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Como saben, estamos haciendo una pequeña serie acerca de estudiar la Biblia, como obtener lo máximo de la Palabra de Dios, y me da gusto poderles decir que, en agosto, un libro será publicado titulado, Cómo obtener lo máximo de la Palabra de Dios, que tendrá algo de lo que les estoy diciendo y mucho más. Será una especie de libro pequeño, y estoy realmente emocionado porque obviamente tengo una pasión tan grande por la Palabra de Dios. Y a lo largo de los años he escrito varios libros, y artículos y cosas acerca de la Biblia, y este libro recoge lo mejor de todo y en cierta manera lo actualiza y lo incluye todo. De nuevo, el título es Cómo Obtener lo Máximo de la Palabra de Dios.

Y he estado leyéndolo y editándolo, y probablemente Patricia ha estado preguntándose cómo podía tener una experiencia de gozo tan grande, por algo que yo mismo lo escribí. Pero yo le estaba diciendo, “Sabes, esto es realmente potente. Esto es muy bueno.” Y el asunto es que lo escribí hace tanto tiempo atrás que había olvidado que había dicho todas estas cosas. Entonces, ese libro va resumir mucho de lo que estamos compartiendo con ustedes, estamos tan bendecidos por tener a tantas personas nuevas en nuestra iglesia, tantos que son nuevos en la fe.

El domingo pasado por la noche tuvimos a 80 personas que les dimos la bienvenida con la diestra de comunión, este mes, a la familia de la iglesia. Hay muchos nuevos en Cristo, y estamos tan ansiosos por establecer un cimiento de confianza en la Palabra de Dios, le he dicho a los predicadores a lo largo de mi ministerio, que cuando su congragación de manera consciente, se somete a la autoridad de la Palabra de Dios, entonces la pueden abrir en cualquier lugar y se van a someter a Su verdad. Entender lo que usted tiene en la Palabra de Dios es tan elemental.

Entonces, en esta pequeña serie acerca de cómo estudiar la Biblia, hemos tratado de establecer el fundamento de lo que las Escrituras son, para que usted se vea obligado a ese estudio y después entraremos a los detalles de cómo hacer eso, comenzando en esta noche. A manera de algo de introducción y continuamos estableciendo una especie de pensamientos que son el fundamento de la expresión en sí de como estudiamos la Biblia, lo cual como dije, comenzaremos en esta noche, permítame recordarle que la Biblia es el libro más poderoso que existe, la obra de literatura jamás escrita.

De acuerdo con Hebreos 4:12, es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos. Y tiene la capacidad de penetrar al alma misma del hombre, y diseccionar al hombre, revelar su propia naturaleza y su propia esencia, y su propia pecaminosidad, sus propios anhelos sean hacia el pecado o hacia Dios. Puede literalmente hacerlo a usted pedazos, corta profundamente, es una herramienta poderosa y viva que Dios usa para exhibir el corazón y la verdad acerca de nosotros mismos, a nosotros mismos. Pero no solo la Biblia lo hace a usted pedazos, sino que lo vuelve a ensamblar, lo vuelve a armar. De acuerdo con 1 Pedro capítulo 1, el apóstol Pedro nos recuerda que tenemos una Palabra de Dios viva, y permanente que es una verdad imperecedera, sobre la cual Dios edifica un fundamento de vida eterna y gloria.

Entonces, mientras que la Palabra tiene el poder de cortar y también de despedazar y rasgar nuestras confianzas, y revelar la verdad acerca de los secretos internos de nuestros corazones, también tiene el poder de volvernos a restaurar, de acuerdo con 1 Juan 1:4, Juan dijo, “Estas cosas os he escrito, para que vuestro gozo sea completo.”  La Biblia también es la fuente de gozo supremo. Edificado sobre paz perfecta, y esperanza para el tiempo y la eternidad. Este es el libro más poderoso que existe. Y eso debido a que, para realizar estas cosas vivas, no debe ser la palabra de los hombres, sino la Palabra del Dios viviente. Y eso es exactamente lo que es.

Esa es la razón por la que el Salmo 138:2 dice que Dios ha exaltado la palabra al nivel mismo de Su propio nombre. Es imposible separar la gloria de la Palabra, de Dios mismo, porque ésta de hecho es Su propia Palabra. La Biblia no es la palabra de los hombres, es la Palabra de Dios. Y quiero hablarle de eso un poco esta mañana, porque si usted va a ser un estudiante de las Escrituras, va a depender de gran parte de su confianza en las Escrituras, y su entendimiento de aquello con lo que usted está tratando. La Biblia es verdad revelada, en ella Dios habla. Quiero que pase a varias escrituras para entender esto.

En primer lugar, Hebreos capítulo 1, Hebreos capítulo 1. Esto va a ser más como una clase en un salón que un mensaje normal, que normalmente o de manera regular les daríamos el domingo, pero creo que es muy, muy importante. Voy a asumir la función de maestro, si puedo, en esta mañana. Pero en Hebreos capítulo 1, versículos 1 y 2, tenemos un buen resumen de la idea de revelación, esto es verdad revelada. “Dios” dice, “habiendo hablado,” literalmente, “muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres, por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo.” Vamos a detenernos en ese punto.

Aquí nos encontramos con la realidad que Dios ha hablado. Eso resume el asunto de revelación. Dios ha hablado, esto es, Él se ha revelado a sí mismo. Él se ha descubierto a sí mismo. Dios ha revelado verdad, para el hombre. ¿Cómo lo hizo? Él lo hizo a los padres, esto es, “a los padres” significa, los hombres que fueron los líderes de Israel, inclusive antes de ellos, claro, a los padres conocidos como los patriarcas. En el Pentateuco, el libro de Génesis primordialmente, Dios habló hace mucho tiempo atrás, a esos padres de la nación de Israel.

Él habló por los profetas. Eso es simplemente un término genérico que significa, los escritores de las Escrituras, o aquellos que hablaron para Dios, aquellos que fueron los voceros de Dios. Es un término que incluye profetas, el término técnico para aquellos que son llamados ‘profetas’ en el Antiguo Testamento. También incluye reyes como David, y Salomón. Incluiría a sacerdotes como Samuel y otros que fueron usados por Dios para hablar. Profetas es usado aquí entonces, en una especie de sentido genérico, no técnico, de alguien que habla para Dios. Dios habló mediante voceros humanos, y escritores, refiriéndose claro a los escritores de las Escrituras.

Él habló, dice, muchas veces, polumeros, es una palabra que significa segmentos. Tiene que ver con el hecho de que Dios habló y aquí él se está refiriendo al Antiguo Testamento. Y él habló de manera clara, usando a instrumentos humanos como los escritores, y lo hizo en muchas porciones, hay 39 porciones específicas en el Antiguo Testamento, si llamamos a esos libros porciones, 39 libros. La Biblia tiene 66, el Nuevo Testamento tiene 27, y el Antiguo tiene 39. Entonces, Él habló en muchas porciones. Dentro de esos libros, esos 39 libros que llamaríamos porciones también hay porciones. Esos libros se dividen y contienen varias porciones, secciones, párrafos, etc. Él lo hizo a lo largo de un periodo largo de tiempo mediante profetas o escritores humanos, que fueron varios, pero todo fue Dios hablando.

Él también habló dice en el versículo 1, “de muchas maneras”, muchas maneras. ¿Qué usó Él para comunicar estas palabras a aquellos que lo escribirían? Bueno, visiones, usted sabe claro que hubieron varias visiones. Inclusive Moisés tuvo una visión de Dios en una zarza ardiente, en el desierto. La visión de Isaías es bien conocida por nosotros, las visiones de Ezequiel son bien conocidas por nosotros, hay otras visiones que vinieron a los profetas, de hecho, con frecuencia los profetas escriben hablando de sus escritos como visiones. La visión del Señor vino al profeta tal y tal y él escribió.

Y después hubieron palabras directas de Dios a manera de moverse en la mente humana, y darle verdad al escritor, quien la predicó inicialmente, entonces, él podía que él habló proféticamente y más adelante él la escribió. Dios le habló a los escritores de las Escrituras mediante parábolas, mediante tipos, mediante símbolos, mediante ceremonias, mediante lo que llamamos teofanías o apariciones de Dios, como el Ángel de Jehová, o inclusive como apariciones visibles de Dios, así como la zarza ardiente. Él habló ocasionalmente mediante una voz audible, usando relámpagos desde el cielo de una manera audible para que fuera oído de manera clara, y distintiva y especifica.

Entonces, en muchas maneras en muchos segmentos, mediante muchos escritores humanos diferentes, Dios habló, eso es lo que ese versículo está diciendo. Y eso está registrado entonces, esta revelación de Dios, en el Antiguo Testamento. Hombres fueron usados para escribir esta revelación de Dios, que Dios mismo reveló, hombres que fueron entonces iluminados y capacitados por el Espíritu Santo. El Espíritu Santo entonces los capacitó, tenemos en el Antiguo Testamento, no una colección de lo mejor de la sabiduría humana. Estas no son las mejores reflexiones de hombres religiosos de la antigüedad, esta es la voz y palabras mismas de Dios.

Después Dios también habló dice, el versículo 2, en estos postreros días, y eso significa el tiempo del Mesías. Los postreros días son el tiempo cuando el Mesías viene, el Mesías vino nacido en Belén, iniciando los últimos días, “y en los postreros dias él nos ha hablado en Su Hijo”. Dios se reveló a sí mismo en Jesucristo. Y el registro acerca de Jesucristo fue entonces escrito. Cuatro escritores fueron escogidos, Mateo, Marcos, Lucas y Juan, para escribir el registro inspirado de la revelación de Dios en Jesucristo, que conocemos como los cuatro evangelios.

Y después el escritor Lucas fue inspirado por el Espíritu de Dios para seguir el registro, después de la vida de Jesucristo en el libro de los Hechos, y mostrar los primeros años de la iglesia. Y después vinieron los escritores de las epístolas, Pedro, Santiago, Juan, Judas, Pablo, ellos escribieron esas epístolas que básicamente explican y definen el significado e importancia de la venida de Dios en Cristo, y su obra redentora. Y después las Escrituras cierran con Apocalipsis, el cual es la promesa del regreso de Cristo en su gloria venidera. El Nuevo Testamento, 27 segmentos mediante diferentes autores, escribieron la revelación de Dios particularmente que vino en torno a la persona de Jesucristo.

Entonces, usted tiene la revelación de Dios en los escritores inspirados en segmentos, llamados el Antiguo Testamento. Usted tiene la revelación de Dios mediante escritores inspirados y segmentos llamado el Nuevo Testamento, 27 libros y 39, son equivalentes a los 66 libros de las Escrituras. Esta es la revelación de Dios. Es el resultado de manera singular, el resultado del hecho que Dios se descubrió a sí mismo. Dios ha hablado. Cuando usted tomar una Biblia, usted está leyendo la Palabra de Dios.

Ahora, el proceso que Dios usó para registrar esta revelación es llamado “inspiración”. Inspiración es una palabra que define un proceso, define un medio. Y podemos entender algo de este medio y, por cierto, es un medio sobrenatural. No es natural, podríamos decir alguien escribió una canción hermosa, realmente estaban inspirados, o usted escribió una carta hermosa, alguien realmente estaba muy inspirada, o usted dio un discurso y estuvo muy inspirado, estamos hablando de un nivel humano de excelencia que es muy diferente de aquello a lo que no estamos refiriendo aquí. Cuando hablamos de inspiración en un sentido bíblico, estamos hablando en términos técnicos de una manera en la que Dios usa un proceso sobrenatural, milagroso, para revelar su propia Palabra.

Vaya a 2 Pedro para tener una buena mirada de lo que es este proceso. 2 Pedro capítulo 1, y por la bondad de Dios nos ha revelado este proceso de inspiración en el texto del Nuevo Testamento para que podamos entenderlo. Versículos 20 y 21, 2 Pedro 1:20-21, “Entiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios, hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.”

Ahora, estos dos versículos, simplemente están cargados de importancia con respecto a este asunto de la inspiración. La palabra clave aquí es la palabra “inspirados”, en el versículo 21, “inspirados”, “llevados”. Es una palabra que es usada en fuentes del griego secular para referirse a algo flotando a lo largo de un arroyo, como una hoja. Literalmente, fueron llevados por el Espíritu Santo. Los escritores de las Escrituras, los hombres que escribieron las Escrituras, por cierto, no hay escritoras de las Escrituras, los 66 libros son escritos por hombres.

Entonces, el Espíritu de Dios movió a estos hombres, para que de hecho hablaran de Dios siendo llevados por el Espíritu Santo. Veamos un poco más este texto. Versículo 21, “Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana.” De regreso al versículo 20, “Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura, es de interpretación privada.” Ahora, hay dos aclaraciones inmediatas, y ambas dicen, que las Escrituras no vienen de ninguna fuente humana. Es un libro milagroso, cuyo autor es Dios, mediante el Espíritu Santo moviendo a escritores humanos, para escribir exactamente lo que Dios quiso decir. Ninguna profecía de la Escritura, eso se refiere a toda, ningún lugar en las Escrituras, no está hablando de profecías en un sentido predictivo. Profecía significa proclamar. Ningún mensaje de Dios, ninguna proclamación de Dios contenida en las Escrituras, nada de Dios contenido en las Escrituras es cuestión de, observe esa frase, es cuestión de interpretación privada.

Ahora, esto necesita un poco de explicación. Realmente a mí nunca me ha gustado la traducción ‘interpretación’ aquí, porque el término griego es epilusis. Si usted sabe algo del idioma griego, luo es la palabra para soltar, y esta es una palabra compuesta de ‘soltar’. Es la idea de desatar algo, es la idea de soltar algo. Ninguna escritura ha sido desatada por algún humano, y ha está hablando de origen. Está hablando de fuente. En el caso genitivo, el uso indica fuente. Entonces, Pedro de hecho está diciendo, “las Escrituras no vienen de ninguna fuente humana.”

No es cuestión de que algunos hombres tengan intimidad con Dios, y algunas personas conocen a Dios, y ven a Dios llevar a cabo su obra, y tienen una familiaridad histórica con la operación de Dios, teniendo un nivel elevado de inteligencia humana, y un nivel elevado de sensibilidad religiosa, escribiendo su mejor entendimiento de Dios. No es eso. No es lo peor de los hombres, y no es lo mejor de los hombres escribiendo sus reflexiones acerca de Dios. Ninguna profecía de la Escritura, ningún mensaje en las Escrituras en ningún lugar, en cuanto a su fuente, es humana. Ninguna.

Después en el versículo 21, él fortalece aún más el punto al repetirlo. Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana. Esa es una afirmación muy sorprendente. Nunca nadie dijo, sin importar cuan noble fueron o cuan piadosos fueron, yo creo que voy a escribir las Escrituras. Nadie jamás ha dicho eso y hecho eso. Algunos pudieron haberlo dicho, pero no lo hicieron, porque es imposible. Ninguna profecía jamás fue producida con un acto de la voluntad humana. Usted no puede producir las Escrituras, a partir de la voluntad humana, usted no puede producir la Escritura, por ningún origen privado. Sino que más bien, los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.

No viene del hombre. Ninguna profecía jamás fue traída por voluntad humana, mismo verbo, sino que fue movida, llevada, mismo verbo, por el Espíritu Santo. El Espíritu Santo escogió al autor y el Espíritu Santo dio el mensaje al autor, de tal manera que lo que él escribió es exactamente la Palabra de Dios inerrante e infalible. Hablaron de Dios, escribiendo exactamente lo que Dios quiso que dijera. Eso es inspiración.

Ahora, vaya a otra Escritura, 2 Timoteo, podríamos pasar mucho tiempo en ese texto, y lo hemos hecho en el pasado, pero por ahora, simplemente para que esté cerca de estas afirmaciones tan importantes para que usted entienda la naturaleza de la inspiración. 2 Timoteo 3, versículos 16 y 17. “Toda la Escritura es inspirada por Dios.” De ahí obtenemos esa palabra, ‘inspiración’. Ahora, eso es pasa grapha theopneustos. La palabra theopneustos es exhalada por Dios, es traducida inspirada aquí, significa exhalada o respirada por Dios.

Si usted no obtuviera aire en absoluto, no podría hablar. Si usted no pudiera producir aire, usted no podría hacer que sus cuerdas vocales vibraran. Usted no podría hacer sonido alguno, no podría formar sus palabras. Lo que esto está diciendo es que Dios, exhaló las Escrituras, Dios la habló, es el aliento mismo de Dios. Y no solo en el sentido de aliento, sino en el sentido de exhalar aliento de una manera que va más allá de las cuerdas vocales, hacer vibrar a las cuerdas vocales, pasa por la boca lo cual forma la pronunciación y Dios produjo exactamente lo que él quiso decir. Dios la habló.

En el Salmo 33 usted tiene un buen texto de comparación para esto, Salmos 33:6, “Por la palabra de Jehová los cielos fueron hechos.” Y aquí está su sinónimo, por el aliento de su boca, todo su ejército. Aquí usted tiene una afirmación, la Palabra de Jehová, hay una afirmación paralela, el aliento de su boca, el aliento de su boca es la palabra del Señor, fue por el aliento de su boca, que es la palabra del Señor, que todo fue creado. Dios habló e hizo que existiera. Entonces, respirada por Dios, significa hablada por Dios, Dios dijo, Dios afirmó. La Escritura entonces es Dios hablando. Esa es la razón por la que Romanos 3:2 llama la Escritura, “los oráculos de Dios”, los oráculos de Dios.

Dios es el Autor de lo que la Biblia dice. Todo en la Biblia viene de Dios, no es un libro humano, toda escritura, y cada escritura es respirada por Dios, pasa por sus cuerdas vocales, por así decirlo en el sentido sobrenatural, y nos comunica precisamente lo que él quiso decir. “Toda palabra de Dios es pura” dicen las Escrituras. “Las Escrituras no pueden ser quebrantadas,” Juan 10:35. La Escritura se va a cumplir, aunque el cielo y la tierra pasen, porque es la Palabra, viva, permanente y eterna que sale de la boca de Dios mismo. La iglesia de manera pronta reconoció esto, muy cerca de su comienzo. Sabían que libros eran respirados por Dios, como los santos en el Antiguo Testamento supieron que libros fueron respirados por Dios.

Hubieron muchos libros religiosos escritos en la antigüedad, cuando se estaba llevando a cabo la Escritura del Antiguo Testamento hubieron otros libros que estaban siendo escritos, hubieron libros escritos que usted sabe que se aparecieron en los apócrifos, ¿no es cierto? y en la sección de libros intertestamentarios de una Biblia católica, por ejemplo.  Esos libros no están incluidos en el canon bíblico. ¿Cómo supieron la diferencia? Hubieron maneras muy, muy distintivas por las que supieron que era bíblico, una sabían que necesitaba ser escrito por uno de los voceros verdaderos de Dios, un profeta de Dios, en el caso del Antiguo Testamento, un apóstol de Dios o asociado de los apóstoles en el Nuevo Testamento.  Supieron que tenían que tener por lo tanto a un autor apostólico, o afirmación apostólica.

En el Antiguo Testamento hubieron profetas de Dios, voceros para Dios que escribieron estos libros. Todo mundo sabía quién eran, también fueron afirmados, por su contenido interno, eran claro que eran coherente con todo lo demás en las Escrituras. Tenían un elemento sobrenatural en ellos. tenían el elemento milagroso en ellos, exaltaron la grandeza de Dios y condenaron la pecaminosidad del hombre, lo cual es lo que Dios tiende a hacer, y no los escritores falsos, ni los falsos maestros. Fue muy claro para ellos cuales eran los libros canónicos. Son llamados canónicos, de la palabra canon, la cual era la palabra para un estándar. Son los libros estándar de revelación.

Los concilios de la iglesia reconocieron en el siglo cuarto oficialmente el canon del Nuevo Testamento, pero de manera no oficial. La iglesia siempre había sabido lo que pertenecía al texto y lo que no. Era fácil reconocer, fue escrito por un apóstol en el caso del Nuevo Testamento, o un asociado de un apóstol. Tenía ese aire de naturaleza sobrenatural, tenía esa exaltación de Dios y Cristo. Y tenía esa condenación de la iniquidad. Era coherente con todos los demás escritos del Nuevo Testamento, y era afirmada por los apóstoles mismos. La iglesia, para decirlo a manera de ilustración, la iglesia no nos dio el canon del Nuevo Testamento, así como Isaac Newton no nos dio la ley de la gravedad.

La ley de la gravedad existió antes de que Isaac Newton la identificara. El canon existió antes de que la iglesia lo identificara. Fue Dios quien nos dio la gravedad, fue Dios que nos dio la Escritura, la reconocimos, la iglesia la reconoció. Y Dios entonces es el autor de todo lo que las Escrituras dicen, no hay nada en las Escrituras que Dios mismo no escribió. Y la iglesia ha afirmado universalmente eso. Así como el Antiguo Testamento de 39 libros ha sido afirmado universalmente a lo largo de los años, así también el Nuevo Testamento. Realmente no había duda, ni error en ese punto. Tenemos la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre.

Ahora, algunas otras cosas que usted necesita entender de la inspiración de las Escrituras. Pablo no dice en 2 Timoteo y es muy importante señalar eso, que los escritores fueron inspirados, él dice que toda la Escritura es inspirada. Y usted debe entender eso. Los escritores no fueron inspirados, las Escrituras lo fueron. Hablamos en la actualidad de una persona inspirada, inspirada para alcanzar un logro grande o algún mérito literario grande, sea lo que sea, y algún logro científico grande, de eso no estamos hablando. La Biblia no conoce nada de hombres inspirados, únicamente conoce de palabras inspiradas. ¿Entiende usted eso? Eso es muy importante.

Dice usted, “¿Qué quieres decir con eso?” Con eso quiero decir que Pablo escribió algunas cosas que no fueron inspiradas. No fue Pablo quien fue inspirado, fue la Escritura la que fue inspirada. Y cuando Pablo escribió la Escritura, la Escritura fue inspirada. Cuando Pablo escribió algo más, no fue inspirado. Recuerde ahora, hemos estado estudiando 2 Corintios antes de que tomáramos nuestro pequeño descanso. Vamos a regresar en 2 Corintios en agosto. Y en 2 Corintios le he dicho de manera repetida que Pablo escribió a los corintios 1 Corintios y 2 Corintios los dos libros inspirados en el Nuevo Testamento, pero hay una carta que él escribió a ellos antes de 1 Corintios y una carta entre 1 y 2 Corinitos que no aparecen en las Escrituras porque no fueron inspiradas. Pablo no nada más es inspirado de manera general, ningún escritor bíblico lo es, ningún escritor bíblico lo es.

Isaías no fue un escritor como tal, tampoco lo fue David, ni Pablo, ni Juan, ni nadie más, solo cuando escribieron la Escritura fueron inspirados o literalmente, fueron el vehículo mediante el cual Dios exhaló o respiró Su Palabra. La Escritura es la Palabra de Dios, no es la Palabra de hombres inspirados. Los escritores escribieron la Palabra inspirada. Entonces, Dios respiró o exhaló en ellos las palabras mismas que Él quiso que escribieran. Y mediante algún medio milagroso, sobrenatural, indescriptible, escribieron exactamente lo que Dios quiso que fuera dicho, lo cual no es difícil si usted es Dios. Él ciertamente puede hacer eso. El proceso en sí no puede ser descrito, es milagroso. No puede ser definido, es sobrenatural.

Algunos han sugerido que fue un nivel elevado de mérito humano. No fue así. Algunos han dicho, bueno, fueron escritores como Shakespeare y tuvieron esta inteligencia religiosa tremenda y entonces al nivel elevado de inteligencia humana religiosa, alcanzaron grandes escritos literarios porque estuvieron tan marcados en la inteligencia especial de la Escritura. Eso no es verdad, en absoluto. La Escritura nunca pudo haber sido el resultado de un nivel elevado de mérito humano, por varias razones, en primer lugar, solo hubieron unos dos escritores de las Escrituras que fueron notables como escritores fuera de las Escrituras. Las únicas personas de las que sabemos que hicieron contribuciones a nivel regular como escritores, fueron David y Salomón.

El resto de ellos fueron un conjunto de pastores y pescadores quien sabe que más, líderes de aquí y allá, en cierta manera, apóstoles obstinados, de cabeza dura, quienes pasaron el tiempo entero de la vida de Jesucristo, entendieron muy poco de ella, y después tuvieron que escribir todo acerca de ella. No fueron conocidos como hombres literarios, no fueron grandes escritores, no estaban preparados académicamente. En absoluto. Además, la inteligencia humana no podría haber producido a Jesucristo. Usted no puede inventar una personalidad como Jesucristo, la personalidad, la virtud, la persona de Jesucristo sobrepasa la impureza, el amor, la justicia, el poder, la perfección, la sabiduría, la verdad, cualquiera cosa jamás encontrada en el pensamiento humano.

¿De dónde es que los hombres literarios encontrarían un modelo para una persona así? ¿Y porque escribirían un libro que condenara a los hombres? No podrían inventar a un Jesús. Cuando el hombre al nivel más elevado de su logro escribe, él escribe acerca de sí mismo, y tiende a exaltarse a sí mismo, no a condenarse a sí mismo. Ellos no pudieron producir las Escrituras. Y esa es la razón por la que dijeron, que Dios las escribió. Dijeron que Dios les habló, dijeron que estaban escribiendo la Palabra de Dios.

Y es sorprendente que no solo lo dijeron de manera directa, y voy a mencionar eso en un momento, sino 4 mil veces en la Biblia dice que esta es la Palabra de Dios. 4 mil veces, y eso significa que los escritores afirman 4 mil veces que estaban escribiendo la Palabra de Dios. Pero fuera de esos asuntos específicos, siempre me ha fascinado que en la Biblia hay cierto aire de infalibilidad que para los hombres comunes y corrientes les podría parecer muy difícil vivir con eso. Por ejemplo, si usted decidiera presentar algo que usted escribió, como revelación divina, y usted fuera simplemente él nadie promedio, en cierta manera se sentiría presionado por tratar de convencer a la gente de que deberían aceptar lo que usted está diciendo, como algo que viene directamente de Dios.

Entonces, podría decir en algún lugar en su Escritura, “Bueno, saben una cosa, sé que esto es difícil de creer para ustedes, debido a que no tengo ninguna preparación académica formal, y debido a que no soy una persona muy prominente, pero estoy escribiendo la revelación de Dios y simplemente necesitan saber eso. No hay nada de eso. No hay un, Bueno, sé que esto parece imposible para ustedes de aceptar, porque ustedes saben quién soy, y yo simplemente soy este hombre humilde. Y ustedes no pueden entender cómo es posible que esto esté saliendo de mí, pero simplemente les estoy diciendo. Esto realmente está saliendo de mí, y es la Palabra de Dios.” No hay nada de eso, en absoluto. No hay intento por justificar este proceso de inspiración. No hay intento por, que en cierta manera la gente crea que esto realmente está pasando, no hay una conciencia de uno mismo.

Los escritores están totalmente inconscientes de sí mismos. Nunca hay algún tipo de defensa de sí mismos como las fuentes de revelación. El único momento en el que un escritor llega a defenderse a sí mismo como Pablo, es para defender la viabilidad de su ministerio. Casi 4 mil veces dicen que están escribiendo la Palabra de Dios, sin embargo, nadie jamás en cierta manera se ríe y dice, “sé que les es difícil aceptar esto.” No hay conciencia de sí mismos. Aunque la mayoría de ellos no tuvieron educación en un sentido formal, ninguna preparación extensiva, y no estuvieron en una posición terrenal para escribir de esa manera, y no fueron profundos de manera particular, y no son conocidos por escribir nada más, con la excepción de Salomón que escribió tantos proverbios, no están todos en la Biblia de ninguna manera, y David, que fue un escritor de canciones. Y debió haber tenido muchas, muchas, muchas canciones.

Sin embargo, usted tiene a alguien como Moisés quien no es conocido como un escritor de algo, en el Pentateuco 680 veces él dice que está escribiendo la Palabra de Dios, y él nunca está consciente de manera personal de ello. Los libros proféticos tienen 1307 afirmaciones como esas. Los libros históricos 418, los libros poéticos casi 200 afirmaciones de esas, sin embargo, no hay conciencia personal de eso. simplemente estaban escribiendo la Palabra de Dios como Dios se las dio. Los escritores del Nuevo Testamento afirman el Antiguo Testamento como la Palabra de Dios. De hecho, 320 veces los escritores del Nuevo Testamento citan el Antiguo Testamento como la Palabra de Dios. 1000 veces hacen referencia a ella como la Palabra de Dios, en una referencia clara y definida a algún pasaje del Antiguo Testamento.

Entonces, 300 veces los escritores del Nuevo Testamento afirman el Antiguo Testamento. Y lo hacen en La Ley, el Pentateuco, lo hacen en los Libros Históricos, lo hacen en los Profetas Menores, Profetas Mayores, y los Escritos Sagrados, Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantar de Cantares y demás. En otras palabras, afirman toda sección de la Escritura del Antiguo Testamento como siendo la Palabra de Dios en maneras que no son conscientes de sí mismos. Y después ellos en el Nuevo Testamento proceden a escribir lo que ellos escriben con esa ausencia total de consciencia de sí mismos.

Pablo, leyendo la Ley de Dios, el Antiguo Testamento, dijo: “La Ley es santa, justa y buena.” Él afirma la santidad, la perfección de la Ley de Dios, el Antiguo Testamento. Judas cita a Pedro como Escritura. Pedro cita a Pablo como Escritura. Y Juan se cita a sí mismo como Escritura. Juan acababa de escribir las cartas a las iglesias, él dice que las iglesias oigan lo que el Espíritu dice. Juan sabía que estaba escribiendo lo que el Espíritu estaba diciendo, no lo que él estaba diciendo. La Biblia no es algún nivel de inteligencia humana elevada.

Ahora, otros han sugerido que lo que usted realmente tiene en la inspiración es que Dios revela conceptos. No sé porque la gente tiene que inventar cosas como estas, pero lo hacen. Y Dios revela conceptos, y los escritores podían escoger cualquier palabra que quisieran. La Biblia no apoya eso. Además, como puede usted expresar conceptos sin palabras. No estoy seguro de cómo hacer eso, pero la idea es que Dios comunicó algunas ideas espirituales, pero no inspiración verbal, no inerrancia, y no infalibilidad. Así no es. Cuando Dios llamó a Moisés en la zarza ardiente, y Moisés estaba tropezándose y no creía, usted sabe que él tenía la elocuencia para representar a Dios y Dios le dijo, quiero que seas mi vocero, quiero que hables para mí, Éxodo capitulo 4. 

Y Moisés dijo, pero Yo, yo, yo, yo tengo un problema en hablar. Esto es lo que Dios le dijo: “Ve y yo estará con tu mente y te enseñaré que pensar.” ¿Es eso lo que dijo? No, eso no es lo que dijo. Él dijo, “Ve y estaré con tu boca, y te enseñaré que decir exactamente.” Samuel, la palabra de Jehová era preciada en esos días, no habían visiones frecuentes. En otras palabras, era raro oír a Dios hablar, era raro que hubiera Escritura en ese entonces. Samuel no conocía aún a Jehová, tampoco la palabra del Señor le había sido revelada. Entonces, hubo un tiempo de silencio. Esto está registrado en 1 Samuel 3. Después de pronto Dios rompió el silencio, y llamó a Samuel, usted recuerda, tres veces, Él lo llamó y Samuel dijo esto: “Habla porque tu siervo oye.” “Habla porque tu siervo oye”. Isaías dice, “Oí la voz de Jehová diciendo, ¿A quién enviaré y quien irá por nosotros? Y después dije, ‘Heme aquí’ envíame a mí.”

Inmediatamente dice en Isaías 6, “Y Dios dijo: ‘Ve’ y dile a este pueblo, da, da, da, da ,da. Y bosquejó exactamente lo que Él quiso que él dijera, palabra por palabra. Jeremías escribió: “La palabra de Jehová vino a mí diciendo: “Antes de que te formara en el vientre, te conocí.” En otras palabras, es una afirmación explicita, la palabra del Señor vino a él y él simplemente la cita de manera exacta. “Te santifiqué, te he designado un profeta para las naciones, lo que yo te mande tú hablarás. He aquí he puesto mis palabras en tu boca.” Jeremías 1:4-9. Capítulo 5, versículo 14, “Haré mis palabras en tu boca, fuego.” Tú abres tu boca, fuego sale. La gente va a ser como combustible dice él, y la palabra de juicio va a quemarlos. Capítulo 15, “Fueron halladas tus palabras y yo las comí. Y tu palabra me fue por gozo y alegría de corazón.” De hecho, en el capítulo 15, versículo 19, Jeremías dijo, “Dios es como mi boca.”

En Ezequiel, Él le dijo a Ezequiel en el capítulo 2, “Te envío a los hijos de Israel, todas mis palabras que yo te hablaré, recíbelas en tu corazón. Y oye con tus oídos y ve y háblalas a ellos.” Así fue. Dios habló y ellos hablaron. Y ellos hablaron lo que Dios les dijo que hablaran. Estuvo Amos, él ni siquiera fue un profeta, él dice en el capítulo 7 de su profecía, “Yo no era profeta, yo ni siquiera era el hijo de un profeta, yo era un pastor, y yo cuidaba árboles, sicomoros.” Él era un granjero, y Jehová me tomó de seguir al rebaño y Jehová me dijo, “Ve, profetiza a mi pueblo Israel.” Nada de preparación, no sabía lo que él iba a decir, no tenía preparación, “tu simplemente ve y les dices exactamente lo que te digo que les digas.

Ananías le dijo al apóstol Pablo después de que había quedado ciego en el camino a Damasco, fue llamado a ministerio. A él se le dijo que él sería un testigo para el Señor. En respuesta a eso él les dice a los gálatas, en el capítulo 1, lo que yo predico, él dijo, “no recibí de sangre y carne, vino directamente del Señor. El Señor me llamó, me separó, desde el vientre de mi madre me llamó mediante su gracia, reveló a Su Hijo en mí, y he estado predicando y nunca consulté con carne y sangre. Enseñado por Dios. Juan estivo en el espíritu en el día de Señor, en Apocalipsis 1, “Oí detrás de mí una gran voz diciendo, “Escribe en un libro.”” Dios le dijo exactamente que escribir.

Inclusive Jesucristo, el Verbo hecho carne, esto es maravilloso, recibió su mensaje de Dios. Isaías dijo de él, “Jehová hizo mi boca como una espada filosa. El Señor Jehová me ha dado la lengua de aquellos que son instruidos para que sepan cómo sustentar con palabras al que está cansado. Él despierta mañana tras mañana, Él despierta mi oído para oír, como aquellos que son instruidos.” Aquí está el Mesías hablando en profecía diciendo, hablaré únicamente lo que Dios habla a través de mí. Y Jesús lo dijo, “Las palabras que me has dado”, Juan 17:8, “yo se las he dado.” Eso es simplemente lo que Jesús hizo. Únicamente lo que Dios habló, él repitió.

Entonces, cuando usted está hablando de la Biblia, usted no está hablando de algunas ideas generales de Dios. Usted está hablando de toda palabra de Dios que es pura. No son ideas que están flotando. Usted no puede comunicar ideas sin palabras. Usted podría entonces hablar de un tono sin notas, de un sol sin luz, o una suma sin números, oh geología sin rocas, o antropología sin hombres, o melodía sin música, será como hablar de pensamientos sin palabras.

Ahora, para mostrarle cuan profundo este milagro fue, pase a 1 Pedro capítulo 1 por un momento, 1 Pedro capítulo 1. Tenemos que apresurarnos. 1 Pedro capítulo 1 versículos 10 y 11. Al final del versículo 10, “Acerca de esta salvación,” Ahora, salvación es el tema principal, desde el principio hasta el final, y ciertamente el tema del Antiguo Testamento. Conforme Dios promete al Salvador venidero, el que heriría la cabeza de la serpiente, el gobernante que vendría entre los pies de Jacob, el que sería Shilo el príncipe que está por venir, el Mesías, el Cordero final representado por todos los sacrificios. La redención en el Mesías venidero es el tema del Antiguo Testamento. Entonces, la salvación es el tema principal.

Entonces, hablando de esta salvación, versículo 10, 1 Pedro 1:10, los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando que persona y que tiempo indicaba el espíritu de Cristo, que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.” Esa es una afirmación fascinante ¿sabe usted lo que dice? Dice, los escritores del Antiguo Testamento estudiaron lo que escribieron para entender lo que significó.

Ahora, si usted es un autor, y usted no sabe lo que usted quiere decir por lo que escribe, usted está en problemas. Cuando usted escribe usted escribe hasta que entiende claramente lo que usted tratando de expresar. Y cree que es lo suficientemente claro como para que el resto de la gente lo entienda. Usted trabaja muy duro. No hay virtud en que usted diga las cosas de tal manera que son difíciles de entender. No hay virtud en escribir cosas que no son claras, no hay en virtud en predicar cosas que no son claras. De hecho, siempre le digo a los predicadores jóvenes, es muy fácil hablar de tal manera que para la gente le sea difícil entenderlos. Es correcto, es muy fácil el hablar de tal manera que es difícil ser entendido.

Algunas veces usted oye ha gente decir, “Sabes una cosa, eso simplemente fue demasiado profundo para mí.” Bueno, eso es posible de manera remota, pero es más probable que la razón por la que usted no entendió fue que el que habló tampoco lo entendió. Es muy fácil hablar de tal manera que es difícil que la gente no es entienda. Lo único que se necesita es que usted no sepa de que está hablando. Y le voy a prometer esto con toda seguridad, si usted no sabe de qué está hablando, tampoco lo va a saber el resto de la gente. Es muy difícil ser claro, porque para ser claro usted tiene que ser claro acerca de lo que está diciendo. Y ese es el desafío.

Bueno, aquí habían hombres bajo la inspiración de la Palabra de Dios que escribieron cosas que ni siquiera entendían. Eso le muestra a usted, la naturaleza sobrenatural y milagrosa de la inspiración. Y lo escribían y después lo estudiaban para tratar de entender lo que significaba. Y había una distancia entre ellos y sus escritos, conforme Dios estaba usándolos como medios, como vehículos.

Ahora, otros críticos dicen, “Bueno, la Biblia, la Biblia es la Palabra de Dios en el área espiritual, pero no en esas otras áreas como geología, historia, ciencia, y cosas así, y realmente se equivoca aquí. A los escritores les encanta esto, simplemente les encanta, les gusta tomar lugares en la Biblia y en la nueva Biblia de Estudio en todo lugar en dónde han hecho esto, todo lugar en dónde hay una contradicción aparente, hemos escrito una sección para responder eso. Y hay respuestas claras para todos esos asuntos. Pero aquí hay una típica, dicen: “Bueno, la Biblia solo está correcta en el área espiritual, no está correcta en el área histórica, y otras cosas. Uno de ellos usa una ilustración en Números 11:31-32, no tengo tiempo de pasar ahí, le voy a contar la historia.  

En Números 11:31-32 los hijos de Israel están en el desierto del Sinaí, no tienen alimento, entonces Dios provee alimento, ¿se acuerda? Y un viento sopla un día y simplemente trae a estas codornices, y ellos simplemente comienzan a recoger codornices. Y las codornices están, digo, en todos lados. De hecho, la persona que menos recoge, recoge muchas de ellas. Y la codorniz es un ave pequeña. Las tenemos en nuestro patio de atrás todas las mañanas, simplemente son pequeñas. Simplemente están por todos lados, y no se resisten en cierta manera, vuelan y ahí están. Las tienen ahí a todas, Dios está proveyendo este alimento maravilloso para ellos.

Bueno, dice en Números 11:31-32 que estaban a dos codos de alto. Y entonces, el crítico se rio ante esto y dijo, “Sabes una cosa, esto es ridículo.” Bueno, tomemos que dos codos está llegando a poco más de un metro, ¿poco más de un metro de profundidad de codornices? Y habla de un día de viaje de un lado del campamento, y un día de viaje al otro lado del campamento. Y entonces, usted tiene kilómetros y kilómetros de codornices a un poco más de un metro.” Y este crítico dijo, él calculó, serían 19 trillones, 538 billones, 468 millones, 306.672 codornices. Él dice, “¿ve usted aquí la necedad de la Biblia?” Dijo, “Esto es algo absolutamente absurdo.”

Pero lo que él no entendió fue la palabra hebrea, cuando habla de que estaban alrededor de un metro de altura, no significa que habían codornices apiladas hasta casi un metro de altura. Significa que estaban volando a esa altura, lo cual habría sido la altura perfecta para que usted simplemente las tomara del aire. Dios las llevó ahí mediante el aire del valle del Nilo, y Él las tuvo volando a la altitud correcta. Usted ni siquiera tenía que agacharse o brincar. La Biblia es, escuche, escrita por un Dios quien es omnisciente, y el conoce tanto de codornices como conoce acerca de cosas espirituales, ¿verdad? No hay diferencia. Entonces, la Palabra del Señor, la Palabra de Dios es simplemente eso. Usted tiene que tener ese entendimiento, para entender la compasión y pasión por la verdad, para que usted quiera conocerla y hacerla parte de su vida.

Ahora, haga eso a un lado por un momento, y quiero cerrar en los siguientes minutos simplemente con un repaso breve de lo que hice el domingo pasado por la noche, para aquellos de ustedes que no estuvieron ahí el domingo pasado por la noche, porque en cierta manera están oyendo las cosas intermitentes, aquí y allá, cuando se pierden los mensajes alternos. El domingo pasado por la noche, simplemente quiero cerrar al decirle, hablamos de los requisitos para estudiar la Biblia, traté de darle un cimiento para entender con qué está tratando usted, el domingo pasado por la mañana y esta mañana. Este libro vivo de verdad, inmensamente poderoso, ahora que usted entiende lo que es la Biblia, ¿qué se necesita para ser un estudiante eficaz?

Permítame darle a usted la lista pequeña que comenzamos el domingo pasado por la noche, y únicamente se la voy a dar de manera breve. Número uno, usted debe ser un cristiano. Usted debe ser un cristiano. Usted debe nacer de nuevo porque en 1 Corintios 2:14 dice “que el hombre natural no entiende las cosas de Dios. Son locura para él, porque se han de discernir espiritualmente” y él está espiritualmente muerto. Versículo 16, él no tiene la mente de Cristo. Usted puede tomar a todos los mejores eruditos teológicos, y a todas las mejores mentes en el campo de la religión, y usted las puede unir y ponerles una Biblia en frente de ellos, y la van a representar de manera equivocada. No me importa cuán inteligentes sean, no me importa cuántos títulos tengan, no me importa cuanta teología hayan estudiado, usted puede ver lo que le hacen a la Biblia. Simplemente vaya a cualquier departamento secular de teología de alguna universidad o de algún seminario que está lleno de incrédulos, y usted va a ver cosas anti-Dios, anti-Cristo, anti-Biblia.

Algunas veces las presentan en la televisión, tuvieron una cosa en PBS, en dónde querían discutir el libro de Génesis, y entonces trajeron a un grupo de liberales incrédulos, para discutir Génesis. Estaban todos equivocados.  Estaban todos equivocados. ¿Por qué? porque son hombres naturales, no pueden entender las cosas de Dios, porque son discernidas espiritualmente y ellos están espiritualmente muertos. Y les molesta profundamente de que los que no son muchos nobles, y los que no son muchos poderosos, personas comunes y corrientes, entienden la Biblia porque tenemos la unción de Dios, esto es el Espíritu Santo quien nos enseña todas las cosas, ¿verdad? Y el espíritu es el que discierne, “¿Quién sabe las cosas de un hombre, sino el espíritu que está en el hombre?” Pablo dice en ese mismo capítulo, “¿Y quién conoce las cosas de Dios sino el Espíritu de Dios?” La Biblia es confusa para cualquier mente humana sin importar cuán grande sea esa mente. Y es tan clara como puede ser para cualquier creyente que la va a estudiar. Comienza en ese punto. Y hablamos de eso el domingo pasado por la noche.

Segundo punto que presentamos, usted no puede ser un estudiante de las Escrituras a menos de que tenga un deseo fuerte. Tiene que haber una pasión para ella en algún lugar. Usted nunca va a entrar en las profundidades ricas de la verdad de Dios a menos de que haya alguna motivación para eso. Y yo me atrevería a decir que la razón por la que la mayoría de los cristianos nunca estudian las cosas de Dios en profundidad, es porque simplemente no están motivados para hacer eso. Están motivados para hacer algo más. Usted necesita orar porque Dios nos de ese deseo que está registrado en 1 Pedro 2:2, “Desead como niños recién nacidos, la leche espiritual de la Palabra,” usted debería desear la Palabra como un bebé desea la leche. ¿Entiende usted que un bebé desea la leche, no porque les gusta el sabor? Creo que les gusta el sabor, pero tienen un mecanismo interno que dispara la realidad que tienen la necesidad. Dependen de ella, para lo mejor que la vida tiene para ofrecer, para su salud y bienestar.

Lo mismo es verdad como creyentes, si usted quiere bienestar espiritual verdadero, y satisfacción verdadera, gozo verdadero, y satisfacción en toda área de su vida como cristiano, viene de la Palabra de Dios. Usted necesita estar motivado por anhelar esa Palabra, como un bebé anhela la leche. En algún punto de mi vida eso me pasó, y le doy gracias a Dios por darme esa motivación, ese anhelo tremendo por conocer las Escrituras, por buscar la verdad de las Escrituras, un amor por la Palabra, proclamarla, personalizarla, honrarla, pelear por ella. Esa es una bendición tremenda. Nunca nadie alcanzará el conocimiento de la Palabra fuera de un deseo por tenerlo. Comienza por esa pasión del corazón. Si usted no la tiene necesita orar a Dios porque Él se la dé. Lea Proverbios 2.  ¿Quiere sabiduría? Clame por ella. ¿Quiere discernimiento? Grite en las calles por él. Búsquelo como oro, búsquelo como la gente busca cosas en el suelo, como oro, y diamantes, y joyas preciosas.

Job 28, dice la misma cosa, él dice: “Veo, y observo estos hombres que hacen minas, y buscan oro, y buscan joyas y diamantes, y meten instrumentos en la tierra en dónde nunca nadie ha estado, y escarban la tierra, y hacen todo esto para riquezas humanas.” Y después él hace la pregunta en el versículo 20, “pero ¿quién haya sabiduría?” Y la respuesta viene, “Solo Dios conoce la sabiduría y se la revela a aquellos que lo conocen.” Los hombres en nuestro mundo son muy capaces en escarbar todo tipo de cosas preciosas, desde un punto de vista material, pero cuando hablamos de la sabiduría verdadera, están carentes de ella, ¿no es cierto? Únicamente le pertenece a aquellos que la buscan, únicamente a aquellos que conocen a Dios, y en su fortaleza buscan conocer la verdad.

Eso me lleva a un tercer punto, si usted va a ser un buen estudiante de la Biblia, usted tiene que ser diligente, demanda diligencia. Cuándo era un niño creciendo, solían decirnos, usted sabe, “lee la Biblia 15 minutos al día y debes tener tus devociones diarias.” Las devociones diarias me vuelven loco. Básicamente porque no me gustaba leer la Biblia y no entenderla y después cerrarla. Y después al día siguiente leer algo más, y no lo entendía y después cerraba la Biblia. Siempre quería saber lo que significaba. En algún punto debe haber una diligencia, debe haber un hambre por escudriñar las Escrituras. Usaron el texto de Hechos 17, Hechos 17 habla de los de Berea, que eran más nobles que cualquier otra persona, porque escudriñaban las Escrituras sabiamente para ver si estas cosas eran así, eso era lo que se necesita.

“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, que no tiene de que avergonzarse, que usa bien la Palabra.” Sea como esos ancianos en 1 Timoteo 5:17 que trabajan duro en la Palabra y la doctrina, que trabajan al punto del sudor y agotamiento. Los jóvenes que vienen al Seminario, con frecuencia hacen preguntas algo simpáticas. Me acuerdo de un joven del Seminario que me preguntó en una ocasión la primera vez que me conoció él dijo: “Sabes una cosa, yo simplemente te iba a preguntar, ¿de que libros sacas todo el material tan bueno que presentas?” Bueno esa es una pregunta típica de un hombre que, que no, no existe un libro como ese, pero bueno.

Otra que siempre me he acordado, fue un joven, me dijo: “¿Cuál es el…?” y él en cierta manera me veía con ojos deslumbrados, estoy seguro que él esperaba algún tipo de respuesta espiritual esotérica, y él dijo, “¿Cuál es la clave real para la gran predicación?” Yo dije, “Bueno, es la capacidad de mantener la parte de atrás en la silla, hasta que entiendes el texto.” Hombre, él estaba impresionado. Sí, esa es la clave real. Lo que separa la buena predicación de la predicación pobre, es si usted sabe de qué está hablando o no. Haciendo a un lado la capacidad de oratoria, es cuando usted lo entiende. Como dijimos antes, es cuando realmente entiende usted la Palabra de Dios, con la suficiente claridad como para que sea clara para alguien más. Eso, eso es predicación buena. Y lo que separa al gran estudiante de la Palabra de Dios del mediocre, es el esfuerzo. Esfuerzo. Simplemente esfuerzo. No hay magia, simplemente esfuerzo.

Permítame darle un cuarto prerrequisito si usted va a ser un estudiante de la Biblia, santidad. Observe 1 Pedro 2:1 de nuevo. 1 Pedro 2:1, “Desechando pues toda malicia,” esa es la palabra para maldad, kakía, “todo engaño, hipocresía, envidia” y todas las detracciones. Deshágase del pecado. Una de las grandes realidades en estudiar la Biblia es que usted va a ser enseñado por el Espíritu Santo, pero el Espíritu Santo no va a poder llenarlo a usted, y enseñarle, si hay pecado en su vida. El pecado tapa toda esa tubería, quiero que sepa. Esa es la razón por la que es tan crucial entender Santiago 1:21.

Santiago 1:21 esencialmente va de la mano con 1 Pedro 2:1, dice esto: “Por lo cual, desechando toda inmundicia, y abundancia de malicia,” toda esa impiedad que queda en usted desde su salvación, deshágase de eso, “recibid con mansedumbre la palabra implantada.” Esa palabra no puede llevar a cabo su obra en la vida de usted, hasta que usted haya enfrentado el pecado. Entonces, la primera cosa que usted hace, conforme usted se acerca a la Palabra de Dios, es confesar su pecado. El pecado es una barrera, ¿por qué? porque nubla su mente, corta la operación libre del Espíritu de Dios. Le voy a decir algo más, crea presuposiciones para su estudio de las Escrituras, porque si usted está albergando pecado en su vida, entonces es muy probable que usted va a torcer las Escrituras, para que no confronte eso.

Usted altera la verdad y la interpretación de las Escrituras para esconderse, pues usted no está dispuesto a ser honesto acerca de su propia vida, y honesto acerca de su propio corazón, y usted no está dispuesto a exponerse al Señor en una confesión de pecado honesta y abierta.  Entonces usted de manera definitiva va a encontrar pasajes de las Escrituras, que cuando comiencen a penetrar en su corazón, usted va a encontrar otra manera de interpretarlos. Y después cuando usted entra al púlpito a predicar, o cuando usted entra a un salón de clases para enseñar, o cuando usted está en un lugar para discipular a alguien, o guiar a su conyugue o hijos, usted va a levantar un muro en contra de la palabra de Dios para proteger su propio pecado. usted no puede ser un estudiante eficaz de la Palabra de Dios, un estudiante honesto y eficaz de la Palabra de Dios con pecado en su vida.

Esa es la razón por la que decimos con tanta frecuencia, cuándo la gente se aparta de la Palabra de Dios se aparta del interese en la Palabra de Dios, no quieren venir a la iglesia, no les importa oír la predicación y enseñanza de la Palabra de Dios de manera regular, no tienen apetito por la verdad, es un indicador de pecado. No es solo ese pecado, es el pecado que causa ese pecado de indiferencia hacia la verdad. Y normalmente es muy evidente que la verdad penetra y exhibe algo que no quiere que sea exhibido. Entonces, una de las cosas que tiene que suceder, si usted realmente va a tratar con la Palabra de Dios, y va a recibir la Palabra implantada en su plenitud, y su pureza, en el poder del Espíritu y en claridad, es que usted esté dispuesto a entregar todo, cualquier cosa en su vida que sea tocada por la Palabra.

Y después, una quinta es obediencia. Porque en el versículo 22 de Santiago 1, él dice, “Pero ser hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores, engañándose a vosotros mismos. Usted realmente no cree lo que la Biblia dice, al menos de que lo viva. ¿No es eso verdad? ¿Es justo decir eso? Entonces, un buen estudiante de la Biblia aprende y aplica inmediatamente, lo practica, no es alguna cosa etérea, no es alguna cosa teórica, es cuestión de vida. Bueno, el tiempo se acabó entonces, simplemente le voy a dar la última. Número seis, oración. Oración. Efesios 1, es una escritura muy poderosa. Efesios 1:17, Pablo ora para “que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, padre de gloria, os de espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Él.” Y él dice en el versículo 18, “oro porque él esté alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cual es la esperanza que él os ha llamado, y cuál es la riqueza de la gloria de su herencia en los santos.” Pablo dice, oro por ustedes, oro porque Dios les de sabiduría, revelación, conocimiento, iluminación, entendimiento. Oren.

La gente me pregunta acerca de la oración, siempre digo que los tiempos de oración más intensa para mí, son los tiempos cuando estoy estudiando las Escrituras, y le estoy pidiendo al Señor claridad, le estoy pidiendo al Señor sabiduría, y entendimiento, iluminación, para que entienda su verdad y cómo se aplica a mi propia vida, como también a la iglesia. ¿quiere ser usted un estudiante de este libro milagroso, sobrenatural? Se requiere que usted sea nacido de nuevo, tenga un deseo fuerte, sea diligente, santo, obediente, y ore. Y todas esas cosas son la obra del Espíritu, ¿no es cierto? Entonces, debemos llegar al lugar en el que caminamos en el Espíritu, cedemos a Él, le rogamos porque Él lleve a cabo estas obras en nuestra vida. Esta noche vamos a entrar a como estudiar las Escrituras, como abrirlas, y entenderlas. Oremos.

De nuevo Padre nuestro, esta mañana nuestros corazones han sido tan llenos, llenos con el tiempo de oración, llenos con la maravilla de tu verdad. Y estamos tan agradecidos. Oramos ahora porque Tú confirmes en nuestros corazones, todas estas cosas. Danos un gran amor por Tú verdad, la cual transforma la vida de manera única, y produce gozo y te trae gloria. Que la conozcamos y la vivamos, para Tu gloria y Tu nombre. Amén.

Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org 
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