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Por favor, abra su Biblia en 1 Tesalonicenses, capítulo 4. Y quiero llevarlo de regreso a los versículos 13 al 18. Hemos titulado este mensaje: ¿Qué les pasa los cristianos que mueren antes de que Jesús venga? Por cierto, los detalles del lugar al que van los cristianos después de que mueren y lo que les pasa a sus espíritus y lo que les pasa a sus cuerpos, con frecuencia es un asunto incómodo para personas que no entienden. Y ciertamente, afligía a los cristianos jóvenes en la iglesia en Tesalónica. Solo tenían unos cuantos de meses de edad en el Señor. No tenían trasfondo judío del que hablar. En la mayoría los casos, se habían convertido del paganismo total. Todo era totalmente nuevo para ellos.

Y en los pocos meses que Pablo estuvo ahí en Tesalónica, y los pocos meses desde que él se había ido, habían crecido en Cristo significativamente. Pero todavía había algunas cosas que los turbaban, que no entendían. Y una de ellas, tenía que ver con el regreso de Jesucristo. Pablo se había asegurado de que entendieran que Jesús iba a regresar para llevar a los suyos para estar con Él. De hecho, en el capítulo 1 se dará cuenta que en los versículos 9 y 10 dice de los cristianos tesalonicenses que se volvieron a Dios de los ídolos para servir a un Dios vivo y verdadero y a esperar a su Hijo del cielo. Estaban viviendo en la expectativa de que Jesús vendría. Parece ser más bien razonable en este contexto, que, de hecho, pensaron que vendría rápidamente durante su vida.

Y eso es lo que llevó a su pregunta, porque algunos de ellos murieron. Periódicamente, de manera continua, de vez en cuando, uno de los creyentes en la iglesia tesalonicense moría. Y debido a que esperaban con tanto anhelo la venida de Jesucristo, tenían dificultad en entender qué le pasa a esa persona cuando Jesús venga. Si ya no están aquí, ¿se pierden del gran acontecimiento? ¿Se pierden de la reunión, como la llamaron, como Pablo lo señaló en 2 Tesalonicenses 2:1? ¿Se pierden el rapto? Y estaban muy preocupados por eso debido a que vivían en tal emoción y en tal expectativa del gran momento cuando Jesús viniera por los suyos. Y también debido a que según el capítulo 4 versículos 9 y 10, se amaban tanto el uno al otro al grado que todo mundo sabía de su amor. Estaban entristecidos por sus seres queridos que habían muerto, no tanto porque estaban muertos, sino porque creían que sus espíritus estaban con el Señor, sino porque pensaban que se podrían perder el gran acontecimiento. Y entonces, el Apóstol Pablo escribe esta sección para ayudarles. Y dije la semana pasada, y lo vuelvo a decir, es más pastoral de lo que es teológico.

La intención del Apóstol Pablo no es dar una explicación de arriba a abajo, de lado a lado, a detalle, con un desarrollo cuidadoso, una explicación escatológica del rapto, sino para consolar a corazones tristes que estaban afligidos. No es una pregunta soberbia decir, ¿qué les pasa a los cristianos que mueren antes de que el Señor regrese? Es una pregunta dolorosa que estaba en sus corazones porque estaban sufriendo de tristeza por temor a que sus seres queridos que habían muerto iban a perderse de ese gran acontecimiento.

¿Acaso su muerte, quizás se preguntaban, un tipo de juicio en el que el Señor los disciplinó, les quitó la vida y, por lo tanto, iban a perderse de experimentar el rapto? ¿Había algún pecado secreto en su vida, y esa es la razón por la que murieron? ¿De alguna manera no iban a participar en esa reunión y el viaje maravilloso al cielo? ¿Acaso sus espíritus sin cuerpo iban a permanecer sin conocer jamás la transformación del cuerpo a semejanza de Cristo? ¿De alguna manera, iban a ser considerados santos de menor nivel? ¿Acaso no eran tan amados como el resto que iban a vivir hasta el rapto? Todo el asunto los llevó a la tristeza.

Entonces, el Apóstol Pablo escribe para aliviar su tristeza, vea el versículo 13 del capítulo 4: “Tampoco queremos hermanos que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza”. Él dice: “No queremos que estén tristes”. Entristecerse por la ignorancia es innecesario. No quiero que no estén informados de tal manera que se entristezcan, y se entristezcan como la gente que no tiene esperanza de reunión, los perdidos, los paganos, la gente que está fuera del reino de Dios, que ven la muerte como la despedida final permanente. No quiero que se entristezcan como los que no tienen esperanza, que no tienen expectativas de una reunión. Su ignorancia los ha llevado a la tristeza. Entonces, quiero ayudar en su tristeza al convertir su ignorancia en conocimiento.

El grupo primordial por el que está preocupado aquí son aquellos que duermen. De hecho, él los menciona en el versículo 13, él los menciona en el versículo 14, los menciona en el versículo 15. Esa es su preocupación, porque esa era la preocupación de ellos, ¿qué les pasa a los cristianos que mueren antes de que Jesús llegue ahí? Y, por cierto, es una pregunta sumamente importante porque estaban preguntándola desde ese entonces. Estamos a 2,000 años después, y muchos cristianos están en esa categoría y continúan entrando en esa categoría. Como lo señalé la semana pasada, aquellos que duermen significa: cristianos que han muerto. Y, los cristianos que mueren no experimentan la muerte en su realidad aterradora. Debido a su vida en Cristo, la muerte se ha transformado en dormir.

La diferencia entre el dormir y la muerte es que el dormir es un reposo temporal. Y ese es un término apropiado para los cristianos. Cuando mueren, su espíritu se va para estar con el Señor inmediatamente ausente del cuerpo, presente al Señor, mucho mejor partir y estar con Cristo, su cuerpo va a la tumba no permanentemente, pero solo para dormir hasta que sea despertado algún día. Pero no sabían ¿Cómo? O ¿Cuándo? O ¿Dónde? O ¿Qué? Y entonces, estaban entristecidos por sus seres queridos.

Pablo, entonces, les explica algunas de las características del rapto. El término en el versículo 17: “Seremos arrebatados juntamente”. Es el término del cual obtenemos el concepto de rapto. Es arrebatado, raptado. Y tiene que ver con el arrebatamiento de la iglesia, el tomar a la iglesia hacia arriba es por cierto una palabra violenta, y le señalé la última vez que, a partir de la derivación en latín, viene la palabra rapto; un acto violento en el cual iglesia es arrebatada. Es un rescate del primer orden, repentino, instantáneo. Pablo dice en 1 Corintios 15: “Es en un abrir y cerrar de ojos”. Así de rápido es parpadear. Así de rápido es ver la luz reflejada en la pupila. Así de rápido y más rápido.

Ahora, conforme Pablo entonces les explica el rapto, recuerde, su propósito no consiste en cubrir todo lo que se podría decir de este consejo acontecimiento. Su propósito es cubrir un asunto específico para traer consuelo a sus corazones afligidos. Cuatro características resumen su enseñanza en este texto acerca del rapto: los pilares del rapto, los participantes del rapto, el plan del rapto y el beneficio del rapto. El beneficio.

Ahora, la última vez comenzamos a ver los pilares del rapto, y señalamos para usted en el versículo 14, el primer pilar sobre el cual la verdad del rapto está construida es la muerte de Cristo. Porque si creemos que Jesús murió, y le señalé que la razón en primer lugar por la que incluso podemos dejar este mundo y ser reunidos para estar con Jesucristo y ser llevados al cielo, es porque Jesús murió por nuestros pecados. Y habiendo sido perdonados de nuestros pecados, y cubiertos, por así decirlo, por la sangre de Cristo, y vestidos en la justicia de Cristo, somos hechos aceptables para Dios, somos hechos coherederos con Cristo, hermanos. Jesús no se avergüenza de llamarnos hermanos, y Él nos va a reunir consigo mismo y nos va a llevar al cielo en donde Dios nos espera, porque nuestros pecados han sido cubiertos.

Entonces, el rapto está construido en primer lugar no sobre especulación filosófica, no sobre capricho teológico, sino sobre la muerte de Jesucristo, la cual fue una satisfacción perfecta para Dios por el pecado. Debido a que Él cumplió todas las condiciones para el perdón del pecado, Él transformó la muerte en dormir para nosotros. Tomando las palabras de Pablo, Él le quitó el aguijón a la muerte.

El segundo pilar sobre el cual el rapto está construido es la resurrección de Cristo. Versículo 14, porque si creemos que Jesús murió y resucitó, y aquí está el corolario necesario para el primero. No solo murió, sino que la satisfacción de Su obra fue indicada por el hecho – de que ¿Qué? – de que Dios lo resucitó de los muertos y Él conquistó la muerte. Él conquistó el pecado, por así decirlo, en su muerte. Él conquistó, por así decirlo, en su resucitar. El pecado fue enfrentado. La muerte fue enfrentada, no solo para sí mismo, sino, observe de regreso al versículo 14: “Dios traerá de regreso con Él – esto es, con Cristo – en su regreso a todos aquellos que han dormido en Jesús. Así como resucitó a Jesús, Él va a resucitar al resto que están en Jesucristo”.

1 Corintios 15:23 dice: “Cristo las primicias, después aquellos que son de Cristo en su venida”. Jesús dijo en Juan 14:19: “Porque yo vivo, vosotros también viviréis”. Y dije la semana pasada, y repito esta afirmación de nuevo, Dios va a tratar a los creyentes muertos de la misma manera en la que Él trató a Jesús al resucitarlos de los muertos. Esa es su promesa, resurrección corporal. Y cuando Dios venga, cuando Dios venga en el gran regreso glorioso de Cristo, Dios va a traer con Él a aquellos que han muerto en Cristo, así como Él trajo de regreso a Jesús de los muertos.

El retrato es maravilloso. Primero es pintado para nosotros en Juan 14 versículos 1 al 3, el único lugar en el registro de los evangelios en donde el rapto es explicado. Y todo lo que dice es: “No se turbe vuestro corazón”. De nuevo, es un pasaje de consuelo, tiene la intención de consolar a los discípulos afligidos. “Creéis en Dios, creed también vosotros en Mí. En la casa de mi Padre muchos lugares hay. Si no fuera así, os lo habría dicho. Voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si voy a preparar lugar para vosotros, regresaré y os recibiré para Mí mismo, para que donde Yo estoy, vosotros también estéis”. Jesús ahí prometió: “Me voy, pero voy a preparar un lugar. Voy a venir. Voy a venir para llevarlos para que estén conmigo en ese lugar”. Y la promesa aquí es que en la misma manera en la que Dios sacó a Jesús de los muertos y lo llevó a la gloria, Dios nos va a sacar de las tumbas, los que están muertos, y nos va a llevar a la gloria.

Ahora, recuerde, los espíritus ya están con el Señor, pero el cuerpo va a ser resucitado, unido ya en la presencia del Espíritu de Dios. Y la combinación de eso es el santo glorificado en la imagen de Cristo que permanece en la presencia de Dios por la eternidad. Esta es la resurrección por cierto descrita en 1 Corintios 15:35 y en adelante.

Entonces, esos únicamente son puntos de repaso. Los pilares de la muerte de Cristo, la resurrección de Cristo, sostienen la doctrina del rapto. El tercero es la revelación de Cristo. La revelación de Cristo. Pablo dice en el versículo 15: “Por lo cual os decimos esta enseñanza del rapto, en Palabra del Señor”. Lo que él está diciendo, no es solo el rapto, está construido sobre la muerte y resurrección de Cristo, sino sobre la revelación directa de Cristo. “Os decimos”, tiene el tono de un escritor inspirado que ha revelado lo que Dios le ha descubierto a él. Esa frase “por palabra del Señor”, significa una palabra divina. Pablo literalmente le estaba dando a los tesalonicenses lo que vino del Señor. Esto es revelación divina.

Ahora, ¿qué quiere decir específicamente? Es interesante señalar esto cuando él dice: “Os decimos”, y él procede a explicar acerca del rapto, por la palabra el Señor. ¿Qué quiere decir con eso? Algunos comentaristas sugieren, que él quiere decir, que él se está refiriendo a algo que Jesús dijo que está registrado en los evangelios. No obstante, esa no parece ser una opción válida en absoluto debido a que no hay pasajes exactos. Como dije, la única mención del rapto específicamente es tan solo una afirmación muy simple que Jesús dijo “voy a regresar”, y lo dijo y de nuevo de una manera pastoral, en lugar de tratar de cubrir toda la teología escatológica. Pero más allá de eso no hay detalles específicos del rapto en los evangelios a los que Pablo podría estar haciendo referencia.

Dice usted, “Bueno, ahora, espera un minuto. ¿Acaso no habla de una trompeta aquí? ¿Y no habla de una resurrección aquí?” Sí. Pero son muy diferentes de esos tiempos. Por ejemplo, en el discurso del Monte de los Olivos, en donde el Señor habló de una trompeta, y en donde Él habló de una reunión, y muy diferente de cualquier referencia en el Evangelio de Juan, el cual de manera forzada algunos se han referido a esto, así como cuando él le dice a Marta en el capítulo 11: “Yo soy la resurrección y la vida”. Permítame darle algunas de las diferencias. En Mateo, el Hijo del hombre que viene en las nubes. En 1 Tesalonicenses, los creyentes ascienden en las nubes. En Mateo, los ángeles reúnen a los escogidos de los cuatro rincones del mundo. En 1 Tesalonicenses, Jesucristo mismo los reúne para Sí mismo. En el discurso del Monte de los Olivos, en particular en Mateo, no hay registro del orden del ascenso. Ese es el punto primordial aquí en Tesalonicenses. Y hay también otras distinciones.

Y entonces, no podemos decir que Pablo se está refiriendo a algo en los evangelios, porque nada afirma las cosas de las que él habla aquí. Otros han dicho: “Bueno, probablemente se está refiriendo a una palabra del Señor que fue dicha por el Señor, pero nunca fue escrita. Como la que es registrada en Hechos 20:35, en donde dice que Jesús dijo que es más bienaventurado dar que recibir”. Jesús dijo eso. Sabemos que Él lo dijo porque el Espíritu de Dios le reveló a Lucas cuando él lo escribió que Él lo dijo. Pero no está registrada en los evangelios. Es la única cita de Jesús afuera de los evangelios. Algunos dicen que Pablo está diciendo aquí entonces, esto es lo que Jesús dijo, simplemente no tenemos registro de esto. Pero no dice que Jesús lo dijo. Él no cita directamente nada que Jesús dijo en los evangelios, y él no dice específicamente que Jesús dijo esto. Él simplemente usa ese término más bien general. Fue una palabra del Señor.

Además, en 1 Corintios 15, si es tan amable en ver el versículo 51, o simplemente escucharlo, Pablo comenzando una explicación ahí del rapto dice: “Aquí os digo un misterio”. Misterio significa algo escondido que ahora es revelado. Pablo está diciendo, ahora voy a revelar algo que ha sido escondido, que nos lleva a la conclusión de que Jesús nunca reveló los detalles del rapto. Fue un misterio hasta que Pablo lo abrió. Él fue el apóstol de ese misterio. Y aquí otra vez, si Jesús había enseñado esto, y había sido conocimiento común que Él lo enseñó, fuera registrado o no registrado, ciertamente entonces Pablo se lo habría explicado a los tesalonicenses. Pero aquí está una confesión completa acerca de este acontecimiento llamado el rapto. Y Pablo de nuevo debe darles alguna nueva verdad de la Palabra del Señor.

Entonces, pensamos que no hay manera de asociar esto con algo que Jesús dijo. Si usted ve en el capítulo 5 versículo 2, él dice: “Vosotros mismos sabéis que el día del Señor vendrá como ladrón en la noche”. Aparentemente, conocían mucho del Día del Señor, eso es juicio. Y no necesitaban ser instruidos acerca del día del Señor. Pero no conocían del rapto, el arrebatamiento. Y Pablo entonces les está revelando algo que hasta ese entonces había sido un secreto y ha venido a él por la Palabra el Señor. Ahora, eso podría significar que vino mediante la boca de un profeta, que algún profeta, un profeta del Nuevo Testamento como Ágabo, mencionado en Hechos 21, pudo haber sido el vocero del Señor para Pablo, y lo pronunció y Pablo lo oyó. De hecho, Ágabo dijo cuando él le hablo a Pablo en Hechos 21: “Esto es lo que el Espíritu Santo dice”. Entonces, pudo haber sido un profeta como Ágabo, que fue el instrumento de Dios para hablarle a Pablo. Pudo haber sido otro medio por el cual el Espíritu de Dios le comunicó esto a Pablo. Pudo haber sido directo como cuando él estuvo en el barco en Hechos 27 navegando por el mar, y un ángel vino a él de noche y le dijo exactamente lo que el Señor quería que oyera. Pero de alguna manera, él recibió revelación directa que ahora explica.

¿Entonces, sobre qué está edificado el rapto? No sobre filosofía. No sobre especulación teológica caprichosa. Sino que está edificado sobre la muerte de Cristo, el pecado ha sido pagado y, por lo tanto, somos aceptables para Dios. La resurrección de Cristo, en cuya resurrección resucitamos. La revelación de Cristo que desarrolla esos detalles. Un cimiento fuerte, ¿no lo diría? Pilares fuertes.

Ahora, vayamos a la Palabra del Señor. ¿Qué es lo que el Señor le dijo a Pablo acerca de este acontecimiento? Eso nos lleva al segundo punto: los participantes del rapto. Los participantes del rapto, versículo 15, él dice: “Por lo cual decimos esto en palabra del Señor – y aquí están los dos participantes – que nosotros que vivimos, que habremos quedado – y después al final del versículo – los que durmieron”. Ellos son los dos participantes. Son los únicos dos tipos de personas en el rapto, las personas que están vivas y permanecen, y las personas que están muertas. Este es un contraste muy simple. Y de eso es de lo único de lo que está hablando, la gente que vive y la gente que ha muerto. ¿Lo ve? Esa era su preocupación ardiente.

¿Qué les pasa a los cristianos que mueren? Simplemente, él dice, entonces, permítame hablarles acerca de cada uno de los dos participantes. En primer lugar, entonces, los que vivimos, que habremos quedado, cristianos viviendo en el tiempo cuando el Señor viene, los que vivimos y no morimos para ver la parusía. Sea tan amable en ver la palabra nosotros. ¿Acaso Pablo pensaba que iba a estar vivo en ese momento? ¿Acaso Pablo piensa que podía suceder durante su vida? Ciertamente, así lo pensó. Ciertamente, así lo pensó. Él ciertamente demuestra lo que es una expectativa apropiada y una expectativa apropiada para el regreso de su Señor, sin presentar un tiempo específico para esto. Y estoy seguro que él nunca habría hecho eso. Ciertamente, bajo la inspiración del Espíritu de Dios no lo hizo, y como los primeros cristianos, yo creo que él vio el acontecimiento como algo muy cercano. Esa es la razón por la que él usa la palabra “nosotros”, nosotros los que vivimos y permanecemos, los que quedamos. Nosotros en cierta manera es un término genérico. Nosotros significa los creyentes que estamos vivos en ese tiempo. Pero él no dice “ellos”, como si él necesariamente está empujándolo a una generación futura. Él puede decir nosotros y estar cómodo acerca de esto, porque podría ser durante su vida.

Hay otras indicaciones de que él creía eso. En Romanos 13:11, “Y esto sabiendo que el tiempo se acerca, porque es la hora para que despierten del sueño, porque ahora la salvación está más cerca de nosotros que cuando creímos. La noche está avanzada, el día se acerca.” Hombre, hay una urgencia ahí, ¿no es cierto? Nuestra salvación está más cercana. ¿Qué quieres decir nuestra salvación? Ya nuestra salvación del alma ha pasado, pero nuestra salvación corporal, la redención del cuerpo de lo que él habla en Romanos 8 está más cerca que nunca. El día se acerca, está acerca, quiere decir siguiente. La noche casi se acabó, será pronto.

En 1 Corintios, observe el capítulo 6, versículo 14, para el mismo tipo de expresión. Él dice: “Ahora Dios no solo ha resucitado al Señor, sino que también nos va a resucitar mediante Su poder”. ¿Creía que él estaría en esa resurrección? ¿Creía que él estaría en esa resurrección futura? Parece que, por un lado, en un punto, él cree que va a venir durante su vida. Por otro lado, en otro punto, él cree que podría estar en la tumba.

Capítulo 10 de 1 Corintios versículo 11: “Ahora, estas cosas pasaron como ejemplo, fueron escritas para nuestra instrucción. Nuestra instrucción – escuche esto – sobre quiénes han venido el fin de los siglos”. Él creía que él estaba viviendo en el fin de los siglos, los tiempos mesiánicos. Y estoy seguro que no tenía idea de que sería tan largo como ya ha sido.

Observe 1 Corintios 16:22: “Si alguno no amare al Señor, sea maldito, anatema, maranata”. ¿Sabe usted es lo que eso significa? Oh Señor, ven. Oh Señor, ven. Y vea nuestra carta, 1 Tesalonicenses 1:10: “Estaban esperando a su Hijo del cielo”. Capítulo 3 versículo 13, él dice que él quiere que sus corazones estén establecidos, irreprensibles, en santidad delante de Dios y nuestro Padre en la venida de nuestro Señor Jesús con todos Sus santos. De nuevo, la expectativa de la venida de Cristo, y que ellos sean irreprensibles cuando Él llegue aquí. Bueno, si ya habían sido glorificados, serían irreprensibles cuando Él llegara aquí. Él está suponiendo que ellos podrían estar vivos cuando Él venga, y deben ser irreprensibles cuando eso suceda. Capítulo 5, versículo 23: “Y el Dios de paz os santifique por completo, y vuestro espíritu, alma y cuerpo sean guardados completos, irreprensibles, hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo”.

Ahora, la única manera en la que su cuerpo podría ser irreprensible y estar completo en Su venida sería estar vivo cuando Él llegara aquí. Y vuelvo a decir, él esperaba que Jesús pudiera venir durante su vida. A Tito él dijo que él estaba esperando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador, el Señor Jesucristo. Él estaba esperando a Cristo. Él creía que podría suceder durante su vida.

Sin embargo, siga esto, por otro lado, él también creía que podía morir antes de que Cristo viniera, capítulo 5 de 1 Tesalonicenses versículo 10, él dice: “Él murió por nosotros para que sea que estemos despiertos o dormidos, vivamos para Él.” Y él usa él nosotros ahí. Él podría estar despierto, él podría estar dormido cuando Jesús venga, pero de cualquier manera viviremos juntos con Él, de cualquier manera.

En 1 Corintios 15:52, él dice que en el rapto seremos cambiados. Y él se coloca en la escena. Sin embargo, en Filipenses 1 él dice que Cristo será exaltado en mi cuerpo, sea en vida o muerte, porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia, teniendo un deseo de partir y estar con Cristo. Y en 2 Timoteo 4 él dice: “He terminado la carrera. He guardado la fe. He peleado la buena batalla. El tiempo de mi partida se ha acercado”. Y él percibe su propia muerte.

¿Por qué todo eso? Lo que le estoy diciendo es él creía que podía suceder durante su vida. Él vivió en esa expectativa. Y usted oye la esperanza en su corazón conforme él habla de nosotros en ese gran acontecimiento. Pero, por otro lado, él sabía que quizás no, y él podría morir antes de que sucediera. Entonces él realmente se asocia con ambas posibilidades. Y esa es la manera en la que la iglesia siempre ha vivido con expectativa de que podría venir durante mi vida. Y él está usando el nosotros porque en un momento él era de los que estaban vivos y permanecían. Y si Jesús hubiera venido, él habría estado en ese grupo. Entonces él le expresa a los tesalonicenses su propio corazón, su propio deseo de expectativa.

Y yo creo que esa es la razón por la que estaban esperando a su Hijo del cielo, capítulo 1, versículo 10, esa es la razón por la tristeza. Estaban tan emocionados por el regreso de Cristo debido a lo que Pablo les había dicho, tan seguros que podía pasar durante su vida, que esa es la razón por la que se entristecieron, y si ese no era el caso, si eso no era lo que los motivaba, entonces el contexto entero del pasaje no tiene sentido. Si pensaban que iba a ser en unos 2,000 o 3,000 años después, entonces no habrían estado tristes porque habrían sabido que no debían esperarlo. Pero Pablo lo esperaba, y también ellos.

¿Y qué dice entonces? Nosotros los que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, la parusía cuando venga por los suyos, no precederemos. ¿Qué significa eso? Ir delante, tener una ventaja sobre, ir delante de, a los que durmieron. Ahora, eso era lo que querían oír. La gente que esté viva en la tierra cuando Jesús venga no va a tener ninguna ventaja sobre aquellos que han muerto. Ese es un punto simple. Los que estén vivos no van a ir antes de los muertos. No van a ganar una ventaja, y eso resume todas sus preguntas ¿Van a ser santos menores? ¿Van a ser espíritus eternamente desmembrados? ¿Van a perderse del rapto? ¿Van a ser los que van a estar ahí atrás? No. Todos los cristianos, vivos y muertos, cuando Jesús venga, estarán en el rapto. Nadie se quedará fuera, nadie.

Eso nos lleva a su tercer punto, el plan del rapto. Versículo 16, aquí él cubre los detalles, sígalo rápidamente. Lo primero que sucede, detalle a detalle: “Porque el Señor mismo”, ahora, quiero detenerme en ese punto, no un ángel, no muchos ángeles, no un sustituto, sino el Señor enfáticamente en el griego mismo. Él viene por Su novia. Él es el novio que viene a tomar a Su novia. Esto de nuevo, en contraste a Marcos 13:26-27, en donde la reunión de los santos elegidos es llevada a cabo por los ángeles. Este es Cristo mismo viniendo por Su novia, la iglesia. Y es Él mismo, enfáticamente.

Y observe el segundo elemento, descenderá del cielo, ¿por qué? Porque ahí es en donde ha estado. Cuando Él ascendió, Él fue a la diestra del Padre. En Hebreos capítulo 1, es muy, muy claro en el versículo 3, que Él se sentó a la diestra de la majestad en las alturas. Y el escritor de Hebreos dice que Él está sentado a la diestra de Dios, y a partir de ese punto, Él es nuestro abogado, intercede por nuestros pecados, funciona como un sumo sacerdote, y Él está en el cielo. De regreso al 1:10, de nuevo, dice, “Para esperar a Su hijo del cielo.” Él está ahí. Él está esperando para descender. Y eso es precisamente lo que Él hará.

Observe cómo lo hace, versículo 16: “El Señor mismo descenderá del cielo con κέλευσμα (keleusma), con un grito.” Es una palabra de mando, es un término militar. Es como si las tropas están en descanso y el mandato es alinéense. Lutero tradujo la palabra Feldgeschrei, lo cual significa ponerse de pie. Un llamado para la iglesia para ponerse de pie. La iglesia ha estado en reposo. Los cuerpos de los santos han estado en las tumbas. Y está por venir un tiempo cuando Jesús venga descendiendo el cielo, y Él grita para que esos cuerpos se pongan de pie y se alinean, se colocan en orden de estar cómodos y en reposo para llenar las filas, tomando su lugar.

Dice en el Salmo 47:5: “Dios sube con un grito. El Señor con un sonido de trompeta”. Pero aquí Él desciende con un grito y la trompeta. Y entonces, éste es el cumplimiento de Juan 5:25, simplemente una profecía general acerca de la resurrección. Pero escuche lo que Juan 5:25 dijo, las palabras de Jesús: “De cierto, de cierto os digo, la hora viene, y ahora es cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y aquellos que la oigan vivirán”. Y el primer grupo que va a oír van a ser los redimidos con sus cuerpos en la tumba. La voz clama. Los cuerpos son constituidos de nuevo en una forma gloriosa, resucitan de las tumbas para encontrarse con los espíritus que regresan con Dios y Cristo en ese lugar de encuentro.

Observe lo que dice después: “El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel”. O el arcángel. No hay artículo definido ahí. Entonces de manera técnica, es la voz de un arcángel. Esta realmente es una afirmación única. La única mención de un arcángel es aquí y en Judas 9. En Judas 9, el arcángel es designado como Miguel, y podría ser que él es el único arcángel. Los judíos solían creer que había siete arcángeles. Sus nombres todos terminaban con él. En el cual es un término para Dios en hebreo, pero no estamos seguros de eso. Esa fue su tradición. Gabriel, Miguel, Ariel y otros. Pero lo único que sabemos aquí es que hay un arcángel. Bien podría ser Miguel, porque en Daniel 12 cuando es el tiempo para la resurrección, de lo que habla Daniel a Israel, Miguel está ahí en la resurrección de Israel. Entonces, bien podría ser que Miguel el arcángel está asociado de alguna manera con este gran acontecimiento. Y conforme Jesús desciende y emite Su mandato para la resurrección, Miguel está ahí también con el mandato del Señor, también va acompañado por la trompeta de Dios.

¿Qué significa esto? Las trompetas están por toda la Biblia, tienen todo tipo de significados diferentes, pero sabemos que hay una trompeta en el rapto. 1 Corintios 15:52 dice: “La trompeta de Dios y los muertos en Cristo resucitarán”. La trompeta de Dios. Entonces, hay una trompeta en el rapto. Las trompetas eran usadas en Israel para todo tipo de cosas, eran usadas para festivales, celebraciones, invitaciones, juicios. Eran usadas para triunfos. Eran usadas en cualquier momento que alguien quería reunir a una multitud para decirles algo, para anuncios o proclamaciones públicas.

Pero en Éxodo 19, versículos 16 al 19, una trompeta llamó al pueblo fuera del campamento para reunirse con Dios. Fue una trompeta de asamblea y los llamó fuera del campamento para reunirse con Dios. Yo creo que esta es una trompeta de asamblea. En Sofonías 1:16 y Zacarías 9:14, una trompeta fue usada como una señal de la venida del Señor para rescatar a su pueblo de opresión impía. Fue una trompeta de liberación. Y yo creo que la trompeta en ese día es una trompeta de asamblea y una trompeta de liberación. Yo creo que cuando la trompeta toque es para reunir a los santos que han sido llamados afuera de las tumbas a la vida con los santos vivientes, y también, es para llamarlos hacia fuera para rescatarlos de entre aquellos que los oprimen, hombres y demonios. Hay muchas otras trompetas asociadas con los tiempos finales, tienden a hacer trompetas de juicio, primordialmente como en Apocalipsis 8 al 11.

Después sucede, de regreso a nuestro versículo 16, “Ante el sonido de la voz del Señor, la voz del arcángel, la trompeta de Dios, los muertos en Cristo resucitarán, no al final, sino ¿qué?, primero.” Alguien dijo eso es porque tienen que subir 2 metros más. Pero creo que esa es una perspectiva más bien superficial. El punto que Pablo está tratando de presentar aquí es que no van a quedarse atrás. No son ciudadanos de segunda clase, en absoluto. De hecho, sus seres queridos que han muerto van a ir primero. ¡Hombre, esa es una verdad tan grande, algo tan alentador, los muertos en Cristo resucitan primero! Me encanta esa frase. Los muertos en Cristo. Si usted está en Cristo, usted siempre está en Cristo, esté vivo o muerto. Y cuando usted muere, ese cuerpo va a la tumba, ese cuerpo reposa en Cristo. Eso le pertenece a Él. Esa es Su posición personal y eterna. Y Él la va a reclamar de Su polvo que está en estado de descomposición.

Pablo dice en Romanos 8 que ni la muerte, ni la vida, ni nada más podrá separarnos del amor de Dios que es en Cristo Jesús. La muerte no lo puede hacer. Usted vive en Cristo. Usted muere en Cristo. Usted está muerto en Cristo. Usted se queda en Cristo. Usted va a volver a vivir en Cristo. Primera de Corintios 15:23 llama a los resucitados: “Aquellos que son de Cristo”. Ese es el punto clave en el pasaje.

Y entonces, los cristianos muertos resucitan primero. Qué buena esperanza. Qué buenas noticias son esas. Habrá una reunión. Esa esposa amada. Ese marido amado. Ese hijo amado. Esa hija. Ese amigo amado. Ese querido pastor. Ese vecino que significaba tanto en mi vida que se fue. Si yo llego a vivir para el rapto, ese gran acontecimiento, no se lo van a perder. De hecho, van a resucitar primero, habrá una reunión. Y lo que resucita de esa tumba es un cuerpo glorificado para encontrarse con un espíritu ya glorificado, para volverse esa persona eterna a la imagen de Cristo como Él, porque le veremos como Él es. Después, la siguiente secuencia en el versículo 17, luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, los que estén vivos, los que hayan sobrevivido, los que todavía estén vivos, cristianos vivos, y de nuevo, él usa la palabra nosotros, porque él cree que podría ser parte de ese grupo. Nosotros que vivimos y hayamos quedado seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes, arrebatados por una fuerza irresistible, arrancados de este mundo.

Y esa palabra “arrebatados” es usada por ejemplo en Mateo 11:12, refiriéndose al reino tomado por la fuerza. Es usada en Juan 10:12, del lobo arrebatando a las ovejas. Es usada en Juan 10:28-29, cuando Jesús dice: “Nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre”. Un acto violento. Es usada en 2 Corintios 12:2-4 de Pablo, siendo arrebatado al tercer cielo. Hechos 8:39, Felipe arrebatado. Recuerde usted cuando él fue arrebatado y el eunuco ya no lo vio, y el Espíritu de Dios simplemente lo transportó sobrenaturalmente. Es un arrebatamiento. Es ese momento en el que la transformación se lleva a cabo.

Nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado y de pronto, somos arrebatados en el momento en el abrir y cerrar de un ojo, y habiendo sido arrebatados, instantáneamente somos transformados. Filipenses 3 lo describe, versículo 21: “Cuando Él venga, Él transformará el cuerpo de la humillación nuestra en semejanza al cuerpo de la gloria Suya, mediante Su poder”. En un momento, somos transformados en un cuerpo glorificado como el cuerpo resucitado de Cristo. Arrebatados de las manos de Satanás. Arrebatados del mundo caído y la carne putrefacta. Arrebatados de la tumba. Arrebatados de la ira venidera. Arrebatados de la ira venidera de Dios. Es una operación de rescate. “Juntamente con ellos” ¿Qué significa eso? Todos estaremos ahí. Todo el mundo estará ahí. Todos tendremos una parte en la reunión. La iglesia triunfal se une a la iglesia militante para volverse la iglesia glorificada.

¿Y en qué dirección vamos cuando somos arrebatados? Somos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire. Tenemos que pasar rápidamente, porque quién es el príncipe de la potestad del aire, Satanás. Somos arrebatados de las tumbas. Somos arrebatados de este mundo caído. Y literalmente, somos llevados a velocidad de un cohete, más rápido que la velocidad de la luz, como un cohete cruzando el aire. Y sin duda alguna, habrá un esfuerzo hecho por parte del adversario y sus demonios que controlan el aire para detener lo que nunca podría ser detenido. Y nuestro movimiento es hacia el cielo. Y así estaremos siempre con el Señor. Las nubes con frecuencia están asociadas con apariciones divinas. La gloria divina de Dios con frecuencia se hace referencia a la gloria divina de Dios como una nube de gloria, el brillo de la shequiná.

Dios con frecuencia está asociado con las nubes. Cuando Dios descendió en el Sinaí en Éxodo 19 hubo nubes. Cuando Dios vino al tabernáculo se llenó de una nube. Cuando Él vino al templo, se llenó de una nube. En la transfiguración, la Biblia habla de nubes que estuvieron ahí, después la gloria shequiná de Jesús resplandeció desde adentro de Él. La nube de gloria de nuevo mezclándose con las nubes. En la ascensión, Jesús fue llevado al cielo en nubes. Sin duda alguna, las nubes literales mezclándose con la gloria de la presencia de Cristo y la presencia de santos glorificados.

Y recibimos al Señor en el aire. La palabra recibir ahí es una palabra hermosa, una palabra magnífica. Con frecuencia, se usa para sugerir la reunión de un dignatario o rey, una persona famosa, personas que se están apurando para reunirse con él. Algunos comentaristas han llevado el punto demasiado lejos. Dicen que esa palabra se usaba cuando un rey regresaba a su ciudad, un gobernante que regresaba a su ciudad como un héroe conquistador. Cuando lo veían que venía por el camino, la ciudad corría para salir a él y escoltarlo para la última parte de la distancia. En una boda, el cortejo de la boda salía corriendo y escoltaba a la novia o el novio de regreso a la boda. Un visitante que venía a una ciudad, como en Hechos 28, vemos algunas personas corriendo para escoltar a ese visitante a la ciudad. Y algunos han tomado eso y han dicho, “Bueno, lo que sucede aquí es que salimos para encontrarnos con el Señor en el aire, y regresamos a la tierra para el reino.” Y eso defiende un rapto post-tribulacional. Simplemente, salimos al aire y regresamos de inmediato, y establecemos el reino.

Pero una analogía como esa es arbitraria, porque esa palabra no está restringida tan solo a significar eso. Lo único que significa es encontrarse con el Señor. No significa que vamos a encontrarnos con Él en algún lugar y vamos a descender aquí. De hecho, ¿cuál es el punto de subir al cielo si vamos a regresar aquí? Mejor esperamos aquí hasta que Él llegue aquí. No solo estamos subiendo y bajando, estamos subiendo y subiendo, ¿por qué molestarnos por reunirnos en el aire si vamos a regresar? ¿Y entonces qué estaba diciendo Jesús en Juan 14? “Y si Yo voy, regresaré para recibiros para Mí mismo, para que donde Yo estoy, vosotros también estéis”. Si vamos a bajar, es en donde usted y yo podamos estar. Él no viene adonde estamos, amigo, Él nos está rescatando para que vayamos a donde Él está. Esa es la casa del Padre. Él ha estado preparando durante 2,000 años. Me imagino que vamos a tener un tiempo bastante significativo ahí.

Una mejor manera de ver la escena sería que el Rey Jesús viene, pero no viene a una tierra que le da la bienvenida. Él viene a una tierra que no está lista para recibirlo en absoluto. Él viene a una tierra hostil bajo el control de Satanás, un gobernante rival. Y Él viene para arrebatar a los suyos, para rescatar a los suyos y llevarlos a un lugar seguro en la casa del Padre. Y Él regresará después y tomará la tierra por la fuerza.

Una vez que lleguemos al cielo, el versículo 17 dice, “Y así estaremos siempre con el Señor”. Siempre, siempre, siempre. Jamás volveremos a estar separados de Él. Siempre en su presencia. ¿Por qué? Porque Él purificó para sí mismo un pueblo para su propia posesión, su posesión eterna, Tito 2:14. Con los pilares, los participantes y el plan del rapto, finalmente el beneficio. ¿Cuál es el beneficio de esto? Versículo 18: “Por tanto – ¿qué? – alentaos los unos a los otros con estas palabras.” Él no dice, “Por tanto, por favor escriban una tabla escatológica grande”. No. Él solo dice, “Alentaos los unos a los otros.” Este es un pasaje de consuelo, amigo, exactamente como Juan 14 lo fue.

El rapto siempre aparece cubierto en un misterio porque siempre es visto desde el punto de vista pastoral como el gran consuelo del creyente de que Jesús viene por los suyos. No se preocupe por los que mueren. No se preocupe por los que están vivos. Todos estaremos ahí cuando Él venga. El Dios de toda consolación enviará a Cristo. Y de esta manera, somos consolados. No hay necesidad de entristecerse. No hay necesidad de estar tristes. ¿Qué les pasa a los cristianos que mueren antes de que Jesús llegue aquí? Resucitan primero. Y estarán ahí en la reunión cuando Él nos arrebate de este mundo hostil para llevarnos al lugar que Él pasó 2000 años ya preparando para nosotros. Esa es nuestra gran esperanza. Y entonces, como dije la última vez, los cristianos nunca dicen un adiós final. Inclinémonos juntos en oración.

La muerte es algo tan aterrador, Padre, cuando está envuelta en la ignorancia. Es algo tan aterrador cuando no hay fe, cuando no hay una palabra de ti. Y nos duele aquellos en nuestro mundo que no tienen esperanza y que viven con la desesperanza aterradora de la separación final y la falta de esperanza. Sin embargo, por el contrario, aquí estamos como cristianos llenos de esperanza por una reunión gloriosa en aquel día cuando Jesús venga. Y todos los que constituyen a Su novia son reunidos para estar con Él, para encontrarse con Él en el aire y ser llevados a la casa del Padre.

Padre, gracias por esa gran esperanza; que arda en los corazones de toda persona aquí. Y si llega a haber alguna persona querida que no tiene esa esperanza, que vive en el temor de la muerte, está en esclavitud de ese temor, que este sea el día, el día en el que vea a Jesucristo como Salvador y Señor, se vuelva a Él para el perdón de pecado y la esperanza de la vida eterna, y la expectativa de Su venida bendita.

Padre, clamamos con todos nuestros corazones, como Juan lo hizo, sí, ven Señor Jesús, como Pablo lo hizo, maranata. Oh, Señor ven. Pero hay una amargura ahí por tantos que no conocen a nuestro Cristo. Que este es sea un día cuando lo abracen, y que este sea un día cuando nuestros corazones son consolados por haber perdido a aquellos que amamos temporalmente conforme duermen, conforme están en reposo hasta que el comandante los llame a las filas, y que vivamos con la esperanza de ese día glorioso, y vivamos a la luz de esa esperanza con gozo y gratitud. Y todo esto lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

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