Esta noche llegamos al doceavo capítulo de la profecía de Daniel. Permítame leer los primeros tres primeros versículos de Daniel, capítulo 12, el contexto para nuestro mensaje en esta noche. “En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad”.
Junto con la fe y el amor, el apóstol Pablo nos dice en 1ª de Corintios, capítulo 13, la realidad más grande en el mundo es la esperanza; la fe, la esperanza y el amor, los tres elementos más críticos en todo el pensamiento humano. El hombre no puede existir sin fe, o amor, o esperanza. Conforme nos enfocamos en nuestro pasaje en esta noche, el tema es esperanza; una de esas tres grandes realidades. La esperanza es esencial para toda vida significativa, a menos de que haya algún tipo de luz al final del túnel, el hombre termina en desesperanza; a menos de que haya algún tipo de expectativa de una realidad maravillosa en el futuro, el hombre se halla a sí mismo incapaz de disfrutar el momento en el que vive.
Un escritor lo ilustra de esta manera: “La primavera regresa con las flores y los retoños, es follaje verde y cielo azul. Las voces de las aves que cantan son oídas una vez más y la tierra es adornada como a una novia que espera el regocijo. Las tormentas del invierno han pasado, su frío y desolación ya no se sienten”. Así también el creyente emerge de todo lo que fue oscuro, y aterrador y frío con temores, como a un estado eterno de cosas y un nuevo mundo de luz y gusto florece para animarlo y alegrarlo. La esperanza en Cristo es para este pequeño mundo del hombre interior, lo que la primavera es para el mundo exterior de la naturaleza. La esperanza es especialmente importante para aquellos que sufren; Arnott escribió hace muchos años atrás: “La esperanza es la fibra no de un corazón que nunca fue quebrantado, sino de un corazón que ha sido quebrantado y curado”.
Otra vez, una estrella pura y brillante fija en la altitud del cielo, alcanza con sus rayos al ojo que ve hacia arriba del peregrino cansado, pero las estrellas no brillan en el día, la oscuridad la saca, y así entonces la tristeza llama a la esperanza para ayudar al que sufre. El hombre no puede vivir sin esperanza, especialmente los hombres que sufren deben tener esperanza o son miserables, deben tener la capacidad de ver un futuro significativo o no tienen recurso para vivir en el momento. De hecho, la mayoría de la gente que analiza el problema del suicidio dice que la gente básicamente no se mata a sí misma debido a su circunstancia actual, lo hacen porque no pueden ver ningún cambio futuro en esa circunstancia actual. No hay esperanza de que nada jamás será diferente, Dios lo sabe bien que para que el hombre soporte la presión actual, él tiene que tener una esperanza futura. Y entonces, a lo largo de la Biblia, Dios le presenta al hombre una esperanza grande, una esperanza eterna, una esperanza en el futuro, una esperanza que va más allá de cualquier otra esperanza que le da al hombre un significado rico para la vida.
Ahora, conforme usted llega al final del libro de Daniel; esto es precisamente lo que Daniel hace. Durante los últimos capítulos, como usted bien lo sabe, el profeta ha estado recibiendo revelaciones acerca de la historia desastrosa de Israel que está por venir. De hecho, todas las visiones y las revelaciones de la profecía de Daniel, relatan una serie de opresiones que están por venir sobre la nación de Israel: Las potencias gentiles del mundo bajo los babilonios, los medos persas, los romanos, dominarán a Israel. Israel será oprimida, inundada, saqueada, atacada de manera salvaje, abusada, masacrada a lo largo de toda su historia hasta que finalmente el Mesías regrese. Y entonces, ha sido una serie oscura de profecías, y las últimas que hemos estado estudiando están en los capítulos 10, 11 y 12, y ahí hemos encontrado que la visión que es dada como la última revelación, a Daniel se le permite ver que la historia de Israel va ser una larga fila de opresiones.
Daniel estaba conmovido, como usted sabe, cuando terminó los 70 años de cautividad en Babilonia y todo mundo no regresó, él pensó que al final de los 70 años todo el pueblo de Dios regresaría a Israel, y en cuestión de un tiempo breve reconstruirían esa nación a su gloria anterior; pero cuando solo un pequeño remanente regresó y el resto del pueblo se atrincheró en el paganismo y no se veía como él pensaba que debía ser, y muchos, y de hecho, la mayoría del pueblo nunca volvieron sus corazones a Dios, Daniel fue sus rodillas y comenzó a preguntarle a Dios. De hecho, ¿por qué, Dios? Debería haber terminado, ¿por qué no se ha acabado, por qué no han regresado, por qué no han reconstruido? Y Dios le da una respuesta en la visión de la revelación del 10,11, y 12, Dios dice: “Porque su disciplina no se ha acabado, porque su purificación no se ha terminado, porque su castigo no se ha terminado aún, porque su refinamiento todavía no se ha acabado, de hecho, va continuar por milenios”.
Durante miles de años de la historia humana, los judíos sufrirán las consecuencias de su pecado, la desobediencia, la incredulidad. Entonces, un ángel muy especial viene a Daniel, en los capítulos 10, 11 y 12, y le da el mensaje. Ahora, el corazón del mensaje está en el capítulo 11, versículo 35; el propósito entero de este período de disciplina para Israel es probarlos, y purificarlos, y emblanquecerlos. En otras palabras, Dios nunca deja su pueblo hasta que finalmente son purificados, finalmente son purgados; serán sujetos, le dice el ángel a Daniel a una serie de opresores paganos, gentiles, que les traerán sufrimiento grave. El primero nombra a Azuero, y a los otros que representaron a los medos persas, y después él habla de Alejandro y a los otros que representaron a los griegos, y después también en la conclusión de esa gran era griega, él habla de Antíoco el Grande, y Antíoco Epífanes, y después en esa forma final del imperio romano será el anticristo mismo. Toda esta larga línea de opresores que inundarán al pueblo de Dios, y abusaran de ellos, y los matarán a un grado u otro. Pero todo está diseñado por Dios para limpiarlos, para probarlos y para emblanquecerlos. En otras palabras, Dios continúa hasta que finalmente responden apropiadamente.
Bueno, ese es un mensaje bastante oscuro, ¿no es cierto?, que Dios le diga a Daniel como su palabra final: “Daniel, simplemente va hacer así durante miles de años, y después dejarlo así”, no le habrá dejado luz al final del túnel, habrá sido tan oscuro; y entonces en los primeros tres versículos del capítulo 12 viene la luz, esto es esperanza; que aunque va hacer oscuro durante miles de años, y aunque Israel no responderá a Dios, y aunque el tiempo va a llegar cuando, de hecho, van a rechazar a su propio Mesías, y en su lugar aceptarán la falsificación de Satanás, el anticristo; aun así al final hay esperanza.
Observe el comienzo del capítulo 12, versículo 1, las primeras palabras: “En aquel tiempo”, simplemente eso por ahora, simplemente esa frase. ¿Qué tiempo? El tiempo que Él ha estado explicando. ¿Qué tiempo ha estado explicando Él? Oh, en los versículos 36 al 45 del capítulo 11, Él estaba explicando el tiempo del anticristo, el opresor consumado de Israel, el que traería la mayor cantidad de dolor, aquel que mataría a la mayor cantidad de judíos, él matará a más de los que Hitler jamás mató, aquel que es el peor opresor, pero inclusive en ese tiempo, en ese tiempo mismo. De hecho, podría ser traducido “durante ese tiempo”, en el tiempo mismo, cuando está en su peor condición, a la mitad de la gran tribulación, el tiempo de la aflicción de Jacob, cuando esté este gran gobernante mundial, cuando esté esta guerra masiva que termine en el baño de sangre del Armagedón, en ese tiempo mismo cuando el anticristo intente matar a todo Israel, cuando él profane el templo, en ese tiempo mismo la esperanza llegará. Ese es el mensaje, conforme el capítulo 12 abre.
Es el tiempo cuando el anticristo asciende, el tiempo del dominio del rey voluntarioso, el tiempo cuando el anticristo llega a su cenit, el tiempo cuando él lucha contra el norte y el sur y el este, el tiempo cuando gana grandes victorias, el tiempo cuando él establece su poder sobre la tierra, el tiempo cuando él comete su obra abominable en el templo, el tiempo cuando él se establece así mismo como el único dios, y consuma a toda otra religión en el mundo; el tiempo, los últimos tres y medio años de la tribulación, el tiempo del Armagedón, es durante ese tiempo el ángel dice: “Daniel, que tu pueblo puede tener esperanza”. En otras palabras, cuando llegue a su peor punto es casi el tiempo para lo mejor; lo más oscuro viene apenas antes del amanecer.
Bueno, ¿cómo y por qué en ese tiempo pueden los hombres tener esperanza? Varias razones, quiero compartirlas con usted. En primer lugar, habrá una aflicción especial, habrá un defensor especial, habrá una liberación especial, un destino especial, y un dividendo especial. Esas son las razones por las que hay esperanza; en primer lugar, está por venir una aflicción especial.
De regreso al versículo 1: “En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo”, y escuche esto: “Y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces”. En otras palabras, Daniel dice: “Está por venir un tiempo como ningún otro tiempo, una aflicción especial”. Israel ha sufrido mucho, Israel sufrió mucho en manos de los babilonios, una matanza increíble; sufrieron mucho en manos de los medos persas, sufrieron mucho en manos de los griegos, sufrieron mucho en mano de los romanos; han sufrido mucho en la historia desde el tiempo romano, han sufrido mucho en manos de las cruzadas, han sufrido mucho inclusive en una Europa más moderna; sufrieron en mano de los Herodes, sufrieron en mano de los Hitlers, sufrieron y sufrieron y sufrieron, y todo eso ha sido la vara de Dios, todo ha sido el proceso de refinamiento de Dios por su rebelión y rechazo, y todo ha tenido la intención de acercarlos a Él; pero el sufrimiento peor está por venir.
Habrá un tiempo, un tiempo de aflicción como nunca ha habido desde que hubo una nación, inclusive hasta este entonces. Ahora ese es un hebraísmo, esa es una expresión hebrea, es usada también varias veces en el capítulo 9 del Éxodo, significa “lo peor que jamás ha habido”, esto es lo peor que jamás ha habido. Éxodo 9, 18 y 24 para aquellos de ustedes que quieran estudiar las Escrituras específicamente, pero es una expresión hebrea que significa: “esto es lo peor”. Francamente, tenemos que hacerle ese anuncio a Israel, lo peor está aún por venir para ellos, las cosas no van a mejorar, van a empeorar. Jesús dijo lo mismo, observe Mateo 24. Jesús dijo exactamente esto, Mateo 24, versículo 15. De hecho, Él habla en el versículo 7: “Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores”.
Versículo 15: “Por tanto, cuando veáis en el Lugar Santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los montes”. Cuando vean al anticristo profanando el templo, cuando lo vean estableciéndose a sí mismo como el dios del universo, cuando lo vean llamar a todos los hombres y adorarlo, cuando la abominación se lleve a cabo, más vale que corran. “El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; ni siquiera vayas a dentro para recoger nada, simplemente corre, y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa. Más ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días!”, porque va ser difícil correr cuando usted tiene niños pequeños y a niños a quienes se les da el pecho. “Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo” En otras palabras, van a esparcirse tan rápido, “Porque habrá entonces gran tribulación”, aquí viene: “Cual no la habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo”. Usted entiende el panorama, ¿no es cierto? Jesús dijo lo mismo que Daniel dijo; un tiempo sin precedentes de problemas para el pueblo de Dios, Israel.
Desde Deuteronomio, capítulo 4, el Pentateuco de Moisés, el primer conjunto de libros jamás escrito, se predijo que: “en los postreros días los hijos de Israel estarán en tribulación”, Deuteronomio 4:30. Jeremías se refirió a esto como el tiempo de aflicción de Jacob, en su lamento él dijo: “¡Ay, porque el día es grande de tal manera que no hay otro como él!”. Es el tiempo de aflicción para Jacob, ningún día jamás fue como ese día será.
El libro del Apocalipsis describe ese tiempo final de la historia humana con términos que van más allá de nuestra imaginación para poderlos comprender, pero permítame explicárselo rápidamente, de Apocalipsis, capítulo 6 hasta Apocalipsis, capítulo 19, usted tiene los detalles de ese periodo de tiempo, los últimos tres y medio años de la septuagésima semana de Daniel, el gran tiempo de la tribulación, y el escritor Juan ve en la visión los siguientes elementos de ese tiempo: guerra, hambre, el 25% del mundo matado, el colapsos de los cuerpos celestes, un tercio de la tierra destruido, un tercio del mar destruido, las criaturas y las naves del mar, un tercio del agua dulce y muchas multitudes de personas que la beben, un tercio de las luces del cielo, las estrellas, la liberación de los demonios, el infierno para dominar la tierra, la matanza de la bestia y el falso profeta consuma su maldad, un ministerio vil que se lleva a cabo durante ese tiempo, úlceras por todos los hombres, todo mundo en el mar y todas las criaturas vivas en el mar son matadas, toda el agua dulce será contaminada, la luz del sol quemará la gente hasta matarlos, la oscuridad cubrirá la tierra, dolor, úlceras, más demonios y simplemente sigue así de Apocalipsis 6 al 19. Y además de eso, eso es lo que viene sobre la tierra en general, pero además de eso, usted tiene a Dios permitiéndole al anticristo que oprima a Israel en un acto final de limpieza, un tiempo increíble de sufrimiento.
Además de toda la actividad en la que Dios está involucrado de manera directa en ese tiempo increíble de la tribulación, está toda la actividad en la que Satanás esté involucrado en la que Dios permite que el mal finalmente llegue a su culminación. Ahora escuche, el curso entero del mundo, y de toda su historia, es bosquejado en las Escrituras para moverse hacia un holocausto que nadie en la historia jamás ha visto, y especialmente será difícil para los hijos de Israel. De hecho, en Zacarías 12 escuche lo que dicen los versículos 2 y 3: “He aquí haré de Jerusalén una copa de temblor para el todo el pueblo que lo rodea, y en ese día haré que Jerusalén sea una piedra gravosa para todo el pueblo”.
Escuche lo que Jeremías dijo en un capítulo muy importante; en el capítulo 30 de Jeremías y en el versículo 4: “Y estas son las palabras que Jehová habló acerca de Israel y acerca de Judá, porque así ha dicho Jehová: Hemos oído una voz de temblor, de temor y no de paz. Preguntad ahora y ve si un hombre tiene trabajo con un niño; porque veo a todo hombre con sus manos en sus lomos como una mujer en trabajo de parto y todos los rostros están pálidos. He aquí porque ese día es grande, de tal manera que ninguno es como ese día, inclusive es tiempo de aflicción de Jacob, y presenta a todo el mundo en el dolor horrible del parto de un hijo, sosteniéndose a sí mismo en agonía”. En Zacarías, de nuevo, conforme el profeta termina su libro, en el capítulo 13, en el versículo 8: “Sucederá que en toda la tierra, dijo Jehová, dos partes en ella serán cortadas y morirán; pero la tercera parte quedará y traeré a la tercera parte y la pasaré por el fuego y la refinaré como la plata es refinada, y los probaré como el oro es probado. Invocarán mi nombre y los oiré, y Dios dirá es mi Pueblo; y ellos dirán: Él es Jehová, mi Dios”.
Vendrá una matanza, dos de cada tres judíos morirán, y el otro tercio será redimido, serán limpiados, creerán; si la población del mundo es de 15 millones de judíos, eso significa 10 millones morirán si fuera suceder ahora. Entonces, le espera a Israel una aflicción muy especial, una aflicción sin paralelos en la historia humana. El tiempo de aflicción de Jacob, la septuagésima semana de Daniel, el tiempo de la tribulación, la gran tribulación, todos estos términos son usados para describir ese periodo. Pero aquí viene la esperanza, en medio de la aflicción especial, viene un defensor especial. De regreso al versículo 1, un defensor especial: “En aquel tiempo se levantará Miguel”, la nación no será destruida de manera total porque Miguel se levantará, ¿y quién es él? El gran príncipe que está o que protege de parte de los hijos de tu pueblo. Miguel, quizás el más poderoso de todos los ángeles, se le ha dado a lo largo de toda la historia de Israel la responsabilidad singular de defender al pueblo de Dios.
Como la cabeza de los ángeles santos, a Miguel le es dada esa responsabilidad como General sobre Israel, es una tarea maravillosa; él está involucrado en esto. Vemos eso en el Nuevo Testamento como también en el Antiguo; en Judas, capítulo 9, lo encontramos inclusive peleando contra satanás por el cuerpo de Moisés; él se preocupa tanto por el pueblo, que él ni siquiera permite la profanación de sus cuerpos muertos, y entonces él cuida de Israel, y ya hemos visto ¿no es cierto? Atrás en el capítulo 10, que cuando los demonios trataron de detener a este ángel de dar su revelación, versículo 13, dice: “Miguel, uno de los principales príncipes vino ayudarme”; Miguel le ayudó. Y ahí en el versículo 21 dice: “En todo esto no hay nadie que trabaja conmigo en estas cosas, sino Miguel”, y me encanta esto: “Vuestro príncipe”. Dios le ha asignado a Miguel la tarea especial de cuidar a Israel. Y entonces, cuando ellos estén en el calor de esta aflicción especial, no nos sorprende ver a Miguel aparecer en el capítulo 12, versículo 1. Cuando la batalla esté en su mayor intensidad, cuando estén enfrentando la persecución más intensa y la opresión más intensa, Miguel viene al recate.
Ahora, ¿de qué manera se levanta Miguel? ¿Cómo es que él se levanta para ayudar al pueblo de Dios? Bueno, yo creo durante la tribulación, Satanás quiere liberar a todas las fuerzas del infierno en contra del pueblo de Dios, Israel; él quiere exterminar a esa nación; no estoy hablando de la iglesia ahora, estoy hablando de Israel, él quiere exterminar a Israel, él siempre ha querido hacer eso, él ha querido aplastar al pueblo de Dios para que nunca hubiera un Mesías, él quiso terminar con la línea, él quiere destruirlos para que nunca pueda haber alguno de ellos para un reino, él quiere capturarlos a todos para que Cristo y Dios sean frustrados en su misión para ese pueblo. Y entonces yo creo que todos los demonios del infierno en el tiempo final van a ir tras esa nación Israel. Si usted quiere conocer un poco a cerca de lo que sucede, abra su Biblia en Apocalipsis, capítulo 12, y vea la batalla misma, versículo 1, Apocalipsis12. Usted tiene que comparar a Daniel con Apocalipsis y realmente están ligados. “Apareció una gran señal en el cielo: una mujer vestida con el sol y la luna debajo de sus pies y en su cabeza una corona de doce estrellas”.
Yo creo que eso es Israel, doce tribus en Apocalipsis, ella estando con niño, clamando en el nacimiento y el dolor por dar luz, yo realmente creo que lo que usted tiene aquí es Israel; y en el versículo 5, ella da a luz a un varón quien va a gobernar a todas la naciones con vara de hierro, y su hijo fue llevado por Dios a su trono. Ahora, ese es el Mesías, Él nació, Él vivió, pero ascendió, Él fue sacado del mundo. Y después la mujer, versículo 6, comenzó a ser perseguida, y huyó al desierto. Ahora de regreso al versículo 3, la razón por la que ella huye, “Apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón de color rojo, con siete cabezas y diez cuernos”, eso muestra cómo él incorpora a todos los gobiernos imperiales, la forma final del imperio romano, todas las coronas en su cabeza, con su cola se llevó a la tercera parte de las estrellas del cielo, ¿sabe lo que eso significa? Eso significa que cuando satanás cayó , un tercio de los ángeles se fueron con él, entonces su fuerza no es tan grande como la de Dios, a él le quedan dos terceras partes; no es cuestión de números tampoco, es cuestión de poder y poder justo que siempre supera al poder malo, pero él se llevó a una tercera parte de las estrellas del cielo, y el dragón estuvo delante de la mujer que estaba lista para dar a luz, para devorar a su hijo tan pronto como Él naciera.
¿Recuerde usted lo que Satanás trató de hacer para detener el nacimiento el Mesías? Todo lo que él pudo hacer, y cuando el Mesías finalmente nació, él hizo que Herodes tratara de matar al niño, ¿verdad? Devorar a ese niño. Pero ella dio a luz y el niño fue llevado por Dios, y a lo largo de todo esto, yo creo, Satanás trató de matarlo, pero siempre quedó frustrado, sin éxito. Y finalmente, Cristo se fue a su trono, y Satanás ha continuado atacando en contra de Cristo obviamente, y finalmente Cristo fue a su trono, y Satanás ha continuado su ataque en contra de Cristo obviamente, pero en el tiempo de la tribulación el futuro del que habla Apocalipsis, la mujer que da a Israel, y yo creo que Satanás y la bestia, y los demonios del infierno vuelven a venir detrás de Israel, y ella huye al desierto, y ella tiene un lugar preparado por Dios para que puedan alimentarla ahí tres y medio años.
Ahora, Dios protege a la nación durante este periodo; eso es lo terrenal. Pero, ¿cómo es que Él hace eso? Versículo 7: “Hubo guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles pelearon contra el dragón; y el dragón peleo y sus ángeles”. Aquí tienen ustedes un vistazo de una escena increíble, los demonios quieren estar a cargo de la tierra y dominar a Israel, pero Miguel y los ángeles santos comienzan una guerra en contra de ellos en el cielo, y el dragón y sus ángeles dice “pelearon”, y el versículo 8: “No prevalecieron, ni se halló más lugar para ellos en el cielo. El gran dragón fue expulsado, esa serpiente antigua, el diablo y Satanás, que engañó al mundo entero fue expulsado a la tierra y sus ángeles fueron expulsados con él”. Yo creo que hay un sentido en el que pierden algo de su poder sobrenatural en este punto. “Oí una voz fuerte diciendo en el cielo: Ahora ha llegado la salvación, y la fuerza y el reino de nuestro Dios y el poder de su Cristo; porque el acusador de nuestros hermanos es derribado, quien los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Y lo vencieron por las sangre del Cordero y por la palabra de su testimonio, y no amaron sus vidas hasta la muerte. Por tanto, regocijaos, oh cielos, y vosotros los que moráis en ellos. ¡Ay de los que habitan la tierra y el mar! Porque el diablo ha venido sobre vosotros, teniendo gran ira porque él sabe que tiene poco tiempo”.
Lo que sucede es que su plan es estorbado en relación con Israel, y en el corto tiempo que le queda aparentemente él simplemente inunda la tierra con la maldad; él trata de perseguir a la mujer, versículo 13, pero él no tiene éxito. La batalla ya se acabó, la batalla ha sido ganada, y el dragón vio que él había sido arrojado a la tierra; él persigue a la mujer quien dio a luz a un niño varón, ese es Israel, y a la mujer se le dieron dos alas de una gran águila para que pudiera volar al desierto a su lugar, y ella es nutrida ahí por un tiempo, tiempos y medio tiempo. Esos son uno, dos y medio, esos tres y medio, de nuevo la misma idea, ella es protegida durante tres y medio años. La serpiente, ella arroja agua de su boca como una inundación tras la mujer para ser que sea arrastrada, pero la tierra ayudó a la mujer, la tierra abrió su boca y tragó la inundación que el dragón había sacado de su boca. Podrá ser otra cosa como Coré, Natán y Abiú en el Antiguo Testamento. La bestia y todo su ejército salen ahí y la tierra simplemente se abre y los traga. El dragón estaba enojado con la mujer y salió hacer guerra con el remanente de su cimiente; los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo. Ahora, la clave para ganar esta batalla parece ser Miguel.
Ahora, con eso en mente, regrese a Daniel y vamos a edificar sobre eso un poco. En el tiempo final, –no tengo tiempo para entrar a todo el Apocalipsis 12, si quiere los detalles tenemos una cinta a cerca de eso, y puede conseguirla y escucharla– pero lo que sucede es que Miguel se levanta para defender al pueblo de Dios, él tiene una guerra en el cielo, y él gana la victoria.
Satanás ya no es el príncipe de la potestad del aire, él ya no está en los lugares celestiales, él es arrojado a la tierra, la batalla primordial se acabó, y mientras que a él le queda poco tiempo aquí, él ataca a la tierra, él hace lo que puede por destruir al pueblo de Israel, pero son protegidos durante tiempo, tiempos y medio tiempo, durante 1.200 días, ambos sindicando tres y medios años, son protegidos durante ese tiempo; y cuando su ejército sale para tratar de destruirlos, se abre la tierra y son tragados todos. Ahora Miguel parece estar a cargo de toda esta operación; un defensor especial. Miguel va a levantarse.
Ahora, es importante que en el capítulo 10, el ángel tan especial le permitió entender el poder de Miguel para enfrentar a Satanás, y el ministerio de Miguel a lo largo de todos los siglos. Ahora, ¿no es algo importante que él pudiera entender eso para que él pudiera tener la confianza en saber, y la esperanza en saber que Miguel estaría ahí en el tiempo de los peores problema? Una aflicción especial y un defensor especial. En tercer lugar, una liberación especial. De regreso al versículo 1, esto es maravilloso; dice al final del versículo: “En aquel tiempo”, ahí está de nuevo esa palabra, esa frase, “será liberado tu pueblo”. Israel será liberado. Ahora, ya hice referencia a eso ¿no es cierto?, al decirle que Dios los protegerá en el desierto durante tres y medio años, Israel será liberada. Todo Israel, dice Romanos 11: “Todo Israel será ¿qué?, salvo”. Jeremías 30, dice eso.
Después dice que vendrá un tiempo de problemas como jamás lo ha habido en la historia del mundo, después dice que vendrá un tiempo de problema, de aflicción como nunca lo ha habido en la historia del mundo, dice, pero serán salvados de él. Jeremías 30, versículo 7, versículo 11, dice: “Porque yo estoy contigo, dijo Jehová, para salvarte” Versículo 17: “Te restauraré salud, te curaré de tus heridas”. Está por venir un tiempo cuando Israel va a ser liberada y va ser en ese mismo tiempo, es algo maravilloso, cuando la persecución esté en su peor punto, ese es el punto en el que su redención se va a llevar a cabo. Ahora, le gente siempre ha hecho la pregunta: ¿Qué es esto de que va a ser salva? Dice: “Todo Israel será salvo”.
¿Quién es este “todo Israel”? Descubrámoslo. Ezequiel, capítulo 20, sígame porque voy a moverme rápidamente para que podamos cubrir esto, Ezequiel 20, versículo 33: “Mientras viva, dijo Jehová Dios, ciertamente con una mano fuerte y con un brazo extendido y con furia derramada gobernaré sobre ti, y te sacaré del pueblo y te congregaré de los países en los que ha sido dispersada con una mano fuerte y con un brazo extendido y con furia derramada”. En otras palabras, Dios va a traer a Israel de regreso. “Y te meteré al desierto de los pueblos, y ahí entraré en juicio contigo cara a cara como entré en juicio con tus padres en el desierto de la tierra de Egipto, así entraré en juicio contigo, dijo Jehová Dios”.
Ahora, escuche: “Y haré que pases bajo la vara y te llevaré al vínculo del pacto”, “pasar bajo la vara” parece ser un término de pastor; cada oveja pasaba bajo la vara, él dejaba caer la vara, detenía la siguiente oveja y la examinaba. Dios dice: “Te voy a examinar”. “Y purificaré de entre vosotros a los rebeldes y a aquellos que transgreden en contra de Mí. Los sacaré del país en el que estén y no entrarán en la tierra de Israel, y conoceréis que Yo Soy Jehová”. Ahora, escuche: ¿Quién es el “todo Israel” que será salvo? Bueno, en el tiempo final, primero durante el periodo de prueba, los apóstatas y los rebeldes serán purgados; solo los que queden serán protegidos. Zacarías 13:8 dice: “Dos tercios morirán”, eso deja a un tercio purgado como el remanente; ese tercio purgado, entonces, se convierte en la nación constituida de manera apropiada, ellos son el “todo Israel”, ellos son el Israel a quien se le promete redención, el remanente piadoso.
Como Apocalipsis capítulo 2 y versículo 17, nos dice: “Son los que son protegidos por Dios, que afirman su relación con Él”. El dragón estaba enojado con la mujer y fue a hacer guerra con el remanente de su simiente. ¿Qué remanente? Aquellos que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo, es en contra de ellos que se lleva a cabo el ataque. Entonces, realmente creo que cuando dice que tu pueblo será liberado, no está haciendo una afirmación global de que todo judío vivo sobre la tierra va a ser salvo en ese tiempo; lo que está diciendo es que Dios va a purgar, Él va a colocarlos bajo la vara, Él los va a probar; dos tercios de ellos morirán, un tercio será protegido, porque ellos son los que obedecen los mandamientos de Dios y guardan el testimonio de Jesucristo; son los que son purgados, son los que son probados como en Daniel 11:35 dice: “Son los que son emblanquecidos”, y eso es verificado, ahora regrese al versículo 1 de Daniel 12: “Será liberado”, ¿quién será liberado?, “todos los que se hallen escritos”, ¿en qué?, “en el libro”.
La promesa de liberación y la promesa de salvación es para aquellos que creen. El tercio librado, entonces, parece ser mejor entendido como el remanente de judíos creyentes redimidos. ¿Se acuerda en Malaquías, ese último libro del Antiguo Testamento? Dice: “Entonces, aquellos que temieron a Jehová se hablaban frecuentemente uno al otro, y el Señor oyó, y un libro de memorias fue escrito delante de Él, porque aquellos que temieron a Jehová y pensaron en su nombre, serán míos, dice Jehová, en el día cuando los haga mis joyas. Y los liberaré como un hombre libera, y los perdonaré como un hombre perdona a su hijo que le sirve, porque he aquí viene el día y arderá como un horno y todos los orgullosos e impíos serán hojarasca; el día viene cuando los quemará. Pero a vosotros que teméis Mi nombre, el Hijo de la justicia se levantará con sanidad en sus rayos”.
En otras palabras, inclusive, en el tiempo final, habrá una distinción entre aquellos judíos que creen y aquellos que no creen; aquellos que serán condenados y aquellos cuyos nombres son escritos en su libro de memoria. Sí, habrá una liberación especial, habrá una purga de los rebeldes; dos de cada tres judíos morirán, pero ese tercio quedará, ese tercio que es el remanente que quedará redimido constituirá a la nación que quede de Israel, y yo creo que son el “todo Israel” que es redimido. Ahora, algunas personas hacen la pregunta: ¿Cómo es que este remanente llega a creer? ¿Cómo es que llegan a la fe? Y no podemos ser muy específicos y presentar todas estas cosas de manera secuencial cronológica, o realmente torcemos el tono general de las Escrituras; pero creo que una de las cosas clave que debemos recordar es que Dios aparta, según Apocalipsis capítulo 11, a dos testigos.
¿Se acuerda usted de ellos? Dos ramas de olivo, dos testigos que pueden hacer milagros; de hecho, son matados, y van a estar ahí en la calle, y van a ser asesinados debido a su testimonio y debido a que están predicando el Evangelio, y van a estar ahí muertos en las calles, y claro, y todo mundo va a ver, y el mundo va a notar y todos los comentaristas van a estar diciendo: “Ahí están, ¿no nos da gusto que están muertos estos dos que están predicando esta necedad?”. Y después, como ustedes recuerdan, después de un periodo dado de tiempo, resucitan de los muertos; ese va a ser un instante interesante de repetición instantánea. Resucitan de los muertos. Me imagino que su mensaje se vuelve algo más convincente. Además de ellos, en Apocalipsis 7 y en Apocalipsis 14, usted tiene a 144.000 judíos que son sellados y protegidos por Dios como evangelistas durante este periodo de tiempo, 12.000 de cada tribu.
Y yo creo que es el ministerio de los dos testigos, y es el ministerio de los 144.000 que alcanza al pueblo judío; pero eso no es todo. Después al pueblo judío a los que ellos alcanzan, comienzan a alcanzar a otros, e inclusive, en medio de todo el holocausto, habrán judíos que se convertirán en creyentes verdaderos y van a ganar a otros judíos para Cristo. De tal manera, que muchos vendrán a conocerlo y serán preservados como un remanente vivo, una nación redimida. Jeremías 46:28 dice: “Porque yo estoy contigo, porque haré un fin completo de todas las naciones a donde te he llevado, pero no haré un fin completo de ti”. Sus nombres están en el Libro de la Vida. El Libro de la Vida es una característica clave en el Antiguo Testamento, y en particular, en el libro de Apocalipsis, capítulo 13, versículo 8; capítulo 17, versículo 8; capítulo 20, versículo 15; capítulo 21, versículo 27; todos esos versículos hablan del Libro de la Vida, un libro en el que Dios coloca los nombres de los redimidos. Son los elegidos por cuya causa la tribulación es acortada, no sea que inclusive ellos perezcan.
Entonces, la liberación es doble. Es una liberación de salvación personal, pero sucede a una escala lo suficientemente amplia, y Dios protege aquellos que son redimidos, de tal manera que se convierte en una liberación nacional, como un remanente apropiadamente constituido de judíos creyentes y se convierten en el “todo Israel” que es salvo. Esta, amados, es la esperanza de Israel. La purga terminará algún día, la nación será salva, y entrarán al reino que han esperado por mucho tiempo, que se les prometió hace mucho tiempo atrás.
Ahora, esa liberación especial lleva, en cuarto lugar, a un destino especial. Y por cierto, lo que he tratado de cubrir en el último punto es resumir un panorama entero de verdad profética; entonces, si tiene algunos cabos sueltos se entiende, pero quería que usted tuviera el panorama entero. En cuarto lugar, un destino especial. Una aflicción especial demanda un defensor especial; un defensor especial provee la oportunidad para una liberación especial; y una liberación especial lleva a un destino especial. Versículo 2: “Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna y otros para vergüenza y confusión perpetua”.
El ángel le dice a Daniel: “Daniel, el clímax de la tribulación es la resurrección”. Ahora, ésta ha sido por mucho tiempo la esperanza de los judíos. Algunos eruditos bíblicos y comentaristas creen que nunca tuvieron esta esperanza, que los judíos realmente nunca tuvieron un entendimiento claro de la vida después de la muerte, pero eso no es verdad. Es muy claro que Abraham tuvo una confianza en la resurrección de los muertos, y esa es la razón por la que él ofreció a Isaac. Si usted lo duda, debería leer Hebreos 11:19. Es muy claro que Job, el cual podría ser el libro más antiguo en toda la Biblia, probablemente vivió antes de Moisés, dijo esto: “Porque yo sé que mi Redentor vive, y que Él estará en ese día postrero sobre la tierra, y aunque después de que los gusanos destruyan mi cuerpo, sin embargo, en mi carne yo veré a Dios, a quien veré por mí mismo y no otro; aunque mis entrañas sean consumidas dentro de mí”. Él sabía que él sería resucitado.
Isaías, quien vivió más de un siglo antes de Daniel, predijo que hombres muertos vivirían de nuevo, y sus cuerpos se levantarían, Isaías 26:19. Oseas, un contemporáneo de Isaías, dijo en el capítulo 13: “Los rescataré del poder de la tumba, los redimiré de la muerte”. Inclusive, la resurrección de Cristo depende de las palabras de David quien dijo: “Mi carne reposará en esperanza, porque tú no dejarás mi alma en el Hades, ni tú dejarás que tu Santo vea corrupción”. No. Esta ha sido su esperanza a lo largo de todo este tiempo.
Y entonces, dice el ángel, hay esperanza; habrá liberación, y más allá liberación habrá un destino increíble, una resurrección. Apocalipsis capítulo 20 habla de eso, no vamos a tomar el tiempo para entrar en esto en esta noche, pero habla de esa resurrección tan especial. ¿Qué va a suceder en esa resurrección? Bueno, dice de regreso en el versículo 2: “Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna y otros para vergüenza y confusión perpetua”. Hay dos partes de esta resurrección: una positiva y una negativa. Va a ser para vida y va a ser para vergüenza.
Ahora, permítame darle una explicación breve de esto en el tiempo que tenemos, muy breve. ¿Qué involucra la resurrección? Siempre –escuche esto–, siempre tiene referencia al cuerpo, al cuerpo. Ahora, hablemos de la resurrección número 1: Resurrección para vida eterna. Esto simplemente es un término de una categoría amplia. Ahora, piense conmigo, y realmente tiene varios elementos específicos. En Hechos 24:15 es llamada “la resurrección de los justos”; en Juan 5:29 es llamada “la resurrección de vida”; Hebreos 11:35 le llama “la resurrección mejor”; pero es la resurrección de todos los santos glorificados, todos los santos glorificados, todos los creyentes, todos los redimidos; Antiguo Testamento, Nuevo Testamento, tribulación, todo mundo va a tener vida eterna. Pero específicamente aquí él se está refiriendo a Israel y eso es muy importante.
La primera resurrección, como es llamada en Apocalipsis 20, versículo 4, tiene tres partes: Primero, Cristo, las primicias; esa es la parte número 1, y por cierto, cuando Él fue resucitado de los muertos, otros fueron resucitados con Él, ¿verdad? Las tumbas fueron abiertas y salieron también, y esa fue una resurrección genuina aparentemente. Entonces, Cristo fue las primicias, y ese fue un retrato de lo que iba a venir en el reino. Cristo fue las primicias. La segunda parte de la primera resurrección es la iglesia; ¿y cuándo es que nuestra resurrección se lleva a cabo? En el rapto. 1ª de Tesalonicenses 4: “Los muertos en Cristo resucitarán primero, y después los que estén vivos y queden, serán llevados juntos con el Señor para reunirse con el Señor en el aire, y estarán siempre con el Señor”.
Yo creo que Cristo es las primicias, la iglesia viene en segundo lugar; después viene el período de tribulación: La iglesia es quitada, no estuvimos en las primeras 69 semanas, no vamos a estar en la septuagésima. Dios regresa para tratar con Israel. Al final de ese periodo de siete años, al final de ese tiempo de prueba, de purga, de purificación, viene la tercera parte y la última parte de la primera resurrección: La resurrección de los cuerpos de los santos del Antiguo Testamento y los santos de la tribulación. Ahora, va a incluir algunos gentiles porque habrán gentiles salvos durante la tribulación que van a morir como mártires así como ha habido prosélitos gentiles del judaísmo a lo largo de su historia antigua. Entonces, estos serán resucitados al final de la tribulación.
La segunda resurrección solo tiene una parte: Sucede mil años después, al final de los mil años, cuando Dios resucita de los muertos los cuerpos de los injustos. Observe conmigo por un momento Apocalipsis 20, y creo que lo va a ver claramente. Simplemente quería darle el panorama; ahora se lo voy a mostrar en las Escrituras. Versículo 4: “Vi tronos, y los que sentaron sobre ellos se les dio juicio; vi las almas de los decapitados por el testimonio de Jesús y por la Palabra de Dios, que no habían adorado a la bestia ni a su imagen ni habían recibido su marca en sus frentes ni en sus manos, vivieron y reinaron con Cristo mil años”; ahora, eso implica una resurrección. Juan en su visión ve el reino, él ve un milenio, él ve un reino de mil años, y ahí viviendo y reinando con Cristo están todos los santos, aquellos que fueron decapitados por el testimonio de Jesús, por la Palabra de Dios, aquellos que no quisieron adorar a la bestia, aquellos que no recibieron su marca están vivos; pero el resto de los muertos, versículo 5, no vivieron sino hasta que los mil años se acabaron.
Esta es la primera resurrección, esta se previa a los mil años. Y bienaventurados y santos son los que tienen parte en la primera resurrección, son los bienaventurados y los santos. Después, versículo 7, “Cuando los mil años terminaron”, ese es el marco de tiempo. Ahora, versículo 11: “Vi un gran trono blanco, y Aquel que estaba sentado sobre él”; después, versículo 12: “Y vi a los muertos, grandes y pequeños, delante de Dios y fueron abiertos los libros, y otro libro fue abierto, el cual es el Libro de la Vida, y los muertos fueron juzgados por las cosas escritas en los libros, según sus obras, y el mar entregó a los muertos que estaban en él, y la muerte y el Hades entregaron a los muertos que estaban en ellos, y fueron juzgados cada hombre según sus obras, y la muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego; esta es la muerte segunda. Y todo aquel que no fue hallado en el Libro de la Vida, fue arrojado al lago de fuego”. Esa, amigos míos, es la resurrección, a vergüenza y confusión perpetua.
Ahora, Daniel no ve mil años entre estas dos resurrecciones, pero eso es simplemente porque el concepto entero fue un misterio para él, el flujo entero de la historia redentora tuvo algunos huecos grandes para los profetas del Antiguo Testamento. Esta es la razón por la que Pedro dice que: “Vieron lo que escribieron para ver lo que realmente significó, porque no tuvieron el rango completo de revelación”. Daniel dice: “Hay una resurrección para vida y una resurrección para vergüenza y confusión”; y en Apocalipsis vemos que están a mil años de distancia, y esa primera resurrección es para los santos y los benditos; comienza con Cristo, y después la iglesia, y siete años después los santos del Antiguo Testamento, no son resucitados hasta el fin de su era, ¿lo ve? La iglesia, nacida en Pentecostés, consumada en el rapto, la resurrección sucede, esa es una entidad en sí misma. Después, Dios tiene siete años más para tratar con su pueblo Israel, después viene su resurrección.
Ahora, ¿qué esperanza tan gloriosa es ésta? ¿No entendieron todo lo que le he dicho? ¿No entendieron el panorama completo? Jesús trató de ayudarlos un poco. Al principio de su ministerio Él dijo: “No os maravilléis ante esto”, Juan 5:28, “Porque la hora viene en la que todos los que están en la tumba oirán su voz y saldrán; los que han hecho bien para resurrección de vida, los que han hecho mal para resurrección de condenación”. Jesús dijo: “Todo mundo va a salir de la tumba, todos los cuerpos serán resucitados; algunos para vida y algunos para muerte”.
Esa es la alternativa: vida o muerte, y eso es exactamente lo que el ángel dice que es la esperanza de Israel en medio de un tiempo de aflicción terrible, en la oscuridad del sufrimiento bajo el anticristo, en el horror del Armagedón, el poder dominante de los demonios enfrentará a un defensor especial: Miguel. Y mediante Miguel, Dios va a traer una liberación especial que promete a todos los que creen, les dará un destino especial. Finalmente, para ellos, se les promete un dividendo especial. Versículo 3: “Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento, y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad”. ¡Oh, esto es tan rico! Es un versículo maravilloso, maravilloso.
No menciona nada acerca del castigo de los impíos, simplemente saca el tema casi como si fueran mil años después. El mensaje aquí es esperanza, y entonces él se enfoca en la esperanza y dice: “Después de la resurrección, ese no es el fin, viene la recompensa, viene el tiempo de dividendos; no solo recibirán vida eterna, sino que en esa vida los que son los entendidos”, ¿y quiénes son los entendidos? Los entendidos son los que creen, los entendidos son los que son purgados, los entendidos son los fieles, los redimidos. ¿Y qué van a recibir? Sino el brillo del firmamento. Van a brillar como estrellas. Las personas más entendidas, más sabias en el mundo son los salvos; y los necios más grandes son los no salvos. Los más sabios de todos los hombres son aquellos que vienen a Cristo, y todos los demás son necios, son necios.
Habrán muchos que vendrán en la tribulación, no solo de los judíos, y en Apocalipsis 7 dice que habrán tantos gentiles salvos que no los podrá usted contar, innumerables; y los que son salvos, van a brillar como estrellas. ¿Qué significa eso? Le voy a decir lo que significa, esto es hermoso. Realmente creo que lo que usted tiene aquí es esto: El concepto de que en la eternidad seremos recompensados por la capacidad de manifestar la gloria refulgente de Dios. Hay estrellas pequeñas y estrellas grandes conforme vemos el cielo, ¿verdad? Todas son estrellas y todas son hermosas, pero todas ellas tienen una belleza diferente. Yo creo que en la eternidad brillaremos como estrellas, y yo creo que la capacidad para glorificar a Dios dependerá de nuestra fidelidad. Todos brillaremos como el brillo del firmamento; en otras palabras, todos tendremos la capacidad de radiar eternamente la gloria de Dios; todos seremos soles refulgentes en la eternidad.
Pero hay un brillo especial para aquellos que vuelven a muchos a la justicia, ellos brillarán como las estrellas por los siglos de los siglos. Realmente, creo en el Nuevo Testamento, hemos hablado de esto, pero creo que las recompensas o las coronas que recibimos cuando vamos a la gloria, son simplemente maneras de expresar la capacidad que tendremos de radiar la gloria de Dios. Si somos salvos, brillaremos como las estrellas, especialmente si hemos convertido a muchos a la justicia. Las glorias más brillantes de capacidad eterna están reservadas para aquellos que han influenciado a otros a la fe, y realmente, creo que él está diciendo: Lo que va a suceder en la tribulación es que Israel va a ser salva y van a llevar a otros a Cristo.
¿De dónde vienen todos esos gentiles? ¿Tantos gentiles que ni siquiera pueden ser contados? De todo pueblo, lengua, tribu y nación van a ser redimidos y van a cantar el cántico al Cordero. ¿De dónde vienen? Creo que van a venir de los evangelistas judíos y sus estrellas van a brillar aún más porque han causado que muchos sean justos. Amados, podemos extraer eso para nosotros. La fidelidad en nuestro propio testimonio determinará nuestra capacidad eterna para manifestar la gloria de Dios. ¿Ha querido usted siempre ser una estrella? ¿Quiénes son las estrellas de nuestro mundo? Los grandes. Oh, supongo, históricamente, son los hombres grandes que hacen la guerra, los grandes, los nombres más conocidos de la historia: César, Napoleón, Hitler; los que recordamos tuvieron ejércitos que explotaron la tierra y causaron destrucción.
En términos contemporáneos, ¿en dónde vivimos? ¿Quiénes son las estrellas? Camine usted ahí por el Boulevard de Hollywood, están ahí a sus pies; usted puede caminar ahí en Forest Loan, y están ahí a sus pies, tenemos estrellas ahí en la banqueta, cantantes, bailarines, actores, gente de televisión; sus tumbas y sus estrellas están todas bajo nuestros pies, de hecho, son pisados por hombres comunes y corrientes, no brillan mucho. ¿Quiénes son los grandes de Dios? ¿Quiénes son los más grandes en el cielo de Dios? Las estrellas que brillan son aquellos que vuelven a muchos a la justicia. ¿Le gustaría a usted conocer a uno? Su nombre fue Juan, porque él será grande a los ojos del Señor, y no beberá ni vino ni bebida fuerte, y será lleno del Espíritu Santo desde el vientre de su madre.
¿Por qué es que él sería tan grande? Porque él volverá a muchos de los hijos de Israel al Señor, su Dios. ¿Sabe usted lo que Jesús dijo de él? Él dijo que él fue el humano más grande que jamás vivió hasta su tiempo; la estrella brillará para siempre cuando su cuerpo sea resucitado y él tenga la capacidad completa de radiar gloria eterna porque él hizo que muchos fueran justos. Cuando usted mira atrás y ve su vida, ¿qué ha hecho usted para contribuir a un futuro así? Esta mañana aprendimos que Jesús vino a salvar a pecadores, lo que no dije, pero digo en esta noche, es que él también vino para usarlo a usted para hacerlo. Ahora, él está hablando específicamente de Israel aquí, pero creo que podemos extender esto a nosotros también; yo creo que el Señor quiere que seamos fieles en predicar la Palabra y dar el Evangelio.
En Filipenses 2:15 él dice: “Debemos ser irreprensibles, hijos de Dios, sin reprensión en medio de una generación perversa, en medio de los cuales vosotros brilláis como lumbreras en el mundo, asidos de la Palabra de Vida”; creo que Dios quiere hacer lo mismo. Bueno, a Daniel se le dio esperanza aquí. Está por venir una aflicción especial, pero en medio de ella, un defensor especial se va a levantar y ese defensor especial va a permitir que Dios traiga una liberación especial, y a partir de esa liberación, va a venir un destino especial, una vida gloriosa resucitada; y en medio de esa vida gloriosa habrá un dividendo especial: la capacidad de radiar la gloria de Dios para siempre. ¡Qué esperanza! Esa es la esperanza de Israel.
¿Sabe una cosa? Esa también es nuestra esperanza porque nosotros somos bendecidos en las tiendas de Sem, nos volvemos la simiente de Abraham por la fe, nosotros también reinaremos en el reino y tendremos el mismo privilegio de darle gloria. Inclinémonos en oración.
Padre, te damos gracias en esta noche por nuestro tiempo, y pedimos que de alguna manera Tú hagas que entendamos todos estos pensamientos temas de toda la Escritura y los afirmes en nuestros corazones para que podamos entender. ¡Oh, los misterios de la Palabra profética nunca los entenderemos de manera total! Que no seamos tan necios como para pensar que hemos reducido todo a su categoría absoluta, pero que tratemos Tu Palabra reconociendo nuestra debilidad. Sin embargo, percibiendo que hemos entendido la verdad que es mucho más grande que nosotros, mucho más infinita de lo que somos; sin embargo, capaz de transformar nuestras vidas.
Oramos por la paz de Jerusalén, sabiendo que en últimas vendrá una devastación en la que nunca han soñado; pero a partir de ahí, Tú purgarás a tu pueblo y traerás tu reino. Y con Juan decimos: “Ven, Señor Jesús, hazlo”. Te damos gracias por ese acontecimiento especial que esperamos, el rapto de la iglesia que nos llevará a tu lado. Y mientras que todas estas cosas se llevarán a cabo en la tierra, estaremos disfrutando de un tiempo de recompensa y las Bodas del Cordero; esperamos esto con gran expectativa. Padre, nosotros que hemos recibido tanto, que seamos fieles en dar a otros que necesitan de manera tan desesperada lo que tenemos, que brillemos por la eternidad como aquellos que han vuelto a muchos a la justicia. Oramos en el nombre de Cristo. Amén.
Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
DERECHOS DE AUTOR © 2018 Gracia a Vosotros
Usted podrá reproducir este contenido de Gracia a Vosotros sin fines comerciales de acuerdo con la política de Derechos de Autor de Gracia a Vosotros.
Este artículo también está disponible y se vende como un folleto.
Esta serie de sermones incluye los siguientes mensajes:
Por favor, contacte a la casa Editorial para obtener copias de este recurso.
Información de la Editorial