Si es tan amable tome su Biblia y veamos 1 Corintios capítulo 16, 1 Corintios capítulo 16. Ahora llegamos al último capítulo en este gran libro, y que tiempo tan maravilloso hemos disfrutado al estudiarlo. Y ahora llegamos al capítulo de corona de todos, el que lo concluye. Y conforme estaba pensando en este capítulo no pude evitar sino pensar que el Apóstol Pablo debió haber tenido algún tipo de sentido del humor, simplemente lo detecto de vez en cuando aquí. Pero aquí es muy sutil.
El capítulo 15 es tan grandioso, es simplemente magnífico, y va más allá de cualquier cosa de que pudiéramos soñar. Él está hablando de la resurrección, él está hablando de cuerpos glorificados. Él está hablando de la voz de Dios llamando a los muertos de las tumbas. Él está hablando de gran transformación. Él está hablando del día cuando nuestros cuerpos se volverán como el de Jesucristo. El día cuando la trompeta suene. El día cuando el cielo explote en nuestra realidad. El día cuando toda imaginación sea cumplida y más allá de eso. El día cuando clamemos, “Oh muerte, ¿dónde está tu aguijón? ¿Dónde oh sepulcro tu victoria?”
Y después ahora dice en cuanto a la ofrenda. Y de pronto estamos de regreso a donde vivimos. En cuanto a la ofrenda, capítulo 16 versículo 1. De eso vamos a hablar. Ahora, sé que usted se dice, “Bueno, aquí viene otro mensaje acerca de la ofrenda.” Así como siempre lo oímos en la iglesia. Algunos de ustedes que están visitando están diciendo, “Oh Marta, vinimos en la semana equivocada. Nuestro pastor está predicando de esto esta semana y esa es la razón por la que no estamos aquí.” Bueno, lo siento por eso, este será el cuarto mensaje que he dado en 9 años acerca de la ofrenda porque en los libros que hemos estudiado así es presentado. Si no está en el texto normalmente seguimos.
Ahora, le dimos a usted una serie especial hace algún tiempo atrás acerca de los estándares bíblicos de la ofrenda y algo de ese material será re enfatizado en lo que diremos en el capítulo 16 hoy y la próxima semana. Tendremos que hacer esto en dos partes porque hay tantas cosas que decir.
Vamos a ver los primeros cuatro versículos y nos va a tomar 2 semanas, porque créalo uno, realmente están cargados de principios básicos acerca de la ofrenda. Todo es acerca de la ofrenda.
Pero lo que quiero decir para comenzar me parece muy interesante, que el Apóstol Pablo pueda salir de un concepto simplemente tan increíble y grandioso y de un paso y aterrice en algo tan mundano, en algo que es tan actual y es la ofrenda. ¿Pero sabe una cosa? Si usted lo piensa, eso realmente es una ilustración perfecta de cómo el cristianismo opera. Todo vistazo que llegamos a tener de la gloria futura únicamente nos es dada para alentarnos a un sentido más profundo de compromiso de responsabilidad aquí y ahora. Esa realmente es la esencia de todo este concepto de miradas escriturales en el futuro. La idea entera de ver hacia adelante es para hacernos responsables aquí y ahora. Por ejemplo en 2 Pedro, Pedro dice, “Viendo que ustedes saben todas estas cosas. Viendo que entienden que el día del Señor viene y que la tierra se va a derretir y que los nuevos cielos y la nueva tierra y todo está gloria está por venir. ¿Qué tipo de personas deberían ser en toda piedad y vida santa?” ¿Lo ve? Eso es lo que Pedro dice, un vistazo al futuro simplemente traiga gran responsabilidad en el presente.
Y cuando el Espíritu de Dios en el capítulo 15 del nos muestra la realidad fantástica del día de la resurrección y el tiempo de la transformación y las cosas increíbles que Dios nos ha preparado, simplemente tiene un impacto tremendo en la manera en la que vivimos ahora, inclusive en cómo usamos el dinero en la ofrenda. Digo, después de todo si este cuerpo va a ser transformado y si vamos a dejar este mundo, este velo de lágrimas para pasar la eternidad en el cielo, no debemos preocuparnos demasiado por invertir en el aquí y el ahora, ¿verdad? Deberíamos estarlo invirtiendo para siempre en el reino de Dios. Jesús esencialmente dijo lo mismo cuando dijo, “No os hagáis tesoros en la tierra en donde la polilla y el orín corrompen y donde ladrones minan y hurtan, sino haceos tesoros en el cielo en donde la polilla y el orín no corrompen y donde ladrones no minan y hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro ahí estará también vuestro corazón.” Invertir en la eternidad es lo que importa.
Escuche, si usted va a ser glorificado y si usted va a recibir un cuerpo eterno y si todo eso es futuro y esto es tan solo pasajero y usted se va a pudrir y va a regresar al polvo y de regreso a las cenizas, entonces no hay sentido en invertir muchos dólares en esto. Usted más vale que lo invierta en Él para siempre.
Y entonces ahora unas cuantas palabras acerca de la ofrenda. Ahora, permítame darle algo de trasfondo. Vamos a pasar algo de tiempo en el trasfondo porque usted tiene que entender de qué ofrenda está hablando él. Pablo aquí tiene en mente algo que es muy básico. En el mundo antiguo la pobreza era una realidad, muchas personas eran pobres. Y cuando digo pobre, digo pobre como no vemos la pobreza en nuestro país en particular. Si usted ha visitado Tijuana usted ha visto la pobreza. Si usted ha visitado como yo lugares como El Cairo, Egipto usted ha visto pobreza. Hay lugares en el mundo en donde la pobreza sería algo así como era en los tiempos bíblicos. Nuestra sociedad conoce muy poco de ese tipo de pobreza. Quizás hay algunos casos de ella.
Pero la pobreza era un problema muy, muy serio en esa parte del mundo. Era un asunto tan serio que la sociedad misma había tomado algunos pasos para enfrentarla. Por ejemplo, entre los griegos había asociaciones conocidas como aranoide. Ahora, estas asociaciones eran asociaciones de personas que se unían para proveer préstamos sin intereses para personas que habían llegado al punto en el que no podían satisfacer sus necesidades, gente atrapada en un desastre, gente que había sido llevada a un lugar de desesperanza y privación y podían aplicarse estos aranoide para recibir un préstamo libre de interés. Y también les ayudaba en un sentido en el que no podían pagar el préstamo, inclusive había provisiones para regalos, donativos para los necesitados.
Ahora, esto se llevaba a cabo entre los griegos paganos. Los judíos hicieron lo mismo, en sus sinagogas había grupos de oficiales cuya responsabilidad consistía en determinar a quién distribuirle los fondos que se destinaban al bienestar. Entonces entre los judíos una persona necesitada podía solicitarle al liderazgo de la sinagoga y sus necesidades podían ser satisfechas mediante esos oficiales que tomaban una decisión para concederle cierta cantidad de dinero para sus necesidades.
Entonces era común para los griegos paganos y era común para los judíos el satisfacer las necesidades de sus propios pobres. La iglesia ciertamente no podía hacer algo menos que eso si iba a mantener su posición, si iba a poder defender su teología del amor, ciertamente no podía hacer algo menos que la sociedad. No estamos en una situación diferente en la actualidad. Estamos en una sociedad en donde el gobierno cubre eso. Y me temo que con mucha frecuencia la iglesia titubea demasiado para hacer lo que necesita hacer para satisfacer sus propias necesidades y las de su propia gente. Creo que a veces nos aprovechamos de la oportunidad del gobierno en donde deberíamos estar dando en el nombre de Jesucristo. Y creo que en nuestra sociedad estamos muy afortunados porque podemos esperar realmente hasta el extremo, si realmente hay un extremo, porque el gobierno provee y eso está bien si el gobierno escoge hacer eso. Pero en donde el gobierno no puede proveer y ese extremo va más allá de ese punto tenemos que estar listos y dispuestos para compartir.
Ahora, quiero que entienda usted que esta situación de pobreza había sido traída al ministerio de Pablo y había traído un compromiso muy fuerte. Cuando Pablo comenzó inicialmente su ministerio él fue llamado por el Señor Jesús, pero más adelante él visitó Jerusalén y él en cierta manera recibió una comisión oficial por parte de Pedro, Jacobo y Juan, este Jacobo siendo diferente del que encontramos en los Evangelios, este era la cabeza de la iglesia de Jerusalén, el medio hermano de Jesús mismo. Pero estos tres hombres, según Gálatas capítulo 2 versículo 9, se reunieron con Pablo cuando él iba a ser enviado con Bernabé y le dijeron, “Los comisionamos para ir a los gentiles.” Y después dijeron esto en Gálatas 2:10, “Solo que recordáramos a los pobres lo mismo que también fui diligente en hacer.”
Ahora, cuando Pedro y Jacobo, un líder en la iglesia, y Juan, comisionaron a Pablo y a Bernabé les dijeron, “Acuérdense de los pobres.” En otras palabras, va a tener a que haber algún tipo de ministerio social en tu predicación para que te oigan el Evangelio, en muchos casos. Vamos a tener que alcanzar algunas personas que tienen necesidad. Y entonces fueron instruidos desde el principio mismo antes de que inclusive salieran en su primer viaje misionero a acordarse de los pobres. Pablo dijo, “Esto lo hice y es verdad.” Y aquí él está en el capítulo 16 de 1 Corintios recolectando dinero, observen, para los santos. ¿Qué santos? Eso es muy claro, los santos en Jerusalén, al final del versículo 3, “Les enviaré para traer su liberalidad a Jerusalén.” ¿Y por qué? Porque hubo una abundancia de cristianos pobres en Jerusalén. Hubo un problema real de pobreza. Y entonces Pablo está recolectando una ofrenda para llevarla a los santos pobres en Jerusalén. Le tomó más de un año recogerla.
Al final de su tercer viaje misionero él estuvo en la ciudad de Corinto recogiendo por última vez por parte de los corintios esta ofrenda. Y en ese momento al final de su tercer viaje mientras que él estuvo en Corinto él escribió el libro de Romanos. Y al final del libro de Romanos esto es lo que él dijo en el capítulo 15 versículo 25, “Pero ahora voy a Jerusalén – ya se va de Corinto, él ya ha recogido la ofrenda que él está pidiendo en 1 Corintios 16 ya para cuando él escribe Romanos.” Él dice, “Ahora tengo esta ofrenda y ahora voy a Jerusalén para administrar a los santos, porque les agradó a los de Macedonia y Acaya – eso habría involucrado a Corinto y a Tesalónica y a Filipos y a Berea, algunas de esas ciudades – hacer cierta contribución para los santos pobres que están en Jerusalén. Les agradó ciertamente y son deudores. No es solo cuestión de placer, también es una deuda que tienen. En otras palabras, estos cristianos gentiles deberían enviar a los santos pobres. ¿Por qué? Porque si los gentiles han sido hechos participantes de sus cosas espirituales, su deber también consiste en ministrarles cosas carnales. En otras palabras, él dice, “Miren, si los gentiles se han beneficiado por la obra espiritual de Dios a través de Israel, los judíos deberían beneficiarse por el hecho de que Dios da una abundancia a los gentiles económicamente.”
Ahora dice usted, “¿Qué quiere decir él con eso?” Bueno, lo que él quiere decir es simplemente esto, Jesús dijo la salvación es de los judíos en el sentido de que el Antiguo Testamento en su totalidad vino a través de los judíos, la mayor parte del Nuevo Testamento vino mediante los judíos, Jesucristo fue un judío, la responsabilidad profética entera vino mediante la línea judía, el mensaje entero del Mesías vino a través de los judíos y en un sentido hemos sido hechos participantes de eso, lo cual fue dado a los judíos. Y entonces él dice, “Si la posesión de los judíos de cosas espirituales sido dice diseminada a los gentiles, entonces la posesión de los gentiles de cosas carnales o dinero debería ser diseminada de regreso en una actitud de gratitud.” Y entonces él dice, “Estoy llevando esta ofrenda como una ofrenda de gratitud a los judíos para satisfacer su necesidad extrema.” Este punto, y entonces ese realmente fue su plan.
Entonces aquí está, él no ha llegado aún a Corinto, él todavía no ha escrito el libro de Romanos. Pero para cuando llegue a Corinto y lo escriba él va a escribir esto para llevarlo a los judíos de Jerusalén. Y por cierto, él había recogido dinero de Acaya, Macedonia, como también de Asia Menor, lo cual sería Éfeso y algunas otras ciudades que él había tocado ahí. Entonces él aparentemente tenía una cantidad bastante, bastante sustancial. De hecho en el versículo 4 él dice, “Si no es lo suficientemente grande no lo voy acompañar.” Y él lo acompañó. Lo cual significa que debió haber sido una cantidad tremenda de dinero.
Ahora, ¿por qué es que los santos en Jerusalén eran pobres? Aquí hay una pequeña mirada histórica. Creo que nada en la Biblia afirma por qué fueron pobres, pero tomé un poco de tiempo para estudiar eso porque eso algo que me interesa. Y descubrí quizás cuatro razones por las que eran pobres en Jerusalén.
Número uno, Jerusalén fue una ciudad pobre para comenzar. Creo que pensamos de Jerusalén en los tiempos de Salomón como rica, y es cierto, lo fue. Pero en el tiempo de Jesús y Pablo no lo fue, no fue una ciudad en particular rica, fue una ciudad pobre. Los historiadores nos indican que así fue. No solo eso, sino que estaba sobrepoblada porque se volvió una meca religiosa tan importante y la gente venía y venía y venía, y muchos se quedaban, y como consecuencia proveyó cierto agotamiento de la economía. Y como consecuencia contribuyó a que hubiera cierta sequía en la economía de la ciudad. Y para empeorar aún más las cosas, cuando el tiempo de las festividades llegaban, literalmente se ahogaban en gente tantos como 1 millón o 2 millones de personas adicionales podían llegar ahí para los tiempos de las festividades.
Y entonces siempre hubo un agotamiento de los recursos de Jerusalén. Y en esos días Jerusalén dependía mucho de lo que enviaban los judíos que viajaban el extranjero y producían grandes fortunas y enviaban de regreso dinero como un beneficio que debía diseminarse entre los pobres y contribuía al templo.
Entonces fue una ciudad pobre, y hubo una gran necesidad de esos judíos que habían ido al extranjero para que enviaran grandes cantidades de dinero de regreso. Lo cual de hecho no ha dejado de suceder inclusive en la actualidad, todavía lo hacen. Los judíos por todo el mundo son grandes promotores de Jerusalén, grandes patrocinadores de Jerusalén en la actualidad. Y bueno, entonces así fue. Y entonces hubo una indicación de pobreza ahí y dependían mucho de esto.
Ahora, eso nos llevaría la segunda razón por la que los cristianos eran pobres, los santos ahí eran pobres. Y eso fue porque fueron perseguidos por su fe en Cristo, lo cual significaba que no podían conseguir un trabajo en muchos casos, no podían encontrar los canales normales de las sinagogas para que les dieran dinero y ninguno de esos benefactores judíos que estaban dándole dinero a la ciudad quería dárselo aquellos que estaban confesando a un Mesías crucificado y rechazado. Entonces el hecho de la pobreza de la ciudad, además del hecho de que era una realidad del odio y la persecución que vino sobre los santos, y si usted duda eso, lo único que tiene que hacer es leer a lo largo del libro de los Hechos hasta el capítulo 8, leer 2 Tesalonicenses 2:14, lo cual afirma la persecución. Y esas dos cosas habrían traído cierta cantidad de pobreza en la iglesia.
En tercer lugar, cuando la iglesia nació en el día de Pentecostés nació en un momento cuando la ciudad literalmente estaba explotando de gente. Y sin duda alguna muchas de las personas que recibieron a Cristo en esos primeros días fueron peregrinos de otras ciudades. Pero cuando se convirtieron en cristianos nunca se fueron, se quedaron porque esta era la iglesia, y después vivieron en los hogares de otros cristianos, algo se les tenía que proveer y entonces hubo un agotamiento inmediato de los recursos de la iglesia. En Hechos capítulo 2 dice que tenían todas las cosas en común y cuando alguien tenía una necesidad alguien más la satisfacía. Bueno, después de un tiempo esto se volvió difícil. Para cuando usted llega al cuarto capítulo es evidente que se les acabaron ahora los recursos al punto en el que están teniendo que vender sus propiedades. Entonces en el cuarto capítulo se tiene alguien como Bernabé que vende su tierra para distribuir su dinero a los necesitados. Bueno, esto no puede seguir para siempre porque usted se va a quedar sin tierra. Y entonces conforme usted ve a la iglesia moviéndose lo largo del libro de los Hechos usted ve un agotamiento continuo de los recursos de la iglesia. Y entonces llegaron al punto en donde la cantidad peregrinos y la iglesia que estaba creciendo y la persecución que estaba creciendo junto con el odio había resultado en que se agotaran los fondos y había resultado en que hubiera una masa de gente en la iglesia que no tenía recursos.
En cuarto lugar, otra razón por la que creo que eran pobres era porque según Hechos 11:27 hubo un hambre en la tierra, y esta hambre duro durante 4 años. De hecho la iglesia en Antioquía, la cual fue la primera iglesia que jamás fue fundada fuera de Jerusalén, envía a Pablo acompañado con algunas ofrendas para los pobres en Jerusalén debido al hambre, lo cual fue predecido por el profeta Ágabo. Entonces estas son las razones que trajeron un problema básico de pobreza en Jerusalén que probablemente fue más severo que otras partes del mundo. Y en línea con la necesidad de Jerusalén y en línea con Pedro y Jacobo y la instrucción de Juan a Pablo de acordarse de los pobres, Pablo pasa más de un año recolectando dinero y él ahora le está escribiendo a los corintios para pedirles que tengan una parte en esta ofrenda. Esta no es la primera vez que han oído de esto, me parece evidente que inclusive le preguntaron de él. Esta es la razón por la que él comienza diciendo en cuanto a la ofrenda.
Ahora, recordará usted que cuando comenzamos inicialmente a estudiar 1 Corintios le dije que 1 Corintios es escrita en respuesta a una carta por parte los corintios preguntándole acerca de muchos de estos asuntos. Y entonces él está respondiendo a sus preguntas acerca de lo que deben hacer en la ofrenda. Cómo debemos recoger este dinero. Y lo que Pablo realmente hace con eso es que él les da instrucción que presenta principios para toda la historia de la iglesia para que la iglesia sepa cómo debe estar recibiendo de la mejor manera sus fondos.
Ahora, estos no son mandatos dados por Dios, pero estos patrones dados por Pablo los cuales creo que forman una muy buena base para la ofrenda de la iglesia inclusive en la actualidad. Entonces ellos sabían de esto. Y es otro de los temas. Hay una división clara en el 16, y él pasa a este tema acerca del cual sin duda alguna habían hecho preguntas.
Ahora, Pablo dice, “Quiero que recojan esta ofrenda y finalmente voy a unir todo y voy a llevarlo y se lo voy a entregar a los judíos en Jerusalén.” Y eso es precisamente lo que él hizo. Después de muchos años él dice en Hechos 24:17, “Ahora estoy trayendo limosnas a mi nación.” Finalmente después de todos estos años de recoger, más de un año, y pudo haber sido inclusive más que eso de estar recogiendo estas cantidades de dinero.
Ahora, permítame añadir un pensamiento. No es solo sociológico lo que Pablo está haciendo, también es teológico. Pablo sabe esto. Hay una dicotomía básica entre los judíos y los gentiles, ¿verdad? Y se remonta a mucho tiempo atrás. Hay una enemistad básica, hay una hostilidad. La iglesia de Jerusalén es judía. La iglesia gentil en Asia Menor, Acaya, Macedonia, Galacia, otras partes del mundo, esta es gentil. Ahora, Pablo en su corazón siempre tiene esta pasión consumidora por ver el cuerpo de Cristo que se convierta – en qué – en uno. Él escribe en Efesios 2 acerca de la unidad del cuerpo, acerca de que ellos también se volvieron un nuevo hombre, como también el muro de separación se ha derribado. Él quiere que el judío y el gentil sean uno. Él no quiere ni esclavo ni libre ni hombre ni mujer ni judío ni gentil, sino que todos son uno en Cristo y quiere que esto sea una realidad. Y él se da cuenta de que quizás hay una manera en la que él puede hacer eso. Y él en un sentido puede cubrir o alcanzar dos cosas en un acto, no solo aliviar las necesidades económicamente de la iglesia en Jerusalén, sino en un acto abrumador de amor este dinero de los gentiles va a contribuir mucho en solidificar la unión. Por ejemplo, si hay alguien que yo conozco que tiene una necesidad, mi acto por satisfacer esa necesidad no es solo sociológico sino invariablemente adquiere una respuesta de amor. Esto es sin duda alguna lo que sucede cuando usted está buscando a alguien en necesidad, busca ayudarle, siente el sentido de corresponderle usted. En una ocasión tuve la oportunidad de conocer a alguien que tenía una necesidad recientemente, necesitaban cierta cantidad de dinero y yo les di esa cantidad de dinero y su respuesta simplemente fueron lágrimas en primer lugar, y después dijeron, “¿Te molestaría si te abrazara?” Y yo dije, “No, no me molestaría. Lo acepto, sí.” Y entonces esta persona me dio un abrazo de amor.
Y como usted puede ver, no hay manera en la que una ofrenda así pudiera mantenerse simplemente como un acto sociológico, tenía que haber una respuesta de corazón. Y Pablo sabe esto y Pablo puede ver que si la iglesia gentil tan solo busca mostrar amor y satisfacer esta necesidad judía contribuiría mucho a que esa unidad, esa unidad hermosa fuera una realidad que él tanto quiere en esta iglesia. Entonces eso es lo que también está en su corazón en realidad.
Le podría parecer interesante a usted saber esto, que varias veces en el Nuevo Testamento, y no vamos a tomar tiempo en esta mañana para desarrollarlo, pero varias veces en el Nuevo Testamento, 2 Corintios 8:4, 2 Corintios 9:3 y Romanos 15:26 para ser exactos, cuando Pablo se refiere a la ofrenda él la llama la koinonia para descubrir una ofrenda, y la palabra coinonia significa – qué – comunión. Pero para él es inseparable. Usted no puede compartir dinero sin compartir la comunión. Y entonces eso es lo que él ve conforme él lleva esta ofrenda a los cristianos judíos por parte de las iglesias gentiles. Es una gran oportunidad para que ellos puedan devolver una gran deuda espiritual en un acto de amor abrumador. Y esa es la razón por la que en el versículo 4 él dice, “Si no es lo suficientemente grande no voy con ello. Me va a dar vergüenza.”
Ahora, comencemos a ver los principios bosquejados aquí para recibir la ofrenda. Y creo que serán muy prácticos. ¿Y sabe una cosa? Me metí tanto en esto en esta mañana que solo terminé dos puntos, y no sé cuántos finalmente incluí ahí en su bosquejo ahí, probablemente seis o siete. Realmente estaba profundizando en estos, pero solo tuve dos y entonces tendré que terminarlos la próxima vez. Pero compartamos esos dos para comenzar.
Número uno, es el propósito de la ofrenda. Ahora, Pablo va a bosquejar para nosotros algunas directrices básicas para la ofrenda cristiana que van más allá de esta ocasión en Corinto y creo que esa es la razón por las que el Espíritu Santo las coloco aquí, porque tienen un impacto tan grande en nosotros. ¿Cuál es el propósito de la ofrenda? Versículo 1, en cuanto a la ofrenda, aquí viene el propósito, para los santos, y después él añade, “Esta es la misma ofrenda acerca de la cual también de la manera que ordené en las iglesias de Galazia.” En otras palabras, la misma ofrenda que va a ahí para los santos en Jerusalén de la que les conté a los gálatas, de la que le conté a los macedonios, de la que les conté a los que están en Acaya. Aquellos en Asia Menor saben de ello. Y quiero que ustedes se involucren. Pero observen el propósito para los santos.
Ahora, estoy convencido de que este no es solo el propósito para esta ofrenda, sino que conforme usted estudie el Nuevo Testamento usted descubrirá una y otra vez que el propósito primordial de todas las ofrendas era que regresara a la iglesia. De Hechos capítulo 2 compartían todo lo que tenían en común. En Hechos capítulo 4 vuelven a compartir y tenían todo en común. Estaban muy involucrados en satisfacer sus propias necesidades. En Hechos capítulo 6 estaban distribuyendo alimento para las viudas entre aquellos que estaban en la iglesia que no podrían sostenerse a sí mismos de tal manera que la iglesia da para apoyarse a sí misma. La iglesia debe invertir en su propia vida y en su propia gente.
Ahora, no estoy diciendo que no tenemos nada que ver con la gente que está fuera de la iglesia. En Gálatas el Apóstol Pablo dice que debemos hacer bien a todos los hombres, especialmente aquellos que son de la familia de la fe, pero debemos hacerle bien a todos los hombres. En la historia de Lucas capítulo 10, la historia del buen samaritano quien hizo el esfuerzo por ministrar a un judío que estaba en una cultura diferente y en una religión diferente y en una situación totalmente diferente, como me parece que se indica, que hay ocasiones cuando Dios quiere que hagamos bien a aquellos que no son de la familia de la fe, Dios quiere que hagamos bien a aquellos que están sangrando en el camino sean quienes sean. Pero el punto de Pablo aquí es que la responsabilidad primordial de la iglesia es asegurarse de que financia sus propias necesidades. Eso es básico.
Ahora, observe también que no es una iglesia local financiando únicamente su iglesia local, sino una asamblea local aquí en Corinto cubriendo las necesidades de otra asamblea local en Jerusalén. De tal manera que la iglesia cuando realmente es la iglesia y cuando entiende lo que es universalmente satisfacera sus necesidades en cualquier lugar, no solo de manera egoísta invirtiéndola en su punto local de existencia. Pero la iglesia debe satisfacer sus propias necesidades.
Permítame compartible dos cosas. Debemos dar para apoyar a aquellos que están entre nosotros que son pobres y están necesitados. Eso es número uno. En otras palabras, damos para la gente, para las necesidades de la congregación sean las que sean. Hay gente en nuestra iglesia quienes de vez en cuando se satisfacen sus necesidades conforme damos, conforme les damos dinero, conforme suplimos lo que no tienen. Esto es algo primordial.
La iglesia en ese día de hecho tenía una gran ventaja por encima de nosotros, no tenían las cosas como las tenemos, edificios y todo tipo de complejidades que tenemos en la actualidad, creemos que Dios ha guiado a su iglesia en la actualidad cómo es. Pero en esa época el dinero era dirigido de manera específica de regreso a las vidas de la gente para satisfacer sus necesidades físicas, para satisfacer sus necesidades espirituales, así como la ofrenda de Pablo no solo fue un acto de bienestar social con la economía en mente sino que fue un acto de unir, de traer unidad y amor y entonces debemos dar dinero que pueda ser usado no solo para satisfacer lo físico sino también lo espiritual. Cuando usted da su ofrenda en Grace Church algo de esta ofrenda se usa para satisfacer las necesidades de gente que no tienen lo que necesitan, las necesidades básicas de la vida. Y algo de esto va a regresar a usted porque va a proveer salones de clases, aulas, libros, maestros y oportunidades para que usted crezca espiritualmente. Va a proveer ministerios para usted y esa es el área primordial sobre la cual la iglesia tiene responsabilidad, la responsabilidad de cubrir. El compartir en realidad y la unidad real llegarán al punto en donde finalmente se resuelven a sí mismas en el dar dinero.
En Hebreos 13 16 dice, “Hagan bien y compartan porque con tales sacrificios se agrada a Dios.” Y Jesús dijo, en Hechos 20:35 se registra que Jesús dijo “Más bienaventurado es – qué – dar que recibir.” Una verdad cristiana básica. Debemos dar para apoyar a aquellos que tienen necesidad de la iglesia.
Ahora, eso simplemente es básico. Lo que usted tiene debe estar disponible para cualquier persona que tiene necesidad de ello. Y hablaremos la próxima semana de cómo funciona esto conforme llega a la iglesia y es distribuido, porque eso es cubierto por él en el segundo versículo.
Pero permítame llevarlo a un segundo pensamiento bajo este punto. Damos para apoyar a la iglesia, no solo a la gente sino también a sus líderes. No en esta ocasión, sino en otras ocasiones, el Apóstol Pablo lo recibió ofrendas para sí mismo. Por ejemplo en el cuarto capítulo de Filipenses Pablo responde a los filipenses al agradecerles por la ofrenda que le dieron. Él dice en el versículo 15, “Ahora vosotros filipenses saben que al principio del Evangelio cuando partí de Macedonia ninguna iglesia compartió conmigo con respecto a dar y recibir, más que solo ustedes. Pero inclusive en Tesalónica una y otra vez ustedes contribuyeron para mi necesidad.” En otras palabras, Pablo dice me dieron dinero, me apoyaron. Y él tuvo todo derecho de eso como líder en la iglesia.
Acompáñenme a 1 Corintios 9 por un momento. Realmente no me siento incómodo predicando acerca de esto porque está aquí en las Escrituras y quiero que usted entienda cuál es el principio acerca de apoyar a aquellos que están en el liderazgo en la iglesia. Por cierto, yo no tengo un motivo aquí velado, quiero que usted lo sepa, la iglesia ya me da demasiado. En una ocasión le pregunté a un anciano por qué me dan tanto y dijeron, “Porque siempre estás hablando de administración y entonces queremos ver cómo lo haces. Entonces creo que eso es apropiado.” Capítulo 9 versículo 1 dice, “¿No soy apóstol, no soy libre, no he visto a Jesucristo nuestro Señor, no somos otros ni obra del Señor?” Y observe, en el dice, “Yo soy apóstol y si soy apóstol entonces – observe el versículo 4 – ¿no tenemos derecho de comer y beber? ¿No tengo derecho de comer y beber? ¿No tengo derecho de tener una hermana como esposa como los otros apóstoles?” En otras palabras, tengo el derecho de comer y beber. Tengo el derecho de tener una esposa. Tengo el derecho de tener ahí a gente que me acompañe y ministre conmigo. Tengo un derecho Bernabé y yo de dejar de trabajar para que podamos cumplir con este trabajo. Porque si tengo un derecho como apóstol de comer y beber y de tener una familia si así lo diseña Dios. Y si tengo un derecho de tener un grupo de personas que vayan conmigo que dependen de mí. Si tengo un derecho de dejar de trabajar para predicar, entonces alguien va a tener que pagarme. Él dice en el versículo 7, “¿Quién va a la guerra a expensas suyas?” ¿Usted conoce algún soldado que tiene que levantar su propio dinero para pelear? El gobierno le paga. ¿Quién planta de la viña y no come su fruto? ¿Quién alimenta un rebaño y no bebe de la leche del rebaño? Inclusive Moisés dijo en la ley, “No pondrás bozal al buey que trilla, mientras que está trillando el grano. Si quieres que el buey realmente trille el grano déjalo comer un poco conforme avanza.”
Y entonces lo que él está diciendo aquí es un principio básico. Versículo 11, “Si hemos sembrado cosas espirituales, ¿es algo grande si cosechamos cosas carnales?” En otras palabras, si les dimos alimento espiritual, entonces necesitan proveernos como devolución, entonces la iglesia tiene dos responsabilidades. Tiene la responsabilidad de dar para satisfacer las necesidades de la gente y de su liderazgo.
Ahora observe otro versículo, 1 Timoteo 5:17, eso es muy interesante, dice, “Los ancianos que gobiernan bien sean dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.” Ahora, aquí usted tiene otro versículo que trata con la manera en la que se financia el ministerio. Los ancianos, anciano es un sinónimo para pastor, anciano, obispo o presbítero, cualquiera de esos términos. Los ancianos de la iglesia, aquellos que son los maestros y los líderes que gobiernan. Dice, “Los ancianos que gobiernan bien sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.”
Ahora observe algo, hay ancianos en la iglesia, algunos de ellos gobiernan bien, lo cual significa que puede haber diferencias en cuán eficazmente ministra. Y algunos de aquellos que gobiernan bien trabajan en predicar y enseñar, especialmente de manera fuerte o dura. Y aquellos que gobiernan bien y aquellos que trabajan en predicar y enseñar con gran diligencia son dignos de doble paga. Dice del griego. Entonces no solo la iglesia debe apoyar a su liderazgo, sino que debe apoyar a su liderazgo no necesariamente a nivel equivalente, sino dependiendo de cuán diligentemente su liderazgo trabaja. Y ese es un principio básico.
Entonces la iglesia es llamada a apoyar a su gente y a sus líderes. Y ese es el intercambio, y el compartir. ¿Y sabe cuál es uno de los grandes gozos del pastor? Uno de los grandes gozos de recibir de la iglesia es el gozo de recibir de regreso, no solo lo espiritual sino el devolver a la iglesia de Dios algo de lo que la iglesia de Dios ha dado financieramente. Entonces lo único que estamos haciendo es intercambio. ¿Se da cuenta? Como puede ver, yo le predico a usted, entonces usted me da a mí para que yo pueda comer y tener la suficiente fuerza para predicarle de regreso, así funciona.
¿Y sabe una cosa? Y pienso en eso conforma me gasto el dinero. Mi esposa me da $3 el lunes y dice, “Aquí está tu dinero para la comida para la semana mi amor.” Y cuando se me acaba el jueves me dice, “¿Ya te acabaste los $3 que te di?” Yo le digo, “Necesito $2 más. Entregué mi pequeño dólar o mis $2 para la comida y me di cuenta de que la comida, esa comida que me estoy comiendo es comida que ustedes me han comprado para que yo pueda tener la energía para hacer lo que Dios me ha llamado a hacer para darles el alimento que sale de la Palabra de Dios. Y entonces como pueden ver, únicamente estamos compartiendo en todo, simplemente compartiendo.
Ahora, cuando alguno de nosotros se va a un rincón y está ahí amontonando en su propio clóset, entonces no sé que siempre estamos siendo honestos y fieles con todo el panorama. Entonces necesitamos entender eso. No estoy diciendo que Dios quiere que todos seamos pobres y que estemos descalzos. Si Dios hizo a Abraham y Job ricos entonces Dios quiere hacer a algunos ricos, y eso está bien. Únicamente dice en 1 Timoteo 6, “A los ricos de este siglo manda que no acumulen eso sino que estén dispuestos a compartir.” Entonces la iglesia debe darle su gente y a sus líderes. Eso es básico. Ese es el propósito de dar.
En segundo lugar, y de esto es de lo único que vamos hablar únicamente de manera breve. El período de la ofrenda. Él inclusive explica que cuándo debemos dar, versículo 2, “Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo según haya prosperado guardándolo para que cuando yo llegue que no se recogen entonces ofrendas.” Esa palabra ofrendas, ahí es la misma que la palabra en el primer versículo, labia, significa algo opuesto a un impuesto, algo opuesto a una cantidad prescrita. “No quiero ninguna de esas ofrendas cuando venga porque todo debe ser cubierto el primer día de la semana.”
Ahora, el día normal en el que la iglesia se reunía era el primer día. ¿Sabía usted eso? Siempre ha sido así. En Juan capítulo 20 es donde todo comenzó. La gente dice, “¿Cómo es que nos alejamos del día de reposo? ¿Cómo llegamos al domingo?” Bueno, aquí está, en Juan 20:19 dice, “El mismo día al atardecer – este es el día de la resurrección cuando Jesús resucitó – siendo el primer día de la semana en donde los discípulos se congregaron por temor de los judíos. Vino Jesús y se puso de pie en medio de ellos.” El primer servicio post resurrección se llevó a cabo en el día de la resurrección, domingo, el primer día de la semana. Bueno, ese se convirtió en un día tan grande, un día tan glorioso, el día de la resurrección, que eso se convirtió en el día estándar. Y usted pasa al mismo capítulo en el versículo 26 y 8 días después de nuevo los discípulos adentro 8 días más tarde sería el próximo domingo, Tomás con ellos, entonces vino Jesús.
El segundo servicio que jamás tuvieron después de la resurrección también fue en domingo y ese se convirtió en el patrón. Y entonces más adelante conforme usted avanza al libro de los Hechos usted los ve congregándose en ese día. Por ejemplo ahí en el capítulo 20 de Hechos dice, “Y navegamos de Filipos y llegamos a Troas y en el primer día de la semana cuando los discípulos se reunían para partir el pan Pablo les predicó.” Entonces para cuando usted llega a Hechos 20 es el patrón de la iglesia reunirse en el primer día de la semana. Y para cuando se llega a Apocalipsis 1:10 ese día tiene un hombre y es llamado el día del Señor, el día del Señor.
También podría interesarle saber que el día de Pentecostés en el cual la iglesia nació fue un domingo, el primer día de la semana. También le podría parecer interesante saber que la iglesia nunca celebró el día de reposo como tal. En Colosenses 2:16 Pablo dice, “No dejen que nadie los obligue a un día de reposo.” En Romanos 14 dice lo mismo. Y es el único de los 10 mandamientos que no se repite en el Nuevo Testamento. Entonces el día de reposo fue apartado a favor del día de la resurrección. Y la iglesia debía congregarse en el primer día, y esa es la razón por la que él dice lo que dice aquí. “En el primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo.”
Ahora dice usted, “Bueno, ¿por qué? ¿Por qué en el primer día de la semana? Porque ese es el día de adoración. Y la manera en la que usted usa el dinero está ligado de manera inseparable con la profundidad de su adoración. Yo conozco a gente que dice, “Bueno, tú sabes cómo lo hago, yo me espero hasta el final del año en diciembre, ya determino todo y después les doy un cheque muy grande.” Eso no es lo que Dios quiere. Eso realmente es desobediencia a este principio porque como puede ver usted, únicamente está tratando con la administración de su dinero una vez al año y Dios quiere que usted trate con ello – con qué frecuencia – semanalmente, cada semana.
¿Se da cuenta usted de que la manera en la que usted usa el dinero y cómo yo uso el dinero es un barómetro de mi espiritualidad? Realmente lo es. De hecho escuché esto, en el libro de Lucas en el capítulo 16, y este es el versículo que realmente habla mi corazón, el versículo 11 dice, “Por tanto si no habéis sido fieles con el dinero injusto, ¿quién os encomendara las riquezas verdaderas?” Hombre, que versículo. En otras palabras, él dice, “MacArthur, si no eres fiel en cómo usas el dinero nunca te voy a dar a gente, no te voy a encomendar las riquezas verdaderas, a almas, si no puedes usar bien los dólares.” Como puede ver, la manera en la que usted usa su dinero va a tener mucho que ver con la manera en la que Dios lo usa usted con su pueblo. Y después él pasa a decir, “No podéis servir a Dios – y qué – el dinero.” Entonces hay muchos cristianos que necesitan darse cuenta de que quizás la razón por la que no están teniendo un gran ministerio espiritual es porque realmente no han enfrentado la era financiera de su vida.
Conozco un hombre que está totalmente fuera del ministerio, totalmente fuera del ministerio por ninguna otra razón que eso. Él podía predicar con lo mejor, él podía guiar con lo mejor, una personalidad fantástica, un hombre muy amado. Él está fuera del ministerio debido a esa razón y solo esa razón. No podía manejar el dinero. Y él no tenía credibilidad y Dios no le iba a encomendar las riquezas verdaderas.
Amados, Dios quiere usarlos a ustedes en maneras maravillosas, pero hasta que usted esté tratando diariamente cada semana la realidad del hecho de que cada dólar en su bolsillo, cada moneda de $0.10 que usted tiene, cada dólar en su cuenta de banco es una administración encomendada a usted por parte de Dios hasta que usted esté enfrentando esa realidad de manera constante. No creo que usted ha llegado realmente al punto de entender lo que Pablo está diciendo aquí. ¿Por qué es que debemos dar cada semana? ¿Por qué es que debemos dar semana tras semana tras semana en lugar de hacerlo esporádicamente o de vez en cuando o cuando tengamos ganas? Es porque Dios quiere que enfrentemos la realidad de la administración del dinero de manera constante momento a momento.
Ahora, usted está diciendo, “Bueno, a mí solo se me paga mensualmente. ¿Acaso eso quiere decir que tengo que dar un cheque cada semana y en cierta manera estirarlo?” No. No quiero que sea legalista en esto. No creo que eso es lo que está diciendo. Creo que él no está diciendo, “En todo primer día de cada semana asegúrate que por favor da algo ahí amigo.” No. No. Creo que lo que él está diciendo es que haya una conciencia de que cuando vienes a adorar a Dios únicamente puedes adorar a Dios y romper el pan en su mesa y tener comunión con su pueblo cuando has enfrentado la realidad de cómo manejas tu administración del dinero. Ese es el punto. Entonces necesita usted enfrentar esto.
Ahora, si a usted se le paga cada 2 semanas y únicamente coloca esa ofrenda cada 2 semanas, aún así usted tiene que ser sensible en esa semana en la que usted no da nada. ¿Qué sabe usted lo que el Espíritu de Dios le puedo decir? ¿Sabe una cosa? Usted sabe, alguien tiene una necesidad real, quizás usted los va a ver hoy y van a necesitar $50 y quizás usted deba estar listo con $50, si los tiene a su disposición para dárselos a esa persona si lo necesita. O quizás el pastor va a decir, usted sabe, tal y tal persona tiene una necesidad, como mencionamos la semana pasada. Y la necesidad de Bill Harry, o la necesidad de alguien más. Y usted podría estar diciendo, “Dios está hablando a mi corazón, voy a dar un poco más para esa necesidad.” Entonces en otras palabras, usted necesita estar listo para enfrentar eso toda semana. Usted podrá decir, “Bueno, solo puedo entregar mi cheque una vez al mes o una vez cada dos semanas.” Pero la administración todavía está ahí para el resto de esas semanas también si Dios así habla, ¿verdad?
Esa es la razón por la que Patricia y yo hemos podido a lo largo de los años tener un pequeño fondo, una especie de pequeño fondo que tenemos ahí guardado, que no tocamos hasta que haya una necesidad. Y después cuando tenemos un poco ahí para sacar lo hacemos para que podamos estar disponibles para Dios. No vengan todos al mismo tiempo o ustedes van a echar a perder nuestro pequeño fondo. ¿Me entiende?
Pero esas son cosas que usted tiene que enfrentar a nivel constante y usted tiene que estar listo. Inclusive en la semana en la que usted no está dando, en el momento en el que no está metiendo ese cheque en la ofrenda para hacer sensible a lo que el Espíritu de Dios está diciendo, para estar enfrentando ese asunto si no es por nada más que decir, “Dios, esta fue una semana en la que mi administración hablaría bien de mi compromiso.
¿Y sabe una cosa? Como se da cuenta, no es solo el dinero que usted da, es el resto del dinero también que debe ser encomendado como una administración. El propósito de la ofrenda es apoyar a la iglesia, la gente y los líderes y después más allá de eso ayudar a cualquier persona que usted ve en el camino que está sangrando y tiene una necesidad, sea cristiano o no, y el periodo para la ofrenda es el primer día de la semana. Ese es el único momento en el que recibimos una ofrenda aquí, no el miércoles y otras ocasiones, a menos de que haya una necesidad especial de un misionero o alguna necesidad en el momento. Pero la ofrenda regular se lleva a cabo en el día del Señor porque eso es lo que hacían en ese entonces.
Entonces de tal manera que cuando una necesidad surge no tengo que ponerme de pie y estarles gritando y traumatizarlos emocionalmente y decirles por favor y apelar a sus emociones para que ustedes den a nivel emocional. Queremos que aprendan a dar de manera sistemática semana tras semana con una administración diligente, de tal manera que cuando surgen las necesidades hay dinero disponible porque usted ha sido fiel y usted ha dado por amor a Dios y no por alguna estimulación emocional. Bueno, la semana próxima vamos a llegar realmente a la parte buena. Oremos
Gracias Padre por darnos una gran comunión en esta mañana. Gracias inclusive por la ofrenda que recibimos que vino de corazones de estas personas preciadas, tanto de ello fue sacrificial Padre. Gracias por eso. Quizás inclusive hubo una viuda aquí quien dio todo lo que tenía, o quizás hubo un hombre rico que dio mucho. Algunos Padre, quizás que no pudieron dar nada porque tienen una necesidad tan grande. Pero gracias Padre por lo que fue dado, por todo corazón que tuvo un espíritu de sacrificio. Gracias por la gran verdad que aprendemos de nuestro Señor Jesús quien fue rico, pero por nosotros se hizo pobre para que nosotros mediante su pobreza pudiéramos ser enriquecidos.
Y sabemos que sobre cualquier otra cosa Él nos dio la salvación, Él se entregó en la cruz, Él dio todo, Él dio su vida por nosotros. Ayúdanos a estar dispuestos a hacer lo que leímos al principio mismo de esta mañana, a hacer aquello que expresa amor de la manera suprema, ninguno tiene mayor amor que este, que el que pongan su vida por sus amigos. Oh Padre ayúdanos que no podemos ver a nuestro hermano y cerrar nuestro corazón y decir realmente que te amamos. Entonces ayúdenos a amarte y amar la comunión, amar el cuerpo, inclusive amar a los impíos lo suficiente como para alcanzarlos y dar y dar para satisfacer la necesidad y estar conscientes que nunca te daremos en exceso a Ti porque Tú derramarás sobre nosotros bendición abundante. Ayúdanos a ser dadores alegres. Gracias Padre por el aliento de Tu palabra a nosotros, en el nombre de Jesús. Amén.
Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
DERECHOS DE AUTOR © 2018 Gracia a Vosotros
Usted podrá reproducir este contenido de Gracia a Vosotros sin fines comerciales de acuerdo con la política de Derechos de Autor de Gracia a Vosotros.
Este artículo también está disponible y se vende como un folleto.
Esta serie de sermones incluye los siguientes mensajes:
Por favor, contacte a la casa Editorial para obtener copias de este recurso.
Información de la Editorial