Cuando preparamos a jóvenes en cómo predicar, una de las cosas en las que trabajamos es la introducción al sermón porque es importante cautivar la atención de la gente; hay muchas maneras de hacer eso, y nos volvemos algo creativos de vez en cuando para saber cómo desarrollar una introducción. Hay muchas maneras en las que puede hacer eso, pero la meta de una introducción es cautivar la atención de la gente, y producir en ellos un interés en lo que usted está a punto de decir. Puede ser eso de muchas maneras, puede hacer eso al sorprenderlos un poco, puede hacer eso con una anécdota muy interesante, puede hacer eso al concentrarse en una verdad muy aplicable, práctica, que todo mundo quiere conocer; puede hacer eso al concentrarse en un problema que necesita una solución, y está a punto de darle la solución; hay muchas maneras en las que usted puede cautivar el interés.
Pero hay algunas porciones de las Escrituras que no necesitan eso. El texto mismo es tan interesante que se vuelve contundente cuando es leído simplemente; y eso es con mucha frecuencia el caso en porciones narrativas de las Escrituras. Al hablar de la narrativa, me refiero a esas porciones de las Escrituras que cuentan una historia; sea que se refiere a una historia verdadera, o sea una parábola. La historia misma genera suficiente interés que se vuelve su propia motivación contundente para escucharla. Éste es una de esas. Si éste no es el incidente más interesante en la vida de nuestro Señor, ciertamente es uno de los incidentes más interesantes en su vida entera; es tan contundente y tan asombroso, y tan extraño, y tan raro, y tan fascinante, que meramente leerlo va a colocar su mente en el lugar correcto para aprender todo acerca de esto.
Entonces, hagamos eso. Capítulo 5 de Marcos, capítulo 5 de Marcos, voy a leerle el texto que desarrolla este incidente tan sorprendente y raro. “Vinieron al otro lado del mar”, esto es Jesús y los discípulos, y los apóstoles viajando en barcas, “Vinieron al otro lado del mar, a la región de los gadarenos. Y cuando salió Él de la barca, enseguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo que tenía su morada en los sepulcros, y nadie podía atarle ni aún con cadenas, porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos, y nadie le podía dominar. Y siempre de día y de noche andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras.
Cuando vio pues a Jesús de lejos, corrió y se arrodilló ante Él, y clamando a gran voz dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes; porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo; y le preguntaba: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo, porque somos muchos. Y le rogaba mucho que no los enviase fuera de aquella región. Estaba allí cerca del monte un gran ato de cerdos paciendo, y le rogaron todos los demonios diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos. Y luego Jesús les dio permiso.
Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos, los cuales eran como dos mil, y el ato se precipitó en el mar por un despeñadero, y en el mar se ahogaron. Y los que apacentaban los cerdos huyeron, y dieron aviso en la ciudad y en los campos, y salieron a ver qué era aquello que había sucedido. Vienen a Jesús y ven al que había sido atormentado del demonio, y que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio cabal; y tuvieron miedo. Y les contaron los que lo habían visto cómo le había acontecido al que había tenido el demonio, y lo de los cerdos, y comenzaron a rogarle que se fuera de sus contornos. Al entrar Él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejase estar con Él; mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti. Y se fue, y comenzó a predicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él, y todos se maravillaban”.
La maravilla se relacionaba con el hecho de que, ¿por qué alguien haría un bien como éste a un monstruo tan horrendo como éste? Bueno, como dije, una de las porciones más contundentes en todas las Escrituras, nada como esta muestra de poder sobre los demonios es registrada en las Escrituras desde que Dios mismo arrojó a Satanás y a todos los ángeles rebeldes, malos, fuera del cielo; esa fue una rebelión masiva, ese fue un acto contundente por parte de Dios en el cual Él vació el cielo de Satanás y un tercio de los ángeles; miles y miles, por decenas de miles de ángeles, incontables, fueron expulsados del cielo en un momento por el poder de Dios; no ha habido ningún despliegue como ése hasta éste, y no habrá otro despliegue como éste hasta que el tiempo de la tribulación llegue a su fin, Cristo establezca su reino, y ate a Satanás y a todos los demonios durante un periodo de mil años, y los arroje al lago de fuego.
Este tipo de poder sobre el reino de las tinieblas solo es posible cuando Dios está ejerciendo su autoridad, sea al expulsarlos del cielo, o al expulsarlos al lago de fuego; o aquí, al expulsar a miles de demonios de un hombre; este es el poder de Dios desplegado, este es el encuentro más extremo con los poderes de la impiedad sobrenatural que se encuentra en todas las Escrituras, no hay un relato como éste en el Antiguo Testamento, y en el Nuevo Testamento éste por mucho es el encuentro más extremo e impresionante; nuestro Señor a lo largo de su ministerio expulsó demonios, lo hizo regularmente, lo hizo repetidamente, lo hizo frecuentemente; pero no existe otro despliegue como éste. Esto para indicar que Él, de hecho, es el Mesías, que Él es el Salvador, que Él es el Hijo de Dios, que Él es Dios en carne humana que ejerce poder ilimitado absoluto sobre las fuerzas del infierno, sobre Satanás y toda su esfera.
Ahora, esto es parte de la prueba de Marcos, si usted regresa a su propósito, capítulo 1, versículo 1, el principio del Evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios; Marcos está escribiendo la historia de Jesús para probar que Él es el Hijo de Dios; Juan resumen su objetivo para los cuatro escritores: Mateo, Marcos, Lucas, y Juan; cuando al final del cuarto evangelio, el Evangelio de Juan escrito al final de los cuatro, él dice: “Estas cosas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su Nombre”.
Entonces, el propósito de esto es evangelístico, pero para que usted crea en Cristo, usted debe saber quién es Él, y aquí está más evidencia poderosa de que Él, de hecho, es Dios-Hijo, Él es deidad, si Él es el Mesías verdadero, si Él es el Señor del cielo que descendió; Él debe poder conquistar a Satanás, o de lo contrario no puede traer el reino eterno; Él debe tener poder sobre el mundo natural, porque debido a la promesa de los profetas de que Él es el Mesías, Él va a venir y restaurar a la tierra y al león, quienes se van a acostar con el cordero, y el desierto va a florecer como una rosa, etcétera, etcétera; habrá una tierra restaurada, reestructurada, que se acercará al huerto del Edén. ¿Acaso Él tiene el poder para hacer eso sobre la naturaleza? Acabamos de ver eso en el último incidente, al ver cómo Él controló el viento y las olas; sí, Él tiene el poder para hacer eso. El reino que está por venir, y la asamblea de los santos en los cielos, son aquellos cuyas vidas han sido transformadas por su poder.
¿Acaso Él tiene el poder para transformar las vidas de las personas? Él ha demostrado eso una y otra, y otra vez, Él puede vencer todo; la maldición, Él puede vencer la maldición en términos de la naturaleza, Él puede vencer la maldición en términos de la enfermedad, Él puede resucitar a los muertes; Él tiene el poder requerido para establecer un reino eterno. Y como parte de eso, Él ha demostrado el poder sobre Satanás y todas sus huestes; y aquí, de una manera que no tiene paralelo; su poder divino, mediante un mandato, ejerce su autoridad sobre miles de demonios. Ahora, recuerde, fue dicho en primer lugar del Mesías en Génesis 3:15 que Él aplastaría la cabeza de la serpiente. Entonces, sea quien sea este Mesías, tiene que ejercer un poder absoluto sobre Satanás y sus huestes; y aquí de nuevo lo está mostrando.
Recuerde 1ª de Juan 3:8, 1ª de Juan 3:8 dice: “El Hijo de Dios ha aparecido para este propósito, para destruir las obras del diablo”, ese es el cumplimiento del Nuevo Testamento de la afirmación de Génesis 3:15; el que sería la simiente de la mujer que vendría y aplastaría la cabeza de la serpiente, dice el Antiguo Testamento, Génesis 3:15; el Nuevo Testamento dice: “El Hijo del Hombre ha venido para este propósito, para destruir las obras del diablo”, destruir, “luo”, para deshacer, para quitar, para aniquilar, para aplastar las obras, “serga”, acción, efecto, impacto, esa es la razón por la que Juan 12:31 él dijo: “El príncipe de este mundo es expulsado; Juan 16:11: “El gobernante de este mundo es juzgado”; Romanos 16:20: “Satanás está bajo sus pies”; él es un poder sujeto.
Entonces, nuestro Señor está desplegando su capacidad para cumplir su propósito de anular, de invalidar las obras del diablo, Él tiene poder total sobre ellas, y Él va a tener la capacidad de hacer lo que dice que Él hará al final, cuando nos dice en Mateo 25:41, que Él ha preparado el lago de fuego para el diablo y sus ángeles; Él tiene el poder para colocarlos ahí. Las Escrituras lo presentan claramente, créame, los demonios lo saben, los demonios lo saben. Esto entonces es una certificación de su naturaleza, de su identidad como Mesías. Las palabras mismas de nuestro Señor lo presentan claramente en Lucas capítulo 11, de manera inequívoca en el versículo 20: “Si yo echo fuera los demonios por el dedo de Dios, o por el poder de Dios, entonces el reino de Dios ha venido sobre vosotros. Si yo echo a los demonios con una palabra con el poder de Dios, entonces saben que el reino de Dios ha llegado.
Cuando un hombre fuerte, totalmente armado, protege su propia casa, sus posesiones no son tocadas; pero cuando alguien más fuerte que él lo ataca, lo vence, le quita toda su armadura en la que ha confiado, y distribuye su botín”, ese es Cristo; Satanás es el hombre fuerte quien está bien hasta que Cristo aparece, lo devasta, roba su casa, y cuando eso sucede usted sabe que el reino de Dios ha llegado. Ahora, con eso como trasfondo, entendemos por qué éste es un incidente importante, porque no hay nada que tenga esta magnitud y volumen en esta acción contra Satanás registrado en ningún otro lugar en el Nuevo Testamento. Pero conforme vemos la historia, avanzando a lo largo de 20 versículos, lo haremos hoy y el próximo domingo, hay tres muestras de poder que quiero que vea; no hay solo uno, sino que hay tres despliegues de poder. El primero que quiero que vea es el poder destructivo de los demonios, el poder devastador destructivo de los demonios.
Ya hemos visto a Jesús desplegar su poder en el párrafo previo al final del capítulo 4, versículos 35 al 41, poder sobre el viento, poder sobre el agua, poder para someter al mundo natural, los elementos naturales, y aquí Él muestra su poder para someter al mundo sobrenatural, a los elementos sobrenaturales. La experiencia que los discípulos tuvieron en la tormenta sobre el agua los aterró; y esta experiencia de la que acabamos de leer es también una experiencia muy aterradora. Los discípulos, recordará usted, estaban aterrados por la tormenta, y después estuvieron aterrados por el poder de Jesús, y aquí vemos lo mismo; la gente esta aterrada por este maníaco, y después están aún más aterrados por la presencia de Jesús; entonces esos son elementos paralelos.
¿Usted recuerda cómo Jesús llegó a esta costa? Dejaron la costa noroeste al lado de Capernaum, se metieron en sus pequeñas barcas, comenzaron a cruzar el mar y tendiendo a navegar a la costa este, un área menos poblada, probablemente los discípulos y los apóstoles pensaron que Él quería algo de descanso, y quizás estaban contentos por descansar de las multitudes enormes; se metieron en sus barcas, comenzaron, una tormenta surgió, Él calmó la tormenta, se desviaron por la tormenta y eventualmente regresaron a su ruta; navegaron el resto de la noche sobre un lago calmado, y terminaron al amanecer en la costa este, precisamente en el lugar que ellos querían ir, a unos ocho kilómetros alrededor de la curva de la ciudad de Capernaum. Cuando llegaron, lo primero que vemos es el poder devastador destructivo de los demonios.
Veamos la historia. “Vinieron al otro lado del mar, a la región de los gadarenos”, simplemente un comentario acerca de eso, Lucas añade: “El cual está al otro lado de Galilea”, está en el lado opuesto de Galilea, la cual va por el lado occidental del Mar de Galilea; Lucas y Marcos dicen que éste es el país de los geresenos; Mateo dice que es el país de los gadarenos; no es difícil entenderlo, es ambos, es ambos; geresenos porque había una pequeña ciudad ahí llamado Gerasa, o algunas veces pronunciada Gergueza, pero es la ciudad o la aldea, la pequeña aldea de Gerasa a la que se acercan, como dije, a unos ocho kilómetros alrededor de la curva del lago, ahí en la costa, entonces es la tierra de los geresenos. No obstante, un poco más al sur, y más hacia adentro de la tierra, hay una ciudad más grande, más importante, quizás el lugar llamado Gadarea.
Entonces mientras que era la villa de Gerasa, fue la región que se asociaba a sí misma con Gadarea, entonces era la tierra de los geresenos; si usted ve esa villa y los gadarenos, usted ve a la ciudad más grande, que en cierta manera le dio el nombre a la región. De cualquier manera, aquí está la clave: era territorio gentil, era territorio gentil, y aquí Él está en esta área gentil con sus discípulos y apóstoles, los cuales todos ellos han salido de pequeñas barcas que habían cruzado el mar, y esperaban un poco de descanso, están lejos de los judíos; es un país bastante abierto aquí, bastante rural, éste sería un momento para que ellos descansaran un poco, nada más que esto no fue lo que el Señor planeó y el Señor lo sabía. El versículo 2 dice: “Y cuando salió Él de la barca, enseguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo”, éste no es el representante de la Cámara de Comercio local, éste no es el comité de bienvenida, éste es su peor pesadilla, éste es un hombre de las tumbas que viene corriendo por la pendiente hasta llegar a la orilla del lago para recibirlos; él es definido como alguien teniendo un espíritu inmundo.
Probablemente apenas acaba de amanecer, acaban de amarrar sus barcas, quizás un pequeño muelle estaba disponible ahí, e inmediatamente ahí a la orilla del lago, un hombre de las tumbas con un espíritu inmundo los encontró. Mateo 8:28 dice que él tiene un compañero; de hecho, hay dos hombres en esta misma condición; pero conforme se desarrolla la historia, ese segundo hombre se queda atrás, y todo el enfoque tanto de Mateo, Marcos, como de Lucas, quienes registran esta historia, está en un hombre; pero hubieron dos que vinieron corriendo para encontrarlos. Ahora, dice que vino de las tumbas, eso suena un poco raro, los judíos no se acercaban a una tumba por temor a contaminarse por un cuerpo muerto; pero esta es un área gentil, obviamente éste es un hombre gentil, ¿qué está haciendo en las tumbas?
Bueno, él vive ahí, versículo 3, “que tenía su morada en los sepulcros”, él moraba en las tumbas. En los tiempos antiguos, éste era el lugar común de una persona poseída por demonios. Las cámaras de sepultura en ese tiempo y en ese lugar, como en muchos lugares en el mundo en tiempos antiguos, eran escarbadas a partir del costado de una montaña; usted los puede ver en varios lugares en el mundo, inclusive en la actualidad, inclusive ahí en la ciudad de Gerasa hay una villa moderna llamada Cursi, esa villa está ubicada cerca de algunos de los montes y algunos de los riscos en donde usted todavía puede ver estas tumbas abiertas en donde colocaban a cuerpos muertos. Aquí hay un hombre que está más cómodo con los muertos de lo que está con los vivos, y por cierto, los muertos están más cómodos con él de lo que los vivos estarían también; entonces es una condición sobre la que se han puesto de acuerdo de manera mutua.
Él es definido como alguien que tenía un espíritu inmundo, eso es simplemente un término para un demonio que es más descriptivo, un ángel caído llamado un demonio, de manera clara se refiere a demonios, porque el hombre es designado como un hombre poseído por demonios ahí en el versículo 18. Entonces, este espíritu inmundo es sinónimo de un demonio, un ángel caído, son seres espirituales y ocupan los cuerpos de seres humanos, son inmundos, todos ellos son inmundos, todos ellos; entonces, un espíritu inmundo simplemente es un término que se aplica a todos los ángeles caídos y a todos los demonios. Cuando estudiamos el Evangelio de Lucas, estudiamos esta historia en Lucas capítulo 8, y me desvié como me gusta hacerlo, y le di un estudio en mucha profundidad del mundo entero de los demonios, no voy a hacer eso de nuevo, puede encontrar esa información que está disponible para usted ahí en la serie de Lucas.
Después el versículo 3, él moraba entre las tumbas, nos indica que él no nada más estaba visitando una tumba para ver a un amigo muerto, o para poner flores afuera de una tumba, o meditar en la pérdida de un pariente ya muerto; él habría sido clasificado como un hombre que vivía en las tumbas, como un loco, él es un maníaco, él es irracional, él es peligroso, él es un sub-humano, antisocial, sociópata, e intensamente malo, él es un monstruo, él es un monstruo.
Lucas añade simplemente para empeorar las cosas, que no se había vestido por mucho tiempo, lo cual nos lleva a concluir que él no solo estaba desnudo y expuesto a los elementos del frío y el calor; había un calor muy fuerte, y noches muy frías, especialmente en el tiempo del invierno el cual sería este tiempo, pero él era un hombre pervertido; la desnudez para él estaba relacionada con su perversión sexual, él es tan impío como alguien puede ser impío, él es un hombre que encaja en una categoría con la que estamos algo familiarizados cuando somos expuestos a personas sociópatas, quienes tienen actitudes sexuales desviadas, quienes son peligrosos para sí mismos y peligrosos para la gente que le rodea; este es el tipo de hombre que aunque mucho peor, encaja en la categoría de un Carlos Manson, o algún otro tipo de homicida en serie, de una naturaleza aterradora, lo cual por cierto estoy convencido si fuera diagnosticado apropiadamente, es el resultado de posesión demoniaca, y no puede ser explicado diciendo que cuando fue un niño pequeño su mamá lo encerró en el closet sin comer.
La desnudez, por cierto, es una perversión, y esa es la razón por la que Lucas la añade, es una perversión. Usted se acuerda de que cuando Adán y Eva pecaron, lo primero que hicieron fue, ¿qué? Hacer algo para cubrirse a sí mismos, y después Dios ayudó a reemplazar su cubierta temporal con una cubierta permanente. El Nuevo Testamento nos manda no solo vestirnos, sino a vestirnos de manera apropiada, ¿no es cierto? Con pudor, y modestia. La desnudez es una señal de gran maldad, es una señal de perversión, de perversión sexual. De hecho, en la ley levítica descubrir la desnudez de una persona era un eufemismo para el pecado sexual. En Apocalipsis 3:18 dice: “La vergüenza de tu desnudez”. Entre más desnuda se vuelve una persona, más vergonzosa es; usted comienza con un vestido modesto, apropiado, y sigue moviéndose más y más hacia la vergüenza.
Bueno, éste también es un ser humano muy, muy raro, miserable; él también es caracterizado por fortaleza sobrenatural, versículo 3 nos dice que nadie podía atarlo ya, lo cual significa que habían tratado de hacerlo; en el mundo antiguo, lo único que hacían con un maníaco como éste era refrenarlo, eso no está muy lejos del pasado distante. Me acuerdo que no fue hace muchos años atrás, antes de que se usaran medicamentos, drogas para adormecer la mente; a la gente se le colocaban chalecos de fuerza y se colocaban en celdas acolchonadas para que lo único que pudieran hacer era golpearse, y ni siquiera dañarse a sí mismas porque estaban, por así decirlo, rebotando en una especie de paredes acolchonadas por colchones; así ha sido a lo largo de toda la historia humana.
Antes del advenimiento de las drogas que adormecen la mente, o quizás en el siglo pasado, sustancias que convertían a la gente en zombis, esto es lo que hacían, los restringían, y los restringían porque eran peligrosos, eran tan antisociales como peligrosos como para ser mortales. Este hombre encajaba en la categoría de un sociópata, de un asesino en serie; si se salía y hacía lo que él quería hacer, quién sabe a quién había lastimado, quién sabe a quién había matado; él era aterrador, era peligroso, era una amenaza horrenda, él es una amenaza para las sensibilidades y la moralidad social de la gente; habían tratado de encadenarlo, debieron haberlo derribado, haberle pegado en la cabeza, debieron haber tratado de encadenarlo; no sirvió de nada, él rompía las cadenas.
De hecho, Lucas dice que él rompía las cadenas, y era llevado por los demonios al desierto; simplemente un maníaco totalmente fuera de control con fuerza sorprendente. Él es agresivo, él es impíamente agresivo y hasta aterrador; y el comentario de Lucas de que él rompía las cadenas, y los demonios lo llevaban al desierto, los demonios están torturando este hombre, están torturando a toda la gente que llega a estar en contacto con él, pero también lo están torturando a él; él es tanto el medio de tortura como la víctima de tortura y tormento. El versículo 5, tristemente dice: “Constantemente”, constantemente, noche y día él estaba gritando entre las tumbas y en los montes, e hiriéndose con piedras; entonces él no duerme, él no descansa, él está entrando y saliendo de las tumbas, entrando y saliendo de los montes, siendo llevado al desierto por los demonios, atormentado; este es un infierno viviente, esta es una probada del infierno, completamente sujeto al poder y la presencia demoniacas; nada bueno, no queda, no hay escape, no hay descanso, no hay sueño. Este es el infierno.
Y buscando alivio, él toma piedras, y sin éxito alguno, intenta quitarse su propia vida; se corta su carne con piedras que tienen la intención de cortar; el hombre hace de monstruos modernos pervertidos como Carlos Manson, verse como Boy Scouts. Él está tan sujeto a los demonios que ni siquiera su propia personalidad es vista; él está más en casa con los muertos que con los vivos, y él es una amenaza a los vivos, una amenaza seria; de hecho, él es una amenaza tal, que en Mateo 8:28 dice que nadie pasaba por ahí porque él era tan, y la palabra es violento, violento. Simplemente recuerde esto, si es tan amable, si usted tomara una encuesta de la comunidad local y les preguntara a los vecinos a quién le gustaría ver que se mudara, sería a él, ¿no es cierto? ¿No cree? Digo, si usted tuviera la opción entre que él se mudara, y Jesús se fuera, ¿a quién escogería? Veremos más adelante a quién escogieron.
Él es violento, mortal, con una fuerza sobrenatural, pervertido, desviado, no hay nadie como este hombre en las Escrituras, nadie, porque Satanás normalmente no opera de esta manera, él se disfraza a sí mismo, ¿cómo qué? Ángel de luz; a él le gusta ir a la iglesia con un traje gris, le gusta sentarse en una banca, le gusta estar detrás de un púlpito, le gusta enseñar en un seminario, eso es lo que le gusta hacer, se disfraza a sí mismo como ángel de luz; entre más se pueda acercar al cristianismo, entre más se pueda acercar a la verdad y desviar a la gente del cristianismo, y desviar a la gente, más feliz es él; él está a cargo de una operación clandestina, solo de manera ocasional usted ve esto, y lo vemos de vez en cuando en nuestro mundo, ¿no es cierto? Estas personas pervertidas, desviadas, que llamamos monstruos, que hacen cosas que van más allá de la comprensión para la gente normal, Satanás normalmente no opera de esta manera, él quiere esconderse en las bancas, entre la gente religiosa que es respetable.
Bueno, este hombre se sienta ahí en el monte, en una de las tumbas, y él ve estas pequeñas barcas siendo amarradas, y se da cuenta que tiene algunas víctimas nuevas, algunas personas que no son de ahí de donde vive; ellos no saben que usted no debe ir ahí, usted no debe estar en ese lugar; él los ve amarrando las barcas en la costa y saliendo de las barcas, y caminando ahí por la playa, y seguro que estaban cerca de Jesús debido a que Él era el líder; entonces él probablemente comenzó con su acercamiento normal. Este hombre sale corriendo por el monte, gritando con un grito demoniaco, listo para atacar y matar y dañar; y después de pronto, cuando él llega donde él puede ver quién está ahí, el versículo 6 dice: “Cuando vio pues a Jesús de lejos”, ¡oh! Él simplemente vio a alguien que había conocido por miles de años.
Dice usted: “Bueno, ¿cómo sabía él que era Jesús? Un demonio es un espíritu, ¿cómo sabía que era Jesús? ¿Cómo reconoció a Jesús?”, la noticia ha corrido entre los demonios, hay una red de demonios; ¿qué cree usted que Jesús ha estado haciendo durante los últimos dos años? Confrontando al reino de las tinieblas, echando fuera demonios. Las noticias corrieron, las noticias salieron probablemente – probablemente salieron por la red espiritual rápidamente, que Jesús había dejado Capernaum e iba a algún lugar, y debido a que no son omniscientes no lo habrían sabido hasta que se apareció Él; fuera cual fuera el mecanismo de reconocimiento, él vio a Jesús. Lucas añade que cuando vio a Jesús, él gritó en terror, y esa fue la respuesta estándar que operaba.
Cuando Jesús se apareció en una sinagoga, y hubieron demonios en la congregación sentados en las bancas, por así decirlo, en la gente respetable, cuando Jesús estuvo ahí, usted recuerda que los demonios gritaron debido a que su temor abrumó su capacidad de esconderse; y después él hizo algo sorprendente, él dijo: “Se postró delante de Él”. ¡Hombre! Ahora él está sujeto, no por cadenas sino por mero terror, el hombre se colapsa, él no sabe qué está pasando, pero el demonio lo derribó y lo llevó a sus rodillas; el hombre no tiene interés en adorar a Jesús, pero el demonio sí, los demonios sí tienen interés. Cuando dice: “Cuando vio pues a Jesús de lejos, corrió, y se arrodilló ante Él”; él está apresurándose por llegar a Jesús, no para dañarlo, sino para postrarse, es la palabra “proscuneon”, en el griego significa “adorar”, para demostrar sumisión, para mostrar respeto a uno mayor que usted; nadie podía hacerlo postrarse, nadie podía refrenarlo, nadie podía controlarlo, nadie podía hacerlo que se sometiera; pero la presencia del Señor Jesús lo lleva a sus rodillas, el hombre se arrodilla porque los demonios se arrodillan, y el hombre se arrodilla bajo el poder de ellos.
La fuerza demoniaca en ese hombre está sujetada, es sujetada por la presencia de su Rey Soberano, su Señor Soberano, su Juez Soberano; los demonios reconocen a Jesús como el Hijo de Dios, Señor sobre todo principado, toda potestad, todo gobernante de este mundo actual, todo líder de las tinieblas saben que Él es el soberano; tiene la autoridad para controlarlos, sentenciarlos, ejecutarlos, encarcelarlos eternamente en el lago de fuego, y ese es el plan y está por venir. Por cierto, como comentario al margen, la teología demoniaca es ortodoxa, la teología demoniaca es ortodoxa; aunque desarrollen teología liberal promueven error y herejía, ellos mismos son ortodoxos; ellos saben lo que es verdad acerca de Dios y Cristo, y el Espíritu Santo y la salvación; son ortodoxos, y odian lo que saben que es verdad.
En el versículo 7a dice: “Y clamando a gran voz”. Esta es la respuesta típica, los demonios entran en algún tipo de terror, y claman mediante las cuerdas vocales de la persona en quienes han establecido su residencia; más gritos, más alaridos demoniacos usando la voz del hombre, y el representante demoniaco quien habla en nombre de la multitud de demonios en el hombre dicen –y esto es tan importante–, “¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo?”. Dije que eran ortodoxos, ¿no es cierto? Ellos saben exactamente quién es Jesús, y por cierto, en la primera parte de Marcos, hasta que usted llega a la mitad del Evangelio de Marcos, ellos son los únicos seres que reconocen quién es Jesús, son los únicos que dicen: “Tú eres el Hijo del Dios Altísimo, Tú eres el Hijo de Dios”.
La primera vez que un ser humano dice eso, es al final del libro; pero a la mitad, por lo menos los discípulos confiesan que Él es el Cristo; pero no es sino hasta que un centurión gentil confiesa al final, que usted lo oye de algún ser humano; pero ellos saben quién es Él. Me imagino su respuesta estándar, porque esto es exactamente lo que el demonio ahí atrás en el capítulo 1 dijo en Capernaum en la sinagoga, cuando Jesús comenzó a enseñar en la sinagoga, versículo 23 dice: “Hay un hombre en la sinagoga con un espíritu inmundo, y gritó”, y esto es lo que el espíritu dijo mediante las cuerdas vocales de ese hombre: “¿Qué tenemos el uno con el otro, Jesús de Nazaret? ¿Tú has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios”, lo mismo; “¿Qué tenemos en común? ¿Qué tenemos juntos? ¿Por qué estás aquí?”, y aquí es lo mismo. ¿Qué quieren decir con eso? ¿Qué tenemos qué ver el uno con el otro, Jesús, Hijo del Dios Altísimo?
Dos cosas qué señalar, la primera mitad: “Qué tenemos”, segunda mitad: “Hijo del Dios Altísimo”; ¿qué quieren decir con ‘qué tenemos el uno con el otro’? Saben que hay un plan para enviarlos al lago de fuego, absolutamente; saben que Jesús será su juez, absolutamente; saben que Él tiene el poder para atarlos y enviarlos de manera eterna al infierno, sí; saben que si Él quiere puede enviarlos al foso, un lugar de encarcelamiento demoniaco que ya está ocupado por demonios que pecaron ahí en Génesis 6, y fueron enviados ahí, y quizás otros demonios han sido enviados a lo largo de la historia ahí; ¿saben qué puede pasar? Sí. Saben que hay un juicio final que va a ser emitido para los demonios, saben que van a ser atados por un periodo de tiempo cuando la tierra sea renovada y restaurada en el reino grande y glorioso del Mesías, y después enviados al lago de fuego; saben todo eso, lo saben; han existido desde la creación, lo saben, ellos saben eso, ellos entienden eso.
Entonces, por qué hacen la pregunta: ¿Qué tienes conmigo? Lo que no entienden es el tiempo. ¿Por qué vienes tras nosotros? Usted no encuentra en todo el Antiguo Testamento en ninguno de los otros profetas que hacen esto, usted no encuentra a ninguno de los sacerdotes haciendo esto, nadie confronta a los demonios en el Antiguo Testamento, nadie. ¿Existían? Claro. Nadie hace esto. Esto no sucede sino hasta que Jesús viene. Pero están preocupados porque el tiempo está mal; “Nadie jamás nos ha hecho esto antes”, su escatología es tan buena que saben que el juicio de los demonios está relacionado no con la primera venida de Jesús, sino con su segunda venida; y entonces están diciendo: “¿Qué está pasando aquí? ¿Qué está sucediendo aquí? ¿Qué tenemos qué ver contigo?”.
De hecho, en Mateo 8:29 el vocero de los demonios para el grupo dice esto: “¿Has venido para atormentarnos antes de tiempo? ¿Has venido para atormentarnos antes del tiempo? Todavía no es tiempo, eso está conectado con tu segunda venida, no tu primera venida”, ellos sabían que Él venía por primera vez, escuche, ellos interpretaron Isaías 53 perfectamente, ellos entendieron que Él sería el cordero que ofrecería su vida como un sacrificio, ellos entendieron eso, ellos entendieron el Salmo 16 que Él moriría y resucitaría, que Dios nunca le permitiría ver corrupción sino que le mostraría el camino de la vida; no tenía sentido por qué ahora. Entonces son ortodoxos inclusive en su escatología, ellos sabían que no era el tiempo, este era el tiempo de la muerte del Mesías y la resurrección del Mesías, este no es el tiempo de su reinado, y su reino, y el juicio de ellos. ¿Qué está pasando? Entonces, ellos identifican correctamente el tiempo del juicio final de ellos. Y en segundo lugar, identifican correctamente a Jesús como el Hijo del Dios Altísimo; esto simplemente es una afirmación completa. El Dios Altísimo, un título glorioso para Dios en el Antiguo Testamento que normalmente es así, “el Dios Altísimo, poseedor del cielo y de la tierra”. El Dios Altísimo es “El Elyón”, Dios soberano; el Altísimo significa soberano, por encima de los demás, más alto que los demás. Usted lo ve en Génesis, Números, Isaías, Daniel, referencias al Dios Altísimo, poseedor del cielo y de la tierra.
Y el reconocimiento de este demonio es que: “Tú eres el Hijo del Dios Altísimo”. Esto quiere decir: “Tú llevas su misma esencia”. En Lucas capítulo 1, el ángel Gabriel viene a decirle a María que va a tener un hijo, versículo 32: “Él será grande, y será llamado Hijo del Altísimo”; versículo 35: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, el poder del Altísimo te cubrirá, y por esa razón este niño santo será llamado el Hijo de Dios”. Él sabe quién es Jesús, él inclusive entiende el plan, y el tiempo del plan; él ha tenido libertad junto con todos sus colegas demonios en esta vida, y a partir de esa vida destrozando la región, trayendo daño corporal, y trayendo daño, y probablemente inclusive matando a gente; ¿qué es lo que Jesús está haciendo ahí ahora?
Por cierto, en el tercer capítulo de Marcos, en el versículo 11 dice: “Cuando el espíritu inmundo lo vio, se postraban ante Él y gritaban: Tú eres el Hijo de Dios”; ese no fue un acto de arrepentimiento, los demonios no se pueden arrepentir, son inmundos y lo serán para siempre; ese fue un reconocimiento de la realidad de quién es Él. Ahora, de regreso a la historia en el capítulo 5, aquí está este sociópata, raro, monstruoso, a los pies de Jesús sometido, al mismo tiempo gritando en temor, y al final del versículo 7 él dice: “Te conjuro por Dios, que no me atormentes”, “¡Uh! ¿A ti no te ha molestado atormentar esa alma pobre?”, “No me atormentes a mí”, “bazanismos” es torturar, el peor tipo posible de experiencia ser torturado.
¿Por qué dice él: No me atormentes? Porque en Lucas 8:31 dice que él le pidió a Jesús que no lo mandara ir a “abuzo”, “No me envíes al foso, no me encarceles en el foso”, el abismo, el lugar de los demonios encarcelados; “abuzo” realmente significa “el foso sin fondo”, el foso sin fondo, es usada cuatro veces en el libro de Apocalipsis, “No me envíes a ese lugar, no me envíes al lugar –por así decirlo– de encarcelamiento”, la especie de vestíbulo del lago de fuego, ahí es donde el Señor fue – los demonios que pecaron en Génesis 6, eso es lo que dice en 2ª de Pedro 2:4, Judas 6 y 7, que los ángeles que no guardaron su primera condición, fueron atados y están ligados en ese lugar de encarcelamiento hasta que finalmente sean enviados al lago de fuego; y yo creo que ha habido otros demonios añadidos a ese lugar a lo largo de los años, porque esos demonios de Génesis 6 fueron atados en cadenas eternas, nunca van a salir de ahí. Pero en el libro de Apocalipsis nos dice que durante el tiempo de tribulación va a ser demonios liberados de ese lugar, entonces hay algunos que han sido colocados ahí que serán liberados para añadir a la fuerza de poder demoniaco durante el tiempo de la tribulación; pero este grupo de demonios, a través de su vocero, le rogaron a Jesús a que no los enviara al “abuzos”, al foso.
Están muy felices en donde están, causando destrozos en un área gentil; y podría añadirle, para su información, este tipo de posesión masiva demoniaca encaja con el ambiente gentil lleno de ídolos, lleno de religiones falsas, lleno de estar expuestos al reino de las tinieblas en su punto más amplio. Entonces ese es su ruego, porque Jesús estaba diciendo: “Sal del hombre, tú, espíritu inmundo”, “Por favor, no nos envíes al foso”. Ahora, voy a detenerme ahí, solo voy a decir esto: Aquí usted ve el poder devastador destructivo de los demonios, el poder de Satanás. No se engañe acerca de Satanás, no siempre es así de abierto, no es siempre así de descarado, pero hay suficientes personas que se aparecen en la sociedad como ésta, para entender esa conducta, ¿no es cierto?
¿De qué otra manera usted puede explicar un Carlos Manson? ¿De qué otra manera puede usted explicar un Down Met? ¿De qué otra manera puede explicar a alguien que mata de manera incansable y come a las víctimas? ¿Cómo explica usted eso? Eso no es desviación sicológica, eso es posesión demoniaca; tenemos suficiente de eso para entender que está ahí. Inclusive usamos la palabra monstruos, maníacos; se nos acaban los adjetivos para describir a gente como esa, cuyas vidas han sido literalmente – han sido apoderadas por demonios, como dije, esa es la excepción, no la regla; normalmente les gusta aparecerse en situaciones religiosas, esconderse detrás del clero y maestros y líderes religiosos devotos, pero su poder es feroz, mortal, destructivo, e inclusive poder condenador.
Entonces, la escena de apertura es la escena del poder de los demonios. La vamos a llamar el poder destructivo devastador de los demonios. Pero en el versículo 8 hacemos una transición a otro tipo de poder, el poder liberador de la Deidad, el poder liberador de la Deidad; y este demonio vocero, y estos demonios que están ahí en multitud en este hombre, ellos conocen el poder que el Hijo de Dios ejerce, y saben que es un poder mayor que el de ellos. Como dicen las Escrituras, “mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo”, y ellos saben que Jesús vino para destruir las obras del diablo, ellos saben que vino para aplastar la cabeza de Satanás, para juzgar a Satanás y a su dominio entero; ellos saben eso.
Entonces, conforme Jesús comienza a mandarles, lo único que pueden hacer es rogarle a Él que no los envíe al foso, al abismo, porque conocen que su poder es tan grande que puede enviarlos a cualquier lugar que Él desee; lo único que pueden hacer es rogar por un tipo de misericordia; podría pensar usted que los enviaría al abismo porque eso se desharía de ellos. Ahora, ¿no sería el mundo un mejor lugar si unos cuantos miles de demonios no estuvieran aquí? Pero Él no lo hace porque realmente no son los demonios del diablo, son los demonios de Él; y como todos los demonios, y como Satanás mismo, Satanás es el diablo de Dios, funcionan dentro de los propósitos y los parámetros del diseño de Dios para cumplir propósitos divinos; veremos eso desarrollándose cuando veamos el poder liberador de la Deidad la próxima vez.
Muy bien, oremos juntos. Gracias Señor, por un tiempo maravilloso de adoración en esta mañana. Cómo nuestros corazones fueron levantados en la belleza de la música, y qué contraste sumergirnos en un encuentro con este hombre, qué contraste tan fuerte con la dulzura de la comunión cristiana, con el gozo de la vida en el Espíritu, de vivir en el poder y la presencia del Bendito Espíritu Santo, en donde hay paz y gozo y amor, y salud y calma, comparado con esto. Qué contraste en dos mundos, y qué contraste entre el hombre fuera de control y el Jesús majestuoso, entre todo lo feo y el horror y la violencia y el terror, y la calma perfecta, en la presencia de autoridad del Hijo de Dios.
Te damos gracias, Señor, porque todos hemos sido librados del poder de Satanás, hemos sido librados al poder de Cristo, y vivimos no por nuestra propia fortaleza, sino por su poder. Podemos decir con Pablo, “vivo, mas no vivo yo, sino Cristo vive en mí”. Damos gracias por lo que Él ha traído a nosotros, al traer paz y gozo y amor, y sobriedad, y comunión dulce y adoración bendita, lo cual se le permitió a este querido hombre experimentar en la historia por tu gracia. Gracias por esa gracia, que alcanza cualquier pecador, sin importar qué tan miserable ese pecador pueda ser; solo Cristo desearía salvar a una persona tan horrenda. Esa tiene que ser una expresión casi sin paralelos de la gracia de la salvación, que mientras que él fue un pecador, él fue amado y transformado.
Te damos gracias, Señor, por esta transformación que ha ocurrido en nuestras vidas, que nos ha liberado, que nos regocijemos en tu obra poderosa, y te demos toda la alabanza en el nombre de Cristo. Amén.
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