Bueno, nuevamente regresamos al estudio de esta breve epístola de Judas. Y he titulado a este estudio ‘La guerra por la verdad, sus detractores y defensores’. Tiene que ver con la guerra por la verdad.
Al ver la epístola de Judas en esta noche, quiero llevarlo a los versículos 3 y 4. Leemos: “Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.”
Esta es una de las introducciones más interesantes a una epístola, porque Judas, el medio hermano de nuestro Señor, nos dice que tenía una intención en mente cuando se sentó a escribir y de hecho, terminó escribiendo algo diferente de lo que tenía en mente. Él quería escribir acerca de nuestra común salvación, pero él sintió la necesidad de escribir acerca de contender ardientemente por la fe. Creo que él quería escribir una epístola que celebrara los gozos de la salvación; pero él recibió algo de información de algún lugar. Él recibió un reporte de alguien. O quizás, varios reportes, o quizás él vio una tendencia y se dio cuenta de que la salvación misma que él quería celebrar, la salvación misma de la que él quería escribir, estaba en peligro de ser severamente atacada, a menos de que la Iglesia se levantara y enfrentara para pelear por su supervivencia.
Entonces, lo que comienza quizás como una carta amistosa, alentadora, confortante, termina siendo un llamado a las armas, un clamor a los creyentes a pelear y a unirse a la guerra por la verdad, sirviendo del lado del Señor. Y detrás de la carta, hay algo que nos ayuda a entender lo que está pasando en el versículo 4: “algunos hombres han entrado encubiertamente…” Ha habido una infiltración en la Iglesia de personas que convierten la gracia de Dios en libertinaje y niegan a nuestro único amo y Señor Jesucristo. No conocemos los detalles específicos de esto. No sabemos en dónde o cuándo, cómo es que la información le llegó a Judas, pero él estaba consciente de esto. Y de lo que estamos hablando en esta epístola es del peligro grave de la apostasía, el peligro grave de la apostasía, lo cual es conocer la Verdad hasta cierto punto y abandonarla, conocer la Verdad y rechazarla.
Esto no es nuevo para Judas, aunque Judas es la única carta de la Escritura que está totalmente enfocada en la apostasía. La apostasía es conocida por cualquier estudiante de las Escrituras. De hecho, hay una parábola que Jesús dio, la dio en Mateo 13, pero puede ir al paralelo de Lucas 8, a la parábola; y usted la conoce. Es una palabra de las tierras. ¿Se acuerda de ella? ¿De cómo se sembró la semilla en las diferentes tierras? Y el versículo 12 de Lucas 8 dice: “aquellos que están junto al camino o aquellos que han oído, después viene el diablo y quita la palabra de sus corazones para que no crean y sean salvos. Y aquellos que están en la tierra pedregosa, son aquellos que cuando habiendo oído, recibieron la Palabra con gozo y estos no tienen raíz firme, creen por un tiempo y en el tiempo de la prueba, de la tentación se apartan. Y la Palabra cayó entre los espinos son los que han oído y siguen por su camino y son ahogados con los afanes y las riquezas y los placeres de la vida y no producen fruto para madurez.” Y después, él procede a hablar acerca de la buena tierra, en donde la semilla cae y da fruto.
Aquí hay tres diferentes casos en los cuales las personas escuchan la Palabra y se desvían, se apartan. Esto es esencialmente lo que es la apostasía. Es escuchar la Verdad, conocerla y rechazarla. Esto es exactamente acerca de lo que Judas está escribiendo. Estas personas son el mayor peligro para la Iglesia, porque ellas conocen algo acerca del Evangelio. Y traen a la Iglesia ciertas sutilezas por su deserción. Un apóstata es alguien que ha recibido la verdad del Evangelio, quizás inclusive uno que la cree aparentemente o superficialmente por un tiempo, pero después, se aparta, abandona, y se va sin llegar a dar fruto. Esto sería como esas personas a los que se hace referencia en el sexto capítulo de Hebreos. Dice de ellos en el versículo 4: “en el caso de aquellos que habiendo sido una vez iluminados,” esto es que llegaron a conocer o entender los hechos, “gustaron del don celestial, han llegado a probar algo del gran poder de Dios manifestado en Cristo, inclusive han llegado a ser participantes del Espíritu Santo,” esto se refiere a la obra del Espíritu Santo a través de Cristo, esto lo han visto y muchos de ellos, claro, en el tiempo en el que Cristo estuvo en la Tierra tuvieron una experiencia de primera mano de ese poder. Ellos han gustado de la buena palabra de Dios. Todo es acerca de gustar, de probar, ¿no es cierto? No es acerca de comer. Ellos han gustado de los poderes del siglo venidero, el poder del Reino fue liberado a través de Jesús, todos Sus milagros realmente fueron adelantos de lo que estaba por venir, una probada de lo que Él haría en el Reino.
Entonces, aquí estaban estas personas en la tierra que oyeron el mensaje y lo comprendieron en sus mentes, quienes tuvieron una probada del poder celestial de Cristo, quienes experimentaron la obra maravillosa del Espíritu de Dios a través de Él, quienes gustaron la buena palabra de Dios que salió de Su boca, que vieron los poderes milagrosos que caracterizarán la edad venidera y después, versículo 6, dice: “se han apartado, han caído.” Y procede a decir que es imposible renovarlos nuevamente al arrepentimiento debido a que ellos vuelven a crucificar para sí mismos al Hijo de Dios y lo avergüenzan de manera abierta. Si teniendo toda esa información, ellos se desvían y se van en la otra dirección, es imposible que sean salvos porque han rechazado cuando tuvieron la luz completa.
La apostasía es oír y entender por lo menos y quizás aparentemente creer, pero después, dar la espalda y abandonar. Si usted regresa por un minuto en Lucas, hay un pensamiento breve ahí que puede expandir su entendimiento de esto de manera útil. Habla, versículo 13, de esa tierra pedregosa que son aquellos que reciben la palabra con gozo. Ellos reciben la palabra con gozo. Pero no tienen raíz firme, ellos creen por un momento y en el momento de la tentación, de la prueba, se apartan. Esa es la forma verbal de la palabra apostasía, esa es la forma del verbo de la palabra apostasía. La reciben y se apartan.
Quiero mostrarle una comparación. Si usted quiere una comparación, los buenos oyentes son también los que reciben, también se dicen que aceptan la verdad del Evangelio. Y creo que es Marcos 4:20, estoy diciéndolo de memoria, sí, estos son los aquellos en quienes se siembra la semilla en la buena tierra y oyen la Palabra de Dios y la reciben. Y aquí, el Espíritu Santo es una palabra diferente. Dechomai es la palabra recibir como es usada en Lucas en referencia a aquellos que se apartan. Esta es paradechomai. La buena tierra hace más que simplemente una recepción superficial, paradechomai es una palabra intensificada. Un término más fuerte indicando una recepción profunda. Hay una recepción superficial, hay un dechomai. Y después, hay un paradechomai, una aceptación de corazón mucho más profunda por parte de la tierra buena. Aquellos que apostatan, pueden oír la verdad, comprender la verdad; pero nunca producen fruto porque ellos no tienen ninguna raíz. Judas dice, si usted pasa a Judas, al versículo 12, éstos están sin fruto, dos veces muertos y desarraigados. Y Judas está simplemente edificando sobre el lenguaje de esta parábola de Mateo, Marcos y Lucas. Son infructíferos, están muertos y han sido desarraigados.
Ahora, cuando hablamos de apostasía, no estamos hablando de confundir eso con mera indiferencia a la palabra o ignorancia de la palabra o el error. Hay personas que nunca han oído la Verdad. Hay personas que son ignorantes de la verdad, son indiferentes a la verdad, ni siquiera se han expuestos a sí mismos a la misma y hay personas que han oído presentaciones equivocadas que dicen ser la verdad, pero no lo son. No estamos hablando de eso. Cuando usted habla específicamente de un apóstata, está hablando de alguien que ha recibido la luz pero no la vida, la semilla, pero no el fruto, quizás la palabra escrita, pero no la palabra viva. Es un rechazo deliberado de la Verdad después de que la Verdad ha sido oída.
En 2 Tesalonicenses 2:10, creo que está bien expresado. Cuando el juicio cae, cae sobre aquellos que rechazan al Evangelio de quienes es dicho: “no recibieron el amor de la verdad para que pudieran ser salvos.” Recibieron la verdad, no recibieron el amor de la verdad.
Hay otra ilustración de esto y está en el octavo capítulo de Hechos. Si es tan amable, pase ahí y podemos retomar la historia ahí en el capítulo 8. Es una historia bastante fascinante acerca de un hombre llamado Simón. Simón ahí atrás en el versículo 9 es identificado como un mago, asombraba la gente de Samaria diciendo ser algún grande. Él era un engañador, obviamente.
Pero la gente pensaba, según el versículo 10, que tenían gran poder de Dios. Bueno, en el versículo 12 Felipe predicó las buenas nuevas acerca del Reino de Dios. Ahora, usted puede asegurarse de que este fue un sermón del Evangelio muy, muy fiel. Esta fue una presentación fiel del Evangelio de Jesucristo. El predica el Reino de Dios, ésa es la esfera sobre la cual Dios gobierna a aquellos que son redimidos por la fe en el nombre de Jesucristo. La gente estaba siendo bautizada, hombres y mujeres por igual. Él estaba teniendo un impacto evangelístico aquí. Y el versículo 13 dice: “inclusive Simón mismo creyó.” Y el hecho de que él había sido bautizado parece indicar qué tan fuerte la fe parecía ser. Y no sólo eso, él continuó estando con Felipe. Y no sólo eso, él estaba observando señales y grandes milagros que se llevaban a cabo y se asombraba de manera constante. Esto parecía como lo mejor que podía suceder.
Pero más adelante en la historia, versículo 18: “cuando Simón vio que el Espíritu estaba siendo dado a través de la imposición de la manos de los apóstoles, él les ofreció dinero diciendo ‘denme también está autoridad para que a toda persona sobre quien yo imponga mis manos pueda recibir el Espíritu Santo.’” Los apóstoles aparecieron, impusieron mano sobre la gente, ellos recibieron el Espíritu Santo, obviamente había alguna manifestación visible de la llegada del Espíritu Santo, sin duda alguna en mi mente hablaron en lenguajes, los cuales eran paralelos a la ocasión de Pentecostés, porque esto fue en Samaria y ellos necesitaban saber que habían recibido el mismo Espíritu Santo en los mismos términos que lo recibieron los judíos, no fuera que hubiera una dimensión en la Iglesia. Y Simón vio este milagro asombroso.
Ahora, él creyó y él fue bautizado y él continuó y observó las señales y él estaba asombrado de manera constante. Pero Pedro le dijo en el versículo 20: “tu dinero perezca contigo.” Pedro simplemente le dijo que él iba a perecer. Pedro le dijo que no era un creyente. Pedro le dijo “que tu dinero, plata perezca contigo porque has pensado que puedes obtener el don de Dios con dinero. No tienes parte o porción en este asunto porque tu corazón no es recto delante de Dios. Tú no eres un cristiano, tú no eres un creyente.” Siempre he preferido el método directo. Esto es todo. “Por lo tanto arrepiéntete de esta, tu maldad y ruega al Señor para que la intención de tu corazón, si es posible, te sea perdonada porque puedo ver que en hiel de amargura estás en la esclavitud de la iniquidad. Simón respondió y dijo rogar al Señor por mí para que nada de lo que has dicho venga sobre mí.” Creyó, fue bautizado, nunca fue liberado de la esclavitud del pecado.
Bueno, ese día, él se volvió en un apóstata. Él se volvió en la persona más peligrosa para la fe cristiana y el Evangelio. El resto de su vida, él diría ‘yo he estado ahí, he hecho eso, eso no es verdad, no funciona’. Dicha apostasía no sólo está limitada al Nuevo Testamento. Israel en el Antiguo Testamento fue advertido una y otra vez a no abandonar, a no volverse apóstata. La palabra griega apostasia aparece varias veces en el Antiguo Testamento griego, el cual es llamado la Septuaginta. En Números, por ejemplo, 14:9, Dios dice: “no apostaten,” esto es prohibido. Y usted oye el mismo clamor en Josué capítulo 22 versículo 16, versículo 19, versículo 22. Y simplemente, usted no le la palabra apostasía en español, pero permítame leerle tan sólo un par de esos versículos, si puede llegar ahí. “De esta manera, dice la congregación entera del Señor, de Jehová, ¿qué es este acto infiel que han cometido en contra del Dios de Israel?” Aquí está la palabra alejándose, apartándose de seguir a Jehová este día al edificarse un altar para revelarse en contra de Jehová este día.” Y esto es repetido en esencialmente el versículo 19 y nuevamente en el versículo 22.
Ahí en Jeremías, usted encuentra nuevamente lo mismo. No es un nuevo problema. Jeremías, capítulo 2, versículo 19: “vuestra propia impiedad os corregirá y vuestras apostasías os reprenderán. Sabed pues y ved que es malo y amargo para vosotros dejar a Jehová vuestro Dios.” Ustedes no me temen, dice Él, ustedes no tienen terror de Mí. Capítulo 5, versículo 6: “por lo tanto el león del bosque os matará, un león del desierto los matará, un leopardo está vigilando sus ciudades. Toda persona que sale de ella será despedazada.” Este es Dios hablando metafóricamente acerca del juicio venidero de Jerusalén. ¿Por qué? “Porque sus transgresiones son muchas y sus apostasías son numerosas.” Conocer la verdad y rechazar esa verdad.
En Oseas, capítulo 11:7, Dios dice: “Mi pueblo está inclinado a apostatar, ellos están inclinados a volverse de Mí.” Y entonces, esto es algo que siempre ha sucedido. Gente que conoció la Verdad, rechaza la Verdad. Inclusive en la vida de Jesús, si usted ve Juan 6, versículo 66, es un resultado de esto. “Muchos de Sus discípulos se retiraron y ya no andaban con Él.” La enseñanza que Jesús les dio los alejó y literalmente apostataron, se desvanecieron. Ellos se volvieron apóstatas a la verdad que oyeron cuando la rechazaron.
En el discurso del Monte de los Olivos, hacia el final del ministerio de nuestro Señor, Mateo 24 registra en el versículo 9: “Jesús dice: ‘y os entregarán a tribulación, los van a matar. Seréis odiados por todas las naciones por causa de Mi Nombre y en ese entonces, muchos apostatarán.’” Muchos se volverán apóstatas. Se apartarán. Segunda de Pedro 2, simplemente dándoles varios de estos versículos, versículo 20, dice: “porque si después de haber escapado de las contaminaciones del mundo mediante el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, se vuelven a enredar en ellas y son vencidos, el postrero estado se ha vuelto peor que el primero.” Si usted conoce la Verdad, ha llegado al conocimiento del Señor y Salvador en su mente y regresa y se vuelve a enredar en las contaminaciones del mundo, el último estado es peor que el primero, sería mejor para ellos no haber conocido el camino de la justicia que habiéndolo conocido, desviarse del santo mandamiento entregado a ellos. Son como un perro que vuelve a su vómito o una puerca lavada que regresa a revolcarse en el lodo. La Biblia no tiene palabras muy agradables para los apóstatas.
Y estarán por todos lados. Primera de Timoteo capítulo 4 nos dice que el Espíritu dice claramente que en los postreros días algunos apostatarán de la fe. Ahí está el mismo término. Van a desertar. En las palabras de Pablo a Timoteo, “naufragarán en cuanto a la fe,” de regreso en el capítulo uno1 versículo 19. O en la terminología moderna, su fe llegará a terminar como un choque de avión.
En Segunda de Timoteo encontramos lo mismo. “El día va a venir”, le escribe Pablo a Timoteo, “cuando no soportarán la sana doctrina.” Versículo 4, “sino que volverán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas.”
Ahora, lo que es realmente serio, de regreso a Judas, es que estas personas se meten al cristianismo y se incrustan sin que sean identificadas. Se meten encubiertamente. Y entonces, tenemos que ir a la guerra en un sentido de guerra civil. Es difícil promover esta en la actualidad, ¿no es cierto? Porque ahora, lo que está de moda es ‘amemos a todo el mundo, no peleemos, seamos tolerantes’. Tenemos una guerra que pelear y la guerra que tenemos que pelear está aquí adentro, adentro de la Iglesia. Tenemos predicadores controlados por demonios y doctrinas de demonios y mentirosos hipócritas; y la gente no quiere la verdad y van a ir a la Iglesias en donde no la predican, no a las que la predican. Tenemos apostasía en la Iglesia. Ahí es donde es peligroso. Siempre se han infiltrado. Siempre han entrado. Ésa es la estrategia.
¿Qué es lo que Pablo dice en Hechos 20? Eso fue algo tan definido y determinante a principio de mi ministerio. El capítulo 20 de Hechos, básicamente viví en ese capítulo durante años al comienzo de mi tiempo aquí. Y el apóstol Pablo le dice a la gente en Hechos 20:28: “mirad por vosotros y por todo el rebaño.” Tienen que estar en guardia. ¿Por qué? “Yo sé que después de mi partida entrarán entre vosotros lobos rapaces que no perdonarán al rebaño.” Y aquí está el peligro. “Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablarán cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos. Y por lo tanto, velad. Recordándoos que de noche de día durante tres años no dejé de amonestaros a cada uno de vosotros con lágrimas.”
¿Cómo es que usted va a enfrentar eso? Bueno, él dice, “yo os encomiendo a Dios y a la palabra de Su gracia que tiene poder para sobre edificaros.” La única manera en la que usted puede defenderse de esto es conocer la Palabra de manera tan bien que usted puede reconocer la apostasía. Los apóstatas se alejan de la verdad, no necesariamente se alejan de la Iglesia, ¿verdad?
Muchos de ellos tienen cierta familiaridad con la Iglesia y pueden hacer su base de operaciones ahí y pueden tener mucho éxito para el enemigo y también hacer algo de dinero a expensas de la ignorancia de la gente. Siempre ha habido apóstatas y siempre habrá apóstatas, siempre aquellos que dejan la Verdad. Han estado por todos lados. ¿Sabe usted que la gente de la generación de Noé no oyó la verdad y la rechazó? ¿Le dieron la espalda a la verdad y se ahogaron? Fue la apostasía de la verdad que llevó a la torre de Babel porque la verdad acerca del Dios vivo y verdadero había sido proclamada. Fue la apostasía lo que hizo que Israel fallara en conquistar la tierra bajo Josué e ignorara las advertencias de Moisés. Fue apostasía que produjo la inmoralidad del tiempo de los Jueces. Fue apostasía lo que llevó a Israel a la cautividad babilónica. Fue apostasía, la religión entera de Israel fue apóstata y esta es la razón por la que no reconocieron al Mesías cuando Él vino.
La apostasía ha plagado a la Iglesia no sólo en situaciones individuales, sino de manera masiva. El catolicismo romano es una forma apóstata del cristianismo. El liberalismo es una forma apóstata del cristianismo. La neo ortodoxia es una forma apóstata del cristianismo. Y toda secta que se ha aparecido en el nombre del cristianismo que desvía del Evangelio verdadero es una forma apóstata. Todo predicador que no predica la verdad es un predicador apóstata. El misticismo es un ataque apóstata en contra de la Iglesia. Cualquier negación de la singularidad de la autoridad que le pertenece únicamente a las Escrituras lleva a la iglesia a un espiral hacia la apostasía. Esa es la razón por la que todas estas religiones falsas siempre tienen a otras autoridades, sea el magisterio en la Iglesia católica o el Papa o sea Mary Baker Eddy Patterson, Glover Frye o Annie Besant o Judge Rutherford o Joseph Smith o el que usted diga, siempre están las ESCRITURAS y alguna otra autoridad. Pero se quedan cerca y se quedan dentro del marco de referencia. Se infiltran y se establecen. Y el ataque en contra de la verdad viene desde adentro; y entonces, aquí estamos enfrentando eso, teniendo que enfrentarlo desde adentro y no nos hace muy populares. Le digo una cosa, no nos hace muy populares. El modo en el que vivimos en la actualidad… es realmente difícil tomar una postura en contra de la apostasía abierta que se ve fácilmente. Y la tendencia hacia la apostasía está viniendo de un modo tan rápido debido a una falta de discernimiento y una poca disposición a discernir.
Bueno, toda esa fue la introducción. Y usted sabe, Judas es como un buen periodista. Aquí está un buen periodista. Él sería un muy buen escritor de periódico, porque si usted alguna vez ha tomado cursos de periodismo y aprendió a escribir artículos para un periódico, o si tan sólo observa un poco cuando lee el periódico, usted sabe que el primer párrafo y quizás el segundo párrafo resumen todo. Y luego, en los párrafos segundo, tercero o cuarto usted comienza a regresar a los detalles. Y usted regresa y pasa por todo y te expande. Bueno, eso es lo que hace Judas. Los versículos 3 y 4 presentan la historia entera y después el versículo 5 hasta el final regresa a esto y lo abre todo. Conocemos a la gente en los versículos 3 y 4. Tenemos una perspectiva expandida en el resto del libro. Vemos el peligro por el cual debemos pelear en el versículo 3. Y eso se expande mucho en el resto del libro, primero en resumen, después los detalles.
Bueno, veamos el resumen. “Amados,” me gusta eso. Siempre me quedo atorado en esa palabra. Y quiero decirle esto porque esto me da una buena oportunidad de decirlo. Tantas veces, usted adopta una postura firme acerca de algo, si usted traza la línea en donde la Biblia lo hace y si usted no hace concesiones y usted es fiel a la verdad, vive por la verdad, proclama la verdad, la gente lo llama a usted alguien no amoroso. ¿No es verdad? Digo, esto es tan típico. Tan típico. Esa es la designación común para el predicador que es verdadero, que es fiel a la fe. Él no es amoroso. Esta es la designación común para alguien que está exhibiendo la apostasía y está exhibiendo a los apóstatas. ¿Pero entiende usted que lo que Judas está haciendo aquí no es porque no ama, sino porque él ama? Es porque él se preocupa tanto. Él comenzó a escribir una carta acerca de la salvación en común pero él amaba a su gente, a quienes les escribió, demasiado como para dejarlos expuestos a lo que él vio como una gran amenaza.
“Amados,” él dice. Y después, en el versículo 17, “más vosotros amados”; y después, en el versículo 20, “más vosotros amados”. Este no es algún tipo de sentimentalismo. Este no es algún tipo de emoción superficial. Este no es algún tipo de tolerancia. Esta es una preocupación genuina, amorosa, real, deliberada, poderosa por parte de un hombre de Dios buscando que el pueblo de Dios sea protegido de aquello que los puede destruir y su eficacia y su ministerio. No es amor que nace del sentimiento lo que Dios busca, sino que es amor que nace de la convicción basada en la verdad y usted tiene que estar haciendo esa distinción continuamente.
Usted ama a alguien cuando les dice la Verdad. Y Judas estaba preparado a ir hasta la Verdad, inclusive si era dolorosa. Y entonces, él dice: “aunque estaba haciendo todo esfuerzo por escribirles,” ¿Qué quiere decir eso? Esta es una declaración interesante. “Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros…” Usted pregunta ‘bueno, ¿acaso él no estaba inspirado por Dios?’ Bueno, sabe una cosa, es algo interesante pensar en esto. Podría imaginarse que él estaba tomando aquí su pequeño instrumento de escritura. ‘Naaa…, voy a quitar eso. Estoy tratando de echar a andar esto, pero no sirve, no está funcionando.’ Bueno, él no estaba escribiendo lo que el Espíritu Santo quería que escribiera. Él dice, el lenguaje de hecho en el griego es apresurarme, tomar velocidad. Y es como decir “yo estaba apresurándome por escribir acerca de nuestra salvación en común, quería celebrar la unión que compartimos en nuestra salvación. Quería escribir acerca de eso. Y simplemente no podía, no podía hacerlo.” Entonces, él dice “yo simplemente estaba haciendo todo esfuerzo por hacerlo y simplemente, no salió.”
Ahora, el hecho de que él estaba tratando de apartar tiempo para hacerlo o de que él tuvo el tiempo para hacerlo y simplemente no sabía cómo expresarlo o estaba siendo restringido, claro, por el Espíritu Santo. Me encanta esa pequeña frase “nuestra común salvación”, nadie tiene más salvación que alguien más, todos compartimos lo mismo y quería escribir acerca de esto y simplemente no lo podía sacar. “Por muy gozoso que yo estoy por nuestra salvación en común, por mucho que me encanta hablar de esto y escribir de esto y aclararlo y repasarlo y volverles a recordar de esto, no pude hacerlo.”
Y después, sea o no que un mensajero vino o vino gente o el Espíritu de Dios simplemente abrió su mente, de pronto se dio cuenta “tengo que escribir algo más.” Y él dice: “me ha sido necesario escribiros.” De pronto, él trató y él trató y él trató y no pudo hacerlo y después, él simplemente se vio obligado. “Me ha sido necesario,” esa es una palabra fuerte. Pablo utilizó la misma expresión en 1 Corintios 9:16: “me es impuesta necesidad y ay de mí sino predicara el Evangelio.” Pensamos acerca de Pablo en ese texto y pensamos en él como si estuviera bajo alguna pesada carga por predicar este mensaje. Así es como se sintió Judas. “No es sorprendente que no pude comenzar cuando quise escribir acerca de nuestra salvación en común y de pronto, fui abrumado por el Espíritu de Dios y supe exactamente lo que tenía que hacer, sentí la necesidad de escribirles y apelarles para que contendiesen ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.” Esa oración está cargada, cargada.
Sentir la necesidad, de hecho la raíz de este verbo es comprimir. Sentí la presión divina de escribir esto. Esto no es algo caprichoso, esto es crítico. Este no es un documento humano, esta es presión dura por parte de Dios el Espíritu. Entonces, podríamos decir que ciertamente lo que Pedro dijo es el caso de Judas, ninguna profecía de la escritura fue traída por ningún acto de voluntad humana, sino que los hombres movidos por el Espíritu Santo hablaron de Dios, 2 Pedro 1:21. Judas toma su lugar con aquellos a los cuales se hace referencia y que escribieron el Antiguo Testamento. Y Judas es un pastor y él siente esta presión del Espíritu de Dios, pero él también la siente en su propio corazón porque él pastorea. Porque los pastores por naturaleza son protectores. Tienen que Carlos, de lo contrario no servirían como pastores. Son temerosos en un sentido favorable.
Escuche Ezequiel 3:16: “Y aconteció que al cabo de los siete días vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, Yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de Mi boca, y los amonestarás de Mi parte.” Versículo 18: “Cuando Yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma.” ¡Guau! Dios le dice a Ezequiel: tú eres mi atalaya y cuando Yo te diga que adviertas, advierte. No es sorprendente que Pablo dijo que él no dejó de advertir con lágrimas noche y día. No es sorprendente que Pablo le dijo a los colosenses ‘yo me esfuerzo laborando, trabajo, más bien, esforzándome según Su poder que opera poderosamente en mí. Lo que yo hago es motivado y me veo obligado por el poder de Dios.’
Entonces, Judas dice, ‘simplemente me vi presionado como un atalaya fiel, protegiendo a la Iglesia de Dios para escribir y escribirles exhortándoos.’ Eso realmente es aconsejando, siendo llamado a un lado para ayudar, estando a un lado para que contendiesen abiertamente por la fe. Esa es una expresión poderosa. Por lo menos puedo pasar por eso, que contendáis ardientemente por la fe. Contender ardientemente, epagonizo… epagonizo. La raíz es agonizo de la cual obtenemos agonizar. Ep, nuevamente, cada vez que usted ve una preposición añadida a la parte de enfrente de un verbo griego, tiene la intención de intensificarla. Esto es pelear, pelear de manera ardiente, defender vigorosamente. Estoy llamándolos a una forma extrema de agonía. Es un infinitivo presente lo cual significa que es una acción continúa. Los estoy llamando, les estoy apelando a que estén en una batalla continua, un conflicto continuo. Es un problema continuo, apostasía.
La palabra de nuevo, agonizomai, agon es una palabra muy interesante. La palabra, de hecho, significa - agon significa - un tazón, un estadio, eran construidos como un tazón. Como un plato hondo. Y era en un tazón, en un estadio en donde usted llegaba para librar una batalla, una lucha, los gladiadores, las peleas. Es un término que Pablo usa cuando él habla acerca de pelear la buena batalla de la fe, agoniza. Es como jugar en el súper tazón definitivo y es una lucha de todos los tiempos. Es una batalla poderosa, es una pelea hasta morir con las fuerzas de la apostasía. Pablo está llamándonos a lo mismo. Una y otra vez oímos eso llamados por parte del apóstol Pablo, a Timoteo, “pelea la buena batalla,” a los corintios, usted sabe, les dice “yo no boxeo en boxeo de sombra, yo golpeo a mi oponente, a mi adversario.” A los efesios, le escribe acerca de ‘vestíos con toda la armadura y entrad a la batalla’. Y la defensa de la fe tiene que ocurrir dentro de la Iglesia, dentro del marco del cristianismo. De hecho, ahí es donde yo creo que la batalla es más agonizante algunas veces, porque usted no sólo tiene que enfrentar el error que está ahí, sino la oposición por parte de la gente que es llevada, arrastrada por el error o no se preocupa por él o no discierne lo suficiente como para saber que es error.
¿Por qué es que estamos peleando aquí? Obsérvelo, estamos peleando por la fe… LA fe. No por la fe de alguna manera nebulosa, LA fe, objetiva… LA fe, la fe cristiana, la fe del Evangelio, el contenido. Si usted pasa al versículo 17, usted entiende mejor lo que dice. “tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo.” La fe está constituida en la doctrina de los apóstoles. La fe objetiva. Como Hechos 2:42 dice, ‘perseveraban en la doctrina de los apóstoles’. Aquí es donde la batalla debe ser peleada, por la protección de la fe. “Oh, Timoteo”, 1 Timoteo 6:20, “guarda lo que se te ha encomendado.” ¿Y qué es lo que se le había encomendado? Retroceda un versículo, “el tesoro… El tesoro.” ¿Qué tesoro? El tesoro de la Verdad. Ahí en 2 Timoteo 1:13: “retén la forma de las sanas palabras.” Versículo 14: “guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en vosotros que te ha sido encomendado.”
Si usted es un pastor, inclusive un cristiano, usted tiene que proteger algo. No sólo son los somos proclamadores de la verdad, somos los protectores de la verdad. Protegemos la verdad. Y yo sé que ustedes saben esto porque en mi corazón todo el tiempo y acabamos de terminar las tres epístolas de Juan, soy motivado por la verdad, no por la proclamación de la verdad, sino por la protección de la verdad, o de lo contrario no habría nada que proclamar. Y el sentimentalismo no entra en juego. La convicción es todo lo que entra en juego. Nosotros amamos dentro de la verdad, Juan dice eso una y otra vez, ¿no es cierto? ¿A quién?… “A Gayo, a quien amo en la verdad.” Y el amor cristiano debe estar confinado a aquellos que están en la Verdad. Y entonces, peleamos por la fe, la fe verdadera. “Si alguno predicare otro Evangelio”, Pablo le dice a los gálatas, “sea anatema.” Juan dice “si alguno viene a vuestra puerta y quiere entrar a su casa y quiere que le muestre su hospitalidad y tiene una doctrina equivocada acerca de Cristo, y están extendiendo eso, no les permiten entrar en su casa, ni siquiera le diga es bienvenido o de lo contrario se van a convertir en un participante de su obra mala.” Es así de peligroso. Tenemos que pelear agonizando todas nuestras vidas por la preservación de la fe. Y después, él define la fe de una manera muy breve, muy precisa y en términos muy importantes, la fe que ha sido una vez dada a los santos, la fe que ha sido una vez dada a los santos. ¿Sabe usted lo que eso dice? La fe intacta fue dada una vez, dada a los santos; una vez, hapax, dada, paradidomi, encomendada, confiada. Y esta palabra, hapax, una vez, se refiere a algo hecho una vez para todo el tiempo con resultados duraderos, nunca necesitando repetición. La fe, queridos amigos, la fe cristiana, la verdad del Evangelio en su totalidad, de manera completa fue en el pasado una vez encomendada a los santos.
No hay fe nueva y esta es la razón por la que no hay revelación nueva. La fe cristiana fue depositada a través de los apóstoles y a aquellos que trabajaron con ellos en el siglo primero. El canon fue cerrado con los escritos de Juan al final es ese siglo. Y la fe fue entonces dada una vez por todo el tiempo y a toda la gente a los santos. Esa es la razón por la que Apocalipsis 22 dice: “si añades algo a esto, se te añadirán las plagas que están escritas aquí.” Apocalipsis no continúa y Dios no está añadiendo a la fe.
Escuche esto, la gente no descubrió la fe, les fue entregada. Nadie descubrió de manera mística el significado de Jesús. Nadie descubrió de manera mística el significado de la salvación. Nadie descubrió de manera mística cómo llegar a Dios. Pablo y los otros que escribieron el Nuevo Testamento no tuvieron algún entendimiento religioso trascendental mediante el cual ascendieron de manera intuitiva a los niveles elevados de pensamiento religioso y de alguna manera, tocaron la ropa de Dios y descendieron con algunos entendimientos profundos. Me oigo como Depak Chopra hablando. Nunca nadie fue a algún lugar para obtener eso, fue dado… Fue dado. Fue encomendado por Dios intacto, la fe. Añadir al Antiguo Testamento, la fe; el Nuevo Testamento, Mateo hasta Apocalipsis… El cuerpo de enseñanza completo, la única revelación aceptable.
No hay doctrinas nuevas, no hay revelación nueva. Esto elimina a todos los videntes y a todos aquellos que dicen tener revelación nueva. Esto elimina la idea de estar esperando la voz de Dios. Esto elimina toda secta, todo grupo, todo sistema falso que dice tener algún a otra revelación fuera de la Biblia, cualquier otra divina autoridad que la Biblia. Esto es tan maravilloso. Todo lo que Dios quiso decir y todo lo que Él quiso decir lo puso en un libro. Eso lo mantiene simple, ¿no es cierto? Este libro es lo único que necesitamos. Las Escrituras son lo único que necesitamos. Usted no necesita andar corriendo por todos lados revisando toda revelación nueva y no necesita estar escuchando como si Dios le estuviera diciendo algún secreto que Él no hubiera revelado a alguien más. Usted está aquí hablando de la fe entregada una vez y por todas… Literalmente en el griego… La fe entregada una vez y por todas a los santos. La fe viene al final en el orden griego. ¿Qué fe? La fe entregada de una vez y por todas a los santos. ¿Entiende el mensaje? Esto no es algo que viene de a gotas. No la estamos recibiendo todavía. Fue entregada de una vez y por todas. Y Judas reconoce que está bajo ataque, está bajo ataque por parte de personas que han entrado y han encontrado una apertura. Han entrado encubiertamente, están debajo del radar, debajo de la superficie. Son como arrecifes que están debajo del agua, dice más adelante, escondidos en las festividades amorosas. Se acercan a la Iglesia. Cultivan intimidad, muchos de ellos se vuelven pastores, teólogos, maestros y meten sus mentiras y tenemos que pelear contra ellos adentro de la Iglesia.
Y yo también diría esto, nunca podemos hacer esto de manera eficaz, nunca podemos hacer esto de manera eficaz y tratar de presentarnos al mundo como un grupo de personas amables, compasivas, fáciles de tratar quienes simplemente están divirtiéndose mucho. Esta es una guerra aquí. Y cuando un incrédulo entra, confío en que verán el amor de Cristo en la transformación que ha ocurrido en nuestra vida, pero también se van a dar cuenta de que estamos en una batalla por la Verdad. La gente me dice: “¿sabes una cosa?, traje a mi tía ya mayor y ella es mormona; y resulta que dijiste algo en contra del mormonismo esa noche y ella nunca regresará.” Lo único que le puedo decir, tráigala de regreso y quizás, pueda oír algo acerca del mormonismo en otra ocasión, porque tenemos que hacer lo que tenemos que hacer en la batalla. La gente tiene que ser advertida; y haremos eso porque es algo crítico.
Entonces, debido al peligro de la apostasía, Judas dice que tiene que escribir. Tiene que escribir. Bueno, la descripción de apertura de los apóstatas en el versículo 4 es demasiado larga como para que yo entre a ella. Así que va a tener que esperar durante unas semanas para llegar a esta. Pero la próxima vez, le voy a presentar a los apóstatas y usted va a poder ver a algunos criterios, para que sepas cómo reconocerlos.
Les voy a decir esto, estoy agradecido por muchas cosas en mi vida y ministerio, pero nada más que estar rodeados por ancianos, pastores, personas como ustedes que tienen el mismo amor y pasión por la Verdad. Y yo sé que lo tienen porque están aquí; y están aquí, están aquí y están aquí semana tras semana, mes tras mes y año tras año. Y lo que me alienta es que esta Iglesia se está volviendo más joven y lo que eso me dice es que es tan maravilloso, porque ahora hemos metido al ejército de los que van a contender y van a defender a aquellos que van hacer los líderes de la próxima generación. Y ellos no sólo estarán capacitados para proclamar la Verdad, sino que ellos sabrán cómo protegerla porque serán criados en un ambiente que discierne. Eso es tan alentador.
Bueno, permítame cerrar en una palabra de oración. No se vaya a ningún lugar. Vamos a tener una pequeña junta anual y después, la diestra de comunión.
Padre, gracias nuevamente en esta noche por Tu Palabra preciada. Admito que nos enredamos, pero hacemos lo que podemos hacer. Es tan rica, tan rica, que inunda mi corazón y mi mente en contemplación de estos temas. Simplemente, tómalo y úsalo y úsanos para Tu gloria, en el nombre de Jesús. Amén.
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