Abramos nuestras biblias entonces en Filipenses capítulo 3, Filipenses capítulo 3. Y continuamos nuestra mirada a este tema maravilloso de buscar el premio, buscar el premio. Esta es la lección número tres y habrá cuatro lecciones, porque la próxima vez cubriremos lo que queda. Usted sabe a partir de este texto en particular, que el corazón de la sección se encuentra en el versículo 14, Pablo dice “prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.”
Pablo dice, “busco el premio, prosigo a la meta.” Hemos señalado a lo largo de este texto que el premio y la meta son lo mismo, es ser como Jesucristo. Ese fue el enfoque singular de la vida de Pablo. De regreso en el versículo 8, él dice, “estimo todas las cosas como pérdida, tengo una gran búsqueda, conocer a Cristo Jesús, mi Señor.” Él dice ahí, en el versículo 13, “una cosa hago, y esa una cosa es olvidar las otras cosas, prosiguiendo hacia la meta.” Entonces, él tenía un enfoque en la vida, de conocer a Jesucristo tan bien, tan profundamente, de manera tan rica que él se estaba volviendo como Cristo. Esa es la meta de la vida de todo cristiano.
Ahora, amados, permítanme recordarles que, en todo el caos, la confusión, y toda la multiplicidad de opciones y complejidad del cristianismo contemporáneo, todo en nuestra experiencia cristiana puede ser reducido a esta gran verdad, la mete de mi vida es ser como Cristo. Todo lo demás se desprende de eso. Todo mi servicio, todas mis relaciones, toda mi adoración, todo se desprende de ser como Cristo. Si soy como Cristo voy a adorar a Dios de la manera en la que Él adoró a Dios. Si soy como Cristo voy a servir a Dios de la manera en la que Él sirvió a Dios, si soy como Cristo voy a relacionarme con la gente en el amor con el que Él se relacionó con la gente.
En otras palabras, el enfoque simple de mi vida es ser como Cristo. Esa es la razón por la que debo dejar que la Palabra de Cristo more en abundancia en mí, como Colosenses 3:16 dice. Esa es la razón por la que debo ver la gloria de Cristo, 2 Corintios 3:18, para que pueda ser cambiado a su imagen. Esa es la razón por la que Cristo debe ser formado de manera completa en mí, Gálatas 4:19. Esa es la razón por la que si digo que permanezco en Él debo andar como él anduvo, 1 Juan 2. Debo ser como Cristo, esta es la meta de mi vida.
Entonces, la meta de mi vida, como cristiano, está fuera de mí. No está en mí, está fuera de mí. Está más allá de mí. No estoy preocupado conmigo mismo, estoy preocupado por volverme como Cristo. Y eso es algo que solo el Espíritu Santo puede hacer conforme me enfoco en Cristo. Me enfoco en Él, y el Espíritu me transforma a Su imagen. Como usted bien sabe, hay muchas cosas devastadoras que se han infiltrado en el entendimiento puro de esta verdad en la iglesia, una de las cuales es la psicología humanista.
La psicología humanista ha tenido un efecto devastador en los cristianos y en la teología cristiana por varias razones, pero una de estas razones está incorporada en la filosofía humanista, muy humanista de que el hombre existe para su propia satisfacción. Es la médula esencial en el humanismo, que el hombre debe ser feliz, para ser feliz todas sus necesidades y deseos percibidos deben ser satisfechos.
Y entonces, el humanismo dice que la meta de la vida es que todos mis deseos sean satisfechos, todos mis deseos sean cumplidos, todas mis necesidades sean satisfechas. El hombre será feliz, dicen los psicólogos, el hombre estará contento, el hombre estará satisfecho, cuando sus deseos estén satisfechos, cuando sus anhelos estén satisfechos, cuando sus necesidades estén satisfechas, cuando él esté satisfecho.
Las presentaciones contemporáneas del evangelio han absorbido esta psicología humanista y esta filosofía de manera ingenua. Y usted tiene las buenas noticias del valor personal, las buenas noticias del valor de usted como persona, las buenas noticias de la seguridad, las buenas noticias de la importancia, las buenas noticias de la prosperidad, de la salud, la riqueza y la felicidad, el evangelio psicológico, el evangelio de la prosperidad, e incluso la satisfacción contemporánea está llena de esta mentalidad de necesidades humanistas de que la santificación es un proceso mediante el cual todas mis necesidades está siendo satisfechas para que pueda ser un cristiano eficaz.
Entonces, si tengo un problema en mi vida tengo que descubrir ese problema, resolver ese problema. Si tengo alguna insatisfacción en mi vida tengo que llenar ese hueco con satisfacción. Si tengo insatisfacción en mi vida tengo que conseguir satisfacción en esa área. Si no puedo alcanzar todo lo que está en mí, todos mis deseos no están siendo satisfechos, de alguna manera nunca estaré satisfecho hasta que esas necesidades percibidas sean satisfechas. Eso se ha infiltrado en la iglesia de una manera seria, de tal manera que gran parte de la predicación, enseñanza y lo que se escribe hoy día, tiene que ver con problemas y necesidades y satisfacción y la satisfacción de los deseos personales de uno.
Tony Walter ha escrito un libro titulado “Necesidad: La Nueva Religión.” “Necesidad: La Nueva Religión. En él, él dice esto, “Está de moda seguir la perspectiva de algunos psicólogos, de que el yo es un grupo de necesidades, y de que el crecimiento personal consiste en satisfacer progresivamente estas necesidades. Muchos cristianos siguen dichas creencias.” “Además,” él dice, “una marca del éxito casi total de esta nueva moralidad, es que la iglesia cristiana tradicionalmente concentrada en hacer morir los deseos de la carne, y en crucificar las necesidades de la persona al buscar la semejanza a Cristo, ha adoptado de manera pronta, el lenguaje de necesidades para sí misma. Ahora oímos que Jesús va a satisfacer toda tu necesidad, como si Él fuera algún tipo de psiquiatra divino, o un detergente divino, y como si Dios simplemente estuviera para servirnos.” Fin de la cita.
Ahora, este tipo de mentalidad de necesidad lleva a una teología centrada en el hombre, una salvación centrada en el hombre y a una santificación centrada en el hombre, de tal manera que la meta de la vida cristiana se ha vuelto para muchos cristianos, que mis necesidades sean satisfechas, que esté satisfecho, que sea feliz, que tenga una buena imagen de mí mismo, un estándar elevado de la dignidad personal, etc., etc., resolviendo todos mis conflictos, eliminando todos mis problemas, si estoy enfocado en eso.
La satisfacción de mi necesidad percibida, es la meta de mi salvación, y la meta de mi santificación. Eso no es verdad. Eso está diametralmente opuesto a lo que la Biblia enseña. La satisfacción de la necesidad humana, ni es la meta de la salvación, ni es la meta de la santificación. No es la meta de ninguna de las dos. La meta de la salvación es que usted sea conformado a la imagen del Hijo de Dios. De esta manera, esa es la meta de la santificación. La meta de mi vida no es asegurarme de que esté satisfecho, sino asegurarme de que Dios esté satisfecho. Esa es la meta de mi vida. Pero como puede ver, la psicología de necesidades humanistas se ha vuelto una teología de necesidades cuasi-cristiana, y entonces usted tiene una santificación centrada en lugar de una santificación centrada en Cristo. El hombre se vuelve lo más importante en lugar de Cristo.
Este es un cambio serio, lo único que necesita hacer es regresar al pasado, por ejemplo, alguien como A.W. Tozer, quien simplemente dijo, “La fe ve hacia afuera, en lugar de mirar hacia adentro, y la vida entera se alinea.” Fin de la cita. La fe busca hacia afuera, en lugar de buscar hacia adentro, y la vida entera se alinea. La santificación cristiana es la búsqueda algo afuera de mí, no algo adentro de mí. Es la búsqueda de la semejanza a Cristo. No es cuestión de evaluarme a mí, es cuestión de conocerlo a Él, profundamente. Y entre más lo conozco, y entre más me enfoco en Él, y entre más estoy en comunión con Él, el Espíritu me hace más como Él. Entre más me enfoco en mí mismo, más distraído estoy del camino apropiado.
Ahora, en la vida cristiana estamos prosiguiendo hacia una meta, la meta no es la satisfacción de mis propias necesidades, la meta no es la satisfacción de mi propio deseo para una mayor importancia. Esa no es la meta de mi vida. La meta de mi vida es ser como Cristo. Ahora, permítame abordar esto desde otro ángulo también. Nunca he conocido a una persona exitosa, una persona eficaz, una persona de impacto en ninguna esfera en el mundo, que no se ha comprometido con alcanzar metas.
La gente que impacta al mundo, son buscadores, son ganadores, son competidores. Saben lo que es, y escuche esto, ignorar la comodidad personal para alcanzar una meta fuera de sí mismos. Hacen sacrificios increíbles por las razones equivocadas, para alcanzar las metas equivocadas. Pero la gente que impacta la sociedad, la gente que afecta la sociedad, la gente que deja una huella en la sociedad, no es el tipo de personas cuyas vidas están consumidas con asegurarse de que sus propias necesidades están satisfechas. Incluso desde un punto de vista humano, por no decir nada, desde un punto de vista espiritual.
No obstante, aquellos que están en la dimensión espiritual, que dejan un impacto son competidores, ganadores por igual. No creo que la gente realmente entiende eso. He leído suficientes biografías de cristianos famosos, he oído suficientes mensajes y clases, he leído suficientes artículos, he visitado suficientes lugares en el mundo para ver las memorias de líderes cristianos famosos, para saber esto, no hay secretos escondidos acerca de una vida de impacto, es el resultado directo de una vida de esfuerzo máximo por alcanzar una meta espiritual, y en el proceso ignorar su propia situación personal.
Es sorprendente lo que los grandes predicadores, los grandes teólogos y los grandes misioneros han sufrido en el proceso de alcanzar una meta espiritual. Y todos tienen una cosa en común, les importó poco considerar su propia condición humana, fuera del hecho de que lo consideraron teológicamente, fue una preocupación seria para ellos que siguieran a Cristo, que buscaran a Cristo.
No hay secretos, las vidas eficaces les pertenecen a personas que buscan metas, que están afuera de sí mismos; y las buscan casi de manera ciega. Lo mismo es verdad espiritualmente. La gente que deja un impacto en la iglesia y en el mundo son aquellos que tienen una meta espiritual en la que están enfocados, esa meta es ser como Jesucristo, buscan eso sin pensar mucho en las condiciones de su propia vida humana. Ese es Pablo, ese es Pablo. Él dice, “No estoy interesado en nada más.” Versículo 8, “Considero todo lo demás una pérdida.” Lo único que quiero es una cosa, “quiero el premio,” versículo 14. Eso es lo que lo hizo grande. Fue esa capacidad de estar tan enfocado en una meta.
Y de eso estamos hablando. De eso estamos hablando. Todos somos llamados a buscar la meta. Y de nuevo, la meta es ser conformado a la imagen del Hijo de Dios, como señalamos dos semanas atrás. Y estamos buscando eso, digámoslo de manera simple, como nuestro deber cristiano total. Puedo simplificar la vida cristiana completa para usted. La totalidad de la vida cristiana puede reducirse a buscar la semejanza a Cristo. Ahí está. Eso es. Si eso le ayuda a aclarar la neblina, entonces solo eso es un gran servicio para su progreso espiritual.
Ahora, ¿cuáles son los elementos necesarios al hacer esto? Y eso nos va a llevar a nuestro texto, versículo 17. ¿Cuáles son los elementos necesarios? Ya hemos cubierto el resto del capítulo, ese simplemente fue un repaso. ¿Qué necesitamos tener? ¿Qué nos va a ayudar a buscar el premio? Número uno, sugerimos la última vez que debíamos seguir ejemplos, debemos seguir ejemplos. Ese fue el punto uno en el versículo 17. “Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros.” Recuerde que le dije que Pablo dice, “Miren, necesitan tener alguien que les muestre el camino.”
Ahora, escuche otra vez, permítame repetirle esta verdad que le mencioné. Cristo es el modelo perfecto. Cristo es el patrón de perfección, pero Pablo y otros son los patrones de la búsqueda de esa perfección. Y yo veo en Cristo lo que quiero ver, pero no puedo ver en Cristo cómo llegar ahí. ¿Por qué? Porque Cristo no siguió algún camino a la perfección, Él siempre fue perfecto, ¿lo ve? Entonces, si veo a Cristo y veo lo que debo ser y veo a Pablo y otros creyentes, puedo ver cómo moverme en esa dirección conforme veo a aquellos que pueden enfrentar la tentación y el pecado en la búsqueda del premio.
Entonces, Pablo dice, “necesitan un ejemplo. Necesitan alguien a quien seguir. Necesitan a un modelo entonces síganme a mí y aquellos que caminan conforme al patrón que han visto en nosotros. En otras palabras, busquen algunos modelos y síganlos. Ahora, estamos en el corazón del discipulado, en eso consistimos, necesitamos un patrón humano que seguir.
Amados, aquí está la esencia del liderazgo de la iglesia. ¿Qué es el liderazgo de la iglesia? Se lo digo de manera simple lo que es, no es simplemente hablar la Palabra, predicar la Palabra, es ser el modelo que la gente puede seguir en la búsqueda de la semejanza a Cristo. Ese es el alto llamado. Ese es el alto llamado. Esa es la razón por la que el liderazgo en la iglesia es tenido en tan alto estima en la Escritura. Y esa es la razón por la que la vida de una persona tiene que ser irreprensible, porque esa persona es el patrón de buscar la semejanza a Cristo que la gente se le pide que siga.
Y después lo siguen a él, y otros lo siguen a ellos, y otros lo siguen a ellos y así es como la iglesia funciona. Esa es la razón por la que cuando una persona deja de ser el patrón, no es suficiente aún ser el predicador, porque ha dividido eso por la mitad, y ahora tiene un predicador que no es un patrón, y lo único que tiene son palabras, pero nada es demostrado.
Entonces, Pablo dice, “Miren, en esta búsqueda del premio, sigan los ejemplos apropiados. Encuentren esos pastores y líderes piadosos que son irreprensibles, cuyas vidas son ejemplares, que están caminando por el camino que un creyente debe caminar, que están siendo obedientes. No son perfectos, pero la dirección de su vida es la correcta, están buscando el premio, y síganlos.
Ahora, voltee eso ahí a un lado negativo. Eso nos lleva al punto dos. No solo debemos seguir ejemplos, sino, dos, debemos huir de enemigos. Debemos huir de enemigos. Pablo siempre está preocupado por esto. Vea el versículo 18, “Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aún ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo.”
Ahora, ¿qué está diciendo? Él está diciendo, “Sigan mi ejemplo, y el de la gente que vive como yo vivo en la búsqueda del premio. Sígannos porque tantos otros son los enemigos de la cruz de Cristo.” Él simplemente está diciendo, “Cuidado con que no lo sigan.” Esa es la idea. En la búsqueda de la semejanza a Cristo, hay algunos que deben ser seguidos, escuche cuidadosamente, y hay muchos que deben ser evitados. Él lo reduce, él dice, síganme, versículo 17, “y aquellos que siguen el patrón que he establecido.” Y después él dice, “Muchos son los enemigos de Cristo.” La palabra muchos, la ve a usted al comienzo del versículo 18, no unos cuantos, muchos, están por todos lados.
Ahora, amados aquí está el desafío, en la iglesia. Escuche con cuidado, aquí está el desafío, especialmente en una sociedad en dónde los medios masivos de comunicación presentan un perfil alto, como en la nuestra. ¿Se da cuenta de la promoción que se le da a los ejemplos malos, hoy día? Se da cuenta de la promoción que los enemigos de la cruz de Cristo encuentran para sí mismos en la actualidad, mediante la radio, televisión, libros y demás. Usted tiene que ser muy cuidadoso, y discernir con mucho cuidado, para no seguir a alguien que se está enmascarando como un amigo y realmente es un enemigo de la cruz.
Entonces, en los versículos 18 y 19, y quiero que nos enfoquemos en esto, él nos presenta a los enemigos de la cruz de Cristo. Ahora, permítame sugerirle aquí que la implicación del texto es que estas personas no son presentadas como enemigos, no vienen por el camino diciendo, somos personas que estamos en contra de la cruz, estamos en contra de Cristo, negamos Su obra en la cruz, negamos Su obra la salvación por gracia mediante la fe, etc. No hacen eso, no son sutiles, cualquier persona que hace eso no es una amenaza, ¿verdad?
Ese tipo de persona usted la puede identificar inmediatamente. Alguien que niega a Cristo, niega la obra de Cristo en la cruz, no es lo suficientemente sutil para amenazar a la iglesia. Pero estas personas que dicen que son los amigos de Cristo y la cruz de Cristo, que promueven a Cristo, que se identifican con Cristo, cuyos nombres están ahí en la lista de la iglesia, que quieren liderazgo espiritual, pero son los enemigos de la cruz de Cristo, son muy sutiles, se necesita discernimiento para reconocerlos.
Amados, este es un tema constante, que se repite en el Nuevo Testamento, que usted casi piensa que es una puerta revolvente acerca de este tema. Jesús lo dijo: “Guardaos de los que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos.” Más adelante, Mateo 23, Él los volvió a describir, Él estaba preocupado por los falsos maestros, los falsos líderes, los anticristos, en el capítulo 24. Usted lo encuentra a lo largo del libro de los Hechos, el falso en contra del verdadero, los Simón magos, los Elimas, los hechiceros, sean quienes sean los falsos afirmando en el nombre de Dios echar fuera demonios, más adelante en el libro de los Hechos.
Usted lo encuentra en las epístolas de Pablo conforme él advierte, por ejemplo, manténganse alejados de genealogías interminables, manténganse alejados de especulaciones. Aléjense de falsos maestros, conozcan la doctrina sana, la doctrina pura, eviten las contiendas de palabras de aquellos que no son maestros verdaderos. Pedro les da una epístola entera, en 2 Pedro, para desenmascarar a los falsos maestros. Judas está preocupado por eso, Juan está preocupado por ello en sus tres epístolas. Está a lo largo de la Escritura. Debemos tener cuidado de los enemigos que se enmascaran como amigos. Esa es la idea aquí. Él tiene que decirle a los filipenses que son enemigos de la cruz de Cristo, porque son muy sutiles.
Y francamente la iglesia carece de discernimiento, continúo asombrado de manera total ante las cosas y la gente que los cristianos siguen, porque no disciernen. Si usted tiene una falta de enseñanza bíblica precisa, como lo tenemos en la actualidad, si usted tiene una falta de doctrina precisa clara, como lo vivimos en la actualidad, si usted tiene una falta de manera de pensar precisa, clara, y si usted tiene una falta de manera de pensar precisa, clara, usted no puede tener discernimiento. Y entonces la gente se vuelve victimas por la promoción tan amplia de aquellos quienes en realidad son enemigos de la cruz de Cristo.
Ahora, regresemos al versículo 18 y veamos de manera un poco más particular lo que él dice. “Porque por ahí andan muchos,” andan, siendo la idea de conducta diaria, manera de vida, curso de vida, este es su patrón, él dice, “muchos de los cuales, os he dicho con frecuencia.” “Algunos ven esto como una referencia, de regreso al capítulo 1, versículo 28, en dónde él menciona el no ser alarmados por sus enemigos, por sus adversarios, pero eso no parece ser la mejor interpretación de esa frase.
El hecho de que él dice, “de quienes con frecuencia os he dicho,” probablemente se refiere a las ocasiones en las que él estuvo con los filipenses y él repetidamente les estuvo diciendo de personas que vendrían identificándose externamente con Cristo, pero que serían enemigos del evangelio verdadero. Pablo siempre estaba en un modo de advertencia.
¿Se acuerda usted, de regreso ahí en Hechos, en ese capítulo 20 tan conocido en dónde Pablo dedica tanta enseñanza al ministerio? Él dice en el versículo 31, a los ancianos efesios, “Guardaos, acordaos que por día y de noche, durante tres años no he cesado de amonestaros a cada uno con lágrimas.” ¡Que afirmación tan sorprendente! Durante tres años, día y noche, advertí a cada individuo con lágrimas, acerca de los falsos maestros, falsos líderes, doctrina falsa. Y después él dice, con lo que único que puedo hacer es encomendarlos a la Palabra, a Su Palabra, la cual tiene poder para sobreedificaros; ustedes son protegidos por la Palabra. Si no conoce la Palabra, usted no es protegido.
Entonces, Pablo estaba muy preocupado incluso con los filipenses, porque entendieran la amenaza de los falsos maestros. Él dice, “con frecuencia les dije, y ahora,” tiempo presente, “les digo incluso llorando.” Por cierto, esa es la única ocasión en el Nuevo Testamento, cuando Pablo de hecho dice que él, en el presente, está llorando. En Romanos, él ha hablado acerca de tener tristeza y pesadumbre continua de corazón por la condición perdida de Israel. Y en Hechos 20, como acabo de leer, él dijo, “les advertí de noche y de día con lágrimas.”
Pero esta es la única ocasión en la que él dice, “conforme escribo, lloro. Lloro.” Su corazón está quebrantado, él está triste por la condición perdida de la gente, él está triste por la infiltración de los falsos maestros que se metieron a la iglesia y trajeron vituperio sobre el nombre de Cristo y desviaron a la gente. Y aquí él está literalmente llorando conforme reconoce que van a infiltrarse a Filipos, y van a tratar de destruir la iglesia. Él está quebrantado de corazón. Él dice, “ahora les digo incluso llorando.” Este es un hombre apasionado. Este es un hombre con un corazón tierno. Este es un hombre con sentimientos ricos. Él amaba de manera genuina, él se dolía por los perdidos.
Dice usted, “¿Por qué está llorando? ¿Por qué está llorando?” Bueno, no sabemos. Realmente de manera específica no dice, pero ciertamente podemos suponer. Él pudo haber estado llorando porque estos enemigos de la cruz estaban perdidos, porque tenía tristeza por la gente perdida, como Romanos 9 indica. Él pudo haber estado llorando porque él podía ver el impacto terrible que tendrían sobre los débiles en la iglesia, y fue ese mismo tipo de lágrimas que señalamos en Hechos 20, lagrimas por la iglesia, porque podrían ser desviados de manera tan fácil, por los falsos maestros.
Entonces, fuera la condenación de los enemigos, o fuera el impacto destructivo de su esfuerzo, causó que él llorara. Él amaba a la iglesia, él amaba a los filipenses, porque él amaba al Cristo de la iglesia, y al Cristo de los filipenses. Y él podía ver a sus enemigos tratando de seducirlos, y rompió su corazón. Después de todo, la iglesia filipense fue la primera iglesia en Europa, una especie de cuartel general para otro mundo que debía ser alcanzado. Y era tan importante que se mantuvieran puros, y no echaran a perder la situación.
Amados, simplemente necesito decirles desde el fondo de mi corazón, veo la iglesia en Estados Unidos en la actualidad, al borde de ser engañados por muchos de los enemigos de la cruz. Ahora, dice usted, “Bueno, ahora, ¿Quiénes son estos enemigos de la cruz de Cristo, por los que Pablo estaba tan triste? ¿Quiénes son?” Él no nos dice, tenemos dos opciones, ¿muy bien? Vamos a reducirlo a dos opciones, o son judíos o gentiles. Eso es apropiado. Si eran judíos podríamos suponer que eran judíos que de alguna manera se identificaban con la iglesia. Sin embargo, todavía eran enemigos de la cruz.
¿Qué tipo de judíos habrían sido esos? Esos habrían sido los judíos conocidos como los, ¿recuerda? Judaizantes. ¿Y que buscaban ellos? No negaban a Cristo, y no negaban el evangelio, simplemente decían que era insuficiente para salvar. No iba lo suficientemente lejos. Usted tenía que ser circuncidado, cirugía física y tenía que guardar la ley mosaica. Entonces dijeron, Cristo más la ley. Aceptamos a Cristo, creemos en Su muerte, creemos en Su resurrección, pero eso no es suficiente para salvar. Tiene que añadir la circuncisión, tiene que añadir el guardar la ley, el ritual.
Entonces, esa sería una posibilidad, que eran los judaizantes. Podría encajar con el contexto, porque él ha estado hablando de los judaizantes. Ahí atrás en el versículo 2 él los llama, ‘perros’ ‘obreros fraudulentos’ y ‘circuncisión falsa’ y el definitivamente tiene a los judaizantes en mente. Piensan que están haciendo lo correcto, de hecho, están haciendo lo malo. Piensan que han recibido una circuncisión apropiada, lo único que han recibido es una mutilación. Él usa la palabra mutilación. Y piensan que son ovejas, pero la verdad es que son perros, perros de carroña.
Entonces, él realmente ha denunciado a los judaizantes que entran y dicen, Cristo hizo lo que hizo, pero no es suficiente, tienen que añadir algunas otras obras. Ese es un enemigo de la cruz de Cristo. Ahora, observe por favor que cuando dice, “enemigos de la cruz de Cristo,” el concepto de la cruz de Cristo significa “toda la obra expiatoria que se llevó a cabo en la cruz.” No es solo la madera, no es solo la muerte, es la obra de la cruz de Cristo.
Significa todo lo que Él hizo ahí, como el sacrificio por el pecado, el único que podía proveer salvación por hombres pecaminosos. Ese es el corazón de nuestra fe, esa es la razón por la que Pablo dijo, “me propuse no saber nada entre vosotros, más que a Cristo, y Cristo crucificado.” Somos salvos por la muerte y resurrección de Jesucristo, más nada. Creemos en la muerte y resurrección de Jesucristo, y por esa fe Dios nos imputa perdón y justicia.
Pero eso judaizantes dijeron, “eso no es suficiente. Eso no es suficiente. Tienes que añadir eso.” ¿Le suena conocido? Cualquiera de ustedes, que fueron digamos criados en el catolicismo romano habrían experimentado ese tipo de manera de pensar. Nadie en el catolicismo romano negaría a Cristo, ni siquiera negarían la deidad de Cristo, no negarían la cruz de Cristo, no negarían que Él murió como un sustituto por el pecado. No negarían la resurrección, pero dirían que eso no es suficiente, usted debe hacer ciertas obras, usted debe cumplir con ciertas obras espirituales; tiene que ganarse su camino al cielo.
Hablan de la gracia, sin embargo, son muy definidos en sus obras, mediante las cuales usted se gana el favor con Dios. Eso ha existido por mucho tiempo, esa es otra forma de un tipo de herejía judaizante. Cualquier persona que viene y dice: “Bueno, sí, creemos en Cristo y creemos que Él murió, y todo eso, pero tienen que guardar la ley,” ese es el mismo error.
Entonces, los enemigos de la cruz, no necesariamente niegan la cruz, le añaden, como los judaizantes. Pero, dice usted, “Bueno, en el versículo 19 los describe como ‘su fin es destrucción, su dios es su vientre, su gloria es su vergüenza, y colocan su mente en cosas terrenales,’ ¿cómo es que eso se relacionaría a los judaizantes?” Bueno, podría relacionarse a ellos, su fin es destrucción, porque realmente no son salvos.
La palabra ‘fin’, telos, significa su destino definitivo. Es una palabra muy importante en el Nuevo Testamento, significa que su destino definitivo es la destrucción. ¿Por qué? Porque creer todo acerca de Cristo, y creer que todo es verdad, y también creer que usted tiene que hacer algo para ser salvo, es ser condenado para siempre. ¿Escuchó eso? Cualquier cosa más allá de Cristo es una creencia condenadora.
Entonces, se dirigen a la destrucción. Cuándo dice, “cuyo dios es su vientre,” significa que realmente adoran su carne. Adoran sus logros carnales, adoran todas las obras religiosas carnales que hacen. Son muy sensuales, en un sentido religioso. Incluso, podría incluir su apetito, o su vientre, en un sentido de que están metidos en las leyes alimenticias, y los judíos tenían toda una serie de leyes alimenticias que prescribían como parte de observar la ley, y que eran necesario para la salvación.
Y después él dice en el versículo 19, “su gloria y su vergüenza.” Significa que se jactan en las obras mismas de las que deberían estar avergonzados, porque lo mejor de sus obras no es nada más que, ¿qué? trapos de ¿qué? de inmundicia, de cualquier manera. Aquí se están jactando de sus méritos y realmente deberían estar avergonzados de sus méritos, porque fuera de lo que Dios ha hecho en nosotros, todo es trapos de inmundicia. Pablo dice, “todo es estiércol,” ahí atrás en el mismo capítulo, versículo 8. Y finalmente, “colocan su mente en cosas terrenales,” si está hablando de los judaizantes podría referirse al hecho de que están metidos en ceremonias y festivales, y fiestas y sacrificios y nuevas lunas, y todo lo que es físico, todas las prescripciones que cubrían.
Entonces, definitivamente podría referirse a los judaizantes. Y yo creo que es apropiado dejar que Pablo sea lo más amplio que puede ser aquí, y decir, que probablemente tiene eso en mente. Hay enemigos de la cruz de Cristo en la actualidad, amados, que vienen y se alinean junto a la iglesia y dicen, “somos los amigos de la iglesia, somos los amigos de la cruz, somos los amigos de Cristo, queremos guiarlos, queremos mostrarles esta dirección,” y la realidad del asunto es que están añadiendo obras a la gracia, creen que tienen que alcanzar algo en su carne, y de esta manera son los enemigos de la cruz.
Esté muy consciente de eso. No podemos coexistir con esas personas, no podemos abrazarlas. Y la iglesia tiende a hacer eso. Y eso es algo muy peligroso. La iglesia más vale que adquiera algo de discernimiento, si se encuentra siguiendo a personas que creen que Cristo no es suficiente, que usted tiene que añadir alguna obra humana. Están condenando sus propias almas. Tener que alcanzar algo para la salvación.
Ahora, por otro lado, él podría estar hablando de los gentiles. Abordémoslo de una manera totalmente diferente. Él podría estar hablando de gentiles. Los gentiles también podrían ser los enemigos de la cruz. Dice usted, “Bueno, ¿en qué sentido?” Bueno, ahora recuerde que no son presentados como enemigos, son sutiles. Habían en la iglesia, grupos de personas que decían, “Sí, creemos en Cristo, creemos en el evangelio de Cristo, creemos que Él murió por nuestros pecados, y todo eso,” pero tenían una filosofía dualista. Más adelante llegaron a ser conocidos como los gnósticos, tenían una filosofía dualista. Su filosofía consistía en algo así, creían en ese punto de vista dualista que dice, “el espíritu es bueno, y la materia,” ¿es qué? “es mala”. Muy bien. Mala. Esa es una filosofía que ha existido por mucho tiempo. Muy bien.
Entonces decían, la materia es mala, es en sí misma mala, siempre será mala, no puede ser nada más que mala, el espíritu es bueno. Entonces, somos cristianos en el espíritu, el cuerpo es materia, el cuerpo es materia que es mala, por lo tanto, lo que tu cuerpo hace no importa en absoluto, no tiene consecuencias. La materia no importa. Esa es su filosofía básica. El espíritu importa, la materia no.
Entonces, decían, si la materia esencialmente es mala, entonces el cuerpo esencialmente es malo. Si el cuerpo es malo en esencia, va a ser malo sin importar lo que hagas con él. Debido a que va a ser malo sin importar lo que hagas, disfrútalo, sácialo, no te preocupes, sé un glotón, sé un homosexual, sé un fornicario, sé un adúltero, sé un borracho; no importa, solo afecta al cuerpo no al espíritu. Ese dualismo entró directamente al gnosticismo, entró a lo que fue llamado en la teología, antinomianismo, entró de manera directa al libertinismo contemporáneo de la actualidad que básicamente dice, “seguro, soy cristiano, recibí a Jesús, Él cambió mi espíritu, pero no importa como viva. Puedo vivir como quiera vivir.”
Ese tipo de libertinismo antinominiano, que dice, “Bueno, sí, creo en el evangelio,” hace lo opuesto de lo que los judíos hicieron. Los judíos decían, “es el evangelio, más…” Decían ellos, “es el evangelio, menos…” que cuando Jesús murió, Él se encargó de nuestros pecados en la dimensión espiritual, pero no importa como vivamos. Entonces, le quitan aquello a lo que los judaizantes le añadían. Entonces, usted los tiene infiltrando a la iglesia, y dicen, “No importa como viva, de cualquier manera, eres salvo, simplemente creemos en Jesús en un punto, y conseguimos nuestro seguro de incendios fuera del infierno, vivimos como queremos, después de todo es solo el cuerpo, a quien le importa.” Eso es común en la actualidad.
De manera personal, conozco un pastor en una iglesia, que enseñó eso. De hecho, muchos han enseñado eso, él lo enseñó de una manera más bien extrema. Era bien conocido, incluso por todo el país, y promovía cierto tipo de cosas malas, eliminó toda la disciplina en la iglesia, de su iglesia. Él dijo: “Después de todo porque disciplinar la carne, la carne es la carne, un cuerpo es un cuerpo, va a ser malo todo el tiempo de cualquier manera. No lo refrenes. No te preocupes.” Ese tipo de manera de pensar todavía existe.
Un escritor defendiendo esta postura, dijo: “Estoy convencido de que, así como Dios no estableció su amor sobre mí al principio, por algo en mí, de tal manera que el amor no depende de nada en mí, nunca puede variar debido a mis pecados. Y por esta razón, cuando peco, supongamos por adulterio u homicidio, Dios siempre me considera como uno con su propio Hijo, quien ha cumplido toda justicia para mí.” Fin de la cita.
Ahora, hay verdad en eso, ¿no es cierto? Cuándo peco, ¿acaso no sigo siendo uno con Cristo y Dios me ha imputado Su justicia a mí? Sí, pero vea a dónde lo lleva. No hay extremos a dónde no pueda correr, ni profundidades a las que no pueda caer sin desagradarlo. En otras palabras, no puedo desagradar a Dios sin importar lo que haga. Puedo cometer homicidio con Él, este es con David. Puedo adorar Astoret con Salomón, puedo negar a Cristo con Pedro, puedo robar con Onésimo, puedo cometer incesto con la corintia, sin perder mi favor divino, ni el reino de gloria.” Fin de la cita.
Ahora, ¿ve usted que ha llegado al punto de decir, no importa como viva. No importa lo que haga, simplemente es mi carne, no importa. Dios no me escogió en base a lo que era, entonces no importa lo que soy. ¿Es verdad eso? “Si alguno está en Cristo, nueva criatura es.” Pero le digo, van a haber personas así, van a decir, “Oh, amamos a Cristo, amamos la cruz, creemos todo eso.” Ahora, no necesariamente afecta nuestras vidas, podemos ser borrachos, alcohólicos, homosexuales, fornicarios, adúlteros, participantes en sexo en grupo, podemos estar metidos en la pornografía, podemos estar robando grandes sumas de dinero, pero cuando estamos en la tele y le sonreímos, predicamos a Cristo. ¿Los ha visto? Los ha visto exhibidos, ¿no es cierto?
Ahora, ¿qué tipo de teología permite ese tipo de vida? Es el mismo tipo de teología antinominiana. Ahora, vea ese mismo tipo desde ese punto de vista. “Son los enemigos de la cruz,” después él dice esto, “cuyo fin es destrucción.” Esta es la condenación que enfrentan, su destino eterno está sellado en condenación. Estarán en tormento eterno en el infierno. ¿Por qué? No son cristianos verdaderos. ¿Cómo sabes que no son cristianos verdaderos? Porque le han quitado al evangelio. ¿Le quitaron qué? Le quitaron la esencia transformadora del mismo, tienen un tipo de fe inútil que nunca produjo una transformación verdadera, de tal manera que no son nuevas criaturas deseando lo que era correcto en el hombre interior. Serán condenados.
Iglesia, cuidado. Cuidado con las personas que vienen y son los legalistas que añaden todas las cosas. Cuidado con las personas que vienen y son los libertinos que le quitan a la virtud.
En segundo lugar, usted ve la deidad a la que sirven, no solo la condenación que enfrentan, sino la deidad a la que sirven, en el versículo 19, “cuyo dios es su vientre.” La palabra vientre es koilia, la palabra colitis viene de ella. Tiene que ver con la sección del medio, particularmente el estómago. Es su dios, es su estómago, su apetito. Simplemente significa sus deseos sensuales, son motivados por sus deseos, sus impulsos, son sensuales, viven del placer sensual sin refreno. Eso es tan típico de los líderes falsos que son libertinos, que nombran el nombre de Jesús, pero la realidad, son los enemigos de la cruz que se dirigen a la destrucción. Y usted puede identificarlos porque tienen algún tipo de evangelio que no tiene virtud en él, sin santidad, sin transformación, sin amor por la piedad, y son motivados por su deseo sensual.
Y después en tercer lugar, él dice la desgracia que llevan, cuya gloria es su vergüenza, literalmente cuya gloria es su vergüenza. Gloria significa jactarse. Lo que esto significa, la desgracia es esta, se jactan por aquello por lo que deberían avergonzarse. Aquello que debería avergonzarlos es aquello en lo que se jactan. Es increíble. Cómo 1 Corintios 5, dónde el apóstol Pablo le dice a la iglesia, “no solo tienen a alguien en incesto, sino que tienen a alguien en incesto,” él dice en el versículo 2, “que se jacta de esto.” Este es un libertino. “Oigan, miren, así es como estoy viviendo, pero ustedes saben, estoy cubierto por la sangre, soy salvo. No importa lo que haga, puedo hacer lo que quiera.”
Se jactan en aquello mismo que los avergüenza. Por otro lado, el judaizante se está jactando en su esfuerzo personal que lo avergüenza. Esta persona se está jactando en su pecado que debería avergonzarlo. Están orgullosos de su estilo de vida vergonzoso. Esto es tan típico de un libertino. Si usted llega a conocer una persona libertina, van a, van a celebrar y recitarle a usted todas las cosas que tienen la libertad de hacer, y van a castigar, me hacen esto, me reprenden como un legalista y me dicen todas las cosas que tienen la libertad de hacer, orgullosos por su estilo de vida vergonzoso.
Y después finalmente, la disposición que muestran en el versículo 19, que solo piensan en lo terrenal. En el caso de los judaizantes, están metidos en las ceremonias terrenales, rituales y cosas que no es nada más que un símbolo terrenal. En el caso de los libertinos, oigan, aman al mundo y la enemistad con Dios es el resultado de la enemistad con el mundo, dice Santiago. Y si usted ama al mundo el amor del Padre no está en usted, dice Juan.
Son lo que Paul Rees llama que piensan en cosas. Ha leído a usted a Juan Bunyan últimamente, se acuerda usted del hombre que tenía el tenedor que estaba jalando el lodo, el estiércol. Juan Bunyan, en su manera increíble de hacerlo, muestra a este hombre que está totalmente inconsciente de que hay un mensajero celestial ahí arriba de él con una corona, con una corona dorada, porque sus ojos están constantemente en el suelo, en dónde él está jalando el estiércol.
Bueno, eso son estas personas. El evangelio les ofrece una corona dorada, y ellos están jalando el lodo, obsesionados con las cosas en el mundo; casas y autos, y dinero, y cuentas de banco, y viajes y engrandecerse a sí mismos y guardarropas y acumular cosas. Usted debería poder identificar los enemigos de la cruz. No escuche lo que dicen, vea con cuidado. Vea de cerca. ¿Añaden al evangelio, y dicen que no es suficiente, necesitas esto para ser salvo? ¿Le quitan y dicen, es demasiado, es demasiado, lo único que tienes que hacer es creer, no importa como vivas, solo es la carne? ¡Cuidado!
Mi oración es que la iglesia se vuelva una iglesia con más discernimiento. Me temo que la falta de discernimiento está causando que la gente en la iglesia simplemente vaya detrás de todo tipo de personas que son los enemigos de la cruz.
Bueno, si usted va a buscar la meta, debe seguir el ejemplo correcto, evitar el ejemplo equivocado, y hay un último elemento grande, motivador, pero lo vamos a guardar para la próxima vez, y es una de las porciones más grandes en la Escritura, versículos 20 y 21, para el próximo día del Señor. Oremos.
Señor nuestro, te agradecemos en esta mañana por reunirte con nosotros, por evidenciar Tu presencia en medio de nosotros, en el gozo del Espíritu, el amor del Espíritu, la paz del Espíritu, la justicia del Espíritu, lo cual es el Reino, como Pablo le dijo a los romanos. Te agradecemos por evidenciar Tu presencia mediante el poder de Tu Palabra. Te agradecemos o Dios, por evidenciar Tu presencia mediante la comunión de otros, mediante los cuales Tú vienes a nosotros para ministrar y alentar, y fortalecernos.
Y Padre, te agradecemos por revelarte a Ti mismo de manera directa en nuestros corazones, mediante convicción, al motivar el arrepentimiento, al llamarnos a la obediencia, al limpiarnos y perdonarnos. Gracias Señor por esta congregación maravillosa de personas fieles, con corazones prontos que han venido por así decirlo, a exponer sus vidas a Tú verdad. Bendícelos Señor a cada uno. Que toda necesidad espiritual real, sea satisfecha en Tu suficiencia, y que pierdan de vista las cosas pasajeras del mundo, y sean motivados no por la comodidad personal, sino por la búsqueda de la semejanza a Cristo.
Ayúdales a seguir el ejemplo correcto, evitar el equivocado, a ejercer discernimiento, y a encontrar ese camino verdadero para que sean como el Salvador que aman, y Aquel en cuyo nombre oramos. Amén.
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