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Es un gozo poder estar con ustedes esta mañana, de esta manera, y dirigir sus pensamientos hacia las cosas del Señor en un momento de aflicción, un momento de prueba, un momento de para algunas personas de cierta cantidad de peligro y la realidad de la mortalidad nos enfrenta a todos nosotros, en un tiempo como éste. Y el lugar adonde acudir es la Palabra de Dios, y eso lo que quiero hacer esta mañana.

Para comenzar permítame recordarle algo que el amigo de Job, Elifaz dijo, él dijo esto y tuvo razón, él dijo: “El hombre nace para la aflicción, como las chispas vuelan hacia arriba.” Tan ciertamente como las chispas de un fuego vuelan hacia arriba, el hombre nace para la aflicción. Los problemas son ciertos y los problemas son imparables, la vida es peligrosa. De hecho, no hay nada más cierto que el hecho de que todos vamos a morir. Eso únicamente es una certeza de la vida. En ese sentido la vida es una enfermedad mortal, la vida es una condición fatal, la vida es una enfermedad mortal.

Me acuerdo cuando estuve en el programa de Larry King, después del 11 de septiembre, Larry King me dijo, “¿cuál es la lección aquí?” Yo le dije, “la lección es que todo el mundo va a morir, y no necesariamente estamos en control del cuándo.” El peligro de la muerte nos rodea, y lo que contribuye a esa muerte está tanto a nuestro alrededor como incluso adentro de nosotros. Todo mundo muere, dentro de cien años a partir de hoy ninguno de nosotros va a estar aquí, eso es inevitable. La vida es el peligro más amplio de todos, nadie escapa su fin inevitable. Pero algunas veces hay que cosas que suceden que nos asustan más allá del sentido normal de la muerte inevitable.

Mil millones de personas han muerto en guerras. Mil millones. Sesenta millones de personas mueren al año, quince millones de ellos mueren por enfermedades de corazón, diez millones de ellos mueren de cáncer, quince mil niños mueren cada día, cuatro mil personas mueren diariamente debido a accidentes en las carreteras. Cincuenta millones de personas murieron en la epidemia de la Gripe Española en 1918, pero el más grande de todos los holocaustos fue la Muerte Negra en los 1300s cuando setenta y cinco millones de personas murieron. Una perspectiva de eso nos podría ser útil. John Kelly escribió un libro en el 2006 titulado La Gran Mortalidad, una historia íntima de la Muerte Negra, la plaga más devastadora de todos los tiempos.

Este es un extracto de este libro en el que él describe lo que la gente estaba atravesando conforme setenta y cinco millones de personas estaban muriendo. Y estoy citando: “Después de ver a grupos de perros salvajes acercándose a las nuevas tumbas de los muertos por la plaga, un recaudador de medio tiempo en Siena escribió, ‘Este es el fin del mundo’, sus contemporáneos proveyeron provisiones vividas de lo que se veía como el fin del mundo. Alrededor del 1348 y 1349 fueron cadáveres que estaban empacados como lasaña en fosos municipales de la plaga, carros que recogían diariamente por las calles para recoger a los que murieron el día anterior, maridos abandonando a esposas que estaban muriendo, y padres abandonando a hijos que estaban muriendo por temor al contagio.”

“Y personas ahí cerca de letrinas y desagües inhalando los vapores nocivos, esperando vacunarse a sí mismos contra la plaga. Caminos polvorientos, llenos de refugiados cautivados por el pánico, barcos fantasma llenos de cadáveres, y un niño corriendo solo por una aldea montañosa desierta. Por un momento, a la mitad del siglo 14, millones de personas por todo Europa y Asia comenzaron a contemplar el fin de la civilización y quizás el fin de la raza humana.”

Uno tan solo puede imaginarse el terror que ocupó los corazones de la gente que estuvo expuesta a eso. Podemos estar agradecidos en la providencia de Dios por vivir en una época en la que eso no sucede. Y lo que enfrentamos ahora, en comparación a eso sería considerada una preocupación no muy importante. Sin embargo, debido a que usted tiene un mundo entero de personas aislados de cualquier esperanza eterna, todo los llena de terror. Para aquellos que no conocen al Señor Jesucristo, los que no tienen esperanza verdadera después de la muerte, es razonable temer. Es razonable estar preocupado por la muerte, y debido a que enfrentan como sabemos el juicio divino, y el castigo eterno.

¿Pero que hay acerca de la familia de Dios? ¿cómo respondemos a estas cosas? Y, ¿cómo podemos ser la roca y el lugar seguro y los protectores y los que ayudan a los que nos rodean. ¿Cómo respondemos y cuál debe ser nuestra perspectiva? La Palabra de Dios es clara en esto, y entonces quiero alentarlo en primer lugar con algunas cosas, a partir de la Palabra de Dios. Este es Dios hablándonos. Permítame leerle de los Salmos, y únicamente se los voy a leer y usted escuche y manténgalos en su corazón. “Jehová también será refugio para los oprimidos, refugio en tiempos de aflicción. Y aquellos que conocen tu nombre confiaran en ti, porque tú oh, Jehová, no has desamparado a los que te buscaron.”

“Una cosa he pedido de Jehová, esa buscaré, que more en la casa de Jehová todos los días de mi vida para contemplar la belleza del Señor y para meditar en su templo. Porque en el día de la aflicción él me guardará en su tabernáculo. En el lugar secreto de su tabernáculo él me esconderá. El me levantará sobre una roca, y ahora mi cabeza se levantará por encima de mis enemigos que me rodean, y ofreceré en su tabernáculo sacrificios con gritos de gozo cantaré, y cantaré alabanzas a Jehová. Por tanto, que toda persona que sea piadosa ore a Ti en un momento en el que puedes ser encontrado. Ciertamente, en una inundación de grandes aguas no lo alcanzarán. Tú eres mi escondedero, tú me guardarás de la aflicción, tú me rodeas con canticos de liberación.”

“Busqué a Jehová y él me respondió, y me liberó de todos mis temores. Lo buscaron a él y fueron radiantes y sus rostros nunca se avergonzarán. Este pobre clamó y Jehová lo oyó y lo salvó de todos sus problemas. El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen y los rescata. Oh, gustad y ved que Jehová es bueno. ¡Cuán bienaventurado es el varón que se refugia en Él. Oh temed a Jehová vosotros sus santos, porque para aquellos que lo temen no hay necesidad. Los jóvenes leones tienen necesidad y padecen hambre, pero los que buscan a Jehová no tendrán necesidad de ninguna cosa buena. Los justos claman y Jehová oye, y los libra de todas sus aflicciones.”

“Jehová está cercano a los quebrantados de corazón, y salva a los que están quebrantados en espíritu. Muchas son las aflicciones de los justos, pero Jehová los libra de todas. Él guarda todos sus huesos, ni uno de ellos es quebrantado. La maldad matará al impío y aquellos que odian al justo serán condenados, pero Jehová redime el alma de sus siervos, y ninguno de aquellos que se refugian en Él serán condenados, pero la salvación de los justos es de Jehová. Él es su fortaleza en tiempos de aflicción, Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra cambie, y aunque los montes se deslicen al corazón del mar, aunque sus aguas rujan y giman, aunque los montes se sacudan, hay un rio cuyos arroyos alegran la ciudad de Dios. Los lugares santos del Altísimo, Dios está en el medio de ella, ella no será movida. Dios la ayudará cuando la mañana comience.”

“Las naciones se sacudieron, los reinos se tambalearon. Él levantó su voz, la tierra se derritió. Jehová de los ejércitos está con nosotros. El Dios de Jacob es nuestra fortaleza. Invócame en el día de la aflicción, te rescataré y me honrarás. El corazón está en angustia dentro de mí, y los terrores de la muerte. El temor y el temblor han venido sobre mí, y el horror me ha abrumado. Yo dije, oh, que tuviera alas como una paloma, volaría y estaría en reposo. He aquí yo me alejaría lejos, encontraría refugio en el desierto. Me apresuraría a mi lugar de refugio del viento y la tempestad. Echa sobre Jehová tu carga y Él te sustentará, Él nunca permitirá que el justo sea sacudido. Debido a que Jehová es bueno, un refugio en el día de la aflicción y Él conoce a aquellos que se refugian en Él.”

Dicha protección se promete al pueblo de Dios, y Dios repite una y otra, y otra vez, leí quizás de una docena de Salmos en dónde Dios de manera repetida y eso es únicamente son muestras declara su compromiso con la protección y el cuidado de aquellos que son de Él para que vivan sus días como Dios lo ha ordenado. Él va a protegerlos en esos días que Él ha ordenado para que ellos puedan cumplir Su voluntad y Su propósito. Pero dicha protección fue prometida únicamente a aquellos que fueron obedientes al Señor.

Ahí atrás en Levíticos capítulo 26 tenemos algunas promesas que Dios hizo. Él dijo, “No haréis para vosotros ídolo ni escultura, ni levantaréis estatua, ni pondréis en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros a ella, porque Yo soy Jehová vuestro Dios, guardad mis días de reposo y tened en referencia mi Santuario. Yo Jehová. Si anduvieres en mis decretos y guardareis mis mandamientos y los pusieres por obra, Yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra rendirá sus productos y el árbol del campo dará su fruto, vuestra trilla alcanzará la vendimia, y la vendimia alcanzará la cementera, y comeréis vuestro pan hasta saciaros, y habitareis seguros en vuestra tierra y Yo daré paz en la tierra” y Él sigue de ahí para prometer bendición, tras bendición, tras bendición, la bendición mas importante está en el versículo 12 de Levítico 26, “Y andaré entre vosotros y Yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo.”

Y después en el versículo 14 de Levítico 26, dice, “Pero si no me oyereis e hiciereis todos estos mis mandamientos, y si desafiareis mis decretos, y vuestra alma menospreciare mis estatutos, no ejecutando todos mis mandamientos, invalidando mi pacto, Yo también haré con vosotros esto, y enviaré sobre vosotros terror, extenuación y calentura que consumen los ojos y atormenten el alma, y sembraréis en vano vuestra semilla porque vuestros enemigos la comerán.” Y Dios continúa hablando de las maldiciones que caerán sobre aquellos que lo desobedecen.

El punto de leer eso de Levítico 26, pasaje conocido, es recordar de nuevo que aquellos que le pertenecen al Señor, que son su posesión y que andan en fidelidad al Señor, son protegidos por el Señor. Aquellos que desobedecen al Señor no tienen protector, no tienen protector, son partes del reino de las tinieblas y la cabeza del reino de las tinieblas es Satanás mismo quien es un mentiroso y homicida, dice nuestro Señor Jesús. Todos conocemos la historia de Israel, todos conocemos que tristemente fueron desobedientes al Señor y las maldiciones cayeron sobre ellos, como la historia del Antiguo Testamento nos dice.

Cuando llegamos al Nuevo Testamento, y hagamos eso ahora, el Señor está congregando a un nuevo pueblo. Y quiero que pase a Mateo capítulo 6, el Señor está congregando un nuevo pueblo, una nación santa, un real sacerdocio, un pueblo adquirido por Él, y a ellos Él les promete bendiciones, bendiciones a los fieles, este es el nuevo pueblo, el pueblo que le pertenece al Señor. Y Él hace promesas a ellos y parte de la lista de promesas viene en los versículos 25 al 34 de Mateo 6. Escuche lo que nuestro Señor Jesús dijo:

“Por tanto os digo, no os afanéis por vuestra vida, que habéis de comer o que habéis de beber, ni por vuestro cuerpo que habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni riegan, ni recogen en graneros, y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen. No trabajan, ni hilan, pero os digo que ni aún Salomón con toda su gloria se vistió, así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es y mañana se hecha en el horno Dios la viste, ¿no hará mucho más a vosotros hombres de poca fe? No os afanéis pues diciendo, ¿qué comeremos, o qué beberemos, o que vestiremos? porque los Gentiles buscan todas estas cosas, pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán, basta a cada día su propio mal.”

Tres veces en ese pasaje Jesús dice, “No se preocupen, no se preocupen, no os afanéis.” Él de hecho dice, “No se preocupen”, “dejen de preocuparse”, y “no comiencen a preocuparse”, al cambiar la forma del verbo. Si usted se está preocupando, deténgase. Si todavía no se está preocupando, no empiece. Y simplemente, de manera general, no se preocupe, no se afane. El término tiene la idea de preocupación excesiva, no se preocupe por su vida, su vida. ¿Por qué se preocuparía usted si le pertenece usted a Dios? Cuando Él usa la palabra “vida” en el original es psuque simplemente significa, su aliento. No se preocupe por su vida temporal.

Y con eso se refiere, a lo que usted, regrese al versículo 25, lo que usted come, a lo que usted bebe, a lo que usted viste, ese es su vida temporal. No esté afanado, preocupado por su vida temporal y sus necesidades. Usted está en el reino, usted pertenece al reino de Dios, usted es un hijo de Dios. Él se va a asegurar de que usted tenga todo lo que usted necesita. No se preocupe por lo que usted va a comer, lo que usted va a beber o lo que usted va a vestir. Para nosotros este es simplemente una opción de lo que comeremos, de todas las opciones que tenemos, lo que vestiremos de las opciones de ver hacia arriba y hacia abajo en el closet, para tomar la decisión. Muy diferente en el mundo antiguo, el alimento y la bebida y la ropa con frecuencia le causaban una preocupación profunda a la gente de la antigüedad.

El consejo de Jesús fue muy relevante para aquellos que quizás en muchos casos no tenían nada más que lo que traían puesto y tenían que esperar para el día siguiente para saber si habría algo que comer. El alimento era una preocupación fuera usted rico o pobre. En el calor ardiente del verano, en la tierra de Israel, los arroyos se secaban y el agua era una preocupación seria. Incluso la ropa de ninguna manera era automática. Usted incluso tiene una situación en Proverbios 31 en dónde la mujer piadosa está fabricando ropa para sus hijos. Usted tenía que prepara el alimento, usted tenía que encontrar el agua, tenía que fabricar la ropa. Ésta era una preocupación de la vida, en cierta manera era una especie de nivel de supervivencia para la mayoría de la gente. Pero incluso en ese ambiente en dónde el alimento y la bebida no estaban disponibles como lo están en la actualidad, ni siquiera se acercan, nuestro Señor está diciendo, “No se preocupen por esas cosas. No se preocupen.”

Y aquí Él nos da tres razones, y creo que son muy útiles, no se preocupen debido a su Padre, quien es su Padre, no se preocupen debido a su familia, aquellos a los que usted pertenece, y no se preocupe debido a su futuro. Esta es una porción maravillosa y rica de las Escrituras, y podríamos pasar muchas semanas en ella. Decidí en cierta manera condensarla para esta ocasión en esta mañana. Pero comencemos dónde nuestro Señor comienza, no se preocupe por su vida, su vida temporal, comer, beber, vestirse. Porque la vida es mucho más que el alimento, y el cuerpo es mucho más que el vestido. Usted tiene que tener un panorama más grande, usted tiene que ir más allá de lo que es físico, usted no puede estar completamente consumido por la realidad de la privación en el mundo físico, incluso la amenaza de dicha privación, conforme vemos a la gente corriendo para acumular, sabemos que temen eso.

La ansiedad en primer lugar es absolutamente insensata si usted pertenece al Señor, debido a que usted tiene un Padre celestial. Observe el versículo 26 en adelante, “Mirad las aves del cielo que no siembran ni ciegan, y recogen en graneros, y vuestro Padre celestial las alimenta, ¿no valéis vosotros mucho más que ellas? y ¿quién de vosotros podrá por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, como crecen no trabajan, ni hilan, pero os digo que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es y mañana se echa en el horno, Dios la viste, ¿no habrá mucho más a vosotros hombres de poca fe? ¿Ha olvidado usted quien es su Padre? Y él es muy específico, nuestro Señor lo es, este es nuestro Señor hablando acerca del alimento. Él apunta hacia arriba, sin duda alguna, a un grupo de aves que están pasando por ahí volando, Palestina está llena de aves, Israel está llena de aves, siempre lo ha estado. Y es dónde las aves migran de Europa hacia África en el invierno.

En un libro titulado Todos los pájaros de la Biblia, llama a Galilea el punto de cruces de la migración de las aves. No se preocupan ellos, ellos no almacenan bienes para el futuro. Job 38:41 dice, “Dios provee para los cuervos su alimento cuando sus pequeños claman a él.” Salmo 104 dice, “Entonces en este gran y amplio mal, en dónde están incontables tanto bestias pequeñas y grandes esperan a Ti para que tu les des su alimento a su tiempo.” Salmo 145 dice, “Los ojos de todos esperan en ti, y tu les das su alimento en su tiempo.” De nuevo, está hablando del mundo creado de animales. Salmo 147:9, “El da a la bestia su alimento y a los pequeños que claman”. ¿Cómo se puede decir que estas criaturas irracionales claman a Dios? Es metafórico, debido a que el instinto natural para ellos es desear el alimento o este es una especie de clamor de corazón.

Me encanta lo que A. W. Pink escribió, aquí podemos ver como las criaturas irracionales sujetas a la vanidad por el pecado del hombre se acercan más al primer estado y se acercan más a su primer estado y observan mejor el orden de la naturaleza en su creación que el hombre, porque buscan únicamente lo que Dios ha provisto para ellas, y cuando lo reciben están satisfechas. Esto demuestra de manera solemne que el hombre es más corrupto que otras criaturas, más vil y bajo que las bestias brutas.” (Fin de la cita)

Lo que Pink está diciendo es que están satisfechas con lo que necesitan, nosotros no. Es esencial recordar que esto obviamente no es una justificación para la pereza, no debemos sentarnos y esperar a que el Señor nos entregue el alimento. Las aves alimentadas por Dios no se sientan en una rama esperando que Dios se los entregue. Usan las formas más sorprendentes e impresionantes para recoger su alimento, lo buscan de manera constante y continua, llevan a cabo todo el trabajo porque Dios ha provisto para ellas lo que necesitan, deben trabajar para adquirirlo.

Para nosotros, si Dios cuida de las aves, ¿por un momento pensamos que Él se preocupa menos por nosotros? ¿necesitamos temer el futuro, el alimento? ¿necesitamos apilar, amontonar, ignorando las promesas de Dios y no disfrutar de una especia de corazón libre de preocupación? Si las aves que no pueden planear por adelantado disfrutan de que sus necesidades sean satisfechas por Dios, ¿acaso Él no va a satisfacer nuestras necesidades? Esa es la realidad simple es la pregunta final del versículo 26, ¿no valéis vosotros mucho más que ellas? Y estos son argumentos de lo menor a lo mayor. Si Dios cuida de las aves, ¿creen ustedes que Él va a cuidar de ustedes? Profundo y poderoso.

Mire, la vida es un regalo de Dios, ¿verdad? Él da la vida, Él sustenta la vida. Mientras que Él ha destinado darla, Él la va a sustentar, y mientras que Dios sea el dador de la vida, y Él lo es y nos ha dado vida, Él va a sustentar esa vida. Usted no se creó así mismo, usted no planeó llegar al mundo, usted no se colocó en dónde está, la providencia en el propósito de Dios lo colocó exactamente en dónde usted está. Él le dio a usted vida para sustentar esa vida para sus propios propósitos. Y cuando llega a haber incluso la amenaza más insignificante de que algo pueda perderse o que usted pueda ser privado de algo, usted debe recordar de que Dios le dio a usted vida y la plenitud de esa vida mientras que usted camina en obediencia a Él, Él va a sustentar, y eso significa que Él va a proveer todo lo que usted necesita. Si Dios me ha dado vida, Él me dará el alimento para sustentar esa vida. Entonces, ¿Qué hago? Simplemente le agradezco a Él diariamente.

De regreso a la oración, antes en el capítulo 6, versículo 11, “El pan nuestro de cada día dánoslo hoy.” Eso es lo único que necesitamos pedir, eso es lo único que realmente necesitamos. Pero ¿cómo conseguimos eso? Lutero dijo, “Dios no quiere nada que ver con estos vientres flojos, glotones que ni están preocupados, ni están ocupados. Actúan como si tan solo tuvieran que sentarse y esperar a que Dios les hiciera caer un ganso rostizado en sus bocas. Dios provee, pero Dios provee al darnos poder para trabajar, y la mente para trabajar. Tenemos un Padre amoroso que se preocupa por nosotros, y ha provisto para nosotros y Él ha llenado la tierra con cosas buenas y son accesibles para aquellos que son diligentes.

Entonces, aprendemos el primer punto de nuestro Señor, no tiene sentido preocuparse por su alimento porque el Padre que les dio vida les va a dar lo que necesitan para que esa vida sea sustentada. Díganle no a la satisfacción personal, díganle no a la seguridad personal, díganle no a la acumulación. Díganle si a la provisión de Dios con confianza, y después Él habla también de la salud, en el versículo 27. ¿Y quién de vosotros por afanarse puede añadir, literalmente dice, un cubo a su vida, un codo, puede añadir un codo, unas dieciocho pulgadas a su vida?  La gente literalmente está casi obsesionada en esta sociedad con sustentar la vida y la salud. Nunca ha existido una sociedad tan inclinada al ejercicio por el mero hecho de hacer ejercicio. No es como si estuviéramos haciendo ejercicio porque necesitamos tener saluda y estar fuertes para poder existir en un mundo difícil, todo lo conseguimos con facilidad en la actualidad.

Entonces, ahora tenemos salud por causa de la salud, no por causa de nada más o salud por causa de la soberbia. La ansiedad de la muerte también está causando que la gente quiere estar en forma porque temen la muerte. La gente hace inversiones increíbles en el área de la salud, nunca deja de sorprenderme cuantas medicinas y medicinas naturales y drogas naturales inventos, se les están ofreciendo a la gente para sustentar su salud. Pero, por todo eso, ¿puede usted de hecho añadir un codo a su elikia, esa palabra probablemente significa duración de vida. Porque nadie añadiría dieciocho pulgadas a su estatura. Jesús está diciendo, “No puedes preocuparte por ti, para tener una vida más larga.”

De hecho, se puede preocupar por tener una vida más corta, porque la preocupación es un pecado para el creyente. La preocupación básicamente dice, “No confío en Dios, en que Él va a proveer, entonces me voy a preocupar.” Usted, al preocuparse no va a lograr tener una vida más larga, usted al preocuparse va a tener una vida más corta. La preocupación afecta la circulación, el corazón, las glándulas, el sistema nervioso entero, nadie conoce a alguien que se murió realmente de trabajo excesivo. Muchas personas mueren de la preocupación. Dios nos ha dado vida, Dios va a sustentar esa vida. No necesitamos preocuparnos por esa vida, necesitamos ser fieles a Él para que sea una vida plena como Él ha planeado que sea para nosotros antes de que nos lleve a la gloria.

Y después el Señor incluso habla de el vestido, en los versículos 28 al 30, conforme leemos, “Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Mirad los lirios del campo, como crecen, no trabajan ni hilan.” Cuando él dice, “Mirad”, tenemos que tan solo tomar un momento para hacer eso, observar. Nuestro Señor quiere que veamos los lirios, los lirios del campo sin duda, lirios del campo que si pudieran ser vistos por un microscopio revelarían un tipo de textura y forma y belleza y color increíbles que sobrepasaría incluso la ropa más costosa que habría pertenecido al hombre más rico del mundo antiguo, Salomón mismo, quien en toda su gloria no se vistió como una flor del campo. El Señor ha provisto la ropa para la flor, es lo que dice, hermosa, frágil, colocada al lado de la ropa de Salomón, la ropa de él son trapos, cilicio comparados con la belleza de la flor. Tome esa flor, póngala bajo el microscopio y después tome un pedazo de tela, cualquier tipo de tela y sométala al microscopio y usted verá esa tela, la tela es cilicio cuando es vista de esa manera, pero los pétalos de la flor son una tela exquisita de Dios y Dios va a cuidar de las flores, ¿no cree usted que va a cuidar de usted?

Y las flores no viven por mucho tiempo, él dice como el pasto, el césped del campo, vivo hoy mañana arrojado al horno. Eso es lo que hacían, usaban el pasto muerto y las flores muertas como combustible en el horno. Usted fácilmente podía elevar la temperatura de una incendio rápidamente si añadía una fogata de madera, pero usted podía arrojar algo de pasto seco y flores secas y causaría que el fuego fuera alimentado. Si Dios va a cuidar de esas cosas que duran por tan poco tiempo, ¿acaso no va a vestirlos más a ustedes? Versículo 30 dice de nuevo, es el argumento de lo menor a lo mayor, si Dios cuidad de esas cosas que son tan insignificantes, ¿no cuidará de ustedes? El resumen de esto es claro, Dios es su Padre. Y Dios cuida de aquellos que son de Él.

La afirmación clave, de regreso en el versículo 26 “vuestro Padre celestial. Vuestro Padre celestial.” Como cualquier padre fiel, Él va a alimentar y vestir a sus hijos amados. Dudar de eso es expresar el pecado de incredulidad, al final del versículo 30. “Hombres de poca fe”. Y por cierto el Señor dijo eso varias veces a los discípulos, está registrado en Mateo capítulo 6 aquí y en el versículo 30, y en el pasaje paralelo en Lucas 12. Y están preocupados por la ropa, según Lucas. De nuevo, en Mateo 8, él dice, “hombres de poca fe” apuntando a su temor de ahogarse en una tormenta cuando él estaba ahí.

Mateo 14, otra expresión del temor de Pedro, y poca fe. Mateo 16, los discípulos continuamente expresando esta falta de fe. Esto pasó a lo largo de toda la duración, usted podría decir, del ministerio de nuestro Señor con los discípulos. Ellos continuamente demostraron la incapacidad de confiar en Dios, por sus vidas. Es un pecado tener una falta de fe, no confiar en Dios es un pecado. Entienda Su amor, entienda Su cuidado, entienda Su poder, entienda Sus capacidades, entienda Sus promesas.

Entonces, es en primer lugar un pecado preocuparse, debido a nuestro Padre, debido a nuestro Padre. Vaya al versículo 31, aquí está la segunda vez que él dice, “No os afanéis”. Esta era una forma diferente. “No os afanéis pueis diciendo, ¿qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan diligentemente todas estas cosas, pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Más buscado primeramente su reino y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” En segundo lugar él dice, “No se preocupen porque,” me imagino que podría llamarlo, “debido a su familia.” Usemos simplemente ese término, debido a su familia.

Usted no es un pagano, el término gentil es el término clave. Ustedes no son parte de las naciones, ustedes no son paganos, ustedes no son parte del reino de las tinieblas, ustedes no son de afuera. Es innecesario. Es algo que no tiene sentido, es inútil preocuparse, es infiel preocuparse, cuando usted no es parte de aquellos que deben preocuparse. Porque ellos han rechazado a su Padre celestial, porque no tienen esperanza, no tienen promesa, sea han vuelto en contra de Dios y Dios es su enemigo, pero no ustedes. Esto es lo que los gentiles, y el verbo es muy fuerte, buscan de manera diligente, viven para esto. La gente afuera del reino de Dios vive para lo que comen, lo que beben, y lo que visten.

Los paganos, el mundo sin Cristo, aquellos que no reconocen a Dios, que no conocen a Dios como su Padre, y no han venido a Él para buscar su provisión y su promesa tienen razón de preocuparse por su provisión. Están solos. Ahora hay una provisión providencial, Dios permite que el sol salga y caiga sobre los justos e injustos y la lluvia por igual, y Dios providencialmente ha hecho posible que en el mundo por su gracia común, la vida de la gente pueda ser sustentada y subraye esto, son sustentados por Dios, y es Dios quien sustenta la vida de todo lo que vive, del insecto más pequeño, al ser humano más significativo. Todos son sustentados por Dios en un sentido general, por su providencia global y gracia común.

Pero no pueden decir que merecen alguna provisión de Dios, debido a que Él es el Padre de ellos. De hecho, aquellos que rechazan al Dios verdadero han creado dioses, dioses falsos, y de esta manera han violado el primer mandamiento y están bajo juicio. No tienen garantía de su próximo aliento, no tienen promesa de un protector, de que nadie cuide de ellos, están afuera del reino de Dios, están en el reino de las tinieblas, están en el reino de la muerte, deben tener miedo.

La frase de nuestro Señor aquí es enfática y lo mencioné, pero permítame volverlo a mencionar. Versículo 32, “Pero los gentiles buscan”, usted podría decir, “con toda su energía”, están totalmente consumidos en la gratificación material para la supervivencia, pero ¿cuan diferentes somos? Estamos en la familia de Dios. Y Dios nos asegura una provisión completa de todo lo que necesitamos. Es vergonzosamente impío que un hijo de Dios se rebaje al nivel de los paganos que no conocen a Dios Ustedes están en la familia de Dios. La gente del mundo busca estas cosas, y deben buscarlas porque son sus propios protectores, son sus propios salvadores, temporalmente hablando, en un sentido. Están solos. Necesitan preocuparse por el alimento, necesitan preocuparse por la bebida, necesitan preocuparse por la ropa, necesitan preocuparse por la vida. Pero necesitan entender esto, al hacer eso usted sirviendo al dinero. 

Regrese al capítulo 6, versículo 24, “No podéis servir a dos amos, a dos señores, porque oh aborrecerá al uno y amará al otro, oh amará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.” Pero el mundo ha tomado su decisión, no quieren servir a Dios, van a servir al dinero, el dinero es el dios definitivo, lo que tengan que hacer por protegerse así mismos, por proveer para si mismos, lo buscan con todas sus capacidades. Esa es la razón real por la que la gente busca el dinero, porque no tienen protector sobrenatural. Una manera de decirlo sería que no tienen un medio invisible de apoyo. No podemos ser como el mundo.

Los hijos del Rey no se conducen a sí mismos como el mendigo del diablo.

Entonces, hágase usted la pregunta, ¿enfrento la vida como un cristiano? ¿cómo un miembro de la familia de Dios, el reino de la luz, o cómo un pagano? Cuando las cosas están difíciles y un poco inciertas, ¿Cómo reacciono al temer o dudar, como si todo dependiera de mí, o reacciono con gozo y confianza porque se que está en manos de Dios? Una cosa es decir que usted es hijo de Dios, que pertenece a su reino, y esperamos que cuando la vida resulte ser mortal o terriblemente aterradora, esa afirmación todavía se mantenga en pie porque su confianza es evidente.

Se reduce a como Pablo veía la vida. Y esta es la médula, creo yo. En 2 Corintios 4:18 él dijo esto, “No mirando las cosas que se ven, sino las cosas que no se ven. Porque las cosas que se ven son temporales, pero las cosas que no se ven son eternas. Mientras que el resto de la gente esta buscando un medio visible de apoyo, porque es lo único que tiene, estamos satisfechos con descansar en el medio invisible de apoyo de sustento porque el versículo 32 de nuevo repite el primer punto, “vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.” Nuestro Padre gobierna el universo, todas las realidades inanimadas y animadas. Y Él a cargado este planeta con una riqueza sorprendente, con vida sorprendente.

La cosa más poderosa en la esfera temporal es la vida, constantemente me sorprende el poder de la vida. Incluso un virus como este, este virus viviente, un poder sorprendente que usted no puede detener, es algo viviente. Es como los arbustos que crecen en toda grieta en su banqueta. La vida es tan poderosa, Dios es la fuente de toda esa vida. Toda la preocupación o supone que Dios no está ahí, o que Dios no se preocupa, o que Dios está ahí y se preocupa, pero no puede hacer nada al respecto porque Él carece del poder. Oh Él no esta consciente o Él es indiferente, o es impotente.

Pero no, el versículo 32 dice, “Vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.” Y el versículo 33 al final, “Y todas estas cosas os serán añadidas”. Él sabe, lo cual significa que Él tiene la conciencia plena y Él tiene el poder para proveer, Él sabe. Él tiene la conciencia plena, Él tiene el poder para proveer todo lo que usted necesita. Dios se preocupa, Dios sabe, Dios provee. La preocupación es un pecado, versículo 25, “No se preocupen debido a quien es su Padre”. Versículo 31, el segundo uso de ese mismo verbo, “No se preocupen debido a la familia en la que están ustedes. No son como los paganos que están afuera del reino.” Y en tercer lugar, y finalmente versículo 34, “No se preocupen por el día de mañana, porque el día de mañana tendrá su propio afán. Basta a cada día su propio mal.” No se preocupen no solo debido a su Padre y a su familia, sino que no se preocupen debido a su futuro.

Y aquí Él dice, “No comiencen a preocuparse por el día de mañana.” Literalmente es como usted traduciría esa forma del verbo, merimnaõ. No comiencen a preocuparse por mañana. Proveer para mañana, eso es sabio; ahorrar, eso es sabio, pero Dios es el Dios del mañana, así como Él es Dios del día de hoy. ¿Cuántas veces usted ha cantado, Oh tú fidelidad? Probablemente incluso no puede recordar el número de veces que usted ha cantado ese himno, pero básicamente viene de un texto en Lamentaciones, capítulo 3 escrito por Jeremías. Escuche lo que dice, “Las misericordias de Jehová nunca acaban, porque nunca fallan sus compasiones” versículo 23 de Lamentaciones 3, “nuevas son cada mañana, grande es tu fidelidad. Jehová es mi porción dice mi alma por tanto tengo esperanza en Él.”

Las misericordias del Señor son nuevas, ¿con qué frecuencia? cada mañana. ¿Por qué se va a preocupar usted por el día de mañana cuando las misericordias del Señor son nuevas cada mañana? La preocupación es una fuerza poderosa, puede robar su gozo, puede robarlo del contentamiento, puede destruir su testimonio con otros, puede llenarlo de ansiedad y temor, incluso ataques de pánico están relacionados con el tipo de ansiedad que el temor produce, y la preocupación produce. Hay algunas personas que están tan comprometidas con el pecado de la preocupación que no hay nada en la actualidad, en el presente porque preocuparse, pero comienzan a ver al futuro para encontrar algo. El Señor prohíbe eso, el futuro de usted está en las manos de él, su futuro es completamente de él.

De regreso al versículo 34 en dónde estamos viendo ahora, “Así que no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta cada día su propio mal.” No empuje sus temores al futuro, Dios ve a darle fortaleza para cada día nuevo, sus misericordias son nuevas cada mañana. Adelantarse a los problemas es duplicarlos sin la gracia para soportarlo, porque usted todavía no esta ahí. Usted todavía no tiene la gracia, adelantarse a los problemas es duplicarlo, cuando Dios lo permitirá únicamente de manera singular y va a proveerle de la gracia suficiente para él.

El temor es un mentiroso, el temor le miente a usted, el temor le dice a usted que el futuro de usted no está bajo control. Esa es una mentira. No se preocupe por el día de mañana, el día de mañana se encargará de sí mismo, usted tiene suficientes problemas el día de hoy, enfrente eso. Dios estará ahí en el futuro, Hebreos 13:8, “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos.” No afecte el presente al preocuparse por el futuro. Usted destruye su gozo y usted pierde el presente.

Entonces, la preocupación es un pecado prohibido, incompatible con el hecho de que Dios es su Padre, usted es un miembro de su familia eterna, y su futuro está completamente cubierto, eso hace que la preocupación sea torpe como también pecaminosa. Que los paganos se preocupen no tienen protector no tienen promesa. No somos huérfanos espirituales, no estamos flotando por todos lados solos, no somos vagabundos espirituales, tenemos un hogar, tenemos un hogar, tenemos un padre, tenemos todos los recursos de él, y todas sus riquezas a nuestra disposición con nosotros. Él nos ama y se preocupa por nosotros, Él satisface toda necesidad que tenemos, lo único que pide de nosotros es que lo amemos y lo obedezcamos y lo sirvamos y no nos preocupemos, porque la preocupación declara que no confiamos en Él. O no confiamos en que Él está consciente cuando lo está, no confiamos que el se preocupa cuando Él se preocupa, y no confiamos en que Él puede hacer algo por protegernos cuando puede. Este realmente es un pecado en contra del Dios que lo ama a usted.

Retrocediendo al versículo 33, realmente encontramos la conclusión. “Más buscad primeramente el reino.” Ahí está usted, como la oración venga tu reino, hágase tu voluntad. Busque su reino, busque su reino, todo lo que está en referencia a Él y su justicia. Camine en obediencia, camine en justicia, busque su reino, no las cosas del mundo, busque conocerlo amarlo más. Busque las cosas que constituyen el reino, el reino de Dios es gozo, paz, poder en el Espíritu Santo. Busque su reino, busque su justicia, y todas estas cosas serán añadidas. Todas las necesidades físicas serán añadidas, todo lo que usted necesita ahora, y todo lo que usted necesita en el presente, y todo lo que usted llegará a necesitar en el futuro, todas estas cosas les serán añadidas a usted.

Y la Escritura dice, “Ojo no ha visto, ni oído ha oído, ni han entrado en el corazón del hombre las cosas que Dios ha preparado para los que le aman. Anhele la gloria de Dios y Él le va a dar el resto. Obedézcalo y Él va a llenar la vida de usted de toda cosa buena. Ese es el mandato positivo en este pasaje entero, tres veces un mandato negativo, “No se preocupe, no se preocupe, no se preocupe.” Lo que hace a un lado la preocupación lo que la sepulta es buscar primeramente su reino y su justicia, esté preocupado por Dios, su gloria, su justicia, esté preocupado por ser un creyente obediente, un creyente que confía y Dios va a derramar bendición celestial sobre usted.

Ahí en el capítulo 10 de Lucas, y este seria un buen lugar quizás para concluir nuestros pensamientos, pero en Lucas capítulo 10, el Señor está en la casa de Maria y Marta, y dice en el versículo 38, de Lucas 10, “Aconteció que yendo de camino entró en una aldea, y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual sentándose a los pies de Jesús oía su Palabra, pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres. Y acercándose dijo, Señor, no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola, dile pues que me ayude. Respondiendo Jesús le dijo, “Marta, Marta,” usted nunca debe querer que el Señor diga su nombre dos veces, no es bueno. “Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas, pero solo una cosa es necesaria. Y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.” Te estás preocupando por la comida, ella está escuchando la Palabra. Tú estás preocupada por necesidades físicas, ella está consumida por el alimento espiritual, esa es la mejor parte. ¿Por qué? porque no solo de ¿qué vivirá el hombre? no solo de pan vivirá el hombre, sino de todo de lo que sale de la boca de Dios. Lo cual vino originalmente de Deuteronomio 8.

Entonces, ¿quiere usted la mejor parte? Busque el reino. ¿Quiere usted buscar el reino? Entonces, siéntese a los pies de Jesús como el versículo 39 indica que María lo hizo, y escuche Su Palabra. Llénese de Su Palabra, esté agradecido, está animado, camine por el camino de la justicia, y Dios va a proveer todo lo que usted llegue a necesitar. La Palabra de Cristo mora en abundancia en vosotros. Este es un momento, creo yo, para todos nosotros los que somos creyentes, para levantarnos por encima del pánico. Éste es un momento para que todos nosotros como creyentes demostremos nuestra confianza en el Señor.

Asegurémonos de que honramos a nuestro Padre y a nuestra familia, y sus promesas de nuestro futuro.

Padre, te agradecemos por Tú Palabra, simplemente un recordatorio útil, útil, de los labios de nuestro Salvador mismo, estas no son promesas de segunda mano, estas son promesas de primera mano del Proveedor mismo, nuestro Señor Jesús. Cuan agradecidos estamos por oír de Él la afirmación de todo lo que leímos en los Salmos acerca de Tus promesas, de proveer todas nuestras necesidades, y ser nuestro refugio, nuestro escondedero, nuestra seguridad, nuestra fortaleza, nuestra ayuda en tiempo de necesidad.

Te agradecemos porque nos has redimido y nos has hecho Tu pueblo verdadero. Y somos el pueblo de la promesa, y somos el pueblo de la bendición, somos aquellos que hemos sido hechos obedientes por la obra de nuestro Espíritu en nuestras vidas, y por lo tanto somos los que recibimos toda Tu provisión celestial que va a sustentarnos en la vida físicamente, para vivir una vida plena, útil y después entrar a Tu presencia. Gracias Señor porque no tenemos nada que temer y nada porque preocuparnos y porque para nosotros el vivir es Cristo y el morir es ganancia. Pero que sea Señor que vivamos tan fielmente, que vivamos nuestros días y que Tú nos sustentes y nos des un testimonio pleno al mundo que nos observa, de nuestra confianza interminable, y que se incrementa más en Ti.

Que demostremos en estos días, a aquellos que nos rodean nuestro gozo, nuestra paz, nuestra calma, nuestro amor, basados en el hecho de que tenemos a un Dios que es fiel, y nos regocijamos en eso. Y oramos en el nombre de Cristo. Amén.

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