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Esta mañana llegamos en nuestro estudio de la Palabra de Dios, a un pasaje muy emocionante para cristianos, y entonces lo invito a abrir su Biblia en Mateo capítulo 24, conforme vemos los versículos 29 al 31.

Un gran texto acerca de la segunda venida del Señor Jesucristo. Aquellos de nosotros que conocemos y amamos al Señor, aquellos de nosotros que estudiamos su Palabra, estamos muy conscientes del hecho de que el mundo terminará, el mundo como el hombre lo conoce, el mundo como el hombre lo dirige terminará con la venida gloriosa de Jesucristo a la tierra, desde el cielo. Es su segunda venida. La primera vez él vino en humildad, la primera vez él vino a morir en una cruz, la próxima vez él viene en gloria, y viene a reinar como Rey de reyes y Señor de señores.

El Señor quiso instruir a sus discípulos en el asunto de su segunda venida. Y él específicamente habló de ella en estos tres versículos, en Mateo 24. Y quiero que los vea conforme los leo. “E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el solo se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor. Y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del hombre en el cielo. Y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria. Y enviará a sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.”

Ahí, en términos muy claros, concisos, directos, comprensibles, el Señor mismo, nos habla del acontecimiento más grande que espera cualquier creyente, y ese es la segunda venida de Jesucristo. Él vino una vez, él vendrá otra vez. De hecho, conforme él estaba ascendiendo, nos dice en Hechos capítulo 1 dejando la tierra después de su primera venida, él ascendió al cielo físicamente, corporalmente, llevado en una nube. Y dos ángeles vinieron y dijeron: “Este mismo Jesús, quien es tomado de vosotros, vendrá de la misma manera como lo habéis visto irse al cielo.” En otras palabras, así como se fue, él regresará, físicamente, corporalmente, en nubes, así como él se fue, el mismo Jesús, de la misma manera. Y desde ese entonces los creyentes han tenido sus corazones llenos de esperanza a lo largo de toda la historia de la iglesia, esperando la venida del Señor Jesucristo.

De hecho, el apóstol Pablo al escribirle a Tito dijo en el capítulo 2, versículo 11: “La gracia de Dios que trae salvación se ha manifestado a todos los hombres, enseñándonos que negando la impiedad y los deseos mundanos, vivamos sobria, justa y piadosamente en este siglo presente, esperando la esperanza bienaventurada, la manifestación gloriosa del gran Dios y nuestro Salvador Jesucristo, quien se entregó a sí mismo para redimirnos de toda iniquidad, y purificar para sí mismo un pueblo propio, celoso de buenas obras.” Lo que él dijo es que los que somos salvos debemos vivir justamente, sobriamente, negando la impiedad, negando los deseos mundanos y esperando la aparición gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador el Señor Jesucristo. 

En otras palabras, conforme debemos vivir vidas obedientes, conforme debemos vivir vidas justas, conforme debemos vivir vidas en dónde las prioridades son establecidas por los estándares de Dios, así también debemos vivir vidas que se concentrar en el regreso de Jesucristo. Debemos vivir a la luz de la venida de Cristo. “Cuando este cuerpo de humillación nuestra”, dice Pablo a los filipenses, “sea cambiado y hecho en semejanza al cuerpo de la gloria suya.” Esa es nuestra esperanza, esa es nuestra gloria.

Ahora, el mundo está muy familiarizado con las circunstancias y características de la primera venida de Cristo, el mundo está muy familiarizado con Belén, con el pesebre, con los pastores y hombres sabios y una estrella, y Herodes. El mundo está muy familiarizado con José y María y oro e incienso y mirra, y la canción de los ángeles. Ellos conocen bien la historia, pero el mundo está mucho menos familiarizado con la historia de su segunda venida, con todas sus características, y todas las circunstancias que la rodean. Sin embargo, los profetas nos han dado, incluyendo a Jesús mismo, el más grande de todos los profetas, instrucción muy clara con respecto a la naturaleza, las características de la segunda venida gloriosa de Jesucristo.

Y en los tres versículos que acabo de leerle, nuestro Señor mismo describe su segunda venida. No todos los elementos de la misma, pero el momento mismo en el que ocurre. La señal de que ha llegado. Y en esa instrucción hay tanto que una sesión nunca podríamos cubrirlo todo. Por breve que son sus palabras de manera típica, el Señor dice de manera muy precisa y muy concisa lo que él quiere decir, pero tiene una manera de abrir un universo de verdad en la capacidad maravillosa que él tiene de escoger palabras.

Y entonces, mientras que podeos leer lo que podemos leer y entenderlo, va más allá de nuestra capacidad de entender las implicaciones de todo lo que él dice. Y, nos sentimos como niños pequeños tratando de entender complejidad, cuando tratamos de entender todo lo que hay por entender. Pero veamos lo que el Señor nos mostrará conforme vemos estos tres versículos increíbles.

Ahora, la mejor manera de cubrir esto es en cierta manera colgar sus pensamientos en algunas palabras claves. ¿Muy bien? La primera palabra clave es secuencia, la secuencia de la segunda venida, versículo 29. “Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días.” Ahora, usted no tiene que ser un Phi Beta Kappa para entender eso. Es bastante obvio. La gente dice: “¿Cuándo es la segunda venida? ¿Cuándo es la segunda venida?” es una respuesta muy simple, inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, eso es lo que dice. Un indicador muy claro, cronológico para nosotros es que la segunda venida del Señor en gloria para establecer su reino, seguirá inmediatamente a este período de tiempo llamado la tribulación.

Ahora, alguien dice, “Bueno, hay mucha tribulación.” Tribulación es una palabra griega, thlipsis, significa problema, dificultad, tribulación, aflicción. Y usted podría decir, “Bueno, Israel siempre ha estado en aflicción y tribulación, y la iglesia siempre ha tenido aflicción y tribulación, y el mundo siempre ha tenido aflicción y tribulación.” Y esa es la razón por la que Jesús dice inmediatamente después de la tribulación de aquellos dias, no solo cualquier tribulación sino la tribulación de aquellos dias. Dice usted, “¿Qué días?” Los días que acaba de describir en los versículos 4 al 28. Aquello nos lleva de regreso a algunos días que él acaba de describir.

¿Cuáles son los días que él acaba de describir? Son días de gran tragedia. De hecho, son tan severos que el versículo 21 dice esto: “Porque entonces habrá no solo tribulación, sino” ¿qué? “gran tribulación, como nunca la ha habido desde el principio del mundo hasta este entonces, ni jamás la habrá.” No solo cualquier tribulación a la que se está refiriendo él, es la tribulación que es la peor tribulación que el mundo jamás ha conocido. Él se está refiriendo a un período de tiempo que es el peor periodo de tiempo que el mundo jamás va a enfrentar.

Dice usted, “¿Qué período de tiempo es ese?” Bueno, es un período de tiempo comenzado con un acontecimiento muy especial, versículo 15: “Cuando veáis la abominación desoladora de la que habló Daniel el profeta, ahí en el lugar santo, el que lea entienda.” Y hablamos del hecho de que ese acontecimiento llamado la abominación desoladora, es una profanación de aquello que es sagrado. Y es una ruina de aquello que es dedicado a Dios, lo que dispara este período de gran tribulación.

¿Se acuerda de lo que dijimos? Israel, en el tiempo final estará en su tierra, reedificarán el templo, estarán adorando a Dios, estarán protegidos por el anticristo, pero a la mitad de ese periodo de siete años que Daniel dice que él hace un pacto con ellos, a la mitad de ese periodo el anticristo va a violar el pacto, y él va a abominar, esto es, él va a profanar, él va a blasfemar el lugar sagrado de los judíos. Él va a arrancar el altar de Dios, y él va a establecer un altar para sí mismo, él se va a hacer a sí mismo el dios de este mundo. Y esto es descrito para nosotros no solo por el profeta Daniel sino también por Juan en Apocalipsis. Y él se vuelve aquel que busca ser adorado y por lo tanto él profana, él abomina, y cuando eso sucede, y él llama al mundo entero a adorarlo, entonces la señal ha venido de que la tribulación ha comenzado.

Y los acontecimientos de la tribulación son descritos de manera general en los versículos 4 al 14, es un tiempo de engaño, es un tiempo de guerra, es un tiempo de hambre, y terremoto, es un tiempo de persecución y odio, es un tiempo de profecía falsa, es un tiempo cuando la maldad es tan desenfrenada que muchas personas que aparecen ser religiosos van a dejar la religión y se van a entregar a la maldad. En otras palabras, va a ser el peor tiempo que el mundo jamás ha conocido, será un tiempo, lo vemos en el versículo 21 y en adelante, sin paralelo. Sin paralelo, y a menos de que esos días sean acortados, esto es el tiempo de luz de día, fue condensado, nadie sobreviviría. Falsos profetas por todos lados, y una corrupción pecaminosa terrible descrita como el cadáver de un animal muerto, en el versículo 28.

Y entonces, viene en el mundo este tiempo de tribulación como en ningún otro tiempo, un tiempo de maldad terrible como ningún otro tiempo. Un tiempo de homicidio, un tiempo de matanza. El anticristo va a tratar de matar a todos los judíos, él va a tratar de matar a todos aquellos que nombren el nombre de Cristo. Y esa es la razón por la que el versículo 16 dice, tiempo de matanza. El anticristo va a tratar de matar a todos los judíos, él va a tratar de matar a todos aquellos que nombran el nombre de Cristo. Y esa es la razón por la que el versículo 16 dice: “Cuando vean este acontecimiento que inicia todo, llevándose a cabo, y el anticristo levante este ídolo el cual es el mismo en el templo, entonces más vale que huyan a los montes porque Judea, en dónde está Jerusalén va a ser el centro de su ataque conforme él trata de aplastar al pueblo de Dios Israel y a cualquier persona creyente de entre los gentiles que están ahí.

Entonces, va a ser un tiempo como ningún otro tiempo, más vale que corran, más vale que corran rápido, y esperen que no estén embarazadas, y esperen que no estén cargando un niño pequeño, un bebé pequeño, y esperen que no sea el invierno y esté lloviendo, y esperen que no sea el día de reposo, para que no sean apedreados por algunos legalistas por correr. Más vale que esperen que puedan salirse porque una matanza va a venir como ninguna otra matanza en la historia del mundo. Y hemos cubierto todos esos detalles en las ultimas semanas.

Ahora, versículo 29. “Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días.” No solo cualquier tribulación sino la tribulación que hemos visto explicada en los versículos 4 al 28. Inmediatamente después de eso, ese es el tiempo. Ese es el tiempo. Esa es la secuencia para la venida del Señor Jesucristo. Ahora, recuerde que los discípulos sienten que debe estar muy cercana, porque saben que el Señor es el Mesías, porque él ha limpiado el templo, ¿se acuerda usted? Expulsó a los cambistas y a los compradores y a los vendedores, porque él ha prometido que todo el templo va a ser derribado y ninguna piedra va a quedar por encima de otra. Ellos creen entonces que él va a venir y va a aplastar al judaísmo hipócrita falso, él va a aplastar a los líderes religiosos falsos, él va a limpiar a la nación.

Y debido a que ya han visto que él limpió el interior al expulsar a todo mundo y él acaba de predecir que las piedras van a ser derribadas, creen que su venida está muy, muy cercana. Y con corazones muy expectantes se han sentado con él en el Monte de los Olivos y le han dicho: “Señor, ¿Qué tan cercana esta y cuál es la señal que esperamos de que vas a venir en tu parousia completa, tu presencia plena y ser rey?” Y deben creer que es solo cuestión de días ahora, antes de que todo esto suceda. Y el Señor dice, “responderé a su pregunta. No puede suceder hasta que sea inmediatamente después de este periodo de tiempo.”

Y no se dan cuenta de que este período de tiempo está a miles de años en el futuro de dónde ellos están. Pero nuestro Señor explica de manera muy clara, que no es sino hasta ese período de tiempo después del cual la segunda venida ocurre. Ahora, usted recuerda que dijimos que habrá una matanza terrible entre los judíos, y Zacarías dice: “dos de tres serán matados, y solo una tercera parte será preservada.” Dios va a salvar una tercera parte de ellos, el resto va a morir en este holocausto terrible. También salvará a 144 mil judíos, 12 mil de toda tribu según Apocalipsis 7, entonces, para que puedan evangelizar al mundo. Y no importa como el anticristo intente o alguien más intente matarlos, no los puede matar. Apocalipsis 17 dice que: “son sellados y protegidos.” También en el capítulo 14 de Apocalipsis lea acerca de ellos.  

Entonces, el Señor va a librar algunas de estas personas, pero va a ser un tiempo tan terrible al menos que haya una protección sobrenatural. En el caso del grupo general parece como si Miguel, capitulo 12, va a ser el que desciende para cuidar de ellos, y los lleva a la seguridad. En el caso de los 144 mil misioneros judíos, para alcanzar al mundo, Dios mismo sobrenaturalmente los protege, pero el resto va quedar vulnerable al desastre y a la muerte. Y entonces, se les dice en el versículo 16, que corran. No va a durar mucho. El período de la gran tribulación ¿dura cuánto tiempo? Tres y medio años, eso es todo. Inmediatamente después de eso, la segunda venida.

Ahora, vayamos a una segunda palabra. La primera es secuencia, la segunda es preparación. ¿Cómo es que el Señor prepara este acontecimiento? Usted podría usar la palabra escena, escenario, preparación. Pero el Señor prepara el escenario para la segunda venida. Es una cosa maravillosa. Versículo 29 de nuevo, “el sol se oscurecerá, la luna no dará su luz, las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.” Digo, esto es simplemente increíble. El universo entero como lo conocemos, como lo experimentamos comienza a desintegrarse instantáneamente. Lucas, escribiendo básicamente acerca del mismo discurso del Monte de los Olivos, añade más cosas que Jesús dijo. Cada escritor en cierta manera completa la plenitud de lo que el Señor dijo. Y Lucas dice que habrán señales en el sol y en la luna y en las estrellas y sobre la tierra aflicción de naciones con perplejidad, confusión terrible. El mar y las olas rugiendo, los corazones de los hombres desfalleciendo de temor, y buscando esas cosas que están viniendo en la tierra porque las potencias de los cielos serán sacudidas.

Ahora, si usted añade Lucas a Mateo, usted tiene una escena bastante dramática. No es solo que el sol se ha oscurecido, no es solo que la luna no está dando su luz, no es solo que las estrellas están cayendo, no solo que las potencias de los cielos están siendo conmovidas como si la tierra estuviera separada de eso, es también la tierra. Y esto es tan dramático y es tan cataclísmico que dice que los corazones de los hombres van a desfallecer de temor. El griego de hecho dice, “los hombres van a expirar.” Los hombres van a expirar y es simplemente una manera de decir que van caer muertos por todos lados. La gente literalmente va a caer muerta por el terror total, sus corazones se van a detener. Apopsuco, lo cual quiere decir, exhalar. Van a exhalar por última vez, van a morir. Cuando el Señor regrese en juicio, él solo va a matar con la espada que procede de su boca, a los impíos que no han muerto de un ataque al corazón, o han muerto de terror total, de tal manera que sus funciones simplemente dejan de funcionar, el temor se apodera de ellos de manera total.

Digo, es difícil para nosotros entender esto, y concebirlo, pero una afirmación clave está al final del versículo 29, que en cierta manera le ayuda a usted con todo esto. las potencias de los cielos serán conmovidas. Ahora, en los cielos, lo cual incluye el universo entero, todo es sustentado por poder, hay una influencia controladora. De hecho, sabemos que poder es ese, porque en Hebreos 1 dice que el Hijo sustenta todas las cosas por, ¿qué? la palabra de su poder. Es Dios mismo en el Hijo, quien mantiene todo junto. Así como él creó todo, él mantiene todo unido de tal manera que la gravedad no fluctúa, de tal manera que las orbitas no fluctúan, y podemos enviar pequeñas cosas en el espacio y llenar el universo con todos nuestros juguetes, y sabemos dónde va a ir, y dónde se van a detener, y que van a hacer en su rotación, y que van a hacer en sus órbitas, y podemos calcular todo eso debido a los poderes incambiables fijos de los cielos, de tal manera que cuerpos se mueven constantemente en todo momento y hacen lo que se predice que hagan. 

Nuestros científicos inclusive de manera matemática pueden predecir cosas, años, siglos, miles de años en el futuro porque tienen una uniformidad del pasado. Los cuerpos celestes son controlados por el poder sustentador de la palabra de Dios, pero de pronto el Señor deja de hacer eso, y las potencias que normalmente mantienen el universo junto, ya no hacen eso, y usted tiene un caos y todos los cuerpos celestes empiezan a salirse de órbita por todo el espacio y la tierra se vuelve una víctima de esta desintegración increíble del universo entero.

Ahora, específicamente él dice, “el sol se oscurece.” Las implicaciones de eso son simplemente asombrosas, asombrosas, no hay luz del sol. Y el hombre, está claro, no puede sobrevivir sin eso, el cambio de temperatura es cataclísmico. Y después la luna no da su luz solamente, porque refleja la del sol. Las mareas están en un caos instantáneo, las estrellas comienzan a salirse de sus lugares. En Apocalipsis dice que los cielos se enrollan como un pergamino y las estrellas comienzan a caer como si fueran higos maduros, de la higuera. El mundo entero comienza a desintegrarse.

Supongo que una manera tenue de entender esto sería leerle una sección del libro de Velikovsky, que aborda estos fenómenos científicos con relación a la tierra. Y él dice que si por ejemplo, un cuerpo celestial estuviera suelto en el espacio y resultara pasar cerca de la tierra y simplemente causara que la tierra se inclinara una fracción sobre su eje, esto es lo que sucedería, y cito: “En ese momento mismo, un terremoto haría que la tierra se sacudiera. Aire y agua continuarían moviéndose mediante la inercia. Los huracanes pasarían por la tierra y los mares irían a los continentes llevando grava y arena, y animales marinos, y los arrojarían sobre la tierra.

El calor se desarrollaría, las rocas se derretirían, los volcanes harían erupción y la lava fluiría de las fisuras en el piso lleno de rupturas y cubrirían áreas vastas. Las montañas surgirían de las planicies, y viajarían y se subirían a los hombros de otras montañas, y causando grietas. Los lagos se inclinarían, y serían vaciados. Los ríos cambiarían sus trayectorias, grandes áreas de tierras con todos sus habitantes se resbalarían bajo el océano. Los bosques se quemarían y los huracanes y los mares fuera de control los arrancarían del suelo dónde crecieron y los amontonarían ramas y raíces en montones enormes. Los mares se convertirían en desiertos, quedando sin agua.” (Fin de la cita) Es inconcebible.

La tierra se mantiene en existencia unida por el poder de los cielos. Y cuando ese poder no está ahí, el caos va a ser indescriptible. Y, cómo Dios puede inclusive preservar la vida por unos cuantos momentos, o días, o unas cuantas semanas, de tal manera que el reino pueda ser establecido, es solo por su control sobrenatural del caos de esas fuerzas naturales que se están desintegrando. Es algo que solo podemos imaginar.

Ahora, dice usted: “En otras palabras, ¿el Señor está diciendo que apenas antes de que Cristo venga esto se va a llevar a cabo?” Es correcto. Eso prepara el escenario. Ahora, esto no es nada nuevo. Quiero que me acompañe en su Biblia al capítulo 13 de Isaías. Isaías capítulo 13, quiero mostrarle algo fascinante. Muchas personas creen que el pasaje de Isaías 13 debe relacionarse con la destrucción de Babilonia, que está hablando de términos hiperbólicos de la destrucción de la ciudad y el reino de Babilonia. Pero tiene que ser mucho más que eso. Sí, Isaías se está refiriendo a Babilonia. Sí, él predice la destrucción de Babilonia, pero como con tanta frecuencia en la mente del profeta, hay un cumplimiento histórico y hay uno profético también, que está distante en el futuro.

Isaías simplemente ve en la destrucción de Babilonia, por el pecado, un microcosmos de lo que sucederá en la devastación y destrucción del mundo entero en la venida del Señor. Observe el versículo 6, “Llorad porque el día de Jehová ha llegado, vendrá como destrucción del Todopoderoso, por lo tanto, todas las manos desfallecerán, y el corazón de todo hombre se derretirá. Y tendrán miedo, dolores, y tristeza se apoderará de ellos. Estarán en dolor como una mujer que tiene dolores de parto. Se sorprenderán el uno del otro, sus rostros serán como llamas. He aquí el día de Jehová viene, cruel, con ira y enojo feroz.” Aquí hay algo clave, “para colocar”, dice el hebreo, “la tierra”, no es solo Babilonia, es la tierra que se tiene en mente aquí, “desierta, hacerla desierta y él destruirá a los pecadores de ella.”

Ahora, observe esto: “Porque las estrellas de los cielos y las constelaciones de ellos, no darán su luz. El sol se oscurecerá, y la luna no dará su luz. Y castigaré” no Babilonia, sino “el mundo por su maldad, y a los impíos por su impiedad. Y haré que la arrogancia de los soberbios, cese, y humillaré la altivez del terrible. Y haré del hombre algo más raro que el oro fino, inclusive un hombre como el oro de Ofir.” En otras palabras, va a haber una matanza mundial conforme Dios juzga a los impíos y a los malos, los justos vivirán sí, pero los impíos morirán y los hombres serán más raros que el oro preciado de Ofir.

El versículo 13 dice, “Sacudiré los cielos y la tierra, quitaré de su lugar en la ira de Jehová de los ejércitos, y en el día de su enojo intenso.” La tierra va a hacer como un venado que está siendo perseguido, que está por todos lados, como una oveja que ninguno toma. Va a ser como una oveja no domesticada, como una oveja salvaje. Todo hombre volviéndose a su propio pueblo, todo mundo huyendo a su propia tierra. Y todo hombre que no ha sido hallado, que no ha muerto será matado. Y todo aquel que se una a él, caerá por la espada. Sus hijos serán despedazados ante sus ojos, sus casas serán saqueadas y sus esposas violadas.

Ahora, el profeta ve un día increíble. Observe el capítulo 34 de Isaías. Y de nuevo el profeta Isaías ve hacia el futuro y dice: “Acercaos naciones, oíd y escuchad vosotros pueblos.” Él está llamando al mundo entero, a escuchar, “que la tierra oiga y todo lo que hay en ella, el mundo y todas las cosas que salen de ella.” Entonces, no hay duda alguna de quien está hablando, la indignación del Señor está sobre todas las naciones, su furia sobre todos sus ejércitos, todos esos ejércitos que se han congregado para destruir al pueblo de Dios en Jerusalén, en esa gran confederación que conocemos como Armagedón, todos esos ejércitos serán destruidos totalmente, todos ellos serán matados, versículo 2 dice: “Y los matados serán expulsados, su hedor subirá, sus cadáveres y los montes se derretirán con su sangre, y todo el ejercito de los cielos será disuelto y los cielos serán enrollados como un pergamino. Todas sus huestes caerán, así como la hoja cae de la vid, como un higo que está cayendo de la higuera.”

Entonces, usted sabe de dónde el Señor y dónde Juan tomaron su descripción, ¿verdad? lo tomaron del profeta Isaías. Y el Señor viene con espada en el versículo 6, y él viene con gran matanza y comienza en la tierra de Edom. La razón por la que Edom es mencionada es porque es el lugar que está en el extremo sur, en dónde esa gran batalla va a ocurrir, en Edom. Bosra fue la ciudad primordial de Edom, y la batalla del Armagedón dice en Apocalipsis, es una batalla grande, Apocalipsis 14:20, una batalla que son más de 220 kilómetros, y si usted mide a más de 220 kilómetros comenzando con Bosra, mencionada aquí en el versículo 6, en Edom al Norte, usted, lo lleva a usted simplemente pasando Armagedón hasta Líbano, y hace es el rango de esa gran destrucción final en la batalla del Armagedón.

Entonces, la Biblia es muy, muy precisa al describir lo que el versículo 8 llama el día de la venganza del Señor y el año de la recompensa, esto es, cuando Dios le paga de regreso al hombre pecaminoso. Ahora, el profeta Joel habla de lo mismo. Él ve en el capítulo 2 una plaga de langostas la cual en cierta manera apaga el sol, y apaga la luna debido a los millones tremendos de langostas que hacen que el día se oscurezca y la noche la hagan noche y bloqueen las estrellas. Y él ve esas langostas volando en el cielo y es como si los cielos están temblando, y él las ve aterrizando en la tierra. Y es como si la tierra se está sacudiendo, y eso está al principio del capítulo 2, versículo 10, más adelante en el capítulo él ve eso como una ilustración de la remoción definitiva de los cielos, y la remoción definitiva de la tierra, y el holocausto final del juicio divino, conforme él lo lleva a usted al juicio final, en el versículo 30 y 31 de Joel capítulo 2.

Hageo el profeta en el capítulo 2, versículos 6 y 7, describe el fin del mundo en los términos iguales, en los mismos términos. Y usted recuerda a Pedro, predicando en el pentecostés en Hechos capítulo 2, cita la profecía de Joel, ¿no es cierto? “El día vendrá cuando la luna se convertirá en sangre y las estrellas ya no dan su luz.” Más bien, el sol se convierte en oscuridad. Todas esas cosas son parte de este holocausto venidero. Y usted también lo encuentra en Apocalipsis 6:12-13, en dónde encontramos que el sol se oscurece y la luna deja de dar su luz, y las estrellas comienzan a caer, y la gente comienza a gritar porque las rocas caigan sobre ellos, y las escondan del rostro del que viene.

Entonces, la descripción del Señor, de regreso ahora a Mateo 24, es coherente con la de los profetas antes de él inclusive después de él al escribir el Nuevo Testamento. Entonces, vemos dos palabras claves, secuencia, inmediatamente después de la tribulación, y la que es muy obvia, el escenario, la preparación. Tercera palabra, señal. Versículo 30, señal. Tan importante. “Y entonces, aparecerá la señal.”

Ahora, regrese al versículo 3 del capítulo 24. Él se sentó en el Monte de los Olivos, y los discípulos se acercaron a él en privado y le dijeron: “Dinos, ¿cuándo serán éstas cosas?” ¿Qué cosas? “¿Cuándo va a ser que tú vas a derribar el templo? ¿Cuándo es que tú vas a traer tu reino?” ellos supusieron que todo eso sucedería al mismo tiempo. No entendieron la destrucción de Jerusalén en el 70 d.C. Estaban pensando que todo iba a ser el establecimiento del reino.

Entonces, “¿cuándo va a ser y cuál será la señal de tú venida, y el fin del siglo?” Ahora, él les dio una lista de señales generales, en los versículos 4 al 14, él les dio la señal que lo va a comenzar, pero todavía nos le ha dado la señal. ¿Cuál es la señal de tú venida? Versículo 30, “Y entonces, aparecerá la señal, la señal.” ¿Qué es la señal? Bueno, los padres de la antigüedad, de la primera iglesia, llamados “los patristas”, solían creer que era una cruz refulgente que llenaría los cielos oscuros. El universo está desintegrado, es oscuridad total, y todos los planetas y cuerpos celestes están fuera de control por todo el universo, chocando entre sí en oscuridad total.

Y los primeros padres, Crisóstomo, Cirilo de Jerusalén y Orígenes y otros dijeron que en ese momento habrá una cruz refulgente en el cielo, que todo el mundo verá. Pero no veo eso en el versículo 30, ¿y usted? No veo ninguna cruz ahí. Es una idea agradable. No la veo ahí. Y otros dijeron: “No, será la gloria shekinah. Será ésta luz refulgente.” Y creo que eso está más cercano a la verdad, pero usted no puede tener la gloria shekinah fuera de Aquel de quién emana.”

Entonces, creo que si usted sigue leyendo el versículo es muy claro. Entonces, aparecerá la señal del Hijo del hombre en el cielo. Es un genitivo subjetivo, la señal mediante la cual Él se revela a sí mismo. No la señal, genitivo objetivo, al cual apunta. La señal es el Hijo del hombre en el cielo. En otras palabras, entonces aparecerá la señal, ¿qué es? Es el Hijo del hombre en el cielo. Esa es la señal. No es una cruz, y no es una luz separada del Hijo del hombre, es el Hijo del hombre en el cielo. En medio de esta oscuridad aparecerá en gloria refulgente, infinita, revelada, el Hijo del hombre.

De hecho, al final del versículo 30 él dice que el vendrá no solo con gloria sino con ¿que gloria?, gran gloria. Gloria como el mundo jamás ha visto, la shekinah revelada. Recibieron un vistazo de esto, recordará en Mateo 17 dónde describe la Transfiguración. Jesús tomó a Jacobo, Pedro, Juan, al monte, e hizo a un lado el velo de su carne, y vieron su gloria, y tuvieron una probada de cómo iba a ser la shekinah de la segunda venida. Y solo fue una pequeña y Pedro nunca lo olvido. Y recuerde cuando escribió 2 Pedro dijo, “que no hemos venido a vosotros con fábulas inventadas. No les hablamos mentiras inventadas por hombres. Fuimos testigos oculares de su majestad cuando estuvimos con Él en el monte santo.

Tuvimos un vistazo de la gloria de la segunda venida, pero eso es lo mejor realmente, de lo que los hombres han tenido. Adán tuvo un vistazo de esto en el huerto, cuando él caminó y habló en la frescura del día, con la presencia de Dios. El pueblo de Israel tuvo un vistazo de la gloria cuando moró entre las alas de los querubines en el lugar Santísimo en el tabernáculo y el templo. La vieron como una columna de nube que lo guiaba de día y una columna de fuego que los guiaba de noche. También vieron cuando la gloria de Dios partió, pero el mundo jamás ha visto la gloria revelada, y el mundo la verá en ese entonces.

La señal entonces va a ser la gloria del Señor Jesucristo revelada viniendo en majestad. Se va a poder reconocer, va a ser distintivo, sin embargo, él estará en gloria plena. Observe también que dice al final del versículo, que él vendrá sobre - la palabra correcta - sobre las nubes del cielo. “De la misma manera como lo vieron irse”, Hechos 1:9-11 dice, “él vendrá.” Él se fue en nubes, él vendrá en las nubes. Daniel dice que: “el vendrá con las nubes del cielo”, Daniel 7:13. Juan dice que” “él vendrá con las nubes”, Apocalipsis 1:7. Marcos dice que: “él vendrá en nubes”, Marcos 13:26. Lucas dice, en el 21:27 que él vendrá en una nube. Y Mateo dice que” “él viene sobre las nubes del cielo”, aquí. Y más adelante en el capítulo 26 y versículo 64. 

Entonces, todos los escritores están de acuerdo en que él viene rodeado con las nubes. Dice usted: “¿cuál es el punto?” No lo sé, quizás esa es su manera en la visión de ver su shekinah gloriosa. Pero hay algún tipo de nube, una nube de luz, una nube de gloria, y creo que son nubes especiales. Sabe una cosa, el Antiguo Testamento nos dice que las nubes son el carro de Dios. Es algo muy vívido. Salmo 104, se acuerda de lo que dice, “Bendice alma mía a Jehová, oh Jehová mi Dios, tú eres muy grande. Tú estás vestido de honor y majestad, quien coloca los rayos de su cámara en las aguas, quién hace las nubes su carro, quién camina sobre las alas del viento.” Lenguaje muy vívido, hermoso. E Isaías 19:1 dice: “Jehová monta sobre la nube rápida.”

Entonces, la escena es indescriptible. El mundo está en pánico, la gente por todos lados se está muriendo de mero terror, están en oscuridad total y solo el Señor los mantiene existiendo lo suficiente como para que puedan ver el resto de estos acontecimientos. Y en medio de ese caos oscuro aparece la gloria del Hijo de Dios en el cielo, en majestad total, en una presencia shekinah, santa, revelada y montado sobre el carro de Dios, las nubes, aparece en el cielo. Y sin duda alguna da la vuelta a todo el globo, porque dice en Apocalipsis 1:7, “todo ojo”, ¿qué? “le verá.” “Todo ojo le verá.” Esa es la señal.

Ahora, de nuevo, para comparar un texto del Antiguo Testamento, acompáñeme en su Biblia, por un momento breve, a Zacarías 14. Y en el texto en español la traducción del hebreo quizás no sea tan clara. Si simplemente traducimos del hebreo literal, realmente tenemos un panorama más claro. Escuche con mucha atención, Zacarías 14:6, esto es fascinante, dice esto, y esto es básicamente es una traducción directa del hebreo. “Y será en aquel día, que no habrá luz.” Eso es exactamente lo que Jesús dijo. No hay sol, no hay luna, no hay estrellas. Zacarías dijo: “No habrá luz.” “Los gloriosos se desvanecerán”, esa es la siguiente frase en el hebreo literal. “Los gloriosos se desvanecerán.” O podría decirlo de esta manera, “los brillantes se desvanecerán.” De cualquier manera, se refiere a las estrellas, el sol y la luna. Todas las luces se apagan. Dice, “Y serán en aquel día”, no es un día de 24 horas, es un día profético, es una era, es un periodo de tiempo cuando el Señor viene. Sabemos que es el tiempo de la venida del Señor porque de eso está hablando Zacarías 14. Usted simplemente necesita revisar el versículo 4 para verificar eso.

Entonces, no hay luz. Todo se oscurece. Zacarías lo vio también. Así como Isaías lo vio, así como Joel lo vio, así como Hageo lo vio, así como Juan lo vio. Y después, versículo 7, escuche cuidadosamente, “Y será un día en el que será conocido a Jehová.” Y lo que él está diciendo es que nadie jamás podría describir este día. Nadie jamás podría entender este día, no hay explicación científica para este día, ningún ser humano puede experimentar el entendimiento pleno de este día. Es un día que solo el Señor puede explicar, es un día solo conocido por él. No habrá manera de entenderlo. Y después el añade en el versículo 7, “ni día, ni noche.” No es día, ni es noche. No puede ser porque ya no hay cuerpos celestes, entonces no puede ser un sol, no puede haber luna, no puede haber estrellas.

Entonces, no puede haber día, no puede noche. Entonces no es día, y no es noche. Esa es la razón por la que Jeremías capítulo 30, versículo 7 dice: “He aquí porque ese día, porque no hay como él.” Es un día que ningún hombre puede conocer, ningún hombre puede describir, y no hay explicación para él. Pero, versículo 7 dice: será que, en el tiempo del cierre, el tiempo de la tarde, el tiempo del fin del día habrá luz. Y al final de esa era, al final de ese periodo profético la luz vendrá.

Entonces, Zacarías ve lo mismo, todo se oscurece, nadie puede entender lo que pasó, no hay explicación humana. Solo Dios sabe. No es día y no es noche. Y después hacia el final de ese periodo de oscuridad es luz. ¿Y qué es esa luz? Es la señal del Hijo del hombre en el cielo, viniendo en las nubes del cielo con poder y gran gloria. Majestad revelada. Oh, la luz de ella. Dice usted, “¿Qué tan brillante es?” Bueno, en Apocalipsis 21, versículo 23; Apocalipsis 22, versículo 5 nos dice que, en la ciudad eterna de Jerusalén, en la morada eterna de los redimidos, en el cielo de cielos, por el siglo de los siglos, no hay lámpara, y no hay luz, porque el Cordero mismo es la luz de ella.

Ahora, si el Señor Jesucristo por los siglos de los siglos alumbrará los nuevos cielos eternos, eso es bastante brillante. Eso es lo único que necesita. Él va a llenar los cielos con la gloria de su luz. Dice usted: “Hombre, digo, me gustaría ver eso.” No lo culpo. Quiero decirle esto, vamos a ser raptados, creo yo, siete años antes de que esto suceda. Ahora, no se decepcione mucho. Yo creo que la iglesia es sacada antes de que comience la tribulación, yo creo que ya estaremos con el Señor, estaremos en las bodas del Cordero, estaremos en un tiempo de recompensas, estaremos con Él porque Apocalipsis 3:10 dice que seremos guardados de la hora que viene para probar al mundo entero. Seremos preservados de eso. Seremos librados, 1 Tesalonicenses 1:10 dice: “de la ira venidera.”

Entonces, creo que estaremos con el Señor, y hay muchas otras razones. Dice usted, “Bueno, ¿quieres decir que no lo veremos?” Bueno, permítame responder esa pregunta de esta manera. Abra su Biblia en Colosenses capítulo 3. Colosenses, capítulo 3, versículo 4. “Cuando Cristo, quien es nuestra vida, aparezca”, muy bien, cuando él aparezca ahí, cuando el venga en su gloria y el aparezca para el mundo entero, “entonces vosotros también apareceréis con él”, ¿en dónde? “en gloria.” Hombre, esa es una gran verdad. Cuando él aparezca, aquellos de ustedes que lo conocen y lo amen, aquellos de ustedes que han sido resucitado con Cristo, versículo 1, aquellos de ustedes que están vivos en Cristo, versículo 3, aquellos de ustedes que conocen al Salvador y él es su vida, ustedes aparecerán con él en gloria. No estarán aquí abajo. Ya están ahí arriba.

Y cuando él venga en gloria, ustedes aparecerán con él en gloria. Dice usted: “Esto es fabuloso. Tengo que conseguirme un traje, un vestido. Tengo que estar vestido de manera apropiada para eso.” Tiene razón, pase a Apocalipsis 19, no tiene que ir de compras, un atuendo ya está ahí colgado esperándolo. En Apocalipsis 19, versículo 7 tenemos un retrato de las bodas del Cordero cuando el Señor es unido a su iglesia redimida, su novia, es llamada “las bodas del Cordero”. La esposa está lista y cuando la esposa viene a la presencia del Señor, cuando nosotros la iglesia somos arrebatados y llevados a su presencia, dice en el versículo 8: “A ella se le concedió que se vistiera de lino fino, limpio y blanco, porque lino fino es la justicia de los santos.

Entonces, cuando la iglesia es llevada a la presencia del Señor en las bodas del Cordero, conforme nos sentamos con el Señor a tener comunión con él, durante ese tiempo de siete años de tribulación en la tierra, conforme hemos sido librados de la ira venidera, conforme hemos sido salvados de la redención que viene, de la condenación que viene sobre la tierra, tenemos comunión con el Señor, somos recompensados y somos vestidos con lino fino.

Después, cuando él regresa, usted vaya al versículo 14, “Y los ejércitos que estaban en los cielos ya, almas redimidas, y creo que eso incluye a la iglesia, y creo que incluye también a los santos redimidos del Antiguo Testamento, que también son los invitados a las bodas del Cordero. Usted no tiene que invitar a la novia, ya, ya va a estar ahí. La novia – es para la novia – pero también incluye una lista de invitados, versículo 9: “Bienaventurados aquellos que también son invitados a las bodas del Cordero, santos del Antiguo Testamento. Entonces, los santos del Antiguo Testamento que son redimidos y toda la iglesia está ahí, y todos vestidos en lino fino, blanco y limpio simbolizando su perfección en pureza, y justicia, y todos salimos del cielo.  Usted va a tener su propia túnica y su propio caballo blanco.

Entonces, usted va a estar ahí, nada más que usted va a estar viendo hacia abajo, no hacia arriba. Algunas personas que no estuvieron listas cuando el Señor se llevó a su iglesia, que no fueron redimidas, se quedarán aquí. Muchas morirán, pero muchas serán salvadas. Y muchas personas redimidas estarán viendo hacia arriba. Estarán aquellas que son redimidas en aquel día que serán salvadas de la tribulación, y que no fueron matadas por el anticristo, y que no fueron matadas por los perseguidores, y los traidores y los que aborrecen a Dios. Y sobrevivieron protegidas por Miguel, protegidas como los 144 mil, protegidas por la misericordia y gracia de Dios. Habrán judíos y gentiles, y serán protegidos, y cuando lo vean en el cielo se regocijarán, pero el mundo clamará en terror, y temor absolutos, que día, que día. Y entonces regresaremos y no habrá más burladores diciendo, ¿dónde está la promesa de su venida? Ya no habrán más burladores.

Permítame darle una cuarta palabra: fortaleza. Oh, que palabra tan importante es esta. ¿Puede ver si es tan amable, brevemente, el versículo 30 al final? Él viene con poder, esa es la palabra fortaleza. Digo, ¿puede imaginarse el poder necesario, simplemente para hacerle todo esto al universo? Hacer que la tierra entera se tambalee sobre su eje. Él tiene poder sobre el universo, creado, entero. Él tiene poder sobre Satanás, él tiene poder sobre los demonios, él tiene poder para matar a todos los impíos, incrédulos por todo el mundo que rechazan a Cristo. Él tiene poder para establecer su reino, él tiene poder para redimir a sus elegidos. Esto es poder sin paralelos. Gran poder, gran poder. No hay poder como ese. Él viene con los ángeles santos, viene a sentarse en el trono de su gloria, capítulo 25, versículo 31 dice. Gran poder. De hecho, Isaías lo llama en el capítulo 63, el día de la venganza de nuestro Dios cuando él pisa el lagar de su ira.

Sabe una cosa, simplemente un pensamiento. Conforme el viene su poder es tan grande, que las cosas que han sido devastadas en el caos de la oscuridad y el caos de la tierra, inmediatamente son corregidas cuando sus pies tocan el Monte de los Olivos. Zacarías dice, todo, todo comienza a cambiar. Sus pies llegan al Monte de los Olivos, Zacarías 14:1-4. Maravilloso. Él regresa al lugar mismo de dónde se fue, ahí es donde él va a establecer su reino. Y el viene con una espada que sale de su boca, Apocalipsis 19 dice, y él mata todas las personas que son impías, y rechazan, que todavía no han muerto. Él los lleva a un gran juicio, del cual leeremos cuando lleguemos al capítulo 25 y son enviados al infierno eterno. Y después él establece la gloria de su reino. Él termina el pecado, Daniel 9:24 dice, termina la transgresión. Él trae la justicia eterna, él establece su reino por los siglos de los siglos.

Pero simplemente me encanta pensar, en que cuando él llega al Monte de los Olivos, porque he estado ahí de pie, tantas veces, en ese Monte de los Olivos, cuando él llega al Monte de los Olivos se parte, simplemente se parte. Y en Zacarías 14 dice, que el mar al frente, y el mar en la parte de atrás, el cual sería el Mediterráneo y el Mar Muerto, un canal se abre para que el agua pueda fluir libremente. Cuando estuvimos ahí se nos dijo que estaban tratando de escarbar un canal ahora, para traer agua del Mediterráneo, o un acueducto, una pipa, para traer agua del Mediterráneo para traer agua en el desierto. Bueno, si tan solo se esperaran podrían ahorrar mucho dinero, porque el Señor tiene el mismo plan. Es una planeación bastante buena para ser honesto con ustedes, porque es el plan del Señor.

Cómo puede ver, Isaías 35 dice que el desierto va a florecer como una rosa. Están tratando de cumplir Isaías 35 con un proyecto de construcción. Cuando el Señor venga, él parte el Monte de los Olivos, crea un valle, el Mediterráneo se vacía y termina en el desierto y en el verano y en el invierno hay agua por todo el desierto. Y debido a que el área del Mar Muerto es tan baja, se va a llenar y debe convertirse en un lago enorme. Y toda esa área va a tener suficiente agua para la irrigación, y nunca habrá un desierto en el milenio, en el reino. Un canal del Mediterráneo al desierto es simplemente una cosa, el león acostado con el cordero, los niños jugando con las serpientes venenosas, y no siendo mordidos, la gente viviendo por mucho tiempo, una tierra restaurada, eso es poder, eso es fortaleza.

Otra palabra clave: tristeza. Voy a tomar un momento para ver la palabra llorarán. “Entonces, todas las tribus de la tierra llorarán.” Cuando él venga habrá tristeza. Ya le dije acerca de la tristeza de los gentiles no salvos. En la mayoría de los casos, simplemente van a estar en terror total, simplemente van a clamar porque sean escondidos de esto, no van a arrepentirse en la mayoría de los casos, pero van a maldecir a Dios. Van a gritarle a Dios, van a blasfemar a Dios, dice en Apocalipsis. Y cómo Apocalipsis 18 dice, van a decir, “Oh, he aquí, aquí Babilonia, la cual es nuestro sistema mundano. Babilonia ha caído y no habrá más música, no habrán más grabaciones, no habrá más cintas que se toquen de música, no habrán más instrumentos que se toquen. La música de pronto va a detenerse por todo el mundo, debido a que el terror va a ser tan grande, el temor va a ser tan grande que no habrá canción que cantar.

Entonces, los gentiles van a llorar, pero los judíos también llorarán. Y Zacarías 12 dice que mirarán a aquel a quien traspasaron y que llorarán por él como, por, un unigénito. Se darán cuenta de que han perforado a su Mesías. Y después dice en Zacarías 13:1, “Una fuente, una fuente de limpieza les será abierta a ellos. Su redención se acercará.” Y yo creo que es en ese momento, cuando todo el trabajo de los 144 mil, y el fruto del evangelio eterno predicado por un ángel sobrenatural, se van a unir y en ese momento lo verán. Y es en ese momento que todo Israel será salvo, Romanos 11 dice. Todo Israel será salvo. Su redención se acercará, y llorarán porque han crucificado a su Mesías. Algunos llorarán para salvación, será tristeza piadosa que lleva al arrepentimiento.

Y después la última palabra, para la que tenemos tiempo el día de hoy: selección. Versículo 31, muy breve, selección. “Cuando él haya juzgado a todos y se haya llevado a cabo el lloro, el lloro de aquellos que están muriendo en el juicio eterno, el lloro de aquellos que se están arrepintiendo. Él enviará a sus ángeles. Los ángeles, por cierto, son los agentes de Dios que recogen, son aquellos que recogen a los hombres. En el capítulo 13 de Mateo, los encontramos en varias de las parábolas enviadas para congregar a personas para el juicio, para traerlas delante de Dios. En este caso no están congregando a la gente para juicio, los están congregando para la gloria.

Y mediante el sonido de una trompeta, el medio judío conocido de llamar a una reunión, llamar a una asamblea, la trompeta es tocada, los ángeles, los mensajeros de Dios van y reúnen a sus elegidos, los elegidos que han estado dispersos por todos lados durante el trabajo de los 144 mil que se está llevando a cabo por toda la tierra, y predicando. Estarán aquellos que han sido redimidos, y durante el evangelio predicado por el ángel eterno, estarán aquellos que han creído y todavía están por toda la tierra muchos de ellos, todavía escondidos por los terrores del anticristo. Y los ángeles van por todo el mundo para reunirlos de los cuatro vientos. Una expresión coloquial parecida a nuestra expresión de las cuatro esquinas, o cuatro rincones del mundo, norte, este, sur, y oeste. Y los reúnen de un fin del cielo al otro, otra manera de decirlo, de todos lados, nadie se queda afuera. El Señor envía a los ángeles para reunir a todos sus selectos, sus elegidos, selectos para su reino eterno. Y muchos se despertarán, yo creo que los cuerpos de los santos del Antiguo Testamento saldrán de la tumba para unirse con sus espíritus redimidos para entrar a la gloria de su reino eterno.

Entonces, el Señor congregará a su pueblo de todo el mundo para traerlos al reino. Esa es la descripción misma del Señor de su segunda venida. ¡Que acontecimiento tan tremendo! Ahora, los discípulos entendieron la señal, cuando vean al Hijo del hombre en el cielo. No vivieron para ver eso, y usted y yo, por la gracia de Dios si somos redimidos, seremos sacados con la iglesia. Realmente no me importa vivir en esta tierra para ver eso porque no me interesa pasar por la tribulación, prefiero estar con el Salvador, que estar aquí satisfaciendo mi curiosidad. Y si tengo tanta curiosidad por la tribulación, que cambia mi teología, estoy mal porque debería anhelar estar con Jesucristo.

Simplemente les digo esto a ustedes. Así es como todo va a terminar, no puede estar muy lejos. Y si ya estamos viviendo a siete años antes de que suceda, más vale que nos preparemos. Y si usted, o va a llegar a ese punto cuando usted esté con él en la gloria, cuando usted entre en su reino, o cuando usted o muera de un ataque al corazón y sea expulsado de su reino enviado al infierno eterno, como dice en el capítulo 25, “en dónde habrá el lloro y el crujir de dientes, y castigo eterno.” El mundo está cumpliendo el plan histórico de Dios, y usted se tiene que hacer la pregunta, ¿en dónde está? Digo, esto es algo serio. Su destino eterno está en juego, y esto es simplemente como va a terminar. ¿Va a ser usted parte del desastre aquí, o parte de la gloria allá? Es su decisión. Por la gracia de Dios, conforme el Espíritu de Dios inclina su corazón, oro porque usted responda al Salvador.

Inclinémonos en oración. Señor, te damos gracias por darnos tanta revelación. No tenemos que vivir en oscuridad, preguntándonos que va a pasar. Sabemos lo que va a pasar porque tú nos lo has dicho oh Señor, cuan responsables somos por vivir a la luz de esa eternidad. Que esperemos la aparición gloriosa del Señor y Salvador Jesucristo, esperemos el día cuando podamos estar con él, y no tener que vivir en temor de lo que pueda venir, porque rechazamos al Salvador cuyo único deseo es darnos su amor y gracia, perdón, paz, gozo, y bendición.

Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org 
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