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Mateo capítulo 7, y me gustaría leer como el texto del cual estaremos estudiando esta mañana, versículos 15 al 20, versículos 15 al 20. Mateo 7, versículo 15, nuestro Señor dice: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis.”

Ahora, al llegar al clímax del sermón maestro de nuestro Señor, enfrentamos una decisión definitiva. Y vamos la semana pasada específicamente como nuestro Señor nos lleva a esa decisión. Observe el versículo 13 y 14 por un momento. Al llevar al sermón a un clímax, al colocar en un centro de enfoque todo lo que Él ha dicho, Jesús dice esto: “Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella, porque estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.”

Ahora, como vimos la última vez, el Señor fuerza una decisión. En otras palabras, la respuesta al Sermón del Monte no es admirarlo, no exaltar su virtud ética. La única respuesta que se permite al Sermón del Monte es tomar una decisión o entrar por la puerta estrecha al camino angosto que lleva a la vida, o entrar por la puerta ancha que lleva al camino espacioso que lleva a la perdición. Esas son las únicas dos alternativas que hay. O usted tiene la religión de mérito divino, en dónde usted reconoce su propia pecaminosidad y acepta lo que Cristo ha hecho, o la religión de mérito humano en donde usted cree que es lo suficientemente bueno.

Por la puerta estrecha usted va en base a los méritos de Cristo. Es cómo entrar, como vimos la última vez, por un torniquete estrecho, sin equipaje el cual significa que usted no puede llevarse consigo mismo, su pecado, su propia justicia, nada. Usted entra solo, usted entra desnudo, y usted entra con gran dificultad, agonizando por entrar en esa puerta en el arrepentimiento de su pecado. Por otro lado, o escoger la puerta ancha, ahí usted puede llevar su pecado, su egoísmo, su voluntad personal, su justicia personal, es una puerta ancha, es un camino espacioso por el que se entra fácilmente, y se viaja fácilmente.

Y usted toma una decisión, toda persona toma una decisión. O usted escoge el camino de Dios, o el camino del hombre. O usted cree que su propio merito humano es lo suficiente bueno como para alcanzar para usted un lugar en el reino de Dios, usted sabe que no lo es, y en desesperación se aferra a Cristo. Eso es lo que Jesús estaba tratando de hacer, forzar una decisión. Él presentó el camino ancho a lo largo del sermón, e invariablemente su retrato fue que el camino espacioso no era suficiente. Tenían la idea equivocada de sí mismos y la idea equivocada de la Palabra de Dios, y la idea equivocada de la moralidad, y la idea equivocada del ayuno, y la idea equivocada de la oración, y la idea equivocada del dar, y la idea equivocada de las posesiones, y la idea equivocada de otras personas.

Y todas estas eran las cosas equivocadas. Y entonces, Jesús les estaba mostrando que ir por el camino de la justicia personal, el camino que dice: “lo puedo hacer solo, soy suficientemente bueno por mí mismo, soy religioso por mí mismo, no necesito un sacrificio, no necesito reconocer mi pecado, no necesito ser un mendigo en espíritu, y llorar por el pecado, y tener hambre por la justicia. Lo puedo hacer por mí mismo,” pero ir por ese camino es terminar y quedar corto, y usted va a tener que tener una justicia que excede eso. Y ese es el camino estrecho. Y entonces enfrentamos una decisión, un llamado, una decisión.

El mensaje entonces es no solo para ser oído y admirado. Demanda una respuesta. Y de manera clara, el Señor llama a que respondemos de manera apropiada, ¿no es cierto, en el versículo 13, que dice? Entrad por la puerta estrecha. Ese es el gran llamado que viene del corazón de nuestro Señor. Y a lo largo del Sermón del Monte entero, amados, eso es lo que Él está buscando, esa afirmación singular. No sigan por su propio camino, vengan por el camino de Dios, despójese de su justicia personal, su soberbia, su suficiencia, su pecado, su voluntad personal, sus propias metas, y venga por el camino de Dios. La puerta estrecha, estrecha, porque usted entra solo, estrecha porque usted no llevar nada con usted, estrecho porque usted viene con gran dificultad. Y estrecho porque usted tiene que calcular el costo de lo que va a significar colocarse bajo el control de Jesucristo. Muy estrecho.

La gente dice, los cristianos son estrechos en su manera de pensar. Es correcto, muy estrechos, totalmente estrechos. Y eso es exactamente lo que la Biblia dice. El Señor entonces, viene a la invitación, el clímax del mensaje, y Él llama que se tome una decisión. Esto es algo que no es excepcional para Él, Él lo ha hecho en otras partes en la Escritura. El corazón compasivo, amoroso, tierno de Cristo anhela que los hombres entren en Su camino correcto, el de Cristo, dejar él su pecado, dejar su voluntad personal, y venir en arrepentimiento por su pecaminosidad, a la única fuente de justicia verdadera. De hecho, en el capítulo 4, versículo 17 de Mateo, Él clamó, “Volveos, vuélvanse, conviértanse, y vayan por el otro camino,” es lo que Él quiere decir.

En Mateo 11:28 Él reconoció las cargas que los hombres atan en sí mismos por su pecaminosidad y los deberes religiosos imposibles que tratan de llevar solos, y Él dijo: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados y yo os daré,” ¿qué? “descanso.” Yo voy a quitar todas esas cargas. En Juan 7 dijo: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.” Él dijo, Si tienes hambre, soy el Pan de vida. Si estás perdido, Soy el Buen Pastor. Él dijo, Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Él dijo, “Yo soy la resurrección.” Una y otra vez, Jesús ofreció una invitación.

En el libro de Isaías encontramos el principio de una invitación como esa, en el capítulo 1, versículo 18. El profeta Isaías, a manera de sombra del mensaje mismo de Jesucristo dijo, “Venid ahora, y razonemos juntos, dijo Jehová. Aunque vuestros pecados sean como la grana, serán blancos como la nieve. Y aunque sean rojos como el carmesí, serán como blanca lana.” Y después en el siguiente versículo dice, “Si queréis y sois obedientes.” Dios siempre ha querido lavar los pecados de los hombres, pero los hombres siempre han tenido que reconocer la necesidad antes de que busquen la solución. Desde que una persona reconoce su pecado, no se vuelve como la nieve, no se vuelve como la lana.

La invitación fue repetida más adelante en Isaías, en el capítulo 55, en ese texto maravilloso y conocido, en dónde Isaías dice, “Oíd,” llamando a “todo aquel que tiene sed.” En otras palabras, cuando usted reconoce que tiene una necesidad y que tiene sed, o cuando ve sus pecados como la grana, como el carmesí cuando usted sabe que usted tiene una necesidad, “Venid a las aguas, y el que no tiene dinero,” en otras palabras, usted no tiene recursos personales, usted no tiene en dónde comprarlos. Usted no tiene nada bueno en usted mismo, “Venid, comprad, comed, vengan compren vino y leche, sin dinero y sin precio.”

En otras palabras, usted no tiene nada que traer, usted no tiene nada que ofrecerle a Dios, usted viene de manera estricta y únicamente en base a los méritos de Su don, de Su regalo bueno y de gracia en Cristo. Y entonces, usted lo encuentra en el Antiguo Testamento, usted lo encuentra en el Nuevo, usted lo encuentra inclusive al final de la Biblia con un clímax, en una gran invitación final en el libro de Apocalipsis, capítulo 22, versículo 17: “Y el Espíritu y la Novia dicen: Ven. Y aquel que oiga diga, venga; y aquel que tiene sed, venga.” Y después esta afirmación hermosa, “Y aquel que quiera tome del agua de la vida...” y usted conoce la última palabra, “…gratuitamente,” gratuitamente.

A lo largo de la Biblia está esta invitación, “Entrad por la puerta estrecha, convertíos, vengan a Mí, si alguno tiene sed, vengan sin dinero y compren, si sus pecados son como la grana o como el carmesí, serán blancos como la nieve, o como la lana. El espíritu y la novia dicen: Ven.” El corazón amoroso de Dios, constantemente palpita en una actitud compasiva hacia los hombres, y su salvación, su transformación. De hecho, en el Antiguo Testamento usted encuentra en Jeremías, a Dios clamando, a Dios llorando, las lágrimas de Dios son derramadas porque los hombres le dan la espalda a Él, entonces es compasión lo que llama al hombre desde el corazón de Dios.

Pero quiero añadir rápidamente que esta compasión tiene, también algunos dientes. Dios no es todo amor y nada más. La realidad del asunto es que si usted no oye el llamado y viene por el camino que Dios dice que venga, versículo 13 dice, usted va a estar en un camino que lo va a llevar a la perdición. Entonces, es compasión con ciertos dientes ahí, es amor mezclado con juicio. El juicio final de los impíos está en mente aquí. Entonces, el Señor está diciendo: “Miren, el amor llama, y el juicio se tarda, pero el tiempo vendrá cuando el amor es hecho a un lado y el juicio es inminente.”

Entonces, debemos venir por el camino estrecho. Todo hombre entonces, toda mujer, todo joven está en una encrucijada, a la derecha está el camino estrecho, el camino estrecho que lleva a la vida, a la izquierda está el camino espacioso, el camino ancho que lleva a la perdición. Ambos tienen el letrero, “Cielo,” uno es verdadero, y uno es una mentira. Ésta es la religión del mérito divino, llevado a cabo por Dios. Ésta es la religión del mérito humano, llevado a cabo por el hombre. Y usted toma una decisión. ¿Y sabe usted que no es fácil entrar por esa puerta estrecha? Pocos son los que la hallan. Y una vez que usted la ha encontrado, usted debe agonizar por entrar en ella.

Creo que hay una razón entre varias porque es difícil, y eso es porque enfrente de esas dos puertas, conforme usted está en esa encrucijada, están ahí parados los falsos profetas, haciendo todo lo que pueden hacer en su capacidad, para empujarlo a usted al camino equivocado. Están ahí oscureciendo la puerta estrecha, y apuntando a la gente como si fuera un policía de trafico espiritual, hacia el camino ancho que lleva a la perdición. Y entonces, Jesús dice, “habiéndoles dado la invitación, les voy a tener que advertir también.”

Y ahí es donde usted llega al versículo 15, Él debe advertirnos de los falsos profetas. Y dice entonces, “Guardaos de los falsos profetas.” Están ahí de pie, en medio de la encrucijada, haciendo su mejor esfuerzo por oscurecer el camino estrecho, y empujar a los hombres por el camino ancho. Y tiene éxito, ¿sabían ustedes eso? Oh sí, tienen éxito, tienen mucho éxito. En caso de que usted no lo piense, acompáñeme al final del camino ancho, en dónde todo finalmente llega a su fin, y usted encuentra en el versículo 22, “Muchos…” y esos son los mismos muchos del versículo 13, los muchos que van por el camino ancho, los muchos que entraron ahora llegan al final, y creen que han llegado al cielo, y dicen, “Señor, Señor, no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros,” somos los religiosos.

Y entonces les declararé, Apartaos de mí, nunca os conocí. Apartaos de mí, hacedores de maldad.” Es el camino equivocado, pero muchos entran por ese camino. Muchos, muchos, muchos, porque hay falsos profetas que los están empujando por ese camino. Jesús entonces, de hecho, está diciendo esto: conforme se esfuerzan por entrar por esa puerta estrecha, cuidado con aquellos que quieren desviarlos. Ahora, para entender lo que Él realmente está diciendo y entender este pasaje quiero que observe dos palabras en nuestro bosquejo. La primera es, advertencia; la segunda es, velar. Para esta mañana vamos a ver la advertencia, para la próxima sesión, observar. Y simplemente me siento mal porque no terminé todo en la primera hora, entonces no voy a terminar en esta hora, porque la segunda parte es absoluta, absolutamente esencial. Y usted va a ver porque, conforme avanzamos.

Pero veamos, en primer lugar, la palabra clave, “advertencia,” versículo 15. “Guardaos de ls falsos profetas, que vienen a vosotros en vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces,” o despiadados. Ahora, el Señor es muy claro aquí, Él no deja duda alguna en nuestras mentes acerca de quien Él está hablando, sabemos que Él está hablando de falsos profetas. Ahora, esto no es algo raro en la Biblia. Por ejemplo, usted regresa al Pentateuco, escrito bajo la inspiración del Espíritu Santo, por parte de Moisés, y Moisés tiene para nosotros en Deuteronomio, por ejemplo, capítulo 13, la instrucción de Dios acerca de falsos profetas de los primeros tiempos de Su historia redentora.

Escuche lo que Deuteronomio 13 dice: “Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma. En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardareis sus mandamientos, y escuchareis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis. Tal profeta o soñador de sueños ha de ser muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra Jehová vuestro Dios que te sacó de tierra de Egipto y te rescató de casa de servidumbre.”

En otras palabras, Moisés le dijo al pueblo, “cuando encuentres un falso profeta, mátalo. Son muy serios y son muy mortales.” En Isaías, capítulo 30, y versículo 10, dice versículo 9: “Este es un pueblo rebelde, son hijos mentirosos, hijos que no quieren oír la palabra de Jehová, y le dicen a sus profetas o videntes: No veáis, no nos profeticen cosas correctas, háblenos cosas suaves, profeticen engaños.”  Sorprendente. Isaías dice, habrá gente que quiere profetizar estas cosas, y habrá gente que quieren que lo haga. Siempre hay un mercado para los falsos profetas, porque la gente no quiere oír la verdad. No quieren.

Entonces, siempre hay una audiencia para los falsos profetas. Jeremías de manera repetida, una y otra vez, comenzando en el capítulo 5, y hasta el capítulo 23 identifica a los falsos profetas, advertencia tras advertencia, tras advertencia, tras advertencia. Y usted llega al Nuevo Testamento, y en el Nuevo Testamento, Mateo capítulo 24 por ejemplo, versículo 11, “Muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos.” Ahí está ese ‘muchos’ de nuevo. Hay muchos falsos profetas que engañan a muchas personas y muchos van por ese camino, y muchos terminan diciendo, Señor, Señor, y Él dice, “No conocí a ninguno de ustedes, muchos. No conozco a ninguno de ustedes.”

“Pero, ¿hemos profetizado en tu nombre?” Y usted ve a los falsos profetas llegar al mismo final que sus seguidores llegan. Hacen su afirmación, pero su afirmación no permanece en pie. Habrá muchos falsos profetas y engañarán a muchos. Versículo 24 en Mateo 24, “Porque se levantarán falsos cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales, y maravillas, de tal manera que, si fuera posible, engañarán a los elegidos. Falsos cristos, pseudo-cristos, tratan de presentarse a sí mismos como si fueran Cristo. Farsantes, charlatanes, y mentirosos. Romanos 16:17, “Os ruego hermanos, que identifiquéis a aquellos que causan divisiones y ofensas contrarios a la doctrina que habéis aprendido, y que los evitéis. Porque los tales no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a su propio cuerpo. Y mediante buenas palabras, y discursos amables, engañan los corazones de los inocentes.” Y Pablo le dice a Timoteo, hablan doctrinas de demonios. Y a Pedro el espíritu de Dios le dijo, tienen herejías que condenan. Y Juan dice, más vale que prueben los espíritus, 1 Juan 4:1.

Entonces, la Biblia nos advierte una y otra vez acerca de los falsos profetas. Van a existir, siempre han existido. Ha habido muchos falsos profetas y habrán falsos profetas. Mientras que vivamos en esta tierra, hasta que Jesús venga, van a estar aquí. Ahora, quiero que piense esto conmigo y le voy a dar a usted cuatro palabras que van a explicar la advertencia del versículo 15. Numero uno es, definición, definición. Y por esto, simplemente quiero definirle el termino falso profeta, ¿qué es un falso profeta? ¿con quienes realmente estamos tratando en este versículo? Permítame retroceder de ahí. De la caída del hombre, es aparente que el hombre está perdido sin esperanza. El hombre le da la espalda a Dios, huye de Dios, no hay quien busque a Dios, Romanos 3. Los hombres huyen de Dios, y huyen hacia el infierno lo más rápido que pueden. Y no hay ninguno entre ellos, que puede hacer que se volteen, porque el hombre no tiene en sí mismo un recurso así.

Entonces Dios tiene que escoger a ciertas personas, redimirlas, enviarlas a la humanidad para traer de regreso el corazón del hombre a Dios. Estos son sus profetas. Y usted encuentra en el Antiguo y el Nuevo Testamento que un profeta verdadero era conocido por dos cosas: él tuvo una comisión divina, y él tuvo un mensaje divino. Él fue llamado por Dios, y él recibió su contenido de Dios. Él dio el mensaje de Dios, y él era el hombre de Dios. Dios seleccionó a hombres para esta función tan estratégica. Un profeta verdadero era la voz de Dios.

Usted regrese a Éxodo por ejemplo en el capítulo 4. Usted descubre que el Señor le dice a Moisés. “Moisés, no te preocupes por lo que vas a decir.” Moisés estaba discutiendo con Dios por sus problemas de habla y Dios dijo, “Moisés, voy a colocar mis palabras en tu boca.” Antes de eso, Dios de hecho había llamado a Moisés a partir de una salsa ardiente a su cargo profético. Y entonces estuvo la comisión de Dios, y estuvo el contenido de Dios, y eso consumaba a la función de un profeta. Él era el hombre de Dios que habló el mensaje de Dios. Tan pronto como Dios tuvo a sus profetas verdaderos para que hablaran el mensaje verdadero, para que fueran pastores verdaderos, trayendo de regreso a las ovejas que se habían desviado de regreso a Dios, Satanás comenzó a falsificar.

Y conforme usted estudia el Antiguo Testamento, usted encuentra una y otra, y otra, y otra vez los problemas de los falsos profetas. Están por todos lados. Están por todo el Antiguo Testamento. Así como están por todos lados en la actualidad. Jeremías, por ejemplo, podríamos pasar días, simplemente estudiando lo que Jeremías solo dice de los falsos profetas, porque él dice más que cualquier otra persona. Pero Jeremías 14, versículo dice, “Entonces Jehová me dijo, los profetas profetizan mentiras, y aquí viene la sutileza, en mi nombre.” Ahora escúcheme, los falsos profetas profetizan mentiras en mi nombre, usan en atuendo de Dios, dicen que representan a Dios, dicen que hablan la Palabra de Dios, pero son mentiras, porque Él dice: “Yo no los envié, ni les he mandado, ni les hablé. No los comisioné, no les di el mensaje.” Los falsos profetas fueron enviados para engañar al pueblo. Y hombre, hicieron un buen trabajo.

Jeremías 5:31, Jeremías dice: “Profetizan falsamente, y a mi pueblo les encanta.” Se lo comen, porque los falsos profetas rascan sus oídos. Así como en el futuro, cuando los hombres se acumulen para sí mismos maestros, que rasquen sus oídos, así en el Antiguo Testamento, lo mismo. Dicen lo que la gente quiere oír, cosas agradables que le gustan a todo mundo, los hacen sentir a usted bien, y son mentiras.

En Jeremías 23, versículo 14, el profeta dice, “He visto también en los profetas de Jerusalén algo horrible; cometen adulterio, y caminan en mentiras, fortalecen también las manos de los malhechores, de tal manera que nadie se vuelve de su impiedad, todos ellos son como Sodoma, y sus habitantes como Gomorra. Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos, acerca de los profetas: He aquí les alimentaré con ajenjo, les haré beber el agua de dolor, porque de los profetas de Jerusalén lo profano ha salido por toda la tierra, así ha dicho Jehová de los ejércitos: No escuché las palabras de los profetas que os profetizan los hacen vano. Hablan una visión de su propio corazón y no de la boca de Jehová.”

Hacen que ustedes sean soberbios, apelan a su ego, son malos, son carnales, son adúlteros, fortalecen las manos de los malhechores. Son malos, pero dicen lo que usted quiere oír. Además, en el capítulo 23, conforme habla de ellos, versículo 21, Él dice: “No he enviado estos profetas, sin embargo, corrieron; no les he hablado, sin embargo, profetizaron.” Y después, en el versículo 28, Él en cierta manera lo resume diciendo: “El profeta que tiene un sueño, cuente un sueño, y él que tiene mi palabra que hable mi palabra fielmente.” Él dice, “No quiero callar a los profetas verdaderos, a los videntes verdaderos, únicamente los farsantes.”

Entonces, el Antiguo Testamento constantemente tiene que advertir que van a haber profetas que son falsos. En Zacarías 11, hay un retrato de un pastor falso que es tan vívido que necesito leérselo. Escuche esto: “Levantaré un pastor en la tierra, que no visitará aquellas que están cortadas.” ¿Puede imaginarse un pastor que no se molesta por ir a encontrar al cordero que se pierde? ¿Puede imaginarse que tipo de pastor sería? En segundo lugar, “ni buscará a la joven.” No ayuda en absoluto con ese pequeño cordero que se ha desviado. No busca ser lo que necesita ser para cuidar de eso. “Ni cuidará a la quebrantada.” No hace nada por la herida, por la oveja quebrantada. “Ni alimenta la que está ahí, sino que se come la carne de la que ha engordado, y despedaza las pezuñas en pedazos.”

Ahora, ¿qué tipo de pastor es ése? ¿Un pastor que se come la grasa de las ovejas, que es su enemigo? Y la idea de despedazar sus pezuñas significa que él literalmente despedaza las pezuñas para llegar hasta el último bocado de carne que está ahí. ¿Qué tipo de pastor es ese? Y Dios dice: “Ay de ese pastor,” Juicio. La espada estará en su brazo, y en su ojo derecho, su brazo se secará y su ojo derecho será oscurecido totalmente. En otras palabras, Dios va a juzgar. Ahora, ese es un retrato en el futuro del anticristo, quien es el prototipo de todos los profetas falsos. A él no le importan las ovejas, se disfraza como si fuera Cristo, y representa a Cristo, y la realidad es que despedaza y hace trisas al rebaño.

Los escribas y los fariseos fueron los ejemplos clásicos de esto. No es sorprendente que ellos crucificaron a Jesús, francamente digo, Él literalmente los desenmascaró sin misericordia alguna. Fueron los que se presentaban a sí mismos como si fueran piadosos, como si fueran justos. Y eran rapaces, y buscaban sus propios intereses, y usaban a la gente para llegar a sus propios fines. Y entonces, los falsos profetas estuvieron ahí, en la época de Cristo, y en la época del Antiguo Testamento, en la época futura, en el tiempo actual. El Nuevo Testamento los llama por muchas cosas. Los llama pseudo-profetas, pseudo-hermanos, 2 Corintios 11:26; pseudo-apóstoles, 2 Corintios 11:13; pseudo-maestros, 2 Pedro 2:1; pseudo-habladores, 1 Timoteo 4:2; pseudo-cristos, en Mateo 24:24. Falso, pseudo significa farsante, mentiroso, falso, charlatán. Pero, siempre hay una audiencia, siempre, siempre, siempre una audiencia.

Jesús dijo en Juan 8:45, por ejemplo: “Porque os hablo la verdad, no me oís.” No pueden oír la verdad, escuchan mentiras, porque sois de vuestro padre el diablo, quien es padre de, ¿qué? de mentira. Ustedes oyen mentiras, y están abiertos a mentiras. Y Jeremías 5:31, “y a mi pueblo le encantó.” ¿Por qué? porque son de su padre el diablo, quien es padre de mentira, oyen también sus mentiras. Se amontonan para sí mismos maestros que mienten. Escuchen, hay una audiencia por todos lados para los falsos profetas, y son simplemente eso, falsos profetas. Si alguien necesita entender, somos nosotros.

En Efesios 5:6 Pablo dice: “Nadie os engañe con palabras vanas.” No deje que nadie lo engañe con palabras vacías. En Colosenses capítulo 2, y versículo 8, “Guardaos, no sea que alguno os eche a perder mediante filosofía, la sabiduría de los hombres, y engaño humano. Entonces, la advertencia comienza con una definición. Un falso profeta es uno que no tiene una comisión de Dios, que no tiene un mensaje de Dios.

Vayamos a una segunda palabra: peligro. El versículo 15 nos indica no sólo quienes son, sino porque debemos tener cuidado, porque son muy peligrosos. Son muy peligrosos. Ahora, quiero que me escuche, porque todos podemos volvernos presa fácil de estas personas. Son personas peligrosas. “Guardaos,” dice ahora esa palabra, debería hacer que usted entienda que son peligrosos. “Guardaos.” Cuando yo veo un letrero que dice “Cuidado,” me detengo, temo que voy a ver a algún gorila, algún perro grande, y me detengo. No quiero avanzar más, o me voy a electrocutar. “Cuidado,” y me detengo. No quiero avanzar más.

Es una palabra severa, literalmente en el griego significa, “Contén tu mente de.” Jamás exponga su mente a la influencia de un profeta falso. No le ponga atención, no lo siga. Escuche, no se entregue. Jamás, ni siquiera coloque su mente cerca de él. Son peligrosos, pervierten la mente, envenenan el alma como puede. Vemos los resultados de lo que hacen, en 2 Pedro, muchas personas siguen sus caminos peligrosos. Muchas personas, aspirados y llevados por el camino ancho, que son religiosos siguiendo a este farsante que los guía a la condenación. Y Pedro los llama con estos términos. Y estos términos hablan de cuan peligrosos son, los llama, bestias brutas naturales. Los llama inmundicias, los llama engañadores de almas inconstantes. Dicen, engañan mediante los deseos de la carne.

Y Judas los llama, bestias naturales, inmundicias o manchas en sus ágapes. Y dice que son aduladores, que adulan a la gente para conseguir un beneficio personal. Son peligrosos, son inteligentes. Y usted estaría mejor tomando una cobra, usted estaría mejor metiéndose en la cama con un león hambriento, usted estaría mejor tomando una botella de veneno, que acercándose a un falso profeta. Esas cosas tocan el cuerpo, los falsos profetas violan y pervierten la mente.

Ahora, ¿por qué son tan peligrosos? Al final del versículo 15, porque por dentro, eso es en realidad lo que es la realidad en el interior, no lo que parece, lo que es son lobos rapaces. En Ezequiel 22, versículos 27 y 28, Ezequiel usa ese mismo término. Y entonces, lo vemos no solo en el Nuevo Testamento, sino en el Antiguo Testamento. Permítame hablar de esto por un minuto. El enemigo número uno de las ovejas, en Palestina, era el lobo. Un enemigo natural que andaba por los montes, que veía un rebaño y en el momento preciso, conforme iba detrás del rebaño saliendo de su lugar escondido, se robaba esa oveja y la despedazaba, y la oveja estaba totalmente indefensa en contra de un lobo, indefensa.

Ahora, un buen pastor, según Juan 10, conforme Jesús delinea para nosotros el patrón y principio de operar como un buen pastor, el buen pastor siempre está alerta en contra del lobo. Un buen pastor cuida de sus ovejas. Entonces él vela, él está despierto, él está alerta. Ahora, en relación a esto, en Juan 10 con el rebaño, usted tiene tres tipos de individuo. Usted tiene al buen pastor, cuida de sus ovejas, y él va a entregar su vida por las ovejas, por sus ovejas. Él va a hacer lo que tenga que hacer por cuidarlas del lobo. Después usted tiene al asalariado. Tan pronto como él ve al lobo, ¿qué hace? Él corre. Hombre, esto es solo un trabajo para mí, yo me voy de aquí tan pronto las cosas se ponen difíciles, él se va. Ése es el cristiano profesional pagado, que no quiere nada de dificultades, solo quiere la comodidad. Él solo recoge su cheque, tenemos ese tipo de personas también.

Los asalariados son malos, pero hay algo peor que ellos, y ellos son los lobos. Los asalariados simplemente corren, huyen, los lobos se comen las ovejas, los lobos son los peores enemigos. El buen pastor protege al rebaño, el trabajador podría llamarlo el profesional que sirve, él simplemente abandona el rebaño. Pero el falso profeta, despedaza y destruye al rebaño. ¿Por qué son los peores? Porque son rapaces. Y esa palabra significa simplemente lo que dice, la palabra griega literalmente, la forma del verbo significa arrebatar o atrapar. Y usted puede ver el retrato. Conforme el lobo comete sus dientes en la oveja y se va, también es usada de un extorsionador avaro en el evangelio de Lucas. Y también en 1 Corintios 5. Alguien que está agarrando, tomando, son feroces, son crueles, devoran, y por lo tanto son extremadamente peligrosos. Eso es lo que Él está diciendo.

Ahora, sígame, son tan peligrosos los falsos profetas, que debemos ser sabios y cautelosos, inclusive aun cuando nos acercamos a su presencia. Aun si no nos influenciaran, si tenemos que estar involucrados con ellos, alguien podría pensar que estamos aprobándolos, y alguien con menos discernimiento que nosotros será comido por ellos. Son muy, muy peligrosos. Permítame mostrarle porque digo eso, en Judas, ese pequeño libro maravilloso de la apostasía, al final del libro tenemos una sección y quiero leérsela. Creo que realmente ilustra el punto, versículo 21 de Judas, dice: “Guardaos en el amor de Dios, esperando la misericordia del Señor Jesucristo para vida eterna.”

Ahora, él les dice a los cristianos que enderecen su vida, manténganse, métanse al círculo dónde Dios bendice, al círculo dónde el amor de Dios se manifiesta. Sean bendecidos, enderecen su vida. Después, una vez que han cuidado de ustedes mismos, busquen a otros. Y en el versículo 22 y 23, hablan de ganar a gente para Cristo. Entonces, hay tres categorías dadas, de la gente que vamos a alcanzar. Número uno, “tengan misericordia en algunos que están dudando.” Eso es lo que el texto propio dice. Ahora, cuando usted encuentra a alguien que está dudando, vayan con ellos y abrásenlo, y ámenlos, y sean misericordiosos hacia ellos.

“Oh,” dicen ellos, “creo que creo, yo creo que realmente esto es verdad, pero no sé, y simplemente quiero estar seguro.” Sean misericordiosos hacia ellos. Hay un segundo grupo, no solo los que dudan, sino llamamos a estos los que no creen que están en peligro. Versículo 22, “salven a otros, arrebatándolos del fuego.” Estos son los que no creen, y van camino al infierno. Y usted simplemente tiene que agarrarlos. Estos simplemente son los incrédulos. La gente que es indiferente, él que está totalmente afuera. Después hay una tercera categoría, llamo a estos las religiones falsas confirmadas. Cuando usted se acerca a estas personas, dice en el versículo 23, “Tened misericordia con temor, aborreciendo inclusive la vestimenta contaminada por la carne.” Cuando usted busca a alguien para ganarlos a Cristo, están inmersos bajo la influencia de un falso profeta, más vale que vaya en el temor de Dios, no sea que su propia ropa sea manchada simplemente por estar cerca de la influencia del falso profeta.

Como puede ver, lo que Judas está diciendo es esto: esto es tan serio que conforme usted intenta rescatar a alguien que está debajo de ellos, usted puede ser contaminado por su influencia. Los falsos profetas son animales naturales, viles, peligrosos. Esas son cosas bastante importantes, ésta es una lepra, usted no debe acercarse debido a su influencia terrible. Cuando usted trata de rescatar a alguien que está bajo su influencia, usted se encuentra cerca de ser contaminado con su carne, mala, vil.

Entonces, permítame decirle esto, no piense que los falsos profetas son personas buenas, engañadas, pero bien intencionadas. Son peligrosos, son lobos que quieren devorar, que se esfuerzan por meter a la gente al camino ancho que lleva al infierno. Algunas veces saben lo que están haciendo, y algunas veces están engañados, así como la gente que los sigue. Eso me lleva a la tercera palabra. Y ésta es la clave, definición, peligro, y engaño. Y ésta es la razón por la que son tan peligrosos, porque usted no ve la verdad. Por dentro son lobos rapaces, pero vienen a vosotros, ¿con qué? con vestidos de ovejas.

Ahora, en el Antiguo Testamento, inclusive en el Nuevo, en el caso de Juan el Bautista, un profeta era conocido por la ropa que usaba. Elías, por ejemplo, usó una túnica muy áspera, incomoda, y era una afirmación. Era una afirmación para la sociedad, de que él era una persona que estaba haciendo a un lado comodidades por causa de Dios, y llamando a su pueblo a la obediencia. Juan el Bautista vino como uno en el desierto, él tuvo una túnica de cabello de camello, de pelo de camello, y él comía langostas y miel silvestre. De nuevo, él usó la vestimenta de un profeta. El pelo áspero de un camello no es algo en lo que usted piensa cuando usted piensa en pelo de camello, en lana de pelo de camello, como en la actualidad.

Si no era muy incómodo, pero de nuevo, era una afirmación que mostraba que él estaba haciéndose a un lado, apartándose del sistema, de las comodidades del mundo, la prenda de ropa incomoda designaba al profeta. Y cuando el profeta venía, él no venía con comodidades mundanas. Él no venía con un guardarropa mundano, él venía de una manera áspera, como si hubiera salido del desierto, después de tener comunión con Dios. Por lo tanto, cuando alguien quería mostrar que tenía una función de profeta, él iba y conseguía ropa de profeta, él conseguía una túnica incómoda, y ejercía la función.

De hecho, en Zacarías 13:4 dice de los falsos profetas: “Usan un atuendo áspero para engañar.” Usan un atuendo áspero para engañar. Esa era su estrategia. Ahora, escúcheme, en el caso de la ropa de ovejas, lo que usted tiene aquí no es algún hombre que estaba caminando en sus cuatro extremidades, llegando al rebaño con la cabeza de una oveja colgando de su cabeza. Los pastores en la mayoría de los casos, usaban el atuendo hecho de la lana de las ovejas. ¿Lo ve usted? La lana de las ovejas, cuando eran trasquiladas, se usaba para hacer prendas de ropa. La marca de un pastor, era que él usaba una prenda de ropa de lana. Israel es muy parecido a California, las tardes son muy frías, inclusive en el verano baja la temperatura y necesitaban eso.

La idea no es que viene vestido como una oveja, la idea es que viene vestido como, ¿qué? como un pastor, usando la ropa hecha de las ovejas. La ropa de las ovejas, la vestimenta de las ovejas, es simplemente otro término para lana. Entonces, así como el falso profeta usaba la vestimenta del profeta, el falso pastor usa el atuendo del pastor. No es que estamos tratando con una oveja que se ha infiltrado, es que estamos tratando con una oveja que se ha infiltrado, es que estamos tratando con un pastor que se ha infiltrado. Lo que descubrimos es que, aunque se ve como un pastor, él es un lobo, y él es muy sutil.

Hay tres tipos de falsos profetas que veo en la Biblia, tres tipos, y ésta es una afirmación definitiva que podría ayudarle a usted a entenderlo. Tres tipos: Número uno, es un hereje. Éste es alguien que viene y dice, “eso no es verdad, eso es una mentira.” No cree en la Biblia y enseña herejías, o inclusive dice: “creo en la Biblia,” pero enseña una doctrina hereje al torcerla, alguien cuya doctrina obviamente, es abiertamente hereje. En segundo lugar, es un apóstata que niega la fe, que niega el cristianismo, que apostata, se aleja de él. Los primeros dos no son difíciles de identificar. Es fácil identificar la falsa doctrina, ¿no es cierto?

Simplemente, tome su Biblia y verifíquelo. Es fácil identificar la apostasía porque está negándola. Y amados, quiero apresurarme a decirles que estos dos son enfrentados en el versículo 6, del capítulo 7, son los perros y los cerdos, dice: “No echéis vuestras perlas delante de los perros o los cerdos, dándole lo que es santo.” Es fácil ver a los perros y a los cerdos, son como el vómito y el lodo. Usted ve los primeros dos tipos de profeta, falsos profetas: los herejes y los apóstatas son manifiestos. Es el tercer tipo de falso profeta que llamo el engañador, al que Jesús se está refiriendo aquí.

Éste es el que usted no ve. Éste es el que viene con el atuendo de un pastor. Este no es el de la secta, éste no es el mormón, el testigo de Jehová, o alguien que pertenece a la ciencia cristiana, que de manera abierta enseña falsa doctrina. Esos son apóstatas, herejes. Éste es el que habla de Jesús, y que habla de la cruz, y habla de Dios, y habla de la Biblia, y habla de la iglesia, y el Espíritu Santo. Y él está cerca de gente que son cristianos verdaderos, y él se mezcla dentro del marco de los evangélicos. Y él está en la radio y en la televisión, y está en el púlpito, y él está en la plataforma, y él escribe los libros, y él siempre se ve como un cristiano. Ése es al que Jesús se refiere, no a herejes. Los herejes son obvios, los apóstatas son obvios también porque han negado la fe, pero estos son sutiles.

El Señor no nos está advirtiendo en contra de los herejes, Él no nos está advirtiendo en contra de los apóstatas, Él nos está advirtiendo acerca de personas que se oyen como que enseñan el evangelio, que se oyen como cristianos, que usan las palabras de la Biblia, las palabras del evangelio, pero es únicamente un disfraz, expresan terminología ortodoxa. Ahora, no nos debe sorprender esto, porque 2 Corintios 11, dice, escuche: “Satanás viene vestido como un ángel de…” ¿qué? “…de luz.” Él viene escondido entre nosotros y no le sorprenda dice él en el versículo 15, si sus ministros son ángeles de luz. No estamos hablando de esos dos otros tipos, estamos hablando del engañador sutil que está en medio de nosotros. Judas 4 dice que se han infiltrado de manera encubierta.

Están por todos lados, no sé cómo le va a usted en reconocerlos, pero están por todos lados, y quiero decirles, si yo los reconozco conforme a lo mejor de mi capacidad por el discernimiento de la Palabra de Dios, y el Espíritu de Dios, y los señalo entre otros cristianos, normalmente otros cristianos se enojan mucho y dicen: “¿Él? ¡Oh él no!” Pero todos los criterios necesitan ser examinados. Permítame decirle como se ve. En primer lugar, son agradables y amables, sonríen mucho, parecen ser positivos, parecen afirmar a todo mundo, parecen ser cristianos que están cerca de cristianos, pasan tiempo con cristianos. Parecen ser totalmente cristianos, hablan con palabras cristianas, parecen decir las cosas correctas. 

Y sabe usted lo que he aprendido, no es lo que dicen, es lo que nunca dicen. Hablan de Jesús, y la cruz, que el cielo, y el cristianismo, no del pecado, y el infierno, y el llorar, y la mansedumbre, y la humildad, y el quebrantamiento. Hablan de cómo ser felices, y como ser sanados, y como ser así, y como ser asá. Son agradables, son amables, parecen ser totalmente cristianos, dicen las cosas correctas, y sus vidas inclusive parecen estar limpias.

Ahora, dice usted: “Bueno, si realmente son falsos profetas, sus vidas no podrían realmente estar limpias.” Bueno, número uno, es posible que simplemente sea un fraude, que debajo de la superficie, tras bambalinas, si usted los conociera usted sabría que son corruptos. Por otro lado, algunos de ellos viven vidas limpias superficiales. ¿Y sabe porque? Estoy de acuerdo con Broadus, el gran comentarista, cuando él dice que muchos de los falsos profetas han venido de preparación religiosa tradicional, y debido a que están acostumbrados a tener valores tradicionales cristianos, se les hace difícil superar de manera abierta las restricciones que están en sus mentes, por su preparación que han recibido. Y entonces, tienden a caminar como deben caminar, sin conocer la realidad.

Ahora, sea que estén haciendo eso mientras al mismo tiempo son viles, y por dentro están corruptos, o sea que simplemente estén conteniendo su depravación por causa de su reputación, o que tras bambalinas son tan putrefactos como supondríamos que los son, debido a que son falsos profetas, no obstante, la mayoría de la gente cree que están bien. Inclusive, cuando pecan un gran pecado, inclusive, he visto esto, cuando algo sucede públicamente y es aparente que son muy pecaminosos, y el pecado es manifiesto y la gente en la iglesia simplemente dice: “Oh, bueno, todo mundo tiene que perdonar.” Y están de regreso haciendo lo que usted está acostumbrado a verlos hacer, y no lo puede creer, pero son falsos profetas. Ahí está el engaño.

En el año 100, en el año de nuestro Señor 100, 100 DC, tenemos los primeros de los escritos cristianos que conocemos, y es llamado el Didache. Y para el año 100, la iglesia había sido formada y estaba comenzando a tratar de ayudarse a mantenerse alejada de los falsos profetas. Y entonces, en el Didache, hay una sección en dónde la iglesia se instruyó a sí misma para saber cómo enfrentar a falsos profetas, usa un término para describirlos. Y el término creo que es interesante, es Cristemporos, y la palabra griega significa, “mercaderes o comerciantes de Cristo,” “mercaderes de Cristo,” “comerciantes de Cristo,” usan a Cristo, comercian con Cristo, venden a Cristo por ganancia personal, abultan sus bolsillos, construyen sus imperios.

Son los adoradores felices del Espíritu Santo, y son los que piensan de manera positiva, y son las personas que simplemente terminan disfrutando de los beneficios, consumiéndolo todo, los mercaderes de Cristo. Y le estoy diciendo que hay tantas personas en el mundo en la actualidad, inclusive en nuestro propio país, que están usando a Jesucristo como un producto para abultar sus bolsillos. Eso es increíble. Increíble. En toda área desde libros, a música, a predicación en iglesias, y televisión y radio, sigue, y sigue, ad infinitum, ad nauseam.

Pero sabe, la primera iglesia estaba tan preocupada por esto, que tenían en el Didache unas cuantas reglas para ayudarle. Ahora, estas no son escritas por Dios, pero son escritas por algunas personas en ese entonces, que querían tener ciertos criterios para juzgar un profeta verdadero. Y entonces dijeron: “Un profeta verdadero tiene que ser tenido en alta estima. Él debe ser bienvenido y su palabra nunca debe ser menospreciada, y su libertad nunca debe ser limitada, pero él debe permanecer en tu casa un día, y si es necesario otro día también. Pero si él se queda tres días, él es un falso profeta.”

Benjamín Franklin, en el almanaque de Ricardo el Pobre dijo: “El pescado y los visitantes, huelen en tres días.” Ahora, no estamos negando la hospitalidad, y no estamos diciendo que usted no debe abrir las puertas de su casa a alguien, pero cuando un hombre viene, y dice que es un profeta de Dios, supone que, si él era un profeta, él estaba en una misión. Y si él realmente estaba en una misión de Dios, él estaría ocupado en su misión, y no quedándose ahí y recibiendo todas las cosas gratis que él podía recibir en su casa. Ahora dice: “Él nunca debe pedir nada más que pan. Si el pide dinero, es un falso profeta.” ¡Aja! ¿qué tal esa? Si él pide dinero, es un falso profeta. Hombre, con una categoría así, usted ciertamente podría meter a muchas personas ahí. “Los falsos profetas dicen habla en el espíritu, pero aquí hay una prueba: Por su virtud, un profeta verdadero y falso, será conocido. Todo profeta que enseña la verdad, si no hace lo que enseña, es un falso profeta.”

Si él quiere comodidad, quedarse en su casa, si quiere dinero, o si no vive al nivel de su enseñanza. “Si dice hablar en el espíritu, pero se sienta y ordena una mesa y que se le dé de comer, él es un falso profeta. Todo aquel que diga en el espíritu: “Dame dinero, o cualquier otra cosa,” no lo escuchen. Pero si le dice usted que le dé en el asunto de otros que tienen necesidad, entonces él es un profeta verdadero. Si alguien llega a una congregación y quiere establecerse ahí, si tiene un oficio, déjelo quedarse y trabajar. Si no tiene un oficio, considere su sabiduría como puede no vivir con usted, como un cristiano en pereza. Y si él no quiere hacer esto, él es un traficante en Cristo. Cuidado con él.”

Bueno, un falso profeta siempre está metido por lo que puede ganar. Acolchona su propio bolsillo, satisface su propia avaricia, prestigio, poder, importancia, dinero, todo. Cuidado porque están ahí afuera. Y escuche, lo vuelvo a decir, no son los apóstatas los herejes, son los que la mayoría de la gente piensan que son cristianos.

Hay una cuarta palabra, esa es la palabra condenación, condenación. Los falsos profetas tienen un fin, ¿sabía usted? Dice usted: “¿Cuál es su fin?” versículo 22, ellos van a decir: “¿No profetizamos en tu nombre? Hemos sido tus predicadores. Y, por cierto, la palabra “profeta,” aquí no es usada en un sentido de revelación, de que han recibido revelación de Dios. Cuando usted ve la palabra ‘profeta’ en la Biblia, habían profetas en el Antiguo Testamento, ese era un don de revelación, Dios hablaba de manera directa. Hubieron profetas en el Nuevo Testamento, ese fue un don de revelación, Dios habló de manera directa. Pero la palabra profeta también tiene un significado extendido, simplemente significa, “hablar delante de alguien.”

Esa es la razón por la que creo que el don de profecía todavía existe en ese sentido. Seguro tenía un aspecto de revelación, pero en la actualidad tiene un aspecto que no es de revelación también. Y en un sentido, yo tengo el don de profecía. Estoy de pie, proclamo la Palabra de Dios a ustedes, soy un profeta con una ‘p’ minúscula en ese sentido. Siempre habrán falsos profetas, siempre habrán verdaderos, y eso es simplemente básico, pero cuando usted llega al final, los falsos profetas van a amontonarse y van a decir: “hemos estado predicando en Tu nombre. No significa que hemos recibido revelaciones, simplemente significa que hemos estado declarando en Tu nombre.”

Podrían decir que recibieron revelaciones, estoy seguro que algunos de ellos lo harán. “Hemos estado proclamando en Tu nombre, predicando en Tu nombre, y haciendo todas estas cosas,” “Y entonces les declararé: Nunca os conocí, aparataos.” Apartaos, si usted recoge esa misma palabra más adelante, usted va a descubrir que fueron apartados al fuego eterno, perdición, destrucción, condenación. La gran tragedia es que no se van solos, amados, no se van solos. Es trágico que van, es infinitamente más trágico que según el versículo 13, muchos van con ellos, muchos siguen sus caminos peligrosos, muchos creen la mentira. ¿Y dónde termina todo? Todo termina en destrucción, y condenación. Los falsos profetas van a ser juzgados.

En 2 Pedro 2, sería un lugar apropiado en dónde cerrar, creo yo. “Hubieron falsos profetas entre el pueblo, y habrá falsos maestros entre vosotros, metiendo de manera encubierta herejías destructoras, he inclusive negando al Señor que los compró.” No significa de manera abierta, haciéndolo de manera abierta, algunos lo harán, algunos serán apóstatas, falsos maestros herejes, pero otros van a negarlo de verdad, aunque no en verbo o voz. Cuando lo hagan, traerán sobre sí mismos destrucción repentina, y no están solos porque muchos, ahí están esos muchos de nuevo, muchos en el camino ancho, muchos dirán, muchos seguirán, muchos serán engañados, y muchos los seguirán a la misma destrucción terrible.

Y después él procede a dar una ilustración en el versículo 4, él dice: “Si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los arrojó al infierno, y Dios no perdonó al mundo antiguo, el mundo de Noé, sino que los ahogó. Y Dios no perdonó a Sodoma y a Gomorra,” entonces, ¿qué te hace pensar que Dios va a perdonar a los falsos profetas, de este tipo en particular? Él no va a perdonarlos en absoluto, o a librarlos en absoluto. Esa es la razón por la que el versículo 9 dice: “Están guardados para el día del juicio, para ser castigados.” Y el versículo 12 dice, “Van a perecer de manera absoluta en su propia corrupción.” Y el versículo 14 dice, al final: “Son hijos malditos,” o hijos de una maldición, “dedicados a la destrucción.” Y dice al final del versículo 17, “la más densa oscuridad está reservada para ellos, para siempre.”

Y si usted ve al final del libro de Apocalipsis, usted ve a ese falso profeta primordial, el Falso Profeta del Anticristo, en el tiempo final, es tomado con el Anticristo y arrojado al lago de fuego, el cual arde por los siglos de los siglos. Entonces, estamos advertidos, amados. Esa es la primera palabra de Mateo 7:15, advertencia, guardaos. Usted entiende la definición, usted entiende el peligro, y el engaño y la condenación, entonces debería estar alerta, vienen y son peligrosos, y son doblemente peligrosos porque son engañosos, y su engaño lleva a la condenación.

Ahora, ¿cómo es que usted los reconoce? ¿cómo sabe usted quiénes son? Eso está en los versículos 16 al 20. Eso es para la próxima ocasión. Y es muy claro, y simplemente me siento tan mal en un sentido, que no se lo puedo dar ahora, porque quiero que sepa quiénes son entre ahora y la próxima semana, pero esperaré. Y le prometo que después de la próxima semana, usted tendrá de la boca del Señor mismo, el criterio para saber quién es un profeta verdadero y uno falso. Y si ha llegado a ver algo que necesitamos en la actualidad, en la iglesia de Jesucristo, es la capacidad de separar lo verdadero de lo falso. Nunca he visto un tiempo en mi vida, cuando la gente cristiana, ha sido tan vaga doctrinalmente, tan ingenua, para toda persona que viene hablando de Jesús. Tenemos a muchos de estos charlatanes, y necesitamos entender como determinar quién es de Dios, y quien no lo es. Haremos eso el próximo día del Señor. Oremos.

Cuando pensamos, Padre nuestro, en que Jesús compró la iglesia con su propia sangre. Cuando pensamos que Él fue a la cruz para morir por los pecados de los hombres, recordamos lo preciado que son las almas humanas. Cuando oímos que Dios no quiere la muerte del impío, o que Dios no quiere que nadie perezca, o que de tal manera amó Dios al mundo que Él dio, sabemos cómo debe quebrantar Tu corazón, saber que los falsos profetas empujan a la gente al camino espacioso, que lleva a la perdición, el camino del mérito humano, de la justicia personal.

Padre, que ejerzamos discernimiento, que actuemos como la tropa en la línea frontal, guardando y protegiendo a la iglesia, que hablemos la verdad en amor. Ayúdanos a desenmascarar a los falsos. Ayúdanos a proteger a Tú iglesia. Pensamos en las palabras del apóstol Pablo, quien dijo: “Porque yo sé que después de mi partida, entrarán lobos rapaces,” Hechos 20:29, “y no perdonarán al rebaño.” Padre, sé que si yo me tuviera que ir de aquí, ese sería mi mensaje, lo he visto suceder, una y otra, y otra vez. Pablo dijo: “Después de mi partida, entrarán lobos rapaces, y no perdonarán al rebaño.” Señor, sabemos que esperan hacerlo, inclusive como él dijo, “porque de vosotros mismos se levantarán hombres, hablando cosas perversas, para arrastrar a discípulos tras ellos.”

Sabemos que los falsos profetas anhelan llevarse las almas de los hombres. Creo que ni siquiera saben porque, pero son capacitados por el enemigo, Satanás. Que seamos como Pablo, que podamos decir, “no he dejado de advertiros, y amonestaros día y noche con lágrimas, por tres años.” Que seamos vigilantes, fieles, alertas para proteger al rebaño. Y después, como Pablo dijo, “Os encomiendo a la Palabra de Su gracia, que tiene poder para sobreedificaros.”

Sabemos que la única protección, el único muro, es la Palabra de Dios, y mediante ella probamos los espíritus. Entonces, danos discernimiento, Padre. Que no temamos discernir, que no seamos como niños, llevados por todo viento de doctrina de aquí para allá, por la astucia de aquellos que esperan engañarnos. Que seamos los que no somos engañados, con mentes puras, evaluando todo a la luz de la Escritura, y desenmascarando lo falso, para que tu iglesia sea protegida. Gracias por hablarnos en esta mañana. Esperamos los principios la próxima vez, para ayudarnos a hacer eso. Y esperamos eso con gran expectativa, en el nombre de Cristo. Amén.

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