Llegamos ahora al tiempo de proclamación, en esta noche un tiempo maravilloso y lo aliento a que tome su Biblia y pase a segunda de Pedro, capítulo 1. Si no trajo una Biblia con usted debe haber una ahí atrás de la banca cerca de usted, y puede seguirnos conforme vemos juntos en esta noche dos versículos en la Biblia que son muy, muy importantes. Permítame leérselos, versículos 3 y 4 de Segunda de Pedro, capítulo 1.

“Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas, y grandísimas promesas para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia.”

Ahora quiero que sepa que esos dos versículos están cargados. No solo están llenos de verdad, sino que son una carga enorme de gran verdad. Para comenzar, simplemente para reconocer de manera elemental que esa es la vida en general, incluso para aquellos de nosotros que somos cristianos verdaderos, la vida en general no es fácil. Ninguno de nosotros se escapa de los problemas de la vida en estos cuerpos pecaminosos, viviendo en este planeta caído.

Tentación, pecado, fracaso, decepción, rechazo, frustración, insatisfacción, debilidad, dolor, tristeza, soledad, temor, ansiedad, aislamiento -todo eso viene a nosotros en formas diferentes, todo eso es parte de nuestra experiencia en la vida. La pregunta es, ¿en dónde encontramos recursos para enfrentar eso? De hecho, para enfrentar esto de manera eficaz, de hecho, enfrentarlo de manera triunfal ¿Adónde acudimos para resolver los problemas de la vida? Podemos volvernos a Dios, ¿Le importa a Él? ¿Acaso Él nos ama lo suficiente como para darnos alguna ayuda sobrenatural? Algunos dudan eso. German Melville escribió “La razón por la que la masa de hombres teme a Dios, y al mismo tiempo no lo quieren es porque más bien no confían en su corazón, y lo ven como una máquina.”

Algunas personas, supongo, simplemente piensan que Dios es algún tipo de máquina que hizo todo, y realmente no se preocupa mucho. ¿Es verdad eso? ¿O acaso Dios se preocupa y nos ama, y nos da recursos para enfrentar los problemas de la vida? De hecho, ¿somos suficientes? En cierta manera estamos auto-contenidos, o acaso los psicólogos tienen razón al decir que, aunque usted tiene a Dios, y tiene a Cristo todavía usted no tiene los recursos necesarios y probablemente necesita terapia.

Y después algunos otros religiosos dirían bueno, si puedes tener a Dios, y puedes conocer a Cristo, pero necesitas más de Jesús. Necesitas alguna unción especial de Él para estar realmente preparado. ¿Tienen razón? Incluso si conocemos a Dios, acaso Dios simplemente nos ha dado una dosis pequeña de gracia sobrenatural, apenas lo suficiente para sobrevivir. Quizás lo suficiente para salvarnos, pero no lo suficiente para santificarnos. Quizás lo suficiente para salvarnos y santificarnos, pero no lo suficiente para glorificarnos. Digo, si venimos a Dios mediante Cristo ¿realmente somos suficientes, o hay más?

Bueno, esto nos lleva por lo menos de manera preliminar a una explicación básica de unos de los atributos de Dios. Saqué algunos de mis libros esta semana acerca de la naturaleza de Dios, y comencé a buscar un atributo en particular, y ese fue el atributo de la generosidad. No lo encontré, no lo encontré en la lista de alguna teología sistemática, no lo encontré en la lista de algún libro acerca de Dios, simplemente no lo encontré. Y leí quizás diez libros en el índice tratando de encontrar alguien que dijera algo acerca de la generosidad de Dios. ¿Acaso los teólogos cristianos también en cierta manera han cuestionado si Dios realmente es muy generoso? ¿Acaso él es un poco tacaño? ¿Acaso Él nos da apenas lo suficiente para sacarnos del infierno y no mucho más?

Bueno, veamos la Escritura por un minuto, y simplemente escuche esto y vea lo que usted concluye. En Éxodo 34:6 Dios da una evaluación de primera persona de Su esencia. Esto es lo que Él dice, “Yo soy compasivo y Dios de gracia, y soy abundante en misericordia.” En Lamentaciones capítulo 3, versículos 22 y 23 dice: “Las misericordias de Jehová nunca cesan. Sus compasiones nunca fallan, nuevas son cada mañana.” Pequeña es tu fidelidad, ¿Es eso lo que dice? No en mi Biblia. Dice, ¿Qué? grande es tu fidelidad. El salmista dijo, “Jehová mandará su misericordia en el día, y en la noche su canción estará conmigo.” Y después el salmista dice “Oh, que los hombres alaben a Jehová por su bondad.” Él provee lo que necesitamos en el día, Él provee lo que necesitamos en la noche, y debemos alabarlo por ello.

Como puede ver, la escritura dice que Dios es muy generoso. De hecho, en todos los problemas de la vida Él dice que es grande, suficiente, tierno, abundante, encima de los cielos, y de la eternidad a la eternidad. Su gracia es tan lejos como el cielo está sobre la tierra, así de grande es su misericordia hacia aquellos que le temen. Escuche lo que el salmo 121 dice, “Alzaré mis ojos a los montes ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová que hizo los cielos y la tierra. No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda. He aquí no se adormecerá ni dormirá el que guarda Israel, Jehová es tu guardador, Jehová es tu sombra, tu mano derecha. El sol no te afligirá de día ni la luna de noche, Jehová te protegerá de todo mal. Él guardará tu alma, Él guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre.” Resumiéndolo, Él va a cuidar de todo, absolutamente todo.

En Juan 1:16 el Nuevo Testamento dice, “Porque de su plenitud todos hemos recibido”. Cuando recibimos a Cristo no recibimos parte, recibimos todo. Jesús dijo en Juan 10:10, “He venido para que tengáis vida,” y que tengáis un poco de ella. ¿Es eso lo que dijo? No, él dijo, “He venido para que tengáis vida, y para que la tengáis en abundancia,” en abundancia. En Romanos 8:17 dice que no solo somos herederos, sino que somos coherederos con Cristo, y todo lo que Dios le da a Cristo nos lo da a nosotros.

Permítame mostrarle una Escritura maravillosa, Primera de Corintios, capítulo 3. Simplemente escuche, si quiere se la voy a leer. Primera de Corintios 3:21. Escuche esta afirmación a la mitad del versículo, “Porque todo pertenece a vosotros.” ¿A quiénes? A los creyentes. Dice usted sí, pero ese cierto tipo de creyente no. Eso fue escrito a los Corintios, quien probablemente fueron los que estaban en la parte de abajo de la escalera, personas muy pecaminosas en muchas maneras. Habían venido a Cristo, pero realmente no habían sido obedientes en muchas áreas. No obstante, él dice todo es de vosotros.

Como puede ver es la naturaleza de Dios el ser generoso, y cuando Dios da la salvación es la totalidad de la salvación, es gracia sobre gracia, es misericordia sobre misericordia, es todo lo que Dios puede dar. Después él procede a decir, sea Pablo, Apolo, o Cefas, o el mundo, la vida o la muerte, o las cosas presentes, o las cosas venideras, todas las cosas les pertenecen a ustedes. Pablo les pertenece a ustedes, Apolo les pertenece a ustedes, Pedro les pertenece a ustedes, todos los grandes maestros, el mundo les pertenece a ustedes, la vida les pertenece a ustedes, la muerte les pertenece a ustedes. Todas las cosas presentes les pertenecen a ustedes, todas las cosas que están por venir les pertenecen a ustedes, todo les pertenece a ustedes.

Y después aquí está lo máximo, y ustedes le pertenecen a Cristo, y Cristo le pertenece a Dios. ¡Guau! Todos estamos encerrados, y lo que Dios y Cristo poseen, poseemos. Poseemos el mundo, Dios lo hizo para nosotros. Poseemos vida, vida espiritual eterna en Cristo. Poseemos la muerte, morir es ganancia para nosotros. Poseemos las cosas presentes, eso incluye todo elemento en la vida, todo en esta vida, todo lo que experimentamos, lo bueno, lo malo, lo agradable, lo doloroso, los gozos, las decepciones, la salud, la enfermedad. Dios nos lo dio todo a nosotros para que operara para nuestro bien.

Y poseemos cosas venideras, recompensa eterna, las glorias del cielo, el nuevo cielo, la nueva tierra. El reino milenial, y pertenecemos a Cristo, y Cristo pertenece a Dios, y todo está encerrado en el mismo paquete. ¡Guau! Qué pensamientos tan increíbles, increíbles. No es sorprendente que de regreso en el capítulo 2, de Primera de Corintios, versículo 9, Pablo escribió que ojo no ha visto ni ha oído, oído, y ni siquiera entrado en el corazón del hombre todo lo que Dios ha preparado para aquellos que le aman.

Escuche amigo querido, nos dicen que solo usamos menos que el diez por ciento de nuestro cerebro en cualquier momento. Con algunos de nosotros eso es aparente, pero con la mayoría de nosotros no lo es, con la mayoría de nosotros no lo es. Bueno, si usted simplemente usa menos del diez por ciento de su cerebro, le puedo en este momento que usted y yo usamos una porción muy, muy pequeña de toda la gracia que es nuestra en Cristo. Su ojo no lo ha visto, y su oído no lo ha oído aún. Y su corazón todavía no ha concebido todo lo que el Señor le ha concedido a usted en Cristo.

Segunda de Corintios, capítulo 9 en el versículo 8, presente esto de manera clara. “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas, todo lo suficiente abundéis para toda buena obra”. Que afirmación tan abrumadora, una afirmación absolutamente abrumadora. Permítame volvérselo a dar, “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra.”

¿Tiene usted todo lo que necesita? Si, lo tiene. Tiene más de lo que necesita, tiene toda gracia súper abundante fluyendo de manera excesiva, de tal manera que siempre tiene de manera suficiente y completa para todo. Y usted tiene una abundancia para toda buena obra.

La palabra suficiencia aparece aquí. Atarqueia, la palabra significa auto-suficiencia, estar auto-contenido. Significa ser independiente de las circunstancias externas, significa en particular ser independiente de los servicios de otras personas. ¿No es eso interesante? Esto es como creyente, hay un sentido en el que usted no depende de otras personas, usted está auto-contenido y es suficiente.

En otras palabras, usted tiene dentro de usted gracia, sobre gracia, sobre gracia en Cristo, abundando para toda necesidad de la vida. De tal manera que usted es suficiente siempre para todas las cosas. El apóstol entonces está diciendo de manera clara que el creyente por gracia divina es hecho auto suficiente, hecho competente y capaz para enfrentar las demandas hechas en él y ella. Vemos la vida, y vemos toda la vida, y vemos todas las pruebas y dificultades de la vida. Escuche, no hay razón por la que si usted es un cristiano imagine que no es suficiente, usted siempre tiene toda suficiencias en todo ¿Por qué? Porque un Dios generoso ha concedido gracia súper abundante, la cual usted ni siquiera ha concebido, mucho menos usado.

Óigalo en estas palabras, Efesios 1:3. “Bendito sea Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.” Lo tenemos todo, Él nos ha bendecido con toda bendición espiritual, toda bendición espiritual. En el capítulo 2, versículo 7 él dice, en los siglos venideros a partir de la salvación y en adelante, y a lo largo de la eternidad experimentaremos las súper abundantes riquezas de su gracia en bondad hacia nosotros en Cristo Jesús. Gracia, sobre gracia, sobre gracia.

En el capítulo 3 de Efesios, versículo 17 quiero que estén arraigados y cimentados en amor, y quiero que puedan comprender con todos los santos cuál es la amplitud y altura, y longitud y profundidad. Digo, ¿Puede usted entender lo que tiene? Esa amplitud y altura, y longitud y profundidad. Y usted se cansa ¿no es cierto? de cristianos que andan por todos lados buscando algo más. Mas ¿qué?

Observe Colosenses, capítulo 2, versículo 8. “Mirad que nadie os lleve cautivo mediante filosofía y engaño vacío, conforme a la tradición de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo en lugar de según Cristo. No dejen que nadie los cautive al sistema humano.” Ahora escuche los versículos 9 y 10, “Porque en él esto es en Cristo habita corporalmente toda la plenitud de la deidad.” Ahora observe esto, “Y vosotros estáis completos en Él.” Que afirmación, que afirmación tan absolutamente maravillosa. En Él usted ha sido hecho completo.

Ahora a pesar de toda esta revelación acerca de la generación sorprendente de Dios, nadie escribe de eso. Y a pesar de toda esta revelación acerca de la generosidad sorprendente de Dios, los cristianos todavía piensan que Dios fue tacaño. Y Él quizás les ha dado la gracia en la salvación, pero no suficiente gracia para ser santificados, o quizás suficiente gracia para ser santificados, pero no suficiente gracia para ser glorificados. Usted podría perder su salvación. 

O quizás Él le dio suficiente gracia para ser salvo, y suficiente gracia para que en cierta manera sea santificado, y suficiente gracia para ser glorificado, pero no suficiente gracia para enfrentar sus problemas.

Usted ha sido engañado en términos de recursos necesarios para la vida. Amados, esa es una actitud impensable, ingrata hacia un Dios generoso. Escuche las palabras de Salomón, quien fue más sabio que muchas personas en este mundo. En Eclesiastés 3:14 él dijo esto. “Aquí hay algo que sé, esto sé. Que todo lo que Dios hace permanecerá para siempre, y no hay nada que añadirle, y no hay nada que quitarle.” Eso es bueno, lo que Dios dio, usted no le puede añadir y no le puede disminuir. ¿Somos suficientes en Cristo, o nos faltan recursos? ¿Necesitamos más de Jesús, necesitamos más del poder sobrenatural, necesitamos algún tipo de ayuda humana, algún tipo de terapia, algún tipo de psicología más allá de la Escritura? “Ningún bien Él retiene de aquellos que andan en rectitud”, Salmo 84:11. No falta nada.

Dice usted, “Bueno ¿por qué tantas personas dudan eso?” Bueno, una razón, por la que la gente duda es porque realmente no es salva, no tiene una relación con Jesucristo entonces son insuficientes, simplemente piensan que son salvos. Otra razón por la que la gente duda es porque son ignorantes, no saben lo que tienen. Y esa es la razón por la que Pablo le dijo a los Efesios “Quiero que los ojos de su entendimiento sean iluminados para que sepan cuáles son las riquezas de su gracia.” Otra razón por la que algunas personas no lo experimentan es porque, aunque verdaderamente son salvos, y son suficientes, y aunque puedan ser bien instruidos y saben que son suficientes, no están caminando en rectitud. Y entonces los recursos están ahí, pero no están disponibles. Pero para el cristiano verdadero y el cristiano obediente hay una suficiencia completa, auto-contenida.  

Piénselo en estos términos, Romanos 8. Esto es muy, muy fuerte. Romanos 8 y versículo 32, escuche esto. “El que no escatimó ni a su propio hijo, sino que lo entregó por todos nosotros.” Deténgase ahí, él está hablando de Dios.  Dios no libró a Su propio Hijo, Dios envió a su Hijo Jesucristo al mundo para morir en una cruz por nuestros pecados. Muy bien, si Dios no escatimó a su propio Hijo, lo cual fue lo más que Él podía dar ¿verdad? Lo más que Él podía dar. Pablo dice “¿Cómo no nos dará juntamente con él”— esto es con su Hijo—“no nos dará libremente todas las cosas?”

Aquí está su razón. Si Dios nos dio lo mayor, el sacrificio de su propio Hijo ¿Cómo podemos imaginar que Él va a retener lo menor? Las buenas cosas que la muerte de su Hijo compró. ¿Tiene sentido eso? Si Dios nos dio lo máximo, Él no va a contener lo mínimo. Dice usted, “Bueno, sí, Dios me dio su mejor regalo, el Hijo, perdonó mis pecados en el sacrificio del Hijo, pero no me va a dar suficiente paz para enfrentar esta situación.” No, no. Si le dio lo mejor, ¿Él va a retener lo menor? Como puede ver, todo esto habla de la gran realidad de que en Cristo somos suficientes, que tenemos una salvación suficiente.

Ahora no estoy descartando la comunión, no estoy descartando la sabiduría en cuidado mutuo y bondad, y consejo, pero estoy diciendo cuando hablamos de recursos espirituales, somos por el espíritu que mora en nosotros mediante el milagro de la salvación, creyentes auto-contenidos, suficientes. La salvación no es un regalo tacaño. En Mateo 22:4 Jesús compara la salvación a una fiesta de bodas. Y la razón por la que Él usó una fiesta de bodas fue porque era en una fiesta de bodas cuando todo era hecho de manera abundante. Cuando usted fue salvo, fue Dios concediendo de manera abundante a usted lo que una persona haría en una fiesta de bodas.

Se acuerda usted, en Lucas 15, cuando el Prodigo vino a casa, retrata al pecador viniendo a Dios. ¿Qué hizo el padre? El padre dijo, “Saquen la mejor túnica, pónganle un anillo en su dedo, pónganle sandalias en sus pies. Maten al becerro engordado, que empiece la música, bailemos, esta es una celebración.” Eso retrata la salvación, Dios no está diciendo, “Bueno, aquí está la salvación, pero no esperen más.” Es una celebración de fiesta completa, de boda abundante y generosa con todo lo que Dios podía dar. Así es como Dios opera, lo mejor de todo, todo eso nos lleva al versículo 3. Usted no sabía eso, pero así es. 

¿Qué dice el versículo 3? “Su divino poder nos ha dado” ¿Qué? “todo lo que pertenece a la vida y a la piedad.” Conforme Pedro presenta esta carta maravillosa, él está hablando de nuestra salvación. Estar seguros de nuestra salvación es el primer lugar para estar fuertes en contra de los falsos maestros, y los falsos maestros son su tema primordial. Pero él comienza hablando de nuestra salvación, ahí es en donde adoptamos nuestra postura en contra de la falsa enseñanza. Él ya habló de la fuente de nuestra salvación en el versículo 1, él habló de la sustancia de nuestra salvación en el versículo 2. Y ahora él está hablando de la suficiencia de nuestra salvación en los versículos 3 y 4, y francamente es una de las afirmaciones más grandes en todas las páginas de la Escritura.

Entonces hablemos de la suficiencia de nuestra salvación. No podemos decir todo lo que debería ser dicho, no tenemos tiempo para eso, pero quiero darle unas cuantas palabras para entender lo que vamos a decir. Muy bien, conforme vemos estos dos versículos literalmente deben causar que tengamos gozo incesante cuando vemos la inmensidad de nuestra suficiencia en Jesucristo.

La primera palabra que quiero que escriba es la palabra poder, poder. Estas palabras simplemente nos van a llevar a lo largo de estos versículos. Viendo que su poder divino—ahora, el poder es la fuente de nuestra suficiencia. Sea cual sea la suficiencia que nos ha sido dada es debido a energía sobrenatural, no debido a nuestro poder, no debido a algo que hicimos. No poder natural, no poder humano, poder divino. Y entonces Pedro comienza con una certeza bien fundada de que nuestros beneficios de salvación el poder de Dios está en operación completa.

Hombre, qué pensamiento. Pablo lo dijo se esta manera, “Aquel que es poderoso para hacer mucho más abundantemente de lo que pedís o entendéis conforme al poder que opera en nosotros.” ¿Qué poder? El poder que resucitó a Jesús de los muertos, el poder de resurrección opera en nosotros, y podemos hacer lo que ni siquiera podemos pensar. Ni siquiera podemos hablar, poder divino, Su poder divino. “Su”, probablemente regresa a modificar a Jesús Nuestro Señor, el poder del Señor Jesús. Dice usted bueno, quizás podría regresar a Dios. Podría, excepto que probablemente no será el termino divino porque si estuviera refiriéndose de regreso a Dios será suficiente decir Su poder, debido a que inherente en la palabra Dios es deidad. El hecho de que él añade divino, probablemente nos está llevando a asumir que esto regresa, a Jesús nuestro Señor, cuya deidad alguien podría cuestionar, y entonces él dice Jesús nuestro Señor, y es Su poder divino, Su poder divino.

Según Mateo 24:30 el Señor Jesús tuvo gran poder. Según Marcos 5:30 gran poder vino de Él para sanar. Según Lucas 4:14, Su ministerio en Galilea fue hecho con poder. Según Lucas 5:17 el poder del Señor Dios estuvo presente en Él. Pablo dijo en Romanos 1:4 que Jesucristo fue el Hijo de Dios con poder. Y Pablo se regocijó porque el poder de Cristo moraba en él, Segunda de Corintios 12:9.

Amado, ser cristiano nunca puede experimentar una falla de poder. ¿Oyó usted eso? Usted puede ser desconectado, y usted puede apagar el interruptor, pero el poder nunca falla, no puede. Esta ahí. El poder divino, el momento en el que usted colocó su fe en su Jesucristo el poder divino es concedido a nosotros, a cristianos. La palabra concedió me gustaría que tuviéramos algo de tiempo para verla más de cerca. Es una palabra, palabra compuesta en el tiempo perfecto, lo cual significa que Dios ha concedido de manera generosa a nosotros poder permanente. Algo que Él nos dio en el pasado con resultados continuos.  Nunca puede haber una falla de poder, estas cosas no se encuentran de manera natural en nosotros, tienen que ser dadas. Y Jesús Nuestro Señor mediante el poder divino de manera generosa, continua nos las da a nosotros.

La segunda palabra que quiero que mantenga en mente es provisión, “que ha concedido su poder.” Provisión, ¿Qué provisión? “Nos ha concedido,” aquí está, “todo lo que pertenece a la vida y a la piedad.” Una afirmación absolutamente increíble, fuera del hecho de que está en la palabra de Dios. Ninguno de nosotros si viéramos nuestras vidas prácticas suponemos que tenemos todo lo que es necesario para la vida y la piedad, porque tropezamos tanto. Pero aquí está. La palabra todo está en la posición enfática, porque lo que Pedro está enfatizando es suficiencia completa. Tenemos todo relacionado a ¿qué? En primer lugar, todo lo          que pertenece a la vida. ¡Qué afirmación!

La vida es la realidad esencial, todo lo que se relaciona a la vida lo tenemos. Tenemos nueva vida en Cristo, y todo lo que está relacionado a sustentar esa vida lo tenemos. Esa es la razón por la que tenemos que creer que un cristiano está eternamente seguro. ¿Por qué? Porque usted tiene todo lo que pertenece a esa vida. Esa es la razón por la que creemos q         ue un cristiano perseverará permanentemente. ¿Por qué? Porque usted tiene todo lo que es necesario para sostener esa vida.

Esa es la razón por la que creemos que cualquier vicisitud, lucha, prueba de la vida, usted tiene todo lo que necesita, porque todo lo que necesita en la vida usted lo tiene. Usted lo tiene en plenitud, lo tiene en abundancia, lo tiene en perfección, todo. Y después Él añade “y piedad,” todo lo que usted necesita para ser piadoso lo tiene. Esa palabra hermosa, eusebeia, significa reverencia verdadera, reverencia en adoración y obediencia activa.

Todo lo que usted necesita para ser una persona reverente, santa, piadosa usted lo tiene, no necesita estar rogando por algo más. No necesita estar pidiendo algo más, alguna experiencia estática, algún don estático, algún milagro, alguna maravilla, alguna señal. Usted tiene todo recurso espiritual para sostener y perfeccionar esa vida eterna que está en usted, y todo recurso espiritual para manifestar esa vida en una vida piadosa. ¡Qué afirmación! Permítame repetir eso, usted tiene todo recurso espiritual, para sostener y perfeccionar esa vida eterna que está en usted. Y usted tiene todo recurso espiritual, para manifestar esa vida en una vida piadosa. Todo lo que necesita está ahí, nunca es cuestión de suficiencia. La gracia que es tan poderosa para salvar es igualmente poderosa para sostener, e igualmente poderosa para manifestarse a sí misma en nuestra conducta.

Poder, provisión. Tercera palabra, procuración. ¿Cómo es que usted obtiene esta provisión poderosa? Versículo 3, “mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia.” ¡Oh, qué afirmación es esta! ¿Cómo lo consigue usted? Mediante el conocimiento verdadero de Él. Dice usted “¿Qué significa eso?” Bueno, lo que eso me indica es que usted tiene que conocer a Cristo, usted tiene que conocer a Cristo.

La palabra aquí “epignosis,” simplemente es una palabra que significa conocimiento. Y algunas veces es traducida el conocimiento profundo, el conocimiento verdadero, pero con toda honestidad es usada de manera intercambiable con la palabra más simple, no si lo cual simplemente significa conocer. Pero lo que él está diciendo aquí es que usted tiene que conocer a Cristo. No un conocimiento superficial, no algún tipo de conciencia superficial de los hechos de que Jesús vivió y murió, y resucito hoy, y ya. No alguna familiaridad superficial con la historia de Jesús, sino que usted tiene que conocerlo, conocerlo.

Recuerde usted Mateo 7:21, “Muchos me dirán en aquel día Señor, Señor, y entonces les declararé apartados de mí nunca os conocí.” Pero Señor, nosotros, nosotros predicamos en Tu nombre, e hicimos muchos milagros en Tu nombre, y echamos fuera demonios en Tu nombre. No los conocí”, ¿Qué quieres decir conocer? Bueno, estamos hablando de un tipo de conocimiento que necesitamos decir algo de esto. No conocimiento superficial, sino conocer en el sentido profundo e íntimo. Como en el Antiguo Testamento, cuando dice Caín conoció a su esposa, y dio a luz un hijo, eso es conocimiento profundo. José quedó sorprendido cuando María quedó embarazada porque él no la había conocido, eso significa contacto sexual íntimo. Está hablando de intimidad, y cuando dice que la procuración viene mediante el conocimiento de aquel, significa esa relación íntima que una persona puede tener con Cristo por la fe. Al conocer verdaderamente a Cristo en el sentido de comunión intima.

Cuando uno viene al conocimiento verdadero de Cristo, él recibe el poder de Dios mediante Cristo, lo cual trae a su vida toda provisión espiritual que su vida jamás necesitará para ser sostenido y manifestarse a sí misma en piedad. Dice usted “¿Cómo se lleva a cabo ese conocimiento personal?” Cuando entiendo que Jesús vivió y murió como Dios en carne humana, cuando entiendo que Él murió por mi pecado, cuando entiendo que Él resucitó, cuando entiendo que Él es Señor de todos, y vengo a Él, y digo creo en Ti. Me vuelvo de mi pecado, y te entrego mi vida para seguirte en obediencia como mi Señor. Eso lleva a uno a un conocimiento verdadero de Jesucristo, y en ese conocimiento verdadero el poder viene, y la provisión es concedida. Y es innecesario pedir algo más.

No nacemos como renacuajos, creo que la mayoría de los cristianos pensamos que así es. Usted sabe cómo es un renacuajo. Es esta pequeña coma, un apóstrofe, una cosa redonda con una cola. Y creo, usted sabe, algunos de nosotros pensamos que eso es un cristiano. Usted nace como una especie de renacuajo, y eventualmente sale un brazo, y otro brazo sale, y una pierna sale. Y no, usted no nace como un renacuajo cuando usted nace en la familia de Dios, usted nace suficiente y auto-contenido. Nada nuevo será añadido, usted es una creación totalmente, ¿qué? nueva. No un renacuajo, sino una vida nueva totalmente auto-contenida, de manera plena, desarrollada. Oh, seguro necesita aprender, necesita crecer, pero todos los recursos están ahí. “Mi Dios pues suplirá todo lo que os falta,” ¿cómo? “conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.” Mediante Cristo Jesús vienen, todas sus necesidades y son suplidas. Entonces un conocimiento personal de Jesucristo es como usted procura. Pero hay más aquí, hay un par de elementos en este conocimiento verdadero maravilloso. En primer lugar, Dios lo inicia, por favor vea el versículo 3, es mediante el conocimiento de aquel que nos llamó. ¡Oh! Usted no puede llegar a ese conocimiento verdadero a menos de que Dios, ¿qué? Lo llame a usted. Ese es lado soberano. ¿Cómo lo llama Dios a usted? ¿Cómo es que Él hace eso? En primer lugar, Juan 16 dice que el espíritu Santo comienza a convencerlo a usted de pecado, usted ve su pecado. Usted ve su pecado, y después yo creo que el poder de Satanás es quebrantado. Después usted comienza a ver la luz, el Evangelio glorioso de Jesucristo. Y ese es Dios acercándolo a usted. La única manera en la que usted puede procurar esto es mediante el conocimiento verdadero de Cristo, la única manera en la que usted puede tener conocimiento verdadero de Cristo es cuando Dios lo llama a usted. Jesús lo expresó de esta manera, “Ninguno puede venir a mí si el Padre que me envió no le trajere.” Le trajere.

Pero hay algo más, que acerca de mi parte. Vea el versículo 3 de nuevo. El conocimiento verdadero comienza cuando somos llamados, pero observe que ese llamado es llevado a cabo hacia nosotros por su propia gloria y excelencia. Yo no me desperté un día y dije creo que voy a ser un cristiano, oigo a Dios llamando. ¡Oh! No desperté un día y dije, “¡Oh! Me siento atraído, atraído, atraído.” No, no. Lo que me hizo buscar un conocimiento verdadero de Cristo, observe esto, fue cuando vi Su gloria y excelencia. ¿Ve eso? Dios llama, pero ese llamado se vuelve eficaz conforme somos atraídos por la gloria y excelencia de Cristo. Esto es maravilloso.

Pedro se está refiriendo a la majestad revelada de Jesucristo que lo hizo atractivo a nosotros. Esa es la razón por la que la única manera en la que usted puede tener fe salvadora es entender a Cristo. Esa es la razón por la que el evangelio de Juan, por ejemplo, él simplemente presenta a Cristo, los milagros de Cristo, milagro tras milagro, tras milagro. Las palabras majestuosas, increíbles, divinas, sobrenaturales de Jesucristo. Y después al final él dice, “Estas cosas han sido escritas,” ¿para qué? “Para que creáis que Jesús es el Cristo, el hijo del Dios viviente. Y para que creyendo tengáis vida por su nombre.”Usted tiene que ver la gloria de Cristo, usted tiene que ver la excelencia de Cristo. Su gloria, “doxa”. Siempre en el Antiguo Testamento la gloria le pertenece a Dios.

Entonces cuando usted está viendo la gloria de Cristo, usted está viendo la deidad de Cristo. Usted tiene que ver a Cristo como Dios en carne humana, usted tiene que ser impactado por la gloria de su deidad majestuosa. Esa es la razón por la que debemos siempre presentar a Cristo, presentar a Cristo. Presentar a Cristo, porque es mediante eso que el llamado de Dios para traer a los hombres es efectuado. Me parece sorprendente como la gente en la actualidad puede suponer que usted puede guiar a alguien a Cristo sin una presentación clara de Cristo. Nadie puede venir a la fe, excepto mediante oír acerca de Cristo, Romanos 10 dice, y lo primero de lo que usted debe oír es su gloria. Él es Dios, y entonces sí la gente es salva porque el Padre los llama y los atrae, pero desde nuestro de vista lo que nos jala, lo que nos atrae, lo que el Padre usa para atraernos es la gloria de Cristo, Su deidad.

Entonces, ¿qué tenemos que predicarles a los pecadores? ¿Qué debemos predicarle a la gente que no conoce al Señor? Debemos predicar la gloria de Jesucristo, debemos predicar que Él fue Dios en carne humana, como es probado por lo que Él dijo, por lo que Él hizo. Y después él dice que somos atraídos por Su excelencia, “arēte,” Su virtud. No solo Su persona como Dios, sino Su función, Su vida como es virtuosa. Cuando veo a Jesucristo no solo veo a Dios, sino veo una humanidad perfecta, veo excelencia perfecta. Veo una muestra de actos divinos y palabras divinas viniendo a través de ese Dios hombre.

La naturaleza divina de Jesús, la excelencia moral de su vida es lo que atrae a los hombres. Amados, permítanme decirles esto, esa es la única cosa que va a traer a hombres a Dios. No prometerles felicidad, no prometerles buenos tiempos, no prometerles el cielo, todas esas cosas vienen. No prometer eso, lo que atrae a los hombres verdaderamente es la visión de Cristo volviéndose clara. Ellos ven que Él fue Dios, y que Él fue perfecto. La manifestación de Su gloria atrajo a los doce, la manifestación de Su excelencia los mantuvo ahí. Todavía es lo mismo lo que atrae.

Eso nos lleva a una cuarta palabra, esta es la palabra promesas, promesas. Poder da provisión, lo cual es procurado, y lleva a promesas, versículo 4. “Mediante las cuales,” ¿por qué? ¿Qué quieres decir esto? “Por Su propia gloria y excelencia”. Su gloria y excelencia es no solo lo que nos atrae, sino Su gloria como Dios y Su excelencia siendo perfectas nos concede sus promesas preciosas y magnificas. Porque por estas Su persona innata, divina, santa debido a quien es Él. Eso es lo que eso significa, debido a quien es Él nos ha concedido. De nuevo, en verbo en tiempo perfecto lo cual significa continuo, Él lo dio, y tiene un efecto continuo. ¿Y qué nos dio? Vea esto, “sus preciosas y magnificas promesas.” La palabra preciosa obviamente significa de valor, costosas, honorable. La palabra magnificas—magistos, muy grande, superlativo, lo más grande. Entonces mediante el evangelio salvador, nuestro Señor Jesús glorioso, majestuoso, virtuoso, santo nos ha dado de manera generosa y continua promesas. Promesas, ¿cuáles son esas promesas? Él dijo “el que en mi cree vivirá,” la promesa de vida. Él dijo “yo he venido para que tengan vida, y la tengan más abundante.” Él dijo “porque yo vivo vosotros también viviréis,” y nos prometió vida de resurrección”.

Todas sus promesas, las promesas de todo lo que vimos en Corintios 3. Todas las cosas, las cosas presentes, las cosas venideras, vida, muerte, todo, Él nos prometió vida. Él nos prometió toda bendición en los lugares celestiales, Él nos prometió gracia abundante sobre gracia. Él nos prometió gozo, Él nos prometió fortaleza, Él nos prometió guía, Él nos prometió ayuda, Él nos prometió instrucción. Él prometió sabiduría, él prometió el Espíritu Santo, Él prometió el cielo, Él prometió recompensas eternas. Todo es nuestro, todo. Él ni siquiera lo está aclarando, simplemente vea todo el Nuevo testamento y encuentre toda promesa que Él dio, y es de usted. ¿Tiene todo? ¿Es suficiente? Oh, sí. Mediante el poder divino ha venido la provisión para toda persona que procura eso mediante la fe en Cristo. Y ellos entonces se vuelven los poseedores de toda promesa, toda promesa.

La última palabra, participantes. Esto es demasiado, demasiado. Todo esto Él nos lo da para que seamos participantes. Participantes de ¿qué? Para que, mediante ellas, las promesas preciosas, magnificas os volváis participantes de la naturaleza divina. ¡Guau! ¿Qué estás diciendo? El propósito para las promesas, el propósito para la bondad de Dios mediante Cristo fue para que usted se pudiera volver un participante de la naturaleza divina. ¿Quieres decirme que el Padre Dios me atrajo mediante la gloria atractiva y excelencia de Cristo, y me dio todas estas promesas en el conocimiento salvador verdadero de su Hijo, para que pudiera participar de Su naturaleza misma? Es correcto, cuando usted viene a Jesucristo usted recibe todo lo que necesita para la vida y la piedad. Usted recibe todas las promesas de Dios en el tiempo, en la eternidad, y usted se vuelve un participante de la naturaleza de Dios. Eso es doble, en primer lugar, es aquí y ahora.

¿Quieres decir que si soy cristiano ahora, soy un participante de la naturaleza de Dios? Si. Juan 1:12 dice que usted se vuelve hijo de Dios. Romanos 8:9 dice que el espíritu de Dios mora en usted. Si el Espíritu mora dentro de usted, usted posee la naturaleza divina. Gálatas 2:20 dice con Cristo estoy juntamente crucificado, mas ya no vivo yo, más vive Cristo en mí. Dios vive en mí. ¿Qué? ¿No sabes que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo? Colosenses 1:27, Cristo en vosotros. La palabra participantes es koinonnos. Con frecuencia traducimos esa palabra comunión, significa compartir o ser un socio, participamos de la vida de Dios en nosotros, somos socios en la misma vida. ¿Cómo puede ser eso? Al final del versículo 4, “porque hemos huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia.” Hay un sentido en el que nuestra nueva vida en Cristo es una nueva naturaleza, la naturaleza divina, y hemos escapado de la corrupción que nos marcó antes de nuestra conversión.

La palabra corrupción tiene la idea de algo que está totalmente descomponiéndose, algo que se está pudriendo, corrupto, arruinado. Eso es lo que éramos, estábamos podridos hasta la méedula. Descompuestos, corruptos, echados a perder, el término implica el hedor de organismos que se están descomponiendo. Y hemos escapado de eso ¿No es eso maravilloso? Usted tiene una nueva naturaleza en Cristo, la vida de Dios en usted, usted es un participante de la naturaleza divina habiendo ya escapado de la corrupción que está en el mundo mediante la concupiscencia.

La corrupción que está en el mundo está descompuesta, es pecado que está echado a perder, es motivado por la concupiscencia. Esa palabra concupiscencia, epithumia significa deseo malo. Entonces en el momento de la salvación escapamos, la palabra retrata una huida exitosa del peligro. Escapamos de la putrefacción de nuestra naturaleza pecaminosa, caída, apestosa que se está descomponiendo. Y ahora soy una nueva criatura, tengo una nueva naturaleza en Cristo, la vida de Dios en mi alma. ¡Cuán maravilloso, cuán maravilloso!

Pero hay otro sentido, Pedro también pudo haber tenido el futuro en mente. Él podría estar diciendo el Señor los ha salvado, y el Señor les ha dado todas las provisiones para la vida y la piedad, y les ha concedido todas las promesas para que en el futuro ustedes puedan volverse participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que está en el mundo por la concupiscencia. Y él incluso podría haber incluido el mismo concepto en una dimensión futura en este sentido, que él está diciendo, algún día ustedes participarán de la manera completa de la naturaleza divina cuando su carne también sea redimida. Y ustedes escaparan de manera completa a la corrupción que está en el mundo mediante la concupiscencia cuando tengan un cuerpo glorificado, y ustedes sean perfectamente completos.

Son dos dimensiones, aquí hay un sentido en el que ya participamos de la naturaleza divina porque tenemos un nuevo corazón. Y hay un sentido en el que todavía estamos por participar de la naturaleza divina, cuando tengamos un nuevo cuerpo que vaya con el nuevo corazón,  ¿verdad? Ya hemos escapado de las concupiscencias del mundo, y la corrupción putrefacta de nuestra carne caída espiritualmente, algún día escaparemos de la carne que se está descomponiendo, pudriéndose de nuestros cuerpos. En aquel día seremos como Jesús, porque le veremos tal como Él es. Somos participantes de la naturaleza divina, Cristo vive en nosotros, pero todavía participaremos de la plenitud de esa naturaleza cuando llevemos un cuerpo glorificado como Jesucristo.

Entonces tiene un significado presente, y un significado futuro. Hemos escapado de la corrupción espiritual de nuestra naturaleza caída, algún día escaparemos de la corrupción física de nuestra carne caída. Y ese podría ser el punto principal de Pedro. Amados, esta es una porción fascinante de la escritura. Y los términos de Pedro aquí son muy interesantes, porque él está tomandolos de la religión pagana. El panteísmo místico pagano siempre ha llamado al hombre a reconocer la naturaleza divina que está en él,  ¿verdad? Y que viva de acuerdo con él. Ola religión pagana siempre ha dicho piérdete en la esencia divina. Los falsos maestros en los tiempos antiguos, y más en los tiempos modernos, enfatizan el conocimiento trascendente. Eso es lo que los gnósticos hicieron, asciendan al conocimiento trascendente. Pedro está enfatizando el conocimiento verdadero. Los falsos maestros sentían que el conocimiento trascendente lo elevaba a usted por encima de la necesidad para la moralidad. Pedro dice no, el conocimiento verdadero le da a usted todo lo que necesita para vivir una vida piadosa. Los falsos maestros enseñaron que la santidad era imposible. Pedro dice, la santidad es inevitable, seremos librados de la corrupción.

Un escritor lo dijo de esta manera, los promotores paganos rivales afirmaban que usted escapaba de los trabajos de la corrupción al volverse participante de la naturaleza divina, mediante nomos, obras o phusis, alguna naturaleza trascendente, ascendente. Pedro toma su lenguaje y responde no, han llegado al conocimiento verdadero y liberación de la corrupción mediante mera gracia a través de la fe. ¿Hay suficiencia en nuestra salvación? Escuche esto. Cualquier cosa menos que una salvación completamente suficiente se burla de Dios, y deshonra a Cristo. Claro que es suficiente, nuestro Dios da más gracia. Más que ¿qué? Más de lo que usted jamás podría llegar a entender.

Inclinémonos en oración. Ha sido una tarde maravillosa que hemos compartido Padre, estamos tan agradecidos, el gozo de la música que llenó nuestros corazones, y ahora la emoción de oír acerca de nuestra suficiencia espiritual en Cristo. Oh, Señor, que nunca cuestionemos eso, sino que estemos agradecidos por esto. Y que entendamos que es nuestra ignorancia, ojo no ha visto, oído no ha oído, ni ha entrado en nuestro corazón lo que es preparado para nosotros.

Señor abre nuestros ojos para que entendamos lo que tenemos en Cristo. Y para que podamos disfrutar esos recursos al máximo, y no ser tan necios como para pensar que debemos depender de la sabiduría de los hombres. O que de alguna manera necesitamos algo más, cuando ni siquiera podríamos comenzar a agotar todo lo que tenemos. Oh, Dios gracias por proveer todo lo que necesitamos para vivir de la manera en la que te glorifica a Ti, por causa de Jesús, Amen.    

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