Tenemos un privilegio tan grande conforme nos congregamos en el día del Señor, de estudiar la Palabra de Dios. Es fácil para nosotros olvidar ese privilegio, podemos dar por sentado la abundancia, la enseñanza bíblica a la cual estamos expuestos aquí en Grace. Cuando estoy lejos en otro lugar, conociendo otras personas que no tienen el privilegio que todos nosotros disfrutamos aquí con tantos maestros dados por Dios, me acuerdo cuan ricos somos y como debo estar agradecido con Dios, y nunca dar por sentado la maravilla de su gran Palabra gloriosa.
Y espero que conforme llegamos a la Palabra de Dios en cada día del Señor, haya en su corazón un sentido de expectativa, un sentido de gozo, un sentido de separación, por así decirlo. del mundo y de las cosas que nos rodean para que pueda usted concentrarse con todo su corazón en las cosas que el Espíritu de Dios quiera decir mediante la Palabra de Dios. Este es un privilegio alto y santo y sagrado, para nosotros. Y no es menos la Palabra de Dios que si el Señor mismo estuviera aquí para hablar, o si un apóstol o profeta aquí estuviera dando el mensaje. Ésta es la Palabra de Dios para nosotros, y lo oímos con gran gozo y corazones agradecidos.
Y la Palabra de Dios para nosotros esta mañana es de Mateo capítulo 24, versículos 32 al 35, ese es el siguiente pasaje en nuestro estudio continuo en este gran evangelio de Mateo. Quiero leerle el pasaje antes de que lo veamos en profundidad. Mateo 24 comenzando en el versículo 32: “De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.”
La esperanza de todo cristiano es la segunda venida del Señor Jesucristo. La Biblia dice que somos aquellos que aman su manifestación, somos aquellos que esperamos esa esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa del gran Dios y nuestro Salvador, el Señor Jesucristo. Somos aquellos que estamos esperando, Pablo dice, la gloria que será manifestada en nosotros. Estamos esperando la manifestación de los hijos de Dios, la liberación gloriosa de los hijos de Dios. Estamos esperando la redención del cuerpo.
Somos aquellos, dice el Nuevo Testamento, que esperamos la venida de nuestro Señor Jesucristo, el día cuando los santos juzgarán al mundo, cuando todos seremos cambiados, cuando la muerte será derrotada para siempre junto con el pecado, y entraremos en la presencia de Cristo como Pablo dice, como una virgen pura presentada a un novio. Anhelamos el día cuando estaremos ausentes del cuerpo y presentes al Señor, el día cuando él aparezca y seremos como él, porque le veremos como él es.
El tema de la segunda venida llena el Nuevo Testamento. Es la gran realidad que espera todo cristiano. Miramos hacia atrás a la cruz en dónde nuestras almas fueron redimidas, vemos hacia adelante a la segunda venida, cuando nuestros cuerpos serán redimidos y entraremos en la plenitud de nuestra salvación. Y como cristianos anhelamos el día cuando Jesús venga, porque es el día cuando Satanás será derrotado. Es en ese día cuando la maldición será levantada. Es en ese día cuando los santos serán glorificados, que Cristo será adorado, que la creación será liberada, y que el pecado y la muerte serán eliminados.
Y entonces, con gran expectativa esperamos la segunda venida de Jesucristo, y creemos que es un acontecimiento real, que sucederá de manera tan histórica como lo fue su primera venida, con un impacto tan amplio y glorioso. Y cuando pensamos en la segunda venida, podemos pensar en tantos, tantos pasajes de la Escritura, pero estamos en uno que realmente no tiene paralelos. Mateo 24 y 25 es el propio sermón de Jesús de su segunda venida.
Entonces, cuando nuestro Salvador mismo quiso hablar de su segunda venida, estos son los términos en los que él escogió hablar de ella. Y entonces, estamos encontrando maravilla, tras maravilla, conforme oímos al Salvador, conforme él habla a sus discípulos en el Monte de los Olivos, y les dice que este no es el fin, sino que él regresará en gloria y poder para establecer su reino.
Ahora, el sermón mismo es llamado el Discurso del Monte de los Olivos, porque fue dado por nuestro Señor ahí en el Monte de los Olivos. Es registrado por Mateo y Marcos y Lucas, debido a su importancia tremenda. Estamos viendo la perspectiva de Mateo, la perspectiva más larga, más detallada del Sermón dado por nuestro Señor. Y estamos aprendiendo tantas cosas maravillosas y emocionantes.
Ahora, hoy vamos a llegar a esta pequeña porción en la que nuestro Señor da la parábola de la higuera. Y creo que cuando acabemos usted va a ver el impacto tremendo y la importancia de esta parábola conforme es aplicada a su segunda venida. Pero para entenderla, tenemos que regresar un poco y entender en dónde estamos. No podemos nada más brincar y entrar al versículo 32.
Entonces, regrese al versículo 3, si es tan amable, del capítulo. Jesús se sienta con sus discípulos después de haber subido al Monte de los Olivos, lo cual debió habría sido un buen ascenso. Ha pasado todo el día en el templo dialogando con los líderes religiosos y el pueblo. Y Jesús ha dicho su palabra final al pueblo judío, en el versículo 39: “Bienaventurado el que viene en el nombre del Señor.” Y él introdujo su venida en gloria, y él introdujo su venida en poder, él introdujo su venida en el reino que fue prometida por los profetas de la antigüedad, y eso motivó el interés de los discípulos.
Y entonces, cuando llegaron a la cima del Monte de los Olivos, ellos le dijeron a él en privado, en el versículo 3: “Dinos”. Y están llenos de expectativa, ¿cuándo serán estas cosas? Y, ¿cuál será la señal de tu venida y del fin del siglo? Ellos quieren más información acerca de su venida, más información acerca de ese gran tiempo cuando el reine como Señor de señores, y Rey de reyes. Ellos quieren saber cuándo. Y quieren saber cuáles serán las señales.
Entonces, realmente hacen dos preguntas: ¿cuándo será? Y ¿cuáles serán las señales? Ahora, Jesús responde esas preguntas al revés. La segunda pregunta él la responde en el versículo 4 al 35, y hemos estado viendo esa segunda pregunta, ¿cuáles son las señales? La primera pregunta, ¿cuándo serán? Él comienza a responderla en el versículo 36 cuando dice, pero de ese día y aquella hora ningún hombre sabe. Y después procede a hablar de cuándo será. Pero estamos viendo la sección cuándo él responde a su pregunta, ¿cuáles son las señales? ¿qué es lo que buscamos para indicar que tú vienes en gloria?
Ahora, recuerde en primer lugar que él les respondió comenzando en el versículo 4, y hasta el versículo 14, al describir algunas señales generales que ocurrirían inmediatamente antes de su segunda venida. Y esas señales fueron llamadas en el versículo 8, “dolores de parto”. Son señales rápidas que vienen al fin de la edad del hombre, así como los dolores de parto llegan al fin de un embarazo, y resultan en el nacimiento del reino.
Entonces, él les dijo, “deben estar buscando todas estas señales.” Después en el versículo 15, él dijo: “Hay una cosa que señala el comienzo de los dolores de parto. Hay una cosa que dispara estas señales generales y es la abominación desoladora.” Recordará que vimos eso y es cuando el anticristo establecerá un ídolo de sí mismo en el templo, en el lugar santísimo en Jerusalén. Y él hará que el mundo entero lo adore. Esa es la abominación desoladora. Y eso comienza lo que el versículo 21 llama la gran tribulación en la que los dolores de parto se llevan a cabo.
Entonces dijeron: “¿cuál es la señal de tu venida?” Él dice: “Busquen la abominación desoladora. Y cuando la vean, corran, porque lo que sigue va a ser totalmente diferente de lo que el mundo jamás ha experimentado.” Y él describió los dolores de parto, las cosas intensas que vienen rápidamente que van a suceder sobre la tierra, hasta que finalmente el reino viene.”
Entonces, él les dio señales generales, y él les dio una señal que inicia todo, que comienza esas señales generales. Después él les dio la señal específica, en el versículo 29, él les dio la señal especifica en el versículo 29. “Inmediatamente después de la tribulación de aquellos dias, el sol se oscurecerá y la luna no dará su luz, las estrellas caerán de los cielos y las potencias de los cielos serán conmovidas.” Es la desintegración del universo. “Y después aparece la señal”, ahí está la señal. Quería una señal. Es esa señal. “Cuando veáis al Hijo del hombre en los cielos, entonces todas las tribus de la tierra estarán llorando y veréis al Hijo del hombre viniendo en las nubes del cielo con poder y gran gloria. Él enviará a sus ángeles y con gran sonido de una trompeta reunirá a sus escogidos de los cuatro vientos, de un fin del cielo al otro.”
Entonces él les dice: “¿Quieren una señal? Esperen los dolores de parto disparados por la abominación desoladora. Y cuando acaben, entonces viene la señal. Y la señal es el Hijo del hombre en el cielo. Todos los cuerpos celestes se habrán oscurecido. Es la oscuridad en el universo, y después aparece la señal del Hijo del hombre en gloria refulgente en el cielo viniendo para derrotar a los impíos, para congregar a los elegidos y establecer su reino. Eso es lo que deben esperar.”
Habiéndoles dado esas cosas, como indicadores, él sabe que en las mentes de ellos todavía tienen una pregunta. Cuándo todas esas señales comiencen, ¿cuánto tiempo tardará? ¿cuánto es que eso va a durar hasta que el reino sea establecido? ¿cuánto tiempo hasta que el Hijo de Dios reine como Rey de reyes y Señor de señores? ¿cuánto tiempo duran los dolores de parto? ¿cuánto tiempo va a pasar desde la señal en el cielo hasta el reino en la tierra? Entonces, para resumir y actuar como una transición para la pregunta del cuándo, él les da esta parábola y su explicación en los versículos 32 al 35. Y quiero que la vea. Es maravillosa. Y quiero que vea cuatro elementos, conforme se desarrolla.
En primer lugar, una analogía no complicada. Una analogía no complicada. Versículo 32. “Ahora, aprended de una parábola de la higuera. Cuándo su rama todavía está tierna, y produce hojas, sabéis que el verano está cerca.” Ahora, ahí hay una analogía no complicada. Espero que usted recuerde que las parábolas fueron dadas con el propósito de hacer que las cosas fueran claras para los discípulos. Por ejemplo, si usted regresa en su Biblia, por un momento breve, al capítulo 13 de Mateo, en Mateo capítulo 13, versículo 10 dice: “Y los discípulos vinieron y le dijeron: ‘¿Por qué les estás hablando en parábolas?’ Él les respondió y les dijo: ‘Porque a vosotros os es dado el conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no les es dado.”
Las parábolas entonces tuvieron un propósito doble. Las parábolas no explicadas escondieron la verdad. Las palabras explicadas hicieron clara la verdad. Ese fue el propósito doble de una parábola. Cuándo Jesús dio una parábola a la multitud o a los líderes religiosos, y nunca la explicó, fue una adivinanza para ellos. Cuándo él se las dio a los discípulos y la explicó, fue una ilustración que hizo que las cosas fueran mucho más claras. Entonces, él dice: “La razón por la que hablo en parábolas es para esconder cosas, entre comillas, los sabios y los prudentes de este mundo, y revelárselas a los niños.” Las parábolas explicadas se volvieron ilustraciones mediante las cuales las cosas fueron hechas claras. Las parábolas no explicadas son adivinanzas mediante las cuales las cosas son oscurecidas.
Y entonces, Jesús ahora le habla a los discípulos, y explica lo que él quiere decir exactamente para que para ellos la parábola se vuelva una ilustración viviente, haciendo la verdad muy, muy clara. Es una analogía no complicada. Ahora, cuando usted entiende que las parábolas para los discípulos fueron para que entendieran, no para confundirlos, entonces usted entenderá algo muy importante de las parábolas, no son difíciles de entender, no son complicadas. Son analogías no complejas para ilustrar una verdad simple.
Y entonces usted no tiene que tener una Biblia de estudio Ryrie para entender esta parábola, o una Biblia Scofield, o haber ido al seminario, o haber visto una tabla dispensacional. Usted básicamente puede estar en el mismo terreno que los discípulos estuvieron, y entender tanto como ellos, y aceptar y entender la simplicidad de una analogía no complicada. Creo que es tan importante decir eso, porque esta parábola en particular ha sido usada para expresar conceptos casi alegóricos, en lugar de conceptos analógicos. Y en lugar de ser una ilustración de algo, se vuelve una alegoría. Y al menos de que usted entienda los secretos de ello, usted ni siquiera puede entender lo que significa. Rechazamos el hecho de que es para complicar las cosas y creemos que es para hacer que las cosas sean muy claras.
Entonces, es una analogía simple, natural, que deben entender. Es una analogía de una higuera, lo cual ellos habrían entendido fácilmente. El lugar estaba cubierto de higueras. De hecho, en este día mismo en la mañana, según el capítulo 21, versículos 18 al 22 Jesús ya les había dado una lección a partir de una higuera, ¿no es cierto? Usted recuerda que él encontró una higuera con hojas y sin fruto y él les enseña lecciones acerca de la esterilidad, y lecciones acerca de la oración a partir de esa higuera. Él no fue el primer maestro que usó una higuera. Usted puede regresar al libro de Jueces, y encontrará en el libro de los Jueces en el capítulo 9, versículos 10 y 11, que ahí Jotam usa una higuera.
Usted puede regresar al libro de Oseas, en el capítulo 9 versículo 10, y ahí higos son usados para hablar de los patriarcas. Después en Jeremías capítulo 24, versículo 2 creo que es, Jeremías usa cestos de higos para hablar de personas buenas y malas. Y también Joel capítulo 1, versículo 6 y 7 usaron la ilustración de una higuera como una analogía de una lección espiritual. Usted encuentra en el libro de Apocalipsis que el universo se colapsa como higos cayendo de una higuera que ya está madura.
Entonces, lo común y corriente del árbol se prestaba a sí mismo para los profetas y los maestros a lo largo de la historia de Israel para usarlo como una ilustración de cierta verdad espiritual. Y el Señor hace simplemente eso aquí, como lo hizo al principio del día cuándo él maldijo a una higuera. Entonces, fue una ayuda de enseñanza común. Ahora, nuestro Señor quiere que ellos entiendan lo que él dice. Observe la palabra aprender. Él dice: “Aprendan una parábola.” En otras palabras, no solo escuchen, sino entiendan el mensaje. Y él usa la palabra manthano, la cual básicamente significa ‘aprender verdaderamente o genuinamente de tal manera que da lugar a un hábito.’ Es aprender algo profundamente, minuciosamente. Es usado inclusive para expresar la idea de adquirir un hábito. Entiendan el mensaje, que entre en profundidad en ustedes.
Pablo usa el miso verbo, por ejemplo, en Filipenses 4:11, en dónde él dice: “He aprendido sea cualquiera mi situación a estar contento.” Algo que él aprendió profundamente, algo que él no solo oyó sino algo que verdaderamente fue conocimiento habitual, y esa es la esencia de lo que él está diciendo. Quiero que entiendan esto, no quiero que lo olviden, quiero que lo entiendan claramente, y aquí está lo que quiero que aprendan. Es la parábola de la higuera, la analogía de la higuera, es el mensaje o lección que sale de esta ilustración simple. Y aquí está la historia: “Cuando su rama todavía es tierna y produce hojas, sabéis que el verano está cerca.”
Ahora, nadie puede malentender eso. Cuando usted ve una higuera produciendo hojas, sabe que el verano está cerca. ¿Qué significa eso? Es el tiempo para el fruto y la cosecha. En otras palabras, cuándo el árbol florece es primavera, ¿verdad? Realmente no es muy complejo. ¿Qué quiere decir cuándo la rama todavía es tierna? En esta época del año, cuando la savia comienza a fluir por esas ramas, se vuelven algo hinchadas y tiernas, conforme la vida comienza a pulsar y empieza a dar lugar a la rama en forma de una hoja, hay una ternura en el árbol. Hay una necesidad de cuidar con mucho cuidado de ese árbol, en ese periodo de tiempo, y entonces a eso se refiere.
Cuándo su rama es tierna, porque es suave está llena de sabia y empuja sus hojas, usted sabe que es la primavera. Y la primavera significa que el verano está cerca. Y el verano significa cosecha, el verano significa cosecha. Y cuándo el Señor, en el evangelio de Mateo habla de cosecha, él está hablando del tiempo cuando él viene a separar lo bueno de lo malo. Cosecha, en el evangelio de Mateo, habla de juicio, habla de la venida del Señor a enfrentar lo bueno y lo malo.
Regrese a Mateo capítulo 3 y usted verá eso. En el mensaje de Juan el Bautista él dijo, versículo 11, que él vino “a bautizar con agua para arrepentimiento; pero el que viene después de mí”, él dijo, refiriéndose a Cristo, “es más poderoso que yo, cuyo calzado no soy digno de llevar, él los bautizará con Espíritu Santo y fuego.” Y el fuego que tiene en mente es el fuego de juicio. Es referido a esto en el versículo 10, es el tipo de fuego de juicio cuando un árbol que no tiene fruto es cortado y arrojado al fuego. Y en el versículo 12 dice que: “su aventador está en su mano, y él limpiará su era.” Y usaban un aventador para aventar el grano al aire, y la cizaña era llevada por el viento, y el grano caía al piso otra vez. El Señor va a dividir lo bueno de lo malo, y va a quemar la cizaña con fuego que no se apaga.
En otras palabras, aquí Juan el Bautista ve una cosecha, y él ve la cosecha como el tiempo en el que Dios separa la maldad, lo malo, y lo quema, y se queda con lo bueno, y lo lleva al granero por así decirlo, el granero de su propio reino. En Mateo capítulo 9 encontramos otra vez esta referencia a la cosecha. El Señor ve en el versículo 36, a la multitud. Él es movido por la compasión de ellos, porque están cansados. Ellos están literalmente flagelados, literalmente han sido abusados por sus pastores falsos y están dispersos como ovejas que no tienen pastor. Y él les dice a sus discípulos: “La mies es mucha, más los obreros pocos. Rogad pues al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.”
En otras palabras, Dios va a juzgar al mundo, y Jesús ve con compasión a la cosecha entera, por así decirlo, un campo entero de hombres moviéndose hacia el juicio. Y él desea que algunos sean enviados a advertirles acerca del juicio inminente cuando Dios separará a los justos de los injustos. En Mateo 13, observe también el versículo 30, y aquí es dada la parábola del trigo y la cizaña. Él dice en el versículo 30 que el trigo y la cizaña se les permite crecer juntos hasta la cosecha. “Y en el tiempo de la cosecha diré a los segadores, recojan primero la cizaña y amárrenla para quemarla. Y recojan el trigo para mi granero.”
Y de nuevo, la cosecha es vista como un tiempo de distinción, un tiempo para distinguir, un tiempo de juicio, y un tiempo para quemar, de parte de aquellos que son malos; recompensa para aquellos que son buenos. Por cierto, eso es explicado en el versículo 40, “la cizaña es recogida y quemada en el fuego, así será en el fin del siglo.” Versículo 41, “el Hijo del hombre enviará a sus ángeles, recogerán de su reino todas las cosas que tropiezan, y aquellos que hacen iniquidad y los arrojarán a un horno de fuego. Y ahí será el lloro y crujir de dientes.” Ahora, en todos esos incidentes en el evangelio de Mateo, en dónde usted ve una cosecha, es un tiempo de compensar a aquello que es bueno, y quemar y castigar aquello que es malo.
Entonces, lo que el Señor está diciendo es muy simple, en esta analogía no complicada. Cuando vean las hojas saliendo en la primavera, saben que la llegada del verano se acerca y pronto habrá una cosecha. Y debido a que ellos percibirían la cosecha como la segunda venida, la venida del juicio de Dios, fácilmente entenderían la intención de lo que el Señor está diciendo. Entonces, la analogía no complicada lleva en segundo lugar, a una aplicación inequívoca. Una aplicación inequívoca, versículo 33: “Así también vosotros”, él dice, “cuando veáis todas estas cosas, sabed que está cerca, a la puerta.”
Ahora, al decir, “Así también vosotros”, él une la parábola o la analogía, la aplicación. “Cuando vean todas estas cosas.” Y alguien dice: “¿Cuáles son todas estas cosas?” Y la respuesta es: “Todas estas cosas”. Dice usted: “¿Cuál es el antecedente de todas estas cosas?” Bueno, es todas las cosas de las que él acaba de hablar. ¿Cuáles son todas esas cosas? Los dolores de parto, los versículos 4 al 14; la abominación desoladora, del versículo 15; la necesidad de huir debido a la gran tribulación, en los versículos 16 al 28.
Entonces, los dolores de parto, la señal del comienzo de los dolores de parto, las calamidades que vienen sobre la tierra, la confusión sutil de aquellos que claman: ‘el Mesías está aquí. El Mesías está allá’; la corrupción pecaminosa como un cadáver que va a ser comido por las aves; y después la señal del Hijo del hombre en el cielo, conforme el cielo se oscurece y el Hijo del hombre aparece en toda su gloria. Todas estas cosas, él dice. Cuando vean todas estas cosas, es como el árbol que está produciendo hojas, y saben que está cerca. Y alguien dice: “¿Qué es? ¿acaso él no nos dice que es?” Sí lo hace.
Y Lucas, al registrar el mismo discurso del Monte de los Olivos fue especifico, más específico que Mateo en este punto. Y Lucas registra esto en el capítulo 21, versículo 31: “Entonces, cuando veáis estas cosas sucediendo, sabed que el reino de Dios está cerca.” Entonces, pueden escribir en el margen de su Biblia que se refiere al reino de Dios. Ese es el reino de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Es el fin del día del hombre, es el comienzo del día de Dios. “Sabed que el reino de Dios está cerca.”
El reino milenial de Apocalipsis capítulo 20, versículos 4 y 5, se tiene en mente aquí cuando Jesucristo reina con sus santos redimidos durante mil años sobre la tierra, y Satanás está atado. El reino glorioso prometido a Israel cuando Israel regresará a su tierra, y será preservada de todos sus enemigos, y se volverán los siervos del Altísimo Dios. El tiempo cuando los gentiles, diez a la vez tomarán la túnica de un judío y el judío los llevará a Dios para que conozcan al Dios verdadero. Es el tiempo prometido por todos los profetas de la antigüedad, ese gran reino.
Entonces, lo que él está diciendo es: “Cuando vean todas estas cosas, cuando vean todos los dolores de parto, y todas las señales, y la señal definitiva del Hijo del hombre en el cielo, sepan que está cerca. Tan cerca que está tocando la puerta.” Es la metáfora que es usada. Debe ser el fin mismo. Y después en el versículo 34, añadiendo una aplicación inequívoca: “De cierto os digo.” Eso es para enfatizar, para enfatizar la importancia y veracidad de la afirmación. “Esta generación no pasará hasta que todas estas cosas sean cumplidas.” Esta generación no pasará hasta que todas estas cosas sean cumplidas.
Pero la pregunta viene inmediatamente en este punto. ¿De que generación está hablando él? ¿Qué generación no va a pasar? Bueno, pasar significa ‘morir’, ‘llegar a un fin’. La generación no llegará a un fin hasta que todas estas cosas sean cumplidas. ¿Qué generación? Pregunta muy importante. Y hemos tenido muchas respuestas diferentes. Permítame ver si puedo filtrar esto hasta la respuesta, que creo que es la respuesta correcta. ¿Qué generación?
Aquí hay algunas de las opciones. Algunos sugieren que esta generación se refiere directamente a los discípulos, que lo que él está diciendo es: “Ustedes discípulos no morirán antes de la segunda venida. Ustedes no morirán, antes de la segunda venida.” Dice usted; “Pero eso no es verdad.” Correcto. Y esas personas que se aferran a esa postura dicen que Jesús estaba equivocado. Fue una buena adivinanza, pero él estuvo equivocado. Bueno, no nos debe sorprender que él estaba equivocado porque él inclusive admitió, dicen en Marcos 13:32, que el día ni la hora nadie conoce, ni siquiera el Hijo del hombre.
Entonces dicen que Jesús inclusive confesó su propia ignorancia. Escuche, Jesús confesó ahí que en su encarnación él dijo que él no sabía. Él escogió no tener ese conocimiento, pero una cosa es escoger no tener conocimiento, y es algo más propagar algo que no es verdad. Y Jesús en su encarnación pudo haber refrenado su conocimiento, pero él no perdió su conexión con la verdad. Esa es una postura inaceptable. Y si Jesús estaba equivocado en esto, acérquense al garfio del cielo más cercano, porque hay una buena posibilidad de que él estuvo equivocado en muchas otras cosas también. Rechazamos esa postura totalmente.
Jesús no está equivocado. Él no presentó un error, él no está propagando ignorancia en absoluto. En su encarnación, él colocó límites auto-impuestos en elementos de su propia deidad, y la expresión de su conocimiento divino. Pero en ningún punto en el tiempo jamás salió algo de su boca que no fue absolutamente verdad. Y no hay razón para creer que esta generación significa este pequeño grupo de discípulos, porque si eso es lo que él quiso decir, él pudo haber dicho, ustedes no pasarán hasta que todas estas cosas sean cumplidas.
Hay otra postura, entonces, esa es una postura inaceptable. La postura número dos es que se refiere a los discípulos, pero de lo que él está hablando aquí que va a ser cumplido, fue la destrucción de Jerusalén en el 70 d. C. En otras palabras, dicen, todo este capítulo trata del 70 d. C. que no describe la segunda venida. Y, por cierto, esta es una postura popular y muchos de los comentaristas que usted lee proponen esta postura, que todo esto es una descripción de la destrucción de Jerusalén en el 70 d. C y que Jesús está diciendo: “Van a estar ahí, esta generación en este momento, ustedes discípulos y la gente de su época va a estar aquí en el 70 d. C. cuando todo esto pase.
Esa es también es una postura inaceptable porque usted no puede confundir la destrucción de Jerusalén por parte de los romanos, en el 70 d. C. con la segunda venida de Jesucristo. Y no le están preguntando acerca de la venida de los romanos, están preguntando acerca de la venida de Cristo. Cuando dijeron en el versículo 3: ¿cuál será la señal de tu venida? No preguntaron, ¿cuál es la señal de la venida de los romanos? Y cuando él les respondió el respondió la pregunta de ellos. Y su pregunta tuvo que ver con su venida. Además, no hay manera bajo el sol en la que usted pueda encajar todos estos acontecimientos en el 70 d. C. ¿Cuándo en el 70 d. C. por ejemplo se oscureció el sol, la luna no dio su luz, las estrellas se cayeron del cielo, y el Hijo del hombre apareció en el cielo congregando a los escogidos de los cuatro rincones de la tierra? ¿Cuándo en ese tiempo en particular, acaso todas las tribus sobre la faz de la tierra lloraron? No hay manera. Absolutamente imposible.
Y en el 70 d. C fueron los romanos contra los judíos. No fue nación levantándose contra nación, y reino levantándose contra reino, ni terremotos y pestes por todo el mundo. No. Es imposible. No puede referirse al 70 d. C entonces también esa es una postura inaceptable. Y por cierto, la gente que quiera que se refiere al 70 d. C simplemente hace que todo eso sea simbólico. Simplemente dicen: “Bueno, pareció a los judíos que era así de malo. Pareció para ellos en una especie de manera hiperbólica así fue de amplio. Entonces, esa es una postura inaceptable.
La tercera postura es que se refiere a la raza judía. Se refiere a la raza judía. Que cuando él dice, cuando dice: “Esta genea” él se podía referir a un tipo, raza, de pueblo. Eso es verdad, él está diciendo: “Esta generación de judíos. Este pueblo judío no morirá hasta que todas estas cosas se cumplan.” En otras palabras, él está prediciendo la supervivencia y continuidad de la raza judía hasta la segunda venida. Ahora, eso es verdad, los judíos sobrevivirán hasta la segunda venida y no me gustaría entrar en un rincón y pelear con un hombre por esta postura, francamente no me gustaría entrar en un callejón y pelear con un hombre por nada, pero ciertamente no por esta postura.
Pero de nuevo, esa no es una buena interpretación aquí por un par de razones. Una razón que viene a mi mente es que no dice Israel. Y si el Señor estuviera hablando de Israel me parecería que él diría eso. Digo, sería una manera rara de referirse al pueblo del pacto, simplemente al llamarlos esta generación, en lugar de decir mi pueblo. Me parecería que él hubiera dicho mi pueblo no pasará hasta que todas estas cosas sean cumplidas. Llamarlos esta generación parece ser una manera más bien indiferente de hablar del pueblo del pacto. Y porque, inclusive molestarse por decir que van a sobrevivir hasta el reino, cuando ni siquiera fue una pregunta en la mente de los discípulos, ¿verdad?
Digo, ellos creían en la supervivencia de Israel, porque ellos creían en la naturaleza eterna de los pactos, ¿verdad? Digo, ellos creían que Dios hizo pactos que Él quería guardar, entonces, ni siquiera estaba preguntando, ¿acaso Dios nos da va a dejar en todo esto? Eso no está en su mente aquí. Ellos solo quieren saber cuándo va a venir. ¿Por qué entonces el diría, bueno, ustedes entonces los judíos van a sobrevivir hasta ese entonces? No tiene que ver con el asunto. Entonces, es posible, esa postura es posible, es posible pero no es la que yo escogería.
Hay una cuarta postura, y es que la genea, o esta generación significa a tipos de personas que rechazan a Dios y rechazan a Cristo. En otras palabras, los tipos de personas que me rechazaron a mí, el tipo de persona con las que hemos estado hablando todo el día en el templo, que odian lo que yo represento, este tipo de persona religiosa, farsantes que odian a Dios, que rechazan a Cristo van a estar existiendo hasta la segunda venida. Que se está refiriendo a eso. Que va a haber una continuidad de personas malas que rechazan a Cristo. Genea puede significar eso. Es usada por ejemplo en el Antiguo Testamento griego, la versión Septuaginta, para la palabra “puerta” en hebreo, la cual algunas veces es traducida esta generación mala, o esta generación justa.
Entonces, dicen que significa “esta generación mala va a existir hasta que Jesús venga, entonces no esperen que las cosas mejoren, siempre van a haber personas miserables que aborrecen a Dios, que rechazan a Cristo entre la raza judía, y en todos lados hasta la segunda venida. De nuevo, esa es una postura posible, esa es una postura posible, pero es vaga y parece que no es coherente con el texto ni con el punto que está en los corazones y mentes de los apóstoles. No están preocupados porque la gente mala va a sobrevivir hasta la segunda venida, están preocupados por cuándo va a pasar y cuando son las señales.
Hay una quinta postura y probablemente esta es a la que usted ha estado expuesta, y es esta, que la higuera es Israel, y por cierto eso no dice eso tampoco en la Escritura, simplemente dice, aquí está una ilustración de una higuera. Alguien dice que la higuera es Israel, Jesús no dijo eso, entonces usted ha detenido la analogía y usted tiene alegoría. Y usted tiene que decirnos a que se refieren los elementos de la alegoría. Entonces decimos que la higuera es Israel, y cuando produce sus hojas, he oído que ese es el estado, el establecimiento del estado de Israel en 1948. Ahora, ¿ha escuchado usted esa postura? Muy bien, en cierta manera es una postura popular, que cuando Israel se convierta en estado, bueno, en primer lugar, Jesús no dijo, y ¿cómo es posible que los discípulos habrían llegado a percibir el establecimiento del estado de Israel en 1948, está bastante lejano de esto.
Y usted tiene que recordar esto, Jesús está ilustrando para ellos las cosas que les está enseñando, él está tratando de aclarar lo que les ha enseñado. Él no está tratando de decirles algo que es tan infinitamente oscuro que nunca será percibido por nadie que vivió antes de 1948. Además, ¿cómo podemos concluir que la vida que está pulsando en la higuera, empujando las hojas es el establecimiento del estado de Israel? Ciertamente si estamos pensando, si lo usáramos de esa manera habría que tenido que ser si el árbol fuera Israel y comenzara a producir hojas, supondríamos que sería vida entrando en Israel, ¿verdad? Y vida entrando en Israel sería espiritual, no física. E Israel, aunque está viva hoy, es una de las naciones más seculares sobre la faz de la tierra.
Entonces, no produce una buena alegoría del avivamiento espiritual de Israel. Y, ¿por qué es que el Señor hablaría solo del establecimiento del estado de Israel como si fuera vida espiritual pulsando por la nación? Y, ¿quién va a decir que la higuera se refiere a ellos, de cualquier manera, cuando el contexto no tiene nada que ver con la supervivencia o restauración de Israel, sino que tiene que ver con la segunda venida de Jesucristo? Entonces, creo que esa también es una postura inaceptable, aunque es imaginaria. ¿Qué queda? Mi postura.
Ahora, mi postura es, usted sabe y entré a esto con una mente abierta, porque usted sabe he pensado mucho en estas cosas, y simplemente estaba leyendo. Me parece tan claro lo que él estaba diciendo, cuando la rama está tierna y produce hojas saben que el juicio está cerca. Entonces, cuando vean todas estas cosas, todas, ¿qué cosas? Las hojas. Y, ¿qué son las hojas? Los dolores de parto, ¿verdad? la señal en el cielo, las señales que lo acompañan, todas estas cosas que él ha estado describiendo a lo largo del capítulo entero, cuando vean todas estas cosas, ustedes saben que el juicio está cerca, y esta generación, ¿qué generación?
El “ésta”, tiene que modificar a las personas que ven todas estas cosas. Esta generación que ve todas esas cosas, no terminará hasta que el resto sea cumplido. En otras palabras, lo que él está diciendo, se está preguntando cuánto va a tardar eso y cuando veremos la señal, o la abominación desoladora, y comiencen a ver los otros dolores de parto y de pronto la señal del Hijo del hombre en el cielo, cuánto va a tardar eso; y lo que él está diciendo, la generación que vea todas estas cosas, no morirá hasta que todo sea cumplido.
En otras palabras, él está enfatizando de nuevo el concepto de empujar o producir una hoja. Cuando ven la hoja, ustedes saben que el verano está cerca, el verano está cerca, ese es el punto, o la idea de los dolores de parto. Los dolores de parto vienen rápidamente al final, apenas antes del nacimiento. Entonces, si ven la hoja saben que van a estar vivos en el verano. Si ven los dolores de parto, saben que van a estar vivos en el nacimiento. La generación que esté viva, la generación que vea éstas cosas, la generación que experimente los fenómenos de señales y maravillas en el tiempo final, no morirá hasta que todas estas cosas sean cumplidas.
En otras palabras, cuando venga, vendrá rápido. De hecho, aprendimos que es un período de siete años llamado el tiempo de aflicción de Jacob, pero el período de tribulación real ¿dura cuánto tiempo? Tres y medio años, 1260 días, o 42 meses, y eso es reiterado una y otra vez por Daniel y Juan. Es un período de tiempo muy intenso, condensado, y la generación que esté viva cuando comience, todavía va a estar viva cuando termine, porque básicamente dura solo poco más de tres y medio años, y eso es lo que él está tratando de decir.
Observe de regreso al versículo 15, por ejemplo: “Cuándo vean la abominación desoladora”, versículo 16: “entonces, corran a los montes.” Y él dice: “Corran”, versículo 21, ¿por qué? porque una gran tribulación viene sobre la tierra. Sálganse de ahí lo más rápido que puedan salirse. Y el punto es que va a venir rápidamente y de manera furiosa, y va a ser terminado por la señal del Hijo del hombre en el cielo, porque dice en el versículo 29, inmediatamente después de ese período de tres y medio años, el cielo comienza a caer y el Hijo del hombre aparece, y él está listo para establecer su reino. Y él simplemente resume eso de manera tan hermosa.
Entonces, él dice: “Aquellos de ustedes que vean las señales, verán el fin.” ¿Lo entienden? Eso creo yo, es la explicación más simple, inequívoca de lo que nuestro Señor dijo, en un esfuerzo por aclarar las cosas. Cualquier otra cosa, no es clara. Eso es extremadamente coherente con el contexto. Y, por cierto, eso no trata de manera impropia el texto griego, el asunto de hautê (αὕτη) y sus antecedentes está completamente cubierto. Ahora, quiero hacer esta pregunta: ¿quién es ésta generación? ¿qué generación estará viva en ese entonces? ¿qué generación estará viva para ver estas señales?
Ahora, entre cristianos hay dos posturas, algunos dicen que la iglesia estará ahí. Esa es una postura post-tribulacional. En otras palabras, seremos sacados del mundo después de la tribulación. Entonces, veremos todas estas cosas, lo viviremos, algunos de nosotros seremos matados en el proceso, todavía iremos al cielo, pero seremos matados. Algunos de nosotros sobreviviremos, pero pasaremos por ella, y seremos raptados post-tribulacional y subiremos y nos encontraremos con el Señor en el aire, y bajaremos para el reino. Es como una especie de subir y bajar rápido, es una especie de subirte a un juego en Magic Mountain. Simplemente subes y bajas. Muy bien, otros creen, otros creen que en un rapto pre-tribulacional, esto es antes de todo esto, somos sacados y pasamos el tiempo con el Señor, y regresamos al fin de los siete años.
Ahora, algunos años atrás hice una serie, “Pasará la Iglesia por la Tribulación”, y usted puede escuchar la explicación más completa, pero permítame tan solo darle por este momento una razón o dos por la que creo que no estaremos ahí. No seremos esa generación, esto es, la iglesia redimida. Algunos de ustedes quizás, que no conocen al Salvador, porque no se irán en el rapto, serán esa generación que verá todas estas cosas. Y dependiendo si son salvos o no, o cuánto conocen ustedes de la Biblia, van a saber lo que está pasando, o no van a saber lo que está pasando. Pero la iglesia, creo yo, no estará ahí. Creo que la iglesia será sacada. Creo que seremos sacados. Y le voy a dar algunas razones. Simplemente se las voy a dar rápidamente, no es mi intención entrar en muchos detalles en esto.
Razón número uno: La iglesia en el libro de Apocalipsis aparece en el capítulo 2, y capítulo 3. De hecho, es el tema del capítulo 2, y el tema del capítulo 3. Y nuestro Señor le habla a la iglesia y purifica a la iglesia, y les escribe cartas a la iglesia, y mensajes a la iglesia. Y después termina esa sección entera, al final del capítulo 3 con la idea de que él está tocando a la puerta, esperando venir. Usted entra al capítulo 4, y la iglesia está en el cielo. La iglesia está en el cielo en el capítulo 4. Y la iglesia está en el cielo en el capítulo 5.
Capítulo 6, la tribulación comienza en la tierra, y del capítulo 6 al 18, la historia entera de la tribulación nunca se menciona la iglesia. Ni siquiera una mención de ninguna iglesia local. O como la iglesia debe actuar. La palabra iglesia no está ahí. Entonces, la ausencia de la iglesia, de Apocalipsis 6 al 18, me parece ser algo más bien significativo, especialmente cuando han estado en la tierra en el 2 y 3, y están en el cielo en el 4 y 5.
Otro punto, hay una ausencia absoluta de literatura en el Nuevo Testamento, para instruir a la iglesia en como soportar la tribulación, acerca de cómo conducirse a sí misma en la tribulación. La iglesia no es mencionada en Mateo capítulo 24, como tal. Y es un grupo excepcional de personas, desde Pentecostés hasta el rapto, de lo que estoy hablando. En un sentido, en un sentido más grande, todos somos parte del pueblo redimido de Dios, pero la iglesia como tal no es mencionada aquí en Mateo 24, y no hay advertencias dadas a nosotros acerca de la tribulación y cómo enfrentarla y cómo vivir en medio de ella, como enfrentar al anticristo, y cómo lo debe hacer como iglesia y demás. De hecho, la única iglesia que pueden encontrar durante ese período es llamada “La ramera de misterio. Babilonia, la prostituta”, la iglesia falsa que debe ser destruida.
En tercer lugar, el rapto me parecería ser absolutamente algo sin sentido. El rapto es descrito en 1 Tesalonicenses 4, en dónde somos arrebatados para estar con el Señor en el aire, y para estar para siempre con el Señor.” Eso me parece no tener sentido si sucede en la segunda venida. ¿Por qué molestarse en subir y venir de regreso hacia abajo inmediatamente después? Digo, si él está viniendo a la tierra, y con sus santos a reinar y gobernar, ¿porque él no simplemente desciende y nos vamos a encontrar con él aquí cuando él llega aquí? ¿Cuánto tiempo le toma a él venir de allá arriba abajo? ¿Cuál es el punto? Elimina el punto del rapto. ¿Por qué es que Pablo enfatiza este punto tan fuerte acerca del rapto, si es lo único que es, y eso es todo?
Ahora, permítame hacer otra pregunta. ¿Si todos los creyentes son arrebatados en la segunda venida y regresan con él, quién se queda vivo en la tierra para poblar el reino? En otras palabras, cuando el Señor venga, la Biblia dice que él va a destruir a todos los impíos. Y si él desciende y arrebata a todos los redimidos, todos los redimidos son arrebatados, todos los no redimidos son destruidos, nadie queda en la tierra para poblar el reino, excepto por seres espiritualmente glorificados. Y la Biblia dice que nacerán hijos durante el reino. ¿Y quién va a tener esos niños? Sabe una cosa, tiene que haber personas ahí. Tiene que haber personas que están entrando porque van a producir una generación entera. Van a producir una población entera, muchos de los cuales ni siquiera van a creer y van a comenzar una rebelión al fin. ¿Se acuerda de eso en Apocalipsis?
Entonces, alguien tiene que estar vivo, pero si el rapto ocurre al mismo tiempo que la segunda venida, entonces todos los redimidos salen, y todos los no redimidos son destruidos y nadie queda para poblar el reino. Y después un par de pasajes de la Escritura que creo que son importantes, Apocalipsis es uno, Apocalipsis capítulo 3, versículo 10 creo que puede ser el más importante. En Apocalipsis 3:10 dice de aquellos que son los redimidos. “Porque has guardado la palabra de mi paciencia”, esto es, obedecido la palabra de Dios, el evangelio; “también te guardaré afuera”, creo que es la mejor manera de traducir tro ek (τρο ἐκ), “mantenerte afuera de la hora de la tentación.”
Y él no está hablando de alguna prueba que viene sobre la iglesia en Filadelfia, o algún asunto local, sino, “te mantendré afuera de la hora de tentación que vendrá sobre todo el mundo para probar a aquellos que moran sobre la tierra.” Creo que esa es una promesa para aquellos que han guardado la palabra de Dios, por fe en Cristo, de que serán rescatados de ese período de tiempo, y literalmente lo que tro ek significa es un estado de existencia continua, fuera. No es que seremos sacados en medio de ella, como una postura medio-tribulacional podría decir, no es que seamos guardados en ella, y mantenidos protegidos de ella, es que seremos mantenidos en una condición afuera de ella. Eso es lo opuesto a tro en lo cual significa existir “dentro de”. Esto significa existir “afuera de”, ser mantenido afuera.
Entonces, creo que seremos mantenidos afuera de eso. En Juan 14:3 dice que cuando Jesús se fue, él se fue a preparar un lugar para nosotros, “para que yo regrese y los reciba para mí mismo, para que puedan estar conmigo” ¿verdad? “Para que dónde yo esté vosotros también estéis.” Entonces el punto, dice él, “Yo estoy preparando un lugar para ustedes.” No puede ser aquí abajo, ¿verdad? No está aquí. Él está preparando un lugar en la casa del Padre que está ahí arriba en la gloria, “y voy a regresar para recibirlos para mí mismo, para que dónde yo estoy ahí también ustedes estén.”
Ahora, lo que eso me dice es que él no va a bajar aquí para estar dónde nosotros estamos. Él nos va a llevar adónde él está. Entonces, si usted tiene un rapto post-tribulacional, él simplemente nos ha llevado a la mitad, nos coloca de regreso y venimos adónde estamos. ¿entiende lo que estoy diciendo? Entonces, el punto de Juan 14 es que él preparando un lugar para que nosotros estemos dónde él esté. Y ahí es adónde vamos en el rapto, y permanecemos ahí durante esos años hasta que regresemos para la gloria del reino, y todo lo que promete.
Hay muchas otras razones. Creo que la naturaleza de la iglesia es única. Creo que nació en Pentecostés, no existió antes de eso, y en el rapto hay un sentido en el que esa parte de la comunidad redimida de Dios, está auto contenida y sacada de la tierra, y que el tiempo de la tribulación es llamado el tiempo de aflicción para Jacob. Es particularmente para Israel que Dios regresa para tratar con ellos. Es como Romanos 11 dónde Israel fue cortado y la iglesia fue injertada, pero él dice, “no se enorgullezcan demasiado, porque tiempo vendrá cuando ustedes serán cortados, Israel será otra vez injertado.” Creo que Dios va a regresar para tratar con Israel, es la 70ª semana de Daniel, no estuvimos en las primeras 69 y porque vamos a estar en la 70ª.
Entonces, es un tiempo para que Dios trate con Israel. La distinción de Israel, la naturaleza de la iglesia, creo, los aparta. Y entonces, no estarán en ese periodo de tiempo. No estaremos en él. Ahora también, ¿alguna vez ha pensado en el hecho de que Pablo le escribió a los tesalonicenses, y que estaban todos enojados porque algunos cristianos murieron y pensaban que se habían perdido el rapto? Pensaban que se habían perdido la segunda venida, habían muerto y entonces les escribe, y les dice: “No se entristezcan por las personas que duermen, y no se entristezcan porque cuando el rapto venga, ustedes no lo precederán, ¿verdad? Los muertos en Cristo”, ¿qué? “resucitarán primero.” Como puede ver estaban preocupados. Oh, esos, esas personas queridas han muerto, y se lo van a perder.
Él dice: “No, no, no, no, no, no, noooo. Pero miren, si la iglesia cristiana está esperando la tribulación y no el rapto, entonces habrían estado tristes porque estaban vivas. Habrían invertido su problema y habrían dicho: “Oh, esos queridos santos, suertudos, que han muerto. Digo, ya están con el Señor. Vamos a tener que pasar por la tribulación.” ¿Se da cuenta? Pero como puede ver estaban esperando algo que era gozoso, y se sentían mal porque personas murieran y se lo perdieran. Lo cual me prueba que no estaban esperando al anticristo, estaban esperando a Cristo. No estaban esperando la tribulación, estaban esperando la gloria, y eso es coherente con la esperanza cristiana. La esperanza bienaventurada no está esperando al anticristo, ¿verdad? Sí, esperamos la manifestación gloriosa del anticristo. No, no, no, no, no, estamos esperando a Cristo.
Bueno, esas son unas cuantas razones. En el rapto la iglesia se reúne con Cristo en el aire, en la segunda venida Cristo regresa a la tierra con la iglesia. En el rapto el Monte de los Olivos no es tocado, en la segunda venida es partido a la mitad. En el rapto los santos vivos son llevados, en la segunda venida ningún santo es llevado. En el rapto el mundo no es juzgado y el pecado empeora, en la segunda venida el pecado es juzgado y el mundo mejora. En el rapto el cuerpo va a al cielo, en la segunda venida viene a la tierra. El rapto es inminente, podría suceder en cualquier momento, la segunda venida tiene señales muy distintivas, ¿no es cierto? Y el rapto solo tiene que ver con los salvos, y la segunda venida tiene que ver con los salvos y los no salvos. Todo eso para decir que el rapto y la segunda venida son dos cosas diferentes, con un período de tiempo entre ellos.
Entonces, esta generación se refiere a las personas que esté vivas en ese tiempo, que no fueran llevadas en el rapto, porque no conocían al Salvador, entonces serán judíos y gentiles. Pero durante el tiempo de la tribulación, ¿qué sucede? Dios toma a 144 mil judíos, según Apocalipsis 7, dan testimonio por todo el mundo, judíos son salvos, gentiles son salvos, de tal manera que ni siquiera pueden ser contados. Entonces, usted tiene un grupo redimido y un grupo no redimido, y ese grupo no redimido y redimido de judíos gentiles que no se habrán ido en el rapto debido a que su salvación vino después de esa, o nunca han sido salvos, ellos son la generación que verá estas cosas cumpliéndose y cuando comiencen a ver que se empiezan a cumplir no morirán hasta que todas esas cosas sean cumplidas. Creo que eso es lo que él está diciendo.
Ahora, veamos una alteración sin precedentes y concluyamos con el versículo 35. Una analogía no complicada, una aplicación inequívoca, y después una alteración sin precedentes, versículo 35. “El cielo y la tierra pasarán”. Deténgase en ese punto. Esa es una afirmación clara, punto y aparte. Es una afirmación tremenda, increíble. El cielo y la tierra no pasarán. Usted ve la señal del Hijo del hombre en el cielo y han visto el colapso de los cuerpos celestes, todo está moviéndose hacia el caos, y aprendimos, ¿no es cierto? de regreso en el versículo 22, que Dios va a cortar las horas de luz en el día durante el día, el calendario entero enloquece, las mareas enloquecen, y el resumen de esto está en el versículo 35, el cielo y la tierra llegarán a su fin. Como lo conocemos el cielo y la tierra terminarán, la tierra que conocemos cesará.
Ahora, de manera exacta todo lo que eso incluye es muy, muy difícil de entender para nosotros. Hemos leído gran parte de Apocalipsis, y muchas cosas escritas por Isaías el profeta, y otros. Entonces, sabemos que el cielo y la tierra van a pasar como los conocemos, y en su lugar va a venir una nueva creación, una nueva creación.
Finalmente, Jesús dijo esto: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras”, ¿qué? “no pasarán.” Esa es una autoridad incambiable. Y él cierra la parábola, con una autoridad incambiable. Mi palabra no pasará. En Lucas 16:17, él dijo: “El cielo y la tierra pasaran y es más fácil que pasen el cielo y la tierra que una jota, o una tilde de la ley pasen.” Él dijo: “Ni una jota ni una tilde”, en Mateo 5:18 pasarán hasta que todo sea cumplido. En Juan 10:35: “La Escritura no puede ser quebrantada.”
Y entonces, si creemos la Palabra de Dios, creemos que esto va a pasar. Va a pasar. Y la pregunta que le hacemos es, ¿está listo usted para eso, para irse con el pueblo arrebatado del Señor, para estar con su presencia, o se encuentra quedándose usted para el holocausto qué sigue? Viendo que usted conoce todas estas cosas, ¿qué tipo de personas deberían ser? Pedro dijo. Deberían ser piadosos y santos, deberían estar esperando la venida del Señor Jesucristo, deberían estar creciendo en la gracia. Son un pueblo redimido esperando al Salvador.
Inclinémonos en oración. Gracias Padre por nuestro tiempo en esta mañana, por esta gran palabra para nosotros, de tu verdad. Liga nuestros corazones las cosas que son divinas, que vivamos sabiendo que éste es un mundo pasajero y que vivamos a la luz de la eternidad.
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