Esta noche quiero hablarle acerca de un tema muy, muy importante, el tema del señorío de Cristo, en y por sí mismo fuera de cualquier asunto, fuera de cualquier discusión contemporánea teológica en la iglesia el tema sobresalió por sí mismo. Ciertamente tratar el tema del señorío de Cristo debería ser un estudio primordial para cualquier creyente. Hay un sentido en el que preferiría que ni siquiera tuviera que discutir este asunto desde el punto de vista desde el cual lo tengo que discutir en esta noche. Quiero abordar el tema desde una especie de punto de vista polémico. Esto es me gustaría defender el señorío de Cristo en contra de lo que yo creo que es un ataque actual. Creo que este ataque en contra del señorío de Cristo ha estado ya viniendo durante mucho tiempo.
Me acuerdo como un niño pequeño oír a gente que le decía con frecuencia a los cristianos, oía predicadores decirlo, oradores, maestros. Dirían, “Necesitas hacer de Cristo el Señor de tu vida.” ¿Cuántos de ustedes han oído a alguien decir eso? Necesitas hacer de Cristo el Señor de tu vida. Muchos, de hecho casi todos levantaron su mano. “Cristo ha sido mi Salvador.” Oye usted a gente dar testimonio y decir, “Y ahora quiero hacerlo el Señor de mi vida.” Con mucha frecuencia asistíamos a una conferencia o retiro o alguna especie de conferencia con un énfasis en particular y la gente decida, “Sí, he sido un cristiano y Cristo ha sido mi Salvador. Pero él nunca ha sido Señor de mi vida.” Y normalmente la gente que dice eso está tratando de explicar cómo es que puede suceder que en algún punto en su vida aceptaron a Cristo como Salvador y nunca nada a cambió básicamente. De hecho esa podría ser una experiencia que muchos de ustedes podrían afirmar. Regresan a algún punto su vida como niño o joven cuando aceptaron a Cristo e hicieron una decisión por Cristo y ven eso como el momento de su salvación aunque básicamente nada realmente cambió en su vida. Llegó a otro punto en su vida, a un punto de crisis y quizás alguien le dijo a usted que necesitaba hacer de Cristo el Señor de su vida y lo hizo pensando que ese era algún segundo paso y las cosas cambiaron.
Existen personas que dicen que usted puede ser salvo y no hacer de Cristo el Señor, no reconocer que Cristo es Señor, aceptarlo únicamente como Salvador. Hay personas, muchas de ellas, miles y miles de ellas que dicen que fueron salvas en algún punto cuando tomaron una decisión de creer. En ese punto recibieron el perdón total. En ese punto recibieron la vida eterna y no le devolvieron absolutamente nada a Dios, absolutamente nada, no le entregaron nada a Dios. Se les dijo que eran cristianos porque hicieron ‘una decisión’ estuvieron prontos, créame, en adoptar la noción popular de que usted puede tener a Jesús como Salvador y no necesariamente reconocer Su señorío. En algún punto más tarde en su vida tomaron en serio la vida y en ese momento pudieron pasar de tan solo ser cristianos ser cristianos de señorío.
Esta perspectiva es tan popular que recientemente cuando estaba en una conferencia bíblica en una de las instituciones más importantes cristianas en Estados Unidos, un hombre le habló al alumnado diariamente durante la semana, como yo también lo hice, él les dijo, “El punto en el que ustedes realmente se convierten en un discípulo. El punto en el que realmente haces a Cristo el Señor de tu vida normalmente viene en algún punto en tus años treinta.” Y yo entré en shock, por decirlo de manera suave, porque básicamente le acababa de decir a un grupo de jóvenes que esperaran para comprometerse espiritualmente hasta que llegaran a sus años treinta. Él se estaba aferrando a una postura que dice que es suficiente aceptar a Jesús como Salvador. Recibe o toma tu perdón, toma tu garantía del cielo y después vive como quieras hasta que llegues a algún punto de crisis, esperamos antes que después, cuando haces de Cristo Señor.
Ahora, permítame decirle cuán influyente es este concepto. Y voy a explicarlo en mayor profundidad conforme avanzamos. Francamente está detrás de todo el evangelismo contemporáneo. Casi todo el evangelismo contemporáneo refleja esta mentalidad. Sea evangelismo de televisión, evangelismo en cruzadas, estadios, tiendas de campaña, iglesias, lo que sea. La mayoría de los tratados evangelisticos y libros y cosas así están basados en este tipo de manera de pensar. Lleva a la gente a tomar una decisión. Lleva a la gente a que en un momento del tiempo admita su necesidad y acepte a Cristo, reciba a Cristo, a que tome una decisión. Y eso va a sellar su vida eterna y después diles que pueden estar seguros de que son salvos y ora porque en algún momento en el futuro hagan de Cristo Señor. Pero hasta ese tiempo puedes esperar que no haya necesariamente ningún cambio su vida. De hecho en el proceso de hacer que estas personas tomen una decisión puedes usar cualquier técnica que quieras.
¿Realmente debes hablar del Evangelio? Hay que admitir que quieren hablar del Evangelio. Debes usar mucha emoción, con frecuencia hay presión sutil y con mucha frecuencia manipulación, cantando estrofas multiplicadas de canciones emotivas esforzándose por hacer que la gente se mueva, inclusive existe la estrategia en muchas, muchas cruzadas evangelisticas en donde la gente es instruida a que cuando la invitación comienza, y esto es bastante común en iglesias también, hay ciertas personas que han sido escogidas para comenzar a caminar por los pasillos para echar a andar a la gente, para iniciar el flujo. Y lo que estas personas están haciendo realmente es presionar a la gente para que la gente actúe.
Hay padres que se aferran al hecho de que en algún punto en la vida de su hijo tomaron una decisión por Cristo. Y aunque en la actualidad están viviendo en pecado abierto y en un desafío de la ley de Dios y ni siquiera reconocen a Jesús como Señor, todavía son salvos debido a esa decisión, nada más que no lo han hecho aún Señor. Padres me han dicho, “Yo sé que mi hijo es un homosexual. Él ha escogido ese estilo de vida. Sé que mi hija no tiene interés alguno en las cosas de Cristo, pero sé que fueron salvos. Me acuerdo del momento en el que hicieron su decisión.” Los padres se aferran a esto. Los cónyuges pueden aferrarse a esto para su cónyuge. Los amigos pueden aferrarse a esto por alguien a quien aman profundamente.
Expresa la idea de que la salvación es alguna transacción momentánea que asegura para siempre pero no necesariamente transforma tu vida. Y no involucra reconocer a Jesús como Señor de tu vida y someter tu vida a Él. Ese tipo de mentalidad está detrás de la mayoría del evangelismo contemporáneo. Escuche, cuándo es que usted oye a alguien decir, “¿Estás dispuesto a comprometer tu vida para seguir a Jesús?” Cuándo es que usted oye a alguien decir, “¿Estás dispuesto a arrepentirte de tu pecado y doblar tu rodilla en sumisión al señorío de Cristo? ¿Estás dispuesto a permitir que Jesucristo gobierne como rey y gobernante de tu vida?” Lo que usted oye es, “Acepta Cristo, recibe a Cristo, haz una decisión por Cristo.”
Ahora, quiero que entienda que este es un problema serio. Porque yo creo que en muchos casos lo que crea es una masa entera de personas que cree que es salva pero no es. Ahora, permítame ayudarle a entender esto un poco más. Una revista cristiana popular recientemente publicó un artículo defendiendo que el señorío de Jesús es un tema inapropiado para mencionarse al dar testimonio a los perdidos. Es inapropiado hablar del señorío de Cristo dijo la revista. Esta es una revista que es muy, muy bien conocida. Dijo, y estoy citando la revista, “Debido a que la decisión de hacer que Cristo sea Señor es posible únicamente para aquellos que ya han confiado en Él como Salvador. La presentación del Evangelio no debe contener nada acerca de ceder en sumisión a Cristo como el Señor a quien hay que obedecer.” Fin de la cita.
La presentación del Evangelio no debe contener nada acerca de ceder en sumisión a Cristo como Señor dijo la revista. Usted ni siquiera debe hablar de eso. Vi una película esta tarde por segunda vez, la vi un día antes, porque la primera vez que la vi no podía creer lo que estaba viendo. Fue una película diseñada para instruir a la gente en cómo guiar a alguien a Cristo. La película usó algunas gráficas, presentó algunas preguntas y después preguntó si eran verdaderas o falsas.
Permítame decirle cuáles fueron algunas de las preguntas que presentaron y cuál fue la respuesta. Al presentar el Evangelio el narrador de la película dijo, “¿Debería usted en algún momento hacer estas preguntas? Aquí están las preguntas. Pregunta número uno, ¿debería usted decirle a alguien quieres entregar tu corazón a Cristo? Respuesta, falsa. Usted nunca debe decirle eso a nadie. Usted nunca debe preguntarle a alguien o pedirle a alguien que le entregue algo a Cristo. Usted no debe pedirle que entregue su vida a Cristo. Usted simplemente debe pedirle que crea. Segunda pregunta, ¿rendirás tu vida a Cristo? Falso. Nunca le pidas a alguien que rinda algo. Pregunta tres, ¿entregarás tu vida a Cristo? Falso. Nunca le pidas alguien que haga eso. Pregunta cuatro, ¿harás de Cristo el Señor de tu vida? Nunca le pidas alguien que reconozca que Él tiene que ser el Señor de su vida. Pregunta número cinco, ¿te arrepentirás de tus pecados? Falso. Nunca le pidas a alguien que se arrepienta de sus pecados. Pregunta seis, ¿estás dispuesto a dejar tus pecados? Falso. No le pidas alguien que haga eso. Es suficiente entonces – dijo el narrador – pedirles o preguntarles, ¿crees que Jesús murió por tus pecados? Eso es suficiente.” ¿Eso es suficiente? Los demonios creen – y qué – y tiemblan.
Otra revista cristiana recientemente publicó un artículo titulado esta supuesta llamada salvación de señorío. El artículo comenzó con una pregunta. Aquí está la pregunta. ¿Debe una persona hacer de Cristo Señor o reconocer a Cristo como Señor como una condición para salvación? En no menos de 10 veces en el artículo de dos páginas el autor habló de hacer a Cristo el Señor de la vida de uno. Y claro, en la postura del autor no era necesario hacer de Cristo Señor para ser salvo. Eso es algo que usted hace después. Usted hace a Cristo Señor, usted lo tomó como Salvador y más tarde lo hizo Señor. 10 veces dijo eso en un artículo de dos páginas. En ningún lugar en las Escrituras jamás dice que un cristiano debe hacer de Cristo Señor. Si usted cristiano Él es Señor, y dice de manera muy explícita en las Escrituras que a menos de que usted reconozca que Él de hecho es Señor usted nunca puede ser salvo para empezar. Eso es obvio. Contener el señorío de Cristo de alguien. Contener de ellos el hecho de que necesitan rendir su vida a su guía. Refrenar de ellos que necesitan confesar y arrepentirse de su pecado es condenar a la persona a un engaño de que son salvos cuando no lo son. Contener el señorío de Cristo de alguien mientras que les da el Evangelio es una contradicción completa.
La Biblia dice que la salvación es concedida únicamente a aquellos que reconocen a Jesús como Señor y están dispuestos a someter su vida a él. Decir que usted nunca debe hablar de eso, que lo único que una persona tiene que hacer es creer que Jesús murió por ellos no dice lo suficiente. Un escritor que está guiando el desfile en contra del señorío de Cristo, quien probablemente ha escrito, estoy seguro, más que cualquier otra persona del tema y quien es citado con mucha frecuencia en mi libro dice en contra del señorío de Cristo esto, y cito, “Es precisamente este hecho impresionante de que el Señor no pide compromiso espiritual, lo que distingue al Evangelio verdadero de todas sus falsificaciones.” ¿Escuchó eso? Él dice es precisamente el hecho de que el Señor no pide compromiso espiritual lo que distingue al Evangelio verdadero de toda sus falsificaciones. En otras palabras, si le pides a alguien que entregue su vida Cristo y deje su pecado y siga a Cristo y que sea obediente a Él tienes un Evangelio falsificado.
Ahora, esto está por todos lados amigos míos, esto está por todos lados. Otro profesor de seminario escribió, “El mensaje esencial de las buenas noticias que deben ser creídas para salvación. Uno, el hombre es un pecador. Dos, Cristo es Salvador. Tres, Cristo murió como el sustituto del hombre. Cuatro, Cristo resucitó de los muertos. Eso es lo que tienes que creer para ser salvo.” Los hechos. El hombre es un pecador, Cristo es el Salvador, Cristo murió, Cristo resucitó. Simplemente creer dicen ellos esos hechos es lo único que se necesita.
Ahora, estos hombres dicen que si usted le informa un incrédulo que Cristo tiene algún derecho sobre el soberano de gobernar su vida usted ha – escuche esto – corrompido el Evangelio. ¿Escuchó eso? Es aterrador. Si usted le dice a un incrédulo que Cristo tiene un derecho soberano de gobernar su vida y que necesitan doblar su rodilla a él para ser salvos usted ha corrompido el Evangelio.
Otro escritor dice, y estoy citando, “Es posible, inclusive probable que cuando un creyente que está fuera de comunión cae en ciertos tipos de filosofía. Si él es un pensador lógico se va a convertir en un creyente incrédulo. Los creyentes que son agnósticos todavía son salvos, aún son nacidos de nuevo. Escuché este. Tú inclusive es puedes convertirte en un ateo, pero si tú aceptaste a Cristo como Salvador una vez no puedes perder tu salvación aun que has negado a Dios.” Fin de la cita.
Yo no creo que puedes perder tu salvación, pero creo con todo mi corazón que si la tienes nunca serás un creyente incrédulo. Y nunca negarás a Dios. Jesús dijo en Mateo 10, “Si me niegas delante de los hombres – yo qué – yo te negaré delante de mi Padre.” Pablo escribiéndole a Timoteo en 2 Timoteo 2:12, lo estudiamos recientemente, él dice, “Si lo niegas – misma idea – él te negará a través i.” La salvación es para siempre pero solo si es real. Pero lo que esto promueve es que puedes tomarlo como Salvador, no tener cambio en tu vida, inclusive convertirte en un incrédulo, un agnóstico, un ateo, porque no necesariamente va a cambiarte. Me impresionó de manera absoluta el descubrir que el escritor que es más prolífico en esto está diciendo que si crees en el momento de la salvación nunca necesitas volver a creer por el resto de tu vida porque es solo ese momento lo que cuenta. Aterrador. Mucho menos someterte al señorío de Cristo. Inclusive puedes convertirte en un incrédulo, agnóstico, ateo. Él dijo, “Perseverad en la fe.” Esto es continuar en la fe, no es un factor de la salvación verdadera.
¿No lo es? Mi Biblia dice en Colosenses que eres salvo si continúas – en qué – en la fe. Todo el llamado al discipulado dicen, cada vez que Jesús dice, “Deja Padre, madre, y deja a todos y sígueme.” Y lo dice una y otra vez, “Toma tu cruz, niégate a ti mismo. Debes estar dispuesto a morir. Si colocas tu mano en el arado y ves no eres digno de ser mi discípulo. Si tienes que ir y sepultar a tu padre y no estás dispuesto a seguirme a costa de lo que sea no puedes ser mi discípulo.” Usted sabe, todos esos llamados al discipulado, llamados a la muerte, llamados al sacrificio, llamados a poner tu vida, llamados a la obediencia, llamados a la sumisión. Dicen todos esos son Jesús llamando a gente ya redimida al segundo paso. Entonces toman el ministerio de Jesús y en lugar de que sea evangelismo se convierte en llamados a gente que ya son salvos para que venga al segundo nivel. El problema con eso es que Jesús dijo, “No he venido a llamar a los justos sino – a qué – a pecadores al arrepentimiento.” El hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido. Usted acaba de sacar al Señor Jesús de su ministerio evangelistico si usted tiene esa perspectiva. Pero le voy a decir una cosa, usted no puede aferrarse a la postura de no señorío a menos de que usted le haga eso a todas esas invitaciones de Cristo porque todo llamado al discipulado que el dio fue tan fuerte. Entonces Jesús realmente no está evangelizando, Él está llamando a los cristianos a que vengan al segundo nivel y hacerlo Señor. Entonces descarta la intención evangelistica del ministerio de nuestro Señor e ignora el hecho de que Él vino a buscar y a salvar a los perdidos.
Esto se remonta inclusive al a la teología sistemática de Lewis Sperry Chafer quien fue en una ocasión presidente del seminario de Dallas en donde dice en el volumen 3, página 1385, “Imponer una necesidad de rendir una vida a Dios como una condición añadida para la salvación no es razonable. El llamado de Dios a los no salvos nunca se dice ser al señorío de Cristo.” Fin de la cita.
¿El llamado de Dios a los no salvos nunca se dice ser al señorío de Cristo? Otro escritor llega a la conclusión sorprendente de que es una perversión del Evangelio invitar a una persona no salva a recibir a Jesucristo como Salvador y Señor. Ahora, esto ha existido por mucho tiempo. Estoy citando de fuentes que son algo antiguas, pero nunca alcanzó una influencia tan amplia como a la que ha llegado en la actualidad. Y creo que en parte ha sido cristalizado quizás porque yo estoy sacudiendo el asunto un poco. Pero necesita ser mencionado.
Otro escritor escribiendo en una revista, la cual es la revista De Regreso A La Biblia, dice, “Presentar a Cristo como Señor a un no cristiano es añadir enseñanza escritural acerca de la salvación.” Esto es lo que se está promoviendo. No se necesita dejar el pecado, no es necesario un cambio en el estilo de vida, no es necesario un compromiso ni someterse Cristo. ¿Qué tal el si alguno está en Cristo nueva criatura es? “Todas las cosas pasaron. He aquí, todas son hechas nuevas.”
Y le voy a decir de una que me impactó el otro día. Regresé al libro ya cuando había terminado y lo coloqué ahí. 1 Pedro 2:7 dice, “Para vosotros que creéis Él es precioso.” ¿Alguna vez ha pensado en ese versículo? Le voy a decir, si una persona es cristiana, ¿es Cristo preciado? Aquellos que creen Él les – qué – el es preciado, el es preciado. ¿Qué significa eso? De valor, costoso, con una alta estima. Eso es su señorío. El es preciado para el verdadero creyente.
Ahora, el resultado de esto, y podría seguir y seguir y hay muchas otras cosas que se podrían decir y tantas otras ilustraciones. Pero el resultado de esto es una doctrina defectuosa. El resultado de todo esto es una salvación que es menos de lo que la Palabra de Dios enseña. El Evangelio moderno es vago. El Evangelio moderno le ofrece una esperanza falsa a pecadores que tienen un momento en el que quieren disfrutar del perdón cuando quieren aferrarse del cielo en el futuro, mientras que al mismo tiempo viven como quieren. Quizás más adelante se preocuparan acerca de Cristo como Señor si llegan a saber de eso, y no lo saben porque nadie supuestamente les debe decir.
¿Quieres saber cuál es el efecto de esto? Uno punto millones de personas dicen que son cristianas. ¿Usted cree eso? ¿Cree que millones de personas en el mundo son cristianas? Una encuesta del Grupo Gallup, un tercio de todos los estadounidenses son cristianos. ¿Sabe usted lo que eso me dice? Millones de personas están engañadas. Millones de personas están engañadas.
Uno de estos escritores dijo, “Si aceptamos el hecho de que debes tomar a Jesús como Señor para ser salvo entonces unas cuantas personas realmente serán salvas.” Y un signo de admiración. Eso es exactamente lo que Jesús dijo, “Estrecha es la puerta y pocos son los que la hayan.” Uno de los escritores dice por ejemplo que la lista de Pablo de los pecadores es escandalosos y sus vicios en 1 Corintios 6:9-10, “¿No sabéis que los injustos no heredarán heredaran el reino de Dios? No os engañéis. Ni los fornicarios, ni los adúlteros, ni los idólatras, ni los afeminados, ni los homosexuales, ladrones, avaros, borrachos, calumniadores, engañadores heredarán el reino de Dios.” Él dice, “Todos esos son creyentes. Todos esos son cristianos que no heredarán el reino. Entran al reino pero no lo heredan.” ¿Qué significa eso? No sé. La gente de primer nivel va a ahí, la gente de segundo nivel heredan.
Entonces creo que hay un área de pobreza en el reino para el grupo de primer nivel. Él añade que la descripción de esas personas en Galatas 5 dice, “Las obras de la calle son inmoralidad, impureza, sensualidad, idolatría, hechicería, enemistades, contiendas, celos, enojos, disputas, disensiones, peleas, envidias, embriaguez, cosas como esta. La gente que hace esas cosas, que las practican no heredarán el reino de Dios.” Él dice esos son cristianos también, nada más que no heredarán. En otras palabras, la idea entera es dar lugar para que la gente que hizo una incisión que en un momento en el tiempo hizo algo, aceptó, creyó, lo que sea, y nunca nada cambió en su vida y queremos que todos sean salvos. ¿Entonces de dónde viene? ¿Por qué la gente está haciendo esto? Creo que hay dos razones para esto.
Realmente nació de una preocupación seria por la gracia, querían que la gracia fuera tan gracia, como lo dijo un escritor, “Si te atreves que Dios te salve, Él va a tener que salvarte, así de grande es su gracia.” Ellos querían que la gracia fuera tan grande que en un momento del tiempo si algún pecador dijera yo creo, Dios instantáneamente lo salvaba y lo salvaba para siempre sin importar nada. Y la segunda cosa que creo que ha motivado el movimiento moderno es porque la gente está tratando de desarrollar una teología para salvar algunas personas que murieron en incredulidad que en el pasado hicieron una decisión. Más gente rechaza la doctrina del infierno motivados por sacar a sus parientes del infierno que cualquier otro asunto teológico. Dice usted, “¿Qué quieres decir con eso?” Quiero decir que la gente que tiende negar el infierno eterno es la gente que no quiere admitir que alguien a quien aman fue ahí. Entonces quiere negar la doctrina para que puedan sacar a la gente en su propia mente.
Lo mismo es el caso de esta teología. Creo que nace de una confusión por gente que una vez tomó una decisión y después vivió una vida de negación de todo lo que supuestamente en un momento decidieron reconocer. Y quieren asegurarse de que son salvos por la eternidad y entonces desarrollan una teología que los va a incluir en el reino, están adentro, nada más que no lo heredan. Sea cual sea esa distinción. Esa es la razón por la que uno de los libros se titula Los Hambrientos Heredan. Las bienaventuranza es entonces se refieren al segundo nivel de cristianos. El resto de los cristianos no heredan. Los de segundo nivel heredan. Poseen algunas cosas que las personas de primer nivel no poseen.
Esto también ha sido descrito como el cristiano carnal. El cristiano carnal es el que tomó la decisión para salvarse, tomó el perdón, recibió la garantía del cielo y después vive una vida de desorden total consigo mismo, aún en el trono solía haber un pequeño folleto que cruzada estudiantil público. Tenía un círculo con todo tipo de caos y al yo en el trono, ese era el hombre natural no regenerado. El segundo círculo tenía todo tipo de caos con el yo en el trono de la vida y después el Espíritu Santo metido en el círculo. Esa es la persona salva. El Espíritu Santo está ahí, nada más que no está cargo. El tercer círculo tenía un orden perfecto en la vida, un pequeño trono y el Espíritu Santo estaba en el trono y el yo estaba en la esquina. Ese es el cristiano espiritual. Entonces reflejaba una categoría de gente que es salva pero todavía gobierna su vida y su vida está en caos total. Nada realmente ha sido transformado. Es el mismo caos como en el círculo número uno, el no regenerado, nada más que el Espíritu Santo está ahí en algún lugar. Pero él no tiene control de nada. Y es la misma idea. Esas son las personas que heredan el reino. Esas son las personas que no han hecho de Cristo Señor en esta manera de pensar en particular. Entonces el llamado típico a la salvación es así: acepta a Jesús, pide Jesús que entre a tu corazón, haz una decisión, cree. Y eso parece ser todo.
Ahora, todos esos son pensamientos y conceptos bíblicos, no es que en sí mismos son mentiras, nada más que están tan incompletos. Oímos a la gente decir, “Bueno, necesitas orar para recibir a Cristo.” Y después le dicen alguien que hace esa oración pequeña, “Ahora puedes estar seguro de que eres salvo.” Y después le dan algo de certeza sin hablar de qué tipo de invitación Jesús habría usado como, “Sígueme, deja todo, pon tu vida, sométete a Mi autoridad, deja tus pecados, arrepiéntete, obedece.”
En las siguientes tres semanas vamos a discutir las tres áreas primordiales, la Biblia habla de este asunto. ¿Cuál es la esencia de la fe salvadora? Vamos hablar de eso. ¿Cuál es la naturaleza del arrepentimiento verdadero? ¿Y qué significa ser un discípulo? Vamos a cubrir eso a detalle.
En esta noche únicamente quiero introducirle conceptos a usted. Estos realmente son lo que hemos llamado puntos de vista de creencia fácil. Quieren asegurarse de que la salvación simplemente y de manera fácil es cuestión de reconocer a Jesús como Salvador.
Otro promotor escribiendo en una pleura publicación teológica dice esto, “Es herejía aferrarse a la postura de que para la salvación una persona debe confiar en Jesús como Salvador del pecado y también debe comprometerse con Cristo como Señor de su vida sometiéndose a Su autoridad soberana. Es herejía creer eso.” Dice él. No quieren la palabra compromiso. No quieren la palabra someterse. Únicamente quieren la palabra apropiarse, creer, recibir.
Un pastor local en nuestra área bien conocido realmente tiene un ministerio eficaz, dice, “La fe salvadora no es el compromiso de la vida de uno al Señor.” Fin de la cita.
Enseñan que los creyentes genuinos pueden sucumbir a la apostasía, pueden dejar de manera total la fe. Observe Marcos capítulo 8 versículo 34, “Llamando a la multitud de sus discípulos y les dijo, si alguno quiere venir en pos de Mí niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. El que quiere salvar su vida la perderá, el que quiere perder su vida por causa de Mí en el Evangelio las salvará. ¿Qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo y perdiera su alma?” Escuche, esta es una invitación a un incrédulo, no es un cristiano a un segundo nivel. Esto le está hablando un hombre que si no actúa él va a perder – qué – su alma. ¿Qué va a dar un hombre a cambio de su alma? “Todo aquel que se avergüenza de Mí y Mis palabras en esta generación adúltera y pecaminosa, el Hijo del hombre también se avergonzará de él.” Si usted se avergüenza de Cristo Él se va avergonzar de usted.” Pero dicen esto le está hablando a cristianos carnales tratando de elevarlos al siguiente nivel de compromiso con el señorío de Cristo, no es así. Él está hablando de gente que si no hacen esto van a perder su alma eterna.
Bueno, hay tantas otras ilustraciones. Uno de los escritores escribiendo del ofrecimiento del Evangelio en Juan dice, ¿se acuerda usted cuando hablando con Nicodemo en ese tercer capítulo? Jesús habla de que la serpiente es levantada y todo el que miró a la serpiente fue curado. Y si el Hijo del hombre, y si la gente lo ve a Él será perdonado y demás. Y Dios, esto es dicho en el Evangelio de Juan más adelante, y después en ese capítulo el habla del hecho de que Jesús le ofrece a Nicodemo la verdad del nuevo nacimiento, versículo 14, “Porque así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así debe ser levantado el Hijo del hombre. Y todo aquel que cree en Él pueda tener vida eterna.” Y dicen, “Como ves ahí, lo único que tienes que hacer es mirar y creer, simplemente mira y cree. Simplemente mira y cree.” Citando de uno de ellos que dice, “No hay idea de comprometer la vida. No hay duda acerca del que ve al que es levantado. No hay posibilidad de rendirse al objeto de la visión.” Simplemente mira, cree, eso es todo. Van a Juan 4, la mujer en el pozo, y dicen que todo lo que Jesús dijo fue bebe, bebe. Pero lo que se olvidan es cuando la mujer dijo, “Dame del agua para que pueda beber.” Él no se la dio a él, Él comenzó a hablarle – de qué – de su pecado. Todavía había algo que debía ser cubierto.
En Mateo capítulo 13 versículo 44 la parábola es muy similar, el reino de los cielos es como un tesoro escondido en un campo el cual un hombre encontró y lo escondió por gozo. Él va y vende todo lo que tiene y compra el campo. Otra parábola. El reino de los cielos es como un comerciante que busca perlas finas. Al encontrar la perla de gran precio el vendió todo lo que tenía y la compró. Una parábola muy simple. El hombre encontró algo de valor, vendió todo lo que tenía, lo tomó. Estoy hablando de salvación. Un hombre se tropezó en un campo, otro hombre lo estaba buscando durante toda su vida, ambos lo encontraron y cuando lo encontraron vendieron todo lo que tenían para tener el tesoro. Es un retrato del intercambio, entregó todo lo que soy por todo lo que él les.
¿Qué va a hacer usted con esa parábola? Bueno, si usted se va a aferrar a una salvación de no un señorío, y si usted va a creer que no tiene que entregar nada usted no puede tener esta parábola, ser un pagano o un hombre no salvo o entregar todo lo que él es para recibir todo lo que Cristo ofrece. Entonces usted la interpreta esta manera. Lo que está sepultado en el campo es la iglesia, la persona comprándola es Cristo. Entonces la parábola de manera típica por parte dispensacionalista ha sido que Jesús encontrando a la iglesia entrega todo en la cruz para comprar a la iglesia. El problema con eso es que el tesoro estaba en el campo y la perla era de gran precio y yo me atrevo a cuestionar a cualquier persona que afirme que la persona no regenerada en este mundo porque en Cristo murió valió algo. Además me parece que es un trato más bien oscuro.
Un escritor muy conocido por nosotros, quien inclusive ha publicado una Biblia de estudio muy maravillosa y muy popular dice, “Los cristianos pueden dejar a Dios fuera de sus vidas y vivir según la naturaleza vieja.” Es lo mismo, todo esto se opone a la enseñanza clara de las Escrituras. Todo esto se opone a la enseñanza clara de las Escrituras. Entienden de manera equivocada la gracia. Están tratando de acomodar, creo yo, a los amados que se han desviado, quieren que más gente llegue al cielo y por lo tanto estiran el Evangelio. Pero simplemente no encaja con las Escrituras, simplemente no encaja. Simplemente no es lo que la Biblia enseña. Detrás de todos los llamados a la salvación en las Escrituras está el señorío de Cristo soberano autoritativo y tiene que ser reconocido. Digo, cómo me sentiría como pastor si tuviera que decirle a usted, “Ahora sé que algunos de ustedes únicamente están en el nivel uno. No han hecho de Cristo Señor, entonces no tengo nada que decirles porque ustedes simplemente están haciendo ahí haciendo lo que quiere. Pero para aquellos de ustedes que han llegado al segundo nivel, necesitan fortalecerse compromiso. Necesitan vivir ese compromiso.” Eso no tiene sentido.
Cuando usted le entregó su corazón y alma a Cristo y se sometió y dobló la rodilla ante Él en salvación sumisa y cedió su vida a Él y todo bajo el poder del Espíritu de Dios, usted comenzó una vida en la cual Él es Señor y de manera progresiva subida debe estar dando evidencia a la obediencia a su señorío. En el libro de los Hechos usted tiene la predicación apostólica de la cruz. En el libro de los Hechos usted tiene el patrón de predicación para el resto de los siglos y la vida de la iglesia. 92 veces en el libro de los Hechos Jesús es llamado Señor, dos veces llamado Salvador. De manera dominante Él es Señor, Él es Señor. El señorío se encontró en el corazón mismo de la predicación del Evangelio en la primera iglesia. El corazón mismo de esto fue a afirmar su señorío. Pedro dice en Hechos 2, “¿Será que la salvación viene a todo aquel que invocare el nombre de – qué – el Señor?” El Señor. No hay duda al respecto. Está absolutamente en todo lugar en las Escrituras. “Cree en el Señor Jesús.” Hechos 16:31, al carcelero de Filipos, “Y serás salvo.” Serás salvo. En Juan, quiero que observe el capítulo 3 versículo 36, escuche esto, el que sigue este pensamiento, “El que cree en el hijo tiene vida eterna – escuche esto – pero el que no obedece al hijo no verá la vida.” Por lo tanto el creer está ligado, ¿a qué? A la obediencia. Son inseparables, absolutamente inseparables. En Romanos capítulo 10 versículo 9, “Si confesares con tu boca que Jesús es – qué – Señor. Y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos serás salvo.” Versículo 12, “Porque no hay diferencia entre judío y griego. Porque el mismo Señor es Señor de todos. Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor – versículo 13 – será salvo.” Él es Señor y señorío implica que Él es soberano, implica que Él está a cargo.
Usted regresa lo largo de los Evangelios y el Nuevo Testamento en su totalidad y usted tiene afirmación tras afirmación del señorío. Estaba tan solo pensando en el capítulo 14 de Romanos versículo 9, “Porque para esto Cristo murió y volvió a vivir para que Él sea – qué – Señor.” Él es Señor. Ese primer evangelismo afuera de Israel, capítulo 10 de Hechos versículo 36, la palabra que Él envió a los hijos de Israel, Pedro dijo predicando, “Paz mediante Jesucristo. Él es Señor de todos.”
Ahora, algunos han dicho, “Bueno, sí, sí. Pero Señor significa deidad. Simplemente significa deidad. Simplemente significa Dios. No significa amo soberano, no implica obediencia, no implica rendición, no implica sumisión. Únicamente significa deidad. Tú simplemente tienes que creer que Jesús es Dios, no tienes que someterte a Él. De hecho un escritor dice que si haces de curio Señor significar amo soberano, despojas el llamado a la fe de su deidad. Eso es ridículo. Puedes decir Señor y referirte tanto a que Él es deidad como amo soberano. No es así. No es necesario eliminar el concepto de deidad de la palabra Señor simplemente porque implica la idea de amo soberano. Señor se refiere a deidad. Señor significa que Jesús es Dios. Pero Dios significa que Él está a cargo.
Estaba comiendo un día con alguien que se aferra esta postura y él dijo, “Yo creo que curio simplemente significa que Jesús es Dios.” Le dije, “Muy bien, aceptemos eso, lo acepto, curio significa que Él es Dios. Permíteme hacerte una pregunta. ¿Qué significa ser Dios? ¿Significa que tú estás a cargo? Si no significa que tú estás a cargo entonces no significa Dios. No ganas nada al decir eso. Si Él es Dios Él está a cargo. Si Él es deidad Él es soberano. No puede significar nada menos.” Tomás lo reconoció. ¿Qué dijo Tomás cuando vio a Jesucristo después de la resurrección? “Señor mío y Dios mío.” ¿Qué cree usted que quiso él decir? ¿Cómo cree usted que usó la palabra Señor para referirse a deidad? ¿Acaso él dijo Dios mío y Dios mío? No, Dios reconoció deidad, ¿Señor reconoció que? Soberanía. Inherente en el término está la autoridad, dominio, el derecho de gobernar, el derecho de mandar, la obligación de ser creído y obedecido.
En 1 Timoteo 1:16 dice, “Y por esto hallé misericordia para que en mí como el primero Jesucristo pudiera demostrar su paciencia perfecta como un ejemplo para aquellos que creerían en Él para vida eterna. Por tanto al Rey eterno, inmortal, invisible, al único Dios.” Y digo, ¿quién es el único Dios? Él es el Rey, Él es el Rey, la persona viviendo en rebelión en contra de eso y no lo reconoce a Él como Señor, no lo afirma a Él como Señor, no somete su vida a Él, no puede ser salvo.
Entonces dicen esto, “Sí, pero MacArthur, lo que estás enseñando es salvación de obras humanas.” Están diciendo, “Como puedes ver, estás diciendo que antes de que una persona pueda recibir la gracia de la salvación tienen que por sí solos reconocer a Jesús como Señor y ningún ser humano muerto en pecado jamás podría hacer eso. Y entonces estás presentando una salvación de obras humanas. Tienes que arrepentirte, tienes que reconocer que Jesús es Señor y entonces puede ser salvo.” No, no estoy diciendo eso. No estoy diciendo eso en absoluto.
Le voy a decir lo que estoy diciendo. Estoy diciendo que la Biblia dice, y lo que la Biblia dice en 1 Corintios 12:13 es bastante claro, “Por tanto os digo que nadie que hable por el Espíritu de Dios dice que Jesús San es anatema.” Ahora observe esto, “Y nadie puede decir que Jesús es Señor más que – por qué – por el Espíritu Santo.” El arrepentimiento no es una obra humana, es una obra que Dios hace.
Ahora, lo que estamos diciendo es que cuando Dios salva a alguien le concede arrepentimiento, le concede la afirmación por su Espíritu de que Jesús es Señor. Ahora vamos a hablar de esto detalle, pero quiero que entienda el asunto. Juan Flabel, el puritano inglés del siglo XVII describió, “El ofrecimiento del Evangelio de Cristo incluye todos sus oficios. Una fe en el Evangelio simplemente lo recibe para someterse a Él como para también ser recibido por Él, imitarlo en la santidad de su vida como también cosechar los beneficios y frutos de su muerte. Debe ser una recepción entera del Señor Jesucristo.” Fin de la cita.
A. W. Tozer, con quien muchos de nosotros estamos endeudados por escritos maravillosos escribió, y cito, “Instar a los hombres y a las mujeres a creer en un Cristo dividido – esto es salvador pero no Señor – es mala enseñanza porque nadie puede recibir la mitad de Cristo, un tercio de Cristo o un cuarto de Cristo. No somos salvos al creer en un oficio o una obra.” Fin de la cita. ¿Qué quiso decir? Somos sabios al creer en una persona. La totalidad de todo lo que Él es como también lo que Él hizo.
Para ver esto de manera clara, de manera muy clara, necesitamos tan solo ver una ilustración en Mateo 19, y voy a cerrar con esto. Y usted lo conoce bien, lo hemos estudiado. En Mateo 19:16, aquí está la mejor ilustración del evangelismo de Jesús. Versículo 16, uno vino a Él y le dijo, “Maestro, ¿qué bien haré para heredar la vida eterna? ¿Cómo puedo tener vida eterna?” Esa es la pregunta. ¿Cómo consigo la vida eterna? Jesús dijo, “¿Por qué me dices bueno? Solo hay uno bueno. Si quieres entrar a la vida – haz qué – guarda los mandamientos.” ¿Es esa la respuesta correcta? ¿Es esa la respuesta correcta? Si alguien viniera y te dijera, ¿qué hago para obtener la vida eterna? Le dirías guardar los mandamientos, dirías esas son obras, son obras, son obras. ¿Por qué es que Jesús dijo eso? ¿Por qué Jesús no dijo cree, acepta, toma una decisión en un momento del tiempo cree? No, él dijo guardar los mandamientos. Él dijo, “¿Cuáles?” Versículo 18, Jesús dijo, “No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Él escogió la segunda mitad del decálogo de los 10 mandamientos y Él quiso decir no solo externamente sino internamente, porque en las palabras de Jesús en el Sermón del Monte dijo lo que la ley dijo no solo lo dijo para las acciones de un hombre sino para la vida de pensamientos de un hombre. Entonces Él dijo guarde sus mandamientos. El joven digo dijo, “Todo esto he guardado. ¿Qué me falta?” Como puede ver, él dice, cuando veo mi vida soy perfecto. No mato, no odio a nadie, nunca he cometido adulterio, nunca he tenido un pensamiento malo acerca de hacerlo, nunca he robado, ni siquiera he codiciado, nunca he mentido, ni siquiera he pensado en mentir, he honrado perfectamente a mi padre y a mi madre toda mi vida y he amado a todo mundo tanto como me amo a mí mismo.” Mentiroso.
Escuche, si la salvación fuera cuestión de creer algunos hechos y aferrarse y recibir perdón en el cielo Jesús le habría dicho al hombre, “Aquí están los hechos. Cree.” Pero lo que le dijo es lo primero que tienes que hacer es reconocer – qué – tu pecado y arrepentirte. Y no lo quiso hacer, no lo quiso ser. Jesús entonces le dijo versículo 21, “Si quieres ser completo, perfecto, quieres entrar al cielo de Dios, ve y vende lo que tienes, dalo a los pobres y tendrás tesoro en el cielo y ven – qué – sígueme.” “La primera prueba vas a admitir tu pecado, la segunda prueba vas a someterte a mi señorío. Y el primer mandato que te estoy dando es vende todo lo que tienes y dalo a los pobres.” Dice usted, “¿Te salvas al hacer eso?” “No, pero te voy a demostrar si estás dispuesto a seguir los mandatos de Cristo o no.” Él dijo, “No tengo un deseo tan fuerte por la vida eterna.” Y se fue triste. Él tenía muchas posesiones. Él tomó la propiedad, poseyó su propiedad y ganó el infierno trágicamente.
Jesús quiso dos cosas que fueran claras para ese joven. Cuando quieres la vida eterna no es tan simple como una decisión, creer algunos hechos, debe haber un reconocimiento y un dejar el pecado y debe haber una disposición a someterte a mi autoridad aún si te pido que hagas lo más difícil en tu vida, entregar aquello que más amas. Establezcamos número uno, la profundidad de tu pecaminosidad. Y número dos, la altura de mi soberanía. Ese es el punto, el hombre se fue. Esa es una ilustración muy, muy lúcida. Cuando usted viene a Cristo y es verdaderamente salvo el Espíritu de Dios se va a mover en Su Espíritu y usted va a llamar a Jesús – qué – Señor.
La próxima vez veremos la esencia de la fe salvadora. ¿Qué es? ¿Cómo opera? Oremos juntos.
Gracias Padre por nuestro tiempo en Tu palabra en esta noche, confirma estas verdades en nuestro corazón y ayúdanos Señor a poder predicar apropiadamente Tu verdad salvadora para que la gente no sea engañada, sino para que sea salva por causa de Jesús. Amén.
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