Dave me pidió esta mañana si les hablaba del tema de la voluntad de Dios. Y todo el mundo dice: "bueno, todo el mundo habla de la voluntad de Dios. ¿Qué tienes que decir que sea diferente?” Bueno, vamos a descubrirlo.
“¿Cómo puede una persona conocer la voluntad de Dios?” “¿Cómo se cuál es la voluntad de Dios para mi vida?” Los jóvenes me preguntan todo el tiempo. “No conozco la voluntad de Dios para mi vida.” “¿A qué escuela debo ir?” “¿Dónde debo vivir?” “¿Qué tipo de carrera debo escoger?” “¿Qué tipo de trabajo quiero?” “¿Con quién me caso?” “¿Qué busco en un cónyuge en la vida?” “¿Qué debería buscar en términos de oportunidades de carrera, tengo estas tres cosas, como sé qué es lo que Dios quiere que haga?” “¿A qué Iglesia asisto?” “¿Qué hay acerca de un ministerio? Tengo 10 ministerios enfrente de mí. Tengo la parálisis del análisis. No sé cuál escoger. Sería más simple si solo tuviera uno. ¿Por qué hay tantas opciones?” “¿Cómo puedo conocer la voluntad de Dios?”
Y ustedes saben cómo es. Y hay algunas personas, creo, que piensan que la voluntad de Dios está perdida y tienen que buscarla. Oyen a personas decir: “bueno, estoy buscando la voluntad de Dios.” Como si Dios fuera una especie de conejito de la Pascua y tomó Su voluntad y la escondió. Y ahora dice: “encuéntrala”. Y ahí arriba en el cielo está diciendo: “es más y más tibio, más y más caliente,” como si fuera una especie de juego que debemos jugar para encontrar lo que Dios ha escondido.
Y hay otras personas que creen que la voluntad de Dios es una especie de trauma. Ustedes saben, estás corriendo ahí por la calle en la lluvia, te resbalas en una cáscara de banana y tu nariz aterriza en un mapa en África. Y éste es el llamado de Dios, este es el llamado a África. Lo es, ahí voy, Señor. O una voz del cielo en el medio de la noche que dice: ‘ve a la india’. Y estás esperando la voz y lo único que la voz está diciendo es: ‘dejar de roncar,’ o algo así.
Hay otras personas que creen que la voluntad de Dios es algo que debes temer. Ha habido jóvenes que me han dicho: “realmente no estoy pidiéndole a Dios que me haga entender Su voluntad porque no estoy seguro de que la quiero”. Me acuerdo de un atleta que me preguntó en Hume Lake en una ocasión y él dijo: “realmente, para ser honesto contigo, quiero conocer la voluntad de Dios para mi vida, pero temo la respuesta. Digo, soy un atleta y me encanta el deporte. Y mi gran temor es que Dios me va a romper las piernas y me va a hacer tocar la flauta, tú sabes’.
Dios es una especie de aguafiestas cósmico. Bueno, ahí hay uno que se está divirtiendo. Vayan tras él, y Él quiere terminar con tu fiesta. Y Dios quiere que te pongas un casco y vivas en una jungla infectada de mosquitos, repartiendo folletos a la gente que no puede leer el idioma en el que están impresos.
Creo que hay otras personas que asumen que la voluntad de Dios es una especie de anillo en el carrusel. No sé si usted sabe lo que eso significa, pero en algunos lugares creo que en Disneylandia, todavía tienen anillos ahí en los carruseles. Uno se sube y está esto que saca estos anillos. Y tú tratas de atraparlos y tienen varios que son de palo, pero hay algunos que son de bronce. Y si atrapas el que es de bronce, obtienes un premio. He estado en carruseles así y te toca el de bronce y lo avientas ahí en la boca de un payaso un poco más adelante ahí y terminas con el premio grande.
Y hay personas que suponen que bueno, esa es la voluntad de Dios, tú sabes. Simplemente, la buscas. Simplemente, tratas de aferrarte a ella. Y si tienes suerte, y la tienes y la avientas por la boca del payaso, ganas. Pero la mayoría de la gente nunca la va a encontrar. Y si la encontramos, no le vamos a atinar en la boca del payaso. Y vamos a tener que conformarnos con algo menos que eso.
Y no todo el mundo encuentra la voluntad de Dios. Ustedes saben, la gente que son misioneros muy prominentes o la gente que tiene mucho éxito en la vida, realmente están en la voluntad de Dios y el resto de nosotros, en cierta manera, nos quedamos ahí a un segundo nivel, habiéndonos perdido del anillo de bronce. Y así van las teorías de la voluntad de Dios.
Permítame ver si puedo ayudarles a ver las Escrituras con respecto a la voluntad de Dios y antes de que hagamos eso, y simplemente para darles algo de progresión lógica, al responder a la pregunta ‘¿cuál es la voluntad de Dios?’ vamos a asumir varias cosas, ¿muy bien?
Vamos a asumir, número uno, que Dios tiene una voluntad para tu vida. ¿Es esa una suposición apropiada? Yo creo que lo es. Dios es soberano y Dios tiene un propósito para tu vida. Esa es la primera suposición. Dios tiene una voluntad para tu vida. Él no es nebuloso, Él no es vago, Él no es indeciso. Él no carece de una opinión con respecto a ti. Él tiene una voluntad específica en mente para tu vida.
En segundo lugar, si la suposición número uno es verdad, la suposición número dos debe ser verdad. Él quiere que sepas cuál es. ¿Es eso justo? Digo, ¿por qué es que Dios tendría una voluntad para tu vida y frustrarse a sí mismo al no querer que tú sepas lo que es? ¡Claro que Él quiere que sepas lo que es!
Si eso es verdad, la tercera suposición es que Él entonces la va a colocar en el lugar más obvio. Es identificable. Dios tiene una voluntad para tu vida porque Él tiene una voluntad para todo y para toda persona. Y Dios, por lo tanto, quiere que sepas cuál es esa voluntad para que Él pueda cumplir el propósito que Él diseñó. Y, en tercer lugar, esperarías que la pudieras encontrar en un lugar obvio.
Ahora, el lugar más obvio en donde yo sé que hay que buscar la voluntad de Dios es el lugar en donde ha revelado Su voluntad, esto es la Biblia. Dices tú: “ahora espera un momento, esa no es mi pregunta. Quiero saber con quién me debo casar, dónde debo trabajar y etcétera, etcétera. No me preocupa la parte espiritual de eso. Me preocupa la parte práctica de eso”. Y francamente, ese podría ser el problema real, porque tenemos que comenzar con las Escrituras.
Segunda de Pedro capítulo 3, y aquí está un versículo conocido: “el Señor no retarda Su promesa según algunos la tienen por tardanza.” En otras palabras, el Señor no es indiferente o es indeciso o es infiel. En otras palabras, la razón por la que el juicio no ha venido no es porque Dios sea impotente o indiferente o infiel. Él está hablando de juicio aquí. La razón por la que el juicio no ha venido no es porque Dios es tardo, sino porque es paciente. La razón por la que Dios todavía no ha juzgado al mundo es porque Él no quiere nadie ¿qué? Perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento. Ahora, ahí está el primer componente de la voluntad de Dios. La voluntad de Dios es que los hombres sean salvos. Él no quiere que perezcan.
Primera de Timoteo, capítulo 2, versículo 3. Hay una afirmación acerca de Dios nuestro Salvador. En 1 Timoteo 2:3, esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador. Después, versículo 4. Primera de Timoteo 2:4, “Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y de reconocimiento de la verdad.” Y esa es la razón por la que en el versículo 5, Él ha provisto al hombre de Cristo Jesús, el cual se entregó a sí mismo en rescate por todos de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo. Jesucristo, la provisión de Dios, un rescate por todos, porque Dios es un Dios Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos.
Ahora, tanto 2 Pedro 3:9 como 1 Timoteo 2:3 y 4 nos dicen el primer componente en la voluntad de Dios. Dios quiere que los hombres y mujeres sean salvos. Ahí es donde todo comienza. Obviamente, si no eres salvo, si no has obedecido la voluntad de Dios en el primer paso, Dios no está involucrado en expresar Su voluntad para tu vida de una manera positiva. Dios no guía a aquellos que no lo conocen. Repetiré eso: “Dios no guía a aquellos que no lo conocen”. Él guía a la gente a la salvación, pero fuera de eso, para aquellos que rechazan esa salvación, Dios no los está guiando. Es, según Romanos capítulo 8, versículo 14, que aquellos que son guiados por Dios son aquellos que tienen dentro de ellos al Espíritu de Dios. Pero aquellos que no conocen a Dios no son guiados por Él. Jesús los describió de esta manera: son multitudes de ovejas sin pastor. Jesús dijo: “nadie los está guiando”. Realmente, dependen de sí mismos.
Entonces, si tú nunca has llegado a la salvación, dependes de ti mismo. Lo único que Dios ha planeado para ti es juicio eterno. Eso es lo único. Dependes de ti mismo. En Juan, capítulo 10, versículo 4, dice que Jesús dijo, cuando Él presenta a Sus ovejas, Él va delante de ellas y Sus ovejas lo siguen porque conocen Su voz. Él guía a los Suyos. Tú ni siquiera puedes involucrarte en ser guiado por Dios sin el paso de la salvación. Y eso es obvio. Debería ser obvio para todos nosotros. Sin Cristo, eres un extraño para Dios. Sin Cristo, eres un extranjero ilegal, por así decirlo, que está ahí al borde de un Reino al que no perteneces. Sin Cristo, eres un rebelde. Hasta que conoces a Cristo, ni siquiera estás involucrado en el proceso del propósito y voluntad que Dios desarrolla.
Permíteme darte una ilustración de esto: observa Marcos 3. Un relato bastante fascinante de nuestro Señor y Su familia humana. Jesús estaba enseñando aquí en una casa y simplemente, para resumir la historia larga, versículo 31 de Marcos 3 dice: que Su madre y Sus hermanos llegaron. Y estaban de pie afuera y le enviaron noticias a Él y lo llamaron. Él está en una casa, está llena de gente y Él está enseñando. De hecho, ha estado enseñando acerca de Satanás. Y de pronto, Su madre y Sus hermanos aparecen y le mandan decir que lo quieren.
Entonces, algún mensaje viene al frente. Y Jesús está enseñando a multitudes y alguien le dice: ‘oye, tu mamá te quiere’. La multitud, versículo 32, estaba sentada a Su alrededor. Y dijeron, ‘Tu madre y Tus hermanos están afuera buscándote’. Y aquí hay una respuesta sorprendente en el versículo 33. Al responderles, Él dijo: ¿quiénes son Mi madre y Mis hermanos? Dices, espera un momento. ¿Acaso Él no sabe? Claro que sí. Es una pregunta retórica. Versículo 34: “pidiendo a aquellos que estaban sentados a su alrededor, Él dijo esto: he aquí Mi madre y Mis hermanos. ¿Qué? ¿Qué está diciendo Él?
Bueno, el versículo 35 les dice. Todo aquel que hace la voluntad de Dios, él es mi hermano y hermana y madre. Él está diciendo esto, las relaciones terrenales llegan hasta cierto punto. Para estar verdaderamente conectado conmigo, debes hacer la voluntad de Mi Padre. ¿Cuál fue la voluntad de Su Padre? Escuche, Él la expresó cuando Él dijo esto: “este es Mi Hijo amado, a Él oíd”. La voluntad del Padre es que creas en el Hijo. La voluntad del Padre es que ames al Hijo. Si alguno no amare al Señor Jesucristo, sea anatema, Primera de Corintios 16:22 dice. La voluntad de Dios es que entregues tu vida a Cristo.
El Evangelio es un mandato, ¿no es cierto? No es una opción. Siempre decimos: ‘bueno, te invito a venir a Cristo’. La Biblia nunca invita a nadie a venir a Cristo. La Biblia manda a la gente a venir a Cristo. No los invita, les manda. Y es el mandato del Padre: ‘este es Mi Hijo amado, a Él oíd”. Este es Mi Hijo amado, síganlo a Él. Crean en Él. Ése es el Evangelio. Creed en el Señor Jesucristo y serás salvo. “Confiesa con tu boca que Jesús es el Señor y cree en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos y serás salvo.” Todos esos son mandatos.
Entonces, lo que Jesús está diciendo aquí es que las relaciones temporales, las relaciones externas no significan nada. Si realmente quieres estar relacionado a Mí, debes hacer la voluntad de Mi Padre y la voluntad de Mi Padre es que creas en Mí. Entonces, la voluntad de Dios es que la gente sea salva mediante la fe en Jesucristo.
En 1 Juan 2, Juan dice: “si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él”. No puedes servir a Dios y al sistema. Entonces, la voluntad de Dios comienza al afirmar a Cristo como Señor y Salvador. Ese es el primer paso. Si no has dado ese paso, Jesús dice, ni siquiera estás en mi familia. No es Mi madre y no eres Mi hermano. No tienes asociación conmigo, eres una oveja sin pastor, no tienes líder, tú dependes de ti mismo. La única voluntad que tengo para ti es el infierno eterno.
Hay un segundo elemento de la voluntad de Dios en la Biblia que es básico y ese está en Efesios capítulo 5. Veámoslo. Texto conocido. Efesios, capítulo 5 y versículo 17, ahora, este es un versículo algo difícil de entender, así que sea paciente. “No seáis pues insensatos”. Bueno, hay otra palabra para insensato que comienza con ‘t’. Torpe. Bien. Eso simplemente parece tener un eco, ¿no es cierto? Torpe. No seas torpe, sino sé entendido de cuál sea la voluntad del Señor.
Ahora, permíteme hacerte una pregunta. Si no conoces la voluntad del Señor, ¿qué eres? ¿Qué eres? Torpe. Usted pregunta qué quiero decir. Bueno, eso es lo que dice. No seas torpe, si no entiende cuál es la voluntad del Señor. No entiendes la voluntad del Señor, eres torpe. Dices: ‘estoy buscando, estoy buscando’. Está aquí. Está aquí. Ha estado aquí todo el tiempo. ‘Bueno, ¿Cuál es?’ Versículo 18. Simplemente, sigue leyendo. “No os embriaguéis con vino en lo cual hay disolución, antes bien sed ¿qué? Llenos del Espíritu”.
Lo segundo en la voluntad de Dios es que seas lleno del Espíritu. Lo primero, que seas salvo. En segundo lugar, que seas lleno del Espíritu. Si no conoces esto, eres ¿qué? Sorprendente. Él dice: mira, quiero que conozcas la voluntad de Dios. Y la voluntad de Dios para ti es que no te embriagues con vino. Eso es disipación, sino que seáis llenos del Espíritu.
Dices, ‘bueno, ¿por qué es que comparan esas dos cosas como si fueran las únicas dos alternativas? O es un borracho o estás lleno del Espíritu. ¿Qué tipo de comparación es esa? La comparación sale del sistema religioso antiguo. Cualquiera de ustedes que ha viajado al Medio Oriente, a alguno de estos lugares en la vida de Pablo y en la primera Iglesia, inclusive en el mundo árabe, así como Balbeck, en donde yo he estado y he visto al templo de Baco y todo eso, sabrán que cuando visitas a esos lugares, les dicen que cuando los adoradores religiosos antiguos se reunían, creían que tenían comunión con la deidad mediante dos medios primordialmente. Uno, era la inmoralidad sexual, cuando una sacerdotisa, que era una prostituta de un templo, y en la euforia y el éxtasis de la experiencia sexual, ellos estaban siendo levantados para tener comunión con la deidad.
Y lo segundo fue en la embriaguez. Ellos creían que conforme se embriagaban, eso les elevaba más allá de sí mismos. La embriaguez era un estado de euforia religiosa que los llevaba a la presencia de su deidad. Allá por los 60, cuando nació el movimiento hippie, un hombre muy influyente llamado el Dr. Timothy Leery estaba diciendo esto.
Él estaba promoviendo el ingerir drogas como una experiencia religiosa, porque esas drogas elevaban tu nivel de conciencia. Esto también es el caso en la parte oriental del mundo, en las religiones místicas orientales, ellos creían que cierto tipo de auto hipnosis y cierto tipo de estupores inducidos por las drogas te elevan al nivel de comunión con la deidad. En Latinoamérica lo hacen con una droga llamada el peyote. Lo hacen en Sudamérica con una droga que ha sido usada como anestesia en nuestros hospitales en Estados Unidos llamada querarri, una forma de eso. Tienen varias cosas diferentes como esa alrededor del mundo. Nos están diciendo en Somalia que estos rebeldes que están masacrando a todas estas personas pueden enfrentar los homicidios y el estilo de vida porque mastican cierta droga que los hace estar en un estado completo de estupor, alejados de la realidad.
Bueno, la gente ha asociado este tipo de cosas con una experiencia religiosa. Y Pablo está diciendo: ‘miren, si quieres acercarte a Dios, si quieren ser elevados y trascender y salirse de las normas de la vida y alcanzar el nivel de la deidad, no lo hagan al embriagarse. Háganlo al estar rellenos de ¿qué? Del Espíritu Santo. Así es como tienes comunión con Dios, comunión con el Dios verdadero. No seas torpe. Tú sabes cuál es la voluntad de Dios. Y Su voluntad es que seas lleno del Espíritu. Esa es la voluntad de Dios.
Ahora, obviamente vas a hacer la pregunta: ¿qué significa ser lleno del Espíritu? Bueno, permítanme ver si puedo darles una respuesta breve. En primer lugar, tienen que saber esto: que, si eres un cristiano, el Espíritu Santo vive en ti, ¿verdad? Romanos 8:9, y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Él. Y de la misma manera, si tienes a Cristo, tienes al Espíritu.
Primera de Corintios 6:19, ¿qué? “No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo el cual tenéis de Dios y que no sois vuestros. Porque habéis sido comprados con precio. Glorificad pues a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro Espíritu, los cuales son de Dios.” Tu cuerpo es el templo. Primera de Corintios 12, versículos 12 y 13. Dice que todos hemos sido bautizados en un Espíritu. Toda persona que es cristiana posee al Espíritu Santo. Pero eso no significa que somos llenos del Espíritu Santo.
¿Qué queremos decir con ‘llenos’? Bueno, queremos decir, en primer lugar, entendido de manera muy simple, controlado por. Controlado por. La palabra pleroo tiene la idea de influencia total. Por ejemplo, en el Nuevo Testamento, en los relatos del Nuevo Testamento, con frecuencia lees acerca de alguien que fue lleno de enojo. Que estaba lleno de temor, lleno de asombro. Lleno de maravilla. Y lo que eso básicamente significa es que esa es una influencia dominante.
Por ejemplo, en la vida, generalmente tu equilibras las cosas muy bien. Tomemos, por ejemplo, el gozo y la tristeza. La frase ‘lleno de tristeza’ también es usada en el Nuevo Testamento. Tomemos el gozo y la tristeza. Podrías vivir la vida y equilibrar eso bastante bien. Hay suficientes cosas en tu vida que son positivas, pasas el examen y tienes algunos amigos amables. Y pronto, te vas a casa, vacaciones. Vas a recibir un regalo de Navidad de tus padres. Ustedes saben. Y todas esas cosas. Y vas a tomar algunos viajes, no vas a tener que estudiar. Y eso es muy feliz.
Por otro lado, tiene a tu tía ya mayor que tiene cáncer y el mundo no está mejorando. Y quizás, hay cierta ansiedad en tu corazón porque estás apegado a alguien. Y te gustaría tener una relación que se desarrolle, pero él no está interesado en ti o lo que sea. Y así es la vida. Tú sabes, así es la vida. Y simplemente, vas equilibrándolo; y no estás lleno de temor y no estás lleno de tristeza, pero no estás lleno de gozo. Y en cierta manera, tienes tus momentos.
De pronto, ¿qué sucede? Muere tu tía mayor y te deja un patrimonio entero. Millones. Y la escala va ¡guau! del lado del gozo, ¿verdad? Estás lleno de gozo. Y pronto, el gozo se convierte en la influencia controladora. O, por otro lado, te has enamorado de alguien y te dejan y ¡guau! del otro lado de la tristeza… y el equilibrio, se acabó. Y no puedes mantenerlo y eres controlado por la influencia dominante de esa emoción.
Eso es lo que significa ser lleno del Espíritu. Significa ser dominado por la fuerza del poder del Espíritu Santo en tu vida de tal manera de que no hay… bueno, sé cómo quiero vivir mi pequeña vida cristiana. Un poco para ti, Espíritu y un poco para mí. Y hago lo que quiero un par de horas; y después, Tú haces lo que quieres el domingo. Y después, quizás unos cuantos días durante la semana. Y vamos a manejar esto juntos. Y en cierta manera, vamos a mantener esto equilibrado.
Tristemente, eso es lo que la mayoría de los cristianos hacen. Ser lleno del Espíritu significa que la balanza se inclina de manera total en favor del Espíritu Santo. Él se convierte en la influencia controladora. Otro uso de esta palabra en los Evangelios es muy interesante, es el uso de la palabra pleroo para expresar el viento que llena las velas que mueven al barco.
Lo mismo sucede en tu vida. Cuando te vuelves totalmente influenciado por el Espíritu Santo, Él se convierte en la fuerza que te mueve. Él comienza a impulsarte en la dirección correcta. Él se convierte en la fuerza que llena las velas que mueven al barco.
Entonces, debes entender esto: posees el Espíritu Santo. Pero no necesariamente estás bajo la influencia dominante del Espíritu Santo en todo momento. Por lo tanto, no estás siendo impulsado por el Espíritu Santo como 2 Pedro 2:21 lo describe o el 1:21, todo el tiempo. Ser lleno del Espíritu es permitir que el Espíritu domine tu vida y te mueva en la dirección que Dios quiere que vayas.
Entonces, no tienes que pedir el Espíritu. Posees al Espíritu. No dejes que nadie venga y te diga que necesitas al Espíritu Santo. Que ores por el Espíritu Santo. No. Ya tienes al Espíritu Santo viviendo en ti. Necesitas estar totalmente controlado e influenciado por Su poder. Es algo así como un Alka Seltzer, en un sentido, para darles una analogía. Si tienes un Alka Seltzer, si quieres un Alka Seltzer, lo pones en un vaso con agua y mientras que está en la parte de abajo, no hace nada. Todo el poder está ahí. Toda la fuerza está ahí. Todo el valor está ahí. Todo está contenido en esa pequeña tableta, pero hasta que es difundido en el resto del vaso y es colocado en partes iguales en toda el agua, no va a tener su impacto apropiado.
Lo mismo es con el Espíritu Santo. El poder está comprimido en el Espíritu Santo de Dios residiendo en la vida adentro del creyente. Pero para que sea eficaz, tiene que ser difundido en toda la vida del creyente. Y ése es esencialmente el punto. Otra manera de ilustrarlo sería tomar un guante. Si tengo un guante aquí y le digo a este guante: ‘muy bien, guante, toca el teclado por aquí adelante, guante. Simplemente, toca algo.’ El guante no puede hacer eso. Simplemente va a quedarse ahí.
Ahora, un guante tiene cinco dedos, pero un guante no puede tocar el teclado. Ahora, si meto mi mano en el guante y tocó el teclado, ¿qué sucede? Caos, porque no puedo tocar muy bien. Pero para efectos de ilustración, el guante hace lo que hace mi mano. El guante no dice: ‘lo siento, dedo, no voy a cooperar’. No, no. Los guantes no hablan, simplemente hacen lo que hace tu mano. Lo mismo sería el caso en la vida de un creyente. Cuando me vuelvo totalmente influenciado por el Espíritu Santo y soy guiado por el Espíritu Santo, me vuelvo como un guante con el Espíritu de Dios siendo los dedos que mueven; y simplemente, estoy respondiendo y moviéndome bajo la motivación, la voluntad completa, la dirección del Espíritu de Dios.
Ahora, permítame profundizar en esto, entendiendo lo que es la vida llena del Espíritu a manera de analogía. Tomemos a Pedro. Todo el mundo ama a Pedro, el apóstol que se metió en problemas. Todo el mundo puede identificarse con él. Él se metió en problemas y todos lo amamos por eso. Pero Pedro tuvo algunas capacidades sorprendentes. Y creo que algunas veces, lo subestimamos. Déjenme ver si puedo tomar esto desde otro ángulo.
Pedro hizo algunas cosas absolutamente increíbles. Digo, quizás la más increíble fue que caminó sobre agua, ¿se acuerdan de eso? Se acuerdan del registro de Mateo capítulo 14, los discípulos están ahí afuera en una barca y la tormenta está arrojando la barca - y las tormentas pueden ser muy malas en el mar de Galilea, he estado ahí. Está rodeado de montes y entran vientos y entran ahí y agitan el agua. Y puede ser bastante duro en una pequeña barca. Y los discípulos tienen mucho, mucho miedo.
Y de pronto, ven a la distancia y en el medio de esta tormenta, aquí está Jesús caminando sobre el agua. Y Pedro, quien es intempestivo, sin pensar en lo que está haciendo, se avienta del barco y comienza a caminar hacia Jesús. Y poco después, se da cuenta de lo que está haciendo. Y comienza a hundirse. El Señor lo levanta y los dos caminan de regreso a la barca.
Bueno, ustedes conocen a Pedro lo suficiente como para saber que los dos están acercándose a la barca. Y él tiene un gesto en su cara, ustedes saben, de casi como diciendo ¿qué les parece, señores? No está mal, ¿verdad? El poder hacer esto. Pero aquí está caminando sobre el agua. Por inepto que fue en algunas cosas, él estaba caminando sobre el agua. Y él hizo algunas cosas milagrosas.
En segundo lugar, él dijo algunas cosas milagrosas. En Mateo, capítulo 16, Jesús les dijo a los discípulos: “¿quién dicen los hombres que soy Yo?” Y los discípulos dijeron: ‘bueno, algunos dicen que tú eres Elías, Jeremías o uno de los profetas. Pero Jesús dijo: ¿quién dicen ustedes que Yo soy? Y de la boca de Pedro sale: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.”
Y estoy seguro de que él se puso la mano en su boca, ‘¿de dónde salió eso?’ Porque Jesús le dijo: “sangre y carne no te lo revelaron, sino Mi Padre que está en los cielos.” Dios abrió su boca y habló a través de su boca las palabras Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Este hombre humilde, Pedro, hizo cosas milagrosas y dijo cosas milagrosas.
No sólo eso, él hubo valentía milagrosa. Me encanta en el huerto, en Juan 18 cuando los soldados vienen a arrestar a Jesús. Y entran marchando en el huerto. Y Pedro está ahí junto a Jesús. Y conforme se acercan a Jesús para arrestarlo, ¿se acuerdan de que Pedro saca su espada? Él quiere comenzar una revolución. Este es el acto inicial para comenzar una revolución. ‘Vamos a pelear’. Y él se dirige a Malco, el siervo del sumo sacerdote y le corta la oreja. Y sabes que de él iba por su cabeza, el hombre es simplemente se agachó y perdió su oído. Esto es mucha valentía. Digo, él está viendo al destacamento romano entero mirándolo ahí directamente, cargados hasta los dientes de armamento. Él va a pelear contra el gobierno romano entero. Una valentía tremenda.
Ahora, ¿cuál es el común denominador? Le voy a decir cuál es el común denominador. Él caminó sobre agua cuando estaba junto a Jesucristo. Él dijo: Tú eres Jesucristo, el Hijo del Dios viviente cuando estaba de pie en la presencia de Jesucristo. Él tomó una espada y estaba listo para pelear contra todo el ejército romano, cuando estaba de pie junto a Jesucristo. El común denominador en la vida de Pedro es que, en la cercanía a Cristo, él encontró un poder tremendo, ¿verdad? Al estar cerca de Cristo, él encontró un poder tremendo.
Ahora, sigamos la historia de Pedro un poco más adelante. Tomaron a Jesús prisionero. A Pedro se le dice que guarde su espada. Si vives por ella, vas a morir por ella. Se llevaron a Jesús cautivo. Se lo llevaron a un juicio. Pedro está afuera, quizás a unos metros de distancia. ¿Se acuerdan calentándose a sí mismo en el fuego? ¿Y que hizo tres veces? Negó a Cristo, ¿verdad? Cobardemente, perdió toda su valentía, todo su ánimo, toda su integridad, toda su credibilidad. Negó a su Cristo débil, vacilando. Él inclusive negó a Cristo frente a una pequeña niña sierva Y lo hizo con vulgaridad. Él maldijo. Realmente, muy diferente del hombre que acabamos de describir.
¿Cuál fue el problema? Él no estuvo cerca de Cristo. Cristo está por allá, Pedro está por acá y no hay poder. Ahora, sigan el pensamiento. La siguiente ocasión en la que vemos a Pedro es en el día de Pentecostés en nuestro pequeño escenario. Y en el día de Pentecostés, Jesús para este entonces ya está ¿dónde? Está en el cielo. Nos hacemos la pregunta: ¿si Pedro fue un cobarde a unos metros, ¿qué va a hacer con Jesús en el cielo? ¿Cómo va a hacer cuando el Señor esté totalmente fuera de la escena? Lo que es interesante es que, en Hechos, el capítulo 2, dice en el versículo 14 que él se puso de pie en el día de Pentecostés y él predicó a Cristo. Y él predicó con denuedo, con valentía. Y él les dijo a los judíos que habían pecado al matar al Mesías. Y él predicó el Evangelio poderoso. Se convirtieron 3000 personas.
La próxima vez que lo vemos es en el capítulo 2. La próxima vez que lo vemos está en el templo. Y ahí está un hombre cojo. Y él dice: “oro y plata no tengo, pero lo que tengo doy. Levántate y anda.” ¿Y qué estamos viendo en Pedro de nuevo? Él tuvo el poder de hablar cosas maravillosas. Él tuvo el poder de hacer cosas maravillosas tales como el levantar a un hombre cojo. Él tuvo una valentía increíble, maravillosa. Lo llamaron al Sanedrín, lo arrastraron frente al Sanedrín. Le dijeron que dejara de predicar. Y él dijo: “vosotros juzgáis si debemos agradecer a Dios o a los hombres.” Y salió y predicó a Cristo con más valentía.
Ahora, sigan el pensamiento. Todas las mismas cosas. Él dijo cosas poderosas. Él hizo cosas poderosas. Tuvo valentía poderosa. La diferencia es que Cristo está en el cielo. Dices tú, ‘espera un momento. ¿De dónde obtuvo el recurso para eso?’ Aquí está la respuesta, Hechos 2:4. “Y todos fueron llenos del Espíritu Santo”.
Ahora, permítame llevar esto a una conclusión. Ser lleno del Espíritu Santo hizo que Pedro actuara de la misma manera que él actuó cuando Jesucristo estuvo en su presencia. ¿Cuál es la conclusión? Que la vida llena del Espíritu es vivir en la conciencia de la presencia y el poder de Cristo. Puede ser reducido a estar consciente de Cristo.
¿Cómo obtienes esto? Bueno, Colosenses 3:16 es el paralelo de Efesios 5:18 y dice que “la palabra de Cristo more en abundancia en vosotros”. Conforme la Palabra mora en abundancia en ti, conforme te alimentas de la Palabra de Dios, conforme te saturas a ti mismo de las Escrituras, se convierte, por así decirlo, en la presencia de Cristo, porque es Su Palabra. Es la palabra de Cristo y conforme la Palabra de Cristo te domina, el Espíritu te controla. Esa es la clave.
No hay nada místico. No te quedas ahí esperando que de alguna manera tengas alguna experiencia sobrenatural. Viviendo todo momento en la presencia consciente del Cristo que siempre está cerca es el punto. Y eso le sucede a la gente que está saturada de las Escrituras. Saturada de las Escrituras de tal manera que la Palabra de Cristo mora en ellos y Cristo está vivo y en real para ellos. Y Su influencia se convierte en el elemento controlador en sus vidas.
La voluntad de Dios es que seas salvo. Y la voluntad de Dios es que seas lleno del Espíritu lo cual significa que sea controlado por la influencia total del Espíritu, lo cual sucede cuando la Palabra de Cristo mora en ti de tal manera que vives en la conciencia de Su presencia.
Permíteme darte un tercer principio. Primera de Tesalonicenses, capítulo 4, esto es muy práctico. Primera de Tesalonicenses, capítulo 4, versículo 3. Ahora, no necesitas tropezar tratando de encontrar la voluntad de Dios, aquí está. Versículo 3: “porque esta es la voluntad de Dios.” Ahora, ¿acaso eso es demasiado difícil? Bastante directo. Esta es la voluntad de Dios, vuestra santificación. La voluntad de Dios es que seas salvo, lleno del Espíritu, y ¿cuál es la tercera? Santificado. ¿Qué significa eso? Apartado del pecado… Apartado del pecado. Tu santificación, esa es la voluntad de Dios.
Ahora, él aquí te da cuatro principios de lo que él quiere decir. Principio número uno, ahí en el versículo 3: “que os abstengáis de fornicación”. Ese es el número uno. ¿Qué significa? Mantente alejado del pecado sexual. Mantente alejado del pecado sexual. Alguien pregunta qué tan alejado. Bastante alejado como para estar separado de él. La suficiente distancia como para mantenerte puro.
Entonces, ¿qué estás diciendo? ¿Estás diciendo que no puede darle la mano a mi novia, estás diciendo que no puedo abrazarla? ¿Estás diciendo que no puedo besar a mi novio? ¿Que estás diciendo?
Lo que estoy diciendo no es algo negativo. Lo que estoy diciendo es algo positivo. Mantente alejado de la inmoralidad sexual. ¿Qué tan alejado? Tan alejado como para estar totalmente separado del pecado. Pablo dice en 1 Corintios 6:12: “todas las cosas me son lícitas, pero no seré dominado por nada”. No hay nada de malo con la epidermis de alguien. No hay nada malo con tocar la epidermis de alguien más científicamente. Si colocas tus labios en los labios de alguien más, eso en sí mismo es algo anatómico.
Pero lo que sucede dentro de ti no lo es. Y entonces, no debes hacer nada que te vaya a colocar bajo su poder. Entonces, él dice: mantente alejado del pecado sexual. ¿Qué tan alejado? Tan alejado como para mantenerte separado del pecado. Y tú sabes, tu sabes cuando puedes hacer cosas que son una expresión apropiada de amor que no es pecaminoso y cuando haces cosas que te llevan por el camino del pecado.
Segundo principio, versículo 4, “que cada uno de vosotros sepa cómo poseer su propio vaso en santificación y honor”. Ahí hay un debate que se discute con frecuencia acerca de lo que significa la palabra vaso. Yo lo tomo como cuerpo. No voy a tomar el tiempo para defender todo eso. Es suficiente decir, por el momento, que el segundo principio es: controla tu cuerpo. Debes saber cómo poseer, controlar tu cuerpo con el propósito de mantenerte en santificación y honor. Controla tu cuerpo. Como puedes ver, Pablo sabe que éste es el problema. El problema en la santificación es uno, mantenerte alejado del pecado sexual. Y dos, mantener tu cuerpo bajo control.
Primera de Corintios 9:27, Pablo dice: “sino que golpeo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre.” Hago que tenga un ojo negro, él usa la palabra golpear. Le pego en el rostro. Golpeo mi cuerpo para mantenerlo bajo control. Él aquí está hablando de actos externos. No hago nada con mi cuerpo de alguna manera vaya a deshonrar a Dios.
Después de todo, Primera de Corintios 6:17, el que está unido al Señor es un espíritu. Entonces, lo que hago con mi cuerpo, estoy uniendo a Cristo a eso. Esa es la razón por la que Pablo dice que, si te unes a una ramera, has unido a Cristo a la ramera. En lo que te involucres, tú involucras a Cristo porque eres uno con Él.
Entonces, controlo mi cuerpo, dice Pablo. Esto es santificación. Dios quiere que mantengas tu cuerpo bajo control para cumplir con el propósito de la santificación y el honor.
En tercer lugar, y podríamos hablar más de los detalles de estas cosas, pero no tenemos tiempo esta mañana, en tercer lugar, versículo 5: “somete tus pasiones. No en pasión y concupiscencia como los paganos que no conocen a Dios”. Tiene que controlar tu pasión.
Ahora, el control de tu cuerpo es exterior. El control de tu pasión, es interior. Tú controlas tu cuerpo, no dejes que tu cuerpo haga cosas que te llevan a pecar. Tú controlas tus pasiones al no dejar que tu mente vea, oiga y contemple cosas que te llevan a pecar. Tú controlas el cuerpo al controlar en la mente. Tú controlas la imaginación. Santiago dice: la concupiscencia cuando concibe en la imaginación, da luz al pecado.
Entonces, Pablo dice, ‘la voluntad de Dios es que seas santificado’. Y después, el cuarto principio que él da en el versículo 6: “que ninguno transgreda y defraude a su hermano en el asunto.” ¿Qué quiere decir con eso? No te aproveches de otras personas. Una cosa acerca del pecado sexual es que toma a alguien más para la mayoría de la gente para cumplir sus fantasías o sus concupiscencias. Y el punto que él está presentando aquí es que, si tú sigues tus deseos corporales y tus pasiones, vas a terminar defraudando a alguien más. Alguna otra mujer u hombre. Si estás buscando el camino del pecado sexual, vas a terminar defraudando a alguien más. Controla tu cuerpo, sujeta tus pasiones.
Apenas la semana pasada me contaron de un pastor que fue arrestado la semana pasada, un pastor de una Iglesia no en esta área. Porque él violó a una mujer a las 9:30 de la mañana en el centro comercial frente a seis testigos. Y fueron a su auto después de arrestarlo y sacaron su portafolios y adentro del portafolio había una Biblia y muchas imágenes pornográficas. Si no controlas tu pasión, no va a pasar mucho tiempo antes de que no puedas controlar tu cuerpo; y después, vas a violar a alguien… Así de lejos has llegado cuando a las 9:30 de la mañana en un centro comercial frente a seis testigos, fuera de control más allá de lo que podemos imaginarnos.
Usted dice: “bueno, estas son reglas bastante difíciles. Digo, mantente alejado de pecados actuales, controla tu cuerpo, sujeta tus pasiones, no te aproveches de otros. Eso no es lo que el mundo está diciendo.” ¿Qué es lo que el mundo está diciendo? El mundo está diciendo: disfruta del pecado sexual, deja que tu cuerpo te guíe a dónde quieres, deja que tus pasiones estén fuera de control y agarra a quien esté cerca y disfrútalo. Eso es exactamente lo opuesto. Y alguien dice: ‘bueno, no sé si me gustan estas reglas’. Bueno, el versículo 8 fue escrito para aquellos a quienes no les gustan estas reglas. “Como consecuencia, el que rechaza esto no está rechazando al hombre, sino a Dios, quien nos ha dado Su Espíritu Santo.”
Hombre, si tú rechazas esto, no estás rechazando algún sistema inventado por hombres, estás rechazando al Dios quien te dio a Su Espíritu Santo como la fuente de poder para darte fortaleza para evitar estos pecados. El versículo 7 repite el principio: “Dios no nos ha llamado a impureza, sino a santificación.”
Ahora, permítanme darles algunas ideas prácticas a partir de esto, ¿muy bien? Podría darles más puntos, pero voy a terminar en este punto. Es la voluntad de Dios en 1 Pedro 2 que seas sumiso. Es la voluntad de Dios en 1 Pedro 4 que estés sufriendo porque tú eres un evangelista eficaz. Pero tomemos únicamente estas tres cosas, ¿muy bien? Salvo, lleno del Espíritu y santificado. ¿Muy bien? Esa es la voluntad de Dios para tu vida.
Ahora, déjeme darles algo que va a llevar esto a su conclusión. Dices: ‘espera un momento. No me dijiste nada acerca de lo que quiero saber. Quiero saber con quién me caso, qué hago, quiero saber acerca del próximo semestre, quiero saber esto y quiero saber aquello. ¿Cómo puedo conocer estos detalles que no están en la Biblia?’ ¿Están listos para escuchar esto? Escuchen esto, este es un versículo que realmente deben aprender a amar. Se los voy a leer. Salmo 37, versículo 4. Escuchen lo que dice: “deléitate así mismo en Jehová y Él te dará los deseos de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, confía en Él y Él lo hará.”
Ahora escuche esto. Deléitate en Jehová y Él te dará los deseos de tu corazón. Ahora, permíteme hacerte una pregunta. Si soy salvo, si estoy controlado por el Espíritu y si estoy santificado, ¿me estoy deleitando en el Señor? Claro. Claro. Y si estoy deleitándome en el Señor, Él me dará los deseos de mi corazón. ¿Sabes lo que eso significa? Eso no significa que Él me dará lo que yo quiero simplemente. Significa que Él me hará querer lo que Él quiere para mí. ¿Escuchaste eso? Él me dará los deseos de mi corazón. Él me dará Sus deseos.
Dices: ‘¿adónde vas con esto?’ Simplemente esto: si soy salvo, si estoy lleno del Espíritu, estoy santificado, ¿sabes cuál es la voluntad de Dios? ¿Sabes cuál es? Lo que tú quieras. Dices, ‘espera un momento, ¿lo que yo quiera? ¿Lo que yo quiera es la voluntad de Dios?’ Sí. ¿Porque quién está controlando tus deseos?
La gente con frecuencia dice: ¿por qué te fuiste a Grace Community Church? Y a lo largo de los años, he dicho: “porque quise”. “¿Quisiste? ¿Cómo supiste que era la voluntad de Dios?” “Porque quise; y yo creo que, si me deleito en el Señor, Él me dará los deseos de mi corazón”. Dios puede moverte conforme vas caminando.
En una ocasión, se me acercó Marty Wolfe y él dijo: “no sé a dónde Dios quiere que yo vaya a servir como misionero”. Y yo le contesté: “bueno, Marty, dime lo que haría si tú pudieras escoger”. Él dijo: “bueno, soy judío, un judío convertido. Hablo francés bien. Si yo pudiera escoger, yo me iría a París como misionero a los judíos en París.” Hay una población enorme de judíos. Y yo le dije: “Marty, ¿eres salvo?” “Sí, hermano”. “¿Lleno del Espíritu?” “Sí, hasta donde yo sé, estoy caminando en el Espíritu, Él es la influencia de mi vida, estoy en la palabra”. “Santificado, viviendo una vida pura, manteniéndote alejado del pecado sexual, controlando tu cuerpo, tus concupiscencias, no defraudando a los demás, ¿todo está bien en tu vida?” “Sí”. “¿Quieres irte a Francia? Adiós”. Llegó al Comité de misiones, levantamos el dinero para tener un letrero: “Marty Wolfe se va a Francia.”
Seis meses después, él terminó en Montreal, Canadá. Preguntas: “¿qué? ¿Qué está haciendo él en Montreal? Hay judíos que hablan francés en Montreal. Él tuvo la idea correcta, el Señor tuvo otra ciudad. Eso es todo. Fue fácil, el Señor simplemente lo desvió. Como pueden ver, una vez que él estaba avanzando, siguió deseo de su corazón. Como pueden ver, es igual con un anciano en una Iglesia.
Primera de Timoteo 3 dice: “si alguno anhela obispado, buena obra desea”. ¿Cómo puede ser llamado al ministerio por un deseo del corazón? Es el grito de tu corazón que quiere hacer esto si tu vida está bien. Entonces, cuando estás buscando la voluntad de Dios para el próximo semestre, o al compañero de tu vida o lo que pueda hacer en el servicio cristiano, debes asegurarte de que los elementos conocidos de la voluntad de Dios están bien. De lo contrario, nunca encontrarás lo desconocido, ¿verdad? Digo, si no eres cristiano, simplemente estás jugando un juego. O si no estás permitiendo que el Espíritu de Dios controle tu vida y estando saturado por la Palabra y no estás viviendo una vida apartada, santificada y pura, realmente no tienes muchas posibilidades de encontrar la parte desconocida de la voluntad de Dios. Pero si tu vida está bien, puedes seguir los deseos de tu corazón, porque habiéndote deleitado en Él, Él te dará los deseos de tu corazón.
Padre, gracias por nuestro tiempo en esta mañana y sé que el deseo de los corazones de estos jóvenes es estar en este lugar y estudiar aquí y servirte. Y oro, Señor, porque Tú refines ese deseo. Que Tú lo refines tan específicamente como Tú quieras para cada vida individual y que Tú les des a manera de su propia pasión, su propio anhelo, su propio deseo.
Pero Señor, yo sé que no van a tener el deseo por Tu voluntad acerca de esos aspectos desconocidos hasta que hayan comenzado a vivir en sus vidas las expresiones conocidas de Tu voluntad. Oro porque si alguno aquí que todavía no ha sido salvo, que no ha llegado a conocer al Pastor verdadero, a seguirlo para que sean salvos, oro por aquellos que están andando en la carne y no en el Espíritu. Y entonces, aquellos que están satisfaciendo los deseos de la carne y no del Espíritu.
Oro por aquellos que no están siendo santificados y puros y apartados a la santidad y al honor. Señor, oro porque en toda vida pueda haber salvación y un poder por estar llenos del Espíritu y santificación. Y después, deleitándose en Ti, ellos conozcan Tus deseos porque Tú se los darás. Pueden seguir su propio corazón conforme su propio corazón te sigue a Ti al lugar perfecto de Tu voluntad. Oro eso por toda persona, toda persona. Y te damos la gloria por lo que Tú harás si somos fieles, en el nombre de Cristo. Amén.
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