Regresamos esta mañana en nuestro estudio al 6to capítulo de Mateo, de nuevo simplemente recordándole a aquellos de ustedes que son invitados con nosotros que estamos en un emocionante estudio, largo y extendido del Sermón del Monte como parte de un estudio más grande del evangelio de Mateo.
Estamos aprendiendo de primera mano y en profundidad creo yo, las palabras de nuestro Señor dadas en este sermón maestro, el sermón de sermones del capítulo 5 al capítulo 7. Nos encontramos para esta ocasión en el capítulo 6, versículos 25 al 34, y con la intención de que usted tenga el contexto para lo que le decimos, permítame leerle este pasaje y síganos en su Biblia, comenzando en Mateo 6, versículo 25.
“Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, que habéis de comer o que habéis de beber; ni por vuestro cuerpo que habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan, ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió, así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o que vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta cada día su propio mal.”
Ahora, observará usted en el pasaje, que una frase que se repite es el tema, “no os afanéis”. De hecho, aparece aquí 4 veces. Afanéis es una palabra que simplemente significa “preocuparse,” no se preocupe. Ese es el corazón y el alma del pasaje. El Señor nos está llamando a dejar de preocuparnos. Ahora, me imagino que todos nosotros tenemos que admitir que la preocupación es parte de la vida. Es un pasatiempo para la mayoría de la gente. Ocupa sus pensamientos por gran parte de sus horas despiertos. No obstante, la preocupación es algo muy peligroso, afecta severamente a la gente. Pero más allá de su efecto psicológico, está el hecho de que la Biblia nos dice que, para un cristiano, para un hijo de Dios, la preocupación es un pecado, porque la preocupación es el equivalente de decir: “Dios, sé que Tú tienes buenas intenciones por lo que decís, pero simplemente no estoy seguro de que lo puedes cumplir.”
La preocupación es el pecado de no confiar en la promesa y la providencia de Dios. Sin embargo, lo hacemos todo el tiempo. William Inge dijo: “La preocupación es interés pagado a los problemas, antes de que llegue la fecha de pagar.” Otro escritor dijo: “La preocupación es un chorro que gotea poco a poco de temor, y que impregna la mente. Si es alentado, va a abrir un canal tan ancho que los otros pensamientos serán ahogados en él.” Y un escritor lo dijo de esta manera: “La preocupación es fe en lo negativo, confianza en lo desagradable, certeza de desastre y creencia en la derrota.” Y un escritor dijo: “La preocupación es desperdiciar el tiempo de hoy, para ahogar las oportunidades del mañana, con los problemas de ayer.”
Permítame decirle algo que pensé que era interesante, y lo leí esta semana. Realmente no estaba relacionado con la preocupación hasta que vi una relación muy interesante. Pero estaba leyendo acerca de la agencia de estándares en Washington DC, y tenían un pequeño articulo ahí que estaba hablando de la neblina, que cual era el elemento que constituye a la neblina. Yo pensé que esto era fascinante. Una neblina densa que cubre un área de 7 cuadras de una ciudad, a una profundidad de 100 pies, y con eso se refieren a una neblina muy densa de 7 cuadras, y 100 pies de profundidad, está constituida por menos de 1 vaso de agua, dividido en 60,000 millones de gotas. Realmente no hay mucho ahí, pero puede parar a una ciudad entera. Y creo que esa es una ilustración bastante buena de la preocupación. Únalo a usted, y usted no tiene mucho más que un vaso de agua, pero ciertamente usted puede parar a mucha gente.
Ahora, nos preocupamos. Esa es simplemente la expresión de la pecaminosidad humana. Y me imagino que no nos preocupamos más acerca de cualquier otra cosa como nos preocupamos acerca de los elementos básicos de la vida. Y entonces, somos un poco diferentes de la gente a quien Jesús le habló, porque se preocupaban. Y lo que les preocupaba en el versículo 25 era, “que vamos a comer, y que vamos a beber, y que vamos a colocar en nuestros cuerpos”. Digo, se preocupaban por cosas básicas. Me imagino que, si usted se va a preocupar, y usted va a tratar de decir que es legítimo, no hay una mejor manera de pensar en cómo justificarlo que decir, “Bueno, después de todo, digo, esto es básico, no me estoy preocupando por cosas extravagantes, simplemente me estoy preocupando por mi siguiente alimento, un vaso de agua, y algo que usar como ropa.”
Pero para el cristiano, eso está prohibido. Para el cristiano, eso es pecaminoso. Para el cristiano, eso es insensato. No hay lugar para que nosotros nos preocupemos, inclusive por esas situaciones básicas de la vida. ¿Por qué? Porque el Señor dice: “Esa es mi área.” Y una de las cosas que usted puede aprender, si usted escucha a Jesús a lo largo del sermón del monte, y a lo largo de los evangelios, y si usted escucha las epístolas, las cuales son un comentario de los evangelios, una cosa que aprende es que Dios no quiere que sus hijos se preocupen por las cosas pasajeras, mundanas de la tierra. Él quiere que pongamos la mira, no en las cosas de la tierra, sino en las cosas de arriba. Él quiere que hagamos tesoro en el cielo. Él quiere que busquemos primeramente el reino de Dios, y para liberarnos de hacer eso Él dice: “No se preocupen por lo demás. Yo voy a encargarme de eso.” ¿Lo ve? Ese es un principio básico de la vida espiritual. Que no somos personas que vivimos concentradas en la tierra, simplemente le entregamos esa parte a Dios y estamos libres para vivir en los lugares celestiales. Cuan insensato es estar preocupado por cosas materiales. Pero eso es precisamente por lo que la gente se preocupa.
Ahora, Él podría haber estado hablando de personas ricas aquí, las mismas personas que tienen todos los lujos en los versículos 19 al 24. También están preocupados por las necesidades aquí en los versículos 25 al 34, porque la gente rica se preocupa por las necesidades y esa es la razón por la que apilan todo su dinero para que puedan prepararse y defenderse, para que puedan prepararse para el futuro. Esa es la razón por la que lo acumulan todo, para que puedan asegurarse de que si todo se desmorona ellos pueden tenerlo todo.
Entonces, la gente rica se preocupa por las necesidades, y también la gente pobre. De hecho, la gente pobre quizás se preocupa de una manera un poco diferente, se preocupan por ello, pero no pueden hacer nada específico para aliviar esa preocupación. La gente rica por lo menos puede almacenar, la gente pobre puede preocuparse por ello y no puede hacer nada por aliviarlo. Y entonces, el Señor aquí, creo yo, quizás primordialmente está dirigiéndose a gente pobre, pero tiene que abarcar a los ricos, porque cualquier persona puede preocuparse por tener lo necesario para vivir. Hay gente en nuestra propia sociedad que tiene todo lo que necesita y se preocupa por quedarse sin lo necesario, se preocupan por cosas que van a suceder en el futuro, y no van a tener suficientes recursos, y no van a tener ropa, y no van a tener las cosas que necesitan para comer y beber, o el abrigo y demás, y en temor comienzan a almacenar para el futuro, y realmente en una expresión que no confía, que muestra una falta de fe, tratando de determinar su propio destino fuera de Dios, inclusive gente cristiana.
Y entonces, usted podría ser rico y tener este problema, pero básicamente, primordialmente creo que le está hablando de la persona que no tiene recursos para el futuro, y depende de manera total, del día de hoy, y después mañana y que el próximo mañana se cumpla a sí mismo. Ahora, ¿debe esa persona preocuparse? Dice usted, ¿Por qué la gente debe preocuparse, como saben de dónde va a venir su próxima comida? ¿Cómo saben si la van a tener en la mañana? ¿Cómo saben que van a tener abrigo, y ropa? Pero nuestro Señor de manera precisa dice, “No se preocupen por eso.” No deben tomar sus lujos, y no deben apilar sus lujos de una manera en la que almacenan todo como una protección en contra del futuro, y no usar aquello que ha sido dado por Dios para cumplir sus propósitos ahora. Esos son los versículos 19 al 24. Ni deben tener ansiedad en su corazón para las necesidades de mañana, inclusive si no tienen nada.
Entonces, aquí el Señor está cubriendo el lujo, en el 19 al 24; y la necesidad en el 25 al 31. Ahora, permítame darle algo de trasfondo del texto de manera breve. A lo largo del sermón del monte, el Señor está estableciendo un estándar que era raro en su vida, y realmente iba más allá de cualquier cosa que estaba pasando en la religión del judaísmo. Él les dio un nuevo estándar de sí mismos, Él les dio un nuevo estándar, realmente no uno nuevo, sino una reiteración del antiguo, el divino. Él les dio el estándar divino del mundo, Él les dio el estándar divino de la ley de Dios. Él les dio el estándar divino de asuntos morales, el estándar divino de adoración religiosa, y aquí Él les da lo que Dios dice acerca de su dinero y sus posesiones.
Y a lo largo del sermón del monte, y creo que usted ya sabe esto, lo que el Señor está haciendo es simplemente darle las categorías de las que habla el Señor de estos asuntos. Dios tiene algo que decir acerca de tus actitudes, algo acerca de tu compromiso con la palabra de Dios, algo acerca de tu actividad religiosa, algo acerca de tus valores morales, algo acerca de tu dinero, algo acerca de tus posesiones, algo acerca de tu vida de oración. En otras palabras, Él abarca todas estas dimensiones de la vida en este gran sermón. Y entonces en este punto estamos tocando la parte del dinero y las posesiones, y particularmente en el 25 al 34, en las necesidades.
Alguien podría responder de esta manera, dirá: “Bueno, sabes una cosa, leo los versículos 19 al 24 y dicen: “No os hagáis tesoros en la tierra.” Hombre, simplemente, ¿los haces en el cielo? Y ¿no sirvas al dinero sirve a Dios?” Y alguien podría decir: “Hombre, sabes una cosa, ¿pero que hay acerca del futuro? Hombre, sabes una cosa, en este tipo de mundo cambiante si no acumulo mucho, sino lo aparto, ¿cómo sé que voy a tener alimento y bebida en el futuro? ¿cómo sé que voy a tener ropa para mí y para mi familia? ¿cómo sé si voy a tener un refugio?” Y creo en la planeación sabia. Pero si usted está teniendo problemas con eso, el Señor dice: “No te preocupes por eso, está bien ahorrar para el futuro, está bien planear para el futuro, está mal preocuparse por esos planes, porque Dios va a encargarse de eso. Y cómo le dije antes, si usted tiene una alternativa entre que Dios le diga a usted usa este dinero ahora para este propósito, y tu propio sentimiento de que bueno, más vale que lo tenga para el futuro porque es desconocido, entonces, guardarlo para el futuro es desobedecer el momento.
Ahora, estos son principios generales, y usted va a tener que aplicarlos. Entonces, podemos tener tesoro, debemos hacerlo en el cielo. Y tenemos la libertad de hacer eso cuando no nos preocupamos por las necesidades de la vida. Ahora, entendamos el principio general, versículo 25. Vamos a cubrir los principios generales y después algunos específicos. Primero, aquí está el principio general: “Por tanto os digo, no os afanéis.” Y eso es repetido en el versículo 31, “No os afanéis,” versículo 34, “No os afanéis.” Ese es el tema que abarca todo el pasaje, y básicamente en el griego simplemente significa, “No te preocupes,” “No te preocupes.” Y, por cierto, en el versículo 25 el tiempo griego es excepcional, y significa “deja de estarte preocupando,” si ya lo estás haciendo deja de hacerlo. Y en el versículo 31 es diferente, dice, “No empieces a preocuparte.”
Entonces, de cualquier manera, que lo veas, Él te confronta. Si ya lo estás haciendo, deja de hacerlo, y si no has comenzado, no empieces, no te preocupes. Después Él dice en el versículo 25, observe, “por vuestra vida,” y la palabra es suque, tiene que ver con la plenitud de la vida terrenal física, externa. Todo lo que esta vida en este mundo es. No esté afanado por este mundo, el mundo temporal externo, físico, terrenal. El comer y el beber, y la ropa y la casa, y todo lo que constituye esta tierra. No se preocupe por eso. Y si usted ya comenzó, entonces deje de estarse preocupando por eso.
Ahora, permítame darle un poco de una relación, versículo 25 comienza con la palabra, “Por tanto.” Y la palabra “por tanto,” es para llevarnos de regreso hacia atrás. Y él nos dio tres principios recordará usted en los versículos 19 al 24, Él dijo, en primer lugar, los tesoros terrenales corrompen, los tesoros terrenales corrompen. Después, Él dijo, anhelar tesoros terrenales ciega su visión espiritual, versículos 22 y 23. En tercer lugar Él dijo, debe usted tomar una decisión entre Dios y el dinero. Ahora, permítame resumirlo, escuche esto. Debido a que los tesoros terrenales lo corrompen a usted de cualquier manera, debido a que los tesoros terrenales tienden a cegar su visión espiritual, y debido a que los tesoros terrenales tienden a alejarlo de servir a Dios, por tanto, no se preocupe por ese tipo de cosas. ¿Lo ve?
Esa no debería ser su preocupación, inclusive en lo básico de la vida. Dice usted, bueno, por lo menos no podemos preocuparnos por lo básico, sino por los lujos. ¡No, en absoluto! Si usted es un hijo de Dios, usted tiene una meta singular: tesoro en el cielo. Usted tiene una visión singular, usted ve los propósitos de Dios, usted tiene a un Amo singular, usted sirve a Dios no al dinero. Por lo tanto, usted no puede preocuparse con las cosas mundanas de este mundo. Ahora, específicamente, ¿a qué se está refiriendo? De regreso al versículo 25, ¿qué es lo básico? “que comeréis,” eso es alimento; “qué beberéis,” eso es agua, fluidos; “ni por vuestro cuerpo, que vestiréis,” eso es ropa. Alimento, agua y ropa. No se preocupe por eso. No esté ansioso por eso.
Ahora, en nuestra sociedad podríamos pensar que eso es un poco oscuro. Decimos: “Hombre, no me preocupo por eso, hay un supermercado en cada cuadra, y puedo ir ahí y apilarlo todo. Tenemos tanta agua en nuestra casa que nunca pensamos en eso. La casa promedio probablemente tiene 10 grifos, 10 llaves de agua, usted sabe, adentro y afuera. Y usted puede tener el agua abierta por todos lados y regar el pasto. “Y, ¿qué quieres decir con que preocúpate por el agua? ¿quién se preocupa por eso?” Y después algún profeta de condenación viene y dice que se nos está acabando el alimento en Estados Unidos, y se nos está acabando el agua en Estados Unidos y quizá nos preocupamos un poco.
Pero si usted hubiera estado viviendo en Palestina en el tiempo de Jesús, podría haber estado un poco más preocupado, porque hubieron ocasiones cuando la nieve no descendió sobre las montañas, y cuando las nieves no descendieron sobre las montañas, los arroyos no tenían agua, y en el calor del verano ardiente el arroyo se secaba y no había agua. Y hubieron ocasiones cuando los cultivos no llegaron a término porque las langostas llegaron como plaga sobre la tierra, y cuando los cultivos no llegaron a término, no había alimento, y había hambre en la tierra. Y cuando había hambre en la tierra, tampoco había ingreso en la tierra. Y cuando no había ingreso en la tierra. No podía haber compra de ropa en la tierra.
Y entonces, no había nada del recurso real que la gente necesita para vivir. Estas palabras de nuestro Señor literalmente son tremendas y poderosas habladas en el contexto de ese entonces. Jamás se preocupa por preocuparse por lo que van a comer. No se preocupen por lo que van a beber, y que ni siquiera entre en su mente lo que van a usar como ropa, le dijo a la gente ahí a la orilla del desierto seco, que dependían de manera total de los recursos naturales. Y esto debió haber sido una afirmación que los sacudió, ni siquiera lo piensen dice Él. Ciertamente, esa sería una condenación de nuestra propia preocupación por ese tipo de cosas. Nuestro Señor reconoce que el hombre en su avaricia tiende a dedicar su vida entera a preocuparse por lo externo. Él tiende a entregar su vida entera a su casa, y su comida, y su ropa, y ese tipo de cosas.
Pero después al final del versículo 25, Él dice esto, presentándolo en perspectiva, “¿No es la vida, la suque, la plenitud de la vida física mucho más que el alimento, y no es el cuerpo más que tan solo el vestido?” Digo, ¿eso es tan solo lo que hay en la vida? ¿es lo único en lo que te vas a concentrar? Sabe una cosa, francamente así es en el mundo. La mayoría de la gente en nuestro mundo está totalmente consumida con el cuerpo, simplemente decora el cuerpo, arregla el cuerpo, viste el cuerpo, cuida del cuerpo, lo mete en un buen auto, lo manda a una buena casa, lo llena de buena comida, lo sienta en una silla buena, cómoda, le cuelga muchas joyas, lo saca en una lancha, deja que nade, le enseña a esquiar, lo lleva en un crucero. El cuerpo alimenta ese cuerpo, así es como la mayoría de la gente vive. ¿No es la vida más que eso? ¿No es la vida más que eso? Eso es lo que Él está diciendo.
¿Por qué se preocupan por eso? El cuerpo no es el fin de todo, la vida no está contenida en este cuerpo, la vida está contenida en, escuche esto, la misma naturaleza de Dios. Yo vivo, no porque mi cuerpo vive, sino porque Dios me da vida al cuerpo, ¿se da cuenta? La vida es más que el cuerpo, más que el alimento, más que la ropa. Usted nunca va a convencer a la gente en nuestra sociedad de eso, pero es verdad. Entonces, ¿por qué preocuparse por esas cosas? Él da tres razones por las que no debe preocuparse: Número uno, no es necesario, debido a su Padre. Número dos, no es característico, debido a su fe. Y número tres, no es sabio, debido a su futuro. No es necesario, debido a su Padre; no es característico, debido a su fe; y no es sabio, debido a su futuro.
Ahora, vamos a tomar las últimas dos la semana próxima, y la primera, hoy. ¿Por qué usted nunca debe preocuparse por las finanzas? ¿Por qué usted nunca debe preocuparse por lo básico en la vida? ¿Por qué usted nunca debe preocuparse por lo que usted va a comer, beber, o usar como vestido? No es necesario, debido a su Padre. Ahora, recuerde eso, esto es algo fabuloso lo que Jesús dice aquí, me siento como un torpe tratando de explicar este material majestuoso, pero, en primer lugar, Él dice: “No es necesario preocuparse por cosas materiales, inclusive las necesidades de la vida, debido a su Padre. ¿Ha olvidado quien es su Padre? ¿es tan necio? ¿es tan insensato?
Sabe una cosa, puedo usar a mis propios hijos como un ejemplo. Mis hijos no se preocupan de donde va a salir su próxima comida. No se preocupan por eso. No se preocupan si van a tener ropa, una cama, algo que beber. Eso nunca entra en su mente, porque conocen lo suficiente acerca de su padre, como para saber que su padre provee para ellos. No tienen ansiedad en absoluto. Y créame, yo no me acerco a ser tan fiel como Dios. Sin embargo, con qué frecuencia no creemos que Dios va a proveer para nosotros, y nos preocupamos. La ansiedad es insensata. Y el Señor da tres ilustraciones: una del alimento, una del futuro, y una de la moda. Alimento, el futuro, y la moda. Y estas están relacionadas a Él como nuestro Padre.
En primer lugar, la del alimento, versículo 26. Esto realmente es fabuloso. Creo que el Señor está de pie ahí, en la pendiente del monte en Galilea, viendo hacia abajo ese extremo norte hermoso del mar. La brisa se sentía, el sol estaba brillando en el cielo, y la gente estaban todos ahí reunidos a sus pies, una época hermosa del año, y un lugar hermoso en el cual estar. Y he estado ahí, yo, varias veces. Y creo que conforme Él les estaba hablando algunas aves pasaron volando. Un escritor dijo que la parte norte del área de Galilea es la encrucijada de migración de aves, es un lugar muy especial en donde las aves migran en esa parte del mundo, y Jesús probablemente los vio pasar volando, y Él dijo en el versículo 26, “Mirad, miren, las aves del cielo, muy común, no siembran, y no cosechan, y no recogen en graneros, pero vuestro Padre celestial las alimenta, ¿no valéis nosotros mucho más que ellas?”
Escuche, toda ave que vive en este mundo, vive porque Dios le dio vida, ¿verdad? Dios dio vida a toda ave, y si Dios le da vida a un ave, Él no dice, “Muy bien ave, Yo ya cumplí, te he dado vida, ahora trata de mantenerte viva.” No, las aves no se reúnen y dicen, “Ahora, tenemos que inventar una estrategia para mantenernos vivas.” Las aves no tienen conciencia de sí mismas, no tienen procesos cognitivos, no tiene la capacidad de razonar, pero Dios implantó dentro de las aves, algo llamado instinto, de tal manera que las aves están diseñadas por así decirlo, con una capacidad divina para encontrar lo que es necesario para vivir. Dios no nada más crea vida, Él crea vida y después sustenta la vida.
En Job, por ejemplo, en el capítulo 38, en el versículo 41 dice, “¿Quién provee para los cuervos su alimento, cuando sus pequeños claman a Dios?” En otras palabras, cuando las pequeñas aves claman a Dios, ¿no es eso interesante? Las aves pequeñas, de hecho, buscan a Dios el Creador, dice Job. Es Dios el Creador, quien da a la madre el instinto de traerle el alimento, es Dios el Creador quien le dio a la madre el instinto para construir el nido, y para migrar a un área nueva, en el tiempo exacto y preciso. A los cuervos jóvenes que claman, Él les da alimento, dice el Salmo 147, versículo 9. Dios alimenta a las aves mediante el proceso de su propio instinto, y la Biblia lo llama “clamar a Dios.” Dice que las aves claman a Dios.
Ahora, si Dios va a cuidar de las aves irracionales, que claman a Él mediante su instinto, ¿acaso Dios no va a cuidar de sus propios hijos? Al final del versículo 26, ¿no valéis vosotros mucho más que ellas? Arthur Pink dijo: “Aquí podemos ver como las criaturas irracionales, sujetadas a vanidad por el pecado del hombre, se acercan más a su primer estado, y observan mejor el orden de la naturaleza en su creación que el hombre, porque buscan únicamente aquello que Dios ha provisto para ellas, y cuando lo reciben están contentas. Esto demuestra de manera solemne, que el hombre es más corrupto que otras criaturas, más vil y más bajo que inclusive las bestias brutas. Las aves, Dios cuida de ellas, ¿no cree que Él va a cuidar de usted?
Ahora, por cierto, esta no es una justificación para la pereza. Él dice en el versículo 26, “no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros, pero vuestro Padre celestial las alimenta.” Y alguien dice: “Oh, esa es la idea. Simplemente voy a quedarme ahí afuera, al borde de un árbol, y voy a abrir mi boca.” Ahora escuche, nunca llueve gusanos. Nunca. Las aves, Dios las alimenta mediante un instinto que les dice dónde encontrar ese alimento, y lo buscan. Trabajan por él. Están ocupadas buscando, tragándose a pequeños insectos, gusanos, preparando sus nidos, cuidando de sus pequeños, enseñándoles a cómo volar, empujándolos en el momento correcto, migrando con las temporadas. Trabajan duro, todo este trabajo debe ser hecho si van a comer.
Sin embargo, lo hacen por instinto, y nunca se exceden. No dicen: “Voy a construir nidos más grandes, voy a almacenar más gusanos, voy a decirme a mí mismo: ave, come, bebe y regocíjate.” Trabajan dentro del marco del diseño de Dios para ellas, y nunca se exceden en satisfacerse a sí mismas. Las aves solo engordan cuando la gente las mete en jaulas. Las aves no se exceden en hacer una cosa buena. Son los hombres los que no tienen suficiente, y van por más y apilan, y guardan cosas, y acumulan, e ignoran las prioridades de Dios y sus promesas, y pierden el corazón libre de preocupación. Las aves simplemente vuelan, no se preocupan si van a encontrar alimento. No, simplemente vuelan hasta que lo encuentran. Y Dios lo provee. Y las aves no pueden planear por adelantado. Y las aves no tienen razón por la cual preocuparse. Y si las aves no tienen razón alguna porque preocuparse, ¿por qué se está preocupando usted? ¿no es usted mejor que un ave? Cuan torpe. ¿No cree usted que Él lo va a alimentar a usted? No cree usted que Él le va a dar de comer.
Escuche, ningún ave jamás fue creada a la imagen de Cristo. Ningún ave. Ningún ave jamás fue creada a la imagen de Dios, ningún ave. Ningún ave jamás fue diseñada para ser coheredero con Jesucristo a lo largo de toda la eternidad. Ningún ave jamás ha tenido un lugar preparado por Él en el cielo, en la casa del Padre. Ningún ave. Y si Dios sustenta la vida de un ave, ¿cree usted que va a cuidar de usted? Piénselo de esta manera, la vida es un regalo de Dios. No hay duda acerca de eso. La vida es un regalo de Dios. Si Dios le da a usted el regalo más grande, el cual es vida, ¿no cree usted que Él le dará el regalo más pequeño, el cual es, el sustentar esa vida mediante el alimento. ¡Claro!
Entonces, no se preocupe por eso, si Dios pone en mi corazón tomar mis recursos que tengo en este momento, y he planeado para el futuro y Él dice: “John, en mi corazón quiero que hagas esto con todo eso.” No tengo derecho alguno de decir: “Pero Señor, si hago eso, ¿qué voy a hacer mañana? No tengo alimento, ni nada con que vestir a mis hijos.” Espera un minuto, si Dios pide esto ahora, se vuelve Su responsabilidad alimentarme mañana. Y Él lo hará. Si Él me dio el regalo más grande de la vida, ¿acaso no me dará el regalo menor para sustentar esa vida? el regalo del alimento.
Y entonces, yo, como un ave, tengo que trabajar, pero Dios ha diseñado que el hombre se gane su pan por el sudor de su, ¿qué? de su frente. Y si no trabajo, no como, Pablo dijo. Entonces, así como el ave, Dios provee, pero mediante el instinto, así Dios provee para el hombre mediante su esfuerzo. Y si Dios me da el regalo de vida, entonces Dios me sustentará.
Martin Lutero dijo: “Dios no quiere tener nada que ver con los estómagos flojos, glotones - él era bastante vívido - que ni están preocupados, ni están ocupados, actúan como si solo tienen que sentarse y esperar que Él les dejara caer un ganso rostizado en su boca.” Eso no es lo que Él está diciendo. Él no está diciendo: “No hagas nada.” Él está diciendo: “Mediante tu esfuerzo, Dios va a proveer.”
Ahora, la gente dice: “Oh sí, pero se nos están acabando los recursos.” Oigo esto todo el tiempo, el mundo no tiene alimento. Escuche, hay tanto alimento en este mundo, Dios siempre está ocupado en tener una abundancia. ¿Sabía usted eso? Una abundancia. Este mundo no ha visto nada aún. Espero hasta que lleguemos al milenio, y usted verá lo que pasa alrededor de este mundo. Pero simplemente para darle una idea, para que no tenga que preocuparse por el hecho de que si Dios puede o no manejar la crisis actual. Encontré un artículo, del Departamento de Estados Unidos de Agricultura, que pensé que sería interesante. Esto es lo que dice, hicieron algunas preguntas, esto es apenas reciente, a fines de 1979, hace unos cuantos meses atrás.
La pregunta es, ¿acaso la provisión de alimentos del mundo es lo suficientemente grande como para satisfacer las necesidades mínimas de toda persona? Aquí está la respuesta. Departamento de Agricultura de Estados Unidos. “El mundo tiene más que suficiente alimento para alimentar a todo hombre, mujer, y niño en él. Si la provisión de alimento del mundo fuera dividida de manera equitativa y distribuida entre la población del mundo de los últimos 18 años, toda persona habría recibido más que el número mínimo de calorías. De 1960 a la actualidad, la producción de granos a nivel mundial, nunca bajo del 103% del requisito mínimo, y llegó a un promedio de 108%. De esta manera, si un sistema existiera en la actualidad para distribuir el grano de manera equitativa, la población del mundo de 4,000 millones de personas, habrían tenido a su disposición un quinto de grano más por persona, que los 2.7 mil millones de personas que vivieron 25 años atrás.”
Aquí hay otra pregunta, que hicieron en el folleto. “¿Acaso la cantidad de comida producida por persona, no ha estado decreciendo en los países del mundo que están en vía de desarrollo en los últimos 25 años? La respuesta es, no. Este es un malentendido común, la producción de alimentos en los países en vías de desarrollo ha estado incrementándose. La producción de alimentos en el mundo, per cápita, decreció únicamente dos veces en los últimos 25 años. De hecho, la producción de grano, el alimento primordial para la mayoría de la población del mundo, se incrementó de 290 kilogramos por persona, durante los principios de los 50’s a 360 kilogramos durante los últimos 5 años alrededor de un incremento del 25%.” Hay más alimento de lo que jamás ha habido.
Y escuche esto: “En lo que a producción de alimentos potencial concierne, el mundo podría alimentar a toda persona que está viva en base al estándar del consumo de Estados Unidos, al usar menos que 10% de la tierra disponible para la agricultura sobre el globo terráqueo.” ¿Oyó usted eso? Podríamos alimentar al mundo entero. También como comemos, con menos del 10% de la tierra que está disponible para la agricultura en el mundo. Escuche, cuando Dios dice: “Proveeré,” Él quiere decir que Él va a proveer. Dice usted, “Bueno, ¿Por qué la gente no tiene nada que comer?” No creo que es porque Dios no lo provee, creo que es porque no son Sus hijos, y no tiene obligación alguna para con ellos.
Tome por ejemplo la India. Compartí con usted, no hace mucho tiempo que la India tiene suficiente alimento para alimentar a su pueblo, pero hay hambre ahí. Le permiten a las vacas sagradas comer 20% de todo su alimento, y los roedores y las ratas que creen que son reencarnaciones de sus ancestros, se comen el 15% del alimento. Eso es 35% de su alimento. No es que no tienen los recursos, simplemente no tienen el acercamiento espiritual con Dios, que los coloca en el lugar de bendición. Su religión los destruye. Hay suficiente alimento, Dios va a proveer, conforme somos fieles en creer en Su Palabra.
Entonces, el pensamiento es simple, usted nunca debería preocuparse por su alimento porque no es necesario debido a su Padre. Él provee alimento. Después Él toma una segunda ilustración, la llamo “el futuro”. Versículo 27, creo que esto es algo vívido. ¿Y quién podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?” Ahora, un codo era la distancia de su codo hasta la punta de su dedo, éste es un codo. Y son aproximadamente 45 centímetros, dependiendo del individuo, pero unos 45 centímetros, un cubo. Ahora, el versículo dice, “¿Quién de vosotros podrá por mucho que se afane añadir a su estatura un cubo? Y ciertas versiones dicen a su estatura. Bueno, francamente nadie querría añadir 45 centímetros a su estatura. Yo mediría más de 1,90 y eso sería innecesario.
Entonces, hay una mejor manera de traducir la palabra estatura, hlikia, y esa es la palabra usada algunas veces para referirse a longevidad. Y lo que Él realmente está diciendo es: ¿Quién de vosotros, por preocuparse, puede extender su vida? Escuche, no solo no va a extender su vida al preocuparse, sino que probablemente, ¿qué? la va a acortar. Usted no puede extender su vida, usted sabe. Pero hombre, vivimos en una época en la que todo mundo quiere hacer eso. Digo, la gente está en pánico por extender su vida. Digo, nos volvemos locos por las vitaminas, y los spas de salud, y el ejercicio. Somos adoradores de la belleza corporal.
Veníamos camino a la iglesia esta mañana y vi por la ventana del auto, y aquí estaba esta señora mayor. Digo, ella estaba casi en sus setentas, en sus setentas, y ellas traía puestos sus pequeños shorts para correr, y traía sus pequeños tenis para correr, y lo que se veía como un mapa ahí en ambas piernas, ¿me entiende? Ella era ya mayor, y traía su gorra, y ella iba por la calle jadeando. Digo, ella iba a extender esos años. Ella habría estado mejor si se hubiera subido a su auto y hubiera venido a Grace Church, porque lo espiritual es lo que importa.
Ahora, yo creo que Dios ha determinado los tiempos de las naciones, y ha puesto límites en la vida de un hombre. Y creo que Dios ha diseñado cuanto tiempo vivimos. Dice usted, “¿Estás diciendo que el ejercicio es inútil?” No, siempre y cuando voy a vivir como si quisiera incrementar la calidad de mi vida. Y si hago ejercicio y opero mejor, y mi cerebro funciona mejor, y estoy más contento y estoy en control de las cosas. Pero no me voy a engañar pensando que, si corro diario por la calle, voy a forzar a que Dios me deje vivir más tiempo. Digo, cuando el plan dice MacArthur, se acabó y vamos a meter a alguien más, se acabó.
Y entonces, nuestro mundo no ha entendido el punto. Digo, gastamos una fortuna literal, uniéndonos a spas, a clubs, comprando vitaminas por toneladas, increíble, visitando a todo doctor que encontramos para que nos haga un examen físico con toda dieta especial concebible. Y lo único que queremos hacer es extender nuestra vida. El temor a la muerte, no queremos morir. Queremos vivir más tiempo, y más, y más, y más, y preocupándose y preocupándose. Y usted se preocupa, y se preocupa y se preocupa. Y en lugar de ir en esa dirección, usted va en esta dirección. Y usted va a ser que sea miserable en el proceso.
Charles Mayo, en la clínica Mayo, dijo: “La preocupación afecta la circulación, el corazón, las glándulas, y todo el sistema nervioso. Y nunca he conocido un hombre, o he conocido un hombre que muriera por exceso de trabajo, pero ciertamente he conocido a muchos que murieron por preocupación.” Usted puede preocuparse hasta matarse. Pero usted no va a preocuparse para tener más vida. Sin embargo, eso es lo que la gente hace. Y cuando usted se preocupa, porque tan larga es su vida, y se preocupa y se enoja por cuanto tiempo va a vivir usted, y cuando usted se preocupa por añadir a su vida, usted no está confiando en Dios, y eso es insensato porque Dios, si usted le entrega su vida, y usted es obediente a Él, le va a dar la plenitud de días. Yo creo que el regalo de la vida es un regalo que viene porque Dios quiere que usted viva por razones espirituales.
En el Antiguo Testamento fue la obediencia lo que extendía la vida. Fue debido a la obediencia que Dios prometió dar vida larga. Y entonces, conforme vivimos una vida justa, hay una razón para que nosotros existamos, estemos aquí todavía. Y entonces, conforme vivimos una vida justa, hay una razón para que nosotros estemos todavía aquí. Entonces, Dios nos da vida, y somos sus hijos, y Él limita nuestra vida por su decreto soberano, y Él quiere que vivamos esa vida a su plenitud. Y claro, el ejercicio ayuda, y la salud ayuda, porque nos mantiene alerta, y vivos, al límite de nuestra capacidad, mientras que estamos viviendo dentro de ese marco de tiempo. Pero no podemos preocuparnos para que tengamos una vida más larga. ¿Por qué está usted preocupado? Usted va a vivir hasta la plenitud de vida, si usted es obediente a Dios, Él le va a dar a usted todos sus días, todos sus días.
La tercera cosa, una tercera ilustración del primer punto. El primer punto: No es necesario, debido a su Padre. Y la primera ilustración es alimento, y la segunda es el futuro, o la extensión de la vida, y la tercera es la moda. Y ésta es muy vívida, y realmente nos confronta a todos. Hay algunas personas que viven para su ropa. El lugar más importante en su mundo entero es el closet. Es correcto, el closet. Entran ahí, y abren la puerta, y usted sabe, simplemente está tan comprimido que usted no puede evitar que algo se arrugue. El closet. Viven para la ropa. Versículo 28, “Y por el vestido, ¿Por qué os afanáis?” Ahora, en esa época si usted realmente era pobre y usted no tenía recurso alguno, y se secaban los arroyos, y los cultivos no venían, y usted no tenía dinero, no podía comprar nada.
Y en nuestra época, quizás no es que estamos tan preocupados porque no podemos tener nada, pero en nuestra sociedad nos preocupamos por el hecho de que quizás no estamos usando lo que realmente no está de moda. Digo, usted oye, “No puedo usar eso, mamá. Ya no se usan así los pantalones.” “Oh, yo no puedo usar eso, lo usé el martes pasado.” La gente vive para la ropa. Manifiestan una preocupación por la ropa carnal, egoísta, mundana, materialista. No es tanto que temen el que no van a tener nada que usar, sino que temen que no van a poder ponerse de pie y verse bien, y alimentar su soberbia. Codiciar ropa costosa es un pecado. Y es un pecado en nuestra sociedad. Lo único que usted tiene que hacer es caminar por un centro comercial. Es increíble, cuantas cosas están colgando ahí de esos aparadores. Increíble. No sé cómo es que esas tiendas pueden sostener el inventario.
Hemos hecho un dios de la moda. Satisfacemos de manera pecaminosa y excesiva nuestro deseo por tener ropa y lo usamos al gastar dinero, comprándonos cosas que cubren todo este cuerpo y no tienen nada que ver con la belleza de la virtud. Esa es la razón por la que en 1 Pedro capítulo 3, dice que debemos adornarnos, arreglarnos con cosas que no sean oro, y plata, y el arreglo del cabello y ropa lujosa, sino el corazón. Y nos preocupamos porque no tenemos lo suficiente, no nos vemos lo suficientemente bien. Cuando el Señor Jesús, quien fue dueño únicamente de lo que traía puesto en su espalda, fue el más virtuoso que jamás vivió.
Y Él habla del asunto, observe lo que dice en el versículo 28, “Considerad los lirios del campo.” Vean los lirios del campo, véanlo. Ahora, si usted fuera a ver los lirios del campo, usted diría, “Bueno, ¿qué son?” Bueno, hay mucha discusión acerca de esto, pero lo mejor es esto, no son una flor en particular, en absoluto. Los lirios del campo es simplemente un término general para todas las flores salvajes que adornaban los montes de Galilea. Y habían muchos, estaba un tipo de flores, y estaban las gladiolas, y el iris, y el narciso, y otros tipos. Eran flores hermosas. Y todas estas flores, estaban por esos montes. Inclusive tenían lo que yo creo que quizás sean las más hermosas, pequeñas flores color rojo, que crecían por una temporada muy breve.
Pero los montes de Galilea en el tiempo correcto del año, estaban cubiertos con toda la belleza y el brillo de estas flores hermosas. Y hay una belleza tan hermosa en una flor. Él dice, “Vean los lirios del campo.” Y estoy seguro que Él simplemente volteó su brazo conforme estaban ahí sentados, ahí en el pasto, en el costado del monte y Él dijo: “Vean los lirios del campo, véanlos. No trabajan, ni hilan, no producen un hilo elegante para colgárselo, y dicen: “Yo he sido escarlata por dos días, y me gustaría ser azul, mañana.” Sabe una cosa, leí recientemente que la gente se ha metido en un negocio, y usted va a ese negocio y le dan una consulta a usted, y le dicen a usted que colores debe usar usted. ¿Leyó usted eso? Sí, sí, le dan a usted una tabla. Usted definitivamente está en esta categoría, y usted sale y compra todo de ese color, y exalta sus labios y sus ojos, y su cabello, y su…usted sabe.
“Mirad los pequeños lirios en el campo,” Él dice, “no se molestan por hilar, no se molestan por trabajar por ello. Hay una belleza gratuita y fácil.” Y le voy a decir una cosa, usted puede tomar todo este material glorioso, la cosa más hermosa que jamás fue hecha para el monarca más grande como Salomón, y colocarlo bajo un microscopio y se va a ver como cilicio. Y usted toma el pétalo de una flor y lo coloca bajo un microscopio y usted va a ver la diferencia. He visto flores de plástico, he visto flores de seda, he visto flores de papel, nunca he visto nada que se acerque al pétalo de una flor. Nada. Nada. Hay una textura y una forma y un diseño, y una sustancia, y un color que el hombre con toda su inteligencia ni siquiera puede tocar.
Dice, “¿cómo crecen?” de manera fácil, libre, hermosa, sin esfuerzo, florecen. ¡Oh la torpeza de la soberbia en su vestido! Es una condenación de nuestro día, en el que gastamos tanto tiempo y esfuerzo. Y siguen cambiándonos la moda todo el tiempo, ¿sabe usted eso? Usted sabe, esto ya no está de moda y esto sí. Y va tan rápido que usted no se puede mantener al día. Usted sabe, “No, no puedes usar eso con esa corbata. Esa es una corbata gruesa. Ahora las corbatas delgadas están de moda.” Yo he tenido las mismas corbatas por 15 años. Simplemente veo lo que está pasando y saco la colección antigua, ¿verdad? Siguen cambiándolo para forzarnos a estar preocupados.
Y usted va a una tienda. Usted entra a una tienda, una tienda de ropa, una tienda departamental, y literalmente hay un ataque en contra de su mente y sus ojos, ¿no es cierto? “Oh, ve ese de allá hombre, están por todos lados.” Y apilan una alfombra pesada en la parte de abajo, y tocan la música, y las luces elegantes, y aquí tienen una multitud de playeras podridas sentadas básicamente, y tienen luces intensas en ellas como si fueran algunas cosas fabulosas. Es una tentación a la codicia por tener y poseer. Y cuando usted lo tiene todo, y usted está arreglado y ha hecho lo mejor que puede con lo que puede usted trabajar, usted no se acerca a una flor. Ahora, no estoy diciendo que se vea fuera de lugar y mal vestido, esa es una distracción negativa que hace que la gente piense que usted no se preocupa por usted. Pero estoy diciendo que usted puede perder su sentido de perspectiva, y cuando todo ha sido dicho y hecho, usted se queda un paso corto de la belleza real que solo Dios puede dar.
Versículo 29, Él dice, “Mira, aun Salomón,” y Salomón fue el más grande y el más rico, y el más sabio, en toda su gloria no se vistió como una flor del campo. Él no tuvo una prenda de ropa con esa textura, él no tuvo manera alguna de aproximarse a la belleza frágil, el diseño increíble de una flor. Ahora, lo que Él está diciendo es que cuando usted se ha hecho todo a sí mismo, usted no puede hacer lo que Dios puede hacer con una pequeña flor, porque gasta tanto esfuerzo para un resultado así.
Y después Él presenta el punto de lo menor a lo mayor, en el versículo 30, “Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así,” y la hierba aquí, por cierto, incluye a todas las flores y el pasto. Todo lo que crece en el campo ahí en el monte. Si Dios hace eso por las flores y el pasto, en los montes, que hoy es y mañana se echa en el horno, no hará mucho más a vosotros hombres de poca fe. ¿Sabe usted lo que solían hacer con ese pasto viejo? Las mujeres en esa parte del mundo tenían estos hornos en los que cocinaban, y tenían una fogata y tenían un horno, el cual básicamente era un horno grueso de arcilla que tenía una pequeña puerta alrededor.
Y preparaban una fogata, y tomaban este horno grueso de tierra, y lo colocaban encima de la fogata, y dejaban que el fuego calentara esa tierra hasta que finalmente penetraba y calentaba el interior, y después abrían la puerta y colocaban adentro lo que querían cocinar. Pero si el fuego había perdido intensidad, o si estaban algo apresuradas y no podían esperar a que todo el calor entrara, prendían una fogata en la parte interior de ese pequeño horno. Y los historiadores nos dicen que tenían una manera muy simple de hacerlo, salían al campo y encontraban el pasto seco que se había desmoronado, encontraban las flores que se habían muerto y se habían caído, y recolectaban los pequeños tallos de las flores y el pasto, y usaban eso colocándolo en el horno, y prendiéndolo para empezar una fogata que estaba adentro que se salía y se encontraba con la fogata que venía de afuera para calentar de manera pareja el horno.
Eso es exactamente lo que nuestro Señor está diciendo. Si Dios viste así la hierba del campo que hoy es y mañana se echa en el horno, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No se preocupe por lo que, vista, no se preocupe por cuanto tiempo va a vivir, no se preocupe por lo que va a comer y a beber, Dios se encarga de todo eso. Esa es su categoría. Un Dios que ha dado tanta belleza en una flor de un día, ¿acaso no dará de manera generosa, acaso no concederá la ropa necesaria en alguien que es su hijo eterno?
Amados, esto es práctico, ¿sabía usted eso? Realmente práctico. Esto realmente es práctico, la Biblia es lo que el Señor dice aquí no es algo abstracto, imaginario, Él le va a dar a usted alimento, Él le va a dar a usted ropa. Él va a determinar la extensión de su vida y la va a sustentar. Esas son cosas muy tangibles. Usted no tiene justificación para preocuparse por las finanzas, si su corazón está bien. La clave es, “más buscad primeramente,” versículo 33, “el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas van a ser añadidas.” La clave es, coloque su corazón y su tesoro en el cielo, y Dios se va a encargar de todas las cosas terrenales. Sabe una cosa, yo simplemente creo en mi corazón que no quiero dar un minuto al día en pensar en las cosas físicas, mundanas, terrenales. Dios va a encargarse de eso.
La flor salvaje le dijo al ave: “Realmente me gustaría saber porque estos seres humanos ansiosos se preocupan tanto.” “Bueno,” le dijo el ave a la flor del campo, “amigo, creo que debe ser porque no tienen Padre celestial, como el que cuida de ti y de mí.” Quizás deberíamos aprender de las aves y las flores, a cómo vivir la vida. El resumen de esto es claro, Jesús dice: “No se preocupen. No es necesario, debido a su Padre.” Vamos a retomarlo a partir de ahí, la próxima vez. Oremos.
Señor, no queremos ser aquellos de poca fe. No queremos ser aquellos que no creen. Queremos ser aquellos que están libres, libres para volar en las alturas, libres para caminar en los lugares celestiales, libres para invertir en la eternidad porque no nos preocupa que comeremos o que beberemos o conque nos vestiremos, esa es Tú área. Gracias por eso. Habla a cada corazón, y lleva a cabo la aplicación, Señor, en donde sea necesaria. Que cada uno de nosotros llegue a una manera practica en la que podamos implementar lo que nos has enseñado hoy. En el nombre de Cristo. Amén.
Permítame tan solo darle un testimonio personal, por un momento. Años atrás cuando yo comencé en el ministerio, determiné en mi mente que nunca le pondría un precio a mi ministerio, que nunca jamás le diría a alguien que cobraba una cuota, nunca estableceré una cantidad, nunca pediría dinero, jamás bajo ninguna condición. Si era una iglesia jamás pediría un sueldo, nunca pediría un incremento, y nunca buscaría nada más que el reino y su justicia. Y le puedo decir a partir de mi propio testimonio a nivel personal, después de unos 15 o 16 años de vivir así, de buscar el reino, y no ser siempre fiel de manera total como me gustaría ser, pero conforme he madurado en buscar el reino, he visto a Dios cuidar de lo físico. Y lo hace, y lo hace con generosidad. Eso es lo que le promete a sus hijos. Me rehúso a preocuparme por eso. Hay demasiada evidencia de su cuidado en el pasado, puedo creer en Él para el futuro. Y espero que usted también pueda.
Pongámonos de pie para orar. Gracias Padre nuestro por tocarnos con tu verdad de nuevo. Que encontremos esas maneras prácticas de implementar lo que hemos oído. Señor, Tú conoces nuestras necesidades aquí en Grace Church también, especialmente en el área financiera, en este tiempo difícil, oramos que Tú hables a nuestros corazones acerca de algún tesoro que pueda ser hecho en el cielo, y después que podamos confiar en Ti para el futuro, para las necesidades de la vida. Que respondamos realmente de manera práctica, cada uno de nosotros, gracias por la riqueza de nuestra adoración en esta mañana. Nos encomendamos a Ti, y conforme salimos, que toquemos al mundo, y que sea diferente porque hemos estado contigo en este momento. En el nombre de Cristo. Amén.
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