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Vamos juntos entonces 1 Timoteo capítulo 4. Vamos a estar pasando unas cuantas semanas en esta sección, versículos 6 al 16. Y quiero que comencemos esta mañana. Al llegar a esta sección, no se necesita mucha lectura para descubrir que de lo que Pablo le está hablando aquí a Timoteo básicamente es una lista de requisitos para que alguien sea eficaz y excelente en el ministerio. El asunto aquí es cómo ser un ministro excelente de Jesucristo.

Hay una frase en el versículo 6 que quiero que observe, es la segunda frase importante en el versículo, “Serás buen ministro de Jesucristo.” Ese realmente es el tema de la sección entera del versículo 6 al 16. En un sentido, realmente es el tema global de la epístola entera, porque toda ella consiste en instruir a Timoteo en cómo ser un ministro excelente, para el bien de la iglesia de Éfeso, donde él está trabajando en la actualidad, para corregir algo del error e incorporar e infundir vida y fortaleza en esa iglesia.

Pero en esta sección en particular, hay una gran preocupación con las cualidades de un ministro excelente. Y entonces, le confieso que este sermón es más para mí que para usted. Normalmente, usted viene y yo le predico. Ahora, usted viene y puede escucharme predicarme a mí mismo, y usted puede decir amén a lo largo del proceso. Esto no es solo para mí, sino para cualquier persona que sirve al Señor Jesucristo, y entonces claro, en un sentido, esto es lo que debemos ser para establecer un ejemplo para que usted también sea de la misma manera. Entonces, realmente nos involucra a todos nosotros, aunque está dirigido de manera específica a las cualidades de un ministro excelente de Jesucristo.

Los ministros y los pastores con frecuencia son evaluados en base al criterio equivocado. De manera atípica, la eficacia de un pastor normalmente está evaluada en base al tamaño de su iglesia, su reputación, su preparación académica, a qué escuela fue, en dónde obtuvo su preparación, qué tipo de título tiene. Algunas veces los pastores son reconocidos por los libros que han escrito. Se da por sentado que son excelentes por su popularidad. Son oradores bien conocidos, populares, o escritores. Quizás están en la radio o la televisión.

Los pastores normalmente son tenidos en alta estima debido a que se han involucrado en un programa de algún edificio. De cierta manera esa es la pluma en el sombrero de un pastor, indicando que hubo algún crecimiento durante el tiempo de su ministerio en cierto lugar. Pero todo eso francamente es inválido en un sentido bíblico como criterio para evaluar a un pastor.

Usted puede básicamente cancelar el tamaño de su iglesia, su preparación, sus libros, su popularidad, su reputación, su radio o televisión, todo eso simplemente puede ser hecho a un lado y usted puede llegar al criterio real mediante el cual un hombre de Dios debe ser evaluado con usted ve este texto.

Y este texto no está aislado. Realmente remarca para nosotros, y nos recuerda cosas que han sido establecidas para nosotros a lo largo de las epístolas del Nuevo Testamento. Pero la frase clave, es esa frase, “Serás buen ministro de Jesucristo.” Eso es lo que Pablo quería que Timoteo fuera, y así es como le dijo que fuera eso.

Todo joven que aspira al ministerio, que asiste a la universidad o al seminario con miras al ministerio, toda persona que busca servir a Cristo en el liderazgo de la iglesia, estar en el campo misionero, estar en alguna capacidad o responsabilidad sobre el rebaño de Dios, debe interactuar con esta porción en particular de la Escritura y estas grandes verdades, y en un sentido establecer esto como la plomada, por así decirlo, mediante la cual él mide su propia vida y ministerio.

La palabra “buen,” podría ser mejor traducida noble o admirable o excelente. Es usada allá atrás en el capítulo 3, versículo 1 para hablar de la obra del ministerio que es buena, noble, admirable, excelente. Y ahora queremos un hombre bueno, noble, admirable para que esté en ese ministerio.

Entonces, aquí está el ministro excelente. “Ministro” es la palabra diáconos. Obtenemos la palabra diácono de ahí. Significa siervo. Es usada de aquellos que son llamados específicamente diáconos en el capítulo 3, versículos 8 en adelante, ahí tiene que ver con una responsabilidad específica en la iglesia llamada diácono. Aquí tiene que ver con el hecho de que uno quien es pastor maestro, uno que es un delegado apostólico, así como Timoteo lo fue representando a Pablo, también debe verse a sí mismo como un siervo de Jesucristo. Cualquier persona que guía en cualquier ministerio en nombre de Cristo lo sirve a Él. Entonces estamos viendo a un siervo excelente.

La palabra “diáconos” es diferente, digamos de la palabra doulos. Ambas son traducidas siervo. Doulos, con frecuencia es traducida esclavo. Tienen la idea de sujeción, sumisión. Diáconos tiene la idea de, capacidad de servicio o utilidad. Esto se concentra en la utilidad del hombre.

Entonces, debemos ser excelentes en nuestra utilidad para la causa de Jesucristo. Somos llamados a ser siervos, eso lo sabemos a partir de muchas, muchas porciones de las epístolas. En 1 Corintios, siempre recuerdo el capítulo 4, versículo 1, y después el versículo 2, “Así pues, tengan los hombres como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios.” Pero es necesario que los administradores sean hallados fieles. Somos llamados a ser siervos y administradores administrando aquello que le pertenece a Dios, y debemos hacerlo de una manera que traiga honor a Su nombre.

Entonces, aunque Timoteo no es como diácono, en el capítulo 3, no es un diácono, un siervo de los ancianos en la iglesia, no obstante, es un siervo de Jesucristo. Los diáconos antes son diáconos de la iglesia, en un sentido, sirven a la iglesia, él es como cualquier líder espiritual en la iglesia, es llamado de manera única al servicio a Jesucristo.

Ahora, la instrucción de Pablo a Timoteo entonces se vuelve normativa. Lo que le dice a él aquí es algo estándar para todos nosotros que servimos al Señor. Y hablo a mi propio corazón esta mañana, mido mi propia vida, y yo sé como cualquiera lo sabe que me quedo corto de la plenitud de lo que Dios quiere en estas áreas, pero es tan esencial y ha sido tan saludable para mí estar continuamente reenfocándome en el estándar al cual deseo alcanzar por su gracia.

Ahora, permítame darle algo de trasfondo. En la primera parte del capítulo 4 él está hablando de doctrinas de demonios mencionadas en el versículo 1, y espíritus engañadores, versículo 2, hipócritas y mentirosos que estaban diciendo cosas que no son verdad ni representan a Dios, como se manifiesta por cómo violan la Palabra de Dios, lo cual él menciona en el resto de esos primeros cinco versículos.

Pero el asunto era la enseñanza falsa, doctrinas falsas promovidas por fuentes demoniacas. Y habiéndole advertido a Timoteo que estuviera alerta al hecho de que la falsa enseñanza no es humana y sobrenatural, viene de demonios, él entonces, se vuelven el versículo 6, para decirle a Timoteo cómo ser un ministro bueno y eficaz frente a la falsa doctrina. Aquello que siempre existirá.

Y lo que me parece curioso es que, al instruir a Timoteo con respecto al tratar con la falsa doctrina, se concentra en lo positivo en lugar de lo negativo. Ese es un pensamiento muy importante. El enfoque de la instrucción aquí muestra que la manera crítica de enfrentar la doctrina falsa, no es al refutar y denunciar la falsa doctrina todo el tiempo, sino al afirmar de manera positiva la verdad y vivir esa verdad. Y usted establece dicho respeto alto hacia la virtud y la verdad que se vuelve mucho más atractiva, deseable y creíble que la herejía y las mentiras.

Algunos hombres escogen pasar la mayor parte de su ministerio denunciando cosas con las que están en desacuerdo. Pasan su tiempo refutando a todo mundo que no está de acuerdo con ellos, y a cualquier persona que viola la verdad de Dios, y hay un lugar para eso. Pero, usted puede tener un ministerio muy negativo en donde la gente conoce todo lo que no cree, simplemente no sabe qué cree. Pueden hacer un muy buen trabajo al refutar el error, pero es difícil para ellos evitar el caer en pecado porque nadie jamás les ha enseñado los principios y dinámica de vivir la vida cristiana. Saben lo que está mal, pero no saben lo que está bien.

Entonces, el énfasis aquí está en el deber de Timoteo de hacerse a sí mismo un ministro excelente de Jesucristo y al establecer un modelo y estándar de virtud en fe, devoción y conducta. Él va a hacer que la gente se desvíe de la herejía y al mismo tiempo pueda prestar una atención plena al ministerio positivo al cual Dios lo ha llamado. El ministerio debe ser una edificación positiva del pueblo de Dios, no siempre enfatizar el error que ataca. Y le confieso que algunas veces esto es difícil, especialmente si está un poco comprometido con la verdad. Yo sé en mi propia vida resisto con gran esfuerzo la tentación de ser negativo, porque hay tantas cosas que me molestan tanto. De vez en cuando algo sale, y usted sabe qué pienso acerca de un asunto o una persona, pero trato de pelear en contra de eso, establecer la verdad en sus corazones y mentes y creer que en base a esa verdad usted podría identificar el error.

Ahora, ustedes todos conocen el pensamiento conocido del FBI preparando a personas en el área de la falsificación de dinero, no les muestran nada falsificado, solo les muestran todo lo que es real, y después cuando ven algo falsificado es muy obvio.

La naturaleza del ministerio debe ser positiva, debe ser edificar al pueblo de Dios, y entonces este es un enfoque muy instructivo y positivo, hacia un ministerio admirable a favor de Jesucristo. Es el tipo de situación que quiero ver en mi propia vida y en las vidas de otros, que están en el lugar del ministerio, y ciertamente queremos verlo también en la gente a la que ministramos.

Ahora, hay unas once cosas que he identificado en este pasaje. Las he colocado a manera de lista en el bosquejo, y vamos a estarlas cubriendo durante los siguientes domingos. Y vamos a tomar cuatro de ellas esta mañana, las primeras cuatro, y son muy muy prácticas y útiles.

Número uno, un ministro excelente va a advertirle a su congregación del error. Un ministro excelente le va a advertir a su congregación del error. Ahora, habiendo dicho lo que acabo de decir, que el ministerio no debe ser dominado por un enfoque negativo, no quiero decir que no hay lugar para la advertencia, porque definitivamente lo hay.

De hecho, la transición de los primeros cinco versículos a la siguiente parte del capítulo se concentra en ese aspecto de advertencia. Observe el comienzo del versículo 6, “Si esto enseñas a los hermanos,” esto es doctrinas demoniacas y espíritus engañadores y mentirosos, hipócritas, toda esa enseñanza falsa. Si recuerdas a los hermanos estás cosas, “serás buen ministro de Jesucristo.”

Entonces, existe la necesidad de recordarle a la gente del error. Y todo lo que he dicho acerca de una perspectiva positiva en el ministerio, no hace a un lado el lugar esencial que la advertencia tiene. El ministerio demanda advertencia. El verbo aquí es un verbo suave, es un verbo que se le dio de esta manera, si le sugieres estas cosas a los hermanos, es una palabra que significa recordar o sugerir. Es un participio, presente continuo, tiene la idea de colocar continuamente estas cosas frente a ellos.

De hecho, esa es la traducción más literal del verbo, colocar delante. Simplemente, sigue colocando delante de ellos la realidad de que hay error. En otras palabras, debe enseñarle a la gente a discernir. Debe enseñarle a la gente a pensar conforme a la Biblia y a hacer una aplicación bíblica de la verdad a lo que ven y experimentan. Esto es básico para todo el liderazgo espiritual.

Y no es la idea de, mandar a la gente, no es la idea de forzar a la gente a que acepte cosas, esa no es la palabra usada aquí. Es un consejo dado de una manera gentil, humilde. Usted simplemente de manera continua les recuerda que estén conscientes del error, y usted identifica el error de vez en cuando y lo señala como tal. Ese no es el tema de todo su ministerio, pero esa es una nota recurrente. Esta es una repetición de vez en cuando en el ministerio.

En Hechos 20, cuando Pablo estaba reuniéndose con los ancianos efesios, él les dijo, versículos 29 al 31, “Porque yo sé que después de mi partida vendrán lobos rapaces y no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres perversos que engañarán y llevarán a varios de ustedes, los van a desviar, y los encomiendo a la palabra.” Él no dijo, “Voy a definir toda su doctrina, voy a darles una polémica en todo asunto de esto, quiero que conozcan todo matiz.” Él dijo, “Simplemente estén conscientes del error, va a venir, y los encomiendo a la palabra.”

Y ahí está la advertencia negativa, pero la afirmación positiva de que la solución no siempre está en tratar con el error, sino que siempre está con tratar con la verdad. Y la verdad suple el cimiento a partir del cual el error puede ser enfrentado de manera apropiada. Entonces, él le dice a los hermanos, esto es, los cristianos, a la familia de Dios, es la responsabilidad del que quiera ser un siervo excelente, estar involucrado en hacer que recuerda en la presencia del error.

Usted no quiere que sean arrojados de aquí para allá por todo viento de doctrina como los niños pequeños. Usted debe hacer que estén firmes y cimentados y arraigados en la Palabra de Dios. Y si usted lee 1 Juan 2, usted descubre que la manera en que una persona aprende a enfrentar el error satánico es al ser fuerte en la palabra. Eso es lo que dice. Usted es fuerte en la palabra y ha vencido al maligno, lo cual significa que ha vencido a Satanás, quien está disfrazado como un ángel de luz, promoviendo ser un representante de la verdad, cuando de hecho él es el promotor de mentiras. Usted vence eso al ser fuerte en la Palabra.

Entonces, usted le advierte a la gente, eso es parte de ello, un recordatorio, una sugerencia continua del error, pero usted continúa edificándolos en la palabra. Y realmente creo que el fracaso de no tener una mente crítica, y el fracaso, y no quiero decir con crítico, no amable y que no muestra gracia. Más bien, me refiero a analítico.

El fracaso al no tener una mente crítica en nuestra generación ha permitido que la iglesia en primer lugar sea infiltrada por todo tipo de error. Ha llevado entonces a que la iglesia se confunda. Ha llevado a la iglesia entonces a que sea débil. Y claro, la iglesia incluso es liberal, y en algunos casos es totalmente apóstata. La enseñanza diluida, sermoncitos para cristiancitos, cosas suaves y teología coja y predicación sin convicción han reemplazado a la doctrina fuerte, la exposición clara de la Escritura, predicación profunda, y el legado ha sido trágico.

Confusión carismática, la psicología infiltrándose en la doctrina bíblica, ciencia de la mente, ideas psíquicas y ocultistas. Ha permeado el cristianismo, percepciones de sectas, motivos orientados al éxito, doctrinas de prosperidad, confesiones positivas. Todo eso ha venido a la iglesia como un diluvio.

Y honestamente, creo que todo este caos puede colocarse al pie de pastores sin valentía, sin convicciones, sin una mente crítica, que han fracasado al no trazar las líneas y no han dicho hay error, y hablar de eso y edificar a su congregación de manera fuerte en la Palabra de Dios.

Es un recordatorio de un texto del Antiguo Testamento que habla de la responsabilidad del liderazgo espiritual. Ezequiel, capítulo 3, versículo 17, en donde Ezequiel dice, “Hijo de hombre te he hecho.” Y el Señor le está hablando una atalaya a la casa de Israel, por lo tanto, oye la palabra de mi boca y dale es advertencia de mí. Dios dice, “Ezequiel, debes advertir al pueblo. Cuando le diga al impío ciertamente morirás, y tú no le adviertas ni le hables para advertir al impío de su camino impío para salvar su vida, el mismo hombre impío morirá en su iniquidad, pero su sangre demandaré de tu mano.” Y él sigue así hasta el versículo 21 discutiendo esa idea.

Esta es la idea de que cuando usted viene a la responsabilidad espiritual y al liderazgo espiritual, Dios hace que usted sea responsable por transmitir la palabra de advertencia, y si usted no hace eso, hay una rendición de cuentas resultante para con Dios por ese fracaso.

Es esencial dentro del ministerio estar involucrado en advertir. Usted debe establecer en su congregación teología fuerte, doctrina fuerte, responsabilidad a la Palabra de Dios, convicción, y después el sentido de que hay error ahí afuera, y necesitamos estar conscientes de él con mucha frecuencia, con mucha frecuencia.

Cuando usted conoce a alguien que parece carecer algo de convicciones, y algo no muy valiente, quizás sin tener la fortaleza que a usted le gustaría ver, alguien que en cierta manera es una persona que vacila, pero quizás es una persona amable. Usted oye a alguien decir de él, “bueno, él no es un gran predicador, él no parece tener convicciones fuertes, pero él realmente tiene un corazón de pastor.”

He oído eso tantas veces. Permítame decirle algo, ¿qué hacemos para evaluar el corazón de un pastor? ¿En qué basamos eso? Escuche, el corazón de un pastor no se manifiesta en qué tan bueno es un nombre al acariciar ovejas. El corazón de un pastor se manifiesta en qué tan capaz es un hombre al protegerlos de los lobos. Ese es el corazón de un pastor.

Recibimos una carta que no es rara, es común recibir cartas como esta. Recientemente, pusimos en el aire una serie que pensamos que era muy importante para advertirle a la gente por todo el país en nuestra audiencia de radio de cosas que no son verdad y no son bíblicas, y hacemos eso sin disculpa. Somos uno de los pocos que hacemos eso, pero hacemos eso. Y esta es una carta típica de una estación de radio cristiana muy fuerte.

Dijeron, durante la semana del 18 de agosto, “Gracia a Vosotros mandó una serie que nos hizo pausar y pensar y nos preocupó. Y debido a esta preocupación no transmitimos la cinta del viernes.” Simplemente, no transmitieron el programa. “El costo del recibo del servicio incluido va a indicar eso. No les hemos cargado por ese día, aunque de manera personal podemos estar de acuerdo con todo lo que John dijo, no podemos ir en contra de la política de nuestra estación de radio de alimentar y nutrir a la familia cristiana.”

Ahora, deténgase ahí, nutrir y alentar a la familia cristiana significa, jamás diga algo que de ninguna manera pueda ofender a alguien, eso es lo que eso significa. Y después, ellos dijeron, “Pensamos que algunos de nuestros hermanos y hermanas no estaban listas para la carne fuerte del mensaje de John.” Si yo pudiera responder eso, yo diría que eso no fue carne fuerte, simplemente fue verdad simple.

Pero siguieron diciendo, “Debemos tener una advertencia por adelantado de cualquier serie que en el futuro planeen transmitir como esta.” En otras palabras, por favor adviértanos, si van a advertirle a la iglesia, porque queremos detenerlos de advertirle a la iglesia. Entonces, adviértanos para que podamos hacer eso.

Esto es típico. Este es un momento simpático para la iglesia. Toda persona quiere abrazar todo, y un hombre de Dios debe desarrollar convicciones y un sentido fuerte de teología, y lo que es correcto y bíblico, y él debe estar advirtiendo continuamente a su congregación del error. Él es un protector del rebaño.

En segundo lugar, un ministro excelente también es un estudiante experto de la Escritura. Él debe ser un estudiante experto de la Escritura. ¿Cómo es que la iglesia llegó a perder? Esto es muy difícil para mí de creer, pero de manera muy franca, y digo esto con tristeza en mi corazón, oigo a muchas personas que hablan y enseñan y predican, quienes, desde mi punto de vista, y el punto de vista de aquellos que los verían desde el aspecto del conocimiento bíblico, reflejan un entendimiento mínimo y un compromiso mínimo con el estudio de la Escritura.

Hubo un día, en la historia de la iglesia, cuando los grandes estudiantes de la Escritura y teología eran pastores. La reforma, todos los grandes reformadores que nos dieron el corazón y el alma de gran parte de nuestro entendimiento teológico, fueron pastores de iglesias. Usted entra a la era puritana cuando estaban produciendo libros tremendos y volúmenes de doctrina y teología, y eran pastores. Eso era lo que un pastor hacía. Él era por encima y más allá de cualquier otra cosa, un estudiante de la Palabra de Dios. Él no solo era, entre comillas, un comunicador, él era un estudiante en primer lugar y sobre cualquier otra cosa. Él tenía la capacidad de tratar con precisión en el entendimiento, interpretación y aplicación de la Palabra de Dios.

Y eso es lo que Pablo quiere decirle a Timoteo al final del versículo 6, “Si quieres ser un buen ministro de Jesucristo nutrido, con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido de cerca.” Esto es tan básico, participio pasivo presente. Nutrido, estando nutrido, necesitas estar siendo continuamente nutrido. Es un proceso continuo de alimentarse uno mismo a leer y leer y leer y leer, y digerir en términos internos, y meditar y dialogar y dominar el contenido de la Palabra de Dios, trazándola de manera correcta para que usted sea un obrero que no necesite de qué avergonzarse.

Somos llamados por encima y más allá de cualquier otro elemento en el ministerio a ser expertos en el estudio de la Palabra de Dios. En ese sentido, estamos en una tradición rabínica, una tradición de escribas. Debemos ser los expertos que han dominado la Palabra de Dios. Es esencial en esa área que estemos siendo nutridos continuamente por las palabras de la fe. Esa frase, “las palabras de la fe,” la palabra “la,” está ahí y se refiere a la escritura bíblica o escritural.

Las palabras de la fe cristiana son la Escritura, el cuerpo de la verdad cristiana contenido en la Escritura. Debemos dominar la Escritura, nunca lo vamos hacer, pero esa es nuestra búsqueda. Y en el seminario Master’s estamos tan comprometidos con eso, de tal manera que toda persona que se gradúa, habrá dominado el texto de la Palabra de Dios.

Debemos ser expertos en esa área. No solo buenos comunicadores que pueden rascar los oídos de la gente y hacerlos pensar que oyeron algo que disfrutaron, sino alguien que puede defender y trazar de manera apropiada la Palabra del Dios viviente. Necesitamos poder pensar conforme a la Biblia y comprender bíblicamente y hablar bíblicamente, y eso significa que debemos pasar una proporción masiva de nuestro tiempo interactuando con el texto de la Escritura. Es un tesoro que es inagotable y demanda toda una vida simplemente para comenzar a entender sus riquezas profundas y plenas.

Debemos desnudar la espada del Espíritu, la cual es la Palabra de Dios, y poder usarla de cualquier manera y en cualquier momento y en cualquier ocasión. Debemos tener la Palabra de Cristo morando en abundancia en nosotros y de manera profunda. Y si la Palabra de Dios es útil para instruir y corregir y todas las cosas que 2 Timoteo 3 dice, entonces debemos conocerla.

Si es la fuente de hacer que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra, entonces debemos conocerla. Y no se puede valorar la ignorancia bíblica. Y el asunto no es qué tan buen comunicador es usted, el asunto es qué tan bien conoce la Palabra de Dios. Pero somos una generación de personas que no le gusta sentarse y pensar, nos gusta ser entretenidos. Y entonces, hay una especie de tendencia hacía entretener a la gente en lugar de enseñarle a la gente.

Debemos estar comprometidos con el entendimiento y el estudio y la comunicación de la Palabra de Dios. Crecemos en la palabra, 1 Pedro 2:2, crecemos mediante esa palabra, no hay sustituto para esto. Él dice, “No solo las palabras de la fe – sino que él dice – y la buena doctrina.” Y la buena doctrina. Eso significa aquello que la Escritura afirma.

Entonces, primero, él dice las palabras de la Escritura, y después la teología que sale de ella, la aplicación de esa verdad bíblica, didaskalia, aquello que es enseñado y la autoridad que está detrás de ello. Entonces debemos estar involucrados y volvernos expertos en el conocimiento de la Escritura y todo lo que la Escritura afirma, toda su enseñanza.

Y Timoteo ya estaba en esta línea. Él le dice al final del versículo 6, “Que ha seguido.” Todo comenzó cuando era un niño y él estuvo bajo la enseñanza de su abuela y su madre, Eunice y Loida. Y después siguió eso que a partir desde que fue un niño, a él le dice en 2 Timoteo 3, “Has conocido las sagradas Escrituras.” Y después, Pablo le dice también en 2 Timoteo 1, “Y de mí oísteis.” 2 Timoteo 2, “Lo oíste de mí entre muchos testigos.” Desde el tiempo en el que Timoteo era un niño pequeño a lo largo de su vida, él estuvo siendo instruido con la Palabra de Dios, la ha seguido de cerca. Ahora él dice, “Debes estar siendo nutrido de manera continua por esa misma verdad cristiana revelada en la Palabra de Dios.”

Entonces, el ministro excelente, el pastor excelente, tiene conocimiento bíblico fuerte, continuamente se alimenta de manera diaria. No puede entregar lo que no toma, y entonces es muy simple, entre mejor aprenda, mejor es como maestro. Y es fácil para mi entender que, en mi propia vida, de manera práctica, debido a que por cada hora que enseño hay por lo menos 15 horas de estudio directo en preparación para eso, por no decir nada de una vida entera que está detrás de eso.

Es dominar la Palabra de Dios, poderle enseñar a la gente todas las cosas que os he mandado, como Jesús dijo en Mateo 28. Y tristemente hay muchos hombres que no se deleitan en sus estudios, pasan una hora de vez en cuando, o no pasan tiempo, meten la mano en la bolsa vieja y sacan algo del pasado, y puede ser bueno, pero no es fresco y no están quedándose en la Palabra. Entonces, falta algo en su vida, no hay nada nuevo que están adquiriendo.

El estudio parece para muchos una tarea no bienvenida, en cierta manera interrumpe la agenda fácil de actividad. Les gusta invitar a personas con la mayor frecuencia posible a sus púlpitos para que no tenga que pasar tiempo estudiando. Y en cierta manera pueden pasar la vida en medio de una variedad de tareas y reuniones administrativas, pueden estudiar simplemente para producir un sermón, y cuando se acaba, no es muy poderoso. Y entonces, entregan algún sermón suave que cae en corazones duros y no penetra en absoluto.

Pero sobre cualquier otra cosa, si los de Berea eran más nobles que cualquier otra persona, porque ellos como congregación escudriñaban diariamente las Escrituras, cuanto más debemos nosotros que estamos en la función de maestros y los grandes hombres de Dios, los hombres que han dejado su huella en la iglesia a lo largo de los años, han sido esos hombres que han dejado huella debido a su entendimiento de la Escritura.

Pienso en el testimonio no tan conocido de William Tyndale, ese hombre maravilloso de Dios, responsable por hacer que la Biblia se imprimiera para aquellos de nosotros que hablamos el idioma en inglés en esos primeros años. Él estuvo en la cárcel, y cuando estuvo en la cárcel enfrentando el martirio, escribió una carta al gobernador en jefe porque él tenía algunas peticiones. Y la carta es fascinante.

Aquí está en la cárcel enfrentando el martirio que vino de manera inminente después de que la carta fue escrita. Y esto es lo que la carta dijo, “Aquí están mis peticiones. Esto es lo que quiero,” este es un nombre enfrentando la muerte, “un sombrero más caliente, una vela, un pedazo de tela para parchar mis pantalones, pero sobre cualquier otra cosa, le ruego y le imploro apelando a su inclemencia que de manera urgente vaya al procurador para que de manera amable me permita tener mi Biblia hebrea, mi gramática hebrea, mi diccionario hebreo para que pueda pasar tiempo con ellos en el estudio.”

Ahora, cualquier estudiante de seminario, quien ha pasado por hebreo, no puede identificarse con una petición como esa. Pero más adelante, en la vida, cuando usted entra en mayor profundidad en las cosas más profundas de la Palabra de Dios, es maravilloso poder decirse a sí mismo las cosas que más disfruto son las cosas que me ayudan a entender mejor la Palabra de Dios. Ese fue el deseo de William Tyndale.

Y realmente creo que esto refleja lo que está en el corazón de Pablo conforme le habla a Timoteo. Timoteo necesita ser un hombre que está continuamente siendo nutrido en las palabras de la fe, y de la buena doctrina que ya está siguiendo de cerca. Quédate en la Palabra. Mantente nutrido por la Palabra.

En tercer lugar, un ministro excelente no solo es consistente en advertirle a su congregación del error, sino que también él es un estudiante experto en la Escritura. En tercer lugar, un ministro excelente evita la influencia de la enseñanza impía. Evita la influencia de enseñanza impía. Por muy fuerte que él es en la palabra, la otra cara de la moneda de eso es que él de manera correspondiente no está interesado en la enseñanza impía.

Versículo 7, desecha, esa es una palabra muy fuerte, paraiteomai. Una palabra fuerte, rechaza, aleja las fábulas profanas y de viejas. Él le dice, rechaza la enseñanza impía. Profanas es, bebelos, significa no santo, impío, separado de manera radical de aquello que es santo. Es lo opuesto de la Palabra de Dios, cualquier cosa que contradice la Palabra de Dios.

Y después, él se refiere a fábulas de viejas, lo cual es una frase interesante. Eso, por cierto, es lo opuesto de la verdad bíblica. En 2 Timoteo 4:4, esa misma palabra, muthos, de la cual obtenemos mito, es usada ahí. Alejarán de la verdad sus oídos a muthos. Entonces, la verdad y los muthos son vistos como opuestos. Y lo que él está diciendo aquí es que debes estar nutrido en las palabras de la fe y de la buena doctrina, pero debes rechazar lo opuesto, lo malo.

Ahora, ¿cuáles son los muthos de viejas? ¿Por qué incluye ahí a las viejas, a las mujeres mayores ahí? Bueno, eso era algo cultural. En círculos filosóficos en ese tiempo usaban una pequeña frase, una frase sarcástica, y cuando querían mostrar menosprecio hacia algún punto de vista lo llamaban un mito de una mujer mayor. Eso es algo que una dama mayor le diría a un niño. Ese es un cuento de hadas. No me cuentes ninguno de tus mitos de señoras mayores. Eso indicaba una falta total de credibilidad.

Entonces, en cierta manera, Pablo recoge esa frase que existía sarcástica en círculos filosóficos, y la usa aquí, y los lectores la habían entendido, no estés jugando con lo que de manera radical se opone a aquello que es santo. No estés jugando con algo que es opuesto a la verdad. La mente es algo preciado. Y para el que sirve en liderazgo en la esfera espiritual, Dios quiere una mente pura, una mente pura, que está saturada de la verdad de la Palabra de Dios. No hay lugar para fantasías necias, mitos torpes, superficiales, ignorantes, radicales.

Sin embargo, de alguna manera, en nuestro día hemos decidido que las fábulas de señoras mayores y todas estas enseñanzas profanas son erudición. Y supuestamente para estar verdaderamente preparado, usted tiene que pasar años aprendiendo todas esas cosas. Nos hemos postrado ante la élite académica en la teología que no han estado haciendo nada más que produciendo cuentos de hadas, de señoras mayores y doctrinas de demonios producidas por espíritus engañadores.

Quería terminar un doctorado hace algunos años atrás después de que terminé el seminario, y por primera vez me fui y me reuní inicialmente con el representante académico que me iba a contar del programa. Y él vio mi transcripción y dijo, “Bueno, tienes un problema. Esto va a ser un problema. Tienes demasiado Biblia en tu plan de estudios, demasiada teología.” Yo dije, “Pensé que este era un título de teología.” Él dijo, “Bueno, lo es, pero tienes demasiado Biblia y teología. Entonces, vamos a tener que asignarte algo de trabajo para que puedas compensar antes de que puedas entrar al programa, y después puedes terminar en un año y medio.” Y él dijo, “Te voy a dar una lista de libros que tienes que leer inmediatamente. Después tienes que comenzar una clase que va a comenzar en este verano.”

Él me dio una lista de unos 200 libros, la tercera parte de ellos estaban en inglés, los otros estaban en francés y alemán. Ahora, tomé un poco de alemán, lo suficiente para hacer algunas preguntas a las cuantas personas que les importaba responderlas, y no conozco nada más, pero tenía un poco de alemán. En cierta manera podía sobrevivir.

Sabía que cuando iba a ir a un programa doctoral tenía que conocer algo de esto, entonces tomé algo de alemán, pero no tenía nada de francés. Entonces, vi esto y revisé la lista con alguien que conocía estos diferentes títulos, cubrí todo. Y puedo decir que de los 200 de ellos, ninguno de ellos contaba la verdad. Básicamente, algunos de ellos pudieron haber tocado la verdad aquí y allá, pero todos eran muchos errores, eran una multitud de cuentos de hadas profanas y de señoras mayores presentadas como erudición.

Y después recibí una carta diciéndome que debía tomar una clase en el verano acerca de Jesús y las películas, lo cual se oyó algo curioso para mí. Entonces, llamé y le dije, “¿Qué es esto de Jesús y las películas?” Ese era el título del curso. “Bueno, lo que vas a estar haciendo es estar viendo películas contemporáneas y evaluarlas para ver si son antagonistas o apoyan la ética de Jesús.” Y entonces, claro, con lo que estamos tratando fue de manera estricta al Jesús ético, digo, no hay Jesús divino, simplemente un Jesús ético. Y entonces, usted va a ver películas y ver si tocan de un lado o del otro la ética de Jesús, o al Jesús ético.

Y después me dio otras tareas y cubrir todo esto, y después regresé y hablé con el director y simplemente coloqué ahí los materiales y dije, “Simplemente, quiero decirle que he pasado toda mi vida hasta este punto aprendiendo la verdad. No puedo ver valor alguno en pasar los siguientes 2 años aprendiendo el error. Entonces, olvídelo.” Y me fui.

Y realmente pienso que eso fue del Señor porque estoy agradecido con Dios, porque desde el comienzo de mi preparación hasta el día de hoy mi mente está llena de la verdad de Dios. Y no soy un campo de batalla. No estoy peleando en mi propia mente porque mi mente no está saturada con todo ese tipo de cosas como 1 Timoteo 1 dice, que no hace nada sino producir cuestiones y realmente no edifican de manera piadosa.

Y creo que eso en parte es de dónde viene la convicción, eso, y puedo ponerme de pie, y quizá simplemente ceguera, pero puedo ponerme de pie y decir cosas con convicción porque no hay duda en mi mente. Y creo que parte de eso se debe al hecho de que no estoy teniendo que luchar con toda esta multitud de supuestos intelectuales y eruditos que están en desacuerdo con todo eso. En cierta manera hay una especie de simplicidad torpe en mi predicación para llevarla a la médula. Soy ignorante cuando hablamos de muchas cosas, y quizás hace su ayuda.

Lo que realmente me pegó en esta área fue cuando yo estuve en el ministerio como joven, con una persona que decidió irse a un seminario, claro, era un seminario muy liberal que negaba la fe y demás, y él salió de ahí para trabajar en un bar. Eso se quedó en mi mente. Nunca a mi juicio un seminario debía preparar a hombres que trabajaban en un bar, pero en este caso eso es precisamente lo que pasó. Él entró a prepararse para el ministerio y salió como alguien que trabajaba en un bar. Francamente, él no habría sido un ministro eficaz debido a ese tipo de trasfondo. Pero el punto para mí fue qué destrucción tan terrible de una persona con algún tipo de motivación positiva para comenzar.

En nuestra pequeña lista de distintivos en el seminario Master’s, una de las cosas que decimos es esta, la instrucción está basada en certezas bíblicas de la Palabra de Dios, en lugar de las dudas, teorías críticas o reacciones. Si usted viene al seminario Master’s, le vamos a enseñar lo que la Palabra de Dios dice, no va a ser totalmente ignorante del error, va a haber una capacidad para reconocer el error, pero se le va a enseñar las cosas positivas de la Palabra de Dios.

Su mente es algo preciada y necesita mantenerse limpia de las mentiras satánicas. Y entonces, Pablo dice, “Desecha, rehúsa involucrarte en cosas profanas y de mitos. Mantente alejado de eso.” El ministro excelente mantiene su convicción y su claridad de mente y su sentido bíblico al exponerse a la Palabra de Dios.

En cuarto lugar, y esta es la última para la que tenemos tiempo esta mañana, un ministro excelente es disciplinado en la piedad personal, él es disciplinado en la piedad personal. El versículo 7 lo recoge, “Ejercítate para la piedad.” Ejercítate para la piedad. Oswald Sanders dice en su libro Liderazgo Espiritual, “Los fines espirituales solo pueden ser alcanzados por hombres espirituales usando métodos espirituales.” Eso tiene sentido.

Entonces, el asunto en el ministerio es la piedad. No es cuán inteligente es usted. No es qué tan bueno es para hablar. No es qué tan bien comunica usted. Es conoce usted la Palabra de Dios, tiene una mente pura, es usted piadoso. Porque el ministerio es el resultado de eso, es el resultado de su vida, su virtud.

Ahora, permítanme hablarle un poco del trasfondo de esto. ¿Por qué usa la palabra ejercítate? Palabra interesante, gumnazo, obtenemos la palabra gimnasio de ella, gimnasio. Hay una palabra incluso en ese mismo grupo de palabras que significa desnudo, porque participaban en los deportes en esos días desnudos, o se quitaban la ropa a lo mínimo. Y entonces, la palabra significaba hacer ejercicio, prepararte en un esfuerzo deportivo, que significa un tipo de preparación rigurosa, fuerte, un tipo de preparación en donde hay un sacrificio personal, estricto.

Él usa esa palabra, pero él recoge esto a partir de la cultura entera que va con esa palabra cuando lo hace. Por ejemplo, en la cultura griega. Y claro, Éfeso estaba ahí en el corazón de la cultura griega, toda ciudad tenía un gimnasio, era un punto focal de la ciudad. Y los jóvenes, entre la edad de los 16 y los 18, dedicaban gran parte de su preparación al entrenamiento físico. Entonces, gran parte de la vida en esos días estaba involucrada con la actividad física.

Hoy día tenemos lo que llamamos industrias de servicio, en donde usted se sienta detrás de un escritorio y empuja papeles. En esos días la gente se movía, y caminaba, y trabajaba, y se agachaba, y lo que sea. Incluso, en tareas domésticas eso era necesario. La preparación física era vital y era muy, muy valorada, era muy valorado el deporte.

Y entonces, en toda ciudad había un gimnasio, una especie de corolario triste a esto es que esos gimnasios se volvieron invernaderos literales de homosexualidad, y eso es parte también de la historia cultural griega. No obstante, y ahí es donde ese tipo de pedofilia sale, los jóvenes en el gimnasio con los hombres mayores y toda la situación homosexual nauseabunda que va de la mano con eso.

No obstante, esa era a su cultura. A pesar de los estoicos que siempre estaban protestando en contra del culto al cuerpo. El culto al cuerpo floreció en el tiempo del Apóstol Pablo. Había gente que estaba metida en el ejercicio y la preparación, que el cuerpo fuera hermoso. ¿Se oye eso familiar? Eso se oye familiar. Y estamos en el mismo tipo de situación en la actualidad. Estaban metidos en la preparación del cuerpo. Entonces, Pablo simplemente al usar ese verbo simplemente parte de esa ilustración cultural y dice, “Mira, ejercítate – ¿para qué? – la piedad.”

Digo, si vas a meterte en el entrenamiento, entrénate para la piedad. Entrénate para la virtud. Entrénate para el hombre interior, el alma, el espíritu, para la piedad, eusebeia, significa reverencia, piedad, verdadera virtud espiritual. Manténganse en preparación para la piedad, sería una buena manera de traducir el tiempo del verbo. Manténganse a sí mismos en la preparación o entrenamiento para la piedad, disciplínate a ti mismo para la santidad, golpea tu cuerpo y ponlo en servidumbre, 1 Corintios 9:27, como Pablo lo hizo, “No sea que al predicarle a otros tú mismo seas descalificado.”

Debes mantener la piedad. Hablamos de esto tantas veces. ¿Cuántos hombres en el ministerio no hacen eso? Ken me contó hace 2 días que él recibió una llamada de una iglesia en donde el pastor falló de manera moral y terminó con la iglesia. De nuevo, es una rutina diaria, simplemente pasa día tras día, tras día, tras día. No hay gran anhelo y búsqueda por la santidad. Y usted puede estar más preocupado con la forma de su cuerpo y cómo se ve su guardarropa y todo eso, de lo que debe estar preocupado por la búsqueda, por la piedad. Entonces, está esa disciplina necesaria del alma para la santidad verdadera.

2 Corintios 7:1, perfeccionando la santidad en nuestras vidas, edificando al hombre interior para que sea fuerte y capaz y servir la voluntad de Dios. Esto significa conocer la voluntad de Dios y hacer la voluntad de Dios. Prepárese a sí mismo para conocer la voluntad de Dios. Prepárese a sí mismo para hacer la voluntad de Dios. Ahí en el capítulo 2 de 2 Timoteo se acuerda usted de lo que dice ahí, versículo 3, “Tú, pues, sufre penalidades.” Realmente significa sufrir como buen soldado de Jesucristo.

Y después, en el versículo 4 dice, “No te enredes con el mundo y esta vida.” Y después, en el versículo 5 él dice, “Si te vas a involucrar en el deporte – él usa el verbo griego, athleo, de nuevo una metáfora deportiva – si vas a involucrarte en el deporte no vas a ganar la corona a menos de que guardes las reglas, entonces mantente dentro de las reglas de Dios, limítate a los estándares de Dios, esa es la idea. Eres un soldado. Tienes que soportar penalidades. Tienes que hacer sacrificios. Tienes que cortarte del mundo, agradar al que te llamó a ser un soldado. Haz lo que necesites hacer para prepararte para ganar la corona y guardar las reglas.” En otras palabras, disciplina, la disciplina espiritual.

Es tan trágico, usted sabe, ver nuestra cultura, ver estas personas literalmente entregándose al cuerpo físico, todas estas personas por todos lados brincando y rebotando y haciendo aerobics, y mujeres que levantan pesas, hombre, digo habla de feo, no sé de dónde salió eso, no lo sé. Pero cómo es posible que las mujeres pudieran perder la belleza de la verdadera feminidad e intercambiarla por el tamaño de un bíceps. Qué comentario tan terrible de una sociedad. Pero, de cualquier manera, todo esto, en lugar de virtud, todo es físico. Y era lo mismo en el día de Pablo.

¿Sabe una cosa? Usted vea esas personas y dice, “Sí, sí, espera, espera.” Digo, todo eso es para nada, para nada. Eso es lo que dice en el versículo 8, “Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso.” ¿Qué quiere decir con eso? Para poco es provechoso de dos maneras, en grado y duración. Para poco es provechoso. En grado, solo es bueno para el cuerpo físico. En duración, solo es bueno por un tiempo. De hecho, es un tiempo corto, usted hace ejercicio y deja de hacer ejercicio y en un mes todo se fue. Simplemente, es para el cuerpo y simplemente es por un tiempo corto, es un tiempo tan breve, es un tiempo tan corto.

El entrenamiento deportivo excesivo solo tiene valor para el cuerpo y solo por un tiempo breve y se acabó. Y la gente pasa horas, y horas, y horas, en algo que dura tan poco. Pero él dice la piedad, versículo 8, para todo aprovecha. Hombre, si usted quiere trabajar en algo, trabaje en eso, trabaje en eso, más allá de tan solo lo físico. Es útil no solo para el cuerpo, sino para el cuerpo y el alma. Es útil no solo por un tiempo corto sino para una vida y por la eternidad, ¿lo ve?

Entonces, si usted va a entrenar, si usted va a meterse a entrenar, si usted va a hacer una resolución de Año Nuevo, no una resolución de Año Nuevo para ir al gimnasio tres veces a la semana, esa no es la prioridad, a menos de que eso encaje de alguna manera en la parte de abajo de su lista. Haga una resolución de pasar tiempo en la Palabra de Dios diariamente y cultivar la piedad, porque la piedad es útil para todo. Todas las cosas, cosas espirituales, para el tiempo y la eternidad.

¿Por qué? Vea de nuevo el versículo 8, porque tiene promesa para esta vida, esa es nuestra vida. Ahora, escuche, usted cultiva la piedad, es una bendición ahora, claro. Usted cultiva la piedad y usted tiene una vida rica, satisfecha, bendecida por Dios, fructífera, eficaz, útil ahora, y dice él y de aquella que está por venir.

Usted se involucra en la gimnasia espiritual y usted va a ir a su gimnasio espiritual diariamente y usted hace su ejercicio espiritual, y el resultado no solo será bendición en la vida que ahora es, sino bendición en la vida que está por venir. El ejercicio espiritual beneficia mi alma, mi alma interior en esta vida y para la eternidad.

Y hay tantas personas, creo yo, incluso en el ministerio, que se llegan a preocupar tanto cuando tienen que hacer ejercicio, tienen que hacer su ejercicio, y están pasando mucho más tiempo ejercitando su cuerpo de lo que están ejercitándose con respecto a su alma. Entonces, él simplemente establece un principio muy simple. El siervo excelente de Jesucristo, es uno que se disciplina para la piedad. Esto es tan obvio. Esta afirmación en el versículo 8 y en el versículo 9, él la llama un dicho fiel, palabra fiel y digna de ser aceptada por todos.

Ahora, ese es una pequeña fórmula que Pablo usa cinco veces en las epístolas pastorales. Esta es palabra fiel. Esta es una palabra fiel. Esta es una palabra fiel. Dos veces él dice palabra fiel y digna de ser aceptada por todos, lo cual simplemente es un tipo de afirmación enfática de la primera mitad de la afirmación.

Significa que es una afirmación confiable, es un truismo, es un axioma, es una máxima, es algo que es obvio, todo mundo lo sabe. De hecho, es una forma refiriéndose a un dicho común en la iglesia, probablemente es una afirmación de un proverbio. Es como en el versículo 1 del capítulo 3, palabra fiel. Esta es una palabra fiel. Si alguno anhela obispado, buena obra desea. Eso estaba flotando por la iglesia. Todo mundo decía, “Sí, si él desea la función, él desea una buena obra.”

Bueno, otra afirmación que era una máxima, algo axiomático que todo mundo conocía, era que el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, porque tiene promesa para la vida presente y para la venidera, beneficia ambas. Eso era también axiomático. Entonces, la afirmación, palabra fiel es esta, y digna de ser aceptada por todos, se refiere de regreso al versículo 8, no hacia adelante al versículo 10. Sabemos eso porque el versículo 8 es mucho más una afirmación de un proverbio, es mucho más axiomática.

Además, sabemos eso porque el principio del versículo 10, con ese concepto “por tanto,” ese, eis touto gar, realmente no se presta en absoluto al versículo 9, para aquellos de ustedes que son estudiantes de griego, el resto de ustedes simplemente olviden esa parte. Y la idea es que debe comenzar con una máxima o axioma al decir trabajamos y padecemos, no. Esa es una afirmación personal. Pero la naturaleza de proverbio del versículo 8 claramente está indicando que esa era la palabra fiel.

Entonces, toda persona sabe que el ejercicio corporal es bueno solo por un poco de tiempo y para un cuerpo, mientras que la preparación o el entrenamiento espiritual es bueno para siempre y para el alma. Es tan infantil, es tan espiritualmente infantil, preocuparnos por el cuerpo, simplemente muestra el nivel en el que estamos. Muestra una incapacidad de adquirir percepción de la realidad de la dimensión espiritual y la dimensión eterna.

Simplemente, es esa perspectiva estrecha, confinada. Entonces, debe ser axiomático en la iglesia, que la iglesia no está ocupada por un grupo de adoradores del cuerpo, sino que es un grupo de personas que está en entrenamiento, y aquello por lo que están entrenando es por su alma, para que sean conformados a la voluntad de Dios para que puedan ser piadosos, para que tengan provecho para el tiempo y la eternidad.

La piedad es la búsqueda del ministro excelente. Él usa todos los medios de la gracia disponibles, la oración y el estudio bíblico y las disciplinas espirituales, y algunas veces el ayuno y la Mesa del Señor, y la confesión de pecado y el servicio activo, y la rendición de cuentas, y lo que sea. Todos los medios espirituales son aplicados en la disciplina de la piedad.

¿Qué entonces, constituye a un ministro piadoso? ¿Qué hace de un ministro excelente? ¿Es el tamaño de su iglesia? ¿Es y está en la radio o la televisión, si es un orador inteligente, o no? ¿Qué es? Dios lo ve y dice, “¿Acaso él piensa de manera crítica y advierte a su congregación del error? ¿Está capacitado en el conocimiento de la Escritura? ¿Tiene una mente pura y evita la influencia de la enseñanza impía y se ejercita a sí mismo con rigor, con gran esfuerzo y sacrificio personal para ser piadoso?” Eso es lo que constituye a un ministro excelente. Y hay siete más. Y estaremos viendo esas en las semanas próximas. Oremos juntos.

Padre, gracias por aclarar en nuestra mente, cualquier pensamiento confuso en esta área. Gracias por recordarme qué es lo que Tú deseas.

Confieso Señor, que me quedo corto en mi propio entendimiento del estándar, y ciertamente me coloca en un lugar en el que me quedo corto del tuyo. Pero Señor, así como Pablo dijo, prosigo hacia el premio.

Dame la fortaleza de Tu Espíritu para hacer lo que en la carne sería una búsqueda imposible. Levanta muchos hombres fieles. Las mujeres fieles también en tu iglesia que puedan servir. Padre, ayuda a la congregación entera a saber a qué somos llamados todos nosotros para estar alertas al error, a ser estudiantes de la Escritura, mantenernos alejados de la enseñanza impía, el fuego que puede prenderse de manera tan pronta.

Todos nosotros somos llamados a ejercitarnos para la piedad. Simplemente, los líderes deben ser ejemplos para todos nosotros. Gracias Padre, por esta palabra tan clara para nosotros y tan práctica.

Oramos por el mensaje de esta mañana para que de alguna manera se traduzca en la vida, para que no seamos como aquellos, como dijo Santiago, que somos meramente oidores y no hacedores de la palabra. Oramos en el nombre de Jesús. Amén.

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