Quiero que me acompañe en un viaje largo, en un sentido, esta mañana, en términos escriturales. Y quiero comenzar a leer una parte del Antiguo Testamento. Vaya al Salmo 2. Salmo 2. Una de las realidades populares en nuestra sociedad actual es la fantasía futurista especulativa. La Palabra de Dios habla del futuro, pero no es fantasía ni es especulación. Estoy aquí esta mañana para decirle a usted el futuro, el futuro del mundo como Dios lo ha revelado. Él es el Creador y el Consumador de Su creación.
En el Salmo 2 usted oye estas palabras: “¿Por que se amotinan las gentes y los pueblos piensan cosas vanas? Se levantarán los reyes de la tierra y príncipes consultarán unidos contra Jehová y contra su ungido diciendo: Rompamos sus ligaduras, echemos de nosotros sus cuerdas.” Estamos avanzando de manera inevitable hacia un movimiento anti-iglesia, anti-Dios, anti-Cristo, anti-Escritura, y está adquiriendo más y más velocidad continuamente. Y la meta es romper lo que los pecadores ven como cuerdas de influencia cristiana que los atan.
“El que mora en los cielos se reirá, el Señor se burlará de ellos. Luego hablará a ellos en su furor, y los turbará con su ira. Pero yo he puesto mi rey sobre Sion, mi santo monte,” lo cual quiere decir que, “la rebelión no va a tener éxito, va a ser aplastada y yo voy a establecer a mi rey sobre mi santo monte. Yo publicaré el decreto: Jehová me ha dicho,” este es el rey, “mi hijo eres tú, yo te engendré hoy, pídeme y te daré por herencia a las naciones y como posesión tuya los confines de la tierra.” El salmista está diciendo que habrá una rebelión final de las naciones del mundo, pero no van a tener éxito en rebelarse contra el Señor y Su ungido, van a ser aplastadas. El Señor se va a reír de ellos, y en Su ira los va a destruir, y establecerá Su propio Rey como Rey sobre toda la tierra, sobre todas las naciones y los fines de la tierra.
“Los quebrantarás con vara de hierro, como vasija de alfarero los desmenuzarás.” A la luz de eso, “Ahora pues, oh reyes, sé prudente. Admitid amonestación jueces de la tierra. Servid a Jehová con temor y alegraos con temblor. Honrad al hijo, para que no se enoje y perezcáis en el camino pues se inflama de pronto su ira. Bienaventurados todos los que en él confían.” Para cualquier persona que conoce el Antiguo Testamento, este es un mensaje muy conocido, la promesa de juicio final sobre el mundo.
Pase en su Biblia a Isaías capítulo 2. Isaías capítulo 2. Hay tantas secciones de Isaías que hablan de ese juicio final sobre el mundo en el que todos los impíos son destruidos y Cristo reina como Rey. No podemos comenzar a cubrir a todo lo que hay en Isaías, pero quiero darle algunas muestras, Isaías capítulo 2, versículo 12: “Porque día de Jehová de los ejércitos.” Diecinueve veces en el Antiguo Testamento se hace afirmación de un día llamado el día del Señor. “Jehová de los ejércitos tendrá Su día, y vendrá sobre todo soberbio y altivo, sobre todo enaltecido y será abatido. Sobre todos los cedros del Líbano altos y erguidos.” Estos son términos metafóricos.
“Y sobre todas encinas de Basán, sobre todos los montes altos y sobre todos los collados elevados, sobre toda torre alta, y sobre todo muro fuerte. Sobre todas las naves de Tarsis, y todas las pinturas preciadas. La altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada, y solo Jehová será exaltado en aquel día, y quitará totalmente los ídolos. Y se meterán en las cavernas de las peñas y en las aberturas de la tierra, por la presencia temible de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando él se levante para castigar la tierra. Aquel día arrojará el hombre a los topos y murciélagos, sus ídolos de plata y sus ídolos de oro que le hicieron para que adorase. Y se meterá en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas por la presencia formidable de Jehová, y por el resplandor de su majestad cuando se levante para castigar la tierra. Dejaos del hombre cuyo aliento está en su nariz, ¿porqué de que es él estimado?” El hombre no es nada cuando es comparado con Dios, y la venganza de Dios viene.
Isaías 13, y podemos ver el versículo 6: “¡Aullad, porque cerca está el día de Jehová! Vendrá como asolamiento del Todopoderoso, por tanto, toda mano se debilitará y desfallecerá todo corazón de hombre. Y se llenarán de terror. Angustias y dolores se apoderarán de ellos. Tendrán dolores como mujer de parto; se asombrará cada cual al mirar a su compañero; sus rostros, rostros de llamas. He aquí el día de Jehová viene, terrible y de indignación y ardor de ira, para convertir la tierra en soledad y raer de ella sus pecadores. Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor. Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes.”
Dios es paciente, Dios es misericordioso, Dios es un Dios de salvación, pero Dios no va a ser objeto de burla y Su paciencia no soportará para siempre. El día de ira vendrá. Vayamos a la visión misma de ese día, en el capítulo 19 de Apocalipsis. Apocalipsis capítulo 19. Y quiero leer los versículos 11 al 21. Y ese va a ser el enfoque de nuestro tiempo esta mañana.
“Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas (coronas); y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.
Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEŇOR DE SEŇORES. Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios, para que comáis carne de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes. Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército.
Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.”
Es un retrato aterrador. ¿No le impacta cuan diferente es de la primera venida de Cristo? Como bebé en un pesebre, como uno que viene para sanar, para mostrar misericordia, para salvar y la próxima vez que venga es tan diferente; Él viene para matar, no para dar vida, sino para quitarla. La primera vez que vino Él dijo: “He venido para que tengáis vida,” la próxima vez que venga Él trae muerte. Muerte física seguida de muerte eterna. Esta realmente es una historia terrible, habla de los más grandes gobernantes del mundo siendo alimento de aves de rapiña. Reyes, líderes, fuertes, con confianza, se vuelven alimento sin que nadie sepulte sus cadáveres estando por todos lados, junto con el resto de la gente, se reducen a lo mismo. Aquellos que una vez fueron conquistadores y líderes, elevados, son básicamente profanados y llevados al nivel más bajo posible que un humano podría ser llevado, y no volverse nada más que alimento para aves.
En contraste a los conquistadores del mundo, el gran Conquistador desciende montado sobre un caballo, brillante, volando sobre las alas de poder sobrenatural, junto con todos los santos y ángeles. Él viene con su espada para matar, Él ruge desde Sion dice el profeta. Él pronuncia su voz desde Jerusalén. Y su voz es tan poderosa que los cielos y la tierra se sacuden, la furia de Su propia santidad enardecida, literalmente va a ser que Él esté humeando. El sol va a desaparecer, las montañas se van a derretir, la tierra se va a partir, los montes van a huir de sus lugares, las aguas van a dejar sus canales. El mar va a retroceder en algún tipo de temor aterrador. El cielo mismo se va a partir en dos como una tienda de campaña que se colapsa. Es el momento de ejecutar al mundo. El mundo esencialmente en pacto con Satanás. El mundo que ha perseguido a aquellas personas que le pertenecen a Dios y han odiado a Dios, van a enfrentar la venganza de Él, y caerá sobre ellos en furia eterna.
Isaías vio esto en el capítulo 66, y él dijo esto: “Porque aquí, Jehová vendrá en fuego, y sus caballos como torbellino para traer su ira con furia y su reprensión con llamas de fuego.” El profeta Joel también recibió una revelación de este día mismo. Escuche las palabras de Joel, en Joel capítulo 3, versículo 1: “Porque he aquí que en aquellos días y en aquel tiempo que haré volver la cautividad de Judá y de Jerusalén,” antes de que venga el reino, “reuniré a todas las naciones y las haré descender al valle de Josafat, y allí entraré en juicio con ellos a causa de mi pueblo, y de Israel mi heredad, a quien ellas esparcieron entre las naciones y repartieron mi tierra;” vengo para juzgarlos por lo que han hecho a mi pueblo Israel.
Entonces, que sepan, capítulo 3 de Joel versículo 9, “Proclamad esto entre las naciones, proclamad guerra, despertad a los valientes,” el ejército que se congrega para pelear contra Cristo será reunida por Dios. Dios llama a este ejército para que se reúna. Y claro que Cristo los derrota en un instante. “Acérquense todos los soldados,” dice Dios. “Vengan todos los hombres de guerra. Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces;” he incluso aquellos que van a tener instrumentos de agricultura, los van a convertir en herramientas de guerra.
“Diga el débil: Fuerte soy. Juntaos y venid, naciones todas de alrededor, y congregaos; haz venir allí, oh Jehová, a tus fuertes. Despiértense las naciones, y suban al valle de Josafat; porque allí me sentaré para juzgar a todas las naciones de alrededor. Echad la hoz, porque la mies está ya madura. Venid, descended, porque el lagar está lleno, (estas son uvas), rebosan las cubas; porque mucha es la maldad de ellos. Muchos pueblos en el valle de la decisión; porque cercano está el día de Jehová en el valle de la decisión. El sol y la luna se oscurecerán, las estrellas retraerán su resplandor. Y Jehová rugirá desde Sion, y dará su voz desde Jerusalén, y temblarán los cielos y la tierra; pero Jehová será la esperanza de su pueblo, y la fortaleza de los hijos de Israel.”
Este es aquel día. Y Dios promete liberar a Su pueblo Israel. El versículo final de ese capítulo: “Y limpiaré la sangre de los que no había limpiado; y Jehová morará en Sion.” Venganza de Dios. Y, por cierto, la venganza de Dios será absolutamente exacta con respecto a Su justicia, debido a Su conocimiento perfecto de toda maldad. No puedo resistir llevarlo también a Ezequiel. Ezequiel capítulo 38, la Palabra es tan poderosa porque esta es la verdad. Y solo quiero que escuche la Palabra, escuche lo que dice Dios. Ezequiel 38: “Vino a mí palabra de Jehová diciendo: Hijo de hombre pon tu rostro contra Gog.” Gog es un término que se refiere a un príncipe importante, a un gobernante primordial en tierra de Magog. Magog es un país que, en la antigüedad, en el antiguo medio oriente se identificaba.
“Príncipe soberano de Mesec y Tubal,” también se identifican como lugares, “y profetiza contra él, y di: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo estoy contra ti, oh Gog,” oh exaltado, “príncipe soberano de Mesec y Tubal. Y te que quebrantaré y pondré garfios en tus quijadas y te sacaré a ti y a todo su ejército, caballos y jinetes, de todo en todo equipados, gran multitud con paveses y escudos, teniendo todos ellos espadas, Persia, Cus y Fut con ellos;” rodeando a la nación de Israel, “todos ellos con escudo y yelmo.”
Entonces, Dios comienza a reunir a las fuerzas. Las primeras identidades, Gog, y las ciudades asociadas con él que vienen del norte, el resto del este y del sur. “Gomer,” en el versículo 6, “y todas sus tropas; la casa de Togarma, de los confines del norte, y todas sus tropas; muchos pueblos contigo.” Esto parece hacer referencia a Siria antigua, lo que diríamos que es la Turquía moderna. “Prepárate y apercíbete,” en otras palabras, alrededor de la tierra de Israel las naciones están siendo congregadas por Dios, y vienen para hacer guerra.
Y versículo 8 dice: “De aquí a muchos días serás visitado; al cabo de años vendrás a la tierra salvada de la espada, recogida de muchos pueblos, a los montes de Israel, que siempre fueron una desolación; más fue sacada de las naciones, y todos ellos morarán confiadamente.” Entonces, Israel está viviendo en esta época de manera segura en el futuro, y ahora congrega a los ejércitos del mundo. “Subirás tú y vendrás como tempestad; como nublado para cubrir la tierra serás tú y todas tus tropas, y muchos pueblos contigo. Así ha dicho Jehová el Señor: En aquel día subirán palabras en tu corazón, y concebirás mal pensamiento, y dirás: Subiré contra una tierra indefensa.”
Lo que eso significa es que, durante el tiempo de la tribulación en el futuro, Israel está viviendo en paz, habrán sido congregadas de todas las naciones que están ahí, y tendrán aldeas que no necesitarán ser protegidas porque el Anticristo habrá hecho un pacto para protegerla, y el Anticristo va a romper ese pacto, la seguridad desaparece, y el mundo se congrega en contra de ellos. Vienen a “arrebatar despojos y para tomar botín,” y vienen a buscar lo que Ezequiel llama al final del versículo 12, la parte central de la tierra. El término hebreo es ‘ombligo’. Dios ve Jerusalén y a Israel como el ombligo del mundo.
Entonces Dios está reuniendo a todas estas fuerzas para que vengan en contra de Israel. Y usted puede seguir leyendo, pero simplemente vaya al versículo 16. Todas estas personas vienen, versículo 15, “de las regiones del norte, tú y muchos pueblos contigo, todos ellos a caballo.” Esto está hablando de armamento, esta es una maquinaria de guerra que viene de todo el globo. “Y subirán contra mi pueblo Israel como nublado para cubrir la tierra; será al cabo de los días; y te traeré sobre mi tierra.” De nuevo, el Señor está trayendo todas estas naciones porque es el momento para la venganza final, “para que las naciones me conozcan, cuando sea santificado en ti, oh Gog, delante de sus ojos.”
Dios va a vengarse, a ser justificado. Ahí en el versículo 23: “Y seré engrandecido y santificado, y seré conocido ante los ojos de muchas naciones; y sabrán que yo soy Jehová.” Capítulo 39 los muestra reuniéndose, versículo 3: “Y sacaré tu arco de tu mano izquierda, y derribaré tus saetas de tu mano derecha. Sobre los montes de Israel caerás tú y todas tus tropas, y los pueblos que fueron contigo; a aves de rapiña de toda especie, y a las fieras del campo, te he dado por comida. Sobre la faz del campo caerás; porque yo he hablado, dice Jehová el Señor. Y enviaré fuego sobre Magog, y sobre los que moran con seguridad en las costas; y sabrán que yo soy Jehová. Y haré notorio mi santo nombre en medio de mi pueblo Israel, y nunca más dejaré profanar mi santo nombre; y sabrán las naciones que yo soy Jehová, el Santo de Israel. He aquí viene, y se cumplirá, dice Jehová el Señor; este es el día del cual he hablado.”
Ahí en el versículo 17, de Ezequiel 39: “Y tú, hijo de hombre,” término para Ezequiel, “así ha dicho Jehová el Señor: Di a las aves de toda especie, y a toda fiera del campo: Juntaos, y venid; reuníos de todas partes a mi víctima que sacrifico para vosotros, un sacrificio grande sobre los montes de Israel; y comeréis carne y beberéis sangre.” ¿Se acuerda que vimos en Isaías 34 que las naciones vendrían para su propio sacrificio por sus propios pecados? La coherencia de la Escritura al llamar a las aves a disfrutar de un festín, en el versículo 18, “de fuertes y beberéis sangre de príncipes de la tierra; de carneros,” como si fueran carneros, corderos y de machos cabríos.” De nuevo, los muertos han sido su propio sacrificio, no hubo otro sacrificio fuera de Cristo. Rechazaron al único sacrificio mediante el cual podrían ser librados del día de la venganza, y ellos son el sacrificio por su propia impiedad.
Versículo 21: “Y pondré mi gloria entre las naciones, y todas las naciones verán mi juicio que habré hecho, y mi mano que sobre ellos puse. Y de aquel día en adelante sabrá la casa de Israel que yo soy Jehová su Dios.” Cuando usted llega al ministerio del apóstol Pablo, en el Nuevo Testamento, usted tiene a Pablo viendo ese mismo día, en 2 Tesalonicenses 1:6, “Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, y a vosotros que sois atribulados dar un reposo con nosotros cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo, con los ángeles de su poder en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo.”
Ahí está la gente va a estar bajo este juicio alrededor del globo, son aquellos que no conocen a Dios y no obedecen el evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Ellos van a sufrir pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor, y de la gloria de Su poder. Esta es verdad aterradora. Esto no es nada con que jugar, esto no es frívolo. Todos esos pasajes son retratos y profecías de juicio final, lo cual es el lugar al que exactamente se dirige el mundo. La gente me pregunta de vez en cuando, ¿crees que está cerca? Está más cerca que nunca ha estado, y más allá de eso todos los retratos presentados en la Escritura indican que cuando el Señor regrese habrá unidad global en términos religiosos, y unidad global en términos políticos y económicos.
Y por primera vez en la historia del mundo estamos experimentando ese tipo de identidad global. No hay nada proféticamente que tiene que suceder antes de que el Señor saque a Su iglesia creyente y desate los terrores de la tribulación descritos en Apocalipsis 6 al 19. Para esos siete años Dios va a juzgar con furia abriendo los sellos y con los juicios de las trompetas y de las copas. Y eso, todo eso culmina en ese juicio final cuando Cristo regresa al final de ese período, para destruir a todos los impíos.
Es algo interesante que señalar de regreso a Apocalipsis 19, que en Apocalipsis 19 usted tiene la ejecución en el capítulo 19, aunque usted tiene el Tribunal y la Corte, en el capítulo 20. El juicio va a ser descrito, en el capítulo 20, versículos 11 en adelante conforme el juicio del Gran Trono Blanco es presentado. Pero su ejecución ocurre antes de eso, esto es su ejecución física, multitudes por todo el mundo son traídas adónde es llamado el valle de la Decisión, el valle de Josafat. No están ahí para tomar unas decisiones, están ahí para ser víctimas de la decisión que tomó hace mucho tiempo atrás Dios. El juicio ya decidido que este es el día de la ejecución.
Nuestro Señor vio este día y necesitamos oír de él. Observe Mateo, el evangelio de Mateo, capítulo 24, y versículo 29. “E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días,” ese período de siete años, “el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo.” Leímos eso en Isaías. “Y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del hombre en el cielo, y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria, y enviará a sus ángeles con gran voz de trompeta y juntarán a sus escogidos de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.”
Entonces, cuando Él venga, Él va a reunir a los creyentes junto con Él mismo, y entonces Él va a destruir a los impíos. Vaya al capítulo 25, necesitamos ver esto, versículo 31: “Cuando el Hijo del hombre,” y este es Jesús hablando, “cuando el Hijo del hombre venga en Su gloria y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria.” Eso es lo que vemos en Apocalipsis 19, “Y serán reunidas delante de él todas las naciones, y apartará los unos de los otros como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces, el rey dirá a los de su derecha: Venid benditos de mi padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.”
Y después Él describe el trabajo que evidencia su salvación. Y después Él dice en el versículo 41: “Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.” Versículo 46 dice: “Irán estos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.” Entonces hay una separación de creyentes de los incrédulos en el regreso de Jesucristo, y los creyentes son reunidos para ir al reino en el que Cristo reinará durante mil años. Veremos más de eso la próxima vez, los injustos serán destruidos.
En esa pequeña epístola de Judas, no puedo resistir los versículos 14 y 15: “He aquí vino el Señor con sus santas decenas de millares,” ésta es una profecía, “para hacer juicio contra todos y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra Él. Impíos, impíos, impíos, repetido. Ellos son los que serán juzgados. Han rechazado a Dios y han rechazado el evangelio de Jesucristo.
Entonces, lo que leímos en Apocalipsis capítulo 19 no es nada nuevo. No es nada nuevo. Sabíamos en el nacimiento de Cristo que vino a ser un rey. Sabíamos de Isaías 9 que nacería un niño en cuyos hombros descansaría el gobierno, y su gobierno sería para siempre. Sabemos a partir de todos los profetas que el establecimiento de este reino involucraría el asegurar a todos los justos a ese reino, incluyendo al grupo restaurado de judíos, pero también involucraría la destrucción de todos los impíos. El Rey de reyes viene. El Señor de señores viene. O como Pablo lo identifica en 1 Timoteo 6:15, “el bienaventurado y solo soberano Rey de reyes y Señor de señores.”
Ahora, con todo ese trasfondo llegamos al versículo 17, solo dos cosas que ver en este texto, la conquista anunciada. Vamos a comenzar ahí en los primeros dos versículos de apertura. “Y vi,” literalmente, “un ángel que estaba de pie en el sol, y clamó a gran voz diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios, para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes.”
Un ángel. Sabemos que los ángeles están asociados con el juicio. Se hace referencia a ellos en el Antiguo Testamento, por parte de los profetas, vemos la misma escena. Pero a lo largo del libro de Apocalipsis, los ángeles aparecen en momentos muy importantes de juicio. Este ángel que está de pie en un lugar de mando es el primer indicador del fin. Este ángel, estando de pie sobre el sol. Esto quiere decir que quizás él crea una especie de eclipse. Esto es antes de que el sol se apague.
En Joel capítulo 2, sabemos, y Apocalipsis lo afirma, pero en Joel capítulo 2 es el primer lugar en dónde leemos de esto. Cuando el Señor esté a punto de venir el sol ya no va a dar su luz. Escuche el final de Joel capítulo 2, versículo 30 en adelante: “Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre y fuego y columnas de humo, el sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre antes que venga el día grande y espantoso de Jehová y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo.” Pero en aquel día, el sol se va a apagar.
Entonces, antes de que el sol se apague, esa profecía de Joel, por cierto, se repite en el sermón de Pedro en el capítulo 2 de Hechos, versículos 19 y 20 antes de que el sol se apague, antes de que el Hijo del hombre llegue con su gloria refulgente en el cielo oscuro, un ángel está de pie sobre el sol, y hace este anuncio. Él clamó a gran voz. Tenemos a un ángel haciendo eso en el capítulo 7, tenemos un ángel haciendo eso en el capítulo 10, tenemos un ángel haciendo en el capítulo 14, allá por el versículo 15, tenemos un ángel haciendo eso al principio del capítulo 18. Y cuando un ángel hace eso, es para hacer un anuncio del cielo, y un ángel tiene algún tipo de megáfono sobrenatural que cubre la tierra y anuncia juicio a nivel mundial.
Pero este anuncio no es para la gente. Este ángel clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo, venid y congregaos a la gran cena de Dios. Hay una cena de bodas ahí en el versículo 9, hay dos cenas aquí. Ahí atrás en el versículo 9, hay una cena. Esta es una cena muy diferente, las aves vuelan en medio del cielo. Este ángel va a llamar a las aves, y él está invitándolas para comer la carne muerta. Antes de que el Hijo de Dios fuera declarado como el Rey de reyes, y Señor de señores, eso quiere decir que Él tiene poder soberano sobre todos.
Los profetas dijeron que Él tendría una espada, y mediante esa espada que sale de Su boca, Él mataría a todos los impíos sobre la faz del planeta. Eso va a dejar cadáveres y en particular concentrándose en la tierra de Israel en dónde todos los ejércitos del mundo están ahí para pelear contra Israel, porque Dios mismo los reunió. No van a ser nada más que alimento para estas aves. “Se van a alimentar de la carnicería,” para que se alimenten de las carnes.
Una de las cosas más interesantes que hace años atrás aprendí de la migración de aves fue que la migración más grande de aves sobre el planeta se lleva a cabo sobre la tierra de Israel al principio del invierno, porque todas las aves en Europa, que van al sur hacia África tienen que pasar por Israel, no vuelas cruzando el Mediterráneo. Terminan en Israel migrando y son predecibles en términos exactamente de las semanas y días cuando ciertos tipos de aves van a migrar. Es la corriente más grande de migración sobre el planeta. Dios va a llamarlos a todos a un lugar en cierta manera familiar, a través de este ángel, para que vengan a reunirse para la gran cena de Dios.
A lo largo de la historia humana las aves han comido la carne de aquellos que eran matados en batallas. Esto va a ser como ninguna otra cosa que el mundo ha conocido jamás. La batalla va a ser breve, los ejércitos del mundo van a estar reunidos alrededor de Israel en la planicie de Meguido, extendiéndose a más de doscientos kilómetros al norte y al sur. Y la batalla va a ser tan devastadora que la Escritura dice que va a tomar siete meses sepultar lo que queda después de que las aves se hayan alimentado de los cadáveres.
Un piloto de American Airlines en Chicago, sabía que yo estaba interesado en la Biblia y él me envió un video de preparación que era usado por American Airlines para sus vuelos que entran y salen de Israel. El desafío más grande que tienen al entrar y salir de Israel es la migración de aves. Ha sido un problema de muchos años ahí en el aeropuerto de Tel Aviv, porque cuando las aves chocan contra uno de esos motores de los aviones pueden hacer que caiga un avión.
Por cierto, la Fuerza Aérea Israelita ha perdido a más pilotos por accidentes con aves de lo que ha perdido en la guerra. Y con todo tipo de aves que migran, que van al sur pasando por Israel en la primavera, o en el otoño, han tenido que pensar en cómo evitar a estas aves que migran. Este fue un video que yo vi que ayuda a los pilotos preparados, incluso a programar los vuelos en torno a esa migración. El mundo va a ser una carnicería y un centro en particular será la tierra de Israel, y las aves van a venir y van a comer la carne. Y no importa si son príncipes o pordioseros, grandes o pequeños, van a ser reducidos a alimento.
Vea el versículo 18, “Para que comáis carne de reyes y de capitanes y carne de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carne de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes. Cadáveres que estarán ahí sin ser sepultados. Ahí atrás en el capítulo 6, versículo 15: “Y los reyes de la tierra y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos y todo siervo y todo libre se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes.” Este es en el sexto sello cuando el cielo se parte y se enrolla y todo monte e isla es quitado de su lugar y saben que se están acercando a la venida del Señor.
Sabemos que se están acercando a la venida del Señor, la gente está en pánico, sin importar quienes son, de reyes a esclavos, y se dirigen a las cuevas y a las rocas y se dirigen ahí, diciéndole a los montes y a las peñas, “caed sobre nosotros y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero, porque el gran día de su ira ha llegado, y ¿quién podrá sostenerse en pie? En ese tiempo de la tribulación, aun cuando saben que Dios está juzgándolos, aun cuando saben que el Señor está por venir para destruirlos, no se arrepienten, simplemente quieren esconderse.
El banquete será de carne por todo el mundo. Escuche a Sofonías el profeta, capítulo 1, versículo 14: “Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy próximo; es amarga la voz del día de Jehová; gritará allí el valiente. Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento, día de trompeta y de algazara sobre las ciudades fortificadas, y sobre las altas torres. Y atribularé a los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron contra Jehová; y la sangre de ellos será derramada como polvo, y su carne como estiércol. Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira de Jehová, pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo; porque ciertamente destrucción apresurada hará de todos los habitantes de la tierra.” Lo que Sofonías está diciendo es que toda persona impía va a ser matada cuando Cristo regrese. Cada una de ellas.
Entonces la conquista es anunciada por un ángel llamando a las aves para que se alimenten de los cadáveres. Hay un segundo punto que considerar aquí, y está en los últimos versículos 19 al 21. La conquista cumplida. La conquista anunciada y la conquista cumplida. Y ahora Juan ve a la bestia y a los reyes de la tierra y a sus ejércitos reunidos para guerrear contra el montaba el caballo y contra su ejército, esta es la guerra final. “Y vi a la bestia,” ese es el Anticristo, el gobernante mundial durante el tiempo de la tribulación. Es descrito a detalle de regreso en el capítulo 13, versículos 1 al 8. Él es poderoso, él es blasfemo, él opera bajo autoridad satánica y bajo poder satánico, él es el líder mundial.
El versículo 8 dice que todos los que moran sobre la tierra lo adorarán. Aquellos cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero. El mundo entero va a adorar a este Anticristo identificado como la bestia que sale de la tierra. Él es la cabeza del mundo. Y entonces, la bestia es apresada y con ella el falso profeta, ahí en el versículo, diremos más de eso. “Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo y contra su ejército.” Están reunidos para guerrear contra Jesucristo, y contra los santos y los ángeles que regresan con Él.
La batalla está lista. Zacarías 14:5 habla de esto e identifica el ejército de Cristo como todos los santos con Él. Sus enemigos tuvieron éxito en matarlo cuando Él vino en humildad y gracia, lo odiaron cuando curó, lo odiaron cuando mostró misericordia, ¡imagínense como lo van a odiar cuando hayan estado bajo Su juicio imparable en severidad esos últimos tres y medio años durante la segunda mitad de la tribulación! Y después sucede. La bestia es apresada, y con ella el falso profeta, también descrito en el capítulo 13, versículos 11 al 13. El falso profeta en cierta manera es el asociado religioso del Anticristo, quien hace algún tipo de engaño, engañando a los que recibieron la marca de la bestia y haciendo que adoren al Anticristo.
Entonces el Anticristo tiene un asistente que hace algún tipo de señales o maravillas, que le da a la gente la ilusión que él es un líder sobrenatural, y el mundo entero lo sigue a él. Ahí atrás en el capítulo 13, versículo 16 dice: “Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.”
Entonces, si usted no se identifica con la bestia, no puede sobrevivir. Y no puede sobrevivir porque no puede operar en la sociedad sino tiene el número. Entendemos eso con las tarjetas de crédito, entendemos como todo mundo puede ser identificado, entendemos eso por la internet, todo mundo sabe quiénes somos, y dónde estamos debido a los celulares. Usted podría ser borrado si usted no adora a la bestia.
Entonces, los dos líderes y quienes habitan, demonios satánicos, uno político y uno religioso, son capturados o apresados primero y arrojados, de regreso al versículo 20, “lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre.” Esta es la primera mención del infierno final, la primera mención del infierno final, el infierno final eterno. Y las primeras dos personas que ocupan ese lago de fuego final eterno son el Anticristo y el falso profeta. No quiere decir que ellos no han estado fuera de la presencia de Dios. Así ha sido, morir en cualquier punto de la historia humana sin Dios, es ser excluido de Su presencia de manera eterna en castigo y tormento.
Pero incluso Daniel vio esto, Daniel 7:11, “Yo entonces miraba a causa del sonido de las grandes palabras que hablaba el cuerno, miraba hasta que mataron a la bestia, y su cuerpo fue destrozado y entregado para ser quemado en el fuego.” Daniel incluso ve esta bestia, este Anticristo final, incluso a su asociado arrojado al lago de fuego. Por cierto, el lago de fuego fue preparado para el diablo y sus ángeles, para los demonios, pero será el lugar de los humanos también. Esto es evidencia de que no hay aniquilación. Son arrojados a un lago de fuego que arde con azufre. El lago, ni los aniquila, ni los purifica.
¿Cómo sabemos eso? Vaya al capítulo 20, versículo 7, mil años después, “Satanás será suelto de su prisión,” ha estado cautivo mediante el reino milenial, “y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla,” una guerra más al final del reino milenial, “el número de los cuales es como la arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió. Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.” Eso no es aniquilación.
El lago de fuego, Isaías dice: “Es un fuego,” Isaías 66, “que no va a ser apagado.” En el Nuevo Testamento, nuestro Señor dice que: “Es fuego eterno,” Mateo 25, “preparado para el diablo y sus ángeles.” En Marcos 9, “El fuego no se apaga.” Mateo 13, “Horno de fuego dónde hay lloro y crujir de dientes,” lo cual no es aniquilación, es castigo consciente. La cizaña, Él va a quemar con fuego que no se apaga, fuego eterno. “Atormentados por fuego,” Apocalipsis 14:10. Y Juan añade que en esta visión este lago de fuego en el que la bestia y el falso profeta son lanzados, se identifica con azufre, azufre, conectándolo con la destrucción de Sodoma, en nuestra mente.
Entonces, la bestia y el falso profeta son los primeros que van a ocupar el lago de fuego final, y el resto van a seguirlos. “Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de la carne de ellos.” Literalmente el Señor habló una palabra y todos los impíos caen muertos, en todos lados sobre el planeta. Cuando primero vimos esa espada ahí atrás en el capítulo 19, versículo 15, en la visión de Cristo en Su regreso, “de su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones.” El mundo entero de pecadores va a ser matado. A nuestra sociedad se le ha dado la ilusión que Jesús es una persona benigna, de corazón suave, un maestro compasivo, y Él simplemente quiere hacer para usted lo que usted quiera hacer para usted mismo; Él es su genio. No. Él es su Juez. Él es su Juez.
Repentinamente todo se va a acabar, repentinamente no habrá más guerra, millones de personas han muerto en guerras, el planeta entero de personas impías va a ser matada en una palabra. El planeta entero estará muerto, excepto por aquellos que están en Cristo. Zacarías el profeta, al final de su profecía, capítulo 14 dice: “He aquí el día de Jehová viene, y en medio de ti serán repartidos tus despojos. Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén,” de nuevo diciendo lo mismo que Ezequiel dijo, Isaías dijo, Joel dijo, Jesús dijo, Pablo dijo, el libro de Apocalipsis muestra.
“Yo reuniré,” Salmo 2, “a todas las naciones para combatir contra Jerusalén, y la ciudad será tomada y serán saqueadas las casas y violadas las mujeres y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, más el resto del pueblo no será cortado de la ciudad. Después saldrá Jehová, peleará contra aquellas naciones como peleó en el día de la batalla, y se afirmarán sus pies en aquel día, sobre el monte de los Olivos que está enfrente a Jerusalén al oriente, y el monte de los Olivos se partirá por el medio hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur.”
Cuando regrese en este acto de juicio ardiente va a venir al área de Jerusalén, Él va a tocar el monte, Él va a partir el monte, y la gente va a huir a ese valle que ha sido creado, van a huir ante el terremoto. “Y vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos. Y acontecerá que en ese día no habrá luz clara, ni oscura.” Sabemos eso. El sol se apaga, la luna se apaga, las estrellas no dan su luz, “será un día único el cual es conocido de Jehová, que no será ni día ni de noche; pero sucederá que al caer la tarde habrá luz. Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno. Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre.”
Él va a recrear la topografía de Jerusalén, de tal manera que va a haber un río que va a fluir al desierto, y restaura una medida de lo que Dios originalmente creó en el huerto del Edén. Daniel es muy específico, capítulo 12: “Y desde el tiempo,” versículo 11, “que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora.” Eso sucede a la mitad del período de siete años de la tribulación, a partir de ese tiempo “habrá mil doscientos noventa días.” Mil doscientos sesenta días son tres y medio años, entonces hay treinta días adicionales. Y en el siguiente versículo dice: “Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días.”
¿Qué estaba diciendo Daniel? Él viene después de tres y medio años, mil doscientos sesenta días, hay treinta y cinco días adicionales y cuarenta y cinco días adicionales. ¿Para qué? Esa es la transición entre la destrucción de la tierra y el establecimiento del reino glorioso de Cristo. Cuán específico es eso. Setenta y cinco días para establecer el reino, para traer a los santos y establecer Su autoridad alrededor de todo el mundo.
Y entonces aquí está el comentario final de la humanidad, al final del versículo 21. “Y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.” Ahí se dirige toda la raza humana, para ser cadáveres despedazados por aves. Esa es la verdad. No se enoje con ellos, ruégueles que vengan a Cristo, ¿verdad? Dice usted: “Esto es demasiado. Esto no puede ser verdad.” Entiendo eso, entiendo que es difícil oír esto, y también entiendo que la mayoría de la gente lo rechaza de manera total.
Entonces, permítame llevarlo a la conclusión, a 2 Pedro 3, 2 Pedro 3, versículo 3, y permítame leerlo los versículos 3 y 4. “Sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación.” La suposición de Pedro es que la gente se va a burlar de la noción de que Cristo va a regresar. El regreso de Cristo, se van a burlar de eso, y hay un argumento a partir del ridículo puro, versículo 3, “vendrán burladores.” Ese es el argumento del ridículo. Y después está el argumento a partir de la inmoralidad, “andando según sus propias concupiscencias.” No quieren que eso sea una realidad porque haría que estuvieran tan aterrados como para que dejen sus concupiscencias, lo cual no están dispuestos a hacer.
Entonces, usted tiene a los burladores discutiendo mediante el ridículo y mediante el amor a su propia inmoralidad. Hay otro argumento que los burladores podrían presentar, encima de la burla y la inmoralidad, y esa es la uniformidad. Todo sigue así como desde la creación, nada como eso jamás ha pasado. Ningún juicio divino jamás ha venido, no estamos viendo ningún juicio divino, no ha pasado durante nuestra vida. No hay Dios, no hay juez, simplemente hay uniformidad. Simplemente las cosas siguen siguiendo el mismo camino del azar evolutivo, y el azar evolutivo crea conforme avanza.
Entonces, sea el ridículo, sea el amor por la inmoralidad, o algún tipo de argumento torpe a partir de la uniformidad, los burladores tienen algunos medios que escoger. Y al refutar eso los creyentes tienen algunos argumentos. A partir de la Escritura, versículos 1 y 2, “Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento, para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles.” Ha oído de Ezequiel, ha oído de Isaías, ha oído del salmista, ha oído de Joel, ha oído de Sofonías, ha oído de Zacarías, y habrían muchos otros que le pude haber mostrado. Nuestro argumento es la Escritura dice que esto está por venir. El argumento a partir de la Escritura.
También hay un argumento a partir de la historia, versículo 5. Cuando ellos mantienen esto que las cosas nunca cambian, “ignoran voluntariamente, que en el tiempo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua.” Olvidan que hubo un diluvio, que hubo un acto masivo, global, de juicio, que destruyó a todo ser humano excepto por ocho personas.
Y después hay un tercer argumento, el argumento a partir de la eternidad. “No ignoréis esto, amados.” Simplemente porque parece como que es mucho tiempo para ustedes, y el juicio no ha venido, “que como el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.” Dios no tiene un reloj. Presentamos nuestro argumento a partir de la autoridad de la Escritura; presentamos nuestro argumento a partir del diluvio universal, luego de lo cual se encuentra en los fósiles alrededor del planeta; presentamos nuestro argumento a partir de la naturaleza de Dios, que Dios existe sin referencia al tiempo.
Hay otra realidad más, y ese es el argumento a partir de la gracia, versículo 9: “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza.” No piense que simplemente se tarda en preparar el plan, “sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” ¿Qué está esperando el Señor? Está esperando que usted venga al arrepentimiento. “Pero,” versículo 10, “el día del Señor vendrá como ladrón…, en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán desechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.”
Eso de hecho sucede al final del reino de mil años. “Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, !!cómo no debéis vosotros…!” Él va a destruir a todos los impíos, y después va a destruir al universo. ¿Qué tipo de personas deben ser? “…en santa y piadosa manera de vivir,” no, impiedad. “Esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán desechos, y los elementos, siendo quemados…” esa es una implosión atómica que hace que todo lo que existe deje de existir. “Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.”
Entonces, ¿qué tipo de persona debe ser usted? Sea diligente, “ser hallado en él.” Esté en Cristo y de esta manera está en paz con un alma satisfecha, “sin mancha, irreprensible.” Y ahí en el versículo 17, “Amados, guardaos, que no sean arrastrados por el error de los inicuos y caigan de su firmeza.” Aquí están las implicaciones de esto para nosotros, esté en Cristo, en paz con Dios, sin mancha, irreprensible, guardándose en contra del error, para que no caiga de su estabilidad espiritual. Y después finalmente en el versículo 18, “multiplique en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.” Enfóquese en Cristo, ¿verdad? “A Él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.”
Nuestro Padre, te damos gracias de nuevo por el regalo de la verdad, el regalo incomparable de Tu Palabra. Tenemos almas satisfechas, pero oh Señor, deseamos crecer, incluso más para multiplicar la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, viviendo la vida a la luz de Tu venida. Debe ser para nosotros una combinación de cosas como lo fue para Juan, cuando él se dio cuenta de que el juicio estaba por venir fue tanto amargo como dulce. Dulce, porque Tú mostrarías Tú justicia, Cristo sería exaltado y los santos recibirían su recompensa, pero también sería amargo porque los impíos del mundo serán destruidos físicamente y espiritualmente lanzados a un lago de fuego eterno, de tormento.
Ayúdanos a no ser arrastrados a los asuntos frívolos de la sociedad disfuncional de este mundo. Ayúdanos a no vivir bajo ninguna ilusión de que podemos cambiar corazones malos. No podemos. O creer que a pesar del hecho de que Tú dices que los malos hombres irán de mal en peor, de alguna manera podemos parar eso. Ayúdanos a darnos cuenta de que con lo que estamos tratando son miles de años acumulados de impiedad, y no va a haber un punto de giro. Conforme nos acercamos más a Tu regreso, que nuestros afectos estén en las cosas de arriba y no en las cosas de la tierra. Que vivamos y proclamemos el evangelio para Tú gloria. Oramos en el nombre de nuestro Salvador. Amén.
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