Abramos nuestras biblias en Génesis capítulo uno; y ésta será la última parte en nuestra serie acerca de los orígenes que tiene que ver con la Creación en Génesis uno. Llegamos a la conclusión de la historia de seis días de la Creación.
Permítanme resumir lo que hemos aprendido hasta hoy. Con respecto al origen del universo, hay únicamente tres opciones. Sólo hay tres opciones. Podemos llamar a la opción número uno la evolución materialista. La evolución materialista afirma que el universo entero, tal como existe ahora, llegó existir de la nada. De alguna manera, apareció algo vivo en el medio de la nada, una especie de lodo primitivo que a lo largo de billones de años mutó hasta convertirse en el complejo y vasto universo en el cual ahora vivimos. Esa es la evolución materialista. Esa es la opción número uno.
La opción dos es la evolución teísta… teísta refiriéndose a Dios. La evolución teísta afirma que Dios existe; y que Dios fue la mente original y el poder original que echó a andar y determinó la evolución con varios actos creativos a lo largo del proceso. Entonces, Dios está involucrado inicialmente. Dios puede también haber estado involucrado en otros puntos. Pero la evolución es el proceso que Dios utiliza a lo largo de billones de años para mutar y cambiar y presentar al universo tal como lo conocemos.
La única otra alternativa es la creación divina. Y la creación divina afirma que el Dios eterno, todo sabio, todopoderoso e inmutable hizo al universo tal como existe ahora. Y que Dios creó todo de la nada al hablar; e hizo que existiera. El creacionismo rechaza cualquier forma de evolución. La creación divina afirma que Dios creó todo de la manera en la que existe en la actualidad. Obviamente, dentro de ciertas plantas y ciertos animales hay variaciones; pero las categorías permanecen iguales a como Dios las creó de manera original. Y francamente, no hay otras opciones.
Y hemos visto la primera opción. La primera opción, esto es la evolución materialista, sabemos que no puede ser verdad. No puede ser verdad porque la evolución es imposible; el azar no es nada, el azar no es una fuerza y nadie por nada es igual a nada. Nadie por nada no es igual a todo. El azar no puede resultar en nada. Si nada existe, nada puede existir.
También sabemos que el sistema de vida, el ADN, los cromosomas, el código genético, la información codificada en cada célula viva evita que la evolución sea una realidad porque ese código determina lo que esa célula viviente hará y no podrá hacer; más allá de lo que está programada a ser, no puede ser nada superior de lo que es. Si algo cambia, es inferior, produce algo inferior, no superior. Por lo que sabemos que la evolución es imposible.
La segunda opción es imposible por los mismos motivos que la primera; porque la evolución es imposible. Y no existe ninguna evidencia verdadera, precisa y científica de que cualquier vida haya evolucionado al punto de convertirse en otro tipo de vida con un nuevo código genético y un nuevo ADN. También rechazamos la evolución teísta, la segunda opción, porque el Dios que es eterno, el Dios que es sabio, poderoso e inmutable se ha revelado a nosotros y nos ha dicho cómo creó el universo. Y no nos dijo que Él usó procesos evolucionarios. Hemos estado aprendiendo en Génesis uno y dos; y eso es afirmado a lo largo de las Escrituras, que no hay nada en ninguna parte de las Escrituras que indique algo diferente a que Dios creó todo tal como es sin el uso de ningún proceso evolutivo.
Eso nos deja únicamente con otra opción; y es la tercera opción, que es la creación divina. Dios creó todo como es ahora. Eso tiene sentido científico. Eso es lo único que tiene sentido científico. Como les he estado diciendo, los evolucionistas tienen muchas dificultades para probar la evolución. La razón por la cual no la pueden probar es porque no sucedió.
¿Cómo llegó a existir el universo? El único y preciso registro, el registro divinamente ordenado e inspirado, está aquí en Génesis uno. La Biblia nos dice que Dios creó al universo en seis días solares… Seis días de 24 horas. Y las genealogías de Génesis, la cuenta de las generaciones del hombre, indican que esa creación de un período de seis días ocurrió probablemente hace 6 o 7000 años atrás; eso es todo. Esto es lo que dice la Palabra de Dios; sólo estoy resumiendo lo que hemos aprendido. Esto es lo que dice la Palabra de Dios. Esto es inspirado e inerrante. Esto es inconfundible e indiscutible. La ciencia nunca llegado a producir algo que pueda refutar la Creación divina. De hecho, por otro lado, ellos nunca han mostrado nada que pueda probar la evolución.
Cuando Dios comenzó la Biblia, Él inició la revelación con el registro histórico de la Creación. Así es como comienza la Biblia. Porque la Creación es el cimiento de toda la historia y toda teología. La Creación, de hecho, es la base de toda la verdad, toda la verdad y toda la religión verdadera. Si el universo llegó existir por creación divina, hay Dios. Y debido que hay Dios, Él está a cargo, Él es soberano, Él establece las reglas. Todo eso es establecido como el cimiento en la Creación.
Y le he estado diciendo que la Biblia debe ser tomada seriamente en Génesis uno y dos así como en cualquier otro lugar; tan seriamente como Juan 3:16, tan seriamente como Romanos 3:23, tan seriamente como cualquier otra parte de la Escritura. Y cualquier cosa menos que un compromiso total con la integridad de la verdad de Génesis uno y dos, cualquier cosa menos que eso, cuestiona las Escrituras, cuestiona la precisión y la autoridad de Dios y atesta un golpe en contra de Dios.
Douglas Kelly, quien ha escrito un libro muy útil al cual me he referido varias veces llamado La creación y el cambio dijo, y cito: “Si evitamos lidiar con lo que dice la Biblia acerca de la creación del universo material, entonces hay una tendencia para que la religión esté desconectada del mundo real. O para cambiar la ilustración, hay una tendencia a colocar a las Escrituras y al cristianismo en un clóset de vitral que no impacta la esfera del tiempo/espacio,” fin de la cita.
Usted no puede volverse místico acerca de Dios, el Creador sin ser místico acerca de todo lo demás que las Escrituras revelan. No puede estar dudando, cuestionando, socavando las declaraciones de la Biblia acerca de la Creación sin potencialmente socavar también todo lo demás que la Biblia dice. El cristianismo no comienza con aceptar a Jesucristo como Salvador. Comienza aceptando a Dios como Creador. Y el verdadero problema del siglo XX, el verdadero problema de un mundo posmoderno no es que rechaza a Jesucristo sino que rechaza a Dios como Creador. Consecuentemente, ni siquiera saben quién es Jesús o cómo encaja. Y yo creo que rechazar a Dios como Creador es la causa de toda perdición humana. Es la causa de pensamientos humanos inestables. Es la causa de divagaciones filosóficas.
Por otro lado, cuando usted cree que Dios es el Creador y que Él creó todo exactamente tal cual está revelado en Génesis, eso establece la base para toda la Verdad, porque entonces Dios es soberano y toda la verdad y toda la autoridad acerca de todo procede de Dios. Y creo que hemos estado diciendo esto, simplemente lo repetiré de manera breve, pero lo triste es que la Iglesia se ha sumado a esta evolución teísta y ha sido parte de socavar su propia credibilidad, ha tenido parte en socavar su propio Evangelio, ha tomado parte en socavar su propio mensaje. Y han contribuido a la pérdida de la humanidad al desconectarse de un Creador santo soberano.
Y cuando la iglesia demanda seriamente que la gente reconozca a Dios como Creador y Soberano y Sustentador y Consumador del universo tiempo-espacio, cuando la Iglesia le dice a la gente de manera inequívoca que Dios está actuando en la historia humana, que Dios está más que tan sólo actuando, que Dios está controlando la historia humana, que Dios ha establecido las reglas y los estándares y es el Juez de toda vida, cuando eso es establecido, entonces los hombres se vuelven responsables a Dios; entonces la Biblia, el Evangelio y Jesucristo se convierten en esencialmente críticos porque revelan a Dios… Sus mandatos, Sus leyes, Sus promesas, Sus propósitos y Su salvación.
Y afirmamos esta tercera opción de que Dios creó a todo el universo tal como es y que lo hizo en seis días de 24 horas, 6 a 7000 años atrás. Y a lo largo de nuestra serie he tratado de mostrarles muchas indicaciones científicas de que cualquier otra cosa distinta de esto es insensatez. De hecho, en nuestra serie hemos descubierto que los evolucionistas han construido un castillo de arena; y todas sus pruebas acerca de la evolución se han desmoronado cuando han sido examinadas con honestidad.
Entonces, hemos llegado a Génesis uno con la confianza de que ésta es la Palabra de Dios, esta es la Biblia, la Palabra de Dios. Y en Génesis uno tenemos el único registro de la Creación que es verdadero. No creerlo es el más serio de los crímenes porque rechaza a Dios y a Su palabra. ¿Y qué es lo que Génesis uno dice? Observe el versículo uno: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra.” Esa es una declaración de resumen. En realidad es todo lo que usted necesita saber. Todo lo que existe en los cielos y en la tierra fue creado por Dios. Y luego, comenzando en el versículo 2 y hasta el final del capítulo, versículo 31, se dan los detalles de ese resumen del versículo uno. El versículo 1 simplemente nos dice que Dios creó los cielos y la tierra. Comenzando en el versículo 2, desarrolla como Él lo hizo… Se dan los detalles. Y revelan claramente que hubo seis días de Creación, seis días solares identificados como mañana y tarde, o tarde y mañana. Un período de luz seguido por un período de oscuridad como en cualquier día normal.
Y hemos aprendido que en el día uno Dios creó la luz junto con el material para el resto de Su Creación. En el día dos, Él creó el mar y los cielos. En el día tres, Él creó la tierra y las plantas. En el día cuatro, Él creó las lumbreras, el Sol, la Luna, las estrellas. En el día cinco, Él creó las criaturas marinas y las aves del cielo. Y en el día seis, Él creó los animales terrestres y al hombre. Y aquí nos encontramos. Vayamos al versículo 24.
Este es el día seis: “Luego dijo Dios: “Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie.” Y fue así. E hizo Dios animales de la tierra según su género y ganado según su género y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno. Entonces dijo Dios: “Hagamos al hombre a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a Su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
Y los bendijo Dios y les dijo: “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla; y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” Y dijo Dios: “He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. Y a toda bestia de la tierra y a todas las aves de los cielos y a todo lo que se arrastra sobre la tierra en que hay vida, toda planta verde les será para comer.” Y fue así. Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana del día sexto.”
La última vez que vimos los versículos 24 y 25, hablamos de los animales terrestres. Y los vimos, de acuerdo con esos versículos, divididos en tres categorías. Tanto el versículo 24 como el 25 mencionan esas tres categorías; y también el versículo 26 repite algunas de ellas. Está la categoría del ganado o las bestias, los cuales dijimos que son los animales domésticos, animales que se pueden domesticar. Están las serpientes, refiriéndose a cualquier cosa que vive que está cerca del suelo, desde insectos a roedores y muchas otras cosas, reptiles y demás. Y están los animales de la tierra que se refiere sin duda a los animales más grandes de cuatro patas, no domesticados, que caminan sobre la tierra. Dios entonces, al crear esos animales, dio los toques finales al ambiente para el hombre. Y luego llegamos a los versículos 26 y 27; y esto es lo que comenzamos a ver con cierto detalle la última vez.
Dios dijo entonces que todo estaba listo. Todo el universo ha sido creado con el propósito de que el hombre viva en él y que vea la mano de Dios declarada a través de esto, a través del firmamento y a través de las bestias del campo, las cuales le darán gloria, tal como dijo el profeta Isaías. Dios creó un mundo entero, un ambiente entero para el hombre para que el hombre pudiera ver el genio creador maravilloso de la mente de Dios y Dios pudiera demostrar Su belleza, Su orden a través de todo el mundo creado; y Dios pudiera proveer un ambiente en donde desplegar Su gloria.
Y después, para concluir, una vez que todo estuvo preparado, se hizo la casa para el hombre. Versículo 26: “Entonces dijo Dios: “Hagamos al hombre a Nuestra imagen.”” Y aquí se nos presenta la corona de la Creación la cual es el hombre. Y no tengo tiempo para entrar en lo que vimos la semana pasada, pero estuvo muy involucrado y fue muy importante. Y espero que usted escuche la grabación. Si usted va a escuchar una grabación de esta serie, probablemente debe escuchar esta, a pesar de que todas, sino las ha oído, serán para su beneficio.
Comenzando con esta declaración, “hagamos al hombre,” detengámonos en ese punto. Aquí se resumen cuatro características en la creación del hombre. Cuatro características. La primera es la más importante, “hagamos al hombre a Nuestra imagen,” y después se dice de manera inmediata de otro modo: “conforme a Nuestra semejanza.” En el versículo 27: “Y creó Dios al hombre a Su imagen, a imagen de Dios lo creó,” como si de alguna manera no hubiéramos entendido el punto, se repite cuatro veces. El hombre es hecho a imagen de Dios. Se repite nuevamente en el capítulo 5, dice en el versículo 1: “El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo.”
¿Qué significa ser hecho a imagen de Dios? Significa que usted no es un animal. Significa que usted no es un animal superior. Significa que usted no evolucionó de un mono, un orangután, un mandril o cualquier otra cosa. Desde el principio, el hombre fue creado siguiendo un patrón divino, hecho conforme a un patrón divino en lugar de hecho conforme únicamente de acuerdo a un patrón material terrestre. Y, por cierto, él es el único ser vivo en el universo de tiempo/espacio hecho conforme a un patrón divino. El hombre es trascendente. La parte más unida del hombre no puede ser reducida una fórmula química. La esencia misma del hombre no puede ser vista en el ADN. No puede ser encontrada en los cromosomas. No puede ser encontrada al diseccionar su cerebro. No puede encontrarse al abrir su corazón. No puede ser encontrada al analizar su sistema nervioso.
Usted puede tomar todos los experimentos científicos que quiera acerca de la anatomía de un ser humano y nunca descubrirá la verdadera parte del hombre, la cual es la realidad intangible de que él es un ser trascendente que no tiene componentes químicos. El hombre es diferente de cualquier otra criatura creada. En Eclesiastés capítulo 3, versículo 11, se hace una declaración asombrosa. “Todo lo hizo… hablando de Dios… hermoso en su tiempo. Y ha puesto eternidad en el corazón de ellos.”¡Qué gran declaración! Él ha puesto eternidad en el corazón de ellos. Esto es en el corazón de los hombres. Eso es solo verdad del hombre. En el versículo 21 de Eclesiastés 3: “¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres sube arriba y que el espíritu del animal desciende abajo a la tierra?” El escritor está diciendo que el hombre, su espíritu, sube; y el espíritu de cualquier otra criatura creada, al morir, desciende. Deja de existir, va al suelo, por así decirlo, porque Dios ha establecido eternidad en nuestros corazones. Usted puede quitar su cuerpo y vamos a vivir para siempre.
Entonces, la imagen de Dios no está hablando de algún tipo de forma física. La imagen de Dios indica atributos que no son compartidos por ningún animal. Y la palabra conclusiva que le di era personal… El hombre es una persona, tiene personalidad. Éstos son sus distintivos… Tiene conciencia propia. Los animales son conscientes, pero no tienen conciencia propia, de sí mismos. Ellos están conscientes de su ambiente, reaccionan al ambiente, pero no saben que están reaccionando a su ambiente; es algo simplemente instintivo. Pero el hombre, es consciente y reacciona a su ambiente y sabe cómo reaccionar porque reacciona de manera cognitiva. El hombre tiene razón en vez de instinto. El hombre tiene la capacidad de pensar de manera abstracta. El hombre tiene la capacidad de apreciar la belleza, de sentir emociones, de ser moralmente consciente. Y por sobre todo, como hemos señalado la última vez, el hombre tiene la capacidad de la necesidad de relacionarse personalmente con otros, con otras personas y especialmente con Dios, siendo capaz de amarle y adorarle. Eso es personalidad.
El hombre tiene la capacidad de amar. El hombre tiene la capacidad de tener comunión, de conversar, de convivir. El hombre es la única criatura que existe en el mundo de espacio-tiempo que tiene lenguaje. Todo eso apunta a la Trinidad y es por lo que, tal como le dije la última vez, el versículo 26 indica: “Hagamos al hombre,” por primera vez y Dios se presenta como más que uno porque Él está haciendo al hombre a Su imagen; y el hombre es hecho para tener relaciones personales. Dios revela el hecho de que Él mismo es una Trinidad, como bien sabemos, y lo desarrolla a lo largo del resto de las Escrituras, particularmente el Nuevo Testamento, de tal manera que Dios en las relaciones de la Trinidad establece el modelo para las relaciones del hombre.
Eso es en cierta manera la esencia ontológica del hombre. La esencia ética del hombre, él tiene la capacidad de conducirse moralmente. Él tiene la capacidad de ser santo y justo. Él tiene la capacidad de ser santificado. Él tiene la capacidad de obedecer a Dios. Él tiene la capacidad de recibir salvación divina y eterna. El hombre creado a imagen de Dios; y eso es solo un breve repaso de lo que hemos visto la última vez, primordialmente indicando la personalidad; y por lo tanto, relaciones.
Ahora, veamos las tres características restantes del hombre que son descritas aquí. Número dos, el hombre no sólo es hecho a imagen de Dios, el hombre es el rey de la tierra. Él es el rey de la tierra. Veamos eso en los versículos 26 y 28. En el versículo 26, después de decir: “Hagamos al hombre a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza,” Dios dijo: “Y señoree… señoree.” Y después, Él pasa a describir todo: los peces del mar, las aves de los cielos, las bestias en toda la tierra, todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y en el versículo 28 dice, a la mitad del versículo, “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla. Y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” El hombre fue diseñado por Dios para ser el soberano del planeta, para ser el rey del planeta. Versículo 26: “Señoree”. Versículo 28: “Sojuzgadla y señoread.”
Por cierto, el nombre en el versículo 26 es plural porque el hombre es un término colectivo. Esa es la razón por la que dice: “Hagamos al hombre a Nuestra imagen,” y después: “Señoree,” un nombre colectivo. El hombre, como especie, es creado a imagen de Dios conforme al patrón divino; y se le da la responsabilidad de ser soberano sobre toda la Creación, la Creación entera. Y después Dios regresa a lo largo de la secuencia. Usted recordará si regresa al día cinco, aparecen los peces, luego las aves, después el ganado, luego las cosas que se arrastran y luego las bestias o las cosas vivientes mencionadas al final del versículo 28. Entonces, la secuencia es repetida. Todas las formas de vida creadas más elevadas más allá de las plantas, las cuales serán mencionadas en un momento, están bajo el dominio soberano del hombre.
Esto involucra algo muy práctico. Vaya al capítulo 2, versículo 19. Y aquí se repite el mismo relato de la Creación, añadiéndose algunos detalles. “Jehová Dios formó, pues, de la tierra, toda bestia del campo y toda ave de los cielos.” Ya hemos aprendido eso, esto simplemente está resumiendo y repitiendo. “Y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ése es su nombre. Y puso a Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo.” Esa fue la primera responsabilidad del hombre. Si iba a ser el soberano sobre toda la Creación, él tenía que identificar a la Creación. Él tenía que clasificar la Creación. Y lo hizo. Él tuvo la capacidad de mirar las características de una criatura dada y darle un nombre adecuado, lo cual hizo.
Y hay una segunda responsabilidad que tuvo el hombre, en el versículo 15, con respecto a la soberanía sobre la Creación. Capítulo 2, versículo 15: “Tomó, pues Jehová Dios al hombre,” antes de esto claro, creó Dios al hombre, “y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.” Recuerde que todavía no hay maldición, no hay pecado. No hay caída, no hay muerte. Pero aquí, de alguna manera, se tenía que cuidar el huerto de Dios, tal como algunos teólogos lo han dicho. Necesitaba cuidar el huerto de Dios. No sabemos lo que eso significó, pero ésta fue la responsabilidad del hombre, asegurarse de que el huerto de Dios fuera cultivado y floreciera.
Ahora, regresen al versículo 8; aprendamos algo acerca de este huerto. “Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado. Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista y bueno para comer; también el árbol de la vida en medio del huerto y el árbol de la ciencia del bien y del mal.” Dos árboles que son diferenciados como árboles únicos.
“Y salía de Edén un río para regar el huerto y de allí se repartía en cuatro brazos. El nombre del uno era Pisón; éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro; y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también hay bedelio y ónice. El nombre del segundo río es Gihón; éste es el que rodea toda la tierra de Cus. Y el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que va al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Éufrates. Tomó pues Jehová Dios al hombre y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.”
Las plantas necesitan agua. Y entonces, la responsabilidad del hombre era asegurarse de que todo fuera cuidado de manera apropiada. No sé todo lo que eso implicaba antes de la caída, porque nada podía morir; pero quizás podía florecer de una mejor manera para la gloria de Dios si era cuidadosamente atendido por el hombre.
Dios también le dio la responsabilidad al hombre en el huerto, tal como he leído, de nombrar a los animales. Lo hemos visto. Pero regrese por un momento al versículo 16. “Y mandó Jehová Dios al hombre diciendo: “De todo árbol del huerto podrás comer.”” Puedes disfrutar de todo eso. “”Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.”¿Qué es morir? ¿Qué es eso? Esa fue la única advertencia, la única advertencia.
Entonces, Dios coloca al hombre en el huerto con la responsabilidad de nombrar a los animales, lo cual muestra sus capacidades cognitivas, y también la responsabilidad de cuidar del jardín. La responsabilidad del hombre era aprender acerca de la Creación y glorificar a Dios por la maravilla de lo que veía; y luego clasificar a la Creación y de alguna manera moldear la Creación de tal manera que fuera una honra a su Creador en todo sentido. Recuerde, no había temor, no había muerte, no había derramamiento de sangre. Pero el hombre, sin embargo, tenía la responsabilidad de cuidar del huerto de Dios.
Y conforme pensaba en eso, pensé en mi jardín. Yo tengo un jardín caído. Tengo un jardín en el cual existe la muerte. Y yo puedo matar cosas tan bien como cualquier otra persona, a pesar de que esté tratando de hacer que vivan. Y comencé a pensar en el hecho de que nosotros todavía vivimos en el huerto de Dios… Ha sido brutalmente afectado por la caída y el pecado y la muerte. Pero todavía vivimos en un mundo que está diseñado por Dios para manifestar Su gloria. Y tenemos una responsabilidad, creo yo, de cuidar el huerto de Dios. No sé usted, pero cuando yo salgo al jardín que tenemos en nuestro hogar y veo todas estas plantas magníficas y hermosas floreciendo allí, mi respuesta instantánea es glorificar a Dios y alabarlo. Hay un hombre que viene cada semana y quien sabe muy bien lo que está haciendo y cuida de estas plantas para que se vean siempre hermosas. Y uno puede ir y cortar esas rosas magníficas en cualquier momento; y cuando usted viene a nuestra casa siempre encontrará pequeños contenedores llenos de magníficas rosas. Y cuando veo a ese hombre, que es cristiano, y le observo, en cierto sentido, como un siervo de Dios que está dando honor a Dios por el modo en él que cuida del jardín de Dios.
Yo no adoro en ningún sentido a las plantas, ni a ninguno de los pájaros que vienen… o creo que fue antes de ayer que un precioso cervatillo disfrutaba de nuestro jardín. Eso sólo ocurre ocasionalmente. Inclusive algún emú local suele aparecer y visitar. Creo que hay un enfoque razonable de todo esto. Realmente así lo creo. Yo creo que Dios le ha dado un pequeño espacio, un pequeño pedazo de Su mundo, del mundo de Dios, y es correcto que ese pequeño pedazo le de gloria al Creador. ¿No es asombroso cuando usted piensa en todas las plantas que Dios ha creado, por qué cree que las creó? ¿Para qué las creó? Para Su propia gloria. Y cuando usted cultiva esas cosas, está haciendo eso, está desplegando ese poder creador de Dios. Le gana a la pila de desechos en la zona central de Inglaterra. A los ríos muertos de Europa oriental. Gran parte del mundo comunista no vio más allá. Ellos simplemente destruyeron la creación debido a propósitos económicos. Eso sucede todo el tiempo…
Y no estoy convirtiéndome en un loco ambientalista, tal como son llamados. Pero creo que por lo menos hay un mandato de dominio aquí que indica que yo tengo una responsabilidad de permitir que la magnificencia de la Creación de Dios sea desplegada de la mejor manera que yo pueda, para tratar de algún modo de moldear el pequeño mundo donde vivo en una dirección que va hacia Dios. Ésta era la distinción de Juan Calvino, él de alguna manera quería moldear al mundo secular de manera que pudiera manifestar a Dios y que fuera en cierto modo sagrado. Entonces, todo lo que hacemos debería ser para la gloria de Dios. Tenemos una tierra maldecida con que lidiar; y eso no es fácil. Pero tal como Adán después de pecar, necesitamos trabajar al punto en el que sudamos para que la belleza creativa de Dios pueda desplegarse. Pueda verse. Todavía somos mayordomos de Su Creación. Y creo que como cristiano siento esa mayordomía. Reconozco que este es un planeta temporal, todo se quemará. Pero mientras que yo estoy aquí, quiero que Dios pueda ser desplegado.
A Adán se le dio esa responsabilidad. Nosotros, de este lado de la caída, de este lado del pecado, no podemos dominar el huerto de Dios como quisiéramos. Es un mundo salvaje; y escuchamos acerca de la muerte que ocurre en el mundo. Inclusive tenemos plantas que son mortales, ¿no es cierto? Plantas que son drogas. Bacterias que viven y cosas que matan, que han creado plagas que han literalmente resultado en la muerte de decenas de miles de personas. Tenemos animales que matan. No es el huerto que fue originalmente por la caída y la maldición. En el capítulo 2 de Hebreos, versículo 8, dice que Cristo, quien es el hombre supremo, ha sido coronado con gloria y honor, versículo 7. Y después, en el versículo 8, dice “Tú has colocado todas las cosas en sujeción o bajo sus pies.”
Y eso es verdad. Cristo, como el hombre encarnado, es verdaderamente el Rey de la tierra; porque al sujetar todas las cosas a Él no dejó nada que no esté sujeto a Él. Pero observe esta siguiente declaración, muy importante. “Pero ahora todavía no vemos todas las cosas sujetas a Él.”¿No es eso verdad? Cristo es el verdadero Rey de la tierra. Él fue hecho un poco más bajo que los ángeles, descendió y se volvió uno de nosotros y asumió el mandato de dominio; y debido a que Él es Dios, tiene el poder más grande para sujetar la Creación a sí mismo. Pero vemos a la Creación y todas las cosas fueron sujetas a Él, dice el versículo 8, todas las cosas. No existe nada que no esté sujeto a Él. Pero todavía no vemos todas las cosas sujetas a Él. No vemos a un reino animal bajo control, dócil y pasivo. No vemos a la vida de las plantas simplemente creciendo y fortaleciendo sin ninguna necesidad de ser cuidadas. No vemos a un mundo libre de guerras, odio, matanza, enfermedad, etcétera. Entonces, todavía no vemos todas las cosas sujetas a Él.
Pero… Lo veremos. Algún día, todas las cosas estarán sujetas a Él. Algún día, Él revertirá la caída. Él revertirá la maldición. Él será el Rey de la tierra. Observe el versículo 10: “Porque convenía que Él, por cuya causa son todas las cosas y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionarse por aflicciones al autor de la salvación de ellos.” A través de Su muerte, Él ganó el derecho de ser el soberano de la tierra; y Él tomará ese derecho e irá a Su gloria, gobernará a este mundo, someterá a este mundo y nos llevará junto con Él al traer a muchos hijos a la gloria.
Podríamos decir esto, que antes de la Caída, se dio un mandato de dominio al hombre que él podía ejercer. Y él tenía el control de todos los animales y tenía control del huerto de Dios. Pero lo perdió en la Caída; y será recuperado cuando Jesús, que todavía no ha sujetado todas las cosas a sí mismo, hará eso. Y eso está mirando al reino del milenio, a la tierra restaurada, al Edén invertido, por así decirlo.
Usted recuerda que el profeta Isaías dice que el desierto florecerá como una rosa, que el león se acostará con el Cordero, un niño jugará en un foso de serpientes; y si alguien se muere a los 100 años, morirá como bebe. De tal manera que la muerte, aún en su curso normal, será abatida. En una serie de programas de televisión que hice esta semana señalé que es razonable asumir o suponer que la gente que entra al milenio que esté viviendo en la tierra, vivirá a lo largo de los 1000 años completos sin morir. La muerte será mitigada. La maldición será mitigada. Todavía habrá elementos de la maldición en la tierra porque todavía nacerá gente en la tierra con una naturaleza pecaminosa quienes se rebelarán contra Dios. Entonces, el pecado estará ahí, pero será en gran parte sometido. Y luego, finalmente, al final de los 1000 años, toda la tierra se disolverá y serán creados un nuevo cielo y una nueva tierra en donde no hay pecado y no hay caída. Entonces, el hombre reinará con Cristo en el Reino. Y un día, cuando Cristo sujete a la Creación, disfrutaremos de esa sujeción de la Creación porque reinaremos con Él.
Lo segundo que decimos entonces acerca del hombre es que él es el rey de la tierra. Él es soberano en la tierra. Él no es solamente la extensión biológica de alguna otra criatura, fue hecho de algo diferente, a imagen de Dios, para gobernar este universo. Y él hará eso en las glorias del reino del milenio cuando junto con Cristo reine sobre el universo sujeto traído a sujeción por Jesucristo mismo. De hecho, lo señalan los profetas en las Escrituras, el Nuevo Testamento se refiere a esa tierra que será renovada al principio de los 1000 años. Entonces, ciertas características de la maldición van a ser mitigadas en ese momento. El hombre recibió esta soberanía desde el principio. Él se levanta por encima de todo el orden creado y es el soberano, el rey de la tierra.
En tercer lugar, encontramos en la Creación… Regresemos a Génesis… Encontramos que esto también es la responsabilidad del hombre. Dicen el versículo 28: “Y los bendijo Dios y les dijo: “Fructificad y multiplicaos, llenad la tierra.”” En el versículo 27 dice que Él los hizo varón y hembra. Esta es la tercera responsabilidad del hombre. Él debe manifestar la imagen de Dios, personalidad y relación, él debe ser el rey de la tierra, él debe cuidar del huerto de Dios, hacer todo lo que puede para guiar y someter al orden creado para desplegar el poder glorioso de Dios; y él es el propagador de la vida humana. Él es el propagador de la vida humana.
Entonces, Dios los hizo varón y hembra. Ese es el diseño de Dios para el matrimonio y la procreación. Hemos estado hablando del hecho de que la procreación existe en todo el mundo animal. Existe posible una capacidad procreadora entre las plantas que se reproducen por medio de semillas o semilla en el fruto. Dios le dio al hombre capacidades de relación; y después le dio Dios al hombre a una ayuda. Dicen el versículo 7 del capítulo 2 que Dios formó al hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente. Y conforme usted lee más adelante este pasaje, versículo 18: “Dijo Jehová Dios: no es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.”” Esto no va a funcionar porque tengo que seguir creando personas. Él no puede estar así. Tengo que hacerle una ayuda idónea.
Sé que la mayoría de las personas piensa que alguien tiene que lavar los platos, alguien tiene que sacar la basura, alguien tiene que hacer la cama. Ese no es el tipo de ayuda. Él necesitaba ayuda en algo fundamental y eso era la procreación, la propagación de la raza humana. Ese era el punto aquí. Él necesita una ayuda. Él necesita una compañera. Él necesita una compañera perfecta del polvo del cual el señor Dios había formado todo, pero había algo diferente acerca de la manera en la que Él formó a esta ayuda en el versículo 20. Dios miró a toda la Creación y no se halló ayuda idónea para él. No había nada en el orden creado que estuviera a su nivel. Y ahora necesitamos seguir afirmando eso. El hecho de ser un ser humano no es ser un animal glorificado, es ser un ser eterno hecho a imagen de Dios. Y sólo había uno; y ese era Adán.
“Entonces, Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán; y mientras este dormía tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: “Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; esta será llamada Varona porque del varón fue tomada.” Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer; y serán una sola carne. Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.” No había nada de qué avergonzarse porque no había ningún pecado. Esta sección que le acabo de leer en el capítulo 2 expande la declaración simple del versículo 27b que dice que dice varón y hembra los creó. Y ahí tiene cómo Dios hizo eso. El capítulo 2 no es una historia adicional, es una expansión del original.
En ambos lugares el varón es primero. Varón y hembra los creó. Y el capítulo 2 le dice en el versículo 7, que creó al hombre; y ahí en el versículo 18 y en adelante Él creó luego a la mujer. Esto es importante. El hombre es colocado primero y esto es necesario en la Creación. Y muestra la precisión asombrosa del libro de Génesis. Permítame decirle a qué me refiero. La investigación genética confirma esto, ya que el hombre tiene ambos cromosomas X, que por cierto producen mujeres, y los cromosomas Y que producen hombres. Los hombres son X e Y. Las mujeres no. Si la mujer hubiera sido creada primero y el hombre hubiera sido tomado del cuerpo de ella, entonces la reproducción habría sido imposible ya que no habría habido nada más que cromosomas X, en cuyo caso sólo mujeres podrían haber sido reproducidas porque las mujeres no tienen un cromosoma Y. El hombre tenía que ser creado primero porque tiene un cromosoma X y un cromosoma Y; y el cromosoma Y produce un hombre y el cromosoma X, una mujer.
Dios sabía exactamente lo que Él estaba haciendo. Y es por eso que entró, tomó un hueso; y ese hueso, si nos ponemos un poco científicos, tenía el ADN codificado en la estructura celular con la cual Él crearía a un hombre. Él hizo una mujer a partir de ese hueso, hizo una compañera para Adán; y entonces juntos podían producir hombres y mujeres. Entonces, los cromosomas X y los cromosomas Y eran bien conocidos para Dios, aunque no aparecen en el libro de Génesis. El hombre tenía el material genético para que una mujer pudiera ser tomada de él y estar genéticamente relacionada a él siendo del mismo género; y entonces a través de la relación con ella pudiera procrear tanto hombres como mujeres. Entonces, juntos, cumplen el mandato de dominio del versículo 28: “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla.”
Fructificad y multiplicaos… La palabra técnica para eso es fecundidad, significa la habilidad de procrear. Y por cierto, esto se encuentra todo a lo largo de Génesis. No voy a tomar el tiempo, pero usted lo puede hacer… capítulo 9, Dios bendijo a Noé después del Diluvio y sus hijos y les dijo que tenían que cumplir el mandato original, “fructificad y multiplicaos y llenad la tierra.” Hagan bebés en el sentido coloquial, produzcan niños. Y en el capítulo 17 del libro de Génesis, en el versículo 16, habla de Abraham y Sara: “La bendeciré, y también te daré de ella un hijo; sí, la bendeciré y vendrá a ser madre de naciones; Reyes de pueblos vendrán de ella.” En el versículo 20: “Y en cuanto a Ismael, también te he oído; he aquí que le bendeciré y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera.” Esto es hacerse fructífero y multiplicarse es la expresión en el Antiguo Testamento para procreación. Entonces, el diseño del hombre y la mujer permitiría que el hombre procreara, lo cual permitiría que el hombre tuviera la responsabilidad maravillosa y el privilegio de producir a otros a imagen de Dios. ¡Qué bendición tan increíble, tan increíble! Usted trae un pequeño bebé al mundo; es una persona eterna hecha la imagen de Dios.
No existe nada como eso. No hay absolutamente nada como eso porque esa pequeña vida tiene la capacidad de tener una relación. Sea una relación que yo disfruto con un miembro de la familia como mi padre, quien está cerca del fin de su vida o sea una relación con mi pequeña nieta que viene corriendo hacia mí con ambos brazos al aire, pidiéndome que la levante y la abrace. Esas son las cosas más ricas en toda la vida, las relaciones. Y tenemos el privilegio y el gozo de enriquecer nuestra propia relación en el matrimonio al multiplicar y al traer a esa unión a otros capaces de tener una comunión profunda y personal, de tener conversación, de tener convivencia. Podemos disfrutar con ellos las mismas relaciones personales que disfrutamos uno con el otro; y por lo tanto Dios está diciendo que puede extender este dominio sobre la faz de la tierra, llena la tierra, Génesis 9:1, llena la tierra. Lo mismo en Génesis 1:28, llena la tierra.
Dios diseñó el matrimonio, un hombre, una mujer; eso es claro partir de lo que le acabo de leer al final del capítulo dos. El hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer; se vuelven una carne. Y la manera en que se vuelven una carne es en la vida que viene a partir de ellos. Una carne podría significar que tiene intimidad sexual, una carne podría significar que piensan de manera semejante, igual; y hacen las cosas juntos. Pero, la expresión más pura y verdadera de una carne es cuando los dos se unen en una carne, una vida… Y ese fue el mandato para el hombre, porque al hacerlo el hombre multiplica la imagen de Dios. Es por eso que hablamos con tanto énfasis a los padres cristianos que tienen hijos pequeños para que comprendan la administración que tienen, dada por Dios, de criar a ese pequeño hecho a imagen de Dios, llevándolo de regreso al conocimiento de Dios a través de la fe en Jesucristo.
Entonces, Dios estableció esta capacidad, esta capacidad de ser fecundos, tal como es llamada, esta habilidad de procrear; y Dios estableció al matrimonio como el ambiente… Un hombre, una mujer de por vida… En lo cual esto se llevaría a cabo. Fue un recurso de evolución que estaba tratando de explicar la conducta del hombre de una manera de evolución. Y ellos no podían descubrir por qué era eso… Esta fue la declaración… ¿Por qué los humanos casi siempre terminan en lo que llaman pares? No podían entender cómo la evolución produce eso. Parece que en nuestra cultura no sucede de esa manera, o sí? La gente no va por todos lados teniendo bebés y teniendo hijos ilegítimos que nacen; pero de acuerdo con este recurso, ellos dijeron que el 98% de los seres humanos de la tierra termina en un par. Eso es porque Dios nos hizo de esa manera. Por supuesto, todos los feministas y todos los homosexuales quieren hacer todo lo que hacen para atacar y destruir la intención de Dios. Y ellos han sido muy exitosos en nuestra sociedad. Y debido a eso, Romanos 1 dice que la ira de Dios ha venido sobre ellos. Bueno, suficiente acerca de eso.
El hombre, entonces, es creado a imagen de Dios. Él es creado para ser rey de la tierra. Él es creado para ser el propagador de la vida. Y finalmente, él fue creado como el destinatario del gozo. Dios quería bendecirlo. Y dice en el versículo 28: “Y los bendijo Dios.” Dios los bendijo. Él simplemente quería a alguien a quien pudiera bendecir. Y los bendijo.
¿Cómo los bendijo? Bueno, los bendijo con dominio. Los bendijo con una imagen divina, con un ser eterno. Los bendijo con la capacidad de tener relaciones. Los bendijo con personalidad. Los bendijo con la habilidad de comprender Su Creación. Los bendijo con la capacidad de conocerlo a Él tanto como de conocerse el uno al otro. Los bendijo con la habilidad de reproducirse a sí mismos y llenar la tierra con otros hechos a imagen de Dios. Y los bendijo de otra manera, versículo 29: “Y dijo Dios: “He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra; y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.”
¿Se ha preguntado alguna vez por qué Dios creó a este mundo con una variedad tan extensa de comida simplemente en el área de las plantas, las frutas y los vegetales? Quite la carne, porque no hay muerte en este punto; entonces, cuando el hombre es originalmente creado, es vegetariano. Pero parece que no hay fin para toda la vegetación, todo lo que crece, lo que cuelga de los árboles, para el gozo del hombre. Con frecuencia he pensado que Dios pudo haber hecho un cielo color marrón, agua color marrón y un mundo sin color y arroz. Y entonces, todo lo que usted haría toda su vida es comer arroz… O lo que fuera. ¿Pero por qué llenó Dios este mundo con una variedad tan grande de plantas, de vegetales, de frutas?
Cada vez que viajo a una nueva cultura, otro lugar en el mundo, me presentan algo que la gente obtiene de la tierra y come. Es realmente asombroso. Algunas de ellas no las quiero volver a probar, pero eso quizás tiene que ver más con la manera en que están preparados que con lo que se podría hacer con ellos… Usted sabe, como cubrirlas con mucho queso o algo. Pero continúa sorprendiéndome; y Dios ha proporcionado esto con una habilidad humana extraordinaria que es el sentido del gusto. Algo que usted da por sentado. Y la capacidad de oler. Usted piensa que primordialmente prueba, pero en realidad huele más de lo que prueba. Pero Dios nos ha dado la capacidad de probar ciertas cosas, y qué bendición para que podamos literalmente disfrutar de la cosecha inmensa que Dios ha provisto para nosotros.
Entonces, en un principio, Adán y Eva eran vegetarianos. Podían comer toda planta que daba semilla que estaba en toda la superficie de la tierra, cada árbol que daba fruto con semilla era de alimento para ellos. Y a toda bestia de la tierra y a toda ave de los cielos y a todo lo que se movía sobre la tierra que tenían vida, toda planta verde les será para comer. “Y fue así.” Nuevamente, ese tipo de declaración que indica que ese fue el patrón permanente establecido. El hombre era vegetariano y los animales también eran vegetarianos en la Creación. ¿Por qué? Porque no había muerte, nada moría… Nada moría. Dios estableció esto como el patrón fijo original. Era permanente en ese entonces. “Y fue así” indica permanencia.
Había sólo una excepción, capítulo 2, versículo 9, estaba el árbol de la vida en medio del huerto, y también el árbol de la ciencia del bien y del mal. Versículo 16: “Y mandó Jehová Dios al hombre diciendo: “De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.” Podían comer del árbol de la vida todo lo que quisieran, pero no podían comer del árbol de la ciencia del bien y del mal. Comer de lo que estaba prohibido arruinaría el diseño original produciendo muerte y putrefacción.
Esa es una triste historia, ¿no es cierto? Porque eso es exactamente, exactamente lo que hicieron. El capítulo 3 nos cuenta la terrible historia; y no sabemos cuánto tiempo pasó, no sabemos si fueron décadas o si fueron cientos de años, pero llegó el tiempo cuando Eva fue engañada por la serpiente. La serpiente le mintió y ella creyó la mentira. Y ella desobedeció a Dios y comió. Y después Adán deliberadamente desobedeció a Dios y comió; y todo cambió, todo.
Capituló 3, versículo 19, de pronto cuidar del huerto no era fácil. Regresando al versículo 17: “Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer y comiste del árbol que te mandé diciendo: “No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra.” Toda tu vida será un gran desafío. Tendrás que trabajar duro para poder comer de la vegetación que antes era accesible, estaba lista para ti.
Y luego, dice en el versículo 21: “Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles,” esa es la primera muerte. Para poder hacer una prenda de vestir de piel, Dios tuvo que matar al animal. Y Dios mató al primer animal para cubrir la desnudez de Adán y de su mujer.
En el capítulo 4, versículo 4: “Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado Abel y a su ofrenda.” Eso significa que él trajo un sacrificio de un animal, mató a un animal; y el señor consideró a Abel y a su ofrenda. El Señor aceptó la muerte de los animales como un sacrificio, lo cual significa que la muerte de un animal fue iniciada por Dios, aceptada por Dios dentro del marco de Su sistema sacrificial porque, por supuesto, apuntaba a la paga del pecado que es muerte. Y Dios, más adelante, permitió que la gente comiera carne.
En el capítulo 9, cuando Noé y sus hijos salieron del arca, Dios les dijo: “Fructificad y multiplicaos y llenad la tierra,” capítulo 9, versículo 2: “El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra.” Ahora, instantáneamente, va a ser el rey de la tierra, va a tener autoridad sobre estos animales, pero no van a ser amables con eso, ellos te temerán. “Sobre todo animal de la tierra y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra y en todos los peces del mar; en vuestra mano son entregados. Todo lo que se mueve y vive os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo.”
Entonces, no crea que ser vegetariano es el modo cristiano. Fue originalmente el modo, pero entonces no había pecado; Dios permitió que la gente comiera carne una vez que hubo pecado. Y creo que eso es muy, muy importante porque Dios demostró originalmente a través de esas muertes que había muerte a través del pecado; la muerte requería un sacrificio, la muerte requería inclusive un sustituto.
Ahora, en el glorioso Reino milenario por venir la pregunta podría surgir… ¿Será lo mismo? Bueno no, los animales estarán domesticados y no serán salvajes; pero algunos animales serán matados durante el Reino milenario porque de acuerdo con Ezequiel 40 al 48, habrá sacrificios que serán llevados a cabo en el templo milenario. Entonces, algunos de ellos serán matados por lo menos para festivales conmemorativos en el templo milenario; y el pecado existirá, tal como dije, en el Milenio. Pero habrá cierto regreso al diseño original. El profeta Isaías quiere que comprendamos, y lo señalé en alguna referencia anteriormente, quiere que entendamos que el mundo será diferente en cierto grado. “La vaca y el oso pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león, como el buey, comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid; y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora.” Entonces, definitivamente habrá cierta inversión de la maldición, a pesar de que no será total. En Isaías 65:25: “El lobo y el cordero serán apacentados juntos; y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente.” Habrá algunos cambios.
Para resumir, obviamente hay mucho más que podemos profundizar en el capítulo 2; y veremos si lo hacemos en el futuro. Pero por el momento, Dios creó al hombre a Su imagen, creó al hombre para ser rey de la tierra, creó al hombre para procrear, para propagarse y para llenar la tierra con otros que serían hechos a la imagen de Dios. Él creó al hombre para disfrutar la riqueza de Su bendición. Y cuando todo eso fue hecho, dice el versículo 31: “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera.” No sólo las partes, ya comentó acerca de que las partes eran buenas, en esta ocasión Él dice que era bueno en gran manera… Esa es la primera vez. Y no tan sólo las partes, sino vio todo lo que Él había hecho. Nuevamente reiteramos que Él es el Creador y el Hacedor de todo; no hay muerte porque no hay maldad, no hay pecado y no hay caída.
Eso termina con toda posibilidad de evolución, incluyendo cualquier tipo de evolución teísta que depende de la muerte. No había muerte. Las cosas no estaban mutando y muriendo por billones de años durante este tiempo. Cuando Dios dice un día, Él dice en realidad un día. Entonces, usted llega al capítulo 2, versículo 1: “Fueron pues acabados los cielos y la tierra y todo el ejército de ellos.” Eso es todo, no hay más; esa es la historia. Comenzó y terminó en 32 versículos; y nos dio la descripción completa del universo creado en su perfección completa. ¿Cree usted eso? Es la palabra de Dios, ¿no es cierto?
Padre, te agradecemos esta noche por estas semanas en las que hemos podido ver esto; ver Tu mano poderosa y gloriosa. Gracias por ser nuestro Creador, nuestro Sustentador, el consumador del universo. Gracias por ser nuestro Salvador, nuestro Señor, nuestro amigo. Gracias por ser nuestro Padre; que el gran Creador se convirtió en mi Salvador es una realidad maravillosa. Te bendecimos y te damos gracias en el nombre de tu Hijo. Amén.
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