Dios nunca tuvo el propósito de que los cristianos viviéramos aislados, apartados en nuestras propias burbujas de cristal privadas. Usted fue diseñado para relaciones en un nivel ínfimo, real. Para conocer y para ser conocido. Para encontrar apoyo cuando cae y consuelo cuando está dolido. Para encajar, para ser necesitado, para ser utilizado por Dios. Para lograr, como una parte de un organismo muy unido, aquello que nunca podría esperar alcanzar sólo.

Esa es la dinámica del cuerpo en acción. La Iglesia de Jesucristo - el Cuerpo - es un agente evidente del Reino de Dios, en donde cada parte encaja y se mueve en armonía para fortalecer a sus miembros y traer luz a un mundo oscuro.

En La Dinámica del Cuerpo, John MacArthur ofrece esperanza para tiempos en donde usted lucha entre quién usted es en Cristo y cómo usted encaja en Su plan para el Cuerpo. De un modo alentador, profundo y totalmente aplicable, La Dinámica del Cuerpo señala el camino hacia una Iglesia más fuerte, unificada, llena de amor y que transforma al mundo.