Esta mañana, tenemos una vez más, el privilegio de abrir las Escrituras en el Evangelio de Lucas. Para aquellos de nosotros que nos están visitando semana tras semana, estudiamos las Escrituras versículo a versículo, explicando la riqueza de la Palabra de Dios.
El Nuevo Testamento comienza con 4 evangelios, son llamados Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Y básicamente son relatos de la vida y ministerio de Jesucristo.
Cuando son tomados juntos presentan el panorama completo. El Espíritu Santo inspiró a cada uno de los escritores a escribir, seleccionaron los aspectos de la vida de Cristo que quisieron enfatizar, cada uno de una manera única, viendo la misma gran historia, la misma persona, grande y gloriosa, Jesucristo. Sin embargo, con matices y perspectivas muy, muy individuales.
Y cuando usted los compara en su totalidad y los mezcla, usted obtiene la historia completa de Jesucristo. Simplemente, es un relato magnifico, magnifico. Y un relato completo de la vida y ministerio de nuestro Señor y Salvador.
Resulta que estamos estudiando el evangelio de Lucas, y el evangelio de Lucas es rico en su propio derecho porque Lucas es un teólogo. Él es un historiador, y él enriquece nuestro entendimiento tanto de teología como de historia, conforme él cuenta la historia de Jesús.
Pero en este punto en particular, en el tercer capítulo de Lucas, Jesús todavía no ha emergido en la escena pública. Él todavía no ha comenzado su ministerio, pero, de hecho, su precursor, su heraldo, el profeta que vino antes de Jesús, está en la posición primordial de interés.
Él es el personaje primordial en esta parte del Evangelio de Lucas, su nombre es Juan, él es conocido como Juan el profeta o comúnmente como Juan el Bautista.
Él ha venido para preparar al pueblo para el Mesías, él ha venido para apuntar al pueblo, a la gente al Mesías. Y hemos estado aprendiendo del ministerio de Juan, desde el versículo 1 hasta el versículo 17. Mediante estándares externos, supongo que el mundo podría juzgar que Juan fue un fracaso. Él no pareció tener una carrera muy exitosa. Él estuvo aislado, para decirlo de manera suave. Él pasó su vida entera y su ministerio entero ahí en el desierto de Judea.
Su ministerio fue breve, durando alrededor de un año. Y fue doloroso, él estuvo en la cárcel durante un año. Y fatal, al final de ese año, su cabeza le fue cortada.
Entonces, él murió como un hombre muy joven en la primera mitad de sus treintas. Y de nuevo, lo digo, a la luz de los estándares del mundo él podría verse como un hombre más bien oscuro, aislado y no exitoso. La realidad del asunto es que él fue eminentemente exitoso. Jesús dijo de él, que él fue el hombre más grande que jamás vivió hasta su tiempo. Y él cumplió precisamente y exactamente lo que Dios quiso que él cumpliera hasta la letra misma, de tal manera que su recompensa eterna estaría completa.
Como sabemos, la predicación de Juan fue valiente, fue fuerte, confrontó. Él presentó verdades duras, al decirle a los pecadores lo que realmente necesitaban oír.
Él llamó a toda la gente a arrepentirse, él les dijo que, si se arrepentían de sus pecados, Dios perdonaría sus pecados. Él les dijo que debían creer en el Mesías venidero. Su valentía le costó la vida. Y Juan se convirtió en el primer mártir para Cristo, el primero de muchos a lo largo de los siglos, que habrían sufrido y muerto por el evangelio y lo hicieron en manos de aquellos que odian el evangelio y aman sus pecados. Entonces a la luz de estándares divinos, Juan es noble, para decirlo de manera suave. Como dije, el hombre más grande que jamás vivió hasta su época. Un hombre que hizo exactamente lo que Dios quiso que hiciera y lo hizo de manera completa. Un hombre que tuvo el privilegio maravilloso, maravilloso, de volverse el primer mártir para Cristo. Su vida fue monumental, sus méritos sin paralelos, debido a la naturaleza excepcional de su responsabilidad.
La historia de Juan es fascinante. Lucas no nos la cuenta toda. Veamos, los versículos 18 al 20, y oigamos lo que Lucas nos dice: “Con estas y otras muchas exhortaciones anunciaba las buenas nuevas al pueblo. Entonces, Herodes el tetrarca, siendo reprendido por Juan, a causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano, y de todas las maldades que Herodes había hecho. Sobre todas ellas, añadió además esta, encerró a Juan en la cárcel, simplemente eso.
Y con esa afirmación acerca de Juan siendo encerrado en la cárcel, Lucas termina su discusión de Juan. Su relato es muy, muy breve. Realmente no es nada más que un resumen del ministerio de Juan, el versículo 18 resume el ministerio, como dando muchas otras exhortaciones mediante las cuales él le predicó el evangelio a la gente. Y después hay una afirmación breve, acerca del hecho de que él agitó a Herodes, y Herodes lo colocó en la cárcel.
Ahora, Lucas no tiene la intención de ser cronológico aquí, Herodes de hecho no lo metió en la cárcel en este punto. Fue en algún punto después que Herodes lo metió en la cárcel. Pero Lucas busca simplemente cerrar la historia de Juan, y entonces él se adelanta para decirle como la historia termina, para que él ahora se pueda volver a Jesús, comenzando en el versículo 21, Y Jesús se convierte en el enfoque singular del resto del evangelio de Lucas.
Ahora, en el resto del evangelio de Lucas, Juan será mencionado, pero únicamente en referencia a Jesús. Jesús ahora ocupará el escenario central y será el personaje primordial obviamente en el resto de la historia. Y Juan se vuelve secundario, periférico, aunque hay un par de veces cuando él es mencionado en el capítulo 5, capítulo 7, y en el capítulo 9. Y veremos esas, conforme avanzamos.
Entonces, Lucas al no ser cronológico simplemente avanza al final de la historia, y concluye el ministerio de Juan al decir que él fue colocado en la cárcel. Y eso nos dice, que el ministerio de Juan esencialmente llegó a un fin. Su ministerio de hecho, duró un año, entonces su ministerio empalmó con el ministerio de Jesús, alrededor de seis meses. Eso quiere decir, que, si regresamos un poco, que el ministró unos seis meses, después Jesús vino, comenzó su ministerio y sus dos ministerios se empalmaron por unos seis meses. Después Juan fue colocado en la cárcel, él estuvo en la cárcel hasta casi un año, y entonces fue ejecutado.
Lucas simplemente nos dice que él fue metido en la cárcel, porque, de hecho, eso llevó a su fin su ministerio. Su lugar, en la escena bíblica, como el personaje principal termina aquí.
El ministerio de Juan puede ser resumido en el versículo 18, como un ministerio en el que predicaba el evangelio a la gente. ¿Qué es el evangelio? Son las buenas noticias, eso es lo que evangelio significa. ¿Y cuáles son las buenas noticias? Dios perdonará todos sus pecados, si usted se arrepiente y cree en el Mesías, Jesucristo.
Versículo 21 dice: Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba también Jesús fue bautizado. Ahora, quiero leerle eso para que usted sepa que eso regresa al trabajo de Juan, porque fue Juan quien estuvo bautizando a la gente, y fue Juan quien bautizó a Jesús, como veremos. Eso es únicamente para apuntar que Lucas nos está presentando el fin de la historia, no cronológicamente, él no estaba encerrado en la cárcel en este momento porque el versículo 21 regresa a hablar acerca de su trabajo de bautismo. Y su bautizo de Jesús.
Lucas en el versículo 20 simplemente nos cuenta el fin de la historia, antes de que hecho sucediera. Ahora, al ver estos tres versículos, únicamente quiero seleccionar tres palabras que son muy simples. Predicando, personalizando y persecución.
Simplemente tres que espero pueda recordar, y nos van a ayudar a desarrollar esta historia.
Ahora, para obtener la historia completa, y usted no puede limitarse a estos tres versículos. La historia es demasiado emocionante y demasiado maravillosa. Esta francamente es la novela original del Nuevo Testamento. Y simplemente leer nombres como Herodes, y Herodías, abre esta historia entera, que es sorprendente de lo que le sucede a Juan.
Tres palabras: predicando, personalizando, y después persecución, resumen la historia de Juan. Veamos el versículo 18: “Con estas y otras muchas exhortaciones anunciaba las buenas nuevas al pueblo.” Ahora, ya hemos visto eso en los versículos 7 al 17, durante muchos meses, desde el invierno del 26 d. C. al comienzo del verano de ese año, Juan estuvo en el desierto de Judea ahí junto al río Jordán, llamando a la gente a arrepentirse.
Y usted recordará que toda Jerusalén y Judea estaban saliendo porque estaban emocionados por la venida del Mesías, estaban cansados de la opresión romana y querían que el Mesías llegara, y los librara, y los liberara.
Y entonces están llegando, y cuando oyen que el precursor del Mesías estaba ahí, están preparándose aparentemente para el Mesías, antes de que el Salvador apareciera en la escena en público, Juan estaba predicando estas buenas noticias de arrepentimiento y él estaba bautizando al pueblo como un símbolo externo de su arrepentimiento interno.
Y esto, se estaba llevando a cabo durante unos seis meses antes de que Jesús de hecho se apareciera para que fuera bautizado, para que fuera designado como el cordero de Dios que quita el pecado del mundo y comenzara su ministerio. Él se apareció, esto es Juan, todo el pueblo en su impiedad terrible, la realidad del juicio eterno, él les predicó la ira venidera, el infierno eterno, y él predicó que los hombres irían ahí si no se arrepentían sin retraso y creyeran en el Mesías, el Señor Jesucristo.
Él le advirtió al pueblo que huyeran de la ira venidera. Él les advirtió que no podían ser salvos por el ritual, y que no podían ser salvos por la herencia, sino únicamente mediante arrepentimiento de corazón. Y al final de unos seis meses de ese ministerio, Jesús vino para ser bautizado, y veremos eso en la siguiente sección.
Juan bautizó a Jesús, en ese punto, Dios oficialmente estaba identificando a Jesús como el Mesías, pero eso no terminó, como dije, con el ministerio de Juan, continuó unos seis meses más. Ahora, simplemente un comentario al final del versículo 18, él anunciaba o le predicaba el evangelio, las buenas nuevas al pueblo.
Claro que se refiere a los judíos, obviamente. Son el pueblo que estaba de manera única en la tierra de Israel, son aquellos a quienes el evangelio fue traído en primer lugar, claro.
Pero no estuvo limitado a ellos, y el Antiguo Testamento y hemos estudiado eso antes. El Antiguo Testamento indicó que el evangelio será predicado, las buenas noticias del perdón del nuevo pacto, será predicado a todo el pueblo a todas las naciones, todas las personas.
Y una buena ilustración de eso, está en el movimiento inmediato del versículo 18 al versículo 19, en la introducción de Herodes, quien fue reprendido por Juan, debido a Herodías la esposa de su hermano.
Ahora, Herodes no fue un judío, él era un edomita, no un judío. Indica que, Juan no limitó su predicación a los judíos, porque el evangelio de perdón nunca fue limitado a algún grupo de personas. Entonces el ministerio de Juan continúa empalmando con el ministerio de Jesús, y él predica el evangelio a todos los que oigan.
Ahora, permítame llevarlo a Juan capítulo 3, simplemente para meterlo al flujo un poco, más de la cronología de todo esto. Cuando Juan bautizó a Jesús, como dije, su ministerio continuó por unos seis meses. Entonces su ministerio y la primera parte del ministerio de Jesús se empalmaron. Juan continuó preparando a la gente para la recepción de Jesús a lo largo de esos primeros meses.
Y Juan capítulo 3 en cierta manera, nos presenta algo de la historia. Versículo 22: “Después de esto vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea, y estuvo allí con ellos y bautizaba.”
Versículo 23, “Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había muchas aguas ahí, venían y eran bautizados. Porque Juan no había sido aún encarcelado.”
Simplemente, quiero presentar la nota de que el ministerio de Juan continuó.
Juan siguió predicando y bautizando, Jesús comenzó a predicar y bautizar y sus ministerios se empalmaron hasta que Juan fue arrojado a la cárcel.
Viene algo de dialogo con respecto al ministerio de Juan, versículo 25: “Entonces hubo discusión entre los discípulos de Juan y los judíos acerca de la purificación. Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, mira que él que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste testimonio, bautiza, y todos vienen a él.” Ahora, aquí hay algunos de los discípulos de Juan y le están diciendo: mira, Jesús ha comenzado su ministerio, al que apuntaste. Y todo mundo está saliendo a Jesús. Hay algo de una especie de herida personal, algo de celos quizás porque la multitud está comenzando a concentrarse en el Mesías y Juan está comenzando a perder esa prominencia que él tuvo. Y ciertamente, así debería ser.
Pero Juan lo sabía, y él les respondió, versículo 27 y dijo: “No puede el hombre recibir nada, sino le fuere dado del cielo. Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él.” Se acuerda de que la semana pasada, que le dije que Juan nunca dijo ser el Mesías y aquí él afirma que él nunca dijo ser el Mesías.
Él dijo, les he dicho siempre que no soy el Mesías, sino que he sido enviado delante de él y después en el versículo 29, él lo ilustra de otra manera. “El que tiene la esposa es el esposo, más el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo.” Él está diciendo, miren yo soy como el hombre de honor, soy como el amigo del novio, me da gusto que el novio disfrute a la novia, no tengo celos.
En otras palabras, tengo que cumplir con una responsabilidad. Yo no soy el personaje principal aquí. Después en el versículo 30, él lo resume en esa gran afirmación: “Es necesario que Él crezca, pero que yo mengüe.” Yo estoy en el extremo decreciente de esto, yo estoy desvaneciéndome y él está ascendiendo al lugar apropiado. Este es un gran testimonio por parte de Juan, de la preeminencia de Jesucristo. Juan comienza a desvanecerse, Jesús entra más al frente. Juan comenzó su ministerio en la tierra de Judea, y Jesús también está en la región de Judea bautizando. De hecho, a sus discípulos, los discípulos de Jesús estaban llevando a cabo el bautismo. De hecho, físicamente lo estaban haciendo, pero él bautismo estaba asociado con la predicación de Jesús.
Estos ministerios que empalmaron continuaron debido a que Juan aún no había sido metido a la cárcel, pero él estaba desvaneciéndose. Juan no tuvo celos, Juan manifestó únicamente humildad, él exaltó de manera clara a Jesucristo como superior a sí mismo, él no estaba en competencia con Jesús en absoluto, y él da seis razones para la superioridad de Jesús.
Esta es una gran sección, seis razones para la superioridad de Jesús en los versículos 31 en adelante. Primero, su origen celestial. Él, versículo 31, “el que de arriba viene”, él está diciendo: miren, Él vino de arriba, Él vino abajo, esta es una afirmación de su deidad.
Y cosas terrenales habla, el que viene del cielo es sobre todos, yo soy humano, yo soy terrenal, él es celestial. Y ese es el primer punto de su superioridad.
El segundo viene en el versículo 32: “Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio.” Lo que él está diciendo ahí, es que Él es omnisciente, Él conoce cosas que nadie conoce. Él conoce verdad que ninguno de nosotros conoce, Él conoce verdad divina personal y experimentalmente. Versículo 33: “El que recibe su testimonio, éste atestigua que Dios es veraz.” Lo que él quiere decir con eso, es que, Él conoce la mente de Dios, Él tiene la mente de Dios. En el versículo 34 él añade: “Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida.” Eso quiere decir que Él tiene un origen celestial, Él es omnisciente, Él conoce verdad divina, personal y experimentalmente.
Él conoce la mente de Dios y la Palabra de Dios, habla las palabras de Dios, y Él es Uno con el Espíritu de Dios de una manera ilimitada. Esto es, Él ha recibido el Espíritu sin medida. Él tiene la plenitud del Espíritu obviamente, porque Él es Dios, Él comparte la naturaleza esencial con los otros miembros de la Trinidad.
En el versículo 35, él añade que Él es el verdadero heredero de Dios, el Padre ama al hijo y todas las cosas ha entregado en su mano. Yo no soy el heredero de Dios, su hijo es Su heredero. Y después versículo 36, solo Él es el Salvador, Él que cree en el Hijo tiene vida eterna. Usted puede creer en Juan y usted no va a tener vida eterna.
Pero: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.” Entonces Juan presenta este discurso monumental acerca de la naturaleza esencial de Cristo, lo cual lo aparta de sí mismo.
Él es de origen celestial, él es omnisciente con respecto a la verdad, él conoce la mente de Dios y la Palabra de Dios, él tiene el Espíritu de Dios sin medida, esto es, él es uno con el Espíritu de Dios, él es el Verdadero heredero de Dios, y solo Él es el Salvador.
Entonces, hay una transición que se está llevando a cabo, conforme la vida y ministerio de Juan comienzan a desvanecerse y Jesús comienza a ascender. Y así es exactamente como debe ser, y Juan lo resume diciendo: es necesario que Él crezca, pero que yo mengüe.
Ahora, en Mateo, pase a Mateo 4 por un momento, conforme construimos la historia. Una de las cosas que disfruto, probablemente usted lo sabe, es estudiar los Evangelios así y colocar las piezas del rompecabezas. Esto es lo que hice la mayor parte de esta semana, estaba uniendo todas las partes de este rompecabezas, para que pudiéramos tener el flujo cronológico de este ministerio de Juan, y como interactúo con el trabajo de Jesús.
Los ministerios están empalmando, Jesús atraviesa por su bautismo, después del bautismo de Jesús él enfrentó su tentación. Él tuvo algo de tiempo al principio del ministerio, y ministraron juntos en dos lugares diferentes. Hubo un ministerio que decreció en el caso de Juan, y un ministerio que ascendió, o se incrementó, en el caso de Jesús.
Y después, Mateo 4:12. Mateo 4:12 dice: “Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea.” Ese es un versículo clave, aquí es en donde Jesús inicia su ministerio público en su totalidad. Él tuvo el ministerio, fueron las primeras etapas del ministerio que empalmaban con Juan, pero una vez que Juan fue a la cárcel, ese fue el fin del ministerio de Juan. Él nunca salió de la cárcel, una vez que él fue a la cárcel, Jesús entonces entró a un ministerio público completo.
El trabajo del gran profeta se acabó. Y ahí es en donde podríamos dejar la historia, excepto que Lucas no nos va a dejar ahí. Regresemos a Lucas, porque él añade simplemente unos cuantos comentarios a su manera única, que nos abren una novela increíble.
Versículo 19, llamemos a esto la ‘personalización.’ Juan estaba predicando, pero su predicación se volvió muy personal, y el versículo 19 dice: “Entonces Herodes el tetrarca, siendo reprendido por Juan a causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano, y de todas las maldades que Herodes había hecho, sobre todas ellas, añadió además esta: encerró a Juan en la cárcel.” Personalizando. La valentía de Juan no conoce límites. Él no solo fue un predicador general, él no solo le predicó a la audiencia, él le predicó a individuos. Y en este caso en particular, él reprende a un hombre identificado como Herodes el tetrarca. Ahora, ya lo conocimos, regrese al capítulo 3, versículo 1.
Herodes fue tetrarca de Galilea, y también un área llamada Perea. Y discutimos a detalle las características que identifican a este personaje llamado Herodes. Herodes era el tetrarca.
Este Herodes, es conocido predominantemente en el Nuevo Testamento como Herodes Antipas. Él es el hijo de Herodes el grande. Herodes el grande es el Herodes patriarcal, quien tuvo todos estos hijos diferentes, y dividieron el reino, y lo repartió entre sus hijos.
Una de las cosas más complejas que seguir, al estudiar el Nuevo Testamento, es la dinastía Herodiana. Tratar de encontrar todas las maneras en las que se entreteje a lo largo de la historia del Nuevo Testamento.
Pero Herodes Antipas es una figura fija. Herodes Antipas se convirtió en el gobernante de Galilea y Perea cuando su padre murió en el 4 a. C. Y él gobernó durante 42 años.
Entonces, desde el 4 a. C. usted sabe, hasta alrededor de 39 d. C. usted tiene este hombre como el rey, como el rey títere, no obstante, el rey sobre el área de Galilea y Perea.
Eso es mucho tiempo, que incluye el ministerio entero de Jesucristo. Desde el nacimiento de Cristo hasta la muerte de Cristo, este hombre estuvo en el poder. Él fue el hermano de Arquelao. Arquelao fue otro hijo de Herodes cuyo territorio más tarde se le dio a otro Herodes llamado Herodes Agripa.
Este, Herodes el tetrarca, o Herodes Antipas es el Herodes conocido del que usted lee, cuando usted lee el Nuevo Testamento. Él no fue judío, como dije, él era edomita o un descendiente de Esaú, y en ese sentido, él era menospreciado.
Y él fue odiado por los judíos, porque él construyó su ciudad capital Tiberias.
Algunos de ustedes han estado conmigo en Tiberias, un lugar hermoso en la costa occidental del mar de Galilea. Esa ciudad originalmente, fue construida por Herodes en honor a Tiberius Cesar. Y fue construido, tristemente en gran parte para el dolor de los judíos, encima de un cementerio. Después, para empeorar las cosas, él levantó ídolos en lugares públicos.
Y si hay algo que conocemos acerca de los judíos, después de que salieron de la cautividad en Babilonia, fueron purgados de cualquier interés en la idolatría, y esta fue una gran ofensa para ellos. Entonces ellos no tenían nada más que odio hacia este hombre.
Probablemente usted lo conoce más, por la función que tuvo en la muerte de Jesucristo. He estado estudiando eso, porque como usted sabe, he estado escribiendo un libro titulado ‘El asesinato de Jesús’, y uno de los elementos fascinantes de eso es la función que Herodes tuvo en los juicios de Jesús al final de su vida, que llevaron a su ejecución.
Entonces, usted ve a Herodes involucrado en todo eso, en el capítulo 23 de Lucas. Lo cual lo haremos en algún tiempo en el milenio, creo yo, si llegamos al capítulo 23 de Lucas.
Ahora, él es llamado tetrarca aquí, él es llamado un tetrarca. Literalmente, tetra significa, gobernante sobre un cuarto. Y se dividió esa área en cuatro partes, como lo discutimos ahí atrás en el versículo 1, no voy a volver a explicar todo eso. Hubieron cuatro personas en áreas responsables, Poncio Pilatos fue gobernador de Judea, esa es una parte. Herodes fue tetrarca de Galilea y Perea. Su hermano Felipe fue tetrarca de la región de Iturea, Traconito. Y un hombre llamado Lisanias fue tetrarca de Abilene. Entonces originalmente hubieron cuatro partes, pero tetrarca simplemente se convirtió en una palabra que significó un rey títere, un gobernante de rango bajo, un gobernante no muy influyente.
Recuerde, Judea, Samaria, Idumea fueron gobernados por Arquelao y después más adelante por Poncio Pilatos. Iturea, Traconito gobernada por Felipe. Abilene, como dije, la cual está en la parte noroeste fue gobernada por Lisania. Y Herodes gobernó sobre Galilea y Perea, durante todos esos 42 años. Y, de hecho, es Marcos 6:14 en donde él es llamado un rey.
Entonces, él adoptó el título para sí mismo y la gente lo adoptó.
Ahora, el hecho de que él fue un rey pudo haber hecho que algunos predicadores suavizaran su tono. Y digo, ¿Qué tan elevado va a ir usted en su condenación en contra del pecado?, y ¿cuán directo va a ser usted, y cuan personal va a ser usted?
Acaso va a usted hablarle nariz a nariz al hombre que tiene poder sobre su vida, y le va a decir lo que necesita oír. Bueno, Juan, no fue porque Juan no fue amable, fue porque Juan fue compasivo. El evangelio, mantenga esto en mente, el evangelio es un mensaje de arrepentimiento, pero un mensaje de arrepentimiento para, llene en el espacio en blanco, perdón de pecados. Y lo más amable que usted le puede decir a alguien es que Dios perdonará todos sus pecados si se arrepiente, ¿verdad? Esas son buenas noticias, estas no son malas noticias, estas son muy buenas noticias. Y mientras que la verdad es dura, porque debe exponer el pecado, al mismo tiempo es misericordiosa porque trae perdón.
Y Juan reprendió de manera directa a este hombre Herodes. Él lo reprendió, ese es un participio presente pasivo, y digo eso porque lo que significa un presente pasivo participio es acción continua. Lo que usted tiene aquí, es una indicación de que esto, es algo que Juan probablemente hizo regularmente, regularmente.
Él exhibió continuamente el pecado de este hombre. Él desafió la moral de este gobernante, él desafió la moral de este edomita. Y dice al final del versículo 19: “Y de todas las maldades que Herodes había hecho.” Y ni siquiera son enlistadas para nosotros.
Usted puede estudiar la historia por sí mismo, y usted descubrirá que la vida del hombre haría una marca negra en un pedazo de carbón.
Pero, había una cosa que sobresalió en todo esto, y eso es indicado en el versículo 19, por Herodías la esposa de su hermano. Ahora, los problemas matrimoniales, no fueron algo nuevo para los Herodes. Herodes el grande, ¿está listo para escuchar esto? tuvo diez esposas, diez esposas. Entonces, realmente no esperaremos que su hijo Herodes Antipas tuviera un estándar muy elevado de conducta sexual, o del matrimonio. Y no lo tuvo.
Y esta historia de Herodes y Herodías, es la primera novela en el Nuevo Testamento. Ahora, permítame contarle un poco de él. Herodes fue poderoso, Herodes estaba gobernando bajo la autoridad del Cesar.
Él de hecho, gobernó esa área Galilea y Perea, desde la costa del Mediterráneo en el norte al este del Jordán. Desde el mar de Galilea en el norte, hasta la punta de abajo del mar Muerto.
Entonces, esa es el área donde Herodes estuvo gobernando Judea. Samaria estaba en la costa oeste, el mismo lugar en donde Juan ministró. Entonces, Juan realmente estaba confrontando a su propio dictador a su propio gobernante.
Ahora, Herodes vivió en la ciudad de Tiberias, la cual el construyó sobre el cementerio. No hay registro, por cierto, y me parece que esto es fascinante, que Jesús jamás visitó esa ciudad y el mar de Galilea es un lugar pequeño. Usted literalmente puede estar de pie en un extremo y ver el otro extremo, estar de un lado y ver el otro lado. Y usted puede cruzar ese lago, de manera muy breve, si usted está manejando. Lo podría hacer en una cantidad razonable de tiempo, si usted está caminando.
No es un área realmente muy grande, entonces cuando usted lo piensa, Jesús habría estado muy cerca de todas las ciudades y aldeas alrededor de esa área. Sin embargo, en su vida entera de ministerio en Galilea, él ni una vez se reporta que él fue a la ciudad de Tiberias.
Quizás él se mantuvo alejado para evitar a Herodes, debido a que fue su padre, recuerde, fue el padre de Herodes, Herodes el grande quien masacró a todo bebé niño, alrededor de Belén, para evitar que otro rey viniera. Y fue también su padre, quien había asesinado a su propia familia. Él asesinó a gran parte de su propia familia. Fue su padre quien había asesinado a todos los líderes en la tierra, porque él temía que pudieran quitarle el trono, aún después de que estuviera muerto.
Él también asesinó, y esto es sorprendente, al Sanedrín entero. Su padre fue un asesino, y un homicida. Y bien podría ser que, por un esfuerzo por no contribuir a la situación, y no elevar la hostilidad de Herodes hacia sí mismo, que Jesús simplemente evitó eso, queriendo ser fiel con la agenda divina, para morir únicamente cuando fue el propósito del Padre que él muriera.
Pero aquí dice que Juan confrontó a este hombre, este hombre impío, este hombre malo cuya lista de impiedades es demasiado larga como para que Lucas inclusive la escriba.
Es simplemente suficiente decir, que hubo una grande, grande acumulación de impiedad, todas las maldades, nos dice Lucas.
Este hombre, en medio de toda esta impiedad tuvo un pecado en particular que era abierto y público, y tuvo que ver con su relación con una mujer, llamada Herodías, quien fue la esposa de su hermano. Ahora, para entender la historia, pase a Mateo capítulo 14.
Mateo capítulo 14, usted va a descubrir que esto es fascinante.
Vamos a ver si podemos avanzar a lo largo de esto. Mateo 14:1 “En aquel tiempo Herodes el tetrarca oyó la fama de Jesús.” Ahora, cuando llegamos a Mateo 14, Jesús ya comenzó su ministerio y Juan ya ha sido metido en la cárcel y Juan ya está muerto.
Muy bien, cuando usted llega al capítulo 14 de Mateo, todo eso está en el pasado.
Pero, cuando Herodes oye de Jesús, está comenzando a llegarle a él, Jesús había estado ministrando desde su bautismo ahora. Probablemente más de un año ha pasado. Juan ha sido encarcelado, probablemente ha estado en la prisión ahora, bueno, no sabemos exactamente por cuanto tiempo. Él ha sido ejecutado, todo eso está en el pasado, ahora Jesús está ministrando, Juan está fuera de la escena. Herodes está viviendo en el lujo, Herodes está viviendo en su pereza opulenta. Poniendo un poco atención, el de cualquier manera no fue un judío, los doce están predicando, hay predicación llevándose a cabo por parte de Jesús y los doce, hay sanidades, se están liberando a personas de demonios y está comenzando a agitar al país, y los judíos como usted sabe, resienten a Herodes grandemente y él también los resiente.
Los judíos lo resienten por muchas razones, él fue el hijo de la cuarta esposa de Herodes, Maltace quien fue una samaritana. Ahora, si usted sabe algo acerca de cómo los judíos pensaban acerca de los samaritanos, usted sabe porque ellos habrían odiado este producto de una mujer samaritana y un padre edomita. No podía ser más malo que esto.
Los edomitas fueron maldecidos en el Antiguo Testamento, y los samaritanos fueron odiados porque los samaritanos fueron una raza de personas, que fueron el producto de judíos que fueron desleales al judaísmo, que se habían casado con paganos y habían producido la raza no pura, llamada samaritanos.
Y los odiaban tanto, que cuando alguien en el sur quería ir al norte, evitaban el país de Samaria porque no querían colocar sus pies en esa tierra maldecida.
Esa es la razón por la que fue tan increíble y asombroso, que Jesús reveló primero quien fue Él y predicó el evangelio a una mujer samaritana, de todas las cosas.
No solo era asombroso que Él le habló a una mujer, sino que, una mujer samaritana. Odiaban a los samaritanos. Y estaba este Herodes el tetrarca el hijo de un edomita, que fueron maldecidos en el Antiguo Testamento, y una mujer samaritana que fue odiada por los judíos, una descendiente gentil odiada, de Esaú que se había casado con una samaritana menospreciada. Especialmente repulsivo para los judíos.
Pero para este tiempo, él está en su año 32 de su gobierno. Y él oyó de Jesús, y él está turbado por esto. Y notará cuan turbado está en el versículo 2: “Este es Juan el Bautista; ha resucitado de los muertos, y por eso actúan en él estos poderes.” Hombre, este es un hombre paranoico. Él piensa que Jesús es Juan el Bautista resucitado de los muertos. Él ha regresado de los muertos, ¿adivine por qué? Si él ha regresado de los muertos, ¿qué cree usted lo que está buscando? Herodes cree que lo está buscando a él, después de todo, él es el que le había cortado la cabeza. Ahora, Herodes no originó esa idea de que Jesús fue un Juan resucitado. Herodes no fue el origen de esto.
En Lucas 9:7 Herodes el tetrarca oyó todo lo que estaba sucediendo. Él estaba grandemente sorprendido, porque se dijo, por algunos que Juan había resucitado de los muertos.
Entonces, se había esparcido la idea de que este podría ser Juan que había resucitado de los muertos. Y Herodes dijo: Yo mismo decapité a Juan, pero ¿quién es este hombre de quien oigo estas cosas? Y él estuvo tratando de verlo, él quería ver si de hecho era Juan, porque él conocía a Juan también. Él había estado en la cárcel, un año antes de que fue ejecutado, casi un año. Entonces, no es que él fue el origen de esto. Simplemente, había este rumor de que Jesús de hecho, era Juan resucitado de los muertos y ese rumor francamente aterró a Herodes.
Marcos 6:14: El rey Herodes oyó, su nombre se había llegado a conocer bien, la gente estaba diciendo Juan el Bautista ha resucitado de los muertos, y esa es la razón por la que estos poderes milagrosos están operando en él. Bueno, eso le da a usted una idea de cuan prominente fue Juan. Pero Herodes cuando oyó esto, dijo: ¡Juan a quien decapité ha resucitado! con admiración. Entonces el hombre estaba en un estado de paranoia porque él cree que Juan ha resucitado de los muertos. ¿Y porque está en pánico por esto? Bueno, regresemos por un momento al pasado. El versículo 3 regresa a decirle a usted porque él tenía tanto miedo. Porque Herodes había aprendido a Juan y le había encadenado, y metido en la cárcel por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano.
Ahora, regresamos a entender la paranoia de Herodes. Ahora, vamos a regresar para descubrir, porque él está tan aterrado ante el prospecto de que Juan haya resucitado de los muertos. Ahora, simplemente un comentario al margen, Juan no resucitó de los muertos, Jesús no es un Juan resucitado. Jesús es Jesús, mayor que Juan, como Juan lo señaló en el tercer capítulo del evangelio de Juan que le leí a usted antes.
Pero esto nos da la historia. Cuando Herodes arrestó a Juan, él lo encadenó y lo colocó en la prisión, debido a Herodías, la esposa de su hermano Felipe. Porque Juan había estado diciendo repetidamente, no te es lícito tenerla.
Usted tiene que amar a Juan, me encantaría que tuviéramos algunos Juanes que se pusieran de pie ante la gente prominente. Y él se mantuvo diciendo esto en público, esto no te es licito, esto no está bien, no puedes tener esta mujer.
Ahora, la valentía de Juan fue un llamado al arrepentimiento. Él está llamando a este hombre a arrepentirse de este pecado. Y él le va a decir claro, en ese proceso, que hay perdón si este rey no muy importante, pagano, impío, se arrepiente, Dios lo perdonará y su alma eterna será salva. Un poco de trasfondo. Nos dice en el versículo 3, que Herodías, es la esposa de su hermano Felipe. Ahora, simplemente trate de seguir esto, si usted puede. Este es un examen.
Herodes estuvo casado en ese entonces, con la hija del rey de los árabes de Nabatea, Aretas llamado, Aretas fue el rey. Herodes se había casado con su hija, pero Herodes tuvo un hermano en Roma llamado Felipe. Él tuvo dos hermanos llamados Felipe, uno fue Felipe el tetrarca que estaba gobernando en esa área, como mencione Traconito e Iturea. Pero él tuvo otro hermano llamado Felipe que estuvo en Roma, él fue un ciudadano privado. Él en cierta manera fue un hombre de negocios, él no tuvo ningún gobierno. Y él fue desheredado, él nunca recibió nada de su padre, Herodes el grande, tierra ni gobierno, porque él fue muy, muy menospreciado, aparentemente por su propia madre.
Entonces, hubo mucho de eso en la familia de Herodes debido a que hubieron 10 esposas y estos hijos que nacieron de todas estas mujeres diferentes. Entonces, hubieron dos Felipes, de hecho, fueron medios hermanos. Uno fue un gobernante, y uno fue un ciudadano privado en Roma. Bueno, el Felipe de Roma tuvo una esposa llamada Herodías. Escuche esto, ella fue la hija de otro hijo de Herodes el grande, por otra mujer.
Entonces, su esposa es su media hermana. Esto es realmente terrible. Felipe estaba una generación de distancia de los lomos de Herodes el grande. Me imagino que ella está a dos generaciones de Herodes el grande, entonces están conectados de esa manera.
Esto es incesto. Entonces, Juan ciertamente tuvo todo derecho de condenar este matrimonio. Él pudo haber condenado el matrimonio con Felipe, porque de hecho Felipe estaba casado con su media hermana. Y esto era lo que constituía incesto por cualquier definición.
Es muy claro que hay más que eso, no obstante, porque para que Herodes se casara con esta mujer él tuvo que divorciarse de su propia esposa, después de que había seducido esta mujer. Entonces, había adulterio involucrado. Hubo divorcio involucrado, hubo una relación incestuosa involucrada. Y entonces Juan simplemente lo confrontó de frente. Todo en cierta manera sucedió porque Herodes aparentemente, si atamos los cabos de la historia, viajó a Roma y conoció a la esposa de su hermano, quien también era su pariente cercana.
Y la persuadió él, la sedujo, y después la persuadió a dejar a Felipe y que se convirtiera en su esposa. Y para ser eso, él tuvo que divorciarse de su esposa. Ella tuvo que divorciarse de su marido, y pasaron por todo eso, y terminó con ella y se la llevó de regreso a estar en Galilea.
Ahora, el resultado de la seducción de Herodías y el divorcio de su propia esposa, le irritó a Aretas. Ahora, recuerde que él había estado casado con la hija de Aretas y el gobernante de los de Nabatea estuvo tan enojado, tan amargado por lo que él había hecho contra su hija, que él peleó en guerra contra Herodes, y lo derrotó de manera terrible. Y Josefo el historiador, dice que algunos de los judíos pensaron que la destrucción del ejercito de Herodes vino de Dios, y eso de manera muy justa, como un castigo por lo que él le había hecho a Juan.
Es interesante que usted encuentra eso en las antigüedades de Josefo, que los judíos pensaron que la razón por la que Aretas entró y tuvo la capacidad, le fue tan fácil derrotar a Herodes, fue porque Dios lo estaba usando como un instrumento de juicio por lo que él le había hecho a Juan. Bueno, esto solo fue el comienzo de los problemas de Herodes, él había causado divorcio, él había cometido incesto, pero Herodías fue una maldición para él.
Cuando Calígula llegó al trono en Roma, el Felipe que había sido tetrarca murió. Y Calígula se lo dio a otro Herodes llamado Herodes Agripa, usted lo conoce en Hechos 12.
Esto motivo a Herodías a los celos amargos, entonces ella forzó a Herodes Antipas a que fuera a Roma, a tratar de buscar el título de rey, para que ella pudiera ser llamada oficialmente reina, por parte de Roma.
Herodes se resistió, pero ella ganó. El navegó y fue porque ella lo forzó a ir para que fuera a tratar de convertirse en el rey. Agripa lo había derrotado ante Calígula, y perdieron.
Y no solo perdieron, sino que Calígula tomó la provincia de Herodes, tomó el poder de Herodes, toda su riqueza y lo expulsó al exilio con Herodías, hasta que él murió.
Entonces, realmente fue un día amargo cuando Herodes sedujo a Herodías, le costó amargamente. Ahora, todo esto, y usted no necesita conocer más que eso, probablemente ni siquiera necesita conocer todo eso. Lo único que necesita conocer es divorcio, seducción, incesto, y Juan lo enfrenta, lo confronta cara a cara y lo hace de manera repetida.
A.T. Robertson dijo: “Le costó su cabeza, pero es mejor tener una cabeza como la de Juan, y perderla que tener una cabeza común y corriente y mantenerla”.
Veamos la parte de la prisión, en Lucas 3:20 dice que Herodes lo metió a la cárcel, lo encerró en la cárcel. Pero comienza diciendo, sobre todas ellas añadió además esta, en otras palabras, si usted ve al final del versículo 19, todas las maldades que Herodes había hecho, sobre todas ellas añadió además esta. Y aquí la construcción griega significa, la impiedad, la maldad de corona. La maldad de coronación. De todas las cosas malas, impías, viles, que este hombre había hecho: seducción, incesto, etc.
Todas las otras cosas no son mencionadas aquí, él añadió esta, encima de todo eso aquí está la que coronó todo, encerró a Juan en la cárcel. Josefo dice que fue en el Fuerte Macareo. El Fuerte Macareo estaba a más de 8 kilómetros al noreste del mar Muerto, tenía dos calabozos en donde Juan como dije, pasó hasta un año. Y también tuvo un palacio de verano, porque en el área habían algunos manantiales de agua caliente, algunos manantiales de agua caliente. Entonces fue un buen lugar en donde pasar tiempo. Él tuvo un palacio de verano ahí, él también tuvo los calabozos ahí, y ahí es donde él colocó a Juan. Creo que usted podrá decir lo que William Barclay dice que es verdad: ‘siempre es peligroso reprender a un déspota oriental’. Podría serlo aun en la actualidad.
Y mediante su reprensión, Juan firmó su propia sentencia de muerte. Entonces, de regreso a Mateo 14, versículo 5, dice que quería matarle. Herodes quería matar a Juan, una vez que lo tuvo en la cárcel. Pero temía al pueblo, después de todo, el país entero pensaba que él era el precursor del Mesías. Habían estado saliendo ahí para bautizarse, lo habían oído predicar, lo tenían como un profeta verdadero. En este punto, Herodes habría matado a Juan, porque él estaba tan enojado por el insulto de la culpabilidad, que Juan había colocado sobre él, pero él temía las consecuencias. Entonces él termina manteniéndolo en la prisión casi un año, porque él tiene miedo de la respuesta y el clamor públicos.
Pero eso no fue suficiente para Herodías. Si Herodes estaba apenado entonces Herodías, aparentemente estaba más apenada. El versículo 6 cuenta la historia sorprendente. Pero cuando se celebraba el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías, danzó en medio y agradó a Herodes. Ahora, todos conocemos esta historia terrible. Para llenar los espacios en blanco, Marcos 6:19 Herodías estaba enojada en contra de Juan y quería matarlo y no lo podía hacer, porque Herodes temía a Juan, sabiendo que él era un hombre justo y santo, y lo mantuvo a salvo. Y cuando él oyó, él quedaba perplejo, pero él solía disfrutar escucharlo. Sorprendente. Herodes sabía que él era un hombre santo, él sabía que él era un hombre justo y le gustaba escucharlo, y lo mantuvo a salvo.
Entonces, por ese tiempo, Herodes se convirtió en su protector. ¿Sabe una cosa? ese es un honor real para la integridad de este hombre. Juan, que inclusive, el hombre que él confrontó sabía que él era justo, y sabía que él era santo, pero Herodías lo quería muerto.
Entonces en el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías bailó ante ellos, y agradó a Herodes. Agradó es un eufemismo para emoción sexual. Las danzas que estas niñas bailaban eran inmorales, seductoras, provocativas, bailes sin vergüenza.
Digo, en cierta manera, pasó así: hubo una fiesta, una fiesta con mucha bebida y fiesta, y conforme se embriagaban más y más sacaban a las niñas que bailaban.
Una fiesta de cumpleaños en ese mundo antiguo, era únicamente para los hombres. Por así decirlo, era una despedida de soltero. Fiesta, embriaguez, que llegaba a su clímax mediante estimulación sexual por parte de bailarinas. Realmente, que una princesa hiciera esto era sorprendente, pero hacer esto era algo común. Herodías estuvo dispuesta a tomar a su hija, y hacer esto para incitar a Herodes, porque ella quería venganza contra este hombre quien la había avergonzado públicamente.
Josefo nos cuenta el nombre de la hija, ¿se acuerda usted? Salomé. Eso no está en la Biblia, pero Josefo el historiador nos cuenta eso.
Entonces, el cumpleaños de Herodes, Herodotus dais, llegó a ser un proverbio para festivales con excesos, en los días de la antigüedad en la historia romana. Esta fue una fiesta desenfrenada que tuvo este hombre, ella aprendió sus lecciones incestuosas muy bien.
Por cierto, Salomé, según Josefo más tarde se casó con su tío. Agradó a Herodes, encendió su fuego, en su estupor de embriaguez, de glotonería él fue seducido, perdió toda la dignidad, perdió toda la sensibilidad, perdió toda la racionalidad. Y queriendo ser de alguna manera, el benefactor grande, magnifico, ante todo mundo y mostrarle a todo mundo que de alguna manera él era muy generoso, él se volvió presa de su propia lujuria impía he hizo una promesa torpe.
Versículo 7, “por lo cual éste le prometió con juramento darle todo lo que pidiese.” Y eso echó a andar el complot. “Ella, instruida primero por su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista.” Esta niña probablemente tiene 16, 17 años de edad. Ella la quería, por favor observe, ahora. La quiero en este momento, aquí en un plato.
No había deseo alguno, por esperar hasta que Herodes pudiera pensar con mayor claridad, que hubiera salido de su estupor, que estuviera sobrio y en control. Ella quería esa cabeza, y la quería ahora. Él fue demasiado orgulloso como para romper su juramento público, él estaba tratando de mostrar, cuan magnánimo él era, lo magnifico que era, y él se había colocado en una esquina.
Su insensatez, le iba a causar cometer un crimen enorme, en contra de un hombre que él sabía que era piadoso. En contra de un hombre que él sabía que era santo, en contra de un hombre que él sabía que hablaba la verdad, porque él conoció la verdad por lo que Juan lo confrontó. Él es impotente moralmente, él es un necio, él es débil, él está en orgullo, su copa está llena de iniquidad, y él costo de casarse con esta mujer ahora ha llegado a grandes alturas. Entonces en el versículo 9: “Entonces el rey se entristeció; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa”, digo, realmente no quieres quedar mal con los invitados, ¿no es sorprendente lo que motivó este hombre?
Usted puede ver la ausencia total de virtud. Él estaba más preocupado por su reputación entre sus invitados, el resto de los borrachos que estaban ahí. Entonces, el hombre borracho, lleno de lujuria, seducido por la hija de su esposa, cayó en una falta de valentía torpe, terminando en que él asesinara al hombre de Dios.
Versículo 10: “Y ordenó decapitar a Juan en la cárcel. Y fue traída su cabeza en un plato, y dada a la muchacha; y ella la presentó a su madre.” ¡Qué manera tan horrenda de terminar la fiesta!
Mateo Brotus escribió: ‘cuando el plato fue traído con la cabeza sangrando sobre él, sin duda alguna, ella la tomó de manera temblorosa en sus manos, no fuera que una gota de sangre manchara su vestido de gala, y se la llevó a su madre como si le estuviera trayendo algún tipo de platillo selecto de la mesa del rey’.
No era raro traer la cabeza de alguien que había sido matado, a la persona que la había ordenado, como una prueba segura de que el mandato había sido obedecido.
Cuando la cabeza de Cicerón fue traída a Fulvia, la esposa de Marco Antonio, ella le escupió y sacando la lengua que se había opuesto de manera tan elocuente y había condenado a Antonio, ella perforó esa lengua con su pasador del cabello con gestos amargos.
Gerónimo se refiere a este incidente y dice que Herodías hizo lo mismo con la cabeza de Juan. Le escupió, le jaló la lengua, y la perforó. Entonces, este deseo impío por parte de los Herodes por callar al hombre de Dios.
Juan fue asesinado, asesinado alrededor de un año después de que había estado en la cárcel. Asesinado, y su ministerio y su vida se acabaron.
Pero créame, el pasó a su recompensa gloriosa y él permanece como un modelo, un modelo permanente de predicación fiel, sin concesiones, ¿no es cierto?
Una nota hermosa termina con la escena horrenda, versículo 12 de Mateo 14.
“Entonces llegaron sus discípulos”, ellos habrían sido los seguidores de Juan, aquellos que habrían estado ahí con él en el desierto mientras que él predicó y bautizó. “Y tomaron el cuerpo y lo enterraron y fueron y dieron las nuevas a Jesús.” Ellos supieron que Jesús querría saber. Por cierto, ni Herodes ni Herodías lograron nada al matar a Juan. Ellos no podían deshacerse de sus pecados, ¿verdad? Y ciertamente, no podían deshacerse de su culpabilidad. Si usted regresa a los versículos 1 y 2, eso es lo que lo lleva a estar en pánico en primer lugar, porque Herodes tiene miedo de que el rumor pudiera ser verdad, y Juan estaba de regreso de los muertos. Y Herodes está en un estado de paranoia con tormento. Él podía callar la voz de Juan, pero él no podía matar la verdad.
Herodes quería ver a Jesús para ver si era Juan, pero nunca lo vio. Cuando vio a Jesús finalmente, fue cuando Jesús le fue enviado en su juicio y Herodes contribuyó a su ejecución.
Pero él recibió un mensaje de Jesús, lo recibió. Y Lucas nos habla de eso. Voy a cerrar con eso. El recibió un mensaje de Jesús, como dije, Jesús nunca lo vio.
Lucas 13:32 veremos esto más adelante, pero es una especie de adelanto. El versículo 31 dice: “Llegaron unos fariseos diciéndole a Jesús: Sal y vete de aquí, porque Herodes te quiere matar.” Más vale que te vayas de aquí Jesús, Herodes te quiere matar. “Y les dijo: Id, y decid a aquella zorra: (vayan y díganle) He aquí, echo fuera demonios, y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día termino mi obra.”
“Sin embargo, es necesario que hoy y mañana y pasado mañana siga mi camino; porque no es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén.” ¿Sabe usted lo que está diciendo? Tú mataste a Juan, amigo mío, pero no me puedes matar hasta que se acabe mi obra.
Herodes eventualmente participó en su ejecución, pero no pudo participar hasta que la obra de Jesús se acabó. Bueno, ese es el fin de la historia de Juan. Herodes terminó con todo el poder terrenal y se fue al infierno. Juan tuvo todo el poder celestial y se fue al cielo.
Con mucha frecuencia, como usted sabe, el precio de la valentía es el rechazo público, pero también es gloria divina, ¿no es cierto?
Y no creo, simplemente como un epílogo, no creo que ningún predicador verdadero está preocupado por la popularidad, esa nunca ha sido la meta de un predicador verdadero.
La meta de un predicador verdadero es hablar la verdad, a costa de lo que sea, ¿verdad?
Esa es la razón por la que Juan provee un ejemplo tan grande para nosotros. Entonces Juan, quien vino al escenario de una manera tan prominente, sale del escenario, y la próxima vez la historia comienza con Jesús.
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