Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
-- Mateo 11:28-30
Esas palabras de Jesús fueron una maravillosa noticia para el pueblo que las oyó. Estaban afanándose bajo una pesada carga. Era la carga de tratar de ganar su salvación al cumplir la ley y todas las ordenanzas y tradiciones que se habían desarrollado en el judaísmo de ese tiempo. Jesús dijo en mateo 23:4 que los maestros de la ley y los fariseos ponían pesadas cargas sobre las personas pero nunca levantaban un dedo para ayudar a cargarlas. Tratar de ser lo suficientemente buenos para llegar a ser justificados ante Dios es una pesada carga que nadie pude llevar. Pero aún en la actualidad hay muchos por el mundo afanándose bajo esa carga. Todo sistema de salvación por obras es un sistema imposible, ya que la Biblia dice que nadie puede ser justificado por las obras de la ley (Ro. 3:20) y usted puede ser salvo solo por la gracia, no por las obras.
Pudiera haber muchas religiones en el mundo pero solo hay dos sistemas de salvación. Está la verdad del evangelio: Que la salvación viene aparte de las obras como el don de Dios por gracia mediante la fe. Y hay otro sistema, llámasele como se le llame, que dice que usted puede ganar su camino al cielo por ceremonias religiosas, por obras morales o por buenas obras. Eso es mentira del diablo, para hacernos confiar en nosotros mismos y no en Dios. Ese es el engaño bajo el cual se afana la mayor parte del mundo y es una carga pesada. Una religión de obras puede proporcionar ausencia de paz y descanso, porque nadie es perfecto. Nadie puede levantarse sobre su naturaleza caída.
Pero Jesús vino y dijo: “Vengan a mí, todos ustedes que se están afanando bajo la inmensa carga de tratar de ganar su salvación y yo les daré descanso. En lugar de este yugo de la ley y la tradición que ha sido puesto sobre ustedes como un áspero yugo de madera que le ponen al buey para tirar de una carreta extremadamente pesada, tomen mi yugo. Yo soy humilde. Yo soy de manso corazón. Yo les daré descanso, porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”.
Esa es la maravillosa promesa de salvación por gracia mediante la fe. La salvación es sin ningún esfuerzo de nuestra parte, ya que el gran esfuerzo fue hecho por Jesucristo en su muerte y su resurrección. Como y Él ha logrado nuestra salvación, ahora tenemos reposo; el reposo de ya no hacer algo equivocado; estar tratando de ganar la salvación por nuestras propias obras.
Extraído del libro, “El corazón de la Biblia” escrito por el Pastor John MacArthur y publicado por Editorial Portavoz.