ser enseñada y luego implementada en actitudes y acciones apropiadas.
Por último, trabajo con el discípulo para enseñarle a resolver problemas bíblicamente. La solución de problemas de forma bíblica es una clave del discipulado eficaz. Las personas aprenden mejor cuando tienen la necesidad de saber. Un buen ejemplo es la manera en que las personas escuchan cuando las azafatas dan instrucciones sobre seguridad antes del despegue de los aviones. Nadie les presta atención (excepto los viajeros que vuelan por primera vez) porque ya lo han escuchado antes y no esperan tener que saberlo. Sin embargo, si alguien mira por la ventanilla de la derecha del avión y ve salir llamas de uno de los motores cuando la azafata está diciendo: “Por favor, tomen y lean la hoja de instrucciones de seguridad”, todos sin duda la leerían.
¡Y si no hubiera suficientes, los que no las tienen van a tratar de encontrarlas! El cambio en su interés se le puede atribuir a una repentina necesidad de conocer. Usted siempre aprende mejor cuando tiene que conocer las respuestas. El discipulado eficaz implica dar respuestas bíblicas a los problemas de una persona y enseñarle a aplicarlas en una crisis. Usted no puede darle al discípulo simplemente una conferencia. Tiene que conocer las Escrituras lo suficiente como para darle respuestas cuando él o ella realmente las necesite.
Evangelismo
Una iglesia que es eficaz y exitosa también hace gran hincapié para involucrarse en la comunidad. Estamos para alcanzar a las personas para Cristo.
En los primeros capítulos de Hechos, vemos a la iglesia naciente trastornando a su comunidad. En el día de Pentecostés, tres mil personas se salvaron, y esa experiencia cundió por Jerusalén como el fuego. La iglesia creció tan rápido que los lideres judíos les dijeron a los apóstoles: “Y ahora habéis llenado a Jerusalén de vuestra doctrina” (Hch. 5.28). Su mensaje había inundado toda la comunidad.
Para muchos cristianos, lo más cerca que ellos llegan a introducirse en la comunidad es manejar su auto hasta la iglesia con la pegatina de un pez en el cristal de la ventana trasera. Acudimos a la iglesia y decimos: “He cumplido con mi deber para con Dios”. Tratamos de vivir nuestro testimonio más que hablar acerca de él. Pero nadie llegó nunca al cielo solo porque alguien vivió su testimonio enfrente de él. Tarde o temprano tenemos que comunicarle el mensaje del evangelio. Introducirse en la comunidad involucra alcanzar a las personas para Cristo.
Los primeros cristianos no se aislaron a sí mismos en un rincón y hablaron acerca de doctrina. Por lo contrario, ellos salieron a las calles y llenaron sus comunidades con el evangelio. Este es el tipo de evangelismo eficaz que se lleva a cabo a un nivel personal en el área donde usted vive.
La próxima semana, estaremos estudiando cual es la meta que toda iglesia eficaz debería tener cuando discípula y evangeliza en su localidad.
(Adaptado de El plan del Señor para la iglesia)