Ahora, abramos la palabra de Dios al capítulo 53 de Isaías. Este es nuestro sexto viaje en este capítulo maravilloso y con toda semana que pasa, conforme estudio de manera panorámica el texto que está aquí, todos los diferentes caminos y veredas que llevan a otros lugares, recuerdo cuán insondable es realmente este capítulo. Uno podría pasar una vida entera aquí y a partir de aquí pasar a todas las cosas que se presentan de manera implícita y son aclaradas por este gran capítulo. Isaías 53 presenta un desafío a cualquier predicador y esto es de meditarse a sí mismo a que no se vuelva algo abrumador y que usted pierda el punto primordial. Estoy peleando contra eso un poco. Me veo aún más desafiado porque normalmente preparo para tener un comienzo y un final y una parte media, un sermón entero.
La semana pasada cubrí los versículos 4 al 6. No terminé. Llegué a los versículos 4 y 5, dos terceras partes del camino; pero no tuvimos suficiente tiempo para el versículo 6. Entonces, en cierta manera me queda un tercio de un mensaje y eso me presenta una gran oportunidad para llenarlo con cosas que realmente son necesarias y están relacionas y creo que son útiles. Me permite tomar una tangente de necesidad más que por deseo personal. Y voy a hacer eso con usted un poco, esta mañana. Siempre me es útil llegar a cierta altitud cuando estoy viendo un pasaje. Entre más alto estoy por encima del pasaje, más es el panorama que tengo; inclusive me gusta llegar a cuarenta mil pies por encima del pasaje y puedo ver hacia abajo y ver todo desde Génesis, Apocalipsis y después, eventualmente, de cierta manera descender de esa altitud y bajar el tren de aterrizaje en el pasaje dado que estamos viendo y eso es lo que vamos a hacer. Quiero llegar a cierta altitud aquí para ustedes y después, eventualmente, vamos a bajar el tren de aterrizaje un poco mientras que estamos en Isaías 53 y vamos a cerrar nuestro entendimiento de los versículos 4 al 6. Pero quiero comenzar a partir de una perspectiva mucho más amplia.
La historia del pueblo judío es la historia étnica más sorprendente en la historia del mundo. Es una saga larga y sorprendente de supervivencia desde el punto de vista de ellos, pensar que todavía hay judíos en el mundo, hay catorce o quince millones de ellos, es entender que han sobrevivido cuando todo ha estado en contra de su supervivencia. Nadie jamás ha conocido a un hebreo, a un jebuseo, un pereceo, un amorreo o cualquier otro eo del Antiguo Testamento porque hace mucho tiempo que ya no existen; pero, de hecho, tenemos israelitas sentados aquí en la actualidad, muchos de ellos en nuestra iglesia y hay muchos de ellos alrededor del mundo y son sangre judía pura que ha sobrevivido a lo lardo de la historia del Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento hasta el día de hoy.
Desde el punto de vista de ellos es una gran historia de supervivencia. No obstante, desde el punto de vista de Dios, es una historia aún más sorprendente de preservación. Supongo que todos podríamos reconocer el lado humano de esto y decir que es un pueblo tan comprometido con su existencia y supervivencia que son el más grande testimonio de la voluntad por sobrevivir de cualquier otra nación en la historia del mundo. Pero desde el punto de vista divino, tendríamos que aclarar eso un poco y decir que esta no es una historia de la voluntad humana por sobrevivir o quedarse juntos como nación; esto es más bien una historia de protección divina y preservación divina.
Todavía hay judíos en el mundo porque Dios se ha asegurado de que todavía haya judíos en el mundo. Todavía son identificables al grado de su misma tribu, aunque no saben a qué tribu pertenecen porque los registros fueron destruidos en el año 70 después de Cristo, cuando los romanos destruyeron el templo. Dios sabes en qué tribu estarán y Dios va a re identificar esas tribus y va a seleccionar a doce mil de cada tribu para constituir a los 144 mil judíos que predicarán el Evangelio al final de la historia humana. Todavía podrán identificarse con sus tribus originales, inclusive en el tiempo de la tribulación hasta antes del regreso de Jesucristo. Solo una historia sorprendente. Sí, hay un elemento humano en esa supervivencia; pero lo que es mucho más importante son una historia sorprendente de la protección y preservación de Dios. Dios los ha protegido y los ha preservado providencialmente; esto es al ordenar las circunstancias para su supervivencia. Pero, en varias ocasiones Él también ha protegido a los judíos milagrosamente, suspendiendo el curso normal de la historia y la manera en la que las cosas operan en el mundo para la protección de ellos, así como partir el mar para que pudieran pasar por el medio de Él en tierra seca, cuando dejaron Egipto.
Entonces, bajo la providencia de Dios en donde Él ordena las circunstancias y bajo el poder milagroso de Dios, en donde Él suspende la naturaleza, Dios se ha asegurado de que los judíos no estén extintos. Ahora esto es sorprendente. En primer lugar, porque son un grupo pequeño de personas, son un grupo pequeño de personas. Son personas excepcionales desde cualquier ángulo que sean evaluados con respecto a la humanidad, son los seres humanos más nobles, son un grupo de gente muy excepcional; pero han sido elegidos por Dios para los propósitos propios de Dios y no son lo que son porque se lo han ganado. No son lo que son porque se lo han merecido. Son lo que son porque Dios decidió que así fuera y han sido elegidos por Dios para ser bendecidos como una nación y a través de ellos bendecir al mundo. Debido a que han sido elegidos por Dios para propósitos que aún no han sido cumplidos son el blanco de los enemigos de Dios, son el blanco de Satanás, el enemigo de Dios. Son el blanco de los demonios, los conspiradores y promotores de impiedad sobrenatural en el mundo. Son el blanco de los hombres humanos que están bajo el poder el reino de las tinieblas. Ha habido esfuerzos repetidos a nivel demoniaco y humano por eliminar a los judíos a lo largo de la historia sin tener el éxito. Pero son el blanco en particular de las fuerzas del infierno y de los humanos que sirven esas fuerzas para estorbar los propósitos finales de Dios y debo añadir, esfuerzos no exitosos. Pero cuando usted se remonta a su historia, usted entiende que este es un grupo pequeño de personas viviendo en un lugar muy vulnerable en el Medio Oriente, rodeados por todo tipo de potencias paganas quienes, a lo largo de toda su historia, quisieron aplastarlos. Han sobrevivido tantas veces, podrían haber dejado de existir.
Un hambre durante el tiempo de Jacob y sus hijos pudo habérselos llevado, pudieron haber desaparecido literalmente por hambre, pero Dios no permitió que eso pasara. Dios depositó uno de los hijos de Jacob mediante traición en medio de Egipto y le dio todo el poder para diseminar alimento y ellos supieron que estaba disponible debido a un sueño que José tuvo. Como usted recordará, Egipto estaba listo para el hambre y pudo proveer alimento para otras naciones que pudieron haber perecido sin él. Dios planteó a José, lo hizo un intérprete de sueños, hizo que él preparara a Egipto para el hambre y de esta manera salvó a Jacob o Israel. Y cuando los hermanos de José descendieron para tratar de conseguir algo de alimento de los almacenes de Egipto pudo haber sido que José estaba tan enojado, tan lleno de venganza debido a que lo habían traicionado y lo habían vendido a la esclavitud, que él pudo haber decidido matar a sus hermanos, pero Dios tampoco permitió que eso pasara. Dios llevó a cabo su obra a través de la compasión y el perdón en el corazón de José para perdonar a sus hermanos y, de esta manera, perpetuar a la familia. Esa familia se quedó en Egipto, creció desde una pequeña familia, Jacob y su familia a varios millones de personas, dos millones en la tierra de Gocén, tomó 400 años para que esa nación se desarrollara, al final de ese periodo de tiempo, las plagas azotaron Egipto, esas plagas tuvieron efectos mortales, devastadores en los egipcios.
Bien también pudieron haber afectado a los hijos de Israel. Si Dios no se hubiera asegurado de que no los tocaran. La matanza de los primogénitos pudo haber devastado a los judíos si Dios no hubiera entrado y hubiera provisto una manera en la que los primogénitos pudieran haber sido salvados al colocar la sangre del cordero sacrificial en el marco y el dintel. Faraón pudo haber masacrado a los judíos que estaban escapando en masa y eso es lo que él intentó hacer cuando él los persiguió. Si Dios no hubiera abierto el mar, no hubiera permitido que pasaran y después hubiera ahogado al ejército entero de Faraón cuando le mar se colapsó sobre ellos. Pudieron haber desaparecido de la historia en los cuarenta años que estuvieron vagando en el desierto. Ellos se quejaron, se revelaron, pecaron de manera violenta contra Dios y una generación entera murió. Sus cadáveres se secaron en el desierto; pero hubo un remanente de ellos bajo el liderazgo de Josué que entraron a la tierra prometida.
Cuando entraron en Canaán pudieron haber sido destruidos de nuevo debidos a que estaban entrando a una tierra y eran un pequeño grupo débil de personas y estaban enfrentando a enemigos paganos formidables que no querían entregar su tierra y su propiedad. Pudieron haber sido destruidos por varios enemigos que ocupaban la tierra de Canaán que ellos debían conquistar; pero Dios se aseguró de que eso no sucediera. Fue demostrado en cierta manera metafórica, en el hecho de que un goliatin inmenso fue matado por un niño pastor con una piedra. Y así fue, Israel era como un pastor con una pequeña onda en contra de un gigante inmenso en la tierra de Canaán. Israel era como un pastor con algo que aventar la piedra en contra de un gigante masivo en la tierra de Canaán; pero Dios se aseguró de que sobrevivieran. No es solo la historia de supervivencia humana, es una historia de preservación divina. Cuando entraron a la tierra y se establecieron en la tierra y se dispersaron en la tierra y se dividieron en secciones por tribu. Ustedes saben lo que pasó. Se metieron en idolatría, se metieron en apostasía, se metieron en la adoración de dioses falsos y se metieron en inmoralidad y después su religión se volvió superficial, hipócrita. Comenzaron a hacer absorbidos por la cultura pagana, y, literalmente pudieron haber desaparecido mezclándose en las naciones; pero Dios se aseguró que eso no sucediera. Pudieron haber sido perdidos para siempre al haberse casado con paganos y su identidad étnica se hubiera disipado. Y cuando el reino se dividió diez tribus se fueron al norte, y establecieron lo que llegó a conocerse como Israel y dos tribus se quedaron en el sur Judá y Benjamín, las cuales llegaron a ser conocidas como Judá.
En los años venideros no hubo un buen rey en el norte. Fueron tan rebeldes y tan malos que Dios trajo juicio entre ellos y los asirios vinieron en el 722 antes de Cristo y saquearon al reino del norte y se llevaron cautivos a todos los que no mataron y esas personas nunca regresaron, desaparecieron, mezclándose en las naciones. Ellos desaparecieron de manera total, lo cual dejó a las dos tribus en el sur y personas de las otras diez que habían emigrado al sur antes de que el reino del norte fuera destruido y entonces, había personas de toda tribu ahora en el sur. Pero después los babilonios vinieron en el año 600 y saquearon Jerusalén y masacraron a la gente y aquellos que no fueron matados fueron llevados a Babilonia en donde se mezclaron con la cultura caldea, gente como Daniel y sus tres amigos, recibieron nombres que no eran sus propios nombres. Se les dieron nombres que los conectaban con los dioses caldeos, babilonios y después fueron preparados en la cultura. Eso pudo haber llevado a su fin.
El pueblo entero de Dios en Babilonia pudo haber sido, literalmente, absorbido al haberse casado con los caldeos y por la religión mezclada y haberse perdido para siempre en la historia humana pero no sucedió. Nunca fueron absorbidos por la cultura caldea, setenta años más tarde, un remanente masivo de ellos regresó y se restablecieron en su tierra. Así es que como siguió su historia. Un rey se levantó en Persia, su nombre fue Jerjes, sería la manera griega de decirlo. Su otro nombre quizás uno por lo que lo conoce a Suero. El reinó en Persia alrededor del 486-465 y los judíos todavía estaban intactos en Persia; no obstante, hubo un esfuerzo de genocidio guiado por un nombre llamado Amán quien quería exterminar a los judíos.
Y ustedes recuerdan la historia debido a que la historia se cuenta en el libro del Ester como Dios usó a Ester en el reino para un tiempo como ese para salvar para el pueblo judío del genocidio en la tierra de Persia y Dios tuvo que ordenar la providencia para que el rey, quién tuvo un certamen de belleza, seleccionara a Ester como la ganadora del certamen de belleza. Ella se convirtió en su esposa y el favor de ella hacia él salvó al pueblo de ella. Anualmente los judíos celebran una fiesta, es llamada el festival de Purim. P-U-R-I-M. Es una fiesta no bíblica, no está registrada en las Escrituras, es como Hanukkah, la cual es otra de las festividades judías que no están en las Escrituras. Purim es una celebración de su supervivencia. Es una celebración de Ester y la supervivencia del pueblo judío. Después vino la potencia griega, y Antíoco, Epifanesa atacó y mató a los judíos. Después vinieron los romanos en el 70 después de Cristo y masacraron a cientos de miles de judíos, destruyeron Jerusalén, destruyeron el templo y después entraron a unas mil ciudades y aldeas en años subsecuentes en la tierra de Israel y masacraron a muchas personas. Siguió después del 70 después de Cristo. La historia de su supervivencia es una historia sorprendente de protección divina.
Del año 250 después de Cristo, vayamos de ahí al 1933, simplemente resumiéndolo, usted puede verificar esto en la historia. Todo está relatado de manera muy, muy fiel, judíos en varios lugares y estamos hablando primordialmente de Europa. Pero ahí en Europa y alrededor de Europa, hasta el Medio Oriente y hasta África los judíos en varios lugares y épocas fueron atacados, expulsados de ciudades, expulsados de países. Fueron forzados a convertirse bajo amenaza de muerte, esclavizados, fueron masacrados, se les confiscó su propiedad, se les forzó a usar tarjetas o marcas de identificación para que pudieran ser aislados socialmente. Fueron metidos en inquisiciones que fueron mortales. En varias ocasiones fueron quemados los vivos. Eso es del 250 a 1933 y después lo retoma, 1938 hasta 1945, y usted tiene el holocausto bajo Hitler y muchos millones de judíos son matados; y en la actualidad son el objeto directo de todo el odio acumulado del mundo islámico que quiere matarlos, que quiere quitarlos del planeta. Entonces, cuando usted habla de la supervivencia de los judíos, usted está hablando de algo que realmente es sorprendente. Y es más que un testimonio de su voluntad por sobrevivir, es un testimonio de la preservación de Dios. Esa es la única explicación. Son una nación pequeña, no son una nación poderosa. Han adquirido algunas armas poderosas en la época moderna; pero a lo largo de su historia fueron una nación más bien pequeña y algo débil, hablando en términos militares. Si han tenido una voluntad fuerte por vivir; pero esa no es una explicación.
La explicación es el propósito de Dios. ¿Por qué han sobrevivido como una nación étnica que hasta el día de hoy? La razón es porque Dios todavía no ha cumplido su promesa a Abraham y su promesa a David, y su promesa a los profetas de bendecir a Israel y con salvación y hacer que Israel sea una bendición al mundo. Eso no va a suceder hasta que confíen en Jesucristo como nación y eso sucederá en el futuro. Lo vimos en Zacarías 12:10. “Mirarán a aquel a quien traspasaron, llorarán a aquel como unigénito y una fuente de limpieza les será abierta. Serán salvos y después a través de ellos el mundo será bendito cuando el Señor traiga su reino.” Zacarías 12:14. La salvación futura de Israel es una promesa en el antiguo testamento, como también una promesa en el Nuevo Testamento.
En el capítulo 11 de Romanos, un capítulo muy, muy importante. El Apóstol Pablo está hablando de este asunto mismo. Él dice “Porque no quiero hermanos que ignoréis este misterio para que no seáis sabios en vuestros ojos. Que un endurecimiento parcial ha acontecido a Israel hasta que la plenitud de los gentiles haya entrado.” Esa es la iglesia. “Cuando haya entrado la plenitud de los gentiles.” En otras palabras, cuando todos los elegidos en la iglesia sean congregados cuando ese esté completo, entonces, todo Israel será salvo y Pablo dice como está escrito y después cita de Isaías “vendrá el libertador de Zenón, el quitará la impiedad de Jacob. Este es mi pacto con ellos cuando yo quite sus pecados.” Eso es Isaías 59. Entonces, Pablo dice “Viene un tiempo cuando la iglesia será completada. Y entonces, cuando eso esté completado vendrá la salvación de Israel.” Ese es el pacto de Dios con ellos. Son preservados para una salvación futura. Necesitan ser salvos para que puedan ser bendecidos porque esa fue la promesa de Dios en Génesis 12 y repetida una y otra vez a Abraham. No solo para que puedan ser salvos y bendecidos por la salvación, sino para que, a través de ellos, el mundo sea bendecido cuando sean salvos, el Mesías viene, establece su reino, reina en Jerusalén sobre Israel y en el mundo, Israel se convierte en la nación más poderosa, influyente en el mundo y son una influencia para paz y justicia. No solo serán bendecidos, sino que bendecirán al mundo. Esa es la promesa de Dios y no ha cambiado. Y esa es la razón por la que todavía existen.
Y hay otra realidad poderosa que considerar. Usted está hablando de una nación que en sí misma es vulnerable y débil. Y está hablando de una nación que es afectada por ataques por parte del infierno y la humanidad. Pero también está hablando de algo más que tiene que ser considerado con esto y simplemente es esto. No solo han sobrevivido el odio de las fuerzas del infierno y sobrevivido el odio de las fuerzas de la humanidad; pero, al mismo tiempo escuche, han estado bajo juicio divino. Digo, eso son tres strikes “Han estado bajo juicio divino.” Y esto se remonta hasta Deuteronomio, de regreso a los escritos de Moisés. Cuando llegaron a la orilla de la tierra listos para entrar. Dios les dijo esto a ellos. Me obedecen y serán bendecidos. ¿Se acuerdan de eso? Deuteronomio 27-28. Me obedecen, los bendeciré. Me desobedecen, los maldeciré. Y Dios presentó las bendiciones y presentó las maldiciones y usted puede regresar y leerlas y esa es su historia. Desobedecieron a Dios, continúan haciendo eso, son un pueblo maldecido que está bajo el juicio de Dios. Entonces, Dios está preservando la nación misma que Él está juzgando. Él lo ha hecho siempre. Él comenzó a juzgarlos desde el Antiguo Testamento y Él ha estado juzgándolos a lo largo de la historia humana mientas que al mismo tiempo los ha preservado bajo ese juicio. El juicio de Israel continúa hasta el día de hoy.
El juicio del pueblo judío continúa en la actualidad porque rechazaron a Cristo. Primera de Corintios 16:22 dice “Si alguno no ama al Señor Jesucristo sea anatema,” sea maldito. Están bajo maldición de su desobediencia a lo largo de la historia pasada; pero están doblemente maldecidos porque han rechazado a Jesucristo. Y cuando usted ve a Israel en la actualidad, usted está viendo una nación que aún no está experimentándolo la bendición de Dios. Es una nación apóstata, es una nación que está rechazando a Cristo. Su grupo étnico está rechazando a Cristo. La religión no es piadosa. Dicen adorad al Dios de Abraham, sea que Jacob no lo hace, no pueden porque usted no puede honrar al Padre a menos de que honre al Hijo, son desleales, son desobedientes a Dios, son los enemigos del Evangelio. Romanos 11:28 dice “Son los enemigos del Evangelio,” niegan la Trinidad, el pueblo judío, la gente judía, niega la edad de Cristo, niegan la enseñanza verdadera del Antiguo Testamento y niegan el Nuevo Testamento en su totalidad.
Esa no es una fórmula para la bendición. Rechazan a su Mesías, cree que los Cristianos son blasfemos porque adoramos un hombre que en sí mismo fue blasfemo, en su manera de verlo. Sigue la mentira por la salvación de las obras y el esfuerzo humano y la justicia personal y entonces son personas maldecidas en este momento bajo juicio, pero al mismo tiempo están siendo preservadas por Dios. Si usted sugiriera que una nación tan débil y tan pequeña y tan antigua estuviera existiendo, simplemente la historia por sí misma le diría que eso es una idea ridícula. Después si usted añadía el componente del hecho de que contra ellos han existido potencias tan grandes a nivel sobrenatural y natural, no habría posibilidad para que ellos existieran y después, si usted incluye el hecho de que Dios, durante milenios, ha estado acumulando juicios sobre ellos, usted supondría que su supervivencia sería totalmente imposible. Pero ahí están y Dios los ha preservado para salvarlos al final como una nación.
En Lucas capítulo 13 y al final del capítulo, nuestro señor ve Jerusalén, en cierta manera la ciudad que representa a la totalidad de la nación y Él dice esto dice “Jerusalén, Jerusalén, versículo 34, Lucas 13, “la ciudad que mata a los profetas y apedrea a aquellos que le son enviados.” Estaban a punto de matarlos. “¿Cuántas veces quise reunir a tus hijos como una gallina reúne a sus polluelos bajo sus alas y no quisisteis? He aquí tu casa es desolada.” Es decir, tu casa todavía está desolada. La gente judía está desolada, no tienen relación con Dios. Ahora hay judíos creyentes que han llegado a la fe en Cristo, que constituyen a la Iglesia, judío gentil, pero estoy hablando de la nación misma. Los judíos como nación; pero Él les dice esto, Lucas 13:35, “Os digo no me veréis hasta que el tiempo venga cuando digáis: Bendito es aquel que viene en el nombre del Señor.” Hay un tiempo en el futuro cuando Israel verá a Jesucristo y dirá “Bendito es el que viene en el nombre del Señor.” Reconocerán a su Mesías.
De eso habló Zacarías. Ahí es cuando ellos mirarán a aquel a quien traspasaron y llorarán por aquel como unigénito y una fuente de limpieza se les abre. Ese es su salvación futura. Ahora los profetas del Antiguo Testamento escribieron de esto y escribieron no usando términos vagos. Quiero mostrarles dos porciones de las Escrituras, dado que tenemos el tiempo en esta mañana. Vamos a hacer esto.
Vaya a Ezequiel 36. Hay otros dos profetas que sobresalen, claro, profetas mayores, junto con Isaías, eso sería Ezequiel y Jeremías, y claro, usted puede añadir a Daniel; pero Ezequiel y Jeremías fueron profetas alrededor del mismo tiempo. Vienen unos 100 años después de Isaías y ellos, de hecho, están profetizando exactamente en el momento en el que los babilonios están atacando. Ezequiel es llevado a la cautividad en el 597, Jeremías es arrojado en un pozo y terminar escapando Egipto y entonces, estuvieron vivos cuando el holocausto de la invasión Babilonia vino. Sus profecías, sus mensajes son muy importantes y muy pertinentes y recibidos y siendo enviado de ellos y dispersados en un tiempo de gran crisis.
Ezequiel 36, un principio muy importante en el versículo 16. Aquí está el mensaje que viene a la gente de Israel, el pueblo judío. Versículo 16: “Vino entonces la palabra de Jehová a mí diciendo,” y aquí está la historia “Hijo de hombre,” es un título, habla Ezequiel “Cuando la casa de Israel estaba viviendo en su propia tierra, la contaminaron por sus caminos y sus obras. Su camino delante de mí fue como la inmundicia de una mujer y su impureza, una descripción muy vil. Por tanto, derramé mi ira sobre ellos por la sangre que habían derramado en la tierra; porque la habían contaminado con sus ídolos y los dispersé entre las naciones y fueron dispersados por toda la tierra, según sus caminos y sus obras los juzgué.” Y eso es exactamente lo que sucedió.
Eso es llamado la diáspora y todo judío sabe de eso. Y comenzó con la deportación Babilonia. Algunos regresaron para reconstituir la nación, pero ese fue el comienzo de la dispersión; inclusive la reconstrucción y restauración de la nación, inclusive después de esto, los judíos han sido dispersos hasta las esquinas más remotas del mundo como lo conocemos y eso es parte de su juicio. “No obstante,” versículo 20. “Cuando vinieron a las naciones a donde se fueron, cuando se dispersaron por todo el mundo, profanaron mi santo nombre.” ¿Cómo hicieron eso? Porque fue dicho de ellos “Este es el pueblo del Señor.” Sin embargo, han salido de su tierra. ¿Qué está diciendo esto? Está diciendo esto.
Cuando fueron dispersos por todo el mundo profanaron mi Santo nombre porque la gente dijo qué tipo de Dios tiene esta gente que ni siquiera puede mantenerlos en la tierra de ellos. Y se burlaron de Dios. Las naciones se han burlaron de Dios. El Dios de los judíos ha sido objeto de burla por parte de las naciones en las que han sido dispersadas a lo largo de la historia humana. Y entonces, en el versículo 21, Dios dice, tuve preocupación por mi nombre santo, el cual la casa de Israel había profanado entre las naciones a donde fueron, judíos por todo el mundo luchando a lo largo de toda su historia. Fue difícil hacer que las naciones aceptaran la grandeza y gloria y poder de su Dios. Él ni siquiera podía mantenerlos en su propia tierra. Y si usted le pregunta en el Medio Oriente en la actualidad, ¿quién tiene un Dios más poderoso, el islam o el judaísmo? ¿Qué cree usted que dirían? El Dios que tiene el dinero y el poder y las armas y la población y las masas es Allah.
Bueno, esto es un retrato de cómo el nombre del Dios verdadero ha sido profanado en la dispersión de los judíos a lo largo de la historia. Versículo 22, está el Por tanto, “Por tanto, di a la casa de Israel: Así dice Jehová Dios, no es por vosotros o casa de Israel que estoy a punto de actuar, esto no tiene que ver con ustedes, sino por mi nombre santo que vosotros habéis profanado entre las naciones a las que fueron.” Tengo que hacer algo por recuperar mi reputación, eso es lo que Dios está diciendo. “Yo”, versículo 23, “Defenderé la santidad de mi gran nombre que ha sido profanado entre las naciones que vosotros habéis profanado entre ellos. Entonces las naciones sabrán que yo soy Jehová. Dice Jehová Dios, cuando yo me pruebe a mí mismo santo entre ustedes a los ojos de ellos.” La única manera en la que voy a poder desplegar mi gloria en las naciones es desplegarla a través de ustedes. ¿Cómo voy a hacer eso? Primero, versículo 24, “Os tomaré de las naciones y los congregaré de todas las tierras y os traeré de regreso a vuestra tierra.” Bueno, hemos tenido una probada de eso, ¿no es cierto? 1948 regresaron, reconstituyeron su nación. Ese es un hecho, un hecho innegable, están ahí. Esta no es la salvación de Israel; esto simplemente es una probada y es una indicación de lo que está por venir.
Los voy a llevar de regreso y después sucederá cuando yo los meta de regreso a la tierra, y esto está por venir conforme lo vemos, ¿no es cierto? Gente judía de todo el mundo, emigrando y llegando; algunos de ellos inclusive llegando a Cristo ahora como individuos. Algunos de ellos abrazando al Evangelio ahora, abrazando a Jesús como su Mesías ahora; pero la nación permanece fija en contra de Cristo como nación colectiva. Pero el día vendrá en el futuro y Él está hablando de la nación, el pueblo, la casa de Israel, versículo 25. Y aquí está la clave “Rociaré agua limpia sobre vosotros y seréis limpios o limpiaré de todas vuestras inmundicias y vuestros ídolos, además, os daré un nuevo corazón, colocaré un nuevo espíritu dentro de vosotros, quitaré el corazón de piedra de vuestra cama y os daré un corazón de carne; colocaré mi espíritu dentro de vosotros y haré que andéis en mis estatutos y tendréis cuidado de observar mis ordenanzas.” Esa es una afirmación de salvación. Eso es dramático.
Con respecto a su propio nombre santo para defender su fidelidad y demostrar su gloria, Dios, un día, salvará a los judíos. Él ya está en el proceso de volverlos a congregar, a reunir y en el futuro, Él los salvará. Ahora observen los componentes de esto. Todos estos son elementos de salvación, versículo 25. “Rociaré agua limpia sobre vosotros y seréis limpios o limpiaré de todas vuestras inmundicias e ídolos.” Eso es la salvación, es el lavamiento de la regeneración, ¿no es cierto? Es la limpieza, una santificación. Y después Él dice en el versículo 26, el segundo de estos dos versículos, “Os daré un nuevo corazón,” eso es regeneración. Usted podrá decir que la limpieza es la santificación y el nuevo corazón es la regeneración. Un nuevo corazón significa vida nueva. “Y os daré un espíritu nuevo.” Una nueva disposición, una nueva actitud, una nueva naturaleza, eso es conversión, una nueva mente, nuevos deseos. Les daré un nuevo poder. ¿Un nuevo poder? ¿Qué es eso? Colocaré mi espíritu dentro de vosotros. Y en base al poder del espíritu en vosotros, haré que andéis en mis estatutos y tengan cuidado de observar mis ordenanzas.
Una nueva conducta, obediencia, una nueva condición, santificación, limpiados del pecado, nuevo corazón, regeneración. Una nueva disposición o espíritu, conversión, un nuevo poder, el espíritu santo morando en ellos. Una nueva conducta, obediencia. Todo eso vendrá a Israel en el futuro. Esta es la salvación del pueblo. Me encanta esto, versículo 28, “Viviereis en la tierra que di a vuestros padres y seréis mi pueblo y yo seréis vuestro Dios, además, os salvaré de todas vuestras inmundicias.” Ahí en el versículo 31, él dice “Os acordaréis de vuestros malos caminos y vuestras obras que no fueron buenas, y os aborreceréis a vosotros mismos a vuestros propios ojos por vuestras inequidades y vuestras abominaciones.
Eso es arrepentimiento real, ¿no es cierto? Van a mirar atrás a sus pecados y transgresiones y se van a oír la predicación del Evangelio. ¿De quién la van a oír? 144 mil judíos convertidos gentiles, convertidos de toda lengua, tribu, nación y esto sucede durante el tiempo de la tribulación, ángeles en los cielos, dos testigos. El evangelio estará por todos lados durante ese tiempo final de juicio divino sobre la tierra antes del regreso de Cristo, oirán el Evangelio, verán su pecado, se arrepentirán de su pecado, mirarán a aquel a quien traspasaron, llorarán por él como unigénito, serán santificados, regenerados, convertidos, capacitados por el espíritu y se convertirán en seguidores obedientes de Cristo. Esto es real. Versículo 32, “No estoy haciendo esto por causa de vosotros sino por mi causa.” En ese día, versículo 33, “Os limpiaré de todas vuestras inequidades,” esto es salvación, esto es prometido a Israel aquí, conversión verdadera para la gloria de Dios.
Ahora quiero que vean Jeremías 31. Jeremías 31. Y simplemente quiero cubrir esto brevemente porque en nuestro tiempo está pasando. Jeremías 31:31. Este es el punto elevado de la profecía de Jeremías. “He aquí vienen días y futuro, declara Jehová cuando haré un nuevo pacto con la casa de Israel y la casa de Judá, no como el pacto que hice con sus padres en el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto. Mi pacto que ellos quebrantaron, al que fui marido para ellos, declara Jehová. ¿Qué pacto es ese? Ese es el pacto de la ley, ese es el pacto mosaico dado en el Sinaí y ellos lo quebrantaron. Inclusive, antes que Moisés pudiera descender y leérselos cuando él descendió teniéndolo en sus manos, lo estaban violando, lo estaban quebrantando, no lo podía guardar. Es un pacto que nadie pudo guardar. Entonces, les estoy dando un nuevo pacto. Voy a hacer un nuevo pacto, no como ese. ¿Cuál es la naturaleza del nuevo? Versículo 33. Voy a hacer este pacto con la casa de Israel, después de esos días, al final de la historia. Aquí está la diferencia. Esa ley estaba afuera, éste es diferente, pondré mi ley dentro de ellos y en sus corazones, la escribiré y seré su Dios y serán mi pueblo, lo mismo que Ezequiel dijo. Y no volverán enseñar cada hombre a su prójimo y cada hombre a su hermano diciendo, “Conoce a Jehová.” El evangelismo terminará en Israel porque todos conocerán a Jehová. Todos me conocen, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande de ellos, declara Jehová, “Perdonaré su inequidad y su pecado y no me acordaré más.” Esa es la convención de la nación. Los componentes son los mismos. Aquí hay perdón, regeneración, conversión, conocimiento verdadero, obediencia. Ellos creerán que ellos son pecadores miserables y creerán en el Señor Jesús como el único Salvador. Lo creerán colectivamente como nación. Eso en sí es un testimonio de la soberanía de Dios en la salvación.
La única manera en la que la gente se salve individualmente es por la obra soberana de Dios. La única manera en la que naciones se salvan porque solo hay una nación a quién se le promete salvación en un momento, sería por un acto soberano de Dios; porque no todos los judíos individuales como individuos van a llegar a la misma conclusión por algún acto de libre albedrío personal en el mismo momento. Dios los salva. Y de manera maravillosa, este nuevo pacto fue hecho con Israel; pero Israel rechazó a su Mesías.
Y después de la muerte y resurrección de Cristo, el nuevo pacto fuer abierto para abrazar a todo mundo, todo mundo. No me avergüenzo del Evangelio porque es poder de Dios para salvación al judío, primeramente, cronológicamente pero también al gentil. O al menos hoy día la salvación es para el judío gentil. Todo aquel que invocara el nombre el Señor estará a salvo. Entonces, el nuevo pacto ha sido ratificado en la muerte de Jesucristo y extendido más allá de Israel a la Iglesia. No hubo iglesia cuando se les prometió a ellos; pero ahora que la iglesia ha venido, somos salvos de la misma manera por el mismo nuevo pacto. Esta es la razón por la que Pablo en II Corintios 3:6 dice que somos ministros del nuevo pacto y Pablo le estaba hablando a gentiles cuando él dijo ese en Corintios. Y después de que entre en la plenitud de los gentiles por el nuevo pacto, entonces vino la salvación de Israel. Versículo 31, habla de reconciliación. Versículo 31. “Voy a hacer un nuevo pacto.” Versículo 33 hablar regeneración. Voy a colocar mi ley en ellos. Voy a escribirla en sus corazones, seré su Dios, serán mi pueblo como unión. Habla de conocimiento, tendrán conocimiento verdadero, conocerán al Señor. Habla del perdón. Todos estos son componentes de la salvación. Muy bien tienen el panorama.
Ahora, aterricemos, regresemos en Isaías 53. Cuando lleguen a este punto en el futuro, confesarán lo que está aquí en Isaías 53. Éstas serán sus palabras, y simplemente vayamos a nuestro texto, versículos 4 al 6. “Mirarán atrás al Cristo a quien ellos traspasaron,” van a revaluar la actitud, no creyeron, versículo 1 dice ¿quién ha creído en nuestro anuncio? Unos cuantos, quién de hecho entendió la revelación de brazo del Señor, el poder de Dios en el Señor Jesucristo. Muy pocos. No nos impresionó su origen, era como un vástago, era como una raíz en tierra seca. No nos impresionó su vida; no tenía una forma de rey, majestad, ¡nada acerca de Él nos atrajo! Ciertamente no nos impresionó su muerte, despreciado, abandonado por los hombres, varón de dolores, experimentado, inquebranto, él era tan despreciable en su muerte que ni siquiera lo vimos. Fue menospreciado y pensamos de Él como nada, Él era un nadie. Eso fue lo que pensamos.
Pero ahora todo ha cambiado. Ahora conocemos todas esas tristezas, todas esas tristezas fueron nuestras. Ciertamente, Él llevó nuestras tristezas, llevó nuestros dolores, lo estimamos como abatido, azotado por Dios y afligido. Pensamos que Dios lo estaba castigando por su blasfemia. Ahora sabemos que Él fue traspasado por nuestras trasgresiones, fue aplastado por nuestras inequidades, azotado para nuestra curación. Una reversión completa de su valoración de Cristo. Ellos admiten su error horrible. En ese día futuro confesarán, conocen la historia de Jesús, conocen que Él fue traspasado. Saben que Él fue aplastado o golpeado. Saben que Él fue castigado al final de un juicio falso. Saben que fue azotado.
Eso es parte de su historia, todo judío sabe eso. Pero un día van a admitir que no fue por las blasfemias de Él, sino que fue por las de ellos. Van a decir, “Entendemos nuestras trasgresiones, entendemos nuestras inequidades, nuestras trasgresiones, nuestras inequidades.” Esos son negativos. Para confesar que Jesús fue castigado por Dios por las trasgresiones de ellos. Eso significa que las violaciones, trasgresiones significa que usted brinca una línea violando la Ley de Dios, inequidades, esa es una palabra diferente. Esencialmente es una palabra que significa doblados, doblemente, son perversiones. Sabemos que Él sufrió por nuestras violaciones y nuestras perversiones. Eso es el negativo.
Lo positivo es que Él sufrió para traer nuestro bienestar. Véalo ahí, a la mitad del versículo, “nuestro bienestar, castigo por nuestro bienestar cayó sobre Él y por su llaga fuimos nosotros curados.” Ahí están los positivos. Él murió bajo el peso del castigo de Dios en contra de nuestras trasgresiones y nuestras inequidades, nuestras violaciones y nuestras perversiones. Y al hacerlo, Él compró por nosotros o para nosotros bienestar y curación. Bienestar es Shalom, en hebreo Shalom, paz y bendición completa y sanidad. Sanidad o curación espiritual, salud espiritual, la muerte del médico hizo que el paciente estuviera bien. Fuimos pecaminosos y de esta manera enfermos, tristes, culpables, culpables de violaciones, culpables de perversiones, separados de Dios sin paz, sin salud espiritual. Pero Él tomó nuestros pecados y nuestras tristezas y todo lo que viene con el pecado y Él se colocó a sí mismo voluntariamente bajo el juicio de Dios para ser castigado por nuestros pecados, y para entonces comprar nuestra paz con Dios y nuestra bendición verdadera. De esta manera, la nación entera de Israel, por lo menos un tercio después de que los dos tercios de los rebeldes sean limpiados según Zacarías. Un tercio de la nación confiesa su rechazo largo, lo largo de Cristo, su blasfemia larga de Dios y serán salvos. Esta es la realidad sorprendente del futuro para la nación de Israel.
Hay otra cosa que quiero hacer esta mañana y eso es ayudarle a ver, el versículo 6 de otra manera. En el versículo 6 tenemos el reconocimiento más profundo de pecado. Ellos hablan de sus actitudes, ellos lo harán cuando digan “Nosotros lo evaluamos mal a Él, lo estimamos o lo consideramos o pensamos de Él o lo consideramos”. En otras palabras, nuestro pensamiento era corrupto. Estábamos mal en lo que pensábamos acerca de Él. Hablan de conductas. Esas son las trasgresiones e inequidades. Hablan de privaciones, los pecadores reconocen esto. Carecen de bienestar, carecen de Shalom, carecen de paz con Dios. No tenían como Isaías 54 lo llaman pacto de paz. Él cuando podrá ser sacudido. Y también carecían de salud espiritual, estaban enfermos. El capítulo 1 dice “enfermo desde la cabeza hasta el pie, enfermos en pecado.”
Entonces entienden esos asuntos, pensamiento corrupto, conducta corrupta y la ausencia de todo lo que es bueno, ellos saben eso. Pero hay algo más que un pecador debe entender y no es simplemente un asunto de cómo pensamos y actitudes, y no hay nada más que un asunto de lo que hacemos y no es nada más un asunto de lo que carecemos. La confesión del pecado llega hasta la médula. Es cuestión de quien somos. El problema está en nuestra naturaleza y ahí es en donde entra el versículo 6.
Está en nuestra naturaleza, es más profundo de lo que la mayoría querrá reconocer. Viendo esta sección, esto es parte de la confesión que no solo ve las manifestaciones del pecado, sino la causa. Aquí está el problema. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas. Cada cual se apartó por su camino y Él dice “Está en nuestra naturaleza.” Las ovejas actúan como ovejas, las ovejas no actúan como nada más que ovejas. Estamos actuando de manera coherente con nuestra naturaleza, y, de hecho, van a encontrar un paralelo las ovejas. Las ovejas son torpes, indefensas, se desvían, no se agrupan como los gansos, no están en manadas como las vacas. No se quedan juntas, entonces son una buena analogía. Tienen la tendencia de desviarse de la seguridad y la provisión y se desvían, no en un grupo, sino por sí mismas. Cada cual va por su camino.
Ellas siguen ese impulso interno que las hace que se desvíen de todo lo que es seguro y útil. Nuestro problema es profundo en nuestra naturaleza. Somos como ovejas, indefensos, torpes. Nos desviamos. Se acuerda Mateo 9:36, Jesús vio a Israel y Él dijo “Son como ovejas, sin” ¿sin qué? Sin pastor, simplemente están viviendo como quieren, siguiendo su propio camino pecaminoso que su naturaleza dicta. Siguen la intuición de su naturaleza y caída miserable. Eso es lo que los pecadores hacen. Eso es lo que los pecadores hacen. Digo, ¿cuántas opciones tienen los pecadores? ¿Cuántas tiene usted? No hay fin a las opciones. Usted puede seguir su propio camino y sin Jesucristo usted lo va a hacer, usted va a seguir el camino del pecado que usted escoge. Usted va a seguir su propio camino como la oveja, o van a haber otros que van a ir por su camino, entonces, eventualmente va a chocar con ellos; pero todo es muy personal, muy independiente. Así es como las ovejas funcionan. Y esto es parte de una confesión verdadera. Este es un arrepentimiento genuino que reconoce que las evidencias del pecado emanan de una naturaleza del pecado.
Tomando toda esa culpabilidad y todo ese castigo justo y, por así decirlo, morir no solo por lo que hemos hecho, sino por lo que somos. Jesús lleva el peso completo de nuestra pecaminosidad sobre sí mismo en el sentido de que Él toma el castigo de Dios. Eso es lo que el versículo dice al final. “Más Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros,” nuestros actos malos, nuestros pensamientos malos, nuestras privaciones malas y nuestra naturaleza mala. Por todo eso, por todo eso, el Siervo de Jehová lleva el peso completo del castigo. Eso es lo que dice. “Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros.” Jehová, Dios mismo escogió al cordero sacrificial, al Siervo, el Mesías, al cordero sacrificial, el Siervo Mesías estuvo dispuesto de manera voluntaria a someterse a sí mismo para volverse en el sustituto vicario. Dios causó, entonces, que Él llevara toda la culpabilidad que nos pertenecía y llevara la furia completa de la ira divina. Cinco maneras diferentes en esos versículos. En cinco maneras diferentes, habla de la provisión vicaria sustitutiva de Jesucristo muriendo en nuestro lugar. Este es el corazón del Evangelio.
Ahora, simplemente un comentario al margen. No fue el pecado que lo mató, fue Dios quien lo mató, no fue el pecado. Él no tuvo pecado alguno. Él no tuvo pecado, fue santo, sin mancha, apartado del pecado. El pecado no mató a Jesus. Dios mató a Jesús para pagar por el pecado que nunca cometió, sino que usted y yo cometimos. Jesús no murió como una influencia moral, mostrando el poder del amor, Jesús no murió como un ejemplo de sacrificio por una causa noble, Jesús no murió como nada más que el Chistus Victor.
Esa fue una teoría que surgió en los 1930, así que todavía existe. La idea de que Jesús murió para ganar una victoria sobre los poderes hostiles y liberar a la humanidad y el cosmos de la injusticia social. Jesús no murió porque somos víctimas, atrapados en circunstancias injustas y que necesitaban ser rescatadas. Solo hay una manera de entender la muerte de Cristo y eso es bajo el principio de sustitución penal. Él fue nuestro sustituto para llevar la paga por nuestros pecados para satisfacer la justicia de Dios. El Nuevo Testamento afirma esto, ¿no es cierto? II de Corintios 5:21 “Al que no conoció pecado por nosotros le hizo pecado para que fuésemos hecho la justicia de Dios en Él.” Pero lo dice de esta manera, “Él llevó en su propio cuerpo nuestros pecados.” Y Pablo dice en Gálatas 3, “Él fue una maldición por nosotros.” Esa es la afirmación del Nuevo Testamento de la verdad, Isaías 53.
Dios entonces no ha tratado con nosotros según nuestras inequidades. No ha tratado con nosotros según nuestras trasgresiones. Pero tampoco ha pasado por alto nuestros pecados, sino que más bien, Él ha castigado a su hijo, el Siervo, el Mesías en nuestro lugar y la gracia reina sobre la justicia. Esta será la confesión que Israel hará en el futuro. Pero esta es la confesión que cualquier pecador puede hacer ahora y usted la puede hacer ahora. Se acuerda de II de Corintios 6:2 “Hoy es el tiempo aceptable, hoy es el día de la salvación,” palabras tomadas de Isaías de nuevo. Hoy es el día. Ahora es el tiempo de salvación. Pablo dice en Romanos, citando de nuevo Isaías, Romanos 10:11 “Todo aquel que en Él creyere no será avergonzado.” No hay distinción entre judío y gentil. El mismo Señor y Señor de todos, abundando en riquezas para todos los que le invoquen porque todo aquel que invocara el nombre del Señor será salvo. Eso es ahora. Este es el tiempo aceptable. Eso significa que Dios lo aceptará a usted ahora. Este es el día de salvación.
Padre, de nuevo hemos estado en los tesoros ricos de este capítulo increíble y, aunque, únicamente hemos tocado de manera tan superficial y ligera un versículo, realmente el versículo 6, somos llevados en esta realidad masiva de que este es el punto de esta gran sección de las Escrituras. Y no es para un ejercicio de aprendizaje. Esto no tiene que ver con información, esto tiene que ver con salvación. Oro por personas aquí, quienes ahora entienden de manera completa el Evangelio, entienden el sacrificio de Cristo, judío gentil. Oro porque el día de hoy sea el día de salvación. Que este es el tiempo aceptable que se convierta en su tiempo, inclusive en esta mañana, que ellos se vuelvan a Cristo, que ellos invoquen su nombre para salvación. Salva pecadores ahora Señor, para la gloria de tu nombre, para la gloria de tu nombre. Padre lleva a cabo esa obra en corazones. Oramos inclusive ahora en el nombre de Cristo.
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