Es un gran gozo en esta mañana regresar a Mateo, capítulo 6, versículos 9 y al 13. Me gustaría orar para comenzar. Padre, encomendamos los siguientes momentos a Ti y Te pedimos que seas nuestro maestro. Deseamos no ser nada más que un canal claro mediante el cual Tú hables. Que Tu verdad no sea envuelta por error humano, ni mejoras humanas y que Te escuchemos hablándonos y que seamos llenos de maravilla ante Tu poder y Tu gracia hacia nosotros. Que sepamos mejor cómo orar porque hemos compartido este tiempo. En el nombre de Cristo, amén.
Aprender cómo orar es muy importante. Aprender cómo orar es aprender cómo tener comunión con Dios; y no puedo pensar en nada más importante que eso. De hecho, es tan importante que las Escrituras dicen que debemos orar sin cesar. Debemos orar siempre. Y si vamos a orar siempre y sin cesar, y si la oración es comunión con Dios, y si “la oración eficaz del justo puede mucho,” entonces la oración eficaz es muy, muy importante. Cuán apropiado es que realmente sepamos cómo orar.
Cuán trágico es pasar una vida entera sin saber cómo tener comunión de manera apropiada con Dios y existe la posibilidad, ¿sabía usted? Porque según el apóstol Pablo en Romanos 8, “el Espíritu tiene que hacer intercesión por nosotros con frecuencia debido a la debilidad de nuestra carne,” lo cual significa que no sabemos orar como debiéramos.
Entonces, aquí estamos con este recurso increíble de oración de tener comunión con Dios y tener acceso al recurso divino. Y debemos estar involucrados en eso en todo tiempo. Y sin embargo, con qué frecuencia la carne inhibe la legitimidad y lo apropiado de esas oraciones. Y me atrevo a decir que si pudiéramos ser instruidos en cómo orar por alguien, el que escogeríamos sería nuestro Señor, quien sabía cómo tener comunión con el Padre de la mejor manera. Y eso es precisamente lo que tenemos aquí en Mateo 6, versículos 9 al 13.
Tenemos a Jesús instruyéndonos en cómo orar y dándonos los elementos e ingredientes en una perspectiva de oración apropiada. No sé cómo usted ha respondido a esta serie conforme hemos estado involucrados en ella, pero mi propio corazón ha estado cautivado en mi estudio porque percibo aquí, como usted lo percibe en el registro del Evangelio, conforme usted estudia las palabras de Cristo en particular, que usted está siendo enseñado literalmente por Cristo mismo. Si hubiéramos anunciado que Jesús iba a ser nuestro maestro en esta mañana y Él hubiera estado de pie en este lugar, me atrevería a decir que escucharíamos y oiríamos con oídos prestando atención a esa instrucción que nos presenta en el versículo 11 en el día de hoy: “El pan nuestro de cada día dánoslo hoy.” Y querríamos saber todo lo que hay por saber acerca del significado de esa gran afirmación maravillosa.
Bueno, Él no está aquí en un sentido pero está en otro sentido. Él no está en términos de los límites de la carne, pero Él está aquí en términos de la verdad ilimitada de Su palabra. Entonces, debemos prestar atención a lo que Su palabra debe decirnos y lo que tiene para nosotros.
Leamos nuevamente los versículos 9 al 13 para tener el contexto. “Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea Tu nombre. Venga Tu reino. Hágase Tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque Tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.”
Ahora recuerde, si es tan amable, conforme regresamos a este pasaje, que Jesús está haciendo un contraste entre Su estándar de oración con el de los escribas y fariseos. Y básicamente, para resumirlo en una afirmación simple, el estándar de Jesús de la oración se enfoca en Dios mientras que el estándar de ellos de la oración se enfocaba en sí mismos.
En el versículo 5, Jesús dijo “A ustedes les encanta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles para ser vistos de los hombres.” En el versículo 7, Él dice, “de hecho ustedes usan vanas repeticiones como los gentiles que piensan que por su palabrería podrían manipular o presionar a Dios para que les dé lo que quieren.” En el versículo 8, suponen que ustedes tienen cierta información que darle a Dios que no está a Su disposición, si no fuera gracias a su involucramiento en particular. De tal manera que su actitud y su acción y la forma misma de su oración, está todo enfocado en ustedes.
Y en contraste a eso, Jesús dice: “cuando ustedes oren, todo debe estar enfocado en Él. Padre nuestro es la paternidad de Dios. Santificado sea Tu nombre es la prioridad de Dios. Venga Tu reino es el programa de Dios. Hágase Tu voluntad es el propósito de Dios. El pan nuestro de cada día dánoslo hoy es la provisión de Dios. Perdónanos nuestras deudas como también nosotros perdonamos a nuestros deudores es el perdón de Dios y demás. Todo se enfoca en Dios. Esa es la manera en la que la oración debería ser. La oración no es para mí, es para Él. No es para lo que yo pueda recibir, es para Su gloria.
Y hemos estado aprendiendo eso conforme hemos estado avanzando a lo largo de esta tremenda oración. De hecho, las primeras tres peticiones: “santificado sea Tu nombre, venga Tu reino, hágase Tu voluntad en la tierra como en el cielo” colocan a la oración entera en perspectiva de que en nada de petición con respecto a nosotros, ni siquiera es introducida hasta que Dios está en el lugar apropiado. Yo no pido nada que no santifique Su nombre. No pido nada que no traiga Su reino en algún elemento. No pido nada que no sea la expresión de Su voluntad.
Ahora, habiendo establecido eso, entonces pasamos de esos elementos relacionados específica y directamente con Dios a aquellos que se relacionan con la necesidad humana. Y llegamos al versículo 11. “El pan nuestro de cada día dánoslo hoy.” Ahora, vamos a ver cinco características y ya hemos visto las primeras dos. Y simplemente para recordarle, cinco características de esta petición simple.
En primer lugar, la sustancia que se pide. ¿Qué es? Es pan. “El pan nuestro de cada día dánoslo hoy.” Y usted recordará que le dijimos que el concepto del pan aquí es un símbolo para todas nuestras necesidades físicas, probablemente incluyendo las tres necesidades básicas: alimento, ropa y abrigo o refugio. El pan, entonces, resume la necesidad física, la necesidad temporal, las necesidades básicas de la vida.
Nosotros somos de poco uso para Dios en cumplir Sus fines y sus metas en esta vida si Él no satisface nuestras necesidades físicas básicas para mantenernos vivos. Y entonces, de manera apropiada con Su utilidad en nosotros en esto, Su reino, conforme Él lo trae a la tierra, está la necesidad de suplir nuestra necesidad física.
Ahora, lo segundo de lo que hablamos, la segunda característica de la que hablamos no sólo es sustento, sino también la fuente. La suposición de la petición es que la fuente es Dios. Él se encuentra implícito detrás del verbo “danos”. Buscamos a Dios como la fuente de todo. Entramos en esto a gran detalle tres semanas atrás en nuestro último estudio en un sentido, lamento que tuvimos este intervalo. Y en otro sentido, no lo lamento porque realmente he podido aclarar mi pensamiento en este versículo en particular en este período de tiempo.
Y entonces, creo que quizás hay más para decir ahora de verdad significativa de lo que habrían oído hace dos semanas atrás. Pero Dios es la fuente de todo. Usted no posee nada que Él no haya provisto. Él es el creador y el sustentador y el preservador de todo el universo. Todo lo que tenemos es de Su mano, todo. Y entonces, la fuente es Dios y la sustancia es pan.
La primera petición, entonces, que emana del corazón de un hijo de Dios al Padre es esa petición que gira en torno a la necesidad física. No hay nada de malo con buscar el rostro de Dios con respecto a eso, siempre y cuanto el motivo es que a través de esto, Su nombre sea santificado y a través de esto, Su reino venga y a través de esto, se haga Su voluntad. Él es el que desea satisfacer nuestra necesidad física. Y claro, lo sabemos a partir de Santiago 1:17, que toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las Luces, “en el cual no hay mudanza ni sombra de variación.” Sabemos a partir de 1 Timoteo capítulo 4 que todas las cosas deben ser recibidas con gratitud “porque por la Palabra de Dios y la oración es santificado.” Dios nos ha dado todo lo que es bueno para disfrutarlo.
Entonces, la última vez dijimos que la idea de la petición aquí, la petición “el pan nuestro de cada día dánoslo hoy” no es simplemente la oración de un mendigo, aunque podría ser la oración de alguien que no tiene nada para su próxima comida. Sino que también es el reconocimiento de todos nosotros que Dios es la fuente de toda provisión física. Para algunas personas, podría ser “Señor, no tengo nada que comer para mi próxima comida. Te pido que me des mi pan diario para que Tú seas glorificado en mi provisión.” Para algunos de nosotros podría ser “Señor, Tú me has dado tanto y Te doy gracias; y Te reconozco como la fuente y Te pido porque continúes proveyendo con una gracia así para que Tu nombre sea glorificado.” Entonces, sea que usted no tenga y pide para recibir o sea que usted tenga y pide para continuar recibiendo, la petición es la misma. Reconoce que Dios es la fuente.
Ahora, ¿cuál es la súplica? Es el verbo danos. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Este es el corazón de la petición. Y esto es en lo que en cierta manera nos queremos concentrar en esta mañana. Ahora, ¿qué derecho tenemos de pedirle a Dios esto? ¿Tengo alguna razón para decirle a Dios dame el pan de cada día? ¿Hay una base sobre la cual esta petición es válida? Bueno, la única base es que Dios ha prometido hacer eso, ¿verdad? Dios ha prometido satisfacer mis necesidades físicas. Y si Él ha hecho esa promesa, entonces tengo el derecho de pedirle que la cumpla. Y esa es la promesa que nos ha dado.
Acompáñeme al Salmo 37. Y quiero colocar en su mente una consideración básica acerca de la cual vamos a hablar. Y espero que ls sea útil para comprender cómo Dios desea satisfacer sus necesidades físicas. Ahora, no creo que Dios esté obligado, escuche esto, a satisfacer las necesidades físicas de todo el mundo. Yo creo que hay algunas condiciones. Hay algunas condiciones y veremos esto de manera repetida conforme avanzamos en el estudio de esta mañana. Pero no creo que Dios esté obligado a satisfacer las necesidades físicas de todo el mundo.
Veamos el Salmo 37 comenzando en el versículo 3: “confía en Jehová y haz el bien.” Ahora, esa afirmación simple es profunda, porque incluye la importancia de la salvación. La salvación es creer en Dios, resultando en buenas obras, ¿verdad? La fe sin obras es muerta. Entonces, diciendo de manera simple “confía en Jehová y haz el bien” es simplemente como resumir soteriología, resumir la doctrina de la salvación, creer y el resultado de esa verdadera fe verdadera, son buenas obras.
Ahora, entonces, si usted es uno que cree y esa creencia se manifiesta en fe, entonces usted va a tener la promesa de que usted morará en la tierra y ciertamente, será alimentado. ¿No es eso maravilloso? Ahora, eso es bastante práctico. Creo que algunos de nosotros pensamos que la mayoría de las promesas de la Biblia tienen que ver con verdad espiritual y eso es verdad. Pero nunca a expensas de lo físico. Seríamos de poco bienestar espiritual al Señor aquí en el mundo sino satisficiera nuestras necesidades físicas.
Y por cierto, si usted necesita una comparación del Nuevo Testamento, vaya 2 Corintios capítulo 9. No pase ahí ahora, pero simplemente escríbalo. Segunda de Corintios capítulo 9 habla de cómo debemos dar. No por tristeza ni por necesidad, sino porque Dios ama al dador alegre. No debemos sembrar escasamente, sino generosamente. Y Dios puede ministrar pan para su alimento y hacer que los frutos de Su justicia abunden.
En otras palabras, cuando usted le da a Dios e invierte en el Reino de Dios, Dios no sólo va a proveer fruto espiritual sino que Él va a proveer, dice 2 Corintios 9, pan para su alimento. La provisión física de Dios es una promesa bíblica.
Ahora, más adelante en el versículo 3 dice “deléitate en Jehová.” Después, dice “encomienda a Jehová tu camino.” Después, en el versículo 7, “descansa en Jehová”. Y después, en el versículo 8, “Cesa de enojarte y deja la ira”. Y avanza a lo largo de esto y hace una comparación entre la persona justa que hace esto y el injusto. “El hombre injusto será cortado,” versículo 9; será cortado. El impío, versículo 12, es mencionado. Y después, en el versículo 13 “Jehová se reirá de él porque Él ve que su día viene.” En otras palabras, para el justo hay promesa y para el injusto hay juicio.
Ahora, pase por un momento el versículo 18. “Jehová conoce los días de los justos y su heredad será para siempre. Y no serán avergonzados en el tiempo malo.” Ahora escuche esto: “y en los días del hambre serán satisfechos.” ¿No es eso maravilloso? La promesa de la provisión de Dios para Su propio pueblo en un tiempo de hambre. Aunque los injustos puedan perecer, los justos tendrán provisión. Versículo 20: “los impíos perecerán y los enemigos de Jehová serán como la grosura de corderos. Se consumirán en humo.” Se consumirán. Ese tipo de grosura realmente arde y así es con los impíos. Dios no tiene la obligación de proveer para ellos, pero para nosotros, sí.
Ahora, no creo que necesariamente siempre vaya a ser un festín. Pero después de todo, Proverbios 15:17 dice: “mejor es comida de hierbas donde hay amor que de buey engordado en donde hay odio.” Cuando las relaciones están bien no tiene que ser lujoso.
Permítame dar una ilustración de esto. Realmente, no pensaba usar esto, pero quiero tomar el tiempo para hacerlo aquí. Primera de Reyes, capítulo 16, creo que esta es una ilustración vívida del principio de que Dios provee para los Suyos en el medio del hambre.
La historia de Israel en el reino dividido fue una historia trágica. Sólo tuvieron reyes malos y parecía como si iban de mal en peor, hasta que finalmente culminaron en el más miserable de todos, llamado Acab, quien era el hijo de hombre. Y 1 Reyes 16, versículo 25, encontramos que Acab se apodera del reino en lugar de su padre Omri cuando muere Omri. Y Acab llega al trono y reina en Israel 22 años.
Y Acab trajo 22 años de problemas, francamente, a la tierra de Israel. Él se casó con esa mujer miserable, Jezabel, quien adoraba a Baal y trajo toda la adoración de Baal y levantó un altar para Baal, la casa de Baal en el versículo 32: “E hizo altar a Baal, en el templo de Baal que él edificó en Samaria. Hizo también Acab una imagen de Asera, haciendo así Acab más que todos los reyes de Israel que reinaron antes que él, para provocar la ira de Jehová Dios de Israel.” Y la nación se hundió en el foso de la injusticia. Como resultado de esto, versículo 1 del 17: “Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra.”
En otras palabras, Dios dice que se acabó para la provisión de Israel. No habrá lluvia, no va a haber cultivos; si no hay cultivos, no hay alimento; si no hay alimento, hay hambre. En el medio de esto, versículo 2: “Y vino a él palabra de Jehová, diciendo: Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán. Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer.” ¿No es eso de increíble? ¿A quien mandó a que lo alimentaran? A los cuervos. Dios utilizó a los cuervos para traerle alimento a su profeta. ¿Por qué? Los impíos pueden perecer, pero en una hambruna, los justos serán preservados porque Dios hace promesas de provisión física para los Suyos.
Y los cuervos, versículo 6, le trajeron pan y carne en la mañana y pan y carne en la tarde. Y él bebía del arroyo. Bueno, el arroyo eventualmente se secó y el profeta necesitaba algo de comer. Versículo 8: “Vino luego a él palabra de Jehová, diciendo: Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí; he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente. Entonces él se levantó y se fue a Sarepta. Y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña; y él la llamó, y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para que beba.”
Ahora, esta es una manera un poco fuerte de llegar a una pequeña viuda que está recogiendo leña, como si supuestamente supiera quién este era. Pero aparentemente, el Señor en cierta manera había preparado el corazón de ella como indica el versículo 11: “Y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano.”
Ahora, esto presenta un problema serio. Ella dijo: “Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir.” Se acabó. Nos queda lo suficiente para hacer un pequeño pan. Mi hijo y yo vamos a partirlo y después, nos vamos a morir de hambre.
“Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra. Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días. Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías.”
¿No es eso tremendo? El barril simplemente se mantuvo lleno todo el tiempo y ese contenedor de aceite simplemente se mantuvo lleno todo el tiempo. Y simplemente, continuaron comiendo y Dios, de manera milagrosa, alimentó a esta viuda y a su hijo y al profeta en el medio del hambre. ¿Por qué? Porque Dios estaba obligado mediante Su promesa con Su pueblo que quien confía en el Señor y hace el bien, será alimentado. Y realmente, creo que algunas veces olvidamos que Dios está preocupado por la provisión física y podemos reclamar esa promesa de Su mano buena y llena de gracia.
Vaya al Salmo 37 nuevamente, si usted se quedó ahí. Quiero llevar en cierta manera a su clímax esta verdad maravillosa. Versículo 22: “porque así serán los que son bendecidos por Él. Porque los que son bendecidos por Él heredarán la tierra y los que son maldecidos por Él serán cortados. Los pasos de un buen hombre son ordenados por Jehová y Él se deleita en su camino. Y aunque él caiga, él no quedará derribado, porque Jehová lo sustenta con Su mano.”
La idea entera aquí es la idea de un hombre justo que es cuidado por el Señor. Y después, el clímax de esto es tan maravilloso en el versículo 25. Y David dice esto: “joven fui y he envejecido y no he visto justo desamparado ni su descendencia haciendo que mendigue pan.” David dice que ha estado vivo mucho tiempo y nunca ha visto a un justo desamparado ni a su descendencia que mendigar pan. ¿Por qué? Versículo 26: “porque Dios siempre es misericordioso y da; y Su simiente es bendecida.”
Versículo 27, esa sería una buena razón para dejar el mal y hacer el bien. La promesa de Dios de provisión física. Dios alimenta a los Suyos, amados. E inclusive he leído en la Biblia acerca de Dios proveyendo refugio para los suyos, si Él tiene que hacer que crezca su propio refugio privado sobre su cabeza, simplemente para mantener el sol alejado de él. Y el Señor dijo en Lucas 18:28 al 30 que: “ninguno de vosotros ha dejado padre y madre y casas y hermanos para seguirme.” Sino que les daré todo eso a ustedes, “múltiples veces en esta vida y en la vida venidera.” Yo creo que Dios ha provisto casas y tierras y padres y madres y hogares para los suyos en esta vida, como también en la vida venidera.
Ahora, esto es algo tremendo, amados, saber que Dios es un Dios que ha prometido darnos provisión física. Imagínese si usted estuviera fuera del conocimiento de Dios y no pudiera pedirle eso a Dios. Imagínese, por un momento, Irasema De Silva, quien vive en un barrio muy pobre en Brasil, un lugar indescriptible que he visto donde las casas están hechas de cartón al lado de las colinas de Río de Janeiro. “Algunas veces creo,” dijo ella, “que yo moriría y así no tendría que ver a mis hijos sufriendo como sufren. Algunas veces pienso en suicidarme porque los veo llorando de hambre; y ahí estoy sin un centavo para comprarles pan.”
Stan Mooneyham de World Vision cuenta la historia que rompe el corazón acerca de una visita a la casa de Sebastián y María Nociamento, otra familia pobre en un barrio paupérrimo de Brasil. Él describe a la casa con un techo inclinado de una sola recámara y suelo de tierra, cielo de tierra, con un banco y un pequeño contenedor de carbón y cuatro tapetes que son costales de papas llenos de paja. Él dice, y cito: “mis emociones difícilmente podían absorber lo que yo vi allí. Los gemelos de tres años acostados desnudos, sin moverse, en un pequeño tapete en el último acto de su drama personal. De manera misericordiosa, estaba bajando la cortina en su apariencia debe. La malnutrición era el villano. El padre no tiene trabajo. Y tanto él como María están en angustia por su existencia, pero demasiado orgullosos como para mendigar. Él trata de lustrar zapatos y María no puede hablar acerca de la existencia de ellos. Ella intenta, pero las palabras simplemente no salen. El amor de su madre es profundo y tierno y el deterioro diario de los hijos es más de lo que ella puede soportar.” Fin de la cita.
Y Dios no está obligado con aquellos que no confían en Él y hacen bien. Oh, Dios puede en Su decisión de gracia y soberanía alimentar a los injustos de vez en cuando; pero Él no está obligado a hacer esto. Y algún día, todos aquellos que son impíos padecerán hambre. Lucas 6:25 dice: “Ay de vosotros, los que ahora estáis llenos porque tendréis hambre.” Dios está obligado únicamente a proveer la provisión física de aquellos que son Sus propios hijos.
En la India, los hombres dejan a sus mujeres y a sus hijos simplemente para encontrar comida. Las familias cometen suicidio juntas. Las madres avientan a sus bebés a las aguas agitadas del río Ganges y los ven morir como un acto de sacrificio a los dioses de ellos, porque van a morirse de cualquier manera de malnutrición. Y si mueren de malnutrición, no hay virtud religiosa incluida en eso; y entonces, prefieren ahogarlos para que por lo menos los dioses puedan ser apaciguados.
Finalmente, van a morir y les conviene obtener algún fin religioso. Pero, ¿sabe una cosa? Con todos los problemas y las luchas y las hambres de nuestro mundo, los problemas, amados, realmente no son el hecho de que la tierra no puede proveer alimento. Ése no es el caso en absoluto. Indira Gandhi misma dice: “hay suficientes recursos en la india para alimentar a la nación entera. Y después, exportar dos tercios de eso; de lo que produce.” Algunos de nosotros pensamos que el mundo no puede producir comida para toda la humanidad. Eso no es verdad.
¿Sabe una cosa? Esta semana estaba leyendo que entre más gente tenemos en el mundo, más productividad tenemos porque el hombre es un ser productivo. Estaba leyendo en esta semana que usted podría colocar a la población entera del mundo en el estado de Montana. Eso hace que nos quede mucho espacio. Quince por ciento de la tierra que se puede cultivar en el globo terráqueo está siendo usada para eso. Y únicamente, la mitad de eso, anualmente. Nuestro problema no es la falta de recursos. Nuestro problema no son demasiadas personas. Hay menos personas por kilómetro cuadrado en la actualidad en Nueva York de lo que había hace 50 años atrás. Los recursos están ahí. Pero lo que hace que la gente no tenga acceso a esos recursos es un tema espiritual. Y voy a entrar a eso en un momento. Porque si fueran llevados al conocimiento de Dios, yo creo que Dios ha hecho un mundo que podría proveer para ellos.
En el Salmo 33, retrocediendo, versículo 18 dice: “he aquí, el ojo de Jehová está sobre los que le temen. Sobre aquellos que esperan en Su misericordia para librar su alma de la muerte. Y para mantenerlos vivos en el hambre.” Ahora, me parece sorprendente que Dios literalmente, como regla general, en cierta manera, apartare a Su pueblo en el medio de un hambre y los preservara. Ahora, quizás Él no lo haga con cuervos o como con Jesús alimentándolo con ángeles o quizás no provea refugio para ellos con una calabacera que crece encima de su cabeza. Normalmente, alimenta a Su propio pueblo con otros de Su propio pueblo. ¿No es cierto? Pero Dios cuida de los Suyos en el medio de un hambre.
Capítulo 34, versículo 10 de los Salmos, versículo 9 dice: “oh, temed a Jehová, vosotros Sus santos; porque para aquellos que le temen no hay necesidad para ellos. Los leones jóvenes carecen y sufren hambre. Pero a los que temen a Jehová no les faltará nada. Ningún bien.” No van a enfrentar hambre. ¡Qué promesa tan emocionante y maravillosa de Dios!
En Proverbios capítulo 3, versículo 5: “Fíate de Jehová con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos y Él enderezará tus veredas.” ¿Y cuál es el resultado de esto? Versículo 8: “porque traerás salud a ti y grosura a tus huesos, honra a Jehová con tus bienes y con las premisas de todos tus frutos. Y tus graneros, rebosarán de abundancia. Y tu lagar, de mosto.” Dios provee físicamente para nuestras necesidades en Su cuidado de gracia, como un padre amoroso para sus hijos.
Proverbios 10:3: “Jehová no permitirá que el alma de justo tenga hambre. Pero Él desecha a los impíos.” Dios entonces, creo yo, se presenta de manera clara en las Escrituras como alguien que está comprometido con cuidar a Su pueblo. Usted dice: “bueno John, estás hablando de los principios del Antiguo Testamento.” No. Observe Mateo 7:7. E iremos al Antiguo Testamento por un momento. Mateo 7, quiero ilustrárselo. ¿Y qué dice? “Pedid y se os dará, buscad y hallareis, tocad y se os abrirá.” Y nosotros usualmente equipararnos eso con cosas espirituales. De hecho, ese versículo es usado con frecuencia de alguien que viene a Cristo y pide la salvación.
Después, dice en el versículo 8: “porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y el que llama, se le abrirá.” ¿Pero a qué se está refiriendo exactamente Cristo? Se indica en el versículo 9: “¿qué hombre hay de vosotros que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?” ¿Y cuál es la ilustración de las cosas buenas? Es pan y carne. Dios está preocupado con dar lo elemental de la vida a Su pueblo, así como un padre con los suyos.
Y eso sigue al capítulo 6, versículo 25 y en adelante. Y qué texto tan maravilloso es ese, el cual dice que usted no se tiene que afanar por lo que comerá, lo que beberá o que vestirá, Dios se encarga de eso. Usted simplemente busque primeramente el Reino; y todo lo demás va a encontrarse en su lugar apropiado.
Ahora escuche, ha habido ocasiones cuando alimentar y el refugio y la ropa ha sido un acto sobrenatural de Dios, pero usualmente, Dios satisface las necesidades de Su pueblo a través de otros miembros de Su propio pueblo. De tal manera que usted tiene en una comunidad cristiana ese intercambio. Y también a través del hecho de que un hijo de Dios tiene una perspectiva tan elevada del valor del hombre que no sólo busca satisfacer sus necesidades personales, sino las necesidades también de otros. En Santiago 2:16, por ejemplo dice “si alguien viene y está desnudo y privado y usted le da una palmada sobre la espalda y le dice ‘hermano, espero que el Señor satisfaga tus necesidades’, es cuestionable si usted realmente ha sido regenerado. Y en 1 Juan 3 dice que si un hermano viene y tiene una gran necesidad y usted cierra su corazón contra él, ¿cómo mora el amor de Dios en usted?
En otras palabras, es casi la respuesta innata de uno que conoce a Dios que Él suple las necesidades de otros. Además, Él va a estar involucrado en trabajo que supla sus propias necesidades y vamos a ver más de eso en un minuto. Ahora, permítame desarrollar esto y darle algunas ilustraciones de esto.
Dios nos ha dado una ilustración literal global de esta verdad, que cuando usted en el mundo tiene un legado cristiano y raíces cristianas, usted tiene una perspectiva elevada de la vida humana. Y en donde usted tiene una perspectiva elevada de la vida humana, usted tiene una gran provisión para esas personas. En las partes del mundo en donde no hay raíces cristianas, usted tiene una perspectiva baja de la vida humana. Y ahí, usted tiene gran hambre y pobreza. Por ejemplo, las naciones que han estado bajo la influencia del Evangelio, naciones que han conocido enseñanza cristiana tienen un respeto elevado del valor del hombre como creado a imagen de Dios y el objeto de la redención divina. No tienden a sufrir tanto el hambre y la privación como esas naciones no cristianas.
Ahora, puede haber ilustraciones aisladas en donde estas cosas no siempre son el caso; pero en general, de manera evidente, ésta es la verdad. Por ejemplo, Estados Unidos. Estados Unidos es una nación fundada en principios cristianos y el cristianismo le dio a este país una perspectiva elevada de la vida humana de tal manera que estamos comprometidos a partir de nuestra constitución a satisfacer las necesidades de la gente.
Y aquí estamos en la actualidad, en el año 1980 y todavía estamos preocupados con la ley del salario mínimo. Estamos preocupados con la igualdad para todos, educación por igual, paga por igual, trabajo por igual y demás. Estamos profundamente preocupados porque todo el mundo tenga cuidado médico. Que todo el mundo tenga servicios médicos, que todo el mundo esté en un sistema de beneficencia, todos aquellos que no trabajan; de tal manera que sus necesidades sean satisfechas.
¿De dónde sacamos eso? Nuestro humanismo nunca nos lo dio. Nuestro humanismo aplastaría esa parte de la población que no es necesaria. Los que promueven el aborto, simplemente aplastarían a los seres humanos. La gente que promueve la eutanasia y la gente que simplemente quiere quitar a otros que afectan a nuestra sociedad y el control de natalidad y quieren decir quién nace a quien. Entonces, esas personas no son los que nos han dado un alto concepto del hombre.
Estados Unidos, en medio de su ateísmo y su humanismo y su inmoralidad y su alejamiento de la verdad cristiana, todavía no puede sacudirse su impacto residual de una perspectiva elevada del hombre que vino de la Palabra de Dios, aunque nunca reconocerían que es de ahí de donde lo obtuvieron. Inclusive los impíos en nuestra nación, como aquellos en 1 Corintios 7, son santificados por los creyentes y reciben el beneficio.
Por otro lado, vea a la India; porque la India es probablemente la nación de más influencia en el mundo, porque la India es el lugar en donde nació el hinduismo. Y el hinduismo básicamente promovió toda la red de religiones que incluyen al oriente entero; al Este entero. Y la red entera de legado religioso, el legado entero de hinduismo en el oriente es privación, porque la perspectiva del hombre es tan baja. Ellos no creen que el hombre sea creado a imagen de Dios, y que no tenga importancia en absoluto. En primer lugar, creen que sus dioses son pecaminosos. Los recursos naturales de la India pueden satisfacer las necesidades de la India. No hay límites para sus recursos, pero es su religión lo que los ha atrapado. Permítame mostrarle por qué.
Seis de cada diez personas en Calcuta viven en la calle. Seis de diez. Sin alimento, sin refugio, sin abrigo, sin ropa. Y en la India, hay 660 millones de personas. Quince millones mueren anualmente, nacen veintisiete millones. Simplemente, llegan a ser más y más personas lo cual significa que más y más personas viven en las calles. ¿Es porque no tienen comida? No. Permítame decirle por qué.
Adoran hasta trescientas treinta millones de deidades. Todo el mundo tiene la suya. La deidad suprema que se sienta por encima del montón es la deidad que tiene tres nombres dependiendo de cómo se manifiesta a sí mismo o a sí misma: Visnú, Brahma y Shiva son los tres nombres diferentes de esta deidad suprema. Pero debajo de eso, vienen toda esta multitud de dioses.
Ahora, los dioses son personificados en las vacas de la India, ¿verdad? Las vacas son las encarnaciones de los dioses. De ahí obtenemos la frase “vaca sagrada”. Ellas, entonces, se convierten en el centro de la adoración. Todo lo que viene de una vaca es sagrado, incluyendo su orina y su estiércol. Y por cierto, si usted fuera a ver a un hindú de clase baja en las calles, recogiendo la orina de una vaca en sus manos y bebiéndola, usted no se sorprendería si usted comprendiera la religión, porque eso es más bien común.
Matar y comer a una vaca es peor para un hindú que el canibalismo; porque una vaca es una deidad. Y las vacas comen el veinte por ciento de la provisión de alimentos de la India. Por cierto, tienen hogares para cuidar a las vacas de edad que dejan de dar leche. No tienen hogares para cuidar de la gente mayor, simplemente las vacas mayores. Toda vaca come lo suficiente como para alimentar a siete personas. Y las vacas en la India llegan a doscientos millones. Eso significa que comen suficiente alimento para alimentar a un millón ochocientas mil personas. Eso significa que la India produce suficiente alimento de tal manera que si usted tan sólo sacara a las vacas, o mejor, se las comiera, podría mover a toda persona del continente antártico, Australia, África y Europa a la India y toda persona de la mayoría de las otras naciones del mundo y todos tendrían más que comer que la gente en la India tiene ahora. Y tienen suficiente.
El quince por ciento de toda la provisión de alimentos de la India es comida por ratones. Y nadie mata tampoco a los ratones, porque usted quizás podría estar matando a su abuelo. Permítame decirle cómo usted es salvo en el sistema hindú. Usted es salvo al detener sus nacimientos. Ellos creen en la reencarnación, de tal manera que usted nace una y otra y otra y otra y otra y otra vez. Y el nirvana o el estado de la nada que usted desea alcanzar es algo que sucede cuando ya usted no nace, porque usted ha llegado tan alto como puede llegar y entonces, usted entra en el nirvana. Y entonces, constantemente están atravesando por este ciclo mediante estos nacimientos.
Ahora, usted puede nacer en el reino animal o en el reino de las personas y ésta es la razón por la que tienen el sistema de castas; porque usted quiere continuar llegando a niveles más elevados y más elevados en el sistema de castas. Si usted baja al reino animal, es porque usted ha hecho algunas cosas malas mientras que usted fue humano. Hay 84,000 niveles diferentes de reinos animales que usted tendría que atravesar para volver a salir de ellos.
Y entonces, como puede ver, todos los animales son alguien reencarnado que va hacia arriba o hacia abajo. Y usted no debe matar a un animal, porque usted podría estar arruinando el sistema de karma al empujarlos a una vida que no era para ellos. Y usted estaría en problemas y usted sería un animal en el próximo ciclo. La salvación, entonces, viene a través de ese ciclo interminable de nacimientos hasta que llegan al nirvana.
Los efectos sociales de esto van más allá de cualquier descripción. Si usted ve a un individuo pobre, privado, destituido, que no tiene nada, usted no satisface su necesidad; porque la única manera en la que esa persona puede llegar de ese nivel al siguiente nivel es hacer penitencia en ese nivel. Y entonces, usted deja a esa persona en esa situación porque es su karma, y usted alivia su penitencia, si usted alivia su situación, entonces usted ha quitado la pena que supuestamente ellos deben estar pagando. No van a regresar al siguiente nivel, ¿se da cuenta?
Entonces, no se respeta la vida humana en absoluto. Cuando usted ve a un mendigo, una respuesta hindú típica es me ‘pregunto qué hizo para merecer eso. Espero que pueda salirse de eso.’ Entonces, como puede ver, lo que ha privado a la India no es una falta de provisión de alimento. Lo que ha privado a la India es el paganismo. Sin un legado cristiano, sin el poder de Dios en esa sociedad a través de la influencia de personas creyentes, no hay una perspectiva apropiada del hombre como creado a imagen de Dios. Y esa es su propia condenación. Dios alimenta a Su pueblo y Dios también alimenta a aquellos que ni siquiera son Su pueblo cuando están cerca de Su pueblo. Fuera de pertenecerle a Él, no hay garantía de que haya alguna provisión.
Ahora, todo lo que quiero que usted vea es que los problemas en el mundo no son los problemas de una falta de recursos. Y le voy a hablar más de eso cuando lleguemos al capítulo 6 en adelante. Hay suficientes recursos para nosotros en este mundo. No estoy seguro de que creo en estas personas que son profetas de condenación, diciéndonos que se nos está acabando el alimento. Y le voy a decir por qué en algunas semanas. Pero esto es lo que sé: nunca va a haber lo suficiente para el mundo de personas que no conocen a Dios porque Dios es la fuente, ¿se da cuenta?
Ahora, acompáñeme por un momento a Mateo 6:25. Y simplemente quiero ser muy específico acerca de este texto aunque vamos a cubrirlo en el futuro a detalle. Debido a que Dios dice, observe, simplemente dice: “el pan nuestro de cada día dánoslo hoy,” y avanza; la idea es que no necesitamos pasar mucho tiempo en lo que realmente está implantado en nuestras mentes. Dios, ahora escuche esto, Dios no quiere que nos preocupemos con lo físico. La preocupación física, la necesidad física es el nivel más bajo de necesidad humana. La necesidad de recurso físico es el nivel más bajo de necesidad humana. Dios no quiere que estemos ocupados a ese nivel.
Entonces, Él está diciendo: “Yo me voy a encargar de eso.” versículo 25: “Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?” Su salud como tal. Él cuida de las aves, versículo 26. Él cuida de los lirios, versículos 28 y 29. Él cuida del pasto, versículo 30. Versículo 31: “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?” Observe el versículo 32: “porque los gentiles buscan todas estas cosas.”
Como puede ver, ésta es la vida sin Dios. Está a nivel físico y eso es todo. “Pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.” Dios sabe que Él debe suplir las necesidades físicas. Dios se va encargar de eso. Versículo 33: “Mas buscad primeramente el Reino de Dios y Su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Usted deje que Dios se encargue del nivel bajo de necesidad humana, lo físico. Él dice: “coloca tu mente en lo espiritual. Dios no quiere que estemos viviendo al nivel bajo. Pablo dice: “poned la mira en las cosas de arriba y no en las de la tierra.” Es la misma idea. Yo creo que la razón por la que Dios dice que Él se va encargar de esa área, si nosotros tan sólo reconocemos que Él es la fuente de ello, “Yo voy a encargarme de ésta área para que no tengas que quedarte atorado a ese nivel e inviertas tu vida en el Reino y en el asunto de lo justo y el resto de esas cosas, Yo me voy a encargar de eso.” Ese es un principio tremendo. El mundo de los paganos busca el nivel humano, el nivel físico. Nosotros no. Porque Dios promete suplir eso para nosotros.
¿Cómo lo suple? Bueno, básicamente de dos maneras. Una, y esta es la primera manera, Génesis 3:19: “el hombre debe ganarse su pan por el sudor de su rostro.” Ahora no debemos decir “oh, estoy ocupado siendo espiritual y estoy esperando a los cuervos.” Como puede ver, ésa no es la idea. “¿Podrías aventarme un abrigo, Señor, está algo fresco por aquí?” o “¿podrías darme una planta, necesito algo de sombra?” No. Tenemos un valor lo suficientemente elevado de nosotros mismos y de nuestra propia vida delante de Dios como para ser obedientes a Él y trabajar, hacer lo que necesitamos hacer, alimentarnos a nosotros mismos y mantenernos saludables. Debemos trabajar. No sólo quedarnos sin hacer nada.
De hecho, 1 Timoteo 5:8 dice: si alguno no provee para los suyos, entonces es peor que un incrédulo. Entonces, debemos trabajar. Debemos estar comprometidos con ese tipo de involucramiento. Y después, creo que Pablo realmente habla de esto de manera directa en 2 Tesalonicenses en donde dice en el capítulo 3, versículo 10 esto: “porque aun cuando estábamos con vosotros os mandamos esto: que si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.” Usted no trabaja, usted no come. “Oímos que hay algunos que están entre vosotros que están viviendo vidas desordenadas, no trabajando, sino entremetiéndose en lo ajeno. Ahora, los que son así, a estos mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo a que trabajen de manera callada y en su propio pan.” Entonces, aquí está el compromiso a que trabajemos y ganemos nuestro propio pan.
Pero hay un equilibrio hermoso en eso. Hay algunos que no pueden trabajar o que no pueden por motivos físicos, que tienen alguna necesidad o por cualquier razón, también tenemos que satisfacer sus necesidades. Y entonces, aquí hay casi un equilibrio. Mientras que por un lado, el corazón de Pablo es tierno, es compasivo hacia aquellos que están en necesidad al punto de que él va a recolectar dinero en Asia Menor para llevarlo de regreso a los santos pobres en Jerusalén; y él está involucrado de manera apasionada, vigorosa en la promoción de una recolección para satisfacer las necesidades de la gente pobre; al mismo tiempo, él no tiene compasión hacia alguien que es simplemente pobre porque no quiere trabajar. Entonces, Dios va a suplir nuestras necesidades a través de nuestros propios esfuerzos y a través de la generosidad y las muestras de gracia y bondad de otros a nuestro alrededor.
Ahora, amados, es algo maravilloso saber que Dios va a proveer para nuestras necesidades físicas. Pero tengo que añadir otro comentario al margen. Alguien invariablemente dirá: “bueno, ¿qué hay acerca de Hebreos 11, en donde usted tiene a todas estas personas que son santos de Dios del nivel más elevado, de quien el mundo no era digno, que fueron perseguidos y matados y estuvieron sin lugar en donde dormir y no tenían lugar en donde descansar y no tenían alimento y estuvieron privados, desamparados y estaban desnudos y demás? ¿Acaso eso no contradice a todo eso?” No. Esto realmente es bastante simple. Dios sólo suple su necesidad hasta que usted llegue al momento de morir. Eso es todo. Y después, Él podría escoger que la manera en que la que usted vaya a casa a estar con Él, sea a través de la falta de lo que es necesario. Pero hasta ese momento, en Su plan soberano, las necesidades de usted serán satisfechas. Y sólo Dios conoce la dimensión específica de cuáles son esas necesidades. Dios cuida de lo físico hasta que llegue el momento en el que la vida física termine; y entonces, entramos a una abundancia que es inconcebible.
Es muy parecido a Mateo 18 en donde habla de los niños pequeños y dice: “sus ángeles cuidan de ellos constantemente.” Después, con frecuencia viene la pregunta de qué pasa cuando un niño muere. Si acaso eso significa que el ángel se quedó dormido mientras que trabajaba. No, el ángel simplemente cumple con su función hasta que la soberanía de Dios considera que esa vida debe terminar. ¿Se da cuenta? En otras palabras, Dios dice: “Mac Arthur, tienes este período de tiempo en Mi plan soberano y eres llamado cumplir una tarea. Ahora, si tú enfocas tu mente y corazón en Mi reino y Mi justicia y las cosas de arriba, Yo voy a satisfacer tus necesidades físicas.” Y yo creo eso con todo mi corazón. De tal manera que la preocupación en mi vida no es lo físico. Y cuando el Señor considere apropiado quitar la protección física, voy a dejar de existir en este mundo; pero voy a entrar a una plenitud de existencia en el siguiente mundo que me va a dar una provisión de recursos eternos de lo que nunca antes he soñado.
Y entonces, cuando oramos “el pan nuestro de cada día dánoslo hoy”, ¿qué estamos diciendo? Que estamos confiando en Dios como la fuente para proveer todas las necesidades físicas y estamos afirmando que debido a que somos Sus hijos, y debido a que estamos caminando en justicia y caminando en obediencia y caminando en una sumisión dispuesta a Su voluntad, sabemos que Él va a encargarse de esas cosas. Y elevamos nuestros corazones en gratitud mientras que colocamos nuestra mente en las cosas de arriba.
Entonces, ¿qué es lo que buscamos como sustento? Pan. ¿Y quién es la fuente? Dios. ¿Y cuál es nuestra súplica? Danos. Permítanme darle dos más para terminar. Los buscadores. ¿Quiénes son los buscadores? Nosotros. No puedo evitar más que enfatizar que ‘danos’, no ‘dame’ mi pan diario porque la Iglesia de Cristo no está aislada. El uso de plural excluye todo el egoísmo nuestras oraciones. Y realmente creo que la oración ‘danos’ realmente incluye a toda la comunidad cristiana. Está diciendo realmente que nunca podría tener en abundancia mientras que mi hermano tuviera menos de lo suficiente, ¿verdad? Simplemente, incluye todo el concepto de compartir. Entonces, la sustancia es pan, y la fuente es Dios. Y la súplica es danos y los buscadores somos nosotros.
Y finalmente, la agenda. El pan nuestro, ¿con qué frecuencia? De cada día. De cada día. El significado exacto de este concepto es simplemente el alimento para el día venidero. En su simplicidad, en su moderación, en su belleza misma, es una expresión que dice un día a la vez. Padre, yo acepto Tu provisión. Enfatiza el contentamiento que viene cuando vivimos día tras día confiando en Dios y no nos preocupamos por el futuro.
Permítame darle una pequeña pista. La mayoría de los cristianos que se preocupan, se preocupan por lo que no ha pasado. Eso es correcto. Porque no están muy seguros de que Dios va a proveer su pan diario mañana. Eso es dudar de Su palabra. Esto no significa que usted no ahorra. Usted tiene que ser como la hormiga, dice Proverbios y planear para el futuro. Esto no significa que usted no planifica, pero significa que usted está satisfecho con confiar en Dios para que Él satisfaga su necesidad en el futuro. Decimos ‘oh, ¿qué va a suceder cuando pase esto? ¿Qué tal si pasa aquello? Oh, ¿qué tal si pasa eso?’ Sólo pedimos para la provisión física para este día.
La oración entonces amados, se enfoca en Dios como aquel que provee. Reconoce que Él es la fuente de todas nuestras necesidades físicas y nos enseña a vivir un día a la vez con la confianza de que Él satisfará esas necesidades. ¡Qué gran, gran petición es esta! Confío en que conforme oramos diariamente, oraremos en la confianza de que podemos enfocarnos en niveles espirituales porque Dios, en Su gracia se preocupa y se encarga de lo físico. Oh, no se enrede en lo físico. No deje que sus patrones de pensamiento lleguen a ese nivel. No pierda su gozo, su oportunidad de ministrar al enredarse en lo mundano. Ponga su mira en las cosas de arriba. Busque primeramente el Reino y deje que Dios se encargue de lo demás.
¿Y sabe una cosa?, permítame decirle esto tan sólo al cerrar, porque creo que es muy importante. Se habla mucho en la actualidad acerca de alimentar a los hambrientos y a los pobres; ¿pero sabe lo que yo creo? Yo creo que eso es bueno y necesario, pero yo creo que es mejor darle a alguien a Jesucristo que darles alimento. Si yo le doy a un hombre alimento, él tendrá hambre al día siguiente. Si yo le doy a Jesucristo, Dios se encargará de él a partir de ahí y a lo largo de la eternidad. Eso es lo que más necesita. Y una de las cosas que le podemos prometer es que Dios va cuidar de usted bajo Su cuidado como un padre amoroso cuando usted entra en una relación con Su Hijo. Esa es una verdad gloriosa. Oremos.
Padre, reconocemos nuestra dependencia total de Ti. Reconocemos que si Tú lo quisieras, no tendríamos pan diario. Podrías dejar que el sol saliera junto con su influencia. Podrías detener la lluvia. Podrías hacer que esta tierra estuviera absolutamente seca de tal manera que el granjero, con todos sus implementos modernos y químicos, no podría cosechar nada. Tú podrías destruir la cosecha que quisieras. Estamos absolutamente en Tu mano. Y me imagino, Señor, que una de las necedades de este siglo XX es la la torpeza de pensar que hemos alcanzado cierta cantidad de conocimiento de tal manera que somos independientes de Ti.
Padre, no podemos vivir un día sin Ti. Nada continuaría si no fuera sostenido y guardado por Ti. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Enséñanos que es algo bueno por lo menos una vez al día, me imagino que con más frecuencia, mejor, el recordarnos a nosotros mismos que nuestra vida, nuestra salud, nuestro hogar y nuestra ropa y nuestro alimentos son regalos buenos de Tu mano de gracia que vienen constantemente al quien confía en el Señor y hace bien.
Y entonces, enséñanos a entregarnos a lo espiritual y saber que Tú satisfarás esa otra dimensión. Y que sepamos que inclusive el trabajo que realizamos, es una ofrenda espiritual para Ti cuando es hecho para Tu gloria. Gracias, Señor, por todo lo que nos has dado y simplemente, por abrirnos la plenitud de estas verdades. Continúa enseñándonos conforme estudiamos las Escrituras, en el nombre de Cristo. Amén.
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