Esta noche, tenemos la oportunidad y el gran privilegio de regresar a 2 Pedro, capítulo 1, versículos 5 al 11, nuestro estudio de la certeza de la salvación. Esta es la parte 8, en esa serie maravillosa. Y conforme hemos estado viendo segunda de Pedro, capítulo 1, versículo 5 al 11, hemos estado aprendiendo a lo largo de este estudio largo, que Dios quiere que Sus hijos amados disfruten de la certeza de su salvación. Él quiere que disfruten de certeza plena.

De hecho, Pedro escribe esta sección maravillosa para que los creyentes puedan experimentar la certeza que Dios desea para ellos, dado el hecho de que el enemigo, el diablo, es el acusador de los hermanos, y siempre quiere atacarnos con duda para hacernos dudar de nuestra salvación. Dios, por otro lado, quiere afirmar nuestra condición espiritual y nuestra certeza. La certeza, de hecho, es un tema vital en esta carta breve, y permítame tan solo recordarle cómo encaja en el panorama general.

El tema primordial de 2 Pedro son los falsos maestros. Ese tema se encuentra primordialmente en el segundo capítulo, el segundo capítulo trata específicamente con los falsos maestros. Pero esa sección clave, el capítulo 2 con respecto a los falsos maestros, está rodeada por otra enseñanza dirigida al asunto de derrotar exitosamente el ataque de los falsos maestros. Pelear en contra de los engaños. Y para hacer eso, el creyente debe conocer. El conocimiento es la clave para enfrentar a los falsos maestros, no pueden engañarlo a usted si usted conoce la verdad: la verdad acerca de la doctrina, la verdad acerca de su condición espiritual, en donde hay conocimiento, no puede haber engaño.

Entonces, él nos dice que, en primer lugar, debemos conocer nuestra santificación, él trata con eso en el capítulo 1, versículos 12 al 21. Después en el capítulo 13, él dice deben conocer su santificación, y vamos a llegar a eso. Y aquí en nuestro texto en el capítulo 1, versículos 1 al 11, debes conocer tu salvación. Si usted conoce su Escritura, y usted conoce su santificación, y usted conoce su salvación, usted ha levantado su defensa en contra del engaño de los falsos maestros.

Ahora, estamos tratando con este asunto entero de conocer su salvación. Comenzó realmente en el versículo 1, y llega hasta el versículo 11. En el versículo 1, vimos la fuente de nuestra salvación; en el versículo 2, la sustancia de nuestra salvación. En los versículos 3 y 4, la suficiencia de nuestra salvación, y ahora, en los versículos 5 al 11, la certeza de nuestra salvación. Debemos conocer nuestra salvación si vamos a estar enfrentando a los falsos maestros de manera eficaz, y no sucumbir a su engaño.

Entonces, hemos estado examinando los grandes asuntos de la revelación con respecto a nuestra salvación, y en particular la certeza de la misma. Conforme llegamos al versículo 5, le señalé el esfuerzo prescrito, hay un esfuerzo involucrado en estar seguro de su salvación. Observe el versículo 5. “Vosotros también poniendo toda diligencia, por esto mismo,” poniendo toda diligencia, “añadid a vuestra fe”. Y vamos a detenernos ahí.

Si usted va a estar seguro de su salvación, si usted va a tener certeza de su salvación involucra una persecución diligente, involucra un esfuerzo. La plenitud de la certeza es el producto de un esfuerzo diligente por disfrutar de la provisión plena, de la provisión de gracia de Dios. Después, en segundo lugar, señalamos que no solo involucra el esfuerzo prescrito, sino las virtudes perseguidas, usted va de la actitud a la acción.

Y en la segunda parte del versículo 5 y hasta el versículo 7, señalamos algunas virtudes que son perseguidas. Él dice en el versículo 5, usted debe “añadir a su fe virtud, a la virtud conocimiento, al conocimiento dominio propio. Al dominio propio paciencia, a la paciencia piedad, a la piedad afecto fraternal, y al afecto fraternal, amor”.

Estas son la búsqueda, la persecución moral del que va a experimentar certeza. Usted debe añadir a su fe virtud moral, usted debe añadir a su virtud moral sabiduría práctica, usted debe añadir a su sabiduría practica, un refreno interno. Usted debe añadir a ese refreno interno, perseverancia en medio de las pruebas, a eso usted añade una reverencia consciente de Dios. A eso usted añade amistad fraternal, amistad fraternal y a eso, usted añade el amor que abarca todo hacia Dios y al resto de la gente. Cuando usted persigue esas virtudes, usted experimentará certeza. Entonces, la certeza incluye un esfuerzo prescrito prestando toda diligencia y virtudes perseguidas. 

Después en el punto 3, ahí en los versículos 8 y 9, al cual llegamos en esta noche, hay dos alternativas presentadas. Para disfrutar de la certeza debo considerar las alternativas presentadas, versículos 8 y 9. Y aquí usted tiene dos alternativas, y usted puede ir por una o por la otra aceptando o rechazando la persecución de estas virtudes, y el esfuerzo que es prescrito. Pedro presenta los resultados de estas dos alternativas de manera muy, muy clara.

En primer lugar, veamos la alternativa positiva, si voy a experimentar la certeza en mi vida, tomo la alternativa positiva. Versículo 8, “Porque si estas cosas están en vosotros y abundan,” esa es la primera alternativa. Usted está persiguiendo estas alternativas, si usted quiere disfrutar de la certeza en toda su riqueza aquí está el medio, al perseguir estas cualidades. Si usted hace eso, y usted haya que están incrementando en su vida, “no dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo”.

Ahora, usted va a tener que seguirme de cerca porque este es un argumento bastante complejo que Pedro nos presenta. La pequeña frase “si estas cosas están en vosotros,” estas siete virtudes que él ha mencionado. Si le pertenecen; y por cierto el verbo griego denota propiedad que alguien realmente posee. El verbo griego denota una posesión que permanece, la expresión es muy fuerte. Si usted realmente tiene estas virtudes y están incrementándose— el verbo ahí es pleonas, que significa tener más de lo suficiente, tener más de lo que es necesario, tener demasiado. Si usted ve estas virtudes en su vida, excelencia moral, conocimiento, dominio propio, perseverancia, piedad, afecto fraternal y amor. Si usted ve esas virtudes en su vida, y usted las ve incrementándose, él dice, de regreso al versículo 8, “no os dejarán,” esto es, lo hacen a usted “estar ociosos, ni sin fruto.”

Permítame hablar de esos dos términos. Ociosos, significa literalmente sin trabajo, inactivo. Es usada ocho veces en el Nuevo Testamento, siempre significa alguien que está inoperante, sin servicio, inactivo como en Tito 1:12, esa frase interesante, “glotones ociosos”. Por cierto, en Santiago 2:20 al 22 es traducida “muerte, muerte”. Si usted busca estas virtudes, usted no será inoperante, no estará inactivo y no será inútil. Usted no estará en un sentido muerto en términos de su eficacia.

Y después, él añade “ni sin fruto,” eso significa básicamente lo mismo, improductivo. Esa es usada siete veces en el Nuevo Testamento, y normalmente es usada de árboles. Es usada de apóstatas no regenerados en Judas 12, que son como árboles sin fruto. Es usada en Efesios 5:11 de obras infructuosas de las tinieblas. Es usada en Mateo 13:22, de creyentes sin fruto, superficiales. Es usada en 2 Tesalonicenses 3:14, incluso de un creyente verdadero que no es fructífero.

Entonces, él está diciendo cuando su vida no manifiesta estas cosas, estas virtudes, usted es inútil y no produce fruto en ese conocimiento verdadero de nuestro Señor Jesucristo. Pero si están en usted, y están incrementándose usted no es inútil, y usted no es alguien que no da fruto, su vida va incrementándose en su fruto. En dónde no están ahí, usted no se puede distinguir de un apóstata, usted no se distingue de un malhechor, usted no se distingue de un creyente superficial.

Ahora observe la frase, ahora observe la frase al final del versículo 8, porque es importante. Él dice “no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo”. Esa frase en el conocimiento verdadero de nuestro Señor y Salvador Jesucristo nos muestra que él se está refiriendo aquí a un cristiano verdadero. Él está diciendo ustedes poseen el conocimiento verdadero, en contraste a un conocimiento falso, usted es un creyente real.

Ahora, un creyente real tiene la capacidad de producir estas virtudes, son inherentes dentro de la naturaleza nueva, porque Dios dice al creyente a través de Cristo, “ha sido bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales,” Efesios 1:3. “Usted tiene todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad mediante el conocimiento de él,” 2 Pedro 1:3. Entonces el germen, la simiente, el potencial para todas estas virtudes está ahí en el creyente verdadero.

Entonces Pedro está diciendo, un cristiano genuino y verdadero que ve estas cosas incrementándose en su vida no es inútil, no es alguien que no es productivo, sino que disfruta de fruto y de utilidad en su vida. Ahora, esa es la alternativa número uno, buscar estas virtudes, buscarlas con toda diligencia conforme al esfuerzo prescrito, y viendo en su vida el incremento de estas cosas, y la utilidad y fruto consecuente, esa es la alternativa número uno.

Ahora, observe el versículo 9, para la alternativa número dos. “Pero el que no tiene estas cosas “. ¿Qué cosas? Estas mismas siete virtudes. Si él ve su vida, y él no ve virtud, conocimiento, dominio propio, perseverancia, piedad, afecto fraternal y amor, él no lo ve, no las ve incrementándose en su vida, si él no está persiguiendo esas cosas dice que él tiene la vista muy corta, es ciego. Por cierto, esos realmente son sinónimos, así como inútil y sin fruto son sinónimos. Él está diciendo literalmente él está ciego, tiene la vista muy corta. Esta es otra manera en la que él no puede ver lo suficientemente lejos para discernir su condición espiritual.

Si una persona, ahora sigue este pensamiento— si una persona, ahora sigue este pensamiento— si una persona persigue estas virtudes será útil y fructífero, y si es útil y fructífero, él podría identificar su condición espiritual, ¿correcto? Porque él puede ver el fruto de la obra de Dios en su vida, él conocerá su condición espiritual. Si, por otro lado, estas virtudes no están incrementándose, una persona está ciega y tiene la vista muy corta, y no puede ver su verdadera condición espiritual.

Entonces, si usted quiere disfrutar de certeza, usted toma la alternativa número uno. Ahora siga de nuevo en el versículo 9, “Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta, es ciego”. Y ahora observe esto, “habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados.” ¿Qué significa eso? Bueno, la palabra purificación es katarismos de la cual obtenemos catarsis, lo cual significa una limpieza. Él ha olvidado que él ha sido limpiado, ¿Qué significa eso? El acontecimiento de salvación, él ha olvidado que él fue salvado de sus pecados antiguos, su vida de pecado pasada.

Lo que Pedro está diciendo aquí es, aquí hay una persona que ha sido salva, que ha pasado por un acontecimiento de salvación, en el que él fue purificado de su vida pecaminosa antigua. Pero él lo ha olvidado, él ya no puede recordarlo porque él no está viendo en su vida el incremento de estas virtudes. Permítame decírselo a usted de manera simple: en donde usted tiene el incremento de virtud moral, usted tiene la evidencia de salvación. ¿Entendió eso? En donde usted tiene la ausencia del incremento de virtud moral, usted tiene la ausencia de la certeza de la salvación. La certeza de la salvación de uno está directamente relacionada a lo que está pasando en su vida. Esas personas que no ven las virtudes incrementándose en su vida, no recordarán que han sido limpiadas. La frase “habiendo olvidado,” literalmente recibir, el ser olvidadizo o incurrir en ser olvidadizo.

Entonces resumiéndolo, el no perseguir de manera diligente las virtudes espirituales produce amnesia espiritual. El fracaso al no perseguir excelencia moral en la vida de uno, el fracaso al no perseguir estas siete virtudes va a oscurecer la visión de uno de su propia condición espiritual; y no habrá memoria de salvación en algún punto, y uno no sabrá si realmente es salvo. Oh, él podrá recordar alguna actividad externa que pudo haber ocurrido en el momento en el que fue salvo, pero él no va a tener la confianza de la salvación.

El comentarista Bauckham escribiendo en el comentario bíblico Word dice esto: “El conocimiento de Jesucristo registrado en la conversión vino como iluminación para aquellos que estaban ciegos en su ignorancia pagana. Pero los cristianos que no siguen con las implicaciones morales de este conocimiento se han vuelto ciegos a lo mismo, otra vez.” Fin de la cita.

Ahora observe esto, ese tipo de situación en la que uno olvida, lleva a repetir los pecados antiguos. Entonces, ahí tiene usted dos alternativas, dos alternativas. Un creyente que tiene estas cualidades y virtudes incrementándose va a disfrutar de certeza, porque él ve el fruto y la utilidad en su propia vida, y él verá que él está en el conocimiento verdadero de nuestro Señor Jesucristo. Por otro lado, un creyente que no persigue estas virtudes y carece de estas cualidades incrementándose, va a perder la certeza. Entonces, el esfuerzo prescrito, la persecución diligente, las virtudes perseguidas, él establece la esencia misma de las virtudes que deben estar incrementándose en nuestra vida y las alternativas presentadas.

Finalmente, está el beneficio prometido. Para concluir su argumento, y para presentarlo de manera contundente, Pedro desarrolla los beneficios en los versículos 10 y 11. Aquí es donde realmente el argumento entero llega a su gran clímax, observe el versículo 10. “Por lo cual, hermanos”. Ahora aquí, la palabra “por lo cual,” amarra todo. En la base, en base a todo lo que he dicho, “Por lo cual hermanos tanto más procurad hacer firmes vuestra vocación y elección,” deténgase en ese punto. Obviamente debido a lo que él ha dicho, usted debe verse motivado a asegurarse de que su llamado sea cierto. Debido a la tragedia de la alternativa numero dos, usted debe evitarla.

Entonces, el versículo 10 lo llama a usted a moverse hacia la alternativa número uno. El versículo 10 se oye muy parecido al versículo 5, “persigan esto, apliquen toda diligencia”. De hecho, es casi una frase idéntica. “Tanto más procurad,” haga un esfuerzo incluso más grande, usa la misma palabra con el versículo 5. La palabra conlleva urgencia y conlleva deseo intenso para hacer ¿Qué? A ser firme. Uno de los verbos de voz media, a ser cierto por usted mismo, a ser cierto para usted mismo, a ser firme, asegurar, estar seguro, certificar, testificar, confirmar, afirmar, la palabra es usada en una garantía legal. No hay nada peor francamente que temer que usted no es salvo, la tristeza y la desesperanza resultan de ese tipo de falta de certeza, la duda y el temor.

Entonces Pedro dice, “Sean espiritualmente diligentes para asegurarse por ustedes mismos.” Ese es un punto muy importante, un verbo de voz media, para usted mismo, acerca de su llamado y elección de usted. Llamado y escoger de nuevo son sinónimos. El llamado aquí no es meramente una invitación, sino un mandato soberano, junto con una selección soberana en la eternidad pasada. Asegúrense para ustedes mismos que Dios los ha llamado y los ha escogido para salvación.

Ahora obviamente, usted no está asegurándole a Dios, Dios sabe ¿verdad? Dios no necesita, Dios no tiene ninguna duda al respecto, Dios sabe por qué lo escogió a usted. Pero usted necesita asegurarse, pero ustedes necesitan asegurarse para ustedes mismos. Él conoce a los elegidos, Él sabe a quién ha escogido, Él sabe a quién ha llamado, ¿pero tiene usted esa certeza? ¿Tiene usted esa confianza? Sea diligente en estar, sea diligente en estar seguro de que lo tiene. ¿Cómo hace eso? Siga al versículo 10.

“Porque haciendo estas cosas”. En otras palabras, mientras que usted persiga estas virtudes morales, mientras que usted persiga diligentemente estas virtudes que se están incrementando, mientras que usted persiga una vida santa, reduciéndola a los términos más simples. Mientras que usted persiga el crecimiento espiritual, usted garantizará mediante demostración, usted garantizará mediante una demostración que usted fue llamado, y fue escogido. Le voy a decir, esa es una confianza maravillosa, maravillosa que tener.

Observe la palabra “haciendo” ahí. Mientras que usted practique estas cosas, presente activo participio el patrón de la conducta diaria, mientras que el patrón de su conducta diaria sea perseguir la excelencia moral, el conocimiento, el dominio propio, la perseverancia, la piedad, el afecto fraternal y el amor. Mientras que esa sea su persecución diaria, dice él, vea al final del versículo 10, “no caeréis jamás”. Nunca se tambaleará, nunca se tropezará, nunca caerá en la duda, en la desesperanza, en la depresión, la tristeza, el temor acerca de su condición espiritual. Usted nunca tropezará, usted siempre tendrá la confianza, usted siempre tendrá certeza.

¿Por qué? Porque su llamado y elección será seguro en su mente ¿Por qué? Porque usted está persiguiendo estas virtudes, usted las va incrementándose, usted sabe que Dios está produciéndolas en su vida. Y debido a que usted las puede ver, y es visible y es evidente, usted conoce su condición espiritual, usted sabe que ha sido salvo. Usted sabe que ha sido llamado por Dios, usted sabe que ha sido escogido desde antes de la fundación del mundo. Y en el conocimiento de confianza de eso usted disfrutará de la plenitud de la certeza. Hombre, esa es una bendición tan rica, tan emocionante.

Amados, lo que Pedro está diciendo y lo que les estoy diciendo es que la certeza está ligada directamente a cómo vive usted su vida. A toda persona le encantaría estar seguro acerca de su salvación, nadie quiere vivir su vida en duda. Sin embargo, a todo el mundo le encantaría estar seguro acerca de su salvación, a nadie le gusta vivir su vida en duda. Sin embargo, me imagino que muchos, si no es que la mayoría de los cristianos, viven en duda.

Algunas personas dicen, “Bueno, lo único que tienes que hacer para tener certeza es regresar algún punto en el tiempo cuando firmaste ahí en la tarjeta, esa es toda la certeza que vas a necesitar”. Eso no es lo que la Escritura dice. Si usted quiere estar seguro de su llamado y elección usted va a estar seguro de esto mediante virtudes que son visibles en su vida, producidas por el espíritu de Dios conforme usted persigue esas virtudes. Y conforme usted persigue esas cosas, y usted ve que es útil para Dios y fructífero, y estas están incrementándose en su vida, usted nunca tropezará en la duda, desesperanza, temor y el cuestionamiento.

En el versículo 11, él lo dice de la manera más directa que puede ser dicho, “Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.” Este versículo necesita pensamiento, este versículo necesita ser pensado con cuidado. Este versículo necesita ser analizado con cuidado.

En el versículo 11, él dice en primer lugar, “Porque de esta manera” ¿De qué manera? Mediante una persecución o búsqueda diligente de estas virtudes, y la bendición que traen. La bendición de la certeza, y la bendición de la perseverancia. Conforme usted persigue esto diligentemente, dice él, ahora obsérvelo de nuevo. “Os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”.

¿De qué está hablando? ¿Qué está diciendo él aquí? Él está diciendo, en el futuro cuando entren en el reino eterno, recibirán una recompensa abundante. Eso para mí es el entendimiento más simple y más directo de esta afirmación. Acá hay otra característica de su promesa, si usted persigue la virtud en su vida, usted no solo va a disfrutar de certeza aquí, sino que usted va a disfrutar de recompensa en la vida venidera; la entrada al reino eterno ve a nuestra esperanza en el futuro.

Ahora, ya hemos entrado al reino en la salvación, hemos pasado de la muerte a la vida, del reino de las tinieblas al reino del Hijo Amado de Dios. Ahora estamos viviendo en la forma actual del reino, estamos bajo el gobierno de Cristo, estamos en el reino en ese sentido. Cristo es Rey, y Él gobierna sobre Su pueblo. Pero todavía estamos esperando el cumplimiento futuro, el reino eterno. El reino eterno está asociado con recompensas, esta parte del reino en la que vivimos ahora está asociada con la salvación. Hemos entrado al reino mediante la salvación, recibimos bendición sobre bendición, sobre bendición.

La característica eterna del reino, aquella que viene a ser, aquella que llega a su máximo nivel de fruto en el futuro, es la bendición de la recompensa eterna. Va más allá del tiempo, va más allá del espacio, está en la presencia del Señor Jesucristo, quien es nuestro Salvador. Y en ese momento, habrá una provisión abundante para nosotros porque hemos perseguido estas virtudes de manera diligente y fiel. Y eso, por cierto, amados, es la meta de nuestro peregrinaje.

Algunas personas quieren que creamos que usted puede venir a Jesucristo y creer en Él en un momento en el tiempo, y después, vivir como usted quiera. Algunas personas incluso dirían que es agradable si usted decide buscar la virtud moral, pero si no lo hace, todavía usted entrará al reino. Eso es verdad si usted verdaderamente es un cristiano, y usted busca la alternativa número dos, y usted no persigue la virtud moral de manera diligente, usted vivirá en duda, y usted vivirá en depresión, y vivirá en temor, y vivirá en desesperanza y no se preocupará—y se preocupará por su condición espiritual. Y usted se preguntará si realmente es salvo, porque usted no está viendo el incremento de estas virtudes morales.

Eso es verdad, si usted verdaderamente es un cristiano y usted escoge la alternativa número dos, y usted no persigue de manera diligente la virtud moral vivirá en duda, y vivirá en depresión, y vivirá en temor, y vivirá en desesperanza, y no se preocupará por su condición espiritual. Y se preguntará si realmente es salvo, porque usted no está viendo el incremento de esas virtudes morales. Y más allá de eso, mientras que en el futuro entrará en el reino, descubrirá que usted no va a recibir una provisión abundante de recompensa en ese día.

Usted recibirá alabanza de Dios, pero no será al grado que pudo haber sido si usted hubiera perseguido cosas virtuosas. Parece tan básico que vivimos nuestras vidas cristianas a la luz de una recompensa eterna, que estamos esforzándonos por hacernos tesoros en los cielos; que estamos persiguiendo las cosas virtuosas, de oro, plata y piedras preciosas, y no las cosas menores de madera, heno y hojarasca. Para aquellos que han perseguido, para aquellos que han perseguido de manera diligente y fiel la santidad, su recompensa será provista de manera abundante.

Ahora, estoy de acuerdo en que cada uno de los hijos de Dios cuando vayan al cielo recibirá una provisión abundante. Pero creo que Pedro aquí está tratando de decir que hay un sentido magnánimo de recompensa para aquellos que han perseguido la virtud de manera diligente. Y mientras que creo que todos los cristianos dan algo de fruto, es aparente que hay una alternativa que algunos cristianos escogen, y eso es hacer un esfuerzo no tan fuerte en buscar la virtud espiritual, mientras que otros hacen un esfuerzo más fuerte en buscarlo.

La Escritura dice que Dios da ricamente a todos los salvos, la Escritura dice que Él da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. La Escritura dice que todos los creyentes son perdonados conforme a las riquezas de Su gracia, que nos han sido otorgadas. La Escritura dice Dios quiere en el futuro, en la época futura, mostrar la riqueza superabundante de Su gracia en bondad hacia todos los salvos.

La Escritura dice que, conforme a Su misericordia, Él derramó Su espíritu ricamente en nosotros, el nuevo nacimiento. La Escritura dice que hay riquezas de gloria en la herencia, de Su herencia en todos los santos. La Escritura dice que todos los salvos tienen las riquezas de la gloria de Su misterio, el cual es Cristo en nosotros la esperanza de gloria. La Escritura dice que Él es abundante en riquezas hacia todos los creyentes, judío y gentil que lo invocan para salvación. La Escritura dice que Él ha provisto a todos los salvos con el Espíritu Santo, y toda manera de gracia multiforme.

Entonces, debido a que Él ha dado de manera tan generosa a todos los creyentes, en una manifestación tan enorme de generosidad, y gracia rica y bendición debido a que todos los creyentes tendrán alguna fidelidad y algo de fruto, todos van a experimentar algo de bendición y algo de abundancia en la gloria. Aunque todo eso es verdad, no puedo resistir la fuerza de este versículo. En este contexto, que me parece que está diciendo que conforme usted provee diligentemente las virtudes de la virtud cristiana en su vida Dios va a —Dios de manera recíproca, va a continuar incrementando la abundancia de la provisión que usted recibirá cuando usted entre a Su reino eterno.

Creo que hay entonces grados de recompensa que Dios le dará a Sus hijos amados, en base a su persecución o búsqueda fiel y diligente de la justicia. El sembrar de manera abundante debe significar, ¿qué? Una cosa hecha abundante. Las recompensas de gracia en la eternidad van a corresponder al trabajo de la gracia en el tiempo. Permítame decir eso de nuevo, las recompensas de la gracia en la eternidad van a corresponder al trabajo de la gracia en el tiempo, y habrá grados de recompensa en la gloria proporcionales a la fidelidad en esta vida.

En la salvación, el asunto de la entrada al reino fue concluido, pero no la manera de la entrada. En el momento de la salvación, el hecho de nuestra entrada al reino eterno fue concluido, pero la manera de esa entrada no quedó concluida. Lo grandiosa que es nuestra recompensa eterna está relacionada a cuán diligente fuimos en la búsqueda de la virtud.

Entonces resumiéndolo, para aquellos que buscan la virtud en esta vida de manera diligente reciben dos cosas, aquí y ahora la certeza de salvación; ahí y en ese entonces, bendición abundante. La promesa de Dios es que si yo busco la virtud en esta vida voy a disfrutar lo mejor de la vida, lo cual es estar cierto de mi hogar eterno. Y voy a disfrutar para siempre por los siglos de los siglos la recompensa más grande debido a mi diligencia, por el poder del Espíritu de Dios. Para el cristiano diligente, dos promesas: certeza en esta vida, abundancia en la vida venidera. Ahí está, certeza en esta vida, abundancia en la vida venidera. ¡Qué promesa tan maravillosa!

Amados, sé que usted junto conmigo y ciertamente todo creyente quiere disfrutar de certeza. No es suficiente, como dije al principio mismo de esta serie, decirle a alguien que su certeza está basada en algún acto pasado. Usted puede decirles eso, pero quizás no lo crean. Probablemente no lo creerán si hay una ausencia de un incremento de virtud moral. Porque no importa lo que usted pueda decirles para convencerlos de que son cristianos si no ven la evidencia en su vida, dichos argumentos verbales caen en oídos sordos.

¿Cómo puedo saber que realmente soy salvo? Uno, porque veo mi utilidad y que soy fructífero como resultado de mi diligencia en la búsqueda de las cosas santas. Y si dudo, y si cuestiono, y si vivo en temor que quizás no sea salvo, es porque esas cosas no están incrementándose en mi vida. Entonces, hemos respondido a la pregunta, espero a gran detalle, y la hemos llevado a un clímax en las palabras de Pedro.

Permítame resumir conforme concluimos con las palabras de un teólogo bíblico, noble, Benjamín Warfield, quien años atrás escribió esto: “Pedro nos exhorta a asegurarnos de nuestro llamado y elección, precisamente mediante diligencia en buenas obras. Él no quiere decir que mediante buenas obras podemos asegurar por parte de Dios un grado de elección, él quiere decir que al expandir el germen de vida espiritual que hemos recibido de Dios a su efervescencia plena, al manifestar nuestra salvación—claro, no sin Cristo, sino en Cristo— podemos asegurarnos de que realmente hemos recibido la elección que afirmamos. Las buenas obras se vuelven entonces la marca y la prueba de la elección. Y cuando son tomadas en el sentido amplio en el que Pedro está pensando de ellas aquí, son la únicas marcas y pruebas de elección.”  

“Nunca podemos saber que somos escogidos de Dios para vida eterna, excepto por manifestar en nuestras vidas los frutos de la elección. Fe y virtud, conocimiento y templanza, paciencia y piedad, amor de los hermanos. Es inútil buscar certeza de elección fuera de la santidad de la vida. Precisamente aquello para lo que Dios escogió a Su pueblo antes de la fundación del mundo, fue que fueran santos. La santidad debido a que es el producto necesario, por lo tanto, es la señal segura de la elección.” Fin de la cita.

Una persona que entiende la vida espiritual, sabe de manera cierta, si él de hecho disfruta la luz del rostro de Dios o si camina en la oscuridad como un viajero sabe si viaja a la luz del sol o en la lluvia. Observe su vida, ¿Usted no ve virtud moral? ¿Usted no tiene evidencia alguna para verificar su salvación? Observe su vida. ¿Ve usted estas cosas en su vida? No obviamente en perfección, pero ahí incrementándose, y usted sabe que camina en la luz.

Al concluir, permítame presentarle algunas cosas, aplicación práctica. ¿Por qué todo esto acerca de la certeza? Bueno en primer lugar, está en la Biblia, eso lo hace contundente. Pero, ¿por qué todo esto? Semanas y semanas, y mensaje tras mensaje, ¿Cuáles son los beneficios de la certeza? ¿Es tan importante? ¿Es digno de una preocupación tan extensa? La respuesta es sí, permítame decirle por qué. Unas cuantas razones, quizás las quiera escribir.

Número uno, la doctrina de la certeza y la experiencia de la certeza es importante en primer lugar, porque nos hace amar y alabar a Dios. Nos hace amar y alabar a Dios por la gracia salvadora, por la promesa eterna. Digo, si sé que soy salvo voy a estar alabando a Dios por eso. Si sé que estoy seguro para siempre voy a estar alabando a Dios por eso y amando a Dios por eso. Si no estoy seguro de que lo soy no puedo alabar a Dios por eso ¿verdad? Esas son implicaciones muy prácticas. ¿Cómo puedo estar lleno de gratitud? ¿Cómo puedo estar lleno de alabanza amorosa si ni siquiera estoy seguro de que soy salvo?

En segundo lugar, no solo nos hace amar y alabar a Dios, sino que incorpora el gozo en todos nuestros deberes y pruebas terrenales. Si yo sé que soy salvo sin importar lo que pase en esta vida, incorpora gozo en medio de ella. ¿Por qué? Porque no importa lo que enfrente a nivel temporal, sé que soy salvo y por lo tanto, se cuál es mi destino eterno ¿verdad?

Entonces, la certeza me permite regocijarme en cualquier dificultad.

En tercer lugar, la certeza nos hace apasionados en la obediencia y el servicio. Nos hace ser apasionados en la obediencia y el servicio, sí sé que verdaderamente soy salvo y sé que verdaderamente me dirijo al cielo, entonces, sé que mi responsabilidad consiste en obedecer a mi Rey. La certeza no da lugar a la apatía, la duda sí; da lugar al esfuerzo. Dudar desalienta el servicio, la certeza lo alienta.

Thomas Watson escribió: “La certeza será como las pesas al reloj para echar a andar todas las ruedas de la obediencia”. ¡Me encanta eso! La certeza es el peso que jala las ruedas del reloj y hace que todo opere. Si yo sé que soy salvo y no dudo acerca de eso, y sé que pertenezco a Dios y conozco mi destino eterno, eso me motiva a la obediencia del servicio, si no estoy seguro de eso, entonces soy apático, entonces soy indiferente. Y como Pedro dice, “Soy inútil y sin fruto.”

En cuarto lugar, la certeza nos da victoria en la tentación. La certeza nos da victoria en la tentación, permítame decirle por qué. Porque en medio de la tentación más fuerte, sé que le pertenezco a Dios, y, por lo tanto, sé que “no me ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana, sino que Dios es fiel y no me permitirá ser tentado más de lo que puedo resistir, sino que dará juntamente con la tentación, la salida”. Si sé que le pertenezco a Dios, entonces sé que me ha dado el poder para superar la tentación.

En segundo lugar, en medio de esa tentación no caigo en desesperanza, porque, aunque es una tentación fuerte no solo sé que tengo el poder para la victoria, sino que sé que mi futuro está seguro en el cielo. Y esa tentación no puede cambiar mi destino, mi eternidad.

Por otro lado, si no tengo certeza de mi salvación, entonces la tentación me desanima y me deprime, y me pregunto si incluso puedo enfrentarla, y me pregunto si no me va a condenar cuando me vuelva víctima de ella. No, si tengo certeza me hace amar y alabar a Dios, incorpora gozo en todos mis deberes y pruebas terrenales. Me hace ser apasionado en la obediencia y el servicio, y me da victoria en la tentación.

En quinto lugar, si tengo certeza me hace estar contento, aunque tenga poco en este mundo. Si tengo certeza, me hace estar contento, aunque tenga poco en este mundo. Si tengo certeza de salvación, tengo la confianza de que tengo riquezas en el mundo venidero. Y si tengo confianza de que mi Dios proveerá todo lo que me falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús, entonces si tengo la certeza de mi salvación, importa poco lo que me pase en este mundo. Pero si no estoy seguro de que soy salvo, entonces, estoy buscando aferrarme a todo lo que este mundo tiene que ofrecer. Y si no estoy seguro de que hay una recompensa eterna para mí, entonces quiero llenar esta vida con todo lo que pueda conseguir. Y cuando las cosas no salen bien, me siento que estoy siendo defraudado aún más.

En sexto lugar, muy parecida a la quinta, si tengo certeza de mi salvación hace que el corazón sufriente soporte con paciencia. Si tengo certeza, hace que el corazón que está sufriendo soporte con paciencia. Si estoy enfrentando sufrimiento en mi vida, pero estoy seguro de la salvación eterna, entonces, puedo soportarlo.

Número siete, si tengo certeza, tranquiliza una conciencia atribulada, tranquiliza una conciencia atribulada. Aun cuando me siento culpable, aun cuando me siento indigno, aun cuando me siento pecaminoso, impío, y sucio y miserable, mi conciencia está consolada en la certeza de mi salvación eterna. Esa es una gran verdad, esa es una gran verdad porque Satanás quiere acusarlo a usted mediante su conciencia. Pero si tengo certeza de mi salvación, tranquiliza mi conciencia atribulada.

Número ocho y finalmente, si tengo certeza quita el temor a la muerte, si tengo certeza, quita el temor de la muerte. Si sé que soy cristiano, entonces puedo enfrentar la muerte con la confianza plena de que voy a ir de esta vida al mundo venidero, en donde Jesucristo me recibirá. Pero si no estoy de que soy salvo, estoy aterrado de la muerte ¿verdad? ¿Cuál es la aplicación práctica de la certeza? Me hace amar y alabar a Dios, incorpora gozo en todos mis deberes y pruebas terrenales. Me hace ser apasionado en la obediencia y el servicio, me da victoria en la tentación, me hace estar contento, aunque tenga poco en este mundo. Hace que el corazón que está sufriendo soporte con paciencia, tranquiliza una conciencia atribulada y quita el temor de la muerte. ¿Diría usted que esa es una doctrina practica? Dios no tenía que darnos certeza. ¿Se acuerda usted lo que le dije den la primera lección? Algunas personas dicen que pensar que usted tiene certeza de salvación es blasfemia. ¡Qué pensamiento!

La iglesia católica romana dice que si usted es tan atrevido como para asumir que usted puede saber que es salvo, usted ha blasfemado a Dios. Aquellos que tienen una perspectiva arminiana de la Escritura, que dice que usted puede perder su salvación, también dirían que es atrevido por parte de usted asumir que su salvación es eterna. Pero Dios dice que usted puede estar absolutamente seguro de su llamado y elección, y que usted nunca necesita tropezar en la duda y la desesperanza, lo único que tiene que hacer es buscar estas virtudes. Y a partir de la evidencia de una vida piadosa viene la confianza de la salvación eterna, la cual provee para usted todos los beneficios que he mencionado. Mi oración por usted es que usted disfrute al máximo la certeza de su salvación.

Padre, gracias por este gran regalo de la certeza. Que lo mantengamos cerca de nuestros corazones, lo abracemos, lo busquemos para que lo disfrutemos, para que podamos alabarte y amarte, porque sabemos que Tú nos amas y nos has salvado. Para que podamos experimentar gozo en todos nuestros deberes y pruebas terrenales, para que seamos apasionados al obedecer y servir a Aquel que verdaderamente nos ha salvado. Para que tengamos victoria en la tentación, porque sabemos que Tú nos has dado poder y la promesa del cielo, y nunca podremos perder en últimas. Para que estemos contentos, aunque tengamos poco en este mundo, porque sabemos que tenemos mucho en el mundo venidero. Para que podamos sufrir pacientemente, para que no permitamos que nuestra conciencia atribulada nos acuse, porque sabemos que Te pertenecemos, para que nunca tengamos miedo de la muerte.

Señor, esa es la manera en que queremos vivir para que podamos ser útiles, y demos fruto para Ti. Padre, esto sabemos, que si conocemos nuestra salvación y tenemos confianza no seremos engañados por el enemigo y su representante, los falsos maestros que quieren hacernos dudar de la verdad de la salvación de Cristo. Danos ese conocimiento verdadero conforme buscamos estas cosas santas, por causa de Jesús, Amen.

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