En nuestro mundo de hoy, ¿no sería bueno saber que su felicidad no depende de que se cumplan sus necesidades físicas más básicas? Si "bendito" significa "feliz", ¿a qué se estaba refiriendo Jesús cuando dijo: "Bienaventurados los pobres de espíritu" o "benditos los que tienen hambre y sed"? ¿Podemos poseer la felicidad verdadera y duradera?

En Las Bienaventuranzas, John MacArthur le lleva a un estudio de estas afirmaciones de "Bienaventurados" que examinan las directrices morales, éticas y espirituales que gobiernan al pueblo de Dios. Descubrirá cómo es posible que:

• el camino hacia abajo es el camino hacia arriba
• el hambre y la sed conducen a la satisfacción
• la pobreza espiritual conduce a la riqueza espiritual
• el quebranto es el camino al gozo
• tener nada es el camino para tener todo

¿Cuál es el resultado de seguir las pautas en este estudio? Cristo, Él mismo, prometió que producirá una felicidad profunda y permanente.