
Cuando usted piensa en el día de reposo, es probable que le venga a la mente algo más que el sábado, el séptimo día de la semana.
Para algunos, es el día establecido por Dios hace mucho tiempo atrás para la adoración; y aún hoy, tal vez apartado para nada más que la adoración. Para otros, el día de reposo está fuera de la vista, fuera de la mente. Es el mandamiento del Antiguo Testamento que Dios anuló, sin una conexión real con la iglesia, el cristianismo moderno o la adoración.
Pero el día de reposo, cuando se entiende en su plenitud, es rico en significado y de gran alcance en sus implicaciones. Prepárese para ser sorprendido. En este estudio, John MacArthur examina el día de reposo: su significado, su cumplimiento y por qué reunirse para el culto colectivo el domingo -el día del Señor- es fundamental para la fe y la práctica cristianas.