Llegamos ahora a una oportunidad maravillosa de considerar la gran doctrina de la inspiración de la Escritura. Vamos a ver la categoría de la teología que es llamada bibliología; el estudio de la Palabra de Dios.
Fue hace unos años atrás, cuando leí una entrevista interesante. Un escritor de canciones cristiano muy popular, muchas de sus canciones todos las cantamos y disfrutamos, se les pidió que explicara cómo podía escribir cierta canción, y esta fue la respuesta: “Acerca de esa canción, vino rápidamente; y no nos importa discutir la teología de la canción. De hecho, pensamos que diseccionar la canción sería estar alterando la inspiración del Espíritu Santo quien inspiró la canción”, fin de la cita.
Pero creo que entiendo lo que los escritores de esa canción quisieron decir; pero esa, realmente, es una afirmación sorprendente, de decir que no quieren discutir la teología de la canción, ni diseccionar las palabras de la canción porque eso sería alterar al Espíritu Santo quien inspiró la canción; podría indicar que ellos no entienden lo que significa cuando algo es inspirado. En defensa de ellos usamos esa palabra mucho, especialmente la usamos con respecto a la música.
Una cosa, es decir: “Me vi inspirado por la música”, o, “Fui inspirado por la música”; otra cosa, es decir: “Esa fue una presentación o una interpretación inspiradora de la música. Queremos referirnos a que fuimos levantados y animados y nuestras emociones fueron elevadas en la experiencia de cantar esa canción o de oír esa canción”. Un escritor inclusive podría decir: “Fue una experiencia inspiradora para mi escribir esa canción”. Pero decir que una canción es la inspiración del Espíritu Santo y, por lo tanto, no debería ser diseccionada o alterada, es hacer que la canción sea igual a la Escritura.
Debemos decir, entonces, ¿que el escritor de una canción que escribe una canción es inspirado de la misma manera en la que Lucas fue inspirado cuando él escribió el Evangelio de Lucas? ¿O igual que Pablo cuando fue inspirado al escribir el libro de Romanos? ¿O igual que Isaías cuando fue inspirado para escribir la profecía que es llamada Isaías? ¿Qué queremos decir cuando decimos que la Biblia es inspirada? ¿Queremos decir que es un libro inspirador porque inspira en nosotros fe y sentimiento religioso y entendimiento?
Y la gente en la actualidad, ¿todavía es inspirada cuando escriben canciones de la misma manera en la que los escritores de la Biblia fueron inspirados? ¿Hay libros que en la actualidad son inspirados? ¿Qué hay acerca de los sermones? ¿Son inspirados? El término “inspirado” viene del latín tomar aire, tomar aire. Y es, de hecho, un poco engañoso el término. En 2ª de Timoteo 3:16 dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios”. Realmente, creo que hemos creado un problema aquí por esa palabra inspirada.
El término griego en sí es “respirado por Dios”, theopneustos, de la cual obtenemos neumáticos, neumonía, en ese tipo de cosa relacionas a respirar. Pero la palabra en sí traducida inspirada en 2ª de Timoteo 3:16: “Toda la Escritura es inspirada por Dios”, dada por inspiración de Dios es, toda la Escritura es respirada por Dios. No somos nosotros inhalando, es Dios exhalando. Es Dios exhalando Sus palabras. No exhalando nosotros, de alguna manera, que nos inspira. Creemos que la Biblia salió de la boca de Dios, Dios la exhaló, la dio, Él la dijo.
¿Es correcto afirmar lo mismo para una canción? ¿Es correcto afirmar lo mismo para un libro, para un sermón, para una idea, para un pensamiento, para un plan de ministerio? Realmente, ¿estamos experimentando revelación directa de la boca de Dios? Bueno, sabemos que no es así, ¿verdad? Nunca he predicado un sermón exhalado por Dios. En ese sentido, nunca he sido el destinatario de revelación divina mediante los medios de inspiración divina, de tal manera que Dios exhaló en mí un sermón que, entonces, le prediqué a ustedes. ¿Qué hay acerca de hablar en lenguas? ¿Qué hay acerca de personas que reciben profecías y palabras de sabiduría y palabras de conocimiento? ¿Acaso esa revelación exhalada por Dios esta saliendo de la boca de Dios, y es equivalente, entonces, a cualquier libro de la Biblia?
Bueno, algunos van a decir: “Estás excediéndote aquí en el punto un poco. Hay grados de inspiración”. Ciertos predicadores pueden ser inspirados y ciertos escritores de canciones pueden ser inspirados, y ciertas personas que reciben revelaciones y palabra de sabiduría y conocimiento de Dios son inspirados y he tenido esta discusión con muchas personas a lo largo de los años. Son inspirados, pero no están tan inspirados como los escritores de la Biblia. Esa inspiración a un grado menor. Algunas cosas son inspiradas al grado máximo y esas serían los libros de la Biblia, y otras son inspirados a un grado menor.
Pero, inspirado significa “respirado por Dios”. Significa que Dios lo dijo. Y no hay grados en eso. O Él lo dijo o no lo dijo. Lo cual es una razón por la que usted debe tener mucho cuidado cuando dice: “El Señor me dijo esto”, o, “el Señor me dijo aquello”. A lo largo de los años, puedo acordarme de varias conversaciones con personas que creyeron que el Señor les estaba diciendo todo tipo de cosas. Me acuerdo de una conversación en la que cierta dama me dijo: “Realmente no me importa lo que dice la Biblia, sé exactamente lo que Dios me dijo”.
Eso da miedo. No hay grados en lo que Dios dijo, o lo dijo o no lo dijo; o Dios exhaló o no lo exhaló. O son las palabras, las palabras de Dios, o no son las palabras de Dios. No pueden ser más o menos de Dios. Una manera de entender eso podría ser pensar en el hecho de que podemos referirnos a algo como “lo más alto” o “lo mejor”. Llamamos a eso un superlativo. Ese es el fin de la línea. Esa es la montaña más alta, o el mejor reloj, o la mayor cantidad de dinero. Si esto es verdad, no hay una montaña que sea más alta, no hay un reloj que sea mejor y no hay alguien que tenga más dinero. No hay más alto que lo más alto, mejor que lo mejor, o más que lo más.
Entonces, no hay escritos más inspirados o menos inspirados de Dios. Dios es absoluto. La Palabra de Dios, por lo tanto, es absoluta. Dios es un superlativo. Dios habla de una manera superlativa. La inspiración no tiene grados. Él lo dijo o no lo dijo. Y no hay canciones y no hay libros, y no hay visiones, y no hay revelaciones y no hay sermones que sean la revelación directa de Dios. De hecho, inclusive considerar eso es una proposición aterradora debido a que la Biblia entera termina con las siguientes palabras, Apocalipsis 22:18: “Doy testimonio a todo aquel que oye las palabras de las profecías de este libro”, refiriéndose al libro de Apocalipsis, pero este es el fin de la revelación de Dios, el Canon.
Entonces, se aplica a cualquier cosa añadida a este libro, lo cual, por lo tanto, será añadido a la Escritura en su totalidad debido a que este es el libro final. “Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro, si alguno añadiere a las palabras de este libro, Dios añadirá a él las plagas que están escritas en este libro”. Esa es una advertencia muy, muy clara y así es como la Biblia termina. No añada nada a este libro, y añadir algo a ese libro será añadir algo al Canon de la Escritura que el libro completa.
Y entonces decir que uno es inspirado, en un sentido bíblico, realmente es una afirmación seria. Ni un solo sermón mío jamás ha sido inspirado por Dios. Yo tomo la Palabra la cual es inspirada por Dios, fue inspirada y me fue dada en esta forma completa. Yo me esfuerzo por hacer de ese mensaje inspirado claro para ustedes, pero mi esfuerzo es mi esfuerzo. Yo espero que sea ayudado por la obra del Espíritu Santos en mi mente, pero las palabras que yo le doy son mis palabras conforme me esfuerzo por explicarle a usted el significado de esa relevación de Dios.
Me acuerdo de una mujer predicadora a quien entrevistaron en una ocasión en la radio y la pregunta, no creo que el que hizo la pregunta sabía la dirección a la que iría la respuesta, pero él dijo: “¿Cómo es que usted consigue sus sermones? ¿Cómo consigue sus sermones?”, y ella dijo de una manera más bien sofisticada: “No los consigo, los recibo de arriba”. Y él preguntó a qué se refirió ella, y ella procedió a explicar que descendían del cielo. Hombre, me gustaría que eso fuera verdad, eso simplificaría su vida mucho.
Las canciones que usted escribe, simplemente, son reflexiones de lo que Dios ha revelado en su Palabra. Los sermones que usted predica son simplemente son esfuerzos por hacer que la Palabra de Dios ya inspirada y revelada sea clara para el oyente. Los libros que usted escribe siguen el mismo camino. Y yo sería un necio si dijera que Dios inspiró mis sermones o que Dios inspiró un libro que yo pudiera escribir una canción. Todos mis sermones necesitan edición. Dios no necesita edición alguna. Son débiles en su mejor esfuerzo por tomar la Palabra de Dios y llevarla a la gente mediante un vehículo humano.
Y entonces, debemos ser cuidadosos en proteger la inspiración de la Escritura. Ahora con ese tipo de introducción, hablemos de una definición de inspiración. Voy hacer un poco en esta noche como un profesor de seminario, pero vamos a mantenerlo al nivel, espero yo, en el que puedan entenderlo. Leí en el periódico L.A. Times el otro día que puedo llevar la paja a donde están las cabras. Yo asumo esa responsabilidad. Simplemente, no sé si ustedes quieren ser conocidos como cabras, pero aquí vamos.
¿Qué es la doctrina de la inspiración? Permítame tan solo darle algunas categorías en qué pensar, ¿muy bien? Revelación. La revelación es el contenido. La revelación es el contenido. Es el descubrimiento de Dios de su verdad. La inspiración es el vehículo. La revelación es el contenido, la inspiración es cómo lo hizo. Cuando hablamos de la revelación divina estamos hablando del contenido, el mensaje, la verdad que Dios reveló o descubrió. Cuando hablamos de la inspiración, estamos hablando del método que Dios usó.
¿Cómo es que Él exhaló? En la revelación, Dios se da a conocer a sí mismo. En la inspiración, el Espíritu de Dios toma la revelación y la coloca a través de la mente de los escritores humanos en el Antiguo y Nuevo Testamento, quienes la escribieron conforme fluye de Dios, el Espíritu Santo, mediante sus mentes. Lo que escriben son las palabras exactas y auténticas que constituye el mensaje que Dios quiere que sea escrito. La revelación, entonces, es el mensaje en sí mismo; y la inspiración es el medio mediante el cual es dado; y en últimas, registrado en las páginas de la Escritura.
Ahora, permítame hablar con un poco más de claridad de este asunto, al viajar un poco y sugerir algunas cosas que no son la inspiración. La inspiración bíblica no es un nivel elevado del mérito humano, no es un elevado del ojo humano. A lo largo de los años ha habido críticos en la doctrina de la inspiración, que Dios exhaló toda palabra en la mente de los escritores que la escribieron, de tal manera que toda palabra, de hecho, viene de la mente de Dios. Hay algunos que han dicho que eso no es verdad. La Biblia, simplemente, es un nivel elevado de mérito humano y usted tendrá que decir eso si quisiera negar la autoridad divina porque usted se queda con este libro asombroso, con esta cantidad enorme de sabiduría.
Y entonces, usted tendría que decir que esta es una recolección de cosas que han sido escritas por personas que están a un nivel elevado de inteligencia religiosa. Son como cualquier otro genio. Es como la Odisea de Homero, o como la Divina Comedia de Dante, o las Tragedias de Shakespeare. Es un nivel alto de artesanía literaria como cualquier obra maestra. La Biblia es una obra maestra de genio humano, pero muy humana y muy falible. Esta postura exalta la autoridad humana a nivel de genio, pero niega la autoridad divina en su totalidad.
Esto realmente no funciona, y no funciona por muchas razones, pero voy a sugerir unas cuantas cosas. La personalidad de Jesucristo y la manera en la que Él es descrito sobrepasa todo en el pensamiento humano. ¿Quién inventaría a una persona como Jesucristo? Nadie podría inventar ese tipo de persona. Él sobrepasa en pureza, en amor, en perfección, en justicia a cualquier cosa jamás encontrada en cualquier personaje en toda la literatura humana. No hay nadie como Él en ningún lugar en la literatura humana, en ningún lugar. Él está más allá de la capacidad de cualquier persona que lo pudiera inventar.
Y después, cuando usted se da cuenta de que Él es el tema de la Biblia entera, y usted tiene un periodo de por lo menos 1.500 años, y un poco más 40 escritores escribiendo por todo ese espacio de tiempo, ese espacio de tiempo –1500 años– y todo lo que dijeron dirigido acerca de Él, es coherente y trascendente, es inexplicable que un grupo de genios humanos no relacionados entre sí, todos terminaran con la misma persona quien es sorprendente más allá de cualquier nivel de imaginación humana.
Además, ¿quién habría escrito un libro que condena la raza humana entera? ¿Quién escribiría un libro? ¿Qué grupo de genios humanos escribiría un libro que dice que no hay esperanza fuera de esta persona, Jesucristo? Los demás libros religiosos escritos por los demás genios religiosos, ayudados por genios sobrenaturales que identificaremos como demonios, contienen salvación por obras. Se postran ante la soberbia humana. No hay otra persona como Jesucristo en ninguna otra religión en el mundo, y siempre el genio se exalta a sí mismo.
Y si los autores de la Biblia fueran genios humanos religiosos que simplemente hubieran alcanzado un nivel alto de genio. ¿Por qué los escritores de la Biblia no produjeron otros escritos iguales a los que están en la Biblia? La realidad es que, dejados a sí mismos, podrían producir algunas cosas buenas, pero no la Escritura inspirada. Pablo escribió muchas cartas y le escribió tres en el Nuevo Testamento, pero él escribió muchas más que no están en el Nuevo Testamento. Simplemente fueron Pablo, Pablo a su mejor nivel, pero solo Pablo.
De hecho, le escribió un par de cartas a los Corintios además de las dos que están en la Biblia, pero no fueron inspiradas por Dios. Él también fue un pastor como cualquier otro pastor, un evangelista como cualquier otro evangelista, quien estaban diciendo cosas que eran verdad, pero no fueron las palabras directamente inspiradas de la boca de Dios. La inspiración no puede ser tan solo un nivel alto de genio e inteligencia humana. Usted no puede inventar a Cristo y usted no va a condenar a la raza humana entera, y no les va a dejar esperanza más que este Cristo perfecto.
Alguien más sugiere que la inspiración se extiende solo a los pensamientos de los escritores. Que Dios, simplemente, les dio ideas nobles en sus mentes, plantó pensamientos. El primer tipo de inspiración es llamada inspiración natural. Simplemente inteligencia humana. El segundo tipo es llamado inspiración de pensamientos. Esta postura sugirió que Dios vino en algún punto y le dio a estos escritores una idea, una idea religiosa, una idea espiritual, y ellos se quedaron con la libertad de expresarse a sí mismos como quisieron; y esto es una negación de la inspiración verbal. Si esto es verdad, realmente, estamos desperdiciando nuestro tiempo realizando una exégesis del texto porque las palabras no son lo que importa.
Como el caballero que me dijo en el programa de Larry King la otra noche que mencioné: “Estás tan enfrascado en las palabras que estás perdiendo el mensaje de la Biblia”. Esa es una postura cómoda. La idea de que hay alguna idea, concepto, noción religiosa, y que podría o no estar conectada a las palabras; pero la Biblia afirma ser las palabras mismas de Dios. 1ª Corintios 2:13: “No hablamos en palabras que la sabiduría humana enseña, sino la que el Espíritu Santo enseña”. Pablo dice: “Cuando doy la revelación de Dios, cuando escribo aquello que Dios inspira en mí, no son palabras que vienen de la sabiduría del hombre, sino aquello que el Espíritu enseña”. En Juan 17:8, Jesús dijo: “Les he dado las palabras que Tú me distes y las han recibido”. El mensaje estaba en las palabras, no el mensaje fuera de las palabras, no hay inspiración fuera de las palabras.
Más de 3.800 veces en el Antiguo Testamento tenemos expresiones como: “Así dice Jehová”, “Vino la palabra de Jehová”, “Dios dijo”, es acerca de las palabras. No existen cosas como conceptos sin palabras. Cuando Moisés quiso justificarse de servir al Señor, él dijo: “Necesito hacer algo más porque no soy elocuente”. Dios no dijo: “Te voy a dar muchas buenas ideas. Vas a tener que pensar en cómo comunicarlas”. Dios no dijo: “Estaré con tu mente”, Dios le dijo esto: “Estaré con tu boca y te ensañaré lo que debes decir”. Y eso explica por qué 40 años después, de acuerdo a Deuteronomio 4:2, Moisés le dijo a Israel: “No añadiréis a la palabra que os mando ni le quitareis para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os mando. No toquen nada que les mando porque esto es de Dios”.
De hecho, lo opuesto es verdad. Los escritores de la Biblia escribieron palabras que no entendieron. En 1ª Pedro, capítulo 1, se nos dice ahí que los profetas escribieron las palabras y no entendieron lo que significaban; los profetas –versículo 10 de 1ª Pedro 1– que profetizaron de la gracia destinada a vosotros inquirieron y diligentemente indagaron para saber qué persona o tiempo el Espíritu de Cristo dentro de ellos estaba indicando conforme predijo los sufrimientos de Cristo y las glorias que vendría tras de ellos. Aquí están escribiendo acerca de los sufrimientos del Mesías venidero, escribiendo de la gloria que seguiría al sufrimiento del Mesías, y después están escudriñando lo que escribieron.
Están inquiriendo en las palabras mismas que fueron inspirados escribir para entender qué persona y qué tiempo se tenía en mente. Ni siquiera podían interpretar de manera plena el significado de las palabras que, de hecho, estaban escribiendo. Dios no les dio ideas sin palabras, pero en algunos casos, Él dio palabras sin ideas completas. En Mateo 24:35, la Escritura es muy clara: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras, mis palabras no pasarán”. Cuando Dios habla, Él habla con palabras. Y la Biblia es la representación por escrito de las palabras que vinieron de Dios. Las palabras que Dios habló.
Los pensamientos están casados con las palabras como un alma está conectada a un cuerpo. Un escritor dice, en cuanto pensamientos siendo inspirados de manera independiente de las palabras, que les dan expresión. Usted bien podría hablar de un tono sin nota o de una suma sin número; no podemos tener geología sin roca o antropología sin nombres; no podemos tener una melodía sin música, ni tampoco podemos tener un registro divino de Dios hablando sin palabras. Los pensamientos son expresados por palabras, y los pensamientos de Dios fueron expresados, comunicado por las palabras de Dios y transmitidas a nosotros mediante el medio de Dios respirando esas palabras en las mentes de los escritores para escribir exactamente lo que Él quería que escribieran y recolectándolas todas en la Biblia.
Otros tienes otras posturas interesantes de la doctrina de la inspiración y algunos dicen que la inspiración solo es en referencia a la enseñanza moral y espiritual. Esto es llamado inspiración parcial, esto es que parte de la Biblia es inspirada. La parte espiritual, la parte moral esa es inspirada. La parte histórica, usted no tiene que preocuparse por eso. La parte geográfica, usted no tiene que preocuparse por eso. La parte científica, usted no tiene que preocuparse por eso. La Biblia no tiene que ser exacta en todas las categorías, únicamente tiene que ser exacta cuando habla de cosas espirituales y morales; y esto explica los errores en la Biblia y las leyendas en la Biblia, y todas las nociones en la Biblia que simplemente son falsas.
Toda inspiración estas personas sugieren “garantiza lo sagrado”, no garantiza lo secular. Bueno, eso es un problema porque o Dios lo escribió o no. Y si Dios no puede ser confiado por la historia, y Él no puede ser confiado por la geografía, y no puede ser confiado por la ciencia, entonces, ¿por qué confiamos en Él para lo espiritual? Si no podemos confiar en Dios para que nos diga la verdad acerca de la historia y la verdad del mundo material en el que vivimos, entonces, ¿por qué queremos encomendar nuestras almas eternas a Él y en base a qué podemos estar seguros de que Él puede ser digno de confianza? ¿Por qué debemos creer lo espiritual que no puede ser verificado si no podemos verificar lo histórico, lo físico, lo material que puede ser verificado? Es crítico.
Tan pronto como usted permite que la Biblia no sea digna de confianza, usted va a progresar hasta llegar a un rechazo total de la Biblia. ¿Y por qué es que usted va a confiar en Dios por lo que usted no puede ver y no puede probar, si Él miente acerca de lo que usted puede ver y usted puede probar? Esa es una postura innecesaria que adoptar porque cuando la Biblia habla, habla históricamente, es verdad, ha sido verificado. Nunca, nada históricamente en la Biblia se ha mostrado como equivocado, o científico, o geográfico.
Ahora hay otra postura de la inspiración. Esta es la postura de que la inspiración es un acto de Dios en el lector. Esto, básicamente, es un libro humano escrito por algunos genios religiosos, algunas ideas pudieron haber descendido flotando de Dios; usted, en cierta manera, puede amontonar todas esas anteriores en una postura. Pero lo que Dios hace es que Él, de manera existencial, se mueve en el lector. De pronto, cuando usted está leyendo este libro muerto, se vuelve vivo para usted porque el Espíritu de Dios lo inspira a usted y lo despierta a usted. Esto, francamente, es existencialismo teológico. Algunas veces llamado neo-ortodoxia.
Esta no es una palabra infalible de Dios, esto no sale de la boca de Dios; pero Dios hace algo realmente bueno conforme usted lo lee y viene ante sus ojos y su corazón, Él hace que la palabra cobre vida porque Él le da a usted algún tipo de experiencia estática. Él le da a usted un momento de contacto con esta realidad divina. Usted siente a Dios en algún punto a lo largo del proceso. No tiene autoridad, por cierto; simplemente, en cierta manera, es un sentimiento espiritual y usted lo vive cuando usted lee la Biblia. Quizás lo impacte a usted de una manera muy diferente del resto de la gente, así es para todos nosotros. Todos estamos viendo en el momento, el momento existencial, el ser de este momento; y en ese momento de pronto algo salta de la página de la Biblia y hay un factor de impresión y eso es inspiración.
Las mismas personas que dicen eso, no obstante, no pensemos por un momento que la Biblia, de hecho, le está diciendo verdad histórica. De hecho, las mismas personas que creen en inspiración existencial, también creen en quitar de lo mitológico a la Biblia. ¿Quitarle lo mitológico a la Biblia? Es correcto. Ese es un movimiento liberal enorme que existió por años y años, siglos, de hecho, y le quitó el aspecto mitológico a la Biblia; y quitarle el aspecto mitológico a la Biblia significa sacar todos los mitos de la Biblia. ¿Y cuáles son los mitos? La trinidad, la preexistencia de Cristo, el nacimiento virginal, la deidad de Cristo, los milagros de Cristo, la muerte sustitutiva de Cristo, la resurrección de Cristo, la ascensión de Cristo, la segunda venida de Cristo, el juicio eterno; tenemos que quitarle lo mitológico a la Biblia, tenemos que sacar todo eso.
Ahora, usted simplemente toma lo que queda y esperamos que, en algún punto, conforme la lee, Dios lo va a sacudir a usted, y usted va a tener una experiencia religiosa estática. Esto es lo que Francis Schaeffer solía llamar “el salto de fe”, un salto a ningún lugar. Un escritor dice: “Dichos hombres se rehúsan a creer que Dios hizo el milagro de darnos la inspiración de una Biblia infalible, pero están prontos a creer que Dios meramente lleva a cabo el milagro más grande de capacitar a los hombres para encontrar y ver en la palabra falible del hombre alguna palabra infalible de Dios”.
¿Y cómo es que usted puede tener una experiencia divinamente correcta mediante un libro humanamente equivocado? Dios estaría certificando mentiras. Dios estaría certificando el engaño. El libro mismo, la Biblia, no es benigno, dice ser la Palabra de Dios. O es la Palabra de Dios o es la farsa más grande jamás inventada. ¿Y usted quiere decir que Dios le va a dar a usted una experiencia espiritual legítima mediante una farsa? ¿Por qué haría Dios eso?
Pero es tan sofisticado que usted tiene a filósofos como Kierkegaard diciendo cosas como: “Solo la verdad que edifique es verdad para usted”. Él fue un post modernista moderno. Si todo el registro bíblico es una mentira, ¿cómo podemos aceptar la veracidad de alguna experiencia espiritual inducida a leerlo? Bueno, hay muchas posturas equivocadas.
Una final, número cinco, en mi pequeña lista es: ¿qué es dictado mecánico? Esto en cierta manera va al otro extremo, que toda palabra viene de Dios y los escritores de la Biblia fueron robots. Dictado mecánico, esto es lo que se llama inspiración por dictado. Debido a que decimos que Dios escribió toda palabra, a los liberales, a los liberales les encanta decir: “Eso es fabuloso, fabuloso. Crees en inspiración por dictado, que los escritores estaban en algún tipo de trance, que fueron metidos en algún tipo de ‘modo visionario transcendente’, y en ese modo se volvieron nada más que una maquina humana escribiendo palabras, que Dios hizo que ellos escribieran”.
Es verdad, Dios pudo haber sado dictado; pudo haberlo hecho, y habríamos tenido un texto inspirado. Pero Él no hizo eso. Hay muchas variaciones en el estilo, hay muchas variaciones en el uso del idioma de autor a autor, personalidades distintas que son claramente obvias, actitudes emocionales que se ven en los escritores conformen escriben. Dios usó a escritores, dijo en el Nuevo Testamento, que fueron llevados por el Espíritu Santo, fueron movidos por el Espíritu Santo. No estuvieron fuera del proceso, estuvieron en el medio del proceso, fueron incluidos en el acto mismo de escribir.
De hecho, estaban escribiendo sus propias actitudes de corazón, sus propios pensamientos, su propio entendimiento, sus propias experiencias bajo el control total de Dios. Eso se vuelve aparente en varios pasajes que son críticos para nuestro entendimiento. Permítame mostrarle tres de ellos. Hebreos es un buen lugar en donde comenzar. Hebreos 1, 1 y 2. Hay mucho más que podría ser dicho acerca de estos pasajes de lo que vamos a decir esta noche, pero en Hebreos, capítulo 1, versículos 1 y 2, tenemos una buena indicación del autor divino de la Escritura: “Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo a los padres en los profetas en muchas porciones y muchas maneras, en estos postreros días, nos ha hablado por el hijo a quien constituyó heredero de todo por quien a Sí mismo hizo el universo”.
En primer lugar, Dios ha hablado, esa es la clave para un entendimiento bíblico de la inspiración; Dios ha hablado. El Creador mismo quitó los obstáculos de nuestro entendimiento de Él al revelarse a Sí mismo. Dios ha hablado por los profetas. Y por eso, Él quiere decir los escritores de la Escritura. En muchas porciones, polumeros, muchas secciones, muchos libros, 66 para ser exactos –39 en el Antiguo y 27 en el Nuevo–, Él habló en muchas secciones y en muchas maneras. Polutropos. ¿Qué significa eso? Mediante visiones, profecías, parábolas, tipología, símbolos, ceremonias, teofanía, una voz audible, y todo eso fue registrado en el Antiguo Testamento.
Todas las veces en la que Dios habló y quiso que se escribiera, fue escrito. Fue Dios hablándole a los padres en los profetas mediante muchas secciones diferentes, segmentos, libros y en muchas maneras; todas incluidas en el Antiguo Testamento. Ahora, en estos postreros días, Él nos ha hablado otra vez en Su Hijo, y esta es una referencia al Nuevo Testamento. Es Dios hablando otra vez. Es el auto descubrimiento de Dios. El Antiguo Testamento no es una colección de sabiduría, de hombres antiguos, es la voz misma de Dios.
Mediante todos los medios por lo que Él habló, lo que Él dijo y quiso que fuera registrado de manera escrita, fue escrito por los escritores del Antiguo Testamento. En el Nuevo, Él hizo lo mismo; y lo que Él quiso que fuera escrito está escrito por los escritores del Nuevo Testamento.
Dos textos más simplemente para que los vea, 2ª Pedro 1, 2ª Pedro 1, y versículo 20: “Pero sabed primero esto: que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los hombres fueron movidos por el Espíritu Santo y hablaron por parte de Dios”. La palabra clave que me gustaría que viera ahí es la palabra “movidos”. Nos dice al final del versículo 21 que hombres fueron “movidos” por el Espíritu Santo; “llevados”, llevados como una hoja que va flotando, siendo llevada por la corriente. Estuvieron en el proceso, llevados.
En 1ª Corintios, de nuevo, capítulo 2, en el versículo 10, Pablo escribe: “Pero Dios nos la reveló a nosotros, esto es, sus verdades gloriosas. Él descubrió su relevación, pero Dios nos la reveló a nosotros, pero, de hecho, toda su revelación por el Espíritu porque el Espíritu todo lo escudriña aún lo profundo de Dios. Porque, ¿quién entre los hombres conoce los pensamientos del hombre excepto por el espíritu del hombre que está en él? Así, también, los pensamientos de Dios, nadie conoce excepto por el Espíritu de Dios, y nosotros hemos recibido no el espíritu de este mundo, sino el Espíritu quien es de Dios para que sepamos las cosas que nos han sido dadas por Dios, las cosas que también hablamos no en palabras enseñadas por sabiduría humana, sino aquellas enseñadas por el Espíritu”.
Ahora, todo esto simplemente está diciendo que fueron cosas enseñadas por el Espíritu y esas fueron las cosas que recibieron y escribieron. Eso es lo que significa ser llevados, ser movidos por el Espíritu Santo para escribir estas cosas. El versículo 21 de nuevo dice: “Ninguna profecía fue traída por voluntad humana”. La profecía aquí es una palabra que simplemente incluye toda la Escritura. Se refiere a toda la Escritura, no solo predicción como pensamos con frecuencia de la profecía; significa el mensaje, significa ponerse de pie y hablar, profeteia, hablar delante de, descubrir, hablar en frente de alguien, proclamar todo lo que Dios ha hablado, todo lo que Dios ha dicho, todo lo que Dios ha dicho en la Escritura.
Todo viene no por un acto de voluntad humana, sino por hombres movidos por el Espíritu Santo que hablan de Dios. Por lo tanto, si usted retrocede de nuevo al versículo 20: “Ninguna Escritura o ninguna profecía de la Escritura, es cuestión de la interpretación de una persona”.
Ahora permítame hablarle de la palabra interpretación, rápidamente, la palabra epilusis, epilusis. Puede ser la palabra soltar, liberar. Y la palabra aquí casi significa, en particular, inspiración. El uso del caso genitivo indica fuente. Entonces, la idea aquí es que ninguna profecía de la Escritura encuentra su liberación, encuentra su fuente en una persona. Ninguna profecía es producida por un acto de la voluntad humana. Toda la Escritura viene por el Espíritu Santo conforme los hombres son movidos, llevados como un barco que levanta sus velas, llenados por el Espíritu Santo, llevados en la dirección que Él deseó, de tal manera, que escriben lo que Dios ha hablado.
Un pasaje más y, de nuevo, únicamente les estoy dando una explicación ligera, superficial de estos textos. 2ª Timoteo 3:16, uno muy conocido: “Toda la Escritura es inspirada por Dios”. Ahí es donde comenzamos, “toda la Escritura”, pasa graphe theopneustos. Toda la Escritura, toda la Escritura divina es respirada por Dios, es el aliento mismo de Dios; esa es la razón por la que Romanos 3:2 llama a la Escritura un oráculo de divino. Los oráculos de Dios. Dios es el autor de lo que la Biblia dice. Usted encuentra este testimonio dado por muchos, muchos escritores de la Biblia, obviamente.
Usted lee a lo largo del Antiguo Testamento una y otra vez – simplemente un buen ejercicio, lea Jeremías 1, digamos hasta Jeremías, capítulo 3, y vea cuantas veces Jeremía dice: “Así dice Jehová”, “Así dice Jehová”. Él comienza su profecía, capítulo 1, versículo 4: “La palabra de Jehová vino a mí diciendo”. Él recibió las palabras que salieron de la boca de Dios. Y entonces, debemos entender la inspiración como esa revelación de Dios dada a nosotros por escrito por el Espíritu de Dios colocando ese mensaje en la mente del escritor, mezclándolo soberanamente y sobrenaturalmente con su propia experiencia, su propio vocabulario; y, a partir de eso, viene toda palabra que Dios quiere escrita.
Dios no tiene problema en usar algo o a alguien que Él ha hecho para alcanzar sus propios fines. La Escritura da testimonio amplio de que es la Palabra de Dios. Pero quiero cerrar en esta noche y hay mucho más que podría de eso, pero quiero cerrar esta noche con el testimonio más importante, creo yo, y ese es el testimonio de Jesucristo, el testimonio de Jesucristo. ¿Cuál fue la perspectiva de Cristo cuando hablamos de la Escritura? ¿Qué pensó Él de la Escritura? En primer lugar, y lo voy a dar una pequeña lista de cosas. En primer lugar, Él reconoció que Él fue el tema de toda la Escritura. Juan 5:39: “Escudriñad las Escrituras porque en ellas pensáis que halláis la vida eterna y estas son las que dan testimonio de Mí”. Cristo entendió que Él fue el tema de toda la Escritura, y que las Escrituras hablaron de manera exacta de Él.
Desde el comienzo mismo, a lo largo de toda la Escritura, la Escritura habló de manera exacta de Él. Lucas 24:44, Él abre el Antiguo Testamento y Él le enseña a los que estaban en el camino a Emaús todo acerca de – a partir del Antiguo Testamento. Entonces, lo que Él está diciendo, en lo que a la Escritura concierne, “es una representación verdadera y exacta de Mí y Yo, de hecho, Soy el tema de toda la Escritura”.
Segunda cosa: Él vino a cumplir la Escritura. Esto es, Él nunca vino a corregirla, Él no vino a editar, Él no vino alterarla, Él vino a cumplirla: “No penséis que he venido a destruir la ley de los profetas. No hay nada que debe ser alterado, no hay nada que debe ser cambiado, no hay nada que debe ser apartado. No he venido para destruirla, sino para cumplirla”. En Mateo 26:24, Él dice: “El Hijo del Hombre va, así como está escrito de Él. Yo estoy en una agenda divina, estoy haciendo exactamente lo cual he sido escrito”. Él le mandó a Pedro a que guardara su espada en ese mismo capítulo, Mateo 26, porque Él dijo: “Pedro, ¿cómo, entonces, serán cumplido las Escrituras?”. Él estaba cumpliendo la Escritura en todo lo que Él hizo.
Jesús, entonces, por lo tanto, dijo que Él es el tema de toda la Escritura, la cual es una presentación exacta de Él, que Él vino a cumplir la Escritura y no había nada en ella que debía ser destruida. Por otro lado, toda parte de ella debía ser cumplida. Él dijo: “Ni una jota, ni una tilde, jamás pasará de esa ley hasta que toda sea cumplida”. Para Él la Escritura era como un todo, la revelación de Dios. Esa es la razón por la que en Juan 10:35 Él dijo: “La Escritura no puede ser quebrantada”. Usted no puede cortarla en ningún lugar, usted no puede romperle ningún lugar. Es cohesiva, amplia, completa y está entera, está completa.
Él comparó la duración de la Escritura con la duración del universo, y todos sabemos que la muerte viene cuando el pecado invade, en donde hay pecado hay muerte. La Palabra de Dios es pura y permanece para siempre. No está alterada, no está tocada por el pecado, lo cual, significa que es perfecta. Fue Jesús quien enfatizó la importancia de toda palabra. Toda palabra y toda letra cuando Él dijo: “Ni una jota, ni una tilde jamás fallará”. Él dijo en Lucas 18:31: “Todas las cosas que están escritas a lo largo de los profetas serán cumplidas”. Él incluso basó su interpretación del Antiguo Testamento en una sola palabra, una sola palabra. Las palabras importan.
Jesús le estaba respondiendo a los Saduceos en Mateo 22 y Él les dijo: “Están equivocados, no entienden las Escrituras, ni el poder de Dios porque en la resurrección no se casan (hablando de los ángeles) ni se dan en casamiento, sino que son como los ángeles en el cielo. Pero acerca de la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue hablado por Dios diciendo: ‘Yo soy el Dios de Abraham y el Dios de Isaac y el Dios de Jacob?”. Dios no es Dios de muertos, sino de vivos; y su prueba es que Dios dijo: “Yo Soy, Yo Soy el que vive eternamente”. No solo Él es el que vive eternamente, sino que todos también viviremos eternamente. Ellos no creían en una resurrección y Él probó su punto ciertamente para nuestra satisfacción, probó su punto al hablar de la naturaleza eterna de Dios en el verbo ser, en el tiempo presente.
Él colocó la Escritura también al mismo nivel de sus propias palabras. Usted tiene que tener cuidado con las Biblias de letra roja porque podrían llevarlo a usted suponer que la letra roja es aquello que fue hablado por Jesús es más importante que la otra parte; pero no son más importantes. No obstante, sus palabras son iguales. Mateo 24:35: “El cielo y la tierra pasarán, pero Mis palabras no pasarán. La Escritura no pasará y Mis palabras no pasarán; son iguales”. Las de Él no son más importante, son iguales, ni pasarán. Ninguna de las dos pasará.
Él reconoció el poder de la Palabra de Dios en la tentación en Mateo 4 y Lucas 4 cuando Él fue tentado, Él respondió con la Escritura. Él se refirió a la Escritura de manera repetida al decir: “No habéis leído”, “no habéis leído”, “nunca leíste”, “no está escrito”, “está escrito”. En la cruz, Él de manera personal cumplió las profecías del Antiguo Testamento cuando dijo: “Tengo sed”, porque eso es exactamente lo que el Salmo 22 indicó que Él diría. Él confirmo los relatos siguientes en el Antiguo Testamento por sus propias palabras: la creación de Adán y Eva, el asesinato de Abel, Noe y el diluvio, la función de Abraham, la circuncisión, la destrucción de Sodoma y la esposa de Lot, la salvación de Lot, el llamado de Moisés, la ley de Moisés, el maná del cielo, la serpiente de bronce y podría seguir y seguir, y seguir. Él afirmó la verdad el Antiguo Testamento.
Jesús estableció las eficiencias de las Escrituras para salvar, cuando Él dijo en Lucas 16:29: “A Moisés y los profetas tienen, óiganlos. Eso es lo único que necesitan para evitar que vayan al infierno”. Él les mostró que la fuente de todo error viene de no conocer la Escritura. Marcos 12: “¿Acaso no es por esto que erráis, no conociendo la Escritura, erran grandemente?”. Una décima parte de las palabras que salieron de Jesús que están registradas en la Escritura fueron del Antiguo Testamento. Él citó el Antiguo testamento 180 veces de los 1.800 versículos reportando lo que Él dijo. Una décima parte del tiempo Él se refirió al Antiguo Testamento. y Él dijo, Él es la verdad, que Él es la palabra eterna, Él es nuestro modelo en términos de cómo abordamos la Biblia.
Ahora, finalmente, esto presenta una posibilidad triple. Una, no hay errores en la Biblia en base al testimonio de Jesús. Dos, hay errores en la Biblia, pero Jesús no sabía de ellos. Tres, hay errores en la Biblia, sabía de ellos y Él los encubrió. Solo hay una posibilidad. Si hay errores en la Biblia y Él no sabía de ellos, Él no es Dios. Si hay errores en la Biblia y Él sabía de ellos y los encubrió, Él es el diablo. Pero Él es Dios y Él no es el diablo, y no hay errores en la Escritura.
La autoridad de Cristo, realmente, confirma el tema de un texto inspirado. La Escritura, entonces, se vuelve la palabra obligatoria de Cristo. La palabra de Cristo mora en abundancia en vosotros. La Escritura es la palabra de Cristo, Él se apropia de toda. En ella, 1ª Corintios 2:16 dice: “Tienen la mente de Cristo”. Cuando usted trae la Palabra de Dios, usted trae todo pensamiento cautivo a la obediencia de Cristo. 2ª Corintios 10:5: “Cristo se apropia de toda la Escritura”, y entonces, también nosotros debemos hacerlo con confianza en base a su testimonio. Mucho más por decir, pero eso es para nuestro tiempo en esta noche.
Acompáñenme en oración. Te damos gracias, Padre, por la confianza que la Escritura trae a nosotros por sí sola, que es su defensor más grande, porque en ella Tú verdaderamente hablas. No sabemos cómo el milagro de la inspiración, de hecho, se llevó a cabo, no podemos entender la patología de eso, la patología espiritual de eso; pero sabemos que es verdad. Sabemos que los escritores escribieron su propia experiencia, su propio entendimiento, sus perspectivas; sin embargo, Tú te aseguraste de que toda palabra viniera de Tu mente. De tal manera, que lo que tenemos verdaderamente es la Palabra de Dios, y que sepamos que esta Palabra da vida, sostiene la vida. Y un día nos meterá a esa vida eterna que nos espera en su presencia. La entrada de Tu palabra da luz y esa luz es nuestra vida.
Te agradecemos por la Palabra, te agradecemos por la obra que realiza, que lleva a cabo su obra poderosa en nosotros continuamente conforme dejamos que more en abundancia en nosotros. Oramos en el nombre de nuestro Salvador. Amén.
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