Las marcas de una iglesia dinámica o las marcas de una iglesia eficaz. Esto es un descanso en nuestro estudio de 1 Corintios. La razón por la que estamos haciendo esto es porque en días recientes tuve la oportunidad de estar en una conferencia de pastores, como les dije la última vez, y oí al Dr. Howard Hendricks del Seminario de Dallas hablar. Y él dio algunas de las cosas que él ha descubierto que son los denominadores en común de las grandes iglesias, las iglesias exitosas, las iglesias bendecidas por Dios, las iglesias dinámicas que él había visitado por todo Estados Unidos. Él dio algunas de estas cosas, no las apoyó en particular de manera bíblica, no tuvo tiempo para hacer eso; él simplemente las dio. Pero realmente me hizo pensar. Entonces, tomé algunas de esas cosas básicas y las estudié en la Escritura y añadí algunas de ellas que pensé, desde mi propio punto de vista y mi mente, a partir de la Palabra de Dios, también que debían ser incluidas en una lista de las marcas de una iglesia dinámica. Terminamos con unas 12 que queremos compartir con ustedes; les dimos las primeras cinco la semana pasada y concluiremos con las últimas siete esta mañana.
Ahora, simplemente quiero decir esto de nuevo a manera de introducción. Hay muchos tipos de iglesias, grandes y pequeñas, muchas sociedades en las que la iglesia, la asamblea local, existe. Hay todo tipo de maneras diferentes de ministrar -tan diferentes como hay individuos diferentes. El Espíritu Santo da dones diferentes, y cargos y administraciones. Y no estamos diciendo que toda iglesia debe ser igual o que todas debemos conformarnos a los mismos programas o los mismos patrones o los mismos métodos o los mismos procedimientos. Pero en todos los procedimientos diferentes, en toda la enorme variedad de tipos y estilos de iglesias, hay algunos denominadores en común que son verdaderos de toda iglesia eficaz, exitosa, dinámica. Pueden ser administrados de maneras diferentes. Pueden ser cumplidos en expresiones diferentes, pero estarán ahí.
Ahora, no todas las iglesias exitosas tienen todo esto; algunas de ellas tienen algunos de ellos, y entre más tienen, más dinámicas son. Estas entonces son las marcas de una iglesia dinámica. No solo a partir de la Escritura vemos estas, sino, de hecho, al ver iglesias y de hecho identificando qué es lo que las ha hecho eficaces. Ahora, únicamente voy a repasar las primeras cinco al nombrarlas, y después seguiremos para que podamos terminar nuestro estudio. La primera marca de una iglesia dinámica o eficaz es una pluralidad de líderes piadosos, una pluralidad de líderes piadosos. La Biblia enseña que, en la iglesia, debe haber un liderazgo que es piadoso y que debe haber múltiples líderes. Ese es el corazón de la iglesia. Esa está en la parte de arriba de la iglesia, y a partir de ahí, viene la dirección de la iglesia. La segunda cosa, una iglesia dinámica tendrá metas y objetivos funcionales. Esto es, sabe adónde va y ha delineado el procedimiento para llegar ahí. Tiene metas y objetivos funcionales.
En tercer lugar, una iglesia dinámica tiene un énfasis fuerte en el discipulado, y con eso me refiero a hacer a personas cristianas, llevarlas a Cristo y después, nutrirlas para que entonces puedan reproducirse. Que la postura de la iglesia fuerte es un esfuerzo concentrado por enseñar y preparar a personas para que crezcan y se reproduzcan. En cuarto lugar, una iglesia dinámica va a tener un énfasis fuerte en penetrar en la comunidad. El estilo, el programa, el enfoque puede variar, pero en todas las iglesias exitosas, las iglesias dinámicas, existe un esfuerzo fuerte por penetrar en la comunidad, por alcanzar a los no salvos, por hacer un efecto dramático en la sociedad en la que la asamblea local existe. En quinto lugar, una iglesia que es eficaz, va a tener una congregación con iniciativa, activa, que ministra. No habrá una iglesia en donde la gente a quien se le paga hace todo. No va a ser un arreglo tipo espectador. Va a ser un cuerpo activo, con iniciativa, que ministra una congregación que conoce sus dones espirituales y que los usa.
Muy bien, ahora, pasemos a partir de ahí al número 6 en nuestro estudio. Una iglesia eficaz y dinámica va a tener un espíritu intensamente preocupado unos por otros. Hay muchas maneras en las que usted podría decir eso. Va a tener una preocupación intensa hacia otros. Va a estar involucrado en las vidas de la gente, de su congregación. Ahora, tantas iglesias son simplemente lugares a donde usted va a ver lo que pasa, y hemos visto esto tantas veces en nuestros estudios. Pero no podemos sentarnos en aislamiento. No podemos nada más entrar, sentarnos y salir por la parte de atrás y decir que realmente hemos estado involucrados en lo que la iglesia está haciendo. Hay una responsabilidad tremenda que ha sido colocada a los pies de todo cristiano para ministrar a otros creyentes, y el Nuevo Testamento está absolutamente cargado de esto, no solo en el área de ministrar nuestros dones espirituales, sino simplemente en responder unos a otros.
Conforme venía manejando aquí para nuestra reunión de oración temprano esta mañana, estaba escuchando a un predicador en la radio. Y él estaba predicando, y él estaba explicando, y él estaba gritando con toda su fuerza, y él estaba en uno de esos tipos de congregaciones donde lo único que usted oye es “Amén”, y difícilmente puede oír al predicador, porque toda la gente está respondiendo. Y cuando no estaban diciéndole, él decía: “Ahora, quiero oírlo hermanos, quiero oírlo”, y entonces, todos le gritaban. Y él seguía diciendo esto: “Cuando yo era un niño, me acuerdo cuando la gente iba a la iglesia, y lo que necesitábamos hacer es ir a la iglesia. Tenemos que regresar a la iglesia”. “Oiga, hermano, sí”, y todos están gritando por unos 5 minutos. Él siguió diciendo: "Vayan a la iglesia, vayan a la iglesia". Y, ¿sabe usted lo que yo pensé? Todas esas personas están ahí, ¿usted sabe? Eso es lo que están haciendo. Pero lo que usted necesita hacer es decirles para qué están ahí. Lo único que saben para qué están ahí es simplemente para motivar a ese hombre para que siga gritándoles. No tenían ni la menor idea, estoy seguro, de lo que debían estar haciendo. Y estamos aquí diciendo: “Estados Unidos necesita regresar a la iglesia”. Estados Unidos nunca realmente entendió qué debía hacer cuando se fue, entonces se fue. Ahora, queremos que regresen sin decirles qué hacer cuando lleguen ahí.
¿Por qué vamos a la iglesia? Bueno, Hebreos simplemente dice: “No dejando de congregarnos como algunos tienen por costumbre”. ¿Por qué? “Para que nos estimulemos unos a otros al amor y a las buenas obras”. Usted no solo está aquí para escuchar; usted está aquí para estimularse uno al otro. Cada uno de ustedes debe ser como una pequeña pila y deben estar afectando a otras personas. Usted sabe que el Nuevo Testamento tiene tanta información acerca de la respuesta de los creyentes hacia otros. Dice: “Debemos confesar nuestros pecados unos a otros”, Santiago 5:16. En Colosenses 3:13 dice que debemos perdonarnos unos a otros. En Gálatas 6:2 dice que debemos sobrellevar las cargas los unos de los otros. En Tito dice: “Debemos reprendernos unos a otros”.
En 1 Tesalonicenses 4:18 dice: “Debemos consolarnos unos a otros”. Hebreos 10, Hebreos 4 y otros lugares dicen: “Debemos exhortarnos unos a otros”. Romanos 14:19, “Debemos edificarnos unos a otros”. Romanos 15:14, “Debemos amonestarnos”, lo que significa aconsejarnos con miras a cambiar la conducta. Santiago 5:16, “Debemos orar unos por otros”. Todos esos unos a otros, unos a otros, unos a otros, una, y otra, y otra y otra vez. Tenemos una responsabilidad unos a otros. Usted no lo ha hecho cuando ha podido estacionar su máquina, entrar aquí, sentarse y salir de aquí sin haberle dicho nada a nadie. No estamos solo aquí para oír enseñanzas, sino que estamos aquí para ser considerados hacia las vidas de aquellos que nos rodean, y esto debe llevarse a lo largo de la semana, y a lo largo del mes, y a lo largo del año y a lo largo de la vida.
Y sabe una cosa, veo la vida de nuestro Señor Jesucristo y veo a alguien que estaba involucrado en individuos, que era un amigo que se preocupaba, sensible, amoroso, que estaba integrado de manera personal en las vidas de la gente. Él trajo gozo a una boda. Él fue a una boda y Él trajo gozo. Él se identificó de tal manera con los borrachos que querían cambiar, que los hombres comenzaron a llamarlo un borracho. Él se reunió con las personas débiles y no importantes, y las hizo eternamente importantes. Él se reunió con personas hostiles y perversas y les reveló una calidez que lo hizo accesible. Siempre pienso en la historia de Marcos, capítulo 5. Aquí está Jesús, Dios en carne humana. Él llega a las costas del país de los gadarenos, ahí al otro lado del mar de Galilea. ¿Y sabe usted quién vino a encontrarlo? Un loco. Y él dice: “¿Qué tienes que hacer conmigo, Jesús de Nazaret?”.
Ahora, este era un hombre que vivía en las tumbas, muy raro, se cortaba con rocas y trataban de amarrarlo con cadenas, y él las rompía. La gente lo evitaba, obviamente; no muchas personas salían y decían: "¿Te gustaría comer con nosotros y venir a nuestro picnic?" Y aquí está Jesús, Él cruza el mar de Galilea para encontrarse con el hombre. El hombre sale; se encuentran. Me encanta la historia. Jesús se preocupó por él, le costó a alguien un ato de cerdos, pero fue un pequeño precio. Y finalmente, la historia cierra y dice: “Jesús estuvo ahí listo para irse, y el hombre estaba sentado a los pies de Jesús, sentado y en su juicio cabal”. Él se involucró en la vida de un hombre y transformó su vida.
También pienso en Marcos capítulo 5, Jesús estuvo en la multitud, y dice que la multitud lo estaba aplastando. Y Él se voltea y dice: "¿Quién me tocó?" ¿Se acuerda de esa historia? Una pequeña dama sale y tocó uno de los bordes de la túnica de este rabino y la jaló. Y Él dijo: “¿Quién me tocó?” Y los discípulos dijeron: "¿Estás bromeando?" Él dijo: “No, ese fue un toque especial”. Y Él señaló a la dama en medio de todos y le dijo: “Ven aquí”, y la sanó. Ese es el tipo de persona que era. Él estaba involucrado en las vidas de la gente. Él era totalmente sensible a la gente.
Hubo algunas personas que estaban listas para apedrear a una adúltera en Juan 8, ¿recuerda la historia? Jesús se acercó y comenzó a escribir ahí en el suelo, y alguien dijo: "¿Qué estás escribiendo?" Quizás, Él estaba escribiendo los pecados de la gente que estaban arrojando las piedras. Pero Él les dijo: “Que el que esté sin pecado, aviente la primer piedra”. Vio a la dama y le dijo: “No te condeno. Ve y no peques más”. Él estaba ocupado en ser sensible a las necesidades de la gente a nivel individual, y este es el tipo de patrón que Él ha establecido para nosotros. La gente en la iglesia es una comunidad amorosa que debe compartir su vida unos con otros. Y creo que con frecuencia pensamos que nos hemos satisfecho si hemos ido a la iglesia. En cierta manera, hemos entrado bailando al edificio, nos sentamos, nos metemos de regreso al auto y seguimos. Que Dios nos ayude si esa es nuestra perspectiva.
Número siete, una iglesia no solo debe preocuparse entre sí, sino que una iglesia que es dinámica y eficaz tendrá un nivel elevado genuino de devoción hacia la familia, un nivel alto genuino de devoción a la familia. Una de las razones aquí en Grace por las que hemos tenido lo que hemos tenido con esfuerzos familiares, es porque estamos tan comprometidos con la familia. El Dr. Barshaw y su ministerio en el programa de familias, que incidentalmente va a tener una nueva cara y las cosas van a cambiar. Y van a haber algunas cosas emocionantes alrededor del primer día del año. Ese estudio bíblico en su tiempo cada semana con padres, con papás, y el esfuerzo de trabajar en los hogares, y tratar de estimular a padres piadosos y madres piadosas. El ministerio de mujeres, la Mujer Genuina, todas las cosas que hemos tratado de hacer, con seminarios y enseñanzas, para trabajar con hombres, para trabajar con mujeres, para trabajar con jóvenes, es estimular a una piedad en la familia, porque creemos que Dios tiene esto como una prioridad.
Sabe una cosa, en años recientes, la iglesia se ha olvidado de la familia. En cierta manera ahora se ha rejuvenecido, pero usted sabe, regresa diez años y trate de encontrar un libro acerca de la familia cristiana, y no había ninguno. En los últimos diez años, hay muchos de ellos. Si usted regresa lo suficiente, usted puede recordar cuando la familia lo hacía todo junta. Si usted regresa aún más, algunos de ustedes pueden recordar cuando la familia… iban juntos y se sentaba en la misma banca siempre, y ustedes siempre se sentaban juntos. Y despué,s llegamos a un programa en la iglesia y todo mundo se iba a todos lados, como aquí. Usted viene ahora a Grace, y usted se va a tres servicios, tres actos; y todo el mundo va por todos lados. Podría encontrarse con su hijo ahí afuera si lo reconoce ahí en la multitud o quizás incluso conozca a su esposa; no lo sé. Pero es algo muy difícil, pero solía ser que todo mundo iba junto.
Y después, claro, tuvimos el crecimiento de la contracultura, y todo mundo quería ser alguien, y entonces, todo mundo encontró un grupo. Y esto es muy necesario, porque en un tipo de sociedad en masa necesita haber eso. Entonces, todo mundo ha llegado a su grupo. La gente mayor ya no es gente mayor; son ciudadanos mayores. Con experiencia. Hay una identidad ahí. Y los niños ya no son solo niños; están en el grupo de jóvenes. Y el grupo de jóvenes tiene su propio programa y preparamos todo para ellos. Bueno, usted sabe, en muchas iglesias es el grupo de jóvenes que está a cargo de la iglesia entera, y muchas personas, en cierta manera, vienen con ellos. Bueno, esto pasó hace algunos años atrás. Podíamos verlo desarrollándose a fines de los sesentas, incluso a principios de los sesentas, todas las cosas estaban orientadas hacia los hijos. Y poco después, comenzamos a dejar a los padres atrás. Necesita haber un equilibrio total con la familia, y esto es algo que usted realmente tiene que esforzarse por ver que exista.
Ahora, quiero mostrarles cuán importante la familia es para Dios, para enfatizar este punto. Éxodo capítulo 20 y versículo 21 lo presenta, y vamos a hacer un par de paradas conforme cubrimos la Escritura para que vea lo que quiero decir. Éxodo 20, son los Diez Mandamientos; recordará este, versículo 12: “Honra a tu padre y a tu madre para que tus días sean largos sobre la tierra que Jehová tu Dios te da”. Desde el comienzo mismo, desde comienzo mismo, apenas antes del mandato a no matar, estaba el mandato a honrar a tu padre y a tu madre.
Ahora, Dios lo había presentado de esta manera, respetar y honrar a sus padres, jóvenes, es el mandato de Dios. Capítulo 21, versículo 15, les presenta la idea de con qué seriedad lo toma Dios: “El que hiriera a su padre y a su madre, ciertamente morirá”. Nunca olvidaré un incidente en mi vida cuando era un niño. Vi a un amigo mío golpear a su papá tan fuerte que lo tiró en la tina. Y sabe usted, usted podría oír eso y pensar que eso es chistoso; pero Dios no piensa que eso es chistoso. “El que hiriera a su padre o a su madre, ¿qué? Ciertamente morirá”. Esa habría sido causa para el castigo capital en el Antiguo Testamento. Dice usted: “Nunca haría eso. Nunca le pegaría a mi padre o a mi madre”. Bueno, qué tal pensar en malos pensamientos o qué tal si no le hubiera pegado, qué tal… los maldijo usted. Observe el versículo 17. “El que maldiga a su padre o a su madre, ciertamente”, ¿qué? "Morirá". La ejecución fue el estándar de Dios. ¿Piensa usted que Dios quería control en la familia? ¿Piensa usted que Dios quería orden en la familia? No solo no quería que usted les pegara a sus padres, sino que no quería que ni siquiera los maldijera; ni siquiera los maldijera.
¿Alguna vez ha oído de algún joven que dijo cosas malas de sus padres? Digno de muerte en el Antiguo Testamento. Solo le estoy diciendo esto porque quiero que sepa que Dios toma muy en serio la responsabilidad de los miembros de la familia entre sí. Esta es una prioridad elevada, y esto es algo que debemos enseñarles a nuestros jóvenes, la responsabilidad que tienen hacia sus padres. Ahora, esto se ha explicado de una manera más amplia en Proverbios 30, y quiero tomar un minuto para mostrárselo, porque creo que es algo que usted puede usar para enseñarles a sus propios hijos, para transmitirle a otros. Ahora, aquí él está hablando de los jóvenes, básicamente de la generación más joven que viene. Y usted va a descubrir, conforme leo Proverbios 30 versículo 11 en adelante, ciertas cosas que realmente se aplican a nosotros. Podría ser una descripción de nuestra generación de los jóvenes en nuestro día. “Hay generación que maldice a su padre y a su madre, no bendice”. ¿Dirían ustedes que eso es verdad, jóvenes que maldicen a sus padres y no bendicen a sus madres? En muchos casos, sus madres y padres no lo merecen, pero eso no los justifica. Versículo 12: “Hay generación que es limpia a sus propios ojos, pero no se ha lavado de su inmundicia”. Piensan que no tienen necesidad de la instrucción de sus padres. Tienen todas las respuestas; realmente no saben lo mal que están.
Versículo 13, “Hay generación, cuán altos son sus ojos. Sus párpados están levantados”. ¿Sabe usted lo que eso es? Soberbia, arrogancia. Todas las respuestas, piensan que entienden todo. “Hay generación”, versículo 14, “cuyos dientes son como espadas, y sus muelas como cuchillos, para devorar a los pobres de la tierra y a los menesterosos de entre los hombres”. Esta generación más joven que crece, ¿sabe usted lo que pasó? Se aprovechan de otras personas. No son honestos; son deshonestos. Los vemos en Estados Unidos, jóvenes, deshonestos, crueles. Algunos de los mejores jóvenes que vimos en situaciones que afectaron a nuestro país en cosas como Watergate, algunos de ellos deberían haber sido los mejores de nuestros jóvenes cuyas vidas operaban en este tipo de principio, aprovechándose de la gente para su ganancia personal.
Versículo 15, aquí está la ilustración: “La sanguijuela tiene dos hijas que claman: ‘Dame, dame’”. Dice usted: “Bueno, eso es raro. ¿Qué significa eso?" ¿Qué es una sanguijuela? Bueno, usted puede saber lo que es simplemente por el nombre. Es algo que le chupa la sangre a los caballos; usted no necesita un léxico para eso. ¿Qué está diciendo? Una sanguijuela tenía dos dientes o dos lo que habrían llamado, que metían en la carne del caballo y le chupaban la sangre. Y él dice: “Esta generación es como una sanguijuela. Están metidos ahí por lo que pueden sacar para ellos”. Sacarle la sangre. Nunca están satisfechos, nunca están satisfechos. Versículo 17, guau, “El ojo que se burla de su padre y menosprecia la enseñanza de su madre, los cuervos de la cañada lo saquen y el águila joven se lo comerá”. Ahora, esas son palabras bastante fuertes. Eso es lo que Dios dice acerca de un hijo que no honra a sus padres, que levanta sus ojos arrogantes en contra de ellos. Los cuervos de la cañada lo van a sacar y las águilas se lo van a comer.
Ahora, cuando usted lee algo así, usted entiende que Dios toma en serio esto, ¿no es cierto? Usted sabe, que en 1 Samuel capítulo 2, ¿recuerda la historia de Elí el sacerdote? Elí cuidó de los problemas espirituales de todo mundo y nunca cuidó a sus propios hijos. Este es uno de los grandes desastres en el ministerio, pastores que no cuidan a sus hijos, no cuidan a sus familias, están demasiado ocupados haciendo esto y aquello. Howard Hendricks compartió una historia, él dijo que un hombre lo llamó y le dijo: “Dr. Hendricks, vamos a tener una conferencia bíblica grande. Queremos que sea nuestro orador. ¿Puede venir?" Él dijo: “No, no puedo venir”. El hombre dice: “¿Por qué no puede venir? Esto es algo crucial para nuestra ciudad, nuestra comunidad”. Él dice: "¿Por qué no puede venir?". Él dice: "¿Tiene usted otra cita?" Él dice: “No, tengo que jugar con mis hijos”. Él dijo: “¿Tiene que jugar con sus hijos? ¿No se da cuenta que nuestra gente necesita enseñanza? Él dijo: "Sí. Bueno, mis hijos me necesitan". Él tuvo razón, ¿sabe una cosa? Porque si él llegaba a perder a sus hijos, entonces toda la credibilidad de su ministerio se acababa, además su corazón estaría quebrantado.
Entonces, algunas veces si no vengo es porque estoy jugando con mis hijos. ¿Está mal eso? Eso no está mal. No quiero ser como Elí. ¿Sabe usted lo que Elí hizo? No jugó con sus hijos, tuvo dos hijos malos, Ofni y Finees. No tuvieron un buen comienzo con esos nombres, pero pudo haber tenido unos mejores. Pero resultaron ser malos, ¿y sabe usted lo que Dios le dijo a Elí? Dios le dijo: “¿Sabes qué Elí, cuando primero escogí a Aaron y cuando comencé inicialmente todo esto del sacerdocio y la cadena en la que estás? Sabes que cuando comencé eso, le dije a esos sacerdotes que serían sacerdotes para siempre y que esto estaría en la línea. Pero sabes que tus hijos han violado tal manera mi ley, que voy a detenerlo aquí, y tus dos hijos, Ofni y Finees, van a morir en el mismo día. ¿Cree usted que el corazón de Elí no estaba quebrantado? Demasiado ocupado ministrando, cuidando de todo mundo, pero no podía cuidarse de sí mismo.
Nunca olvidaré una historia que un hombre me contó, quien es un evangelista. Él dijo que él oyó a sus hijos hablando. Su pequeño estaba hablando con un hijo del vecino, y él siempre estaba afuera en reuniones evangelistas. Y su niño quería hacer algo con el vecino. Él dijo: “No puedo hacer nada contigo porque tengo que ir con mi papá. Mi papá y yo vamos a ir al parque a jugar”. Y el hijo de este evangelista dijo: “Oh, mi papá no puede jugar conmigo. Él está demasiado ocupado jugando con los hijos de otras personas”. Él dijo que nada jamás lo había afectado tanto como eso. Escuche, tenemos una obligación hacia nuestras familias; esa es una prioridad elevada. Es un precio muy alto que pagar si usted pierde. Entonces, usted sabe que estamos preocupados por eso. Queremos matrimonios sólidos, ¿verdad? Hogares sólidos.
Entonces, tenemos un ministerio de familias. Apenas acabamos de comenzar hace unos meses atrás por este compromiso, un curso prematrimonial. Cualquier persona que se quiera casar en Grace, cualquier persona, debe tener un curso de cinco semanas. Involucra estudio, tarea, proyectos, tareas, cintas que escuchar, todo tipo de cosas que hacer. Se les asigna a una pareja de contacto, esto es, una pareja casada en la iglesia, que tenga una gran relación, una pareja buena, sólida, y simplemente, deben trabajar individualmente con esas personas antes de que lleguen al lugar del matrimonio.
Alguien dijo cuando empezamos eso inicialmente: "¿Por qué haces que la gente pase por todo eso?" Porque sabemos lo que es sentarse en las oficinas semana tras semana, tras semana y recoger los pedazos de los matrimonios que nunca comenzaron bien. Debe haber este tipo de compromiso con la familia en la iglesia, y está en toda iglesia realmente que va a ser dinámica. Digo, es claro, ¿no es cierto?, que los maridos deben amar a sus mujeres, las mujeres deben someterse a sus maridos, los hijos obedecer a los padres y los padres no deben provocar a sus hijos a ira, pero usted debe amonestarlos y cuidar de ellos. Todo está ahí y debe ser presentado de manera clara.
Muy bien, número ocho. Debemos seguir. Realmente me puedo extender con estos. Número ocho, una iglesia dinámica, también va a tener un ministerio de enseñanza y predicación bíblica fuerte. Realmente, creo que las iglesias dinámicas son iglesias en donde hay enseñanza sólida y predicación en su médula. No sé si usted puede compensar un púlpito anémico, realmente no lo creo. No creo que los sermoncitos para cristianitos sirvan. No creo que las anécdotas. Y creo que debe haber en una gran iglesia el palpitar el corazón de la iglesia es una presentación dinámica de la verdad de Dios. Pienso en el Dr. Chriswell cuando él fue a la Primera Iglesia Bautista de Dallas. Él solo es el segundo pastor en su historia. Solo han tenido a dos, a Jorge Truitt y Chriswell, dos grandes hombres.
Y cuando él llegó ahí, él le dijo al consejo: “¿Saben lo que voy a hacer?” Él dijo: “Voy a enseñar a lo largo de la Biblia. Voy a comenzar en Génesis y simplemente, voy a seguir versículo a versículo hasta que terminemos la Biblia entera”. Ellos dijeron: “Vas a vaciar el lugar, no puedes hacer eso”. Lo hizo. No la vació. Es la iglesia más grande en Estados Unidos; 15,000 miembros. ¿Sabe usted por qué van ahí? Porque hay alguien ahí que les enseña la Palabra de Dios y lo hace de manera en la que puedan responder y cambiar sus vidas. No hay sustituto para eso. Debe haber en el corazón de la iglesia el pulso de un púlpito sólido que enseña y predica la Palabra de Dios. Y usted sabe que ese es nuestro punto central.
Y sabe una cosa, debemos enfrentarlo, usted llega en la mañana, sale de su auto y se dividen, todo mundo va en una dirección diferente. Pero el denominador en común que tenemos está aquí, ¿no es cierto? Y esto realmente es el pulso que impulsa a la iglesia. Si nunca tuviéramos esto, y hubiera una serie de artículos sugiriendo hace algunos años atrás, que no deberíamos tenerlo, no tendríamos ese crecimiento en común juntos. Nunca olvidaré leer esos artículos, la serie de esos artículos. Y la sugerencia era que no tuviéramos iglesias como las que tenemos en la actualidad, que nos deshiciéramos de los edificios y que no tuviéramos nada de eso. Y toda familia sería una unidad y el padre sería el sacerdote; eso es ideal. El único problema es que todavía tiene que hacer esto porque muchos padres lo están haciendo, y si alguien no le enseña a las esposas y a los niños, no lo van a hacer, ¿verdad?
Pero toda familia con un padre. Y después, usted toma cinco familias, y tiene un grupo de cinco familias, y uno de los padres enseñaba a ese grupo. Y usted tenía a todos estos grupos por todos lados. Usted no tendría que venir aquí, quizás una vez al mes, y vendría y compararía notas. Bueno, pensé: "Eso sería bueno, inicialmente". Y tuve una reacción positiva a la idea de desintegrarlo. Tuve una reacción negativa a la ausencia de predicar. Algunos de ustedes están diciendo: “Claro que sí”. Bueno, es correcto. Pero no solo estoy defendiendo lo que hago porque lo hago. Estoy defendiendo lo que hago porque es correcto hacerlo. No hay ningún amén ahí. Bueno, no vinieron simplemente para dar una ofrenda.
Puede ver usted, cubre el libro de los Hechos. Cubre la vida de Cristo y la predicación domina esas cosas. Usted no lo puede sacar; usted no puede eliminar lo que Dios usa. “La predicación de la cruz es”, todavía, “para los que se pierden locura, pero para los que creen, es salvación”. Y todavía es la proclamación, la κήρυγμα (kerugma), la διδαχή (didachē), la instrucción que cambia las vidas de los hombres. Y sabe usted, esto es importante, pero usted sabe que la predicación puede ser tantas cosas. Permítame dar un paso más allá con esto. Creo que debe haber, y lo hay, en iglesias que realmente están haciendo un púlpito grade, motivador, fuerte que también esté instruyendo y enseñando.
Usted oye tanto acerca de cómo predicar y, claro, oigo mucho más que ustedes, porque me muevo un poco en esos círculos, pero una manera en la que usted oye en la actualidad eso, es que el predicador supuestamente debe hacer que todo mundo se sienta bien. Digo, después de todo, el hombre tiene una vida infeliz, ¿no es cierto? Él trabaja duro y el jefe es cruel. Él está cansado cuando llega a la casa. Sus hijos son delincuentes y él no puede pagar el auto y todo ese tipo de cosas. Y él llega a la iglesia, haz que el hombre se sienta bien. Y sabe una cosa, no lo golpees de columna a columna; él ya ha estado ahí toda la semana. Entonces vienes a la iglesia, y esa es la idea del pensamiento positivo, todos son maravillosos, todo es color de rosa.
Encendí la televisión anoche porque algunas veces me gusta ver otros programas cristianos, y entonces, encendí la televisión y estaba este hombre que estaba ahí, y él estaba sonriendo, y en cierta manera tenía este aire familiar. Y él decía: “Oh, diariamente todo día con Jesús es tan feliz. Oh, si tan solo pudiera ser tan feliz como yo soy. Cada día con Jesús es tan feliz”. ¿Sabe usted lo que dije? "Basura". Sí, dígale eso a la esposa que acaba de regresar del cementerio, en donde ella sepultó a su marido. Dígale que el cristianismo es algo feliz. Dígale eso a la mamá a quien le acaban de decir que su hijo tiene leucemia mortal, que todo día es un día feliz. No me… No me diga eso. Todo día está lleno de satisfacción, y todo día hay un gozo permanente en la presencia de Cristo, pero este no es un tipo de vida feliz. Y si lo único que debemos hacer es reunirnos y decirnos cuán maravillosos somos, todos estamos mintiendo.
Alguien más dice: “No, eso no es lo que debes hacer. Lo que debes hacer es ayudarle a resolver sus problemas”. Vivimos en un mundo que está tan controlado por la psicología que difícilmente podemos pensar en algo diferente del análisis clínico. No podemos ver nada de manera objetiva, difícilmente sin analizarlo. Y entonces, lo que supuestamente debemos hacer es resolver problemas, usted sabe, y hay tanto de lo que llamo la predicación centrada en los problemas, ¿lo ha oído? El hombre presenta el problema y da diez versículos fuera de contexto para que sepa usted cómo resolverlo, y algunas cuantas anécdotas acerca de cómo algunas personas lo resolvieron. No soy un psicoanalista glorificado, no soy un bisabuelo Santa Claus, que le va a dar palmadas en la cabeza y le va a decir que todo está bien. La tarea del predicador es no solo educarlo en la Palabra de Dios, sino hacerlo cambiar a usted en su conducta para conformarse a ella, ¿verdad? Y le voy a decir algo con mucha honestidad, espero que se sienta peor antes de que usted se sienta mejor, ¿verdad? Debe haber curación antes de que pueda haber restauración. Entonces, cuando alguien se me acerca después del servicio y dice: "Oh, eso fue tan maravilloso, simplemente, me encanta". Yo digo: "Mmm, no me entendió". Alguien viene y dice: “Sabes, eso realmente me convenció de pecado. Eso realmente me hizo examinar mi corazón”. Entonces, digo: "Bueno, el mensaje fue entendido". Ahora no quiero que todos se me acerquen y sean deshonestos, ustedes saben.
Otras personas dicen: “Bueno, la iglesia debe ser usada para ayudarle a la gente a tomar decisiones acerca la vida social”. No, no. Estamos aquí para enseñarle la Palabra de Dios, y estamos aquí para llamar a lo que es pecado, pecado, para que usted pueda cambiar su conducta. Usted sabe, simplemente apaciguar sus problemas, no lo hace sentirse bien. ¿Sabe usted lo que hace sentirse bien? Confesar, arrepentirse y cambiar su vida, ¿verdad? Entonces, se siente bien. Entonces, el gozo real viene.
Bueno, tengo que seguir, número nueve, y esta la voy a mencionar con cierta fuerza. Una iglesia que es dinámica va a tener una disposición a cambiar e innovar, una disposición a cambiar e innovar. Todos ustedes que han venido de otras iglesias diferentes a esta, han venido a un tipo diferente de estructura aquí; no es como la que ustedes conocen. Algunos de ustedes han venido de iglesias bautistas. Algunos de ustedes, como el himno dijo acerca de nuestro Señor, Jesús el Nazareno, vinieron de iglesias nazarenas. Algunos de ustedes han venido de presbiterianas; algunos de ustedes, de luteranas; algunos de ustedes, de iglesias católicas. Algunos de ustedes probablemente han salido de cosas como el mormonismo y testigos de Jehová y demás. Y todos ustedes, de diferentes tipos de formatos y formas. Algunos de ustedes han venido de trasfondos fundamentalistas que golpean el púlpito y demás, y todo tipo de cosas. Y ustedes unen todos los pedazos de este rompecabezas. Vienen aquí y todo es diferente. Y para algunas personas es un poquito diferente. Algunas personas me dijeron el otro día que disfrutaban más venir a nuestra iglesia, pero sintieron un espíritu más de adoración en un tipo diferente de estructura. Y entiendo eso, y todo mundo es diferente. Pero permítanme apresurarme a decir esto, las formas no son sagradas, ¿muy bien? No hay nada sagrado acerca de las formas. Howard Hendrick dijo: “Debemos distinguir entre lo que es incambiable y lo que debe ser cambiado”.
Y permítanme añadir otro pensamiento. No hay fe sin riesgo, y una de las cosas que una iglesia con iniciativa tiene que estar haciendo siempre es estar rompiendo las formas antiguas, ¿muy bien? Usted sabe, cuando dijimos vamos a ir a tres servicios o vamos a hacer clases de Hechos o vamos a cambiar el concepto entero de domingo a domingo, de escuela dominical a Hechos, y tenemos una reunión y nos gusta, y siempre decimos: "Hombre, vamos a recibir reacción negativa en contra de esto". ¿Por qué? Porque a la gente no le gusta el cambio. ¿Sabe por qué? Porque el cambio es inseguridad. Pero, ¿quiere saber algo? La fe demanda riesgo, ¿no es cierto? No hay fe sin riesgo. La iglesia puede volverse tan cómoda que usted simplemente entra y no hay nada ahí. Pero, si siempre está cambiando y usted está viviendo en el precipicio del cambio, entonces tiene que mantenerse alerta. Esa es una razón por la que nunca le damos un orden de adoración en la mañana que le dice todo lo que va a pasar. No queremos que usted sepa todo lo que va a pasar; debe haber algo de aventura.
Sabe usted, solíamos ir a un campamento, los directores del campamento preparaban un programa y se lo entregaban a los niños, les decían cuándo iban a ser todas las reuniones y todo lo que pasaba. ¿Sabe usted lo que hacían? Veían el programa y por adelantado decidían lo que no les gustaba. Entonces, ya no les damos un programa. No saben; tienen que venir a descubrir lo qué está pasando. Eso es lo que hacemos aquí. Queremos que usted sea parte de esto; queremos que usted fluya con esto. Las formas no son sagradas, y romper las formas antiguas es un riesgo, pero eso es fe.
Yo busco el cambio por cambiar, porque si usted no cambia, entonces la gente se mete a la rutina y no sabe realmente lo que está pasando. Hombre, el apóstol Pablo se adaptó; era hermoso. Usted sabe no siempre fue el formato que tenemos en la actualidad. El apóstol Pablo, usted sabe, enseñaba diariamente de cinco o seis días, siete días a la semana. Dice usted: “No podría vivir así, difícilmente puedo sobrevivir a un servicio”. Sebe una cosa, usted puede ir a algunos lugares en África, en donde se reúnen desde la mañana y regresan a casa cuando el sol se mete en el día del Señor, y lo hacen siempre en el día del Señor, y esa es la predicación de la Palabra.
He predicado en iglesias de hermanos de color en el sur, en donde termina un sermón y me dicen: "Hermano, predica otro". Y simplemente, volteo una página en mi cuaderno y vuelvo a empezar en otro pasaje. Prediqué otro, y he predicado tanto como tres o cuatro sermones al hilo, y sabe usted que los míos no son muy cortos. Y simplemente dicen: “Danos más hermano”. Pero el otro lado de la moneda es que nos sentamos ahí y ya tenemos una enfermedad de las doce del mediodía. Son las doce, ¿qué está pasando? ¿No ha acabado Dios? Sabe una cosa, hay unas personas que se colapsarían si no hubiera servicio de adoración el domingo por la mañana. Si dijéramos: “Miren, no podemos llegar ya el domingo en la mañana. Tenemos una guerra de gasolina. Tenemos problemas, lo que vaya a pasar. Vamos a tener que cambiar esto y nos vamos a reunir en lugares diferentes por toda la ciudad el martes por la noche y va a ser en la nuestra”. Oh, hombre, mi corazón, usted sabe. No sé si puedo aceptar eso.
Pero todo día es sagrado para el creyente, ¿no es cierto? Todo día. Claro que nos encanta reunirnos el día de hoy, y nuestra sociedad nos permite estar juntos. Otra cosa que creo que hacemos es adorar ante el altar del edificio; tenemos un papa estructural. Y esto es una especie de cosa en donde usted sabe, una iglesia está aquí e identificamos la institución. Lo que hemos hecho es canonizar la forma y después, nos esforzamos por hacerla relevante. Vivimos con patrones incidentales y los convertimos en instituciones. Y esto no es nada nuevo. Todos nos retiramos del mundo y nos metemos al edificio, y estamos en el edificio y eso es seguro y agradable. Y sabe una cosa, le aseguro que usted lo ha pensado; yo sé que lo ha hecho. ¿Alguna vez ha pensado en cómo sería, alguna vez ha pensado en el hecho de que alguien podría entrar e interrumpirnos? ¿Alguna vez piensa en eso? Yo he pensado en eso mucho. ¿Qué pasaría si alguien entrara y simplemente comenzara a interrumpirnos? ¡Oh! ¿Qué está haciendo en nuestro edificio? Este es nuestro edificio. Nos ha pasado eso, varias veces. Una vez, en un Domingo de Resurrección, una señora estaba ahí a gatas tratando de llegar aquí, y alguien la sacó antes de que llegara aquí.
En otra ocasión, había acabado de predicar, algunos de ustedes pudieron haber estado aquí, un hombre llego corriendo y se paró a mi lado y dijo: "Tengo algo que decir, tengo algo que decir", apenas después de que había dicho amén en la oración. ¿Y qué va a hacer usted? Entonces, simplemente me hice a un lado y dije: "Muy bien". Entonces apagaron el micrófono. Pero por lo menos, las primeras 15 filas oyeron lo que él tenía que decir. Pero sabe usted una cosa, es sorprendente cuán amenazados somos, y yo también soy amenazado. Digo, lo pienso. Digo, tenemos nuestra pequeña caja segura e identificamos nuestro cristianismo entero con esta pequeña caja en la que vivimos. Escuche, los edificios son una señal de que la gente quiere identificación, y eso es bueno. Los edificios son una señal de que la gente quiere raíces y quieren forma y quieren rutina, porque no amenaza. Pero los ladrillos no son sagrados, y el orden de la adoración no está inspirado, y debe haber cambio, de lo contrario, nos estancamos. Si aquí hay calidez aquí, si hay gozo aquí, si hay enseñanza aquí, no es debido a la forma; es porque Dios está aquí, y su Espíritu está operando, y Él está ocupado no solo el domingo por la mañana aquí, sino en todo lugar en las vidas de Su iglesia. Es el espíritu de la gente. Dios no opera en edificios; Él opera en corazones.
Permítame darle tres puntos simplemente en qué pensar. Cuando usted va a preservar el cambio, y ese es un término extraño, pero me gusta usar eso, debemos preservar el cambio. Y si usted va a preservar el cambio, usted debe recordar tres cosas. Número uno, el Espíritu está por encima de la estructura. El Espíritu por encima de la estructura. Lo que usted realmente es, es más importante de lo que este edificio está haciendo. Lo que está pasando en su vida afuera de aquí es más importante de lo que está pasando aquí. Esta no es la casa de Dios; usted lo es. De hecho, en 2 Corintios 6:16, Wuest dice en su traducción: “En cuanto a nosotros, somos un santuario interior del Dios viviente”. Y lo que Él está haciendo en nosotros es más importante de lo que Él está haciendo en este edificio. Y Él lo está haciendo solo aquí cuando estamos aquí. A usted le sorprendería, camino aquí durante la semana y veo este edificio, nada está pasando; no hay nada que esté pasando. ¿Sabe por qué? El Señor no está ahí entonces, no hasta que yo entro.
En segundo lugar, no solo el Espíritu está por encima de la estructura, sino que debemos estar abiertos al Espíritu Santo. Si el Espíritu Santo está haciendo cosas y cambiando cosas, entonces, estamos listos para cambiar. En tercer lugar, el procedimiento debe seguir a las necesidades. Para permanecer espiritualmente vivos, debemos fluir con las necesidades. Si la sociedad cambia, entonces la iglesia va a tener que entrar de una manera que pueda ministrar eficazmente. Y usted tiene que deshacerse de la actitud que dice: “Nunca lo hemos hecho antes así”. Bueno, esa es una buena razón para hacerlo. Permítame darle una ilustración de cómo puede confundir usted lo que es una forma con lo que es una verdad, y algunas personas no conocen la diferencia. Para algunas personas, todo lo que la iglesia es, es forma. Entonces, no pueden discernir entre la forma y la verdad.
Observe Mateo 15, y aquí hay una ilustración perfecta. Mateo 15:1, “Entonces vinieron a Jesús escribas y fariseos de Jerusalén diciendo”. Siempre estaban tratando de discutir por lo que Jesús y sus discípulos estaban haciendo, tratando de atraparlos. Y habían hecho muchas reglas. La Biblia tiene las leyes de Dios, pero los rabinos hicieron tradiciones, y no eran obligatorias a los ojos de Dios. No eran inspiradas por Dios. Simplemente, eran reglas antiguas, legalistas para que la gente que las guardaba pudieran exaltarse a sí mismas. Y una de las reglas era que antes de que usted comiera, tenía que lavarse. Ahora, es obvio que usted tiene que lavarse para estar limpio, pero esto iba más allá de eso. Tenían que pasar por todo un procedimiento ceremonial, en cierta manera de purificarse a sí mismos y hacer que fueran santos, y entonces, podían comer. Era una serie de inventos religiosos. Los discípulos de Jesús no hicieron eso. Versículo 2: “Entonces los fariseos y los escribas dijeron: ¿Por qué es que tus discípulos violan la tradición de los ancianos?” ¡Estás rompiendo la tradición! ¡Lo estás haciendo diferente!
Unas cuantas semanas atrás, tuvimos la música al final del servicio. Alguien dijo: “¿Por qué tuvimos la música al final del servicio?” Y dije: “Porque muchas veces la tenemos al principio, y pensamos que lo haríamos diferente”. “Me gusta mejor al comienzo”. "¿Por qué?" “Porque siempre lo hemos hecho al comienzo”. "¡Oh!" En otras palabras, esto es tradición. La tradición la convertimos en algún tipo de fíat divino. “¿Por qué es que tus discípulos violan la tradición de los ancianos? No están lavándose las manos cuando están comiendo pan”. No significaba que tenían las manos sucias; significaba que no estaban cumpliendo con la ceremonia. Bueno, Jesús dice: “Oh, ¿por qué violan el mandamiento de Dios? Quieren saber por qué estos hombres no obedecen sus mandamientos. ¿Por qué no obedecen ustedes los de Dios?” Para efectos de ilustración, Dios ha mandado que honren a su padre y a su madre, y si ustedes maldicen a su padre y a su madre, van a morir.
Ahora, eso significa que deben cuidar de sus padres. Pero en lugar de eso, cuando deberían de estar dando dinero a padres que tienen necesidad, ustedes le dicen a su padre o a su madre: "Lo siento, papá, mamá, es una ofrenda". En otras palabras, “Me gustaría darte este dinero, pero ya lo he dedicado a Dios, entonces debo dárselo a Él. Lo siento, me gustaría dártelo, pero lo he dedicado a Dios”. Eso es lo que estaban haciendo. Qué piedad. Estaban en una contradicción absoluta a la ley de Dios acerca de honrar a los padres mientras que estaban dando estas ofrendas pequeñas, corbán, pequeñas ofrendas que estaban consagrando, lo cual era una tradición que habían desarrollado. En obediencia a su tradición torpe, estaban violando la ley de Dios que mandaba darle a las necesidades de sus padres. “Mis discípulos pueden estar quebrantando sus tradiciones. Ustedes están quebrantando las leyes de Dios. Hipócritas”, versículo 7 dice. Ahora, observe el versículo 9: “En vano me adoran. Enseñan como doctrinas los mandatos de” ¿qué? “De hombres". Como puede ver, no sabían la diferencia entre lo que es una tradición y lo que es un mandato divino. Y creo que la iglesia hace mucho tiempo atrás ha ensuciado las aguas en esa área. Y como digo, no estoy seguro de que la mayoría de la gente incluso conoce la diferencia entre lo que Dios instituyó y lo que la iglesia instituyó. Si usted se mete con las tradiciones, piensan que usted está metiéndose con la verdad divina.
Muy bien, número diez. Otra cosa que es característica de una iglesia dinámica y eficaz es un esfuerzo constante por estirar la fe de la gente. Las grandes iglesias, las iglesias dinámicas están viviendo ahí en el precipicio de la fe. Están viviendo ahí en el borde, en donde tienen que creer en Dios, y no hay fe sin riesgo. Simplemente una ilustración, Moisés. Moisés les dijo a los hijos de Israel: “Nos vamos de Egipto. Todo mundo, por favor, vámonos, salgamos de aquí”. Salen al mar Rojo. “Moisés, ¿qué hacemos ahora? El ejército de faraón viene por atrás. El mar Rojo está ahí”. Observen, le pega con su vara, el mar Rojo se parte. Muy bien. “Moisés, ¿cómo sabemos que, al entrar ahí a la mitad, no va a cerrarse todo?” “Confíen en Dios, confíen en Dios”. Muy bien, eso fue algo aterrador, pasar por esto. Llegan al otro lado, ahoga al ejército de faraón. “Bueno, Moisés, ahora, estamos del otro lado, no podemos regresar. No tenemos adónde ir. ¿Qué vamos a hacer?" “Vamos a estar dando vueltas en este desierto por aquí”. “Bueno, Moisés, ¿cómo vamos a comer?” “Bueno, Dios va a dejar caer cosas del cielo”. "¡Oh!" Por favor. “Ahora que hemos cruzado el Jordán y estamos al borde de este lugar de Jericó, ¿cómo vamos a conquistarlo?” “Vamos a tocar trompetas y todos los muros van a caer”. "¡Oh, es fabuloso!"
No existe algo tal como vivir la vida que ha pedido que usted viva sin riesgo. ¿Entiende usted eso? La fe es riesgo. Bueno, ¿sabe usted lo que pasa con los cristianos? Hombre, no les gusta nada que sea riesgoso. No existe algo tal como la fe sin riesgo. En Efesios 3, dice que Dios es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que podemos pedir o entender, según el poder que actúa en nosotros, si tan solo creemos en Él para ello. En Hebreos capítulo 11, usted tiene a todos esos héroes de la fe, ¿se acuerda de eso? Creyeron en Dios, y hombre, Daniel creyó en Dios, ¿y en dónde acabo? En ese foso de leones. Y uno tras otro, tras otro, tras otro en ese capítulo 11 de Hebreos. Abraham creyó en Dios cuando no había manera alguna en la que Sara pudiera tener un bebé, pero creyó en Dios. La fe, la fe que se estira.
Sabe una cosa, el cristianismo no es un ave en la mano que vale dos en el arbusto. El cristianismo no es así. "Bueno, lo tengo y me aferro a esto, y hasta ahí llego". Eso es lo que pasa en tantas iglesias cuando usted tiene a gente emocionada que quiere avanzar para Dios, y usted tiene un grupo de hombres que se aferran a las cosas y usted termina con un cuello de botella a un nivel bajo. Y usted tienes todo tipo de grandes planes. “No, lo siento, no tenemos el dinero para hacer eso”. Ahora espere un minuto, ¿Qué es lo que quiere Dios que se haga? “Bueno, sí, pero no tenemos el dinero”. Dios nunca tuvo un problema en conseguir el dinero para lo que Él quiere que se haga, y es emocionante ver cómo eso puede operar.
Número 11, una iglesia que es dinámica y eficaz, tendrá un espíritu de sacrificio; y eso viene desprendiéndose del 10. Sabe una cosa, cuando pienso, regresando, por un segundo, cuando pienso en un edificio, en ese edificio nuevo, pienso en el hecho de que decimos vamos a construir este edificio. Vamos a creer en Dios para ello. Vamos a levantar el dinero. Realmente, hemos dado un paso de fe, ¿no es cierto? Digo, este permiso que se ha atorado y hemos llegado hasta el día de hoy, por lo menos a $450,000.00 en ese fondo. Eso simplemente es medio millón de dólares. Pensamos que necesitamos 700.000 para construirlo, para echarlo a andar. Aquí tenemos todo ese dinero y ni siquiera sabemos si podemos construir el edificio, pero ¿no es emocionante? Solo estamos creyendo en Dios. Escuche, permítame hacer una pregunta: ¿En qué está creyendo usted en Dios en su vida que nadie más podría hacer para que cuando Él lo haga usted va a saber que Él lo hizo? ¿Algo? ¿En qué está usted creyendo en Dios para esta iglesia que solo Dios podría hacerlo para que cuando Él haga, Él reciba la gloria? ¡Oh, eso es emocionante! Eso es fe, así debemos vivir.
Muy bien, vayamos a la siguiente. Un espíritu de sacrificio. La iglesia realmente eficaz no necesita rogarle a la gente a que se involucre o que dé; lo son. Una iglesia dinámica tiene una mentalidad sacrificial. No debería tener la necesidad de técnicas humanas, y trucos, y medios artificiales y métodos para estimularlos a hacer lo que deben hacer. Hay un espíritu de sacrificio y de generosidad. Como los macedonios, su corazón estaba bien y simplemente entregaron su amor. Como los filipenses, Pablo dice: “Mira, no necesito tanto. ¿Para qué me están dando tanto? Él no tuvo que pedirles nada “Su amor ha sobreabundado hacia mí”, él dice. Y así ha sido en esta iglesia. Nunca es que no tengamos lo suficiente; siempre es que tenemos más. ¿Y alguna vez pedimos? ¿Alguna vez rogamos? ¿Alguna vez forzamos? ¿Alguna vez les llamamos? ¿Tenemos a personas profesionales que vienen a tocarles la puerta y a decirles cómo dar? No hacemos eso, porque creemos que en una iglesia que es realmente dinámica para Dios, habrá un espíritu de sacrificio que se manifestará dar tiempo, talento y dinero.
Doce, una iglesia dinámica va a tener un enfoque primordial en adorar a Dios. Va a tener un enfoque primordial en adorar a Dios. Ahora, creo que esto es lo definitivo que hace que una iglesia sea grande. Ahora, muchas iglesias que son grandes y exitosas, no conocen la plenitud de este punto. Quizás no es tan común como las otras, pero hombre, es importante.
¿Qué quiero decir con esto? Sabe usted, hay muchas cosas en las que una iglesia puede quedarse atorada, y todas cosas buenas. Una iglesia puede concentrarse, por ejemplo, en sus programas de tal manera que la meta de todo se vuelva el programa. Tenemos que presentar el programa. Tenemos que hacer que opere el programa. ¿Sabe usted entonces lo que sucede? Se hace lo que tenga que hacerse para que se implemente el programa. Bueno, ¿sabe usted lo que sucede? Usted no tiene una base real de integridad ahí, y entonces usted hace concesiones para alcanzar el fin.
Su orientación entera está en torno a su teología. Somos los que creemos así; el resto de la gente son los que creen así, ¿se da cuenta? Y entonces, glorificamos nuestra teología, nuestra postura. Normalmente, todo está en su título. Sabe una cosa, es la primera iglesia soberana, de libre albedrío, premilenialista, pretribulacionista, antiliberal, pro-conservadora, sin concesiones de la calle del cedro. Es una magnificación de la teología. Bueno, estoy de acuerdo con esa teología, pero hay mucho más en el enfoque de la iglesia que su teología.
Y después, sabe una cosa, hay algunas iglesias que simplemente están glorificando su identidad única, ¿sabía usted eso? Se vuelven una caricatura de sí mismas. Hay otras iglesias, entrando a algo más serio. Hay otras iglesias que se quedan atoradas en la persona de Cristo. Simplemente, son como una grabación; se quedan ahí. No estoy en contra de la persona de Cristo, créanme, obviamente, pero hay algunas iglesias que nunca pasan de eso. De lo único que hablan es de Jesús. Necesita salvarse, ustedes saben, conocer a Jesús. Y después, necesita decirle a la gente acerca de Jesús. Siempre es Cristo, Cristo, Cristo. Y después, hay otras iglesias, y siempre es el Espíritu Santo, ¿verdad? El Espíritu Santo esto, el Espíritu Santo esto, el Espíritu Santo aquello, el Espíritu Santo esto y el Espíritu Santo aquello. Y el Espíritu Santo descendió e hicimos esto. Y todos son, usted sabe, todo este asunto carismático.
Pero, ¿sabe usted cuál debe ser el enfoque sólido de una iglesia? Debe ser una preocupación no con un miembro de la Trinidad o dos miembros, sino la Trinidad en total. Debe ser una iglesia que esté adorando a Dios en su plenitud. Y escuche, cuando su enfoque total está en Dios y usted está haciendo todo por honrar a Dios, entonces, usted tiene una base para una integridad sin concesiones, porque no importa lo que mueve ese programa. No importa por qué es la única su iglesia. No importa lo que usted llama que es su teología. Lo que importa es lo que Dios demanda, y en esa base, usted establece su integridad. Ahora, eso es lo que hace que una iglesia sea realmente grande. Espero que esas cosas sean una base no solo para esta iglesia, pero para muchas iglesias, para que Dios sea honrado.
Oremos. Gracias, Padre, por nuestra comunión en Cristo, por la bendición de esta hora, por el gozo que hemos compartido. Te damos la alabanza por edificar a Tu iglesia. Que seamos una parte al verte edificarla a Tu manera. En el nombre de Jesús, Amén.
Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
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