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Al llegar a este tiempo maravilloso en la Palabra de Dios juntos, quiero llevarlo de regreso al texto de 2 Corintios capítulo 12, aunque ciertamente podríamos pasar mucho más tiempo en el texto, terminaremos nuestra serie breve de los versículos 5 al 10 ésta mañana. 2 Corintios 12:5-10 está en un contexto más amplio de esta epístola, en dónde Pablo está dando sus credenciales apostólicas. Hemos titulado esta serie en particular de tres partes: “Poder en debilidad.”

Conforme abordamos este texto, una frase, una expresión en el texto sobresale, y está en el versículo 9. “Y me ha dicho: Bástate mi gracia.” Y a manera de introducción permítame tan solo comenzar con esa palabra ‘gracia’, y después entraremos al texto mismo. Ésta es una palabra griega magnifica, usada ciento cincuenta y cinco veces en el Nuevo Testamento. Ahora, la palabra en el griego es (χάρις, charis), caris, y básicamente significa ‘un favor concedido.’ Significa, ‘un regalo generoso dado.’

Ese es en cierta manera el significado normal, común, pero en el sentido del Nuevo Testamento es un sentido redentor, significa un favor concedido, y un regalo generoso dado por Dios a personas que son de manera total inmerecedoras e indignas. Es el favor de Dios, es la bondad de Dios, es la generosidad de Dios de proveer para aquellos que son indignos de esa provisión. Comienza en la salvación y sigue por todos los siglos, porque nos dice en Efesios que a lo largo de los siglos venideros Dios mostrará las riquezas de su bondad en su gracia hacia nosotros. La gracia comienza, en un sentido muy general, los teólogos la llaman gracia común, con la lluvia cayendo en los justos y los injustos, y Dios dándonos vida y aliento y familia, y los gozos de la vida, y las bellezas de la vida, y simplemente la vida misma.

Esa es gracia común. Después la gracia llega a una proporción totalmente diferente y maravillosa cuando nos salva. Y vamos de gracia común a la gracia no común de la salvación, y se nos da salvación, perdón de todos nuestros pecados, todas las bendiciones que son de Dios en los lugares celestiales. Entonces, nos son concedidas y están a nuestra disposición, y eso sigue entonces a lo largo de la santificación y hasta la glorificación. Dios es generoso hacia pecadores inmerecedores. Dios es generoso para aquellos que están en Cristo desde el momento de su salvación y por toda la eternidad.

Esta gracia es una fuerza dinámica, es una fuerza dinámica mediante la cual Dios nos aplica todo lo que necesitamos para salvarnos, para guardarnos, para capacitarnos, para librarnos, para santificarnos, para glorificarnos. Fuimos salvos por gracia, Efesios 2 dice, mediante la fe, pero es la gracia de Dios que simplemente inicia y sustenta esto hasta la eternidad. Todo beneficio en la vida, todo beneficio en la eternidad es por la gracia de Dios. Y este gran aspecto redentor de la gracia viene únicamente a aquellos que conocen a Jesucristo. Es fe en Jesucristo que nos lleva a la gracia no común de Dios, a la gracia salvadora especial de Dios, y a la gracia eterna.

Cuando pensamos en la fe cristiana podríamos resumirla en la palabra gracia. Esa es la razón por la que esta iglesia es llamada Iglesia Gracia. Ninguna palabra resume de manera tan clara el mensaje de nuestra fe en la gracia. Ni ninguna palabra nos aparta de todas las demás religiones en el mundo que la gracia, porque las demás de manera inherente tienen en ellas algún mérito de salvación mediante alguna obra humana, religiosa o moral, o una combinación de ambas. Pero la nuestra es una religión de gracia. La nuestra es una fe que incluye el concepto, el concepto abrumador de que no merecemos nada.

Sin embargo, Dios nos da todo. Debido a su bondad él nos concede eternamente favores de manera inmerecida. Una de las afirmaciones más maravillosas jamás hechas acerca de nuestro Señor Jesucristo fue la palabra inspirada por Juan el Apóstol, en Juan 1:14 cuando Juan dijo de Jesús, Él estaba lleno de gracia, Él estaba lleno de gracia. No nos debería sorprender eso debido a que Él era Dios encarnado, y Dios es un Dios de gracia y Dios encarnó y vino al mundo y esperaríamos que estuviera lleno de gracia. El hecho maravilloso del atributo de estar lleno de gracia fue seguido por una realidad aún más emocionante, dos versículos después, Juan 1:16 dice: “Y de su plenitud todos recibimos gracia sobre gracia.”

Dios es gracia, Cristo estuvo lleno de gracia, y cuando Cristo viene a nuestras vidas recibimos gracias sobre gracias sobre gracias. Eso quiere decir que para aquellos de nosotros que conocemos a Dios mediante la fe en Jesucristo recibimos la bendición y favor continuos de parte de Dios. Acumulamos gracia, acumulamos gracia, la acumulamos momento a momento a momento a momento por toda nuestra vida, incluso hasta las glorias de la eternidad. No es sorprendente que Lucas escribiendo de los primeros cristianos en Hechos 4:33 dice que estaban experimentando gracia abundante. Y Pablo escribiéndole a los romanos, en el capítulo 5 versículo 2 dijo, “estamos en esta gracia”.

En otras palabras, él estaba diciendo que es como que la gracia es el ambiente en el que vivimos, el aire que respiramos. Hemos recibido, según Romanos 5:17, “una abundancia de gracia.” Y Efesios 1, como le dije, y el 2 habla de las riquezas de su gracia. Santiago añade que sea cual sea la gran necesidad que tengamos Dios nos da una gracia aun mayor. Y Pedro le llama la gracia de Dios multifacética, de muchos colores, multiplicada. Simplemente a partir de esas cuantas referencias usted tiene la idea de que Dios no escatima su gracia, ¿verdad?

Cuando hablamos de gracia para salvación, cuando hablamos de gracia para santificación, gracia para servicio, gracia para sufrimiento, hay suficiente. En toda área de la vida su bondad abunda, su benevolencia abunda, su bondad abunda. Esto es contrario a los dioses de los paganos quienes en el mejor de los casos son indiferentes, y deben ser manipulados y apaciguados para que no destruyan a sus súbditos. Nuestro Dios es un Dios que por naturaleza es de gracia, quien se encarnó a Sí mismo en el Señor Jesucristo quien estaba lleno de gracia, quien viene a nuestras vidas y derrama sobre nosotros gracia sobre gracia, sobre gracia, sobre gracia.  

En ningún otro lugar está resumido de manera más magnifica que en esta epístola misma, 2 Corintios. Regrese al capítulo 9 por un momento y versículo 8. Esta es la afirmación más grande de la suficiencia de la gracia, hecha en toda la Escritura. Observe su amplitud. 2 Corintios 9:8, “Y es Dios quien es poderoso, es lo suficientemente poderoso, es capaz, para hacer que toda gracia sobreabunde para vosotros, para que siempre teniendo en todo lo suficiente, tengáis una abundancia para toda buena obra.”

Los superlativos aquí son casi abrumadores, toda gracia, toda suficiencia, en todas las cosas, de toda manera, y una abundancia para toda y cada buena obra. Dios tiene la capacidad de derramar suficiente gracia para que literalmente sobreabunde hacia usted, y siempre usted tenga toda suficiencia para todo asunto de la vida, y una abundancia de gracia para toda buena obra. Usted tiene toda la gracia disponible que usted necesita para creer. Usted tiene toda la gracia que necesita para quitar su pecado y aplicar la justicia de Cristo a usted.

Usted tiene toda la gracia necesaria para entender la Palabra, usted tiene toda la gracia necesaria concedida a usted para aplicar la Palabra, para superar la tentación, para triunfar sobre el pecado habitual. Usted tiene toda la gracia necesaria para soportar el sufrimiento y decepción y dolor y tristeza. Usted tiene toda la gracia necesaria para obedecer al Señor, toda la gracia que se necesita para servirlo de manera eficaz y poderosa, toda la gracia necesaria para adorarlo en verdad y en espíritu.

No es sorprendente que el versículo 14 de 2 Corintios 9 la llama “la gracia abundante de Dios,” me encanta esto, “en vosotros.” Cuando usted se volvió creyente las puertas de la gracia fueron abiertas. Gracia para todo fue derramada en usted, y continúa y continuará haciendo eso. No es sorprendente que el escritor del himno al buscar un adjetivo para describirla, terminó con gracia sorprendente.

Ahora, con ese trasfondo de esta gracia suficiente en nuestro texto, la pregunta se presenta: ¿hay gracia suficiente para ayudarnos en todo asunto de la vida? Y Pablo está descubriendo en nuestro texto, como recordará usted, que de hecho la hay, la vida está llena de problemas, ¿no es cierto? La vida está llena de dificultad, la vida está llena de dolor y tristeza y sufrimiento. Hay temores que abundan en la vida. Muchas personas han promovido mucho, el libro escrito por el rabino Kushner, llamado “Cuando cosas malas le suceden a personas buenas.” Voy a escribir un libro y el título va a ser “Cosas malas le pasan a todo mundo.”

¿Por qué seleccionar a las personas buenas? Las cosas malas le pasan a todo mundo porque somos personas malas viviendo en un mundo malo. Esta es la humanidad caída en un ambiente caído. Obviamente las cosas salen mal. Salen mal todo el tiempo. Dios nos ha dado la gracia para salvarnos. Dios nos ha dado la gracia para santificarnos, Dios nos ha concedido la gracia y nos va a llevar a la gloria eterna. Dios nos ha dado la gracia para servirlo y proclamar Su verdad. La pregunta aquí es, ¿Dios nos ha dado la gracia para enfrentar los sufrimientos de la vida? Ese es el punto.

Descubrimos que Pablo, aquí en este texto, en el punto bajo de su vida, está deprimido. Él dice, que está en el capítulo 7, deprimido, con un corazón quebrantado, traicionado por las personas a las que él amaba más. Y señalamos el hecho de que el dolor más profundo en la vida, viene de personas, y entre más nos acercamos a la gente y más íntima es nuestra relación con las personas, y más los amamos, y más entregados estamos a ellos, y más de nuestro corazón les damos, mayor es el potencial que existe para que nos lastime profundamente.

No hay nada tan profundo como ser herido en la casa de tus amigos. Mucho mayor que cualquier dolor económico o dolor físico, es el dolor del amor no correspondido o la traición. Y ahí es dónde Pablo estaba. La iglesia corintia le había dado la espalda, lo habían traicionado, le habían dado la espalda de su amor hacia ellos y estaban abusando de él y siguiendo a falsos maestros, y creyendo mentiras de él. Y su corazón estaba quebrantado. Y estaba afectando el gozo de la iglesia y el testimonio de la iglesia también.

Entonces, existía ese sufrimiento también, porque él se preocupaba tan profundamente por la obra de la iglesia. Y lo encontramos en este punto en su vida en el que él realmente está en el fondo, y él no puede aparentemente hacer nada al respecto. Y ahí está el lugar correcto para hacer la pregunta, ¿encontró él gracia suficiente para su problema? ¿fue la gracia de Dios suficiente en el dolor más profundo de su vida?

Muchos dirán en la actualidad, “Bueno, si realmente estás hablando de asuntos profundos, y estás hablando de los dolores profundos de la vida, las depresiones de la vida, las decepciones profundas de la vida, las ansiedades profundas de la vida, ciertamente no quieres dar respuestas superficiales. Y yo estaría de acuerdo con eso. Algunos sugerirían que cuando usted entra a las cosas profundas, usted tiene que darle la espalda a la Escritura, porque la Escritura es buena solo a nivel superficial. Si usted quiere las cosas profundas para que sean enfrentadas tiene que volverse a la psicología, y psiquiatría y terapia, y consejería, inclusive medicamentos. Usted tiene que llenar el hueco en esta vida cristiana con algún entendimiento humano, sabiduría humana.

Y es triste, por raro que se oiga eso, la mayoría de las iglesias han adoptado esa mentalidad, la mayoría de las iglesias evangélicas han adoptado la idea de que los problemas serios que tienen los cristianos van más allá de la esfera de lo espiritual, van más allá de la esfera del poder de Dios, van más allá de la gracia, van más allá de la gracia divina, y demandan y requieren técnicas humanas, técnicas humanas primordialmente inventadas y definidas y básicamente alteradas en los últimos ciento veinte años.

La psicología se ofrece como la fuente de poder para resolver los problemas profundos, mientras que la gracia divina es adecuada únicamente para los más superficiales. Usted tiene que volverse alguna fuente humana para las cosas profundas, y usted puede volverse a Dios para las superficiales. Y sabe una cosa, fue interesante esta semana, estaba leyendo en una publicación cristiana que salió y publicó un artículo que promovía la psicología como la fuente necesaria para resolver los problemas de los cristianos.  

Y en el artículo, me atacaron. Y claro, en algunas publicaciones ser atacado es un honor, porque usted no quiere ser identificado en particular con ello. Y entonces dijeron, y en cierta manera fue interesante la manera en la que lo dijeron, dijeron: “John MacArthur ha escrito un libro titulado “Nuestra Suficiencia en Cristo,” y en el él dice que Cristo es suficiente para todas nuestras necesidades y la Palabra de Dios es suficiente para nuestras necesidades, y olvido las palabras exactas y el Espíritu Santo es suficiente para todas nuestras necesidades, y que lo único que jamás necesitaremos está disponible para nosotros en Cristo y mediante la gracia divina.

Y después su respuesta fue, “¿Puedes creer que alguien diría algo así?” Ni siquiera trataron de discutir, simplemente dijeron: ¿Cuán arcaico es este hombre y de dónde salió? ¿en dónde ha estado en los últimos treinta años? Simplemente me citaron sin comentarios, como si la gente dijera, “Hombre, ¿qué creencia tan rara es esa? ¿pastores cristianos que le dan a la gente la Biblia y los llaman a orar y a la intimidad con Dios y a los recursos de la gracia con Dios?  

Inclusive pensaban que es potencialmente peligroso, inclusive son culpables. Y esa es la razón por la que fui demandado por negligencia del clero, una demanda de diez años, que fue de 1980 a 1990. Algunos de ustedes no saben de esto. Fui demandado por negligencia a nivel de clero porque un joven se había quitado la vida en un suicidio, y la familia me demandó y demandó a Grace, a la iglesia. Obviamente todas las demandas tienen dinero como su fin, pero la demanda estaba basada en el hecho de que ministrar y predicar, y hablarle a este joven y darle verdad bíblica para aplicarla a los problemas de su vida, esto había acentuado su precondición y lo había llevado al suicidio, y por lo tanto éramos culpables de negligencia a nivel del clero.  

Por la bondad de Dios y la sensibilidad del sistema legal, ganamos el caso hasta la Suprema Corte del Estado de California, la cual emitió el veredicto a nuestro favor. Y finalmente la Suprema Corte de la Nación apoyó la decisión de la Corte de California. Lo que la Corte dijo no es el asunto, simplemente decir que hay una comunidad entera ahí afuera que cree que si usted trata de resolver los problemas profundos de la gente con la Palabra de Dios, usted es una amenaza a la sociedad.

Ahora, eso podría ser lo peor. Por otro lado, lo mejor podría ser que las iglesias que creen solo que las cosas superficiales pueden ser enfrentadas por la gracia divina, las cosas profundas necesitan sabiduría humana, ¡cuán extraño es eso! ¿Acaso es la Palabra de Dios tan insuficiente? La Palabra de Dios es perfecta, totalmente transformando la persona entera, según el Salmo 19. ¿Acaso la sabiduría de arriba, que confunde a toda la sabiduría del hombre, y la llama necedad, es tan insuficiente como para llamar esa insensatez para que la ayude? ¿Es el Señor Jesucristo en quien estamos completos, en quien tenemos todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad, y nos hemos vueltos participantes de su propia naturaleza divina y poseedores de toda su plenitud, acaso Él es tan insuficiente que Él no puede proveer lo que necesitamos? ¿Acaso el Espíritu Santo que nos ha llenado con poder en el hombre interior y nos ha dado toda la plenitud de Dios para que podamos hacer mucho más abundantemente de lo que podemos pedir o pensar, acaso Él es tan débil e insuficiente como para no tener la capacidad para ayudarnos a enfrentar todo? Es impensable.

¿Acaso el paquete de recursos espirituales que hemos recibido en la salvación, el cual nos capacita para hacer todo en lo que somos fortalecidos para todas las cosas en Cristo, es algo insuficiente en algún punto en nuestras vidas? ¿Y qué añade la sabiduría humana para nosotros? Cuándo Pablo dijo: “Nuestra suficiencia viene de Dios,” ¿acaso eso simplemente fue ignorancia? ¿estaba equivocado? ¿fue eso insensatez?

Cuándo él dijo en 2 Corintios 3:5, “No que somos aptos en nosotros mismos como para considerar algo como viniendo de nosotros mismos, sino que nuestra suficiencia viene de Dios quien también nos ha hecho suficientes,” ¿acaso estaba equivocado? ¿No estamos preparados para todo asunto de la vida en la gracia de Dios que ha sido derramada abundantemente en nosotros? Que engaño trágico existe en el mundo, pero que engaño infinitamente más trágico en la iglesia, y que afrenta a nuestro Dios y a nuestro Cristo, y a nuestro Espíritu Santo y la Palabra. Verdaderamente, tomando las palabras de Gálatas 5:4, “hemos caído de la gracia.” Que necia es la gente. En sus problemas, al no darse cuenta de que hay un trono de la gracia, al cual podemos acudir en tiempo de necesidad para hallar ayuda, Hebreos nos dice.

¿Adónde acudió Pablo en el tiempo de su depresión más profunda, su tristeza más grande? Regresemos a nuestro texto. Permítame leerle los versículos 7 al 10. “Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee para que no me enaltezca sobre manera, respecto a lo cual tres veces le he rogado al Señor que lo quite de mí y me ha dicho: Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias, porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.”

Este es un pasaje monumental, aquí encontramos a Pablo en su decepción más profunda, aquí encontramos a Pablo con un corazón quebrantado, en dolor y tristeza y depresión, rechazado, traicionado, calumniado, sufrimiento debido a ataques sobrenaturales en contra de lo que era más preciado para él y la iglesia, particularmente la iglesia en Corinto. Usted recordará que los falsos maestros habían entrado. Él define todo eso en el versículo 7 como un aguijón en la carne. Literalmente la palabra aguijón es una estaca. Él fue atravesado por esto. ¿Y que fue? Él define este aguijón de la carne como un mensajero de Satanás. Esa es otra palabra para un demonio, un ángelos de Satanás, un ángel de Satanás, o demonio.

Un demonio había entrado en algunos falsos maestros, había traído los falsos maestros a la iglesia corintia, y había creado esta traición terrible y rebelión en Corinto. Estaban despedazando la iglesia de Pablo, estaban tratando de destruir su reputación, estaban calumniándolo, estaban atacando a su gente, estaban comenzando a destruir la eficacia de esa iglesia, potencialmente su testimonio, y Pablo vio esto como un aguijón en su carne. Fue algo que simplemente lo estaba destrozando por su gran amor por la iglesia y la gente en ella. Me recuerdo en el versículo 7, “me fue dado,” y le dije que le fue dado por Dios. Y le recuerdo que la mayoría de la gente vive la vida pensando que Dios trae todos los momentos buenos, y el diablo trae todos los momentos malos, y no entienden que los momentos malos vienen por la voluntad de Dios, así como los momentos buenos. Y los momentos malos por diseño de Dios son mucho más productivos que los momentos buenos.

“Me fue dado por Dios.” Esta conspiración inspirada por un demonio que simplemente me despedazó y me hizo trizas como una estaca que ha atravesado mi carne para abofetearme. La palabra ‘abofetearme’ significa, golpear. Esto me estaba golpeando, y Dios había traído esto. Y sabe una cosa, necesita entender esto, existe esta idea en el cristianismo en la actualidad, que, si usted tiene un problema, necesita una solución inmediata y tiene que correr a algún lugar y arreglarlo. Las oficinas de consejeros están llenas de personas que quieren arreglos rápidos para los problemas de sus dilemas. La gente que está sufriendo de ser odiado, o rechazado, o abusada, o calumniada, o traicionada, o lo que sea, y todos estos problemas humanos de falta de satisfacción que crean todos estos problemas con personas son traídos frente al consejero y hay, existe esta pasión por ser resuelto.

Pero la perspectiva correcta es entender que en medio de la vida esto es parte de ella, y no busque una solución rápida para tratar de discernir lo que Dios está haciendo en medio de esto. Y no asuma que el diablo lo trajo independientemente de lo que Dios permita, porque Dios tiene propósitos en nuestro sufrimiento. Y algunas veces los propósitos de Dios realmente son sorprendentes. Es difícil imaginar en cierta manera que Dios queriendo lograr algo en la vida de un hombre tan especial como Pablo, permitiera que una de sus iglesias amadas, fuera destrozada para alcanzar eso. No nos parece racional que Dios permitiera este caos y confusión y problemas en la iglesia en Corinto, para que pudiera lograr algo en la vida de Pablo. Pero, de hecho, eso es exactamente lo que pasó. 

Ahora, no es que Dios no amaba a Pablo. Lo amaba mucho, como ama a todos los suyos, no es que Dios era indiferente a Pablo, en absoluto. De hecho, nuestro querido Señor Jesús mismo, después de que había ido al cielo y se había sentado a la diestra de Dios regresó a la tierra para visitar a Pablo tres veces, y en una ocasión se llevó a Pablo para verlo ahí. Y entonces, Él descendió para visitarlo tres veces, y se llevó a Pablo una vez al cielo para confirmarle su amor y para fortalecer a Pablo, para la cantidad inmensa de sufrimiento que él tuvo que soportar. Él apareció en el camino a Damasco cara a cara, hizo que estuviera ciego.

Y después lo llevó al cielo. Y después le apareció en Hechos 18, exactamente en el momento de sufrimiento de Pablo, cuando él estaba comenzando la iglesia en Corinto, Hechos 18. Y después Él volvió a aparecer en la cárcel, el Señor vino a él en encuentros poderosos, únicos, sin paralelos. Y el Señor estuvo involucrado de manera personal en la vida de Pablo para forjar al hombre en el hombre que debía ser, pero no era que Él llevó a cabo la obra de forjar a Pablo, no fue en la visión del camino a Damasco, no fue en la visión que él tuvo cuando él fue al cielo como fue señalado en el mismo capítulo, no fue la visión en Corinto, no fue la visión en la cárcel más adelante, lo que realmente hizo de Pablo el hombre que fue, no fueron esas experiencias elevadas y altas y santas y gloriosas con el Cristo resucitado. Lo que lo hizo el hombre que fue, fue el sufrimiento y el dolor.

El Señor vino a Pablo para forjar y moldear a ese hombre, para que fuera el hombre que quería fuera mediante su sufrimiento y su dolor. Dios no quiere liberarlo a usted del sufrimiento. Él no quiere liberarlo a usted de la tristeza y el dolor. Santiago dice: “Tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,” porque las pruebas tienen una obra perfeccionadora. Pedro dice, “después de que habéis padecido por un poco de tiempo, el Señor os perfeccionará.” Dios nos ha llamado al sufrimiento. Fue inclusive Jesucristo mismo quien se volvió obediente mediante Su sufrimiento, quién fue perfeccionado mediante Sus sufrimientos. Y eso es lo que aprendemos en los versículos 5 al 10 aquí, mediante el sufrimiento y la depresión terrible y la tristeza de la insatisfacción y el corazón quebrantado en el que Pablo literalmente estaba siendo forjado, él aprendió cinco grandes lecciones.

Y eso es lo que estamos viendo. ¿Se acuerda de la lección número uno? Dios usa el sufrimiento para revelar nuestra condición espiritual. Vimos eso en los versículos 5 y 6 y no voy a cubrir eso de nuevo. Simplemente el hecho de que si alguien quiere ver como es realmente usted, y la verdad debe ser conocida, entonces déjelos verlo a usted en su tristeza más profunda, en su dolor más profundo, y en su sufrimiento más profundo y ahí va a salir la virtud que realmente está ahí.

Y entonces, fue el momento para que Pablo demostrara sus credenciales. El Señor creía que el mundo viera de que estaba hecho este hombre. Toda razón entonces para hacerlo sufrir, porque fue en el sufrimiento que la verdad sería manifiesta. Lo que usted es sale en el sufrimiento. Y Pablo dice: “Me pueden ver en el versículo 6, al final del versículo, y pueden juzgarme y acreditarme por lo que ven en mí y oyen de mí, esa es la prueba de la realidad.” ¿En medio de los sufrimientos que tipo de hombre ve usted?

En segundo lugar, Dios le enseñó que Él usa el sufrimiento para humillarnos, versículo 7. Dos veces, él dice, “para guardarme de exaltarme me fue dado éste aguijón en la carne.” Pablo, como dice Colosenses 2, no iba a aferrarse a visiones, como muchos en la actualidad. Él dijo: “Fui al cielo, tuve una visión, fui al cielo, regresé del cielo, pero eso no es útil porque lo único que eso hace es alimentar mi soberbia. Entonces el Señor tiene que traer estas cosas terribles en mi vida para humillar mi corazón que de otra manera es soberbio. Dios nos quiere mansos, Dios nos quiere humildes, y Él incluso va a usar a Satanás y a sus demonios si es necesario, e incluso va a usar problemas en la iglesia amada, si es necesario para humillar a su siervo.”

Y entonces, cuando usted está atravesando el sufrimiento, recuerde, está ahí para que su condición espiritual se manifieste, y está ahí para que usted pueda entender lo que realmente es en Cristo, y pueda enfrentarlo. Y es ahí que otros pueden ver la virtud verdadera de su fe. Recuerde también que en su sufrimiento usted es humillado, usted es quebrantado, usted se vuelve contrito. Y cuando usted se vuelve contrito y humillado, y quebrantado, claro que usted se vuelve útil a Dios. Y Él da gracia. Él dice, a los humildes.

En tercer lugar, Pablo aprendió que Dios usa el sufrimiento para acercarnos a Él mismo, versículo 8. ¿Qué hizo él? Él fue al Señor tres veces a orar, él se acercó a la presencia del Señor para invocar al Señor, para pedirle que lo librara de esto. Y este es el lugar correcto adónde ir. ¿Qué recursos menores encuentran los hombres cuando pueden ir al Dios viviente? Él enfrentó muchas pruebas, él sabía adónde ir, él fue a Dios. Ese es el lugar correcto adónde acudir. Ese es el único lugar a dónde acudir, porque solo ahí podía encontrar la fortaleza y la sabiduría necesarias.

Eso nos lleva a los otros dos puntos que presentaremos esta mañana. Punto número cuatro, Dios usa el sufrimiento para mostrar Su gracia. Dios usa el sufrimiento para mostrar Su gracia. Ahora, entramos al versículo 9. “Y él me ha dicho: Bástate mi gracia.” Él me ha dicho, por cierto, está en un tiempo perfecto, lo cual significa que fue una respuesta establecida. Él fue tres veces y tres veces recibió la misma respuesta. Pablo, te oigo, sé que estás pidiendo que te quite el aguijón. Sé que estás pidiendo que el mensajero de Satanás sea quitado, entiendo todo eso, no obstante, lo siento, no voy a hacer eso, simplemente voy a elevar la gracia. Respuesta firme. Dios responde, no al quitarle el dolor, porque el dolor era productivo. No al quitar el problema, porque el problema era productivo. Realmente manifestó quien era el hombre en realidad. Y lo humilló, y lo acercó a Dios.

Y entonces Dios dice: No voy a quitar eso, el proceso no se ha acabado. Pero lo que voy a hacer es incrementar la gracia para que pueda soportarlo. Él proveyó alivio. Dios proveyó alivio no al quitarlo, sino mediante la fortaleza suficiente para perseverar en medio del proceso humillante necesario. En esos momentos es cuando Dios derrama más gracia. En esos momentos algunas veces se encuentra con un gozo emocionante. No puedo decirlo mejor que decir como es dicho en Hechos 16, en dónde Pablo está en el cepo y sus brazos están estirados y sus piernas están estiradas de tal manera que los músculos están en esta situación, en este aparato, y él está en una agonía terrible. Pablo y Silas están en esa condición. Y usted va a la cárcel y usted los oye, ¿haciendo qué? cantando, cantando. ¿Por qué están cantando? Porque se les ha dado gracia suficiente para soportarlo. Gracia suficiente.   

Y usted nunca va a conocer esa gracia si usted no tiene las exigencias que la demandan. Usted nunca va a conocer la gracia, y usted nunca va a conocer el gozo de esa gracia, y la emoción de esa gracia hasta que usted tiene que tener esa gracia. Seguro desde un punto de vista humano, Pablo dice: “Sácame ese aguijón de mi carne. Saca esa agonía de mi corazón. Me está deprimiendo, me está aplastando, y me está quebrantando.” Y Dios dice: “No la voy a sacar de ahí, únicamente la voy a dejar ahí. Simplemente voy a incrementar la gracia y en el medio de la gracia me vas a dar gloria, y vas a soportar y la gente va a ver la grandeza de tú Dios, y la fortaleza de tu fe.”

1 Corintios 10:13 le recuerda esto, nunca vendrá sobre usted una prueba sino la que es común al hombre, y Dios es fiel que nunca lo dejará ser tentado más de lo que usted puede soportar, y con la tentación dará la salida. Pero el Señor va a traer pruebas a su vida que usted va a poder soportar. Él le va a dar a usted la gracia para soportarlas, de tal manera que al soportar usted va a experimentar la gran gracia. ¡Qué experiencia tan emocionante, tan gozosa, tan gozosa, es esa! Deuteronomio 33:26 lo expresa de esta manera, “No hay ningún otro Dios como el Dios de Jesurún, el Dios de Israel, que se monta en los cielos para ayudarte.”  

Josué 1:9 “Sé fuerte y valiente. No temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios está contigo adónde quieras que vayas.” Dios siempre estará ahí. Él siempre estará ahí montado para su ayuda, listo simplemente para descargar la gracia abundante, para que usted pueda soportar lo que usted esté sufriendo. Leí antes Isaías 42, quiero leer un par de versículos del capítulo que sigue, Isaías 43. Escuche esto. Versículo 1, “Te he llamado por mi nombre, tú eres mía, Dios dice, cuando pases por las aguas estaré contigo, y por los ríos, no te inundarán. Cuando camines por el fuego no serás quemado, ni la flama te consumirá, porque Yo soy Jehová tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador.” Él simplemente promete estar ahí para cuando usted pasa por ello, y la gracia está ahí derramada en nosotros en abundancia.  

En 1 Timoteo 1:14, Pablo dice: “La gracia de nuestro Señor fue mucho más abundante.” Wow. Más que abundante. Ahora, entienda esto, por favor. Aquí está la piedra angular de la vida cristiana, aquí está la piedra angular de la vida cristiana, es simplemente esto, escuche cuidadosamente, usted tendrá problemas. En esta vida es inevitable, y es útil porque produce la evidencia de su condición espiritual verdadera, humildad, e intimidad con Dios, y permite a Dios el mostrarse en Su gracia. Ésta es la piedra angular de la vida cristiana. Usted va a tener problemas, Dios no promete quitarlo, pero promete derramar suficiente gracia para soportarlo.

La palabra ‘bástate’, ahí en el versículo 9 es arkei; es suficiente. Tendrás suficiente gracia. Usted tendrá problemas, usted tendrá dificultad, tendrá tentación, tendrá dolor y decepción, pero Dios promete no quitar todo eso. Como puede ver, esa es la mentira contemporánea, Dios quiere que su vida sea feliz, y pacífica, y cómoda y exitosa y satisfactoria y próspera, y es el diablo quien quiere todas las cosas malas. ¿Quiere usted saber la verdad? Es el diablo a quien le gustaría hacer que su vida sea próspera y exitosa, y feliz, y tranquila, porque entonces usted no necesitaría a Dios, usted no necesitaría agradecerle a Él por nada.

El mensaje de prosperidad es el mensaje del diablo. El mensaje de Dios es un mensaje de sufrimiento y gracia. Dios nos quiere humildes, y Él usa el sufrimiento para humillarnos. Dios quiere que tengamos intimidad con Él, y Él usa el sufrimiento para que tengamos intimidad con Él. Y Dios quiere que nuestro testimonio sea manifiesto, y quiere que nuestra virtud se muestre, y Él usa el sufrimiento para revelarlo. Y los testimonios más grandes que los cristianos jamás tendrán en la historia, es cuando son perseguidos. Y la persecución de los santos, la sangre de los mártires se vuelve una semilla de la iglesia. Dios va a incrementar la gracia en su vida, y Él va a incrementar suficiente gracia para que usted pueda soportar.

El escritor de la canción lo dijo de esta manera: “Él da más gracia cuando las cargas se vuelven mayores. Él envía más fortaleza cuando las labores se incrementan.” En otras palabras, usted necesita tanto como usted necesita y más. “A la aflicción añadida Él añade Su gracia. A las pruebas multiplicadas Él multiplica la paz. Cuando hemos agotado nuestra provisión para soportar, cuando nuestra fortaleza ha fracasado o el día está a la mitad, cuando alcanzamos el fin de nuestros recursos acumulados, la provisión plena de nuestro Padre apenas ha comenzado. Su amor no tiene límites, Su gracia no tiene medida, Su poder no tiene un límite conocido para los hombres, porque de Sus riquezas infinitas en Jesús Él da y da, y da, y vuelve a dar.”

Dios simplemente quiere inundarlo con gracia, y siempre hay suficiente. En su manera incomparable de hablar, Spurgeon estaba cabalgando a casa, una tarde después de un pesado en la iglesia, un día lleno de trabajo y dificultades y algo de decepción. Él se estaba sintiendo deprimido y su biógrafo dice que él pensó en el versículo: “Bástate mi gracia.” Y en su manera única, él inmediatamente comparó, se comparó a sí mismo a un pequeño pez en el río Támesis, aparentemente tragando tanta agua del Támesis, cada día, podría ser que se secara el río Támesis y sintiéndote inseguro en ese acontecimiento solo para que el Támesis dijera: “Bebe, pequeño pez. Mi agua es suficiente para ti.””

El biógrafo dice: “Y después él pensó en un pequeño ratón, ahí en los graneros de José en Egipto, temiendo porque también muriera por consumir diariamente el maíz que necesitaba, temía que pudiera agotar los recursos de todo el maíz que estaba ahí almacenado, y se muriera de hambre. Y después José vino, y percibiendo el temor del ratón, dijo: “Anímate, pequeño ratón, mis graneros son suficientes para ti.” O de nuevo, él pensó de sí mismo como un hombre que estaba llegando a la cima de los Alpes, y llegando ahí a la cumbre sublime, y temiendo inhalar, no fuera que se quedara sin oxígeno la atmosfera, solo para oír al Creador decir: “Respira, hombre, mi aire es suficiente para ti. Hay suficiente, y más que suficiente.”

Y usted nunca va a conocer la emoción de esto hasta que usted simplemente pueda descansar en el sufrimiento, y dejar que Dios derrame la gracia. Y usted se va a encontrar cantando en el lugar y en el momento más extraño de todos. Y usted va a encontrar una paz en su corazón que no conoce explicaciones, y usted va a encontrar un gozo que está desconectado de sus circunstancias, porque esta gracia es una energía que transforma. En sí misma no es un regalo estático, la gracia es una energía que lo cambia a usted, es una energía de estar inundado de bendición de Dios que altera su manera de pensar. Lo cambia a usted, lo transforma a usted.

Si, Pablo estaba en su sufrimiento más profundo, pero Dios lo estaba usando para mostrar Su gracia. Y eso lo convierte a usted en un adorador, ¿no es cierto? Y Dios quiere que usted lo adore. Y usted no podría adorarlo de manera plena, usted no conocería el abandono del gozo, y el abandono del corazón que Pablo y Silas conocieron en la cárcel, a menos de que usted tuviera la gracia suficiente en medio del sufrimiento intenso. La gente que adora a Dios de manera más profunda, son aquellos que han atravesado por el agua más profunda, y que han sido inundado por su gracia.

Un último punto. Dios usa el sufrimiento para perfeccionar Su poder. Dios usa el sufrimiento para perfeccionar Su poder. Dios quería que Pablo no solo fuera un hombre humilde, no solo que fuera un hombre de oración e intimidad con Dios, Pablo no solo iba a ser un hombre de sufrimiento de tal manera que Dios pudiera mostrar Su gracia, sino que Dios quería que este hombre fuera poderoso. Dios quería que este hombre fuera usado para cambiar el mundo, Dios quería que él impactara a individuos, y familias, y ciudades, y naciones.

Entonces, regresamos al versículo 9, “Porque mi poder es perfeccionado en la debilidad,” dios le dijo. Cuando Él respondió a esa oración, Él le dijo: “Bástate mi gracia,” y la segunda parte fue, “porque mi poder es perfeccionado en la debilidad.” No solo quiero que atravieses esto para que pueda mostrar mi gracia, sino que quiero que pases por esto para que no quede nada de ti. Quiero que seas reducido a nada. Te quiero abajo, te quiero en el punto en el que no tienes confianza en ti mismo, no tienes confianza en ti mismo, no tienes autoestima, en el sentido de que crees que eres capaz de hacer algo eterno. Te quiero quebrantado. Y digo, Él lo quebrantó.

Usted regrese, vamos a hacer esto el próximo domingo, usted regrese a Romanos capítulo 8, y recuerda a Pablo hablando de tribulación, aflicción, persecución, hambre, desnudez, peligro, espada, y después él dice: “Han venido detrás de mí los ángeles, principados, las cosas presentes, las cosas venideras, los poderes, la altura, las potencias, la altitud, la profundidad, y nada puede separarme del amor de Dios, él dice en Romanos capítulo 8. Pero todo había venido en contra de él, y él básicamente estaba quebrantado.

Digo, usted recuerda parte de la acusación en contra de él en la iglesia corintia, era de que él era débil, y era menospreciable, y carecía de atractivo, y carisma, y capacidad de oratoria, y todo eso. Y él había sido bastante golpeado, y llevado a nada. Fue el sufrimiento que aplastó su soberbia y aplastó su confianza en él, que lo hizo poderoso. Como puede ver, cuando el cristiano llega al punto que él ha perdido toda capacidad humana para enfrentar su dificultad, él no tiene lugar adónde acudir. Cuándo usted se da cuenta de que está débil, no lo puede arreglar. Pablo no lo pudo arreglar, él no lo pudo arreglar. Él había estado ahí, él había visitado, él había enviado a personas, él escribió cartas, él no pudo arreglarlo. Los rumores estaban esparciéndose más y más acerca de él, mentiras acerca de su vida, que él era un hombre impío, y él no podía hacer nada al respecto.

Y allí estaba él sin nada más que Dios. Y eso era suficiente. Él tuvo que confiar en el poder de Dios. Digo, él había sido perseguido sin misericordia, había sido golpeado y amartillado. Él no solo había encontrado gracia suficiente, pero había descubierto que cuando finalmente había sido aplastado y llevado a nada, él se volvió poderoso. Como puede ver, cuando su sabiduría humana se acaba, cuando su confianza humana se acaba, cuando su inteligencia humana se acaba, cuando sus soluciones a los problemas se acaban, cuando usted no tiene ningún lugar a dónde acudir y a ningún lugar adónde ir más que a Dios, ahora está en una posición usted de ser más eficaz.  

Lo voy a expresar de esta manera, nadie en el reino de Dios es demasiado débil para ser poderoso, pero muchos son demasiado fuertes, muchos son demasiado fuertes. 1 Corintios 1:27, “Dios ha escogido a las cosas necias del mundo para avergonzar a lo sabio. Dios ha escogido a las cosas débiles del mundo para avergonzar las cosas que son fuertes. Y las cosas bajas del mundo y lo menospreciado ha escogido Dios, y lo que no es.” A Dios le encanta llevar a cabo Su obra mediante los nada y los nadies. Y entonces Él recibe toda la gloria como Él de manera apropiada lo merece.

Pablo dice: “Cuando vine a vosotros, estaba en debilidad, temor y temblor.” Él no tenía confianza. Debilidad, temor y temblor. Él no vino pensando de sí mismo como si fuera un gran hombre, con un gran mensaje y un gran poder en su vida, y desfilándose como si lo fuera. Él vino en temor, el vino en temblor, el vino en debilidad, él había tenido visiones de Cristo, él había estado en un viaje al cielo y había regresado, él nunca habló de esto, él simplemente habló de su debilidad. Él simplemente habló de sus debilidades. Pero cuando él ya no pudo hacer nada, entonces Dios pudo hacer todo.

Como puede ver el sufrimiento físico, la angustia mental, la decepción, la insatisfacción, el fracaso, crea una presión que produce poder, realmente lo hace. Porque simplemente aprieta y saca todo de nosotros de tal manera que nos volvamos nada más que un canal limpio mediante el cual el poder de Dios puede fluir. Y Pablo aprendió, realmente aprendió. Él aprendió todas sus lecciones. En la mitad del versículo 9 él dice: “De buena gana,” él está feliz ahora, su circunstancia no ha cambiado.

Nada ha cambiado en términos de circunstancias, pero de buena gana, dice él, estoy feliz ahora. Prefiero gloriarme en mis debilidades para que el poder de Cristo habite en mí. Prefiero ser poderoso que nada más, y para ser poderoso tengo que ser débil. Solo quiero hablar de mi sufrimiento, no me encanta el abuso, sé que es satánico, no honro eso, pero se que Dios está usando todo esto para hacerme el hombre que quiere que sea. Y me encanta su gracia, me encanta su poder, y me encanta el proceso de humillación, y me encanta la intimidad con él porque entiendo lo que produce.

Entonces, permítame gloriarme, dice él. Si vamos a comparar notas y ver quién es el apóstol real, permítame gloriarme. Me voy a gloriar en mis debilidades. Y él regresa a eso de nuevo, él lo ha hecho varias veces. Como lo hemos señalado, siempre quiere gloriarse en sus debilidades, porque fue en su debilidad que el poder de Dios fue visto. Véanme, él está diciendo, no pueden explicar mi vida, no pueden explicar mi eficacia. No pueden explicar mi ministerio fuera del hecho de que soy débil y Él es fuerte, porque ustedes saben que no soy fuerte. Él dice, solo quiero el poder de Cristo. Su debilidad no fue inducida por él mismo, fue dada por Dios, no fue artificial, no fue un juego psicológico que él estaba jugando consigo mismo, fue una debilidad dada por Dios. Él literalmente había sido aplastado por Dios para que él pudiera ser poderoso.

Entonces, cuando tenemos los problemas más profundos en la vida, y pasamos por estas cosas que pasamos, de relaciones insatisfechas, y corazones quebrantados y deseos insatisfechos, y sufrimos de aquellos de que quienes nos deben amar más, recuerde, Dios está llevando a cabo Su obra. El mundo no puede arreglarme, y probablemente no debería, porque Dios lo está usando para revelar su virtud espiritual, para humillarlo, para acercarlo a sí mismo, para mostrar su gracia y hacerlo poderoso.

Entonces, Pablo dice, el tema dominante de mi vida es el sufrimiento, el versículo 10 lo resume, por tanto, aquí está el resumen: “Estoy contento por la debilidad, contento significa, estoy satisfecho, estoy satisfecho, estoy en paz, estoy contento, en reposo, es una gran palabra, estoy contento. Contentamiento perfecto, con debilidades, insultos, aflicciones, persecuciones y dificultades por causa de Cristo.

Él no está hablando de las cosas que vienen como resultado de nuestro pecado, iniquidad o desobediencia, no. Él está hablando de esas cosas que vienen por causa de Cristo, son sufrimientos inmerecidos y persecuciones que no están conectados a nuestros pecados. Él no estaría feliz por sus disciplinas, él no estaría feliz por pecados, él no está diciendo eso. Él está diciendo: “Estoy contento con todos esos sufrimientos que vienen cuando soy fiel al Señor. Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.”

Él sabiamente abrazó su dolor, él sabiamente abrazó su sufrimiento, por duro que fue debido a que fue en esa debilidad que Pablo murió, y es cuando Pablo murió que Cristo realmente vivió. Y así debemos ver la vida, y de nuevo, regreso al hecho de que esta es la piedra angular de la vida cristiana. La vida está llena de problemas, y es su perspectiva de los problemas que es el punto medular aquí. Correr por todos lados para que se arreglen sus problemas, no es la respuesta. Ser obediente a la Palabra de Dios y dejar que Dios lleve a cabo su obra perfeccionadora en su vida, esa es la respuesta. Abrace su sufrimiento como Pablo. Usted debe estar contento con él. Usted va a estar emocionado con él, usted va a cantar himnos de gozo a Dios por ello. Usted tenga por sumo gozo, porque está teniendo una obra perfeccionadora.

Hace unos cuantos años atrás, se escribió una canción que realmente lo dice, voy a cerrar con esto. Se llama: El fuego del refinador. Escuche cuidadosamente las palabras. “Arde un fuego con calor sagrado, con calor blanco y flama santa. Y todos los que se atreven a pasar por su flama, no van a emerger iguales. Algunos como bronce, y algunos como plata, y algunos como oro. Y después con gran aptitud todos son amartillados por su sufrimiento. En el yunque de su voluntad, estoy aprendiendo ahora a confiar en su toque, anhelar el abrazo del fuego, porque, aunque mi pasado con pecado fue marcado, su misericordia lo borró. Cada vez me limpia en mayor profundidad. No estoy seguro de que sobreviviré, sin embargo, la fortaleza en crecer en debilidad mantiene mi espíritu hambriento vivo.”

Y después este gran coro: “El fuego del refinador, ahora se ha vuelto el deseo de mi alma. Limpiado y purificado para que el Señor sea glorificado, Él está consumiendo mi alma, refinándome, haciéndome estar completo, sin importar lo que pierda escojo el fuego del refinador.” Y cuando usted llega al punto en el que puede decir eso, usted ha llegado a un nivel de madurez, y un entendimiento de la vida cristiana. “No importa lo que pueda perder, escojo el fuego del refinador.”

El fuego del refinador se ha vuelto el deseo de mi alma, porque quiero volverme más débil, para que Él pueda volverse más fuerte, revelando Su virtud espiritual, humillándolo, atrayéndolo a Él, mostrando Su gracia, mostrando Su poder. Eso sucede mediante su sufrimiento. Abráselo, y deje que Dios lleve a cabo Su obra de refinación. Acompáñeme en oración.

Padre, danos canciones en la noche. Danos gozo en la cárcel y danos paz y contentamiento en nuestro dolor, sabiendo que Tú estás llevando a cabo Tu obra enseñándonos estas lecciones profundas, revelando nuestra condición espiritual, humillándonos y acercándonos a Ti, mostrando Tu gracia para que podamos regocijarnos en su realidad emocionante, y llevándonos al fin de nosotros mismos, para que nuestra confianza total esté en Ti. Y por lo tanto nos volvamos poderosos en nuestra debilidad.

Oh Señor, llévanos al lugar en el que podamos decir con el escritor de esa canción: “Sin importar lo que pierda, escojo el fuego del que me refina” No solo por lo que produce, sino inclusive el gozo de pasar por él bañado por Tu gracia abrumadora. Y Señor, lleva a cabo Tu propósito bueno en toda vida, para que, de hecho, como fue cantado hace un momento, podamos ser usado para traer personas al conocimiento de Cristo, la razón por la que estamos aquí, para llevar a cabo ese ministerio. Gracias por esta mañana juntos, y la encomendamos a Ti, y pedimos que en las vidas de todos nosotros lleves a cabo Tu obra, para Tu gloria. En el nombre de Cristo. Amén.

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