De regreso en el Evangelio de Marcos, si son tan amables. Estaba leyendo esta semana, y me encontré con un pequeño relato interesante. En Francia hace algunos años atrás, vivía una niña invidente, pobre, y ella había obtenido, según el escritor, un Evangelio de Marcos en braille, y era todo lo que ella tenía; ella lo leyó con las yemas de sus dedos, y lo leyó, y lo leyó y lo leyó, hasta que sus dedos desarrollaron cayos, y su sentido del tacto disminuyó de tal manera que ya no podía distinguir las letras. Y en un esfuerzo no muy bien pensado por recuperar la sensibilidad en sus dedos, ella los cortó en los extremos, lo cual los hizo menos sensibles, y el escritor dice que ella sintió que debía orar. No volver a leer su amado libro de Marcos, y lloró, hasta que lo presionó contra sus labios diciendo: “Adiós, adiós, dulce palabra de mi Salvador”.
Para su sorpresa, sus labios sentían más de lo que sus dedos sentían, las formas de las letras, y toda la noche ella leyó con sus labios el libro de Marcos, abrumada de gozo ante su nueva adquisición. No sé qué tan preciado el libro de Marcos es para usted, pero espero que sea preciado, lo es para mí, y entre más estudio este libro, entre más horas paso en este libro, más preciado se ha vuelto para mí. Abramos la Biblia en Marcos, capítulo 8, versículos 11 al 21; Marcos capítulo 8, versículos 11 al 21: “Vinieron entonces los fariseos y comenzaron a discutir con Él pidiéndole señal del cielo para tentarle; y gimiendo en espíritu dijo: ¿Por qué pide señal esta generación? De cierto os digo que no se dará señal a esta generación. Y dejándolos, volvió a entrar en la barca, y se fue a la otra rivera. Habían olvidado de traer pan, y no tenían sino un pan consigo en la barca, y Él les mandó diciendo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes.
Y discutían entre sí diciendo: Es porque no trajimos pan. Y entendiéndolo Jesús les dijo: ¿Qué discutís porque no tenéis pan? ¿No entendéis ni comprendéis? ¿Aún tenéis endurecido vuestro corazón? ¿Teniendo no veis, y teniendo oídos no oís? Y no recordáis cuando partí los cinco panes entre cinco mil, ¿cuántas cestas llenas de los pedazos recogisteis? Y ellos dijeron: Doce. Y cuando los siete panes entre cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas de los pedazos recogisteis? Y ellos dijeron: Siete. Y les dijo: ¿Cómo aún no entendéis?”. Ahora, la última vez cuando comenzamos a estudiar este texto son dos partes, les dije que íbamos a hablar de ceguera espiritual.
En primer lugar, la ceguera espiritual es permanente; en segundo lugar, la ceguera espiritual es temporal. En los versículos 11 al 13 usted ve la ceguera espiritual permanente, y después a la mitad del versículo 13 hasta el versículo 21 ceguera temporal. Le dije en esa ocasión que toda persona que nace en el mundo nace en la oscuridad, nace en ceguera espiritual; toda persona que nace en el mundo debido a que es humana, está aislada de la realidad espiritual. Sé que la gente cree que es espiritual, inclusive hay espiritualistas; pero la realidad es que 1ª de Corintios 2:14 dice que el hombre natural no entiende las cosas que son del Espíritu de Dios porque para él son locura, y no las puede entender porque se han de discernir espiritualmente, y él está muerto espiritualmente.
Entonces, todo ser humano llega al mundo ciego, en la oscuridad, debido a que es humano. Añade eso el hecho de que el pecado multiplica la ceguera, Juan 3:19 y 20: “Los hombres amaron más las tinieblas que la luz porque sus obras son malas”. El pecado multiplica la ceguera natural, según 2ª de Corintios 4:4, Satanás entonces la vuelve a multiplicar; el dios de este siglo ha cegado las mentes de los incrédulos para que no les resplandezca la luz del Evangelio; el hombre está cegado naturalmente, está cegado pecaminosamente, está cegado satánicamente; hay una ceguera profunda que envuelve las almas de todo ser humano. También puede volverse una ceguera soberana. Hay ilustraciones de eso en el ministerio de nuestro Señor Jesús, como también en otros lugares en las Escrituras. Pero en Lucas 19, Jesús básicamente le dijo a los judíos: “No más, no más, se acabó. Ustedes ignoraron el día de su visitación celestial, y ahora no tienen oportunidad”; y fueron confirmados en su oscuridad. Eso lleva a un quinto tipo de ceguera, ceguera eterna.
El infierno son las tinieblas de afuera. Todos llegamos al mundo ciegos, pero no todos dejamos el mundo ciegos; algunos de nosotros llegamos a ver, algunos de nosotros somos librados del reino de las tinieblas al reino del Hijo Amado de Dios; algunos de nosotros llegamos a la luz del mundo, en quien toda oscuridad es disipada; algunos de nosotros quienes fuimos oscuridad, ahora nos hemos vuelto luz; algunos de nosotros andamos en la luz, estábamos ciegos, algunos permanentemente y algunos temporalmente. Ya para este punto, en el Evangelio de Marcos, para cuando llegamos a este punto han pasado más de dos años en los que Jesús ha estado ministrando abierta y públicamente, y haciendo milagros que literalmente no se podían contar.
El Evangelio de Juan termina con una afirmación de que todo lo que hizo ni siquiera podía ser contenido en todos los libros del mundo. Sus milagros fueron públicos, abiertos, innegables; inclusive Nicodemo, el maestro de los judíos, dijo: “Sabemos que has venido de Dios porque nadie puede hacer las obras que haces, a menos de que Dios esté con él”; pero no importa qué tan brillante estaba brillando la luz, los pecadores aman la oscuridad, y cuando la luz llegó buscaron esconderse debajo de la roca como insectos. El pecador se hunde en mayor profundidad a la oscuridad para evitar la luz; la luz vino, pero ellos no comprendieron la luz. Juan dice: “Los líderes de Israel amaron las tinieblas, odiaron la luz, la gente que los siguió estaban en la misma categoría”.
Los líderes de Israel y la gente que los siguieron estaban entregados a su engaño de justicia personal, su engaño de religión ritualista, ceremonial, legalista; pero por otro lado, hubo un pequeño grupo de hombres y mujeres que vieron la luz, y siguieron la luz, son conocidos como discípulos, eso incluye a los apóstoles y otros seguidores de Jesús; discípulo es la palabra “mathetés”, significa “aprendices”; siguieron a Jesús, le dieron la espalda a la oscuridad, siguieron la luz, y este es un punto crucial aquí en el ministerio de Jesús en Galilea porque es aquí que los líderes de Israel, representando a la nación, emiten su veredicto final de que Jesús no es su Mesías, no es su Salvador, lo rechazan finalmente. Y según el versículo 13, cuando dice: “Dejándolos”, usted puede ver eso metafóricamente, no solo Él los dejó físicamente en la costa noroeste de Galilea, sino que los abandonó en el sentido de Romanos 1, a su oscuridad y su incredulidad.
La pregunta entonces fue, ¿quién seguiría a Jesús? Porque toda persona que siguiera a Jesús estaría dándole la espalda a la religión de sus ancestros, la religión de su nación, la religión de su vida pasada, y eso es exactamente lo que los discípulos hicieron. Aquellos que fueron con Jesús, siguieron la luz; la ceguera espiritual para ellos fue únicamente temporal. ¿Entiende usted que el corazón endurecido es un problema para la gente religiosa? ¿Entiende eso? Un corazón ignorante no puede endurecerse a sí mismo en contra de la verdad. ¿Entiende usted eso? Un corazón ignorante no puede endurecerse a sí mismo en contra de la verdad. Para endurecerse uno mismo en contra de la verdad, uno mismo tiene que estar expuesto a la verdad; solo un corazón que conoce, puede endurecerse a sí mismo.
Esa es la razón por la que aquellos que estaban más cercanos a Jesús, esto es los líderes de Israel y la gente que lo siguieron, y los discípulos, estaban en el mayor peligro de endurecer el corazón; y también cualquier persona que se sienta bajo la verdad. Los líderes de Israel y la nación que los siguieron, los siguieron a una ceguera permanente, a una ceguera judicial, al juicio y a las tinieblas de afuera. Le di tres características de esas personas en los versículos 11 al 13; uno, estaban cómodos con otros en la oscuridad, aunque eran sus enemigos, los fariseos y los saduceos quienes eran enemigos entre sí, ambos en la oscuridad odiaban la luz, y por lo tanto se unieron en contra de Jesús.
En segundo lugar, aquellos que están permanentemente ciegos, no solo están cómodos con otros en la oscuridad, sino que son consignados a una mayor oscuridad, entran y más y más profundo conforme a la revelación cese, y finalmente son condenados a la oscuridad permanente, la oscuridad exterior del infierno. Ahora, los versículos 13, segunda parte del 13 hasta el 21, vamos a ver la ceguera temporal. Ahora, vamos a movernos de esas personas que se endurecieron contra el Señor, a aquellas que lo siguieron como la luz. El versículo 13 dice: “Él se volvió a embarcar”, esto es, Él regresó a la pequeña barca en la que ellos habían cruzado la parte norte del Mar de Galilea, regresando del noreste a la costa noroeste, ellos han estado haciendo eso mucho recientemente en el Evangelio de Marcos, están en la costa noroeste cerca de Capernaum, en donde fueron atacados por los fariseos; y esto, en un gesto simbólico, el Señor se va y la luz viene y se va, y Él toma todos sus seguidores que han visto la luz, han abrazado la luz, y están siguiendo la luz con Él.
Versículo 14 dice: “Y ellos”, eso significa los discípulos, los mismos que se embarcaron y fueron al otro lado son mencionados en el versículo 10; los discípulos cruzaron al noroeste, y ahora van de regreso al noreste. Ellos fueron ciegos en una ocasión, ellos estaban tan ciegos como los que rechazaron porque eran parte de la religión del judaísmo, judaísmo apóstata, de la que eran parte los fariseos; estaban tan ciegos como ellos. Pero ahora han llegado a ver la luz, sus ojos han sido abiertos, la luz les ha brillado, han entendido la luz, y la luz cada vez es más brillante conforme siguen a Cristo; son los creyentes, ellos han maldecido la oscuridad de la ignorancia, ellos han maldecido la oscuridad del pecado, ellos han buscado caminar en la luz, ellos entienden el costo, el precio; ellos lo han dejado todo. Ellos van a ser expulsados de la sinagoga, van a ser aislados, van a ser rechazados por familiares y amigos; van a seguir la luz, el Señor es la luz, el Señor es el Maestro de ellos; Él se mete en la barca y ellos también se meten, y pudieron haber habido inclusive varias barcas.
Entonces, nuestro Señor se lleva a sus discípulos de regreso por barca para cruzar el lago después de una visita breve al lado noroeste; esto fija el rechazo de los líderes de Israel, y es la última vez que nuestro Señor ministra públicamente en Galilea. Habrá un ministerio más adelante en Galilea, si usted ve el capítulo 9, versículo 30, habrá una campaña más en Galilea; dice, Él comenzó a cubrir Galilea, pero no quería que nadie supiera de ello; no más ministerio público porque le estaba enseñando a sus discípulos. Este es un punto de transición, están fijados en su oscuridad, este es un momento monumental en la historia del ministerio de nuestro Señor.
Y usted habría pensado que los discípulos habrán dicho: “Señor, ¡wao! Esto es dramático. ¿Podrías contarnos más acerca de esto? ¿Podrías decirnos lo que todo esto significa?”, pero eso no estaba en sus mentes. Versículo 14 dice: “Se habían olvidado de traer pan, y no tenían más que un pan en la barca con ellos”; estaban pensando en la comida. Entonces, fuera cual fuera la luz que habían visto, y no era mucha luz; esta lucha básica por el alimento es parte del mundo primitivo, entendemos eso; pero estar preocupados con la comida cuando estos asuntos tan grandes estaban desarrollando acerca de la fe y el rechazo, parece bastante miope para los hombres. Entonces, sea cual sea la cantidad de luz que ven, sea cual sea la luz que está brillando, hay mucha ceguera que queda.
Pero veámoslo un poco más, e identifiquemos las cosas positivas. Si usted está en la luz, punto uno, usted está cómodo con la luz; la gente en la oscuridad estaba cómoda con la oscuridad; éstos están cómodos con la luz, esa es la razón por la que fueron, esta es la razón por la que se metieron en la barca; siguieron a Jesús, buscaron la verdad, ellos le dieron la espalda a la oscuridad, escaparon de la ceguera. Los judíos amaban su oscuridad, dejan a los fariseos y saduceos ciegos y su sistema religioso atrás, y siguieron al Señor rechazado, al que ellos saben que es la luz del mundo; y al seguirlo van a tener aún más y más luz. Jesús les había dicho: “Miren, se les ha dado a ustedes el entender la verdad, pero no se les ha sido dado a ellos”, ellos están interesados en la verdad, siguen de cerca a Cristo, dejan a los guías ciegos atrás, dejan a los líderes ciegos de los ciegos atrás, dejan a los enemigos de la verdad atrás, eso es lo primero que caracteriza a la gente de la luz, corre a la luz, la luz de la santidad y la luz de la verdad.
Y Jesús les habla a ellos acerca de un asunto muy importante, si van a sostener su fortaleza de este compromiso, este es un rompimiento para ellos, este es un rompimiento muy grande, le han dado la espalda a su sociedad entera, y necesitan estar conscientes de que están en peligro. Y entonces, nuestro Señor les dice, en el versículo 15, Él les estaba dando órdenes, Él les estaba dando tiempo imperfecto repetidamente, esta es una barca, está llena de gente, esta es una conversación y Él les estaba hablando, ¿y qué es lo que les está diciendo? “Guardaos de la levadura de los fariseos, y de la levadura de Herodes”, doble advertencia, imperativos presentes, intensivos, advertencias severas en contra de la influencia de los fariseos, y en contra de la influencia de Herodes. Mateo, en el relato paralelo en Mateo 16, añade que Él también dijo: “Guardaos de la levadura de los saduceos”, toda la gente influyente.
Los fariseos eran los legalistas, los saduceos eran los liberales, y Herodes, los herodianos eran los secularistas; “Guardaos, cuídense, les estoy advirtiendo”, eso es tan importante para los nuevos creyentes, ¿no es cierto? Porque son tan susceptibles a ser arrojados por doquier, por todo viento de doctrina según Efesios. Hay una vulnerabilidad entre aquellos que acaban de comenzar a ver la luz; “Guardaos de las influencias que siempre están presentes, del legalismo, liberalismo, secularismo”. La levadura es una ilustración bíblica de permear algo, de influencia, levadura, eso es lo que es; la levadura hace que la masa se infle mediante la corrupción bacteriana; esto es de lo que está hablando. Por cierto, la levadura es usada dos veces en el Nuevo Testamento de manera positiva.
En Mateo 13:33 y Lucas 13:21, para hablar de los acontecimientos del reino; el resto de las veces es usada para hablar de la influencia del pecado, mala, que permea, como es usada aquí. Necesitan ser advertidos de que todavía van a estar rodeados por la religión farisea, todavía van a estar rodeados por el liberalismo saduceo, todavía van a estar rodeados por las influencias del secularismo herodiano, y todas estas tienen un poder invisible que permea y que corrompe cuando están expuestas a ellas. La levadura de los saduceos era la levadura del liberalismo, ellos negaban lo sobrenatural; la levadura de los fariseos era la levadura de la influencia, o la influencia corruptora del legalismo, el externalismo; la levadura de Herodes, la influencia contaminante de estar involucrados políticamente, y todos ellos rechazaron a Cristo: los fariseos, los saduceos y los herodianos; y todos se unieron, aunque eran enemigos los unos de los otros, contra Él. Jesús está llamando a un rompimiento total con todas las ideologías satánicas del pasado, porque todas esas cosas los habían influenciado.
Cuando usted viene a Cristo, usted hace a un lado todo lo del pasado; usted hace un rompimiento total con todas las ideologías pasadas. Estas influencias todavía son peligrosas. Entonces, les dije a los padres, anoche me reuní con ellos: “¿Cómo pueden algunas escuelas llamarse cristianas, universidades cristianas, y un alumno viene ahí, asiste a ellas, hacen todo lo que pueden por exponer a los alumnos que vienen de familias cristianas a ideologías contaminantes, mentirosas, engañadoras?”, esa es la obra de Satanás, esa no es la obra de Dios. Usted debe huir de eso, usted debe correr de eso, y usted debe proteger a la gente de eso. Jesús es el educador modelo, Él es el protector de sus alumnos, Él les va a enseñar y Él los va a proteger, Él les va a decir lo que necesitan saber, lo que necesitan conocer y lo que necesitan hacer, y de lo que necesitan estar conscientes, y de lo que necesitan huir.
Bueno, versículo 16, aquí está su respuesta: “Comenzaron a discutir entre ellos el hecho de que no tenían pan”. ¿Qué? Mire, solo tengo dos minutos para hablar de lo que Jesús dijo en el versículo 15, y usted podría predicar para siempre acerca de eso, hay tanto ahí, yo estaría haciendo cien preguntas; bueno, ¿cómo puedo reconocer la levadura? ¿Cómo sé cuando estoy sucumbiendo ante ella? ¿Cómo la evito? ¿Qué hago para aislarme contra ella? ¿Qué vamos a hacer para proveer una alternativa? Hay cien preguntas. Y están viéndose el uno al otro y diciendo: “¿Qué vamos a hacer para comer?”, ¿qué? Es sorprendente. Si usted cuestiona la paciencia de Jesús, usted no sabe qué tan paciente fue con ellos. Cierta ceguera espiritual permanece de manera definitiva; estaban cómodos con la luz, les encantaba estar con Jesús y con otros que querían estar con Jesús, pero necesitaban más luz; y ese es el segundo punto, fueron llevados a más luz, ellos no entendieron el significado de la advertencia.
¿Quieren conocer la verdad? En Mateo 16:12 dice, cuando Jesús dijo “levadura”, ellos pensaron que estaba hablando de pan, ¡por favor! ¿Sabe una cosa? Aquí está Jesús advirtiendo: “Guardaos”, y Él está hablando, y ellos están tan preocupados con la comida, y lo único que oyen es la palabra levadura, y creen que les está advirtiendo que se aseguren que no coman pan con levadura. “Quédate con el pan plano”, ¿qué? ¿Sabe una cosa? Eso es algo que debe darnos miedo. Si Jesús tiene problemas manteniendo la atención de su audiencia, ¿qué esperanza tengo? Y todos ustedes, los que están pensando en comer, podrían estar extrayendo de todo lo que digo solo esas palabras que se relacionan con su próxima comida; eso es lo que hicieron. Todos oímos a través del filtro de nuestras preocupaciones, ¿no es cierto? Eso es desalentador.
No quiero hablar ya más de eso, pero en la bondad del Señor, ellos son guiados a mayor luz. Ahora, acuérdese de algo, los fariseos y los saduceos habían dicho: “Muéstranos una señal, muéstranos una señal, danos más luz”; han rechazado toda la luz que tuvieron, no más luz. La gente que está permanentemente en la oscuridad está cómoda con la oscuridad, únicamente van a experimentar más oscuridad, y van a ser condenados a oscuridad eterna; pero aquellos que están en la luz, que están cómodos con la luz, serán guiados a más luz; y el Señor muestra su paciencia aquí, y en el versículo 17 Jesús está consciente de esto, Él obviamente está consciente de su conversación, Él les dijo: “¿Por qué discuten el hecho de que no tienen pan? ¿Por qué es éste un asunto tan dominante que no están oyendo nada de lo que estoy diciendo que es tan absolutamente crítico?”.
¿Sabe una cosa? Usted pensaría que éste es un grupo de niños de tercer año de primaria, que no pueden poner atención. Después, una serie de preguntas retóricas: “¿Todavía no ven o entienden? ¿Tienen un corazón endurecido? ¿Teniendo ojos no veis? ¿Teniendo oídos no oís?”, todas esas afirmaciones ya las conocían ellos, porque Jesús ya les había dicho antes que esas cosas se aplican a la gente de quien él ha escondido la verdad. Pero Él dijo, como cité en Mateo 13: “A vosotros os es dado a conocer los misterios y entender”, y ahora les está diciendo: “¿Ustedes no son mejores que ellos? ¿Están en tantas tinieblas como ellos?”, esto es retórico.
No es sorprendente que les advirtió acerca de su influencia. “¿Y no os acordáis?”, Él dice, “¿No se acuerdan cuando (versículo 19) partí los cinco panes entre cinco mil, cuántas cestas llenas de los pedazos recogisteis?”, ellos dijeron: “Claro, nos acordamos, doce”, “Y cuando los siete panes entre cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas de los pedazos recogisteis?”, y ellos dijeron: “Siete”, “¿Se acuerdan hace unas cuantas semanas atrás cuando alimenté a los cinco mil hombres, más mujeres y niños, una multitud de 20, 25 mil?”, “Claro, nos acordamos de las 12 canastas, una para cada uno de los apóstoles”, “¿Se acuerdan de la alimentación de los cuatro mil?”, eso fue, por cierto, en el capítulo 8, versículo 1 al 8, eso es inmediatamente antes de esto, esto es como días antes, unos cuantos días. Después cruzan y regresan, “¿Se les olvidó?”, “No, no, nos acordamos, siete”, “Acabo de alimentar a 20 personas dos veces por lo menos, ¿y están preocupados por la comida en la barca? ¿No se acuerdan?”.
¿No es sorprendente que en el momento actual, en la aflicción, en la presión del momento actual, en el estrés del momento actual, olvidamos los cumplimientos de la preocupación de Dios en el pasado? ¿Por qué están pensando en eso cuando deben estar pensando en las cosas peligrosas que van a influenciar su alma? Pero Él es gentil con esto y les dice: “¿No entienden todavía?”, como si dijera: “¿Qué más necesito hacer?”, y algunas veces todo lo que necesita para entender el momento es el pasado, ¿verdad? Lo único que necesita entender en la actualidad es el pasado, el pasado es el mejor indicador de cómo ver el presente en la actualidad; si Dios ha sido fiel en el pasado, Él va a ser fiel en el presente; si Él ha provisto en el pasado, Él puede proveer en el presente.
Necesitaban estar buscando el reino, ¿verdad? Necesitaban recordar el sermón del monte, si podían recordar así de lejos. “No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis o qué beberéis. Buscad primeramente el reino, y yo me voy a encargar del resto. ¿No entienden todavía?”. Mateo es muy explícito en su relato paralelo, en Mateo 16:2, escuchen: “Entonces entendieron”, y el resto del versículo: “Entonces entendieron que Él no había dicho que se guardaran de la levadura del pan, sino de los fariseos y de los saduceos”. “Oh, oh, no estabas hablando de que si podíamos comer pan con levadura, estabas hablando de los fariseos y los saduceos”, ese es un pequeño paso, ¿verdad? Ese es un paso intelectual muy pequeño, pero es un paso; ya dejaron la comida, y están pensando en cosas más importantes. Jesús es un discipulador, ¿no es cierto?, y Él simplemente los lleva a una luz mayor; aquellos que siguen la luz están cómodos con la luz, y son guiados a más luz.
En tercer lugar, son compañeros permanentes de la luz, ellos llegaron a Betsaida en el versículo 2, van junto con Jesús a las villas de Cesárea, Filipos; en el versículo 27, capítulo 9, se quedan con Él en Galilea, y se quedan con Él hasta el final. Algunos de ellos están congregados en Galilea cuando Él hace una aparición después de la resurrección, ¿verdad? Quinientos de ellos, testigos oculares, estarán en la comunión de la luz para siempre. Jesús es la luz del cielo, ¿no es cierto? No hay luz ahí porque el Cordero es la luz allí. Todo mundo es ciego, sea para siempre, o únicamente temporalmente. El Evangelio ofrece luz a los ciegos, luz, la luz de la verdad, la luz de la santidad y la virtud a través de Cristo. Solo Él es la luz; el que lo sigue a él, no andará en tinieblas.
Padre, te damos gracias por una mañana maravillosa, qué deleite ha sido tener comunión, cantar, adorar, orar, leer Tu Palabra, dejarla hablarnos; pero Señor, al final lo que importa es que estemos en la luz, que seamos hijos de la luz, y que no andemos en tinieblas. Para aquellos de nosotros que estamos en la luz, no hay tinieblas en nosotros en absoluto. Oh Señor, cuán agradecidos estamos porque nos has librado del reino de las tinieblas, a la esfera de la luz de Cristo. Te damos gracias porque conforme seguimos la luz, se vuelve más y más brillante, y más brillante conforme somos santificados y conforme somos guiados a un entendimiento mayor y mayor. Seguiremos la luz hasta que estemos en la gloria refulgente de esa luz en Tu presencia en el cielo.
Gracias por rescatarnos de las tinieblas. Señor, oro porque Tú rescates almas aun en este momento, en esta hora misma, en este lugar, que han estado en las tinieblas y que no han querido seguir la luz; que la luz irrumpa en ellos, que la luz gloriosa del Evangelio brille para ellos; que Tú, el que dijo: “Sea la luz”, haga que esa luz brille en sus corazones; que Cristo sea real y deseable, y que ellos maldigan las tinieblas y se vuelvan del pecado y la ignorancia para seguir la luz. Oh Señor, gracias por la luz que nos has dado, y el gozo que se incrementa cada vez más de una luz más y más brillante, hasta que la luz plena brille en Tu presencia. Te damos gracias. Te alabamos.
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