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Acompáñeme si es tan amable en su Biblia, al cuarto capítulo de Efesios, Efesios capítulo 4. Estamos avanzando a un paso mucho mas lento, del que lo hicimos hace unos ocho años atrás cuando enseñamos el libro de Efesios. Hay tanto más en mi corazón y mente acerca de estas verdades, que simplemente no puedo avanzar tan rápido como solía hacerlo. Pero confío en que el Espíritu de Dios nos está hablando conforme avanzamos.

Los primeros seis versículos del capítulo 4, nos presentan el andar bajo de nuestra posición alta. Los primeros tres capítulos de Efesios nos han enseñado que tenemos una posición alta en Cristo. Somos exaltados a los lugares celestiales, hemos sido bendecidos con toda bendición espiritual, somos destinatarios de las riquezas inescrutables de Jesucristo, somos uno con el Señor, somos ciudadanos de su Reino. Realidades tremendas.

Y debido a quienes somos, así es como debemos vivir, capítulos 4, 5, y 6. Y entonces el libro está dividido a la mitad como hemos visto. Ahora permítame comenzar nuestro estudio en esta mañana, al recordarle cierta verdad. Pablo, el Apóstol, fue un mendigo. Y no quiero decir que fue un mendigo en términos de su profesión, sino que quiero decir que fue un mendigo en términos de su pasión. Permítame mostrarle lo que quiero decir con eso, ante Agripa en el capítulo 26 de Hechos, el dijo esto: “te ruego que me oigas pacientemente”.

En el capítulo 12 de Romanos, a los Romanos el les dijo y a nosotros: “así que os ruego hermanos, por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo”.

A los Corintios el les dijo en el capitulo 4, versículo 16: “por tanto, os ruego, ser imitadores de mí”. 

A los Corintios de nuevo, en 2da de Corintios, capítulo 2,y versículo 8, el dijo: “os ruego, que confirméis vuestro amor hacia Él”.   

En Segunda de Corintios 5,y versículo 20, el dijo: “os rogamos en nombre de Cristo, reconciliaos con Dios”.

En Gálatas capítulo 4, versículo 12, él dijo: “hermanos, os ruego que seáis como yo soy”.

Y en el capítulo 5, versículo 1, el dijo: “por libertad, Cristo nos ha liberado, por tanto, estad firmes, y no os enredéis de nuevo con el yugo de esclavitud”. Sean como yo soy, él estaba diciendo.

Ahora en tan solo esos cuantos pasajes, vemos enfatizado el hecho de que Pablo fue un mendigo. Que cuando el creyó en una realidad vital, cuando el estaba comprometido con algún principio de verdad divino, no le molestaba rogar a la gente que respondiera a ello.

A el no le molestaba rogar, e implorar, y rogarle a la gente que actuara.

¿Sabe una cosa? creo que yo me identifico con Pablo como mendigo. Algunas veces les digo cosas que se pueden escuchar como un ruego. Un poco. Y he dicho que quizás necesitaba, unas cuantas semanas atrás sugerí, le dije a alguien que quizás necesitaba simplemente, realmente rogarles a ustedes, inclusive mas acerca de ciertas respuestas que deben manifestarse en su vida.

Un momento en el que estaba hablando de venir a la mesa del Señor, y alguien me dijo, bueno ¿sabes una cosa? no queremos que tan solo le ruegues a la gente. Y después comencé a pensar en eso, y comencé a consultar todas estas Escrituras. Y sí, me imagino que quiero rogarle a la gente. En una manera clásica, apostólica, tengo todo derecho de rogarles. No puedo abordar el ministerio con indiferencia o apatía. Creo que tengo que estar involucrado con rogarle a la gente, rogarle a la gente.

Me acuerdo en una ocasión, que tuve la oportunidad de hablar en una de las universidades cristianas, más importantes de nuestra tierra. Ser predicador invitado estaba algo intimidado simplemente por la oportunidad, debido a la facultad, y al alumnado que estaban ahí, y varios miles de ellos. Y se me asigno hablar de una manera expositiva, y entonces escogí el texto de 2da de Corintios, capítulo 5, para hablar de la motivación del Apóstol Pablo, lo que lo motivó a ser el hombre de Dios que él fue. Y pensé, estas personas reciben temas académicos todo el día en sus clases, pero quizás necesiten un poco de fuego y pasión.

Y entonces, simplemente decidí, simplemente predicar con todo mi corazón. Y preparé las ilustraciones, y los puntos,y derramé mi corazón y prediqué lo mejor que pude. Y hombre, realmente me involucré y estaba rogándoles que respondieran a los principios de la Palabra de Dios, y que salieran de la escuela e hicieran una diferencia en el mundo. Y hombre, usted sabe, simplemente estaba muy apasionado con todo esto y terminé con oración y sentí como si hubiera entregado mi alma.

Y salí de este gran auditorio, en una puerta de al lado, y caminé y un alumno me confrontó y dijo, “¿puedo hablar contigo un momento?”, Y yo le dije, “claro”. “Aparentemente no te diste cuenta con quien estabas hablando”.

Yo dije, “bueno quizás no”. Y él dijo, “como puedes ver, deberías haber sido informado para que conocieras el nivel intelectual de los alumnos aquí en esta escuela”.

Y de inmediato, me di cuenta de que era un alumno de primer año, y Yo dije: “bueno, eso quizás es verdad”. Y el dijo, “como puedes ver toda esa actividad y anécdotas emocionales y esa muestra que presentaste fue muy innecesaria, fue ofensivo, somos personas maduras, intelectuales, tu” …Y nunca me olvidaré lo que dijo…”tu simplemente presenta los hechos, amigo mío y nosotros juzgaremos si son relevantes o no para nuestras vidas”. Entonces supe, que el era un alumno de primer año. Tu simplemente presenta los hechos, y nosotros juzgaremos si son relevantes o no para nuestras vidas.

Escuche, usted no puede hacer eso. Cuando su corazón está involucrado en su ministerio. Usted no puede distanciarse así, en primer lugar. ¿Usted no cree ni por un minuto que eso realmente es verdad? Bueno, conseguí su nombre y más tarde comencé a pensar en eso y le escribí una nota, y le dije: creo que su nombre era Felipe, y le dije, querido Felipe, Felipe alguien, nunca lo volví a ver. Le dije: “mira, gracias por confrontarme de nuevo para hacerme pensar en mi ministerio. Pero debo recordarte que mi ministerio no es un ejercicio intelectual, es algo que está profundamente arraigado en mi corazón. Y si soy un mendigo y ruego, entonces me vas a disculpar, pero sigo la sucesión apostólica del Apóstol Pablo mismo”. Traté de señalarle eso de manera amorosa. Pablo fue un mendigo y usted tiene que ser eso.

No por algo externo, sino porque está en su corazón hacer eso. Pablo le rogó a la gente, él le rogó a la gente.

Y como le mostré en Hechos 28:6, estas son las cosas en primer lugar, que vemos a lo largo de esas Escrituras, por las que él le rogó a la gente. En primer lugar, el rogó que un hombre oyera el Evangelio, no hay nada de malo con que usted esta semana espere que llegue el próximo domingo por la noche y encontrar a alguien y rogarles a que venga, y rogarles a que venga. El le rogó a Agripa que oyera.

Y, en segundo lugar, vimos en 2da de Corintios 5:20, que él le rogó a la gente que se reconciliara con Dios. Él le rogó que vinieran a Jesucristo.

Y, en tercer lugar, en 1 Corintios 4:2 el le ruega a cristianos, a que moldeen sus vidas según su vida, la cual seguía a la de Cristo.

Y, después en 2 Corintios 2:8, el les rogó a los creyentes amarse el uno al otro.

Y, en Gálatas 4:12, el le rogó a la gente a estar firme en la libertad que Cristo les había concedido.

Como puede ver, cuando se concentraba en los asuntos reales del mundo espiritual, a el no le molestaba rogarle a la gente.

Y yo no puedo disculparme si me apasiono un poco por las cosas que me han preocupado en su vida, en la vida de usted. No necesito disculparme si entrego mi corazón rogándole apasionadamente, implorándole que le responda a las cosas de Dios. No es cuestión de simplemente colocar y presentar ciertos datos intelectuales e información, y asumir que usted va a responder si usted determina intelectualmente que es lógico y razonable hacerlo.

El profeta de Dios del Antiguo Testamento fue un hombre apasionado. El Señor Jesucristo fue un hombre apasionado. Él clamo cuantas veces, vea usted ese verbo griego ‘kraxem’, él clamó.

Usted lo ve llorando por la ciudad, y usted lo oye, y usted sabe que el se preocupaba.

Y usted ve a Pablo y las lagrimas cayendo por sus mejillas en la mayor parte de su ministerio.

Porque el se preocupa y el esta rogando, implorando y clamando que en el agora para que la gente respondiera. Usted no puede abordar el ministerio con indiferencia intelectual. Y conforme usted ve Efesios 4:1, usted lo oye rogando otra vez, véalo: “Yo pues, preso en el Señor os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamado”.

Él no simplemente dice, de manera fría, es esencial que ustedes anden como es digno. El les ruega. El les ruega.

Y Amados, la razón es esta, hasta que usted camina como es digno, Dios no es glorificado en su vida. Usted no es bendecido de manera plena. La iglesia no puede operar de manera plena. Y, por lo tanto, el mundo realmente no puede ver a Jesucristo.

El andar digno, Pablo ruega por él. Y, yo también.

Ahora, recuerde que la ultima vez, hablamos del hecho de que en primer lugar debemos conocer y entonces podemos hacer, ¿verdad?

Usted tiene doctrina y ¿después qué?, deber. Usted tiene posición y ¿después que?, práctica. Usted tiene teología y después viene la vida correcta.

Y la última vez, dijimos que esa es la razón por la que la palabra de Dios; una y otra vez dice, debes conocer, debes conocer, debes conocer. Debes ser renovado en el espíritu de tu mente. Debes vestirte del nuevo hombre que esta siendo renovado conforme al conocimiento, para que los ojos de vuestro entendimiento sean alumbrados. En otras palabras, debemos conocer antes de que podamos hacer. Usted no puede operar en base a lo que usted no conoce. Y entonces le enfatizamos la última vez cuán importante, es qué conozcamos la verdad de Dios.

Ahora quiero decirle dos cosas acerca de eso, En primer lugar, si usted no conoce la Palabra de Dios, usted no puede protegerse del pecado. David dijo, “en mi corazón he guardado tus dichos, (¿para qué?) para no pecar contra ti. La defensa protectora que previene contra el pecado es el conocimiento de la Palabra de Dios, es la Palabra de Cristo morando en abundancia en usted.

Permítame ilustrárselo, simplemente una ilustración simple.  En el capítulo 7 de Proverbios. Proverbios capítulo 7. Ahora Proverbios trata de la sabiduría. Proverbios fue un libro que fue enseñado de padres a hijos. Y padre, usted no puede hacerle un favor mas grande a su hijo que enseñarle Proverbios. Proverbios trata de manera total acerca de la sabiduría, y usted tiene que tener sabiduría antes de que pueda vivirla. Usted debe conocer antes de que pueda hacer.

Pero observe lo que sucede aquí en esta ilustración. En donde hay ignorancia hay pecado. Cuando usted no conoce la Palabra de Dios, usted no tiene defensas. Usted no puede cumplir su vida cristiana, usted no puede andar de manera digna, usted no puede glorificar a Dios. Usted no puede adornar su naturaleza, usted no puede manifestar a Cristo, usted no puede operar en la iglesia de la manera en la que debe, por lo tanto, la iglesia es dañada.

Pero veamos como una ilustración Proverbios capítulo 7, versículo 5. El versículo 5 presenta a la mujer extraña. Ahora esta mujer extraña, esta mujer extranjera, es una mujer que vendría a la sociedad en Israel, para seducir a Israel, para seducir a algún hombre judío.

Versículo 6, “porque viendo por la ventana de mi casa, vi por mi celosía”, el mira hacia afuera por la ventana ¿y que ve? “y vi entre los simples”, ahora aquí se nos presenta una persona simple. La palabra es ingenuo, no sabe. El no tiene información, el esta carente de conocimiento. Él no tiene entendimiento.

Ahora observe lo que le sucede a una persona simple que no conoce.

“Y discerní entre los jóvenes un joven falto de entendimiento”. Ahora esta es una situación desesperada, en la que una persona puede estar. El no sabe, el es simple, el no tiene entendimiento.

“Pasando por la calle cerca de la esquina, que iba camino a la casa de ella”. ¿Sabe usted lo que le sucede a una persona simple?, en este caso, el cayó en las garras de una ramera. Aquí esta la historia: “en el atardecer, en la oscuridad de la noche, he aquí le vino al encuentro una mujer con atavío de ramera, y astuta de corazón. Aunque ella es fuerte y obstinada sus pies no permanecen en casa, y está fuera en las calles, y espera acechando en toda esquina. Y lo atrapó y lo besó, y con un rostro sinvergüenza le dijo: (aquí viene el engaño) he pagado mis ofrendas de paz, y he pagado mis votos (aparentemente iba a haber algo que comer) por lo tanto salí a encontrarte, diligentemente busqué tu rostro y te he encontrado.”

¡Qué canción y baile! “He adornado mi cama con tapices y con lino fino de Egipto, he perfumado mi cama con mirra, aloes, y canela. Ven, llenémonos de amores hasta la mañana”. Llenémonos de amor, se oye como una canción contemporánea, ¿no es cierto?, aquí está el asunto real. “Porque mi marido no está en casa, él se ha ido en un viaje largo. El se ha llevado una bolsa de dinero con él, y va a venir en el día designado, (él tiene que trabajar). Con palabras dulces ella lo hizo ceder, con la adulación de sus labios lo forzó, el la siguió”.

Pero observe la siguiente frase, “como un buey al matadero, como un necio a la prisión, hasta que una flecha lo atravesó. Como un ave se apresura a la trampa y no sabe que es por su vida”. Puede detenerse ahí.

Como puede ver no conocer y ser simple y ser carente de entendimiento significa que usted no tiene defensa. Y esa es la manera negativa de decir lo que dije la semana pasada de manera positiva. Conocer la verdad de Dios, conocer la Palabra de Dios en su sentido mas profundo, tenerla morando ricamente en usted, conocerla experimentalmente se convierte en la defensa que lo capacita para decirle no al pecado y si a la justicia.

Ser simple, e ingenuo y carente de entendimiento es colocarse en el lugar de vulnerabilidad absoluta. Entonces amados, les digo esto, debemos saber antes de que podemos hacer. Si no conocemos seremos víctimas, inclusive una persona que ha creído en Jesucristo y ha venido a Cristo, si el permanece en su vida en ignorancia bíblica, si la Palabra de Dios no está constantemente frente a su mente. Si él no está siempre consiente de la realidad profunda y rica de la verdad eterna de Dios, se encontrará a sí mismo atrapado en el pecado una y otra, y otra, y otra vez y entonces, debemos conocer.

Pero hay algo más que decirles, hay un elemento de peligro en conocer. Es correcto. Aunque debemos conocer para defendernos en contra del pecado y cumplir la voluntad de Dios. Hay un peligro en conocer, porque una vez que conocemos, somos responsables por lo que conocemos. 2 Pedro capítulo 2 y versículo 21, hablando aquí de un apóstata, quien tuvo el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, pero regresó a su vida anterior. Realmente nunca se habrá comprometido con Cristo, estaba en su cabeza y no en su corazón. Comentando acerca de eso en el versículo 21, escuche esto y aquí hay un principio divino: “porque habría sido mejor para ellos no haber conocido el camino de justicia, que después de haberlo conocido, se volvieran del mandamiento santo presentado a ellos. ¿Escucho eso?, el dice, es mejor que usted nunca conozca, que usted conozca y usted se desvíe de ello. Esta es una afirmación poderosa con ramificaciones interminables.

Alguien podrá decir, “bueno, llamen a los misioneros a casa. Llámenlos de regreso a casa, es mejor que esas personas nunca conozcan, que conozcan y rechacen”. Si, si eso es verdad. Pero por otro lado el Señor Jesús mismo dijo, “ir por todo el mundo y predicar el Evangelio a toda criatura”. Porque es mejor aun que conocer y no responder; es conocer para que usted pueda responder, ¿muy bien?

Lo mismo es el caso de nosotros, usted podrá decir: “bueno, si dice en Santiago, ‘al que sabe hacer lo bueno y no lo hace le es pecado’, y dice esto aquí, hombre, es mejor no conocer la Biblia porque si usted no sabe, usted no es tan responsable.”

Escuche, es mejor no conocerla que conocerla y no hacerla, pero lo mejor de todo es conocerla y hacerla. Ese es el punto.

Y entonces les decimos, busquen conocer y busquen hacer, así es como usted cumple el plan de Dios en su vida.

 Y, por cierto, las otras alternativas son miseria. No conocerla y por lo tanto no hacerla es nunca conocer la bendición de Dios.

Conocerla y no hacerla, es conocer la disciplina de Dios, pero conocerla y hacerla es conocer constantemente su bendición.

Entonces les decimos, aprenda la verdad y obedezca la verdad.

Eso es lo que Pablo está diciendo, ustedes la conocen. Está aquí para ustedes en los primeros tres capítulos, ahora aplíquenla. Y les voy a decir una cosa, alguien que viene a Grace Church por algún periodo de tiempo va a conocer algunas de estas cosas, porque la gente aquí enseñan estas cosas. Y usted va a ser responsable, pero al mismo tiempo usted va a poder vivir una vida satisfecha para la gloria de Dios.

Entonces Pablo nos invita a andar, no, nos ruega a andar como es digno, porque este es el estándar y el único estándar.

Colosenses capítulo 3, escuche: “si pues habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba”, si usted está viviendo en los lugares celestiales, ponga su mente en las cosas de arriba, no en las cosas de la tierra. Si usted ha sido exaltado para estar ahí arriba con Dios, entonces, haga morir las cosas terrenales. Dice usted, “bueno John, Pablo nos está rogando que andemos como es digno, ¿es posible?”

Digo, es posible. 1 de Juan 2 dice que si creemos en Cristo debemos andar como El anduvo. Podemos hacerlo, ¿cómo? podemos hacerlo. Mi posición es exaltada en los lugares celestiales, mi posición está en Cristo, es tan elevada, es tan sublime, es tan maravillosa, es tan incomprensible.

¿Cómo puedo llegar a vivir de esa manera? Bueno, en primer lugar, usted tiene que conocer el principio y después responder.

Dice usted, “bueno si soy cristiano, y estoy tan elevado, y soy tan exaltado y soy tan sublime, hombre, mas vale que viva de una manera exaltada, sublime. Mas vale que enderece mi espalda, y sea alguien”.

 Eso es interesante. Jesús dijo, “tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, porque soy (¿qué?) manso y humilde de corazón”.

Dice usted, “¿quieres decir que la posición alta demanda un caminar bajo?”, ¡es correcto!

Observe el versículo 2, “con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.

¿Lo ve ahí? usted está en una posición tan alta, y tan sublime y tan exaltada, bendecido con toda bendición espiritual, elevado a una herencia eterna, poseedores de Cristo, poseedores del Espíritu Santo, poseedores de la plenitud de Dios mismo, aquellos que son dueños de las riquezas inescrutables de Cristo. Usted está en una posición tan elevada que usted debe caminar aun nivel muy bajo, muy bajo.

Eso es lo que les está diciendo. De tal manera que una posición elevada demanda un caminar bajo.

Ahora, veamos el texto. Simplemente el versículo número 1 esta mañana. “El llamado al andar digno”. Después veremos las características del andar digno, y finalmente las causas del andar digno. Pero esas ultimas dos, para la próxima vez.

El llamado al andar digno, en el versículo 1.

Él dice, “quiero que anden”, les ruego que anden. La palabra ‘andar’, tengo que hablar de ella, por tan solo un momento. Andar significa conducta diaria, es una palabra del Nuevo Testamento, muy, muy importante. Por cierto, el tema entero de los últimos tres capítulos de Efesio es andar, andar, andar, andar, ese es el tema entero. Los primeros 16 versículos, él dice: “anden en unidad”, al final del capitulo 4 vemos un andar único. Anden de una manera diferente de la que andan los Gentiles. Capítulo 5 es un andar de amor. Capitulo 5, es un andar en la luz. Capitulo 5 de nuevo, es un andar sabio. Capítulos 5 y 6, un andar en el espíritu, y finalmente un andar en la batalla. Y la idea es un estilo de vida.

La palabra ‘andar’, traduciríamos en la actualidad, es conducta diaria, estilo de vida. Que su estilo de vida sea digno de la vocación con la que fueron llamados. Esa es la idea de lo que el está diciendo.

Ahora escuche, usted dice: ¿puedo hacerlo?, ¡Si! Si, pero solo en base a esto. Capítulo 3, versículos 14 al 20. Conforme usted se encomienda al Espíritu Santo para ser fortalecido por su poder en el hombre interior, conforme Cristo ve su vida, y es purificada y limpiada y Él se establece y está en casa y su amor penetra su vida y como resultado usted está lleno de toda la plenitud de Dios capacitado para ser mucho más abundante de lo que puede pedir o entender según el poder que opera en usted. Conforme todo eso se lleva a cabo, usted está

viviendo en los recursos que lo capacitan a usted a andar el andar digno. Usted nunca lo hará simplemente al conocer la teología y después tratar de producirlo. Usted debe comprometerse con el poder; y eso es el 3:20, ‘el poder’. 

Y cuando usted ve el flujo del poder como se indica en el capítulo 3, versículo 20, en respuesta a que usted cede al Espíritu Santo, del versículo 18. Cuando usted comienza ver eso suceder, entonces el poder esta ahí para andar el andar digno.

Ahora veamos cómo es que Pablo habla de esto. En primer lugar, él dice “yo pues preso en el Señor”, ahora Pablo dice usted “acabas de decir eso en un capítulo anterior, ¿Por qué sigues hablando de este asunto de prisionero, cuando lo dijo atrás en el 3:1, ‘por esta causa yo, Pablo prisionero de Jesucristo?’”.

Algo me parece interesante, conforme pensé en esto comencé a estudiar y él siempre se llama a si mismo prisionero de Cristo, prisionero de Cristo, prisionero del Señor, prisionero de Jesucristo, y pensé ¿no es eso maravilloso, que realmente era un prisionero de Roma, en términos técnicos?, pero él nunca se vio así, y aquí hay una gran verdad que usted debe recordar. El Apóstol Pablo tuvo la capacidad de ver todo, únicamente y a la luz de como afectaba a Cristo. Muy bien, en otras palabras, solo hay una manera de vivir, y esta es una gran verdad. Solo hay una manera de vivir y eso es interpretar todo en referencia a lo divino.

¿Entiende usted eso?, él nunca vio las cosas en una interpretación mundana. El siempre las vio en relación con Dios, su primer pensamiento fue inmediatamente vertical, no importa lo que entraba en su vida, inmediatamente ascendía a Dios en términos de su interpretación.

¿Qué significa esto? Dios, ¿Cómo te afecta a ti, Dios? El nunca mantuvo las cosas a nivel horizontal.

Ahora, usted puede tener un problema en su vida, a usted le puede pasar algo en su vida, y usted puede decir o pobre de mí, hay de mí, todos estos problemas van a venir, ¿Cómo ve va a afectar? y va a afectar mi cuenta de banco, me va a costar dinero y al final y esto va y esto y esto, y usted comienza, está pensando todo el tiempo a nivel terrenal.

Pero el hombre que tiene la Palabra de Cristo morando en él ricamente, el hombre que tiene lo que Proverbios llamaría sabiduría, el hombre que realmente opera con un marco de referencia divino, va a responder a ese mismo problema al decir, Señor, ¿qué es lo que esto significa? ¿qué es lo que estás diciendo en esto?

El hombre promedio, el hombre del mundo va a hacer sus cosas, y él va a operar en sus cosas en sus negocios, va a pensar en cosas que se relacionan con él. Como es que va a producir dinero, como es que va a extender el negocio, etc., etc.

Mientras que la persona que tiene la Palabra de Cristo morando en abundancia en él, el que satura su mente con sabiduría divina, va a ver ese negocio solo en interpretación y referencia a lo divino.

¿Como es que afecta a Dios? ¿Qué significa esto para Dios? ¿Cómo es que Cristo encaja aquí?

Como puede ver, usted realmente, cuando usted llega al punto en el que su mente y su corazón están comprometidos con la palabra de Dios, usted va a descubrir, que va a referir la interpretación de todo acontecimiento en su vida, a la luz de Dios. Eso es analizar con un filtro divino, y esa es la única manera en la que debe vivir.

¿Y sabe una cosa? cuando usted esta hablando de madurez, de eso esta hablando usted. Cuando usted habla de un cristiano maduro usted esta hablando de un cristiano que ve todo, solo a la luz de la perspectiva divina. Por lo tanto, él puede enfrentar cualquier cosa. Porque su definición no depende de como lo afecta a él. Y espero que usted piense así.

¿Y sabe una cosa? usted puede llegar al punto y yo puedo verme creciendo, llegando a ese lugar en el que todo lo que ocurre en el mundo entero es interpretado de una manera divina.

Desde lo más pequeño, hasta lo mas grande. Esa es la manera en la que debemos vivir. Así es como debemos vivir, entonces usted realmente está consciente de Dios, entonces usted esta cumpliendo lo que David dijo, me encanta tanto en el Salmo 18, en donde él dijo: “a Jehová he puesto siempre delante de mí”.

En el Salmo 16. ¿No es eso maravilloso? no importa lo que sucede, es a Dios siempre a quien veo. Por tanto, mi corazón se goza en mi gloria, se regocija dice él. En otras palabras, con Dios como mi punto de referencia, con Dios como el centro mismo de mi vida, con Dios como el interprete divino de toda vicisitud en la vida. Mi corazón está contento.

Entonces Pablo se ve a si mismo en referencia al Señor. Pero además él dice, “yo soy prisionero del Señor, y les ruego que anden como es digno”. Ahora, ¿ porque coloca esto aquí, ese asunto de ser prisionero? ¿Por qué tiene que volverlo a mencionar?

Bueno aquí está la razón, creo. Lo que el realmente esta apuntando es esto, él le está diciendo a la gente, ahora, quiero que anden como es digno, y al incluir ahí esa frase, soy prisionero del Señor, el esta diciendo: “Y eso no es fácil para mí decirlo en mis circunstancias, pero de todas maneras lo estoy diciendo”. ¿Entiende el punto? el punto es este, ande como es digno sin importar lo que cueste.

El dice, soy un prisionero. Esa es la peor circunstancia en la que usted puede estar humanamente hablando, pero quiero decirles a pesar de lo que me ha pasado, anden como es digno del que los llamó. Que su vida este al nivel de la virtud de Él.

¿Conoce usted esta palabra ‘digno’? ¿sabe usted que esa palabra digno tiene una raíz en el griego, que tiene que ver con ‘ecualizar la balanza? Y como cristiano, su patrón de vida debe estar contextualizado con su identidad, ¿entiende usted eso? Debe haber una armonía perfecta entre quien es usted y como vive usted. Y usted debe vivir en equidad y equilibrio perfectos con quien es usted. E inclusive, si usted es un prisionero eso no debe afectarle.

Alguien podrá decir, bueno es fácil para el decir como es digno, e incluye esto simplemente para recordarnos, que no es fácil. Puede llevarlo a usted a la cárcel, podrá llevarlo a la muerte como pasó con él, su cabeza fue cortada de su cuello, pero nunca cambió su compromiso con andar como es digno.

Su apelación entonces, amados, escuchen, está arraigada en su propia circunstancia negativa. Aunque la circunstancia es negativa, nunca hay un cambio en el compromiso. Entonces el ruega, inclusive como prisionero, que toda persona debe andar como es digno.

Ahora, escuchen amados de nuevo, es conducta basada en pensar correctamente. Ustedes conocen la verdad, por lo tanto, es así como deben vivir.

Permítanme mostrarle una ilustración de eso, en el Antiguo Testamento, escuche: Dios dijo esto, “si me obedecen, los bendeciré”, ¿se acuerdan de eso? Si guardan estos mandamientos los voy a bendecir. Si obedecen esta verdad, voy a bendecirlos. En otras palabras, la bendición estaba condicionada en la obediencia. Cuan interesante, ¿sabe usted lo que él dice en el Nuevo Testamento? ya los he bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales, ahora, serian tan amables en obedecerme. ¿Ve usted la diferencia? esa es la diferencia entre la ley y la gracia.

Si haces esto bendeciré. Nuevo Testamento, ya te he bendecido, ahora por favor ¿haces esto?, y entonces para que respondamos a Dios no por temor, pero con gratitud. ¿Entiende usted? por gratitud.

No respondemos a los relámpagos y a los truenos del Sinaí, sino a la gracia del Calvario, ¿Se da cuenta?

Y entonces Pablo dice, les he dado tres capítulos de bendiciones de Dios, y ahora ¿podrían andar como es digno?, les ruego que anden como es digno. El usa esa palabra parakalō, llamad a alguien con intensidad, rogarle a alguien. Os ruego, dice él, ¿saben una cosa?, Pablo no vaciló en rogar, porque Pablo estaba tan preocupado por la gente.

Sabe una cosa, usted puede actuar en el ministerio, digo, usted simplemente se puede poner de pie y decir, bueno predique un gran sermón, váyanse a casa y digan, “eso fue fabuloso”. Simplemente asegúrese de que hable con la gente correcta y ellos van a confirmar eso. Y usted puede vivir con el hecho de que usted actuó bien. Pero eso, está muy distante de donde debe estar en el ministerio.

Porque en el ministerio no me preocupa que el sermón sea bueno, mi preocupación no es que el programa sea bueno, mi preocupación no es que yo le caiga bien a la gente. Mi preocupación en el ministerio es que ustedes sean perfeccionados en Jesucristo, ¿lo entiende? 

En el diario de Minneapolis, la semana pasada hubo una serie de artículos tituladas “El clero y la fatiga en la batalla”.

Y estaba leyéndolos la otra noche, me pareció muy interesante, porque estaba hablando del hecho de que habían entrevistado una serie de hombres en el ministerio, y el problema mas importante en común, que tenían era una depresión tremenda.

Y, por cierto, la gente en el ministerio son de las personas mas deprimidas en la sociedad, y lo mas deprimente de todas estas personas, era el hecho constante de que sin importar lo que usted hacía, nunca lo hacia todo. Y sin importar quien lo ayudaba a usted, y quien venía, parecía como si no poder ayudarlo y no poder avanzar. Y ¿sabe una cosa? esa es la verdad.

Estaba leyendo eso y simplemente estaba diciendo hombre, aquí está, aquí está. Y ¿sabe una cosa? usted puede volverse tendencioso, finalmente se cansa de tratar de ayudar a la gente que no responde, y comienza a verse a sí mismo como un fracaso. Y como dijo un hombre, suélteme señora, no soy su Mesías, no lo puedo hacer, no lo puedo hacer. He hecho mi mejor esfuerzo, ya no lo puedo hacer, déjeme. Solo no soy el Mesías, no puedo resolver sus problemas. Usted puede volverse tendencioso.

¿Y sabe una cosa? voy a ser muy honesto con usted. Hay un tipo de ministerio que tenemos, sus Ancianos aquí en esta iglesia, usted nunca se va a casa y dice, “ya lo hicimos Caballeros, ya terminamos. Celebramos, se acabó, está completo. Los santos han sido perfeccionados.

¿Sabe usted lo que dice?, creo que encontré a alguien que se esta moviendo en esa dirección, parece estar respondiendo. ¡Oh, que gozo!

Como puede ver la razón por la que Pablo le rogó a la gente que anduviera como era digno, era porque esa era su pasión, eso era lo que le preocupaba.

Nunca hay un día, cuando voy a casa de esta iglesia, después de un día estudio, y nunca hay un día en el que voy a casa y me siento como que terminé lo que debía hacer. Nunca, porque no se he acabado.  

Un sermón puede ser terminado, un manuscrito puede ser escrito, un problema puede ser resuelto. Una solución a un asunto bíblico puede haber sido descubierta. Pero, nunca se va a casa sin que alguien le diga a usted, o esté en su mente o usted pensando, realmente deberías haber hablado con tal y tal, realmente deberías haber ayudado a tal y tal, realmente deberías haber llamado a tal y tal, deberías haberle escrito a tal y tal, deberías haber cuidado esto, estas personas no están respondiendo. ¿Oíste del señor tal y tal, la familia está desmoronándose, etc., etc., etc.?

 Nunca termina usted, nunca. Entonces su vida entera está cargando la carga, la preocupación y usted sabe lo que Pablo quiso decir cuando dijo, además de todo el dolor que tengo por fuera, tengo la preocupación constante de las iglesias en el interior.

Pero como puede ver es la pasión en el corazón del hombre de Dios, porque los santos sean madurados, que lo mantiene impulsado, motivado, para seguir ahí.

Y esa es mi gran preocupación por ustedes. Pablo dice, predicamos a todo hombre, y amonestamos a todo hombre, enseñamos a todo hombre para que presentemos a todo hombre perfecto en Cristo.

Él dijo en Gálatas 4, el dijo, tengo dolor, estoy sufriendo dolores de parto hasta que Cristo sea formado en vosotros. Como puede ver, ese fue su gran deseo.

¿Sabe una cosa? cuando veo una congregación y digo en mi corazón, en mi corazón digo, quiero que cada una de estas personas preciadas, quiero que ustedes conozcan la plenitud de un andar digno.

Quiero que sepan que pueden vivir una vida que esta al nivel, o equivalente de quien es usted en Cristo, y quiero que eso le suceda a usted.

Quiero que suceda por el bien de usted, quiero que suceda por el bien de Jesús, quiero que suceda por causa de la iglesia, quiero que suceda por causa de Dios, para que podamos adornar su naturaleza misma.

¿Se da cuenta? y entonces por eso, hablo fuerte y me preocupo, y me apasiono, y hablo como hablo, esa es la razón por la que les ruego, y me pondría de rodillas ahí en el pasillo para rogarle. Le gente dice, “bueno, ¿te preocupas tanto por la comunicación?” Si, me preocupa mucho, no entiendo como es que alguien puede decir que aman al Señor Jesucristo y no venir a su mesa, no entiendo como alguien puede decir, “creo en Jesucristo”, pero no se han bautizado, cuando él Nuevo Testamento dice que deben bautizarse.

No entiendo como la gente puede estar comprometida con Jesucristo y no obedecer sus verdades, no leer su palabra, no pasar tiempo en oración, no anhelar la salvación de almas perdidas. ¡No entiendo eso!

Pero esto es lo que se, están lejos de lo que deben ser y si eso es verdad, debemos ayudarles a llegar ahí. Y entonces, ese es el nivel de compromiso, ¿se da cuenta?

Y entonces Pablo dice, les ruego que anden como es digno, les ruego.  Y no vacilo en hacer lo mismo. ¿Sabe una cosa? no vacilo en rogarle que traiga a alguien el próximo domingo por la noche para que oiga el Evangelio de Jesucristo.

No vacilo en rogarle que venga a la mesa del Señor, a que se bautice, a que sea obediente, a que lea la Palabra, a que ore, a que haga las cosas que Dios quiere que usted haga, a que use sus dones espirituales, a que ministre, a que se involucre, a que dé para la obra del Señor. Porque esas son las cosas que dan evidencia de la madurez de los santos.

Entonces la madurez espiritual, y usted lo puede ver, el perfeccionamiento de los santos, llevarlos al lugar de que estén completos. Es la meta del ministerio.

Entonces, cuando usted ve a Pablo decir, os ruego que anden como es digno. Usted esta viendo el centro mismo de su compromiso. El hombre estaba tan comprometido con eso que noche y día, noche y día, noche y día estaba llorando porque eso fuera una realidad.

El siervo de Dios entonces entrega su vida a la madurez espiritual del rebaño, y si llega a estar satisfecho con menos de eso, debería salirse del ministerio, porque eso es lo único que importa.

La gente dice, “Oh, ¿sabes una cosa? te preocupas tanto cuando la gente no viene, o cuando todo el mundo no viene para algo, o cuando alguien dice tal y tal en mi familia se está desmoronando”. Sí, me preocupo, me preocupa mucho, y me pregunto, ¿dónde está su compromiso?

¿Sabe una cosa? todas estas queridas personas, muchos de ustedes vienen el domingo por la mañana, y ese es el único momento en el que usted está aquí. No lo conozco, no veo muy bien después de la fila número quince, pero veo que está usted aquí, y no sé dónde está usted espiritualmente. Y usted sabe, es como un rebaño que es demasiado grande y simplemente oro por usted, porque Dios profundice el área de compromiso, porque Dios profundice la perfección en su vida, que la Palabra de Cristo, entre en la profundidad de su ser para que usted pueda vivir al nivel de quien es usted. Con la meta de que Dios pueda ser glorificado, y Jesús exaltado. Y ellos son dignos. Ese es el punto.

Entonces él dice, “anden como es digno”, y después la pequeña frase al final, el griego dice “del llamado al que fueron llamados, su andar y su estilo de vida deben ser el equivalente del llamado al que usted ha sido llamado.

Ahora permítame decirlo de esta manera, ¿Qué es este llamado? ¿Quién lo llamo a usted? ¿Quién lo llamo a Cristo? ¿Quién fue? Ninguno puede venir a mí, a menos de que el Padre ¿qué? lo trajera.

Romanos 11:29, porque los dones y el llamado de Dios son irrevocables.

Romanos, capítulo 8, “y a los que predestinó a estos también llamó, y a los que llamó a estos también justificó, y a los que justifico a estos también glorificó. “Quién lo llamó a usted? Dios.

¿Quién lo escogió en Él desde antes de la fundación del mundo? ¿Quien escribió su nombre en el libro de la vida del Cordero, antes de que hubiera un mundo? Dios lo hizo.

Usted ha sido llamado, Jesús les dijo a sus discípulos, “no me elegisteis vosotros a mí, ¿sino qué? yo os elegí a vosotros. Juan 15:16. Yo os he puesto.

Y en 1ra de Corintios 1:26-27 él dice Dios los ha escogido, las cosas necias del mundo para confundir a los poderosos. No hay muchos nobles, no hay muchos fuertes. Dios los ha escogido.

2da de Tesalonicenses, capítulo 1, versículo 11: por tanto, siempre oramos por vosotros, para que nuestro Dios, os tenga por dignos de su llamado. Dios lo ha llamado a usted.

2da de Pedro 1:10, “hagan de su llamado y elección seguros”. El llamado y la elección van de la mano, y Dios es el que escoge y llama.

Escuchen Amados, si yo simplemente revisara el mundo y viera todo, y revisara el budismo y el cristianismo, y simplemente viviera un estilo de vida de ‘playboy’, o viviera para el dinero, para el materialismo, y dijera, Bueno, creo que, si considero todas las cosas, voy a escoger el cristianismo. Y si el cristianismo no fuera nada más que una decisión simple, personal, y que yo fuera salvo simplemente porque yo decidí ser salvo, yo tendría algún nivel de compromiso con eso. Y yo diría, bueno, si yo decidí hacerlo, vale la pena hacerlo ¿verdad?

Como les digo a mis hijos todo el tiempo, si vale la pena hacerlo, vale la pena hacerlo con todo tu corazón. No me importa lo que sea. Lo que sea. Desde limpiar tu recamara hasta estudiar la Biblia. Si vale la pena hacerlo, vale la pena hacerlo con todo tu corazón. Entonces probablemente haría un compromiso.

Pero, por otro lado, si soy cristiano porque Dios, el Dios todopoderoso y Soberano, quien gobierna el universo, escribió mi nombre en un libro antes de que el mundo comenzara y dijo, “John MacArthur, Yo el Dios eterno, Santo, Justo del universo, te escojo para pasar la eternidad en mi presencia”, eso añade un sentido tremendo de respuesta en mi corazón. Si él me escogió.

Digo, piénselo en esta manera. Si ustedes, mujeres, se acercaran a un hombre joven, esto es, antes de que se casaran. Quizás este es su marido ahora, imagínelo. Usted le dijera, usted sabe, “realmente me gustas”, y él dijera “oh, ¿en serio? “Si, hay características maravillosas en ti. He analizado otros hombres, y parece que tú eres mi mejor opción”. “Ah, ¿te interesaría casarte conmigo?”; “bueno, me imagino que, si lo piensas, y crees que sea algo bueno, estoy abierto a eso. Bueno, ¿porque no? Seguro, me caso contigo.” Algo falta, parece razonable.

Por otro lado, cuando un hombre viene a ti y te dice, “ah, tú eres la flor más hermosa en el jardín del mundo”. Él comienza a citarle a usted el Cantar de Cantares, nada más, no todo el Cantar de Cantares, de lo contrario usted estaría muy confundida. Y el dice, “he ido de un fin del mundo al otro, y he visto la belleza de muchas, pero tu belleza sobrepasa a la de todas, tu virtud, de todo este mundo, yo te escojo a ti”. Ahhhh, sí, si ¿se da cuenta?

Si usted puede magnificar eso a la perspectiva de Dios. No es que nada mas nos tropezamos, y dijimos, oye Dios, “¿puedo meterme en esto?”, y él dijo, “Bueno, sí, si lo has pensado está bien.” No. De todo el mundo, Él lo escogió a usted, ese es un llamado elevado, ¿no es cierto?

De hecho, en Filipenses 3:14 es llamado, un llamado alto. 1 Timoteo 1:9 es llamado, un llamado Santo. Hebreos 3:1 es llamado, un llamado celestial.

Alto, santo, y celestial. Y un llamado tal, por un Dios tal, infinito, demanda una respuesta de ese nivel. ¿no es cierto?

¡Hombre!  llamado a ser un santo. Llamado a ser su hijo. Y necesito andar como es digno de ese llamado.

Escuchen Amados, solo una cosa importa en el mundo entero. Eso es todo. Solo una cosa importa a partir del momento en el que usted se convierte en cristiano, hasta el momento en que vea a Jesús, y eso es, que usted ande como es digno, ¿verdad? Eso es lo único que importa, que viva usted al nivel de quien es usted.

No importa que usted tenga dinero. No importa que usted se vista bien. No importa que usted tenga una casa bonita, un auto bueno. Que sea promovido en el trabajo. No importa que usted compra esa cosa extra que usted necesita y quiere. No importa cual sea su educación, no importa cual sea su profesión. No importa cuantos honores reciba usted, solo una cosa importa, que ande como es digno.

No importa que usted se perdió de ese gran juego, que se perdió de sus programas de televisión, se perdió de los pequeños viajes que quería tomar.

Lo único que importa es de que usted ande como es digno. Eso es todo lo que importa.

No importa cuantas veces venga usted a la iglesia, no importa cuantas llamadas usted haga a la gente, no importa como trate de servir al Señor en la carne. Solo Importa, que usted ande como es digno. Eso resume todo, y esa es la razón por la que el versículo 1 comienza así.

Esa es la razón por la que me he tomado algo de tiempo para desarrollarlo, el resto, simplemente el libro de Efesios explica el versículo 1 ¿se da usted cuenta?

El libro entero, 4, 5, 6, el resto explica el versículo 1, ande como es digno.

Si, escuche esto voy a cerrar. Si, cuando usted se convirtió en cristiano, el Señor instantáneamente colocara como con un sello en su frente estas palabras, VEME, SOY UN HIJO DE DIOS, y a usted no se le permitiera tener fleco o usar un sombrero. ¿Qué haría eso a su estilo de vida?

Bueno le voy a decir una cosa, si yo tuviera eso en mí, o si tuviera que usar algún letrero que dijera, véanme soy un hijo de Dios, y realmente amara a Dios, y realmente amo al Señor Jesucristo, y supiera que todo mundo que yo conozco supiera que soy cristiano, creo que eso podría cambiar la mano en la que vivo.

Usé un letrero solo una sola vez en mi vida, cuando era un pequeño, un día me enojé con un niño y lo mordí, y lo mordí fuerte. Mi papá me puso un letrero colgado de mi cuello, “No jueguen conmigo, yo muerdo.”

El me hizo usarlo todos los días por una semana. Desde ese entonces, no he mordido a nadie.

¿Sabe una cosa? si usamos el nombre de Jesucristo, ¿no cree usted que debemos andar como es digno de Él?

Si llevamos todas las bendiciones del Salvador, ¿no cree usted que debemos vivir a ese nivel?

Aquel que dijo en el Antiguo Testamento, obedézcanme y los bendeciré. Habremos respondido. Pero cuanto más Aquel que dice: “Ya los he bendecido, ¿me van a obedecer?”

¡Amados, les ruego que anden como es digno!

Padre, gracias de nuevo por esta palabra simple, directa, y clara de ti. Y oramos Señor que como Epafrodito oró, que seamos hallados perfectos, y completos en toda la voluntad de Dios.

Oro rogando Padre, que tu lleves a cabo tu obra en los corazones de estas personas para que anden como es digno.

Oh Señor, estaba viendo el valle anoche, pensando en las almas de los hombres que están aquí, que necesitan ver a Jesucristo. Y solo lo pueden ver en nosotros; vecinos, personas con las que trabajamos, parientes, amigos. Que nos demos cuenta de que llevamos el nombre bendito de Cristo, somos cristianos, los de Cristo.

Padre, ayúdanos a vivir al nivel de ese nombre. Andar como es digno de un llamado así para que tú seas exaltado, y levantado y glorificado.

Ayúdanos a ordenar nuestras prioridades. Te damos gracias Padre, porque ya nos has bendecido y continuaras bendiciéndonos a lo largo de toda la eternidad.

En el nombre de Jesús. Amén.

 

 

 

 

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