Hemos llegado en nuestro estudio continuo al libro de los Hechos, un libro maravilloso del Nuevo Testamento que nos da la historia de la primera iglesia, la iglesia del primer siglo. Y cuando uso el término “iglesia”, simplemente para efectos de aclaración, no estoy hablando de un edificio en una esquina, estoy hablando de un cuerpo de creyentes. Cuando hablamos de la iglesia esta mañana, a eso nos estamos refiriendo.
Ahora, recordamos a partir de nuestro estudio de Hechos, capítulo 1, que en el primer capítulo de Hechos, el Espíritu Santo nos da la preparación para la iglesia. Aprendimos algunas cosas maravillosas con respecto a lo que Jesús hizo para equipar a los suyos realmente para que cumplieran la tarea cuando la iglesia naciera. Ahora, al llegar a Hechos 2, la iglesia nace, y están listos para cumplir con la tarea; y como veremos en esta mañana, comienzan a hacerlo y es emocionante.
En relación a lo que sucede en Hechos 2, Jesús había prometido dos grandes acontecimientos. En primer lugar, Jesús había prometido el nacimiento de la iglesia. En Mateo 16:18 Jesús dijo: “Edificaré mi iglesia y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”. Después, Jesús no solo había prometido el nacimiento de la iglesia, sino que había prometido la venida del Espíritu Santo. En Juan 14:16 y 17, Él dijo: “Y yo rogaré al Padre y Él os dará otro consolador, para que Él permanezca con vosotros para siempre”; esto es el Espíritu de Verdad. Y después Él dijo: “Él está con vosotros, él estará en vosotros”. Y después, Él lo aclaró un más en Hechos 1:5, cuando Jesús dijo: “Seréis bautizados con el Espíritu Santo no muchos días a partir de ahora”.
Entonces, Jesús hizo dos grandes promesas: La iglesia nacería y los creyentes serían bautizados con el Espíritu Santo; ambos acontecimientos se llevaron a cabo en el mismo tiempo, en el mismo día, y están registrados en Hechos, capítulo 2. Ahora, para aquellos de ustedes que no estuvieron aquí la semana pasada, nos disculpamos al decir que comenzamos este mensaje la semana pasada, y como es con frecuencia el caso, no acabamos el mensaje, entonces vamos a retomar donde nos quedamos con un repaso breve.
Ahora, el nacimiento de la iglesia, como aprendimos la semana pasada y el bautismo del Espíritu Santo ocurrieron simultáneamente, y eso tiene que ser así, porque la definición teológica del bautismo del Espíritu Santo es que es el colocar a los creyentes en la iglesia, eso es lo que el bautismo del Espíritu es. El Apóstol Pablo en 1ª de Corintios, capítulo 2 y versículo 3, se lo define de manera muy clara cuando dice: “Porque por un Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo”, esto es en el momento de la salvación, todo creyente es colocado en la iglesia, la cual es una unidad, un cuerpo unido; de tal manera que la formación de la iglesia y el bautismo del Espíritu tuvieron que suceder juntos porque el bautismo del Espíritu es colocar a creyentes juntos en el cuerpo. Y entonces sucedieron en el mismo día. La iglesia nació en Hechos 2, los creyentes fueron bautizados con el Espíritu en Hechos 2, al mismo tiempo. Eso es el bautismo del Espíritu.
Ahora, desde ese entonces, naturalmente reconoce que esta fue una transición, que este es el comienzo de algo aquí, entonces no sucedió aquí, esto es el bautismo y la entrada a la iglesia; no sucedió a estos discípulos en el momento que fueron salvos, ellos ya habían sido salvos antes de esto, pero debido a que la época está cambiando y esta es una transición, ocurre ahora en el diseño de Dios. Entonces, aunque eran salvos, quizás después de que Jesús resucitó, ellos habrían entendido la totalidad de la salvación del Nuevo Testamento; el Espíritu no viene, sino hasta el Día de Pentecostés, de tal manera que hay un periodo de tiempo ahí, en donde vemos la transición de las dos épocas, la época del Antiguo Testamento y la del Nuevo Testamento; eso no significa que usted recibe a Cristo, y cuarenta o cincuenta días después usted recibe al Espíritu Santo, esa no es la norma para toda la época de la iglesia, eso simplemente fue lo que sucedió aquí en la transición.
A partir de ahí, en el momento de la salvación, un creyente cuando cree en Cristo es bautizado en el cuerpo, se vuelve uno con Cristo, eso es Romanos 6 –entramos a eso la semana pasada, eso es Gálatas 3, hemos visto todo eso–, pero esa es la norma para el cristiano. En el momento de la salvación es el momento del Espíritu en el cuerpo; pero aquí, claro, ocurriendo después de que creyeron porque debido a la venida de la nueva época, específicamente diseñada por Dios para que fuera en el Día de Pentecostés; y entonces, vemos que lo que sucede aquí es una nueva comunión que trae el Espíritu Santo que vive en todos los creyentes.
Entonces, si usted quiere conocer una definición de la iglesia en la actualidad, de la iglesia verdadera, usted diría que son aquellos que han sido colocados en una unión y aquellos que, de manera individual, son morados por el Espíritu Santo; todos los cristianos son parte del cuerpo, todos los cristianos son morados por el Espíritu; y el cuerpo comenzó a formarse en Pentecostés, Hechos 2.
Ahora, ese tan solo fue un repaso rápido de la última vez, y vamos a continuar nuestro repaso por tan solo un momento. Vimos que el pasaje está dividido en tres partes. Muy bien. La evidencia de la venida del Espíritu en los primeros cuatro versículos, el efecto de la venida del Espíritu en los versículos 5 al 11, y la explicación de la venida del Espíritu en los versículos 12 y 13; la evidencia, el efecto y la explicación. Ahora, la última vez comenzamos a hablar de la evidencia de la venida del Espíritu y vamos a retomar eso en esta mañana.
Los versículos 1 al 4 nos da la evidencia de que el Espíritu Santo vino, observe el versículo 1, y vamos a repasar por tan solo un momento. “Cuando llegó el Día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos”; ahora, esto es unos cincuenta días después de la Pascua, cincuenta días después de que Jesucristo murió. De hecho, es exactamente ese momento, es en el Día de Pentecostés. El Día de Pentecostés fue la celebración de una fiesta exactamente cincuenta días después de la Pascua, la Fiesta de la Cosecha. Y le mostramos la última vez como por el tiempo divino, el hecho del nacimiento de la iglesia y el bautismo del Espíritu Santo ocurriendo en Pentecostés, cumple la profecía de Levítico 23, en la cual vemos la Fiesta de la Cosecha como una probada o un tipo de la iglesia y el bautismo del Espíritu; entramos en eso la última vez.
Como Cristo, por ejemplo, cumplió la Fiesta de la Pascua al morir en la Pascua, así como Él cumplió la Fiesta de las Primicias al resucitar en el día de la Fiesta de las Primicias; así el Espíritu y el nacimiento de la iglesia ocurren en Pentecostés para cumplir el significado de esa fiesta de Levítico 23. Como puede ver, estas tres fiestas son tipos o retratos proféticamente de lo que está por venir. Y Jesús murió en el día correcto, Él resucitó en el día correcto, y la iglesia nació en el día correcto; porque Levítico 23 lo bosquejó en los retratos de las fiestas en lo cual entramos la última vez.
Entonces, cuando dice que el Día de Pentecostés vino, esta es la clave para interpretar el pasaje. En otras palabras, esto tiene una importancia muy básica directa para un día especial en el calendario de Israel. Y el hecho de que la gente viniera y dijera que el Espíritu de Dios viene sobre un individuo como en Hechos, cuando la preparación es correcta y cuando el individuo hace las correctas, es malinterpretar el pasaje. El Espíritu vino en un día específico diseñado por Dios, el Día de Pentecostés, no tuvo nada que ver con los creyentes ahí, no tuvo nada que ver con que ellos estuvieran reunidos, no tiene nada que ver con que ellos cumplieran con algún requisito o alguna demanda; estaban ahí, sucedió porque Dios soberanamente diseñó que sucediera.
Entonces, en el día escogido la iglesia nació, así como en el día escogido por Dios, Jesús resucitó; así como en el día escogido por Dios, Jesús murió como un retrato que se remontaba hasta Levítico 23 en las fiestas que le dio a Israel. La iglesia entonces es bautizada en el buen tiempo de Dios por la soberanía de Dios. Observe el versículo 2 y nos dice la evidencia de que el Espíritu vino y la iglesia nació: “Y de repente, vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados”. Observe el sonido. Le dijimos que fue la palabra griega “pnoe”, lo cual significa un golpe, un aliento, y vino del cielo; este es el aliento de Dios, el Espíritu Santo; Dios está exhalando a la Tierra su Espíritu Santo. Un golpe de aliento no es un viento, no es un viento fuerte, es únicamente un sonido como un viento fuerte. En otras palabras, está todo el ruido de un huracán y una calma absoluta.
Después, en el versículo 3, nos lleva un paso más adelante, y dice que: “Aparecieron como lenguas repartidas como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos”. No solo fueron mezclados juntos en el versículo 2 en el cuerpo, el bautismo del Espíritu; sino que en el versículo 3 el Espíritu de Dios vino a morar a cada uno de ellos como fue significado, mostrado por el hecho de que las lenguas estuvieron sobre ellos, y cada uno de ellos se convirtió en el poseedor del Espíritu Santo que vivía en ellos. Y a partir de ese momento, amados, no existe algo tal como un cristiano que no tiene al Espíritu Santo, no existe algo tal.
Romanos 8:9, como le dijimos la semana pasada, dice: “Y si alguno no tiene al Espíritu de Cristo, no es de Él”, todo creyente posee al Espíritu Santo. Después, para comenzar en donde comenzamos hoy, llegamos al versículo 4; y además de recibir el bautismo del Espíritu dice: “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo”. Ahora, usted no puede ser lleno con algo que usted no tiene. Entonces, así es que en los versículos 2 y 3 recibieron el Espíritu de Dios; en el versículo 4, el Espíritu de Dios liberó su poder para llenarlos. Y creemos que hay una distinción entre el bautismo del Espíritu y la llenura. El bautismo es posicional, la llenura es práctica; el bautismo concede el poder, la llenura lo enciende.
Ahora, para una definición teológica de esto, usted tiene que ir al Apóstol Pablo, y usted encuentra –como cité antes– que el bautismo del Espíritu Santo es colocarlo a usted en el cuerpo y colocar al Espíritu en usted, 1ª de Corintios 12:13. La llenura del Espíritu Santo, Efesios 5:18, es una cuestión de ceder al Espíritu que ya está presente, de tal manera que lo controle de manera total a usted. Ahora, esa es la cuestión en la vida cristiana. Todo cristiano ya posee al Espíritu Santo, es solo una cuestión de que si usted cede a su poder o no.
Permítame tan solo ver si puedo hacer una distinción para ayudarlo a entenderlo. Usted oye a muchas personas decir: “Bueno, he aceptado a Cristo como Salvador, pero no como Señor”, ¿ha oído usted eso? Y más adelante en su vida, usted sabe, doblan la rodilla ante el señorío de Cristo. La Biblia no enseña eso, la Biblia no enseña que Jesucristo es únicamente Cristo y después, un poco tiempo después, Él llega a ser Señor. Jesús es Señor, ese es un hecho. Usted no decide hacerlo Señor, Él es Señor. El único asunto en la vida cristiana no es quién es Señor, sino que está obedeciendo usted a quién es Señor. Cuando usted recibió a Cristo en el momento de su salvación, usted lo recibió como Él es: Señor. Él fue Señor de su vida. El único asunto que queda es si usted está obedeciendo al Señor de su vida, y la misma pregunta se lleva al ministerio del Espíritu; no es cuestión de que si tengo al Espíritu, ¿o acaso el Espíritu me está guiando a mí o el Espíritu me está guiando a mí? Es solo cuestión de que si estoy siguiéndolo, eso es todo.
Entonces la cuestión en términos de este contexto no es si he recibido el bautismo; sí, estoy experimentando la llenura del Espíritu quien está en mí, ese es el único asunto. Ahora, no voy a tomar mucho tiempo en eso, debido a que hicimos un estudio de la llenura del Espíritu y está disponible; si usted quiere escuchar el sermón de esto y estudiarlo más. Pero permítame tan solo resumirlo por un momento. En el Nuevo Testamento tenemos el término “lleno” usado muchas veces, y es usado cuando está hablando de algo que supera o controla todo lo demás. Por ejemplo, dice que Esteban fue lleno de fe, en otras palabras, en medio de que estaba siendo apedreado, lo abrumador fue la fe; él creyó en Dios y lo guió. Dice, por ejemplo, que los fariseos estaban llenos de enojo; ahora, usted realmente no comparte eso con ningún otra emoción; cuando usted está lleno de enojo, la furia se apodera sobre lo demás.
La Biblia habla de ser lleno de amor, donde el amor domina, y ese es el significado de la palabra en términos del Espíritu Santo. Cuando usted está lleno de enojo eso es lo dominante, cuando usted está lleno de amor eso es lo dominante, cuando usted está lleno de fe eso es lo dominante, cuando usted está lleno del Espíritu de Dios significa que usted ha cedido al dominio total del Espíritu en su vida. Ahora, hay muchos cristianos, francamente la mayoría, que tienen al Espíritu Santo, pero no entienden el ceder al dominio total del Espíritu. ¿Se da cuenta? La obstinación, el esfuerzo personal, el diseño personal, el diseño personal, hacer lo que usted quiere y no ceder ciertas áreas de su vida, no significa que usted no tiene el bautismo del Espíritu, eso ocurrió en la salvación; únicamente significa que no está experimentando el ceder de manera total al Espíritu.
El Apóstol Pablo dijo: “Sigan siendo llenos del Espíritu”, eso significa que puede venir e irse; él nunca dijo: “Sean bautizados”, él nunca dijo: “Vayan a conseguir al Espíritu Santo”; él solo dijo: “Permitan al Espíritu quien ya está ahí para controlar”. La llenura del Espíritu es simplemente una situación de control, eso es todo. Si usted quiere un paralelo, el paralelo es Efesios 5:18 con Colosenses 3:16 y en adelante, porque ahí usted tiene los mismos resultados. Por ejemplo, en Efesios 5 dice que si usted es lleno del Espíritu usted hará esto, usted hará esto, hará esto, hará esto; en Colosenses 3, da la misma lista idéntica, nada más que no dice “si usted es lleno del Espíritu”, dice: “Si la Palabra de Cristo mora en abundancia en vosotros”, hacemos un sinónimo entonces; si ser lleno del Espíritu significa lo mismo que dejar que la Palabra de Cristo more en usted en abundancia. Hemos estudiado esto antes, pero simplemente un repaso breve.
Ahora, para dejar que la Palabra de Cristo more en abundancia en usted, ¿significa qué? Significa estar saturado con la Palabra de Cristo, saturado con las cosas de Jesucristo, ser dominado de nuevo es la idea entera. Deje que la Palabra de Cristo lo controle, deje que el Espíritu Santo lo controle. Es todo lo mismo.
Ahora, ¿qué sucedió aquí en Pentecostés? Fueron bautizados en el cuerpo en el versículo 2, el Espíritu vino a vivir en cada uno de ellos individualmente sin excepciones, y hubo una pequeña señal en su cabeza simplemente para probarlo en el versículo 3. Después en el versículo 4, ese Espíritu residente llenó su sumisión; cedieron, estaban listos para hacer lo que Dios quisiera que hicieran, estaban realmente sometidos, no creo que haya algún momento cuando un individuo está más sometido quizás que en el momento de la salvación, y el Espíritu de Dios los llenó. Y dice al final del versículo 4 que lo que les dio es, ¿qué? Palabra. En otras palabras, en ese punto sus labios eran como fideos, usted sabe; cualquier cosa que venía salía de otra fuente; y comenzaron a hablar, pero no fue ellos, fue en sumisión al Espíritu de Dios y Él controló lo que dijeron.
Entonces, cuando estamos hablando del bautismo del Espíritu y la llenura, estamos hablando de dos cosas absolutamente distintas. Y este hablar en idiomas, amados, no ocurrió como resultado del bautismo del Espíritu, ocurrió como resultado de, ¿qué?, de la llenura, lo dice en el versículo 4. Dice que fueron llenos del Espíritu ya residente en ellos y entonces hicieron esto. Ahora, ser lleno del Espíritu entonces es estar tan saturado de Jesucristo que los controles de su vida están bajo el control de Él, eso es lo que sucedió. Se habían sometido a Cristo, habían esperado en obediencia lo que sucedería, y cuando sucedió en su sumisión fueron llenos del Espíritu de Dios y después comenzaron a hablar en otros idiomas.
Ahora, dice usted: “¿Qué son estos otros idiomas?”. Bueno, en primer lugar son idiomas, aclaremos eso; la palabra “glosa” siempre significa “lenguaje”; nunca significa nada más que idioma, nunca jamás significa algún tipo de palabras estáticas, balbuceos, siempre significan idiomas, ese es el término, idiomas. De hecho, si hay alguna duda al respecto, véalo en esta sección en el versículo 6, menciona la palabra “idioma”, en el versículo 8 “lengua”, y en el versículo 11 “lengua”; pero hay dos palabras diferentes siendo usadas, una es “glosa” y la otra es “dialecto”. Y “dialecto” de la cual obtenemos “dialecto”, tiene que ver con dialectos. Entonces, idiomas y dialectos, no balbuceos es el asunto aquí.
Cuando la gente dice que tienen el don pentecostal y que hablan algo que no es un idioma, no lo hablan; son idiomas lo que se tiene aquí en mente. En caso de que haya alguna duda, inclusive él le dice a usted cuáles hablaron en los versículos 9, 10 y 11, qué lenguajes hablamos, sus idiomas. Y creo que este es el patrón, y si va a haber una ocasión de lenguas en el Nuevo Testamento certificada, deben ser idiomas. Ahora, quiero recordarle que los idiomas vinieron como el resultado de la llenura, no del bautismo. Conectar estos idiomas con el bautismo del Espíritu es errar, porque el bautismo es simplemente el colocar al creyente en el cuerpo, es algo no experimental, ocurre; es Dios colocándolo a usted en la unión con Cristo y los otros creyentes.
Pero como resultado de la llenura, comenzaron a hablar. Ahora, permítame decirle que fue un fenómeno especial para ese día, no es el patrón universal para todo cristiano, no es el patrón universal que cada vez que usted es lleno del Espíritu usted habla en estos idiomas, no puede ser. No tuvo nada que ver con el bautismo del Espíritu en lo absoluto, pero ni siquiera es el resultado siempre de la llenura. Por ejemplo, ya para cuando usted llegue a Efesios 5:18 dice: “Sed llenos del Espíritu y harás esto”, y le da a usted una lista de cosas, ninguna de las cuales es hablar en otros idiomas. Dice cosas que son más difíciles que eso como amar a su esposa y obedecer a su esposo y ser amable con sus hijos, y obedecer a sus padres, y todas estas cosas, ser un buen empleado y ser un buen jefe, y atraviesa por todas las cosas prácticas para cuando Pablo define la llenura del Espíritu no tiene nada que ver ya con lenguas, idiomas, nada.
Ahora, es interesante también que algunos que dicen que están llenos del Espíritu, y de esta manera hablan en los lenguajes, no cumplen con los requisitos de Efesios 5 que son los verdaderos requisitos de ser llenos del Espíritu. Hay algunas personas que dicen que están llenos del Espíritu y que hablan en idiomas, pero realmente no aman a sus esposas como Cristo amó a la iglesia; hay algunas mujeres que dicen tener el don de idiomas, pero realmente no podrán estar llenas del Espíritu o de lo contrario se estarían sometiendo a sus maridos; hay algunos padres que dicen tener el don de idiomas como resultado de la llenura del Espíritu, pero si realmente estuvieran llenos del Espíritu, no provocarían a sus hijos a ira.
Como puede ver, usted se vuelve bastante práctico en las epístolas paulinas, no es tan etéreo como lo es aquí, porque ésta fue una ocasión especial y no tuvo la intención de ser el patrón universal. Ahora, el milagro de los idiomas aquí fue importante debido a la estrategia del esparcimiento del Evangelio. Y antes de que terminemos, en esta mañana creo que usted va a ver algo realmente emocionante en esta estrategia porque en Jerusalén en este momento habían personas de todo el mundo judío, y pudieron haber habido tantos como un millón. Usted puede meter a 200 mil de ellos en el patio del templo nada más, están comprimidos en este lugar, y este milagro específico fue específicamente para esta ocasión, para este día, y no volvía volverse en el patrón o la norma para todos los cristianos.
Dice usted: “Bueno, no sé acerca de eso, porque sucede otra vez en Hechos varias veces y no es en Jerusalén y no es con un grupo de judíos, de hecho, son con gentiles”, y yo digo: “Usted tiene razón, pero le voy a mostrar por qué”. Le voy a mostrar por qué lo mismo sucede de nuevo en el libro de los Hechos. Pase al 8:14, y creo que a usted le va a parecer esto interesante. Para este entonces, el Evangelio se ha esparcido a Samaria. ¿Se acuerda usted de Hechos 1:8 que dijo: Prediquen el Evangelio en Jerusalén, Judea y después en toda Samaria? Bueno, ya para el capítulo 8 ya llegaron ahí, y en el versículo 14 cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la Palabra de Dios, enviaron a Pedro y a Juan, quienes cuando llegaron oraron por ellos para que recibieran al Espíritu Santo porque todavía no había caído sobre ninguno de ellos, solo habían sido bautizados en el nombre de Jesús. Y después les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo.
Ahora, usted tiene aquí un grupo de samaritanos. Ahora, ¿recuerda usted la actitud de los judíos hacia los samaritanos? Estoy seguro que lo recuerda. Despreciaban a los samaritanos, dicho de manera suave, los odiaban. ¿Por qué? Porque originalmente eran una raza judía pura y se casaron con gentiles, nada más menospreciable, y eran odiados y menospreciados por los judíos; de hecho, los judíos ni siquiera pasaban por su país. Ahora, lo que sucede aquí es que el Evangelio que vino a Israel, el Mesías de Israel, es recibido en fe, y después, de pronto, algunos samaritanos creen en Él. Ahora, la tendencia de los judíos va a ser que los samaritanos sean cristianos de segunda clase, si es que eran cristianos en absoluto considerados por ellos. Entonces, para asegurar que eso no sucediera, el Espíritu de Dios le permitió a esos samaritanos que se convirtieran.
Pero en el momento de su conversión no recibieron el Espíritu Santo, no fueron bautizados en el cuerpo. ¿Por qué? Porque el Espíritu de Dios quería que algunos judíos muy importantes estuvieran ahí cuando sucediera, para que ellos supieran que, de hecho, había sucedido exactamente lo que les pasó a ellos. Y los dos judíos más importantes vivos en el mundo en ese entonces fueron Pedro y Juan. Y entonces, no sino hasta que Pedro y Juan fueron ahí, vino el Espíritu, ¿por qué? Para que Pedro y Juan pudieran regresar y decirle a los judíos: “Nunca van a creer lo que pasó: los samaritanos recibieron lo mismo que nosotros recibimos”. ¿Se da cuenta? Esto es unir al cuerpo. Y lo que es importante es que creo yo que aunque no lo dice en el capítulo 8 es muy posible que hablaron en lenguajes, en idiomas, de hecho, creo que lo hicieron, ¿por qué? Para que hubieran tenido la misma señal que los judíos tuvieron para que no hubiera manera alguna en la que el judío dijera: “Tenemos algo que ustedes no tienen”. ¿Se da cuenta? En absoluto.
Ahora, permítame profundizar un poco, vaya al capítulo 10, capítulo 10, versículo 44. Ahora, Pedro no le está hablando a judíos ya, él fue a Cornelio quien es un gentil, el Evangelio realmente está avanzando ahora. Mientras que Pedro hablaba estas palabras, el Espíritu Santo cayó en aquellos que oyeron la Palabra. Y los de la circuncisión que creyeron, ¿qué? Se sorprendieron. ¿Quiénes son los de la circuncisión? Los judíos. ¡Estaban sorprendidos! ¡No podían creerlo! ¡Gentiles! El Espíritu Santo, de hecho, vino a un gentil. ¡Fue un shock! Y observe lo que dice: “Y los que vinieron con Pedro”, ¿por qué están tan sorprendidos?, “Porque en los gentiles también fue derramado el don del Espíritu Santo”. ¿Cómo lo supieron? Versículo 46: “Porque los oyeron hablar en lenguas”, idiomas.
Como puede ver, no ve importante ahí que hablaban en idiomas para efectos de comunicación, lo que fue importante ahí es que hablaron en idiomas para que los judíos supieran que recibieron lo mismo que los judíos recibieron en Pentecostés. ¿Lo ve? En otras palabras, conforme la iglesia está siendo formada en el flujo del libro de los Hechos, el Espíritu de Dios quiere que todo mundo se asegure de que la iglesia, de hecho, es un cuerpo, ¿verdad? Y entonces, hace el esfuerzo por asegurarse de que todo mundo sepa. Y Pedro, esto realmente le impactó, capítulo 11, me gusta esto, versículo 15, Pedro está contando esto, como usted sabe, de estos gentiles que recibieron el Espíritu Santo de la misma manera, y es algo impresionante. Versículo 15 él dice: “Conforme comencé a hablar, el Espíritu Santo cayó en ellos como en nosotros al principio”.
¿Saben una cosa? ¡Qué shock! Es difícil aceptarlo para él. Versículo 16: “Después me acordé de la Palabra del Señor, como Él dijo: Juan, de hecho, bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo”, recibieron el bautismo del Espíritu exactamente como los judíos lo recibieron. Después dice él: “Porque entonces Dios les dio el mismo don que nos dio a nosotros”, ese es el punto. Y después él dice: “¿Y quién era yo que pudiera resistir a Dios?”. En otras palabras, cualquier otra cosa que no fuera eso, yo tampoco lo habría creído. Después usted va al capítulo 15 y Pedro regresó a Jerusalén para reportarle al concilio de Jerusalén, y todo el concilio de Jerusalén está reunido ahí para tratar de decidir este asunto, si los gentiles realmente pertenecen y van a tener un concilio grande por esto.
Versículo 6: “Y los apóstoles y los ancianos se reunieron para considerar este asunto”, y esa es la terminología técnica de este comité, y sabemos que son un comité porque el siguiente versículo dice: “Cuando había visto mucha disputa, Pedro se levantó y les dijo: Hombres, varones y hermanos, agárrense de su sombrero, quiero que entiendan esto. Saben cómo hace tiempo atrás Dios decidió que los gentiles oyeran por mi boca la Palabra del Evangelio y creyeran, y Dios, quien conoce los corazones, les dio testimonio dándoles el Espíritu Santo así como con nosotros, y no hizo diferencia entre nosotros y ellos”. Como puede ver, ese es el punto. La razón por la que recibieron al mismo Espíritu Santo de la misma manera, fue para amarrarlos en un cuerpo que nació en Pentecostés. No porque había alguna importancia en los idiomas, sino únicamente como un vínculo en Pentecostés. No dice que el idioma tuvo algo que ver con algo, simplemente los conectó.
Ahora, hay otro grupo que anda suelto y ese no ha sido incluido en el cuerpo aún, y ese es un pequeño grupo de los doce santos del Antiguo Testamento que son residuos de Juan el Bautista. Y ellos están pensando que nada ha pasado desde Juan el Bautista, ni siquiera saben lo que ha pasado, y entonces nos encontramos con ellos en el capítulo 19, y el Espíritu Santo también los quiere meter en el cuerpo. “Y sucedió que mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo, habiendo pasado por las partes de arriba llegó a Efeso, y encontrando a ciertos discípulos les dijo: ¿Habéis recibido el Espíritu Santo?”, ¿se da cuenta? Ahora él está asegurándose de que todo mundo esté en el cuerpo. Ahora, estos discípulos de Juan el Bautista, debido a que no encajan en ninguna de las otras dos categorías: “¿Habéis recibido el Espíritu Santo desde que creísteis? Y le dijeron: No hemos oído de que si hay algún Espíritu Santo, no sabemos nada. Y él les dijo: ¿En qué fueron bautizados? Y dijeron: En el bautismo de Juan, somos discípulos de Juan el Bautista”. ¿Qué es todo esto?
Entonces, Pablo dijo: “Juan, ciertamente, bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciéndole al pueblo que debían creer en Aquel que vendría después de él, esto es en Cristo Jesús”; y después evidentemente usted puede implicar aquí que Pablo pudo haberles compartido con ellos más acerca de Cristo Jesús. “Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús, y cuando Pablo les impuso las manos”; y esta es una forma apostólica, el Espíritu siempre vino en presencia de los apóstoles, “El Espíritu Santo vino sobre ellos y hablaron con idiomas y profetizaron”. De nuevo, lo mismo exactamente, a través de un apóstol, para unirlos con el primer grupo en Pentecostés.
Ahora, ¿no ve usted el genio maravilloso del Espíritu Santo aquí uniendo al cuerpo de tal manera que ninguna parte del cuerpo pueda ver otra parte y decir: Nosotros tenemos lo que ustedes no tienen? Diseñado perfectamente por el Espíritu Santo. Pero una vez que el cuerpo incluyó a todos los residuos de los santos del Antiguo Testamento, y todos los judíos del Nuevo Testamento, y los gentiles del Nuevo Testamento, ya no había razón alguna de que existiera este fenómeno porque todo mundo que viene a Cristo ahora está cubierto bajo lo que ya sucedió a los judíos y gentiles, ¿lo ve? Ya no necesitamos más cosas especiales cuando somos salvos; y a partir de ahí, eso lo cubrió. Solo hay judíos y gentiles y el cuerpo fue unido, judío y gentil, Efesios 2, ¿no es eso hermoso?
La pared de en medio fue derribada y el judío y el gentil se volvieron uno en Jesucristo, y toda persona que vino a Cristo desde ese entonces simplemente es colocada en el cuerpo en la salvación por el bautismo del Espíritu. Eso significa que usted es bautizado en el cuerpo en unión con Cristo. Entonces, el Espíritu dio el mismo don en la presencia de los apóstoles a cada parte única de la iglesia para que no hubiera división, para que no hubiera duda alguna de quién pertenecía a qué, para que la unidad del cuerpo estuviera segura.
Entonces, no vamos a enseñar patrones de doctrina a partir de estas ocasiones que son interminables para la iglesia, eso sería como decir: “Bueno, si eres samaritano significa que no recibes al Espíritu hasta que equis número de días pasen. Si tú resultas ser este tipo de persona, quizás no recibas al Espíritu hasta equis número de días después, y demás”. Eso no es lo que eso están enseñando. Meramente nos está mostrando lo que sucedió en la transición. Ya para cuando usted llega a las epístolas paulinas, usted tiene las doctrinas del Espíritu Santo definidas de manera muy precisa y muy clara. Y en el punto de la salvación, todo creyente recibe al Espíritu y es colocado en el cuerpo por el bautismo del Espíritu.
Ahora, notará usted al final del versículo 4, ese es un comentario al margen largo; pero al final del versículo 4 dice que hablaron conforme el Espíritu les dio que hablaran. Este es un recordatorio de quién controla al individuo quien está lleno del Espíritu. Un individuo lleno del Espíritu es controlado por el Espíritu Santo. Y esto es exactamente como puede ver lo que la vida llena del Espíritu es, es una vida controlada por el Espíritu, en donde usted ha cedido todo al control del Espíritu; usted ya no está a cargo de su vida y es algo momentáneo. Dice usted: “Si te llenas del Espíritu, ¿cuánto dura?”, solo un momento, eso es todo, solo dura mientras que haya sumisión. Dice usted: “Bueno, ¿debo estar haciendo eso toda mi vida? ¿Vivir mi vida entera simplemente cediendo, cediendo, cediendo?”, eso es exactamente correcto. Y eso no es problema alguno.
Usted vive ahora exactamente en este momento únicamente, usted nunca ha vivido en el futuro, nunca vivió en el pasado, usted está atorado aquí, más vale que usted ceda. Y no se confunda por el futuro, nunca llegará ahí; no se preocupe, simplemente solo puede vivir en el momento. Se preocupará por el dulce mañana y no vivirá en el hoy desagradable, y no será nunca diferente de eso, porque ahora, este es el momento en el que usted vive y es tan simple como ceder ahora, eso es todo.
La gente dice: “Oh, no puedo vivir la vida cristiana durante 80 años”. No es tan larga. Es tan larga como este momento de ceder al control del Espíritu Santo. Y aquí vemos un retrato de aquellos que cedieron, se sometieron y el Espíritu se movió a través de ellos y llevó a cabo un milagro especial. Ahora, cuando los hombres son llenos del Espíritu de Dios más adelante en el libro de los Hechos predican la Palabra con denuedo. En Efesios tienen relaciones maravillosas con toda persona que los rodea. Experimentan gozo y evangelismo como resultado.
Entonces, necesitamos ser, como Pablo dijo, necesitamos estar siendo llenos del Espíritu. Entonces, vemos la evidencia de la venida del Espíritu, ¿no es cierto? Y todos los sentidos perceptivos son confrontados. En primer lugar, oyeron y vieron, y después sus mentes comprendieron estos idiomas; cosas fantásticas sin duda alguna. El Espíritu vino, la promesa de Jesucristo se volvió verdadera, la promesa de Jesucristo llegó a ser una realidad, y todo cristiano viviendo en la actualidad posee el Espíritu Santo, usted y yo tenemos dentro de nosotros la dinámica divina, tenemos la presencia misma del Espíritu de Dios, de tal manera que podemos hacer mucho más abundantemente de lo que podemos pedir o entender. Está ahí.
Permítame añadir un par de notas aquí. Si la gente pentecostal, y no me gusta tener que usar ese título con ciertas personas porque es un término maravilloso; pero si la gente pentecostal quiere hacer esta señal, esta ocasión la norma para todos los cristianos, y si quieren hacer de las lenguas la señal absoluta del bautismo de un creyente, entonces van a tener que hacer realmente lo que es hecho aquí, y van a tener que tener la ocasión junto con un ruido del cielo como un viento fuerte y con lenguas como de fuego y asegurarse de que están en Jerusalén cuando esto ocurra, porque esto es una maravilla especial para un acontecimiento histórico especial.
Y quiero añadir algo. Y voy a mostrarle algo realmente emocionante acerca de la estrategia del Espíritu Santo. Esto no fue primordialmente para predicar el Evangelio, para esto no se da esto, es una señal para lo que es; la predicación viene después, ¿quién predica más adelante? Pedro predica el Evangelio. Nunca dice que predicaron el Evangelio, dice que hablaron de las obras maravillosas de Dios, nunca dicen nada acerca del Evangelio de Jesucristo en absoluto, lo que hicieron fue hablar las obras maravillosas de Dios, y llegaremos a eso, como una señal. Como puede ver, esto fue para captar la atención de los judíos de que algo sobrenatural estaba pasando y entonces Pedro predicaría el Evangelio. Este es siempre el patrón apostólico.
La predicación de los apóstoles a lo largo de la primera iglesia fue acompañada de señales, maravillas y obras poderosas; pero esto no fue sustituto para la predicación porque el sermón viene en el versículo 14, capítulo 2, y hay más sermones después a lo largo de todo el libro de los Hechos. Permítame darle un versículo que le va a ayudar a entender esto. 2a de Corintios 12:12, no lo busque, se lo voy a leer, 2a de Corintios 12:12: “Verdaderamente –escuche esto– las señales de un Apóstol fueron hechas entre vosotros en toda paciencia”, ¿cuáles fueron?, “En señales, prodigios y milagros”. Fueron las señales que pertenecieron a los apóstoles, en donde los apóstoles proclamaron las señales, los acompañaron, para tener el oído de la gente.
¿Cómo sabe usted que el hombre está hablando por parte de Dios? Si él tiene cosas sobrenaturales que van junto con el mensaje, esa es una evidencia bastante buena. Y hay otro versículo muy importante en Hebreos 2:3, hemos estudiado esto, dice: “¿Cómo escaparemos si descuidamos una salvación tan grande? La cual al principio comenzó a ser hablada por el Señor, y fue confirmada en nosotros por aquellos que lo oyeron a Él”. Esos eran los apóstoles que oyeron a Cristo. ¿Cómo lo confirmaron? Escuchen esto: “Dios, dando también testimonio con señales, maravillas y diversos milagros y dones del Espíritu Santo”. La gente se pregunta: “¿Para qué son esos dones del Espíritu Santo, como las lenguas, interpretación de lenguas y milagros y sanidad?”, esos fueron para confirmar la proclamación apostólica del Evangelio, para eso eran, dones del Espíritu Santo, Hebreos 2:4, eso es lo que dice.
Entonces, lo que puede ver, lo que sucede aquí entonces es la expresión de algo milagroso para captar la atención de estas personas, para que reconocieran que algo sobrenatural está pasando. No sustituyó la predicación del Evangelio. La gente probablemente habló arameo de manera fluida, probablemente predicó Pedro en ese idioma, entonces ese no fue el punto. El punto no fue simplemente comunicarles el Evangelio, sino darles una señal sobrenatural; y la única manera en la que realmente podrían determinar que era una señal fue si el idioma era algo que conocían y que pudieran verificar que los galileos que normalmente no sabían cómo hablar los idiomas, a menos de que algo estuviera pasando.
Ahora, ¿puedo añadir otra nota? Y vamos a retomar algunas de estas partes en los minutos que nos quedan. Si existe un don tal como lenguas o idiomas como en Hechos, y si todavía es válido en la actualidad, entonces algo está mal, algo está mal en el patrón de la iglesia; en el diseño del Espíritu Santo algo falta. Y cito del doctor Barns, un erudito maravilloso de hace unos años atrás, y dijo eso y cito: “El don de milagros fue retirado. Los apóstoles por ese milagro simplemente fueron capacitados para hablar otros idiomas. Ese poder debería continuar si el Evangelio va a ser predicado; pero ahora demanda el esfuerzo de muchos años para hablar en idiomas extranjeros. Ahora debe ser obtenido no por milagros, sino mediante el estudio y el trabajo lento y cuidadoso. Los hombres deben laborar por él”. Fin de la cita.
En otras palabras, si el don todavía existe, entonces Dios por alguna razón extraña ha colocado estorbos innecesarios en el Evangelio, porque Él hace que la gente tenga que estudiar durante años idiomas antes de que jamás puedan comenzar a dar testimonio. Y si la gente tiene este llamado “don” de hablar en lenguas o idiomas extranjeros, parecería más bien innecesario; y si Dios hubiera diseñado que un milagro de idioma como ese fuera para la actualidad, parecería como si podría usarse mucho. Y si hay un don de lenguas, de idiomas, amigos míos, permítame preguntarle esto: ¿Por qué si únicamente para ciertas personas especiales en ciertos movimientos especiales que se reúnen, en reuniones de oración especiales, y se hablan el uno al otro, y ya hablan el mismo idioma y ya conocen la verdad? Y si hay incrédulos presentes, Pablo dice que dirán que están locos porque únicamente los confundirá.
Como puede ver, si un don así existe en la actualidad, ¿por qué no existe para los misioneros? O mejor aún, por qué hay algunos misioneros que dicen tener el don, pero todavía van a una escuela de idiomas. Entonces, como puede ver, esta experiencia en Hechos de ninguna manera es la norma. No podemos hacerla la norma para todos los cristianos. Usted no puede decir que todo cristiano debe hablar en idiomas extranjeros. Wycliffe estaría más que feliz de aceptar eso, debido a que están ocupados en reducir el idioma de toda persona a escritura y tratan de comunicarle el Evangelio a ellos.
Entonces, vemos aquí dos obras distintas del Espíritu: El bautismo en los versículos 2 y 3, y la llenura en el versículo 4, el cual dio lugar a idiomas por una razón especial, no para predicar el Evangelio primordialmente, aunque en un sentido estaban declarando verdades, sino para actuar como una señal de que Dios se estaba moviendo y más vale que escuchen y más vale de que pongan atención porque la predicación viene en un minuto, y vino inmediatamente después de esto en el versículo 14. Pedro se pone de pie entre los 11, Juan y él empezó a predicar.
Muy bien, entonces vemos la evidencia rápidamente, el efecto de la venida del Espíritu, versículos 5 al 11; y simplemente vamos a leer a lo largo de este texto con algunos comentarios breves. Esto es lo que sucedió cuando comenzaron a hablar en idiomas. Versículo 5: “Moraban entonces en Jerusalén, judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo”. Ahora, la afirmación final, “de todas las naciones bajo el cielo”, es una expresión y no necesitamos tomarla literalmente, sino que más bien de manera idiomática para referirse a muchas, muchas tierras. Y observe la palabra “piadosos”, esa es una palabra realmente interesante, en algún momento voy a hacer un estudio de palabras de eso, pero es muy interesante; viene de una palabra griega “eulaves”, lo cual significa “precavido”, la gente devota es precavida, en referencia a que no quieren ofender a Dios, esa es la esencia de reverencia; la esencia de una persona realmente devota es que no hará nada para ofender a Dios. Es precavida. Una palabra muy interesante. Y entonces, fueron precavidos al estar presentes en la fiesta, no sea que ofendieran a Dios. ¿Qué es lo que Proverbios 9:10 dice? “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría”. Hombres devotos temen, no sea que ofendan a Dios. Son muy cautelosos. Muy bien.
Muy bien. Entonces, Jerusalén es invadido en Pentecostés por una asamblea cosmopolita de judíos de toda tierra. Versículo 6: “Y hecho este estruendo, se juntó la multitud y estaban confusos”. Vamos a detenernos ahí por un momento. Dice: “Y hecho este estruendo”. Permítame darle una explicación interesante de eso. ¿Cuál fue este estruendo? Bueno, algunos dicen: “Oh, esto de hablar en idiomas”; no creo. Creo que el griego indica algo más. La traducción literal griega del versículo 6 dice esto: “Pero este sonido”, “phoné", singular, “habiendo venido, la multitud se reunió”. Sea lo que sea que oyeron, fue un sonido singular, “phoné”. Y ocurrió en un punto en el tiempo en el que el verbo “giroma” indica, debido a que ese es un verbo aoristo, entonces, lo que sea es un sonido singular en cierto momento.
Ahora, si usted regresa en el pasaje, usted encuentra dicho sonido singular en cierto momento en el versículo 2, dice: “De repente, vino del cielo – estruendo del cielo”. Ahora, yo creo que lo que oyeron fue el sonido del cielo, no sonidos (plural) de todos estos idiomas. No estaban gritando estos idiomas, no pudieron haberlo oído por todo Jerusalén. Pero de seguro pudieron haber oído lo que se oye como un huracán fuerte. Y el sonido de ese viento los congregó y estaban confundidos, ¿por qué? Hay un sonido, pero no hay un huracán, no hay viento. El versículo 6 dice que estaban confundidos, lo cual es una palabra interesante, únicamente es usada en Hechos, viene de la raíz de una palabra la cual significa “derramar juntos”; todos estaban mezclados, todos estaban confundidos y perplejos, ¿qué estaba pasando?
Y lo que realmente los confundió es que cuando se reunieron todo hombre los oyó hablando en su propio idioma, y este fue un shock; aquí están todos estos hombres que han estado en ese lugar y están caminando y están hablando en el propio idioma de todo mundo, y simplemente están en shock absoluto. Versículo 7: “Y estaban atónitos”. Entonces, ahora sabemos que están confundidos, atónitos, y después añadimos a eso: “Y maravillados”. Ahora, ¿entiende usted la idea de que el Espíritu Santo está tratando de decirnos que esto hizo una impresión? Realmente están de cabeza, digo, en nuestro idioma diríamos que estaban súper, súper, súper sorprendidos por lo menos para tratar de que expresemos el punto, porque hemos echado a perder tantas palabras al derramar superlativos con tanta frecuencia. Pero aquí lo que usted tiene es la idea de que el Espíritu nos está mostrando que esta es una perplejidad y confusión masivas, estaban confundidos, estaban sorprendidos, estaban atónitos, y lo que realmente los sacudió fue esto.
Estaban diciendo: “Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan?”. Ahora usted tiene que entender un poco de la actitud que tenían hacia Galilea. Galilea realmente era el lugar de los ignorantes, Galilea era el lugar donde la gente era analfabeta por así decirlo, y la única gente que vivía en Galilea era el tipo de gente rara, digo, gente que no estaba preparada, no estaba informada, granjeros y gente que realmente no estaban en el flujo cultural, usted entiende; y usted regresa por ejemplo a Mateo 26:29, y Pedro en la negación dice – ahora, Pedro se sentó afuera en el patio y vino una joven y demás, y venían y le preguntaban y él siguió negando y negando, versículo 73: “Después de un poco de tiempo, vinieron a él los que estaban a su lado y le dijeron a Pedro: Seguro tú eres uno de ellos, tú eres uno de esos seguidores de Jesús, porque tu manera de hablar lo muestra. Tú tienes ese acento galileo”. Ahora, no sé lo que fue, pero evidentemente involucraba gramática mala.
Marcos 14:70 lo mismo, él dice – Pedro vuelve a negar y en un tiempo los que estaban ahí vinieron y le dijeron a Pedro: “Seguro tú eres uno de ellos porque tú eres un galileo y tu manera de hablar lo muestra, seguro te oyes como un galileo”, y los galileos no eran conocidos por ser lingüistas, dicho de manera suave; de hecho, Natanael le dijo en Juan 1:46: “¿Acaso algo bueno puede venir de Nazareth?”. Nazareth era una de las ciudades en Galilea, ¿se da cuenta? Y en el capítulo 7, versículo 52, los judíos estaban diciendo cuando Jesús dijo que era un profeta de Galilea, los judíos dijeron: “Escudriñad y ved, porque de Galilea no se levanta un profeta, nunca nada sale de ahí que valga la pena algo”, realmente tenían una perspectiva baja de Galilea.
Y aquí, de pronto, todos estos galileos no preparados, incultos, están hablando en todos estos idiomas y están absolutamente boquiabiertos. No saben lo que está pasando. Versículo 8: “No tenían explicación alguna”, dice: “¿Cómo, pues, los oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? ¿De dónde sacaron ellos toda esta información? ¿Cómo están haciendo ellos esto?”, no significa el único idioma en el que hablaron, significa el idioma natal en el que ellos nacieron, y eso es marcado de manera incisiva en ese versículo.
Y después nos presenta la lista de los idiomas: Partos, ahora él comienza en el este, no voy a tomar el tiempo con todos éstos, pero él comienza hasta el este y viene hasta el oeste nombrando estos diferentes lugares; Partos, e incidentalmente – probablemente fueron los peores enemigos del imperio romano; al extremo oeste, los medos, habían sido una parte del imperio medo-persa; los elamitas, que habitaban el territorio antiguo alrededor de Babilonia; los que habitamos en Mesopotamia, esa sería el área entre los dos ríos, el Tigris y el Eufrates, eso es lo que Mesopotamia significa, “aquello que está entre ríos”; los que estaban en Judea, después viniendo al oeste a Asia Menor, en Capadocia, en el Ponto y en Asia – Asia no significa el continente como lo conocemos, significa el pequeño territorio de Asia Menor allá arriba; Efeso era la capital, y Pérgamo y Esmirna, ambas eran ciudades ahí con las que estamos familiarizados, pero todo esto es Asia Menor.
Después Frigia y Panfilia, después brincando al otro lado del Mediterráneo hasta Egipto y las partes de Libia, ahí por donde está Cirene, al norte de África está Libia y algunos judíos alrededor de un cuarto de la población de Cirene, Josefo dice era judía y entonces estaban ahí. Después los residentes de Roma. Y sabemos que hubo una población judía en Roma porque en el 49 después de Cristo, Claudio los expulsó, entonces tuvieron que haber estado antes de esta fecha. Después judíos y prosélitos, prosélitos son los que se convirtieron que aceptaron la circuncisión y adoptaron el judaísmo; cretenses de la Isla de Creta, a más de
60 kilómetros, o algo así, al sur de Grecia; y árabes de la gran Península Árabe, entre el Mar Rojo y el Golfo; ahí estaban todos congregados, todas estas personas, judíos de todo lugar. Qué tiempo tan estratégico como para que el Espíritu hiciera algo.
Y observe en el versículo 11 dice esto: “Les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios”. Ahora, escuche esto: Aquí viene una estrategia bastante interesante por parte del Espíritu Santo. Ahora, le dije a usted antes que no necesariamente predicaron el Evangelio, no nos está diciendo que tuvieron una proclamación ordenada ni discurso, no dice que dieron las primeras cuatro leyes del primer siglo en orden que simplemente presentaron el Evangelio, no dice eso. La indicación aquí es muy clara de que hablaron las obras maravillosas de Jehová, Dios. En otras palabras, hablaron en un contexto judío.
Ahora, observe la estrategia del Espíritu. En primer lugar, el Espíritu envió un sonido como un viento, simplemente para asegurarse de que se congregaran. Los reunió a todos, después tuvo este milagro maravilloso de hablar en idiomas, simplemente para asegurarse de que realmente volteara de cabeza sus mentes. Y como puede ver, cuando comenzaron a hablar de las obras maravillosas de Dios, entonces los judíos únicamente tuvieron dos opciones: O esto era un milagro del diablo o es un milagro de Dios. Pero cuando comenzaron a alabar a Dios, eso eliminó a una de las dos opciones. Y entonces, lo que el Espíritu estaba haciendo era concentrar todo a la misión de que esto es de Dios, ¿se da cuenta? Y después, cuando estaban viendo de que esto era de Dios, y Pedro, en medio de ese grupo se levantó y comenzó a predicar el Evangelio, la conexión fue obvia. ¿Ve usted lo que el Espíritu está haciendo? Él simplemente los está uniendo, preparándolos, derribando las barreras y después presentando a Cristo ahí en la escena; es una estrategia hermosa.
Y entonces, comienzan a exaltar las obras maravillosas de Dios, y todo judío ahí pudo haber dicho: “Amén, oh, amén, amén”, y pudo haberse reunido ahí con ellos porque estaban diciendo lo que era con respecto al Dios de Israel, declarando sus obras maravillosas. ¿Qué habría significado eso? Eso significaría recitar de la creación a lo largo del Antiguo Testamento, ¿no es cierto?, todas las obras maravillosas de Dios. ¿Sabe usted que los judíos siempre hacían eso? ¿Sabe usted que eso fue parte de la vida judía el recitar las obras maravillosas de Dios? Siempre.
En Éxodo, por ejemplo, en el capítulo 15:11: “Quién es como tú, oh Jehová, haciendo maravillas”. Después usted llega a los Salmos, y los Salmos uno tras otro hace esto. Salmo 26, versículo 7: “Para que dé a conocer con la voz de gratitud y cuente de todas tus obras maravillosas”. Después usted va al Salmo 40 y versículo 5 y usted lee: “Muchas, oh, Jehová, mi Dios, son tus obras maravillosas”. Después usted va al capítulo 77, versículo 11 y lee: “Me acordaré de las obras de Jehová, ciertamente me acordaré de tus obras, de tus maravillas”; capítulo 78, versículo 4: “Las obras maravillosas que el Señor ha hecho”; capítulo 89, capítulo 96, capítulo 107, capítulo 111, y sigue constantemente alabando las obras maravillosas de Dios; Isaías 25:1 es otra buena.
Entonces, lo que usted tiene aquí es a muchos judíos simplemente alabando a Dios y glorificando a Dios ahí en medio de un milagro, por lo tanto, conectando el milagro, ¿a quién? A Dios. Y esto es muy difícil de enfrentar para los demás, porque realmente no les caen bien estos discípulos de Jesús en absoluto, pero ahí en este contexto judío es un poco difícil. Y después, cuando ahí de en medio de toda esta alabanza de Dios, Pedro se pone de pie y no tienen opción alguna, sino decir: “Tiene que ser de Dios”. El diablo no va a estar por Jerusalén alabando a Dios. Y la única opción que les queda – y de pronto, Pedro salta en medio de ellos y les dice: “Ahora, déjenme hablarles de lo que este Dios tiene que decirles acerca de su hijo”. Qué hermosa preparación para el mensaje, y eso es exactamente lo que sucedió.
Usted llega al sermón de Pedro por tan solo un momento, y le voy a dar una probada, esto no cuenta, vamos a entrar a esto la semana próxima, pero le voy a dar un vistazo. Pedro toma su texto inmediatamente del Antiguo Testamento, versículo 17: “Y sucederá en los días postreros, dijo Dios”. Oiga, este es el mismo Dios, la misma Palabra de la que hemos estado hablando; y después él comienza. Y a lo largo de esto, lo relaciona Dios, versículo 22, él habla de Jesús, pero él dice: “Jesús, un hombre aprobado”, ¿por quién?, “Por Dios”, versículo 23: “Jesús, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios”, versículo 24: “Dios lo resucitó”, versículo 30: “Prometido por Dios”, versículo 33: “Exaltado por Dios”, para sentarse en el trono Dios lo declaró como Rey, versículo 36: “Por lo tanto, que toda la casa de Israel sepa ciertísimamente que Dios a ese mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis, lo hizo Señor y Mesías”.
¿Ve lo que Él está haciendo? ¿Ve la belleza de la estrategia del Espíritu Santo? Simplemente alaba Dios, alaba a Dios todo el tiempo, establece el hecho de que su Dios es el mismo Dios que esos judíos tienen; y después, a partir de ese contexto, comienza a hablar acerca de lo que Dios dice acerca de su Mesías. ¿Ve usted la preparación del Espíritu Santo hasta la predicación? ¿Sabe usted cuál es la cosa más importante que sucede en los primeros dos capítulos de Hechos? El sermón que Pedro predicó. Y todo lo demás simplemente es preparación, eso es todo; fueron bautizados en el cuerpo para que pudieran ser llenos del Espíritu, para que pudieran hablar en idiomas para establecer una señal, para que a través de esa señal pudieran declarar las obras maravillosas de Dios, para que pudieran tener el oído del judío, para que pudieran predicar el Evangelio. Ese es el fin definitivo de la llenura del Espíritu, ese es el diseño definitivo para todo creyente y es predicar el Evangelio. Todo lo demás simplemente fue algo adjunto que llevó a eso.
Y entonces, el Espíritu de Dios, en una técnica maravillosa, maestra, prepara la tierra para la plantación de la semilla. ¿Y no fue maravilloso lo que sucedió? Tres mil personas vinieron a Jesucristo, sus corazones habían sido suavizados y preparados por toda la obra del Espíritu que llevó a la predicación. Entonces, vemos la evidencia y el efecto de la venida del Espíritu.
Finalmente y rápidamente la explicación de la venida del Espíritu. Ahora, en esta multitud usted tiene muchos incrédulos. Ahora, ¿qué van a hacer para explicar esto? ¿No es interesante cómo con toda la prueba en el mundo algunas personas todavía no están convencidas? ¿Sabe una cosa? Yo ya determiné lo que quiero creer, no me confundan con hechos. ¿No es sorprendente cómo usted puede darle toda la evidencia que hay y no quieren creer, no lo van a creer? Esa es la razón por la que decimos que la salvación no es asunto de diálogo, es asunto de soberanía; no tiene que ver con qué tan bien discutimos, tiene que ver con cómo el Espíritu derriba las barreras.
Y entonces, aquí hay algunos que han visto todo esto y no van a ceder y decir: “Es de Dios”, ¡no! Simplemente bloquean sus mentes, las cuales están cegadas por Satanás. Y versículo 12, escuche esto: “Y estaban todos atónitos y perplejos”. Aquí están simplemente tan confundidos como siempre. ¿Qué está pasando? Diciéndose unos a otros: “¿Qué quiere decir esto?”. Ahora, ¿ve esto usted? Simplemente, a partir de hablar de las obras maravillosas de Dios, no estaban entendiendo el mensaje, eso simplemente fue una señal. El significado no vino sino hasta el sermón, ¿lo ve? ¿Qué está pasando? Bueno, esto es para captar su atención, amigos, estaban sorprendidos y confundidos; pero siempre estarán los que ofrecen la respuesta rápida, usted sabe, los que se burlan, los sarcásticos; aquí viene en el versículo 13: “Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto”.
Ahora, esto no solo es un análisis, esto es burla. No solo están diciendo: “Oh, deben estar borrachos”, eso no sería burla, eso por lo menos sería un enfoque, una manera de verlo. Y debido a que Pablo dice que con frecuencia la gente llena del Espíritu puede ser confundida por gente que está embriagada, en Efesios 5:18: “No os embriaguéis con vino, sed llenos del Espíritu”, en otras palabras, usted entregue el control total de su vida a una fuerza exterior o una fuerza interior mejor; pero lo que él está diciendo aquí es que otros están burlándose cuando dicen esto. Bueno, ¿qué tipo de burla es ésta? Bueno, usted tiene que entender el griego para entenderlo.
Hay varias palabras para “vino”, hay una palabra para el vino que es fermentado y eso es lo que realmente le afecta a usted, como usted sabe; eso es lo que usted sabe, y simplemente no puede ingerir eso, demasiado de eso, y no hay duda de que usted está borracho. Pero él usa la palabra que no tiene nada que ver con fermentación. La palabra para dulce, para un jugo de uva dulce que acaba de ser extraído, y de esta manera es burla, es un golpe en contra de ellos, es una especie de golpe suave, frágil, un intento por explicar lo que está pasando. Están ridiculizando estos hombres al referirse a este estado como un estado de embriaguez usando estos términos, están diciendo esto: “Son como bebés que cuando toman un pequeño sorbo de jugo de uva, se emborrachan. No pueden ni siquiera tolerar su jugo de uva”, eso es lo que están diciendo. “Son bebés que están balbuceando, están embriagados de jugo de uva, véanlos”.
Entonces, con burla, abrazan la teoría de que la teoría de que la embriaguez enseña el idioma. Brillante. Y como pueden ver, a sus ojos Pentecostés es una burla. Este es una burla de embriaguez. Es sorprendente cómo estas personas judías que pensaban que eran tan sabios en las cosas de Dios, eran tan torpes, ¿verdad? ¿Se acuerda usted de lo que Jesús les dijo en Juan 8? Él dice: “Yo sé por qué no me entienden, porque yo hablo la verdad”. Él dice: “Vosotros sois de vuestro padre, el diablo; si yo mintiera, lo entenderían”. No entendieron y trataron de explicarlo al burlarse de ellos y al decir: “Miren estos bebés, no pueden ni siquiera tolerar el jugo de uva”; esto fue solo el principio de lo que será su actitud, porque en el capítulo 4, versículo 7, comienzan a cuestionar; capítulo 4, versículo 17, comienzan a amenazar; capítulo 5, versículo 18, los meten a la cárcel; capítulo 5, versículo 40, los golpean; y en el capítulo 7, versículo 58, los matan. Esto tan solo es el comienzo de su actitud.
¿No es sorprendente cómo la predicación del Evangelio, cómo la obra de Dios parte por la mitad a la gente, y los hombres o vienen corriendo a Jesucristo o vienen en contra de los suyos con piedras y palos? Usted lo ve a lo largo de los Hechos. Entonces, la iglesia nace y nace en una estrategia maravillosa del Espíritu Santo, todo enfocándose en la predicación del Evangelio. ¿Y saben una cosa, amados? El Espíritu de Dios ha sido dado a usted, así como fue dado a aquellos en Pentecostés; el Espíritu de Dios vive dentro de usted, el Espíritu de Dios puede operar a través de usted; quizás no en este sentido milagroso, pero en un sentido que, de hecho, es milagroso. El Espíritu de Dios puede operar a través de usted conforme usted cede a Él y experimenta la llenura del Espíritu, para que mediante su vida Él prepare tierra fértil para que usted predique la Palabra de Dios. Y no comience en ningún otro lugar más que en el comienzo.
Si usted quiere ser un cristiano eficaz, comience en donde la Biblia dice que debe comenzar, comience a ser lleno del Espíritu. Usted posee el Espíritu Santo, el poder está ahí; enciéndalo al tener una vida totalmente entregada, y después vea a Dios moverse en todas sus relaciones, y mediante el tipo de persona que usted es, preparando la tierra fértil para que cuando usted abra su boca la semilla esté lista para ser recibida. Como puede ver, si Pedro se hubiera puesto de pie para hacer lo que él hizo y predicar ese sermón sin la preparación, él hubiera sido apedreado en el lugar mismo; y entonces, el Espíritu de Dios se movió de una manera maravillosa para preparar a los oyentes, y así también el Espíritu quiere operar mediante la vida de usted.
Usted realmente no tiene derecho alguno de ponerse de pie y hablar hasta que por la vida que usted ha vivido, usted ha preparado la tierra para que ellos con disposición escuchen. Deje que el Espíritu de Dios lo llene a usted, para que cuando usted abra su boca, ahí pueda haber recepción. Oremos.
Padre, estamos agradecidos en esta mañana porque nos has enseñado de nuevo a partir de tu Palabra algunos principios para que los aprendamos en nuestras vidas. Estamos agradecidos por lo que hemos visto tan solo en la doctrina del nacimiento de la iglesia, y tratando de entender estas cosas en estas dos semanas. Y, Señor, simplemente oramos que seamos estudiantes fieles de las Escrituras, aquellos que no solo saben sino que lo hacen, no solo oyentes sino hacedores.
Padre, te damos gracias porque en tu gracia maravillosa Tú diseñaste edificar tu iglesia, y que no has dejado que las puertas del Hades prevalezcan contra ella. Y que todavía estás edificándola, inclusive en la actualidad esta mañana, Tú estás bautizando a creyentes nuevos en el cuerpo, y estás morando por tu Espíritu a cristianos. Y, Padre, que Tú estás diciéndole a cada uno de nosotros que estamos aquí en esta mañana: “Quiero llenar tu vida, quiero morar dentro de ti ricamente, esto es llenar toda área de tu vida controlando totalmente todo”.
Padre, que no reclamemos nada para nosotros mismos, sino que entreguemos todo al control de la presencia del Espíritu de Cristo. Que, de hecho, podamos ser el tipo de persona que llama la atención de otros, el tipo de vida de milagro que llama la atención de los ojos y los oídos y los corazones de otros a nosotros, para que cuando abramos nuestra boca, la tierra ya haya sido preparada por el tipo de persona que somos, para que el mensaje que damos dé fruto.
Entonces, Padre, sabemos que antes de que la tarea sea hecha, debemos ser las personas que la puedan hacer; comienza con nosotros realizando una gran obra de convicción, si es necesario, para que veamos el pecado que no ha sido confesado, para que lo confesemos y comencemos de manera fresca y recta contigo para que seamos controlados por el Espíritu.
Y después, Padre, que seamos usados para la gloria definitiva de Jesucristo, al ganar a hombres y mujeres para Él. Gracias por lo que hemos aprendido hoy y por lo que Tú nos enseñarás continuamente conforme estas cosas están en nuestros corazones. En el nombre de Jesús. Amén.
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