Si es tan amable en tomar su Biblia y pasar a 1 Corintios, capítulo 1. El libro de Primera de Corintios está dividido básicamente en la discusión de Pablo de los diferentes problemas que existían en la Iglesia corintia. El libro entero, comenzando en el versículo 10 del capítulo 1 y hasta el capítulo 16, trata con las áreas de problemas en la asamblea. Pero el primer problema que confrontó el apóstol conforme lo escribió, fue el problema de la división. La Iglesia estaba dividida en grupos. Estaban peleándose unos con otros, discutiendo, se habían dividido. Y éste era un problema muy, muy grave. Y entonces, el apóstol escribe en el capítulo 1, versículo 10, hasta el final del capítulo 3, para enfrentar el problema de división en la Iglesia.
Tres capítulos o partes de tres capítulos enfrentando con el problema de división. Ahora, conforme llegamos al capítulo 1, versículo 18, Pablo continúa enfrentando este problema de división en la Iglesia. Vamos a estar viendo el capítulo 1, versículo 18 hasta el capítulo 2, versículo 8 como una unidad. Esa porción de las Escrituras, desde el 1:18 al 2:8, cubre el tema de la insensatez de Dios… la insensatez de Dios. Y encontraremos esa frase utilizada aquí y la explicaremos conforme avanzamos.
Esta, creo yo, es una de las más grandes secciones en todas las Escrituras porque presenta un contraste -ahora escuche esto- presenta un contraste entre la insensatez de los hombres, la cual creen que es sabiduría y la sabiduría de Dios, la cual ellos creen que es insensatez. Hace un contraste entre la sabiduría humana y la sabiduría divina. ‘Ahora’, usted dice, ‘pero John, ¿cómo es que eso se relaciona con el tema de la división en la Iglesia?’ Bueno, permítame explicarle cómo.
Ahora, todos sabemos que los griegos estaban enamorados de la filosofía. Recuerdo que en la universidad tomé un curso de filosofía griega y prácticamente toda la filosofía en la época moderna se remonta a un origen griego. Los griegos eran grandes filósofos. Ellos iban por todos lados promoviendo diferentes filosofías y atrayendo a personas a ellos de tal manera que toda la cultura griega estaba dividida filosóficamente en pequeños grupos. Ahora, en Estados Unidos, durante varios años hemos tenido un sistema político que se divide a sí mismo entre los republicanos y los demócratas. También están los independientes, los miembros del partido liberal, los comunistas y los socialistas y demás; pero son una minoría. De manera primordial, estamos divididos en dos grandes grupos.
Bueno, en Grecia, si se puede imaginar esto, pudo haber habido cincuenta filosofías dominantes que dividían a la población entre esas cincuenta diferentes filosofías, y todas estaban divididas en grupos que se aferraban a diferentes filosofías, escuche, acerca del significado del hombre y el destino. Ahora, usted puede estudiar la filosofía de Platón y puede estudiar otras varias filosofías griegas; y hay muchas de ellas, y encontrará que por cada filósofo hay una filosofía diferente. La palabra filosofía simplemente significa sabiduría humana. Sabiduría del hombre. La palabra literalmente significa en griego el amor de la sabiduría, sophia y phileo. Amar la sabiduría. Había personas que amaban la sabiduría humana y desarrollaron pequeños sistemas; y la gente se sentía atraída a esos sistemas, de tal manera que había divisiones de filosofía dependiendo de cuál era el grupo al cual usted pertenecía en Corinto.
Ahora, cuando nació la Iglesia, y todos estos grupos fueron salvados y se unieron, por muy extraño que pareciera, aunque estaban unidos en Cristo y aunque se identificaban de manera común con la cruz, todavía se aferraban a varias diferentes filosofías a las que originalmente se habían aferrado. Entonces, la Iglesia también se dividió en pequeños grupos, cada uno de los cuales se apegaba a diferentes puntos de vista filosóficos. O, podría decir, que había cristianos de esta filosofía, cristianos de esa filosofía, cristianos de la otra filosofía y esto era causa de división en la Iglesia.
Era como si en nuestra Iglesia estuviéramos divididos entre los demócratas y los republicanos y nunca nos uniéramos en cosas. Así era en Corinto. Estaban todos divididos en pequeños grupos filosóficos, porque cuando se convirtieron en cristianos todavía se aferraban a su filosofía. Ahora, permítame decirle algo acerca de la filosofía. No soy un gran filósofo, lo cual es bueno. Es muy bueno. Le voy a decir por qué. La filosofía es innecesaria. ¿Está claro? Es absolutamente innecesaria. Usted preguntará por qué. Porque cuando está correcta, va a estar de acuerdo con las Escrituras. ¿Verdad? Entonces, usted no la necesita. Cuando está equivocada, estará en desacuerdo con las Escrituras; entonces, usted la debe rechazar. ¿Entendió eso?
Usted dice que la filosofía no tiene nada que ofrecerle a usted. Usted no necesita una filosofía. Es innecesaria porque si es correcta, la Biblia le va a decir a usted eso. La Biblia le va a decir a usted lo que está bien. Si está mal, usted debe rechazarla. Entonces, el punto que aquí Pablo está presentando es que: ‘miren, desde que se volvieron cristianos, si están unidos en torno a la revelación de Dios, conforme sobresale en la cruz, olvídense de las filosofías antiguas. Lo único que están haciendo es dividirlos en pequeños grupos. Esto no debe ser así.’ Hay iglesias que están divididas por puntos de vista filosóficos en la actualidad. ¿Sabía usted eso? Hay iglesias que están divididas por la política, la economía, la filosofía, la educación. Es muy fácil que esto suceda.
Ahora, Pablo está hablando aquí en contra de las divisiones en los versículos 10 al 17. Obsérvelo. Él habló en contra de las divisiones que ocurrían en torno a las personalidades. “Yo soy de Pablo”, dice el versículo 12, “y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo.” Pero él todavía está hablando de división, sin embargo, en esta ocasión, tiene que ver con la filosofía. Y la admiración típica griega por la filosofía y la retórica había causado que algunos de los corintios valoraran demasiado la filosofía humana. Tanto, que de hecho, aunque otras personas eran cristianas, no cooperaban con esas personas porque tenían una manera de pensar diferente.
Ahora, no creo que eso sea muy diferente de nosotros. Si usted dice que los griegos tenían un problema con el amor de la filosofía y la retórica, usted tiene que decir que los estadounidenses también. Digo, si hay algo a lo que Estados Unidos se ha aferrado es la filosofía. ¿Sabe lo que la filosofía significa? Opinión humana, sabiduría humana. Y no termina ahí. Escuche las noticias, las enciende, alguien dice esto y aquello y esto y demás. Fin de la cita. Como si significara algo. O cuando usted realmente no tiene un punto fuerte, usted cita a alguien más, aunque también puedan estar equivocados, por lo menos tienen algo de credibilidad. Y citamos a las personas. O están los programas de radio en donde alguien ofrece cualquier opinión.
No hay fin a la masa de palabras que tiene que ver con la filosofía humana, la filosofía de la vida, el significado de la vida, el destino de la vida, en qué consiste la vida. Cómo debemos vivir. Para qué estamos aquí. Qué debemos hacer. Adónde vamos. De dónde venimos. Y continúa y continúa. Y hemos hecho un dios de la educación y un dios de la opinión humana. Entonces, realmente no somos diferentes de los griegos en absoluto.
Ahora, quiero que observe aquí que Pablo ataca este problema en Corintio comenzando en el versículo 17. Si usted lo ve, lo verá. “Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio.” Ahora, el Evangelio son las buenas noticias. ¿Cuáles son las buenas noticias? Es este libro aquí, la revelación de Dios que termina en el acto redentor de Cristo en la cruz. “El Evangelio, no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.” O sea nula, o no tenga efecto. Ahora, aquí Pablo presenta el contraste básico que va a dominar su pensamiento hasta el final del capítulo 3. Él presenta la sabiduría humana en contra de la cruz. “Yo vine a predicar el evangelio,” no sophia lego en el griego, lo cual significa sabiduría de palabras o doctrina de sabiduría o sabiduría humana. “Vine a predicar el Evangelio no con sabiduría humana.”
Las doctrinas de sabiduría humana se oponen a la Verdad de Dios. Se oponen al Evangelio. Entonces, Pablo le está diciendo a los corintios: ‘miren, no se dividan por la filosofía humana. El Evangelio, la revelación de Dios es lo único que es necesario. Toda la verdad que Dios quiere que usted tenga está aquí. No necesitan a un filósofo humano. La Palabra de Dios permanece sola. No se le necesita agregar nada de sabiduría humana.’
Entonces, Pablo presenta la sabiduría humana en contra del Evangelio. Ahora éste es su tema; de hecho, a lo largo del resto del capítulo 1, él utiliza la palabra sophia 16 veces. Entonces, esto es de lo que está hablando. Ahora, permítame decirle algo, simplemente para darle otro ángulo en esto. La filosofía, escuche esto, siempre ha sido una amenaza a la revelación. La filosofía siempre ha sido una amenaza para la revelación. La filosofía nunca ha ayudado a la revelación de Dios. Usted no necesita agregar opinión humana a la Palabra divina. ¿Entiende usted eso? Usted no necesita decir: ‘Y Dios dijo tal y cual, y a mí me gustaría agregar esto en lo personal.’ ¡No! Cuando Dios lo ha dicho, se acabó.
No se puede agregar algo a lo que Dios ha dicho, me gustaría agregar. No, no. Martin Lloyd Jones dijo esto: “La desviación entera hacia el modernismo que ha afectado a la Iglesia de Dios y casi destruido su Evangelio viviente, puede ser rastreada, aún ahora, cuando los hombres comenzaron a desviarse de la revelación a la filosofía.” Ahora, quizás usted no conozca mucho de la historia de la doctrina o la historia de la Iglesia, pero esa es una declaración muy precisa. Permítame decirle algo más: cuando la filosofía se mete con la revelación, la revelación pierde.
Ahora, llamamos a eso modernismo, pero no lo es. Es algo antiguo. No hay nada moderno en eso. Permítame darle un par de ilustraciones de cómo la filosofía echar a perder la revelación. Ahora, la Biblia enseña cosas simples. La Biblia enseña que los primeros cinco libros, Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio fueron escritos por un hombre. ¿Quién fue ese hombre? Moisés. De hecho, son llamados por los judíos la ley de Moisés. El Pentateuco, lo cual significa cinco; la ley de Moisés. Pero llegó un grupo de hombres unos 100 años atrás o más y dijeron: ‘bueno, somos los racionalistas’. Y su criterio para la verdad era este: nuestra filosofía es que sólo aquello que es racional para el intelecto humano es verdadero. Si algo no puede encajar en nuestras mentes y no puede ser concebido por nosotros como verdadero, no es verdadero. Y entonces, vieron al Antiguo Testamento y dijeron: ‘oh, oh, hay varias cosas aquí que simplemente no podemos comprender.’
Una es que no estamos de acuerdo con que Moisés escribió los primeros cinco libros. ¿Por qué? Porque Moisés no habría podido conocer tanta información en ese entonces. Como puede ver, la ley no se había desarrollado. La evolución de la ley vino mucho, mucho tiempo después. Él no pudo haber escrito los diez mandamientos en ese tiempo tan temprano. ‘No, no, no.’ Entonces, dicen que Moisés no lo escribió. ¿Quién lo escribió? Y vinieron J, E, P y D lo escribieron. Usted preguntará quién es esa persona. Ellos dijeron cada vez que la palabra Jehová está ahí, Jehová es el escritor. Después está el Elohim. Cuando está aquí, Elohim es el escritor. Después está la palabra P, el escritor del sacerdocio y después el de deuteronomista, quien escribió Deuteronomio.
El único problema que usted tiene algunas veces es que tiene a los J, E, P y D en el mismo versículo, entonces ellos tienen problemas. Y entonces ellos dicen: ‘bueno, vinieron muchos redactores y editaron todo y son los que realmente escribieron. Realmente no fue escrito por Moisés en absoluto.’ Ahora, observe, la filosofía humana fue impuesta en la revelación, en la cual ¿quién perdió? Perdió la revelación. Permítame darle otro ejemplo. La Biblia enseña algo simple. Moisés escribió esos libros. Y esas personas que dijeron que no podían haber tenido una ley, no muchos años después, cuando alguien descubrió el Código de Hammurabi, el cual era un sistema legal muy sofisticado que antecede a Moisés, demostró que estaban equivocados. Entonces, escuche eso.
Segundo punto, Segundo punto, tome por ejemplo la Biblia que enseña que Dios creó las cosas, ¿verdad? Usted lee en Génesis 1: “En el principio, creó Dios los cielos y la tierra.” En el primer día, el segundo día, el tercer día, el cuarto día, el quinto día, el sexto día. Dios creó. El séptimo día, Dios reposó. Ahora, la Biblia, de manera muy explícita presenta que Dios creó esto. La filosofía humana dice: ‘No. De hecho, la única explicación para la existencia de las cosas es la evolución.’ ¿Acaso la Biblia dice algo acerca de la evolución? ¿La palabra evolución aparece en la Biblia? Claro que no.
La Biblia no habla de evolución, pero la filosofía humana sí. Todo comenzó a partir de un lodo primitivo. Y en ese lodo había una cosa de una célula que realmente estaba muy, muy afligida por ser algo de una célula. Quería compañía y entonces, se dividió y se volvió en dos. Y entonces, claro, todo se salió de control y aquí estamos. Y eso en esencia es una explicación muy limitada científica de la evolución. Digo, todos estamos de acuerdo.
Muy bien, entonces usted tiene la Biblia la cual dice que Dios lo hizo en seis días. Usted tiene la evolución la cual dice que salió de un lodo primitivo y tomó billones de años. Y alguien viene y dice: ‘bueno, claro que la Biblia emanó de Dios de alguna manera, yo creo eso. Pero también creo en la evolución. Yo sé que vamos a inventar una evolución teística.’ Esto es, vamos a tener un conglomerado de ambos. Dios, hizo el lodo, después la cosa evolucionó y cuando llegó al lugar del hombre, esto es lo que se llama creacionismo progresivo, llegó al lugar del hombre, Dios le dio al hombre un alma; y entonces, Dios comenzó. Y Dios entró ahí y el resto fue un proceso evolucionario y usted tiene creacionismo progresivo o evolución teísta.
¿Y sabe lo que vuelve a suceder? Cuando la filosofía se impone a la revelación, la revelación se confunde y pierde. Nosotros no necesitamos la evolución. Dios no la necesita. Otro ejemplo. Y esto se vuelve más práctico. Tenemos en la actualidad algo que se llama ciencia que no tiene nada de ciencia bajo el título de psicología. Ahora, la Biblia habla mucho de cómo vivir, ¿verdad? La Biblia habla mucho acerca de cómo deshacernos de la culpabilidad, confesar nuestro pecado. No conozco una manera mejor. Nunca he conocido ninguna terapia que pudiera hacer tanto como la confesión puede. Nunca he conocido ningún psiquiatra que pueda liberar alguien de pecado, pero sé que Cristo sí.
La Biblia habla mucho de eso. Habla mucho de consejería y exhortación, pero lo que sucede es que muchas personas toman la Biblia y se van a la universidad y reciben 14 años de educación freudiana e imponen a las dos y, ¿adivine quién pierde? La Biblia. Los patrones de vida y las Escrituras no necesitan que Freud les ayude. Dios no necesitó a Freud. Freud necesitaba Dios.
Ahora viene alguien más y dice: ‘sé que la Biblia enseña el Evangelio, pero necesitamos añadirle al Evangelio’; y entonces, crean lo que llamamos el Evangelio social. ¿Saben lo que sucede? Poco después, el verdadero Evangelio se pierde. La filosofía nunca le hizo ningún favor a la revelación, nunca. Un hombre en Alemania llamado Rudolph Bultmann. Ahora, Bultmann dijo: ‘mi filosofía es la filosofía de desmitificar.” Usted preguntará qué es eso. Eso significa que debemos sacar todos los mitos de la Biblia. Usted preguntará qué es un mito. ‘Cualquier cosa que yo no crea’, dijo Rudolph, quien entonces procedió a quitar, a borrar la Biblia entera. La filosofía de Bultmann se impuso sobre la revelación; y la revelación, perdió.
Escuche, la revelación no necesita la filosofía. Usted no necesita sabiduría humana. Usted no necesita filosofía humana. Usted necesita la Palabra de Dios. Y si usted conoce la Palabra de Dios y si usted comprende la Palabra de Dios, usted conoce la razón de todo. Usted comprende que usted necesita conocer y tiene las soluciones para sus problemas. Como puede ver, sólo hay dos maneras de pensar en todo, la del hombre y la de Dios. Y así es la del hombre. Es superficial, egoísta, no realista, apelando a la carne, elevando los deseos, apoyando el orgullo, promoviendo la independencia. Hace del hombre el centro. ¿Y quién lo quiere?
La filosofía humana, realmente, creo que cumple Romanos 1:25. Cambia la Verdad de Dios por una mentira y adora a la criatura más que al Creador. Eso es lo que hace la filosofía humana. Como puede ver, lo dice Romanos 1, el conocimiento de Dios estaba ahí. Usted tenía el conocimiento de Dios, usted tenía la revelación de Dios, siempre ha estado todo ahí, impusieron la filosofía humana en la revelación y convirtieron la Verdad de Dios en una mentira. Escuche, todo lo que Dios quiere es que aceptemos la revelación. No que nos dividamos en grupos filosóficos. Usted añade sabiduría humana a la Verdad divina y lo único que hace, observe el final del versículo 17, hace que la cruz sea vana.
Entonces, Pablo con el versículo 17, entra en un contraste extenso entre la sabiduría de Dios y la sabiduría de los hombres. Observe el versículo 18: “Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.” Ahora, observe este versículo con atención. La palabra de la cruz es locura a los que se pierden, es que decir a aquellos que están sin Dios, aquellos que están muriendo en pecado, aquellos que pasarán la eternidad en el infierno, aquellos que no conocen a Dios, por quienes el corazón de Dios se entristece y el nuestro también. Pero para ellos, la predicación, la palabra de la cruz es locura, pero para nosotros, los que se salvan, es poder de Dios. Y la razón por la que es locura o insensatez para ellos es porque han elevado su propia filosofía; y la cruz les parece tan torpe para ellos, tan insensata, tiene filosofías tan complejas que venir y decirles: ‘Te quiero dar un mensaje simple, Dios, en carne humana murió en la cruz, pagó la paga por tu pecado, por fe en ese acto y Su resurrección puedes ser salvo y tu destino eterno está asegurado en el cielo para siempre.’ Y dicen: ‘No, eso es ridículo. Qué torpe es que la muerte de un hombre, en un monte, en un pedazo de madera, en ese momento en la historia es el factor determinante para el destino de todo hombre que jamás vivió. Ridículo.’ No pueden aceptarlo. Es locura.
La palabra locura, palabra simple, es la palabra morón, de la cual obtenemos torpe. Es torpe. Es absurdo. Ahora observe la palabra ‘palabra’ aquí. En el griego es la palabra logos. “Porque la palabra de la cruz,” Ahora, observe esto, “porque la palabra de la cruz.” Ahora, regrese al versículo 17. Y aquí usted no tiene la ‘palabra de la cruz’, sino la ‘palabra de sabiduría’, sabiduría humana. Y ahí está el contraste. Él hace un contraste entre la palabra sabiduría con la palabra de la cruz. La sabiduría humana es presentada contra la cruz. Ahora, quiero mencionar una cosa. La palabra de la cruz aquí significa todo lo que está involucrado en la cruz. El logos es la revelación total.
Usted dice: ‘Bueno, John, ¿cuál es la palabra de la cruz?’ ¿Ve este libro? Yo creo que este libro entero es la palabra de la cruz. ¿Sabe usted que todo antes de la cruz apuntaba a la misma y todo después de la cruz explica a la cruz? Esta es la palabra de la cruz, revelación. La revelación de Dios, entonces, la cual llega a su clímax en la cruz, es presentada en contraste a la sabiduría de los hombres. Pablo dice estas dos cosas están opuestas. Y entonces, la gente que se aferra a la sabiduría humana, cree que la cruz es torpe. Pero nosotros, que somos salvos, sabemos que es el poder de Dios. Y eso es lo que él dijo en Romanos 1, “no me avergüenzo. Aunque el mundo crea que soy torpe y aunque los filósofos crean que debo tener un cerebro pequeño, que no tengo educación, aún así no estoy avergonzado del Evangelio de Cristo. Puede ser torpe para ellos, pero es el poder de Dios para los que creen.”
Entonces, la palabra de la cruz, la cual se ve como torpeza para los hombres, realmente es el poder de Dios. Como puede ver, los hombres debido a su racionalismo, debido a la elevación del ego humano, debido a que quieren sus propias filosofías no se pueden postrar ante algo tan simple como eso. Y es simple, créame. Digo, Jesús mismo dijo “a menos de que se convierta como niño pequeño no puede entrar al Reino “. Es simple. No es una filosofía compleja. Pablo llega a Corinto. Él llega en el medio de muchas filosofías, ¿qué va a hacer? ¿Simplemente ofrecer otra filosofía y entrar en ese remolino de filosofías? ¿Sabe usted lo que él hace ahí? Observe el capítulo 2, versículo 2.
“Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado.” ¿Sabe usted por qué dijo eso? Porque ya había bastantes ideas que andaban por todos lados. Él no les iba a ofrecer otra filosofía. Simplemente habría sido otra cosa que colgar en la pared. Él quería darles algo que sería muy opuesto a lo que ellos creían, algo muy simple, no complejo, algo muy histórico, no etéreo, algo muy concreto y objetivo, no subjetivo y nebuloso. Y les dio la cruz y él la mantuvo arriba, la mantuvo arriba, la mantuvo arriba, le exaltó, la levantó en Corinto durante al menos 18 meses. Esa es la cantidad de tiempo que él se quedó allí.
Y usted sabe, usted estudia las religiones humanas; pero no las estudie durante mucho tiempo, porque hay muchas otras cosas que hacer, como cortar el césped y cosas así. Pero estudie la filosofía humana por unos minutos y, ¿sabe qué descubrirá? Que toda religión que el hombre jamás haya desarrollado - y él ha desarrollado todas ellas excepto el cristianismo - es compleja. Eso apela a su cerebro, a su ego, es compleja. El hombre no va a aplastar su ego para rebajarse al nivel de la simplicidad de la cruz y reconocer el hecho de que no importa lo que él piense y no importa cuán inteligente sea, uno no es algo a través de su intelecto, sino a través de la fe.
Él no quiere llegar a ese punto. Como puede ver, a él no le gusta la cruz, porque si uno viene a la cruz, uno tiene que admitir que uno es un pecador; y a él tampoco le gusta eso. Y ése es el problema. Pero la cruz todavía es el tema. La revelación de Dios culmina en la cruz. ¿Pero sabe una cosa?, la filosofía humana no lo entiende. Para darle una ilustración, sabe que ni siquiera Pedro lo entendía. Pedro tenía una filosofía. La palabra filosofía, podríamos usar la palabra opinión. Pedro tenía una opinión. Él pensó que el Mesías vendría y establecería Su Reino y simplemente, todo sería maravilloso.
Un día Jesús dijo en Mateo 16: “Voy a morir”. ¿Se acuerda cómo reaccionó Pedro eso? “No, Señor, no vas a morir.” Oh, está bien. Una cosa que la revelación no necesita es la opinión de Pedro. Pero como puede ver, la filosofía de Pedro estaba opuesta a la Verdad. Y entonces, Jesús le dijo: “Quítate de delante de mí, Satanás.” Tienes una filosofía satánica. Fueron al huerto y los soldados vinieron a capturar a Cristo en Juan 18, Pedro sacó su espada y trató de cortarlos. Jesús le dijo que quitara eso. ¿No has entendido el mensaje todavía? Finalmente, después de la cruz, él entendió.
En Hechos 3, él está predicando ahí y dice: ‘Estas cosas que Dios antes había anunciado por boca de los profetas que Cristo debía sufrir, Él así cumplió.’ Él se oye como un verdadero experto. No fue sino hasta después de la cruz que él entendió la cruz. Más adelante, cuando escribió su carta de 1 Pedro 2:24 dice: “quien Él mismo llevó nuestros pecados en Su propio cuerpo en el Madero.” Como puede ver, Pedro aprendió el significado de la cruz, pero al principio, su filosofía se oponía a la cruz. No podía verlo. No podía entenderlo. Como puede ver, era para él como cualquier otro judío. Viendo el versículo 23, “Cristo crucificado es para los judíos un” ¿qué? “Un tropezadero. Pero a los gentiles o a los griegos es locura.” No encaja en la razón humana. No pueden racionalizarlo. Como si el intelecto fuera la autoridad.
Entonces, el contraste es establecido en los versículos 17 y 18. La cruz es el poder de Dios para salvación. Nos salva. Pero para el mundo inmerso en sabiduría humana es torpe. Ahora, con eso como introducción del versículo 19 hasta el capítulo 2, versículo 8, Pablo da cinco razones por las que él considera la sabiduría de Dios superior a la del hombre. Y estas son realmente buenas. Cinco razones por las que Pablo considera la sabiduría de Dios superior a la sabiduría del hombre.
Razón número uno: la sabiduría de Dios es permanente. Su permanencia. Versículos 19 y 20. Ahora, esto es muy interesante. Aquí Pablo usa un pasaje del Antiguo Testamento para mostrar que la sabiduría del hombre va a ser hecha a un lado. Que es muy temporal. Observe el versículo 19.
Y Pablo cita a Isaías 29:14: “Pues está escrito,” y está en Isaías 29:14, “destruiré la sabiduría de los sabios y desecharé el entendimiento de los entendidos.” Ahora, ese es Isaías 29:14. Y permítame apresurarme para ayudarle a interpretar eso. Eso puede tener un cumplimiento general definitivo. Va a llegar un día, cuando todas las filosofías de los hombres van a ser hechas a un lado, ¿verdad? Cristo va a reinar como Rey de Reyes. Cuando toda la sabiduría del hombre se convierta en cenizas. El periodo de tribulación, conforme lo estudiamos en el libro de Apocalipsis, es la desintegración de toda la sabiduría del hombre, pero tiene más que tan sólo un cumplimiento futuro. Tuvo un significado muy interesante en el momento en el que fue dado. Como muchas profecías, tiene un cumplimiento inmediato y un cumplimiento a futuro.
Y esto es lo que estaba pasando cuando Isaías dijo eso. Había un rey. Su nombre era Senaquerib - y quizás usted escuchó de él. Él era un rey muy poderoso y él era rey sobre una nación llamada a Asiria. Y ellos querían conquistar Judá, la tierra de Israel. Y entonces, decidieron atacar Judá. Dios, a través del profeta Isaías le dice a Judá: ‘No se preocupen, la liberación va a venir, Senaquerib va a fracasar en su conquista.’ ‘Pero’, Dios dijo, ‘no será debido a sus hombres sabios. No será la estrategia de los asesores políticos del rey Ezequías, quien era el rey de Israel en ese entonces o el rey de Judá. No será debido a la inteligencia política y los trucos políticos secretos de estos asesores sabios. No. Ustedes no van a escapar de la mano de los asirios debido a su propia sabiduría.’ Dios dice, ‘Yo mismo lo voy a hacer, porque Yo quiero demostrarles la impotencia y la temporalidad de la sabiduría humana. Cuando a su sabiduría se les hayan acabado las opciones, simplemente voy a destruirlos a todos. Yo lo voy a hacer por mí mismo y voy a hacer todo lo que vuestra sabiduría no puede hacer.’
Y bueno, esa es una promesa bastante grande. Senaquerib tenía un ejército enorme. Usted dice: ‘si Dios va a enfrentar a Senaquerib, hombre, obviamente va a tener que hacer algo fabuloso.’ Y lo hizo. ¿Sabe lo que hizo? Él simplemente llamó a un ángel. Eso es correcto. Un ángel. Usted preguntará qué sucedió. Le leí lo que sucedió. Todas esas personas sabias de Israel, todos esos asesores políticos que tenían una estrategia, tan inteligentes, todas las huestes del ejército de Israel. Dios dice: “ven aquí ángel”, el ángel del Señor Salió. Es él. Es el mismo. Y él mató en el campamento de los asirios a 185,000. Un ángel mató a 185,000; y después, esto es bastante interesante, él dice: “y cuando se levantaron temprano por la mañana he aquí, estaban muertos.”
Maravilloso, despertaron y vieron que estaban muertos. No: algunos se levantaron y descubrieron que 185,000 estaban muertos. Ahora escuche, ¿sabe lo que eso dice acerca de los ángeles? No se meta con ellos. Lo que todos los asesores políticos de Israel no pudieron hacer, todo lo que la sabiduría y el conocimiento e inteligencia de lo mejor del pueblo no pudo hacer, Dios lo hizo con un ángel. Y Él dice: “simplemente voy a aplastar su sabiduría. La voy a hacer a un lado. No la necesito.” Dios siempre le dijo a Israel que pelearía por ellos.
¿Sabe una cosa?, tenemos la idea equivocada. Queremos resolver todo por nuestra propia ingenuidad en lugar de que Dios lo haga. Entonces, Pablo usa ese pasaje y esto es algo fantástico. Oh, por cierto. No sólo eso, sino que más adelante, Senaquerib regresó y vivió en Nínive, la cual era la capital de Asiria. “Y aconteció que mientras adoraba en el templo de Nisroc su dios, sus hijos Adramelec y Sarezer le mataron a espada, y huyeron a la tierra de Ararat; y reinó en su lugar Esar-hadón su hijo.” Entonces, el Inclusive fue matado por sus hijos.
Como puede ver, Dios no necesitó nada de la sabiduría de Israel. Y ése es el punto, ahora usted puede regresar a 1 Corintios 1:19. Pablo dice: ‘miren, ustedes conocen el pasaje de Isaías. Dios nunca necesitó sabiduría humana. Dios nunca necesitó entendimiento humano.’ Proverbios lo dice de esta manera en el 14:12: “hay camino que le parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte.” ¿Y sabe una cosa?, siempre hay personas que quieren dar su opinión. ‘Bueno, yo creo esto y aquello. Bueno yo…’ Y yo creo que una de las razones por la que tantas personas no vienen a la Biblia o no vienen a la Iglesia o no estudian el cristianismo es porque su propia filosofía es tan débil que no podría resistir otro golpe, no podría sostenerse. Usted sabe, ellos prefieren enmascararse a sí mismos, colocar sus cabezas en la arena y simplemente, ser sepultados. Manteniendo sus dedos cruzados eternamente.
Escuche a Jeremías 8:9: “Los sabios se avergonzaron, se espantaron y fueron consternados.” Ahora escuche esto: “He aquí que aborrecieron la palabra de Jehová; ¿y qué sabiduría tienen?” Escuche, si usted rechaza la revelación, ¿qué sabiduría queda? No queda ninguna. Dios es presentado en contra de la sabiduría humana. Él se presentó en contra de la filosofía humana, inclusive la filosofía de Israel, Judá. Él la destruye. La sabiduría humana es definida, creo yo, mejor que en cualquier otro lugar en la Biblia, en Santiago 3:15 en términos muy aptos. Dice esto, y quizás nunca antes ha pensado en esta definición. Escuche esto: “Esta sabiduría no desciende de lo alto.” Muy bien, sabemos qué sabiduría es, ¿verdad? No es la sabiduría de Dios, es la de el hombre. No viene de arriba. Es simplemente sabiduría del hombre. Ahora escuche: “Es terrenal, animal y diabólica.” La sabiduría humana es uno terrenal. Esto es que nunca va más allá de la tierra. Realmente nunca entiende la realidad sobrenatural. Es terrenal.
Dos, animal o sensual, se basa en deseo y concupiscencia humana. Tres, diabólica, su fuente es Satanás. Eso es la sabiduría humana. Ahora eso, amigos míos, es presentado en contraste a la sabiduría de Dios, ¿no está usted de acuerdo? Eso es Santiago 3:15. Entonces él dice, está escrito. Es permanente. La sabiduría de Dios es permanente. El versículo 20 hace algunas preguntas. Realmente es una pregunta con tres partes. “¿Dónde está el sabio, dónde está el escriba, dónde está el diputador de este siglo?” ¿Dónde están todos los inteligentes que resuelven todos los problemas? ¿No estamos gritando eso en este momento?
Digo, hemos hablado tanto de lo grande que es la educación y cómo nos hemos educado a nosotros mismos y nos hemos metido en problemas que no podemos resolver. ¡Claro, nunca podremos resolverlos! ¿Y sabe una cosa?, la sabiduría humana nunca resolvió nada. Toda nuestra educación realmente nunca resolvió nada. Usted dice ‘espera un momento, espera un momento, solíamos vivir ahí en el bosque y ahora estamos en ciudades y en hogares’. Es correcto. Y estamos igual de putrefactos aquí como estábamos allí. No hemos cambiado. Solamente estamos más cómodos. ¿Sabe una cosa?, nuestra inmoralidad no se comete en el bosque. Se comete en hoteles elegantes. No es diferente. Simplemente hemos hecho que nuestro pecado sea más cómodo. La sabiduría humana a lo largo de la historia, la historia del hombre, nunca ha resuelto ningún problema real. Nunca.
Simplemente nos hace estar más cómodo con nuestros problemas. Eso es todo. Y entonces, Dios dice, ¿dónde están las personas sabias? ¿Dónde están todas esas personas sabias? Y aquí cita a Isaías 19:12. Y es muy interesante. Porque en Isaías 19, Dios le estaba hablando a Egipto. Y Él dice ‘Egipto, se acabó. Has seguido a dioses falsos y has adorado a dioses falsos y has negado Mi Verdad y vas a ser juzgado.’ ¿Y se acuerda usted de esa gran profecía en contra de Egipto que los ríos se secarían y el mar ya no dejaría más agua? Y Menfis sería destruida, la gran ciudad, la capital de todas estas cosas. Y cuando todo eso fue hecho, entonces Isaías dice: ¿dónde están sus hombres sabios? ¿Quién va a ofrecer la solución ante la destrucción de Dios? La respuesta es que no quedó nadie.
Y en Isaías 19 dice que buscaron a los adivinadores y a los médium y a los hechiceros, ¿y sabe usted qué respuestas tuvieron? Ninguna. No hay ninguna respuesta. ¿Ahora dónde están los sabios? Y él dice la segunda pregunta, ¿dónde está el escriba? ¿Dónde está el escriba? Y éste es el escritor y de hecho, de nuevo es Isaías 33:18, donde usted encuentra esa afirmación. Y tenía que ver de nuevo con los asirios. Los asirios, cuando enviaron a su ejército, enviaron a escribas. ¿Sabe lo que debían hacer los escribas? Ellos tenían que escribir o registrar todas las cosas que se llevaban cuando tomaron Israel.
Tenían que enlistar todo el botín y tenían que registrar todo el tributo que tenía que ser exigido. Tenían que escribir todo lo que era llevado en la victoria. ¿Sabe lo que pasó? No se llevaron nada en victoria. Los escribas no tenían nada que escribir. Y entonces, Isaías dice ‘¿dónde están los escribas?’ No hay ninguno. Entonces él dice ‘¿dónde está el disputador de este siglo?’ Y esto no creo que tenga una contraparte en el Antiguo Testamento. La palabra diputador aquí es la misma palabra griega que se usa para discutir acerca de filosofía. ¿Dónde están ahora sus argumentos filosóficos? Miren dónde están las personas versadas en filosofía. ¿Dónde están las personas versadas en literatura, los escribas? ¿Dónde están las personas versadas en retórica? ¿Dónde están cuando los necesitan?
Toda su sabiduría es insensatez. ¿Sabe una cosa?, tengo ese sentimiento en el mundo en la actualidad, ¿no es cierto? ¿Quién conoce alguna respuesta? Ninguno de ellos. Entonces, para presentar de manera clara la futilidad y fatalidad de la sabiduría humana, Pablo de manera sarcástica dice dónde está el sabio y dónde está el escriba y dónde está el disputador de este siglo? Dígame usted en qué ha contribuido en algún punto en la historia la filosofía humana al hombre. ¿Qué es lo que ha hecho para hacerlo más noble? ¿Para hacerlo un hombre mejor en su corazón? ¿Qué ha hecho en algún punto para levantarlo? Nada, nada, nunca nada. La sabiduría del mundo es torpeza cuando trata de redimir a los hombres, cuando trata de transformar a pecadores. No puede hacerlo. No puede.
Entonces, ¿no ha enloquecido Dios a la sabiduría del mundo? Dios simplemente hizo que se viera torpe. La filosofía es tan torpe y no estoy hablando de la ética, no estoy hablando de la bondad y el amor. Simplemente estoy diciendo que ninguna de estas filosofías humanas, no importa lo bueno que parezcan en la superficie, realmente llegan al fondo del problema. Y eso es el alma eterna del hombre. Entonces, Dios en sabiduría, permitió que los hombres educados del mundo busquen mediante su sabiduría mundana, la solución al sufrimiento del hombre. Y lo vieron y tenían filosofías y más filosofías y más filosofías y ¿sabe qué pasó? Nunca llegaron a descubrir el secreto.
Realmente nunca llegaron al fin de toda la sabiduría humana. Se quedaron sin lo que más necesitaban; y ése es el conocimiento de Dios. Nunca conocieron a Dios porque Dios en estas cosas no podía ser encontrado. La paz, el gozo, el perdón, la libertad de la culpa, el significado de la vida, la esperanza eterna y toda la filosofía humana nunca conoció a Dios. Eso lo que Pablo dice. Simplemente es algo torpe. Pensaron que la cruz era torpe. Fue su filosofía la que era torpe.
Entonces, Dios entra a hacer lo que la sabiduría humana nunca pudo hacer y eso nos lleva al segundo punto. Y simplemente, veremos el primer versículo del segundo punto. Pablo dice ‘la sabiduría de Dios es superior a la de los hombres debido a su permanencia y en segundo lugar a su poder.’ Puede hacer lo que la sabiduría del hombre nunca hizo. Observe el versículo 21. “Pues ya que”, la palabra es debido a, “Pues ya que en la sabiduría de Dios el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.”
Ahora observe, él dice ‘el mundo, con toda su sabiduría, nunca conoció a Dios. Nunca alcanzó la meta definitiva del hombre de conocer a Dios. Y entonces, debido a que la sabiduría del hombre no lo pudo hacer, Dios lo hizo a través de la cruz.’ El mundo de los hombres, con toda su sabiduría. Simplemente piense en eso. Hemos tenido filósofos y hombres inteligentes por mucho tiempo. ¿Qué saben y qué ofrecen? Las guerras se incrementan, el crimen se incrementa, la injusticia se incrementa, el odio, la crueldad, los problemas, los problemas mentales, las drogas, el alcohol, problemas, problemas, problemas, problemas, nunca jamás cambia.
No hemos resuelto ningún problema, no con filosofía humana. Porque los hombres no pueden obtener salvación, ellos no pueden tener una naturaleza transformada. Ellos no pueden conocer a Dios mediante su propia sabiduría. E inclusive la religión no sirve. Toda la filosofía del mundo termina en bancarrota. Ahora Dios dice: “Me agrada a Mi hacer algo tan básico y torpe y absurdo a los ojos de ellos como la muerte en la cruz para cumplir lo que ellos no podían cumplir con las complejidades de sus filosofías a lo largo de los tiempos.” ¿No es eso hermoso?
Simple. Capítulo 3, versículo 18, dice lo mismo: “Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio.” Más vale que se rebaje al nivel de la cruz. Más vale que realmente se baje de su exaltación para que realmente sea sabio. “Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos.” El siguiente versículo dice: “El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos.”
Ahora, note esta frase tan interesante al principio del versículo 21. ¿Qué dice? “Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo”, en otras palabras, que este plan sabio de Dios, que Él permitió que el mundo siguiera en su propia sabiduría. En la sabiduría de Dios, Él permitió que el mundo siguiera su propio camino. El hombre existe rodeado por la sabiduría de Dios. Y en medio de la sabiduría de Dios, el mundo por sabiduría, ¿qué? no conoció a Dios. Aquí estamos rodeados por la sabiduría de Dios y somos ignorantes de ella. Para mí, eso es Romanos 1. “Lo que de Dios se conoce está en ellos?, ¿verdad? Y está alrededor de ellos. Las cosas invisibles de Dios pueden ser vistas en la creación pero a los hombres no les gustó retener a Dios en su conocimiento. Se volvieron de Dios, convirtieron Su verdad en una mentira, adoraron a la criatura más que al Creador, comenzaron a adorar imágenes, aquí está el hombre rodeado por la sabiduría de los Dios. Cada vez que ve un monte, cada vez que ve su mano, ve la sabiduría de Dios. Las estrellas, las complejidades de la naturaleza, él ve la sabiduría de Dios. Y él aplica su propia sabiduría, rechaza la sabiduría de Dios y nunca conoce a Dios.
Piense en eso. El astrónomo ve su telescopio y ve las estrellas, pero no ve a Dios. El científico natural estudia su biología y botánica y lo que sea y termina con la evolución sin una fuente. La religión crea un dios que no es un dios y luego se postra ante eso que no es Dios. ¿Sabe una cosa? Es como a los griegos les gustaba resumir. La filosofía griega estaba centrada en una gran ciudad. ¿Cuál era esa gran ciudad? Atenas. El pináculo de Atenas era el Areópago, el gran monte Marte.
Pablo caminó ahí, al Areópago donde se reunían todos los filósofos griegos y allí había un gran altar. Él se acercó allí. Y esto es lo que decía: “al Dios no conocido”. ¿No es eso interesante? Con todo lo que conocían, lo que no conocían era lo que era lo más obvio, Dios. “En medio de la sabiduría de Dios,” versículo 21, “el mundo no conoció a Dios mediante su propia sabiduría.” Aplicaron lo equivocado, en lugar de aceptar la revelación, ellos tomaron su propia sabiduría y ellos no conocieron a Dios. La sabiduría humana no sirve. ¡Oh, me encanta esta parte! “Agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.”
Como puede ver, Dios realmente, Dios simplemente para mí es el golpe más grande posible en contra de toda la complejidad de la sabiduría humana. Dios hizo algo tan simple; y mediante lo más simple que Dios hizo, Él hizo lo que todos los filósofos y hombres sabios de todas las edades nunca pudieron hacer. Ahora eso lo coloca en la perspectiva correcta, ¿verdad? Los más sabios de los hombres sabios son torpes comparados con lo más simple del Dios sabio. La locura de la predicación, la torpeza de la kērygmatos.
Ahora, observe la palabra predicación. Esa es una mala traducción. No es la palabra euaggelízō, predicar el evangelio en griego. La palabra kēryxai, proclamar. Es la palabra kērygmatos. No tiene nada que ver con el acto de predicación. Es el contenido del mensaje. El kērygma, el mensaje. Y contenido. Lo que está diciendo es esto: agradó a Dios por la torpeza del Evangelio, el contenido de la cruz, salvar a aquellos que creen. La predicación… no es la idea de que la predicación es locura o insensata. Alguna predicación es torpe, estoy de acuerdo con eso, pero no es el punto aquí. El punto aquí es la torpeza, la locura del Evangelio mismo. Algo tan torpe, algo tan bajo, algo tan simple, algo tan desagradable para los judíos, es tropezadero. Es insensato. Pero fue eso insensato, eso simple, Jesús muriendo en una cruz. Usted no tiene que ser inteligente. Usted simplemente tiene que hacer ¿qué? Lo dice al final del versículo 21. ¿Salvar a los intelectuales? ¿Salvar a los que tienen un doctorado en filosofía? ¿Salvar a los sabios? ¿Salvar a quiénes? “Salvar a los creyentes”. ¡Me da tanto gusto!, ¿a usted no le da gusto?
¿No sería terrible si sólo las personas inteligentes se salvaran? Hombre, no sé quién estaría aquí el domingo por la mañana. Yo no sé dónde estaría. Y Dios no nos salvó porque somos tan inteligentes. Él lo hizo tan simple que no importa lo inteligente que seamos. Sólo necesita creer. No, la fe se apropia de lo que Dios ha hecho. Ésa es la razón por la que usted puede tener una ración de oración aquí en Grace Community Church. Puede tener a un hombre que es profesor de universidad, un hombre que tiene un doctorado en medicina. A un hombre aquí que trabaja con su manos. Alguien por aquí que quizás está algo retrasado mentalmente y todos se están congregando y compartiendo juntos la misma vida en común y orando juntos al mismo Dios y experimentando la misma comunión y la misma salvación, porque no tiene nada que ver con el intelecto.
De hecho, si usted avanza y quiere conocer la Verdad, la razón por la que dije que no muchos de nosotros estaríamos aquí, simplemente necesita ver el versículo 26. “Pues mirad, hermanos, vuestra vocación,” vea a la gente que está sentada junto a usted, “que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios”, esos somos nosotros. En serio. Alguna vez ha dicho: ‘oh, si tan solo tal y tal fuera cristiano.’ ‘Oh, si tan sólo pudiéramos ganar a tal y tal.’ No hay muchos sabios, no hay muchos poderosos, no hay muchos nobles. La mayoría de nosotros simplemente somos personas comunes y corrientes. ¿Y sabe qué? Dios hizo eso de manera deliberada como represión durante todas las épocas en contra de la sabiduría humana. Dios nunca necesitó eso en el pasado. No lo necesita ahora. Lo único que Él que necesita es la cruz y aquellos que creen en la cruz son salvos, eso es lo único que se necesita. Ése es el mensaje de salvación. Oremos.
Gracias Padre por nuestra comunión en esta mañana, por el mensaje tan claro para nosotros. Te damos gracias porque nuestra confianza no está en la filosofía humana, sino en Ti. Te damos la alabanza por eso. Y Señor, si hay alguien en esta mañana que aún no te conoce a Ti, que todavía se está aferrando a la filosofía humana, oh Dios, oro porque el Espíritu de Dios rompa la esclavitud a esa filosofía y libere a ese corazón para buscar a Cristo. A aquellos de nosotros que somos cristianos, ayúdanos a nunca enlodar la revelación de Dios al mezclarla con las palabras de los hombres y la sabiduría de los hombres. Mantennos puros. Te damos alabanza en el nombre de Cristo. Amén.
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