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¿Sería tan amable de abrir su Biblia en 1 Pedro capítulo 3? Nuestro texto para esta noche son los versículos 13 al 17. Primera de Pedro 3:13 al 17. Permítame leerle estos versículos conforme llegamos a un pasaje nuevo en nuestro estudio: “¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien? Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo. Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal.”

El título de este párrafo en particular, podríamos decir que es Las Seguridades del Cristiano en un Mundo Hostil. Las seguridades de un cristiano en un mundo hostil. Ahora, tan sólo un poco de trasfondo para que entendamos qué es lo que Pedro está diciendo aquí. Recuerde que el amado apóstol Pedro ha estado dando algunas instrucciones claras, algunas instrucciones cruciales, esenciales a los creyentes acerca de cómo vivir en un mundo hostil.

Ellos, de hecho, aquellos a quienes él escribió esta carta, estaban enfrentando persecución y gran dificultad. Ellos estaban bajo prueba pesadas, de ser rechazados por la sociedad en la que estaban. Estaban siendo rechazados de manera tan severa que, en algunas ocasiones, estaban enfrentando persecución hostil conforme él les escribe y quiere darles una perspectiva acerca de esta persecución y cómo enfrentarla. Realmente, le ha tomado todo este tiempo hasta el capítulo 3, versículo 13, para llegar a su tema principal. En cierta manera, de hecho, todo es preliminar hasta este versículo 13 del capítulo 3. En cierta manera, es preparatorio o introductorio.

Y comenzó, recordará, al identificar a los cristianos como los elegidos de Dios, redimidos por Jesucristo y después, apartados para vivir una vida santa en el medio de una sociedad impía. De hecho, ese es el tema del capítulo 1:1 hasta el capítulo 2, versículo 10. Esa sección entera básicamente identifica a los creyentes. Comienzan, en el capítulo 1, versículo 1 como los elegidos. Ya para cuando usted llega al capítulo 2, versículo 10, más bien versículo 9, él está diciendo: “ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios para que anunciéis las virtudes de Aquel que os llamó de las tinieblas a Su luz admirable.”

Entonces, a lo largo del capítulo 1 y el capítulo 2, versículos 9 y 10, él está identificando al creyente como el elegido por Dios, redimido por Jesucristo, apartado para vivir de manera santa en el medio de una sociedad impía con el propósito de alcanzar a esa sociedad con el Evangelio salvador.

Después, comenzando en el capítulo 2, versículo 11, él comienza a discutir las relaciones que los cristianos deben tener en esa sociedad. Él identifica a los cristianos en el versículo 11 como extranjeros y peregrinos. Somos extranjeros, somos peregrinos. Somos, por así decirlo, de otro mundo. Únicamente estamos aquí de manera temporal en este mundo. No somos residentes permanentes o ciudadanos permanentes aquí.

Y entonces, tenemos la tarea difícil de estar en el mundo, pero no ser del mundo, de ser los elegidos de Dios, redimidos por Jesucristo, apartados para vivir de manera santa con el propósito de evangelizar nuestra sociedad y reconocer, al mismo tiempo, que realmente no pertenecemos a esta sociedad. Tenemos, entonces, la difícil tarea de alcanzar a un mundo que nos amenaza y alcanzarlos con el Evangelio de la gracia salvadora. Debemos vivir de tal manera, como dice el capítulo 2, versículo 12, para que, debido a nuestra vida, la gente pueda venir a la salvación y, de esta manera, glorificar a Dios en el día de la visitación. El día cuando enfrenten al Señor será el día en el que glorifiquen al Señor, porque habrán sido redimidos mediante el instrumento de la predicación del Evangelio por cristianos fieles.

Entonces, en el capítulo 2, versículo 13, el apóstol comienza a describir todas las relaciones humanas que son esenciales para nosotros conforme intentamos alcanzar a este mundo para Cristo. Él habla de nuestra relación con el gobierno. Él habla de nuestra relación con la autoridad. Él habla de nuestra relación con nuestro jefe en el capítulo 3, versículo 1. Él habla de nuestra relación con nuestro conyugue, marido con mujer, mujer con marido. Y a lo largo de toda esa sección todo es evangelístico. Cómo debemos vivir como ciudadanos bajo el gobierno con una meta evangelística en mente. Cómo debemos vivir como empleados bajo un jefe con un propósito evangelístico en mente y cómo debemos vivir como un cristiano casado con un incrédulo con un propósito evangelístico en mente. Después, llegando a los versículos 8 al 12, él habla de la actitud general con la que vivimos en el mundo, la cual toca a toda persona con la que nos encontramos.

Entonces, como dije hasta ahora, él en cierta manera ha estado estableciendo un fundamento. Esto es lo que son y así es como deben actuar en medio de una sociedad hostil. Ahora, él va a decir, dado que ustedes viven de esta manera en una sociedad hostil, aquí están sus seguridades cuanto esa sociedad viene contra ustedes. Aquí está el propósito alcanzado, armar a los elegidos con la actitud correcta conforme enfrentan al mundo hostil. Cómo debemos confiar en el poder de la justicia, triunfar sobre la hostilidad y triunfar sobre el sufrimiento. Él quiere que tengamos, a pesar del hecho de que somos extranjeros y peregrinos y a pesar del hecho de que somos tratados con hostilidad y persecución, él quiere que tengamos una causa para gozarnos de manera confiada en lugar de alarmarnos o tener ansiedad.

Ahora, en el tiempo de Pedro, claro, fue diferente en ciertas maneras de lo que es en nuestro tiempo. Hubo hostilidad directa y algo de persecución directa contra los que eran de Dios. Todavía existe eso en algunas partes del mundo, aunque en nuestra propia nación no es tan abierto y agresivo como podría hacer en algunos otros lugares, por lo menos, no oficialmente.

Creo que hay una hostilidad que se está incrementando contra el cristianismo. De hecho, hay una hostilidad que se está incrementando contra el cristianismo en la población en general. Lo puede ver en diferentes maneras. Se me entregó este pequeño catálogo. Es uno de ese tipo de catálogos que usted recibe en el correo, si usted recibe uno de ellos, poco después, va a recibir todos ellos. Se llama La Vida Casual en Estados Unidos. Es un catálogo de regalos distintivos y tiene comederos para aves y también cosas para su gato y computadoras pequeñas y rompecabezas y pequeños barómetros y tasas para café y todo ese tipo de cosas que usted espera aquí, marcos para las fotos de su bebé y casas para perro y demás. Y después, a la mitad hay un nuevo juego bastante interesante que se presenta. Es ofrecido por un precio de $25 y el nombre del juego es “Roba el Rebaño, el juego del evangelista de televisión”. Es llamado el juego de mesa de las señales de los tiempos. Usted juega con uno de los evangelistas de la televisión. Todo el mundo en el juego es un evangelista de la televisión que prefiere nuevas limusinas en lugar del Antiguo Testamento, dice. Usted se esfuerza por acumular una fortuna mientras que usted es cautivado por la intriga, presiones de estrategia que mantiene a todo el mundo en suspenso. Dos a ocho jugadores. La caja del juego incluye 400 millones, tarjetas del diablo, tarjetas de ángeles y tarjetas de la voluntad de Dios. Treinta estaciones de televisión, 90 monedas para adquirir bienes, parques temáticos y jets corporativos, etcétera. Este es el nuevo juego del evangelista de la televisión. Roba al rebaño. Sarcástico, sí. Pero mostrando una hostilidad en contra de los charlatanes del cristianismo, obviamente.

Y en una sociedad en donde el cristianismo continúa desacreditándose a sí mismo a gran escala, y en una sociedad que tiene un secularismo floreciente, un materialismo floreciente, un humanismo fluorescente, una sociedad que está inclinada hacia la fornicación, una sociedad que ha hecho de la homosexualidad nada más que un estilo de vida alternativo, una sociedad que está ahogándose en la pornografía, una sociedad que está profundamente inmersa en que el hombre resuelva sus propios problemas como él quiera resolverlos, siempre y cuando se sienta cómodo consigo mismo, en esa sociedad usted tiene una hostilidad que está emergiendo hacia la virtud definitiva del cristianismo. Y yo creo que conforme vivimos nuestras vidas en el futuro, quizás percibamos más y más de esta hostilidad, si no a un nivel oficial gubernamental, a un nivel personal no oficial, con toda certeza.

Este pasaje, entonces, habla a nosotros. Nos habla a todos nosotros que vivimos una vida piadosa en medio de una cultura impía para saber cómo debemos defendernos en contra de las amenazas de ese mundo hostil. Cómo podemos callar a los críticos. Cómo podemos hacer lo que el capítulo 2, versículo 12 dijo, tener tal conducta que aquellos que nos quieran calumniar tendrán que calumniarnos por algo bueno, porque no pueden encontrar nada malo. ¿Cómo podemos vivir de tal manera que podamos callar a nuestros críticos? ¿Que podamos estar seguros en este ambiente hostil?

Bueno, Pedro nos va a dar una serie de principios aquí y me gusta llamarlos ‘las seguridades del creyente en un mundo hostil’. Debemos apoyarnos en ellos para asegurarnos. Para minimizar la amenaza, para minimizar la posteridad. Son nuestras defensas en contra de aquellos que quieren atacarnos.

Número uno. Número uno, la llamaremos una pasión por la bondad. Una pasión por la bondad. Ahora recuerde, Pedro ya ha identificado quiénes somos. Él ya ha identificado cómo debemos vivir en un mundo hostil. En general, debemos vivir de manera evangelística. Y ahora, él explica de manera muy específica cuáles son nuestras seguridades conforme confrontamos a este mundo hostil. Seguridad número uno es una pasión por la bondad, versículo 13. Una afirmación muy básica. “¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño si vosotros seguís el bien?”

Ahora amados, ahí está la primera línea de defensa que tenemos. Es muy difícil, Pedro está diciendo, es muy raro para algunas personas, para la mayoría de la gente, tratar mal a aquellos que son celosos por el bien. Inclusive un mundo hostil es tardo en lastimar a la gente que hace el bien, que buscan hacer el bien para la sociedad, que muestran amabilidad, que son abnegados, que son amables, misericordiosos, considerados, amorosos, preocupados por otros. Muy difícil.

El mundo no tiene problema alguno atacando con gran hostilidad a los charlatanes y a los impostores que roban de las viudas y los huérfanos, que se enriquecen a expensas de otras personas. Pero el mundo no está tan pronto en venir en contra de aquellos que están haciendo el bien. Y creo que lo que Pedro tiene en mente aquí es muy general, una vida buena. Una vida benéfica. El tipo de vida que se caracteriza por generosidad, abnegación, bondad, consideración hacia otros. Eso es difícil de lastimar. Tiene una manera de detener la mano de ellos.

Entonces, Pedro comienza al insistir que una de nuestras seguridades en el medio de un ambiente hostil es un celo apasionado por lo que es bueno. Y si esa es la virtud de la vida de usted, ¿quién es aquel que os podrá hacer daño o que les haga maldad, literalmente? Es una pregunta retórica. ¿Quién está ahí para lastimarlos? La respuesta implícita es nadie o muy pocos. Dice: “¿y quien es aquel que os podrá hacer daño?” El verbo realmente traduce ‘si se convierten’. Si se convierten en ‘zelotes por lo que es bueno’. En otras palabras, si esa es su virtud, usted es un zelote para lo que es bueno.

Ahora, ¿qué significa la palabra zelote, zēlōtai? Bueno, es una persona con una pasión. Es una persona con gran pasión para alguna causa. Si usted estudia el trasfondo del Nuevo Testamento, usted sabe que durante el tiempo del Nuevo Testamento hubo un grupo de personas llamados los zelotes. Eran los patriotas fanáticos en Israel y juraron liberar a Israel del dominio extranjero a costa de sus propias vidas, si era necesario. En otras palabras, estaban tan comprometidos con la liberación de Israel del poder extranjero que, literalmente, mataban, robaban, mentían, hacían trampa o inclusive entregaban sus propias vidas. Así de devotos eran. Hubo uno de ellos entre los Doce cuyo nombre fue Simón el zelote.

Entonces, fueron un partido político radical que estaba dispuesto a entregar su vida. Los zelotes, en particular, comenzaron en el tiempo de los macabeos, el cual estuvo entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Ellos echaron mano de la violencia, echaron mano de los asesinatos, absolutamente cualquier cosa que pudieran hacer para expresar su odio hacia extranjeros paganos.

Aparentemente, se convirtieron, se convirtieron, debería decir, en una fuerza relativamente significativa en Palestina. En Hechos 21:38 menciona: “¿No eres tú aquel egipcio que levantó una sedición antes de estos días, y sacó al desierto los cuatro mil sicarios?” Esa bien podría ser una referencia a los zelotes. Y entonces, por lo menos en esa referencia hubo tanto como cuatro mil de ellos. Fueron hombres que estaban preparados para tomar su vida y jugarse la vida, sacrificar la comodidad, los bienes mundanos en el ardor del amor por su nación.

Entonces, Pedro dice: “sean un zelote, nada más que sean un zelote por lo que es bueno. Tengan una pasión tal por la bondad, por la ternura, por la misericordia, por el amor, por la filantropía que el mundo tenga mucha dificultad en perseguirlos.” Sir John Sealy dijo en una ocasión: “ningún corazón es puro que no es apasionado.” Y Pedro está diciendo que deben ser apasionados por lo que es bueno y eso produce una pureza de vida que es muy difícil de perseguir. Inclusive el mundo tiene dificultades en hacer eso. Como dije, es fácil para ellos perseguir a aquellos que hacen el mal, es difícil perseguir a aquellos que hacen el bien.

¿Qué está diciendo Pedro? Enamórense de la bondad. Cuando se convierte en su deleite, cuando se convierte en su gozo, cuando se convierte en su meta, cuando las cosas equivocadas pierden su atractivo, cuando las cosas equivocadas pierden su poder para atraerlos y ustedes se convierten en alguien que está consumido con hacer lo que es bueno, al mundo le parecerá difícil perseguirlos, aunque el mundo es hostil.

Ahora, ese simplemente es un principio general. Y Pedro no nos va a dejar ahí. Esa simplemente es la primera seguridad que él quiere presentar. Pero también debe ser señalado rápidamente en el versículo 14, él dice: “Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois.” Y la implicación aquí es que esta no es una promesa garantizada de que, si usted hace el bien, usted no será perseguido. Simplemente, hace que sea más difícil que usted sea perseguido. Debemos tener una pasión por hacer lo que es bueno. Jesús tuvo esa pasión. Jesús hizo el bien y sólo el bien. Él es nuestro modelo. Sin embargo, Jesús mismo también en últimas fue matado por un mundo hostil.

Pero el punto que Pedro quiere que nosotros entendamos es que nuestras vidas deben ser vividas en una manera que sea lo opuesto al escándalo. Nunca debemos ser objeto de escándalo. Debemos vivir las vidas que son impecables. Él no está garantizando que nos sufriremos. Él simplemente está diciendo que es muy difícil que el mundo actúe de esa manera hacia nosotros si nuestras vidas son buenas. No tienen base real para la persecución, no tienen base real para el ataque. Y eso tiende a detener su mano un poco. Entonces, debemos vivir vidas que son celosas por lo que es bueno, celosas por lo que es honorable. Esa es nuestra primera seguridad.

Observe nuestra segunda. El versículo 14, el cual acabo de leer un hace un momento nos la da. La segunda seguridad que tenemos es una flexibilidad en el sufrimiento. No sólo una pasión por lo que es bueno, sino una flexibilidad en el sufrimiento. A pesar de la verdad general del versículo 13, habrá ocasiones en las que aquellos que hacen el bien, sufrirán. “Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois.” Esas palabras ‘mas también si’ también podrían ser traducidas ‘si acaso de manera en opuesta a lo que se espera’.

Esto por cierto en el griego es una construcción pegada a un verbo en el optativo, lo cual simplemente significa que es una posibilidad subjetiva sin un tiempo definido. En otras palabras, no hay certeza de cumplimiento, pero podría pasar. Y eso es lo que está diciendo. Pero inclusive si acaso sucediera que sufran por causa de la justicia, son bienaventurados. Es bueno que Pedro mencione eso, porque algunas de las personas a quienes él escribió pudieron haber estado sufriendo por hacer el bien. También es verdad, amados, y no nos gusta decirlo, pero es verdad que muchos cristianos están sufriendo en manos del mundo. El problema es que están sufriendo porque no hacen lo que está bien. Y entonces, el mundo siente una mayor justificación. Y, por lo tanto, una mayor libertad para su hostilidad.

Pero Pedro dice: ‘si algunos de ustedes, si acaso llegaran a sufrir por causa de la justicia,’ eso significa una conducta recta piadosa, no les sorprenda y no sean temerosos, son bienaventurados. Observe el capítulo 4 por un momento, versículo 12. Y encontramos una sección casi semejante aquí que de nuevo nos recuerda que éste es un tema principal de su carta. Primera de Pedro 4:12: “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido.” En otras palabras, no le sorprenda cuando viene, “como si alguna cosa extraña os aconteciese”. En otras palabras, si algo que nunca debe ocurrir, digo, no les sorprenda si sucede. “Sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de Su gloria os gocéis con gran alegría. Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros.”

Versículo 15: “Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello.” Y de nuevo, ahí Pedro dice básicamente lo mismo. Ustedes sufrirán quizás por hacer el bien. Acéptelo. El Espíritu de gloria y de Dios reposará sobre ustedes. Dios tendrá un propósito en todo eso si llegara a suceder. Puede suceder, de hecho, si usted regresa al capítulo dos, versículo 21, usted inclusive lo considerará un privilegio. Cristo también sufrió, dice, dejándonos ejemplo. El cual no cometió pecado, ni se halló engaño en Su boca. Mientras que le maldecían, no respondió con maldición. Mientras que padecía, no amenazaba, sino que se encomendaba a aquel que juzga justamente. En otras palabras, hay un sentido en el que pueden identificarse con los sufrimientos mismos de Cristo.

También pueden conocer lo que Pablo dice en Filipenses 3 que es la participación de Sus padecimientos. Entonces, primer punto, estamos seguros si tenemos una pasión por la bondad. Segundo punto, también debemos, en ocasiones, tener una flexibilidad en el sufrimiento, si es que viene.

En otras palabras, tenemos que doblarnos con él, tenemos que aceptarlo. Tenemos que reconocer que Dios está trayéndolo o permitiéndolo para nuestra prueba, como el capítulo 4, versículo 12 dice, para perfeccionarnos. Habrá puntos en los que nuestra sociedad no tolerará inclusive una vida buena. No tolerarán a un hombre justo, una mujer justa. La presencia misma de virtud santa los irritará al punto en el que tendrán que actuar de manera agresiva en contra de usted. Pero, dice Pedro, cuando sufrimos por lo que es correcto, somos bienaventurados. Literalmente, dice, inclusive si sufren por causa de la justicia, bienaventurados. Bienaventurados. Casi como una exclamación.

Ahora, ¿qué significa bienaventurados? No es tanto la idea de feliz, no es tanto la idea de gozoso como es la idea de privilegiado. ¿Muy bien? Privilegiado u honrado. ¿Se acuerda en donde el texto dice de María “bendita eres tú entre las mujeres”? No necesariamente significó feliz. De hecho, su corazón fue traspasado con muchas tristezas. Pero significó privilegiado y puede significar eso. Significó honrado, significó que ella fue el objeto de favor divino y de gracia divina y de bondad divina y de dispensación especial por parte de Dios que le concedió a ella para hacer una tarea especial y disfrutar de bondad especial de la mano de Dios. Y eso es exactamente lo que significa aquí. Aún si sufren por causa de la justicia, son privilegiados, son honrados. ¿Por qué? Porque usted puede unirse, por así decirlo, con los sufrimientos de Cristo. Usted puede participar en Sus sufrimientos como menciona Filipenses 3:10.

Observe por un momento Mateo capítulo 5, porque quizás es de esta enseñanza de nuestro Señor que Pedro basó su entendimiento de este pensamiento en particular. En Mateo 5:10: “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos,” ahí está. ¿Por qué es usted privilegiado y por qué es usted honrado? Porque entre más usted sufre, mayor es la gloria y mayor la recompensa.

Entonces, su primera línea de defensa contra un mundo hostil es un celo por la bondad. Una pasión por lo que es bueno. La segunda es que cuando viene contra usted la hostilidad del mundo, usted es flexible en el sufrimiento. Usted se defiende a sí mismo simplemente al aceptar el sufrimiento como algo que está dentro de los propósitos de Dios que hará que usted sea un individuo privilegiado al sufrir de esa manera. Y de esta manera, disfrute de la bendición eterna que Dios aparta para aquellos que han sufrido de manera especial.

Y no voy a tomar el tiempo en esta noche, pero creo que las grandes, grandes recompensas de la gloria serán dadas de manera proporcional a los creyentes en base al sufrimiento de ellos. Dios honrará a aquellos que sufren.

Entonces, usted es bendito, bienaventurado. Después, Pedro cita de un pasaje del Antiguo Testamento. ¿Lo ve ahí en el versículo 14? “Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis,” eso viene de Isaías 8:12 y 13. Permítame leerle lo que Isaías 8:12 y 13 dice: “No llaméis conspiración a todas las cosas que este pueblo llama conspiración; ni temáis lo que ellos temen, ni tengáis miedo. A Jehová de los ejércitos, a Él santificad; sea Él vuestro temor, y Él sea vuestro miedo.” No deben temer lo que ellos temen.

Ahora, en esta porción en particular, el contexto de la cita de Isaías es significativo. Acaz, rey de Judá, enfrentó una crisis debido a una invasión por parte del ejército asirio. Los reyes de Israel y Siria querían que Acaz se uniera a ellos en una alianza en contra de los asirios, pero Acaz se rehusó. Entonces, debido a que él se rehusó, Israel y Siria amenazaron con invadir a Judá. Tras bambalinas entonces, Acaz hizo una alianza con Asiria. Y el profeta Isaías le advirtió en contra de alianzas impías cinco días y lo instó a confiar en Dios únicamente para la liberación. Y él le dice: “santificado a Jehová de los ejércitos mismo, a Él sea vuestro temor y Él sea vuestro miedo y no temáis lo que ellos temen.”

En otras palabras, rey de Judá, no temas a los asirios como los sirios y el pueblo de Israel está temiendo el Reino del Norte. No temas el temor de ellos. Teme al Señor. Y aparta al Señor. Santifícalo. Esto está tras bambalinas en Isaías. Y aquí, Pedro está citando eso. Y esencialmente está diciendo: no teman el temor de ellos, o como es traducido en algunas traducciones, no teman la intimidación de ellos. Podría significar el temor que ellos están haciendo temer. En otras palabras, no teman como ellos están temiendo o como otros están temiendo o no teman la intimidación de aquellos que los hacen temer. De cualquier manera, su significado es no teman, no tengan miedo. Y después, él dice: “ni se conturben, no serán sacudidos, no sean molestados”.

Ahora, este es un versículo simple con entendimiento simple. Él dice esto: si la persecución viene en contra ustedes por causa de la justicia, son honrados, son privilegiados y Dios los recompensará en la eternidad. Entonces, no teman y no estén turbados. Enfréntenla con valentía. Esta es una flexibilidad en el sufrimiento. No hay razón por la que un creyente deba pensar en cualquier otra manera.

John Bunyan, ustedes saben, cuando él estuvo encarcelado en la cárcel de Bedford, él estuvo encarcelado debido a la hostilidad de su sociedad. Nos hicieron que él predicara y entonces, lo encerraron en la cárcel para que él no pudiera tener el lugar público de la predicación. Y esto es lo que él escribió entre muchas cosas, claro, lo que él escribió ahí. Y él escribió estas palabras: “esta prisión es muy dulce para mí y lo ha sido desde que vine aquí; y también lo sería si me ahorcaran, si Tú aparecieras entonces.” En él lo considera un privilegio sufrir y quizás inclusive morir porque lo llevaría a su Señor. Y entonces, necesitamos que los cristianos tengan una flexibilidad en el sufrimiento. ¿Qué significa eso? Aceptarlo como una fuente de bendición y no hacer concesiones con el mundo. No dar marcha atrás y no tratar de eliminarlo al cambiar la teología que usted tiene.

Como usted sabe, Martín Lutero estuvo ante aquellos que lo condenaban, el mundo hostil y religioso y él dijo: “no puedo negar lo que he hecho y dicho. No puedo, no puedo.” Y muchos cristianos han sido fieles y han perdido sus vidas, como usted sabe. Creo que muchos más cristianos se han acobardado frente a la hostilidad a lo largo de los años. Pero queremos ser cristianos que son valientes, y con denuedo, y justos y celosos por lo que es bueno y santo. Y si somos perseguidos, nos regocijaremos en la gloria especial que Dios nos concede, descansaremos en el Espíritu de gloria y en nuestro Dios y tendremos por sumo gozo el sufrir por que el sufrió por nosotros.

Ahora, esto también significa que usted no puede tener su mente y corazón enfocados en las cosas terrenales. Si usted está preocupado con las posesiones, y los placeres, y la comodidad y la popularidad, entonces usted realmente va a ser amenazado. Pero si el enfoque que usted tiene es el correcto y usted entiende que Dios lo ha honrado a usted mucho por el sufrimiento y que le dará un mayor peso de gloria en el futuro, entonces, usted puede tener por sumo gozo cuando se halle en diversas pruebas, como dijo Santiago.

Entonces, el mundo viene contra el cristiano. Su primera seguridad es una pasión por la bondad, lo cual hace que sea difícil para el mundo hacernos algo. Pero en caso de que lo hagan, la segunda línea de defensa es una flexibilidad en el sufrimiento porque, aunque podamos sufrir en manos de ellos, nunca pueden tocar nuestro tesoro verdadero, nunca pueden tocar nuestra relación con Dios y el hecho de que sufrimos nos concede el espíritu de gloria y de Dios que reposará sobre nosotros y un mayor peso de gloria en la eternidad que está por venir.

Y ahora, una tercera. Una tercera seguridad en un mundo hostil. Llamémosla un lugar para Cristo. Una pasión por bondad, una flexibilidad en el sufrimiento y un lugar para Cristo. Me encanta esto. Esto también es tomado de Isaías 8:13, como leí hace un momento: “sino santificad a Dios, el Señor, en vuestros corazones.” Deténgase ahí. Santificad a Dios, el Señor en vuestros corazones. En Isaías, la palabra Dios es utilizada en lugar de Cristo. En algunas versiones, es Cristo aquí. Y aquí, el Espíritu de Dios reemplaza la palabra Dios con la palabra Cristo. Pero santificad a Cristo como Señor en sus corazones es lo que dice. Es al Señor a quien usted debe considerar como Santo. Es al Señor a quien usted debe rendir respeto.

Ahora, ¿qué significa eso? Significa que sin importar lo que usted enfrente, sin importar lo que lo ataque a usted, usted afirma en su corazón que Cristo es Señor. Estamos de regreso a lo que hablamos esta mañana. Usted está afirmando la soberanía del Señor. Usted está afirmándola. Al único al que realmente tengo que temer, al único al que realmente tengo que tenerle miedo es al Señor. No me molesta lo que los hombres me puedan hacer. Me molesta lo que Dios me pueda hacer.

Esa es la intención de Isaías 8:12 y 13. Y esa es la intención de Pedro aquí también. Santificar significa venerar, significa adorar. Significa, por implicación, exaltar, significa magnificar, darle el lugar primordial a. Usted está reconociendo la majestad santa, soberana de Cristo. Usted está diciendo: es el objeto de mi amor, Él es el objeto de mi lealtad, Él es aquel con quien estoy comprometido. Él es el objeto de mi asombro, Él es el objeto de mi reverencia, Él es el objeto de mi adoración. Reconozco Su perfección, magnifico Su gloria, exalto Su grandeza, honro al Cristo viviente como mi Señor y, por lo tanto, me someto a mí mismo a Él y esto está en el plan de Él. Y no temeré, aceptaré lo que Él ha traído. Y lo agradaré a Él con sumisión leal. Esa es la idea. Esa es su tercera línea de defensa.

Si vienen en contra de usted con hostilidad, aunque usted está haciendo bien y usted tiene que tener una flexibilidad en el sufrimiento, en el corazón de esta flexibilidad hay un lugar para Cristo. Y ese lugar es el lugar prioritario. Usted afirma que yo veneraré, yo adoraré, yo exaltaré a Cristo como Señor. Yo reconozco que debo darle a Él una obediencia leal con confianza sumisa porque esta hostilidad en contra de mí por parte de un mundo impío debe estar dentro de la voluntad de Él, de lo contrario, no estaría sucediendo. Es maravilloso vivir la vida de esa manera. Es como adornar la doctrina de Dios, como le dijo Pablo a Tito. Este es el cristiano quien, en su punto más profundo, en la parte más profunda de su ser está totalmente comprometido con la gran realidad de que Jesucristo es Señor y lo honraré como Señor inclusive en mis sufrimientos. Él es Señor sobre mí, el Señor inclusive en mi dificultad. La sumisión leal, con confianza le dará a usted valentía, denuedo, fortaleza frente a una sociedad hostil. Lo va a asegurar a usted y usted sentirá esa seguridad.

Después, dice Pedro, hay otra seguridad. Versículo 15: “y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.” Llamemos a la número cuatro una preparación para responder. Una preparación para responder. El versículo 15 simplemente dice que cuando somos atacados por un mundo hostil, debemos ser capaces de hacer una defensa.

Ahora, podría parecer al principio, conforme usted ve este pasaje en particular que esta es una defensa formal. Cuando dice: “estando siempre preparados para presentar defensa,” usted toma la palabra defensa, apología, de la cual obtenemos una apologética o defensa de algo. Usted podría asumir que esta es una defensa formal en una corte en algún lugar. Y, por cierto, es utilizada así en 2 Timoteo 4:16. Pablo habla de su defensa formal en una situación de corte. También en Hechos 25:16.

Pero usted tiene la misma palabra, apología utilizada en Filipenses 1:16, aparentemente en un sentido informal, simplemente teniendo la capacidad de dar una defensa a cualquiera que le pregunte a usted, no sólo un juez, un magistrado o gobernador gobernante o alguien sentado formalmente en juicio en contra de usted. Además, la palabra siempre indica que no es sólo mientras que usted está en algún juicio oficial, sino siempre. En toda situación. Usted debe estar listo para dar una defensa no sólo a un juez o magistrado, sino a todo el que os demande razón.

Entonces, creo que esto es muy general aquí. Formal en una corte o juicio informal. Usted debe hacer una defensa, dar un discurso de defensa. ¿Y de qué es? Es una defensa a todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros. ¿Qué es eso? Esto es muy simple, eso es la fe cristiana, la esperanza que hay en vosotros es la fe cristiana. Simplemente, es otra manera de identificar la fe cristiana. En otras palabras, usted debe tener la capacidad de dar una explicación racional y defensa del por qué usted es un cristiano. Eso es todo. Eso es todo. La fe cristiana o la esperanza cristiana realmente son sinónimas.

Pedro ha estado hablando de nuestra esperanza. Capítulo 1, él dice: “siendo renacidos para una esperanza viva mediante la resurrección de Jesucristo de los muertos.” Y ahí, esa esperanza viva es equivalente a nuestra fe viviente o vivir nuestra vida cristiana. A Pedro le encanta la palabra esperanza, por cierto.

Él la usa de nuevo en el capítulo 1, versículo 21. Él habla del hecho de que nuestra fe y esperanza están en Dios. Si tuviéramos tiempo, podríamos escarbar en mayor profundidad en este concepto de la esperanza cristiana como una definición de nuestra fe cristiana, pero es suficiente decir que, de hecho, eso es lo que es. Y si usted quiere algún trasfondo de eso, regrese a las notas de la cinta en el primer capítulo cuando explicamos una esperanza viva; y usted encontrará ahí que esa esperanza viva es una calidad de vida perpetua que es lo mismo que la vida eterna o la vida cristiana o la vida de fe.

Entonces, él simplemente está diciendo: tengan la capacidad de defender su cristianismo. Tengan la capacidad de decirle a la gente por qué creen lo que creen. Entiendan por qué creen lo que creen y después, tengan la capacidad de expresarlo.

Y después, él añade en el versículo 15: con mansedumbre y reverencia. Debe haber una ternura y una amabilidad o gracia en nuestro espíritu. La palabra mansedumbre es de hecho la palabra para mansedumbre o humildad. Poder bajo control es una manera en la que pensamos acerca de esta palabra. Y después, la palabra reverencia, de manera apropiada, es la palabra de hecho para temor. Es la palabra phobou de la cual obtenemos fobias. En otras palabras, reverencia, una reverencia saludable hacia Dios, un haber reverencia saludable por la verdad e inclusive una reverencia saludable hacia la persona a quien usted le habla, una muestra de gracia, amabilidad. Segunda de Timoteo 2 dice que no debemos contender, que no debemos ser contenciosos conforme presentamos la Verdad.

Entonces, aquí hay otra línea de defensa, una muy elemental, una seguridad para nosotros. Y eso es que podemos de manera apropiada, cuidadosa, pensada, de manera clara, razonable, bíblica, darle a toda persona que nos pide una razón clara por la que somos cristianos. Eso es parte de nuestra seguridad.

Usted pregunta en qué sentido. Le voy a decir en qué sentido. Usted no puede hacer eso de manera racional y usted no lo puede entender de manera completa y clara y expresarlo. Y si usted se mete en la hostilidad y persecución y en un ataque en contra de usted, ¿adivine quién se va desmoronar? Usted. Porque si usted no puede expresarlo de tal manera que sea entendido por alguien más, usted puede tener dificultad al recordarse a sí mismo la suficiente información como con para convencerse a sí mismo que usted verdaderamente es un cristiano. Y usted realmente puede caer en duda. Si usted no tiene el yelmo de la esperanza de la salvación, esos ataques del enemigo pueden ser bastante devastadores.

Entonces, para ser eficaces en permanecer firmes contra un mundo hostil, debemos tener una pasión por la verdad, una flexibilidad en el sufrimiento, debemos tener un lugar para Cristo, el lugar prioritario, apartarlo a Él y, en lealtad, someternos a Su voluntad perfecta y santa en medio de este sufrimiento punto y debemos tener una preparación para responder no sólo por conocimiento, sino por valentía. Debemos ser prontos y estar dispuestos a darle a todo hombre que nos pide una razón por la esperanza que hay en nosotros y a hacerlo con una humildad amable, dulce, gentil, de gracia y un sentido de reverencia hacia el Dios, hacia la verdad e inclusive hacia la persona a quien le hablamos. Así es como enfrentamos la hostilidad.

Un quinto principio. También debemos tener una conciencia pura. Una conciencia pura, versículo 16. “teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo.” Teniendo una buena conciencia. La palabra “teniendo” significa mantener y literalmente es mantener o poseer una buena conciencia.

¿Qué significa eso? Eso significa que su conciencia no lo está acusando a usted. Su conciencia es un mecanismo que lo acusa o lo excusa a usted. Su conciencia es un instrumento que Dios ha plantado dentro de usted para actuar como una fuente de convicción o afirmación. Si usted tiene una buena conciencia, le estará diciendo a usted que todo está bien. Si usted tiene una conciencia mala, le estará recordando a usted que no todo está bien porque hay pecado en su vida. Y lo que Pedro está diciendo es que vivan con una conciencia limpia, una conciencia que no los condena, para que cuando ustedes enfrenten crítica, cuando enfrenten hostilidad, cuando enfrenten persecución, no sienten culpabilidad alguna.

Como puede ver, si usted está viviendo una vida pecaminosa, si usted no es celoso por la bondad y si usted no es leal a Jesucristo y si usted no es como una de estas personas que ha representado de manera equivocada a Cristo y está viviendo una vida que calumnia a Cristo o trae menosprecio a Cristo y la persecución viene en contra de su cristianismo, usted va a sentir un peso muy pesado de culpabilidad porque realmente eso es lo que usted merece.

Entonces, usted no tiene defensa en contra de eso. Pero si su conciencia está limpia, entonces usted no está ansioso, usted no está turbado.

La gente siempre me dice: “sabes una cosa, te critican mucho.” Eso es verdad. “Y te atacan mucho.” Eso es verdad. Y ellos preguntan: “bueno, ¿cómo respondes a eso?” Y yo digo, mi primera respuesta siempre es igual: “veo a mi corazón para ver si la crítica es válida. Y si al ver mi corazón puedo decir que tengo una conciencia limpia, entonces, no tengo ansiedad porque no hay nada ahí que me está convenciendo de pecado. Y no me trae dolor, no me trae problemas, porque no puede producir culpabilidad alguna. Sí, por otro lado, soy acusado de hacer algo y de alguna manera soy perseguido por alguien y veo mi corazón y digo sí, sí, esa es una acusación válida. Entonces, la culpabilidad se incrementa dentro de mí y no tengo seguridad en contra de esa crítica.” Entonces, debo mantener una conciencia limpia, porque una conciencia contaminada no puede estar cómoda. Una conciencia contaminada no puede resistir el ataque de la hostilidad. Debemos mantener nuestra conciencia limpia.

¿Y cómo sucede eso? La conciencia simplemente responde a lo que sabe que es verdad en nosotros. Si la conciencia sabe que estamos en pecado, nos va a acusar. Si la conciencia sabe que estamos viviendo en obediencia, nos afirmará. Es esa pequeña voz en el interior, usted sabe, de la cual Pablo habló con tanta frecuencia y decía: “mi conciencia está limpia, mi conciencia está limpia. Yo no he ofendido a nadie.” Es esa pequeña voz que dice: “tu vida está bien” o que dice: “tu vida está mal.” Y si la hostilidad viene y la persecución viene, y usted sabe que su vida está bien y usted sabe que es usted es fiel y ha apartado a Cristo en su vida como Señor y está siguiendo en sumisión leal a Él y usted está buscando lo que está bueno y usted está buscando la santidad para glorificarlo, sin importar qué hostilidad venga, hay paz y usted tiene una defensa en medio de un mundo hostil.

Entonces, él dice: “si su conciencia está limpia, entonces en aquello en lo que son calumniados, no tendrán culpabilidad. Y aquellos que calumnian su buena conducta en Cristo, serán avergonzados porque será una acusación falsa.” Ésa es la idea. Es lo mismo que él dijo en el 2:12: “cuando los calumnien, asegúrense de que los calumnien por lo que es bueno.”

Por cierto, esa palabra “murmuran” es una palabra griega interesante, katalaleō. Es una palabra onomatopéyica. Esto es que se oye como su significado. Es katalaleō, blablablá blablablá. La hemos visto en otras ocasiones. Es una palabra que habla de abuso verbal, calumnia verbal. La palabra ‘calumnian’ significa amenazar, abusar, insultar, maltratar. Y él dice: si llega a pasar que tienen una conciencia limpia, ustedes pueden decir está bien, la vergüenza es para ellos, no para mí, deben estar avergonzados si están acusando de manera falsa.

Como usted puede ver, lo que hace que el mundo se sienta tan bueno en sí mismo y tan correcto en condenar al cristianismo es venir en contra de alguien que ha escandalizado la fe cristiana. Al mundo le encanta eso. Les encanta hacer esto porque les hace sentir justos, porque verdaderamente hay un escándalo ahí. Y cuando encuentran esto, llevan eso al máximo nivel, porque los hace sentir que ellos son buenos en sí mismos y les da una causa justa de condenar a un cristiano, o al que dice ser un cristiano.

Por otro lado, Pedro dice que deben vivir de tal manera que cuando alguien hace eso, deben estar avergonzados de sí mismos, no ustedes. Entonces, ¿cuáles son nuestras defensas contra la hostilidad del mundo? Una pasión por la bondad, lo cual hace que sea difícil que ellos nos calumnien. Si ellos llegan a hacerlo, tenemos una flexibilidad en el sufrimiento, lo aceptamos como la voluntad del Señor y después, hay un lugar para Cristo, le damos el lugar prioritario. Y en medio de ese sufrimiento y hostilidad en lealtad amorosa a Él, continuamos en nuestra obediencia y en nuestra fidelidad a Él. Y después, estamos preparados para responder cuando tenemos que enfrentar a los que nos cuestionan. Podemos darles a todos los que nos piden, una razón clara del por qué somos cristianos; y después, mantenemos una conciencia pura.

En otras palabras, mantenemos nuestra vida recta y por el Espíritu de Dios, nos mantenemos obedientes a la Palabra de Dios de tal manera que tenemos una conciencia pura. Y cuando somos calumniados, no nos sentimos avergonzados, sino que ellos se sienten avergonzados porque no tienen justificación para hacerlo.

Quiero darle un último punto, versículo 17, también debemos tener una perspectiva en las opciones. Una perspectiva en las opciones. Versículo 17: “porque mejor es que padezcáis haciendo el bien si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal.” Esas son las dos opciones que usted tiene. Más vale que usted tenga una perspectiva cerca de sus opciones.

La opción número uno es: usted puede sufrir por hacer lo que es correcto, si Dios así lo quiere. Y usted puede ser bendecido en ese sufrimiento y ser recompensado eternamente. Opción número dos es: usted puede sufrir por lo que es malo. Usted decide. El meollo es que Dios quiere ambos. Él quiere que, si usted hace lo que es correcto, usted sufra para que usted sea fortalecido y para que Él sea glorificado. Y Él quiere que, si usted hace lo malo, usted sufra porque ésa es Su disciplina. Escoja su opción. Usted tiene una perspectiva las opciones, ¿no es cierto?

Entonces, sabemos cómo enfrentar a un mundo hostil. El modelo para esto no es ningún otro que Cristo y Él se convierte en nuestra consideración conforme regresamos a este texto en dos semanas. Inclinémonos juntos en oración.

Padre, ha sido bueno en esta noche simplemente pasar estos momentos en Tu Palabra. Y algunas veces, sentimos como que estamos oyendo un eco de Pablo en Filipenses conforme él también estaba enseñándole a los suyos a cómo vivir en un mundo hostil y experimentar gozo y experimentar bendición.

Padre, Te damos gracias por lo que hemos aprendido de Pedro, esas cosas que nos aseguran contra las amenazas de este mundo hostil. Padre, ayúdanos a poder implementarlas en nuestras propias vidas, conforme nos sometemos fielmente a Tu Palabra y a Tu Espíritu. Y esto pedimos para la gloria de nuestro Salvador, Jesucristo. Amén.

 

 

 

 

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