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Continuamos en nuestro estudio del capítulo 15 de 1 Corintios, llegando esta mañana a los versículos 29 al 34. 1 Corintios 15:29-34. Ahora, hay algunos de ustedes que son estudiantes bíblicos persistentes en esta congregación, que me han pedido que interprete 1 Corintios 15:29, durante los nueve años que he estado aquí. Y los he detenido hasta esta hora misma. Y ahora ya no puedo detenerlos porque aquí estamos, en un pasaje muy, muy difícil en la Escritura. Y vamos a esforzarnos por entenderlo conforme lo vemos esta mañana.

Ahora, he titulado este pasaje: Los Incentivos de la Resurrección, Los Incentivos de la Resurrección. Y simplemente un principio básico para comenzar, que le ayudará a usted a entender cómo vamos a abordar este texto. Toda doctrina, sea la doctrina de la resurrección o cualquier otra doctrina en la Biblia, toda doctrina bíblica, toda la teología, toda la verdad en la Escritura es dada para que produzca una respuesta práctica. La Escritura nunca tiene la intención de ser teoría, siempre tiene la intención de tener un incentivo práctico incorporado en ella.

La doctrina correcta lleva a la conducta correcta. Los principios correctos llevan a la conducta correcta. Así es la Biblia. Dios establece cierta verdad, y después cierto tipo de conducta en respuesta a eso. La teología de la Escritura no es algo que simplemente debe ser discutido, y simplemente ser objeto de plática entre teólogos, simplemente objeto de adhesión en credos, es algo que debe ser vivido. E inherente en toda la teología, toda la verdad acerca de Dios es el hecho de que una respuesta práctica se manda por la verdad misma.

Una buena ilustración de esto sería llevándolo de regreso a su Biblia, al capítulo 12 de Romanos, simplemente para señalar lo que quiero decir en este principio. En el capítulo 12 de Romanos en la primera parte del versículo, versículo 1 dice esto: “Así que os ruego hermanos, por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo.” Ahora, nos detenemos ahí. Esta es la primera exhortación dada al creyente en el libro de Romanos. Aquí está. No viene sino hasta el capítulo 12, lo cual significa que hay once capítulos de teología.

El tratado teológico más grande en el Nuevo Testamento, está en los primeros once capítulos de Romanos, y después de toda esa teología, toda esa verdad acerca de Dios, toda esa doctrina pura, finalmente él dice, “Así que”. Y la frase clave es “así que,” en el capítulo 12. Así que, en base a todas estas doctrinas, que él llama, por cierto, las misericordias de Dios, todas estas cosas que están conectadas con la naturaleza de un Dios misericordioso, todas estas verdades teológicas, debido a que son presentadas así que deben presentar su cuerpo en sacrificio vivo.

Entonces, después de once capítulos de teología, entonces usted tiene la exhortación a la conducta. Siempre es característico del apóstol Pablo que la ética cristiana, la conducta cristiana, o la moralidad cristiana se levanta del cimiento del mérito redentor. Usted vea en Romanos 1 al 11, que la mente de Pablo está abarcando todo y escudriñando las infinidades de la naturaleza de Dios. Y él está aferrándose a todo punto sobresaliente de la naturaleza de Dios, la teología entera. Y después de todas las infinidades que ha estado tratando, de pronto él desciende a la tierra y dice, “Ahora, hermanos, por tanto, esto es lo que se demanda de ustedes.” 

Ahora, toda verdad teológica grande tiene implicaciones prácticas. De hecho, en el Salmo 116, llegamos a lo que realmente podría ser dicho como una respuesta al libro entero de los Salmos. El libro entero de los Salmos explica quién es Dios y lo que Él ha hecho, quien es Dios y lo que Él ha hecho. Y después cuándo llega al 116:12, usted ella al salmista decir, “¿Qué daré a Jehová por todos sus beneficios para mí?” En otras palabras, todo lo que Él es, y todo lo que Él ha hecho coloca sobre mí la necesidad de darle a Dios algo de mí en respuesta.

Ahora usted lo tiene ilustrado de nuevo, creo, en el capítulo 7 de Lucas, y quiero que lo vea porque quiero establecer este principio en su mente, a partir de este pasaje. En Lucas 7, versículo 40, “Jesús respondiendo dijo a Simón”. Ahora, observe esto, “Simón, tengo algo que decirte. Y él le dijo: Maestro, adelante. Hubo cierto acreedor que tenía dos deudores, uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta.” Y un denario sería el trabajo de un día, entonces eso es mucho. Uno debía el trabajo de quinientos días, y uno cincuenta, en dinero. “Y cuándo ellos no tuvieron nada que pagar, francamente, perdonó a ambos. Dime, por tanto, ¿quién le amará más? Simón respondió y dijo: Supongo que aquel a quien le perdonó más. Y le dijo: Haz dicho correctamente.”

Ahora, esto es lo que Jesús está diciendo: nuestra respuesta es en medida al grado al que Dios nos ha beneficiado. En otras palabras, debemos ver lo que Dios ha hecho y responder a la obra magnánima, amplia de Dios a favor nuestro, en términos prácticos. Esa es la esencia de este principio. En primer lugar, usted ve la magnitud de lo que Dios ha hecho, y después debe haber esa respuesta en nuestras vidas que encaja con esa obra, la totalidad de la gracia de Dios a favor nuestro. Un principio muy simple, sin embargo, muy, muy importante.

Ahora, al llegar a 1 Corintios 15:29 esto es precisamente lo que Pablo está presentando aquí. Él está diciendo, “Miren, el concepto entero de la resurrección, de la verdad de la resurrección, establece imperativos muy fuertes.” Debido a que la resurrección es una realidad, y él ha establecido eso en los primeros veintiocho versículos, sin duda alguna, debido a que la resurrección es una realidad, debido a que la resurrección es un hecho, conlleva grandes incentivos, o grandes motivaciones. Si quitamos la resurrección corporal, perdemos esos incentivos, perdemos esas motivaciones. Pablo quiere decir aquí, “No podemos hacer que la gente presente su cuerpo a Cristo, no podemos hacer que la gente venga a Cristo. No podemos hacer que la gente sirva a Cristo. No podemos hacer que la gente viva una vida santa, sino tenemos una resurrección.

Entonces de nuevo vemos como Pablo aborda este capítulo, diciéndole a los críticos en el versículo 12 ahí, que decían que no había resurrección, “Si dicen eso, eso es lo que han hecho.” Y en esta sección pequeña, él de hecho dice, “Lo que han hecho es quitar algunos incentivos importantes de la vida cristiana. Principios de conducta.” Y a lo que se reduce es a esto, la gente no va a entregar su vida a algo en lo que realmente no tienen esperanza. Y si usted le dice a la gente que no hay resurrección corporal, ¿qué le hace pensar por un minuto que van a molestarse con el cristianismo? O, ¿qué le hace pensar que van a vivir una vida sacrificial? O, ¿qué le hace pensar que van a apartar su vida a la santidad, si no hay resurrección, si no hay consecuencias, si no hay recompensas, si no hay castigos, si nunca hay rendición de cuentas? Esa es la esencia de este capítulo.

Por otro lado, si hay resurrección, si enfrentaremos a Cristo, si tendremos que estar ante el tribunal de Cristo, si habrá un día de reunión en el cielo, si habrá un momento en el que moremos con el Señor Jesús y los santos de todos los siglos para siempre, si existen esas cosas en la eternidad, que esperamos y en las que podemos creer, entonces hay incentivo para esta vida. Ese es su punto. Estoy seguro de que estaría de acuerdo conmigo con que nada corto de la confianza de la resurrección, de la esperanza de la resurrección jamás habría permitido que Esteban se colocara bajo las piedras mientras que su vida estaba siendo quitada y pidiera perdón por aquellos que lo hicieron.

Nada menos que la esperanza de resurrección lo habría permitido. Como la tradición nos dice, que Andrés fuera crucificado, siendo amarrado a una cruz y dejado ahí durante días hasta que muriera. Nada menos que la esperanza de resurrección habría permitido que Pedro viviera su vida para Cristo, para terminar finalmente crucificado de cabeza, de nuevo como la tradición nos recuerda, sino fuera porque creía que algún día él vería a su Maestro cara a cara y él oyera, “Bien hecho Pedro,” y que algún día estaría en el cielo y viera algo del fruto de su labor.

Y estoy seguro que nada más que la esperanza de resurrección habría permitido que el apóstol Pablo entregara su vida continuamente, y finalmente colocara su cabeza sobre un bloque y que fuera separada de su cuerpo. Nada menos que la esperanza de resurrección habría hecho que él hiciera eso. Él lo hizo con fe absoluta de que él vería a Cristo, y que él vería la gente a quien él amaba, y había ganado a Cristo en esta vida, y él sería parte de la comunidad redimida para siempre con Dios. Fue ese tipo de esperanza que fue un incentivo para ese tipo de personas.

Ahora, si usted quita la posibilidad de la resurrección, usted ha quitado este gran, gran incentivo. Eso es lo que él está diciendo. Ahora, él escoge tres áreas, tres incentivos. Él dice, si quitas la resurrección has quitado un incentivo para la salvación, has quitado un incentivo para el servicio, y has quitado un incentivo para la santificación. Él se concentra en tres incentivos claves, poderosos, que se perderían sin la creencia en la resurrección corporal. 

Ahora, como puede ver, la resurrección corporal es la fe que algún día, después de que muramos, vamos a vivir de nuevo en un cuerpo glorificado, en un cuerpo de resurrección, en un cuerpo semejante pero diferente al que tenemos. Pero el punto es que resucitaremos para ser quienes somos, menos nuestro pecado, y para morar con Dios para siempre como somos. Hay resurrección real para nosotros como individuos.

Ahora, esto es lo que Pablo ha estado cubriendo en los primeros veintiocho versículos, esta gran esperanza está en el corazón de la fe cristiana en el evangelio. Si usted quita eso, en primer lugar, usted quita un gran incentivo para la salvación, ese es su primer punto. Veámoslo en el versículo 29, “De otro modo, ¿Qué harán los que se bautizan por los muertos si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué pues se bautizan por los muertos?”

Ahora, ese versículo, amados, tiene entre cuarenta y cuatrocientas interpretaciones, cualquiera de las cuales podría estar en lo correcto, con algunas excepciones. Lo que está diciendo realmente, no lo sé. Voy a ser muy honesto con usted, no lo sé. Voy a asumir un riesgo calculado. Voy a colocarme a la misericordia de usted esta mañana, y usted puede determinar si hay base para mi conclusión.

Pero créame, usted difícilmente tiene tiempo en una semana para estudiar las cuarenta posturas de manera inteligente, mucho menos llegar a una conclusión. Pero, tengo una de cualquier manera y se la voy a ofrecer, no voy a ser dogmático en esto, simplemente porque este es un pasaje que es tan oscuro y tan difícil que no podemos ser dogmáticos, pero podemos extraer algunas conclusiones que creo que el contexto en cierta manera se presta a hacerlo.

Ahora, permítame darle un punto básico con el que estoy trabajando, como resultado de trabajar en el texto. Por cierto, comencé con una postura totalmente diferente el lunes, de aquella con la que terminé el viernes. De hecho, me sorprendí ante mi conclusión. Creo que tres personas me hablaron durante la semana y les di tres posturas diferentes que tenía en ese día dado. Pero bueno, esto es domingo por la mañana y aquí estamos. Y mañana no se dónde estaré, pero bueno, creo que el contexto se presta al hecho de que Pablo está tratando de señalar cosas que se perderían si no creyéramos en la resurrección corporal.

Entonces, en mi mente deben ser cosas legítimas. Y hay mucha razón para eso. Permítame hacer esa afirmación para usted. Pero creo que Pablo está diciendo aquí, simplemente esto, la gente se salva porque esperan la resurrección. En otras palabras, uno de los incentivos más fuertes para la gente, para que se convierta en cristiana, es la esperanza de la resurrección. Y sabe una cosa, volverse un cristiano significa que usted no tiene que ver lo oscuro que es la tumba. Usted puede tener esperanza de resurrección.

Volverse cristiano significa que usted puede volverse a unir con todo lo demás como cristiano, y pasar la eternidad con ellos. Volverse cristiano significa que puede entrar al cielo y vivir con Dios y vivir en su reino celestial y todas las maravillas de ese tipo de vida después de la muerte. Como puede ver, eso en sí mismo es un gran incentivo para la salvación. Y creo que esencialmente eso es lo que Pablo está diciendo aquí.

Ahora, sé que está diciendo usted, “Bueno, no lo veo.” Bueno, voy a tratar de ayudarle. Veamos en primer lugar las afirmaciones simples en el versículo. ¿Qué harán los que se bautizan por los muertos si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué pues se bautizan por los muertos?

Ahora, la iglesia mormona toma este versículo, y toman lo que parece a nivel superficial ser la postura más obvia, que alguien se bautiza por una persona muerta. Y los mormones lo llaman el bautismo vicario, y enseñan incidentalmente, usted podría señalar que esto no es común solo para el mormonismo, que fue una herejía enseñada por dos padres de la antigüedad de la iglesia conocidos como Cerinto y Marción. Ambos creían en esto, de hecho, fue identificado como herejía en ese entonces, pero dicen: “Pablo está diciendo esto, que un cristiano que está vivo y ha sido bautizado puede ser vuelto a bautizar para una persona muerta, para que la persona muerta pueda ser salvada. Muy bien.”

Entonces, si su querido amigo en el trabajo se muere sin el Señor, usted puede venir aquí, bautizarse por esa persona muerta, y de esa manera él va a ser salva. Los mormones, claro, enseñan que los espíritus de aquellos que han muerto no pueden entrar al cielo, a menos de que un mormón se bautice por ellos. Ahora, es obvio, creo que para todos nosotros que no creemos en eso. El bautismo vicario solo podría ser extraído de este texto, y hay un principio simple de interpretación bíblica, usted nunca genera una doctrina de un texto oscuro, cuando en ningún otro texto en la Biblia lo enseña. Digo, eso es atacar sin misericordia la Biblia con su propia tendencia y hacerla decir lo que usted quiere que diga. Y usted no puede hacer eso.

La persona que se bautiza no se salva al ser bautizada, mucho menos por una persona muerta. Creemos que usted es salvo por la fe en Jesucristo, ¿verdad? El bautismo simplemente es un acto de fe obediente que proclama ese testimonio de salvación, pero nadie es salvo por bautismo, no las personas vivas, por no decir nada de las muertas. Está establecido que los hombres mueran una sola vez, la Biblia dice, y después de esto, ¿el bautismo? No, después de esto, el juicio.

El bautismo cristiano se tiene en mente en este versículo. Veámoslo, veamos el término bautizado, tomémoslo parte por parte, el término bautizado se refiere al bautismo cristiano, yo creo. Es el término normal, algunos lo asignan a alguna costumbre pagana, pero parece ser más bien indefinido. El entendimiento más común de esto, para cualquiera que lo lee sería el bautismo cristiano. Y no veo ninguna razón, por hacer que sea otra cosa. Algunas personas están siendo bautizadas de una manera cristiana, algunas personas están viniendo a Cristo, es lo que literalmente está diciendo.

Ahora, mantenga esto en su mente. Cuando usted ve en el Nuevo Testamento la idea de ser bautizado, siempre tiene relación con la salvación, al menos que esté hablando de algo como el bautismo del Espíritu Santo, lo cual es algo espiritual. Pero cuando usted está hablando del bautismo en agua, del Nuevo Testamento, es algo que es sinónimo con la salvación. Y eso se remonta a las palabras de Jesús en la Gran Comisión, porque Jesús dijo: Id por todo el mundo y haced discípulos, bautizándolos y enseñándoles, y Él no dijo: regeneración bautismal, Él no dijo, sálvenlos al hundirlos. Lo que Él estaba diciendo fue, vayan al mundo y hagan discípulos, primero al ganarlos a Cristo y después al enseñarles.

En otras palabras, de las palabras mismas de Jesús, el bautismo fue un término usado de manera sinónima con la salvación. Y usted ve esos términos usados de esa manera en muchos casos. Cuándo Pablo habla por ejemplo a la gente en Hechos 19, que eran discípulos de Juan y les pregunta si habían sido bautizados, él no está hablando de ningún ritual, él realmente quiere saber si han sido salvos por la fe en Cristo. Entonces, esos son sinónimos.

Entonces, en ese sentido de sinónimo, cuando usted ve aquí, y ve esto, usted podría leerlo de esta manera, ¿Qué dicen los que son salvos? En otras palabras, es sinónimo con que ellos sean salvos. Algunas personas, y observe que el ellos, probablemente sea algo en, alguien que no es un cristiano, el nosotros en el siguiente versículo se refiere a los creyentes, y en particular al grupo apostólico. Y entonces, él está señalando a distancia, y diciendo que hay acerca de esas personas incrédulas, que están siendo salvas y el bautismo es el símbolo externo de esto.

Ahora regresamos a la siguiente palabra, “por” y después, “los muertos”. Ahora, ¿podría alguien salvarse por los muertos? Bueno, veamos de nuevo la siguiente palabra, “por”. Y esto se vuelve arbitrario a lo largo del proceso, pero quiero que vea como esta postura parece mantenerse en pie. La palabra ‘por’ aquí, es húper en el griego. Ahora esa palabra podría ser traducida por no menos de doce palabras diferentes, podría ser traducida sobre los muertos, por encima de los muertos, a favor de los muertos, en lugar de los muertos, en el nombre de los muertos, debido a los muertos, en referencia a los muertos, o con respecto a los muertos.

Ahora, usted ve un poco del problema, y todas esas traducciones, si el contexto lo permite, y el caso lo permite, precisas. Entonces, lo que usted realmente descubre es que tiene que escoger una. Y conforme lo veo, creo que quizás el mejor sería un uso causal, y eso podríamos traducirlo, debido a. Húper podría ser traducido debido a, y se leería así, “Algunas personas, personas incrédulas, están siendo salvas debido a los muertos.”

Ahora, lo más probable que los muertos, se refiere a los cristianos. Los muertos. Ahora, ¿por qué harían eso si los muertos no resucitan? Ahora, permítame decírselo de manera simple, hay algunas personas que vienen a Cristo y son salvas, debido a alguna persona o personas muertas. ¿Qué quiero decir con eso? Simplemente esto. Hay dos cosas, hay dos cosas, creo yo, en esta área en particular, que atraen a la gente a Cristo. Una es esta, un incrédulo ve a un cristiano y él observa ese cristiano enfrentar la muerte. Y ese cristiano tiene esperanza y confianza, él es alentado, él espera estar con Jesús.

Por ejemplo, Mike McKellep contaba que él se le había dicho que tenía poco tiempo que vivir. Ahora, realmente no sabían cuánto tiempo, pero originalmente tenían poco tiempo para vivir, su respuesta fue, “Oh, entonces voy a estar con Jesús más rápido.” Mike es un joven en nuestra iglesia. “Voy a estar con Jesús más rápido,” y como resultado de eso, al oír eso y saber eso, alguien vino a Cristo. En otras palabras, la esperanza del cristiano frente a la muerte, se vuelve un incentivo para que otras personas que ven la muerte con tanto temor y oscuridad, de tal manera que algunas veces cuando un cristiano muere, la muerte misma de ese cristiano, con confianza, fe y esperanza, de hecho, puede ser lo que atrae a alguien más a Cristo.

Le voy a dar una ilustración de esto. Encontré un artículo de siete soldados del Ejército Rojo durante un período en la guerra de Finlandia y Rusia. Fue escrito por un ingeniero famoso en Finlandia, llamado Nordenberg, quien de hecho estuvo en la experiencia. Esto es lo que dijo: “Ofrecí mis servicios al gobierno y fue designado oficial en el ejército del General Mannerheim. Fue un tiempo terrible. Teníamos una ciudad sitiada que había sido tomada por el Ejército Rojo, y la tomamos.    

“Varios de los prisioneros rojos estaban bajo mi cuidado y siete de ellos debían ser matados al amanecer el lunes. Nunca olvidaré el día anterior a este. Los siete hombres fueron mantenidos en el sótano del edificio principal, y mis hombres estuvieron atentos con sus rifles. La atmósfera estaba llena de odio, mis soldados estaban borrachos de éxito, y desfilaban a sus prisioneros. Algunos golpeaban las paredes con sus puños sangrientos, diciendo vulgaridades. Otros llamaban a sus esposas e hijos que estaban lejos, porque sabían que en el amanecer iban todos a morir. Tenemos la victoria, eso era verdad, pero el valor de la victoria parecía disminuir conforme la noche avanzaba.”

“Después algo extraño pasó. Uno de los hombres condenado a la muerte comenzó a cantar. Él está loco, fue lo que todo mundo pensó al principio, pero me di cuenta que este hombre, cuyo nombre era Koskinen, no había dicho ninguna mala palabra. En silencio se sentó en su banca, nadie le dijo nada a él, cada uno estaba cargando su propia carga a su propia manera. Koskinen cantó titubeando un poco, y después su voz se volvió más y más fuerte y se volvió natural y libre. Y todos los prisioneros lo voltearon a ver conforme cantaba estas palabras: ‘Seguro en los brazos de Jesús, seguro en su pecho gentil. Ahí, por su amor cubierto, con dulzura mi alma descansará. Oíd la voz de los ángeles, una canción para mí, sobre los campos de las piedras, sobre el mar de cristal.”

“Una y otra vez él cantó esa estrofa y cuando había acabado, todo mundo estuvo en silencio por unos minutos, y después un hombre que se veía raro, le dijo: ‘¿De dónde sacaste eso, tonto? ¿Estás tratando de hacernos religiosos?’ Koskinen vio a sus camaradas con ojos llenos de lágrimas y en silencio dijo: ‘Camaradas, ¿me escuchan por un minuto? Me preguntaron de dónde saqué esta canción, fue del Ejército de Salvación, la oí tres semanas atrás. Mi madre cantaba a Jesús y le oraba con frecuencia.’”

“Él se detuvo por un momento, como si para recuperar fuerzas. Y después se puso de pie, siendo el soldado que era, y vio hacia adelante y dijo: ‘Es cobarde esconder sus creencias. El Dios en el que mi madre creía, es mi Dios. No puedo decir cómo pasó, pero anoche conforme estaba despierto de pronto vi el rostro de mi madre frente a mí. Recordé la canción que había oído, pensé que tenía que encontrar al Salvador y esconderme en Él. Oré porque Cristo me perdonara y limpiara mi alma pecaminosa, y me preparara para estar de pie delante de Él. Fue una noche extraña. Hubieron ocasiones cuando todo parecía brillar a mi alrededor, versículos de la Biblia y del Himnario me vinieron a la mente. Fue la respuesta de Dios a mi oración. No podía mantenerlo para mí mismo. En unas cuantas horas estaré con el Señor, pero salvado por Su gracia.’”

“El rostro de Koskinen brillaba como si fuera iluminado por una luz interna. Sus camaradas se sentaron en silencio. Él mismo se mantuvo de pie, fijo. Mis soldados estaban escuchando a lo que este revolucionario rojo tenía que decir. ‘Tienes razón Koskinen, dijo uno de sus camaradas al final. Si tan solo supiera que hay misericordia para mí también, pero estas manos mías han derramado sangre, y ahora he maldecido a Dios, y he pisado todo lo que es santo. Y me doy cuenta de que hay un infierno, y es el lugar apropiado para mí.’ Y él se hundió en el suelo en desesperanza.”

“’Ora por mí Koskinen, y él gimió, mañana moriré y mi alma estará en las manos del diablo.’ Estos dos soldados rojos cayeron de rodillas y oraron el uno por el otro. No fue una oración larga, pero llegó al cielo. Y los que lo escuchamos olvidamos nuestro odio. Se derritió la luz del cielo, porque aquí estaban dos hombres, que pronto iban a morir, buscando la reconciliación con su Dios. El cambio en la atmósfera fue indescriptible. Algunos de los hombres se sentaron en el suelo, algunos en las bancas, algunos lloraron en silencio, y otros hablaron de cosas espirituales.”

“Ninguno de nosotros tenía una Biblia, pero el Espíritu de Dios nos estaba hablando a todos nosotros. La noche casi se acabó, y el día estaba llegando, nadie había dormido ni por un momento. ‘Cántanos la canción una vez más, Koskinen,’ dijo uno de ellos. Y usted debió haberlos oído cantar, no solo esa canción, sino coros que se habían olvidado por mucho tiempo, los soldados que estaban de guardia se unieron a ellos, porque el poder de Dios había tocado a todos. Todo cambió, y el sótano de ese edificio venerable resonaba en las primeras horas de la mañana con las canciones de la sangre del Cordero.”

“El reloj marcó las seis de la mañana y como anhelaba que pudiera rogar por misericordia por estos hombres. Pero sabía que era imposible. Entre las dos filas de soldados marcharon al lugar de la ejecución. Uno de ellos pidió que se permitiera que la canción de Koskinen se volviera a cantar. Y se le concedió el permiso. Y después pidieron que se les permitiera morir con los rostros descubiertos. Y entonces con las manos levantadas al cielo, cantaron con fuerza, A Salvo en los Brazos de Jesús. Y cuando la última frase se había acabado, el teniente dio la orden de fuego, y bajamos nuestras cabezas en oración en silencio.”

“Lo que pasó en los corazones de los otros, no lo sé. Pero en lo que a mí concierne, yo vi a un hombre nuevo. Fui un hombre nuevo a partir de esa hora. Había conocido a Cristo en uno de sus discípulos más amados y jóvenes. Y vi suficiente para darme cuenta de que yo también podía ser de Él.”

Es una historia hermosa, ¿no es cierto? Y sabe una cosa, ha habido personas que vienen a Cristo simplemente porque han visto la esperanza en el corazón de un creyente. Y lo que Pablo estaba diciendo aquí, probablemente, es simplemente eso, si no hay resurrección, ¿entonces por qué hay algunos incrédulos siendo bautizados debido a la gran esperanza que ven en aquellos que han muerto? ¿Lo ve? Si no hay resurrección, ¿por qué?

Hay un segundo elemento en esto. Sabe una cosa, otra gran cosa en la muerte, que es causa para que la gente sea salva, es la esperanza de la reunión. ¿Sabía usted eso? Nunca he estado en un funeral en el que no diera esa palabra. Usted le dice a –  alguien que es cristiano ha muerto, y dice sabe una cosa, esta persona conocía y amaba al Señor Jesucristo, y se fueron a estar con Él. Y si usted viene a Cristo, usted puede unirse con este al que usted ama, ¿verdad? ¿Usted ha oído eso en funerales? Me atrevería a decir que algunos de ustedes vinieron a Cristo porque querían volverse a reunir con alguien a quienes ustedes amaban, que fueron a estar con el Señor. Eso pasa todo el tiempo. Todo el tiempo.

He visto a un marido que no quería venir a Cristo por ninguna otra razón, finalmente viene a Cristo cuando su esposa murió, porque quería estar de nuevo con ella. Lo he visto pasar en el caso de una madre muriendo, y un hijo que ha sido rebelde viene a Jesucristo con la esperanza de que él se volverá a reunir con su madre. Reunión. Pablo está diciendo: Miren, si no hay reuniones, si no hay cumplimiento en la esperanza, ¿por qué la gente se está salvando debido a esta expectativa que ven en los corazones y vidas de los cristianos?

James Boyer, quien adopta esta postura en su comentario de Corintios, dice: “La esperanza de la resurrección es profesada por gente salva, y era que después de que se morían, un incentivo poderoso para sus seres queridos que todavía vivían, era ser salvos y ser bautizados. Bueno, la reunión es un incentivo grande, grande. La expectativa de la esperanza de la resurrección es un gran, gran incentivo. Si no hay resurrección no tenemos ese incentivo, tenemos que decirle a alguien: “Mira, tu ser querido está muerto, pero no te preocupes, no es nada.” ¿Se da cuenta? todo termina ahí. “La historia redentora se acaba,” como Ladd dice, “en una tumba palestina sin salida.” Todo se acaba ahí. “Nunca los volverás a ver”.

Entonces, usted puede entender lo que eso haría a alguien como un incentivo para salvación. Por cierto, la esperanza de los creyentes a lo largo de la Escritura siempre ha sido de reunión después de la muerte. ¿Sabía usted eso? Los creyentes siempre han esperado eso. Desde Génesis 37, en dónde usted tiene una perspectiva muy indefinida de la vida después de la muerte, a principios de Génesis, usted encuentra esto en el corazón de Jacob. Y Jacob está hablando del hecho de que él no piensa que volverá a ver a José jamás, porque los hermanos de José le han hecho pensar a Jacob que está muerto.

Le trajeron una túnica salpicada de sangre, y entonces Jacob rasgó su ropa y se puso cilicio en sus lomos, y lloró por su hijo muchos días, Génesis 37:35, y todos sus hijos y todas sus hijas se levantaron para consolarlo. Pero él se rehusó a ser consolado y esto es lo que él dijo: Descenderé a la tumba con mi hijo, llorando. Eso fue triste, pero él tuvo la esperanza en su corazón de que cuando muriera él se volvería a reunir con su hijo. Eso siempre ha estado en el corazón de la gente creyente.

Cuándo el pequeño hijo de David murió, ese hijo pequeño nacido a partir de una unión ilegitima con Betsabé, cuando ese pequeño bebé murió y el corazón de David estaba quebrantado él dijo: “Miren, él no puede venir a mí, pero ¿qué? yo voy a él.” Él tenía esa confianza. En Mateo capítulo 22, versículo 30 y en adelante, Jesús al tratar con el tema de la resurrección dijo: “No han entendido el punto, porque no entienden a Dios. Y lo que no entienden acerca de Dios es que Él es el Dios de los vivos, no de los muertos. Él es el Dios del Abraham viviente, del Isaac viviente y del Jacob viviente.

Y los cristianos tesalonicenses como usted sabe, estaban tensos, ellos creían que Jesús iba a venir en cualquier momento, creían que iba a venir en cualquier momento. Y en esa confianza tremenda y en esa creencia tremenda, estaban teniendo problemas porque estaban diciendo: “Hombre, vamos a ser glorificados, Jesús va a venir. Los cristianos que han muerto, ¿se lo han perdido todo? ¿Se lo han perdido todo? Están solo en la tumba, fueron víctima quizás de la filosofía que era dominante en su época.

Entonces, el apóstol Pablo les escribe en 1 Tesalonicenses 4:13 y les dice: “Hermanos, no quiero que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los que no tienen esperanza.” No tengan tristeza como los griegos que no creen en la vida después de la muerte, ni la resurrección. “Si creemos que Jesús murió y resucitó, así también los que durmieron en Jesús, Dios,” ¿qué? “los va a traer de regreso con Él.” No tienen que temer, vamos a volver a reunirnos. Todos van a estar ahí, reunión de nuevo.

La reunión siempre ha estado en el corazón de los creyentes. Y muchos han venido a Cristo debido a la esperanza de la resurrección. Muchos han venido a Cristo porque han visto la confianza de un cristiano que está muriendo. No puedo evitar el pensar en Hechos 7, cuándo Esteban estaba siendo apedreado, y dice, que colocaron sus túnicas, la gente que lo estaba apedreando, colocaron sus túnicas a los pies de un hombre llamado Saulo, que resultó ser Pablo. No puedo evitar sino pensar que el Espíritu Santo presentó, incluyó esa pequeña nota ahí, simplemente para que en cierta manera pensáramos que el apóstol Pablo nunca debió haber olvidado el brillo del rostro de Esteban, el perdón en su corazón, la esperanza de que él tenía frente a la muerte.

Y simplemente quizás al recordar esa gran esperanza de Esteban muriendo, fue parte de la causa por la que Pablo respondió de manera tan instantánea en el camino a Damasco. Quizás la esperanza de Esteban fue parte de lo que hizo que Pablo se volviera tan rápidamente a Cristo. Pero, si los muertos no resucitan no hay unión con Cristo, la tumba es el fin, no hay manera en la que podamos tener esperanza, ese incentivo para la salvación está perdido.

Ahora Pablo dice, hay una segunda cosa aquí, de regreso al capítulo 15, una segunda cosa. Si no hay resurrección, en segundo lugar, hemos perdido el incentivo para el servicio, hemos perdido el incentivo para el servicio. Realmente no hay problema para interpretar esto, esto es obvio, él dice, versículo 30, “¿Y porque nosotros peligramos a toda hora?” Él dice, “Miren, si no hay resurrección, ¿Por qué estoy haciendo esto? ¿Por qué? ¿Soy algún tipo de masoquista? ¿Por qué estoy en peligro toda hora?”

Francamente amado, realmente creo que, si usted quita la esperanza de la resurrección, usted va a arrancar la motivación del servicio a Jesucristo. ¿Por qué? Porque lo único que hace a que la gente esté dispuesta a sufrir, dispuesta a soportar, dispuesta a enfrentar todo tipo de dificultad por el trabajo de servir a Cristo a costa de lo que sea, es el hecho de que algún día ese trabajo va a tener resultados eternos, que algún día va a haber fruto en el cielo, y que van a haber que Jesús dijo que permanecería, que algún día van a estar delante de Jesús, y decir: “Aquí estoy, di mi mejor esfuerzo,” y van a oír “Bien hecho,” y eso va a hacer que valga la pena.

Escuche, sino nada más, si tan solo tenemos nuestros espíritus flotando y son absorbidos en algún tipo de neblina eterna, y si no vamos a ser lo que somos ahora, y si la tumba es el fin, y si no hay resurrección, como algunos estaban diciendo en la iglesia corintia, entonces no hay razón para entregar mi vida como sacrificio ahora. Hombre, esto es todo lo que hay, tengo que disfrutarlo. ¿Se da cuenta? Voy a unirme al comercial de cerveza, voy a disfrutar de todo lo que pueda porque solo vivo una vez. Voy a disfrutar lo más que pueda, y ciertamente no voy a presentarme como un sacrificio ardiente, desperdiciar mi vida y morir, y entrar a la oscuridad para siempre. El servicio depende de la esperanza de la resurrección. Sufrimos porque vemos eso por delante.

Estaba viendo la otra noche cuando Ali estaba peleando contra Earnie Shavers, y yo estaba pensando eso, eso es loco, estos hombres ya adultos, golpeándose y soportando toda esa agonía. Y después una pequeña voz me dice, “Si, acuérdate. Me acuerdo MacArthur.” Yo solía jugar futbol americano, ¿es diferente? No es muy diferente. ¿Por qué la gente hace eso? ¿Por qué la gente se castiga así? Solo hay una razón, y eso es debido al potencial de victoria y éxito y gloria. Eso es todo. Usted quita todo eso, y no hacen eso. Lo mismo es verdad en la vida cristiana, usted quita toda la gloria, usted quite toda la recompensa, usted quita todas las consecuencias eternas, usted quita la victoria y nadie va a molestarse con eso. Pablo dice, en toda hora él estaba en peligro.

Ahora alguien va a decir: “Bueno Pablo. Ahora Pablo, ¿estás hablando un poco en términos evangelísticos? Pablo, me doy cuenta de que es parte de la profesión hablar en términos hiperbólicos. Sí, pero después de todo, toda hora. Pablo, digo, de vez en cuando tienes un descanso del riesgo. Entonces, él es muy apasionado en el versículo 31, y él dice, literalmente, “Juro que así es”. Y después al final del versículo, el versículo realmente dice, y puedo leerlo de esta manera, “Juro que muero diariamente”.

Y él no está hablando de alguna gran crucifixión espiritual de sí mismo. Esto no es morir diariamente en términos de devoción a Cristo. Él está diciendo, “Yo juro que diariamente estoy a un paso de morir físicamente.” Diariamente. Esta no es una exageración. Y él jura. Y es interesante que él sea tan apasionado como para jurar. El término juro, la cual en su Biblia podría decir protesto, es una partícula griega aquí que es usada para presentar un juramento. Él quiere realmente hacer que sea solemne este punto. Y él jura. Y es interesante la manera en la que él lo hace, no es traducida quizás de la mejor manera en ciertas versiones, debería leerse, “Juro por el orgullo que tengo en ustedes en Cristo.” En otras palabras, juro por el orgullo que tengo en ustedes en Cristo. Ahora, ¿qué quiere decir esto? Bueno. Jurar por algo significa que usted está dispuesto a perder algo si la palabra no es verdad.

Entonces, realmente está haciendo una comparación al mismo nivel. Permítame decirlo de otra manera. Sé que es difícil de entender. Es casi como un hebraísmo, que podemos traducirlo en un sentido. Pero lo que él está diciendo es, tan verdadero cómo es esto, así es de verdadero. Tan verdadero que es que estoy orgulloso de lo que Cristo ha hecho en ustedes, así de verdad es que muero cada día. Eso es realmente lo que él está diciendo. Lo juro. Tan orgulloso que estoy por lo que Cristo ha hecho en ustedes, y él estaba orgulloso de la obra salvadora de Cristo en ellos.  Aunque eran un desastre, él estaba orgulloso de lo que Cristo había hecho. Él no estaba muy orgulloso de lo que ellos habían hecho. Tan orgulloso que estoy de lo que Cristo ha hecho, así verdaderamente les digo que muero diariamente, mi vida está en peligro diariamente, en cada hora estoy en peligro.

Ahora, no vengan y me digan, “Bueno Pablo, por cierto, no hay resurrección.” Después él va a decir en el versículo 32, “Si entonces solo de una manera humana, si solo es de un punto de vista humano, solo humanamente, solo conforme a la manera de los hombres, peleé con bestias en Éfeso, ¿de qué me sirve eso? Peleo con bestias, ¿para esto? Si no hay resurrección, que desperdicio. Pablo se jugó la vida diariamente, diariamente. Llegó al final de su vida y él dijo: He peleado la buena batalla, diariamente, diariamente. Lea 2 Corintios, capítulo 4, y vea todas las cosas que él dice ahí. “Estamos con problemas, pero no afligidos; perplejos, pero no en desesperanza; perseguidos, pero no desamparados; derribados, pero no destruidos. Siempre, siempre llevando en el cuerpo la muerte del Señor Jesús, siempre.”

El hombre iba de problema en problema en problema. Bueno, alguien diría: “Bueno, sabes una cosa, yo sé que de vez en cuando te metes en pequeños problemas, me acuerdo por ahí en Damasco, tuviste que bajar por un cesto ahí, sobre el muro. Me acuerdo cuando tuvimos que enviarte en una ocasión porque los griegos querían matarte. De vez en cuando, Pablo, tienes problemas. Pablo dice, “los tengo diariamente, y la razón es que Pablo solo conoció un tipo de ministerio, y ese era confrontación y él chocaba con el sistema diariamente en su vida y generaba antagonismo diariamente, diariamente.

Y él dice, “No me vengan a decirme que he estado haciendo todo esto solo para esta vida.” Esta no es una manera de vivir, solo estoy tratando de desechar esta vida, e invertir en la próxima. Él incluso dijo, “Considero todo en esta vida como estiércol. ¿No dijo eso? Es un desperdicio. Desperdicien esta vida. Jesús lo dijo de otra manera, no os hagáis tesoros en este mundo. Desháganse de eso. Entréguenlo, inviértanlo en las vidas de la gente, inviértanlo en el reino. No lo apilen aquí, no lo amontonen aquí, desháganse de esta vida porque la sigue, es la que importa.

Ahora, cuando alguien viene y dice, “Oye, no hay ninguna vida después de esta,” Pablo dice, “Hombre, estoy demasiado lejos para aceptar eso. Y ese es el mensaje aquí.” Haz a un lado tu vida, es estiércol en esta vida. Hace que la próxima vida sea significativa, si le entrega usted a Dios como un sacrificio vivo.

Ahora, la gente dice, “Bueno, ¿qué es esto de pelear bestias en Éfeso?” Tampoco se eso. Dice usted, “¿Cuándo Pablo hizo eso?” No lo sé, porque esa es la única ocasión en la que es jamás mencionada. Dice usted, “¿Son bestias reales?” Tampoco se esto, pero dicen que son bestias. La gente dice, “Bueno, no pueden ser bestias reales, porque como puede ver no tenemos ningún otro registro de esto.” Bueno, tiene este registro. ¿Cuántas veces Dios tiene que decir algo para que sea verdad?

Bueno, dice usted, no podrían ser bestias reales, simplemente porque Pablo era un ciudadano romano y un ciudadano romano realmente no podía sufrir ese tipo de situación, él no podía ser arrojado en la arena ante las bestias y Pablo, como un ciudadano romano no habría hecho eso. Bueno, escuche, la ciudadanía romana de Pablo lo sacó de algunas cosas, pero bien pudo haber sido que no lo sacó de esto, y esas personas lo habrían entendido si las bestias lo hubieran comido, ¿quién va a protestar, no es cierto? ¿Quién va a escribirle a Roma y les va a decir? “No nosotros, tampoco él”.

No lo sé. Algunos dicen, “No, este es una bestia salvaje, es una metáfora.” Sé que Lenski en su comentario va párrafo tras párrafo para mostrar que es una metáfora. Y no estoy seguro de que lo hace, pero bien podría ser. El realmente está diciendo, “Bestias salvajes es una metáfora para la gente salvaje, ahí en el tumulto en Hechos 19, que ocurrió en Efeso.” Quizás. No lo sé. Pero lo que sea, Pablo dice, “Miren,” versículo 30, “todos nosotros, apóstoles, estamos en peligro. Yo en particular estoy en peligro, yo muero diariamente. Aquí hay un incidente, tuve que pelear con bestias en Efeso.”

Por cierto, hay una leyenda antigua histórica de la iglesia que dice que él peleó con bestias en Efeso, y que tuvieron el mismo problema que tuvieron en el foso de Daniel, se volvieron totalmente pasivas y lo dejaron solo. Eso es solo una leyenda. Pero el punto es este, Pablo está diciendo, ¿de qué sirve si todo es un esfuerzo humano? Si todo es para el aquí y el ahora, y adiós, y si termina en la tumba, ¡qué manera de desperdiciar tu vida!

Y entonces, al final del versículo él dice, “Miren, si los muertos no resucitan, comamos y bebamos porque mañana moriremos.” No nos enredemos en este tipo de cosas, simplemente vivamos para lo sensual, disfrutemos de todo lo que queremos comer, y todo lo que queremos beber, tengamos una fiesta. Disfrutamos, disfrutemos al máximo, vivámoslo, muertos, se acabó, mañana moriremos. Olvídalo. Como el rico, necio, come, bebe y regocíjate, mañana moriremos.

Por cierto, eso no es nada nuevo, esa es una cita directa de Isaías 22:13, y así es como la gente sin esperanza de resurrección siempre ha vivido. Esa es nuestra sociedad, ¿no es cierto? Eso es lo que Salomón dijo, lea Eclesiastés, él sigue diciéndolo una y otra vez, no podía haber nada mejor bajo el sol que comer y beber, y haz lo que quieras y diviértete, y regocíjate y después muere. Ciertamente no salgas y entregues tu vida en sacrificio cada hora, de cada día, por una causa que de cualquier manera no se va a cumplir; por un Cristo que nunca salió de la tumba.

La literatura griega está llena de este tipo de pensamiento. Heródoto, el historiador griego cuenta de una de las costumbres de los egipcios, él dice: “En reuniones sociales entre los ricos, cuando el banquete se acababa, un siervo con frecuencia cargaba un ataúd para que lo vieran los invitados. Y en el ataúd estaba una imagen de madera de un cadáver, que estaba tallada y pintada para ilustrar a una persona muerta, para que se viera lo más parecido a una persona muerta. Y el siervo se lo mostraba a cada uno de los invitados y les decía, “Observa aquí, y bebe y disfruta, porque cuando mueras así serás tú.” Esa es una gran manera de terminar una fiesta. Le voy a decir una cosa, es una gran manera de iniciar una fiesta y realmente créame, usted va a disfrutar de la fiesta, pero la vida cristiana con sus desafíos y peligros, y la inversión de la vida y desperdiciar esta vida es absolutamente inútil si no hay fruto eterno, ¿verdad?

Esos santos preciados, queridos, en el capítulo 11 de Hebreos, que invirtieron sus vidas en el reino de Dios a expensas de su propia vida, dice, escuche esto, “que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filos de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga a ejércitos extranjeros, las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección, más otros fueron atormentados, no aceptando el rescate a fin de obtener mejor resurrección. Otros experimentaron vituperio y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. Fueron apedreados y aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada. Anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados. ¿Por qué?

¿Por qué? En el versículo 35, “A fin de obtener mejor resurrección.” Usted quita la resurrección y no hay incentivo para nada de eso. Incluso nuestro querido Señor Jesús en el capítulo 12, lo cual sigue después de esto, dice, “Y Jesús, por el gozo puesto delante de él, soportó la cruz, menospreciando el oprobio. Y ahora está sentado a la diestra del Padre.” Como puede ver, fue la expectativa de la gloria de la resurrección. No hay motivo para servir, así lo dice Pablo.

En tercer lugar, si usted quita el incentivo de la salvación, usted quita el incentivo para el servicio, usted quita el incentivo, en tercer lugar, de la santificación. Esto es muy breve. Entonces véalo rápidamente. Versículo 33. “Dejen de ser engañados, las malas compañías corrompen las buenas costumbres.” No se equivoquen, dice el tiempo presente, dejen de estar quedándose en el engaño en el que están. Dejen de estar siguiendo esta noción equivocada. Tienen que deshacerse de esta herejía acerca de la resurrección. Dejen de estar siendo engañados.

¿Saben por qué? Porque ahora observe esto, las malas, y aquí tiene usted una palabra que es muy interesante, las malas, espacio, corrompen las buenas costumbres. Ahora, la palabra homilía básicamente significa asociación, una asociación mala. No obstante, según algunos léxicos, también conlleva el significado de un sermón o un discurso. Ahora, si combinamos esos dos significados, esto es lo que obtenemos: “Dejen de estar siendo engañados, estando cerca de gente mala, estando cerca de gente mala, dando mensajes malos, que va a llevar a valores morales malos.”

O si quiere simplemente unirlo todo, comprimirlo, la teología mala corrompe los valores morales buenos. La idea aquí es asociarse con alguien que está enseñando teología mala. Estar cerca de un discurso malo, una asociación, y una asociación mala con un individuo malo, dando un discurso malo, será la combinación de importancia del término en griego. Y el versículo 34, observe que dice a la mitad del versículo, “Algunos no tienen el conocimiento de Dios.” Como puede ver, algunos en la iglesia no conocían a Dios verdaderamente, no conocían la enseñanza de Dios verdaderamente, y entonces están promoviendo herejía.

Y entonces, escuche esto, ahora aquí está el punto que presentamos al principio del mensaje, la teología mala lleva a la conducta mala. Así como la teología buena lleva a la conducta buena. Así como debido a lo que Dios ha hecho, debido a esta verdad, así deben vivir, entonces si usted presenta el error, usted va a tener moralidad corrupta.

Entonces, él dice, “Dejen de ser engañados, la teología mala va a corromper sus valores morales buenos. Tienen que dejar la asociación con estas personas que están enseñando esta herejía. No pueden estar con estos herejes sin que tengan una influencia que corrompe. En otras palabras, lo que él está diciendo es, miren la santidad depende de una asociación con buena enseñanza. Si niegan la verdad de la resurrección, han quitado un incentivo para vivir bien.

Sabe una cosa, una de las razones por las que vivo como vivo, es porque tengo que estar delante del Señor y rendir cuentas, ¿verdad? Cuándo después, al final del capítulo 1 de Hechos, el Señor había dado todas las instrucciones acerca del reino y les había dado todo que necesitaban saber y dijo, “Háganlo hombres”. Él ascendió al cielo y el ángel dijo: “Este mismo Jesús, quien ha sido quitado, regresará de la misma manera como lo han visto que se va. Y no lo olviden, Él va a regresar para ver como trabajaron ustedes.”

Y entonces, él está diciendo, “Miren, la resurrección, confianza en esa resurrección, va a llevar su corazón a la santidad.” Y él dice, en el versículo 34, “Despierten a la justicia y dejen de pecar.” Pero no van a poder hacer eso si están con personas que no conocen a Dios, que enseñan teología mala, y van a terminar con una vida mala. Dígale a un hombre que no hay resurrección, no hay vida después de la muerte, y observe como vive.

Tucídides registra como cuando la plaga mortal vino a Atenas, él dice, “La gente cometió todo crimen vergonzoso, y de manera pronta se entregó a todo placer lujurioso porque creían que la vida era corta y no había resurrección y entonces no tenían que pagar un precio por su vicio.” Horacio da su filosofía, él dice, “Díganles que traigan vino y perfume, y los retoños que viven por muy poco tiempo de la rosa hermosa, mientras que la circunstancia y la edad, y los hilos negros del destino de las tres hermanas, nos permitirán aun hacerlo así.

Catulo escribe un poema famoso, uno de los poemas más famosos jamás escrito, él dice esto: “Vivamos en Lesbia, y amemos. Y valoremos los cuentos de los hombres antiguos austeros, por media moneda. Los soles se pueden poner, y después regresar, pero para nosotros, cuando una vez que nuestra luz breve se pone, no hay más que la noche perpetua en la que debemos dormir. Entonces Lesbia, disfrutemos, amemos, todo se va a acabar. Quita el pensamiento de la vida venidera, quita el pensamiento de la rendición de cuentas a Dios, y usted quita el incentivo para la santificación, y la santidad. La vida pierde su valor, y la moralidad su motivo. La teología mala, una teología sin resurrección, es una teología que no conoce a Dios. Y ese tipo de teología lleva a una vida mala. Y él dice, más vale que cambien. Vea el versículo 34, y despierten a la justicia. Y él dice el final del versículo 34, “me da vergüenza que les tengo que recordar, porque deberían haberlo sabido, deberían haberlo sabido.”

Como pueden ver amados, la resurrección tiene implicaciones tremendas, si Jesús resucita de los muertos, si Él está vivo, y nosotros viviremos también, entonces hay un incentivo para que la gente sea salva, porque hay esperanza después de la muerte, y hay reunión. Hay un incentivo para que la gente sirva a Jesucristo, porque usted puede entregar esta vida y saber que usted va a recibirla multiplicada por un millón en la vida venidera. Hay un incentivo para la santificación porque la moralidad será honrada y recompensada en los días venideros. Y cualquier cosa que eso es una herejía vergonzosa y va a corromper la verdad. Entonces Pablo dice, “Aférrense a la resurrección”.

Oremos juntos. Padre te damos gracias por las verdades que hemos compartido esta mañana. Y sabemos que estas son cosas verdaderas. Confiamos de que son la intención del escritor en este texto, y sabemos sobre cualquier otra cosa que son verdad. Oramos porque vivamos de tal manera frente a la muerte, que otros al vernos, incluso al morir, se verán atraídos a Cristo, para que ellos también puedan tener dicha esperanza.

Confiamos de que algunos que están en medio de nosotros esta mañana, incluso puedan ser atraídos a Jesucristo porque el deseo es tan fuerte en su corazón por acompañar a alguien, volver a reunirse con alguien a quien aman. Es suficiente pensar en solo tener una reunión con Jesucristo, eso es suficiente para atraernos para ser bautizados en Su nombre.

Padre, ayúdanos a saber que debido a que viviremos para siempre en la vida próxima, debemos entregarnos al servicio con sufrimiento, debemos entregar nuestras vidas de manera total, entregarlas por así decirlo como si fueran estiércol, para que podamos hacernos tesoro en el cielo. Ayúdanos también Padre, a darnos cuenta de que lo que creemos del futuro va a determinar cómo vivimos en el presente. Ayúdanos a vivir como aquellos que deben rendir cuentas. Ayúdanos a vivir como aquellos que pueden estar ante tu rostro, sin vergüenza y con valentía decir por el poder del Espíritu de Dios, me he esforzado a vivir para honrar al Rey.

Que aceptemos los incentivos de la resurrección, para que seamos para la alabanza de Tu gloria, en el nombre de Jesús. Amén.

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