Tomen su Biblia si es tan amable, y veamos el capítulo 15 de 1 Corintios. Este es nuestro último mensaje en este capítulo. Vamos a cerrar el capítulo 15 de 1 Corintios, y hemos disfrutado mucho el tiempo, el tiempo pasa tan rápido. Estamos llegando al fin del libro, solo nos queda un capítulo por delante. 1 Corintios capítulo 15, y vamos a ver los versículos 50 al 58 esta mañana.
El domingo de resurrección pasado, cuando prediqué en el servicio de la mañana en el Hollywood Bowl, comencé con las palabras de otro predicador. Creo que es apropiado para este texto si la repito esta mañana. “Hay un predicador de la escuela antigua, pero él habla con tanta valentía como siempre. Él no es popular, aunque predica por todo el mundo, y él viaja a toda parte del globo y habla en todo idioma. Él visita a los pobres, llama a los ricos, le predica a personas de toda religión y de ninguna religión.”
“Y el tema de su sermón siempre es el mismo, él es un predicador elocuente, con frecuencia produce sentimientos que ningún otro predicador podría producir y trae lágrimas a ojos que nunca lloran. Nadie puede refutar sus argumentos, ni hay corazón alguno que ha permanecido sin ser conmovido por la fuerza de sus apelaciones. Él despedaza la vida con su mensaje. La mayoría de la gente lo odia, todo mundo le teme. Su nombre, la muerte. Toda lápida es su púlpito, todo periódico imprime su texto, y algún día, cada uno de ustedes será su sermón.
Tomás Gray, viendo la muerte dijo, “La jactancia de los heraldos, la pompa del poder y toda esa belleza y toda esa riqueza, espera por igual toda esa hora inevitable. Los caminos de gloria, no llevan sino a la tumba. Los hombres temen a la muerte.” Tomás Gray dice, todo termina en la tumba. Quizás, esa es la falta de esperanza del mundo, pero no es la esperanza del cristiano.
Y eso es lo que hemos estado viendo en 1 Corintios 15. Para el cristiano, todo el temor de la muerte es cancelado en la esperanza de la resurrección corporal. Hemos aprendido, ¿no es cierto? que vamos a ir a esa tumba y vamos a salir del otro lado glorificados en cuerpos nuevos, aptos para el cielo. Me acuerdo como un niño pequeño mi padre me llevaba a la iglesia de Cristo en Filadelfia, la cual es una iglesia antigua famosa, en dónde muchos de los padres fundadores de Estados Unidos, y aquellos que firmaron la Declaración de la Independencia asistían.
Me acuerdo que me sentaba en la banca de varias personas famosas, no está lejos del Salón de la Independencia. Algunos de ustedes quizás han estado ahí. Y me acuerdo al asistir al cementerio de la Iglesia de Cristo, el cual está ahí cerca, a una cuadra, y leer el epitafio escrito en la tumba de Benjamín Franklin. Benjamín Franklin compuso su propio epitafio antes de que muriera, y lo había colocado en su tumba en su muerte. Esto es lo que dice: “El cuerpo de Franklin, impresor, cómo la tapa de un libro antiguo, su contenido despedazado y despojado de sus letras y brillo, yace aquí como alimento para los gusanos. Pero el trabajo no será perdido porque aparecerá una vez más en una edición nueva y más elegante, revisada y corregida por el Autor.” Esa es la verdad para el cristiano.
En el mausoleo magnífico que contiene los restos mortales de la Reina Victoria y aquellos de su marido real, a quien ella amaba mucho, están inscritas estas palabras, “Aquí al final descansaré contigo, y contigo en Cristo, y también resucitaré.” Esa es la esperanza del cristiano. Y ese es el mensaje entero de 1 Corintios 15. Eso es lo que él está diciendo aquí.
Ahora los escépticos han llegado en la actualidad, como lo hicieron en Corinto, y lo han negado. Y eso es lo que Pablo está respondiendo en el versículo 12 del capítulo. “¿Cómo dicen algunos de vosotros que no hay resurrección? Corrijamos esto.” En el versículo 35, y cómo es posible que estas personas supuestamente se van a salir con las suyas, diciendo afirmaciones burlonas como, ¿Cómo resucitan los muertos? Y, ¿con qué cuerpo vienen?” No parecen pensar que es posible que Dios pueda crear un cuerpo nuevo. Quieren negar y burlarse de la resurrección.
Y entonces Pablo al responder a estos críticos, estos burladores, estos escépticos, nos ha dado este gran capítulo de 58 versículos, el más largo en el libro, para que podamos afirmar la confianza en la resurrección. Y claro, la base es que Cristo ha resucitado y se ha vuelto las primicias de todos aquellos que durmieron.
Entonces Pablo nos ha dado toda esta gran verdad acerca de la resurrección. Él ha hablado la evidencia de la resurrección en la primera sección, la importancia de la resurrección, la secuencia de ella, el valor de ella. Él incluso a descrito el cuerpo de resurrección. Y ahora él llega a la sección que literalmente, la sección de alabanza en respuesta a toda la verdad que él acaba de hablar. Una sinfonía celestial debería acompañar esta sección. Handel le escribió música. Debería ser cantada en lugar de ser predicada, porque es simplemente alabanza pura.
Pero conforme vemos los versículos 50 al 58 y vemos la alabanza del apóstol ante la expectativa de la resurrección, quiero que observe cuatro líneas que él sigue. La gran transformación, el gran triunfo, la gran gratitud, y finalmente el gran “por lo tanto”. En primer lugar, la gran transformación. Conforme él comienza a pensar en su mente y conforme él comienza a dejarse volar un poco, conforme él comienza a volar con las alas de la realidad de la resurrección, entonces él llega al primer lugar, al pensamiento de la gran transformación que la resurrección va a ser.
Que diferencia tan tremenda, versículo 50. “Pero esto digo hermanos, que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.” En otras palabras, tenemos que ser transformados, tenemos que ser diferentes para vivir en esa esfera. No seremos terrenales como Adán, como él ha estado hablando en el versículo, y versículos anteriores, seremos celestiales como Cristo.
En el versículo 49 él dijo, “Cómo hemos llevado la imagen del Adán terrenal, también llevaremos la imagen del Cristo celestial.” Tenemos que ser transformados para esa existencia, porque el versículo 50, “sangre y carne,” y ese es simplemente un término para describir el cuerpo físico. Es usado como tal exclusivamente en el Nuevo Testamento. Es usado en Hebreos 2:14 para describir a seres humanos y a Cristo quien se volvió un ser humano. Dice, “Y fueron participantes de sangre y carne, así también él.” Él está hablando estrictamente de carne humana, ser un ser humano.
Y entonces, eso es lo que él está diciendo, los seres humanos, la carne y sangre, los seres naturales no pueden entrar al reino. Y la idea del reino de Dios aquí, no es el reino de Dios en su sentido universal, por todo el universo entero, el gobierno de Dios. No, es el reino de Dios en su sentido espiritual, el reino de Dios en el corazón. Es el reino de Dios en su sentido consumado en el estado eterno. Y él está diciendo: No podemos entrar al reino eterno en cuerpos como este, tenemos que ser transformados. Y usted recordará, realmente, que eso es un eslabón con la sesión pasada, ¿no es cierto?
Y la semana pasada entramos a gran detalle para mostrar como Pablo describe este cuerpo de transformación, este cuerpo único, nuevo, que no será como este. No será un cuerpo de carne como lo conocemos, después de todo nuestra carne tiene que ser reciclada cada siete años, y cada vez obtenemos un nuevo conjunto, es peor que la anterior porque hay putrefacción, descomposición involucrada. Pero en ese día no seremos carne, y no seremos sangre como la conocemos. Las partes componentes de la sangre dependen de otros elementos de la existencia humana para su producción y no serán humanas.
Entonces, no tendremos sangre como los humanos la tienen, algo diferente, sobrenatural. El versículo 42 dice, “Se siembra en corrupción, pero es resucitado en incorrupción. Se siembra en deshonra, es resucitado en gloria. Se siembra en debilidad, es resucitado en poder. Se siembra en cuerpo natural, pero será resucitado un cuerpo espiritual. Eso es acomodarse a la dimensión espiritual. No significa tan solo espíritu, es un cuerpo espiritual.
Entonces, una transformación tremenda tiene que llevarse a cabo. Y Pablo ha dicho que la muerte se vuelve el plantar de esa semilla, y como una semilla va al suelo, así cuando usted muere va al suelo, por así decirlo. Y a partir de la descomposición y deterioro de esa semilla brota vida nueva a través de la tierra. Así será en la resurrección. Los creyentes van a salir de la tumba en nueva vida, con un eslabón que los conecta a la misma vida. Habrá alguna unión, cierta conexión, cierta continuidad. Sin embargo, habrá una gran diferencia, seremos únicos para la dimensión espiritual.
Ahora, todo esto es emocionante, pero lleva a una pregunta seria. Y la pregunta que surge es esta, “Bueno, si esto es algo tan grande, Pablo y vamos a ser cambiados en la resurrección y vamos a ir al suelo y vamos a morir y después la resurrección nos saca, ¿qué hay acerca de la gente que no muere?” Esa es la pregunta. ¿Qué les sucede a los cristianos que no llegan a ese suelo? Digo, y Cristo regresa en el momento de la resurrección, ¿qué les pasa?
“Oh,” dice él, “eso es fácil, he aquí os muestro un misterio, no todos dormiremos.” ¿Y qué quiere decir dormir? Significa morir, ¿no es cierto? No todos moriremos, pero todos seremos, ¿qué? transformados. En otras palabras, no van a morir pero van a ser cambiados. Eso es correcto. Eso responde a la pregunta, van a ser cambiados, porque no hay manera de vivir en el reino incorruptible, inmortal de Dios en un cuerpo mortal, corruptible. Tiene que ser cambiado.
Algunos de nosotros vamos a ir al suelo y vamos a ser cambiados en el momento en el que salgamos de la tumba. Otros serán cambiados hacia arriba. Me gustaría quedarme para eso. ¿No le gustaría a usted? Realmente no quiero morir, y creo que quizás es porque no quiero perderme las cosas que están pasando. No quiero tomarme una siesta porque me podría perder de algo. ¿Es usted así? Tengo que estar alerta, las cosas están pasando y si muero, no estoy diciendo que no voy a estar ocupado en el cielo, pero no lo sé. En cierta manera estoy conectado aquí, me gustaría ver lo que está pasando aquí hasta que Jesús llegue aquí. Y no espero la agonía, y el dolor y todo eso, y la tristeza, y todas las flores y el ataúd y todo eso. Eso cuesta mucho dinero. Yo prefiero esperar el rapto.
Y no me preocupa no llegar al suelo y que mi semilla se descomponga, porque simplemente voy a ser cambiado camino hacia arriba. Ese es lo que él está diciendo. Les voy a mostrar un misterio. ¿Qué quieres decir, Pablo? ¿Qué misterio? ¿Qué es un misterio? Bueno, un misterio no es algo que usted no pueda entender, es algo por primera vez, que usted puede entender. Mustērion es usado en el Nuevo Testamento para hablar de aquello que ha estado escondido, y ahora es, ¿qué? revelado.
Entonces, él está diciendo “Les voy a decir algo totalmente nuevo, habrá un rapto, y hay un buen precursor a eso, y eso es Enoc y Elías, porque simplemente se fueron un día, caminaron hacia el cielo y fueron cambiados camino hacia arriba. Entonces, en cierta manera son ejemplos preliminares. Entonces él dice, vamos a ser cambiados. Va a haber un cambio camino hacia arriba.
Dice usted, “Bueno, ¿cómo es que esto pasa? Digo, ¿cómo se lleva a cabo?” Bueno, el versículo 52 dice esto, “En un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta, porque se tocará la trompeta y los muertos serán resucitados incorruptible y nosotros seremos transformados. Ahora, él dice, ¿cómo vamos a ser cambiados? Va a ser en un momento. Ahora, lo primero que aprendemos es que no es un proceso. Muy bien. No es algún tipo de una metamorfosis larga. No es algún tipo de ciclo de evolución que tenemos que atravesar, va a suceder en un momento.
Y la palabra griega para momento es ‘atomos’, de la cual obtenemos la palabra átomo, la cual realmente en el griego simplemente significaba la partícula más pequeña posible que no podía ser dividida. Literalmente significa aquello que no puede ser cortado. Atomos no puede ser cortado. En otras palabras, en la cantidad más pequeña de tiempo de la cual no hay más pequeña, en la unidad más finita de tiempo, seremos cambiados. Va a ser tan rápido que usted ni siquiera se va a dar cuenta de esto. Y en el minuto en el que suceda, usted se va a olvidar de lo que solía ser.
Entonces, no se preocupe por verse cambiado. No va a pasar. Va a ser tan rápido. De hecho, sucede, en el siguiente simplemente para ayudarlo a entenderlo, él dice “en un atomos, en el tiempo más corto posible en el que es posible no tener un tiempo más corto, usted va a ser cambiado en un abrir y cerrar de ojos. Ahora, el abrir y cerrar de ojos no es el parpadear. El parpadear, una persona que estaba leyendo, él dijo, “El parpadear es el tiempo que toma para que la luz vaya del iris a la retina, y aparentemente algún científico midió esto y dijo, es la sexta parte de un nanosegundo.
Usted no sabe lo que es un nanosegundo, y tampoco yo lo sé, pero voy a tratar de ayudarle. Se lo voy a explicar de esta manera, ¿muy bien? Usted sabe lo que es un segundo. Uno, uno en mil. Muy bien, un microsegundo es una millonésima de un segundo. ¿Muy bien? Ese es un microsegundo, es una millonésima de un segundo. Un nanosegundo es una milésima de un microsegundo. Y esto va a pasar en la sexta parte de un nanosegundo.
Dice usted, “¿Por qué estás diciendo todo eso?” No sé. Solo pensé que era interesante. Ustedes escucharon, algunos de ustedes por primera vez. Pero bueno, pero bueno, va a ser rápido, ese es el punto, seremos cambiados, el poder milagroso de Dios operando. Dice usted, “Bueno, lo veo. Simplemente vamos a ser cambiados camino hacia arriba, no todos vamos a morir. Pero en el momento de la resurrección, cuándo los muertos sean resucitados para encontrarse con Dios, simplemente seremos arrebatados con ellos, veremos eso más adelante en 1 Tesalonicenses 4.
Y seremos cambiados, y dice que va a pasar en la última trompeta, en la última trompeta porque la trompeta tocará y los muertos en Cristo, los muertos resucitarán incorruptibles, y seremos cambiados. Usted tiene en 1 Tesalonicenses, y aquí los muertos son resucitados primero, y después somos cambiados. Alguien dijo, “Bueno, es porque tienen dos metros más por delante, y van a querer salir al mismo nivel.” Pero no creo que eso es verdad, porque en Nueva Orleans los sepultan por encima del suelo. Pero bueno, no sé porque es eso fuera de que Dios simplemente está diciendo, han esperado más tiempo, van a salir primero. No sé. Los postreros serán primeros, o algo así.
La escatología es un tema muy interesante, y la gente ha estudiado las trompetas en la Biblia, tratando de entender que trompeta es que trompeta, y que trompetas son estas y aquellas. Bueno, cuando usted ve una frase como la última trompeta, usted no tiene que suponer que es la última trompeta que jamás será tocada. Ciertamente es la trompeta que termina el fin de la época de la iglesia. Es la trompeta que termina el fin de la lucha con la muerte. Es la última trompeta en el sentido de su relación con la resurrección. Es el citatorio final.
Ahora, las trompetas en la Biblia son usadas para muchas cosas, algunas veces para congregar a la gente para una fiesta, algunas veces para congregar a personas digamos para el triunfo que quiere ser anunciado, por una gran victoria en la guerra. Pero algunas veces las trompetas son usadas para reunir a la gente ante Dios, para citar a la gente ante Dios. Ahora, usted regresa para esto al capítulo 19 de Éxodo, y aquí a usted se le presenta este pensamiento, Éxodo 19, y claro, es el tiempo para que Moisés al pie de Sinaí, y el pueblo de Israel para que escuchen a Dios.
“Entonces sucedió,” dijo en Éxodo 19:16, “al tercer día por la mañana, que hubieron relámpagos,” y Dios realmente les está mostrando que está ahí arriba en el Sinaí, “y hubieron relámpagos y truenos, y nube en el monte.” Ahora observe, “y la voz de la trompeta que era excesivamente fuerte, de tal manera que el pueblo entero que estaba ahí en el campo tembló.”
Ahora, observe el versículo 17, “Y Moisés sacó al pueblo del campamento para reunirse con Dios.” Ahora, la trompeta es usada en esta situación para que la gente venga a reunirse con Dios, para congregar al pueblo de Dios para sí mismo. En Isaías capítulo 27, usted también la tiene. Creo que es el 27, y versículo 13, correcto. En el 27:13 dice esto, “Y sucederá,” está hablando del reino, el milenio futuro, “sucederá en aquel día, que la gran trompeta será tocada. Y vendrán los que estaban listos para ofrecer en la tierra de Asiria, y los expulsados en la tierra de Egipto, y adorarán al Señor en el monte santo en Jerusalén.” Y de nuevo, esos son solo dos ejemplos, y hay muchos otros en dónde Dios usa una trompeta para congregar a Su pueblo para Si mismo.
Entonces algún día, todos los que están en las tumbas van a oír la trompeta, y van a salir y se van a unir con aquellos que van a ser transformados camino hacia arriba en la resurrección. Sabe una cosa, ¿puede imaginarse como va a ser en ese día cuando las tumbas comiencen a soltar a sus víctimas? Traté de imaginarme eso y estaba oyendo algo interesante que salió, de la Guerra Civil. Esto es registrado por un escritor de muchos años.
Y esto es lo que él dice: “Durante la guerra civil, un regimiento de soldados, se vio obligado a dormir en el campo abierto una noche de invierno. A la mañana siguiente, temprano, el capellán se levantó y vio algo muy extraño. Durante la noche, varios centímetros de nieve habían caído cubriendo de manera total a los soldados que estaban cansados. Estaban ahí acurrucados en sus cobijas, y de esta manera causó que el campo entero estuviera lleno de muchos montes pequeños como tumbas nuevas. El trompetista tocó la trompeta y casi instantáneamente un soldado salió de cada monte. Y el capellán pensó en 1 Corintios 15:52, “La trompeta tocará y los muertos serán resucitados incorruptibles, y seremos cambiados.” Pablo dice, no se preocupen por aquellos que están muertos, no se preocupen por aquellos que están vivos. Todos van a salir.
Ahora, hay varios otros pasajes que hablan de esta misma verdad del rapto, permítame tan solo señalárselos por tan solo un momento breve. El capítulo 14 de Juan, versículo 1, solo un par de puntos que quizás debería usted conocer. Todos vamos a ser cambiados. Por cierto, esa palabra cambiados, es la misma palabra usada en Hebreos 1:12 para hablar de la manera en la que la creación será cambiada. La creación se desgasta como una prenda de ropa y va a ser cambiada también.
Entonces, el mismo tipo de cambio que le va a pasar en los nuevos cielos y la nueva tierra, va a pasarnos a nosotros, y vamos a ser hechos diferentes. Ahora, este rapto, esta gran resurrección, y la resurrección de aquellos que están aquí, se habla de esto en Juan 14:1. “No se turbe vuestro corazón, creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas mansiones hay,” dice, pero significa, “habitaciones”. El griego es habitaciones, muchas habitaciones. No puede tener mansiones en una casa, tiene habitaciones en una casa. “Si no fuera así, os habría dicho. Voy pues a preparar un lugar para vosotros. Y si voy a preparar un lugar para vosotros,” aquí viene, “regresará y os recibiré para mí mismo, porque que dónde yo estoy, también vosotros estéis.”
Ahora, aquí Jesús da una palabra acerca del día de la resurrección. Voy allí arriba a preparar para ustedes, voy a venir y recibirlos para mí. La gran verdad del rapto es que Cristo viene. No estamos esperando un acontecimiento, estamos esperando una persona. Ahora, quiero que observe algo, él dice, “Voy a preparar lugar para vosotros.” Hemos tenido este malentendido de que el cielo está ahí, lleno de todas estas casas diferente y demás, pero lo que Jesús realmente está diciendo aquí, la palabra ‘preparar lugar para vosotros’ no significa construir, no significa nada de eso, lo que quiere decir es equipar o amueblar.
Y lo que él realmente está diciendo es, “en la casa de mi Padre hay muchas habitaciones, y estoy ocupado preparando una para ustedes.” Esa es la imagen. Y Él dice, “Si estoy haciendo eso, voy a regresar y yo voy a recibirlos para mí mismo, para que dónde yo estoy, vosotros también estéis.” Como puede ver, todo está relacionado a Él. Él viene por nosotros, “este mismo Jesús, quien es quitado de vosotros, Hechos 1:11 dice, “vendrá de la misma manera como lo han visto irse.”
Entonces, Cristo va a venir para llevarnos, a los muertos, a los vivos, y todos seremos cambiados. Pablo dijo a Tito, en Tito 2:13, “Estamos esperando esa manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador, el Señor Jesucristo.” No estamos esperando un acontecimiento, estamos esperando una persona que nos va a cambiar.
Ahora, en 1 Tesalonicenses 4, el apóstol Pablo da otro detalle o dos acerca del rapto. Simplemente para verlo del otro lado, ahora, quiero que piense conmigo por un minuto, si es tan amable. Escuche, ahora recuerde el asunto de 1 Corintios, el asunto de 1 Corintios es que le pasa a la gente que no muere, ¿cómo son cambiados si no van al suelo como la semilla, y salen? Y Pablo responde eso al decir, “Son cambiados camino hacia arriba.”
Ahora, los tesalonicenses sabían del cambio camino hacia arriba, pero no sabían lo que le pasa a la gente que muere. Estaban en la situación opuesta. Entonces, todos estaban sentados, usted sabe, esperando con gran expectativa, y en el capítulo 1, versículo 10, esperando la aparición del Hijo, estaban todos ansiosos, realmente estaban muy conscientes del rapto, listos para irse, su pregunta era, ¿qué hay acerca de la gente que está muerta? ¿Se van a perder el rapto?
Entonces hicieron la pregunta opuesta, y él dice, no, versículo 15, “los que estamos vivos y permanecemos hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron, porque el Señor mismo descenderá del cielo con grito.” Y esa es la palabra para un mandato militar, la misma palabra usada en Juan 11, cuando Jesús llamó a Lázaro de la tumba. Y Él puede estar diciendo lo mismo, “Salgan.” Nada más que en esta ocasión no lo va a decir, “Lázaro,” solo dirá, “Sal, iglesia.” Y sale.
Y después la voz del arcángel. ¿Y quién es el arcángel? Ese es Miguel. Y, ¿de qué es la voz? Probablemente está gritando porque él está tan contento, porque la tumba entrega a los santos. Y, después la trompeta de Dios y los muertos en Cristo resucitarán primero. Después nosotros los que permanecemos y estamos vivos, seremos arrebatados para reunirnos con ellos, en las nubes, para reunirnos con el Señor en el aire.
Entonces, esos tres pasajes, Juan 14, 1 Tesalonicenses 4, y 1 Corintios 15 son los pasajes en el Nuevo Testamento relacionados al rapto. Cubren ambos lados de la pregunta. Si usted esta muerto, está bien, va a salir de la tumba con un cuerpo glorificado, transformado. Si usted está vivo, simplemente será cambiado camino hacia arriba, y esa es la gran transformación. Que día va a ser ese. Y tiene que serlo. Tiene que serlo. Vea el versículo 53, ¿Por qué? Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Porque no puede ocupar el reino en su estructura mortal, corruptible.
Entonces Pablo dice, “Permítanme revelarles un secreto nunca antes revelado. Una generación entera de creyentes, que todavía estará viva en el momento de la resurrección, en sus cuerpos naturales, serán llevados en un instante, transformados en un cuerpo glorificado sin morir jamás.” Ese es el misterio revelado, la gran transformación.
Eso nos lleva, en segundo lugar, al gran triunfo. Este es un triunfo, cuando esto suceda, la muerte es derrotada, el triunfo ocurre. Versículo 54, y, dos palabras clave aquí, “Y cuando esto corruptible sea vestido de corrupción, y esto mortal sea vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita, “Sorbida es la muerte en victoria.”” En otras palabras, cuando esto suceda, cuando la gran transformación venga, entonces será verdad el dicho, y el hebreo literalmente dice, “la muerte es tragada para siempre.” Y digo hebreo, porque es una cita de Isaías 25:8. Pablo siempre usó la Escritura para confirmar su palabra, su mensaje.
Entonces, él está diciendo, cuando la transformación venga, el triunfo puede ser proclamado, la muerte es absorbida para siempre, el término absorbida tiene que ver con destrucción total, fin total para la muerte. Ahora, la muerte todavía no ha sido absorbida. No. Cuándo, esto corruptible se vista de incorruptibilidad, esto mortal se vista de inmortalidad. Entonces, se cumplirá el dicho, “la muerte es absorbida.” La muerte todavía es un enemigo. Usted sabe eso. Lo es.
Quizás no temamos a la muerte, pero hay un sentido en que la muerte todavía nos viola. Todavía viola nuestro dominio, todavía rompe relaciones de amor, todavía deja sinfonía sin terminar, todavía aquellos que son necesitados mucho. Todavía golpea al bebé y a los de edad, y al rostro con arrugas. Arrebata almas y los lleva al infierno, la muerte todavía es un enemigo. Aunque nosotros que somos cristianos no tenemos temor. Todavía nos invade y puede azotarnos con un golpe tremendo. Pero viene un tiempo cuando la resurrección va a suceder, y entonces podemos gritar que Isaías 25:8 se ha cumplido. Y el hebreo literalmente dice, “Él tragará la muerte para siempre.” Y eso es algo tremendo. Eso es algo grande.
Lenski, el comentarista dice esto, “La muerte no meramente es destruida para que ya no pueda dañar más. Mientras que el resto del daño que ha llevado a cabo contra los hijos de Dios permanece. No. El tornado no meramente es controlado para que no haya hogares más que son destruidos, mientras que aquellos que han sido destruidos todavía están en la ruina. La destrucción de la muerte es mucho más intensa. La muerte y todas sus victorias aparentes, son deshechas para los hijos de Dios. Lo que se ve como una victoria para la muerte, y como una derrota para nosotros, cuando nuestros cuerpos mueren y se descompones, será totalmente revertido de tal manera que la muerte muere en una derrota absoluta, y nuestros cuerpos viven otra vez en victoria absoluta.”
En otras palabras, la muerte no solo es derrotada para que ya no dañe más. Todo lo que jamás ha hecho es revertido, la muerte es absorbida, para siempre. La maravilla increíble de este triunfo hace que Pablo desafíe a la muerte. Él desafía la muerte y dice, ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? Literalmente el griego dice, “Oh muerte,” dos veces, “¿dónde está tu victoria?” La palabra tumba no está en el griego. Oh muerte, ¿dónde está tu aguijón? ¿Oh muerte, ¿dónde está tu victoria? Y él desafía a la muerte, y él se siente tan triunfante. Y por cierto, esa es una paráfrasis de Oseas 13:14.
Entonces, de nuevo Pablo está usando la Escritura del Antiguo Testamento. ¿Dónde está tu aguijón? Kentron, en el griego, tiene que ver con una abeja, el aguijón de una abeja o de una serpiente venenosa. Después de ese día la muerte no tendrá aguijón, el aguijón es quitado. Y sabe, francamente para el cristiano, en el sentido más verdadero, cuando la muerte hundió su aguijón en Cristo en la cruz, dejó su aguijón ahí. Y Cristo llevó el aguijón entero de la muerte para nosotros, de tal manera que la muerte para nosotros no tiene aguijón. Todavía es un enemigo, todavía hace ruido y hace que usted se agache mucho, pero ya no puede picar, dejó su aguijón en Jesucristo, ya ha estado ahí desde ese entonces.
Ahora, el procede a interpretar, porque Pablo en su corazón es básicamente un intérprete de la Escritura, y él no puede meterse mucho en la alabanza sin un poco de interpretación. Entonces, él mete el versículo 56. Por cierto, un poco de teología no lastima, el aguijón de la muerte es pecado, y la fuerza es la ley. Él no puede resistir el meter algo de teología en eso. ¿Qué quieres decir Pablo que el aguijón de la muerte es el pecado? Escuche. Le voy a decir lo que él quiere decir, “No es la muerte lo que daña, la muerte no nos daña, realmente invade nuestro mundo, y tenemos que evitarla un poco, tenemos que recuperarnos de lo que hace, pero jamás, nunca nos daña a menos de que haya pecado ahí. El aguijón de la muerte es el pecado.
Ahora, lo que eso significa es que dónde quiera que hay pecado, la muerte puede dar un golpe fatal. Pero dónde el pecado ha sido pagado, perdonado y quitado, la muerte no tiene aguijón. Y entonces decimos, a favor del creyente, no hay aguijón en la muerte, porque el aguijó de la muerte es el pecado, y el pecado en el caso del cristiano ha sido quitado. ¿No es verdad? Ha sido perdonado.
Entonces, lo único que la muerte puede hacer es hacer ruido y molestarlo un poco, no puede picar. El aguijón de la muerte es el pecado y si usted es cristiano, Jesús llevó todo su pecado, Él ya quitó el aguijón. Si usted es cristiano Él lo perdonó todo. Si usted es cristiano, no hay un pecado que sea imputado en contra de usted. Si usted es cristiano, la Biblia dice, “¿Quién es el que condenará? Dios es el que justifica.” La Biblia dice, “No hay condenación para los que están en Cristo.” No hay pecado en su cuenta, Dios lo ha olvidado, Él lo ha sepultado en el mar, Él lo ha alejado tan lejos como está el este del oeste, 1 Juan 2:12. Él ha perdonado a usted todas sus transgresiones por causa de Su nombre, no hay pecado ahí.
Entonces, para el creyente no hay pecado, no hay aguijón. Ahora, eso no significa que usted no comete pecados como cristiano. Simplemente significa que ya han sido cubiertos, ya están perdonados, ya han sido pagados. Como puede ver, la muerte ya ha sido matada una vez por su pecado. ¿Y quién la mató? Cristo. Se acabó. No más. Ahora, si usted no es cristiano, y hay pecado en su vida, entonces usted le ha dado a la muerte el derecho de picarlo a usted con un golpe fatal.
Por un lado, él dice, la fuerza del pecado es la ley, la fuerza del pecado es la ley. Como puede ver, lo que es eso, lo que nos hace pecadores es que Dios tiene ciertos principios. Y si Dios estuviese ahí arriba diciendo, “Realmente no me importa lo que hagas, tú puedes hacer lo que quieras, realmente no tengo reglas en absoluto. Solo disfruta, no habría ningún pecado, ¿verdad? No habría nada de pecado, ¿verdad? No. No habría reglas, pero Dios ha dicho, “Esto es correcto, esto es incorrecto. Esto está bien, esto está mal.” Y por lo tanto Dios ha establecido estándares que hacen que el pecado sea una realidad. Ahora, dice usted, “Hombre, no sé cuáles son, nunca he leído la Biblia.” Bueno, no necesita leer la Biblia para ser responsable. Dios las ha plantado en la conciencia. La ley de Dios está escrita en sus corazones, Romanos 2 dice.
Entonces, en dónde Dios ha depositado Su ley en el corazón del hombre, como también en la Palabra de Dios Él ha establecido reglas, y es en contra de esas reglas que el pecado se manifiesta. Y una vez que el pecado se manifiesta entonces el aguijón es dado a la muerte, y la única manera de eliminar ese aguijón es que ese pecado sea cubierto. Y esa es la razón por la que Jesús murió, Jesús murió para quitar para usted y para mí el aguijón. Y si colocamos nuestra fe en Él, Él la ha quitado de nosotros y la muerte no tiene aguijón. Incluso, cuando quebrantamos la ley, el castigo ha sido pagado.
Entonces, la fuerza del pecado es la ley, y después el pecado se vuelve el aguijón de la muerte. Pero Cristo ha cumplido la ley entera, Cristo ha pecado el precio por el pecado, el aguijón de la muerte es quitado en el caso de un creyente. Lea Romanos 5, Pablo dice, que dónde no había la ley, el pecado no era imputado. Lea Romanos 7, en dónde Pablo dice que cuándo vino el pecado entonces morí. Cuándo el vi el pecado, entonces morí.
Entonces, conocí el problema y no conocí el pecado. Él dice en Romanos 7, hasta que la ley vino, el mandamiento vino. Entonces, la ley de Dios es el estándar que revela el pecado, y el pecado es aquello que le da a la muerte su aguijón. Y, por cierto, el pecado más pequeño le da el aguijón a la muerte, el más pequeño. Usted no tiene que ser un criminal, el pecado más pequeño no perdonado, del cual no se ha arrepentido, no ha rendido cuentas, no lo ha resuelto, el pecado más pequeño en la vida de un incrédulo es suficiente para causar el golpe fatal. Pero Pablo dice, “La muerte es absorbida para siempre, para el que es el prometido, el que tiene la promesa de resurrección en Cristo.
Entonces, la gran transformación lleva a Pablo al gran triunfo, un triunfo de vida sobre la muerte. Y el triunfo del perdón sobre el pecado, el triunfo de la gracia sobre la ley. Y eso lo lleva a la tercera cosa, que llamo, la gran gratitud, la gran gratitud. Versículo 57, “Más gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.” Cómo pueden ver, amados, es el Señor Jesucristo quién pagó la paga por el pecado. Es el Señor Jesucristo quien cumplió la ley de Dios. Él se encargó de esos elementos en el 55 y 56, eso se oye exactamente para mí como Romanos 7:24, ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Cristo. Y él procede a hablar de esa gran afirmación de Cristo. Cristo es el que hace que tengamos victoria.
Entonces, gracias sean dadas a Dios. Él dice, no puedo quitar el aguijón de la muerte por mí mismo. No puedo hacer nada por la consecuencia de violar la ley de Dios. Lo único que puedo hacer es agradecerle a Dios, porque Él nos dio la victoria como un regalo en Jesucristo. ¿Lo ve? Si usted, si usted es un pecador, y lo es, solo hay una manera de eliminar ese pecado, y es mediante la fe en Jesucristo. Y fuera de eso, la muerte tiene su aguijón, y le va a dar a usted un golpe fatal. La obra de Cristo satisfizo las demandas de la ley. La obra de Cristo satisfizo las demandas de la ley. La obra de Cristo pagó el castigo por la muerte, dice en Gálatas 3:13, que se volvió maldición por nosotros, cuando él llevó la maldición de la ley, y Él nos ha dado la victoria.
Me encanta eso, “más gracias sean dadas a Dios, quien nos da la victoria.” Escuche, incluso cuando un cristiano muere, no hay aguijón. El apóstol Pablo dijo: “Porque para mí el vivir es - ¿qué? – Cristo, y el morir es ganancia. Mucho mejor,” él dijo, “partir y estar con Cristo”. Oh, nuestra muerte no es nada, la muerte no es nada. La muerte simplemente es dejar aquí e irnos a estar con Cristo. La muerte es nuestro espíritu ascendiendo a la presencia de Jesús, esperando el día cuándo el cuerpo de resurrección se una a nosotros. La muerte es un amigo. La muerte no tiene aguijón. Tenemos una victoria. La gran gratitud.
En mis días de universidad, me acuerdo en una ocasión que recité un poema escrito por James Weldon Johnson, que captura la emoción de este pensamiento de la victoria sobre la muerte, sino la teología explícita. Escuche lo que él escribió: “No llores, no llores, ella no está muerta, ella está descansando en el seno de Jesús. Marido con un corazón quebrantado, ya no llores más. Hijo, azotado por la tristeza, ya no llores más. Hija, que ha quedado sola, ya no llores más. Ella solo se ha ido a casa.”
“El día antes de ayer por la mañana, Dios veía desde Su cielo alto y grande, viendo a todos Sus hijos y Su ojo cayó sobre la hermana Carolina, estando ella revolcándose en su cama, de dolor. Y el gran corazón de Dios fue tocado de compasión, compasión eterna. Se centró en Su trono y Él mandó a ese ángel alto y brillante que estaba de pie a Su diestra, “Llámame a la Muerte.”
“Y ese ángel brillante, alto, clamó en una voz que irrumpió como un aplauso de relámpago, “Llamen a la Muerte, Llamen a la Muerte”. Y el eco sonó por las calles del cielo hasta que llegó a un lugar oscuro en dónde la muerte espera con su caballo pálido blanco. Y la Muerte oyó el llamado, y él galopó sobre su caballo más rápido. Pálido, como la luz de la luna, pasando por la calle dorada, galopó la muerte.”
“Y las pezuñas de su caballo sacaron fuego del oro, pero no hicieron un sonido. Y la Muerte llegó al Gran Trono Blanco y esperó el mandato de Dios. Y Dios dijo, “Desciende Muerte, desciende a Savannah, Georgia, ahí en Yamacraw, y encuentra la hermana Carolina y tráemela a mí. Ella ha llevado la carga y el calor del día. Ella ha trabajado mucho tiempo en mi mies, y ella está cansada. Desciende Muerte y tráela.”
“Y la Muerte no dijo una palabra, sino que soltó las riendas de su caballo blanco y pálido. Y cabalgó y cabalgó pasando por las puertas de perla del cielo. Pasando por lunas y estrellas cabalgó la muerte, y la espuma de su caballo era como un cometa en el cielo. Y la muerte cabalgó dejando el relámpago detrás, y así vino.”
“Y mientras que estábamos alrededor de su cama, ella volteó sus ojos y vio algo que no podíamos ver. Ella vio a la Muerte antigua, ella vio la Muerte antigua descendiendo como una estrella que caía. Pero la muerte no asustó a la hermana Carolina, ella la vio como una amiga bienvenida. Y ella nos dijo: “Me voy a casa.” Y sonrió y cerró sus ojos. Y la muerte se la llevó como un bebé, y ella estuvo en sus brazos helados, pero ella no sintió, y la Muerte comenzó a cabalgar de nuevo pasando junto a la estrella de la tarde. Pasando junto a la estrella de la mañana, llegando al brillo de la gloria hasta llegar al Gran Trono Blanco.”
“Y ahí colocó a la hermana Carolina, en el pecho amoroso de Jesús. Y Jesús tomó su propia mano, y limpió las lágrimas de ella. Y suavizó las arrugas de su rostro. Y los ángeles cantaron una pequeña canción. Y Jesús la arrulló en sus brazos y estuvo repitiendo: “Descansa, descansa, descansa. No llores, no llores.” Ella no está muerta, ella está descansando en los brazos de Jesús.”
Ahora, eso es sentimental, pero en un sentido es verdad, porque esa es la experiencia del creyente. Esa es la victoria de la muerte. Y después más adelante cuando el cuerpo se une, la plenitud de la vida se lleva a cabo. La muerte es desarmada, es destruida, se le quitan sus garras, y sus fauces. Y entonces, Pablo dice, “Más gracias, sean dadas a Dios”. En Apocalipsis 20:14 dice “la muerte es arrojada en el Lago de Fuego.” En Apocalipsis 21:4 dice, que en el cielo no hay más muerte.”
Entonces, la gran transformación y el gran triunfo y la gran gratitud. Y ahora, amigos, hemos estado volando en el espacio y hemos estado volando al futuro y ahora estamos descendiendo al aquí y al ahora. Número cuatro, el gran así que, el gran así que. Versículo 58, “Así que, hermanos míos, amados.” Ahora, cuando Pablo comienza a hablar en términos amorosos, prepárese, él va a confrontarlos. Así que, hermanos míos, amados, estad firmes y constantes creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.”
Lo que él realmente está diciendo es, “Escuche hermano, si todo esto de la resurrección es verdad, hombre, eso coloca dos cosas sobre nosotros. Uno, permanece fiel. Dos, trabaja duro. Si la resurrección es una realidad, él le dice a los corintios, no vacilen, y no dejen que la gente los esté llevando de aquí para allá, y forzándolos a pensar que no lo es, manténganse fuertes, estables en su compromiso con esa realidad. Y número dos, si es verdad que vamos a vivir en la vida después de la muerte, si es verdad que hay un reino eterno, si es verdad que solo lo que hacemos que es hacernos tesoro en el cielo en el futuro, va a importar, si es verdad que el reino es todo, y esto es pasajero, entonces más vale que comiencen a trabajar para ese reino.
Entonces, él dice dos cosas, “permanezcan firmes, trabajen duro. Permanezcan firmes, trabajen duro.” Gordon Clark tiene una paráfrasis interesante de esto. Él dice, “por tanto debemos mortificar, hacer morir la emoción, ser estables, incambiables, no errar, no estar dispersos, no desanimarnos fácilmente, y debemos multiplicar nuestras buenas obras en el conocimiento de que el Señor las va a hacer útiles.” Toda buena obra que usted haga para Dios en este mundo tiene ramificaciones eternas, ¿verdad?
“He aquí yo vengo pronto, y mi galardón está conmigo para darle a todo hombre conforme a su obra.” Todo lo que usted haga va a tener una implicación eterna y consecuencias, cuando usted lo hace para Él. Es ganar a alguien para Cristo, o hacer una buena obra para la cual habrá una consecuencia eterna. Todo lo que usted hace para usted, todo es madera, heno y hojarasca.
Entonces, él dice, “Miren, número uno, permanezcan fieles.” Vean los dos términos, “estad firmes y constantes.” La frase estad firmes es un adjetivo, y significa estar sentados. Siéntense, estén fijos, firmes, sólidos. Constantes, es una palabra muy interesante Kinos. Esta palabra de raíz significa estar en movimiento. Estad en movimiento, pero Pablo dice, “sean akinos”. Estén a, de hecho, él dice, ametakino, el cual significa estar súper-no-moviéndose. Es una traducción mala, pero usted entiende el mensaje.
No se estén moviendo en absoluto. No me dejen ver ni un parpadeo. No sean una película, no dejen que su teología sea como la de Efesios 4:14, “de niños que son arrojados de aquí para allá por todo viento de doctrina.” Cada día que alguien los ve a ustedes, tienen una nueva teología. No sean víctimas, estén estables, siéntense en eso, estén de pie ahí, coloquen sus pies ahí. Sean inamovibles y constantes en que la resurrección es una realidad y ustedes son fieles a esto.
¿Por qué? Porque él sabe esto, amados, que, si la doctrina de la resurrección se tambalea, vamos a abandonarnos a los estándares de vida del mundo. Porque si no hay consecuencias eternas, perdemos nuestra motivación, ¿verdad? Estén de pie sobre eso, no dejen que esas personas vengan y los muevan. Permanezcan estables. Después él dice, ahora que saben que es verdad y están de pie sobre esto, deben trabajar duro con eso en mente, siempre abundando en la obra del Señor, porque saben que su trabajo en el Señor no es en vano.
La palabra ‘trabajo’ ahí significa trabajar al punto de quedar exhausto y de sudar. Literalmente, trabajar tan duro que usted está cansado. Y observen esto, ‘siempre’ significa, ¿qué? siempre. Siempre. No cuando no usa sus vacaciones o antes de las cinco, o después de la seis, o lo que sea. Siempre abundando. Y ahí hay una palabra interesante en el griego, eso significa, ‘hacerlo de manera excesiva’.
Dice usted, “Oh”. Eso es lo que significa. Usted lo hace de manera excesiva. Por cierto, es la misma palabra usada en Efesios 1, en dónde dice que cuando Dios mostró gracia a usted, Él lo hizo de manera excesiva, súper abundó, ¿no es cierto? en toda sabiduría y conocimiento y gracia. Misma palabra. Y él espera que usted súper abunde en el servicio. Escuche, si hay una recompensa y hay un reino ahí, y todo eso es verdad, entonces debemos trabajar.
¿Cómo podemos perdernos en las cosas superficiales de este mundo que va a desvanecerse? Va a pasar. Que palabra es esta amados, para los miles de cristianos que trabajan y oran y dan, y sufren lo menos posible. No entienden el punto. Más vale que lo hagan de manera excesiva. La gente siempre me dice, “Tienes que bajar la velocidad, John.” Escuche, tengo que hacerlo, tengo que hacer esto de manera excesiva. Escuche, puedo descansar para siempre. Encuéntreme una nube y un arpa y simplemente voy a disfrutar, pero no aquí. No estoy interesado.
La gente dice, “¿Piensas que te vas a retirar en algún punto?” Sí, cuando esté muerto, pero no hasta ese punto. Sabe una cosa, si la gente nunca me escucha, todavía voy a ir a algún lugar y voy a gritar. Cómo Billy Gray solía decir, “Si me meten en un barril voy a gritar ‘gloria’ desde ahí,” sea lo que sea eso. Y sabe una cosa, creo que pensamos en un mundo en la actualidad, en dónde todo mundo está tratando de decirnos que nos tranquilicemos, tenemos que descansar. Escuche, sabe una cosa, eso realmente ha echado a perder a muchos cristianos.
Y escuche, no estoy en contra de tener un poco de tiempo para la recreación y demás. Está bien. Pero sabe una cosa, hay algunas personas que simplemente cierran su tienda de campaña y se van. Nada más que su tienda de campaña es un auto o una casa en algún lugar. Simplemente dicen, “Bueno, le he dado al Señor tanto, me voy a ir y voy a pasar un poco de tiempo para mí, vamos a hacer esto.” Y sabe una cosa, dejan las actividades del reino por pasatiempos. Tenemos que estar concentrados en esto.
Henry Martin fue a la India y dijo, “Ahora, déjame arder para Dios.” Y él hizo eso antes de que tenía treinta y cinco años de edad. David Brainerd fue como misionero a los Indios Americanos, y murió antes de que tenía treinta años de edad, y su nombre sigue y sigue, y el reino será lleno de los resultados de su obra. Eso es lo que importa, trabaje duro. Hombre, el trabajo del reino tiene que ser hecho, hay almas que alcanzar, y ministerios que llevar a cabo, que cumplir, y usted tiene que ser parte de esto. Usted tiene que estar ahí. Lo necesitamos a usted, con sus fondos, su mente, su cuerpo, su alma, sus capacidades, sus dones, invirtiendo eso en el reino de Dios.
Entonces, la alabanza de Pablo, como sucede con frecuencia en el caso de Pablo, termina de manera práctica. Un gran ‘así que’. La resurrección es un hecho, ¿sabe usted eso? Va a venir y tiene algunas implicaciones tremendas para el presente. Oremos.
Gracias Padre por nuestro tiempo esta mañana, por el aliento de la Palabra de Dios, por cómo fortalece nuestros corazones, como da gozo, paz, en medio de la ansiedad. Saber que todas las cosas están en Tu mano, hay un futuro, hay una resurrección, hay una recompensa eterna, y tiene implicaciones tremendas para como invertimos nuestra vida para aquí y ahora.
Que así sea, Padre, que te demos lo mejor, que lo hagamos de manera excesiva, que trabajemos demasiado duro para Tu reino. Que literalmente nos agotemos en el ministerio, sea lo que sea, en donde quiera que estemos, considerando primero lo que sabemos que es verdad. Y estando estables sobre eso y trabajando duro para Tu reino.
Gracias por la resurrección que nos has prometido. Que nuestra gratitud hable en la manera en la que vivimos, antes de que entremos en esa esperanza grande que esperamos. En el nombre de Jesús. Amén.
Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
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