Como mencioné esta mañana, vamos a continuar nuestro estudio en esta noche en el cuarto capítulo de Colosenses, y ver en particular algunos versículos muy, muy interesantes, que incluyen la explicación de por lo menos una característica de la oración que me gustaría enfatizar.
El título general que le he dado a esta sección es, Las Palabras del Nuevo Hombre. Cuando a principios de la semana, estaba estudiando esta porción en particular de la Escritura, estaba teniendo dificultades al tratar de entender si había una cosa que amarraría todo. Con mucha frecuencia, al final de las cartas de Pablo, él comienza a divagar un poco, y él habla de esto, y habla de aquello, y habla de la otra cosa; y es difícil a veces seguirlo.
Pero conforme comienzo a leer, una y otra vez, de los versículos 2 al 6, y simplemente seguí simplemente dándole vueltas en mi mente, decidí que el énfasis principal que está haciendo aquí tiene que ver con el habla. Tiene que ver con la boca del creyente. Y pensé, bueno, eso encaja muy bien con lo que ha estado diciendo. Porque él ha estado hablando, a lo largo del tercer capítulo aquí, acerca de las características del nuevo hombre. Y entonces, él simplemente lo continúa un poco en el capítulo 4, y habla de la boca del nuevo hombre. Un cristiano habla diferente que otras personas.
Ahora, en Mateo, capítulo 12, versículo 34, la Biblia dice que, “de la abundancia del corazón habla la boca”. Y lo que nuestro Señor quiso decir con eso es algo simple. Lo que quiso decir es que, lo que somos en el interior saldrá de nuestras bocas, y ésa realmente es la clave del pasaje.
El apóstol Pablo está diciendo que, si usted es un nuevo hombre en Cristo, si a usted se le ha dado vida de resurrección, como los primeros cuatro versículos de capítulo 3 explican, si usted ha resucitado con Cristo, va a ver un efecto en su boca, las cosas que usted dice.
Ahora, éste es el énfasis general de Pablo, conforme concluye el libro de Colosenses, que el nuevo hombre es diferente. Recuerde en el capítulo 3, versículos 5 al 9, cómo explicamos el hecho de que el nuevo hombre se despoja de los patrones de la vida vieja. Y después, vimos en el versículo 9 hasta el versículo 14, que el nuevo hombre se viste de los patrones de la vida nueva.
Y después, vimos cómo en el versículo 15, el nuevo hombre deja que la paz de Cristo gobierne. Versículo 16, el nuevo hombre deja que la palabra de Cristo more en él. Versículo 17, el nuevo hombre es guiado por el nombre del Señor. Esto es, busca hacer todo lo que honrará a Dios. Y entonces, él nos ha estado dando algunos de los patrones del estilo de vida del nuevo hombre.
Ahora, me di cuenta conforme veía eso que hasta el versículo 17, del 5 al 17, él explica la vida personal del nuevo hombre. Simplemente de manera independiente de alguien más, el nuevo hombre tiene que cuidar de ciertas cosas en su propia vida. Y después, en segundo lugar, comenzando en el versículo 18 –recordará esto de nuestro último estudio hace dos semanas atrás– comenzando en el versículo 18, llegando hasta el capítulo 4, versículo 1, el nuevo hombre entonces tiene algunas cosas que son cambiadas en término de relaciones con la gente en su propia familia.
Entonces, en primer lugar, es el nuevo hombre en un retrato personal. Y después es el nuevo hombre en relación a la gente en su familia. Y ahora, al llegar al capítulo 4, versículo 2, la tercera dimensión del nuevo hombre, es el nuevo hombre en relación a la gente que lo rodea fuera de su familia. De hecho, el objeto primordial aquí, es la gente incrédula. Observe el versículo 5, “andad sabiamente para con los de afuera”.
Entonces, hemos visto al nuevo hombre, visto de manera personal. El nuevo hombre, en términos de relaciones en la familia, esposas, y maridos, e hijos, y padres, y siervos, y amos. Y ahora vemos al nuevo hombre, particularmente en el área de cómo habla, y por lo menos hay un gran énfasis en estos versículos en relación a cómo habla él en frente del mundo que lo ve y que está viendo y escuchando y evaluando al cristianismo en base a lo que oyen de este supuesto nuevo hombre.
Entonces, en cierta manera, ése es el énfasis aquí. Él dice, “sea vuestra palabra,” en el versículo 6, “siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno”. Y de nuevo la misma idea, esto es el nuevo hombre conforme vive frente a la gente que lo rodea. Particularmente, en relación a cómo habla. Usted podría decir que en estos versículos el nuevo hombre tiene una nueva boca.
Y usted sabe, una de las cosas –sé que ustedes han experimentado esto, muchos de ustedes– una de las cosas que pasa cuando usted se vuelve cristiano es que es sorprendente cómo el Señor en cierta manera cambia las cosas de las que habla. ¿No es cierto? Muchas personas me han confesado, “sabes, desde de que me volví cristiano ya no digo malas palabras. Y desde que me volví cristiano, es sorprendente, hablo diferente”. Algunas veces, un miembro de familia reconocerá eso de otro miembro de familia que ha venido a Jesucristo. Bueno, hablan tan diferente. Bueno, eso es verdad, porque de la abundancia del corazón habla la boca, y si ha tenido un corazón renovado, entonces va a tener una boca renovada.
Ahora, en Efesios capítulo 4, para darle un paralelo, Pablo ahí básicamente explica el mismo principio. Vea Efesios 4:24. Y en Efesios 4:24, vamos a ver el mismo concepto. Ya hemos dicho a lo largo del estudio, que Efesios y Colosenses son grandes paralelos. Efesios 4:24, “vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”.
Ahora, él está hablando de nuevo del mismo pensamiento, el nuevo hombre. Vestíos del nuevo hombre. Si usted es un nuevo hombre, actué como tal. ¿Cómo? Ahora, observe: él entra a la boca, “desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo”. Versículo 26, “no se enojen”. Versículo 29, “ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes”.
Ahora, se dará cuenta de que inmediatamente después del versículo 24, en donde él explica el nuevo hombre, él entra en un mensaje más bien largo en relación a la boca. El cristianismo debe tener un efecto profundo en la boca, las palabras de una persona deben ser muy alteradas por el hecho de que ha sido salvada, que ha sido redimida.
Ahora, la Biblia, realmente hace un énfasis tremendo en este punto. La boca es vital. No es fácil controlar la boca. Y entonces, es lo que la Biblia parece enfatizar por encima de cualquier otro órgano humano, facultad humana. Uno de los siete hombres sabios de la antigüedad de Grecia, era un hombre llamado Bias. Y la razón por la que era considerado uno de los hombres más sabios en toda Grecia, fue el hecho de que una persona, en una ocasión, le había enviado un animal como regalo, con la instrucción de que debía de sacrificar al animal. Pero que, antes de que hubiera sacrificado al animal, debía cortar la mejor y la peor parte y mandársela de regreso al donador. Él envió de regreso la lengua, y como resultado de eso, él fue considerado uno de los hombres más sabios. La lengua es lo mejor y lo peor de usted. Es lo mejor y lo peor de mí. En tantas, tantas maneras.
Vea Santiago, capítulo 3. Continuamos hablando de la lengua un poco. Santiago, capítulo 3. Sabe, con frecuencia he visto a los adolescentes y he pensado, sabes, si mamá y papá tomaran tanto cuidado en enderezar sus palabras como lo hacen en enderezar sus dientes, probablemente tendrían un mejor resultado a largo plazo. ¿Alguna vez ha pensado en eso? Usted ve tantos jóvenes con braquets o frenillos que hablan tan mal. Bueno, usted sabe, enderece la boca de sus hijos mientras que está trabajando en sus dientes, es la idea. Santiago 3:3. Eso no está en mi sermón, acabo de pensar en eso.
Dice, “he aquí, nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo. Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere”. En otras palabras, él está enfatizando el hecho de que algo muy pequeño puede tener un efecto muy grande. “Así también la lengua es un miembro pequeño,” muy pequeño, “pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno”.
Hombre, eso es lenguaje fuerte. El infierno se aferra de la lengua de alguien y comienza un incendio que puede prender fuego a toda la naturaleza. “Toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada pro la naturaleza humana”. Usted puede ir al zoológico, y puede ir a Sea World, y puede ir al Parque Animal, y puede ir a todos lados y verlos a todos. “Pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. Con ella bendecimos a Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca, proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas o la vid higos? Así también, ninguna fuente puede dar agua salada y dulce”.
En otras palabras, Santiago simplemente está apuntando al poder de la lengua, el daño que hace la lengua y la inconsistencia de la lengua. La misma lengua que bendice un momento, después maldice. Y yo tendría que decir –y creo que usted estaría de acuerdo conmigo–ciertamente la Biblia está de acuerdo, que la boca es probablemente el indicador más fidedigno de la condición espiritual de una persona, sin duda. Esto es lo que la Biblia dice esencialmente.
Como puede ver, la boca no redimida, es la puerta por la que la depravación sale. Isaías, por ejemplo, cuando estaba definiendo la pecaminosidad en relación a su pueblo, simplemente dijo esto en Isaías 6:5, “¡Ay de mí! Que soy muerto; porque siendo hombre, ¿qué? inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos”. Y él simplemente estaba diciendo que la depravación es probada por las palabras, por lo que sale de la boca. En Mateo capítulo 12, versículo 37, Jesús dijo, “un hombre será condenado en base a su boca”.
Como puede ver, la boca es la puerta por donde la depravación sale. Ahora, la Biblia tiene mucho que decir acerca de cómo es la boca depravada. Le voy a dar un poco de teología y le voy a decir que ésta es una descripción bíblica de la boca no redimida. Esto es lo que habla. Escuche usted a una boca no redimida, y esto es lo que va a oír.
En primer lugar, maldad. Habla maldad. Proverbios 15:28 dice, “la boca de los impíos derrama malas cosas”. En segundo lugar, lujuria. Proverbios 5:3 dice, “porque los labios de la mujer extraña destilan miel, y su paladar es más blando que el aceite”. Seducción, lujuria. Si usted escucha una boca no redimida, usted oirá engaño. Jeremías 9:8 dice, “saeta afilada es la lengua de ellos; engaño habla; con su boca dice paz a su amigo, y dentro de sí pone sus asechanzas”. La boca no redimida habla maldiciones. Salmo 10:7, “llena esta su boca de maldición”. Habla opresión. El Salmo 10 también dice, “su boca está llena de opresión”. Habla mentiras. Proverbios 12:22, “los labios mentirosos son abominación a Jehová”.
Una lengua no redimida, tuerce y pervierte las cosas. Proverbios 6:12, “el hombre malo es el que anda en perversidad o falsedad de boca”. La boca no redimida habla destrucción. Proverbios 11:11, un versículo muy interesante, “por la bendición de los rectos, la ciudad será engrandecida”. Ahora, escuche, “mas por la boca de los impíos será trastornada”. Una boca puede literalmente destruir una ciudad. Crear desorden político. Crear guerra, lo que sea. Otra cosa que usted oye de una boca no redimida es vanidad. 2 Pedro 2:18, “pues hablando palabras infladas y vanas, seducen”, dice Pedro. Otra cosa acerca de una boca no redimida es que adula. Proverbio 26:28 dice, “la boca lisonjera hace resbalar”. Adular a alguien para conseguir lo que usted quiere.
Otra cosa que una boca no redimida habla es insensatez, “la boca de los necios hablará sandeces”, Proverbios 15:2. Eclesiastés 10:12 y 13 dice, “los labios del necio causan su propia ruina... y el fin de su charla, nocivo desvarío”. Una boca no redimida habla locura. ¿Y sabe una cosa más que he notado de las bocas no redimidas? Con mucha frecuencia hablan demasiado. Eclesiastés 10:14 dice, “el necio multiplica palabras”. Eclesiastés 10:14 dijo eso. Mateo 12:36 nos dice que la boca no redimida habla de manera ociosa, “toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.” Tito 1:11 dice que una boca no redimida habla doctrina falsa. Habladores de vanidades, “enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene,” para ganar dinero.
El Salmo 37:12 dice que una boca no redimida habla conspiraciones malas, “maquina el impío contra el justo, y cruje contra él sus dientes”. Muchas veces en la Biblia usted ve a los impíos usando sus bocas para conspirar contra los justos. Proverbios 14:3 dice que una boca no redimida habla jactanciosamente. Dice, “en la boca del necio está la vara de la soberbia”. El Salmo 109:3 dice que esa misma boca habla odio. “Con palabras de odio me han rodeado”. Mateo 5, describe otro error de la boca no redimida, jurar. Jesús dijo, “no juréis en ninguna manera, pero sea vuestro hablar ‘Sí, sí’ y ‘No, no’, porque lo que es más de esto, de mal procede”.
Efesios, capítulo 4, como leímos antes, nos dice otra cosa de una boca no redimida, habla palabras corrompidas. Pablo dice, “ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca”, Efesios 4:29. Y otra cosa que es enfatizada una y otra vez en la Biblia acerca de una boca no regenerada es que habla chismes. Romanos 1:30, describiendo a los paganos, dice que son murmuradores y detractores. Proverbios 26 dice, “las palabras del chismoso son como bocados suaves, y penetran hasta las entrañas”.
Entonces, resumiéndolo todo, cuando usted tiene una persona no regenerada, usted va a tener un vocabulario que lo acompañe. Y en Romanos 3:13, describe a los no regenerados en estos términos, “sepulcro abierto es su garganta; con su lengua engañan; veneno de áspides hay debajo de sus labios, su boca está llena de maldición y de amargura.”
Lo más interesante de esa descripción es que comienza abajo en la garganta, y llega hasta los labios, y muestra lo corrupto que es todo el proceso. Y, claro, si usted estudia Proverbios, usted leerá ahí de muchos casos en los que Salomón dice que la lengua o la boca del hombre malo, es aquello por lo que el mismo hombre malo va a ser atrapado y esclavizado, por su propia lengua.
Es interesante hacer esa comparación, y quizás usted quiera estudiar esto en algún momento, pero si nuestras bocas no son transformadas, si nuestras bocas no son transformadas, vamos a oír de la boca de Cristo. En Apocalipsis 19 dice, “de Su boca sale” – ¿qué? – “una espada aguda, y Él viene en juicio”.
Y entonces, la Biblia tiene un volumen tremendo de información que decir acerca de una boca, y acerca de qué tipo de boca es característico de la persona no redimida. Ninguna de esas cosas que le mencioné jamás debe ser verdad de un cristiano; ninguna de ellas. Dice usted, "bueno, ¿qué debe decir una boca redimida?". Bueno, solo le voy a dar algunas cosas generales, y después veremos nuestro pasaje, pero le voy a dar algunas sugerencias.
En primer lugar, la Biblia dice, confesar pecado. Lea el Salmo 32. David dice, cuando no hice eso, “cuando cerré mi boca y callé, se envejecieron mis huesos, no tuve nada de paz hasta que abrí mi boca y confesé mi pecado”. Romanos 10:9 y 10 dice, "si confesares con tu boca que Jesús es el Señor". Efesios dice que debemos hablar con la boca aquello que es edificante. Éxodo 13:9 dice, que debemos hablar con la boca la ley de Dios. Y Deuteronomio 6 dice que debemos hablar de ella cuando nos levantamos, sentamos, acostamos y caminamos por el camino.
Entonces, nuestra boca debe confesar pecado, confesar a Cristo, hablar el bien, hablar la ley de Dios. Otra, Lucas 1:64 dice, que nuestra boca debe alabar a Dios. "Fue suelta su lengua, dice, y habló bendiciendo a Dios". Nuestra lengua debe enseñar la verdad. Dios dijo en Éxodo 4:15, "yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que dirás y harás".
Nuestra boca debe bendecir. 1 Pedro 3:9, "no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino, por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados a esto". En otras palabras, nuestra boca debe ser usada para bendecir. El Salmo 77:12 dice que nuestra boca debe hablar de Dios. "Hablaré de tus hechos", dijo el salmista.
Nuestra boca debe hablar sabiduría y amabilidad. Proverbios 31:26, "abre su boca con sabiduría, y la ley de clemencia está en su lengua". Nuestra boca debe ser aquello que concilie y trae paz. "La blanda respuesta, ¿quita qué? la ira", Proverbios 15:1.
Entonces, la Biblia tiene mucho que decir de lo que la boca debe decir, y lo que no debe decir. Como nuevas criaturas, entonces, debemos estar comprometidos con el hecho, de que un nuevo hombre debe tener una nueva boca, y una nueva boca, tener palabras nuevas. Ahora llegamos, con ese tipo de introducción, a nuestro texto. Y, eso simplemente es toda una teología de la boca, en corto circuito y dada a usted de manera rápida. Pero quiero que vea cuán importante es.
Ahora, en nuestro texto, Pablo escoge cuatro áreas de la boca, o relacionadas a ella. Cuatro tipos de palabras, aquí vienen: las palabras de petición, las palabras de proclamación, las palabras de práctica y las palabras de perfección. Cuatro elementos distintivos relacionados con la boca por el estilo de vida cristiano. Las palabras de petición, las palabras de proclamación, las palabras de práctica y las palabras de perfección; y vamos a tomarlas una a la vez.
Primero, las palabras de petición. Un nuevo estilo de vida con un nuevo hombre significará una nueva boca llena de un nuevo tipo de palabras. Vea el versículo 2, Colosenses 4:2, "perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias". Ahora, al hablar de la oración, me doy cuenta de que probablemente hemos tocado una de las cuerdas más comunes en la vida de cualquier cristiano. Todos estamos muy conscientes de esto. Todos hemos organizado nuestra teología bastante bien, entonces tenemos poca idea de la oración, y la hemos desarrollado bastante bien en término de cómo oramos. Pero permítame ver si puedo ampliar sus horizontes un poco.
La oración son las palabras más importantes que su boca jamás pronunciará. La oración es la conversación más importante que usted jamás tendrá, la expresión más importante de la nueva vida. Como puede ver, la oración es el arma divinamente designada contra el ataque siniestro del diablo y sus ángeles. La oración es el vehículo para la confesión de pecado. La oración es el medio por el cual el alma agradecida derrama su alabanza espontánea ante el trono de Dios. La oración es la voz del alma llorando que invoca al sumo sacerdote compasivo en el tiempo de necesidad. La oración es la intercesión del cristiano preocupado, que invoca a los recursos divinos a favor del problema de otro. La oración es la conversación simple del hijo amado con el Padre que se preocupa, conforme hablan de amor.
¿Qué más podría ser dicho de la oración? ¿Qué puedo decir que no haya dicho en ocho años? Les hemos enseñado todo lo que les podemos enseñar, parece. La oración es hacia Dios. La oración debe estar en línea el Espíritu Santo. Debemos orar en el Espíritu, consistentes con Su mente y Su voluntad. Debemos orar siempre, conforme a la voluntad de Dios. Hemos pasado por todo eso. Hemos hablado de lo que significa orar en el nombre de Cristo, consistente con Él.
Pero quiero capturar lo que Pablo está diciendo aquí desde un ángulo un poco diferente, y extenderlo en una dimensión que rara vez ha sido tocada. Observe la primera parte del versículo 2, "perseverad en oración". Creo que si hay algún punto en donde yo fallo, y si hay algún punto en donde usted falla, va a ser en el área que él toca aquí. Él no dice, "oren," él dice, "manténganse ahí, continúen en eso".
Ahora, el enfoque aquí es la perseverancia. Y, claro, inmediatamente usted piensa en Efesios 6:18, "orando en todo tiempo". En donde él dice, "orad, ¿sin qué? cesar," en 1 Tesalonicenses 5. Entonces, sea orando en todo tiempo, Efesios 6 u orando sin cesar, 1 Tesalonicenses 5, si a usted le gusta Lucas 21:36, Jesús dijo, "en todo tiempo orando". O al principio, los apóstoles, quienes en Hechos 6 persistieron en la oración, o Cornelio, quien oraba a Dios siempre, o Romanos 12:12, en donde dice, “constantes en la oración”, o Filipenses 4, "por nada estéis afanosos, sino en toda, ¿qué? oración y ruego".
Pero la idea en todos esos es la misma, “continúen, manténganse en eso”. ¿Qué significa? Estamos cómodos con el truismo, que eso básicamente significa tener una conciencia de Dios. Usted no puede estar por todos lados orando todo el tiempo. Usted sabe, sería un poco extraño tener una plática con usted. No significa cargar su cuaderno de oración y hacerlo todo el tiempo. No significa estar corriendo con cuentas y hacer sus oraciones todo el tiempo. No significa orar verbalizando todo el tiempo, pero básicamente lo que está diciendo aquí, y hemos cubierto esto, es tener una conciencia general de Dios, de tal manera que usted ve todo lo que pasa en referencia a Dios.
Como puede ver, el accidente que le pasó a nuestro joven en el departamento de preparatoria, alguien vino, sin duda, y pasó y dijo, “pobre niño, probablemente debería ser cuidadoso en una motocicleta”, u “hombre, está muy mal". Pero alguien vino, y se salió, y fue porque era cristiano, y se arrodilló y oro, y lo vio totalmente diferente de como lo vio cualquier otra persona. Porque tenía conciencia de Dios, y cualquier cosa y todo se volvió causa para la comunión con Dios. La conciencia de Dios significa que, si veo algo mal, oro por los que están involucrados. Si veo algo bueno, lo alabo por quien lo ha hecho.
Como puede ver, es ese flujo consciente de conciencia de Dios. Pero usted sabe, conforme pensé en eso, eso es genial, y entiendo eso, pero eso puede ser una excusa para salirse realmente de toda la idea de continuar en oración y simplemente decir, "bueno, es obvio simplemente que no puedes seguir orando para siempre; y Dios no es sordo, y Dios no olvida las cosas". Simplemente, le dices, sigue usted con sus cosas.
Y sabe, creo que la mayoría de nosotros, en cierta manera, operamos sobre esa base. Bueno, Dios, aquí está es la necesidad. Me gustaría recordarte la necesidad. De hecho, las tenemos aquí en este papel del miércoles en la noche. Dios aquí está. ¿Tienes eso en tu fotocopiadora cósmica? Y no pensamos, "bueno, tú sabes, Dios tiene la información, y Dios es soberano, y Dios va a decidir”. Entonces, simplemente nos salimos de ese y seguimos con algo más. Y entonces, la idea de esta especie de explicación de la consciencia de Dios para la continuidad de la oración se puede volver una excusa. No está mal, pero como puede ver, lo que pasa es que va a ser un poco pesado de un lado, y no permite algo de tensión del otro lado.
Y quiero hablar del otro lado que va a crear un poco de tensión para usted en esta noche. Y me metí en esto, y encontré algunas cosas interesantes. Empecé a rastrear esa palabra "perseverar" en la oración. Y la raíz de la palabra, una palabra, kartere. Es una palabra muy interesante. Básicamente, viene de un nombre que significa “fuerte,” “fuerte”. El verbo significa ser constante, soportar, aguantar. Ése es kartereo. Pero la palabra utilizada aquí es proskartereo. Y cada vez, y le he dicho esto antes, que usted agrega una preposición enfrente de un verbo en griego, usted intensifica el verbo griego. Entonces, él está diciendo si la palabra kartereo significa ser fuerte y constante, esto significa ser superfuerte, y superconstante y realmente aguantar. Es la idea de perseverancia.
En Hebreos 11:27, la palabra es usada, y es usada de Moisés. "Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible,” porque él aguantó ahí, porque él se mantuvo con eso. Es un compromiso fuerte con algo, en donde usted es constante, y usted soporta, y usted no renuncia, y usted no se rinde, y usted no lo deja. Usted puede ver ilustraciones de ese mismo término y ese mismo concepto a lo largo del libro de los Hechos. Cornelio oraba continuamente. Eso es lo que significa. En Hechos, capítulo 1, lo tiene, en el aposento alto, todos perseveraban unánimes en oración. Y aquí usted tiene, recuerde, a esos discípulos reunidos, los 120 en el aposento alto, y perseveraron. Digo, no vinieron y se fueron. Y no fue una conciencia general de Dios. De hecho, estuvieron involucrados en súplica constante, por muchas horas y muchos días, hasta que el Espíritu de Dios vino.
Usted la encuentra en el capítulo 2, versículo 42, el mismo término. "Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones". Y aquí nuevamente, no necesariamente significa una conciencia general de Dios, sino que significa una constancia en la oración una, y otra, y otra y otra vez, rogándole a Dios en relación a sus necesidades.
Entonces, como puede ver, cuando usted entra en el término, la idea que usted encuentra aquí no es una conciencia de Dios fácil de realizar, sino que es una lucha perseverante, fuerte, constante, que soporta con asuntos profundamente sentidos.
McClaren dice que la palabra implica no solo continuidad, sino seriedad. Kittel, quien probablemente tiene la obra clásica de la definición de palabras griegas, dice que kartereo significa ser fuerte y ser valiente, y proskartereo significa, ser valientemente persistente; "resistir", dice él, "no soltar".
Ahora, esa es una dimensión emocionante de la oración. Bueno, permítanme darles algunas ilustraciones. Dice usted, "MacArthur, no sé si esto encaja en mi teología". Bueno, permítame hacer eso para usted, lo voy a meter ahí. Lucas 18. Lucas 18, este es el gran gozo que tiene el maestro de la Biblia, es simplemente la libertad de no estar encerrado en una caja, porque la Biblia no lo está.
Usted simplemente hace que todo esté organizado en un pequeño rincón, y de pronto algo explota en el extremo opuesto, y usted tiene que soltar un poco ahí. También le refirió una parábola. Bueno, ¿cuál fue tu propósito, Señor? ¿Por qué esta parábola? "Sobre la necesidad de orar siempre y no desmayar". El propósito entero de la parábola, es hacer exactamente lo que dijo Pablo. Es para que siga usted orando, y no se quede dormido, y no renuncie, y no solo levante su lista delante de Dios. Él dijo: “había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba hombre. Y había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él diciendo, ‘Hazme justicia de mi adversario. Alguien me hizo algo mal, y quiero traerlo a la corte y recibir un veredicto justo de esto, y quiero ser vengado por el mal’.
Y él no quiso por algún tiempo. El juez no quería hacerlo. Pero después de esto dijo dentro de sí, ‘aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo me agote la paciencia’. Muy bien, muy bien, ¡ya me cansé!
Ahora, dice usted, "espere un minuto, espere un minuto, ¿quieres decir que eso tiene una aplicación divina?". Seguro, versículo 6, "y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto". Escuche, “¿y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia". Dios va a hacer cosas para corregir las cosas, para ganar su propio honor, y para darle el lugar de bendición, cuando usted clama a Él día y noche.
Escuche al apóstol Pablo, “no he dejado de orar por vosotros día y noche, con lágrimas durante tres años”, Hechos 20. Día y noche durante tres años. La gente dice, “oh, ¿cómo es que Dios bendijo tanto su ministerio?” Una cosa fue que, no durmió tanto como él oró. Tres años, noche y día, con lágrimas. Dice usted, “oh, Dios sabía cuáles eran sus peticiones, Dios sabía antes de que él pidiera”. Eso nunca cambió la actitud de Pablo hacia la oración. Y él realmente derramó su corazón.
Lucas 11:5, otra historia ilustrando la misma verdad. Y esto es lo él que dijo, “quién de vosotros que tenga un amigo, va a él a medianoche y le dice, ‘Amigo, préstame tres panes” Tengo hambre, amigo. Las tiendas están cerradas. Y tengo un amigo que va a venir y también me gustaría darle algo. Un amigo mío ha venido a mí de viaje, y no tengo qué ponerle delante. "Y aquel, respondiendo desde adentro," ahí está el hombre en su casa y usted está gritando en su ventana, no había vidrio en esos días, entonces lo oyeron.
Y él dice, "vete, deja de molestarme. La puerta ya está cerrada y mis niños están conmigo en cama". Así es claro, la manera en la que siempre dormían en esos días; sin calentadores, la familia entera en una cama. "No me voy a levantar, ni siquiera me puedo levantar". Conozco el sentimiento. He tenido tres niños en la cama el domingo, no hay manera de salirse debajo de ellos. "No puedo levantarme", dice él.
“Os digo que, aunque no se levante a dárselos, por ser su amigo, sin embargo, por su importunidad, se levantará y le dará todo lo que necesite.” ¿Sabe usted lo que es la importunidad? El hombre simplemente siguió gritándole, hasta que finalmente se salió de la cama, porque no tenía opción si quería dormir algo. Él siguió golpeando y golpeando. Y él dice, “pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá”.
En otras palabras, Dios está diciendo, “sean persistentes”. Sigan golpeando, no se rindan. No sé si usted lo piensa de esa manera, pero sabe una cosa, algunas veces, algunas veces cuando usted cree que algo va a honrar a Dios, y usted cree que puede ser para la gloria de Jesucristo, usted en cierta manera tiene que atacar las puertas del cielo. Digo, en cierta manera tienes que colocarse ahí un poco y luchar.
Virginia Stem Owens, escribió un artículo muy interesante en una publicación reciente de Cristianismo Hoy (Christianity Today), en la que ella dijo esto, y quiero leerle parte de eso porque creo que está tan relacionado a esto. Ella dijo, “Dios no es un osito de peluche cósmico con el que nos estamos acurrucando”, hablando de Dios. “Como uno de los niños lo describe en las Crónicas de Narnia de C. S. Lewis. Él no es un león domado. Jacques Ellul está convencido, dice, “que la oración para personas viviendo en la época tecnológica debe ser combate. Y no solo el combate con el maligno, con la sociedad de uno o incluso con la persona divida de uno, aunque es todos estos, sino que es combate con Dios”. Debemos luchar con Él, así como Jacob lo hizo en Peniel, en donde se ganó su nombre Israel; e Israel significa “el que lucha con Dios”. Nosotros también debemos estar preparados para decir, “no te dejaré ir hasta que me bendigas”.
Considere a Moisés. Una y otra vez, interviniendo entre los israelitas y la ira de Dios, y derramando su corazón. Oiga a Abraham, orando por Sodoma, siguiendo hasta el final, "si puedo encontrar esta cantidad, bueno, ¿qué hay acerca de esta cantidad?... Bueno, ¿qué hay acerca de esta cantidad? Bueno, ¿qué hay acerca de esta cantidad?" Finalmente, Dios dice, “bien, muy bien. Si puedes encontrar esa cantidad, la perdonaré”. Y, claro, no pudo. La viuda, demandando justicia del juez injusto. “Ahora, en este combate”, dice Owens, “con Dios, Jacques Ellul advierte que debemos estar listos para llevar las consecuencias. El muslo de Jacob fue descoyuntado, y se fue cojeando. Todo aquel que lucha con Dios en oración, pone su vida entera en riesgo”.
Ella dice, “cuán tentador elevar el riesgo y hacer de la oración meramente otro producto del consumidor. Cuán vergonzoso es admitir no solo que la oración podría meterlo a usted en la cárcel, como paso con Jeremías, pero también, mientras que usted está hundiéndose en un foso lodoso, usted puede tener una lista larga de lamentaciones y preguntas sin respuesta que presentarle a su Señor. ¿Cómo vamos a decirles que pueden terminar cojos y mendigos si se aferran de Dios? Pero cualquier otra cosa es publicidad falsa”. Fin de la cita.
Me gusta eso. Dice usted, "bueno, ¿qué es lo que todo eso tratando de decir?" Todo eso está tratando de decir algo que es verdad: la oración es cuestión de luchar y enfrentar a Dios. La oración es cuestión de probarle a Dios la preocupación más profunda de su corazón.
La oración es una cuestión de derramarle a Dios que lo que usted cree es aquello que lo honrará. Usted oye a David en los Salmos, y lo oye desde la parte más profunda de su ser interior, derramando su corazón, una y otra y otra y otra vez, clamando a Dios porque haga algo que responda. La oración debe ser una lucha persistente, valiente.
Ahora, usted puede salir cojeando un poquito. Alguien me dijo esta semana, "sabes, tengo tantos problemas en mi vida; simplemente problemas todo el tiempo". Y dijeron, “sabes, oro y digo, ‘Dios, lo único que quiero es Tu voluntad, y sólo quiero ser lo que quieres que sea. Oh, Señor, hazme lo que quieres que yo sea.’ Y todo lo que recibo son problemas”.
Yo dije, “sí, esa es una oración peligrosa”. Tú dices, “Dios, hazme lo que quieres que sea”, y Él dice, “muy bien, y será a mi manera”. Y usted puede salir cojeando. Hay una tensión, yo sé, entre reclamar y persistir en el poder de Dios, y en la gracia de Dios, y al mismo tiempo, esperar en Su voluntad. Pero escuche esto, no es resuelto al aferrarse a su persistencia; es resuelto al aceptar la respuesta de Él. Eso es importante. Bueno, en cierta manera me enredé en eso; sabía que me enredaría. Es mucho para la oración continua, pero eso es lo que él está diciendo de regreso a Colosenses 4:2. Bueno, además, observe lo que dice, y quiero señalar un par de pensamientos aquí después, terminaremos. Probablemente, nunca pasaremos del versículo 2.
“Perseverad en la oración” – y me gusta esto – “velando en ella”. Sabe, una cosa que usted no puede hacer es orar sin velar. Ahora, ¿sabe lo que esto simplemente significa?, digo, ¿solo el significado básico? Manténganse despierto. Usted no puede orar en su sueño; es muy difícil. Mateo 26, ahí hay una buena ilustración de eso. Los discípulos se quedaron dormidos en una reunión de oración.
Mateo 26 cuenta la historia, Jesús vino al jardín, y tomó a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo - Jacobo y Juan, y estaban ahí. Jesús estaba orando. Versículo 40, “Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora?” La palabra “velar” aquí significa quedarse despierto. “¿No podías quedarte despierto una hora?”
“Quédense, despiertos y oren. Quédense despiertos y oren para que no entren en tentación; El espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil." No se duerma durante la oración. ¿Sabe que es muy fácil hacer eso? He hecho eso mucho. Oh, sí, es muy penoso, especialmente cuando tiene una reunión de oración muy temprano por la mañana y está orando en círculo. Y de pronto usted oye [ronquidos]. Usted voltea a su alrededor, algún hombre está perdido.
Puedo acordarme cuando estaba en la universidad, de reuniones de oración que terminaban alrededor de la medianoche y que empezaban a las 10:30, porque nos quedábamos dormidos a las 10:45. Y nadie se despertó como por una hora y media. Quédese despierto. Sabes una buena razón para que un cristiano descanse un poco; ore cuando esté despierto, ore cuando esté alerta.
Pero el pensamiento aquí es más amplio que eso. No es solo eso; eso es muy obvio. Pero cuando él dice, “velando en ella”, creo que está llegando a lo que Pedro dijo en 1 Pedro, capítulo 4 y versículo 7, “Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración.” Y lo que Pedro quiere decir ahí, es básicamente, sobrio, es la idea de conocer las prioridades. Y cuando él dice, "velad en oración", él quiere decir, busquen las cosas por las que deben estar orando.
Y yo soy culpable de esto, todos lo somos. Culpable de orar ese tipo de generalidades inútiles todo el tiempo. “Señor, bendice a la iglesia y bendice a los misioneros, bendice esto…”. Usted sabe. Le dije antes cómo nuestra niña pequeña, Marcy, solía orar, "Dios bendice al mundo entero". Eso era cada noche. Y usted sabe que eso para ella, supongo que ella quiso decir algo con eso, no sé; pudo haber sido un relleno, mientras que usted piensa en decir algo más, usted sabe. Simplemente, es una generalidad.
Pero lo que él está diciendo aquí es observe. Si usted va a ser consistente, y si va a derramar su corazón, y usted realmente va a orar por algo, entonces debería saber algo por qué orar. Yo no había estado en Grace por mucho tiempo, cuando un hombre se me acercó dijo, “me gustaría orar por ti”. Yo dije, “bueno, fabuloso; seguro que lo agradecería”. Él dijo sí. Él sacó un cuaderno, y simplemente lo abrió y dijo, “veamos, ¿por qué no me das cuatro cosas por qué orar? Y yo dije, “muy bien…”. “Oh, espera un momento,” las escribió todas.
Él tenía esta página dividida a la mitad, y tenía todas estas peticiones ahí, y lo escribió todo. Y después se fue y pensé, “un poco extraño”. Usted sabe, eso no es común. Entonces, unas dos semanas después, me lo volví a encontrar en el patio; estábamos en el otro edificio, había otro patio. Y se me acercó y dijo, “a ver”, dijo, “por cierto”, dijo él, “tengo estas cuatro peticiones y he estado orando durante dos semanas. ¿Podrías decirme qué pasó con ellas?” Y yo dije, "sí". Y él dijo, "bueno, espera un momento, ¡ah!, ¿qué día fue eso? Ah, sí, ajá, el 12 de febrero”. Él escribió todo en la columna derecha. Y estaba este cuaderno grande con espiral.
Sabe, tuve una oportunidad después, de estar en su casa, y vi su librero. ¿Quiere oír algo interesante? Había 13 cuadernos más en el librero, todos llenos; éste era el número 14. Eso es lo que llamo observar para ver por qué está orando. Sabe, si le dijera, “a ver Frank, ¿crees que Dios responde a la oración?” “Sí, ¿de qué tipo te gustaría saber? ¡Ajá!, tenemos, usted sabe, tengo 485 de esas, 796 de estas…”. ¿Ve?, eso es velar en oración. Usted nunca va a ser persistente con Dios acerca de algo que no le preocupa a usted, y usted nunca se va a preocupar por algo hasta que sepa que necesita preocuparse por algo. Y tenemos que velar.
Bueno, él añade un último pensamiento. “Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias”. Ahora, eso es importante. Sabe, aquí está la actitud correcta. Sabe, cuando está luchando con Dios, está agradecido porque va a hacer lo que es mejor. Y, sabe, ésta es la quinta vez en el libro de Colosenses que la gratitud ha sido mencionada. Es fabuloso para nosotros esta temporada del año. Vea el 1:12, “dando gracias al Padre, que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz, el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas”. Él está diciendo ahí, estén agradecidos por la salvación, estén agradecidos por la salvación.
Vea el capítulo 2, versículo 6, “por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.” Esté agradecido por su salvación; esté agradecido por su crecimiento. Bueno, capítulo 3, versículo 15, “y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos”. Esté agradecido por su comunión con Cristo y con el cuerpo de Cristo. Esté agradecido por su salvación, esté agradecido por su crecimiento, esté agradecido por su comunión con Cristo y Su cuerpo.
Versículo 17, “y todo lo que hacéis, sea de palabra o, de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él”. Esté agradecido porque tiene el privilegio de servirlo a Él. Que todo lo que hace puede ser hecho en Su nombre. Esté agradecido por su salvación, esté agradecido por su crecimiento, esté agradecido por su comunión, esté agradecido por su servicio. Y aquí él dice, en el versículo 2, del capítulo 4, “con acción de gracias”.
Esté agradecido porque cuando ora, usted tiene la garantía de que Dios va a responder conforme a lo que es mejor para usted. Esté agradecido. Sabe, no importa lo que pase en una oración, usted puede estar agradecido. Cuando está orando, usted sabe, estaba tratando de pensar, "ahora, ¿por qué estoy agradecido cuando oro?"
Número uno, lo primero por lo que estoy agradecido conforme oro es por la presencia de Dios, porque si no estuviera ahí, no me serviría de nada orar. Entonces pensé, no importa lo que Él dice o hace, sí,no, quizás, espera o lo que sea, estoy agradecido porque está escuchando. Estoy agradecido por Su presencia. El salmista entendió eso. Salmo 75:1, “gracias te damos, oh Dios, gracias te damos” ¿por qué? “pues cercano está tu nombre”. Solo estoy agradecido porque estás ahí. Sea cual sea tu respuesta, simplemente es fabuloso hablarte.
Segunda cosa en la que pensé, estoy agradecido no sólo por la presencia de Dios, sino que estoy agradecido por la provisión de Dios. ¿Sabe que no existe algo como una oración que no es contestada? Él siempre provee una respuesta, siempre, siempre, siempre. Y estoy agradecido por eso. Él siempre provee mi pan; Él siempre provee un lugar para quedarme. Él siempre provee las necesidades de la vida, y ésa es Su promesa, y siempre estoy agradecido. Y quizás estoy pidiendo cosas más allá de las necesidades, y puedo estar al mismo tiempo agradecido porque las necesidades que conozco van a ser satisfechas.
Y conforme oro, no sólo estoy agradecido por Su presencia y Su provisión, sino que estoy agradecido por Su perdón. Romanos 6:17, pero gracias a Dios que, aunque éramos esclavos del pecado, nos hemos vuelto siervos de justicia. Estoy agradecido porque Él me salvó.
Y después, pensé en una cosa que en cierta manera lo resume todo. Estoy agradecido por todas esas cosas, y todas las cosas que le mostré en Colosenses, pero creo que lo que simplemente es realmente emocionante es que estoy agradecido por Su promesa.
Simplemente, me emociona cuando leo 1 Corintios 15:57, “gracias sean dadas a Dios, que nos da”, ¿qué?, “la victoria”. Hombre, eso es emocionante. Puedo orar, y no importa cuál sea la respuesta, no importa cómo opere Dios, no importa si sale como Jacob, cojeando, no importa si me cuesta la vida o la vida de alguien a mi alrededor, puedo salir y decir, “la victoria es mía siempre; porque todas las cosas ayudan”, ¿a qué? “a bien". Ése es el propósito de Dios para mí.
2 Corintios 2:14, “mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo”. Usted no puede perder en la oración. Quizás no reciba lo que pide, pero no perderá, porque Dios sabe que lo que le dio a usted fue mejor de lo que usted pidió. Entonces, no importa lo que pasa, estamos agradecidos. Eso nunca cambia. Entonces, Pablo nos está diciendo algo muy importante acerca de la oración. Él está diciendo, “miren, oren”. Y cuando digo orar, digo orar. Métanse ahí y luchen con eso. Métanse ahí y persistan en eso. Y sigan golpeando hasta que Él les dé el pan. Aguanten hasta que sean bendecidos.
Si un vecino no generoso, egoísta, sin compasión, para quien un poco de reposo carnal sobrepasa la necesidad de un amigo de pan, podría ser inducido a conceder un favor muy necesario por mera persistencia, si la apelación persistente de una viuda indefensa puede exprimir de un juez duro de corazón, sin escrúpulos, el deseo del corazón de ella, ¿cuánto más nuestras peticiones, si son igual de fieles y persistentes, asegurarán lo que pedimos de Dios, quien es en virtud todo lo opuesto del vecino indiferente, y el opuesto del juez sin Dios? La enseñanza simple de la parábola es que la dificultad será resuelta porque Dios oye a su siervo fiel.
El nuevo hombre tiene una nueva boca, y la nueva boca del nuevo hombre tiene nuevas palabras. Y las nuevas palabras son el lenguaje de la oración. Oremos.
Padre, venimos a Tu presencia esta noche con gran confianza, no debido a nosotros mismos. Venimos por la sangre de Jesucristo, quien dijo, “ustedes tienen acceso”. Y entonces, venimos en esta noche, Padre, y la oración de nuestros corazones es, en primer lugar, que estemos viendo nuestras vidas conformadas a la imagen de Jesucristo.
Y, Padre, lo que se necesite para eso, sea que sea el precio que pagar, hazlo. Si salimos cojos, si salimos quebrantados, si salimos habiendo perdido algo querido por nosotros, y salimos conformados a la imagen de Jesucristo, vale la pena todo.
Padre, oramos porque de nuevo nos enseñes a ser persistentes en nuestras oraciones. Enséñanos lo que Pablo estaba tratando de ayudarnos a ver, que tiene que haber un compromiso total con orar, con orar persistentemente, con derramar nuestros corazones, hora tras hora, día tras día; rogar por otros, y primordialmente, para Tu gloria.
Padre, nos damos cuenta. Yo me doy cuenta, de que la razón por la que no persisto en oración, es porque me imagino que realmente no me importa tanto, que Tu gloria sea todo o que la necesidad de mi prójimo sea satisfecha. Sálvame del simbolismo de la oración, enséñame a cómo realmente preocuparme, realmente orar, para que pueda verte mostrarte a ti mismo, en toda Tu majestad, en toda Tu gloria, como un Dios de gracia, amoroso, misericordioso, que escucha el clamor de sus hijos.
Padre, enséñanos a velar, a ver las necesidades en las vidas de la gente que nos rodea, a ver las necesidades alrededor del mundo, a ver las necesidades aquí en la iglesia de Grace, a ver las necesidades de hermanos y hermanas en otras iglesias en nuestra comunidad y nuestro país y nuestro mundo, y a preocuparnos, y a orar. Tenemos tanta información en la Escritura, sin embargo, nos sentimos, como los discípulos, a nivel del suelo; debemos decir, “enséñanos a orar otra vez, Señor”.
De alguna manera, lo hemos perdido en la satisfacción de una sociedad con lujos excesivos, de egoísmo excesivo. Enséñanos a vivir sin eso para te busquemos.
Gracias, Padre, por darnos una nueva boca para que tengamos palabras nuevas, comunión contigo. Oramos en el nombre de Jesús. Amén.
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