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Veamos juntos Efesios 5:18-21, siga su Biblia conforme leo. “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, antes bien sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Someteos unos a otros en el temor de Dios.”

Oremos juntos. Padre gracias por esta gran palabra y Señor, me siento algo inepto, inclusive tratar con un concepto tan grandioso como la llenura del Espíritu. Sin embargo, se Señor cuan práctico y esencial es que de hecho es un mandato, y entonces da Tu sabiduría, conforme hablo, y sabiduría a aquellos que oyen, para que podamos ser obedientes y comprender la plenitud de esto que nos dices en el nombre de Cristo. Amén.

Ahora, recordará si ha estado con nosotros, discutiendo el libro de Efesios versículo a versículo por mucho tiempo, ahora. Pero hemos descubierto que debemos andar de una manera digna, debemos vivir cierto estilo de vida que Dios ha definido para nosotros, los parámetros de nuestra vida de manera muy, muy clara. Y hemos cubierto 4, 5 y 6 o el 4 y 5 de Efesios, y vamos a entrar al capítulo 6 en el futuro, y descubrimos que, en todos estos capítulos, realmente se describe cómo es que el cristiano debe vivir. Y la clave para como el cristiano vive está aquí en el capítulo 5, versículo 18. Se da cuenta que si el 5:18 no estuviera en el libro de Efesios, el libro de Efesios no podría jamás ser cumplido.

Si este versículo fuera quitado de este libro, todo sería legalista. Si este libro fuera quitado, usted tendría el gran motor, el gran vehículo descrito en los capítulos 1 al 3, todavía tendría su mapa de camino en los capítulos 4, 5, y 6 pero no tendría ningún combustible para que usted llegara a algún lugar. Usted estaría operando de manera completa en la carne, independiente de esa afirmación hermosa, en el capítulo 5, versículo 18: “Sed llenos del Espíritu.” Ese es el corazón de todo el asunto. Esa es la energía del andar digno. Esa es la clave de vivir la vida cristiana. Esa es la médula de todo.

Usted nunca andará en humildad, usted nunca podrá andar en unidad, usted nunca andará de manera diferente de la que el mundo anda, usted nunca podrá caminar en la luz, usted nunca podrá caminar en amor, y nunca podrá caminar en sabiduría al menos que sea capacitado por el Espíritu de Dios. La vida de Dios en el alma es la única cosa que puede producir ese tipo de vida, como puede ver. Si eso no fuera verdad, entonces la gente no regenerada podría vivir así.

Y entonces, este es el corazón del asunto en el versículo 18, nos abre horizontes de entendimiento tremendo. Y, por cierto, me imagino que tendríamos que decir que, si usted no obedece el capítulo 5, versículo 18, usted es el necio más grande de todos. En el versículo 15, dice: “Mirad que andéis de manera sobria, no como necios, sino como sabios.” Y el necio más grande de todos sería el que tratara de vivir en una unidad humilde, un tipo de vida excepcional, andar en amor, andar en la luz, andar en sabiduría, cumplir toda la voluntad de Dios y hacerlo en la carne, ese es el necio más grande de todos. Un cristiano debe hacerlo en el poder del Espíritu Santo.

Ahora, ¿qué significa andar en el Espíritu? Bueno, muchas personas están confundidas con esto. Algunas personas creen que usted es sacudido de alguna manera divina. Algunas personas creen que esto es lo que pasa cuando usted habla en lenguas. Y, usted sabe, hay personas que dicen: “Bueno, ¿has sido lleno del Espíritu?” En cierta manera lo aíslan a usted, han sido sacudidos, y han dejado de ser sacudidos, han atravesado por alguna experiencia, usted sabe. Si usted ha tenido algún tipo de experiencia estática, usted lo tiene. Si no, no lo tiene. Y hay mucha, usted sabe, mucha variación y discusión acerca de este concepto.

Y hay personas que por un lado dice que es cuando usted enfrenta algún tipo de experiencia estática, y hay personas que dicen por un lado que lo abordan de manera muy estoica, y simplemente lo reconocen como la idea de que el Espíritu Santo está presente y demás, tiene muy poco impacto en algo práctico, pero ambas posturas están equivocadas. No es un tipo de situación estoica, y no es una experiencia estática. No es ninguna de las dos. La llenura del Espíritu es una realidad muy profunda, y queremos entenderla lo mejor que podamos, conforme lo compartimos esta mañana.

Ahora, veamos tres puntos, simplemente para darle un marco para lo que vamos a decir. Vamos a ver el contraste, el mandato y las consecuencias. Ahora, ya vimos el contraste, la próxima vez vamos a ver las consecuencias, y entonces hoy nos vamos a concentrar en el mandato en sí. Y el mandato es: sed llenos del Espíritu. Ese es el mandato. Ahora, permítame tan solo mencionar el contraste para usted que lo pudo haber olvidado, quizás no haya estado aquí. Primero el contraste en el versículo 18: “No os embriaguéis con vino en lo cual hay asotia o disolución,” o falta de esperanza, una enfermedad incurable, es eso a lo que lleva, antes bien, sed llenos del Espíritu.” Ahí está el contraste entre la embriaguez y ser llenos del Espíritu. Y tratamos de apuntarle en las últimas dos semanas que la embriaguez era un método usado en las religiones paganas para inducir una supuesta comunión con las deidades.

En otras palabras, no es un asunto social de lo que él está hablando aquí, primordialmente, aunque eso ciertamente es verdad. Antes de que usted era cristiano, pudo haberse embriagado cuando usted se convirtió en cristiano, no debe hacerlo, es verdad en un elemento social, pero es un asunto teológico en lo que realmente se concentra. Los paganos se embriagaban y de esta manera sentían que inducían a un nivel alto de conciencia religiosa, y tenían comunión con los dioses.

Y digo, cuando se embriagaban, realmente se embriagaban. Inclusive, vomitaban para que pudieran embriagarse más, e inclusive hemos descubierto en términos arqueológicos, que habían lugares en donde tenían fosos simplemente para ese propósito. Inducían una torpeza de embriaguez que creían que los elevaba para tener comunión con los dioses, y el apóstol Pablo está haciendo un contraste de manera fuerte al decir: “Ustedes tienen comunión con Dios, ustedes pasan por su adoración de salmos, himnos y cánticos espirituales, viven sus vidas de esposas sometiéndose a maridos, y maridos amando a esposas, etc. Hacen todo esto, no como si fuera inducido por la embriaguez, sino como es inducido por la llenura del Espíritu de Dios.” ¿Lo ve? Completamente diferente.

Pablo apunta que encontramos nuestro gozo y encontramos nuestra emoción, y encontramos nuestra comunión con Dios, encontramos la base de nuestra adoración, la motivación para nuestra liturgia, si usted quiere llamarlo así, de ser lleno del Espíritu Santo. Su liturgia mala, vil, llena de orgías, de pecado, de música mala conectada con la danza mala, conectada con la inmoralidad sexual, era inducida por la embriaguez. Nuestra adoración verdadera, nuestra música hermosa, nuestra comunión con Dios, es producida por el poder del Espíritu Santo.

Y, entonces, el contraste fuerte entre la adoración de orgías, de embriaguez, de los sistemas paganos, y la belleza llena del Espíritu de la adoración del Dios verdadero, está en la mente de Pablo, y él está diciendo: “Como cristiano, tienes que dejar esas cosas, y tienes que llegar a este punto en el que estás lleno del Espíritu. Ahora, este es un contraste común en la Escritura, observe Lucas 1:15 por ejemplo, dice en Lucas 1:15 con respecto a Juan el Bautista, y explicamos esto a fondo en un mensaje anterior, “Porque él será grande a los ojos del Señor.”

Y, aquí está una de las cosas que lo va a caracterizar. “Y no beberá vino, ni bebida fuerte, sino que será lleno del Espíritu Santo desde el vientre de su madre.” Ahí está ese mismo contraste. Él no va a ser un bebedor, él será lleno del Espíritu. Él no tendrá sus actitudes religiosas, inducidas por el vino y la bebida fuerte, sino por el Espíritu de Dios. Él no será influenciado en el interior al beber, sino por el Espíritu de Dios. Él no será motivado por lo que el alcohol hace a su cerebro, sino por lo que el Espíritu de Dios hace a su mente.

En otras palabras, él será guiado por el Espíritu de Dios en contraste a aquello que guía a tantas personas en la embriaguez. Observe Hechos, capítulo 2, y encontramos el mismo contraste de nuevo. En el día de Pentecostés, recordará dice en el capítulo 2, versículo 4, que todos fueron llenos del Espíritu Santo. “Todos estaban llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otros idiomas, conforme el Espíritu les daba que hablara.” Y aquí estaban los discípulos y comenzaron a hablar todos estos idiomas, inclusive él nombra los idiomas ahí en el versículo 9, y enlista los diferentes idiomas de nuevo en el versículo 10 y versículo 11, y todos estaban hablando de estas maravillosas obras de Dios, en idiomas que nunca aprendieron. El Señor, de manera milagrosa les dio la capacidad de hacer eso, y el punto era que, de que cuando fueran llenos del Espíritu, en el día de Pentecostés, esto es lo que pasó.

Y entonces, estando llenos del Espíritu, hicieron esto. Pero la gente dijo, en el versículo 12: “Y estaban todos sorprendidos, perplejos y dijeron: ¿Qué significa esto? Y otros burlándose dijeron: Estos hombres están llenos de gleukos, vino nuevo.” Esto es simplemente otra orgía pagana, esto es simplemente un tipo de actividad religiosa, pagana, típica, gentil. ¿Lo ve? Lo estaban viendo, y para un judío habría sido algo muy desagradable. Los gentiles que inducían su adoración mediante la embriaguez, esto es simplemente eso. Se han inclinado a un tipo de adoración gentil, se han rebajado a un paganismo, han expresado su adoración a Dios de esta manera inaceptable. Y esto es algo de burla.

En otras palabras, debieron haber buscado embriagarse. Gleukos, era vino fresco, dijeron: “Aquí está, es temprano por la mañana, y ya están borrachos debido al tipo de vino fresco.” Se están burlando de ellos, hombre, han inducido esta embriaguez, estas actividades paganas típicas. Y entonces se burlan de ellos, y después dicen: ¿Quién quiere escuchar lo que tienen que decir? Pedro se pone de pie y dice en el versículo 15: “Estos no están borrachos como suponen. Esto no es embriaguez, esto es la llenura del Espíritu.” Pero el mundo en su torpeza, algunas veces no conoce la diferencia entre la expresión de una adoración pagana y aquella que es real. Entonces, la comparación es usada varias veces.

Ahora, regresemos a Efesios 5:18, y encontremos la misma comparación de nuevo. “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, antes bien sed llenos del Espíritu. Y estoy seguro que Pablo tiene en su mente el relato de Pentecostés. Estoy seguro que está mirando atrás y pensando de eso el día en el que los apóstoles y discípulos fueron llenos del Espíritu de Dios por primera vez, hicieron cosas que se veían a los ojos de otros como si estuvieran borrachos y ejerciendo un estilo de adoración pagano. Y entonces, ahí está el contraste.

Ahora, veamos el mandato. Y simplemente vamos a pasar nuestro tiempo en esto, y es simplemente una verdad tremenda. Y muchos de ustedes saben esto, y lo han estudiado antes, pero muchos de ustedes no lo han estudiado, y muchos de ustedes son nuevos, entonces queremos tomar nuestro tiempo y compartir estos pensamientos con ustedes. Simplemente un mandato tremendamente rico, véalo en el versículo 18: “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, antes bien sed llenos del Espíritu.”

Ahora, lo que él está diciendo es que esto es algo que demando de ustedes. Este es un mandato. En el idioma griego hay un modo indicativo, lo cual es una afirmación de un hecho, hay un modo imperativo lo cual es un mandato, este es un imperativo. Estén siendo mantenidos, llenos del Espíritu. Este es un mandato para el creyente, esta no es una opción. Esta no es una sugerencia. Dios rara vez, si alguna vez lo ha hecho, ha hecho una sugerencia. Él presenta mandatos, y Él afirma hechos, Él no trata en sugerencias. De hecho, hay muy pocas cosas opcionales con Dios. Esta no es una, es un mandato. Y como usted sabe, me preocupa profundamente que muchos que se dicen cristianos, nunca saben lo que es ser llenos del Espíritu.

¿Sabe usted que hay algunos cristianos que realmente nunca están comprometidos con este principio? Y todos nosotros, en algunas ocasiones en nuestras vidas, no lo cumplimos. No obstante, no es menos un mandato. Y realmente me preocupa esto, porque en la actualidad, como usted sabe, hay mucho material que está produciéndose, y hay mucha literatura, y hay mucha discusión acerca del hecho de que usted puede ser un cristiano, y nunca ni siquiera molestarse con ninguna de estas cosas. Hay una especie, en cierta manera, de categoría nueva en la mitad.

Por aquí usted tiene al hombre natural, no salvo, no regenerado, camino al infierno. Por aquí, tenemos al cristiano espiritual que ama a la Palabra, ama al Señor, obedece al Señor, camina en la verdad, camina en los mandamientos, camina en la luz, y a la mitad usted tiene esta nueva caja en la que usted puede meter a la gente; son los salvos e indiferentes. ¿Sabía usted? Los sacaron del infierno, pero nunca los van a meter mucho en el cristianismo. Digo, en cierta manera son los no comprometidos.

Leí ayer un artículo escrito por un teólogo prominente que dice que estas son las personas que son salvas, pero nunca andan en la luz. Yo no entiendo eso. No puedo llegar a entender eso. Si usted fue salvado de las tinieblas, al reino de su amado Hijo, y si andamos en la luz como Él está en la luz, no sé lo que eso significa. Pero de cualquier manera lo que Él estaba diciendo es que vienen, son salvos, pero nunca salen de las tinieblas. Son salvos, pero nunca jamás sucede, y hemos hecho una pequeña caja conveniente, tenemos al natural y al espiritual y al carnal, simplemente metemos a todo el mundo ahí, podemos decir: “Bueno, estás bien, eres salvo, vas al cielo. Está bien si no escoges realmente seguir con la vida cristiana, tú sabes, todavía vas a estar bien, no vas a perder tu salvación, vas a entrar bailando un vals al cielo y simplemente no vas a tener un lugar tan grande como el resto de nosotros. Pero, eso va a estar bien, es el cielo después de todo. Y usted tiene esa categoría muy cómoda, pero no es así con Dios.

El Señor nos dice ahora: “Si quieres ser uno de los comprometidos, entonces haz esto. Si simplemente quieres estar en la caja carnal, es una opción. Él no trata así. Este es un estándar que Dios estableció, y no creo que el señorío de Cristo es opcional, creo que es esencial para la fe salvadora. Y no quiero apilar a la gente en la pequeña caja cómoda que dice: “Puedes ser cristiano y no hacer nada.” Escuche, el Señor nos ha mandado ser llenos del Espíritu, cualquier cosa menos que eso es desobediencia abierta. Y si su vida se caracteriza por ese tipo de desobediencia, 1 Juan dice que no es usted cristiano. No importa lo que usted piense.

Entonces, esto es crítico. Los cristianos verdaderos cuya fe es real, no van a estar contentos con negar el señorío de Cristo. Los cristianos verdaderos cuya fe es real no van a estar contentos con negar la llenura del Espíritu de Dios, no van a estar contentos con vivir de manera cómoda en una caja carnal en dónde en cierta manera pueden decir: “Bueno, soy uno de esos que no entra al paso 2, no.” Creo que este es un mandato, y creo que es un mandato porque Dios dice, y obliga a todo creyente y lo único que se puede hacer con un mandato de Dios es obedecerlo.

Ahora hablemos específicamente acerca del significado de “llenos”, que significa, ¿muy bien? ¿Qué significa? Le voy a dar varios pensamientos aquí, y creo que le va a parecer que esto es fascinante. Quiero que entienda lo elemental, ¿muy bien? Entonces comencemos a nivel elemental. Muy bien, primer punto. Todo cristiano posee al Espíritu Santo en toda Su plenitud. Muy bien. Todo cristiano posee al Espíritu Santo. Recientemente oí a un cristiano decir: “Oh, tú sabes, he sido un cristiano por mucho tiempo, y acabo de descubrir que no tengo al Espíritu Santo. Y desde que le pedí a Dios, Él me dio al Espíritu Santo y todo ha cambiado.”

Si, bueno. Usted ha sido cristiano por mucho tiempo, pero no tenía el Espíritu Santo, bueno, ¿sabe una cosa? Que Dios bendiga a esa persona, oí lo que estaban diciendo, y entiendo que fue, usted sabe, que ellos y lo que ellos descubrieron en su vida fue lo que la obediencia hará por usted, no conseguir al Espíritu Santo. El punto es este: Todo cristiano, desde el momento en el que cree, posee al Espíritu Santo. No existe un cristiano sin el Espíritu Santo. Como puede ver, es la vida de Dios en usted, que es la realidad redentora. Cuando usted se convierte en hijo de Dios, Dios establece Su residencia por Su Espíritu dentro de usted. No existe algo como un cristiano sin el Espíritu de Dios.

Permítame mostrarle eso. Observe Romanos 8:9. Romanos 8:9. Queremos tratar de abordarlo quizás de un ángulo un poco diferente, pero Romanos 8:9 es una escritura fascinante. Por cierto, la mayoría de las veces en la que la palabra “carnal” es usada en la Biblia, se usa para hablar de personas no salvas, no cristianos. Y aquí hay una buena ilustración, “la mente carnal,” él dice en el versículo 7, “está en enemistad contra Dios y no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede. De tal manera que los que están en la carne o carnalidad, no pueden agradar a Dios.” Aquí “carnales” significa no salvo. Aquí él está diciendo: “Si eres carnal no eres salvo.” La gente dice: “Bueno, soy simplemente un cristiano carnal.” La realidad podría ser que usted podría ser un cristiano carnal, a la 1 Corintios 1 Corintios 3, o podría ser carnal, punto, a la Romanos 8, y ni siquiera ser salvo.

Entonces, si usted está cómodo con su carnalidad, más vale que se examine a sí mismo para ver si realmente es salvo, porque es simplemente igual de posible que usted es carnal, Romanos 8, en lugar de que sea carnal, 1 Corintios 3. Puede haber cristianos que actúan carnalmente, pero la carnalidad es primordialmente característica de la gente incrédula. Están en enemistad contra Dios, no se sujetan a la ley de Dios, no pueden sujetarse a la ley de Dios, no pueden agradar a Dios. “Más vosotros no estáis en la carne, sino en el Espíritu.” Si usted es un cristiano, usted está en el Espíritu, si es un cristiano no está en la carne.

Ahora, observe el fin, después él dice: “Si es que el Espíritu de Dios mora en ustedes.” En otras palabras, cuando eres un cristiano estás en el espíritu porque el Espíritu de Dios mora en ti. Y después al final del versículo: “Ahora, si alguno no tiene al Espíritu de Cristo, no es de Él.” ¿Lo ve? Si usted no tiene al Espíritu Santo no es que usted es carnal, no es que todavía no lo ha recibido aún, ¡usted no es salvo! Si alguien no tiene al Espíritu de Cristo no le pertenece a Cristo. Y, lo inverso, si alguien le pertenece a Cristo tiene al Espíritu de Cristo, ¿lo ve? Es una afirmación simple. Al final del versículo 9: “Ahora, si alguno no tiene el Espíritu de Cristo no es de él.” “Más si Cristo está en vosotros” versículo 10, ¿lo ve?

En otras palabras, si eres un cristiano con Cristo en ti, posees el Espíritu Santo. Solo quiero que entienda usted eso desde el principio. Algunos de ustedes son cristianos nuevos y quizás no entienden eso. Usted como cristiano posee al Espíritu y Él está ahí en Su plenitud, Él está ahí de manera total. No hay dosis, usted no lo recibe en pedazos. Usted no tiene que decir: “Oh, Dios,” he oído a gente decir, “dame más de tu Espíritu.” No hay nada más que recibir, Él no viene en unidades, Él está ahí de manera total. Todo creyente posee al Espíritu.

Ahora, observe 1 Corintios 12:13, otro versículo importante que trata con la misma realidad. 1 Corintios capítulo 12, versículo 13, ahora aquí de nuevo tenemos el mismo énfasis, y es bastante interesante para mí saber que los cristianos eran cristianos carnales. Su carnalidad era la carnalidad del cristiano. Eran cristianos viviendo como si no fueran cristianos, en muchos casos, y estoy seguro que algunos de ellos no eran cristianos en absoluto, simplemente estaban fingiendo. Pero él les dice a ellos, aunque eran personas pecaminosas, aunque eran cristianos pecaminosos él les dice: “Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, seamos judíos o griegos, seamos esclavos o libres, y a todos se nos ha dado a beber de un espíritu.”

La palabra “en” es mejor dejada afuera. A todos se nos dio a beber de un Espíritu. Todos los creyentes han recibido el Espíritu, todos los creyentes han sido bautizados en el cuerpo de Cristo. Y amados, permítame apresurarme a decirles que el bautizo del Espíritu no es una experiencia. El bautizo del Espíritu es algo que no es una experiencia, usted no lo siente, no sabe que sucede, usted no lo puede experimentar. Nada le sucede a usted, físicamente hablando, cuando eso ocurre. Porque aquí nos dice, que por un Espíritu fuimos bautizados en el cuerpo de Cristo. El bautizo del Espíritu de Dios, es el acto mediante el cual el Espíritu Santo lo coloca a usted dentro del cuerpo de Cristo cuando usted cree. Es una realidad teológica, no es una experiencia. Es un acto, mediante el cual Cristo, el que bautiza, mediante la agencia del Espíritu lo coloca en el cuerpo.

Entonces, cuando usted es salvo, usted fue colocado en el cuerpo de Cristo. Y después al final del versículo dice: “Y bebe del Espíritu”, esto es usted recibe el Espíritu Santo. Todo creyente, dice aquí, fue bautizado, y a todos se nos dio a beber de un Espíritu. No hay cristiano que no ha recibido el Espíritu, ninguno. Todos poseemos al Espíritu Santo. Ahora, regrese al capítulo 6, versículo 19, 1 Corintios 6:19, ahora aquí le está diciendo a los corintios de su inmoralidad, estaban cometiendo fornicación, se estaban acostando con rameras, estaban haciendo cosas simplemente putrefactas, malas, viles, y él les dice: “¿Qué?” Y usted espera que él les diga: “¿Por qué no reciben al Espíritu Santo para que limpien su vida?”

Pero él no dice eso. Él no dice: “Lo que ustedes necesitan cristianos, es al Espíritu Santo.” Bueno, si tan solo consiguieran al Espíritu Santo no tendrían este problema.” No, él no dice eso. Por el contrario, él dice: “¿Qué? ¿No sabéis que vuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros?” Él dice: “Miren.” Él no dice: “Si tan solo reciben al Espíritu Santo no actuarían así.” Él dice: “Más vale que dejen de actuar así, porque están contaminando al Espíritu Santo quien ya está ahí.”  ¿Lo ve?

¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo? ¿No saben que están contaminando al Espíritu de Dios que está en ustedes? Cómo puede ver, inclusive cuando un cristiano vive en pecado, el Espíritu Santo todavía está ahí. ¿Ve usted el punto? Él todavía está ahí. Él simplemente es contaminado ahí. O quiere en Efesios 4:30 que dice: “No contristéis al Espíritu de Dios.” O 1 Tesalonicenses 5:19, “No apaguéis al Espíritu.” Usted puede apagar al Espíritu, usted puede derramar el agua de su pecado en el fuego de Su Santidad. Usted puede entristecer al Espíritu, por cierto, el Espíritu es “Él”, y no “eso”. Él es una personalidad. Y Él se entristece, y Él se contrista, y Él es angustiado por nuestro pecado, y Él es contaminado cuando el templo, el cual es nuestro cuerpo, es contaminado.

Entonces, como puede ver, todo creyente posee al Espíritu. Si alguno no tiene al Espíritu no es de Él. Todo creyente es bautizado en el cuerpo y bebe del Espíritu. Todo creyente es el templo del Espíritu de Dios. Gálatas 2:20 lo dice de otra manera, él dice: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, más vivo, más no yo sino Cristo vive - ¿en dónde? – en mí.” ¿Lo ve? El Espíritu de Cristo vive en mí. Observe Juan capítulo 7. ¿Sabe una cosa? Cuándo entendí por primera vez esta doctrina, fue la verdad más impresionante para mí que el Dios del universo, el Dios mismo, Dios mismo Soberano, Todopoderoso, Majestuoso, pudiera establecer Su residencia en mi cuerpo. Fue una realidad inconcebible para mí. ¡Qué pensamiento! Y esa es exactamente la verdad del Nuevo Testamento.

En Juan 7:37, “En el día postrero, el gran día de la fiesta, Jesús se puso de pie y clamó diciendo: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que en mí cree, como dice la Escritura, de su corazón fluirán ríos de agua viva.” Ahora, ¿quién recibe los ríos de agua viva? El que cree, cualquier persona que cree. Cualquiera que viene y dice: “Tengo sed y quiero beber, y recibe a Cristo y tiene los ríos.” ¿Y cuáles son los ríos de agua? versículo 39, “Esto habló él del Espíritu, a quien recibirían aquellos que creen en él.” Deténgase ahí, ¿quién recibe el Espíritu? Los que - ¿qué? – los que creen. ¿Lo ve?

Es el acto simple de fe salvadora que le da a usted el Espíritu Santo, Él se vuelve el río de agua viva. Y Él establece Su residencia permanente en nuestras vidas. Y usted nunca puede perder eso. El Espíritu es un residente permanente en la vida del creyente. Y esa es la razón por la que ahora – escuche – esa es la razón por la que, de todos los mandatos en el Nuevo Testamento, y hay muchos de ellos, de todos los mandatos en el Nuevo Testamento – escuche esto – nunca hay un mandato a ser bautizado con el Espíritu. Jamás, jamás.

Hay siete referencias al bautizo del Espíritu en el Nuevo Testamento, ninguna de ellas está en el modo imperativo, ninguna de ellas es un mandato. A usted nunca se le manda a ser bautizado por el Espíritu, porque el bautizo con el Espíritu es cuando usted es colocado en el cuerpo de Cristo, y eso sucede en el momento en el que usted es salvo. En segundo lugar, a usted nunca se le manda en ningún lugar en el Nuevo Testamento a que sea morado por el Espíritu. Nunca. Esa también es una promesa que ya se garantiza, a usted nunca se le manda hacerse guiado por el Espíritu, o mantenido seguro. Ese también es un regalo de Dios, Efesios 1, “ya ha sido sellado, ya ha sido bautizado, ya ha sido morado.” Esos nunca son dados como mandato.

El mandato es este, Efesios 5:18, “Sed” - ¿qué? - “llenos del Espíritu.” Eso es diferente. No morado, bautizado o sellado, sino lleno. Dice usted: “Bueno, ¿qué significa?” Bueno, en primer lugar, es exactamente lo opuesto del tipo pagano de actividad y el éxtasis pagano. Pero el verbo significa esto, permítame darle como se expresa el verbo en su sentido literal, y después le voy a mostrar cómo se manifiesta. Significa ser, es un pasivo, sean mantenidos llenos del Espíritu, y la idea de ser mantenidos es constante, es una constante. Estén siendo mantenidos. Usted no dice: “Oh, soy lleno del Espíritu, ya se acabó por el resto de mi vida.” Sean continuamente llenos, momento por momento, por momento, por momento, ¿lo ve?

Día tras día, tras día, tras día, tras día. No es de una vez por todas, no es algo aquí, una vez allá, otra vez acá el año que entra. Es momento, a momento, a momento, a momento. ¿Lo ve? Sean mantenidos continuamente llenos, es pasivo, es… algo lo llena a usted. Usted no se llena a sí mismo, usted recibe la acción. Y es el Espíritu de Dios, el Espíritu de Dios quien lo llena a usted. Tiempo presente. Sean constantemente, en el tiempo presente, sean mantenidos continuamente, llenos por el Espíritu de Dios. Usted puede ser bautizado en el cuerpo, usted puede ser morado por el Espíritu, usted puede ser sellado por el Espíritu hasta el día de la redención.

¿Pero, sabe una cosa? Usted puede vivir su vida cristiana en derrota, si usted no sabe lo que es experimentar momento a momento el ser mantenido continuamente, llenado por el Espíritu de Dios en esa experiencia. Expresa la idea de una obra momento a momento, continua. No es una segunda cosa que es buena para el resto de su vida. Y el hecho de que yo, yo pude haber sido lleno del Espíritu hace cinco minutos atrás, y ya no sirve en este momento. No. El hecho de que sea lleno del Espíritu mañana, no sirve para hoy. Es momento a momento a momento.

Ahora, cuando usted piensa en ser lleno, usted piensa en un vaso, usted sabe, y lo llena, o una caja y mete algo ahí, o un contenedor y mete algo ahí, pero esa no es la idea. Permítame darle tres conceptos para que lo entienda. La palabra pleroo es usada de viento llenando las velas, y haciendo que se mueva el barco. Usted sabe, cuando decimos que están llenas las velas de viento, y eso es lo que Pablo tiene en mente como un pensamiento inicial, ser llevado, ser impulsado. Un pensamiento hermoso, ser impulsado, tener el impulso en su vida y la energía de su vida, y la presión de su vida, y esto que sea el poder del Espíritu de Dios.

En otras palabras, usted no se mueve en su propia energía, usted no se mueve en su propia carne, usted no se mueve con sus propias ideas, usted no se mueve con sus propios ideales, usted no genera su propia voluntad, usted es llevado bajo el viento del Espíritu de Dios, usted es llevado por el camino por el que Él va a ir. Es en un sentido muy real, casi como aquellos que escribieron la Escritura, que fueron llevados por el Espíritu de Dios. Es como si usted no es nada más que una pequeña varita en un arroyo. ¿Alguna vez ha observado una varita?

Cuándo usted era un pequeño niño usted aventaba una varita en un arroyo, y después iba corriendo y veía como la llevaba la corriente. Usted es llevado por el Espíritu de Dios, usted es impulsado como un barco por el viento. Ese es un pensamiento, ser lleno con el Espíritu es ser llevado de día tras día, de momento a momento, de situación a situación, de pensamiento a pensamiento, de palabra a palabra, de acto a acto, por el poder de la energía del Espíritu de Dios. Entonces, tiene la idea de presión, de presión, de llevarlo a lo largo en la voluntad de Dios. 

Hay un segundo, y esa es la idea de permear, pleroo algunas veces se usa de algo que permea, y creo que una buena ilustración de eso es la sal. La sal permea, de hecho, permea tan bien que, si usted le pone suficiente sal a algo, lo va a preservar, ¿verdad? Pero cuando usted quiere comer algo y usted coloca esa sal, le da sabor. Permea todo de tal manera que todo tiene sabor. Solía usar la ilustración de una pastilla efervescente, y si usted ha leído mi pequeño libro La Voluntad de Dios, usted ha leído del principio de efervescencia.

Las pastillas efervescentes eran una especie de Alka Seltzer con sabor, una pequeña pastilla como del tamaño de un Alka Seltzer, nada más que lo hacían en uva y en naranja, y en cerveza de raíz, y cereza y todo eso, usted sabe. Usted conseguía una de esas pequeñas cosas y las metía en un vaso de agua, y pshuuu, usted sabe, como el Alka Seltzer, y lo llenan y permeaba. Usted sabe, usted coloca una pastilla de esas de uva ahí y el vaso entero de agua sabe a jugo de uva. Y lo que hacía era darle sabor al agua. Y pleroo es usado en ese sentido. Existe el sentido en el que el Espíritu de Dios quiere darle sabor a su vida, de tal manera que usted sabe cómo el Espíritu de Dios.

Y entonces, cuando alguien se acerca a usted, el sabor de su vida es la de Dios, de tal manera que estar con usted es como estar con Dios. ¿Lo ve? Entonces, es la idea de presión para moverlo, y es la idea de permear, de tal manera que usted sabe cuándo alguien se acerca a usted, piensan que quizás han estado con Jesús, porque Él le da sabor a su vida. Pero el pensamiento dominante aquí en mi mente, conforme se compara con el registro de los evangelios en particular, el uso dominante de pleroo es hablar de control, hablar de control total. Es ese tipo de idea. Usted tiene la idea de impulsar, tiene la idea de permear, pero la idea de control es la clave.

Permítame ver si se lo puedo ilustrar. Cuando en el registro de los evangelios el escritor quiere hablar de alguien que simplemente es dominado por una emoción, él va a usar la palabra pleroo, la cual es usada aquí. En otras palabras, en Juan 16:6 dice: “Fueron llenos de tristeza.” En otras palabras, tristeza a tal grado que no puede ser equilibrado con la felicidad, de tal manera que estaban totalmente tristes. Ahora, permítame darle una ilustración para ayudarle a entender esto. La mayor parte del tiempo, podemos en cierta manera equilibrar las cosas en nuestra vida, ¿verdad? Tome el concepto de la tristeza. ¿Muy bien?

Tenemos tristeza por aquí, en la báscula, y la felicidad por aquí, ¿muy bien?  Y vivimos la vida, y un poco de tristeza y después pensamos en algo feliz. ¿Lo ve? O, “Bueno, no están las cosas muy bien en casa, creo que voy a ir a la oficina. Y, cómo puedes ver esta mejor.” “No. No, no, no las cosas no están muy bien en la oficina, creo que me voy a ir a la casa.” ¿Lo ve? Equilibramos esto. Usted sabe, hablamos de cosas tristes, no queremos hablar ya de eso más, hablemos de algo feliz. ¿Lo ve? Pero de vez en cuando, no podemos mantener ese equilibrio. Usted entiende. La persona que más amamos muere…fuum, ¿se da cuenta? De pronto la báscula bajó del lado de la tristeza y nada de lo que alguien dice, y nada de lo que alguien hace puede quitar la tristeza. Llenos, y ahí es cuando la palabra sería usada. Es totalmente dominante.

Por otro lado, usted va viviendo felicidad por aquí, tristeza por allá, la tía Marta muere, y le deja a usted cincuenta – está feliz, usted sabe, no importa. El mundo puede hacer lo que quiere y yo tengo cincuenta, se da cuenta. Nunca lo esperó, ahora de pronto está lleno de felicidad y ese es el concepto de la palabra. Usted está totalmente dominado por ello, y no necesita equilibrio alguno. Lo más triste que le está pasando a su alrededor es totalmente algo que no le interesa. Usted está feliz. Y así es la vida, usted entiende. Pueden haber cosas que nos mantienen seguros, y cosas que nos asustan y nos dan temor y seguimos un poco, usted sabe. El marido recibe un incremento y tenemos una nueva casa y las cosas, los niños van muy bien. Estamos llenos de seguridad.

Por otro lado, algún desastre sucede, algo terrible, estamos aterrados, usted sabe. Es a la mitad de la noche y alguien está haciendo ruido en las ventanas. Whoa, ¿se da cuenta? Usted sabe, eso es pleroo, es controlado por esa emoción de tal manera que usted ya no puede mantener su equilibrio. Usted está fuera de control, usted es controlado por aquello que influencia su pensamiento y su emoción. Ahora, lo mismo es verdad con la manera en la que vivimos la vida cristiana. Usted sabe, así es como la mayoría de nosotros vivimos.

Aquí estoy yo por acá y acá está el Espíritu Santo, decimos, un poco de mí, y un poco para el Espíritu Santo. Un poquito para mí, como puede ver, y en cierta manera, de pronto en algún punto en el tiempo cedemos al Espíritu de Dios, y totalmente yo desaparezco y somos llenos del Espíritu. Todo es controlado por Él, todas nuestras emociones, todos nuestros actos de la voluntad, todos nuestros pensamientos, eso es lo que significa ser llenos del Espíritu. ¿Lo ve? Esa es la médula del asunto. Es la idea de ser llevado, es la idea de ser permeado de tal manera que tiene el sabor de Jesucristo, pero también es la idea de ser controlado por, y una mano firme de control.

Permítame darle una ilustración. Observe Mateo 4:1, Mateo 4:1 dice esto: “Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser probado por el diablo. Ahora, aquí está el Espíritu Santo operando en la vida de Jesús, y el Espíritu Santo dice: “Llevó a Jesús,” Él llevó a Jesús. Muy bien, ahora vayamos a Lucas 4:1, “Él llevó a Jesús.” En Mateo 4:1 la tentación, en Lucas 4:1 tenemos el mismo incidente, la tentación, misma situación. Pero aquí dice, observe: “Y Jesús, siendo lleno del Espíritu Santo, regresó del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto.”

Ahora, ¿cuál fue la condición en la que el Espíritu lo llevó? Él estaba - ¿qué? lleno del Espíritu. ¿Ve usted lo que ser lleno del Espíritu significa? Significa ser guiado por el Espíritu, ser controlado por el Espíritu. Ahora, si usted fuera ir a Marcos capítulo 1, Marcos capítulo 1, lo mismo se vuelve a ver, la tentación de Jesús, y en Marcos 1:12 dice: “Inmediatamente el Espíritu,” y usa la palabra ekbalo, lo lleva al desierto. Y esa es una palabra realmente fuerte, Él lo llevó al desierto, Él lo empujó al desierto. En otras palabras, Jesús mismo estaba bajo el poder del Espíritu de Dios, de tal manera que el Espíritu de Dios literalmente lo empujó a dónde quería que fuera. Él fue controlado por el Espíritu de Dios.

Y esa es la razón por la que más adelante cuando vienen a Jesús y dicen: “¿Qué haces? lo que haces lo haces por el poder de Satanás.” Él dijo: “No me han blasfemado a mí, sino a quién, al Espíritu Santo.” ¿Por qué? porque Él había cedido el control de Su vida al poder del Espíritu de Dios. Él estaba lleno del Espíritu, y esa es la razón por la que Él fue impulsado por el Espíritu. Escuche, ser llenos del Espíritu, amados es lo mismo, Él debía de ser empujado por el Espíritu de Dios, de ser movido por el Espíritu de Dios, de ser permeado por el Espíritu de Dios, de ser controlado por el Espíritu de Dios. Ese es el punto. Y de eso estamos hablando.

Estamos hablando de vivir su vida bajo el control del Espíritu de Dios. Él está ahí, y si usted no vive así, usted lo entristece por un lado, y lo contrista por otro lado. Usted lo contrista por un lado y lo apaga por otro lado. Lo entristece, así se siente de manera personal, triste, usted lo apaga, así es como usted lo refrena para lo que Él le gustaría hacer. Entonces, usted realmente está tratando con su persona de manera negativa, y sus propósitos de manera negativa. Y, por cierto, a menos de que sea lleno del Espíritu de Dios, usted no sirve.

Solía usa la ilustración de un guante. Si tengo un guante aquí y digo: “Guante, toca el piano.” ¿Qué va a hacer el guante? El guante no toca el piano, simplemente se queda ahí. Si meto mi mano en ese guante y después toco el piano, ¿qué sucede? Caos. “La marcha de los…usted sabe.” Así era. Renuncié después de mi primer recital. Me metí al béisbol. Pero usted sabe, el guante, usted mete la mano en el guante, y un guante simplemente se mueve. El guante no se vuelve piadoso y dice: “Oh, dedos, muéstrenme el camino por dónde ir.” No hace eso. Y un guante no pelea conforme usted le dice: “Guante, por favor responde.” No, el guante simplemente lo hace.

Bueno, como cristiano, usted es un guante y usted puede quedarse en la mesa y quejarse hasta que muera, pero usted nunca va a afectar nada para Dios hasta que sea lleno con Su Espíritu, porque un guante no puede hacer nada sin una mano y usted no puede hacer nada sin la energía de la llenura del Espíritu. Todo lo que usted trata de producir por usted mismo es hecho en la carne, y es inútil; en el mejor de los casos, es hojarasca, no oro, plata, piedras preciosas.

Entonces, lo que la Escritura está diciendo aquí, es que necesita ser lleno del Espíritu de Dios para ser eficaz, para cumplir con el andar digno, para cumplir con el andar con amor, el andar en la luz, el andar con sabiduría, hacer cualquier cosa para Dios. Para andar en sabiduría usted debe ser lleno del Espíritu de Dios, debe ser permeado por Su persona, debe ser impulsado por Su poder, y debe ser controlado por Su presencia.

Ahora, permítame mostrarle algo. Sabe una cosa, al menos de que sea así, usted es inútil para el Señor. Digo, Él no puede hacer algo con usted, es un desperdicio de tiempo. Operar en la carne, cosecha absolutamente cero. Cuando el Señor quiere que se haga algo, Él siempre consigue alguien lleno del Espíritu. En Hechos capítulo 6, y versículo 5, necesitaban algunos hombres para un trabajo especial, entonces, ¿cuáles fueron los requisitos? Hechos 6:5, “Y el dicho agradó a la multitud y escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo.” Lo escogieron porque estaba lleno de fe, y lleno del Espíritu Santo. Y dice en el 7:55, “Pero él, siendo lleno del Espíritu Santo, miró hacia el cielo y vio la gloria de Dios, y a Jesús estando de pie a la diestra de Dios.”

Hombre, le voy a decir algo, ser lleno del Espíritu simplemente lo saca de este mundo, ¿no es cierto? Ser lleno del Espíritu le da a usted una perspectiva de Dios. Ser lleno del Espíritu lo separa del sistema, ser lleno del Espíritu significa, me podría importar menos lo que me pase a mí, mientras que Él sea glorificado. Él simplemente vio hacia arriba y vio la gloria de Dios, es algo trascendente. Es una realidad trascendente. Usted sale de este mundo, sale de sus circunstancias, sale de sus vicisitudes, sale de sus pruebas para ver a Dios, ¿lo ve? Cuándo Dios quiere a un hombre para una misión, para un trabajo, Él quiere un hombre lleno del Espíritu porque podría terminar con el hombre siendo apedreado y si él no está lleno del Espíritu él nunca va a poder enfrentar eso.

Más adelante en el capítulo 9, él necesitaba un hombre. Él necesitaba un hombre llamado Saulo, quien era un hombre duro, francamente. Él era un perseguidor de la iglesia, pero el Señor lo salvó, y el Señor tuvo una condición básica para él, en el capítulo 9, versículo 17, Ananías siguió, y entró a la casa y colocando sus manos sobre él dijo: “Hermano, Saulo - esto es después de su experiencia en el camino a Damasco - Jesús el Señor, que apareció en el camino por el que venías, y Él me envió para que recibas la vista, y que seas lleno del Espíritu Santo.” Saulo, antes de que comiences tu trabajo tienes que ser lleno del Espíritu, o será lleno en la carne. Sed llenos del Espíritu, amados, es simplemente vivir un momento a la vez, bajo el control del Espíritu Santo, eso es todo. Es ceder, es ceder. Es vaciarme de mí para que Él pueda llenarme. ¿Lo ve?

Usted encuentra, más adelante, conforme entra al capítulo 11, versículo 22, el Señor necesitaba un hombre llamado Bernabé, que le ayudara a un hombre llamado Pablo. Y cuando el Señor quiso escoger un hombre llamado Bernabé, tuvo algunas condiciones. Versículo 22, “Enviaron por Bernabé,” porque Bernabé, versículo 24, “porque era un hombre justo y” - ¿qué? – “lleno del Espíritu Santo.” Digo, tenía que ser así, ¿Qué más demandaría Dios? Y, más adelante encuentra en el capítulo 13, versículo 9: “Y Saulo, lleno del Espíritu Santo, puso sus ojos en él.” Aquí él está en algún punto más adelante, todavía lleno del Espíritu Santo. Capítulo 13, versículo 52, me encanta esto: “Y los discípulos fueron llenos de gozo, y del Espíritu Santo”

Y, ¿qué pasó? “sucedió en Iconio, que estaban juntos en la sinagoga de los judíos, y entonces hablaron de tal manera que una gran multitud, tanto de judíos como de griegos…” ¿qué? “…creyeron.” ¿No es eso maravilloso? Cuándo Dios quiere que alguien ministre a Su iglesia, cuándo Dios quiere que alguien esté a cargo de una obra misionera pionera, cuándo Dios quiere que alguien gane personas para Cristo, Él encuentra alguien - ¿qué? – lleno del Espíritu, alguien que es impulsado a la voluntad de Dios por la presión del Espíritu de Dios, permeado por el sabor de Jesús mismo, y alguien que está de manera absoluta por ese poder. Ese es el estándar que Dios ha establecido.

Dice usted: “Bueno, ese es el significado de la llenura, pero ¿cuál es el medio? ¿cómo soy llenado? Permítame darle esto rápidamente y vamos a terminar. ¿Cómo consigo la llenura del Espíritu? ¿Cómo puedo conocer esto si es mandado? Bueno, sabe una cosa, sorprendente, oigo a personas orando por la llenura del Espíritu. Usted no tiene que orar por ello, no es una petición de oración, es un mandato. Usted no dice: “Señor, oh, quiero ser lleno.” Él está ahí arriba diciendo: “Quiero que seas lleno, quiero que seas lleno.” Y usted está diciendo: “Quiero ser lleno, quiero ser lleno.” ¿Lo ve? En cierta manera ese es un estorbo aquí. Si Él le dio a usted un mandato, entonces usted tiene los recursos, ¿verdad? Y el recurso es vaciarse de sí mismo, es cuestión de la confesión de pecado.

Pero, permítame darle una manera simple de verlo, involucra rendir su voluntad, su intelecto, su cuerpo, su tiempo, su talento, su dinero, todo a Su control. Es la muerte de usted, es la crucifixión de uno mismo, es el matar su propia voluntad. Es la mortificación de los miembros de su cuerpo, es la muerte de usted. Cuándo usted muere, Él llena. Cuándo usted se vacía de sí mismo, Él va a llenarlo, Él va a llenarlo. Permítame darle una ilustración de esto. Ahora, observe Efesios capítulo 5, rápidamente, usted tiene en Efesios capítulo 5, versículo 18 esta afirmación: “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, antes bien sed llenos del Espíritu.”

Ahora, ¿qué sucede cuando usted es lleno del Espíritu? Aquí está lo que pasa, usted va a hablar entre vosotros en salmos, himnos y cánticos espirituales, versículo 19. Versículo 20, va a estar agradecido, va a dar gracias a Dios por todo. Versículo 21, se van a someter unos a otros. Versículo 22, las esposas llenas del Espíritu se van a someter a sus maridos. Versículo 25, los maridos llenos del Espíritu van a amar a sus esposas. Capítulo 6, versículo 1, hijos llenos del Espíritu van a obedecer a sus padres. Capítulo 6, versículo 4, padres llenos del Espíritu no van a provocar a ira a sus hijos. 6:5, siervos llenos del Espíritu van a ser obedientes y 6:9, amos llenos del Espíritu van a tratar a sus siervos, bien.

Ahora, ¿se da cuenta de eso? No es eso sorprendente. Toda esta llenura del Espíritu nunca produce nada estático en absoluto, produce canciones, decir gracias, someterse, y muchas relaciones humanas correctas. Nadie entra y sale de una experiencia. ¡Sorprendente! Nadie se cae boca abajo, nadie entra en algún tipo de experiencia de éxtasis, ¿qué sucede? Simple. Todas las relaciones se corrigen. Su relación con Dios está bien porque usted canta y da gracias. Su relación con otras personas está bien porque usted se somete. Sea en un matrimonio o familia o en una situación de empleo. Todo es muy práctico, todo es muy claro. La llenura del Espíritu afecta todas estas relaciones con Dios, con nuestras familias, con otros.

Ahora, permítame mostrarle algo. Observe Colosenses capítulo 3, este es un paralelo. Este es un paralelo fabuloso. Colosenses 3, ahora observe, versículo 16, dice a la mitad del versículo: “Enseñando y amonestando unos a otros,” aquí vamos de nuevo, exactamente como Efesios 5, “salmos, himnos y cánticos espirituales,” ¿verdad? Versículo 17, “Y todo lo que hagáis sea de palabra o, de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias.”

Ahora, pasamos por la misma rutina de nuevo, está condensado, pero todo está aquí: las esposas se someten a sus maridos, maridos aman a sus esposas, hijos obedecen a sus padres, padres no provocan a sus hijos, siervos obedecen a sus amos. Y después en el capítulo 4, versículo 1, “Amos, traten a sus siervos de manera equitativa y justa.” Ahora, ¿ve usted eso? La misma secuencia. Usted lo tiene todo ahí. Tiene las canciones, el dar gracias, la sumisión, las esposas, el marido, los hijos, el padre, el siervo, el amo. Idéntico. Ahora, sabemos lo que produce esto en Efesios 5, la llenura del Espíritu. ¿Qué lo produce aquí? Oh, es diferente aquí. Observe el versículo 16: “La palabra de Cristo more - ¿qué? – en abundancia en vosotros, en toda sabiduría.”

Ahora, agárrense a su asiento. Permítame decirles algo, ser llenos del Espíritu es lo mismo como dejar que la Palabra de Cristo more en abundancia en usted. ¿Lo ve? Tiene que ser lo mismo porque produce los mismos resultados. La gente dice: “Oh, la llenura del Espíritu es mística, muy mística.” No. La llenura del Espíritu es tomar la Palabra que Cristo nos ha dado y dejar que more, ¿en dónde?, en su corazón. ¿Quiere usted ser lleno del Espíritu? No se siente en un rincón, en algún lugar y le ruegue a Dios. Si quiere ser lleno del Espíritu, aliméntese de la Palabra de Cristo.

Y conforme usted es alimentado y lleno de la Palabra, y resulta en morar en usted en plusis, “abundantemente, ricamente, en plenitud”, usted se va a encontrar colocándose bajo su control. ¿Quién es el autor de la Palabra de Cristo? El Espíritu. Y cuando usted mete la Palabra a su vida, se vuelve lo que lo controla. Como Spurgeon dijo: “Su sangre se convertirá en biblina.” Él tiene razón. Es algo simple y no hay razón para hacerlo confuso. Ser lleno del Espíritu es simplemente dejar que la Palabra domine mi vida. Si usted quiere conocer lo que es ser lleno del Espíritu, entonces aliméntese de la Palabra de Dios, porque cuando la Palabra entra, el Espíritu tiene la verdad con la cual le va a dar a usted la dirección y la guía, como puede ver.

Ilustración para cerrar. Yo he usado esto muchas, muchas veces. Pedro, Pedro quería estar dónde Jesús estaba. Cuento esta historia en mi pequeño libro de La Voluntad de Dios, él quería estar en dónde Jesús estaba, siempre. Digo, estoy seguro de que Jesús caminó por el camino y se detuvo y Pedro corrió atrás de él. Pedro lo seguía a todos lados. El Señor dijo: “¿Te vas a ir?” Él dijo: “¿Adónde voy a ir?” Pedro siempre estaba ahí. Y entonces, como usted sabe, se porque estaba cerca de Él, porque cuando él estaba cerca de Jesús, tres cosas sobresalen en la Biblia: Él hizo lo milagroso, dijo lo milagroso, y tuvo valentía milagrosa.

La primera cosa, usted sabe, él…la primera vez que usted ve a Pedro, él está en una barca en el mar, y hombre, es un tiempo de nervios, ¿verdad? La tormenta, y están todos solos, y están sacudiéndose, y están a la mitad del Mar de Galilea y de pronto ven a la distancia y aquí viene Jesús caminando sobre el agua, y después Pedro piensa: “Estoy aquí, Él está ahí, eso no es bueno, tengo que cerrar aquí el espacio.” ¿Lo ve? Y él va a ir con Jesús. Ahora, él ha sido un pescador toda su vida, ha vivido en la costa del Mar de Galilea, nunca ha caminado sobre él aun, cada vez que él se ha metido ahí él se iba al fondo, él sabe eso.

Nunca ha sido diferente, sin embargo, él sale de la barca, y empieza a caminar por el agua, y él dice: “Ja, ja, ja,” usted sabe. Bueno, como puede ver, él está inconsciente de lo que estaba haciendo, porque su motivación por estar con Jesús superó absolutamente todo. Él simplemente iba a dónde Jesús estaba. Y claro, él se encontró con Jesús por un tiempo, y comenzó a hundirse y el Señor lo sacó, lo levantó y salieron caminando hacia la barca, usted sabe. Apenas me puedo imaginarlo caminando con Jesús de regreso a la barca, sintiéndose bastante bien, mmm, usted sabe: “Véanos,” usted sabe.

Y siempre me río porque un escritor escribió que había una parte de arena ahí, y estaban caminando sobre una parte de arena. Pero ese mismo escritor que dijo que no hubo un gran pez que tragó a Jonás, tampoco. Ese fue el pequeño salvavidas que estaba amarrado a la parte de atrás del barco. Claro, mi pregunta fue: ¿quién oyó de un salvavidas que vomitó? Pero bueno, eso es un comentario al margen. Pero bueno, Pedro y Jesús van caminando a la barca, y ¿sabe una cosa? Usted tiene que admitir que cuando Pedro estaba cerca de Jesús él podía hacer lo milagroso. Digo, él no podía caminar sobre el agua, pero él pudo cuando él estuvo cerca de Jesús, ¿verdad?

La próxima vez que lo vemos en nuestra pequeña analogía, él está con los discípulos y Jesús dijo: “¿Quién dice los hombres que soy yo?” Mateo 16. Y ellos dijeron: “Oh, algunos dicen que tú eres Elías, o Jeremías, o algunos de los profetas.” Y Él dice: “Bueno, ¿quién dicen que soy yo?” Y Pedro dice: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente.” Y estoy seguro de que él pensó: ¿de dónde salió eso?  Como puede ver, la boca de Pedro estaba disponible. Poco después en ese capítulo, Satanás lo usó, ¿se acuerda? Y Jesús tuvo que decir: “Quítate de delante de mí, Satanás.” Su boca estuvo disponible, y después Dios lo usó: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente.” ¡Qué shock! Jesús lo vio y dijo: “Carne y sangre no te revelaron eso a ti, Pedro. Mi Padre en el cielo te lo reveló. Mi Padre acaba de usar tu boca por un momento ahí.” Bueno, no es sorprendente que él quería estar dónde Jesús estaba, él podía hacer lo milagroso y decir lo milagroso.

La tercera cosa, él podía tener valentía milagrosa. En el huerto, usted sabe, todos los soldados vinieron para capturar a Jesús, capturarlo y llevárselo al juicio, y Jesús dijo: “¿A quién buscáis?” Y el ejército romano entero se cayó, se cayeron como piezas de domino, cayeron sobre el suelo. Pedro pensó: “Esto va a ser fácil. Digo, uno, y ya se cayeron.” Y entonces, él está al lado de Jesús, y se está molestando más y más, y poco después él decide simplemente sacar su enojo. Entonces, él saca su espada, y comienza con el primer hombre que está enfrente de él. Él iba a acabar con todos, quizás habían quinientos de ellos, de la Fortaleza Antonina, y él simplemente le corta la oreja a Malco, y él iba por la cabeza, pero Malco se agachó. No hay duda en mi mente, él no estaba nada más diciendo: “Ya te quité la oreja.” Usted sabe, esa no era la idea, él iba por todo, él comenzó con el primer hombre que estaba en frente de él, e iba a seguir a lo largo de toda la tropa.

Decimos, ¿de dónde sacaste la valentía, hombre? ¿de dónde sacaste la valentía? Bueno, él sabía que lo único que tenía que hacer era simplemente ver a Jesús. Y Jesús podía hacer eso otra vez y todos se caerían. Entonces, no tenía nada porque preocuparse, como puede ver. Como puede ver él tuvo la capacidad de hacer lo milagroso, decir lo milagroso, tener valentía milagrosa cuando él estaba cerca de Jesús. No es sorprendente que ahí era dónde quería estar. No es sorprendente que cuando Jesús dijo: “¿También se van a ir?” él dijo: “¿Adónde me iría, Señor? Sin embargo, usted sabe lo que pasó la siguiente ocasión cuando lo vemos, él está separado de Jesús, Jesús está adentro siendo juzgado, él está afuera lavando sus manos, o calentando sus manos más bien. Y la Biblia dice que tres veces hizo, ¿qué? lo negó. ¿No es eso terrible? Sabe una cosa, lo único que se necesitó fue que Pedro fuera separado de Jesús y fue un fracaso. Gran principio ahí, ¿no es cierto?

Dice usted: “Él fue un cobarde, cuando Jesús estaba a unos metros de él.” Sí. Y lo que pasó después, Jesús se fue al cielo. Dice usted: “Oh, ahí se acabó Pedro. Él es un cobarde a unos metros, ¿ahora que va a hacer?” El Señor regresa al cielo, más vale que sepultemos al hombre, ¿no? ¿Sabe usted lo que hace? Él se pone de pie el día de Pentecostés, y él dice: “Vosotros hombres de Judea, y todos vosotros los que estáis en Jerusalén, sabed esto y oíd mis palabras.” Y él procede a predicar de Jesús, “a quien vosotros crucificasteis es el Señor y Cristo.” Y él predica una obra maestra, fantástica, y Dios está usando su boca una vez más, y va con inspiración divina. Y él termina, y fueron compungidos en su corazón y todos claman, ¿qué vamos a hacer? Y él dijo: “Arrepentíos, y bautícense para la remisión de pecados, y recibiréis al Espíritu Santo.” Y tres mil de ellos se arrepintieron. ¿Sabe usted lo que lo vemos hacer? Está diciendo lo milagroso de nuevo. Él está abriendo su boca y Dios está hablando.

La próxima vez que usted lo ve, él y a Juan van al templo a adorar y hay un hombre que está ahí, y él es un mendigo. Y él lo ve y le dice: “Plata y oro no tengo, pero te doy lo que tengo, en el nombre de Jesús de Nazaret, levántate y anda.” Y el hombre salta y salta, y baila, y va por el templo haciendo todo eso. Él no solo podía decir lo milagroso, él podía hacer lo milagroso, y entonces no le gustó lo que él estaba haciendo, y entonces lo llevaron ante el Sanedrín y le dijeron: “Deja de predicar.” Y él les dijo: “Díganme si debo obedecerlos a ustedes o a Dios.” Y lo soltaron. Y él salió y comenzó una reunión de oración, y oraron porque Dios les diera más valentía y salieron y predicaron más.

Escuche, me es sorprendente, cuando Pedro estuvo con Jesús, él podía hacer lo milagroso, decir lo milagroso, y tener valentía milagrosa. Más adelante, cuando Jesús estaba de regreso en el cielo, él podía hacer lo milagroso, decir lo milagroso y tener valentía milagrosa. Y dice usted: “¿Cuál es la conexión?” Antes de que él se pusiera de pie en Pentecostés, la Biblia dice en Hechos 2:4, que fueron todos llenos de ¿qué? del Espíritu Santo.

Ahora escuche, aquí está la conclusión. Ser lleno del Espíritu es lo mismo como vivir como si estuviera ¿junto a quién? a Jesucristo. Ser lleno del Espíritu es lo mismo, como dejar que la presencia de Cristo domine su vida. No es algo místico, es llenarme a mí mismo con la Palabra de Dios, para que la verdad de Cristo domine mi pensamiento. Y después el Espíritu de Dios, conforme cedo a la verdad de Cristo en mí, me llevará a hacer y decir, y ser lo que Dios quiere que sea. Más de eso la próxima semana.

Oremos. Padre, oro porque Tú traigas al cuarto de oración, y al cuarto de consejería a aquellos a quienes tú quieres que venga. Tráenos de regreso esta noche, Padre, para reunirnos contigo de una manera especial. Gracias por el Espíritu Santo quien vive en nosotros y quiere llenarnos momento a momento conforme cedemos a la presencia de Jesucristo. Ayúdanos a practicar Su presencia, a pensar en Jesús desde la mañana hasta la noche, conforme nos alimentamos de Su Palabra; para que el Espíritu pueda guiar, para que podamos ser útiles para Ti, en tus propósitos para Tú gloria. En el nombre de Jesús. Amén.

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