Nuestro Señor dijo: “Si alguno viene en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame.” La iglesia de Jesucristo claro, es la asamblea de sus seguidores. Esa es la razón por la que estamos aquí y lo seguimos a Él. El mensaje que el Señor ha colocado en mi corazón en esta mañana va a ser un mensaje sobrio, tengo la confianza de que así será, ha sido para mí tratar de procesar esto a lo largo de la última semana conforme lo he pensado.
Hay ahora en el saludo a la bandera, en nuestra nación, una afirmación: Una nación bajo la autoridad de Dios. Fue añadido al saludo a la bandera en 1954, la pregunta es: ¿Es esta una nación bajo la autoridad de Dios? Sabemos que eso es lo que los padres que la fundaron tuvieron la intención, no cualquier Dios sino el Dios de la Escritura. Las naciones tienen la obligación de adorar al Dios verdadero. ¿Oyó usted lo que dije? Tienen la obligación de adorar al Dios verdadero, y van a venir circunstancias terribles si no hacen eso.
Quiero mostrarle eso. El 10 de junio del año 1900 a la edad de 84 años de edad, el obispo de Liverpool J.C. Ryle se fue al cielo. Él es llamado “el hombre de granito con corazón de niño,” durante sus largos años de liderazgo en la iglesia de Inglaterra, él fue imparable en la fidelidad a la Palabra de Dios, a la Biblia. Él había sido amado de manera intensa y odiado de manera intensa debido a su fidelidad a la verdad bíblica. Él incluso fue llamado “el león por la verdad.”
Su legado todavía vive globalmente, su influencia todavía existe debido a sus escritos, y me imagino que la mayoría de ustedes han leído algo escrito por J.C. Ryle. El espectro de su influencia es vasto, pero una de las cosas que interesó de manera particular a Ryle, fue la razón entre la iglesia y el estado. Él reconoció la verdad base de que todas las personas en todas las naciones, son llamadas a adorar al Dios verdadero. Esa no es una opción, ese es un mandato divino. No creo que la gente entienda eso, pero quiero ayudarle a entender eso.
Permítame comenzar al establecer algunas verdades elementales: Número uno, el hombre fue creado por Dios, a imagen de Dios, para la gloria de Dios. A toda persona se le da, como parte de ser humano, la imagen divina y el conocimiento de la naturaleza de Dios y la ley de Dios, de tal manera que la ley de Dios está escrita en todo corazón y la verdad acerca de Dios reside en todo corazón, de tal manera que la Biblia dice que si no vienen a Dios están sin excusa.
Ahora, sabemos que el instinto a adorar es fuerte en toda alma. Toda persona adora. Dios ha diseñado el alma humana, para adorarlo a Él, pero la caída, la naturaleza caída de la humanidad hace que los seres humanos se vuelvan de adorar al Dios verdadero, a adorar todo y cualquier cosa que no sea Él. La humanidad rechaza la ley verdadera de Dios, entonces el apóstol Pablo dice: “No hay quien busque a Dios. No hay temor de Dios delante de sus ojos, y toda boca se calla, esto es sin excusa, y todo mundo es responsable y culpable ante el Dios verdadero,” Romanos 13, el único Dios verdadero. Entonces, el hombre fue creado por Dios, a imagen de Dios, para la gloria de Dios y se le manda a adorar al Dios verdadero.
En segundo lugar, toda persona debe adorar únicamente al Dios verdadero. La humanidad adora, entendemos eso, pero su naturaleza caída lo aleja del Dios verdadero a dioses falsos. Como Jesús dijo en Juan 4:22, a la mujer samaritana, “vosotros no conocéis lo que adoráis.” J.C. Ryle tratando con este asunto mismo, dijo esto: “Cualquier adoración agrada más al corazón natural, que adorar a Dios de la manera en la que nuestro Señor Jesús lo describe como adorar en espíritu y en verdad.” El corazón natural va en la dirección opuesta a Dios. Esa es la razón por la que la Escritura constantemente manda a toda persona a que deje esa desviación para que adore al Dios verdadero.
Dios dijo: “No hay Dios fuera de mí. No hay Dios fuera de mí.” Esto es, no hay otro dios. La Escritura dice ahí atrás en Deuteronomio 32, se repite en 1 Corintios 10, que todos los dioses de las naciones son demonios, son falsificaciones satánicas, engaños demoniacos. Solo hay un Dios, el resto es alguna forma de adoración demoniaca. El primer mandamiento es este, “No tendrás dioses ajenos delante de mí. No adorarás a ningún otro Dios, porque Jehová, cuyo nombre es “Celoso,” es un Dios celoso.”
Éxodo 34, “No los adoraréis, ni los serviréis porque yo Jehová vuestro Dios, yo soy Dios celoso, visitando la iniquidad de los padres sobre los hijos, hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, pero mostrando misericordia a millares de los que me aman y guardan mis mandamientos.” Adore al Dios verdadero y usted será bendecido, adore a cualquier otro Dios y usted estará bajo una maldición. Dice usted: “Bueno, ¿acaso eso no se aplica solo a Israel?” No, en absoluto.
Hay un profeta que todo mundo conoce, por lo menos saben de él, una parte de su vida por lo menos, y ese fue cuando fue tragado por un gran pez, pero hay algo mucho más importante, en el gran panorama de las cosas, si vemos a Jonás, en el tercer capítulo de Jonás él va a Nínive, Nínive por cierto es Mosel moderno en Iraq, por lo menos está en esa misma ubicación.
“La palabra de Jehová vino, por segunda vez,” en el capítulo 3, diciendo: “Levántate, ve a Nínive, aquella gran ciudad y proclama en ella el mensaje que yo te diré. Y se levantó Jonás, y fue a Nínive conforme la palabra de Jehová. Y era Nínive ciudad grande en extremo, de tres días de camino. Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad, camino de un día, y predicaba diciendo: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida. Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos.”
“Y llegó la noticia hasta el rey de Nínive, y se levantó de su silla, se despojó de su vestido, se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza. E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por mandato del rey, y de mis grandes, diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé alimento, ni beban agua; sino cúbrase de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos. ¿Quién sabe si se volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de su ira y no pereceremos? Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino, y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo.”
Eso no es salvación personal, esa es una nación volviéndose al Dios verdadero, reconociendo que hay un Dios verdadero, y que salvo a esa nación de destrucción inmediata. Desafortunadamente la siguiente generación, y la siguiente se desvió de eso, regresó a la inclinación natural de sus corazones pecaminosos. Y alrededor del 627 A.C. esa gran ciudad de Nínive fue borrada de la faz de la tierra por el gran juicio de Dios. Adoraban a Ištar, eran paganos, eran no-judíos. La expectativa, adorar al Dios verdadero no solo era para Israel, sino que era para toda nación y Dios pronunció condenación sobre una nación pagana que no lo adoró a Él.
El Señor Jesucristo, repitiendo Deuteronomio 6:5 dijo: “Amarás a Jehová tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas.” Solo hay un Dios, solo hay un Dios verdadero. A toda la humanidad se le manda adorar a ese Dios verdadero, y la razón fundamental, el plan fundamental de Dios en términos de las naciones es bendecir a las naciones que lo reconocen a Él como el Dios verdadero. No estamos hablando de salvación personal, estamos hablando de un reconocimiento nacional de quien es el Dios verdadero.
La tercera cosa que decir es esto: No adorar a Dios, y adorar a cualquier otro Dios trae juicio. Y ciertamente trae juicio sobre los individuos, pero también traer juicio sobre las naciones. Ese juicio se vuelve inevitable porque cuando usted se vuelve del Dios verdadero, usted por lo tanto se vuelve de Su ley, y cuando se vuelve de Su ley la reverencia se va, la moralidad se va, el temor se va, la virtud se va y Dios se va. Ese es el ciclo de la historia de las naciones, Hechos 14, “Dios ha permitido a todas las naciones que van por su propio camino, ese es el camino de la destrucción.
Eso es de lo que Pablo está hablando en Romanos 1, “Habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, y la ira de Dios fue desatada sobre ellos, Dios los entregó a concupiscencias, impureza, los entregó a pasiones degradantes ilícitas, mujeres con mujeres, hombres con hombres, los entregó a una mente depravada, y aprobaron conductas que ellos sabían que los llevaba a juicio. Solo hay un Dios, Él demanda que toda persona lo adore, los individuos para la salvación individual/naciones, reconociéndolo a Él para bendición temporal, nacional.
¿Adónde voy con esto? Bastante simple, cuándo cualquier gobierno se separa de Dios y de Su ley en la Escritura, y de Su pueblo, y Su iglesia, invita juicio a escala personal y escala nacional. Es inevitable, porque Dios es inmutable, Él no cambia. Cuándo el gobierno piensa que solo tiene la responsabilidad del bienestar físico, social, material, temporal, necesidades de ese tipo, e ignora la realidad espiritual del Dios verdadero y las necesidades de la gente, cuando una nación se vuelve indiferente al Dios verdadero y a Su Palabra y a Su ley, comete un error grave, el cual si no es revertido va a llevar a esa nación a su propia destrucción.
La noción de un estado secular es una mentira. El gobierno es ordenado por Dios. En la vida de Ryle, llamó a su nación Inglaterra a la ley bíblica, al cristianismo bíblico, y dijo: “Debería ser reconocido a nivel nacional, y las Escrituras deberían ser promovidas para el bienestar de la sociedad. Ahora, los reformadores tuvieron razón al decir que había, al ver tres usos de la ley de Dios. Uso uno: fue para mostrarle al pecador lo que era la santidad, para que el pecador pudiera ver que tan corto se queda, y para que se convenciera de pecado, y se arrepintiera, de manera personal recibiera la salvación de Dios en Cristo. Entonces, el primer uso de la ley es despertar al pecador a su pecado y al juicio.
El segundo uso de la ley es entonces volverse el estándar para la conducta de los creyentes, conforme andan en santificación y santidad. Pero el tercer uso de la ley, dijeron los reformadores, y tuvieron razón, es refrenar el pecado en la sociedad. Y la ley de Dios refrena el pecado. Y el gobierno debe ser el que la implementa. Romanos 13:1, toda persona debe estar sujeta a las autoridades gobernantes, porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay por Dios han sido establecidas.
Los gobernantes no deben causar temor para la buena conducta, sino para la maldad, porque los magistrados no están para infundir temor al que hace bien, sino al malo. ¿quieres pues no temer la autoridad? Haz lo bueno y tendréis alabanza de ella. Porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces malo teme, porque no en vano lleva él la espada, porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo teme porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo. La ira viene sobre el que hace lo malo y el ejecutor de esa ley, el gobierno son los que llevan las armas y la fuerza letal.
Entonces, la ley de Dios en primer lugar fue diseñada para mostrarle a los pecadores cuán lejos quedamos del estándar santo de Dios, y cuan desesperadamente necesitamos un redentor, un salvador. En segundo lugar, es el estándar de conducta para que vivamos vidas santificadas. Pero, en tercer lugar, Dios dio la ley para refrenar el pecado en una sociedad, y mientras que esa sociedad siga la ley bíblica, habrá refreno sobre el pecado.
Ryle escribió esto en su día: “El gobierno de Inglaterra permite que todos sus súbditos sirvan a Dios o Baal, que vayan al cielo o que vayan al infierno. Así como ellos quieran el estado no quiere asumir la responsabilidad en asuntos espirituales, y ven con una indiferencia epicúrea, e indiferencia esto.” Eso es algo mortal que enfrenta una sociedad, cuando oye usted a candidatos presidenciales decir si yo soy elegido voy a llenar mi gabinete con musulmanes, este es un ataque blasfemo en contra del Dios verdadero.
Ryle también dijo esto: “De qué manera va a castigar a Inglaterra si el gobierno Inglaterra desecha todas las conexiones con él, no lo puedo saber si lo va a castigar mediante algún golpe repentino como derrota en la batalla, o la ocupación de nuestro territorio por parte de una potencia extranjera, o si va a despedazarnos gradualmente, lentamente, mediante la pérdida de la prosperidad comercial, o si nos va a despedazar al dejar que necios nos gobiernen y permitir que el Parlamento los obedezca, o si nos va a arruinar al enviar a estadistas malos. Una cosa estoy seguro, el estado que siembra el descuido de Dios a nivel nacional, tarde o temprano va a cosechar una cosecha de desastre y ruina nacional.”
Inglaterra ha cosechado eso, y también Escocia, e Irlanda. Quien habría pensado que Irlanda haría legal el aborto. La ley de Dios tiene un propósito personal de convencer de pecado al pecador y darle salvación, tiene el propósito santificador de regular la vida de la vida santificada, pero también tiene un propósito nacional de refrenar el pecado.
Entonces, ¿qué estamos diciendo? No hay Dios excepto por el Dios de la Biblia. No hay moralidad verdadera sino la moralidad de la Biblia. No existe adoración verdadera sino la adoración del Dios vivo y verdadero, el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. No hay bendición personal fuera de Él, no hay bendición nacional fuera de honrarlo a Él, y no hay manera de llegar a Él excepto por Jesucristo. Todos los que son irreligiosos, inmorales, indiferentes, todos estos gobiernos se van a autodestruir, y esa autodestrucción solo es aparentemente una autodestrucción, pero realmente es un juicio divino.
La complacencia impía o la rebelión abierta en contra de Dios trae el mismo resultado. Una sociedad que se vuelve de Dios será abierta a toda la religión falsa, dándole la bienvenida a las doctrinas de demonios. La sociedad que se vuelve de Dios, se va a abrir a toda inmoralidad y toda moralidad, toda libertad perversa, toda preferencia sexual, toda idea y opinión, toda mentira, todo engaño, todo pecado, toda iniquidad. Usted puede llamarlo post-moderno, pero creo que estamos al final de la era post-moderna y estamos moviéndonos rápidamente hacia el paganismo.
Hay un nuevo término llamado, justicia de investigación, esto es, la justicia social ha ido a la universidad en años recientes, y la justicia de investigación dice, si usted es blanco, heterosexual, hombre, su investigación sin importar la que sea, es inaceptable. Usted es un opresor. No aceptamos su investigación. Esto quita el filo de todo el progreso y nos lleva de regreso a las tribus en la jungla. Una nación que huye de Dios va a perder el control de absolutamente todo, el caos va a empezar a apoderarse, y va a llevar a la anarquía, y la anarquía normalmente lleva a un estado policía, o a una dictadura.
Tenemos una mente reprobada, no pensamos de manera racional, si usted piensa que rechazar lo que es de punta, científico, el progreso, porque viene de un hombre blanco, heterosexual, y eso va a avanzar una sociedad, eso muestra una mente reprobada, eso es locura, eso es incoherencia. Quitar la adoración del Dios verdadero es un desastre para una nación. 1 Timoteo 2:1-2 Pablo dijo: “Quiero pues que se hagan rogativas, oraciones, peticiones, y acciones de gracias por todos los hombres, por los reyes, gobernantes, y todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.”
Este es Pablo diciendo, Dios quiere que la gente viva una vida tranquila y pacífica. Ese no es idioma de salvación, eso es simplemente paz, bienestar, disfrutar de gracia común, pero para que eso pase tenemos que orar por los líderes que están en autoridad. Oren porque se someten a Dios, oren porque sean salvos, que se sometan a Dios. Cuándo Dios y Cristo, y la Escritura son deshonrados en una nación habrá violencia, habrá ruido, transgresiones, y vergüenza. No habrá una vida tranquila, pacífica, en toda piedad y honestidad.
Josué 24:20, “Si dejáis a Jehová y servís a dioses extraños, Él se va a volver y os hará mal, y os consumirá después de que os haya hecho bien.” No hay duda de que Dios le ha hecho bien a esta nación, Él va a consumir esta nación si se mantiene en el camino porque el que va. Quitar la adoración del Dios verdadero, quitar la autoridad de Su Palabra, la voz de la iglesia, la educación moral de niños y los jóvenes, quitar el evangelio porque es demasiado ofensivo, es el camino a la destrucción nacional.
Dios escogió a Israel y estableció las mismas realidades para Israel, e Israel fue desobediente y destruyó a Israel. Y tienen una promesa de pacto de Dios, su destrucción no fue final porque Dios promete salvarlos en el futuro. Ninguna otra nación tiene una promesa como esa de restauración y salvación final en el futuro. Si Dios no libró a Israel históricamente, no va a librar a personas que no son parte de Su pacto.
Escuche cuán amplio dice la Biblia que la adoración del Dios verdadero es, Salmo 33:8, “Tema a Jehová toda la tierra, teman delante de Él todos los habitantes del mundo.” Salmo 117:1, “Alabad a Jehová, todas vosotras naciones y exaltarle todos vosotros pueblos.” Ahora, eso tiene que venir del liderazgo. Entonces el Salmo 72:11 dice: “Que todos los reyes se postren delante de Él, y todas las naciones le sirvan.” Todos los reyes, todas las naciones. Usted se acuerda de la historia del profeta Daniel, y Nabucodonosor, quien pensaba que era Dios y él fue convertido en una bestia. Durante años él estuvo ahí en la planicie, loco, con uñas largas y una conducta semejante a la de un animal.
Daniel 4:34 dice: “Más al fin del tiempo, yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo y mi razón me fue devuelta y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades. Nabucodonosor dijo esto, él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, todas sus obras son verdaderas y sus caminos justos, y él puede humillar a los que andan en soberbia.” Ahí estuvo un rey pagano, tan pagano que él trató de paganizar a Daniel y a sus tres amigos y no tuvo éxito. Y Dios lo entregó a una mente reprobada, actuó como bestia hasta que volvió en sí y reconoció que el Altísimo debe ser alabado, y honrado y su dominio es sempiterno, y su reino es de generación en generación. Dios debe ser adorado por todas las naciones. Todos los líderes o el juico caerá.
Vaya por un momento a Josué capítulo 10, usted se acuerda que cuando Moisés fue con el Señor, el manto de liderazgo se lo entregó a Josué. Y Josué tomó a los hijos de Israel y los metió a la tierra de Canaán que se la había prometido, claro, a Abraham mucho tiempo antes. Pero cuando Josué entró a la tierra, quiero que vea lo que hizo, vaya al final del capítulo 10, versículo 40, bueno, versículo 38. “Después volvió Josué y todo Israel con él, sobre Debir, y combatió contra ella; y la tomó, y a su rey, y a todas sus ciudades, y las hirieron a filo de espada y destruyeron todo lo que allí dentro tenía vida, sin dejar nada; como había hecho a Hebrón, y como había hecho a Libna y a su rey, así hizo a Debir y a su rey.”
Lo primero que Josué hace es entrar en la tierra del paganismo, y él es el ejecutor de la ira del Señor. Versículo 40, entonces, “Hirió, pues, Josué todas las montañas, del Neguev, de los llanos y de las laderas, y a todos sus reyes, sin dejar nada; todo lo que tenía vida lo mató, como Jehová Dios de Israel se lo había mandado.” Esto parece ser muy molesto para muchas personas que leen esto en el Antiguo Testamento. Pero ninguno de esos reyes murió bajo ese juicio que no iban a morir bajo juicio, de otra manera iban a morir si no hubiera sido así. Dios es el que destruye tanto el alma y el cuerpo en el infierno. Él usó a Josué como Su ejecutor, Josué los hirió desde Cades-barnea hasta Gaza, y toda la tierra de Gosén hasta Gabaón. Todos estos reyes y sus tierras los tomó Josué de una vez; porque Jehová el Dios de Israel peleaba por Israel. Y volvió Josué, y todo Israel con él, al campamento en Gilgal.”
Vaya al capítulo 11, versículo 17: “Desde el monte Halac, que sube hacia Seir, hasta Baal-gad en la llanura del Líbano, a la falda del monte Hermón;” esto es al Norte, “tomó asimismo a todos sus reyes, y los hirió y mató. Por mucho tiempo tuvo guerra Josué con estos reyes. No hubo ciudad que hiciese paz con los hijos de Israel.” Sus corazones estaban tan duros, versículo 20, que “esto vino de Jehová para sellar la dureza de su corazón,” que endureció el corazón de ellos para que resistiesen con guerra a Israel, para destruirlos y que no les fuese hecho misericordia, sino que fuesen desarraigados como Jehová lo había mandado a Moisés.
Versículo 23, “Tomó, pues, Josué toda la tierra, conforme a todo lo que Jehová había dicho a Moisés; y le entregó Josué a los israelitas por herencia, conforme a su distribución, según sus tribus, las doce tribus y la tierra descansó de la guerra.” Simplemente vea el capítulo 12, aquí están los reyes, derrotados y matados. Todo el capítulo 12 presenta una lista de ellos. Treinta y un reyes al final del capítulo 12. Eso es conmovedor para muchas personas, que Dios es un ejecutor de reyes paganos, que no lo han reconocido a Él. Dios es el mismo Dios hoy, no quiere decir que no es compasivo y misericordioso, el Antiguo Testamento es claro en eso, pero para aquellos que lo rechazan a Él, y Su ofrecimiento de perdón y salvación, Él es el Juez inevitable.
Esto coloca una carga enorme en el liderazgo de un país. Sé que hay muchas personas que están buscando el poder político, eso es algo peligroso que buscar. Peligroso, porque Dios tiene requisitos para aquellos que están en el poder. Y quiero compartir con ustedes algunos de ellos, tan solo algunos de ellos. Porque las naciones, básicamente, son formadas por aquellas que las guían, y por los que ellos demandan y ellos toleran, una nación será definida.
Entonces, ¿qué requiere Dios? Regresemos al Salmo 2. Le voy a dar muchas escrituras así que simplemente sígame y escuche. Salmo 2, versículo 10, “Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes. Admitid amonestación jueces de la tierra.” Si usted está en una posición de poder, sea usted presidente, vice-presidente, juez o gobernador, congresista, alcalde, senador, lo que sea, sea prudente. Escuche la advertencia, admita amonestación. Servir a Jehová con temor y alegraos con temblor. Honrad al Hijo para que no se enoje y perezcáis en el camino, pues se inflama de pronto su ira. Bienaventurados todos los que en él confían. Rechace al Hijo de Dios, y usted va a provocar la ira de Dios, y Su ira va a caer sobre usted.
Salmo 72:11, de nuevo, “Que todos los reyes se postren delante de él, y todas las naciones le sirvan.” Escuche el Salmo 138:4-5 “Todos los reyes de la tierra te agradecerán, oh Jehová, cuando hayan oído las palabras de tu boca, y cantarán de los caminos de Jehová, ¡cuán grande es la gloria de Jehová!” Por cierto, esa no es una profecía, sino una esperanza en vista de lo que el Señor habría hecho a través de David e Israel.
Salmo 47. Y simplemente voy a estar leyéndoles. Los puede apuntar si quiere regresar. Salmo 47, “Pueblos todos, batid las manos, aclamad a Dios con voz de júbilo, porque Jehová el Altísimo es temible, rey grande sobre toda la tierra.” Ese es un llamado a la adoración, nacional, universal del Dios verdadero. Ese es un mandato, y no hacer eso es traer sobre uno mismo juicio aterrador.”
Entonces, ¿qué podemos decir que debe caracterizar a un gobernante? Adoración del Dios verdadero. En segundo lugar, justicia. Justicia o rectitud. 2 Samuel 23:3, durante el tiempo de David, dice, el que gobierna sobre los hombres debe ser justo o recto, gobernando en el temor de Dios. entonces, la adoración y la rectitud van de la mano. Escuche Proverbios 16:12, “Es abominación para los reyes, los gobernantes, cometer actos impíos, porque un trono es establecido sobre la justicia, por la rectitud.”
Proverbios 14:34, “La justica o la rectitud engrandece a la nación, pero el pecado es afrenta de las naciones, Proverbios 20, versículo 28. “La lealtad y la verdad preservan al rey, y sustenta su trono mediante la rectitud.” Proverbios 25:5, “Quita al impío delante del rey, y su trono será establecido en justicia.” Eso es gran sabiduría. Desaste de los consejeros malos, y un gobernante tiene la oportunidad de gobernar con justicia.
Algunas veces aquí vemos a personas diciendo: Quita al gobernador, o vamos a deshacernos de nuestro gobernador porque están enojados. En primer lugar, necesitamos orar por la salvación de nuestro gobernador. Y, en segundo lugar, Dios no es ignorante de todo. Él lo sabe. Y cuando venga el tiempo de juicio, Dios va a ejecutar esa ira si no hay arrepentimiento y salvación. Proverbios 29:2, “Cuando los justos se multiplican, el pueblo se alegra. Cuando un impío gobierna, el pueblo gime.” ¿Ha estado usted gimiendo? Cuándo un hombre impío gobierna el pueblo gime. Literalmente en hebreo, suspiran, ahhhhh, están cansados.
Isaías 32, este capítulo abre: “He aquí el rey, reinará en justicia, y los príncipes reinarán en justicia. Cada uno será como refugio del viento y refugio de la tormenta; como arroyos de agua en país seco, como la sombrea de una roca en una tierra seca.” Ja. Usted no siente así por sus líderes, ¿oh sí? Es porque no gobiernan de manera justa. No son un refugio del viento, para nosotros no son un refugio de la tormenta, no son arroyo en un país seco, no son una roca de sombra en una tierra árida.
Hay una tercera que está relacionada de manera muy cercana de los líderes que Dios demanda, y esa es justicia, justicia. Antes leí Salmo 83 y 84, y si retrocedemos en el Salmo 82, usted lee, voy a leer, siga en quizás los primeros ocho versículos. Salmo 82, “Dios está en la reunión de los dioses, en medio de los dioses juzga.” Esto es, los gobernantes están congregados y Dios está en medio de ellos. “Hasta cuando,” versículo 2, “juzgaréis injustamente y aceptaréis las personas de los impíos. Defended al débil y al huérfano, haced justicia al afligido y al menesteroso.” Esas son las personas que no pueden sobornar al líder.
“Librar al afligido y al necesitado, libradlo de manos de los impíos. No saben, no entienden, andan en tinieblas, tiemblan todos los cimientos de la tierra. Yo dije: vosotros sois dioses,” Esto es sarcasmo a los gobernantes. Ustedes son dioses, ¿no es cierto? “Y todos vosotros hijos del Altísimo,” eso es sarcasmo. Piensan que son dioses, piensan que son dioses, piensan que están representando al Altísimo, “ustedes van a morir como hombres. Y cómo cualquiera de los príncipes caeréis. Levántate, oh Dios, juzga a la tierra, porque tú heredarás todas las naciones. Dios invoca a todos los gobernantes del mundo, en ese Salmo, los juzga a los legisladores, reyes, presidentes, gobernadores, gente en cualquier función de liderazgo, y Dios preside sobre todos ellos. Son marcados por tinieblas, tinieblas intelectuales y morales, gobiernan de manera injusta, atacan el orden moral que Dios ha establecido para el bienestar de la humanidad, y piensan que son dioses. Y no lo son, son hombres que serán destruidos.
Proverbios 29:4, “El rey provee estabilidad a la tierra mediante justicia, pero un hombre que recibe sobornos la destruye.” Proverbios 8:15, “Por mí, los reyes gobiernan, y los gobernadores decretan justicia.” Versículo 12, “Por mí decretan sabiduría. Por la sabiduría los reyes reinan y los gobernantes decretan justicia.” Y, eso lleva a una cuarta característica de los gobernantes, la cual es sabiduría. La cual es sabiduría.
No puedo resistir el ir a Proverbios 8 por un momento, hay tantas escrituras, simplemente le estoy dando algunas muestras de esto, pero en Proverbios 8, usted podría retomarla en el versículo 12, “Yo, la sabiduría, habito con la cordura y hallo la ciencia de los consejos. El temor de Jehová es aborrecer el mal; la soberbia y la arrogancia, el mal camino y la boca perversa, aborrezco. Conmigo está el consejo y el buen juicio; yo soy la inteligencia; mío es el poder.”
Esta es la sabiduría personificada, “Por mi reinan los reyes y los príncipes determinan justicia. Por mí dominan los príncipes, y todos los gobernadores juzgan la tierra. Yo amo a los que me aman, y me hallan,” esto es la sabiduría, “yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan. Las riquezas y la honra están conmigo; riquezas duraderas y justicia. Mejor es mi fruto que el oro, y que el oro refinado; y mi rédito mejor que la plata escogida. Por vereda de justicia guiaré, por en medio de sendas de juicio, para hacer que los que me aman tengan su heredad, y yo llene sus tesoros.”
Dios no va a retener nada, sino que sus bendiciones están en el camino de la justicia, no que un gobernador anuncia que van a reducir la consecuencia para la homosexualidad depredadora sobre un menor. Eso no es caminar en justicia. El profeta Jeremías, capítulo 22, versículo 1, “Así dijo Jehová: Desciende a la casa del rey de Judá y habla allí esta palabra, y di: Oye palabra de Jehová, oh rey de Judá que estás sentado sobre el trono de David, tú y tus siervos, y tu pueblo que entra por estas puertas. Así ha dicho Jehová: Haced juicio y justicia, y librad al oprimido de manos del opresor, y no engañéis ni robéis al extranjero, ni al huérfano ni a la viuda, ni derraméis sangre inocente en este lugar. Porque si efectivamente obedecieres esta palabra, los reyes que en lugar de David se sientan sobre su trono, entrarán montados en carros y en caballos por las puertas de esta casa; ellos, y sus criados y su pueblo. Mas si no oyeres estas palabras, por mí mismo he jurado, dice Jehová, que esta casa será desierta.”
Bajo su liderazgo, inocentes son matados, van a pagar si ese es el caso. Los más inocentes de todos son bebés en el vientre siendo matados, siendo asesinados. En Daniel, de nuevo, el profeta Daniel simplemente un comentario del capítulo 2, versículo 20. Y Daniel bendijo al Dios de los cielos, y dijo: Sea bendito el nombre de Dios, de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría. Él muda los tiempos y las edades, quita reyes y pone reyes, da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos. Él revela lo profundo y lo escondido, conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz. A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduría y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos, pues nos has dado a conocer el asunto del rey.”
¿Adivine qué? Un creyente que conoce la Palabra y voluntad de Dios puede explicar la realidad a un rey, a un rey. Eso es lo que Daniel hizo, y su sabiduría fue tan profunda que se volvió el primer ministro de ese reino pagano. La sabiduría viene solo de Dios, como Nabucodonosor lo descubrió. De nuevo, ahí atrás en Proverbios, y estas son tan solo entre las muchas escrituras que podríamos ver, Proverbios 25. “También estos son proverbios de Salomón, los cuales copiaron los varones de Ezequías, rey de Judá. Gloria de Dios es encubrir un asunto, pero honra del rey es escudriñarlo. Para la altura de los cielos y para la profundidad de la tierra, para el corazón de los reyes no hay investigación, quita las escorias de la plata y saldrá laja al fundidor. Aparta al impío de la presencia del rey y su trono se afirmará en justicia.”
En otras palabras, los reyes deben resolver problemas muy difíciles, pero no podrán hacerlo, como señalamos, si están rodeados de mentirosos, y asesores corruptos. Y eso lleva a una quinta característica de un gobernante: honestidad, honestidad. Simplemente un par de versículos en esa línea, Proverbios 17:7, “No conviene al necio la altilocuencia, cuanto menos al príncipe labio mentiroso. ¿No está cansado de la gente que miente y que está en el poder? Proverbios 20:28 dice: “La lealtad y la verdad preservan al rey.”
Hay una sexta característica de un gobernante: moralidad. Y eso está en el capítulo final de Proverbios, Proverbios 31. Sufre un poco porque todo comienza con el versículo 10, acerca de la esposa, y ese es un pasaje increíble. Pero si usted comienza al principio usted va a aprender de lo que Dios espera de un gobernante. “Palabras del rey Lemuel, la profecía con que le enseñó su madre. ¿Qué, hijo mío?” Este es un rey, Lemuel. “¿Y qué, hijo de mi vientre? ¿Y qué, hijo de mis deseos?”
¿Qué te gustaría saber? ¿Qué quieres saber de tu madre experimentada y sabia? “No des a las mujeres tu fuerza, ni tus caminos a lo que destruye a los reyes.” Inmoralidad. “No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino, ni de los príncipes la sidra; no sea que bebiendo olviden la ley, y perviertan el derecho de todos los afligidos. Dad la sidra al desfallecido, y el vino…” esto alivia su dolor mientras que está muriendo. “Y el vino a los de amargado ánimo. Beban y olvídense de su necesidad, y de su miseria no se acuerden más. Abre tu boca por el mudo en el juicio de todos los desvalidos. Abre tu boca, juzga con justicia, y defiende la causa del pobre y del menesteroso.” Advertencia contra los vicios, la inmoralidad, contra las mujeres, el desenfreno, la indiferencia.
Hay otra característica de los gobernantes que Dios honra, y ésta es poderosa, es la humildad. Regrese a 2 Crónicas, capítulo 33. Manasés, el rey Manasés quien siguió a Ezequías en el reino del sur de Judá, tenía “doce años de edad cuando comenzó a reinar, y cincuenta y cinco años reinó en Jerusalén. Pero hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a las abominaciones de las naciones que Jehová había echado de delante de los hijos de Israel.” Él hizo malo a los ojos del Señor, ¿cómo hizo eso? “Reedificó los lugares altos,” esa es la adoración de ídolos, “que Ezequías su padre había derribado, y levantó altares a los baales, e hizo imágenes de Asera,” una especie de deidad, “adoró a todo el ejército de los cielos y les rindió culto.” Adoró las estrellas.
“Edificó también altares en la casa de Jehová, de la cual había dicho Jehová: En Jerusalén estará mi nombre perpetuamente. Edificó asimismo altares a todo el ejército de los cielos en los dos atrios de la casa de Jehová.” Esto es increíble, Manasés está colocando altares en el templo. “Y pasó sus hijos por fuego en el valle del hijo de Hinom;” esto es, quemó a sus hijos como sacrificios a Baal. “Y observaba los tiempos, miraba en agüeros, era dado a adivinaciones, y consultaba adivinos y encantadores; se excedió en hacer lo malo ante los ojos de Jehová, hasta encender su ira.”
“Además de esto puso una imagen fundida que hizo, en la casa de Dios, de la cual había dicho Dios a David y Salomón su hijo: En esta casa y en Jerusalén, la cual yo elegí sobre todas las tribus de Israel, pondré mi nombre para siempre; y nunca más quitaré el pie de Israel de la tierra que yo entregué a vuestros padres, a condición de que guarden y hagan todas las cosas que yo les he mandado, toda la ley, los estatutos y los preceptos, por medio de Moisés. Manasés, pues, hizo extraviarse a Judá y a los moradores de Jerusalén, para hacer más mal que las naciones que Jehová destruyó delante de los hijos de Israel.”
“Y habló Jehová a Manasés y a su pueblo, mas ellos no escucharon; por lo cual Jehová trajo contra ellos los generales del ejército del rey de los asirios, los cuales aprisionaron con grillos a Manasés, y atado con cadenas lo llevaron a Babilonia. Más luego que fue puesto en angustias, oró a Jehová su Dios, humillado grandemente en la presencia del Dios de sus padres. Y habiendo orado a él, fue atendido; pues Dios oyó su oración y lo restauró a Jerusalén, a su reino. Entonces reconoció Manasés que Jehová era Dios.”
¿Y qué hizo? Versículo 15: “Asimismo quitó los dioses ajenos, y el ídolo de la casa de Jehová.” Era demasiado tarde, versículo 17, “Porque el pueblo aún sacrificaba en los lugares altos, aunque” pretendían que “lo hacían para Jehová su Dios.” Él fue seguido por Amón, versículo 21. “De veintidós años era Amón cuando comenzó a reinar, y dos años reinó en Jerusalén. E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, como había hecho Manasés su padre; porque ofreció sacrificios y sirvió a todos los ídolos que su padre Manasés había hecho.” Regresó, pero nunca se humilló delante de Jehová como se humilló Manasés su padre, antes bien aumentó el pecado, y conspiraron contra él sus siervos y lo mataron en su casa. Más el pueblo de la tierra mató a todos los que habían conspirado contra el rey Amón; y el pueblo de la tierra puso por rey en su lugar a Josías su hijo.”
El padre se humilló a sí mismo y un hijo que se rehusó a humillarse a sí mismo. Si usted sigue leyendo estos relatos, esto sigue saliendo, hizo malo a los ojos de Jehová, hizo malo a los ojos de Jehová, hizo malo a los ojos de Jehová. Ese es el lema de todos los reyes de Israel, el reino del Norte. Y la mayoría de los reyes del reino del sur de Judá hizo malo a los ojos de Jehová, hizo malo a los ojos de Jehová. Hubo una brisa de aire fresco cuando Josías llegó, pero el resto es una historia de maldad.”
Números 12:3 dice: ahora, el hombre Moisés era muy manso más que todos los hombres que había sobre la faz de la tierra. Humildad. La disposición a reconocer el pecado, a arrepentirse y volverse antes de que sea demasiado tarde. Dios espera eso de gobernantes malvados. Tenemos que llamar a los gobernantes que están haciendo maldad a arrepentirse, a caer ante Dios y clamar a Dios por perdón y misericordia mediante Cristo. No hay misterio acerca de lo que Dios demanda.
Permítame tan solo sugerir dos cosas más. Protección, protección. Lo acabamos de leer, Proverbios 31:8-9 “Abre tu boca por el mudo en el juicio por todos los desvalidos. Abre tu boca, juzga con justicia y defiende la causa del pobre y del menesteroso. Es un protector, Habacuc 2:12, “Hay de aquel que edifica una ciudad con derramamiento de sangre, y también usa de violencia.” Deben ser protectores.
Salmo 94, habla de esto, unos cuantos versículos, versículos 20 y 21, y en adelante. “¿Se juntará contigo el trono de iniquidades?” Alguien que permite matanza. “¿Qué hace agravio bajo forma de ley? Se juntan contra la vida del justo, y condenan la sangre inocente.” En lo único en lo que puedo pensar cuándo leo eso es aborto. “Más Jehová me ha sido por refugio, y mi Dios por roca de mi confianza. Y él hará volver sobre ellos su iniquidad, y los destruirá en su propia maldad; los destruirá Jehová nuestro Dios.” No conozco una advertencia más devastadora para los gobernantes que toleran la muerte de los inocentes, que esa.
Y finalmente, valentía, valentía. Los gobernantes necesitan valentía, la valentía es difícil de encontrar. Para ser un gobernante virtuoso, para ser la nación que Dios va a bendecir, un hombre, un líder debe adorar al Dios verdadero, debe conducir su vida y sus asuntos a favor del país o la nación, con justicia, rectitud, sabiduría, honestidad, moralidad. Él debe ser humilde, él debe ser un protector de aquellos que necesitan protección, y finalmente debe tener valentía.
Eso es expresado de manera tan hermosa en la apertura del libro de Josué. Y hablamos de esto hace unas semanas atrás, entonces no vamos a presentarlo como un gran punto. Conforme Moisés le enseña la estafeta a Josué, que iba a ser el líder, Josué 1:6, “Esfuérzate y se valiente porque tu repartirás a este pueblo por heredad la tierra la cual juré a sus padres que la daría a ellos, solamente esfuérzate y se muy valiente.” ¿Qué significa esto? ¿Cuál es la base de esa valentía? “Solamente esfuérzate y se muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito, porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente, no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo adónde quiera que vayas.”
La gente me dice: “Tienes mucha valentía, porque estás haciendo lo que haces.” No. Yo estoy agradecido porque el Señor me ha dado determinación, pero no tiemblo, y no desmayo, no importa lo que venga porque el Señor Dios está conmigo, estoy siguiendo su palabra, estoy siguiendo el libro de la ley, y no se aparta de mi boca de día o de noche, quiero hacer todo lo que está escrito en él. Y después la promesa de Dios, “Entonces, harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. No te apartes a diestra ni a siniestra.” Estas son las características de líderes y gobernantes que Dios bendice.
Un hombre que tiene virtud, convicción, honestidad, sabiduría, justicia, rectitud, va a ser muy cuidadoso con el poder. Y lo primero que va a hacer con su poder es asegurarse de que honra a Dios, y la iglesia de Dios, y la iglesia del Señor Jesucristo. Él va a ser un promotor fuerte de todo lo que honra a Dios. Él va a someterse a los mandamientos de Dios, y a todas las demandas de Dios, para él como gobernante. No hay otra manera de distinguir a un gobernante bueno de un gobernante malo, no es personalidad, los estándares de Dios son el único camino para distinguir a un buen gobernante, de un gobernante malo. Un líder sin virtud es como un cirujano contaminado, el estándar es muy elevado. Necesitamos a líderes así, lo cual necesita que necesitamos reemplazar a muchos malos que tenemos, necesitan arrepentirse y ser salvos. ¿Hay alguna esperanza? ¿Hay algún rey ideal? Ustedes conocen la respuesta. ¿Hay un rey ideal? Estamos esperándolo, ¿no es cierto? El Rey de reyes.
Escuche lo que Isaías dijo en Isaías 33:17, “Tus ojos verán al rey en su belleza; verán la tierra que está lejos. Tu corazón imaginará el espanto, y dirá: ¿Qué es del escriba? ¿qué del pesador del tributo? ¿qué del que pone en lista las casas más insignes? No verás aquel pueblo orgulloso, pueblo de lengua difícil de entender, de lengua tartamuda que no comprendas.” En otras palabras, no vas a estar viendo otro invasor, otra potencia conquistadora con un idioma extranjero.
“Mira a Sion, ciudad de nuestras fiestas solemnes; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas ni ningunas de sus cuerdas será rota, porque ciertamente allí será Jehová para con nosotros fuerte, lugar de ríos, de arroyos muy anchos, por el cual no andará galeras de remos, ni por el pasará gran nave, porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará.” Me encanta eso. Él nos salvará.
De regreso a Daniel, estoy bastante frustrado porque tengo muchas otras escrituras, solo me queda media hora, ¡No…no es cierto! Daniel, capítulo 7, versículo 13, Daniel dice en el capítulo 7, versículo 13, “Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo del hombre, que vino hasta el anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.”
¿Hay un rey ideal? Sí. ¿Sabemos quien es? El Señor Jesucristo. Él viene de regreso para establecer Su reino. Él viene en el libro de Apocalipsis montado sobre un caballo blanco: Rey de reyes y Señor de señores. El salmista dijo en el Salmo 2:8, “Pídeme, y te daré por herencia a las naciones y los fines de la tierra como tu posesión.” El Padre le está diciendo eso al Hijo, te doy las naciones. Salmo 22:27, “Se acordarán y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra, y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti.” Salmo 86:9, “Todas las naciones que tú has hecho, vendrán y te adorarán a ti oh, Señor, y glorificarán tu nombre.” Salmo 98:3, “Todos los términos de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios.” Salmo 103:15, “Las naciones van a temer el nombre de Jehová, y todos los reyes de la tierra van a temer tu gloria.”
Un rey vendrá que va a reinar en justicia y él va a establecer Su reino. Ninguno otro que el Señor Jesucristo. Estamos esperándolo, ¿no es cierto? Estamos esperándolo. Conforme esperamos tenemos esperanza. Y esa es una esperanza cumplida. Ya nos aferramos a ella firmemente porque es prometida en la Palabra de Dios. Permítame cerrar con el Salmo 67, “Dios tenga misericordia de nosotros y nos bendiga; haga resplandecer su rostro sobre nosotros; para que sea conocido en la tierra tu camino, en todas las naciones tu salvación. Te alaben los pueblos oh, Dios; todos los pueblos te alaben. Alégrense y gócense las naciones, porque juzgaras los pueblos con equidad, y pastorearás las naciones en la tierra. Te alaben los pueblos, oh Dios; todos los pueblos te alaben. La tierra dará su fruto; nos bendecirá Dios, el Dios nuestro. Bendíganos Dios, y témanlo todos los términos de la tierra.”
El salmista está diciendo: “Si somos un pueblo bendecido, que el mundo lo vea.” Esa es la razón por la que estamos aquí hoy. Independientemente de lo que supuestamente debemos hacer desde el punto de vista de la evaluación del mundo. Estamos aquí porque queremos que el mundo vea que es un Dios que bendice a Su pueblo fiel. Oremos.
Es un privilegio alto y elevado más allá de la expresión, navegar por la verdad de la Escritura, ver su coherencia, su poder, su claridad. Trae sobre nuestras almas tanto convicción de pecado como bendición, temor y gozo, juicio y perdón. Una amenaza de ira, promesa del cielo. Oramos por nuestro país. Oramos por nuestros líderes, oramos por su salvación en primer lugar, y oramos porque aquellos que son líderes malos sean reemplazados y tú en tu gracia nos des líderes justos, rectos, veraces, que te adoran, que restauren para nosotros la bendición nacional que está tan lejos y se ha acabado.
No tenemos derecho de pedir eso, sería mera gracia que tu hicieras eso. Comienza con nosotros, y esa es la razón por la que necesitamos a la iglesia y necesitamos dejar que la luz brille con fuerza sin importar lo que pase. Debemos dejar que nuestra luz brille delante de los hombres para que vean el poder transformador del evangelio, para que podamos confrontar el pecado y la maldad a todo nivel, incluyendo el liderazgo y demostremos el gozo y paz y esperanza que llena nuestros corazones mediante Cristo.
Gracias por reunirte con nosotros hoy, ahora que al irnos de este lugar estemos comprometidos de manera fresca para vivir para tu gloria y honra y proclamemos la gloria de Cristo. Y todos dijeron: Amén.
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